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Guía de análisis costo-beneficio

Aplicación para medidas de adaptación al cambio


climático en el sector agropecuario en Uruguay

Ing. Agr. (Ph.D.) Miguel Carriquiry, profesor titular en el Instituto de Economía


de la Universidad de la República.

Ec. (Ph.D.) Matías Piaggio, investigador senior en Environment for Development


del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza y Profesor Agregado en la
Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República.

Ec. (M.Sc.) Guillermo Sena, asistente de investigación en el Instituto SARAS.

Publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la


Agricultura y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

Montevideo, 2019
FAO Y PNUD. 2019. Guía de análisis costo beneficio. Aplicación para medidas de adaptación al cambio climático en
el sector agropecuario en Uruguay. Montevideo. 163 pp.
Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO.

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ISBN 978-92-5-131194-3 (FAO)


© FAO y PNUD, 2019

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Índice
Listado de tablas ...............................................................................................................vi
Listado de cuadros......................................................................................................... viii
Agradecimientos ............................................................................................................... X
1. Introducción................................................................................................................... 1
1.1. Objetivo y estructura de la guía .............................................................................. 1
1.2. Impactos del cambio climático en el sector agropecuario ..................................... 1
1.3. Adaptación al cambio climático en el sector agropecuario ................................... 2
2. Factores conceptuales del análisis costo beneficio ........................................................5
2.1. El concepto de eficiencia económica ......................................................................5
2.2. El concepto de bienestar social .............................................................................. 7
2.3 Función objetivo ..................................................................................................... 7
2.4. Situación base optimizada .................................................................................... 8
2.5. Período de análisis ................................................................................................ 8
2.6. Análisis de flujo de fondos incrementales ........................................................... 10
2.7. Tratamiento de precios ........................................................................................ 11
2.8. Análisis ex ante y análisis ex post ........................................................................ 13
3. Identificación y formulación de proyectos .................................................................. 14
3.1. Justificación para la intervención ........................................................................ 14
3.2. Definición del problema y objetivos .................................................................... 15
3.3. Opciones de intervención .................................................................................... 18
3.4. Diagnóstico de la situación actual ....................................................................... 19
3.4.1. Definición de área de estudio y área de influencia..................................... 19
3.4.2. Identificación y cuantificación de la población objetivo y la población de
referencia ............................................................................................................ 20
3.4.3. Análisis de actores involucrados................................................................ 21
3.5. Determinación de oferta y demanda actual y proyectada .................................. 22
3.5.1. Análisis y determinación de la demanda .................................................. 22
3.5.2. Determinación de oferta actual y oferta proyectada................................. 25
3.5.3. Cálculo y proyección del déficit ................................................................ 26
3.6. Identificación de los efectos del proyecto ........................................................... 26
4. Evaluación de proyectos ............................................................................................. 32
4.1. Particularidades de la adaptación al cambio climático en la determinación de
costos y beneficios ..................................................................................................... 32
4.2. Evaluación privada ..............................................................................................35

iii
4.3. Evaluación económica ........................................................................................ 38
4.3.1. Valoración de costos y beneficios a precios de cuenta .............................. 39
4.3.2. Consideraciones para la evaluación social................................................ 42
4.3.3. Externalidades .......................................................................................... 46
4.3.4. Impactos distributivos .............................................................................. 46
5. Tasa de descuento y medidas resumen ...................................................................... 48
5.1. La tasa de descuento y la preferencia temporal .................................................. 48
5.2. Valor actual neto y valor actual neto económico ................................................ 49
5.2.1. Tasa de descuento privada ........................................................................ 52
5.2.2. Tasa de descuento social ............................................................................53
5.2.3. Tasa de descuento para medidas de adaptación al cambio climático ....... 57
5.3. Medidas resumen alternativas ............................................................................ 60
5.3.1. Tasa interna de retorno ............................................................................. 60
5.3.2. Otras medidas resumen ............................................................................ 63
6. Valoración económica de cambios en la calidad ambiental ....................................... 65
6.1. Valoración económica antropocéntrica .............................................................. 65
6.2. El valor de los servicios ecosistémicos.................................................................67
6.3. Métodos de valoración ........................................................................................ 69
6.3.1. Limitaciones de la valoración de bienes de no mercado ................................... 71
6.4. Ejemplos de aplicación de las diferentes técnicas de valoración de bienes de no
mercado ......................................................................................................................72
6.4.1. Función de producción ..............................................................................72
6.4.2. Costo de viaje .............................................................................................73
6.4.3. Precios hedónicos ......................................................................................74
6.4.4. Valoración contingente .............................................................................. 75
6.4.5. Experimentos de elección .......................................................................... 77
7. Riesgo e incertidumbre ............................................................................................... 78
7.1. Técnicas para incorporar el riesgo y la incertidumbre .........................................79
7.1.1. Valor esperado de las variables...................................................................79
7.1.2. Análisis de sensibilidad ............................................................................. 80
7.1.3. Análisis de escenarios ................................................................................ 82
7.1.4. Análisis Montecarlo ................................................................................... 83
7.2. Riesgo e incertidumbre en medidas de adaptación al cambio climático ............ 86
7.2.1. Incorporación de cambios en las tendencias de variables climáticas ....... 86
7.2.2. Incorporación de eventos climáticos extremos ........................................ 88
Anexo 1. Resolución de prácticas ................................................................................... 99
A.1.1. Justificación y objetivo del proyecto .............................................................. 100
A.1.2. Características de la obra ............................................................................... 100
A.1.3. Información financiera del proyecto .............................................................. 101
A.1.4. Características de cultivos ..............................................................................104
A.1.5. Beneficios y costos de los productores ............................................................ 105
A.2. Prácticas .................................................................................................................106
A.2.1. Práctica 1 .........................................................................................................106

iv
Evaluación privada de proyectos de inversión ..................................................106
Resolución ......................................................................................................... 107
A.2.2. Práctica 2 ........................................................................................................ 112
Evaluación social de proyectos de inversión ..................................................... 112
Resolución ......................................................................................................... 113
Inversión de productores en equipos para riego ............................................... 117
A.2.3. Sensibilidad y análisis de escenarios .............................................................. 122
Partes a y b ......................................................................................................... 123
Parte c ................................................................................................................ 124
A.2.4. Análisis Montecarlo ........................................................................................ 125
Resolución ......................................................................................................... 126
A.2.5. Incorporación de variables meteorológicas ................................................... 131
A.2.6. Incorporación de variables meteorológicas: Resolución ............................... 133
Anexo 2. Conceptos microeconómicos .......................................................................... 137
A. Preferencias individuales y bienestar ....................................................................... 137
A1. Curva de demanda individual .............................................................................140
A2. Excedente compensatorio y excedente equivalente ........................................... 141
B. Bienestar social ......................................................................................................... 143
B1. Curvas de demanda y excedente del consumidor ............................................... 144
B2. Curvas de oferta y excedente del productor ....................................................... 145
B3. Excedente social ................................................................................................. 146
C. Eficiencia económica y cambios en el bienestar social ............................................. 147

v
Listado de tablas

Tabla 1. Medidas de adaptación en el sector agropecuario .............................................. 4


Tabla 2. Períodos de análisis a considerar según el tipo de proyecto para Uruguay ....... 9
Tabla 3. Flujo de fondos incremental .............................................................................. 11
Tabla 4. Población objetivo ............................................................................................. 21
Tabla 5. Efectos tangibles ................................................................................................27
Tabla 6. Efectos intangibles ............................................................................................ 28
Tabla 7. Flujo de beneficios netos para la evaluación privada ........................................35
Tabla 8. Relación de precios de cuenta de la divisa ........................................................ 41
Tabla 9. Relación de precios de cuenta de la mano de obra ............................................ 41
Tabla 10. Flujo de fondos de dos proyectos excluyentes ................................................ 49
Tabla 11. VAN para diferentes tasas de descuento (TD) ................................................ 52
Tabla 12. Comparación de flujos de fondo sin descontar de proyectos con duración de
largo plazo, en millones de dólares ................................................................................ 58
Tabla 13. Tasa de descuento social decreciente usada por el gobierno británico .......... 58
Tabla 14. Medidas resumen complementarias ............................................................... 64
Tabla 15. Enfoques para el análisis de la valoración económica de los servicios
ecosistémicos .................................................................................................................. 66
Tabla 16. Técnicas usualmente empleadas para aproximarse a la valoración económica
de servicios ecosistémicos y de cambios en la calidad ambiental .................................. 70
Tabla 17. Características físicas del embalse bajo estudio............................................. 101
Tabla 18. Costos de inversión ........................................................................................102
Tabla 19. Costos del proyecto ........................................................................................ 103
Tabla 20. Demanda de agua para riego .........................................................................104
Tabla 21. Rendimiento de cultivos con y sin riego ........................................................104
Tabla 22. Costos de inversión de los productores ......................................................... 105
Tabla 23. Precio por tonelada de soja y maíz ................................................................ 105
Tabla 24. Costos operativos anuales de los productores con y sin riego.......................106
Tabla 25. Efectos directos privados ............................................................................... 107
Tabla 26. Flujo de fondos privados para evaluación privada, en miles de dólares ....... 110
Tabla 27. Cálculo de flujo de fondos (FF) descontado ................................................... 111
Tabla 28. Cálculo de la TIR ............................................................................................ 111
Tabla 29. Efectos sociales .............................................................................................. 113
Tabla 30. Inversión inicial valorada a precios sociales ................................................. 117
Tabla 31. Flujo de fondos para evaluación social, en miles de dólares .........................120
Tabla 32. Cálculo de flujo de fondos descontado .......................................................... 121
Tabla 33. Cálculo de la TIRE ......................................................................................... 121

vi
Tabla 34. Cálculo de elasticidad del VANE ................................................................... 124
Tabla 35. Análisis de escenarios .................................................................................... 125
Tabla 36. Análisis de escenarios .................................................................................... 125
Tabla 37. Parámetros para distribución normal de soja y maíz sin riego ..................... 130
Tabla 38. Cuartiles del VANE simulado ........................................................................ 130
Tabla 39. Relación entre rendimiento esperado de maíz y precipitaciones acumuladas
en diciembre, enero y febrero ........................................................................................ 132
Tabla 40. Función dosis respuesta ................................................................................ 135

vii
Listado de cuadros

Figura 1. Proyectos con horizonte temporal de análisis (n)


menor o igual a la vida útil de los activos (vu) ................................................................ 10
Figura 2. Proyectos con horizonte temporal de análisis (n)
mayor a la vida útil de los activos (vu) ............................................................................ 10
Figura 3. Ciclo del proyecto ............................................................................................. 13
Figura 4a. Árbol de causas y efectos ................................................................................ 16
Figura 4b. Árbol de medios y fines .................................................................................. 17
Figura 5.Población objetivo ............................................................................................ 20
Figura 6. Demanda del proyecto .................................................................................... 23
Figura 7. Demanda de riego suplementario en diferentes escenarios climáticos .......... 25
Figura 8. Costos y beneficios sin medida de adaptación ................................................ 33
Figura 9. Costos y beneficios con medida de adaptación ............................................... 34
Figura 10. Beneficios netos incrementales en la evaluación social ................................ 39
Figura 11. Componentes del valor económico total de los servicios ecosistémicos ....... 68
Figura 12. Ejemplo de árbol de decisión ........................................................................ 80
Figura 13. Función dosis-respuesta ................................................................................ 89
Figura 14. Cuenca del río San Salvador ........................................................................ 100
Figura 15. TIR ................................................................................................................. 111
Figura 16. TIRE ............................................................................................................. 122
Figura 17. Histograma del VANE, ejercicio 6 ................................................................ 129
Figura 18. Histograma de VANE, ejercicio 8................................................................. 131
Figura 19. Relación entre rendimiento esperado de maíz y precipitaciones................. 132
Figura 20. Histograma de precipitaciones acumuladas DEF entre 1967 y 2017 .......... 134
Figura 21. Histograma de precipitaciones simuladas ................................................... 134
Figura 22. Función de utilidad individual ..................................................................... 139
Figura 23. Maximización de utilidad............................................................................. 139
Figura 24. Cambios en la utilidad ante cambios en el precio ........................................ 141
Figura 25. Excedente compensatorio ............................................................................ 142
Figura 26. Excedente equivalente ................................................................................. 143
Figura 27. Curva de demanda........................................................................................ 144
Figura 28. Curva de oferta agregada ............................................................................. 146
Figura 29. Excedente social ........................................................................................... 146
Figura 30. Frontera potencial de Pareto ....................................................................... 148

viii
Agradecimientos

La elaboración de esta publicación fue posible gracias al Programa Integración de la Agricultura


en los Planes Nacionales de Adaptación (NAP-Ag), dirigido por la Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con el apoyo de la Iniciativa Internacional
para el Clima (IKI) del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza,
Construcción y Seguridad Nuclear (BMU) de Alemania. El proyecto de elaboración del Plan
Nacional de Adaptación al cambio y la variabilidad climática para el sector agropecuario en
Uruguay es implementado por la Unidad Agropecuaria de Sostenibilidad y Cambio
Climático de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (OPYPA) del
Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) de Uruguay. Los contenidos de esta
publicación son responsabilidad de los autores y no reflejan las opiniones de la FAO, el PNUD o el
BMU.

Los autores de esta publicación fueron contratados mediante un acuerdo entre la Organización de
las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el South American
Institute for Resilience and Sustainability Studies (SARAS2) en Uruguay.

Autores
Ing. Agr. (Ph.D.) Miguel Carriquiry, profesor titular en el Instituto de Economía de la Universidad
de la República.
Ec. (Ph.D.) Matías Piaggio, investigador senior en Environment for Development del Centro
Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza y Profesor Agregado en la Facultad de
Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República
Ec. (M.Sc.) Guillermo Sena, asistente de investigación en SARAS2

Equipo del proyecto


Ing. Agr. (M.Sc.) Walter Oyhantçabal, director de la Unidad Agropecuaria de Sostenibilidad y
Cambio Climático
Ing. Agr. (M.Sc.) Cecilia Jones, coordinadora nacional del Plan Nacional de Adaptación al cambio
y la variabilidad climática para el sector agropecuario
Ec. Carolina Balian, especialista técnico en el Plan Nacional de Adaptación al cambio y la
variabilidad climática para el sector agropecuario

Edición
Ec. Carolina Balian

Corrección de estilo
Alejandro Coto

Esta publicación debe ser citada como:


FAO-PNUD (2019). Guía de análisis costo beneficio. Aplicación para medidas de adaptación al
cambio climático en el sector agropecuario en Uruguay. 148 pp.

©FAO and UNDP, 2019'

X
XI
Resumen
Este documento es una guía para la aplicación de la metodología de análisis costo
beneficio (ACB), en particular para la evaluación de medidas de adaptación al
cambio climático en el sector agropecuario en Uruguay. Esta metodología
permite hacer evaluaciones ex ante de alternativas de políticas, programas o
proyectos de inversión, tanto desde la perspectiva de un agente privado, como de
la sociedad en su conjunto.

Además de definir los conceptos teóricos y pasos a seguir para la aplicación


del ACB a nivel general, se introducen las particularidades del análisis de medidas
de adaptación en el sector. Se brindan ejemplos prácticos para el análisis de flujo
de fondos incrementales, el cálculo de indicadores resumen, el uso de tasas de
descuento y el análisis de sensibilidad y de riesgo.

XII
XIII
1. Introducción
1.1. Objetivo y estructura de la guía

El objetivo de este texto es presentar una guía práctica para la evaluación de


políticas y proyectos a través del método de análisis costo beneficio (ACB), en
particular, para su aplicación en medidas de adaptación al cambio climático en el
sector agropecuario. Está dirigido a los técnicos del Ministerio de Ganadería,
Agricultura y Pesca (MGAP), de otras instituciones y al público en general que
necesite conducir evaluaciones ex ante de alternativas de políticas, programas o
proyectos de inversión.

En el presente capítulo se introducen los temas de los impactos del cambio


climático en el sector agropecuario, así como las políticas y medidas de
adaptación al cambio climático en el sector. En el segundo capítulo se definen los
conceptos microeconómicos básicos del ACB, como ser la eficiencia económica,
bienestar social, período de análisis y análisis de flujo de fondos incrementales.
En el tercer capítulo se trata la identificación y formulación de proyectos, que
involucra la definición del problema y de las alternativas posibles, la
identificación de los involucrados y afectados por el proyecto, y de las categorías
de impacto e indicadores de medida. En el cuarto capítulo se detalla la estimación
de los impactos a lo largo de la vida del proyecto de forma cuantitativa y la
valoración económica de los impactos según la óptica privada y la económica. En
el quinto capítulo se describe la aplicación de la tasa de descuento y el cálculo de
los indicadores de resumen para cada alternativa. Por último, en el sexto capítulo
se trata el análisis de sensibilidad y de riesgo.

1.2. Impactos del cambio climático en el sector agropecuario

Debido al fenómeno del cambio climático (CC), se espera que se incrementen la


temperatura media anual y la intensidad y frecuencia de lluvias, que ocurran
eventos climáticos extremos (tales como sequías o inundaciones) con mayor
frecuencia y severidad, y que se vean alterados los ciclos hidrológicos. Esto tendrá
repercusiones directas sobre el sector agropecuario y sobre la disponibilidad de
alimentos en el futuro (FAO, 2016). En este sentido, la mayoría de los estudios
concluyen que los rendimientos de los cultivos probablemente serán afectados
por los efectos del cambio climático, especialmente si la temperatura global
aumenta en promedio más de 2 ºC (Ignaciuk, 2015). Sin embargo, la magnitud y

1
el signo de esos efectos dependerán de la región, las características particulares
de las diferentes actividades agropecuarias y la capacidad de adaptación del
sector.

Cuando se trata del sector agropecuario en Uruguay, existen estudios que


prevén para fines del siglo XXI la ocurrencia de cambios en temperatura,
precipitaciones y presión atmosférica, así como también eventos climáticos
extremos. En cuanto a las variables meteorológicas, cuenado se comparan los
escenarios climáticos del final del siglo XX con los proyectados para el final del
siglo XXI, se espera que la temperatura se incremente de 2 a 3 ºC y las
precipitaciones acumuladas aumenten entre 10 y 20% (MGAP-FAO, 2013). Por
otro lado, cuando se trata de eventos extremos, los impactos son más inciertos.
Esto se debe, en primer lugar, a que los modelos climáticos no representan de
manera adecuada la ocurrencia de los eventos extremos. En segundo lugar, los
impactos no solo dependen de variables meteorológicas, sino también de
variables agronómicas o hidrográficas (MGAP-FAO, 2013). Sin perjuicio de esto,
cabe destacar que los eventos climáticos más importantes para el sector
agropecuario uruguayo son: la sequía, el déficit y el exceso hídrico, las heladas, la
inducción de frío y las olas de calor (MGAP-FAO, 2013). De estos, la sequía es el
más importante, según productores y expertos, independientemente del sector
productivo que se considere.

El mayor conocimiento e información sobre el fenómeno del cambio


climático ha permitido a muchos países desarrollar acciones de adaptación para
reducir la vulnerabilidad (Galarza et al., 2011). Sin embargo, el conocimiento
sobre el impacto del cambio climático así como sobre los costos de la adaptación
es aún limitado e impreciso. Esa brecha es más evidente cuando se intenta valorar
económicamente los costos asociados a bienes y servicios sin valor de mercado,
como son la condición de los ecosistemas y los servicios ambientales (Galarza et
al., 2011). Por otra parte, De Bruin, Dellink y Agrawala (2009) argumentan que,
desde una perspectiva biofísica, los impactos de corto plazo producidos por el
cambio climático ya son irremediables. Esto lleva a que la mitigación sea una
estrategia insuficiente (aunque necesaria) y la adaptación una alternativa
obligatoria.

1.3. Adaptación al cambio climático en el sector agropecuario

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático


(IPCC, 2014), la adaptación se define como cualquier ajuste en sistemas naturales
o humanos en respuesta a estímulos climáticos o sus efectos, que modera el daño
o aprovecha sus beneficios potenciales. Por otra parte, Galarza et al. (2011)

2
argumentan que las medidas de adaptación al cambio climático pueden estar
asociadas a los marcos conceptuales de gestión de riesgos o de inversión pública.
En este sentido, si estas medidas reducen los riesgos que enfrenta la población
asociados a eventos climáticos, pueden ser analizadas desde el marco conceptual
de la gestión de riesgos de desastres (GRD). Para sostener la participación del
Estado como promotor de medidas de adaptación al cambio climático desde este
enfoque, deben darse tres aspectos: i) reconocer que las medidas de adaptación
son factores que redireccionan el desarrollo local, regional o nacional, ii) que las
medidas de adaptación permitan corregir una externalidad global, como es el
caso del cambio climático; y iii) que las medidas de adaptación al cambio
climático no sean llevadas adelante de manera privada por la existencia de fallas
de mercado o de política.

Según De Bruin, Dellink y Agrawala (2009), existen medidas de


adaptación al cambio climático que brindan beneficios económicos a los
productores, independientemente de la ocurrencia de cambios en la tendencia y
variabilidad climática (estrategias ganar-ganar). Es deseable que estas medidas
sean implementadas, independientemente de lo que ocurra con las variables
climáticas. A continuación, se presentan ejemplos de medidas de adaptación en
respuesta a distintos impactos del cambio climático, para el sector agropecuario.

3
Tabla 1. Medidas de adaptación en el sector agropecuario

Impacto del cambio climático Medida de adaptación

Agricultura Cambios en la productividad Cambios en las prácticas culturales y de


de los cultivos. manejo, con especial cuidado en épocas de
Posibilidad de sequías. siembra y largo de los ciclos productivos.
Posibilidad de exceso de Mejora en sistemas de drenaje.
precipitaciones. Mejora en sistemas de irrigación.
Compra de seguros para transferir riesgos
fuera del sector.

Agua Cambio de régimen de lluvias. Construcción de reservorios.


Cambios en la oferta. Construcción de sistemas de reciclaje de
Cambios en la calidad de agua. agua.
Tecnologías que permitan el ahorro de agua.

Montes Estrés en áreas degradadas. Introducción de nuevas especies.


Cambio en la composición de Medidas de prevención de incendios.
especies forestales. Sistemas de reforestación/repoblamiento de
Incremento de incendios especies.
forestales. Instalación de bancos de semillas forestales.
Cambio de patrón de corte.
Uso sostenible del monte.

Fuente: Galarza et al. (2011).

Al igual que cualquier estrategia pública o privada, las medidas de


adaptación en el sector agropecuario requieren de inversiones e incurrir en costos
con el objetivo de reducir los efectos negativos del cambio climático u obtener
beneficios de las condiciones favorables. Además, pueden generar efectos que no
logren ser capturados a través de las relaciones de mercado y que pueden tener
impacto en el bienestar de generaciones futuras. A la luz de esto, el análisis costo
beneficio (ACB) se presenta como una herramienta que permite evaluar los
cambios en el bienestar de la sociedad por la implementación de medidas de
adaptación al cambio climático.

4
2. Factores conceptuales
del análisis costo beneficio
El análisis costo beneficio (ACB) es una herramienta de soporte para la asignación
eficiente de recursos para la sociedad (Boardman et al., 2011). Consiste en la
cuantificación de los costos y beneficios asociados a la implementación de un
proyecto o política para el inversor y/o la sociedad a lo largo de un período de
tiempo, y la comparación de estos frente a un escenario alternativo de acuerdo al
concepto de eficiencia económica, que se presenta en la siguiente sección. Es
decir, el objetivo del ACB es identificar si el proyecto evaluado genera una
asignación de recursos más eficiente en relación con otros proyectos alternativos
o el statu quo.

El ACB puede realizarse desde una perspectiva privada o desde una


perspectiva social, a través de la evaluación privada o evaluación económica de
proyectos, respectivamente. Desde la perspectiva privada se busca determinar la
conveniencia de llevar adelante una inversión, según el punto de vista del inversor
o accionista. Sin embargo, hay efectos que superan ese enfoque, y que, siendo
irrelevantes para el inversor, no lo son para otros involucrados o para la sociedad
en su conjunto. La evaluación social se realiza respecto a criterios de bienestar de
la sociedad y permite informar si la ejecución del proyecto generará o no mejoras
en el bienestar de la sociedad desde el enfoque de la eficiencia económica.

2.1. El concepto de eficiencia económica

Uno de los conceptos centrales del ACB es el de eficiencia económica. La


eficiencia económica o eficiencia en sentido de Pareto se logra cuando ningún
agente económico puede estar en una mejor situación sin empeorar la situación
de otro (Perman et al., 2003; Nicholson y Snyder, 2008). En el Gráfico 1 se
presenta el concepto de eficiencia desde el punto de vista de una firma, para la
cual los niveles de producción Q1 y Q2 de determinado bien o servicio generan
beneficios netos positivos, pero no tan grandes como el nivel de producción Q*,
que corresponde al óptimo de producción. Es decir, para esa cantidad producida
los recursos son asignados de manera eficiente, ya que cualquier otra asignación
de sus factores de producción generaría una reducción en el nivel de beneficios
netos.

5
Asociado al concepto de eficiencia anterior, el primer teorema
fundamental de la economía del bienestar establece que las economías que
funcionan con mercados en condiciones de competencia perfecta asignan de
manera eficiente los recursos disponibles (Nicholson y Snyder, 2008). A partir de
esto, la ineficiencia se entiende como los problemas por los cuales el mercado no
logra asignar de manera eficiente los recursos por sí solo, también llamados fallas
de mercado (HM Treasury, 2003). Según HM (HM Treasury, 2003), las
principales cuatro fallas de mercado son: i) la existencia de bienes no privados,
ii) las externalidades, iii) la información imperfecta, y iv) el poder de mercado de
algunos agentes (para una descripción más detallada, véase Anexo 2).

Gráfico 1. Asignación eficiente de recursos

Fuente: Boardman et al. (2011).

En este sentido, las medidas de adaptación al cambio climático están


relacionadas con la existencia de externalidades y la provisión de bienes públicos
(Perman et al., 2003). Un ejemplo de una medida de adaptación con
externalidades podría ser el desarrollo de un plan de intensificación sostenible de
la producción ganadera, el cual tendrá probablemente beneficios ecosistémicos
para la sociedad, aunque estos pueden no ser necesariamente percibidos por el
productor en términos económicos. Por otra parte, un ejemplo de provisión de
bienes públicos como medida de adaptación puede ser el desarrollo de semillas
mejor adaptadas al cambio climático en determinada región —lo que requiere una
inversión importante en I + D—, que pueden ser utilizadas por todos los
productores de la región una vez liberadas, independientemente de si los
productores aportan o no para el desarrollo de estas.

6
2.2. El concepto de bienestar social

Tradicionalmente, la teoría económica define el bienestar social con base en el


concepto de utilidad, el cual refiere a la satisfacción percibida por los individuos
a partir del consumo de un bien o servicio (Perman et al., 2003). En esta línea, la
función de bienestar social se define como una agregación de las utilidades de los
individuos, las cuales son reveladas a través de las transacciones de mercado en
el caso de los bienes con valor de mercado y, en el caso de los bienes sin valor de
mercado, debe ser obtenida a partir de la disposición a pagar o aceptar
compensaciones de los agentes (HM Treasury, 2003; Perman et al., 2003).

Sin embargo, la definición hasta aquí presentada no explica cómo resolver


casos en los que se generan ganadores y perdedores a la vez. Por ejemplo, un
proyecto que agrega valor a la economía haciendo crecer su PIB (como puede ser
la implementación una nueva tecnología agrícola), pero que deja sin empleo a una
gran masa de trabajadores de baja calificación. ¿Es posible decir que el proyecto
anterior aumenta el bienestar social? El ACB desde una perspectiva social puede
mostrar el resultado agregado a nivel de toda la sociedad, asumiendo en general
el supuesto de que los cambios en el bienestar son ponderados de igual forma
para todos los sectores de la sociedad.

En este sentido, la función de bienestar social para el análisis ACB se


enfoca en la eficiencia económica. Sin embargo, no se considera la eficiencia en
el sentido estricto de Pareto que se definió anteriormente, en donde una
asignación sería eficiente cuando genera ganadores sin que ningún otro agente
pierda. Se enfoca en un sentido más laxo, denominado mejora potencial de
Pareto o criterio de compensación potencial de Kaldor-Hicks. Este establece que
“la política o proyecto a desarrollarse es eficiente si puede generar ganancias
suficientes para compensar a quienes puedan sufrir pérdidas” (SNIP, 2013, p. 12).
En otras palabras, se considera que un proyecto aumenta el bienestar social
cuando genera una ganancia neta para la sociedad en su conjunto (SNIP, 2013),
independientemente de que la compensación finalmente ocurra o no.

2.3 Función objetivo

La función objetivo se define como una “pauta de deseabilidad, contra la cual


comparar el impacto de las alternativas del proyecto” (Ortegón, Pacheco y Roura,
2005, p. 111). En otras palabras, la función objetivo define cuáles son los criterios
para evaluar que un proyecto sea deseable frente a otras alternativas. Desde el
punto de vista privado, la función objetivo refiere a las utilidades del inversor o
ejecutor del proyecto en términos financieros, mientras que, desde punto de vista

7
social, la función objetivo refiere al bienestar social que considera el criterio de
Kaldor-Hicks antes presentado.

2.4. Situación base optimizada

La situación base optimizada refiere a la forma en que debe plantearse el


escenario sin proyecto. Como ya se mencionó en la introducción de este capítulo,
el ACB tiene como objetivo evaluar diferentes alternativas de intervención en
comparación con la situación sin proyecto o situación base. Sin embargo, para no
sobredimensionar el proyecto ni sobrevalorar los beneficios incrementales, esa
situación base deberá reflejar la realidad optimizada (Ortegón, Pacheco y Roura,
2005). Es decir, deberá considerar la situación real junto con todas las mejoras
posibles que se puedan realizar a un costo mínimo y sin tener que incurrir en un
proyecto de inversión (Ortegón, Pacheco y Roura, 2005). En este sentido, la
optimización podrá consistir en mejoras de tipo administrativo o procedimental
que permitan solucionar o menguar el problema original.

2.5. Período de análisis

Es importante tener en cuenta el período en que se generan los beneficios netos


del proyecto. Esto es debido a que, a la hora de llevar adelante un proyecto de
inversión, la sociedad estará resignando fondos que podría asignar a otro uso en
el período actual. De tal manera, para quienes resignan esos fondos en el período
actual, no es lo mismo generar un excedente en el bienestar pronto, o muy lejano
en el tiempo. Esta dimensión temporal queda reflejada en la tasa de descuento,
concepto que es presentado más adelante.

Por una conveniencia metodológica, el período de análisis para proyectos


de inversión pública suele calcularse en torno al tiempo estimado de depreciación
de la infraestructura. Para el caso de Uruguay, este nunca supera los 30 años,
según se puede verse la Tabla 2. Sin embargo, podría ocurrir que, debido a la
naturaleza incremental y de muy largo plazo del cambio climático, los impactos
de las medidas de adaptación al cambio climático se intensifiquen sobre el final
del período. Por tanto, se deberá tener cuidado con la elección del período de
análisis ya que, de no considerar un período de análisis lo suficientemente largo,
se puede estar subvalorando los beneficios de estas intervenciones (Ortegón,
Pacheco y Roura, 2005).

8
Tabla 2. Períodos de análisis a considerar
según el tipo de proyecto para Uruguay

Tipo de proyecto Períodos a


considerar

Electrificación rural 30 años

Defensas, fluviales, riego 30 años

Agua potable, saneamiento y alcantarillado 25 años

Carreteras a nivel de pavimentos con soluciones básicas 20 años

Residuos sólidos domiciliarios y asimilables 20 años

Edificación pública (incluye aeropuertos, puertos, cárceles,


20 años
hospitales y aulas)

Otras carreteras asfaltadas o a nivel de afirmado o sin afirmar 10 años

Proyectos viales urbanos 10 años

Material de transporte y maquinaria vial 10 años

Vehículos 10 años

TIC 4 años

Fuente: (SNIP, 2012).

Para el caso en que el período de análisis sea más corto que la vida útil de
la inversión se deberá estimar el valor de rescate de la inversión al finalizar el
período, para tomarlo en cuenta como un beneficio en el flujo de fondos. El valor
de rescate o valor residual de la inversión (VR) es el valor actualizado de los flujos
que trascienden el horizonte de evaluación, o el valor de los activos al momento
final de dicho horizonte (SNIP, 2014). Tal como se muestra en la Figura 1, cuando
el horizonte de evaluación o período de análisis del proyecto es igual a la vida útil
de los activos, estos tendrán un valor de rescate igual a cero. Sin embargo, cuando
la vida útil de los activos es mayor al período de análisis, se deberá estimar el valor
de rescate que tiene el o los activos en el período n y computarse haciendo el
supuesto de que este se vende en el período n. Para el caso en que la vida útil de
la inversión sea menor al período de análisis, se deberá estimar la reinversión que
será necesario hacer al final de la vida útil de los activos para dejarlos operativos,
tal como se muestra en la Figura 2 (y descontar el valor de rescate al finalizar el
horizonte de evaluación).

9
Figura 1. Proyectos con horizonte temporal de análisis (n)
menor o igual a la vida útil de los activos (vu)

Fuente: Elaboración propia basada en SNIP (2014).

Figura 2. Proyectos con horizonte temporal de análisis (n)


mayor a la vida útil de los activos (vu)

Fuente: Elaboración propia basada en SNIP (2014).

2.6. Análisis de flujo de fondos incrementales

La metodología de ACB requiere analizar únicamente los efectos incrementales


generados por el proyecto evaluado en comparación a la situación base. En la
práctica, eso significa que se deberá construir un flujo de fondos como se
especifica en la Tabla 3, en el cual se toman en cuenta cada uno de los costos y
beneficios incrementales que ocurren durante el período evaluado. Una
consecuencia directa de ello es que no basta con conocer si el proyecto es bueno
en sí mismo; se debe establecer si es mejor que i) la situación sin proyecto, o que
ii) el mejor proyecto alternativo. Por ejemplo, si el proyecto a analizar

10
corresponde a la ampliación de una planta de tratamiento de aguas residuales,
solo se deberán considerar los costos y beneficios que aumentan o disminuyen
respecto a la situación base como consecuencia de dicha ampliación. Aquellos
costos y beneficios que no se ven modificados respecto a la situación base no
deberán ser considerados. De esta manera, si la ampliación requiere aumentar el
horario original del personal empleado en la planta, los costos que se
considerarán en la evaluación del proyecto serán únicamente los generados por
las horas extras de trabajo a causa de la ampliación (más allá de la inversión, en
caso de haberla, para la ampliación).

Tabla 3. Flujo de fondos incremental

Rubro Período de análisis


0 1 2 […] n
Inversión inicial −𝐼0

[…]

Costo incremental 1 −𝐶1,1 −𝐶1,2 […] −𝐶1,𝑛

Costo incremental 2 −𝐶2,1 −𝐶2,2 […] −𝐶2,𝑛

[…] […] […] […] …

Costo incremental i −𝐶𝑖,1 −𝐶𝑖,2 […] −𝐶𝑖,𝑛

Beneficio incremental 1 𝐵1,1 𝐵1,2 […] 𝐵1,𝑛

Beneficio incremental 2 𝐵2,1 𝐵2,2 […] 𝐵2,𝑛

[…] […] […] […] …

Beneficio incremental j 𝐵𝑗,1 𝐵𝑗,2 […] 𝐵𝑗,𝑛

Flujo de fondo incremental


−𝐼0 ∑ 𝐵𝑗,1 − ∑ 𝐶𝑖,1 ∑ 𝐵𝑗,2 − ∑ 𝐶𝑖,2 […] ∑ 𝐵𝑗,𝑛 − ∑ 𝐶𝑖,𝑛
por año

Fuente: Elaboración propia.

2.7. Tratamiento de precios

Existen dos formas de valorar las variables reales (bienes o servicios): a precios
corrientes o a precios constantes. Los precios corrientes son aquellos que se
observan en la realidad para un período dado; esto es, son los precios que
incluyen los efectos de la inflación general. Los precios constantes, por otro lado,
están referidos a un año base y por tanto no incluyen los efectos de la inflación.
Para el ACB es recomendable usar precios constantes para valorar los diferentes

11
flujos, tanto en la evaluación privada como la evaluación económica del proyecto
(Harrison, 2010).1 Esto asegura la comparabilidad entre proyectos que
eventualmente sean afectados de manera diferente por la inflación, así como
también la comparabilidad de los flujos de fondo a través del tiempo (SNIP,
2013).

A su vez, existen dos estrategias para tratar los flujos a precios constantes
(Ortegón, Pacheco y Roura, 2005):

● Expresar los costos y beneficios a precios constantes: consiste en


fijar como año base el año cero de la inversión y expresar los precios
con relación a ese año, sin considerar los efectos de la inflación. Para
esta estrategia, las variaciones que existan en los costos y beneficios
podrán deberse a dos factores: i) un cambio en las cantidades
ofertadas (en el caso de productos) o demandadas (en el caso de
insumos), o ii) un cambio en los precios específicos de algún bien
determinado (por ejemplo, puede ocurrir que el proyecto genere
una mayor oferta del bien o servicio, que resulte en que el precio sea
menor en el futuro).
● Considerar los cambios en los precios relativos a causa de la
inflación: consiste en proyectar los costos y beneficios a través del
tiempo según la inflación de cada uno de los rubros, y luego llevarlos
a una moneda constante según un índice general de precios. El
índice de precios considerado ha de ser consistente con la
periodicidad del horizonte temporal de interés. De esa manera, se
verá reflejado el efecto de la inflación sobre la rentabilidad del
proyecto a través de cambios en los precios relativos de los bienes.

1 La inflación es una de las razones por las que una misma cantidad de dinero hoy tiene más
valor que en el futuro. La aproximación más común en el ACB emplea la moneda en términos
constantes. Esto no implica asumir que los precios no varían en el tiempo, ya que es posible, y
se debe realizar, un ajuste del cambio de nivel de precios de forma anticipada. Es posible
realizar el análisis con medidas alternativas. Sin embargo, se ha de prestar atención a que se
utilice la tasa de descuento pertinente para cada caso. Es decir, si se emplean unidades
monetarias en términos nominales o corrientes, se ha de utilizar una tasa de descuento
nominal, al tiempo que, si los costos y beneficios son expresados en términos reales (ajustados
por inflación), se ha de utilizar una tasa de descuento real. A lo largo de la presente guía
utilizaremos y recomendaremos siempre unidades monetarias en términos constantes. Esto
facilita el análisis, al tiempo que ayuda a homogeneizar las unidades de análisis.

12
2.8. Análisis ex ante y análisis ex post

El ciclo de proyecto se puede se puede describir en siete etapas, tal como se


muestra en la Figura 3. En ese esquema, el ACB puede usarse de manera ex ante
en la etapa de preparación y estudio de factibilidad del proyecto y de manera ex
post en la etapa de evaluación. Pearce, Atkinson y Mourato (2006) argumentan
que ambos enfoques, ex ante y ex post, son útiles en las aplicaciones de ACB en
temas ambientales. El ACB ex ante ayuda a determinar si una política o proyecto
de inversión que aún no ha sido implementada debería de ser llevada adelante.
El análisis ex post es útil para evaluar la precisión de la evaluación ex ante, así
como para aclarar los mecanismos detrás de la decisión tomada. Sin embargo, no
es útil para evaluar la decisión, ya que esta ya ha sido tomada. En general, las
decisiones de inversión tienen su componente de costos más importante en los
primeros años, durante la fase de inversión. Sin embargo, en proyectos con
inversiones iniciales bajas, la evaluación ex post es útil para evaluar si se seguirá
ejecutando esa medida.

Figura 3. Ciclo del proyecto

Fuente: Elaboración propia.

13
3. Identificación
y formulación de proyectos
Este capítulo tiene como objetivo mostrar de manera sintética las etapas de
identificación y formulación de proyectos o políticas, de manera de presentar
conceptos básicos necesarios para la evaluación de los costos y beneficios
asociados.

A partir de los conceptos descritos en el capítulo anterior, es recomendable


realizar el ACB de la medida en cuestión a través de una secuencia de pasos
ordenados. Boardman et al. (2011) dividen el ACB en etapas, según se detalla a
continuación:

1. Definir el problema y las alternativas posibles.


2. Identificar los involucrados y afectados por el proyecto.
3. Identificar las categorías de impacto y los indicadores de medida.
4. Predecir cuantitativamente los impactos a lo largo de la vida del
proyecto.
5. Valoración económica de los impactos.
6. Descontar los costos y beneficios para obtener valores presentes.
7. Calcular los indicadores de resumen para cada alternativa.
8. Análisis de sensibilidad y de riesgo.

A lo largo de las siguientes secciones y capítulos se describen estos pasos.

3.1. Justificación para la intervención

Antes de pensar en formular una intervención, debe identificarse claramente una


necesidad a cubrir en el marco de la estrategia de desarrollo del Gobierno (SNIP,
2014), así como también preverse que las posibles soluciones a la necesidad sean
factibles de llevarse adelante (HM Treasury, 2003). En este sentido, HM Treasury
(2003) establece dos razones que justifican la intervención del Gobierno:

1. la solución de fallas o distorsiones existentes en el funcionamiento


de los mercados e instituciones de la economía;
2. el cumplimiento de objetivos distributivos o éticos por el Gobierno.

Como se menciona en el Capítulo 2, el ACB se enfoca en el análisis de los


proyectos desde el punto de vista de la eficiencia en la asignación de recursos, en

14
línea con el primer punto. Sin embargo, como se verá más adelante, también se
deben estudiar, aunque de forma secundaria, los impactos distributivos del
proyecto.

3.2. Definición del problema y objetivos

Una vez justificada la necesidad de la intervención, se pasa a la definición del


problema central, así como también de sus causas y sus efectos. El problema
central debe ser expresado en términos generales y no como la ausencia de una
solución, de manera de dar lugar a múltiples alternativas a evaluar (Ortegón,
Pacheco y Roura, 2005). Por ejemplo, no es lo mismo decir: “falta infraestructura
de riego en la región X”, que decir: “existe bajo rendimiento de cultivos de secano
en la región X y gran variabilidad de la cosecha entre períodos”, ya que la solución
más eficiente a la situación quizás no sea la construcción de infraestructura de
riego, sino, por ejemplo, introducir cambios en las prácticas o en las variedades
de cultivos.

Una vez identificado el problema se deberán determinar sus causas y sus


efectos, que serán de utilidad para la formulación de los objetivos y determinar
las mejores alternativas a evaluar. Una herramienta útil en este punto es la
construcción de un árbol de causas y efectos. Este es un esquema semántico en el
cual se enumeran las causas del problema central y sus efectos, como si fuera un
árbol cuyo tronco común es el problema central, las raíces son las causas y las
ramas los efectos (Ortegón, Pacheco y Roura, 2005). La imagen de la Figura 4a
presenta el árbol de causas y efectos para un proyecto de mejoramiento de un
sistema de riego en Cochapampa, Perú.

15
Figura 4a. Árbol de causas y efectos

Fuente: Cáceres (2014).

16
Figura 4b. Árbol de medios y fines

Fuente: Cáceres (2014).

El paso siguiente es formular el o los objetivos de la intervención a realizar.


Algunos autores (Ortegón, Pacheco y Roura, 2005) indican que la forma más
simple de definir los objetivos es escribir el problema central solucionado. Por
ejemplo, para el caso del problema anterior, el objetivo central de la intervención
sería “aumentar el rendimiento de los cultivos de la región y reducir la
variabilidad de la cosecha”. De esta manera, el o los objetivos de la intervención
corresponden a la proyección de una situación considerada deseable. A su vez,
estos objetivos deben tener cuatro características principales (Ortegón, Pacheco
y Roura, 2005):

17
● ser realistas, es decir, alcanzables con los recursos con los que se
cuenta;
● ser eficaces; deben no solo generar una solución temporal a los
problemas presentes, sino generar una solución de raíz y duradera
en el tiempo;
● ser coherentes, es decir, que el cumplimiento de un objetivo no
imposibilite el cumplimiento de otro;
● ser medibles o cuantificables a través del tiempo.

Al igual que para la definición del problema, una herramienta útil para
determinar los objetivos del proyecto es la construcción de un árbol de medios y
fines, el cual se construye como el opuesto al de causas y efectos. La Figura 4b
muestra el árbol de medios y fines como una simetría opuesta del de causas y
efectos. A su vez, se podrá notar que, así como el problema da lugar al objetivo de
la intervención, las causas del problema dan lugar a las posibles alternativas de
solución. En la siguiente sección se trata la selección de alternativas con mayor
profundidad.

3.3. Opciones de intervención

Luego de definir el o los objetivos de la intervención, se deberá plantear un rango


de potenciales acciones como solución al problema identificado. Entre las
alternativas definidas se deberá incluir siempre la de hacer lo mínimo. Es decir,
la no intervención adicional al estado de la naturaleza (statu quo). Esta opción
servirá de línea de base para comparar las demás alternativas de intervención. La
estrategia más usada para la determinación de alternativas se implementa en dos
fases. En la primera fase se identifican de manera extensiva todas las alternativas
de acción posibles que brinden algún tipo de solución al problema identificado.
En la segunda fase se reduce la lista a las alternativas más factibles, según los
siguientes criterios: recursos disponibles, viabilidad social y política, intereses de
los actores relevantes y fuentes de financiamiento disponibles.

Como se vio al final de la sección anterior, una posible fuente de


alternativas de intervención para la primera fase es el árbol de medios y fines, que
expresa las alternativas de proyecto como las soluciones a las causas del problema
central. Otras posibles fuentes pueden ser: trabajos de investigación existentes
sobre el problema a tratar, la opinión de expertos en la materia y los ejemplos
internacionales usados para resolver problemas similares (HM Treasury, 2003).

18
3.4. Diagnóstico de la situación actual

En esta etapa se definirán el área de estudio y el área de influencia, y se


identificarán y cuantificarán la población objetivo y la población de referencia.

3.4.1. Definición de área de estudio y área de influencia

El área de estudio refiere al área geográfica delimitada por el análisis del


problema detectado. La importancia de esta radica en que permite identificar los
límites de referencia donde el problema afecta directa o indirectamente. Para
definir esta área se deberá identificar y mapear la siguiente información
(Ortegón, Pacheco y Roura, 2005):

● los límites geográficos (con base en accidentes geográficos) y los


límites administrativos en los que está comprendida el área afectada
por el problema;
● las condiciones de accesibilidad al área de estudio, en las que se
establecerá: la existencia y estado de vías de acceso, los medios de
transporte público, las condiciones climáticas y las condiciones de
seguridad ciudadana;
● las características del área de estudio: el tipo de zona, las
condiciones socioeconómicas y la ubicación geográfica de las
poblaciones en el área, los aspectos culturales, la infraestructura de
la zona y las características administrativas.

Además de la información mapeada, para medidas de adaptación al


cambio climático se recomienda determinar (Galarza et al., 2011):

● los impactos relevantes del cambio climático para el área de estudio,


a partir de la información científica disponible, desagregada
geográficamente, si es posible.

El área de influencia está contenida dentro del área de estudio. Por lo


general, es aquella en la que el problema afecta directamente a la población y para
la que se deberá plantear una solución. El elemento clave para la definición del
área de influencia es la determinación de si la población realmente se ve afectada
por el proyecto de inversión, directa o indirectamente. Para la identificación del
área de influencia se deberá mapear: la ubicación de la población afectada, las
condiciones socioeconómicas, las condiciones de accesibilidad y las
características administrativas de la zona (Ortegón, Pacheco y Roura, 2005).

19
3.4.2. Identificación y cuantificación de la población objetivo
y la población de referencia

La identificación y cuantificación de la población objetivo del proyecto o política


permite enfocar la atención sobre sus beneficiarios reales y determinar con
precisión las necesidades de estos. Tal como muestra la Figura 5, la población
objetivo es un subconjunto de la población total de referencia que es afectada por
el problema y corresponde a la parte de la población afectada que será la
beneficiaria del proyecto (Ortegón, Pacheco y Roura, 2005). A su vez, la
población de referencia está conformada por todos aquellos individuos que
forman parte del área de estudio antes identificada. Si bien el ideal sería poder
atender al total de la población afectada, en muchos casos existirán limitaciones
culturales, técnicas o financieras que obligarán a atender a solo una parte de ella
(Ortegón, Pacheco y Roura, 2005). En ese caso, deberá seleccionarse la población
para la cual el problema pueda ser efectivamente solucionado con los recursos
con que se cuenta. Dicho esto, cabe mencionar que la población no atendida
pasará a ser una población objetivo postergada, es decir, que deberá ser incluida
en futuros planes.

Figura 5.Población objetivo

Fuente: Ortegón, Pacheco y Roura (2005).

La cuantificación de la población objetivo podrá basarse en información


secundaria, así como en estudios realizados por organismos especializados. Por
ejemplo, las estimaciones brindadas por el Instituto Nacional de Estadística
(INE) o, para el caso del sector agropecuario, las estadísticas e informes
brindados por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). También

20
se deberá incluir una caracterización socioeconómica de la población objetivo y
profundizar en los indicadores directamente relacionados con el problema. La
Tabla 4 presenta dos ejemplos básicos de la determinación de la población
objetivo.

Tabla 4. Población objetivo

Proyecto Población de Población afectada Población objetivo


referencia

Construcción de caminos Población del Productores rurales Productores del


vecinales en el departamento departamento X del departamento X departamento X cuyos
X predios serán
alcanzados por los
nuevos caminos
vecinales

Construcción de obras para Población de la Productores Productores que


riego para los productores de región X agrícolas de la podrían conectarse a
secano de la región X región X las obras riego a
construir

Fuente: Elaboración propia basada en Ortegón, Pacheco y Roura (2005).

3.4.3. Análisis de actores involucrados

El análisis de involucrados busca identificar a todos aquellos actores clave que


resulten afectados por el proyecto, ya sea positiva o negativamente, de manera de
conocer sus intereses y opiniones sobre el problema a solucionar. Esto ayuda a
obtener una idea de la magnitud en la que serán beneficiados o perjudicados los
diferentes actores. En primer lugar, este análisis tiene como objetivo evaluar el
apoyo político y social que tendrá el proyecto, para diseñar mecanismos de
acompañamiento que compensen los perjuicios a los involucrados. De esta
manera, se podrán minimizar las resistencias, ampliar el apoyo de diversos
sectores de la sociedad y evitar así la oposición y bloqueo a la realización del
proyecto (SNIP, 2014). En segundo lugar, el análisis facilitará la identificación de
los costos y beneficios indirectos y externalidades que eventualmente ocurran a
partir del proyecto o política.

21
3.5. Determinación de oferta y demanda actual y proyectada

Una vez identificadas la población afectada y la población objetivo, deberá


estimarse el requerimiento o demanda no cubierta de los bienes o servicios
prestados por la intervención. A continuación, se detalla cómo analizar la
demanda, la oferta y el desequilibrio entre cantidad de oferta y demanda de los
bienes y servicios a proveer por el proyecto o política. En esta sección se explica
cómo determinar el déficit entre oferta y demanda de manera práctica. En el
Anexo 2 se presentan los conceptos de las curvas de oferta y demanda de
mercado.

3.5.1. Análisis y determinación de la demanda

El análisis de la demanda tiene como objetivo cuantificar dentro de un área


geográfica las necesidades existentes del bien o servicio a proveer por el proyecto
(Ortegón, Pacheco y Roura, 2005). Para ello, se deberá calcular la demanda del
proyecto, actual y proyectada, a partir de la información identificada
anteriormente sobre la población objetivo.

Según Ortegón, Pacheco y Roura (2005, p. 40), “la demanda es una


función que relaciona los hábitos y costumbres, el ingreso de las personas y los
precios de los bienes o servicios”. Una primera clasificación puede realizarse al
distinguir entre la demanda atendida y la demanda potencial. Por un lado, la
demanda atendida corresponde a la que efectivamente está cubierta en la
actualidad, dados un determinado precio y características de los consumidores
(capacidad de pago y otros). Por otro lado, la demanda potencial del proyecto se
define como aquella que no está atendida en el momento previo a la ejecución y
puede ser potencialmente cubierta por el proyecto. En otras palabras, la demanda
potencial indica la capacidad que tienen los bienes provistos por el proyecto de
llegar a la población objetivo.

Una segunda clasificación distingue entre la demanda actual y la demanda


proyectada. En primer lugar, la demanda actual se define como aquella que existe
en el momento en que se está desarrollando la evaluación del proyecto o política,
ya sea esta atendida o potencial. Mientras que la demanda proyectada refiere a
la que podría existir en el futuro, y se obtiene a partir de proyectar qué sucederá
con la población objetivo en referencia a las variables que determinan dicha
demanda. La Figura 6 muestra de manera gráfica las relaciones entre estos
conceptos. La demanda del proyecto es igual a la suma entre una parte de la
demanda actual y una parte de la demanda proyectada.

22
Figura 6. Demanda del proyecto

Fuente: Elaboración propia.

3.5.1.1. Estimación de la demanda

La estimación de la demanda dependerá de una correcta cuantificación y


caracterización de la población objetivo en la actualidad y su proyección a futuro.
A partir de ello, se pueden usar dos métodos simples para determinar la cantidad
demandada del bien o servicio provisto. El primero se basa en calcular la media
consumida del bien o servicio, mientras que el segundo parte de series históricas
del consumo.

Proyección basada en un factor de consumo. Este método de


cuantificación de la demanda consiste en calcular un factor de consumo o media
del consumo de la población y multiplicarlo por la población objetivo. Lo difícil
aquí será determinar dicha media lo más acertadamente posible. Una forma
simple de hacerlo es tomar la media de consumo de una población ya provista con
el bien o servicio y que esté estratificada socialmente de manera similar, y
suponer que el consumo se comportará de manera análoga para el bien o servicio
provisto en esta oportunidad. Dependiendo de la calidad de información con que
se cuente y las características de la población, se pueden usar diferentes medias
de consumo. Por ejemplo, si se requiere cuantificar la cantidad de energía
eléctrica que será demandada para un programa de electrificación rural de una
zona desatendida, se deberá buscar cuánto consume en promedio una región de
similares características sociales y productivas.

Para el caso del sector agropecuario, se podría pensar este método de


manera análoga por unidad de superficie de la población objetivo. Es decir,
calcular la media demandada por superficie, estratificada por tipo de superficie o

23
características socioculturales o productivas de la población objetivo. Sobre esta
base se estimaría la demanda total multiplicando el factor de consumo por unidad
de superficie por la superficie afectada por el proyecto.

Proyección basada en información histórica. Este método no


requiere recurrir a la población objetivo como base de cálculo. Consiste en el uso
de regresiones lineales que permiten predecir con confianza la demanda del año
uno y las subsiguientes. Esta forma se estimar la demanda se debe complementar
con otras fuentes de información para verificar que las estimaciones son
confiables o para realizar ajustes pertinentes a la información utilizada.

3.5.1.2. La demanda en el sector agropecuario y el cambio climático

El sector agropecuario tiene la particularidad de que la demanda de insumos


depende de las condiciones meteorológicas, y estas se espera que sean afectadas
por el cambio climático. En este sentido, habrá que poner particular atención a la
variación de la demanda en relación con los efectos del cambio climático sobre
las variables meteorológicas a través del tiempo. La Figura 7 presenta un ejemplo
simplificado de cómo puede afectar el cambio climático en el caso de un proyecto
de riego suplementario.

Supóngase que el cambio climático hará variar las precipitaciones, pero no


se sabe cómo. Las líneas azules punteadas presentan tres posibles escenarios
climáticos que conllevan distintas variaciones en las precipitaciones (en mm/ha)
a través del tiempo en el área de estudio. Por otra parte, la línea verde representa
el requerimiento hídrico por hectárea de los cultivos en el área de estudio. Si se
define la demanda de riego suplementario como la diferencia entre el
requerimiento hídrico del cultivo y las precipitaciones, se tendría que la demanda
del bien provisto por el proyecto (agua para riego suplementario) será distinta
para cada escenario climático.

24
Figura 7. Demanda de riego suplementario en diferentes escenarios climáticos

Fuente: Elaboración propia.

3.5.2. Determinación de oferta actual y oferta proyectada

La determinación de la oferta actual y la oferta proyectada se realizará para el


área de influencia del proyecto antes definida. Además, la estimación de la oferta
actual se deberá determinar la capacidad de la infraestructura y los recursos
disponibles para ofrecer los bienes o servicios analizados, de acuerdo con
determinado estándar de calidad (SNIP, 2014).

3.5.2.1. Oferta actual

La oferta actual dependerá naturalmente de si en la actualidad existe o no tal


oferta de bien o servicio para el área de estudio. En caso de que no exista, el bien
o servicio provisto por el proyecto colmará la demanda antes determinada para
la calidad del bien o servicio en cuestión. Para el caso de que ya se ofrezca un bien
o servicio similar, la determinación de la oferta actual consistirá en el análisis de
los siguientes aspectos (Ortegón, Pacheco y Roura, 2005):

La oferta real. Entendida como la cantidad de bien provisto o servicio


prestado en el momento de la evaluación, independientemente de la calidad de
este.

La capacidad existente. En este paso se deberá analizar la oferta que puede


ser provista usando la capacidad plena de las unidades proveedoras en el área de
influencia. Si a la capacidad existente se resta la oferta real, se obtiene la oferta
potencial y se puede determinar si la provisión del bien o servicio es subóptima.

25
La calidad de los servicios. Se deberá determinar la calidad de los bienes
o servicios ofrecidos en comparación con el estándar de calidad que deben
cumplir, ya que, para los casos en que el bien o servicio sea de mala calidad, estos
no constituirán parte de la oferta.

La oferta total existente. Se deberá determinar el total de la oferta


existente para el área de influencia, ya que se evaluará la posibilidad de contar
con la oferta de fuentes aledañas en caso de que colapse el servicio a proveer.

3.5.2.2. Oferta proyectada

La estimación de la oferta proyectada deberá realizarse también para el área de


influencia, sobre un horizonte de tiempo determinado, para los casos con y sin
proyecto o política.

3.5.3. Cálculo y proyección del déficit

A partir de las estimaciones anteriores de la oferta y la demanda actual y


proyectada, se podrá determinar el requerimiento actual y proyectado que tiene
la población objetivo de los bienes o servicios a proveer por el proyecto, para cada
período de la vida de este. La estimación del déficit será un componente más de
la justificación del proyecto.

3.6. Identificación de los efectos del proyecto

El análisis de los efectos tiene como objetivo identificar y describir de manera


cualitativa los efectos que este (o las alternativas de proyecto o política a evaluar)
tendrá sobre los involucrados. A partir de este análisis se podrán determinar los
costos y beneficios del proyecto para su posterior valoración.

Los efectos pueden ser clasificados en cuatro tipos: efectos directos, efectos
indirectos, externalidades (estos tres son efectos tangibles) y efectos intangibles.
En la Tabla 5 y la Tabla 6 se describen cada uno de estos, así como sus relaciones
con los costos y beneficios del proyecto.

26
Tabla 5. Efectos tangibles

Efectos observados Beneficios y costos

Efectos directos Efectos significativos que el Cuantificación y valoración de


proyecto genera de manera los efectos identificados y
directa, afectando positiva o observados sobre los mercados
negativamente a los actores o de los bienes directamente
participantes involucrados en la involucrados en el proyecto.
producción o consumo de bienes
o servicios que el proyecto
directamente genera (o induce
directamente a que se generen) o
en el de los insumos que utilice
(o induce directamente a que se
utilicen).
Efectos indirectos Efectos (positivos o negativos) Cuantificación y valoración de
que el proyecto genera sobre los efectos identificados y
otros actores que no están observados en los mercados de
directamente asociados al bienes o insumos que son
proyecto, como es el caso de los sustitutos o complementarios
efectos significativos que se de los directamente afectados
generan sobre aquellos que por el proyecto.
intervienen en la producción o
consumo de bienes, servicios o
insumos sustitutos o
complementarios de los que el
proyecto produce o genera (o
induce a que se produzcan o
generen) o utiliza (o induce a
que se utilicen).
Externalidades Efectos generados por el proyecto Los beneficios o costos
que no se reflejan en el sistema asociados a externalidades no
de precios de mercado, esto es, se pueden observar
aquellos para los cuales no directamente en los mercados
existen pagos o cobros del de los bienes producidos o
responsable de la inversión hacia insumos demandados por el
o desde el agente al que afecta proyecto, ni sus sustitutos o
(externalidad negativa) o al que complementarios. Sus efectos
favorece (externalidad positiva). no se reflejan en ningún
mercado en particular. Por este
motivo se valoran o cuantifican
de forma indirecta.

Fuente: SNIP (2014).

Respecto de los efectos tangibles, lo primero a determinar son los efectos


directos e indirectos, los cuales expresan la relación del proyecto con el mercado
primario (bienes o servicios que el proyecto genera o insumos que demanda) y

27
con los mercados secundarios (bienes o servicios sustitutos y complementarios a
los del mercado primario), respectivamente. El foco del ACB serán los efectos
directos y, de ser posible, se tomarán en cuenta los efectos secundarios cuando
estos sean lo suficientemente significativos. Los efectos indirectos (que se dan en
los mercados secundarios) pueden ser ignorados si y solo si los cambios en el
excedente social en los mercados principales (efectos directos) son correctamente
medidos y los precios en los mercados secundarios no cambian en respuesta a
estos cambios (Boardman et al., 2011).

Para el caso de la implementación de un sistema de riego, los efectos


directos serán, por ejemplo, el aumento de la demanda de agua y del rendimiento
de los cultivos. En cuanto a los efectos indirectos de la implementación del
sistema de riego, estos podrían ser un aumento en la demanda de fertilizantes y
agroquímicos, en caso de afectar el precio de estos. Por otra parte, puede pensarse
que los daños o beneficios ambientales causados por el proyecto de riego afecten
el mercado primario; sin embargo, son efectos que ocurren por fuera del mercado
y que, por tanto, deben ser considerados como externalidades. En el próximo
capítulo se brinda una definición más completa de externalidades.

Tabla 6. Efectos intangibles

Efectos observados Beneficios y costos

Efectos directos, Por su naturaleza, los efectos Son de difícil valoración o


indirectos o intangibles son aquellos de muy medición, por lo que únicamente
externalidades difícil medición o incluso se pueden identificar sus efectos
intangibles para tenerlos en cuenta en
identificación, pero que ameritan
ser incluidos en esta parte por su términos cualitativos, para
relevancia, existiendo para ello incorporarlos en el análisis de
diversas técnicas disponibles. Al riesgo, y pueden ser tenidos en
analizarlos, hay que aclarar en qué cuenta en las conclusiones sobre la
consisten, demostrar que se rentabilidad socioeconómica y la
producen como consecuencia del viabilidad del proyecto.
proyecto, y tratar de cuantificar
diversos aspectos de estos efectos,
aunque no se llegue a valorarlos en
términos monetarios.

Fuente: (SNIP, 2014).

Por su parte, los efectos intangibles podrán ser considerados como efectos
directos e indirectos, y como externalidades. Dada su naturaleza de difícil
medición, no podrán ser considerados dentro del ACB de manera cuantitativa,
pero siempre deberán ser tenidos en cuenta de manera cualitativa como insumo

28
para la toma de decisiones. Por ejemplo, la construcción de obras para riego
podrá mejorar la confianza de los agricultores a la hora de invertir, lo cual,
además de posiblemente aumentar el área de siembra (efecto directo) también
podrá tener un impacto en el bienestar del productor. Estos elementos pueden
emplearse en evaluaciones del proyecto a través de otras técnicas, por ejemplo,
en el ranking empleado en un estudio de análisis multicriterio.

Recuadro 1. Análisis de efectos

En el Anexo 1 se presenta el caso de un proyecto de construcción de un embalse


de mediano porte para riego de cultivos de secano en la cuenca del río San
Salvador en Soriano, Uruguay. El proyecto se concibe como una medida de
adaptación al cambio climático, ya que se espera que el uso de riego sobre esa
región mejore los rendimientos esperados de los cultivos, disminuya su
variabilidad y reduzca o elimine los impactos negativos de fenómenos de sequía
que eventualmente afectan a la zona.

El caso bajo estudio asume que el embalse será operado por un tercero
(que podrá ser privado o público) que será el que provea de agua para riego a
los productores de la zona. Se planea una implementación y alcance gradual
del servicio durante de los primeros cinco años hasta llegar a un máximo de
5 448 hectáreas. Por otra parte, se supone por simplicidad que los únicos
cultivos bajo riego serán maíz y soja.

A continuación, se presenta el análisis de efectos realizado para el


ejemplo presentado:

29
Tabla A. Efectos del caso de Anexo 1

Tipo de efectos Beneficios Costos


Inversión inicial
Costos de operación y mantenimiento:
Directos – Venta de agua para – Costos fijos
privados riego (*) – Mano de obra
– Consumo de energía
Impuestos y subsidios
Inversión inicial de productores
Rendimiento Compra de agua para riego
Directos – incremental de
sociales Costos de operación y mantenimiento de
cultivos (*) productores

Indirectos
Pérdida de servicio ecosistémico de
Externalidades secuestro de carbono

Intangibles Pérdida de servicio de purificación

(*) El subsidio y el impuesto especificado en la letra del ejercicio no han sido incluidos para no generar
confusiones, ya que como se detalla en la sección 3.2.2., en la evaluación privada deben ser tomados en
cuenta mientras que en la evaluación económica no.

Beneficios privados:

● Venta de agua para riego. La empresa encargada de la operación


del embalse venderá agua a los productores y obtendrá un
beneficio por los ingresos por ese rubro.
● Subsidio. Como se discutirá en profundidad más adelante, la
obtención de subsidios cuenta como un beneficio desde el punto
de vista privado.

Beneficios sociales:

● Rendimiento incremental de cultivos. Se espera que el riego


mejore el rendimiento de los cultivos de los productores que lo
utilizan, quienes son diferentes de la empresa que opera el
embalse y, por ende, no son destinatarios del beneficio privado
que genera el embalse. Así, este efecto se cuenta como un
beneficio social.

30
Costos privados:

● Inversión inicial. Para llevar adelante el proyecto el inversor


deberá construir el embalse y el sistema de distribución de agua
para riego, lo que cuenta como un efecto directo privado.
● Costos de operación y mantenimiento. Los costos necesarios
para que el agente privado que lleva adelante el proyecto opere el
embalse corresponden a efectos directos privados.
● Impuesto. El pago de impuestos cuenta como un costo desde la
óptica privada.

Costos sociales:

● Inversión inicial de productores. Para conectarse al sistema de


riego es necesario que los productores realicen inversiones
adicionales a las del embalse. Debido a que no son pagadas por el
ejecutante del proyecto pero son costos incrementales en que
incurren los productores, se consideran como un costo social.
● Compra de agua. Los productores deberán comprar agua para
riego a la empresa que opera el embalse.
● Costo de operación y mantenimiento. Como consecuencia de la
adopción de riego, los productores deberán incurrir en costos de
operación y mantenimiento incrementales en la producción de
cultivos (insumos y mano de obra).
● Pérdida del servicio de secuestro de carbono. Parte del monte
ribereño quedará bajo agua una vez construido el embalse.
Debido a eso, se perderá el servicio ecosistémico de secuestro de
carbono que el monte proveía (asociado al objetivo de mitigación
del cambio climático) y por tanto se generará una externalidad
local.
● Pérdida del servicio de purificación. Al igual que la pérdida del
servicio de secuestro de carbono, la pérdida de monte ribereño
hará que se pierda el servicio de purificación de agua que evitaba
que el suelo perdido por la erosión llegara a los cursos de agua.
En teoría esto contaría como una externalidad a nivel local,
siempre y cuando se pudiera constatar que perjudica a alguna
parte de la sociedad. Sin embargo, debido a que la estimación es
muy difícil, se tomará como un efecto intangible.

31
4. Evaluación de proyectos
Una vez que el proyecto ha sido formulado con sus objetivos, alternativas y
análisis preliminares, se pasará a la etapa de evaluación de costos y beneficios.
En primer lugar, se deberá identificar de manera cualitativa, para los escenarios
con y sin proyecto, los diferentes impactos asociados a cada alternativa para cada
período del ciclo de vida del proyecto. En segundo lugar, se evaluarán los efectos
de las variables físicas de manera de determinar los costos y beneficios del
proyecto desde dos puntos de vista distintos: el punto de vista privado o
financiero y el punto de vista socioeconómico o económico.

Por un lado, la evaluación privada tiene como objetivo evaluar la


rentabilidad financiera del proyecto y la capacidad de este para autosustentarse
(HM Treasury, 2003; Ortegón, Pacheco y Roura, 2005; SNIP, 2014). Por otra
parte, la evaluación económica o socioeconómica tiene como objetivo examinar
cómo cambia el bienestar de la sociedad en su conjunto ante la ejecución de la
intervención evaluada (HM Treasury, 2003; Ortegón, Pacheco y Roura, 2005;
SNIP, 2014). En consecuencia, la evaluación desde diferentes ópticas requerirá
discriminar los costos y beneficios según quién los percibe. Esto implica no solo
tomar en cuenta diferentes agentes involucrados en el proyecto, sino también
valorar los costos y beneficios de diferente manera.

El presente capítulo se divide en tres partes. En la primera parte se


explican las consideraciones particulares que deben tenerse en cuenta a la hora
de determinar los costos y beneficios para medidas de adaptación al cambio
climático. En la segunda parte se desarrollan los conceptos básicos para la
evaluación de proyectos mediante el ACB. En la tercera, se muestra cómo
identificar los costos y beneficios en lo que se denomina el análisis de efectos. En
la cuarta y última parte se describe cómo deben realizarse la evaluación privada
y la evaluación social, tomando como ejemplo el caso presentado en el Anexo 1.

4.1. Particularidades de la adaptación al cambio climático


en la determinación de costos y beneficios

Así como el cambio climático presenta desafíos a la hora de determinar la


demanda por factores productivos que provienen de la naturaleza, también
presenta algunas particularidades a la hora de determinar los costos y beneficios
de las medidas de adaptación. Dado que uno de los objetivos de las medidas de
adaptación es reducir o evitar los posibles efectos del cambio y la variabilidad

32
climática, los beneficios principales de estas medidas serán los costos evitados
por pérdidas y daños asociados a eventos climáticos. Por lo tanto, una parte
fundamental del ACB de medidas de adaptación al cambio climático es identificar
la potencial mejora con respecto a la situación sin proyecto o, lo que es lo mismo,
los costos evitados por la adaptación al cambio climático.

En la Figura 8 se presenta el escenario sin proyecto, en el que se esperan


efectos negativos del cambio climático. Como se puede ver, en este escenario se
incurre en costos de operación y mantenimiento y se obtienen los beneficios
actuales. Sin embargo, según la actividad analizada, puede ocurrir que debido a
los efectos del cambio climático los beneficios actuales disminuyan a través del
tiempo, así como también se esperan costos adicionales por medidas correctivas
frente a los efectos adversos. De esta manera, para la evaluación de medidas de
adaptación al cambio climático no interesará estimar los costos del cambio
climático, sino qué parte de esos costos puede ser evitada a raíz de la medida de
adaptación a implementar.

Figura 8. Costos y beneficios sin medida de adaptación

Fuente: Adaptado de Galarza et al. (2011).

Partiendo de esto, la implementación de una medida de adaptación al


cambio climático requerirá una determinada inversión inicial y también tendrá
costos de operación y mantenimiento. A su vez, podrá generar dos tipos de
beneficios: aquellos que resulten de la adaptación al cambio climático y otros que
sean resultado de esta. Por ejemplo, la implementación de un sistema de riego
como medida de adaptación probablemente generaría un mayor rendimiento
esperado de los cultivos a partir del período en que se implementa. La Figura 9
muestra el escenario con proyecto, es decir, con medida de adaptación. En
síntesis, los beneficios de la adaptación corresponden a aquellos que se pueden

33
obtener como consecuencia directa de la implementación de la medida de
adaptación. Es decir, la parte de los costos adicionales por medidas correctivas de
cambio climático que se evita, más la parte de los beneficios perdidos por cambio
climático que se dejan de perder a causa de la ejecución de la medida de
adaptación.

Como se mencionó en la introducción de esta guía, los beneficios de las


medidas de adaptación en el sector agropecuario corresponderán a dos fuentes
de distinta naturaleza. La primera fuente son efectos graduales del cambio
climático, al tiempo que la segunda fuente corresponde a la ocurrencia de eventos
climáticos extremos asociados al cambio climático. Por un lado, la primera fuente
deberá estar contenida dentro las proyecciones de las variables físicas del
proyecto de acuerdo con la información recopilada en el diagnóstico de la
situación actual. En caso de existir incertidumbre respecto de los efectos
graduales, podrá ser útil plantear diferentes escenarios y tratarlos según se
detalla en el Capítulo 6 sobre las técnicas para incorporar el riesgo y la
incertidumbre. Por otro lado, los efectos relativos a la ocurrencia de eventos
extremos requieren un tratamiento particular, ya que tienen un componente
importante de incertidumbre. En el Capítulo 6 se definen los eventos climáticos
extremos y se presenta una metodología para el tratamiento y la inclusión de
estos en el ACB.

Figura 9. Costos y beneficios con medida de adaptación

Fuente: Adaptado de Galarza et al. (2011).

34
4.2. Evaluación privada

La evaluación privada consiste en analizar la conveniencia de llevar adelante el


proyecto o intervención desde el punto de vista del inversor o accionista,
pudiendo ser este un agente tanto del sector privado como del sector público (por
ejemplo, un municipio o el Gobierno central) (Ortegón, Pacheco y Roura, 2005).
En este sentido, la función objetivo será, en general, la maximización de los
beneficios del agente en cuestión (aunque puede ser otra distinta, como en el caso
de empresas sociales u organizaciones no gubernamentales).

A partir de ello, se deberán tomar en cuenta únicamente los costos y los


beneficios que afectan a los ingresos y egresos financieros, es decir, los
provenientes de los efectos directos, valorados a precios de mercado. Con este
criterio, lo primero será construir el flujo de fondos incrementales según el
momento en que realmente ocurre cada uno de los costos o beneficios. Para ello
se recomienda distinguir los diferentes costos y beneficios según la siguiente
clasificación: costo de la inversión, beneficios, costos de operación y
mantenimiento, y valor de rescate. Por último, se deberán calcular los beneficios
netos para cada período del proyecto, tal como se muestra en la Tabla 7.

Tabla 7. Flujo de beneficios netos para la evaluación privada

Período 0 Período 1 Período 2 … Período n

(1) Costo de la inversión (–) −𝐼0 […] […] […] […]

(2) Beneficios (+) 𝐵1 𝐵2 […] 𝐵𝑛

(3) Costos de operación y […]


−𝐶𝑂1 −𝐶𝑂2 −𝐶𝑂𝑛
mantenimiento (–)
(4) Valor de rescate (+) […] 𝑉𝑅𝑛

Beneficio neto […]


𝐵𝑁0 𝐵𝑁1 𝐵𝑁2 𝐵𝑁𝑛
–(1) + (2) – (3) + (4)

Fuente: (SNIP, 2013).

A continuación, se detallan los puntos específicos que se deberán


considerar dentro de la evaluación privada de costos y beneficios.

Sí se debe incluir en la evaluación privada:

35
● Los pagos de impuestos y la obtención de subsidios, como costos y
beneficios, respectivamente.2

No se deben incluir en la evaluación privada:

● Los pagos que correspondan a la depreciación de activos y al pago


de intereses.
● Los costos hundidos en los que ya se haya incurrido como
consecuencia de la intervención (por ejemplo, pagos ya realizados
por análisis de suelo para estudiar la viabilidad del proyecto).

Recuadro 2. Determinación de costos y beneficios


para la evaluación privada

En la resolución de la Práctica 1 que se muestra en el Anexo 1 (ejercicios a, b y


c), se identifican los costos y beneficios privados y se muestra paso a paso cómo
estimar los costos y beneficios. En este recuadro se presenta un resumen de
dicha resolución.

Con base en lo expuesto en la presente sección y del análisis de efectos


presentado en el Recuadro 1, se presenta a continuación la construcción del
flujo de fondos para la evaluación privada del caso de estudio presentado en el
Anexo 1. En este caso, el punto de vista privado de interés es de la empresa
proveedora de agua para riego y, por ende, se tomarán los efectos directos
privados identificados en el Recuadro 1. Estos son:

1. Costo de la inversión (–)

◊ Inversión inicial en embalse y canales de distribución (Inv.


inicial)

2. Beneficios (+)

◊ Venta de agua para riego de soja (Venta p/riego soja)


◊ Venta de agua para riego de maíz (Venta p/riego maíz)
◊ Beneficios fiscales (B. fiscales)

2 Si bien esto puede resultar lógico debido a que los impuestos resultan un egreso de caja y los
subsidios un ingreso, el hecho de que se haga referencia aquí se basa en que este punto
presenta diferencias respecto al tratamiento que debe realizarse en la evaluación social. En la
sección 3.3.2. se explica por qué el tratamiento es distinto para la evaluación social.

36
3. Costos de operación y mantenimiento (Costos OM) (–)

◊ Costo de electricidad e imprevistos (Costo EI)


◊ Costo de mano de obra (Costo MO)
◊ Costos fijos por arrendamiento de área inundada por
embalse (Costos fijos)
◊ Pago de impuestos (Impuestos)

4. Valor de rescate (+)

◊ Valor de rescate de embalse y canales de distribución (Valor


rescate)

En la tabla B se detalla el valor por período de cada costo y beneficio para


los primeros tres y los últimos dos períodos del análisis. En la última fila de la
tabla se muestra el flujo de beneficios netos por períodos; es decir, la suma de
los beneficios menos los costos de cada período.

Tabla B. Flujo de fondos para la evaluación privada (en miles de dólares)

Período 0 1 2 […] 29 30

1. Costo de inversión –6 200 – – […] – –

Inv. inicial –6 200 – – […] – –

2. Beneficios – 249 514 […] 1 247 1 247

Venta p/riego soja – 108 217 […] 541 541

Venta p/riego maíz – 141 282 […] 706 706

B. fiscales – – 15 […] – –

3. Costos OM – –351 –406 […] –650 –1 425

Costo EI – –25 –50 […] –125 –125

Costo MO – –120 –120 […] –120 –120

Costos fijos – –207 –207 […] –207 –207

Impuestos – – –31 […] –199 –974

4. Valor de rescate – – – […] – 3 100


Beneficios netos –102 108 […] 597 2 922
6 200

37
4.3. Evaluación económica

En la evaluación social o económica, no solo interesa conocer la rentabilidad del


proyecto desde el punto de vista privado, sino que también interesa saber qué
impactos tendrá este en la economía en su conjunto y en la sociedad. Para eso, se
analizará cómo cambia el bienestar de la sociedad como consecuencia de llevar a
cabo la intervención evaluada (Ortegón, Pacheco y Roura, 2005). En este sentido,
la función objetivo será la maximización del bienestar social definido como los
beneficios netos incrementales de la intervención tomando en cuenta todos los
efectos y agentes involucrados. Esto es, considerando todos los efectos
cuantificables del proyecto (efectos directos, indirectos y externalidades). La
relación directa entre la función de bienestar social anterior y el concepto de
mejora de Pareto se puede ver de la siguiente manera: si un proyecto o medida
genera beneficios netos incrementales, entonces será posible encontrar una
reasignación de recursos (a través de transferencias entre agentes) que haga que
alguien esté mejor sin empeorar la situación de los demás (Boardman et al.,
2011).

Ahora bien, evaluar los costos y beneficios desde una óptica económica o
social implica, por un lado, valorar los insumos usados en la medida o política
con sus respectivos costos de oportunidad y, por otro lado, valorar los productos
del proyecto o medida según la disposición a pagar de los consumidores
(Boardman et al., 2011) (véase Figura 10). En primer lugar, el costo de
oportunidad de los insumos usados por el proyecto es el valor que estos tienen en
el mejor uso alternativo. Es decir, a lo que renuncia la sociedad por utilizar estos
insumos en la implementación del proyecto. En segundo lugar, la disposición a
pagar se define, de manera simple, como la cantidad máxima que podría llegar a
pagar un agente por adquirir un bien o servicio o, en este caso, por llevar adelante
el proyecto o la medida evaluada. Cuando ella no resulte beneficiosa para el
agente, este no estará dispuesto a pagar para su implementación, sino que
demandará una compensación para no verse afectado por el proyecto o la medida
(Boardman et al., 2011). En ese caso, lo que se intentará medir será la
disponibilidad a aceptar por un perjuicio.

38
Figura 10. Beneficios netos incrementales en la evaluación social

Fuente: Basado en Boardman et al. (2011).

El primer punto de referencia para valorar los costos y beneficios desde


una óptica social son los precios de mercado, ya que estos tienden a revelar las
preferencias de todos los agentes y el costo de oportunidad que los bienes y
servicios tienen para la sociedad, en ausencia de fallas de mercado (HM Treasury,
2003). Sin embargo, en la realidad existen distorsiones o fallas de mercado que
hacen que los precios de mercado no reflejen lo que los bienes realmente le
cuestan a la sociedad y, por lo tanto, es necesario hacerles ajustes y correcciones.

Para los efectos que pueden ser valorados directamente a través del
mercado, será necesario ajustar los precios de mercado de manera de corregir las
distorsiones en estos, en caso de que existan, de modo que reflejen los verdaderos
costos de oportunidad que estos efectos tienen para la sociedad. Para el caso de
las externalidades, como se verá más adelante, si estas no se consideran dentro
de las correcciones de las distorsiones antes mencionadas, deberán ser
determinadas y valoradas (siempre que sea posible) siguiendo alguna de las
técnicas provistas en el Capítulo 6.

4.3.1. Valoración de costos y beneficios a precios de cuenta

Como ya se mencionó en el Capítulo 1, es casi imposible encontrar mercados que


funcionen en condiciones de competencia perfecta, debido a distorsiones (o fallas
de mercado) que pueden ser generadas por impuestos y subsidios, por la
presencia de poder de mercado, información imperfecta, o por la existencia de
bienes públicos y externalidades. Para el caso de los bienes con valor de mercado,
esto implica que los precios de mercado no reflejan el verdadero costo de
oportunidad para la sociedad. Por lo tanto, para valorar los bienes y servicios
consumidos y producidos por el proyecto, de manera que reflejen los cambios en

39
el bienestar social, será necesario realizar ajustes a los precios de mercado a
través del factor de relación de precios de cuenta (RPC) (SNIP, 2013).

En primer lugar, el precio de cuenta o precio sombra de un bien o servicio


representa el costo de oportunidad de este para la sociedad, y pueden ser
calculado a partir de diversas metodologías que escapan el alcance de esta guía.
Para más detalle sobre las metodologías de cálculo véanse Boardman et al. (2011)
y SNIP (2012). En segundo lugar, el factor de relación de precios de cuenta se
calcula como la división entre el precio de cuenta y el precio de mercado del bien
o servicio, tal como se indica en la Ecuación 1. Una vez calculada la RPC, bastará
con multiplicarla por el precio de mercado para obtener el precio sombra del bien
o servicio.

Ecuación 1. Relación de precios de cuenta

𝑃𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜 𝑑𝑒 𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎
𝑅𝑃𝐶 =
𝑃𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑒𝑟𝑐𝑎𝑑𝑜

Para el caso de Uruguay, la guía de SNIP (2013) presenta tres precios de


cuenta básicos “que juegan un rol clave por su relevancia en el proceso de
valuación económica: el precio de cuenta de la divisa (PC-D), el precio de cuenta
de la mano de obra (PC-MO) y la tasa social de descuento (TSD)” (SNIP, 2013, p.
55). A continuación, se presentan el PC-D y el PC-MO para el caso de Uruguay,
mientras que la TSD será introducida en el Capítulo 5.

Precio de cuenta de la divisa. “El precio de cuenta de la divisa


representa el costo de oportunidad, en términos del bienestar (o consumo) que
genera a la sociedad disponer de una unidad adicional de la divisa” (SNIP, 2013,
p. 56). Las estimaciones realizadas por la Facultad de Ciencias Económicas y de
Administración de la Universidad de la República (FCEA) en 2011 arrojaron un
valor de 1,21 para la RPC de la divisa. Aquellos bienes que sean importados o
exportados por el proyecto deberán ser multiplicados por el valor anterior a la
hora de realizar la evaluación económica del proyecto, según el criterio expuesto
en la siguiente tabla. En caso de que los insumos o productos sean no transables,
se deberá considerar el precio de oferta y demanda, respectivamente, agregando
los impuestos pagados y sustrayendo los subsidios obtenidos.

40
Tabla 8. Relación de precios de cuenta de la divisa

Tipos de bienes Productos provistos Insumos utilizados


por el proyecto por el proyecto

Transables Importables Precio CIF (en moneda local) x RPC-Divisa

Exportables Precio FOB (en moneda local) x RPC-Divisa

No transables Precio de oferta + impuestos Precio de demanda +


– subsidios impuestos – subsidios

Fuente: Adaptado de SNIP (2012).

Precio de cuenta de la mano de obra. “El precio de cuenta de la mano


de obra refleja el costo de oportunidad para la economía de una unidad adicional
de trabajo asignada a proyectos de inversión o a la producción de sus insumos”
(SNIP, 2013, p. 56). A su vez, el precio de cuenta dependerá de las condiciones de
oferta y demanda del mercado de trabajo existente en el país y del área de
influencia del proyecto al tiempo de su realización. Los cálculos realizados por la
FCEA a partir de información del año 2010 desagregan los factores de RPC según
el nivel de competencia de los trabajadores y las zonas en las que se desarrolla el
proyecto, tal como se expresa en la Tabla 9.

Tabla 9. Relación de precios de cuenta de la mano de obra

Mano de obra RPC global RPC a utilizar en el proyecto con totalidad


de mano de obra exclusiva de estas zonas:

Montevideo Interior urbano Rural

No calificada 0,64 0,68 0,64 0,55

Semicalificada 0,54 0,59 0,53 0,58

Calificada 1 1 1 1

Fuente: (SNIP, 2012).

Además de los factores presentados anteriormente, la guía de SNIP (2012)


provee también factores de RPC para combustibles y lubricantes, materiales de
construcción y el tiempo. Este último (el factor de RPC del tiempo) deberá usarse
en caso de que el proyecto genere ahorros o gastos de tiempo de las personas
afectadas, como puede ser el caso de la construcción de una nueva ruta.
Asimismo, la guía especifica que se podrán valorar a precios sociales aquellos
bienes que lo requieran y no estén contemplados aquí, para lo cual se deberá

41
especificar una justificación pertinente y los métodos de cálculo usados (SNIP,
2012).

4.3.2. Consideraciones para la evaluación social

Para la evaluación social se tomarán en cuenta todos los efectos sobre los
involucrados, que puedan valorarse. A continuación, se detallan los puntos a
tener en cuenta a la hora de realizar la evaluación social de costos y beneficios.

Sí se deben incluir en la evaluación social:

● todos los costos y beneficios resultantes de los efectos directos,


indirectos y externalidades, valorados a precios sociales;
● los costos asociados la obtención del resultado del proyecto que no
necesariamente sean financiados por la unidad ejecutora. Por
ejemplo, para la construcción de un embalse público para riego,
deberán considerarse el costo de inversión que deberán hacer los
productores agrícolas para conectarse al embalse;
● los costos y beneficios económicos causados por posibles
externalidades sobre algún grupo de la sociedad.

No se deben incluir en la evaluación social:

● los costos o beneficios que impliquen transferencias de un agente a


otro de la economía, como es el ejemplo de los impuestos y
subsidios (del Estado al agente privado). De esta manera se deberán
sustraer de la evaluación privada los impuestos y subsidios ya
computados. Otro ejemplo de transferencia se da cuando lo que es
un costo para un agente es un beneficio para otro, como puede ser
el caso de la construcción de un embalse para riego, en el cual el
agua es un costo para los productores pero a la vez es un beneficio
para el proveedor. Esto hace que se cancelen, desde el punto de vista
social. Nótese que, si bien no se consideran como costos o
beneficios, sí deberá tenerse en cuenta cómo afectan la distribución
del ingreso, según indica la sección 4.3.3. La utilización de
relaciones de precios de cuenta de los diferentes factores de
producción permite corregir los precios de mercado en función de
las consideraciones anteriores.
● los costos hundidos en los que ya se haya incurrido como
consecuencia de la intervención (por ejemplo, pagos ya realizados
por análisis de suelo para estudiar la viabilidad del proyecto).

42
Recuadro 3. Evaluación social

En la resolución de la práctica 2 del Anexo 1 (ejercicios a, b y c) se identifican


los costos y beneficios económicos y se muestra paso a paso cómo estimar
dichos costos y beneficios. En este recuadro se muestra un resumen de dicha
resolución:

Sobre la base de lo expuesto en la presente sección y del análisis de


efectos presentado en el Recuadro 2, se presenta a continuación la construcción
del flujo de fondos para la evaluación social del caso de estudio analizado en el
Anexo 1. Para determinar los costos desde el punto de vista social se deberán
tomar en cuenta todos los efectos tangibles del análisis de efectos realizado en
el Recuadro 2, valorados a precios sociales, sin contar las transferencias que
ocurren de un agente a otro. A continuación, se plantean los costos y beneficios
que interesan en la perspectiva social, y se tachan aquellos que implican
transferencias entre agentes:

1. Costo de la inversión (–)

◊ Inversión inicial en embalse y canales de distribución (Inv.


inicial)
◊ Inversión de productores en equipos para riego (Inv.
productor)

2. Beneficios (+)

◊ Venta de agua para riego de soja (Venta agua p/soja)


◊ Venta de agua para riego de maíz (Venta agua p/maíz)
◊ Beneficios fiscales (B. fiscales)
◊ Venta incremental de soja por riego (Venta soja riego)
◊ Venta incremental de maíz por riego (Venta maíz riego)

3. Costos de operación y mantenimiento (OM) (–)

◊ Costo de electricidad e imprevistos (Costo EI)


◊ Costo de mano de obra (Costo MO)
◊ Costos fijos por arrendamiento de área inundada por
embalse (Costos fijos)
◊ Pago de impuestos (Impuestos)
◊ Costo incremental de productores por riego de soja (Costo
riego soja)
◊ Costo incremental de productores por riego de maíz (Costo
riego maíz)

43
4. Valor de rescate (+)

◊ Valor de rescate de embalse y canales de distribución (Valor


rescate)

Para valorar los efectos a precios sociales se deberán multiplicar los


diferentes componentes de los costos y beneficios por sus respectivos precios
de cuenta. En la Tabla C se plantea como ejemplo la determinación del precio
de cuenta de la inversión inicial en el embalse y los canales de distribución:

Tabla C. Inversión inicial valorada a precios sociales

Componente Monto total a precios RPC Monto total a


de mercado precios
(Miles de USD) sociales

MO no calificada (inc. LLSS) 1 000 0,64 640

MO calificada (incl. LLSS) 800 1 800

Materiales importados 1 400 1,21 1 694

Materiales nacionales 2 500 1 2 500

Total antes de impuestos 5 700 5 634

Impuestos 500

Total después de impuestos 6 200

Fuente: SNIP (2010).

De manera análoga (véase Anexo 1), se calcula el valor a precios sociales


de cada uno de los costos y beneficios, según se detalla, de manera resumida,
en la tabla D.

44
Tabla D. Flujo de fondos para la evaluación social (en miles de dólares)

Período 0 1 2 […] 29 30

1. Costo de inversión –5 634 –3 955 –3 955 […] – –

Inv. inicial –5 634 – – […] – –

Inv. productor –3 955 –3 955 […] – –

2. Beneficios – 1 179 2 357 […] 5 893 5 893

Venta soja riego – 562 1 124 […] 2 810 2 810

Venta maíz riego – 617 1 233 […] 3 083 3 083

3. Costos OM – –411 –531 […] –989 –989

Costo EI – –25 –50 […] –125 –125

Costos MO – –84 –84 […] –84 –84

Costos fijos – –207 –207 […] –207 –207

Costo riego soja – –18 –36 […] –91 –91

Costo riego maíz –97 –193 […] –483 –483

4. Valor de rescate – – – […] – 2817

Beneficios netos –5 634 –3 187 –2 129 […] 5 004 7 821

45
4.3.3. Externalidades

Las externalidades de un proyecto se definen como los impactos que su ejecución


o implementación tienen sobre la utilidad o el beneficio económico de terceros,
sin que estos se vean compensados económicamente (en caso de que la
externalidad sea negativa), o que compensen al generador de la externalidad (en
caso de que la externalidad sea positiva) (Ortegón, Pacheco y Roura, 2005). Un
ejemplo de externalidad negativa puede ser la contaminación de un curso de agua
como consecuencia de la exportación de nutrientes al drenar el agua excedente
de una chacra, cuando se implementa un proyecto de riego. Un ejemplo de
externalidad positiva es la polinización de cultivos agrícolas por un apiario
cercano o el mantenimiento de áreas silvestres que son hábitat de polinizadores.

Las externalidades constituyen una fuente de fallas de mercado ya que no


se ven reflejadas en las curvas de oferta y demanda, por lo cual el mercado
proveerá más bienes que lo socialmente óptimo, en presencia de externalidades
negativas, y lo contrario en presencia de externalidades positivas. En términos
del bienestar social, la producción de una externalidad negativa hace que el valor
social del proyecto sea menor en el mismo monto que la externalidad, si se deja
todo lo demás constante. Por otro lado, en el caso de una externalidad positiva, el
valor social del proyecto es mayor en un monto igual al de la externalidad, si se
deja todo lo demás constante.

Una de las dificultades más grandes que se presenta es la cuantificación


del cambio en el bienestar social como consecuencia de las externalidades, ya que
por definición estas no se ven reflejadas directamente en los precios de mercado.
Sin embargo, debe intentarse una estimación, siempre que sea posible, siguiendo
alguno de los métodos de valoración descritos en el Capítulo 6 de esta guía. La
decisión sobre si se valora o no la externalidad dependerá de los recursos con que
se cuenta para el análisis, la información disponible y el impacto que tengan las
externalidades sobre los involucrados. En caso de no poder valorarse las
externalidades, estas deberán ser consideradas de forma cualitativa en el proceso
de toma de decisiones.

4.3.4. Impactos distributivos

Debido a que no tiene el mismo efecto un peso extra sobre una persona de bajos
ingresos que el mismo dinero en una persona con ingresos altos, es importante
considerar los impactos que la intervención tendrá en la distribución del ingreso
en la sociedad. Sin embargo, no es una parte central del ACB como sí lo es la
eficiencia. Esto se debe al hecho de que si un proyecto “es eficiente en términos

46
sociales, los aspectos distributivos pueden trabajarse de diferentes maneras,
incluso renunciando a un cierto grado de eficiencia” (Ortegón, Pacheco y Roura,
2005). En otras palabras, si los beneficios generados superan los costos del
proyecto según la evaluación social, parte del margen generado por el proyecto
podría usarse para compensar posibles pérdidas en algunos sectores de la
sociedad. En consecuencia, el análisis distributivo se realizará con el objetivo de
brindar información relevante y complementaria para la toma de decisiones o
planificación de posibles planes de que minimicen los impactos distributivos no
deseables.

El impacto distributivo se puede tomar en cuenta de múltiples formas. A


continuación se describen brevemente dos de ellas: la evaluación del impacto
distributivo y el empleo de coeficientes de ponderación.

La evaluación del impacto distributivo consiste en la realización de un


análisis de impacto de manera separada a la evaluación económica del proyecto.
Una de las formas de hacer esto es estimar un índice de desigualdad social para
el proyecto, como puede ser un índice de Gini de la estructura de consumo (SNIP,
2013).3 Los resultados obtenidos dirán si el proyecto mejora o empeora la
distribución del ingreso y en qué magnitud.

Por otro lado, el uso de coeficientes de ponderación en la evaluación social


permite ponderar de manera distinta una unidad monetaria entre grupos sociales
(SNIP, 2013). Por ejemplo, si se quisiera diferenciar dos grupos de beneficiarios
—uno de altos ingresos y otro de bajos ingresos—, el incremento de la tarifa de un
bien de consumo en una unidad monetaria ($1) no tendría el mismo efecto sobre
uno y otro grupo. Si el ingreso del grupo de altos ingresos es el doble que el de
bajos ingresos, desde el punto de vista del bienestar social, el impacto será el
doble en el grupo de bajos ingresos que en el de altos ingresos. Si se quisiera
expresar estas diferencias en términos contables, se podrían ponderar a la mitad
(0,5) los precios del bien de consumo referido del grupo de altos ingresos. Cabe
notar que no se puede extraer ninguna conclusión sobre la eficiencia en este tipo
de análisis.

3 El índice de Gini es una medida de dispersión estadística y es la más utilizada en economía


para medir la desigualdad de ingresos o riqueza.

47
5. Tasa de descuento
y medidas resumen
La implementación de medidas de adaptación al cambio climático competirá por
fondos escasos con otras medidas que pueden brindar mayor rentabilidad o que
apuntan a diferentes objetivos sociales. Esto implica considerar cuál es el costo
de oportunidad de los fondos utilizados en el proyecto evaluado, así como contar
con métricas que permitan comparar diferentes proyectos que esperan generar
diferentes rentabilidades o ganancias de utilidades en diferentes momentos del
tiempo.

Este capítulo tiene cuatro secciones, a través de las cuales se introduce el


concepto de valor temporal de los costos y beneficios, y se detallan diferentes
técnicas que permiten compararlos para sacar conclusiones sobre la conveniencia
o no de implementar proyectos o políticas. En la primera parte, se introduce el
concepto de tasa de descuento y de preferencia temporal. En la segunda parte, se
define el criterio de valor actual neto para la evaluación privada y la evaluación
social. En la tercera parte, se presenta una discusión conceptual respecto a la tasa
de descuento en el contexto de medidas de adaptación al cambio climático. En la
cuarta y última parte, se presentan ejemplos relevantes para la realidad uruguaya.

5.1. La tasa de descuento y la preferencia temporal

Hasta ahora se han considerado los costos y beneficios distribuidos a través del
tiempo sin referir a qué implicancias tiene la dimensión temporal a la hora de
comparar alternativas. Sin embargo, el tomador de decisiones no es indiferente
respecto al momento del tiempo en el cual se asumen los costos y se reciben los
beneficios. A modo de ejemplo, en la Tabla 10 se presenta el flujo de fondos de
dos proyectos distintos y excluyentes, es decir, que se debe optar por realizar uno
u otro. Si bien el resultado del flujo de fondos es el mismo en ambas opciones, los
fondos están distribuidos de manera diferente a través del tiempo y no es posible
decidir de manera directa cuál proyecto generará mayor utilidad. En general, los
individuos preferirán disponer del dinero hoy que recibir la misma cantidad en el
futuro (y en este caso optarán por el proyecto A). Para que esas elecciones sean
indiferentes, el monto en el futuro ha de ser mayor que el monto actual. Esto es
lo que se denomina, desde la perspectiva privada, el proceso de capitalización del
dinero.

48
Tabla 10. Flujo de fondos de dos proyectos excluyentes

Período Proyecto A Proyecto B

0 –$ 100 –$ 100

1 $ 100 $ 50

2 $0 $ 50

3 $ 50 $ 50

Total $ 50 $ 50

Fuente: Elaboración propia.

Un concepto análogo es el del proceso de descuento. Es decir, expresar en


valores actuales o valores presentes los costos y beneficios de cualquier período
del proyecto. La fórmula matemática que permite calcular el valor actual es
descrita en la Ecuación 2, donde n es el período en el cual se percibe el costo o
beneficio, VFn es el valor nominal de este y r es la tasa de descuento que
representa el valor que tiene el futuro o, dicho de otro modo, el valor del dinero
en el tiempo para los agentes. La tasa de descuento es en general positiva, lo que
hace que los costos y beneficios que se encuentran más cercanos al presente
tengan más valor que los mismos costos y beneficios en el futuro (HM Treasury,
2003).

Ecuación 2. Valor actual

𝑉𝐹𝑛
𝑉𝑎𝑙𝑜𝑟 𝑎𝑐𝑡𝑢𝑎𝑙 =
(1 + 𝑟)𝑛

5.2. Valor actual neto y valor actual neto económico

El criterio de valor actual neto (VAN) es una medida resumen que, según SNIP
(2013), “representa el indicador de rentabilidad por excelencia en la evaluación
de una inversión pública” (SNIP, 2013, p. 59). En caso de que se esté evaluando
un proyecto individual, el criterio VAN funciona como un criterio de decisión en
sí mismo. En caso de que se comparen dos o más proyectos entre sí, el criterio
VAN brinda un indicador que sirve como insumo para determinar cuál de los
proyectos es más conveniente (la opción que arroje un mayor VAN). Sin embargo,
deberá ser complementado con otros indicadores que se detallan en este capítulo.

49
En el caso de la evaluación privada, el criterio VAN establece que una
inversión es rentable solo si su valor actual neto es mayor que cero. Es decir, si el
proyecto de inversión brinda una rentabilidad mayor que invertir el capital en el
sistema financiero. En caso de que se estén comparando dos proyectos
excluyentes, el proyecto más rentable será aquel que tenga el mayor VAN. Para el
caso de la evaluación privada, el VAN se obtiene según la Ecuación 3, donde
–I0 es la inversión inicial, BNt los beneficios netos percibidos en cada período t,
n es el período final del horizonte de evaluación, i es la tasa de descuento privada
(que se describe más en profundidad en la próxima subsección).

Ecuación 3. Valor actual neto

𝐵𝑁𝑡
𝑉𝐴𝑁 = −𝐼0 + ∑𝑛𝑡=1 (1+𝑖)𝑡

En el caso de la evaluación social o económica, el criterio VAN se denomina


valor actual neto económico (VANE) y es un indicador del cambio en el bienestar
de la sociedad como consecuencia de llevar adelante el proyecto. La diferencia
con el criterio VAN es que el VANE plantea los costos y beneficios representados
en términos de bienestar (corregidos mediante las RPC, según se explicó en la
sección 4.3.1.) y utiliza la tasa de descuento social para calcular el valor actual.
Sin embargo, la interpretación es análoga: en caso de cumplirse que el VANE sea
mayor a cero, se concluirá que el proyecto o intervención mejorará la eficiencia
en la asignación de recursos, según el criterio de eficiencia ya visto en la sección
2.1. Esto es, creará un excedente que representará un nivel de bienestar mayor a
partir del uso más eficiente de los recursos. La Ecuación 4 plantea la fórmula de
cálculo del VANE, para la cual el monto de las inversiones y los beneficios netos
están corregidos a través de las RPC, y usa como tasa de descuento la tasa de
descuento social (TSD). El criterio de decisión es el mismo que para el VAN.

50
Ecuación 4. Valor actual neto económico

𝑛
𝐵𝑁𝑡
𝑉𝐴𝑁𝐸 = −𝐼0 + ∑
(1 + 𝑇𝑆𝐷)𝑡
𝑡=1

Los criterios VAN y VANE, a diferencia de los criterios que se presentan en


la siguiente sección, pueden considerarse en muchos casos como criterios
suficientes para definir si llevar adelante o no el proyecto en cuestión. Sin
embargo, para el caso de que se esté evaluando más de un proyecto a la vez,
existen dos situaciones concretas en que el VAN y el VANE deben ser ajustados
para reflejar correctamente los cambios en la rentabilidad del inversor y en la
eficiencia del uso de los recursos en la economía, respectivamente (SNIP, 2013):

1. Cuando los proyectos evaluados no son mutuamente excluyentes:


La selección del proyecto respecto al VAN o VANE no siempre es
adecuada, ya que una combinación de proyectos de bajo
presupuesto puede generar un mayor indicador que la
implementación de un solo proyecto de mayor presupuesto y mayor
VAN o VANE que el indicador de los proyectos con bajo presupuesto
tomados de forma individual.
2. Cuando los proyectos evaluados consideran diferentes períodos de
análisis: El criterio VAN o VANE sin ningún ajuste podría llevar a
decisiones equivocadas, ya que, por ejemplo, no se estará
considerando el hecho de que para uno de los proyectos la vida útil
de la inversión será más corta y se deberá incurrir en nuevos costos
de inversión si se quiere continuar con el proyecto.

A su vez, el valor del VAN o VANE depende de la tasa de descuento elegida,


y se puede llegar a conclusiones diferentes para diferentes tasas de descuento. La
Tabla 11 presenta un ejemplo en que se evalúa un flujo de fondos utilizando
diferentes tasas de descuento. Cuando la tasa descuento es de 5% es conveniente
llevar adelante el proyecto, mientras que para una tasa del 7,5% es indiferente
llevarlo o no adelante. El proyecto deja de ser rentable cuando se considera una
tasa de descuento mayor a la anterior; por ejemplo, del 10%.

51
Tabla 11. VAN para diferentes tasas de descuento (TD)

Período Costo Bene-ficio Beneficio neto VAN VAN VAN


(C) (B) (BN =B – C) TD = 5% TD = 7,5% TD = 10%

0 100 0 –100 –100 –100 –100

1 10 50 40 38,095 37,209 36,364

2 10 50 40 36,281 34,613 33,058

3 10 45,005 35,005 30,239 28,178 26,300

4 0 0 0 0 0 0

Total 15,005 4,615 0 –4,279

Fuente: Elaboración propia.

5.2.1. Tasa de descuento privada

Como se planteó, la evaluación privada se realiza desde el punto de vista del


inversor o ejecutor del proyecto. Por lo tanto, el VAN del proyecto deberá ser
calculado de acuerdo al costo de oportunidad que enfrenta el inversor o ejecutor
del proyecto, quien puede ser una persona o más de una (por ejemplo, cuando
hay más de un accionista). En consecuencia, la tasa de descuento no va a ser única
y va a variar dependiendo de quién sea el agente, debido a que cada accionista,
inversor, prestamista o ejecutor del proyecto va a tener sus propias alternativas
de inversión y, por tanto, su propio costo de oportunidad por su alternativa no
emprendida (Ortegón, Pacheco y Roura, 2005). En cualquier caso, si el VAN del
proyecto es mayor que cero, el proyecto será más rentable que la mejor alternativa
que el inversor tenga para invertir sus fondos.

Otra forma de usar el criterio de VAN a nivel privado es examinar si el


proyecto supera el costo que tiene el capital. Supóngase que el total de los fondos
para llevar adelante el proyecto proviene de un banco que exige una tasa de
interés anual de X%. En ese caso, se podría calcular el VAN usando una tasa de
descuento de X% para evaluar si el proyecto puede cubrir el costo del capital. Con
lo cual, si el VAN es menor a cero, el proyecto debe ser descartado, ya que no será
capaz de cubrir el costo del capital y resultará en una pérdida de riqueza para el
inversor. En cambio, si el VAN es mayor a cero, se podrá decir que el proyecto
genera riqueza por encima del costo del capital a través del tiempo y se deberá
analizar la liquidez del inversor para concluir que el proyecto podrá cubrir el costo
del capital o no.

52
Recuadro 4. Valor actual neto del proyecto de construcción de un embalse

En la resolución del ejercicio C de la Práctica 1 (Anexo 1), se determina


el flujo de fondos y se calcula el VAN para la evaluación privada. En el presente
recuadro se muestra de manera resumida el cálculo de dicho VAN en miles de
dólares. Sobre la base de los costos y beneficios determinados en el Recuadro
2, se plantea el cálculo del valor actual neto a una tasa de descuento privada
arbitraria del 10%. En la tabla a continuación se representa de manera
esquemática el flujo de fondos (FF), el factor de descuento y el flujo de fondos
descontado.

Período 0 1 2 […] 29 30

FF sin descontar –6 200 –102 108 […] 597 2 922

Factor de descuento* 1 1,10 1,21 […] 15,86 17,45

FF descontado –6 200 –93 89 […] 38 167

(∗) Factor de descuento = (1 + 𝑖)𝑡 , siendo 𝑡 = 0, 1, 2 … 𝑛

A partir de esta información se puede obtener el valor actual neto como


la suma de todos los valores del flujo de fondos descontado. El valor actual neto
del proyecto desde el punto de vista privado y para una tasa de descuento de
10% es de –1 657 miles de dólares. Por lo tanto, puede concluirse que no sería
rentable llevar adelante el proyecto.

5.2.2. Tasa de descuento social

El concepto de tasa de descuento social está basado en dos principios: el de


preferencia temporal y el de costo de oportunidad del capital (Ortegón, Pacheco
y Roura, 2005). Por un lado, el principio de preferencia temporal refiere al hecho
de que, dejando todo lo demás constante, los individuos prefieren satisfacer sus
necesidades antes que después. Por ejemplo, ante la opción de recibir $X hoy o
dentro de una semana, dejando todo lo demás constante, los individuos
preferirán recibirlos hoy. Esto implica que, para persuadir a los individuos de que
difieran su consumo presente planeado, se les debe compensar de alguna manera.

Por otro lado, el costo de oportunidad del capital está definido por la
decisión entre inversión y consumo que realiza la sociedad y por la rentabilidad

53
de los proyectos que tienen necesidad de financiación. De esta manera, los fondos
más alejados en el tiempo van a tener menor valor ya que, de generarse en
períodos anteriores, pueden ser reinvertidos en otros proyectos y generar
utilidades.

De acuerdo con la teoría económica, en una economía con un mercado de


capitales bien comportado (sin fallas de mercado), las interacciones entre
demandantes y oferentes de fondos de inversión generarán una tasa de interés de
equilibrio o, lo que es lo mismo, el costo del capital por unidad de tiempo estará
definido por la preferencia temporal de la sociedad y el costo de oportunidad del
capital (Perman et al., 2003). Sin embargo, como se vio en el Capítulo 4, en la
práctica existen distorsiones que hacen que la tasa de interés de mercado difiera
de la tasa de interés social antes definida. Por lo tanto, la tasa de mercado deberá
ser corregida a fin de que refleje el verdadero costo de oportunidad que tienen
los fondos usados en el proyecto evaluado para la sociedad. Es decir, habrá que
estimar una tasa descuento que no solo considere a oferentes y demandantes del
mercado de capitales tradicional (de cuya interacción surge la tasa de interés
privada), sino también a otros actores para los cuales el mercado tradicional no
refleja la rentabilidad sobre sus inversiones y proyectos ni su tasa de preferencia
temporal” (Ortegón, Pacheco y Roura, 2005, p. 147).

Para el caso de Uruguay, en 2011 la Facultad de Ciencias Económicas y de


Administración de la Universidad de la República, en convenio con la Oficina de
Planeamiento y Presupuesto (OPP) de Presidencia de la República, calculó una
tasa social de descuento según la metodología de Harberger (1971) (FCEA-OPP,
2011). Para esto, se tomaron en cuenta tres factores: i) el desplazamiento de la
inversión privada mediante la competencia de fondos en el mercado doméstico y
sus consecuentes incrementos de la tasa de interés; ii) la postergación del
consumo privado corriente al incrementarse su costo de oportunidad en términos
de consumo futuro; y iii) el financiamiento externo. De acuerdo con SNIP (2012),
la tasa de descuento social calculada es de 5%. Sin embargo, la guía de precios
sociales y pautas técnicas para la evaluación socioeconómica del SNIP actualiza
la TSD a 7,5% para Uruguay, sin detallar la metodología de cálculo (SNIP, 2014).4
Por tratarse de la guía técnica oficial para los proyectos de inversión en Uruguay,

4 El SNIP (2014) actualiza también el precio social de la mano de obra y el precio social de la
divisa.

54
esta última tasa es la que se utiliza en los ejemplos que se muestran en el presente
documento.

Recuadro 5. Valor actual neto económico de la construcción de un embalse

En la resolución del ejercicio C de la Práctica 2 (Anexo 1), se determina


el flujo de fondos y se calcula el VAN para la evaluación privada. Sobre la base
de los costos y beneficios determinados en el Recuadro 3, se plantea a
continuación el cálculo del valor actual neto económico a una tasa de descuento
social
—determinada por SNIP (2014) para Uruguay— de 7,5%. En la tabla a
continuación se presenta, de forma esquemática para todo el período de
análisis, el flujo de fondos (FF) sin descontar a precios sociales, los factores de
descuento para cada período y el flujo de fondos descontado.

Período 0 1 2 […] 29 30

FF sin descontar –5 634 –4 037 –2 998 […] 4 904 7 721

Factor de descuento* 1 1,075 1,156 […] 8,144 8,755

FF descontado –5 634 –3 756 –2 595 […] 602 882

Factor de descuento = (1 + 𝑇𝑆𝐷)𝑡 , siendo 𝑡 = 0, 1, 2 … 30

A partir de esta información se puede obtener el valor actual neto


económico (VANE) como la suma de todos los valores del flujo de fondos
descontado. Para este proyecto, desde el punto de vista social y para una tasa
social de descuento de 7,5%, el VANE será de 24 232 miles de dólares. Por lo
tanto, se puede concluir que llevar adelante el proyecto generará un incremento
en el bienestar de la sociedad.

55
5.2.3. Tasa de descuento para medidas de adaptación al cambio climático

En la sección anterior se definió la tasa de descuento social de acuerdo con dos


principios: uno relativo a la preferencia temporal de la sociedad y otro relativo al
costo de oportunidad del capital. Ambos principios determinan que los
individuos les otorguen más valor a los fondos que están más cercanos en el
tiempo. Sin embargo, este criterio puede estar en conflicto con proyectos que
afecten en mayor medida el futuro lejano y las generaciones futuras, como pueden
ser los proyectos relacionados al cambio climático. Esto es sin desmedro a que
estos proyectos también pueden ser planificados para mejorar la adaptación a la
variabilidad o a condiciones climáticas actuales o del futuro cercano.

En el ejemplo numérico que se presenta en la Tabla 12 se plantean dos


proyectos de largo plazo, evaluados a precios sociales a lo largo de tres períodos
diferentes: corto, mediano y largo plazo. Supóngase que el corto plazo
corresponde a nuestra adultez, el mediano plazo corresponde a nuestra vejez y la
adultez de nuestros hijos, y el largo plazo a la adultez de nuestros nietos. Ambos
proyectos compiten por la asignación de los mismos recursos. Sin embargo,
existen diferencias en el momento en el que el proyecto reporta sus beneficios
netos: el proyecto A tendrá beneficios en el corto y mediano plazo (como puede
ser la implementación de un sistema de riego como medida de adaptación),
mientras que el proyecto B tendrá impactos sobre el mediano y largo plazo (como
puede un proyecto de reforestación). De acuerdo con el criterio de VANE, con una
tasa de descuento de 5%, el proyecto A es preferible al B, aunque el proyecto B
proporciona mayores beneficios a las generaciones futuras que los que el A
proporciona a las generaciones presentes. De esto surgen algunas cuestiones:

a. ¿Es justo considerar una tasa de descuento constante a través del


tiempo, aun para proyectos que implican impactos de muy largo
plazo?
b. ¿Hay evidencia que valide la existencia de una preferencia temporal
que sea constante y resulte en un descuento exponencial de los
flujos futuros?

56
Tabla 12. Comparación de flujos de fondo sin descontar de proyectos
con duración de largo plazo, en millones de dólares

Período Proyecto A Proyecto B

0 10 10

Corto plazo 10

Medio plazo 10 10

Largo plazo 11

VANE (10% por período) 8,59 8,57

Fuente: Elaboración propia.

Existe una creciente aceptación de la academia y de los gobiernos acerca


de que la tasa de descuento social debe ser decreciente a través del tiempo para
proyectos cuyos efectos transcienden a la generación actual (Arrow et al., 2014).
La cuestión aquí es definir cuándo el horizonte de un proyecto pasa de ser
intrageneracional a ser intergeneracional. Según Boardman et al. (2011), es
razonable tomar como límite un período de 50 años para el cual un proyecto pasa
a tener efectos intergeneracionales. Otros autores identifican dicha barrera en un
período de 30 años. Por ejemplo, Cline (1999) y Rabl (1996) argumentan que 30
años es el horizonte temporal en el que operan los mercados financieros
tradicionales. En este sentido, Cline (1999) recomienda descontar los impactos
ocurridos en los primeros 30 años con la tasa resultante del costo de oportunidad
del capital, para luego considerar una tasa decreciente en los períodos
subsiguientes. Un ejemplo que está en línea con el argumento anterior es el del
gobierno británico, que recomienda las siguientes tasas de interés para evaluar
los períodos que estén sobre los 30 años (HM Treasury, 2003):

Tabla 13. Tasa de descuento social decreciente usada por el gobierno británico

Período en años 0-30 31-75 76-125 126-200 201-300 +301

Tasa de descuento 3,5% 3,0% 2,5% 2,0% 1,5% 1,0%

Fuente: HM Treasury (2016)

57
Los argumentos para el uso de una tasa de descuento decreciente a partir
de determinado período son varios. Según Boardman et al.( 2011) existen al
menos cuatro argumentos que justifican el uso de tasas decrecientes en el tiempo
para proyectos que abarcan varias generaciones:

1. La primera razón es que los individuos tienen preferencias


inconsistentes en el tiempo. Existe evidencia empírica que respalda
el uso de una tasa de descuento decreciente en el tiempo por los
individuos (Correa, 2008). Un interesante ejemplo es un
experimento realizado por Cropper, Aydede y Portney (1991), en
donde se plantea a un grupo de personas el caso de dos políticas
mutuamente excluyentes. Pero, en vez de mostrar los resultados en
beneficios materiales, estos se muestran en términos de vidas
salvadas. Los resultados de la investigación muestran que solo cerca
del 10% de los encuestados favorecen a los programas que salvan
menos personas en el futuro que en el presente.
2. La segunda razón está relacionada con la incapacidad que tiene la
técnica de descuento para reflejar cambios muy lejanos en el
tiempo, ya que, incluso usando una tasa de descuento social
pequeña, los daños evitados y beneficios valen cero en el presente.
Ejemplos de medidas que enfrentan este problema son los
proyectos de reforestación o las medidas de mitigación del cambio
climático, la protección de ecosistemas únicos y el almacenamiento
de residuos radiactivos (Boardman et al., 2011).
3. La tercera razón radica en el hecho de que el uso de una tasa
decreciente en el tiempo brinda mayor ponderación a las
generaciones futuras. En este sentido, algunos autores argumentan
que los Gobiernos no deberían tener preferencias entre
generaciones y, por ende, todas deberían ser ponderadas por igual.
Esto implica que la tasa social de descuento debería ser cero en
proyectos intergeneracionales.
4. La cuarta y última razón se basa en el hecho de que cuanto más
alejados en el tiempo son los impactos, mayor es la incertidumbre
respecto a lo que ocurrirá con la tasa de crecimiento de la economía
y con las tasas de interés de mercado. Por tanto, para reflejar dicha
incertidumbre la tasa de descuento debería ser decreciente en el
largo plazo.

58
5.3. Medidas resumen alternativas

Además del criterio de VAN existen otros importantes criterios de decisión,


complementarios unos de otros. En esta sección se presenta el criterio de la tasa
interna de retorno (TIR) y, brevemente, de otras medidas resumen
complementarias.

5.3.1. Tasa interna de retorno

La tasa interna de retorno (TIR) es otro de los criterios más empleados en la


evaluación económica y financiera de proyectos. Se define como aquella tasa de
descuento que hace cero el valor actual neto, tal como se plantea en la Figura 11
(Boardman et al., 2011). O sea, es aquella tasa de descuento para la cual será
indiferente llevar a cabo o no el proyecto. El indicador TIR podrá usarse tanto en
la evaluación privada como en la evaluación social; en este último caso se la
denomina tasa interna de retorno económico (TIRE). De manera similar que para
el VAN y el VANE, la diferencia entre la TIR y la TIRE está en que para la primera
se tomarán los flujos de fondos desde el punto de vista del inversor, mientras que
para la segunda se tomarán en cuenta desde el punto de vista social, es decir,
valorados a precios sociales e incluyendo efectos indirectos y externalidades
(Ortegón, Pacheco y Roura, 2005). En cualquier caso, se dirá que el proyecto es
deseable siempre que la tasa de interés privada o la tasa social de descuento sean
menores que la TIR o TIRE, respectivamente.

Figura 11. TIR versus VAN

Fuente: SNIP (2013).

59
Ecuación 5. Criterio TIR o TIRE

𝑛
𝐵𝑁𝑡
−𝐼0 + ∑ = 0 ; 𝑠𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝒊 𝑙𝑎 𝑇𝐼𝑅 𝑜 𝑇𝐼𝑅𝐸 𝑎 𝑐𝑎𝑙𝑐𝑢𝑙𝑎𝑟
(1 + 𝑖)𝑡
𝑡=1

Unas de las principales ventajas de la medida resumen TIR o TIRE es su


simplicidad para expresar información sobre la sensibilidad del proyecto ante la
tasa de descuento cuando se evalúa un proyecto individual o se comparan dos o
más proyectos con perfiles similares e igual período temporal. Sin embargo,
cuando las condiciones anteriores no se cumplen, la TIR y TIRE presentan una
serie de problemas. Por ejemplo, cuando los beneficios netos cambian de positivo
a negativo más de una vez a lo largo del período del proyecto, existirá más de una
tasa interna de retorno que haga cero el VAN (Boardman et al., 2011). Un segundo
problema puede surgir cuando se comparan proyectos con diferentes períodos de
duración, ya que la TIR o la TIRE entran en conflicto con las ratios que se
muestran a continuación.

Recuadro 6. TIR y TIRE de la construcción de un embalse

En la resolución de los ejercicios C de las Prácticas 1 y 2 (Anexo 1), se calculan


de manera detallada la TIR y la TIRE, respectivamente. En este recuadro se
muestra de manera resumida el cálculo de dichas medidas resumen. A partir
del ejemplo del Anexo 1 se calculan la TIR para el flujo de fondos planteado en
el Recuadro 3 y la TIRE para el flujo de fondos planteado en el Recuadro 4.
Estos cálculos de la TIR y la TIRE pueden realizarse fácilmente en una planilla
de cálculos usando la formula correspondiente, o se pueden calcular
manualmente haciendo variar la tasa de descuento hasta que el VAN sea igual
a cero. A continuación, se presentan de manera gráfica el VAN y el VANE del
proyecto para diferentes tasas de descuento y se indica cuál es el valor de la TIR
y la TIRE calculado a partir de la fórmula de Excel.

Cálculo de la TIR

TIR

Tasa de descuento privada 0,00% 3,00% 6,00% 7,34% 9,00% 12,00%

VAN (miles de USD) 12 796 5 210 1 180 0 –1 117 –2 515

60
Cálculo de la TIRE

TIRE

Tasa de descuento social 0,00% 7,50% 16,00% 16,99% 22,50% 30,00%

VANE (Miles USD) 109 989 24 232 2 635 0 –4 501 –7 298

VANE para diferentes tasas de descuento


150,000
Valor actual neto económico

100,000

50,000

-50,000
0.00% 8.00% 17.00% 24.00% 32.00%

Tasa de descuento social

5.3.2. Otras medidas resumen

A continuación, en la Tabla 14 se presentan otras medidas resumen que pueden


usarse como complementarias al VAN(E) y la TIR(E) para obtener más
información sobre el proyecto evaluado.

61
Tabla 14. Medidas resumen complementarias

Características del indicador Fórmula de cálculo

Valor actual neto promedio económico


𝑉𝐴𝑁𝐸
(VANPE) o valor anual equivalente 𝑉𝑃𝑁𝑃𝐸 =
1 − (1 + 𝑖)𝑛
económico (VAEE)
𝑖
Objetivo: Comparar el valor actual neto
económico de diferentes alternativas i = tasa de descuento
con el mismo horizonte de evaluación. n = horizonte de evaluación

Observación: Debe tenerse especial cuidado con la


comparación de VANP para proyectos con diferentes
horizontes de evaluación

Beneficio sobre costo o relación


𝑉𝑎𝑙𝑜𝑟 𝑎𝑐𝑡𝑢𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑏𝑒𝑛𝑒𝑓𝑖𝑐𝑖𝑜𝑠
beneficio-costo (RBC) 𝑅𝐵𝐶 =
Objetivo: Comparar los ingresos que 𝑉𝑎𝑙𝑜𝑟 𝑎𝑐𝑡𝑢𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑠𝑡𝑜𝑠
genera el proyecto con sus costos
Nota: El valor actual de los costos debe introducirse
asociados, expresados ambos en valores
con signo positivo en la fórmula.
del momento cero.
Resultado: si el indicador es mayor que Observación: Este indicador no es adecuado para
1, el proyecto se considera conveniente comparar proyectos o seleccionar alternativas; se
individualmente considerado. recomienda usarlo como complemento a otros
indicadores.

Tiempo de repago (TR) o período de El TR o PRI será el primer período j que cumpla con la
recuperación de la inversión (PRI) siguiente condición:
Objetivo: Medir el número de años 𝑗
requeridos para recuperar el capital 𝐵𝑁𝑡
−𝐼0 + ∑ >0
invertido en el proyecto. 𝑡=1
(1 + 𝑖)𝑡

Donde j va tomando los valores 1, 2… hasta encontrar


el valor j que hace cambiar el resultado de la
desigualdad.
Observación: Este indicador solo brinda información
sobre el comportamiento de los beneficios netos hasta
el período en que se repaga la inversión, por tanto, no
debe ser usado independiente de otros indicadores
sino como un complemento.

Fuente: Adaptado de SNIP (2014).

62
6. Valoración económica
de cambios en la calidad ambiental5
Todo proyecto de inversión genera externalidades que pueden ser positivas o
negativas. En análisis de bienestar desde la disciplina económica se entiende una
externalidad como un efecto no deseado y no compensado (positivo o negativo)
que las decisiones de un individuo o unidad de producción causan sobre otros
agentes de la economía.

Un ejemplo de una externalidad negativa es la generación de


contaminación de recursos hídricos como consecuencia del incorrecto manejo de
los efluentes de riego agrícola. Esta contaminación del agua como consecuencia
del proyecto de inversión puede causar deterioro en la salud, pérdida de
biodiversidad, incremento en los costos de purificación del agua para consumo
humano o deterioro ambiental que no permita el uso del recurso hídrico para
actividades recreativas. Un ejemplo de externalidad positiva sería la disminución
en el riesgo de sufrir ataques de pestes y malezas como consecuencia de que los
productores agrícolas vecinos empleen técnicas de manejo integrado. Si bien el
concepto de externalidad trasciende por mucho el de la dimensión ambiental, es
en esta donde se generan los mayores desafíos para su cuantificación, debido a la
no existencia de mercados para muchos de los cambios en el bienestar que se
generan como consecuencia de cambios en la calidad del ambiente y en la
cantidad de servicios ecosistémicos. A continuación, se presentan los principales
enfoques para la estimación de cambios en el bienestar como consecuencia de
cambios en la calidad ambiental.

6.1. Valoración económica antropocéntrica

Dado el rol crucial de los ecosistemas y los servicios que estos proveen, existe un
amplio consenso respecto a que estos son valiosos y que este valor ha de ser
considerado por los tomadores de decisiones (Daily, 1997). Dicho esto, es
necesario resaltar que reconocer que los ecosistemas poseen un valor no es lo
mismo que afirmar que sea deseable o incluso posible capturarlo a través de un

5 El presente capítulo está basado en Carriquiry y Piaggio (2014).

63
ejercicio de valoración económica. Este último concepto refiere a la cuantificación
del valor (en una cierta métrica acordada, no necesariamente monetaria).

Existen quienes opinan que los bienes y servicios ambientales no deberían


estar en el campo del análisis económico. En esta línea, argumentan que la
necesidad de proteger el ambiente es algo tan obvio y fundamental que no puede
ser analizado o capturado en términos económicos (Sagoff, 1998). Sin embargo,
la valoración económica presenta su utilidad en ciertas ocasiones. Pagiola y
Bishop (2004) resumen en la Tabla 15 los diferentes enfoques para los cuales
puede ser útil llevar adelante un ejercicio de valoración económica desde la
perspectiva de los servicios ecosistémicos.

Tabla 15. Enfoques para el análisis de la valoración económica


de los servicios ecosistémicos

Enfoque ¿Para qué es útil?

I Determinar el valor total del flujo Para entender la contribución que el


corriente de beneficios de un ecosistema realiza a la sociedad
ecosistema
II Determinar el beneficio neto de una Para evaluar cuando una intervención vale la
intervención que altera las condiciones pena (desde la perspectiva económica)
de un ecosistema
III Analizar cómo se distribuyen los costos Para identificar ganadores y perdedores (por
y beneficios de un ecosistema (o razones prácticas y de equidad)
intervención)
IV Identificar potenciales fuentes de Para contribuir a que la conservación sea
financiamiento para la conservación sostenible financieramente

Fuente: Pagiola y Bishop (2004).

Las aproximaciones a la valoración económica son antropocéntricas por


naturaleza. Esto implica que los elementos de la naturaleza se consideran valiosos
siempre que sirvan a los seres humanos de una forma u otra (Goulder y Kennedy,
1997). Un tipo particular del enfoque de valoración económica antropocéntrica es
la visión utilitarista, que asume los componentes de la utilidad son
potencialmente sustituibles. Es decir que una fuente de bienestar puede ser
reemplazada por otra fuente de bienestar.

La posibilidad de intercambiar un bien o servicio por otro, así como la tasa


a la que los individuos estarían dispuestos a hacerlo (disposición marginal a

64
pagar) refleja sus preferencias. Las preferencias individuales pueden agregarse
de forma tal de obtener el valor social.6

Es necesario resaltar que las preferencias individuales (y por lo tanto las


sociales que surgen de su agregación) están influidas por diversos factores que
pueden variar en el tiempo (por ejemplo, culturales o de información). Por lo
tanto, el valor que se obtiene a través de ejercicios de valoración es específico a
un momento determinado en el tiempo y a un contexto. En este sentido, es
esperable que cuando los ingresos cambien, las preferencias y los resultados de la
valoración también lo hagan. Esto tiene fuertes implicancias respecto a los
supuestos que se han de asumir para poder utilizar las estimaciones de los
diferentes estudios a través de diferentes técnicas en el ACB, ya que este implica
valorar los efectos del proyecto de inversión evaluado en cambios en la calidad
del ambiente, tanto hoy como en el futuro.

6.2. El valor de los servicios ecosistémicos

Los cambios en la calidad ambiental y en la cantidad de bienes y servicios


ecosistémicos puede afectar diferentes dimensiones del bienestar. Para ilustrar
este concepto, es útil recurrir a la definición de valor económico total (VET)
introducido por Pearce y Watford (1993). El VET, a pesar de no incluir todas las
fuentes posibles de valor, es mucho más amplio que el de valor comercial o
financiero. Este marco se basa en la premisa de que los ecosistemas pueden tener
valores múltiples para los individuos. En su forma más simple, distingue entre
valores de uso y de no uso, como muestra la Figura 10.

6 Cabe aclarar que desde la literatura económica y de la filosofía ecológica no existe consenso
respecto a cómo se han de agregar las preferencias individuales para alcanzar la función de
bienestar social, e incluso algunos autores argumentan que no es ético ni posible reflejar el
bienestar de la sociedad a través de una función de bienestar social. Para poder llevar adelante
ejercicios de valoración económica del bienestar que los servicios ecosistémicos brindan a la
población, hemos de tomar como válidos los supuestos antes mencionados.

65
Figura 11. Componentes del valor económico total
de los servicios ecosistémicos

Valor económico total

Valor de uso Valor de no uso

Valor de uso directo Valor de uso Valor de


indirecto Valor de opción existencia

Valor de uso Valor de uso


directo directo no
consuntivo consuntivo

Fuente: Elaboración propia basada en Pearce y Watford (1993) y Daily et al. (2011).

El valor de uso deriva de servicios provistos por el ecosistema. Estos


pueden ser de uso directo (implican una interacción) o indirecto. A su vez, los
primeros pueden clasificarse como consuntivos (incluyen extracción del
ecosistema: cultivos, carne) o no consuntivos (incluyen servicios sin extracción:
transporte, recreación, etc.). Los servicios de uso indirecto son aquellos provistos
sin una interacción directa con los humanos. Ejemplos de ello son el control de
pestes, la polinización, la prevención de inundaciones.

El valor de no uso incluye el valor de existencia (como el valor filantrópico,


que genera satisfacción saber que se mantiene, de herencia para otra generación;
o de altruismo, dentro de la generación y para la biodiversidad). Por último, el
valor de opción refiere a la posibilidad (u opción) de no usar el servicio ahora y
de preservar el recurso para su uso en el futuro. En otras palabras, sería posible
reservar el uso del recurso en una etapa posterior en que se vuelva más necesario.
Tanto los beneficios relacionados al valor de uso como al de no uso pueden tener
una dimensión vinculada al valor de opción. Por ejemplo, una persona puede
obtener beneficio de respaldar actividades de conservación porque en el futuro
obtendrá un bienestar de saber que esa área se encuentra conservada (valor de
opción asociado al no uso), como el caso de ciudadanos uruguayos que realicen
donaciones para la conservación de las islas Galápagos por entender que en el
futuro ese lugar santuario para diversas especies será clave para sostener la vida
humana en el planeta. Esto representa un tipo de valor de opción asociado al valor
de no uso. Sin embargo, una persona puede estar interesada en respaldar
actividades de conservación en las islas Galápagos porque tiene planeado ir a

66
visitar el lugar en el futuro. Este último es un tipo de valor de opción asociado al
valor de uso.

6.3. Métodos de valoración

El objetivo de la valoración económica de los servicios ecosistémicos es estimar


la disposición a pagar o a aceptar una compensación por los cambios en el
bienestar como consecuencia de cambios en la calidad ambiental o de la cantidad
de bienes y servicios ecosistémicos. Cuando existen mercados en los que los
bienes y servicios son transados, y estos se comportan de manera perfecta, el libre
mercado brinda buena información de los costos y beneficios que esos bienes y
servicios transados representan para los individuos. Sin embargo, los servicios
ecosistémicos están sujetos a diversas fallas de mercado (derechos de propiedad
no claramente definidos y externalidades) que hacen que no emerjan mercados
para algunos de estos bienes y servicios o, en el mejor de los casos, que esos
mercados sean imperfectos y realicen asignaciones ineficientes de los recursos.
Perman et al. (2003) presentan un claro desarrollo de la relación entre fallas de
mercado y la asignación eficiente de recursos para el caso de la calidad ambiental
y los bienes y servicios ecosistémicos.

La existencia de estas fallas de mercado implica que, más allá de la no


deseabilidad de algunas asignaciones, que se puedan considerar desde el punto
de vista normativo, estas resultarían ineficientes en el sentido económico. En
otras palabras, aún sería posible mejorar el bienestar de algunos miembros de la
sociedad sin que ello implique pérdidas de bienestar para otros miembros.

Dadas la multiplicidad de posibles valores, la falta de mercados (o falla de


estos) u otros observables desde los cuales obtener precios, los economistas han
destinado grandes esfuerzos a buscar alternativas para cuantificar el valor
económico que los individuos asignan a diferentes servicios ecosistémicos y
cambios en la calidad del ambiente. En la Tabla 16 se presenta un resumen de las
técnicas usualmente empleadas con este fin y la aplicabilidad de estas.

67
Tabla 16. Técnicas usualmente empleadas para aproximarse a la valoración
económica de servicios ecosistémicos y de cambios en la calidad ambiental

Metodología Enfoque Aplicación

Preferencias reveladas

Función de Mira el impacto de cambios en los Cualquier impacto que afecte la


producción (o cambio servicios ecosistémicos sobre los producción de bienes
en productividad) bienes producidos

Costo de enfermedad Mira el impacto de cambios en los Impactos que afecten la salud
(capital humano) servicios ecosistémicos sobre la humana
morbilidad y mortalidad
Costo de reemplazo Emplea el costo de reemplazar el Cualquier cambio de servicio
servicios ecosistémico afectado ecosistémico

Costo de viaje Estima la curva de demanda a Servicios ecosistémicos de


partir de información del costo de recreación (por ejemplo, visitas a
viaje parques nacionales)

Precios hedónicos Extraer el efecto de factores Bienes cuyo precio está afectado
ambientales en el precio de bienes por la calidad del aire, el paisaje,
que incluyen esos factores los beneficios culturales (por
ejemplo, sector inmobiliario)

Preferencias declaradas

Valoración Estima directamente el cambio en Cualquier servicio ecosistémico


contingente (CV) el ingreso de los individuos
necesario para compensar (o
evitar) un cambio en la calidad o
precio de un servicio ecosistémico
específico
Modelos de elección Pregunta por la opción preferida Cualquier servicio ecosistémico
entre un grupo de alternativas con
atributos particulares
Otros métodos

Transferencia de Extrapola resultados de un Cualquier estudio para el cual


beneficios contexto a un otro diferente exista una comparación razonable

Fuente: Pagiola y Bishop (2004).

En general, las técnicas de valoración de bienes de no mercado se clasifican


en dos grandes grupos. Las técnicas de preferencias reveladas, o métodos
indirectos, buscan desagregar el cambio en el bienestar como consecuencia de
cambios en la calidad ambiental o la cantidad de servicios ecosistémicos sobre el
valor de bienes o servicios que sí se transan en los mercados. Por ejemplo, se
podría aproximar al cambio en el bienestar de la población como consecuencia de
cambios en la productividad de la tierra a través del estudio de la relación entre

68
cambios en el índice de productividad y el precio de transacciones de la tierra. Por
otro lado, los métodos de preferencias declaradas, o directos, estiman los cambios
en el bienestar a partir de preguntar directamente a los individuos su disposición
a pagar por una mejora ambiental (o a aceptar una compensación por un
perjuicio). Mientras que las técnicas de preferencias reveladas permiten estimar
el cambio en el bienestar solamente relacionado al valor de uso de los servicios
ecosistémicos, a través de las técnicas de preferencias declaradas es posible
aproximarse al valor de no uso. Sin embargo, las segundas han sido objeto de
múltiples críticas respecto a los sesgos que pueden llegar a presentar.

6.3.1. Limitaciones de la valoración de bienes de no mercado

Las técnicas de valoración presentan varias limitaciones y supuestos que el


analista debe tomar en cuenta para trabajos empíricos. Siguiendo el
razonamiento de Daily et al. (2000) se pueden destacar:

En el caso de los métodos de valoración directos, las preferencias


individuales dependen del contexto institucional y de los conocimientos que
tenga el individuo del ambiente sobre el que se le está peguntando. Es sabido que
las preferencias individuales y el valor asignado a diferentes servicios
ecosistémicos pueden ser influenciados por diversos factores, entre los que se
incluyen aspectos culturales y de información. Por ejemplo, la disposición a
intercambiar bienes y servicios está vinculada con la disponibilidad de estos en
determinado contexto, y puede depender del ingreso de los individuos. En este
sentido, si el ingreso cambia con el tiempo, también puede esperarse que cambien
las medidas económicas de valor.

Con respecto a la práctica de agregar las preferencias de los individuos


para aproximarse al valor social, se debe poner atención a los ponderadores que
se asignan a los diferentes miembros de la sociedad para realizar esta estimación.
La estimación de valores marginales es más precisa cuando los cambios en la
calidad ambiental son pequeños y es posible asumir que los impactos de los
cambios se mantienen dentro del ecosistema analizado. Este supuesto es difícil
de justificar cuando se trata de servicios en ecosistemas interdependientes. Las
modificaciones pequeñas, en principio, generarían menores impactos de derrame
en otros ecosistemas (o en otros servicios dentro del mismo ecosistema), lo que
derivaría en una estimación más precisa del valor. En ambientes o situaciones en
que este supuesto es difícil de sostener, habrá más incertidumbre asociada a un
determinado ejercicio de valoración.

69
En situaciones en que las intervenciones o cambios se extienden a lo largo
del tiempo, esta dimensión debe ser tomada en cuenta para la valoración de los
servicios ecosistémicos. En este caso, es necesario sopesar costos y beneficios
actuales y futuros, para lo que es necesario definir una tasa de descuento
apropiada.

En definitiva, los ecosistemas proveen una serie de bienes y servicios que


proporcionan bienestar, los cuales se intentan valorar en términos económicos
con diferentes fines y a través de numerosas técnicas. Mientras que todos estos
métodos tienen sus limitaciones, e incluso hay quienes cuestionan la necesidad o
validez de los valores obtenidos a través de ellos, la valoración económica aporta
elementos útiles respecto a la eficiencia en el uso de los servicios ecosistémicos y
es relevante para el proceso de toma de decisiones. Para que este instrumento
sirva para informar a los tomadores de decisiones, es necesario dejar en claro las
limitaciones de las técnicas de valoración económica en cada caso. A su vez, esta
aproximación ha de ser usada como un insumo más en la toma de decisiones,
siendo un complemento a otra información y criterios disponibles al tomador de
decisiones. Por otro lado, siguiendo el razonamiento de Daily et al. (2000), negar
la relevancia de la valoración económica de los servicios ecosistémicos alentaría
a tratarlos como gratuitos y su explotación no representara costos.

6.4. Ejemplos de aplicación de las diferentes técnicas


de valoración de bienes de no mercado

6.4.1. Función de producción

Las condiciones ambientales pueden afectar la producción de diversos bienes a


través de diferentes formas, en la cantidad de bienes producidos o en la calidad
de estos. Así, es posible considerar al ambiente como un insumo para las
empresas. Por ejemplo, la producción de un cierto cultivo es función de las
prácticas agrícolas, el clima y la calidad del suelo, esta condicionada por la
erosión. La captura de la actividad pesquera es función del esfuerzo de quien
realiza la actividad, su tecnología, el stock de peces disponibles, el que, a su vez,
es función de la calidad del ambiente. Bockstael y McConnell (2007) y Vincent
(2011) presentan un detallado desarrollo teórico que dan soporte a estos modelos.

Los modelos de valoración de bienes de no mercado a través de la función


de producción han recibido un gran empuje en los últimos años gracias a la

70
disponibilidad de nueva información satelital, tanto sobre aspectos de uso del
suelo como de calidad del ambiente, así como climática, muy detalladas, que han
permitido empalmarse con la información de las empresas y así entender el rol
del ambiente como insumo para la producción. Una reciente aplicación de estos
modelos es desarrollada en Vincent (2016), y estudia el rol de los bosques como
proveedores del servicio de purificación de agua potable disminuyendo los costos
de purificación de esta en las plantas de tratamiento. El impacto de la calidad
ambiental en los costos de producción puede entenderse como el problema dual
respecto a la producción, en que las empresas que buscan maximizar su beneficio
buscan, análogamente, minimizar sus costos.

Los autores analizan cómo determinados cambios en la cobertura de


bosque cuenca arriba de cada una de las 41 plantas de tratamiento de agua para
consumo humano en el estado de Perak, Malasia, afectan los costos de
tratamiento del agua. Un incremento de 1% en la cobertura boscosa de las cuencas
disminuye 0,48% los costos de tratamiento. Esto representa el 7% del valor
agregado del sector abastecimiento de agua y 5% del valor agregado del sector
forestación y aserradero en el estado de Perak. Hay que tener en cuenta que esta
es una medida conservadora, ya que analiza solamente la relación entre la
cobertura boscosa y los costos corrientes de potabilización del agua, sin
considerar posibles beneficios en la infraestructura, que disminuyan su
depreciación.

6.4.2. Costo de viaje

El método de costo de viaje es utilizado para estimar la demanda para recreación


y el valor por usos recreacionales del ambiente, tales como actividades de pesca,
visita a playas, caza, etc. En esencia, busca estimar el valor de estos usos
recreacionales a partir del gasto que los individuos realizan para visitar un lugar.
Eso permite aproximar a una medida del excedente del consumidor
marshalliano. Parsons (2017) presenta una detallada guía que permite una
primera aproximación a la aplicación de este método.

Por lo general, estos estudios son realizados a partir de la recolección de


información de los visitantes que concurren a cierto lugar con fines recreativos.
Dalrymple y Hanley (2005) analizan el valor para uso recreativo en el lago
Lomond, Escocia. En la actualidad, el lago es utilizado con diferentes fines, desde
actividades recreativas motorizadas como jet ski, o como sitio para pesca, el que
se ve perjudicado por las actividades motorizadas. Para el análisis realizan
encuestas en diferentes puntos del lago, en las que se pregunta el número de
visitas en los últimos 12 meses, así como la distancia recorrida para llegar.

71
Concluyen que cada viaje brinda un incremento en el bienestar equivalente a
20,53 libras esterlinas.

Si bien el método de costo de viaje presenta una forma intuitiva de valorar


los servicios recreacionales provistos por el ambiente, presenta una gran cantidad
de observaciones que han de ser tratadas con cuidado a la hora de desarrollar el
análisis. Por ejemplo, si los visitantes realizan un viaje durante el cual visitan más
de un lugar, se ha de tener cuidado en cuanto a la proporción del costo de viaje
que se asigna a cada lugar visitado. Existe otro debate respecto a cómo incorporar
en el análisis el tiempo de viaje y qué tipos de gastos suntuarios. Parsons (2017)
brinda detalles de todos estos elementos.

Por último, este método ha sido utilizado no solo para estimar la demanda
recreacional, sino también las preferencias de los individuos por visitar un lugar
u otro. El análisis se lleva delante de forma similar, con la recopilación de
información respecto a número de visitas, costo y tiempo para cada uno de los
lugares, y se modela a través de un modelo de elección.

6.4.3. Precios hedónicos

El método de precios hedónicos fue propuesto por Ridker y Henning (1967) para
estimar el impacto en el bienestar de los individuos a consecuencia de cambios
en atributos específicos que se reflejan en el precio, en el mercado de la vivienda.
Rosen (1974) sugirió estimar el impacto en dos etapas: i. estimar funciones de
precios hedónicos para un vector de atributos urbanos, y ii. estimar funciones de
demanda para calcular los cambios en el bienestar. Mientras que la estimación de
la primera etapa requiere solamente información del precio de transacción de las
viviendas, características de estas y el atributo ambiental a valorar (por ejemplo,
calidad del aire, ruido de una carretera o aeropuerto, etc.), la segunda etapa
requiere también características socioeconómicas de los hogares para recuperar
los parámetros de la función de utilidad. En general, los trabajos de precios
hedónicos estiman solo la primera etapa, debido al gran requerimiento de
información para estimar la segunda etapa. Sin embargo, esta limitante se ve cada
vez más superada gracias a la disponibilidad de nuevas bases de datos (Taylor,
2017). El cambio neto en el bienestar puede medirse directamente a partir de la
primera etapa si no existen costos de transacción asociados al cambiarse de una
vivienda a otra. Este supuesto casi nunca se cumple.

Una reciente aplicación del modelo de precios hedónicos es implementada


por Muehlenbachs, Spiller y Timmins (2015) para estimar el impacto de cambios
en la calidad del agua como consecuencia de la construcción de pozos para la

72
extracción de gas de esquisto en el estado de Pennsylvania, Estados Unidos. Estos
autores utilizan una estrategia de identificación de triple diferencia, en que
controlan los valores de transacción antes y después de la aparición de un pozo,
la distancia a este y si la vivienda depende de agua subterránea o está conectada
a cañería (las técnicas de extracción del gas de esquisto en esta zona podrían
contaminar las napas subterráneas y así afectar más a aquellas viviendas que
dependen de este recurso para el consumo). Los autores encuentran que el valor
de las viviendas con dependencia de agua subterránea baja cuanto más cerca se
encuentran de la extracción, al tiempo que el valor de las viviendas conectadas a
cañería aumenta (debido a los alquileres).

Una interesante aplicación de este modelo en Uruguay fue desarrollada


por Segovia (2011),quien encuentra una relación inversa entre la erosión del suelo
y los precios de transacción de los inmuebles rurales. El estudio combina
información de transacciones inmobiliarias y biofísica.

Esta técnica ha ganado mucha validez en los últimos tiempos, gracias al


surgimiento de nuevas bases de datos y a la capacidad de vincular la información
de transacciones de las viviendas con información biofísica útil para aproximarse
a los atributos ambientales. Taylor (2017) brinda una detallada guía de cómo
llevar adelante un estudio de este tipo. Un minucioso desarrollo del marco teórico
se encuentra en Bockstael y McConnell (2007).

6.4.4. Valoración contingente

El método de valoración contingente pertenece al grupo de métodos de


preferencias declaradas. Es decir, se pregunta al entrevistado directamente por
su disposición a pagar contingentemente a una mejora en la calidad ambiental de
un servicio ecosistémico que afecta su bienestar. De esta manera, la respuesta está
sujeta a un escenario hipotético que es planteado por el entrevistador. Carson y
Hanemann (2005) presentan un detallado desarrollo teórico y aspectos prácticos
de este método, y su relación con el análisis de bienestar.

Si bien el método de valoración contingente tiene larga data, se produjo un


incremento muy grande en la producción de este tipo de estudios a partir de caso
de Exxon Valdez, el buque petrolero de la compañía Exxon que colisionó con el
arrecife Bligh en el estrecho del Príncipe William en el año 1989. La magnitud de
este evento estalló en un desacuerdo entre la empresa y los gestores de los
recursos respecto a la compensación que la empresa debía de pagar por la pérdida
en el bienestar de la población y dio lugar a una explosión de estudios, encargados
por ambas partes, para determinar dicha compensación. Más allá del valor a

73
pagar por la compensación, surgió el acuerdo respecto a que esta debía basarse
en la pérdida real que representaba para la sociedad, definida mediante la
medición de los daños por perjuicios a los recursos, en función de la
compensación que los individuos en la sociedad requirieran para restablecer su
bienestar (Bockstael y McConnell, 2007). Esto tiene, implícitamente, el
reconocimiento del valor de no uso.

Uno de los estudios más reconocidos que informó este proceso fue el
desarrollado por Carson y Hanemann (2005). Fue dirigido a la población de habla
inglesa de los Estados Unidos (de modo de no tener que incurrir en costos de
traducción), y se les consultaba su disposición a pagar a través de un impuesto
que se cobraría una sola vez, para implementar un programa de barcos escolta
que acompañaran a los grandes buques y los ayudaran a desviar el camino en caso
de que se atravesara algo contra lo que pudieran colisionar, al tiempo que podrían
también ayudar a contener el derrame, minimizando su impacto en el ambiente.
El estudio arrojó como resultado que cada individuo estaba dispuesto a pagar en
promedio 97 dólares y su mediana era de 30,3 dólares. Esto multiplicado por la
población de Estados Unidos en 1990 representaba un total de entre 24 y 7,5
billones de dólares. La compañía finalmente fue condenada a pagar un total de 5
billones de dólares, cifra que apeló durante 20 años. Finalmente, en 2008, hizo
un pago de 507,5 millones de dólares, que se utilizaron para pagar
compensaciones a los damnificados.7

El método de valoración contingente ha sido muy cuestionado por su


extrema sensibilidad a diversos sesgos que se pueden presentar según la forma
en que se realicen las preguntas. La Administración Nacional de Océanos y la
Atmósfera (NOAA) de Estados Unidos encargó a dos grandes economistas,
Kenneth Arrow y Robert Solow, la conformación de un panel para validar la
utilidad de este método para informar procesos de litigios. Este dio lugar al
Informe NOAA (Arrow et al., 1993). Una interesante crítica a las guías del panel
de la NOAA fue presentada por un panel de expertos en 1996 (Carson et al., 1996).
Boyle (2017) presenta una pauta detallada para la aplicación de estas guías.

7 ‹https://www.seattletimes.com/seattle-news/exxon-valdez-victims-finally-getting-payout›.

74
6.4.5. Experimentos de elección

Los experimentos de elección son otra técnica dentro del grupo de preferencias
declaradas. A diferencia del método de valoración contingente, que permite
estimar la disposición a pagar por una mejora en la calidad ambiental o por una
intervención a través de un programa o política, el método de experimentos de
elección permite desagregar las preferencias de los individuos según diferentes
atributos de ese programa. Por ejemplo, si un programa de conservación analiza
enfocarse en restaurar áreas verdes densas o, alternativamente, en restaurar
áreas más enfocadas a la recreación, los experimentos de elección le permitirán
examinar cuáles son las preferencias respecto a cada tipo de intervención.

El fundamento detrás de estos modelos son los modelos de maximización


de utilidad aleatoria desarrollados por Lancaster (1966), McFadden, Train y Tye
(1977). Estos indican que un individuo prefiere una elección a otra si esta le
brinda mayor utilidad. Los experimentos de elección presentan al entrevistado
un menú de opciones con diferentes niveles para cada uno de los atributos que
conforman el programa; por ejemplo, distintas extensiones del área dedicada a
conservación o a recreación. En general, uno de los atributos planteados se
encuentra definido en dinero. De esta manera, es posible estimar la máxima
disposición a pagar por cada uno de los atributos y un precio implícito para cada
uno.

Surgieron como una evolución más sofisticada respecto al método de


valoración contingente, a partir de la adaptación de técnicas de estudios de
mercado, en que se analizaban las preferencias de los clientes por diferentes tipos
de productos, como tamaño y marca de coches, o etiquetas y envases de refrescos.
Las primeras aplicaciones en valoración de bienes de no mercado se remontan a
mediados de la década de 1990 (Adamowicz, Louviere y Williams, 1994;
Adamowicz et al., 1998; Hanley, Wright y Adamowicz, 1998).

El diseño de este instrumento está sujeto a los mismos sesgos que el


método anterior. Holmes y Adamowicz (2017) brindan una detallada guía de
cómo llevar adelante este tipo de análisis. Louviere, Swait y Hensher (2000)
presentan un preciso desarrollo de los fundamentos teóricos. Train (2009)
aborda una revisión exhaustiva de los métodos más avanzados para estimación
de modelos de elección.

75
7. Riesgo e incertidumbre
Los términos riesgo e incertidumbre suelen usarse como análogos, aunque
en realidad son conceptos distintos. El riesgo refiere a situaciones inciertas en las
se pueden establecer de forma clara los posibles resultados de una acción (por
ejemplo, el lanzamiento de una moneda hacia arriba) y puede asignarse una
probabilidad de ocurrencia a estos resultados (Knight, 1921). La incertidumbre,
en cambio, refiere a situaciones en las que no es posible asignar probabilidades
objetivas a distintos resultados, debido a que el conocimiento del fenómeno en
cuestión es limitado (Knight, 1921). En este sentido, en términos de la evaluación
económica de medidas de adaptación al cambio climático, se pueden identificar
dos fuentes de incertidumbre: una relativa al cambio climático y sus efectos, y
otra relativa al resto de las variables que afectan el flujo de fondos del proyecto
que no están directamente relacionadas al cambio climático.

Con respecto a la incertidumbre relacionada con el cambio climático, esta


se traduce en dos clases distintas: la incertidumbre inherente al fenómeno del
cambio climático y la causada por la falta de información acerca de sus efectos.
Con respecto a la primera clase, la efectividad de las medidas de adaptación al
cambio climático en el sector agropecuario se encuentra sujeta a la ocurrencia de
eventos climáticos extremos y de cambios de más lento desarrollo (en el largo
plazo). En este sentido, la incertidumbre se encuentra relacionada con la
evolución de los flujos económicos a incorporar, así como también al momento
en el cual ocurran estos eventos. Respecto a la segunda clase de incertidumbre, si
bien existe un consenso sobre la existencia del cambio climático y sus efectos
sobre las tendencias de algunas variables climáticas (precipitaciones,
temperaturas mínimas y máximas) y la ocurrencia de eventos extremos, hay
menos acuerdo sobre la magnitud de esos efectos, sobre todo a nivel local y
regional (World Bank, 2010). Para lidiar con estas limitaciones, el ACB se deberá
basar en supuestos sobre cambios y tendencias en las variables climáticas y
económicas, así como también sobre el comportamiento de estas a través de
distribuciones de probabilidad que permitan considerar la incertidumbre como
un proceso estocástico conocido.

Este capítulo se divide en dos partes: en la primera, se describen las


técnicas habituales usadas en el ACB para el tratamiento del riesgo y la
incertidumbre; en la segunda, se describe cómo considerar la incertidumbre
asociada al cambio climático en la evaluación de medidas de adaptación y cómo
utilizar las técnicas descritas en la primera parte.

76
7.1. Técnicas para incorporar el riesgo y la incertidumbre

En esta sección se presentan cuatro técnicas para la incorporación del riesgo y la


incertidumbre en el ACB: el valor esperado de las variables, el análisis de
sensibilidad, el análisis de escenarios y el análisis Montecarlo.

7.1.1. Valor esperado de las variables

Una forma de considerar los riesgos dentro del flujo de fondos es a través del uso
de los valores esperados de los costos y beneficios en los períodos en los que estos
ocurren. El valor esperado toma en cuenta la dependencia de costos y beneficios
en la ocurrencia de contingencias específicas o estados de la naturaleza a las que
los analistas puedan asignar una probabilidad. El cálculo del valor esperado se
define como la sumatoria de la probabilidad de ocurrencia del estado de la
naturaleza en cuestión multiplicado por el valor que pueda tomar la variable
analizada ante dicho estado de la naturaleza (HM Treasury, 2003), tal como se
detalla en la Ecuación 5, donde el valor esperado E(X) se calcula como la suma
de los n posibles valores que puede tomar la variable discreta X, multiplicados
por la probabilidad de ocurrencia de cada posible valor P.

Ecuación 5. Valor esperado de las variables


𝑛

𝐸(𝑋) = ∑ (𝑋𝑖 ∗ 𝑃𝑖 )
𝑖=1

En caso de querer analizar múltiples riesgos independientes sobre una


variable, una herramienta útil son los árboles de decisión. Estos permiten
visualizar gráficamente los estados de la naturaleza posibles asociados a una
determinada variable y calcular fácilmente el valor esperado de esta. El ejemplo
presentado en la Figura 11 plantea un árbol de decisión en el que los ingresos por
hectárea de una unidad productiva (variable analizada) varían en función del
rendimiento del cultivo y el precio (variables aleatorias), que pueden tomar
distintos valores con cierta probabilidad de ocurrencia. En este caso, las variables
aleatorias que representan un riesgo se suponen independientes; es decir, se
supone que el rendimiento y el precio son independientes. Sin embargo, el mismo
esquema puede ser utilizado para riesgos que no son independientes, para lo cual
se debe introducir la correlación existente entre las variables para los cálculos de
probabilidad.

77
Figura 12. Ejemplo de árbol de decisión

Fuente: Elaboración propia.

7.1.2. Análisis de sensibilidad

El análisis de sensibilidad consiste en la evaluación del impacto de las posibles


variaciones de las variables de análisis sobre un resultado, por ejemplo, el valor
esperado del VAN. Permite analizar la vulnerabilidad que tienen las diferentes
opciones evaluadas ante la incertidumbre del futuro, así como también identificar
las variables cuyo componente de incertidumbre puede afectar en mayor medida
la rentabilidad de los proyectos evaluados (SNIP, 2013). Es importante tener en
cuenta durante este análisis que, al modificar variables en forma individual, se
pueden estar modificando posibles correlaciones existentes entre variables, y es
necesario ser especialmente cuidadosos en la interpretación de resultados en
dichas situaciones. La forma de cálculo consiste en aumentar o disminuir los
valores de las variables de interés, de manera independiente (una por vez), en un
porcentaje fijo (por ejemplo, 10%) y calcular el VAN para cada variable con esta
variación, para luego calcular el cambio porcentual en el VAN respecto a su valor
de base. Esto se puede observar en la Ecuación 6, donde X es la variable de interés
y VAN base es el valor actual neto que toma los valores esperados de todas las
variables.

Ecuación 6. Sensibilidad del VAN respecto a la variable X

𝑉𝐴𝑁(±10% 𝑑𝑒 𝑋) − 𝑉𝐴𝑁 𝑏𝑎𝑠𝑒


∆%𝑉𝐴𝑁 =
𝑉𝐴𝑁 𝑏𝑎𝑠𝑒

78
Cuando el objetivo del análisis es determinar la vulnerabilidad de los
proyectos ante las diferentes variables, el análisis de sensibilidad indicará cuánto
debe caer o aumentar el valor de estas para hacer que el proyecto no sea rentable
(HM Treasury, 2003). Esto se puede realizar alternando los los valores de las
variables de interés hasta el punto en que el VAN sea cero o negativo. En cambio,
cuando el objetivo es analizar los componentes de incertidumbre, el análisis de
sensibilidad servirá para identificar las variables que tienen más impacto sobre el
VAN, lo cual será de utilidad a la hora de realizar el análisis de escenarios o el
análisis Montecarlo. Para ello, será de utilidad el cálculo de elasticidad de las
variables según la Ecuación 7 (a partir de los resultados obtenidos en la Ecuación
6), lo que permite expresar la sensibilidad de todas las variables en una unidad
común (Mideplan, 2012). El valor de la elasticidad indicará cuánto varía en
porcentaje el VAN ante cambios en una unidad porcentual de la variable en
cuestión.

Ecuación 7. Elasticidad del VAN respecto a la variable X

∆%𝑉𝐴𝑁
𝐸𝑙𝑎𝑠𝑡𝑖𝑐𝑖𝑑𝑎𝑑𝑉𝐴𝑁,𝑋 =
± 10%

79
Recuadro 7. Cálculo de elasticidades

En la resolución de los ejercicios A y B del Práctico 3 (Anexo 1), se muestra paso


a paso el cálculo de la sensibilidad y la elasticidad del VANE respecto a las
distintas variables de interés. A continuación, se resumen los resultados
obtenidos de las elasticidades para tres variables de interés: el rendimiento
incremental de soja por riego (Rend. soja riego), el rendimiento incremental de
maíz por riego (Rend. maíz riego) y el costo por electricidad e imprevistos
(Costos EI). Este último ya fue detallado anteriormente como uno de los costos
de operación y mantenimiento, mientras que los rendimientos incrementales
definen las variables de venta adicional de los cultivos y se calculan como la
diferencia entre el rendimiento esperado sin riego y el rendimiento esperado
con riego.

Variable (X) VANE Base VANE % de Elasticidad


(+10% de X) variación (valor
absoluto)

Rend. maíz riego 24 232 27 062 11,7% 1,17

Rend. soja riego 24 232 26 129 7,8% 0,78

Costos EI 24 232 24 105 –0,5% 0,05

Del cuadro anterior, surge que el VANE es más sensible a variaciones en


el rendimiento incremental del maíz que a variaciones en las otras variables
consideras. Se espera que el VANE varíe en 1,17% ante cambios de 1% en el
rendimiento incremental del maíz.

7.1.3. Análisis de escenarios

A diferencia del análisis de sensibilidad, el análisis de escenarios consiste en


evaluar cómo varía el VAN (o el criterio de decisión analizado) ante diferentes
valores factibles de más de una variable de interés, en forma individual o
simultánea. Los escenarios a evaluar serán definidos para considerar
incertidumbres técnicas, económicas o políticas, para los cuales se deberán
suponer los valores que podrán tomar las diferentes variables y calcular el VAN
de acuerdo a esos insumos (HM Treasury, 2003). Puede ser útil también realizar
un análisis de sensibilidad considerando a su vez diferentes escenarios futuros

80
(HM Treasury, 2003). Ejemplos prácticos de análisis de escenarios se encuentran
en la resolución de la parte C de la Práctica 3 (Anexo 1).

7.1.4. Análisis Montecarlo

El análisis Montecarlo es una técnica de modelización de riesgos a partir de


variables con incertidumbre, que permite obtener como resultado un rango de
valores presentes netos con sus respectivas probabilidades de ocurrencia (HM
Treasury, 2003; SNIP, 2013). El análisis consiste en asociar distribuciones de
probabilidad a las diferentes variables que interesa testear, simular (por ejemplo,
10 000 veces para cada una, con el apoyo de una computadora) los posibles
valores que estas puedan tomar, y calcular el VAN para cada una de las
simulaciones (HM Treasury, 2003). Esto permitirá estimar rangos de valores
entre los cuales se encontrará el VAN y la probabilidad de que el VAN caiga en
cada uno de esos rangos. Por ejemplo, es de gran utilidad estimar con qué
probabilidad el VAN será mayor (o menor) que cero, ya que ello indicaría la
probabilidad de que el proyecto sea rentable (o no).

7.1.4.1. Distribución de probabilidad de las variables

El mayor desafío del análisis Montecarlo es determinar la distribución de


probabilidad de los diferentes componentes de costos y beneficios. Algunos
costos o beneficios que son conocidos con antelación (por ejemplo, el valor de la
inversión) serán tomados como determinísticos, pero la mayoría de los
parámetros de interés tendrán algún grado de incertidumbre. En este punto,
puede ser útil tomar en cuenta las variables que en el análisis de sensibilidad
hayan sido identificadas con mayor impacto en los resultados, es decir, aquellas
cuya elasticidad del VAN es mayor.

Para determinar las distribuciones probabilísticas de las variables,


usualmente se recomiendan dos opciones:

● Determinar la distribución a partir de datos históricos. Es posible


obtener distribuciones de probabilidad (paramétricas o no
paramétricas) para variables de interés en función del
comportamiento observado en el pasado. Por ejemplo, examinando
los precios de los cereales en el último año se puede suponer que se
comportará de igual manera en el período del proyecto. Esta forma
de determinar las distribuciones asume que la variable se
comportará en el futuro como ya lo ha hecho en el pasado.
● Determinar la distribución a partir de recomendaciones de
informantes calificados. En caso de no existir información histórica

81
o de que esta sea imperfecta, la distribución de probabilidad puede
definirse tomando supuestos de la literatura en el tema o a partir de
opiniones de informantes calificados sobre el comportamiento de la
variable en cuestión.

Otro punto a tomar en cuenta en el análisis Montecarlo es la correlación


entre las variables. Por ejemplo, para el caso analizado de la construcción de un
embalse, se puede establecer que existe una correlación positiva entre el
rendimiento del maíz y el rendimiento de la soja ya que, como ambos se cultivan
en la misma área y se encuentran en la misma estación de crecimiento, serán
afectados de manera similar por las condiciones climáticas. Por simplicidad, en
forma frecuente los analistas asumen que las variables de interés se comportan
de forma independiente (la correlación es cero). Esto hace que se consideren
todas las posibles alternativas, incluso las más irreales. Por ejemplo, que el
rendimiento simulado del maíz en un período para determinada simulación sea
el máximo posible y que, para la misma simulación y el mismo período, la soja
presente el rendimiento mínimo. Asimismo, y en caso de que el supuesto de
independencia no sea correcto, se estará caracterizando de manera errónea
(subestimando o sobreestimando) la variabilidad del resultado de interés, como
puede ser el VAN.

En el caso del ACB, existen tres tipos de correlaciones posibles: entre dos
o más variables para un mismo período, a través del tiempo para una sola variable
y a través del tiempo para dos o más variables. Al igual que la distribución
probabilística de las variables, la correlación entre variables puede obtenerse a
partir de análisis estadísticos o tomando en cuenta sugerencias de informantes
calificados o asumiendo ciertos supuestos de la literatura específica del tema. Los
equipos informáticos actuales y las técnicas desarrolladas permiten incorporar al
análisis estas variantes de correlaciones entre las variables.

82
Recuadro 8. Análisis Montecarlo

Sobre la base del análisis de sensibilidad presentado en el Recuadro 10, en la


Práctica 4 (Anexo 1) se plantea realizar un análisis Montecarlo del VANE,
tomando como variables estocásticas el rendimiento de la soja sin riego y el
rendimiento del maíz sin riego. Para simplificar el ejercicio, se supone que el
rendimiento de ambos cultivos con riego se mantiene constante en todo el
período de análisis e igual al valor esperado. En la misma línea, se asume que
el rendimiento de ambos cultivos es independiente, lo cual, como se explica en
el Anexo 1, es un supuesto conservador. Se supone que el comportamiento del
rendimiento de los cultivos sin riego corresponde a una distribución normal,
con los siguientes parámetros:

Parámetro Rend. Soja Rend. Maíz

Media (ton/ha) 2,159 5,096

Desvío estándar 0,442 1,371

Para la información brindada anteriormente, se realizan 5 000


simulaciones del VANE del proyecto usando el paquete estadístico R. En el
Anexo 1 se muestra información detallada sobre los pasos realizados en R para
el análisis Montecarlo. A continuación, se muestra el histograma de las 5 000
simulaciones e información de los cuartiles de los valores simulados, además
del mínimo y máximo obtenidos:

Cuartil 0% 25% 50% 75% 100%

VANE (miles de USD) 15 088 22 771 24 237 25 813 32 601

83
El mínimo valor del VANE simulado fue 15,1 millones de dólares, y el
máximo, 32,6 millones de dólares. A partir de cálculos adicionales, se puede
concluir además que, con un 90% de probabilidad, el VANE del proyecto se
encontrará entre 20,5 y 28 millones de dólares.

7.2. Riesgo e incertidumbre en medidas de adaptación


al cambio climático

Como se mencionó en el Capítulo 1, los efectos del cambio climático para el sector
agropecuario se pueden clasificar en dos categorías. Por un lado, se encuentran
los efectos graduales como consecuencia de cambios en las tendencias de las
variables climáticas y, por otro lado, se encuentran los shocks relacionados a la
ocurrencia de eventos climáticos extremos. A partir de eso, y tal como se indicó
en la sección 4.1, interesa aquí evaluar cómo se modifican los efectos del cambio
climático sobre la actividad agropecuaria en cuestión, a partir de la
implementación de la medida de adaptación considerada. La sección se divide en
dos partes. En la primera se describe cómo incorporar en el análisis los cambios
en las tendencias de las variables climáticas con un ejemplo simple, y en la
segunda parte se define el concepto de eventos climáticos extremos y se ilustra
una posible forma de tenerlos en cuenta a través del análisis Montecarlo.

7.2.1. Incorporación de cambios en las tendencias de variables climáticas

Con respecto a los efectos graduales del cambio climático, la dificultad está en
contar con información fiable sobre los impactos graduales en la actividad
agropecuaria en cuestión o en la definición de supuestos creíbles. Una vez
obtenida dicha información, podrá ser incorporada de manera directa sobre el
flujo de fondos. En el Recuadro 9 se plantea un ejemplo ficticio de un cambio en
las precipitaciones esperadas y su efecto sobre la demanda de riego.

84
Recuadro 9. Incorporación de efectos tendenciales

En la Práctica 5 del Anexo 1 se plantean ejercicios para incorporar de manera


estocástica cambios en la tendencia de las variables a través del tiempo. Esto es
muy útil a la hora de analizar los efectos del cambio climático en los proyectos
de inversión, dada la naturaleza incierta de este fenómeno. Por ejemplo,
supóngase que las proyecciones sobre cambio climático indican que las
precipitaciones anuales aumentarán en un 5% a partir del período 15 del
proyecto evaluado (cuyo horizonte temporal es de 30 años). Si la demanda
esperada de agua para riego se define como la diferencia entre el requerimiento
de agua del cultivo durante su ciclo y las precipitaciones en ese período,
entonces un aumento en las precipitaciones esperadas tendrá un efecto
negativo directo sobre la demanda esperada de agua para riego. De esa manera,
terminará impactando en el flujo de fondos privado y en la rentabilidad del
proyecto desde el punto de vista privado.

𝐸(𝐷𝑒𝑚𝑎𝑛𝑑𝑎 𝑑𝑒 𝑎𝑔𝑢𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑟𝑖𝑒𝑔𝑜𝑡 ) = 𝐸(𝑅𝑒𝑞𝑢𝑒𝑟𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑐𝑢𝑙𝑡𝑖𝑣𝑜𝑡 ) − 𝐸(𝑃𝑟𝑒𝑐𝑖𝑝𝑖𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠𝑡 )

Para el caso del Anexo 1 se definió la demanda de agua para riego de maíz
en 540 mm/ha. Supóngase ahora que la precipitación esperada en la región
bajo estudio para el ciclo de cultivo es de 300 mm/ha y que a partir del período
15 aumenta en un 5%. Con base en esta información se puede establecer que las
precipitaciones y la demanda anual de agua para riego de maíz evolucionarán
según la tabla siguiente:

Período […] 14 15 16 17 18 […] 26 27 28 29 30

Precipitaciones p/ […] 300 300 315 315 315 […] 315 315 315 315 315
ciclo maíz (mm/ha)
Demanda de agua p/ […] 540 540 525 525 525 […] 525 525 525 525 525
riego maíz (mm/ha)
Venta de agua p/ […] 324 324 315 315 315 […] 315 315 315 315 315
riego maíz

En este ejemplo ficticio y esquemático se ve claramente cómo los


cambios en las tendencias de las variables climáticas pueden afectar el flujo de
fondos evaluado. El ejemplo presenta un cambio puntual en el nivel, aunque
este podría tomar cualquier otra forma.

85
7.2.2. Incorporación de eventos climáticos extremos

En relación con la incorporación de los eventos climáticos extremos (ECE) como


shocks en el análisis, la dificultad es mayor a la que se presenta cuando se
consideran los cambios en las tendencias de variables climáticas, ya que no solo
contiene un factor de incertidumbre respecto a su efecto sobre la evolución de los
flujos económicos, sino también respecto a la ocurrencia de estos eventos en el
futuro. Esta parte se concentrar en mostrar cómo definir los eventos climáticos
extremos y cómo incorporarlos al flujo de fondos analizado.

Para la actividad agropecuaria, los eventos climáticos extremos se definen


como cambios inusuales, severos o fuera de estación de los patrones de las
variables meteorológicas que, a su vez, pueden causar costos para la sociedad
(Leeds y Adas, 2013). Esta definición incluye situaciones de déficit hídrico severo,
sequías, olas de calor, inundaciones, tormentas, entre otras. Sin embargo, la
ocurrencia de estos eventos es difícil de prever por los modelos climáticos.

El primer desafío entonces será identificar los eventos climáticos extremos


que tengan capacidad de afectar el flujo de fondos incrementales de la medida de
adaptación evaluada como proyecto. Para ello se recomienda realizar una revisión
de la ocurrencia de eventos en el área de influencia en el pasado, seleccionar
aquellos cuyo impacto pueda potencialmente ser evitado total o parcialmente por
la medida de adaptación, y documentar los daños físicos y económicos causados
según la información histórica existente (Leeds y Adas, 2013). En este punto se
debe tener en cuenta que un evento extremo que es negativo para una actividad
agropecuaria (o económica en general) puede no afectar a otra actividad. En este
sentido, los eventos extremos relevantes deberán ser planteados y definidos
específicamente para cada proyecto en particular, según las actividades
agropecuarias y el área de estudio involucradas.

Una vez identificados los eventos relevantes para la medida de adaptación


evaluada, se deberá construir una función dosis-respuesta o función de daños,
que vincule la ocurrencia de eventos extremos y su severidad con la pérdida de
bienestar económico de los afectados. Esto podrá realizarse en dos fases, como se
muestra en la Figura 12. En la primera fase se modela la probabilidad de
ocurrencia de eventos climáticos extremos, y en la segunda fase se cuantifica el
impacto en términos físicos y económicos de la ocurrencia de estos eventos. Una
vez obtenida esta información, el siguiente paso será incorporar la incertidumbre
en la evaluación económica, a partir del análisis Montecarlo detallado en la
siguiente sección.

86
Figura 13. Función dosis-respuesta

Fuente: Elaboración propia.

7.2.2.1. Ocurrencia de eventos climáticos extremos

Partiendo de la base de que los eventos climáticos extremos de interés ya han sido
identificados, el objetivo de esta fase es definir los eventos extremos a partir de
escenarios de variables climáticas observables. Por ejemplo, establecer que una
situación de déficit hídrico para el cultivo X ocurrirá cuando las precipitaciones
acumuladas del mes Y sean menores que Z. Para esto existen dos dificultades:
decidir qué variables se deben tomar en cuenta para la definición de cierto evento
climático extremo y definir la cota a partir de la cual se dispara el evento. En este
caso se recomienda basarse, conjuntamente, en la información documentada
anteriormente al definir los eventos extremos y en la opinión de informantes
calificados sobre la actividad en cuestión en el área de influencia. Nótese que
también pueden considerarse otras variables más complejas, resultados de la
interacción de varias variables climáticas y situaciones particulares (por ejemplo,
balances hídricos). Asimismo, pueden considerarse períodos más prolongados a
un mes; por ejemplo, una estación de crecimiento de un cultivo puede configurar
la situación relevante.

7.2.2.2. Función de daño

Una vez definida la ocurrencia de eventos climáticos extremos, se deberá


determinar la función de daños económicos asociados a la ocurrencia de estos
eventos. Al igual que la definición de la ocurrencia de eventos extremos, también
podrá haber desacuerdo en los daños económicos generados como impacto de
estos. Parte de esta información podrá extraerse de la revisión inicial de la
ocurrencia histórica de eventos extremos. Sin embargo, se recomienda
complementarla con la opinión de informantes calificados en la materia o
entrevistas semiestructuradas a los afectados por eventos extremos en el pasado.
Leeds y Adas (2013) recomiendan realizar un proceso iterativo en donde se
simulen los resultados de la evaluación de la medida de adaptación con las
distintas opiniones de informantes calificados sobre la ocurrencia y los daños

87
generados por los eventos extremos. Luego, amerita discutir si los resultados son
realistas o si se deben redefinir los parámetros del modelo.

Cabe notar que los eventos extremos que tienen impacto sobre la
producción agropecuaria exportable del Uruguay no tendrán impacto sobre los
precios de los bienes, en el supuesto de que los volúmenes producidos en el país
no modifican de manera significativa los precios internacionales y que no se
cambia la posición exportadora del país. Sin embargo, para el caso de la
producción agropecuaria destinada al consumo interno, como la producción de
hortalizas, la ocurrencia de un evento extremo podría generar no solo un impacto
físico en la producción, sino que también podría alterar el precio de los bienes.
Por ejemplo, una inundación de un área hortícola puede reducir la oferta de estos
productos a nivel nacional y generar un alza en los precios. Por lo tanto, además
de los daños físicos, deberá estimarse el impacto en los precios de los bienes
afectados si se desata un evento climático extremo determinado.

88
Recuadro 10. Ejemplo de función de daño
Como ya se mencionó, los eventos climáticos extremos pueden afectar al
proyecto de inversión de manera incierta a lo largo del tiempo. Además, debido
al concepto de descuento de fondos expuesto en el Capítulo 4, para el proyecto
no significa lo mismo que el evento climático extremo ocurra en el primer
período o en el último período. En este sentido, el análisis Montecarlo se
presenta como una herramienta muy útil para medir y evaluar el impacto de
todas las posibilidades de ocurrencia de eventos climáticos extremos a lo largo
de la vida útil del proyecto. Sin embargo, la validez del análisis siempre
dependerá de la calidad de la información disponible acerca de la ocurrencia de
estos eventos y de su impacto.

A continuación, se presenta un resumen del ejercicio B de la Práctica 5


(Anexo 1), en el cual se evalúa un caso ficticio de ocurrencia de un evento
climático extremo relevante para la producción. El ejercicio plantea la
construcción de una función de daño y posteriormente la realización de un
análisis Montecarlo sobre la evaluación económica del proyecto.

El evento que interesa evaluar es la sequía, ya que sus impactos podrían


ser mitigados por la implementación de sistemas de riego. A continuación, se
presenta una posible función de daño que vincula la variable climática
precipitaciones acumuladas en diciembre, enero y febrero (DEF) con el
rendimiento esperado del maíz sin riego.

Evento Simulaciones a partir de DSSAT


extremo

Precipitaciones
100- 150- 250- 300- 350- 400 o
DEF acumuladas 0-100
150 250 300 350 400 más
(mm)

Rendimiento
esperado 0 2,858 3,443 4,343 4,658 4,883 5,018
(ton/ha)

89
7.2.2.3. Incorporación de eventos climáticos extremos al análisis

La incorporación de los efectos de los eventos climáticos extremos se realiza


mediante el análisis Montecarlo. En las secciones anteriores se indicó cómo
definir los eventos climáticos extremos a partir de escenarios para determinadas
variables climáticas y se mostró cómo estimar el daño económico causado por la
ocurrencia de estos. Partiendo de esto, la forma de incorporarlo al análisis será
simulando la ocurrencia de el o los eventos extremos identificados como
relevantes a lo largo del período de análisis, determinar los costos asociados a la
ocurrencia de cada evento extremo para los períodos en que ocurra, y calcular el
VAN en conjunto con la simulación de los parámetros del flujo de fondos que se
desea analizar.

Esto puede ser expresado en siete pasos, de la siguiente manera:

1. Determinar, para el horizonte temporal, las distribuciones de


probabilidad (a través del tiempo) de las variables climáticas que
definen los eventos extremos.
2. Simular los valores de las variables climáticas determinadas en el
paso 1 para todo el horizonte temporal.
3. Identificar los períodos en los cuales ocurrirían los eventos
climáticos extremos según el valor que toman las variables
climáticas durante el horizonte temporal, como se muestra en el
punto 7.2.1.1.
4. Estimar el daño causado por los eventos extremos a través de la
función de daño determinada en el punto 7.2.1.2.
5. Simular los valores de los costos y beneficios (no relacionados a
eventos extremos) que se desean examinar en el análisis
Montecarlo.
6. Calcular el VAN del proyecto, tomando en cuenta los costos
generados por los eventos climáticos extremos.
7. Volver a iterar el proceso la cantidad de veces que se considere
apropiada para el análisis.

El paso 1 podrá depender de diferentes escenarios de cambio climático.


Cuando esto sea así, será conveniente combinar el análisis de escenarios con el
análisis Montecarlo. Es decir, realizar un análisis Montecarlo para cada escenario
de cambio climático, expresado en las variables climáticas. A su vez, si se asignan
probabilidades a cada uno de los escenarios climáticos, estos pueden ser
incorporados directamente al análisis Montecarlo. Una aplicación práctica paso
a paso se encuentra en la resolución de la parte C de la Práctica 5 en el Anexo 1.

90
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96
Anexo 1. Resolución de prácticas
En el presente anexo se presenta y analiza desde la óptica de ACB el caso de un
proyecto de construcción de un embalse de medio porte para riego de cultivos de
secano en la cuenca del río San Salvador en Soriano, Uruguay. El proyecto se
concibe como una medida de adaptación al cambio climático, ya que se prevé que
el uso de riego sobre esa región mejore los rendimientos esperados de los cultivos,
disminuya su variabilidad y reduzca o elimine los impactos negativos de
fenómenos de sequía que eventualmente afectan a la zona. Se espera que el
embalse sea operado por un tercero (que podrá ser privado o público) que será el
que provea de agua para riego a los productores de la zona.

El anexo está dividido en tres partes. En la primera parte se describe el


caso de estudio y se plantean sus características técnicas y financieras. En la
segunda parte se exponen los ejercicios prácticos presentados durante el dictado
del curso sobre análisis costo beneficio aplicado a medidas de adaptación al
cambio climático realizado entre los días 2 y 6 de octubre de 2017, en el marco
del proyecto de elaboración del Plan Nacional de Adaptación al cambio y la
variabilidad climática para el sector agropecuario en Uruguay. En la tercera y
última parte se plantea paso a paso la resolución de los ejercicios prácticos
presentados en la segunda parte.

A.1. Caso de estudio

El siguiente ejemplo está basado en el trabajo de evaluación privada de la


implementación de embalses estratégicos en la cuenca hidrográfica del río San
Salvador en Soriano, realizado por Rosas, Ackermann y Buonomo (2014). Con
fines didácticos para esta guía y para el curso sobre análisis costo beneficio
aplicado a medidas de adaptación al cambio climático, el proyecto ha sido
acondicionado para ser presentarlo como medida de adaptación al cambio
climático y poder evaluarlo desde un punto de vista social. Adicionalmente, con
el fin simplificar la exposición de las técnicas de análisis y conceptos para medidas
de adaptación al cambio climático, los costos y beneficios del proyecto originales
fueron modificados, aunque se mantiene la estructura básica y los principales
supuestos usados en el informe de referencia.

97
A.1.1. Justificación y objetivo del proyecto

En línea con la Agenda de política para el desarrollo integral del riego hacia un
Uruguay agrointeligente, del MGAP, se desea evaluar desde el punto de vista
privado y social el desarrollo de riego suplementario a partir de la construcción
de un embalse ubicado en la cuenca hidrográfica del río San Salvador en Soriano.
El objetivo de la obra es mejorar el rendimiento esperado de los cultivos, reducir
la variabilidad de los rendimientos y evitar pérdidas debido a la ocurrencia de
fenómenos de déficit hídricos.

A.1.2. Características de la obra

La obra a evaluar consiste en la construcción de un embalse —el embalse 1 del


trabajo de Rosas, Ackermann y Buonomo (2014)— en la cuenca del río San
Salvador, en Soriano, el que ha sido identificado por la Dirección General de
Recursos Naturales del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (RENARE-
MGAP) como técnicamente factible. Según las especificidades técnicas de la obra,
se espera que la vida útil de esta sea de 30 años, lo cual está alineado con la
recomendación de SNIP (2014). A continuación, se presenta en la Figura 14 y en
la Tabla 17 la información técnica del proyecto. Se planea una implementación y
alcance gradual del servicio durante de los primeros 5 años hasta llegar a un
máximo de 5 448 hectáreas.

Figura 14. Cuenca del río San Salvador

Fuente: Rosas, Ackermann y Buonomo (2014).

98
Tabla 17. Características físicas del embalse bajo estudio

Descripción Embalse a construir

Espejo de agua (ha) 590

Volumen del embalse (Hm3) 33

Volumen movimiento de tierra (m3) 630 487

Imprevistos mov. tierra: 30% adicional (m3) 189 146

Altura de la represa (m) 17

Suelos cultivables (ha) 9 882

Área por regar (ha) 5 448

Fuente: Adaptado de Rosas et. al (2014).

A.1.3. Información financiera del proyecto

A partir de la información técnica detallada anteriormente se estima la


información relativa a los costos de inversión, costos fijos y operativos, e ingresos
del proyecto, y esta se presenta a precios constantes, al tiempo que se asume que
no hay variación en los costos e ingresos, más allá de la inflación.

Los costos de inversión se clasifican en:

1. Inversión fija al inicio de la obra. Corresponde a los egresos que se


realizan al inicio del proyecto para la construcción de la obra civil y
los canales de riego.
2. Inversión fija a lo largo de la vida útil del proyecto. La inversión
en los canales, bombas, obras accesorias y tendido eléctrico.
3. Valor residual. Se considera un valor residual de 50% del monto
invertido, que se recupera al final del período.

99
Tabla 18. Costos de inversión

Monto a
Rubro Componentes precios de Moneda
mercado
Mano de obra no calificada
1 000 Miles de USD
(incluidas leyes sociales)
Mano de obra calificada
800 Miles de USD
(incluidas leyes sociales)

Construcción de Materiales importados 1 400 Miles de USD


embalse Materiales nacionales sin impuestos 2 500 Miles de USD
Total antes de impuestos 5 700 Miles de USD
Impuestos 500 Miles de USD
Total después de impuestos 6 200 Miles de USD

Fuente: Elaboración propia.

Los costos fijos y variables se clasifican en:

1. Costos de operación y mantenimiento. Corresponden a energía


eléctrica, mano de obra e imprevistos.

◊ Energía e imprevistos. Se supone que la energía eléctrica y los


imprevistos son un 10% de los ingresos brutos del proyecto.
◊ Mano de obra. La operación del sistema de riego requiere 10
empleados a tiempo completo: dos técnicos calificados en el
manejo de embalses para riego, a los que se pagan USD
20 000 anuales, incluidas cargas sociales; operarios no
calificados, a los que se pagan USD 10 000 anuales, incluidas
cargas sociales.

2. Costos fijos. Corresponden al arrendamiento del área inundable. Se


supone que el proyecto arrienda la superficie que se inunda por el
embalse a un costo de USD 350 por hectárea al año.8
3. Pago de impuesto. El impuesto gravado se corresponde al 25% del
resultado contable de cada período, cuando este es positivo. Para el

8 Se asume que el área inundada es arrendada al propietario en vez de ser adquirida por el
proyecto. En el país han existido casos de ambas situaciones, con sus correspondientes
ventajas y desventajas.

100
cálculo del resultado contable se supone que la depreciación de la
inversión inicial se hace de manera lineal durante los 30 años del
proyecto.

Tabla 19. Costos del proyecto

Concepto Unidad Valor Período (años)

Costos de operación y % de los ingresos


(por electricidad e 10% Del 1 al 30
mantenimiento
imprevistos)
Miles de USD (por Del 1 al 30
100
mano de obra)
Costos fijos USD por ha 350 Del 1 al 30

Fuente: Elaboración propia.

Los ingresos del proyecto:

● Venta de agua. El proyecto proveerá riego suplementario. Se deberá


determinar la demanda de los productores para estimar los
ingresos.
● Subsidio. Se supone que de acuerdo con la Ley de Inversiones se
exonera el 50% del pago del impuesto durante 10 años.

El proyecto comienza a generar ingresos desde el año 1 de operación y


alcanzará la capacidad plena a partir del año 5. Además, los ingresos están
directamente relacionados a la incorporación del área bajo riego, la cual se asume
linealmente en los primeros 5 años (es decir, 20% por año).

Supuestos:

● El precio del agua para riego se supone constante en 0,6 USD/mm


para todos los períodos.
● Inicialmente, la demanda de agua para riego se supone constante
para cada cultivo, según la Tabla 20.
● Se supone por simplicidad que los únicos cultivos bajo riego serán
maíz y soja.

101
Tabla 20. Demanda de agua para riego

Demanda de agua para riego en mm/ha (*)

Parámetro Soja Maíz Sorgo Trigo

Demanda 276 540 540 240

(*) La demanda de agua incluye 20% pérdida por ineficiencia de conducción (fuente: entrevistas a
informantes calificados).
Fuente: Rosas et al. (2014).

A.1.4. Características de cultivos

El rendimiento bajo riego se caracteriza por tener una media mayor y una
variabilidad menor que los mismos cultivos sin riego. La Tabla 21 presenta la
media y los coeficientes de variación para los cultivos típicos de la zona
—recabados a partir de entrevistas a informantes calificados en el trabajo de
Rosas et al. (2014)—.

Tabla 21. Rendimiento de cultivos con y sin riego

Parámetro Soja Maíz Sorgo Trigo Cebada Arroz

Rendimiento sin riego

Media (ton/ha) 2 159 5 096 4 546 2 981 2 858 8 172

Coeficiente de
0,20 0,23 0,16 0,17 0,18 0,08
variación

Rendimientos con riego

Media (ton/ha) 3 639 9 773 10 107 - - 8 173

Coeficiente de
0,09 0,09 0,06 - - 0,08
variación

Fuente: Rosas et al. (2014).

● Se supone que los cultivos de invierno no se riegan.


● Se supone que la rotación promedio para la cuenca del río San
Salvador, construida sobre la base de los Planes de uso y manejo de
suelos, es la siguiente: 60% de la superficie cultivada con soja y 40%
de la superficie con maíz, mientras que en invierno se cultiva 60% y
20% de cobertura de invierno y barbecho.

102
● Se supone que el proyecto puede proveer agua para riego incluso en
situaciones más severas de déficit hídrico para el área a
implementar bajo riego.

A.1.5. Beneficios y costos de los productores

Una vez estén construidos los canales, los productores podrán hacer uso del agua
bombeada mediante inversión en equipos de riego los tienen un costo estimado
según la Tabla 22.

Tabla 22. Costos de inversión de los productores

Concepto Unidad Valor Detalle

Costo del equipo de riego Costo por ha/año


USD/ha 3 000
2013-2014

Fuente: Rosas et al. (2014).

A su vez, la Tabla 23 muestra los precios a partir de los cuales se calculan


los ingresos de los productores.

Tabla 23. Precio por tonelada de soja y maíz

Concepto Unidad Valor

Precio FOB de la soja USD/ton 480

Precio FOB de la maíz USD/ton 250

Fuente: Elaboración propia.

Por otra parte, se espera que los costos de los insumos para la producción
con y sin riego varíen de acuerdo Tabla 24.

103
Tabla 24. Costos operativos anuales de los productores con y sin riego

Concepto Unidad Soja Maíz Sorgo Pasturas

Costos sin riego

Insumos USD/ha 550 937 406 196

Labores USD/ha 111 130 83 78

Agua para riego USD/ha 0 0 0 0

Costos con riego (*)

Insumos USD/ha 573 1 120 406 236

Labores USD/ha 111 130 83 78

Agua para riego (*) USD/ha 113 221 221 98

(*) La demanda de agua incluye 20% pérdida por ineficiencia de conducción (fuente: entrevistas
a informantes calificados).
Fuente: Adaptado de Rosas et al. (2014).

Supuestos:

● La categoría insumos de los productores se considera como bienes


importados.
● El 100% de la producción es exportada por los productores.
● Se considera que las labores se realizan con mano de obra no
calificada.
● La inversión en riego de los productores está exonerada de
impuestos.

A.2. Prácticas

A.2.1. Práctica 1

Evaluación privada de proyectos de inversión

Tomando en cuenta los puntos A.1.1, A.1.2, A.1.3 y A.1.4 del caso de estudio
presentado, evalúe financieramente la construcción del embalse planteado en la
cuenca del río San Salvador desde el punto de vista del inversor.

a. Identifique los costos y beneficios relevantes para el estudio


financiero de la implementación del sistema de riego.

104
b. Determine el valor de los costos y beneficios para el período de vida
del proyecto según la información brindada en la letra del caso.
c. Construya el flujo de fondos a partir de los costos determinados en
el punto b.
d. Calcule las siguientes medidas resumen: VAN, TIR y ratio costo-
beneficios para diferentes tasas de interés.
e. Con base en la información obtenida realice una recomendación
final sobre si realizar o no el proyecto de inversión.

Resolución

Parte a) Identifique los costos y beneficios relevantes para el estudio


financiero de la implementación del sistema de riego.

De acuerdo con la caracterización presentada en el punto 2.6, el primer paso para


determinar los costos y beneficios del proyecto será identificar los efectos
directos-privados del proyecto bajo análisis. A continuación, se presentan los
efectos identificados en el caso de estudio de la sección A.1.

Tabla 25. Efectos directos privados

Tipo de efectos Beneficios Costos

Directos - privados Venta de agua para riego Inversión inicial


Subsidio Costos de operación y mantenimiento:
– Costos fijos
– Mano de obra
– Consumo de energía
Impuestos

A continuación, se identifican los costos y beneficios relevantes para el


estudio financiero, es decir los costos y beneficios privados.

Beneficios privados:

● Venta de agua para riego. La empresa encargada de la operación


del embalse venderá agua a los productores obteniendo un beneficio
por los ingresos por ese rubro.
● Subsidio. La obtención de subsidios cuenta como un beneficio desde
el punto de vista privado ya que afecta los movimientos de caja.

105
Costos privados:

● Inversión inicial. Para llevar adelante el proyecto, el inversor


deberá construir el embalse y el sistema de distribución de agua
para riego, lo cual cuenta como un efecto directo privado.
● Costos de operación y mantenimiento. Los costos necesarios para
operar el embalse por el agente privado que lleva adelante el
proyecto, corresponde a efectos directos privados.
● Impuesto. El pago de impuestos cuenta como un costo desde la
óptica privada.

Parte b) Determine el valor de los costos y beneficios para el período de


vida del proyecto según la información brindada en la letra del caso.

Siguiendo la recomendación de la sección 3.2, se clasifican los costos y beneficios


como: costo de inversión, beneficios, costos de operación y mantenimiento y valor
de rescate.

1. Costo de la inversión (–)

● Inversión inicial en embalse y canales de distribución (Inv.


inicial)

De acuerdo con la información del caso de estudio, el costo de inversión


asciende a 6,2 millones de dólares.

2. Beneficios (+)

● Venta de agua para riego de soja (Venta p/riego soja)


● Venta de agua para riego de maíz (Venta p/riego maíz)

Para calcular la venta de agua para riego de soja y maíz es necesario


recopilar tres parámetros para cada uno de los períodos: el área cultivada de cada
uno de los cereales, la cantidad de agua de riego demandada por cada uno y el
precio del agua. Una vez determinados el valor de todos los parámetros, la
magnitud de los beneficios se calcula de la siguiente manera:

𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒 𝑏𝑎𝑗𝑜 𝑟𝑖𝑒𝑔𝑜 × 𝐷𝑒𝑚𝑎𝑛𝑑𝑎 𝑑𝑒 𝑎𝑔𝑢𝑎 (𝑝𝑜𝑟 𝑢𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒)


× 𝑃𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑎𝑔𝑢𝑎

Por ejemplo, para el caso particular de la soja, los ingresos por venta de
agua en el primer período asciende a 108 000 dólares, debido a que:

◊ El área bajo riego de soja para el primer período es de 654 ha


(calculadas como el 20% de 5 448 ha correspondientes a la

106
implementación gradual de riego, multiplicadas a su vez por 60%
correspondiente a la fracción de soja).
◊ La demanda de agua por hectárea para soja es de 276 mm/ha.
◊ El precio del agua es de 0,6 USD/mm.
● Beneficios fiscales (B. fiscales)

Por su parte, de acuerdo con el caso de estudio, los beneficios fiscales se


obtienen multiplicando los impuestos a pagar en cada período por 50%.

3. Costos de operación y mantenimiento (Costo OM) (–)

● Costo de electricidad e imprevistos (Costo EI)

El costo de electricidad e imprevistos se obtiene multiplicando por 10% el


total de los beneficios por riego percibidos en cada período. Es decir, la suma de
los ingresos por venta de agua para riego de soja y maíz.

● Costo de mano de obra (Costo MO)

El costo anual por mano de obra se obtiene multiplicando la cantidad de


empleados por sus respectivos sueldos anuales.

● Costos fijos por arrendamiento de área inundada por embalse


(Costos fijos)

Los costos fijos anuales por arrendamiento del área inundada se obtienen
multiplicando el área del lago por el precio anual de arrendamiento de la tierra.

● Pago de impuestos

El monto a anual a pagar por impuestos se obtiene como el 25% del


resultado antes de impuestos (es decir, los beneficios menos los costos, sin tomar
en cuenta el pago de impuestos ni la obtención de subsidios), cuando este es
positivo.

4. Valor de rescate (+)

● Valor de rescate de embalse y canales de distribución (Valor R.)

De acuerdo con el estudio de caso, el valor residual de la inversión inicial


se estima en un 50% del valor total de la inversión inicial.

Parte c) Construya el flujo de fondos a partir de los costos determinados


en la parte b.

En la Tabla 26 se detalla el valor por período de cada costo y beneficio para los
primeros cinco períodos (que corresponde a los años que se estima para llegar a

107
la capacidad máxima de producción) y el último período de análisis. En la última
fila de la tabla se halla el flujo de beneficios netos por períodos. Es decir, la suma
de los beneficios menos los costos de cada período.

Tabla 26. Flujo de fondos privados para evaluación privada, en miles de dólares

Período 0 1 2 3 4 5 […] 30

1. Costo de
–6 200 - - […] - […] -
inversión

Inv. inicial –6 200 - - […] - […] -

2. Beneficios - 249 484 705 926 1 347 […] 1 247

Venta p/riego
- 108 217 325 433 541 […] 541
soja

Venta p/riego
- 141 282 424 565 706 […] 706
maíz

B. fiscales - - 15 43 71 100 […] -

3. Costos OM - –351 –407 –488 –569 –650 […] –1 425

Costo EI - –25 –50 –75 –100 –125 […] –125

Costos MO - –120 –120 –120 –120 –120 […] –120

Costos fijos - –207 –207 –207 –207 –207 […] –207

Impuesto - - –31 –87 –143 –199 […] –974

4. Valor de
- - - - - - […] 3 100
rescate

Beneficios
–6 200 –102 77 217 357 697 […] 2 922
netos

Parte d) Calcule las siguientes medidas resumen: VAN, TIR y ratio costo-
beneficios para diferentes tasas de interés.

● Valor actual neto

Sobre la base de los costos y beneficios determinados en la Tabla 26, se


plantea a continuación el cálculo del valor actual neto, a una tasa de descuento
privada arbitraria del 10%. En la tabla que se encuentra a continuación se

108
presentan, de forma esquemática, flujos de fondos sin descontar, los factores de
descuento para cada período, y el flujo de fondos descontado.

Tabla 27. Cálculo de flujo de fondos (FF) descontado

Período 0 1 2 3 4 5 […] 30

FF sin descontar –6 200 –102 77 217 357 697 […] 2 922

Factor de
1 1,10 1,21 1,33 1,46 1,61 […] 17,45
descuento

FF descontado –6 200 –93 63 163 244 433 […] 167

𝐹𝑎𝑐𝑡𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑜 = (1 + 𝑖)𝑡 , 𝑐𝑜𝑛 𝑡 = 0, 1, 2 … 𝑛

A partir de la información anterior se puede obtener el valor actual neto


como la suma de todos los valores del flujo de fondos descontado. El valor actual
neto de la inversión desde el punto de vista privado y para una tasa de 10% será
de –1,657 miles de USD. Por lo tanto, la inversión no es rentable desde el punto
de vista privado.

● Tasa interna de retorno

El cálculo de la TIR y la TIRE puede realizarse fácilmente en una planilla


de cálculos usando la fórmula correspondiente, o haciendo variar la tasa de
descuento hasta que el VAN sea igual a cero. A continuación, se presenta de
manera gráfica la variación del VAN y el VANE del proyecto para diferentes tasas
de descuento y se indica cuál es el valor de la TIR y la TIRE.

Tabla 28. Cálculo de la TIR

TIR

Tasa de descuento privada 0,00% 3,00% 6,00% 7,34% 9,00% 12,00%

VAN (miles de USD) 12 796 5 210 1 180 0 –1 117 –2 515

109
Figura 15. TIR

● Ratio beneficio-costo

La ratio beneficio-costo se obtiene como la división entre el total de los


beneficios descontados sobre el total de los costos descontados (incluida la
inversión inicial).

Beneficios descontados: 9,89 millones de dólares


Costos descontados: 11 547 millones de dólares
Ratio beneficio-costo: 0,8565

Parte e) Con base en la información obtenida realice una recomendación


final sobre si realizar o no el proyecto de inversión desde el punto de vista
privado.

Los tres criterios de decisión muestran que la construcción de un embalse en la


cuenca del río San Salvador para proveer riego (según los parámetros definidos
en el caso de estudio) no será rentable desde el punto de vista privado: el valor
del VAN es menor a cero, la TIR es menor a la tasa de retorno requerida por el
inversor y la ratio costo-beneficio es menor a uno. Por ello se recomienda no
llevar adelante la inversión.

A.2.2. Práctica 2

Evaluación social de proyectos de inversión

A partir de la información calculada en la Práctica 1 y tomando en cuenta las


partes a, b, c, d y e, evalúe la construcción del embalse de riego desde el punto de
vista social.

110
a. Identifique los costos y beneficios desde el punto de vista social.
b. Valore los flujos de costos y beneficios utilizando los precios sociales
considerando: bienes transables, bienes no transables y tipo de
mano de obra. Nota: Para los casos en que no se especifica, suponga
que no se pagan impuestos.
c. Construya el flujo de fondos para la evaluación social y halle las
medidas resumen (VANE y TIRE) usando la tasa de descuento
social del manual de SNIP (2013).
d. Con base en la información obtenida realice una recomendación
final sobre si realizar o no el proyecto de inversión.

Resolución

Parte a) Identifique los costos y beneficios desde el punto de vista social.

De acuerdo con la caracterización presentada en el punto 2.6 de la guía, para


identificar los costos y beneficios desde el punto de vista social primero se deben
identificar los costos y beneficios directos privados y sociales, indirectos,
externalidades e intangibles, y luego cancelar aquellos costos y beneficios que
correspondan a transferencias entre los agentes. La Tabla 29 identifica todos los
costos y beneficios desde el punto de vista social.

Tabla 29. Efectos sociales

Tipo de efectos Beneficios Costos

Directos - privados Venta de agua Inversión inicial


para riego Costos de operación y mantenimiento:
Subsidio – Costos fijos
– Mano de obra
– Consumo de energía
Impuestos

Directos - sociales Rendimiento Inversión inicial de productores


incremental de Compra de agua para riego
cultivos Costos de operación y mantenimiento de productores
Subsidios

Indirectos

Externalidades Pérdida de servicio de secuestro de carbono

Intangibles Pérdida de servicios de purificación

111
Beneficios directos privados:

● Venta de agua para riego. La empresa encargada de la operación


del embalse venderá agua a los productores obteniendo un beneficio
por los ingresos por ese rubro.
● Subsidio. La obtención de subsidios cuenta como un beneficio desde
el punto de vista privado, ya que afecta a los movimientos de caja.

Costos directos privados:

● Inversión inicial. Para llevar adelante el proyecto, el inversor


deberá construir el embalse y el sistema de distribución de agua
para riego, lo cual cuenta como un efecto directo privado.
● Costos de operación y mantenimiento. Los costos necesarios para
operar el embalse por el agente privado que lleva adelante el
proyecto corresponden a efectos directos privados.
● Impuesto. El pago de impuestos cuenta como un costo desde la
óptica privada.

Beneficios directos sociales:

● Rendimiento incremental de cultivos. Se espera que el riego mejore


el rendimiento de los cultivos bajo riego de los productores y no por
la empresa que opera el embalse; por tanto, este efecto cuenta como
un beneficio social.

Costos directos sociales:

● Inversión inicial de productores. Para conectarse al sistema de


riego es necesario que los productores realicen inversiones
adicionales a las del embalse. Debido a que no son pagadas por el
ejecutante del proyecto pero que son costos incrementales que los
productores incurren debido al proyecto, se consideran como un
costo social.
● Compra de agua.: Los productores deberán comprar agua para
riego a la empresa que opera el embalse.
● Costo de operación y mantenimiento del sistema de riego. Como
consecuencia de la adopción de riego, los productores deberán
incurrir en costos de operación y mantenimiento incrementales a
los que ya tenían en la producción de cultivos sin riego (insumos y
mano de obra).

112
Externalidades:

● Pérdida del servicio de secuestración de carbono. Parte del monte


ribereño quedará bajo agua una vez construido el embalse. Debido
a eso, se perderá el servicio de secuestración de carbono que el
monte proveía y, por tanto, se generará una externalidad local.

Intangibles:

● Pérdida del servicio de purificación. Al igual que la pérdida del


servicio de secuestración de carbono, la pérdida de monte ribereño
hará que se pierda el servicio de purificación de agua que evitaba
que el suelo perdido por la erosión llegara hacia los cursos de agua.
En teoría esto contaría como una externalidad a nivel local, siempre
y cuando se pudiera constatar que perjudica a alguna parte de la
sociedad. Sin embargo, debido a que la estimación es muy difícil, se
tomará como un efecto intangible.

Dentro de los costos y beneficios antes identificados existen dos tipos de


transferencias:

● Impuestos y subsidios. Los impuestos y subsidios son transferidos


entre la empresa y el Estado, lo cual hace que, desde la óptica social,
lo que es costo para uno es beneficio para otro, y viceversa.
● Compra y venta de agua para riego. Para la empresa, la venta de
agua para riego es un beneficio, mientras que para los agricultores
es un costo. Por tanto, desde la óptica social estos no deben ser
tomados en cuenta.

A continuación, se enumeran los costos y beneficios sociales que deben


tomarse en cuenta luego de identificar los costos y beneficios privados que
corresponden a transferencias entre agentes:

1. Costo de la inversión (–)

◊ Inversión inicial en embalse y canales de distribución (Inv.


inicial)
◊ Inversión de productores en equipos para riego (Inv.
productor)

2. Beneficios (+)

◊ Venta de agua para riego de soja (Venta p/riego soja)


◊ Venta de agua para riego de maíz (Venta p/riego maíz)
◊ Beneficios fiscales (B. fiscales)

113
◊ Venta incremental de soja por riego (Venta soja riego)
◊ Venta incremental de maíz para riego (Venta maíz riego)

3. Costos de operación y mantenimiento (OM) (–)

◊ Costo de electricidad e imprevistos (Costo EI)


◊ Costo de mano de obra (Costo MO)
◊ Costos fijos por arrendamiento de área inundada por embalse
(Costos fijos)
◊ Pago de impuestos (Impuestos)
◊ Costo incremental de productores por riego de soja (Costo
riego soja)
◊ Costo incremental de productores por riego de maíz (Costo
riego maíz)

4. Valor de rescate (+)

◊ Valor de rescate de embalse y canales de distribución (Valor


rescate)

Parte b) Valore los flujos de costos y beneficios utilizando los precios


sociales, considerando: bienes transables, bienes no transables y tipo de
mano de obra. Nota: Para los casos en que no se especifica, suponga que
no se pagan impuestos.

Para valorar los efectos a precios sociales, se deberán multiplicar los diferentes
componentes de los costos y beneficios por sus respectivos precios de cuenta.

Costo de la inversión (–)

● Inversión inicial:

Para valorar la inversión inicial a precios sociales se deberá multiplicar el


monto de cada uno de los componentes de dicha inversión inicial por la relación
de precio de cuenta correspondiente:

114
Tabla 30. Inversión inicial valorada a precios sociales

Componentes Monto total a RPC Monto total a


precios de mercado precios sociales
(Miles de USD)

MO no calificada (inc. LLSS) 1 000 0,64 640

MO calificada (incl. LLSS) 800 1 800

Materiales importados 1 400 1,21 1 694

Materiales nacionales 2 500 1 2 500

Total antes de impuestos 5 700 5 634

Impuestos 500

Total después de impuestos 6 200

Inversión de productores en equipos para riego

Debido a que el equipo de riego de los productores es importado, el valor de la


inversión a precios sociales se obtiene como el valor a precios de mercado
multiplicado por 1,21, que es la RPC para bienes transables. La implementación
del sistema de riego es gradual y se asume que la inversión se realiza por unidad
de superficie, por lo que el costo anual de la inversión a precios de mercado se
calcula como la multiplicación entre la superficie que se incorpora al sistema de
riego por el valor de la inversión por unidad de superficie. A partir de ello, el valor
anual de la inversión de los productores en el sistema de riego es el siguiente:
𝑀𝑖𝑙𝑒𝑠 𝑈𝑆𝐷
1 090 ℎ𝑎 × (− 3 630 ) × 1,21 = −4 786 𝑚𝑖𝑙𝑒𝑠 𝑈𝑆𝐷
ℎ𝑎

Beneficios (+):

● Venta incremental de soja por riego (Venta soja riego)


● Venta incremental de maíz para riego (Venta maíz riego)

Desde el punto de vista social, se espera que la implementación de un


sistema de riego en la cuenca del río San Salvador conlleve un aumento en los
rendimientos de soja y de maíz. Por lo tanto, deberá tomarse en cuenta el
rendimiento incremental esperado de los cultivos (rendimiento del cultivo con
proyecto menos rendimiento de cultivo sin proyecto) valorado a precios sociales.
Esto se calcula como el rendimiento incremental de los cultivos por unidad de
superficie (ha), multiplicado por la superficie sembrada en cada período y el

115
precio social de los cultivos en cuestión. Dado que los granos son un bien
exportable, el precio social de estos se calcula como el precio de mercado
multiplicado por la RPC de la divisa. A continuación, se presenta como ejemplo
el cálculo de los ingresos incrementales de la soja y del maíz en el período 1.
𝑡𝑜𝑛 𝑈𝑆𝐷
Soja t1: (3,639 − 2,159) × 654 ℎ𝑎 × 480 𝑡𝑜𝑛 × 1,21 = 𝑈𝑆𝐷 561 962
ℎ𝑎
𝑡𝑜𝑛 𝑈𝑆𝐷
Maíz t1: (9,773 − 5,096) × 436 ℎ𝑎 × 250 𝑡𝑜𝑛 × 1,21 = 𝑈𝑆𝐷 616 623
ℎ𝑎

Costos de operación y mantenimiento (OM) (–):

● Costo de electricidad e imprevistos (Costo EI)

Los costos por electricidad e imprevistos son idénticos que para la


evaluación privada, ya que se consideran como no transables y se supone (por
letra del ejercicio) que no se paga impuestos por ellos.

● Costo de mano de obra (Costo MO)

Para calcular el costo de la mano de obra, primero deben diferenciarse los


empleados entre mano de obra calificada, mano de obra semicalificada y mano
de obra no calificada. Adicionalmente, siguiendo la guía del SNIP, se incorpora el
costo de la mano de obra incluyendo leyes sociales, entendiendo que esto no es
una transferencia social. Sin embargo, esta práctica no está generalizada en todas
las guías de ACB consultadas y suele excluirse por entenderse que las obligaciones
sociales son transferidas a otros estratos de la sociedad. Se multiplica la cantidad
de empleados por su respectivo precio social, el que se calcula como el precio de
la mano de obra por su respectivo RPC (1 para mano de obra calificada y 0,55
para mano de obra no calificada). A continuación, se presenta el cálculo del costo
de mano de obra anual para cada tipo de empleado:

Costo anual de mano de obra calificada:


𝑈𝑆𝐷
2 𝑒𝑚𝑝𝑙𝑒𝑎𝑑𝑜𝑠 × 20 𝑚𝑖𝑙𝑒𝑠 × 1 = 40 𝑚𝑖𝑙𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑈𝑆𝐷
𝑒𝑚𝑝𝑙𝑒𝑎𝑑𝑜

Costo anual de mano de obra no calificada:


𝑈𝑆𝐷
8 𝑒𝑚𝑝𝑙𝑒𝑎𝑑𝑜𝑠 × 10 𝑚𝑖𝑙𝑒𝑠 × 0,55 = 44 𝑚𝑖𝑙𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑈𝑆𝐷
𝑒𝑚𝑝𝑙𝑒𝑎𝑑𝑜

● Costos fijos por arrendamiento de área inundada por embalse


(Costos fijos)

116
Los costos fijos por arrendamiento se mantienen idénticos a los calculados
para la evaluación privada, debido a que se considera como bien no transable y se
supone que no paga impuestos (por letra del ejercicio).

● Costo incremental de productores por riego de soja (Costo riego


soja)
● Costo incremental de productores por riego de maíz (Costo riego
maíz)

La implementación de un sistema de riego de mediano porte hará que los


productores requieran más insumos de producción para poder operar con el
sistema de riego. Estos costos incrementales, que no son asumidos por el ejecutor
del proyecto de riego, tienen que ser considerados dentro de la evaluación social
debido a que representan un costo de oportunidad para esta. Para estimarlos,
simplemente se deberá multiplicar el requerimiento incremental de insumos por
la superficie regada en cada período y por la RPC de la divisa, debido a que se
asume que son bienes importados. A continuación, se presenta el cálculo del costo
incremental de los insumos para el riego de soja en el período 1:
Soja t1: 23 𝑈𝑆𝐷
ℎ𝑎
× 654 ℎ𝑎 × 1,21 = 18 194 𝑈𝑆𝐷
𝑈𝑆𝐷
Maíz t1: 183 ℎ𝑎
× 436 ℎ𝑎 × 1,21 = 97 508 𝑈𝑆𝐷

Valor de rescate (+)

● Valor de rescate de embalse y canales de distribución (V. rescate)

Por letra del ejercicio se supone que al final del período se recupera el 50%
del valor invertido. Por tanto, para calcular el valor de rescate de la inversión se
deberá multiplicar el monto invertido en el período cero a precios sociales, por
50%.

Parte c) Calcule medidas resumen (VANE y TIRE) usando la tasa de


descuento social del manual de SNIP (2013).

Una vez obtenido el monto de cada uno de los costos y beneficios valorados a
precios sociales, se construye el flujo de fondos. A continuación, se detalla el flujo
de fondos en la Tabla 21.

117
Tabla 31. Flujo de fondos para evaluación social, en miles de dólares

Período 0 1 2 3 4 5 […] 30

1. Costo de
–5 634 –4 786 –4 786 –4 786 –4 786 –4 786 […] -
inversión

Inv. productor –4 786 –4 786 –4 786 –4 786 –4 786 […] -

Inv. inicial –5 634 - - - - - […] -

2. Beneficios - 1 179 2 357 3 536 4 714 5 893 […] 5 893

Venta soja riego - 562 1 124 1 686 2 248 2 810 […] 2 810

Venta maíz riego - 617 1 233 1 850 2 466 3 083 […] 3 083

3. Costos OM - –430 –570 –709 –849 –989 […] –989

Costo EI - –25 –25 –25 –25 –25 […] –25

Costos MO - –84 –84 –84 –84 –84 […] –84

Costos fijos - –207 –207 –207 –207 –207 […] –207

Costo riego soja - –15 –36 –55 –73 –91 […] –91

Costo riego maíz –97 –193 –290 –386 –483 […] –483

4. Valor de
- - - - - - […] 2 817
rescate

Beneficios
incrementales –5 634 –4 037 –2 998 –1 959 –920 118 […] 7 721
netos

Cálculo del VANE

En base los costos y beneficios determinados en el Tabla 31, se plantea a


continuación el cálculo del valor actual neto económico a una tasa de descuento
social determinado por SNIP (2014) para Uruguay de 7,5%. En la tabla que se
encuentra a continuación se presentan, de forma esquemática, el flujo de fondos
sin descontar valorado a precios sociales, los factores de descuento para cada
período, y el flujo de fondos descontado.

118
Tabla 32. Cálculo de flujo de fondos descontado

Período 0 1 2 3 4 5 […] 30

FF sin descontar –5 634 –4 037 –2 998 –1 959 –920 118 […] 7 721

Factor de
1 1,075 1,156 1,242 1,335 1,436 […] 8,755
descuento

FF descontado –5 634 –3 756 –2 595 –1 577 –689 82 […] 882

𝐹𝑎𝑐𝑡𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑜 = (1 + 𝑇𝑆𝐷)𝑡 , 𝑠𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑡 = 0, 1, 2 … 30

A partir de la información anterior se puede obtener el valor actual neto


económico (VANE) como la suma de todos los valores del flujo de fondos
descontado. A partir de eso, el valor actual neto económico del proyecto de
inversión desde el punto de vista social, y para una tasa social de descuento de
7,5%, será de 24 232 millones de dólares.

Tabla 33. Cálculo de la TIRE

TIRE

Tasa de descuento social


0,00% 7,50% 16,00% 16,99% 22,50% 30,00%

VANE (miles de USD) 109 989 24 232 2 635 0 –4 501 –7 298

119
Figura 16. TIRE

Parte d) Con base en la información obtenida realice una recomendación


final sobre si realizar o no el proyecto de inversión.

Los dos criterios analizados en la evaluación social indican que el proyecto, desde
el punto de vista de la eficiencia, debe llevarse adelante. El VANE indica que el
proyecto generará un incremento en el bienestar de la sociedad, mientras que la
TIRE muestra que la TSD elegida es menor que la TIRE.

A.2.3. Sensibilidad y análisis de escenarios

A partir de la información calculada en la práctica 2:

a. Calcule la sensibilidad del VANE a:

● el precio de la soja y del maíz;


● el rendimiento incremental de la soja y del maíz;
● la variable “costos por electricidad e imprevistos”.
Nota: Para la sensibilidad modifique los valores de las
variables en 10%.

b. A partir de lo calculado en el punto a, halle las elasticidades VANE


de las variables y grafíquelas de mayor a menor, en un mismo
gráfico.
c. Calcule el VANE para los siguientes escenarios:

● Suponga que debido al cambio climático se espera que las


precipitaciones esperadas anuales aumenten y no se sabe con
certeza como afectará el rendimiento de los cultivos sin riego.
Evalúe que ocurre con el VANE si a partir del año 15 los

120
rendimientos esperados de cultivos sin riego disminuyen en
un 5%, y qué ocurre sin aumentan un 5%.
● Suponga que los costos de la inversión inicial son mayores en
15% y que el área proyectada para riego es menor en 15%.

Partes a y b

● Calcule la sensibilidad del VANE:

◊ al precio de la soja y del maíz;


◊ al rendimiento incremental de la soja y del maíz
◊ a la variable costos por electricidad e imprevistos.

● A partir de lo calculado en el punto a, halle las elasticidades VANE


de las variables y grafíquelas de mayor a menor, en un mismo
gráfico.

La sensibilidad del VANE se calcula estimando cuanto varía el VANE en


porcentaje ante variaciones de una variable del flujo de fondos, para todos los
períodos afectados por la misma. En este caso se indica que el valor de la variable
de interés se modifique en un 10%, pero pueden usarse otros valores según se
crea conveniente. Calcular la sensibilidad respecto de diferentes valores puede
ser utilidad cuando la relación entre la variable a sensibilizar y la variable
resultado no es lineal.

Una de las debilidades de la sensibilidad es el hecho de que no es posible


comparar directamente la sensibilidad de dos variables conjuntamente, ya que el
resultado depende de la magnitud usada para el cálculo de la sensibilidad de cada
variable. Esto puede salvarse calculando las elasticidades, es decir dividiendo la
sensibilidad del VANE respecto al porcentaje al que fue sensibilizada cada
variable. De esta forma se expresa la sensibilidad en una unidad común que
expresa cuántos puntos porcentuales se modifica el VANE ante la variación en 1%
de la variable sensibilizada. A continuación, se presentan los resultados del
análisis de sensibilidad y el cálculo de las elasticidades.

121
Tabla 34. Cálculo de elasticidad del VANE

Variable VANE Base VANE Sensibilidad Valor abs. de


(+10% de x) (+10% de x) elasticidad

Rend. incremental maíz 24 232 27 062 12% 1,17

Rend. incremental soja 24 232 26 129 8% 0,78

Costos por EI 24 232 24 105 -1% 0,05

Del cuadro anterior, surge que el VANE es más sensible a variaciones en el


rendimiento incremental de maíz, que a variaciones en las otras variables
consideradas. Se espera que el VANE varíe en 1,17% a cambios en 1% en el
rendimiento incremental de Maíz.

Parte c

Calcule el VANE para los siguientes escenarios:

● Suponga que debido al cambio climático se espera que las


precipitaciones esperadas anuales aumenten y no se sabe con
certeza como afectará el rendimiento de los cultivos sin riego.
Evalúe que ocurre con el VANE si a partir del año 15 los
rendimientos esperados de cultivos sin riego disminuyen en un 5%,
y que ocurre sin aumentan un 5%.
● Suponga que los costos de la inversión inicial son mayores en 15% y
que el área proyectada para riego es menor en 15%.

El análisis de escenarios permite evaluar las variaciones del VAN, VANE o


cualquier otro indicador de interés diferentes escenarios posibles. La diferencia
con el análisis de sensibilidad es que permite considerar variaciones simultáneas
de diferentes variables del flujo de fondos y en diferentes períodos, según crea
conveniente el analista.

i) La letra del ejercicio plantea analizar qué ocurre si a partir del período
15 del proyecto analizado se modifican en un 5% (en aumento o en caída) el
rendimiento de los cultivos sin riego. Para ello se debe modificar la variable

122
rendimiento sin riego a partir del período 15 y hasta el período 30 y calcular el
VANE para lo mismo (Tabla 35).

Tabla 35. Análisis de escenarios

Escenario de aumento en las precipitaciones por VANE Unidad


cambio climático

Escenario base 24 232 Miles de USD

Rendimientos esperados sin riego aumentan en 5% a partir


23 551 Miles de USD
del año 15

Rendimientos esperados sin riego disminuyen en 5% a


24 912 Miles de USD
partir del año 15

ii) El segundo ejercicio de la letra plantea evaluar el escenario pesimista


de que la inversión inicial esté 15% por encima del valor estimado inicialmente y
que a su vez el área total bajo riego sea 15% menor a la estimada inicialmente. La
forma de cálculo es la misma que la expresada en el ejercicio anterior (Tabla 36).

Tabla 36. Análisis de escenarios

Aumento del costo de inversión y disminución en la VANE Unidad


adopción de riego

Escenario base 23 914 Miles de USD

Inversión inicial mayor en 15% y área de riego menor en 15% 18 219 Miles de USD

Los dos ejercicios anteriores muestran que el VANE del proyecto es


positivo para los escenarios analizados. Debe tenerse que la configuración de los
escenarios analizados dependerá de información disponible sobre la
incertidumbre de las diferentes variables y cómo estás pueden llegar a variar
simultáneamente a través del tiempo. Por tanto, cuanto mejor sea la información,
más completo será el análisis de escenarios.

A.2.4. Análisis Montecarlo

Para la Práctica 4 se combinarán los datos obtenidos en Excel con el


paquete estadístico R. Para ello se requiere lo siguiente:

123
● Exportar (guardar como) hoja “Practica4” en formato csv para la
carpeta de trabajo de R.
● Cargar en R la información exportada y seguir las instrucciones del
script “Practica4.R” en el paquete R.

Debajo se resume el script con los ejercicios allí planteados:

### Ejercicio 1: Obtener matriz de costos y beneficios sin


### descontar
### Ejercicio 2: Obtener el flujo de fondos sin descontar
### Ejercicio 3: Obtener el VANE descontado al 7,5%
### Ejercicio 4: Simular para el rendimiento por hectárea de
### soja sin riego y con dicha información simulada calcular
### la venta incremental de soja sin riego según datos de
### Tabla 8 (caso de estudio) para todos los períodos del
### proyecto, suponiendo distribución normal.
### Ejercicio 5: Hacer lo mismo para el maíz.
### Ejercicio 6: Hacer análisis Montecarlo del VANE con 5 000.
### iteraciones, simulando únicamente de rendimiento de soja
### sin riego.
### Ejercicio 7: ¿Con que probabilidad el VANE simulado es
### mayor a 25 000 000 USD?
### Ejercicio 8: Realice análisis Montecarlo del VANE
### considerando rendimientos sin riego de soja y maíz
### conjuntamente.

Resolución

Los ejercicios 1, 2, 3 tienen como objetivo llevar la información contenida dentro


de la planilla de cálculo al paquete R, por lo cual no serán tratados en este
apartado.

### Ejercicio 4: Simular para el rendimiento por hectárea de soja sin riego
y, con dicha información simulada calcular la venta incremental de soja sin riego
según datos de Tabla 8 (caso de estudio) para todos los períodos del proyecto,
suponiendo distribución normal.

Para realizar las simulaciones de los ejercicios 4 y 5 se utiliza el paquete


estadístico R. Pueden usarse también otros paquetes estadísticos.

124
Simulación de rendimiento de soja sin riego

Primero se pide simular el rendimiento de soja sin riego (RSSR) para todos los
períodos; este se distribuye normal con media 2,2 ton anuales y coeficiente de
variación 0,2. La función que se usará para simular dicha variable se denomina
rnorm. Usa como argumentos la media y el desvío estándar (que se obtiene de
multiplicar la media por el coeficiente de variación). A continuación, se presenta
el comando para simular 30 valores para el rendimiento de la soja sin riego, según
los parámetros anteriormente detallados, y los valores obtenidos luego de dicha
simulación, tal como se muestra en la salida de R:

rnorm(30 , 2.159 , 0.2 * 2.159)


[1] 1.850383 2.321709 2.158955 2.350981 2.049364 2.157216 1.849407
[8] 2.401104 1.995933 1.601367 2.065054 2.441052 2.073315 1.811942
[15] 2.045894 2.687374 2.666638 1.665689 2.001969 2.342932 2.053460
[22] 1.828364 1.981321 1.809568 2.554495 1.359777 2.378323 1.936185
[29] 2.046259 1.863597

Simulación de venta incremental de soja

Una vez obtenidos los valores simulados para los 30 períodos del proyecto,
pueden obtenerse las ventas incrementales calculando la ecuación de ventas
incrementales de soja para todos los períodos.

Cálculo de ventas incrementales de soja en el período 1:


𝑡𝑜𝑛 𝑈𝑆𝐷
(3,639 − 𝑅𝑆𝑆𝑅) × 654 ℎ𝑎 × 480 × 1,21
ℎ𝑎 𝑡𝑜𝑛

A continuación, se detallan los resultados obtenidos para las ventas


incrementales de soja a partir de la simulación del RSSR:

[1] 0.0000* 679.1448 1000.3605 1685.9358 1956.2623 3017.9543


2813.1949
[8] 3397.5755 2350.1690 3119.3941 3868.4847 2988.1664 2274.3262
2972.4830
[15] 3468.7043 3024.5430 1806.6801 1846.0483 3746.3683 3107.9345
2460.6096
[22] 3010.1785 3437.5269 3147.1346 3473.2123 2058.9525 4327.1482
2393.4191
[29] 3232.8276 3023.8485 3370.6363

125
* Nótese que se agrega el período 0, en el cual no existen ventas
incrementales, ya que es cuando se realiza la inversión inicial del proyecto.

### Ejercicio 5: Hacer lo mismo para el maíz

Corresponde hacer los mismos pasos, pero con los datos sobre el
rendimiento de maíz.

### Ejercicio 6: Hacer análisis Montecarlo del VANE con 5 000


iteraciones, simulando únicamente de rendimiento de soja sin riego.

Para realizar el análisis Montecarlo tal como se detalla en el ejercicio, se


deberá repetir 5 000 veces la misma lógica del ejercicio 6, pero esta vez utilizando
la ecuación a través del cual se halla el VANE. Con ello se obtendrán 5 000 valores
distintos de VANE, ya que para cada una de las iteraciones se obtendrán valores
distintos del rendimiento de soja sin riego, según su distribución probabilística.
En otras palabras, el paquete estadístico repetirá 5 000 veces la parte c de la
Práctica 2 usando los valores simulados del RSSR. A continuación, se presenta el
histograma de los resultados obtenidos del VANE.

126
Figura 17. Histograma del VANE, ejercicio 6

### Ejercicio 7: ¿Con que probabilidad el VANE simulado es mayor a


25 000 000 USD?

Una de las conclusiones interesantes que permite obtener el análisis


Montecarlo es la probabilidad de que la ratio que interesa, exceda determinado
valor. Cuando no es del todo cierto que el VANE sea mayor a cero, es de clara
utilidad calcular la probabilidad de que este exceda cero. Para el caso particular
de este ejercicio, se puede observar en el histograma anterior que la probabilidad
de que el VANE sea mayor a cero será muy cercana al 100%. Por tanto, se calcula
la probabilidad de que el VANE sea mayor a un número arbitrario, que se fijó en
2 000 000 de dólares. Lo anterior puede obtenerse como la división entre el
número de iteraciones en que el VANE es mayor que 25 000 millones de dólares
sobre el total de iteraciones. En términos prácticos, lo mismo se puede realizar
con la función que permita contar las iteraciones que supera dicha cota y
dividirlas entre 5 000, lo cual es igual a 32% (1 636 / 5 000). Esto dice que el
VANE será mayor a 25 millones de dólares con una probabilidad de 32% cuando
se simula el rendimiento sin riego de soja y las demás variables se suponen
determinísticas.

### Ejercicio 8: Realice análisis Montecarlo del VANE considerando


rendimiento sin riego de soja y maíz conjuntamente.

Este ejercicio consiste en repetir lo que se hizo en el ejercicio 7 pero


simulando simultánea e independientemente el rendimiento sin riego de soja y el
rendimiento sin riego de maíz. En la realidad se puede esperar que el rendimiento
de soja y de maíz sin riego estén correlacionados positivamente, ya que es lógico
pensar que en la misma región geográfica los cultivos sean afectados por la lluvia

127
de manera similar. Sin embargo, para simular los valores de manera
correlacionada es necesario contar con más información sobre el
comportamiento de las variables. En general, las variables simuladas en el
análisis Montecarlo se suelen simular de manera independiente, con lo cual
implícitamente se hace un supuesto conservador que implica que las variables
tomen valores extremos inversos. Lo anterior quiere decir que, si se supone que
el rendimiento de la soja y del maíz sin riego son independientes, ocurrirán casos
en que el rendimiento simulado de la soja sin riego será muy superior a la media
y, al mismo tiempo, el rendimiento simulado del maíz sin riego estará muy por
debajo de la media, y viceversa. En la tabla siguiente se presentan los parámetros
de distribución.

Tabla 37. Parámetros para distribución normal de soja y maíz sin riego

Parámetro Soja Maíz

Media (ton/ha) 2 159 5 096

Desvío estándar 0,442 1,371

Para la información brindada en esta tabla se realizaron 5 000


simulaciones del VANE del proyecto usando el paquete estadístico R, a través del
cual se obtuvo el siguiente histograma e información de los cuartiles de los valores
simulados.

Tabla 38. Cuartiles del VANE simulado

Cuartil 0% 25% 50% 75% 100%

VANE (miles de USD) 15 088 22 771 24 237 25 813 32 601

128
Figura 18. Histograma de VANE, ejercicio 8

De esto se concluye que el mínimo valor del VANE simulado fue de 15,1
millones de dólares y el máximo de 32,6 millones de dólares. Además, a partir de
cálculos adicionales, se puede concluir con un 90% de probabilidad que el VANE
del proyecto de inversión se encontrará entre los 20,5 y los 28,0 millones de
dólares.

A.2.5. Incorporación de variables meteorológicas

A partir de la información y comandos del script de R usado en el


“Practico4.R”, analice los siguientes puntos en el Script “Practico5.R”.

a. Realice el análisis Montecarlo para rendimientos esperados de soja


sin riego mayores en 5% a partir del año 15 (suponga que el
coeficiente de variación se mantiene constante).
b. Se supone que el rendimiento esperado del maíz sin riego está
relacionado con las precipitaciones según la tabla 39.

129
Tabla 39. Relación entre rendimiento esperado de maíz y precipitaciones
acumuladas en diciembre, enero y febrero

Precipitaciones DEF acum. Rendimiento (ton/ha)


(mm)
50 2 183
100 2 858
150 3 443
250 4 343
300 4 658
350 4 883
400 5 018

Fuente: Elaboración propia basada en Carriquiry y Baethgen (inédito), s.f.

Figura 19. Relación entre rendimiento esperado de maíz y precipitaciones

6000
Rend. esperado de maíz en Kg/ha

5000

4000

3000

2000

1000

0
0 50 100 150 200 250 300 350 400 450
mm de precipitación acumulada en dic., ene. y feb.

Fuente: Elaboración propia basada en Carriquiry y Baethgen (inédito), s.f.

Halle la forma de la función de rendimientos esperados a partir de los


datos sobre precipitaciones que se encuentran en la carpeta, siguiendo el script
de R provisto.

Realice un análisis Montecarlo haciendo variar el rendimiento de maíz sin


riego, suponiendo que los rendimientos esperados son variables y se explican a
partir del nivel de precipitaciones acumulado en diciembre, enero y febrero.

130
A.2.6. Incorporación de variables meteorológicas: Resolución

Ejercicio a) Realice el análisis Montecarlo para rendimientos esperados de soja


sin riego mayores en 5% a partir del año 15 (Suponga que el coeficiente de
variación se mantiene constante).

Este ejercicio consiste realizar simulaciones Montecarlo ante un escenario en el


cual la media de la distribución probabilística del rendimiento de soja sin riego
se ve modificada a través del tiempo (aumenta en un 5% a partir del año 15). En
la práctica esto implica que cada iteración estará compuesta por:

● Valores del RSSR simulados con una media de 2,159 toneladas por
hectárea y un desvío estándar 0,442 para los primeros 15 períodos
del proyecto.
● Valores del RSSR simulados con una media de 2,159*(105%)
toneladas por hectárea y un desvío estándar 0,442*(105%) para los
primeros 15 períodos del proyecto.

Ejercicio b) Halle la forma de la función de rendimientos esperados a partir de


los datos sobre precipitaciones que se encuentran en la carpeta de prácticas del
curso, que se compartió con la contraparte, siguiendo el script de R provisto.

Los pasos a provistos en el script de R para hallar la forma de la función de


rendimientos esperados a partir de los datos son los siguientes:

#1) Importe archivo de precipitaciones históricas

#2) Grafique el histograma de la función

#3) Ajuste la distribución observada a una distribución conocida

En el ejercicio práctico realizando en clase se brinda la serie temporal de


las precipitaciones acumuladas en los meses de diciembre, enero y febrero,
registradas en la estación meteorológica más cercana a la cuenca del río San
Salvador (Estación INIA la Estanzuela) entre los años 1967 y 2017. A
continuación, se presenta el histograma de dichos datos observados.

131
Figura 20. Histograma de precipitaciones acumuladas DEF entre 1967 y 2017

A partir de los datos observados se pide ajustar una distribución de


probabilidad conocida para luego poder realizar simulaciones Montecarlo. En
general, las precipitaciones suelen modelarse según una distribución gamma la
cual está definida por dos parámetros (k y lambda), los cuales se obtienen usando
la función “fitgamma” del paquete “fitdistriplus” en el software R. De acuerdo, a
la función a la estimación realizada, la distribución gamma que mejor se ajusta a
los datos observados tiene como parámetro k igual 6.19, y el parámetro lambda
igual a 0.019. A continuación, se presenta el histograma de 3000 valores
simulados de la variable precipitación acumulada diciembre, enero y febrero,
siguiendo una distribución de probabilidad gamma obtenida.

Figura 21. Histograma de precipitaciones simuladas

Ejercicio c) Realice un análisis Montecarlo haciendo variar el rendimiento de


maíz sin riego, suponiendo que los rendimientos esperados son variables y se
explican a partir del nivel de precipitaciones acumulado en diciembre, enero y
febrero.

132
Anteriormente se realizaron simulaciones Montecarlo, suponiendo que las
distribuciones de las variables bajo análisis se mantenían constantes o variaban
a partir de determinado período. En este ejercicio, en cambio, los parámetros de
la distribución de la variable simulada varían período a período dependiendo de
los valores que toma la variable climática precipitaciones acumuladas de
diciembre, enero y febrero. Por tanto, la simulación Montecarlo se realiza en tres
pasos para cada iteración: Un primer en el cual se simula la precipitación para
todos los períodos del proyecto; un segundo paso en el cual se asocia los valores
obtenidos para las precipitaciones de acumuladas de cada período a un
rendimiento esperado del maíz (Tabla 40); y un tercer paso en el cual se simulan
los rendimientos del maíz sin riego para cada período, tomando como parámetros
de la distribución probabilidad el rendimiento esperado de maíz obtenido en el
paso dos.

Esta forma de realizar las simulaciones Montecarlo permite tomar en


cuenta los eventos climáticos extremos a través de la relación entre una variable
climática que define el evento climático extremos y una variable física del
proyecto que “responde” a los eventos climáticos extremos de cierta manera. En
este caso en particular, el evento que se analiza es el déficit hídrico de acuerdo a
la siguiente tabla, que relaciona las precipitaciones acumuladas de cada período
con el rendimiento del cultivo de maíz sin riego.

Tabla 40. Función dosis respuesta

Evento Simulaciones a partir de DSSAT


extremo

Precipitaciones DEF 300- 350- 400 o


0-100 100-150 150-250 250-300
acumuladas (mm) 350 400 más

Rendimiento
0 2,858 3,443 4,343 4,658 4,883 5,018
esperado (ton/ha)

A continuación, se ejemplifica paso a paso la simulación Montecarlo para


una iteración:

Paso 1: Simulación de las precipitaciones acumuladas en diciembre,


enero y febrero para los 30 períodos del proyecto.

[1] 244.39972 589.12423 549.38236 187.25997 515.02163 542.00652


172.15518

133
[8] 268.22612 177.81979 276.68631 184.31601 297.25395 451.52831
408.23695
[15] 97.85168 187.22879 240.71892 210.39894 233.80257 289.94342
171.35744
[22] 182.47225 467.58109 259.70083 117.29555 349.18630 473.58983
272.94159
[29] 246.36907 344.47775

Paso 2: Se asocian las precipitaciones de cada período al rendimiento


esperado del maíz sin riego, de acuerdo con la Tabla 40.

[1] 3.443 5.018 5.018 3.443 5.018 5.018 3.443 4.343 3.443 4.343 3.443
4.343
[13] 5.018 5.018 0.000 3.443 3.443 3.443 3.443 4.343 3.443 3.443 5.018
4.343
[25] 2.858 4.658 5.018 4.343 3.443 4.658

Paso 3: Se simulan los rendimientos de cada caso, suponiendo que se


distribuyen normal con media igual al rendimiento esperado obtenido en el paso
2 y coeficiente de variación 0,23 (obtenido del enunciado del ejercicio).

[1] 2.868367 2.773370 6.355939 2.697286 6.650504 5.482622 3.410445


3.106246
[9] 3.071348 3.946634 4.997903 4.691602 2.124620 3.386348 0.000000
4.021517
[17] 4.676388 3.547777 2.515811 4.530697 2.487959 3.209216 4.582821
4.724210
[25] 2.453929 4.695051 4.239999 3.730160 4.457286 5.577443

Una vez obtenidos los rendimientos simulados del cultivo, se continúa


realizando el análisis Montecarlo incluyendo los demás costos y beneficios, tal
como se indicó en la Práctica 4.

134
Anexo 2. Conceptos
microeconómicos9
A. Preferencias individuales y bienestar

La teoría económica del bienestar parte de la premisa de que los individuos son
los dueños y jueces de su bienestar y de que, a través de la observación de las
decisiones que los individuos toman frente a diferentes canastas de bienes y
servicios, es posible realizar inferencias sobre el bienestar individual. Por
ejemplo, si el individuo prefiere una canasta de bienes y servicios 𝑋 a una canasta
de bienes y servicios 𝑌, se puede inferir que la canasta 𝑋 le genera mayor bienestar
que la canasta 𝑌. Dicho bienestar también se conoce como utilidad, y refiere al
placer o felicidad percibido por los individuos (Perman et al., 2003).

A esto se agregan dos propiedades importantes sobre las que se basa la


teoría. La primera es la propiedad de mas es mejor, que implica que el individuo
preferirá una canasta con mayor cantidad de un bien o un servicio que una
canasta con menor cantidad del mismo bien o servicio, dejando lo demás
constante. Mientras que la segunda propiedad es la de sustituibilidad entre
componentes de una canasta, que implica que es posible sustituir la disminución
de un bien o servicio con el aumento en la cantidad de otro, de forma tal que el
individuo se comporte de modo indiferente entre las dos canastas. Si se supone
que las dos propiedades anteriores se cumplen, entonces las canastas podrán ser
ordenadas de forma ordinal a través de la función de utilidad, que asigna un valor
numérico de utilidad a cada canasta de bienes en función de la cantidad de los
bienes contenidos en ella.

Considérese la siguiente función de utilidad, que expresa la utilidad


individual en función de la cantidad de bienes privados consumidos
(representados por el vector 𝑋) y los servicios ambientales (representados por el
vector 𝑄):

9 En el Anexo 2 se incluye un resumen de los conceptos microeconómicos del ACB presentados


en Boardman et al. (2011), con algunos complementos de Nicholson y Snyder (2008) y Perman
et al. (2003).

135
𝑢 = 𝑢(𝑋, 𝑄)

Donde 𝑋 = (𝑥1 , 𝑥2 , … , 𝑥𝐾 ) es el vector que refleja la cantidad de bienes


privados k consumidos y 𝑄 = (𝑞1 , 𝑞2 , … , 𝑞𝐽 ) es el vector que refleja la cantidad de
servicios ambientales percibidos por el individuo. Gráficamente la función de
utilidad se expresa como curvas isocuantas que determinan todas las posibles
combinaciones de bienes que hacen que el individuo mantenga el mismo nivel de
utilidad para cada nivel de utilidad.

Para simplificar la exposición supóngase que la función de utilidad


individual depende de solo dos factores: el consumo de un bien privado 𝑥 y un
servicio ambiental 𝑞. Para ese caso, una posible forma gráfica de la utilidad que
el individuo percibe ante diferentes combinaciones de bien 𝑥 y el servicio 𝑞 es la
que se muestra en la Figura 22. En dicha figura se presenta en el eje horizontal la
cantidad del servicio 𝑞 percibido por el individuo y en el eje vertical la cantidad
del bien privado 𝑥 consumido por el individuo. Adicionalmente se incluyen
diferentes curvas isocuantas que muestran las combinaciones de bienes que
permiten al individuo tener un nivel de utilidad dado. Como se puede notar, las
curvas isocuantas representan, por un lado, el principio de sustituibilidad, ya que
suponen que, dentro de cada curva, el individuo puede sustituir determinado
consumo del bien 𝑥 por el servicio 𝑞 manteniendo la misma utilidad 𝑢. Y, por otro
lado, representa el principio de más es mejor en el hecho de que cuanta más
cantidad del bien 𝑥 consuma el individuo, dejando la cantidad del otro bien o
servicio constante, mayor será el nivel de utilidad percibido (es decir, su utilidad
será representada por una isocuanta más lejana de los ejes en comparación con
la isocuanta que representa el punto de partida).

Como supuesto adicional se establece que el bien 𝑥 tiene un precio de


mercado 𝑝 igual a 𝑝0 , que el servicio ambiental 𝑞 tiene precio cero y que el
individuo busca maximizar su utilidad bajo una restricción presupuestaria 𝑀. En
ese contexto, la combinación de bienes que maximiza la utilidad del individuo
está dada por el punto A (con 𝑥 = 𝑀/𝑝0 y 1 = 𝑞0 ) por el cual pasa la isocuanta 𝑢0
(véase Figura 23). Esto se debe a dos razones. En primer lugar, dado que el nivel
de 𝑞 es fijo y está dado exógenamente (no es decidido por el individuo), la única
decisión que el individuo puede tomar es la cantidad del bien 𝑥 que desea
consumir. En segundo lugar, dada la propiedad de más es mejor, el individuo
maximizará su utilidad con el nivel máximo que pueda consumir de 𝑥, lo cual se
da en 𝑀, donde el individuo destina todo su ingreso a obtener un número 𝑀 de
bienes 𝑥 a precio 𝑝0 .

136
Figura 22. Función de utilidad individual

Fuente: Elaboración propia.

Figura 23. Maximización de utilidad

Fuente: Elaboración propia.

A partir de esto es posible extraer dos conclusiones sobre el


comportamiento del individuo y su bienestar individual, que son expuestas en las
siguientes dos subsecciones. La primera es la obtención de la curva de demanda
individual del bien 𝑥, que relaciona la cantidad consumida de determinado bien
o servicio con diferentes precios que este pueda tener. La segunda conclusión es
la valoración en términos monetarios de bienes sin valor de mercado (el servicio
ambiental 𝑞), a través de los conceptos denominados excedente compensatorio o
excedente equivalente.

137
A1. Curva de demanda individual

Para simplificar el desarrollo siguiente, se mantendrán los supuestos


anteriormente detallados:

● La función de utilidad individual depende únicamente de un bien


privado 𝑥 y de un servicio ambiental 𝑞.
● El bien privado 𝑥 tienen un precio de mercado 𝑝0 , mientras que el
servicio ambiental 𝑞 no tiene precio de mercado y está fijo en una
cantidad 𝑞0 determinada exógenamente (el individuo no puede
decidir qué cantidad del servicio ambiental q percibe).
● El individuo enfrenta una restricción presupuestaria 𝑀.

A partir de los supuestos anteriores, la función de utilidad individual puede


escribirse de la siguiente forma:

𝑢 = 𝑢(𝑥, 𝑞)

Como ya se mencionó en la introducción del Anexo 2, se supone que el


individuo busca maximizar su utilidad bajo la restricción presupuestaria que
enfrenta. Dicho de otra forma, el individuo buscará consumir la mayor cantidad
de bien𝑥 y servicio ambiental 𝑞 posible para su presupuesto 𝑀. El problema
anterior puede reescribirse de forma matemática de la siguiente manera:

𝑀𝑎𝑥𝑖𝑚𝑖𝑧𝑎𝑟 𝑢 = 𝑢(𝑥, 𝑞0 )

sujeto a:

𝑥 𝑝0 = 𝑀

La solución a este problema tiene como resultado la función de demanda


marshaliana que expresa la cantidad del bien 𝑥 para un nivel de precios 𝑝 y
presupuesto 𝑀, tal como se expresa en la siguiente ecuación:

𝑥 = 𝑥 (𝑝0 , 𝑀)

Si se sustituye la función anterior dentro de la función de utilidad se


observará entonces que la utilidad o bienestar del individuo va a depender, bajo
los supuestos antes establecidos, del precio del bien 𝑥 y de la restricción
presupuestaria que enfrenta. Para ilustrar lo anterior supóngase que el precio de
𝑥 aumenta de 𝑝0 a 𝑝1 (𝑝1 > 𝑝0 ). En ese caso, la máxima cantidad del bien 𝑥 que el
individuo puede obtener es menor que la cantidad original (𝑀/𝑝0 > 𝑀/𝑝1 ). Esto
no solo prueba la relación inversa que existe entre el precio y la cantidad
demandada de los bienes privados (a mayor precio, menor cantidad demandada),
sino que también indica que a nivel individual un aumento en los precios, dejando

138
lo demás constante, conlleva una pérdida en el bienestar individual (la utilidad
percibida por el individuo pasa de 𝑢0 a 𝑢𝑞 , siendo
𝑢1 < 𝑢0 ).

Figura 24. Cambios en la utilidad ante cambios en el precio

Fuente: Elaboración propia.

El mismo ejercicio puede hacerse con el nivel de ingreso, y se llega a la


conclusión de que cuanto mayor es el ingreso del individuo, mayor es la utilidad
que obtiene.

A2. Excedente compensatorio y excedente equivalente

Así como es posible relacionar las variaciones en el precio de los bienes privados
con cambios en el bienestar individual, también es posible medir la pérdida o
ganancia de bienestar por cambios en el nivel de bienes o servicios que no tienen
valor de mercado. Además, dichos cambios podrán ser expresados en términos
monetarios de manera indirecta a través de los conceptos denominados
excedente compensatorio o excedente equivalente. El excedente compensatorio
se define como la mínima cantidad de dinero que el individuo requiere para
mantener su nivel de utilidad constante en caso que el consumo de uno de los
bienes de su canasta se vea reducido de manera exógena. Por otra parte, el
excedente equivalente se define como la máxima cantidad de dinero que el
individuo estaría dispuesto a pagar para evitar una reducción exógena en el
consumo de alguno o ambos bienes de su canasta, ya sea por aumento de precios

139
o reducción del nivel del servicio ambiental. Si bien ambos conceptos parecerían
ser equivalentes, técnicamente son distintos.

Para mostrar en detalle la diferencia se ilustra a continuación un caso


simplificado, en el cual el individuo se enfrenta a cambios en el nivel del servicio
ambiental en dos casos distintos; uno en que la reducción del nivel del servicio
ambiental ocurrió realmente, y otro, en el cual se planea llevar a cabo acciones
que reducirán el nivel del servicio ambiental en el futuro. Para el primer caso,
supóngase que el individuo (de un momento a otro) ve reducido el servicio
ambiental de manera exógena, del nivel original 𝑞0 a un nivel menor 𝑞1 (por
ejemplo, si el servicio q es la calidad del agua, la reducción del servicio ambiental
calidad del agua puede deberse a un derrame de sustancias tóxicas río arriba de
donde se encuentra el individuo analizado). En ese momento, la canasta de bienes
del individuo pasará del punto A al punto B, con un nivel de utilidad menor dado
por la isocuanta 𝑢1 . A partir de ese punto se dirá que el excedente compensatorio
es igual a la mínima cantidad de dinero que le permitirá al individuo consumir
una cantidad tal del bien 𝑥 (mayor a 𝑀) que le permita volver a su utilidad original
dada por la isocuanta 𝑢0 . Gráficamente, esa cantidad está dada por el segmento
EC de la Figura 22, que llevaría al individuo del punto B al punto C.

Figura 25. Excedente compensatorio

Fuente: Elaboración propia.

Para el segundo caso, supóngase que se planea (en el futuro) instalar una
planta industrial que reduce el nivel de calidad ambiental de un nivel 𝑞0 a 𝑞1 (por
ejemplo, como consecuencia de que la planta libera efluentes nocivos río arriba

140
de donde se encuentra el individuo analizado). En ese caso, el excedente
equivalente será igual a la máxima cantidad de dinero que el individuo está
dispuesto a perder de su ingreso con el fin mantener el nivel de calidad ambiental
en 𝑞0 . Al igual que en el ejemplo anterior, una caída (en este caso hipotética) en
el nivel de 𝑞 (desde 𝑞𝑜 a 𝑞1 ) llevaría al individuo a un nivel inferior de utilidad
dado por el punto B y la isocuanta 𝑢1 . Por tanto, el máximo nivel de ingreso al que
el individuo estaría dispuesto a renunciar está dado por el punto C, donde el
individuo se mantiene al menos en el nivel de utilidad 𝑞1 que hipotéticamente
percibiría si ocurriese que el nivel de q efectivamente se reduce de 𝑞0 a 𝑞1 . Para
ver que más claramente que EE es el máximo ingreso al que el individuo está
dispuesto a renunciar, se plantea la situación de que el individuo esté dispuesto a
renunciar una cantidad D mayor a EE. Dicha cantidad D llevaría a que la cantidad
máxima de bien 𝑥 que el individuo pueda consumir sea M-D, lo cual está asociado
a una isocuanta más cercana a los ejes y por tanto se viola el supuesto de
maximización de utilidad.

Figura 26. Excedente equivalente

Fuente: Elaboración propia.

B. Bienestar social

La función de bienestar social expresa las preferencias y el bienestar de la


sociedad en su conjunto. Se obtiene a partir de la agregación de las funciones de
utilidad individuales. Por lo tanto, al igual que para el bienestar individual, los
cambios en los precios de mercado y en la oferta de bienes sin valor de mercado

141
tendrán efectos sobre el bienestar social. A su vez, dichos cambios en el bienestar
pueden ser medidos a partir de las curvas de oferta y demanda de mercado. La
presente sección del anexo se divide en tres partes. En la primera parte se
introducen los conceptos de curva de demanda de mercado y excedente del
consumidor. En la segunda parte se introducen los conceptos de curva de oferta
de mercado y excedente del productor. Y en la tercera y última parte se describe
el concepto de excedente social y los cambios en este como medida de cambios en
el bienestar social.

B1. Curvas de demanda y excedente del consumidor

Tal como se indicó en la sección A, la curva de demanda individual indica las


cantidades de un bien que un individuo está dispuesto a comprar en función del
precio. A partir de ello, la curva de demanda de mercado para un bien
determinado se entiende como la suma de las curvas de demanda de todos los
individuos que participan en el mercado. Por convención, esto se expresa
gráficamente a través una función que indica cuál es el precio del bien para
diferentes cantidades demandadas (véase Figura 24). La curva de demanda tiene
una pendiente negativa, que indica que cuanto menor es el precio del bien, mayor
será la demanda de los individuos por este.

Figura 27. Curva de demanda

Fuente: Elaboración propia basada en Boardman et al. (2011).

Por otra parte, la curva de demanda también puede ser interpretada como
la disposición a pagar por un bien que tiene la sociedad. Esto puede ser mejor
entendido como un proceso de subasta. Imagínese que el precio del bien que se
está representando es P1. Para ese precio, según la curva en la Figura 24, habrá

142
algunos individuos que estarán dispuestos a demandar, en total, una unidad del
bien 𝑥. Si el precio es P2, la cantidad que la sociedad demandará será de dos
unidades del bien 𝑥. Esto se puede repetir sucesivamente, por ejemplo, hasta el
precio P*; entonces la demanda agregada será igual a unidades de 𝑥*.

En un mercado competitivo, el precio del bien 𝑥 será único e igual a P*


cuando la cantidad producida sea igual a 𝑥*. Por tanto, el gasto en que incurre la
sociedad para consumir 𝑥* unidades del bien 𝑥 puede ser calculada como P*
multiplicado por 𝑥*. Sin embargo, como se vio a través del proceso de subasta,
hay individuos en la sociedad que hubiesen estado dispuestos a pagar un precio
mayor por el bien. Estos individuos se ven beneficiados de poder adquirir el bien
a un precio menor, gracias a un incremento en la cantidad producida de este. El
beneficio neto es la diferencia entre el beneficio total y el gasto actual y se
denomina excedente del consumidor. Esta es una medida adecuada de la utilidad
o bienestar que la sociedad obtienen por el consumo de bienes con valor de
mercado (Boardman et al., 2011).

B2. Curvas de oferta y excedente del productor

La curva de oferta individual representa el costo marginal que la firma afronta


por producir determinada cantidad de un bien. Inversamente a la curva de
demanda, la curva de oferta típica tiene una pendiente positiva. Es decir, cuanto
mayor es el precio, mayor cantidad unidades del producto las empresas estarán
dispuestas a ofrecer. De manera similar a las curvas de demanda de mercado, la
curva de oferta de mercado de un determinado bien se obtiene como la suma de
las curvas de oferta individuales de las firmas que participan en la producción del
bien e indica la cantidad de bienes que se ofrecerán al mercado a determinado
precio.

En la Figura 25 se puede ver una representación de la curva de oferta de


mercado. El área que se encuentra debajo de la curva de oferta indica el costo
total variable de producir 𝑥* unidades del bien, lo que puede ser interpretado
como la mínima cantidad de dinero para la cual el mercado estará dispuesto a
producir la cantidad 𝑥*. Como se indicó anteriormente, en un mercado
competitivo el precio es único e igual a P* cuando la cantidad demandada del bien
𝑥 es 𝑥*. Por tanto, el ingreso bruto que recibirán las firmas productoras del bien
𝑥 se puede calcular como P* multiplicado por 𝑥*. Dicha cantidad es representada
por el rectángulo P*b 𝑥*O de la Figura 25 y se puede notar fácilmente que es
siempre mayor al costo total variable (representado por el polígono que se
encuentra por debajo de la curva de oferta). La diferencia entre el ingreso bruto y
los costos totales variables (área gris oscura en la Figura 28) se denomina

143
excedente del productor y mide el beneficio neto que reciben las firmas del
mercado del bien 𝑥 por determinada cantidad del bien. Es el equivalente del
excedente de consumidor, pero para las firmas productoras.

Figura 28. Curva de oferta agregada

Fuente: Elaboración propia basada en Boardman et al. (2011).

B3. Excedente social

Cuando se considera el mercado en su conjunto, las curvas de oferta y de


demanda conforman lo que se denomina excedente social, que se define como la
suma entre el excedente del productor y el excedente del consumidor, tal como se
indica en la Figura 29.
En el contexto del ACB dicho excedente social es el indicador utilizado para
medir los efectos que tiene un proyecto sobre el bienestar social para el mercado
del bien 𝑥. Para ilustrarlo, supóngase que, partiendo de punto 𝑥*, el gobierno
decide intervenir con un proyecto que limitará la cantidad de 𝑥 desde 𝑥* a 𝑥1. En
ese caso se estaría empeorando la situación de alguna persona con respecto al
equilibrio, lo cual puede ser medido a partir de la pérdida de excedente social
correspondiente al triángulo dae. Por otra parte, si, partiendo del equilibrio
competitivo, el proyecto desarrollado aumenta la producción del bien 𝑥 desde 𝑥*
a 𝑥2 también existirá una pérdida en el excedente social igual al área afg, haciendo
al menos a alguna persona peor.

144
Figura 29. Excedente social

Fuente: Elaboración propia basada en Boardman et al. (2011).

C. Eficiencia económica y cambios en el bienestar social

Tal como se indicó en el Capítulo 1 de esta guía, el análisis costo beneficio (ACB)
puede ser pensado como una herramienta para medir la eficiencia, ya que permite
evaluar si un proyecto o política genera una asignación más eficiente de recursos
en comparación con otra alternativa (incluida la alternativa de no hacer nada)
(Boardman et al., 2011). En otras palabras, esto quiere decir que el ACB permite
establecer si los recursos asignados o destinados a un proyecto o política (que
podrían ser usados para otros proyectos o políticas) generarán efectos netos
positivos de tal magnitud que permitan más que compensar los costos de
oportunidad en que se incurre (no realizar el proyecto o política alternativo) y de
esa manera aumentar el bienestar de la sociedad.

En términos técnicos, la eficiencia económica se define a partir del


concepto denominado eficiencia de Pareto, que establece que una asignación de
recursos (por ejemplo: tierra, agua o mano de obra) es Pareto eficiente si no existe
otra asignación alternativa que pueda mejorar la situación de una persona sin
empeorar la situación de otra persona (Perman et al., 2003; Nicholson y Snyder,
2008; Boardman et al., 2011). Sin embargo, en la práctica, las oportunidades de
realizar proyectos donde nadie se vea afectado negativamente son muy pocas y
por tanto es necesario contar con un concepto de eficiencia más laxo, conocido
como mejora potencial de Pareto o criterio Kaldor-Hicks. Este es el concepto de
eficiencia que se encuentra detrás del ACB y establece que un proyecto es eficiente
si puede generar efectos positivos suficientes como para compensar los efectos
negativos que eventualmente se generen.

145
Para entender más claramente las diferencias entre la eficiencia de Pareto
y el criterio Kaldor-Hicks (mejora potencial de Pareto), la Figura 30 presenta un
simple caso numérico en donde se plantea que existen $100 para asignar entre
dos personas. En el momento actual se asignan $50, según se indica en el punto
de statu quo. Sin embargo, este punto no presenta una asignación Pareto
eficiente, ya que cualquier punto contenido dentro del triángulo gris podría
mejorar la situación de una persona sin empeorar la situación de otra, hasta
alcanzar la línea verde, en la cual la asignación es Pareto eficiente. Ahora bien, las
asignaciones que se encuentran en la recta de color gris (fuera de la línea verde)
no representan asignaciones Pareto eficientes ya que, si bien asignan la totalidad
de recursos disponibles, implica que alguna de las dos personas reciba menos
paga que la que estaba recibiendo en el punto de statu quo, con lo cual alguno de
individuos se ve desfavorecido. Sin embargo, si bien lo anterior es cierto, es
posible definir un sistema compensatorio entre las personas involucradas que
lleve a una asignación a la frontera de Pareto. Por tanto, se puede decir que existe
una mejora potencial de Pareto.

Figura 30. Frontera potencial de Pareto

Fuente: Elaboración propia basada en Boardman et al. (2011).

Para entender el concepto de mejora potencial de Pareto en el contexto de


un proyecto de inversión o de una política, piénsese en el caso de dos períodos de
tiempo (el presente y el futuro) para los cuales no hay tasa de interés. Supóngase
que se desea desarrollar un proyecto en el período 1 y se quiere evaluar si este
generará una mejora potencial de Pareto. En el punto previo a la realización del
proyecto o política existe una determinada asignación de recursos (bienes y

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servicios con y sin valor de mercado) entre los diferentes agentes de la economía
(sector público, sector privado y hogares). Partiendo de ese punto, la ejecución
del proyecto o política traerá aparejada una reasignación de recursos en la
economía a través de cambios en la oferta y la demanda de diferentes bienes
afectados, así como también a través de cambios en la oferta de los bienes y
servicios que no tienen valor de mercado. Los cambios en el bienestar social
asociados a dicha reasignación de recursos pueden ser medidos a partir de los
cambios en el excedente social de cada uno de los mercados afectados, para los
bienes con valor de mercado, y con el uso de alguna de las técnicas especificadas
en el Capítulo 5, para los bienes y servicios sin valor de mercado. Una vez
expresados todos los efectos del proyecto en el bienestar en términos monetarios,
se dirá que el proyecto genera una mejora potencial de Pareto si y solo si la suma
de todos los efectos es positiva. En otras palabras, se dirá que el proyecto genera
una mejora potencial de Pareto si la reasignación de recursos causada por el
proyecto genera beneficios a nivel de la economía tales que pueden compensar
las pérdidas de bienestar causadas por el proyecto a nivel de la economía.

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ISBN 978-92-5-131194-3

9 7 8 9 2 5 1 3 1 1 9 4 3
CA2795ES/1/03.19

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