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La ley 27.348 tiende a restaurar los pilares fundamentales de la Ley de Riesgos del
Trabajo que el trabajo de los abogados laboralistas y la doctrina de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación demolieron en la última década: la desjudicialización y la limitación
del derecho de los trabajadores a una justa reparación.
¿Cuáles serían las “necesidades reales y fines federales legítimos” que justificarían
la “federalización” de la materia de los accidentes y enfermedades laborales?
Y es que no existen tales razones legítimas. Desde hace más de un siglo, durante
la vigencia de la primera ley de accidentes de trabajo, la doctrina de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación ha establecido que “las responsabilidades por accidentes de trabajo a
que se refiere la ley 9688 y que nacen de hechos ocurridos en la ejecución o cumplimiento
de contratos entre patrones y obreros y empleados son de carácter común”.
La aparición de las ART como nuevo sujeto no hace más que consolidar este
aserto; porque son “entidades de derecho privado” (ley 24.557, Art. 26 1).
Hete aquí que las copias autenticadas son ley argentina, de carácter
supralegal (art. 75 inc. 22 de la CN) y el convenio 155 de la OIT y el Protocolo
Adicional del año 2002 modifican la ley de riesgos de trabajo, porque en el
artículo 1 inciso b) del Protocolo dice que "el término enfermedad
profesional designa toda enfermedad contraída por la exposición a factores
de riesgo que resulte de la actividad laboral". (La negrita de "toda enfermedad"
es nuestra, la negrita y cursiva de "enfermedad profesional" se encuentra en el
original del Protocolo).
“Artículo 3
1
Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala V, “González Protacio c/ Berkley International ART S.A. s/
Accidente - Acción Civil, SD 70.573, 31/03/08.
• La inexistencia de materia federal no puede quedar saneada por la creación de
una competencia defectuosa, porque ello significaría alterar la distribución
constitucional de competencias.
2
CNAT Sala X, “Corvalán Héctor Eduardo c/ Swiss Medical ART S.A. s/ Accidente Ley Especial”,
30/08/2017.
comisión médica jurisdiccional o cuando se hubiere vencido el plazo legalmente
establecido para su dictado” .
Esta disposición es cuestionable por las siguientes razones:
La modificación implica un grave e injustificado impedimento para el
ejercicio del derecho del trabajador a optar por la acción judicial basada en “otros
sistemas de responsabilidad”. Se le imponen dos condiciones previas para ello: a) Ser
notificado fehacientemente del monto indemnizatorio a percibir conforme a las
pautas de la ley 24.557. b) Transitar por el camino de la comisión médica
jurisdiccional, esperar su resolución o el transcurso del plazo legalmente establecido
para emitir la misma.
El trabajador ha decidido optar por la vía “no sistémica” y no obstante ello se
lo obliga a esperar el resultado del trámite ante la comisión médica. Es evidente que
esta modificación del Art. 4° de la ley 26.773 tiene como única finalidad impedir,
desalentar o dilatar el ejercicio de un derecho: el de acceder a la Justicia para obtener
una reparación integral del daño causado por el accidente o enfermedad. No existe
necesidad ni motivo razonable alguno que justifique este obstáculo creado por la “Ley
Complementaria”, por lo que entendemos que la finalidad perseguida es de carácter
arbitrario e ilícito.
Ninguna norma jurídica puede transformarse en una sucesión de vallas,
trampas u obstáculos que tiendan a impedir, trabar, retardar o desalentar el ejercicio
de los derechos. Si estos impedimentos perjudican a una determinada clase de
personas: las que trabajan y han sufrido un accidente o enfermedad laboral, la norma
es discriminatoria y por ende un acto ilícito de acuerdo a la ley 23.592 y a los pactos
internacionales con jerarquía constitucional.
Es innecesario el tránsito por el procedimiento administrativo, porque las
comisiones médicas tienen una función exclusivamente sistémica y sólo pueden
pronunciarse sobre cuestiones incluidas expresamente en la Ley de Riesgos del
Trabajo, y no sobre la viabilidad de una acción fundada en el derecho común o en la
violación del deber de seguridad del Art. 75 de la LCT.
Es además inconstitucional, porque refiere a la “obligatoriedad de las
comisiones médicas jurisdiccionales”, aspecto procedimental que se encuentra
regulado por el Título I de la ley 27.348, cuya vigencia está condicionada a la adhesión
expresa de las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, según el Art. 4° de
la misma ley. El Art. 15 contradice los propios términos de la ley 27.348.
IV.-APLICACIÓN EXCLUSIVA A LOS TRABAJADORES REGISTRADOS.
La ley 27.348 viola la Constitucional Nacional y los tratados internacionales a los
que adhirió la Argentina en materia de Derechos Humanos porque pone en una mejor
situación a un trabajador clandestino que otro registrado; atento al carácter “obligatorio
y excluyente” del procedimiento ante las Comisiones Médicas Jurisdiccionales a las que
deben someterse los trabajadores que sufran accidentes laborales antes de iniciar sus
demandas.
En tal sentido compartimos los fundamentos de la sentencia dictada por el Juez
Nacional de Trabajo Dr. Alejandro Segura el 21 de Febrero de 2017, quien señala que el
DNU 54/2017 ha creado una doble estándar en términos de derechos para los
trabajadores que estén registrados y los que no lo están. Siendo el fallo anterior a la
promulgación de la ley 27.348, el magistrado aclara que lo sustancial de lo que ha
resuelto no se modificará en un ápice para cuando ésta esté promulgada y publicada (art.
5º, CCyCN): “Diré que tanto el art. 1º del DNU como el 1º de la ley son irremediablemente
inconvencionales e inconstitucionales, sin que la formalidad etiológica de uno u otro
alteren el sentido de mi parecer”3
CONCLUSIONES:
3
Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo N° 41. Dr. Alejandro Segura. Expte. N° 4520/2017.
Alcaraz, Florencia Soledad c/ Federación Patronal Seguros s/ Accidente. Ley Especial. 21/02/2017.
Cesión de facultades indelegables. Violación del federalismo :
Es por ello que consideramos que las provincias que han adherido a este
procedimiento han quebrado el pacto federal, puesto que han cedido facultades
indelegables al gobierno central.
Las provincias sólo podrían delegar sus facultades reservadas a través de una
Convención Reformadora Constituyente que modifique la Constitución Nacional (Art. 121
CN).
Por eso entendemos que no basta con la mejora de la eficacia de las medidas de
prevención colectivas o individuales, sino que es necesario controlar el cumplimiento de
las normas sobre limitación de la jornada de trabajo y de las horas suplementarias, y
promover una legislación que reduzca la misma, la que además de permitir una mayor
ocupación, mejoraría la salud psicofísica de los trabajadores.
¿Cómo podría una ley del Congreso anular lo que el mismo Congreso
sancionó en Diciembre de 2016? ¿Cómo se puede impedir a un trabajador que
recurra a la Justicia Laboral para hacer cumplir el Art. 75 de la LCT o para exigir la
reparación integral del daño causado como consecuencia del incumplimiento del
empleador?.
El nuevo Art. 75 de la LCT restablece en todo su alcance el deber de seguridad,
dado que el mismo no puede limitarse al cumplimiento de las normas en vigencia,
debiendo el empleador “adoptar las medidas que según el tipo de trabajo, la
experiencia y la técnica sean necesarias”.
El nuevo Art. 75 de la LCT restablece el derecho del trabajador a rehusarse a
trabajar en condiciones de inseguridad, que se hallaba reconocido en el art. 83 del texto
original de la Ley de Contrato de Trabajo:
“El trabajador podrá rehusar la prestación de trabajo, sin que ello le ocasiones
pérdida o disminución de la remuneración, si el mismo le fuera exigido en transgresión a
tales condiciones, siempre que exista peligro inminente de daño o se hubiera configurado el
incumplimiento de la obligación, mediante constitución en mora, o si habiendo el
organismo competente declarado la insalubridad del lugar, el empleador no realizara los
trabajos o proporcionara los elementos que dicha autoridad establezca.”
Por todo ello consideramos que la Provincia de Santa Fe no debe adherir a la ley
27.348.