Está en la página 1de 11

CONFLICTO SOCIAL

El término conflicto social se refiere a una forma de conflicto generalizado entre grupos sociales


relevantes que constituyen una sociedad. Una definición generalmente aceptada de conflicto en
el sentido sociológico es la ofrecida por Lewis A. Coser para quien es una lucha por los valores y
por el estatus, el poder y los recursos escasos, en el curso de la cual los oponentes desean
neutralizar, dañar o eliminar a sus rivales. Un conflicto entre grupos pasa a ser un conflicto social
cuando trasciende lo individual o grupal y afecta a la propia estructura de la sociedad 1 o a su
funcionamiento positivo.

Las teorías del conflicto social buscan explicar como la sociedad necesita tanto leyes y estabilidad
como desacuerdo y a fin de lograr integración social lo que puede conseguirse ya sea
con consenso o con coacción. En cualquier caso, el conflicto es el factor del progreso, que se basa
en la formación de grupos de cambio y acción social, a fin de obtener la integración, mediante
pactos o acuerdos con el resto de los actores o sectores sociales, de nuevas relaciones o
estructuras, que propician los grupos de presión o interés de los artífices del cambio.

Un conflicto social es un proceso complejo en el que sectores de la sociedad, el Estado o las


empresas perciben que sus objetivos, intereses, valores o necesidades son contradictorios.
Estamos pues ante demandas de numerosas personas que se sienten amenazadas o perjudicadas
por la contaminación de un río, la mala prestación de un servicio público, la afectación a sus
derechos laborales u otros motivos, y que se movilizan para buscar explicaciones sobre lo ocurrido
y encontrar soluciones.

Cada conflicto tiene por lo menos tres elementos que lo componen: los actores, los problemas y el
proceso. Los actores son aquellos cuyos intereses están directamente enfrentados. De un lado,
están los que plantean las demandas y, del otro, los presuntos responsables de los problemas.
También son actores quienes colaboran con la solución a los problemas. La Defensoría del Pueblo,
por ejemplo.

Los problemas se dan porque al principio no hay una misma perspectiva, cada quien habla desde
sus intereses o sus creencias. Pero si se hace un buen análisis y se socializa la información se
puede avanzar hacia ideas cada vez más compartidas. El proceso es la manera cómo discurre el
conflicto, su dinámica. Puede haber protestas públicas o medidas de fuerza que buscan presionar
en favor de sus objetivos; puede haber procesos de diálogo guiados por reglas aceptadas por las
partes o reuniones precarias y poco confiables; puede contarse con un facilitador o mediador o
negociarse de manera directa. Está claro que los procesos que están más cerca de alcanzar
soluciones son aquellos que tienen legitimidad, son colaborativos y eficaces.

Los conflictos sociales revelan un malestar y una posible falla en el funcionamiento del Estado o
del mercado. Pero hay que asumirlos como oportunidades para comprender realidades diversas y
resolver problemas complejos. Una sociedad democrática debe escuchar atentamente las voces
que reclaman algo. De por medio están los derechos, la gobernabilidad democrática, el desarrollo
y la cultura de diálogo y paz.
El término conflicto social se refiere a una forma de conflicto generalizado entre grupos sociales
relevantes que constituyen una sociedad. Una definición generalmente aceptada de conflicto en
el sentido sociológico es la ofrecida por Lewis A. Coser para quien es una lucha por los valores y
por el estatus, el poder y los recursos escasos, en el curso de la cual los oponentes desean
neutralizar, dañar o eliminar a sus rivales. Un conflicto entre grupos pasa a ser un conflicto social
cuando trasciende lo individual o grupal y afecta a la propia estructura de la sociedad [1] o a su
funcionamiento positivo.

Las teorías del conflicto social buscan explicar como la sociedad necesita tanto leyes y estabilidad
como desacuerdo y a fin de lograr integración social lo que puede conseguirse ya sea
con consenso o con coacción. En cualquier caso, el conflicto es el factor del progreso, que se basa
en la formación de grupos de cambio y acción social, a fin de obtener la integración, mediante
pactos o acuerdos con el resto de los actores o sectores sociales, de nuevas relaciones o
estructuras, que propician los grupos de presión o interés de los artífices del cambio.

https://www.defensoria.gob.pe/blog/que-es-un-conflicto-social/

PORQUE SURGEN LOS CONFLICTOS

Las causas de un conflicto social dependen de las circunstancias de cada país o región; en general,
podemos destacar las siguientes:

 La desigualdad entre hombres y mujeres, entre personas de distintas etnias o entre


personas que profesan diferentes religiones son causas habituales de conflicto social.

 La crisis económica que supone la pérdida de empleo, la proliferación de empleos


precarios o la disminución de la capacidad adquisitiva de las personas conlleva el aumento
de la pobreza y la aparición del hambre en algunos supuestos.

 La ausencia del Estado. En determinadas zonas de un país puede faltar la figura de un


Estado que favorezca la existencia de servicios públicos como la educación o la sanidad, lo
que provoca conflictos entre la población debido a las desigualdades.

Vivimos en una sociedad repleta de conflictos. Los telediarios son el mejor ejemplo de ello:
guerras, desacuerdos políticos, maltrato, enfrentamientos, violencia….todos estos problemas son
los síntomas que nos alertan de que habitamos en un mundo enfermo… pero….

¿Por qué se genera el conflicto?

El conflicto nace de la discrepancia entre ideas, creencias, pensamientos, tendencias, puntos de


vista. En definitiva, surge porque cada individuo de este planeta usa unas gafas diferentes para ver
e interpretar el mundo que le rodea.
A lo largo de su vida cada persona va configurando su escritorio mental y lo va llenando con los
aprendizajes que va teniendo mientras crece y experimenta, con los valores que le inculcan en
casa y en la escuela, con los conceptos sobre lo que considera bueno y malo. Y esto lo hace para
cada unas de las áreas de su vida: familia, pareja, trabajo, amistades, política, religión,… De tal
forma que cuando alcanza la edad adulta tiene un disco duro lleno de conceptos sobre todo lo que
le rodea, y es bajo el filtro de esos conceptos con el que interpreta la realidad en la que vive.

Bajo esta perspectiva, encontrarse con una persona que tenga el mismo escritorio mental que el
tuyo, es imposible. Se podría esperar que personas que han tenido vidas similares y vivido en
entornos parecidos, tuvieran un contenido mental parecido, pero aún así, seguiría siendo
absolutamente dispar.

Además de la naturaleza única y genuina propia de cada escritorio mental, hay otra característica
que es clave a la hora de entender el origen de los conflictos, y es que cada individuo tiene la
creencia y la absoluta convicción de que su escritorio mental es el adecuado, es decir, que está
firmemente convencido de que su manera de ver e interpretar el mundo es la correcta y estará
dispuesto a defender su criterio a toda costa, y llevarlo hasta las últimas consecuencias. Y aquí está
el verdadero origen del conflicto.

Por tanto, el conflicto surge de la ignorancia, del desconocimiento y de la incapacidad para darse
cuenta de que las ideas, conceptos, creencias y puntos de vista con los que interpretamos el
mundo, no son mas que condicionantes ligados a circunstancias externas espacio temporales, es
decir, surgen en un lugar concreto y en una cultura y época concreta.

CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Causas de la Segunda Guerra Mundial

El Tratado de Versalles y la humillación alemana

El Tratado de Versalles obligó a Alemania a aceptar total responsabilidad por el conflicto de la


Primera Guerra Mundial. En consecuencia, se le impusieron unos términos de rendición
absolutamente humillantes y desmesurados.

Entre otras cosas, el tratado obligaba a Alemania a:

 consignar armamento y navíos militares a los Aliados;

 reducir el ejército alemán a 100 mil soldados;

 repartir entre los vencedores los territorios anexados o administrados por Alemania;

 pagar una indemnización escandalosa a los Aliados.


Tales condiciones impedían la recuperación de Alemania, lo que despertó el malestar popular de la
nación germana, el resentimiento y el deseo de revancha.

Desconocimiento de los acuerdos con Italia tras el Tratado de Versalles

En la Primera Guerra Mundial, Italia no quiso sumarse a la declaración de guerra de la Triple


Alianza, a la que pertenecía junto a Alemania y Austria-Hungría. Por su parte, la Triple Entente le
ofreció una compensación territorial a cambio de luchar a su lado, cosa que aceptó.

El compromiso adquirido por los Aliados fue desconocido en el Tratado de Versalles, e Italia solo
recibió una parte de lo acordado. Esto despertó el deseo de reivindicación de Italia, especialmente
en aquellos que lucharon en el frente de guerra, como Benito Mussolini.

Crecimiento de las tensiones étnicas

Las tensiones étnicas crecieron en este período y prepararon el ambiente de confrontación.


Fueron consecuencia del reparto territorial promovido en el Tratado de Versalles.

Así, por un lado, una Italia resentida ansiaba una reivindicación frente a los Aliados; por el otro, en
una Alemania oprimida despertaba el deseo de restauración territorial y expansión.

Junto a esto, en Alemania crecía la percepción de que el poder económico judío, que controlaba
buena parte del sistema financiero, representaba un obstáculo para el desarrollo de la economía
nacional. Esto fortaleció el antisemitismo.

El surgimiento del nacionalsocialismo y el fascismo

Benito
Mussolini y Adolfo Hitler en un desfile militar.
El descontento fue dando lugar a la aparición de una nueva tendencia ideológica de ultraderecha,
que pretendía hacer frente a la avanzada de las democracias liberales capitalistas y del comunismo
ruso, por medio de un discurso nacionalista, etnocéntrico, proteccionista y de vocación
imperialista.

Esta tendencia estaba representada por el fascismo italiano de Benito Mussolini, que ascendió al
poder en 1922, y el nacionalsocialismo alemán o nazismo.

La Gran Depresión

Al inicio de la década de 1920, países como Francia y Reino Unido habían tenido una rápida
recuperación económica. Sin embargo, el Crac del 29 dio inicio a la Gran Depresión, lo que puso en
jaque a las democracias liberales.

La Gran Depresión hizo mella en todo el mundo, pero la reacción fue más sensible en Alemania e
Italia, países afectados previamente por el Tratado de Versalles. Allí, se exacerbó el rechazo
popular al liberalismo económico y al modelo democrático.

Puede decirse que la Gran Depresión revivió el nacionalsocialismo alemán que, antes del Crac del
29, tendía a perder fuerza política. De ese modo facilitó el ascenso al poder del nazismo en 1933,
bajo el liderazgo de Adolfo Hitler.

La invasión japonesa de Manchuria en 1931

A principios del siglo XX Japón se había convertido en una potencia económica y militar, pero tras
la Gran Depresión, enfrentó nuevas barreras aduaneras. Los nipones deseaban asegurarse el
mercado y el acceso a las materias primas, así que tras el incidente del tren de Manchuria, en el
que un tramo del ferrocarril fue volado, responsabilizaron a China y expulsaron su ejército de la
región.

Los japoneses formaron la República de Manchukuo, suerte de protectorado bajo el liderazgo


colaboracionista del último emperador chino, Puyi.

La Sociedad de Naciones, solidaria con China, se negó a reconocer el nuevo Estado. Japón se retiró
de la Sociedad en 1933. En 1937 invadió China e inició la guerra chino-japonesa. Esto abrió un
nuevo flanco en la escena internacional.

La invasión de Italia a Abisinia-Etiopía en 1935.


A comienzos del siglo XX, ya Italia se había garantizado el control de Libia, Eritrea y Somalia. Sin
embargo, el territorio de Abisina (Etiopía) era más que apetecible. Fue así que el 03 de octubre de
1935 invadieron Abisinia con el apoyo de Alemania.

La Sociedad de Naciones intentó sancionar a Italia, que se retiró del organismo. Las sanciones
fueron suspendidas poco después. Ante la debilidad demostrada por la Sociedad de Naciones,
Mussolini mantuvo su propósito, logró hacer abdicar al emperador Haile Selassie y, finalmente,
proclamó el nacimiento del Imperio Italiano.

Fracaso de la Sociedad de Naciones

Creada tras la Primera Guerra Mundial para garantizar la paz, la Sociedad de Naciones intentó
disminuir el rigor de las medidas contra Alemania, pero sus observaciones no fueron escuchadas.

Además, bajo el temor de desatar un conflicto armado, el organismo no supo cómo hacer frente a
las iniciativas expansionistas alemanas, italianas y japonesas. Al fracasar en su misión, la Sociedad
de Naciones fue disuelta.

La confrontación ideológica

La Segunda Guerra Mundial, a diferencia de la Primera, es el resultado de la confrontación


ideológica entre tres modelos político-económicos diferentes que competían por dominar la
escena internacional. Estas tendencias en debate fueron:

 el liberalismo capitalista y las democracias liberales, representados por Francia e


Inglaterra, especialmente, y luego por Estados Unidos;
 el sistema comunista, representado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas;

 el nacionalsocialismo alemán (nazismo) y el fascismo italiano

CONSECUENCIAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

CONSECUENCIAS DEMOGRÁFICAS: LAS PÉRDIDAS HUMANAS

Campo de concentración alemán.

La consecuencia directa y terrible de la Segunda Guerra Mundial fue la pérdida y/o desaparición
de más de 66 millones de personas.

De esa cifra, extraída de W. van Mourik, en Bilanz des Krieges  (Ed. Lekturama, Rotterdam, 1978),
solo 19.562.880 corresponden a soldados.

La diferencia restante corresponde a pérdidas civiles. Hablamos de unos 47.120.000. Estos


números incluyen la muerte por exterminio de casi 7 millones de judíos en los campos de
concentración nazis.

Consecuencias económicas: quiebre de los países beligerantes

La Segunda Guerra Mundial implicó una auténtica destrucción masiva. Europa se vio no solo
abatida en pérdidas humanas, sino desprovista de condiciones para desarrollar la economía.

Al menos el 50% del parque industrial europeo quedó destruido y la agricultura sufrió pérdidas
semejantes, lo que desató las muertes por hambruna. Igual suerte corrieron China y Japón.
Para poderse recuperar, los países en guerra tuvieron que recibir el auxilio financiero del llamado
Plan Marshall, cuyo nombre oficial es European Recovery Program (ERP) o Programa de
Recuperación Europea.

Este auxilio financiero provenía de los Estados Unidos de América, que abogaba también por
establecer alianzas que pudieran frenar el avance del comunismo en Europa occidental.

Creación de la Organización de Naciones Unidas (ONU)

Tras el evidente fracaso de la Sociedad de Naciones, al finalizar la Segunda Guerra Mundial en


1945, se fundó la Organización de Naciones Unidas (ONU), vigente hasta el día de hoy.

La ONU surgió oficialmente el día 24 de octubre de 1945 cuando se firmó la Carta de las Naciones
Unidas, en la ciudad de San Francisco, Estados Unidos.

Su propósito sería salvaguardar la paz y la seguridad internacional por medio del diálogo, la
promoción del principio de hermandad entre naciones y la diplomacia.

División del territorio alemán

Zonas de
ocupación en Alemania tras el fin de la guerra.

Una consecuencia de la Segunda Guerra Mundial fue la repartición del territorio alemán entre los
vencedores. Tras la Conferencia de Yalta de 1945, los aliados se hicieron cargo de cuatro zonas
autónomas de ocupación. Para ello, establecieron al inicio un Consejo Aliado de Control. La
decisión fue ratificada en Potsdam.
El territorio se repartió de la siguiente manera: Francia administraría el suroeste; Reino Unido
estaría al noroeste; Estados Unidos administraría el sur, y la URSS se haría cargo del este. Polonia
también recibiría las antiguas provincias alemanas al este de la Línea Oder-Neisse.

Todo este proceso implicó en el este y el sudeste persecuciones, expulsiones y olas migratorias,
que pusieron a los alemanes en franca fragilidad.

Fortalecimiento de Estados Unidos y la URSS como potencias

El fin de conflicto trajo consigo, muy especialmente, el auge espectacular de la economía


norteamericana, tanto en la industria como en la producción agraria. A esto se sumaría los
beneficios de ser acreedor de Europa.

EE.UU. se garantizaba un mercado y una hegemonía internacional, reafirmada gracias el poder


militar que representó la invención y el uso de las bombas nucleares.

El crecimiento de EE.UU. se expresó, incluso, en la cultura. Si antes de la guerra el centro cultural


de Occidente se encontraba en París, el foco se trasladó luego a EE.UU., donde muchos artistas
europeos se refugiaron. No en vano el cine norteamericano demostró un vertiginoso crecimiento
en la década de 1950.

En 1949, la hegemonía norteamericana se encontró con un competidor: la URSS, que avanzaba


como potencia militar al crear su primera bomba atómica. Así, las tensiones entre capitalismo y
comunismo polarizaban el mundo rumbo a la Guerra Fría.

Inicio de la Guerra Fría

Al poco tiempo de establecer la ocupación del territorio alemán, las tensiones crecientes entre el
bloque capitalista y el bloque comunista dieron pie a un reacomodo de dicha administración.

Así, las zonas de ocupación occidental se unieron y formaron la República Federal Alemana (RFA)
en 1949, a lo que la URSS respondió formando la República Democrática Alemana (RDA) en la zona
bajo su control.

Esto se tradujo en el inicio de la Guerra Fría, que solo alcanzaría su fin con la caída de la URSS en el
año 1991.

Disolución del imperio japonés y unión de Japón al Bloque Occidental


Bomba
nuclear de Hiroshima, 06 de agosto de 1945

Tras la derrota inminente en la Segunda Guerra Mundial, luego de las bombas atómicas de
Hiroshima y Nagasaki, Japón debió rendirse. El 02 de septiembre de 1945 se disolvió el Imperio
japonés, y el país nipón fue ocupado por los Aliados hasta el día 28 de abril de 1952.

Durante este proceso, el modelo imperial fue sustituido por un modelo democrático gracias al
diseño de una nueva constitución, promulgada en 1947. Solo después de la ocupación, que llegaría
a su fin con la firma del Tratado de San Francisco el 28 de abril de 1952, Japón se uniría al llamado
Bloque Occidental o capitalista.

Finalmente, en 1960, fue firmado el Tratado de seguridad entre Estados Unidos y Japón convenido
entre los líderes Dwight D. Eisenhower y Nobusuke Kishi, lo que convertiría a ambas naciones en
aliadas.

Inicio de los procesos de descolonización

Parte de los propósitos de la ONU, de cara a las causas y consecuencias de ambas guerras
mundiales, fue promover la descolonización en el mundo.

Por descolonización se comprende la erradicación de los gobiernos extranjeros sobre una nación
determinada, y la preservación del derecho de esta a tener un gobierno propio.
Esto se reforzó a partir de 1947, cuando se promulgó la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.

https://www.significados.com/causas-y-consecuencias-de-la-segunda-guerra-mundial/

También podría gustarte