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El autor expresa su anhelo y añoranza por una persona en particular a quien extraña profundamente. Describe la sensación de vacío y desasosiego que siente al no poder escuchar su voz ni estar a su lado, y la necesidad y dependencia emocional que ha desarrollado por esta persona, quien ocupa constantemente sus pensamientos. Concluye reafirmando cuánto la necesita y extraña.
El autor expresa su anhelo y añoranza por una persona en particular a quien extraña profundamente. Describe la sensación de vacío y desasosiego que siente al no poder escuchar su voz ni estar a su lado, y la necesidad y dependencia emocional que ha desarrollado por esta persona, quien ocupa constantemente sus pensamientos. Concluye reafirmando cuánto la necesita y extraña.
El autor expresa su anhelo y añoranza por una persona en particular a quien extraña profundamente. Describe la sensación de vacío y desasosiego que siente al no poder escuchar su voz ni estar a su lado, y la necesidad y dependencia emocional que ha desarrollado por esta persona, quien ocupa constantemente sus pensamientos. Concluye reafirmando cuánto la necesita y extraña.
Hoy te extraño. Pocas horas atrás te despediste de
mí. Siento que han pasado siglos, que cada minuto sin escuchar tu vocablo, es como una década de exilio para mi ser.
Te extraño. No sé por qué. No sé si estoy
enamorado de ti, o si es, un tan anhelado capricho por sentir tu voz retumbando mis oídos. No lo sé.
Te extraño. Odio que seas tan necesaria para sacar
una sonrisa en mi rostro, para sentir tranquilidad. Me enerva el no poder pensar en algo más, en alguien más. Me desconcierta el tenerte en mi mente como un ave que vuela sin rumbo, divagando y anidando en cada línea temporal que encuentras, presente y futuro.
Te extraño. Y es verdad, amo extrañarte, así odie
que estés en mi mente jugando sobre mis corrientes, sobre mis deseos, sobre mis pasiones y anhelos. ¡Amo saber que existes!
Te extraño. Y corre por mis venas la dulzura de tu
ser, estoy inflando el pecho, lleno de amor por ti,
Fragmentos de un alma en catarsis.
por tus halagos, por tus cariños, por nuestras largas conversaciones en las que deseamos, todo juntos.
Te extraño. ¡Maldita sea! Te extraño. Ven rápido,
regresa a mis brazos, no apartes tu rostro de mis ojos por mucho tiempo, deja que mis pupilas deseen el sabor de tus labios, como cuando los mojas con tu lengua sin darte cuenta.
Te extraño. Y podría extrañarte toda la vida, pero
a destiempo, no a todo momento. Quiero extrañarte en el día, mientras trabajas y añorar tus abrazos para cuando regreses a casa, pero más que extrañarte, anhelo amarte en cada noche y abrigarte en cada madrugada.