Está en la página 1de 41

Tensión en

vigas

Conocimiento
de Materiales

1
7. Sistemas de alma
llena
7.1. Sistemas de alma llena. Los
esfuerzos característicos. Efecto de los
esfuerzos internos. Determinación de
M, N y Q en las vigas de eje recto, para
combinaciones diversas de vínculos y
cargas. La viga Gerber
El módulo 3 se basará en determinar las fuerzas internas que existen sobre
vigas y soportes. Estas fuerzas internas se deben a condiciones de esfuerzo
dadas por los pesos que deben soportar. Se incorporará el concepto de
flexión, que ocurre cuando una fuerza se aplica sobre una viga en dirección
cortante: antes solo habíamos visto corte puro. En este módulo, las fuerzas
cortantes generarán momentos flectores que deformarán la viga en su
longitud y provocarán esfuerzos internos de tracción y compresión en el
material.

Vigas de alma llena

Un sólido que posee dos dimensiones mucho más pequeñas que la tercera,
construido para resistir la flexión y el esfuerzo cortante bajo la acción de
cargas perpendiculares a su directriz (línea imaginaria en la dirección de su
dimensión más grande), se denomina viga. Muchas vigas se construyen
uniendo dos chapas metálicas, llamadas alas, mediante una perpendicular a
ellas, llamada alma. Cuando esta pared perpendicular es maciza o llena, se
denomina alma llena.

Se puede considerar a las vigas como el elemento principal en una estructura.


En algunos casos, puede complementarse con otros elementos, como barras
a tracción o compresión (similar a reticulados).

Las vigas de alma llena se construyen con perfiles de acero laminados en


caliente, que pueden ser simples (figura 1 a, b, c) o compuestos (figura 1 d, e,
f, g). También pueden estar armadas por varias chapas empalmadas con
bulones (figura 1 h, i) o soldadas (figura 1 j, k, l, m, n). A estas se las denomina
vigas de alma llena, armadas (Gómez, s. f.).

Figura 1: Perfiles de acero laminados

Fuente: Gómez, s. f., p. 2.

Los esfuerzos característicos. Efectos de los esfuerzos internos

Las vigas, por lo general, trabajan con cargas que son perpendiculares a su
generatriz, soportando cargas en dicha dirección. Las solicitaciones que
ocurren en la dirección perpendicular a la generatriz generan fuerzas
cortantes y momentos flectores.

Consideremos una viga AB como la de la figura 2 a. Está sometida a cargas


tanto puntuales como distribuidas, en dirección perpendicular al largo de la
viga. Lo que queremos averiguar es cuáles son la fuerza cortante y el
momento flector (o flexionante) en cualquier punto de la viga. Lo primero que
hay que hacer es resolver las ecuaciones de equilibrio y encontrar las
reacciones en los apoyos A y B: RA y RB. Si deseamos determinar los esfuerzos
internos en C, por ejemplo, debemos cortar la viga en dos y hacer los
diagramas de cuerpo libre de cualquiera de las dos mitades restantes, AC y
CB. En la sección C, encontraremos entonces un momento flector y una fuerza
de corte, a los que está sometida la viga AB (Beer, Russell Johnston, Mazurek
y Eisenberg, 2010).

Notemos que dependiendo del lado que tomemos, AC o CB, el corte y el


flector tienen sentidos opuestos. Para calcular y registrar eficientemente los
valores positivos y negativos de la fuerza cortante y el momento flector, es
entonces necesario establecer una convención de signos:

1) La fuerza cortante en C es positiva cuando las fuerzas


externas (las cargas y las reacciones) que actúan sobre la
viga tienden a cortar a la viga en C tal y como se indica en
la figura 3.

2) El momento flector en C es positivo cuando las fuerzas


externas que actúan sobre la viga tienden a flexionar a la
viga en C tal y como se indica en la figura 3. (Beer, Russell
Johnston, Mazurek y Eisenberg, 2010, p.365).

Figura 2: Fuerza cortante y momento flector en vigas sujetas a cargas


concentradas y distribuidas

Fuente: Beer, Russell Johnston, Mazurek y Eisenberg, 2010, p. 364.

El otro esfuerzo característico es el axial, visto anteriormente en el módulo 2.


Las vigas no suelen trabajar frecuentemente con solicitaciones axiales: el
material se ve sometido a mayor tracción y compresión debido a momentos
flectores externos, más que a cargas axiales externas. Sin embargo, pequeños
esfuerzos axiales se suman a los ocasionados por la flexión y es por ello que
se incluye dentro del estudio.

A continuación, en la figura 3, se resume la convención de signos para los tres


esfuerzos característicos. A partir de ahora, se los delimitará con las letras M
para momento flector, N para carga y Q para fuerza de corte.
Figura 3: Convención de signo

Fuente: Elaboración propia.

Los efectos del corte y el esfuerzo axial sobre los materiales han sido vistos en
más detalle en el modulo 2. La flexión, producida por un momento flector,
genera, sobre las fibras del material, tracción a unas y compresión a otras, si
tomamos una misma sección transversal de la viga. Esto se verá más en detalle
en la unidad 8.
Figura 4: Determinación de M, N y Q en las vigas de eje recto para
combinaciones diversas de vínculos y cargas

Fuente: Beer et al, 2010, p. 365.


La determinación de N es bastante sencilla. Solo hay que recordar la ecuación
vista para esfuerzo axial:
𝑃
𝜎 =
𝐴
Y, además, tomar la convención de signos vista anteriormente. El diagrama de
la viga para esfuerzos axiales no se verá en este curso.

Ahora que se han definido la fuerza cortante y el momento flector en lo


referente a magnitud y sentido, podemos registrar fácilmente sus valores en
cualquier punto de una viga y graficarlos en lo que se denomina diagramas de
fuerza cortante y momento flexionante. Considérese una viga simplemente
apoyada AB, de largo L, sometida a una carga concentrada P que actúa en un
punto medio D (figura 4 a). Como siempre, lo primero es determinar las
reacciones en los apoyos A y B, es decir RA y RB. Por sumatoria de momentos,
obtenemos que las reacciones valen P/2 (Beer, Russell Johnston, Mazurek et
al., 2010).

Cortemos a la viga en dos puntos, C y E (figuras 4 c y 4 d respectivamente). Si


realizamos el diagrama de cuerpo libre en C, obtenemos que Q = P/2 y que M
= Px/2, ambos positivos por convención de signos. Podemos graficar Q y M
entre A y D: Q tiene un valor constante de P/2, mientras que el momento
flector aumenta desde M = 0 en A (x=0) hasta M = PL/4 (x=L/2). En el punto E,
se obtiene que Q = -P/2 y M = P(L-x)/2. Por tanto, la fuerza cortante es
negativa y el momento flector es positivo (Beer, Russell Johnston, Mazurek et
al., 2010). Tenga en cuenta que, en la mayor parte de la bibliografía, la fuerza
cortante aparece simbolizada con la letra V, en lugar de Q.

En general, se sigue la misma metodología para todos los problemas con


cargas puntuales. Luego de calcular las reacciones, se realiza el corte de las
secciones hasta un largo determinado (x), se obtienen así los valores para ese
tramo de fuerza cortante y momento flector, efectuando el diagrama de
cuerpo libre de una de las partes. Habrá tantos cortes a realizar como cargas
en el problema. Por ejemplo, en el caso de tres cargas puntuales sobre una
viga, será conveniente realizar cortes en cuatro tramos distintos.

Estos problemas son comunes con cargas distribuidas también. En esos casos,
la distribución del cortante, en lugar de ser una constante, es una línea recta.
El momento flector, tendrá entonces el perfil de una parábola. Para más
información sobre cómo resolver estos problemas, se aconseja consultar el
problema resuelto 7.3, de la página 367 de Mecánica vectorial para
ingenieros, de Beer, Russell Johnston, Mazurek et al., 2010.

La viga Gerber

Las vigas Gerber, concebidas en 1878 por el doctor ingeniero H. Gerber, son
vigas continuas que, aunque a priori serían hiperestáticas, se le intercalan
rótulas dentro de su longitud, de manera de mantenerlas resistentes (es decir
que no colapse por tener demasiados grados de libertad), logrando al mismo
tiempo que la estructura sea hiperestática y que sus esfuerzos puedan ser
calculados.

Tienen especial aplicación en tramos muy largos, sobre todo en puentes. La


viga Gerber tiene varias ventajas sobre la viga continua:

a) Una viga continua de gran longitud sufre deformaciones axiales muy


grandes bajo cargas que una viga Gerber soporta más fácilmente,
gracias a las rótulas.

b) Se pueden fijar los apoyos principales y hacer móviles las


articulaciones o rótulas, acumulando en ellas las deformaciones por
temperatura.

c) La determinación de los esfuerzos es más sencilla, por su isostatismo.

Figura 5: Viga Gerber

Fuente: Fuente: Capilla, A. V., 2003, p.2.

En la figura 5, se puede observar cómo al colocar rótulas, la estructura


hiperestática se vuelve isostática y se puede resolver cualquier solicitación de
esfuerzo.
Figura 6: Viga Gerber, diagramas

Fuente: Capilla, 2003, p.2.

La figura 6 muestra un ejemplo resuelto de una viga Gerber para una carga
puntual P. Si la viga fuese continua, no podríamos determinar los esfuerzos en
las reacciones de los apoyos y por ende, no podríamos realizar los diagramas
de momento y corte.
7.2. Las relaciones analíticas entre los
esfuerzos característicos y entre estos y
las cargas. Pórticos sencillos.
Determinación de esfuerzos. Equilibrio
de nudos
Relaciones analíticas entre los esfuerzos característicos y la carga

Cuando una viga soporta más de dos o tres cargas


concentradas, o cuando soporta cargas distribuidas, es
probable que el método para graficar Q y M descrito
anteriormente se torne muy laborioso. Esto se puede
simplificar si se toman en cuenta ciertas relaciones que existen
entre la fuerza cortante y el momento flector. (Beer el al.,
2010, p. 373).

Relación entre la carga y la fuerza cortante

Figura 7: Carga distribuida vs fuerza cortante

Fuente: Beer et al., 2010, p. 374.

En la figura 7, tenemos un caso de una viga AB sometida a una carga


distribuida no uniformemente ω. Supongamos que quitamos una porción de
la viga CC’, de un largo pequeño Δx. La suma de las componentes verticales
que actúan sobre CC’ (cuerpo libre) son:

𝑄 − (𝑄 + 𝛥𝑄) − 𝜔𝛥𝑥 = 0

𝛥𝑄 = −𝜔𝛥𝑥

Luego, haciendo que Δx tienda a cero, tenemos la derivada:


𝑑𝑄
= −𝜔
𝑑𝑥
Lo que nos indica que para una viga cargada de la forma que muestra la figura
7, la pendiente dQ/dx será negativa y el valor numérico será igual a la carga
por unidad de longitud en dicho punto (Beer et al., 2010).

Relación entre la fuerza cortante y el momento flector

En la teoría, explayada en la bibliografía ampliatoria, existe una demostración


en la que el diagrama de momento flector tiene una relación con la fuerza
cortante: la fuerza de corte es la derivada en función de x (es decir, en la
dirección de la viga) del momento flector. Escrito, esto queda:
𝑑𝑀
=𝑄
𝑑𝑥
“Esto indica que la pendiente dM/dx de la curva de momento flector es igual
al valor de la fuerza cortante” (Beer, Russell Johnston, Mazurek y Eisenberg,
2010, p.374). En otras palabras, y llevado a un caso práctico, si tenemos un
diagrama de M que es una función lineal, el de Q será una constante igual a la
pendiente del diagrama de M. Si M es una función cuadrática (en el caso, por
ejemplo, de una fuerza uniformemente distribuida), Q será una función lineal
con una pendiente igual al coeficiente a de la parábola de M (recordemos que
la ecuación de una parábola es ax2+bx+c). La misma definición implica,
además, que en aquellos lugares donde el momento flector sea máximo, la
fuerza cortante será cero. “Esta propiedad facilita la determinación donde es
más probable que la viga falle bajo flexión” (Beer, Russell Johnston, Mazurek
y Eisenberg, 2010, p.374), al encontrar aquellos puntos donde Q sea cero.

Pórticos sencillos. Determinación de esfuerzos. Equilibrio de nudos

Los pórticos son estructuras formadas por dos pilares y un elemento que sirva
de soporte a un techo, para soportar una carga o crear espacios interiores en
un edificio. Dependiendo de la forma en que se cierra, podemos tener
distintos tipos de pórtico: simple, dos aguas, con cercha. En el presente curso
nos centraremos en los pórticos sencillos y su resolución.
Un pórtico simple o sencillo (figura 8) es aquel en el que sobre dos pilares se
coloca una viga simple. Estos pórticos no suelen ser muy grandes, ya que la
viga que une a los dos pilares tendría que soportar grandes esfuerzos de
flexión, si tuviese que estar extendida por una gran longitud. Suelen utilizarse
en pequeñas estructuras.

Figura 8: Pórtico simple

Fuente: Elaboración propia.

La figura 9 muestra un ejemplo resuelto de un pórtico simple sometido a una


carga uniforme, en uno de sus pilares, y una carga puntual en la viga o dintel:

Figura 9: Portico simple sometido a carga uniforme y puntual

Fuente: Zevallos, 2014, http://goo.gl/tww4yN


El paso a paso para la resolución consiste en:

1) Obtener los valores de las reacciones en los apoyos.

2) Realizar los diagramas de cuerpo libre de las tres partes que componen
el pórtico, por supuesto, reemplazando el efecto de cada elemento del
pórtico en cada uno de los tres diagramas (fuerzas en los nodos).

3) Una vez hecho esto, se puede tratar cada uno de los elementos como
si fuese una viga y realizar los diagramas de M, N y Q correspondientes.

Observar que, además del momento flector y de la fuerza cortante, existe una
importante carga axial sobre la viga superior, que va a estar dada por la carga
distribuida, multiplicado por la altura del pilar. En el caso del ejemplo,
trabajará a compresión (signo -).
8. Tensiones en vigas
8.1. Tensión en vigas. Tipos de cargas
que actúan. Efectos. Tipos de flexión
Los esfuerzos característicos en las vigas y todas las cargas que actúan en ellas
(M, N, Q) han sido temas ya tratados en el apartado anterior. El objetivo que
tienen los análisis es encontrar el esfuerzo combinado de fuerza axial,
cortante y flexionante en el punto más desfavorable de la viga y examinar si
el perfil y el material son capaces de resistir tales esfuerzos.

Para ello se recurre a conceptos vistos en el módulo 2. Por ejemplo, el de carga


axial, también revisado en los primeros puntos de este módulo.

En el caso del esfuerzo de flexión, debemos recurrir a las teorías de la flexión


pura. Esta teoría parte de lo que ya conocemos con el nombre de momento
flector. La flexión pura le ocasiona a la viga una deformación como la que se
observa en la figura 10.

Figura 10: Viga deformada por flexión pura

Fuente: Beer et al., 2010, p. 213.

Si bien podemos conocer la deformación que le ocasiona, también nos


interesa conocer qué tipo de tensiones se generan dentro del material. Para
nuestro caso, solo veremos flexión en vigas cuya sección transversal posea un
eje de simetría. Una flexión genera, sobre la viga, esfuerzos de tracción y
compresión dentro de la misma sección transversal de la viga.

Suponiendo una sección cualquiera con un eje de simetría dado, como en la


figura 11, luego de un desarrollo matemático basado en igualar las fuerzas
externas con las internas, con algunos pasos de integración al medio, llegamos
a la fórmula de la flexión, o más bien, a la ecuación de la flexión elástica:
𝑀𝑦
𝜎𝑥 = −
𝐼

Figura 11: Tracción, compresión y eje neutro

Fuente: Beer et al., 2010, p. 216.

Esa ecuación nos da el valor de tracción, o compresión. Notemos que si y = 0,


entonces no hay esfuerzo ni de tracción ni de compresión. Al eje que pasa por
el eje de simetría se lo denomina eje neutro o E.N. a partir de ahora. En el caso
de momentos flectores positivos, distancias positivas de y, dan como
resultado esfuerzos de compresión. De ahí al signo negativo de la fórmula. I
es el momento de inercia del área transversal respecto al eje de simetría (el
E.N). Entonces, la tracción-compresión será máxima (en magnitud) en:
𝑀𝑐
𝜎𝑚 =
𝐼
Donde c es la distancia máxima desde el eje neutro a un extremo del perfil.
Todos los perfiles comerciales vienen con los datos de momento de inercia,
eje neutro y distancias al eje neutro, por lo que la parte más compleja del
problema es encontrar el momento flector máximo en la viga, tema que se ha
visto en la unidad anterior.

Si definimos como módulo elástico de la sección, S, a:


𝐼
𝑆=
𝑐
La ecuación del valor máximo toma la siguiente forma:
𝑀
𝜎𝑚 =
𝑆
Muchas veces es más rápido trabajar de esta forma, porque es frecuente que
el perfil de acero de la viga posea el dato del módulo elástico S.
La ecuación que relaciona la curvatura (por deformación) con el momento
flector es la siguiente:
1 𝑀
=
𝜌 𝐸𝐼
1/𝜌 es la curvatura, 𝜌 es el radio de curvatura y E, el módulo de elasticidad, o
módulo de Young.

En el caso del esfuerzo cortante, se recurre a la llamada fórmula de Jourawsky


(Jouravski o Thurauski), en la cual, en una sección dada, siendo τprom el
esfuerzo cortante medio o promedio, se tiene que:
𝑄𝑞
𝜏𝑝𝑟𝑜𝑚 =
𝐼𝑡

Figura 12: Distribución del corte en una viga doble T

Fuente: Beer et al., 2010, p. 378.

En esta ecuación, Q es la fuerza cortante de la viga en la sección considerada,


q es el primer momento del área sombreada en la figura 12 respecto al E.N., I
es el momento de inercia respecto al E.N. y t es el espesor considerado donde
estamos tomando la sección de corte. Esta es la fórmula utilizada para calcular
los esfuerzos de corte en las secciones de perfiles americanos. Por lo general,
se considera que el mayor esfuerzo de corte lo soporta el alma y en la práctica,
lo que se termina calculando, para ver cuál es el esfuerzo de corte máximo en
la sección, es:
𝑄
𝜏𝑚 =
𝐴𝑎𝑙𝑚𝑎
En vigas cuadradas, el esfuerzo de corte máximo es igual a:
3𝑄
𝜏𝑚 =
2𝐴
Tipos de flexión

Además de la flexión pura, existen otros tipos de flexión. Por ejemplo, la


ocasionada por una carga en dirección axial que no está directamente
apoyada sobre el eje longitudinal del perfil, o sea, una carga axial excéntrica:

Figura 13: Carga excéntrica por un sistema fuerza-par localizado en el


centroide de la sección transversal

Fuente: Beer et al., 2010, p. 300.

Figura 14: Elemento recto sometido a cargas axiales excéntricas iguales y


opuestas P y P´

Fuente: Beer et al., 2010, p. 276.

Estos casos se resuelven reemplazando la fuerza excéntrica por un sistema


fuerza-par. En la figura 14, habrá dos momentos, ya que se generará un
momento en z, debido al corrimiento dirección y, y un momento en y, debido
a un corrimiento en flexión Z. Esto terminará resultando en una tracción-
compresión de las fibras de la sección de acuerdo a la ecuación:
𝑃 𝑀𝑧 𝑦 𝑀𝑦 𝑧
𝜎𝑥 = − +
𝐴 𝐼𝑧 𝐼𝑦

Los signos están dados por los sentidos de los giros. Nótese entonces que
generará flexión en dos direcciones, debido al momento descompuesto en z
y en y. El otro caso es más sencillo, ya que solo se genera un momento en z y
la ecuación se simplifica.

Otro caso es el de flexión asimétrica u oblicua. Siempre podemos utilizar la


ecuación de flexión mientras el vector M se dirija a lo largo de uno de los ejes
centroidales principales de la sección. Podemos descomponer el vector M en
componentes a lo largo de los ejes principales, superponiendo los esfuerzos,
y encontramos finalmente una ecuación similar a la de flexión excéntrica. De
acuerdo a la figura 15:
𝑀𝑧 𝑦 𝑀𝑦 𝑧
𝜎𝑥 = − +
𝐼𝑧 𝐼𝑦

Figura 15: Elemento de sección asimétrica

Fuente: Beer et al., 2010, p. 301.

8.2. Tensiones normales. Módulo


resistente. Tensiones cortantes
El contenido de esta sección fue visto al comienzo de la sección 8.1. Por una
cuestión de ordenamiento, es más conveniente entender primero estos
temas y luego ver los casos complejos de flexión.
9. Deformación en vigas
9.1. Deformación en vigas. Método de
doble integración. Método del área del
diagrama de momentos

Deformación en vigas

Como se mencionó algunas páginas más arriba, una viga sometida a flexión
sufre una deformación en su generatriz. Para explicar brevemente el
fenómeno, se habló de la ecuación que relaciona el momento flector, la
curvatura, la sección y el módulo de Young, de la siguiente forma:
1 𝑀
=
𝜌 𝐸𝐼
M es en realidad, M(x), porque el momento flector depende de la coordenada
x de la viga, como vimos en los diagramas.

Para deducir la ecuación de la elástica, se parte de una ecuación bastante


complicada. En el caso de deflexiones pequeñas, obtenemos la siguiente
expresión:

1 𝑑 2 𝑦 𝑀(𝑥)
= =
𝜌 𝑑𝑥 2 𝐸𝐼
Esto es lo que llamamos una ecuación diferencial ordinaria de segundo orden.
Es ordinaria porque las derivadas son totales, no parciales; es decir, hay solo
dos variables. Es de segundo orden porque está derivada la función y dos
veces respecto de x. La deflexión es una función y=f(x) porque, como
sabemos, la deflexión de la viga por flexión se hará en la dirección de y, y
dependerá de la coordenada x de la viga, como podemos ver en la figura 16.
Figura 16: Deflexión de una viga y su dependencia y=f(x)

Fuente: Rodríguez Lezama, F., [Imagen intitulada sobre deflexión en vigas], s.f.,
http://goo.gl/94YdLS

Para resolver esta ecuación diferencial, existen varios métodos (en este curso,
se repasarán solo dos de ellos):

 método de doble integración;

 método del área de momentos;

 método de los tres momentos.

Las condiciones para poder utilizar estos métodos, que se derivan de la


simplificación hecha para llegar a la ecuación diferencial, son:

 Material homogéneo.

 Comportamiento elástico, es decir, se obedece la ley de Hooke.

 Las secciones planas y perpendiculares al eje de la viga, antes de la


deformación, siguen siendo planas y perpendiculares al eje de la viga
después de la deformación.

Otro concepto importante, además de la deflexión, es la pendiente, que es el


ángulo en radianes que forma la viga en un punto dado, debido a la
deformación. Está dada por otra ecuación diferencial:

𝑑𝑦
= tan 𝜃 ≅ 𝜃(𝑥)
𝑑𝑥

En valores pequeños, el valor de la tangente de un ángulo se acerca mucho al


valor de este en radianes.
Método de doble integración

Es el más general para determinar deflexiones. Se puede usar


para resolver casi cualquier combinación de cargas y
condiciones de apoyo en vigas estáticamente determinadas e
indeterminadas.
Su uso requiere la capacidad de escribir las ecuaciones de
los diagramas de fuerza cortante y momento flector y obtener
posteriormente las ecuaciones de la pendiente y deflexión de
una viga por medio del cálculo integral. El método de doble
integración produce ecuaciones para la pendiente la deflexión
en toda la viga y permite la determinación directa del punto de
máxima deflexión. (Rodríguez Lezama, s.f.,
http://goo.gl/94YdLS).

Para poder aplicarlo, es necesario saber resolver ecuaciones diferenciales


ordinarias de segundo orden. El método se basa en resolver la ecuación
diferencial en dos pasos (porque requiere de dos pasos de integración). En
cada integración, es necesario introducir una constante de integración y luego
encontrar las constantes, para obtener una solución única de nuestro
problema en particular. Estas constantes se determinan evaluando las
funciones para la pendiente o el desplazamiento en un punto en particular
sobre la viga donde conocemos el valor de la función. Estos valores conocidos
se llaman condiciones de frontera. Por ejemplo, nosotros sabemos que en un
empotramiento que está en x = 0, y es igual 0, porque en el empotramiento
no puede haber deflexión de la viga.

Método del área de momentos

Es un método útil para determinar la pendiente y la deflexión de vigas, en el


que intervienen el área del diagrama de momentos (que se obtiene por
integración) y el momento de dicha área. El método está especialmente
indicado para determinar la pendiente y la deflexión en ciertos puntos
determinados, más que para hallar la ecuación general elástica, lo cual supone
una limitación respecto al método anterior.

El método se apoya en dos teoremas que relacionan teóricamente a una


tangente de la curva elástica con las áreas de los momentos flectores del
diagrama.
Para ambos métodos, si lo desea, puede consultar la bibliografía
recomendada, específicamente, en la unidad 9 de Mecánica de materiales, de
Beer, Russell Johnston, Dewolf y Mazurek.

9.2. Flechas por superposición. Vigas


estáticamente indeterminadas. Método
de superposición. Teorema de los tres
momentos
Flechas por superposición. Método de superposición

El método de superposición es ampliamente usado en mecánica de


materiales.

Dice que el efecto de una carga combinada dada sobre una


estructura puede obtenerse determinando, en forma
separada, los efectos de las distintas cargas y combinando los
resultados obtenidos, siempre que se cumplan las siguientes
condiciones:

1. Cada efecto está linealmente relacionado con la carga que lo


produce. Con linealmente nos referimos a que hay una relación
o función lineal entre ellos, no cuadrática, ni exponencial,
etcétera.

2. La deformación resultante de cualquier carga dada es pequeña


y no afecta las condiciones de aplicación de las otras cargas.
(Beer et al., 2010, p. 558).

Es el principio que utilizamos cuando, para una sección de una viga,


calculamos el esfuerzo de corte, flexión y axial. Sumamos sus efectos: de
hecho, sumamos el axial y la flexión porque ambos ocasionan tracción y
compresión. La condición para poder sumarlos, además de la primera, es que
los efectos de deformación de cualquiera de ellos no deformen tanto la viga
como para, por ejemplo, disminuir su sección (un esfuerzo de tracción muy
grande) tanto que afecte significativamente los otros cálculos. Este principio
lo podemos utilizar para la pendiente y la deflexión, sumando los valores de
pendiente y deflexión ocasionados por distintas cargas.
Por ejemplo, en la figura 17, tenemos una viga con una carga puntual y una
carga distribuida. Podemos dividir sus efectos en el ocasionado por la carga
puntual y en el ocasionado por la carga distribuida y sumarlos, tal como se
observa en la siguiente figura:

Figura 17: Principio de superposición

Fuente: Beer et al., 2010, p. 559.

El resultado es que, para la carga puntual, tenemos en D:

(𝜃𝐷 )𝑃 = −3 ∗ 10−3 𝑟𝑎𝑑

(𝑦𝐷 )𝑃 = −9 ∗ 10−3 𝑚𝑚 = −9 𝑚𝑚

Y por la carga distribuida:

(𝜃𝐷 )𝑤 = −2,93 ∗ 10−3 𝑟𝑎𝑑

(𝑦𝐷 )𝑤 = −7,60 ∗ 10−3 𝑚𝑚 = −7,60 𝑚𝑚

A estos resultados se llega mediante resolución de las ecuaciones


diferenciales de deflexión y pendiente. Combinándolos mediante el principio
de superposición, se obtiene:

𝜃𝐷 = −5,93 ∗ 10−3 𝑟𝑎𝑑

𝑦𝐷 = −16,60 𝑚𝑚

“Para facilitar el trabajo de los ingenieros, los manuales de ingeniería


estructural y mecánica incluyen tablas con las deflexiones y pendientes de
vigas para diversas cargas y apoyos” (Beer et al., 2010, p. 559), de modo tal
que no sea necesario integrar las ecuaciones diferenciales cada vez. En el
apéndice D de la edición de 2010 de Mecánica de materiales de Beer, Russell
Johnston, Dewolf y Mazurek, puede consultar una de estas tablas.

Vigas estáticamente indeterminadas mediante el método de superposición

El método de superposición aplicado a deflexión es útil para determinar


reacciones de vigas estáticamente indeterminadas o hiperestáticas. La clave
está en resolver la ecuación usando el método de superposición y sabiendo
que, en los apoyos, no habrá deflexión.

Figura 18: Principio de superposición en vigas estáticamente


indeterminadas

Fuente: Beer et al., 2010, p. 560.

En la figura 18, vemos el caso de una viga indeterminada: en el


empotramiento tenemos reacción en x e y, momento en z, y en B tenemos
otra reacción en y. “La reacción RB se establece como una carga desconocida,
y se obtendrá a través de la condición de que la deflexión en B debe ser cero”
(Beer et al., 2010, p. 560).

Usando el apéndice D mencionado anteriormente, se pueden obtener los


valores de deflexión en B para las dos condiciones que hay que superponer.
Partiendo de la premisa que:

𝑦𝐵 = (𝑦𝐵 )𝑤 + (𝑦𝐵 )𝑃 = 0

𝜔𝐿4 𝑅𝐵 𝐿3
𝑦𝐵 = − + =0
8𝐸𝐼 3𝐸𝐼
Todos los datos excepto RB son conocidos. El resultado de RB es entonces:
3
𝑅𝐵 = 𝜔𝐿
8
El sentido de la reacción en B es positivo, es decir, hacia arriba. Si dibujamos
el cuerpo libre de la viga, ya podemos calcular el resto de las reacciones
mediante las ecuaciones de equilibrio, ya que ahora RB es conocido y por
tanto, es una fuerza más dentro del problema.
10. Soportes o
columnas
10.1. Soportes o columnas. Tipo de
fallas de soportes
En apartados anteriores, nos preocupamos por que la estructura soporte las
cargas determinadas sin experimentar esfuerzos críticos (que lo rompan o lo
deformen plásticamente) y además, tenga la capacidad para sostenerla sin
sufrir deformaciones excesivas.

En esta unidad, se examinará la estabilidad de una estructura. Es decir, la


capacidad de soportar una carga dada sin experimentar un cambio súbito en
su configuración, por ejemplo, que de encontrarse soportando carga axial a
compresión, de repente comiencen a aparecer esfuerzos flectores
importantes.

Supongamos que debe diseñarse una columna de cierta longitud para


soportar una carga P en compresión. Esta carga es axial y céntrica y, para que
el problema sea isostático, decimos que la columna tiene sus dos extremos
articulados, como en la figura 19. Si el cálculo de la carga P dividido el área
transversal A nos da, dentro de la resistencia, a la compresión admisible del
material y su deformación está dentro de los valores admitidos, podríamos
decir que la columna está bien dimensionada. Sin embargo, podría suceder
que, al aplicar la carga, la columna se pandee, en lugar de permanecer recta.
Una columna que se pandea bajo la carga significa que está mal diseñada: no
es algo que debería ocurrir, ya que aparecen grandes esfuerzos de flexión,
porque la carga deja de ser céntrica y pasa a ser excéntrica: hemos visto en
carga axial excéntrica, anteriormente, que este tipo de solicitación genera
momentos flectores. La figura 20 muestra una fotografía de una columna
altamente pandeada.
Figura 19: Pandeo

Fuente: Beer et al., 2010, p. 608.

Figura 20: Fotografía de columna pandeada

Fuente: Beer et al., 2010, p. 608.

Supongamos que agregamos una articulación con un resorte en el centro de


la columna, como en la figura 21.

Si las dos barras y las dos fuerzas P y P´están perfectamente


alineadas, el sistema permanecerá en la posición de equilibrio,
siempre que no sea perturbado. Pero suponga que C se mueve
ligeramente a la derecha, de modo que cada barra forma ahora
un pequeño ángulo con la vertical. ¿Volverá el sistema a su
posición de equilibrio original o se alejará aún más de dicha
posición? En el primer caso se dice que el sistema es estable y
en el segundo, que es inestable. (Beer et al., 2010, p. 609).

Figura 21: Columna bajo compresión y articulación con resorte

Fuente: Beer et al., 2010, p. 609.

10.2. Definición de carga crítica para un


soporte. Relación de esbeltez. Fórmula
de Euler. Fórmulas de diseño según el
Código de Chicago y el A.I.S.C. (Instituto
Americano de la Construcción)

Definición de carga crítica para un soporte o columna

Para determinar si el sistema de dos barras es estable o


inestable, se consideran las fuerzas que actúan sobre AC, como
muestra la figura 22. Estas fuerzas constan de dos pares, uno
formado por P y P’, cuyo momento es P(L/2) sen Δθ, que tiende
a alejar la barra de la vertical; y el par resistente del resorte, M,
que trata de que la barra vuelva a su posición inicial. (Beer
2010, p. 609).
Figura 22: Diagrama cuerpo libre parte superior de la columna

Fuente: Beer et al., 2010, p. 609.

El ángulo de deflexión del resorte es 2 Δθ, el momento M = K(2 Δθ), y K es la


constante del resorte. Una constante alta de un resorte implica que puede
almacenar mucha energía mecánica estirándose por poca distancia. Un
resorte con una gran constante K podrá resistir con un momento M más
grande. Entonces, si el momento del resorte es mayor que el momento que
realiza el par P P’, la barra tiende a volver a su estado vertical, por ende el
sistema es estable. Si el par P P’ es mayor, tiende a deformarse aún más, y el
sistema es inestable. El valor de la carga para el cual los dos pares son iguales
se denomina carga crítica Pcr (Beer et al., 2010) y se obtiene despejando de la
igualdad de los dos momentos (el M y el generado por el par P P’):

P𝑐𝑟 = 4𝐾/𝐿

Si en el sistema P < Pcr, el sistema es estable. Si P > Pcr, el sistema es inestable.

En el caso de un sistema inestable con un P grande mayor al crítico, podemos


averiguar el valor de θ para el cual se estabiliza la ecuación, en cuyo caso se
tiene que:
𝑃𝐿 𝜃
=
4𝐾 𝑠𝑒𝑛 𝜃
θ corresponde al valor del ángulo que daría el equilibrio.

En una columna, al valor de K, que es propio de los resortes, se lo denomina


βR y es a lo que se le da el nombre de rigidez a la flexión. Mientras más rígida
es la columna, menos ángulo se pandeará, porque el momento resistente será
mayor.

Fórmula de Euler. Relación de esbeltez

Si consideramos a la columna AB de la figura 19 como una viga bajo carga


axial, podemos llamar x a la coordenada de su recorrido. El eje x sería
entonces vertical y dirigido hacia abajo y el eje y sería horizontal hacia la
derecha. Si tomamos un punto cualquiera Q en su longitud, como lo hacemos
en la figura 23, y realizamos un diagrama del cuerpo libre de la parte AQ,
encontramos que el momento en Q es M = -Py. Sustituyendo este valor en la
ecuación vista en la deflexión, tenemos:

𝑑2𝑦 𝑀 𝑃
2
= =− 𝑦
𝑑𝑥 𝐸𝐼 𝐸𝐼

Figura 23: Cuerpo libre de barra y cuerpo libre de sección

Fuente: Beer et al., 2010, p. 611.

Luego de resolver la ecuación diferencial, llegamos a la siguiente ecuación:

𝜋 2 𝐸𝐼
𝑃𝑐𝑟 =
𝐿2
En estas condiciones, la ecuación de la curva elástica nos da:

𝜋𝑥
𝑦 = 𝐴 𝑠𝑒𝑛
𝐿
Está ultima ecuación es una función senoidal. Dentro del desarrollo
matemático, se han hecho varias simplificaciones que dependen de cuántos
apoyos tenga la columna al medio. En el caso resuelto teóricamente, solo se
apoya y se articula en los extremos, y su fórmula de deflexión es una función
senoidal en la que solo vemos una única amplitud (solo hasta π/2). Una
columna con un apoyo en el medio tiene otra solución a la ecuación
diferencial, más general, pero no son los casos más comunes. Con un apoyo
al medio, ya la deformación de la columna tendría una curva senoidal más
fácilmente apreciable, ya que se desviaría en una dirección de la mitad hacia
arriba, y en otra dirección de la mitad hacia abajo, describiendo un ciclo
completo de la función senoidal.
Para columnas con extremos no articulados, existen correcciones a la fórmula
de Euler, en la que la longitud que se utiliza no es la longitud total, sino una
longitud efectiva o Le, que también suele expresarse usando una constante k,
que va de 0 a 1: Le = k*L. Esta longitud efectiva es la distancia entre dos puntos
de inflexión de la deformada de la figura de pandeo, es decir, donde una
columna, frecuentemente empotrada en sus extremos, comienza a verse
afectada por la deflexión (ver figura 24).

𝜋 2 𝐸𝐼
𝑃𝑐𝑟 =
𝐿𝑒 2
Como esta ecuación solo es válida dentro del límite elástico, debemos
chequear que Pcr/A esté dentro de 𝜎02 o límite de fluencia.

Figura 24: Longitudes efectivas

Fuente: Beer et al., 2010, p. 617.

La relación de esbeltez λ de una columna es el cociente entre esa longitud


efectiva y el radio de giro del área de la columna, concepto que ya vimos en
el módulo 1.
𝑘𝐿
𝜆=
𝑘𝑜

Donde JO es el momento polar de inercia de la sección y A su área:

𝐽𝑜
𝑘𝑜 = √
𝐴
Fórmulas de diseño según el Código de Chicago y el A.I.S.C. (Instituto
Americano de la Construcción)

Las ecuaciones más usadas para el diseño de columnas de acero bajo carga
céntrica se encuentran en las especificaciones para las construcciones con
acero estructural del American Institute of Steel Construction (Instituto
Americano de la Construcción). Se utiliza una expresión exponencial para
predecir el 𝜎perm (el esfuerzo axial permitido) en las columnas de longitudes
cortas e intermedias, y una relación de tipo Euler para columnas largas. Estas
relaciones se desarrollan en dos pasos:

1. Primero se obtiene una curva que representa la variación de 𝜎cr frente


a L/r, como lo muestra la figura 25. Esta curva no incorpora ningún
factor de seguridad. La porción AB se define mediante la ecuación:

𝜎𝑐𝑟 = [0,658(𝜎𝑌/𝜎𝑒) ]𝜎𝑌

𝜋2𝐸
𝜎𝑒 =
(𝐿/𝑟)2

La porción BC se define mediante la ecuación:

𝜎𝑐𝑟 = 0,877𝜎𝑒

Se observa que si L/r = 0, entonces 𝜎cr = 𝜎e. El valor de la esbeltez L/r


en la unión de las dos ecuaciones, en B, es:

𝐿 𝐸
= 4,71√
𝑟 𝜎𝑌

Si L/r es menor que el valor de esta ecuación, 𝜎cr se determina a partir


de la primera ecuación. Si L/r es mayor, se determina a partir de la
segunda. 𝜎e se define como 0.39𝜎Y.
Figura 25: Diagrama esfuerzo crítico vs esbeltez

Fuente: Beer et al., 2010, p. 639.

2. Se debe introducir un factor de seguridad para obtener las ecuaciones


finales de diseño de la AISC. El factor de seguridad indicado por la
asociación es de 1.67, por tanto:
𝜎𝑐𝑟
𝜎𝑝𝑒𝑟𝑚 =
1,67

10.3. Diseño de soportes cargados


excéntricamente
Anteriormente, hemos visto qué sucedía cuando una viga soportaba una
carga axial excéntrica. Para el diseño de columnas cargadas excéntricamente,
el cálculo parte de la misma premisa. Es decir que, al mover la carga para que
sea céntrica, tenemos que reemplazarla por los momentos flectores que se
generarán por ese desplazamiento, a modo de un sistema fuerza-par.

𝜎 = 𝜎𝑐é𝑛𝑡𝑟𝑖𝑐𝑜 = 𝜎𝑓𝑙𝑒𝑥𝑖ó𝑛

En una columna bien diseñada, el esfuerzo máximo no debe exceder el


esfuerzo permisible. Con el fin de satisfacer este requisito, pueden utilizarse
dos métodos: el método del esfuerzo permisible y el método de interacción.

El primero se basa en la hipótesis de que los esfuerzos permisibles para una


columna con carga excéntrica son iguales para la misma con carga céntrica.
Por ende, lo que el método busca lograr es lo siguiente:
𝑃 𝑀𝑐
+ ≤ 𝜎𝑝𝑒𝑟𝑚
𝐴 𝐼
Es propicio recordar que el esfuerzo permisible en una columna sometida a
carga axial pura es generalmente menor que el esfuerzo permisible en una
columna sometida a flexión pura, ya que la primera toma en cuenta la
posibilidad del pandeo. Esto implica que, cuando utilizamos este método, se
suele ser muy conservador y a veces sobredimensionar las columnas (lo que
hace más caro el diseño).

Es posible aplicar un método mejor, el método de interacción, si escribimos la


ecuación nuevamente como:
𝑃/𝐴 𝑀𝑐/𝐼
+ ≤1
𝜎𝑝𝑒𝑟𝑚 𝜎𝑝𝑒𝑟𝑚

Ahora que tenemos separados los esfuerzos permisibles, debido a cada uno
de sus motivos, podemos reemplazarlos por sus respectivos valores,
dependiendo del tipo de esfuerzo.
𝑃/𝐴 𝑀𝑐/𝐼
+ ≤1
(𝜎𝑝𝑒𝑟𝑚 )𝑐é𝑛𝑡𝑟𝑖𝑐𝑜 (𝜎𝑝𝑒𝑟𝑚 )𝑓𝑙𝑒𝑥𝑖ó𝑛

La ecuación se vuelve más compleja cuando tenemos momentos flectores en


dos direcciones, en cuyo caso hay que sumar un término más, ya que si nos
interesa la dirección de cada uno de esos momentos y de la flexión, conviene
calcular por separado.
11. Tensiones
compuestas
11.1. Tensiones compuestas. Caso
general bidimensional
Este tema suele encontrarse en la bibliografía recomendada también con el
título de Cargas combinadas. Básicamente, consiste en problemas en los que
hay elementos mecánicos sometidos a varias fuerzas y momentos y lo que hay
que resolver es cuales son los esfuerzos internos. Es, en definitiva, un resumen
de la asignatura hasta ahora. El estudio de estos problemas de cargas
combinadas consiste en lo siguientes pasos:

1) resolver las reacciones en los apoyos;

2) seleccionar la sección del elemento en la que deseemos realizar


nuestro estudio de fuerzas internas;

3) calcular el esfuerzo de corte (por fuerza cortante y momento torsor) y


axial (por axial pura y flexión);

4) determinar si la sección resiste en base a 𝜎perm y τperm.

Considérese un miembro curvado ABDE de sección transversal


circular sujeto a varias fuerzas como lo indica la figura 26. Con
el objeto de calcular los esfuerzos que producen las cargas en
los puntos H o K, primero se traza una sección en dichos puntos
y, en el centroide C de la sección, se determina el sistema
fuerza-par para conservar el equilibro de la porción ABC. Este
sistema representa las fuerzas internas en la sección y, en
general, consta de tres componentes de fuerza y tres pares de
vectores que se supone se dirigen, según se ilustra en la figura
27. (Beer et al., 2010, p. 508)
Figura 26: Cuerpo sometido a múltiples cargas (cargas combinadas)

Fuente: Beer et al., 2010, p. 508.

Figura 27: Corte del cuerpo y diagrama de cuerpo libre

Fuente: Beer et al., 2010, p. 509.

La fuerza P es axial centrada y produce esfuerzos normales en


la sección. El par de vectores My y Mz provocan que el elemento
se tuerza y producen esfuerzos normales por flexión. Por tanto,
se agrupan con P en la parte a de la figura 28 y los esfuerzos
normales que se producen en H y K se muestran en la parte a
de la figura 29. (Beer et al., 2010, p. 509).

Estos esfuerzos se determinan mediante la fórmula de la flexión, teniendo


cuidado con la dirección de los momentos, y la fórmula para carga axial.
Por otro lado, el par giratorio T y las fuerzas de corte Vy y Vz
producen esfuerzos cortantes en la sección como se ve en la
parte b de la figura 28. Las sumas de estos efectos τxy y τxz se
pueden observar en la parte b de la figura 29. (Beer et al., 2010,
p. 509)

Éstos se calculan mediante la fórmula de Jourasky para las fuerzas de corte y


la fórmula de torsión vista en el módulo 2.

Figura 28: Análisis de fuerzas y momentos en la sección

Fuente: Beer et al., 2010, p. 509.

Figura 29: Tensiones normales y cortantes en la sección

Fuente: Beer et al., 2010, p. 509.

Este es el caso más complicado, el tridimensional. El caso bidimensional es


más sencillo, ya que solo tendremos corte y momento flector en una
dirección, además de torsión.
11.2. Tensiones en un plano inclinado.
Tensiones principales
Otro concepto importante, dentro de la teoría en la mecánica de materiales,
consiste en tomar elementos de carga individuales con esfuerzos axiales y de
corte y calcular sus tensiones principales.

Suponga que existe un estado de esfuerzo plano en un punto


Q (es decir que 𝜎z = τzx = τzy = 0), definido por las componentes
𝜎x, 𝜎y, y τxy. Se pide determinar estas componentes luego de
que ha girado un determinado ángulo θ con respecto al eje z
(figura 30) y expresar estas componentes en función de este
ángulo y de las componentes iniciales. (Beer et al., 2010, p.
425).

Figura 30: Tensiones principales 1/2

Fuente: Beer et al., 2010, p. 426.

Con el objetivo de determinar el esfuerzo normal 𝜎x’, y el de


corte τx’y’ ejercidos sobre la cara perpendicular al eje x’, se
estudiará un elemento prismático con caras respectivamente
perpendiculares a los ejes x, y, y x’ (figura 31). Si el área de la
cara oblicua es ΔA, las áreas de las caras vertical y horizontal
son, respectivamente, ΔA cos θ y ΔA sen θ. (Beer et al., 2010,
p. 426)
Figura 31: Tensiones principales 2/2

Fuente: Beer et al., 2010, p. 426.

Luego de varios pasos de álgebra y de utilizar varias identidades


trigonométricas, obtenemos los nuevos valores de 𝜎x’, 𝜎y’ y τx’y’.
𝜎𝑥 + 𝜎𝑦 𝜎𝑥 − 𝜎𝑦
𝜎𝑥′ = + cos 2𝜃 + 𝜏𝑥𝑦 𝑠𝑒𝑛 2𝜃
2 2
𝜎𝑥 − 𝜎𝑦
𝜏𝑥′𝑦′ = − sen 2𝜃 + 𝜏𝑥𝑦 𝑐𝑜𝑠 2𝜃
2
𝜎𝑥 + 𝜎𝑦 𝜎𝑥 − 𝜎𝑦
𝜎𝑦′ = − cos 2𝜃 − 𝜏𝑥𝑦 𝑠𝑒𝑛 2𝜃
2 2
Sumando miembro a miembro la primera y la tercera expresión, encontramos
que:

𝜎𝑥′ + 𝜎𝑦′ = 𝜎𝑥 + 𝜎𝑦

Es decir que la suma de los esfuerzos normales ejercidos sobre un elemento


cúbico de material es independiente de la orientación del elemento.

Esfuerzos principales

Las ecuaciones obtenidas en la sección precedente son las ecuaciones


paramétricas de un círculo. Esto quiere decir que si se escoge un sistema de
ejes rectangulares y se grafica un punto M, de abscisa 𝜎x’ y de ordenada τx’y’,
para cualquier valor de θ, los puntos que obtengamos estarán situados en un
círculo. Si escribimos la ecuación de un círculo de radio R con centro en C,
operando con las ecuaciones paramétricas vistas, obtenemos:
𝜎𝑥 + 𝜎𝑦
𝜎𝑝𝑟𝑜𝑚 =
2

𝜎𝑥 − 𝜎𝑦 2
𝑅 = √( 2
) + 𝜏𝑥𝑦
2
Y la identidad de la forma:
2 2
(𝜎𝑥′ − 𝜎𝑝𝑟𝑜𝑚 ) + 𝜏𝑥′𝑦′ = 𝑅2

Esta última expresión es definitivamente la ecuación del círculo de radio R.


Luego de un desarrollo matemático extenso, se obtienen las tensiones
principales.

𝜎𝑥 + 𝜎𝑦 𝜎𝑥 − 𝜎𝑦 2
𝜎𝑚á𝑥,𝑚𝑖𝑛 = ± √( 2
) + 𝜏𝑥𝑦
2 2

Y:

𝜎𝑥 − 𝜎𝑦 2
𝜏𝑚á𝑥 = √( 2
) + 𝜏𝑥𝑦
2
Bibliografía de referencias
Beer, F., Russel Johnston, E., Mazurek, D., y Eisenberg E. R. (2010). Mecánica
vectorial para ingenieros. México: McGraw Hill.

Beer, F., Russell Johnston, E., Dewolf, J., y Mazurek, D. (2010). Mecánica de
materiales. México: McGraw Hill.

Capilla, Ángel Vallecillo, Apuntes de Cátedra Estructuras I I.E.T.S. de Arquitectura,


Tema 9, 2003.

Rodríguez Lezama, F., Instituto Politécnico Nacional Esime Azcapotzalco, Academia


de proyecto. Tema 6: Deflexión en vigas. Recuperado de
http://es.slideshare.net/ESCORPION110/resistencia-de-materiales-tema-6

Gómez, N. A. (s. f.). Vigas de alma llena [Apuntes de clase]. Facultad de Ingeniería.
Universidad Nacional del Nordeste [versión PDF]. Recuperado de
http://cmetalicas.tripod.com/sitebuildercontent/T5_NAG.pdf

Pytel, A., y Singer, F. (2008). Resistencia de Materiales. México: Oxford, University


Press.

Zevallos, I. (2014). Cerchas y pórticos isostáticos [Apuntes de clase]. Facultad de


Ciencias Matemáticas, Físicas y Químicas, Universidad Técnica de Manabi.
Recuperado de http://es.slideshare.net/marggot696/cerchas-y-porticos-isostaticos

También podría gustarte