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« Estrategias Reactivas»
Estrategias reactivas
Cuando un juego se repite varias veces, cada jugador puede adoptar su estrategia en función de las
decisiones que haya adoptado antes su oponente. Las estrategias reactivas son las que se adoptan en
los juegos con repetición y se definen en función de las decisiones previas de otros jugadores.

El ejemplo más conocido es la estrategia OJO POR OJO (en inglés TIT FOR TAT). Supongamos que
dos jugadores repiten de forma indefinida una situación con pagos de forma del Dilema del Prisionero:

DILEMA DEL PRISIONERO


MATRIZ DE PAGOS

Jugador columna

Cooperar Traicionar

Cooperar 2º,2º 4º,1º


Jugador
fila
Traicionar 1º,4º 3º,3º*

En esta situación la estrategia OJO POR OJO puede quedar definida de la forma siguiente: "En la
primera jugada elegiré la estrategia COOPERAR. En las jugadas siguientes elegiré la misma estrategia
que haya elegido mi oponente en la jugada anterior". En otras palabras, si el otro coopera, yo cooperaré
con él. Si el otro es un traidor, yo seré un traidor".

La estrategia TIT FOR TAT fue definida y denominada así por el psicólogo experto en teoría de
juegos Anatol Rapoport, en el marco de los experimentos del politólogo canadiense Robert
Axelrod.

A comienzos de la década de 1980, Robert Axelrod organizó un concurso mundial sobre un dilema
del prisionero con repetición. Los concursantes debían proponer estrategias para obtener la
máxima ganancia posible al someterse un número indeterminado de veces al Dilema del
Prisionero.

Algunas estrategias en el concurso consistían en siempre traicionar.


Otras en siempre cooperar (ser leal) lo que equivaldría al principio de
ética cristiana de "poner la otra mejilla".

Otras estrategias se apuntaron a la picardía. En general actuaban con la


lealtad, pero de vez en cuando sorprendían traicionando al contrario
para obtener más ganancias. Esta picardía no obtuvo buenos resultados
porque era represaliada por estrategias ultravengativas, que jamás
perdonaban la traición.

La estrategia vencedora absoluta del concurso mundial fue la propuesta


por Anatol Rapoport, la ley del talión: ojo por ojo y diente por diente.
Axelrod la definió como una estrategia colaboradora, dispuesta siempre
a pactar, pero justiciera. Si la otra parte le traicionaba una vez, devolvía exactamente la misma
medida, otra traición, pero sólo una vez. Era por tanto capaz de perdonar. Generaba confianza, era
justiciera, pero no rencorosa y obtenía buenos resultados (o no peores) cualquiera que fuese su
oponente.
Otra posible estrategia reactiva es la TORITO (también llamada "GALLITO" en inglés "BULLY"). Esta
estrategia consiste en hacer lo contrario que haga el oponente: "Si el otro jugador es leal en una jugada,
yo le traicionaré en la siguiente; si el otro jugador me ha traicionado, yo le seré leal a la siguiente
oportunidad".
"Habéis oído que En el ambiente del Dilema del Prisionero, la estrategia OJO POR OJO ofrece
fue dicho a los muy buenos resultados mientras que la estrategia TORITO proporciona pagos
medios muy bajos. En cambio, en el ambiente del juego Halcón-Paloma sucede
antiguos: Ojo por
precisamente lo contrario: TORITO obtiene buenos resultados mientras que OJO
ojo y diente por
POR OJO proporciona pagos medios inferiores.
diente. Pero yo os
HALCÓN-PALOMA:
digo: No resistáis MATRIZ DE PAGOS
al malo. Más bien,
Jugador columna
a cualquiera que te
golpea en la mejilla Cooperar Traicionar
derecha, vuélvele Cooperar 2º,2º 3º,1º*
Jugador
también la otra." fila
Traicionar 1º,3º* 4º,4º

(Mateo 5: 38-39)
En la vida real es fácil descubrir situaciones y personas (incluyéndonos a
nosotros mismos) en las que se muestran comportamientos fácilmente identificables con las estrategias
OJO POR OJO o TORITO.
En el primer caso son los comportamientos descritos por la "No me hago al lao de la güeya
Ley del Talión. En el despacho de un abogado, negociador Aunque vengan degollando
profesional, había un letrero que decía "Por las buenas soy
Con los blandos yo soy blando
muy bueno, por las malas soy aún mejor". Al fin y al cabo,
Y soy duro con los duros
todos los humanos en alguna ocasión nos hemos
comprometido con nosotros mismos a mantener esta
Y ninguno en un apuro
estrategia en una situación difícil en la que un oponente Me ha visto andar titubiando"
podía elegir entre hacernos daño o respetarnos, y
preveíamos oportunidades para "devolverle la jugada". (José Hernández: Martín Fierro, 1872)

El segundo caso también es muy frecuente. Se trata de ese


tipo de personas o comportamientos que en Latinoamérica llaman "ser un torito" y en España "ser un
gallito"; es decir, alguien que se muestra muy agresivo pero al que "se le bajan los humos" si se le
responde también con agresividad.

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