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Bibliografía:

- BOTTO M., DELICH V. y TUSSIE D. (2003). “El nuevo escenario político regional y su impacto en la
integración. El caso del MERCOSUR” en Rev. Nueva Sociedad, Caracas, n.186, p. 114-127, disponible
en: http://nuso.org/media/articles/downloads/3138_1.pdf
- MALAMUD, A. (2016). “El malentendido latinoamericano” en Rev. Nueva Sociedad, n. 266, p. 32-
44, disponible en http://nuso.org/media/articles/downloads/1._TC_Malamud_266.pdf
- SERBIN, A. (2009). “América del Sur en un mundo multipolar: ¿es la UNASUR la alternativa?” en
Rev. Nueva Sociedad, n.219, p. 145-156, disponible en: http://fes-
seguridadregional.org/images/stories/docs/4576-001_g.pdf

Material ampliatorio:
- GIL L. y PAIKIN D. (2013). “Mapa de la integración regional en América Latina: Procesos e
Instituciones” en Rev, Nueva Sociedad. Disponible en:
http://www.ba.unibo.it/risorse/files/GilInt.RegionalenAL.pdf
- FRENKEL A. (2019). “Prosur: El último Frankestein de la integración sudemaericana”. Artículo de
opinión en Rev. Nueva Sociedad. Disponible en: https://www.nuso.org/articulo/prosur-integracion-
america-latina-derecha-alianza/

LOS PASOS HISTORICO-POLITICOS DEL MERCOSUR

“Desde la firma del Acta de Integración Argentino-Brasilera (1985) no existió entre estos países una
visión única, y muchas veces tampoco compartida, sobre el potencial político, económico y
estratégico de la integración regional >> Característica de inestabilidad >> No obstante ha
sobrevivido”.

Dos períodos desde su configuración hasta el contexto internacional post 11/9:

Integración concebida como instrumento político (1985-1991):

Antecedentes >> una serie de reuniones, declaraciones y acuerdos de los por entonces presidentes
de Argentina y Brasil (Alfonsín y Sarney) durante 1985-88. “Etapa marcada por la convergencia de
intereses en torno de la necesidad de reformular la relación cívico-militar, consolidar el sistema
democrático y eliminar las hipótesis de conflicto militar y rivalidad argentino-brasileña, con miradas
a vínculos de cooperación. Se pensaba en la subregión como un espacio de construcción de políticas
de confianza. La integración no se definía sino secundariamente como un instrumento de liberación
comercial”.

Mercosur eminentemente económico (1991-2001).

“La integración da un giro hacia objetivos y metas económicas, como incrementar los flujos y atraer
inversiones. En sintonía con las reformas de ajuste estructural promovidas por los organismos
internacionales, la mayoría de los líderes de la región abrió unilateralmente su respectiva economía
con medidas que promovieron la liberalización comercial, la privatización y la desregulación. El
Mercosur fue visto como un instrumento para anclar, estabilizar y profundizar reformas”.
Tratado de Asunción (1991) Menem y Collor de Mello >> incluyó, entre otros compromisos, el de
implementar el programa de liberalización comercial cuyas desgravaciones se producirían en forma
progresiva, liberal y automática >> se puso fin a la metodología de negociación y liberalización
comercial sector por sector, y producto por producto, que había regido en la década de los 80 en el
marco de la ALADI.

Aun con una visión compartida sobre el valor del Mercosur y la necesidad de preservarlo, a medida
que la década fue avanzando, Argentina y Brasil diferenciaron su perspectiva tanto sobre el
significado económico del proyecto como respecto a su utilización en tanto herramienta política.

En lo político: Brasil colocó el Mercosur al tope de su agenda internacional mientras que Argentina
desarrolló una política de acercamiento y alineación con EEUU >> tensiona su relación con Brasil.

“En Brasil, en cambio, el Mercosur fue desde el inicio más bien un proyecto
político-estratégico impulsado por el Gobierno con la visión de que la
integración con Argentina era una oportunidad para crear un nuevo marco
de estabilidad, seguridad y desarrollo para el conjunto de América del Sur.
Como producto de esa evaluación, la Cancillería estuvo siempre al frente
de la conducción del proceso, defendiendo posturas negociadoras que
llevasen a una conciliación recíproca y equilibrada de intereses. Para la
diplomacia brasileña la visión de largo plazo era más importante que la
contabilización inmediata de ganancias o pérdidas comerciales” (BOTTO
M., DELICH V. y TUSSIE D., 2003, p.122).

En lo económico: Brasil fue menos contundente en su apego a las medidas de cuño liberal, y en este
aspecto pronto afloraron divergencias que menguaron la posibilidad de una visión compartida >>
(no solo en materia cambiaria o de política, sino también en las políticas industriales de carácter
más desarrollista).

FINES de los 90: la integración comercial se había convertido en realidad pero sin que existiera una
visión o discurso compartido sobre la misma. Recién en 2003 comienza a tomar un nuevo impulso y
a unificar su discurso común como bloque durante los gobiernos de Lula Da Silva y Kirchner
respectivamente.

2003 >> visión más social de la integración. Se proyectaba: “…una estrategia conjunta para combatir
la pobreza; la creación de un parlamento cuyos miembros sean elegidos por el voto de la población;
el fortalecimiento de la Secretaría Técnica con vistas a adecuar la estructura institucional del
Mercosur a la nueva visión; la negociación conjunta del Mercosur en los foros internacionales; la
coordinación macroeconómica, con la eventual creación de una moneda común; la necesidad de
perfeccionar la unión aduanera a través de la eliminación de las excepciones al Arancel Externo
Común (AEC); la elaboración de normas comunes para evitar los efectos distorsionadores de los
subsidios y los acuerdos de reconocimiento mutuo; la creación de foros de competitividad en los
diversos sectores, buscando promover la producción a escala regional y las inversiones; la necesidad
de poner en vigencia los protocolos ya firmados, como el de Olivos para la solución de controversias
y el de servicios, y finalizar el de compras gubernamentales; la necesidad de avanzar en el diseño de
un procedimiento ágil para aplicar la normativa Mercosur, a fin de que no toda norma requiera del
tratamiento legislativo en los Estados partes”.

Actualmente >> nuevo período de estancamiento en materia de crecimiento y flujos comerciales.


Abril 2020: Argentina suspende su participación en negociaciones externas. Anunció que no
acompañará las negociaciones de libre comercio del Mercosur con Corea del Sur, Singapur, Líbano,
Canadá e India >> nueva crisis para el bloque regional.
En el marco de la pandemia >> ha habido colaboraciones conjuntas entre países miembros en
materias de salud, ciencia y tecnología.

ALADI:

Es el mayor grupo latinoamericano de integración. Sus trece países miembros comprenden


a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Urug
uay y Venezuela, representando en conjunto 20 millones de kilómetros cuadrados y más de 510
millones de habitantes.

[…]

La ALADI propicia la creación de un área de preferencias económicas en la región, con el objetivo


final de lograr un mercado común latinoamericano, mediante tres mecanismos:

– Una preferencia arancelaria regional que se aplica a productos originarios de los países miembros
frente a los aranceles vigentes para terceros países.

– Acuerdos de alcance regional (comunes a la totalidad de los países miembros).

– Acuerdos de alcance parcial, con la participación de dos o más países del área.

En: http://www.aladi.org/sitioaladi/?page_id=148

UNASUR:

OBJETIVOS >> 5 ejes:

- diálogo político: constituirse como un foro autónomo de la presencia de los Estados Unidos
(distinguiéndose de la OEA) para la definición de visiones comunes a nivel sudamericano y de marcos
de acción conjunto en el terreno internacional;

- interconexión física y energética: construcción de propuestas de vinculación vial, oleoductos y


gasoductos que permitan conectar los grandes productores de petróleo y gas (Venezuela y Bolivia
principalmente) con las economías dependientes (Brasil, Argentina, Colombia, Perú, Chile) >>
Constituir un anillo energético que permita el autoabastecimiento regional de combustibles;

- integración financiera: constitución del Banco del Sur como espacio de depósito de reservas y
préstamos para el desarrollo;
- defensa: dos visiones >> por un lado la posición venezolana de la constitución de una fuerza
sudamericana unificada y la posición brasileña, más moderada, de la constitución de un espacio de
coordinación de políticas, de replanteo de la propia noción de defensa y seguridad en el espacio
sudamericano (se optó por la opción brasilera);

- defensa irrestricta de la democracia y de la voluntad de los pueblos de constituir sus propios


gobiernos: se planteó un respeto de la voluntad popular por sobre concepciones de democracia
“más restrictivas” planteadas en el seno de la OEA (críticas a la situación de algunos países como
Venezuela). Además, plantea la solución pacífica de los conflictos y la constitución de Sudamérica
como zona de paz.

Conclusiones

En los procesos estudiados, se puede observar como constantes:

- la fuerte presencia del componente intergubernamental y del peso decisivo de las figuras
presidenciales a la hora de definir las políticas..
- ampliación de los objetivos desde lo meramente comerciales (propios de la década del 90)
como los casos del Mercosur y ALADI, a propuestas de índole cultural, productivo, social y
ambiental (como UNASUR y hoy en día PROSUR) que se concentrán en otras áreas que no
hacen énfasis en el aspecto comercial de la integración.
- algunos procesos y proyectos en expansión se condicen con los tiempos ideológicos y las
necesidades geopolíticas y económicas de los Estados (en el caso de la UNASUR, fue
impulsado con fuerza por la diplomacia brasileña en su búsqueda de convertirse en “jugador
global

América Latina tiene una historia común, una cultura compartida y dos lenguas mutuamente
inteligibles. Por eso, observadores extranjeros la consideran homogénea y líderes autóctonos la
proclaman unificada. Ambas imágenes son erróneas: los países de la región tienden a
diferenciarse entre sí y las fuerzas centrífugas superan a las centrípetas (MALAMUD, 2016, p.32).

No existe ninguna organización regional que abarque exclusivamente a todos los países
latinoamericanos >> América Latina jamás habló con una sola voz.

LA PARTICULARIDAD LATINOAMERICANA

Si bien Latinoamerica es un continente más europeizado que África o Asia (en cuanto a composición
demográfica, homogeneidad lingüística y religosa, tradiciones y otros aspectos culturales), goza de
características que la distinguen de Europa.

En Aca. Latina los emprendimientos modernizadores lograban éxito inicial, pero acababan en
fracaso. Whitehead >> «mausoleo de modernidades» >> “cementerio de proyectos abandonados
antes de completarse y sobre cuyos cimientos inconclusos se construirá el próximo. Siempre
buscando y nunca llegando…”
“…la construcción de los Estados latinoamericanos tuvo lugar en un contexto diferente del
europeo. Miguel Ángel Centeno lo caracteriza como adverso y lo desagrega en tres elementos. El
primero es la fragmentación: la superficie de América Latina más que duplica la de Europa. Por ser
además un continente menos poblado y más accidentado geográficamente, las posibilidades de
interacción entre las diferentes regiones fueron históricamente limitadas, tanto para el comercio
como para la guerra. El segundo elemento es la estructura social: en contraste con Europa, las
divisiones étnicas entre los grupos dominantes y los subalternos, sobre todo de origen indígena o
africano, llevaron a los primeros a temer una revuelta social antes que una invasión extranjera. El
tercer elemento contextual es la división entre las elites: dado su perfil de mercaderes antes que
guerreros, la economía se sobrepuso a la política y las rivalidades a la cooperación”.

Aun cuando las guerras de independencia habían concluido, la estabilización de los nuevos
Estados seguía lejana. Por ejemplo, en el caso de Argentina, si bien la independencia se logró en
1810, el Estado moderno propiamente dicho se consolidó recién en 1880.

Latinoamerica refleja escasez de guerras >> tener en cuenta que la integración europea fue
construida sobre millones de cadáveres después de 2 guerras mundiales. Por otro lado, en 200 años
ningún Estado desapareció del mapa >> principio de uti possidetis («según poseas, poseerás») fue
acordado entre España y Portugal antes de la independencia y permitió a los nuevos Estados
delimitar sus fronteras más pacíficamente que en Europa. Por último, América Latina es la región
con mayor cantidad de acuerdos bilaterales y multilaterales firmados relacionados con la resolución
pacífica de conflictos. Otra característica es la ausencia de armas nucleares en la zona.

LA HETEROGENEIDAD INTERNA

 Comparando PBI per cápita se percibe que en Latinoamérica los países más ricos de la región
aparecen mezclados con los «pobres» de la Unión Europea. Mientras que los más pobres
están al mismo nivel que los países del África subsahariana (esta pobreza va acompañada
de inestabilidad política y violencia social, dada la dificultad del Estado para garantizar la ley
y el orden, como es el caso de Haití).
 Las redes criminales (especialmente las financiadas por el narcotráfico) constituyen una
amenaza creciente para la nueva prosperidad latinoamericana, aunque en este aspecto
también se visualiza la heterogeneidad de la región, ya que las tasas de homicidio varían
ampliamente de país a país.
 Mientras que algunos países de América Latina gozan hoy de niveles de democracia y
prosperidad que se aproximan a los de Europa, otros Estados de la región exhiben
indicadores mediocres o incluso lúgubres, que alimentan una rampante diferenciación
intrarregional.
 Otro aspecto de diferenciación es el índice de desarrollo humano (idh) >> América Latina
cuenta con países en las cuatro categorías de desarrollo: muy alto, alto, medio y bajo (en
contraposición, Europa, América del Norte e incluso Asia continental y África aparecen más
uniformes, sea en niveles altos o bajos).
 La diferenciación interna de América Latina se manifiesta también en el grado de
modernización económica y de inserción internacional.
La diferenciación progresiva de los países latinoamericanos ha contribuido a alimentar un proceso
paralelo >> la fragmentación organizativa >> variedad de organizaciones regionales que han
proliferado sin que las más recientes substituyan a las más antiguas y superponiéndose, por el
contrario, en capas mal encajadas.

ESCENARIOS EXTERNOS

América Latina también se diferencia en cuanto a cómo cada país se inserta al mundo.

La distribución del poder mundial está cambiando. Pero,


contra lo que algunos líderes latinoamericanos esperaban,
no se transfiere del Norte al Sur sino de Occidente a Oriente.
Ante un multilateralismo impotente, las grandes potencias
ganan margen de acción frente a sus vecinos y a las
organizaciones internacionales. Las brechas de poder
cobran más relevancia en un mundo donde
las instituciones pierden capacidad regulatoria (Malamud,
2016, p.42)

La forma en que los países latinoamericanos se inserten en este mundo en transición depende de
dos factores, uno estratégico y el otro económico. El

Estratégico >> vinculado a EEUU, como potencia con intereses e influencia relevantes en el
continente.

Económico >> ligado a la evolución de las economías estadounidense y china cuyos mercados
pueden funcionar como impulsores del crecimiento latinoamericano.

Entonces, ¿qué futuro le espera a la región en sus relaciones con el inevitable eeuu, la emergente
China y el resto del mundo? >> Tres escenarios son concebibles: un mundo pacífico y con
crecimiento económico, uno con conflictos puntuales y estancamiento económico, y otro en el que
conflictos generalizados conviven con crisis económicas. En el primer caso, las relaciones
interamericanas serán buenas; en el segundo, administrables; y en el tercero, impredecibles.

 Áreas de convergencia en las relaciones interamericanas >> armas nucleares y terrorismo.


 Áreas más conflictivas >> el narcotráfico y las migraciones (EEUU y Aca. Latina en veredas
opuestas).
 Áreas de mayor incertidumbre en las relaciones interamericanas >> la energética
(dependiente de los precios internacionales y de la innovación tecnológica. Fuerte
dependencia) y la territorial (colapsos estatales que provocarían inestabilidad regional y
oleadas de refugiados)
 Relaciones con China >> fragmentadas por subregiones >> el perfil de actuación chino
tendrá dos características: por un lado, se limitará a la economía y no pretenderá disputar
política o militarmente la hegemonía norteamericana; por otro, tenderá a aproximarse vía
crédito más que inversiones, manteniendo el control como acreedor en vez de compartir los
riesgos como socio. Esto, que los líderes latinoamericanos pueden presentar como
respetuoso de la soberanía (en contraposición con la entrada directa que China ha
practicado en África), esconde el fantasma de una nueva dependencia.

ALTERNATIVAS SUDAMERICANAS A LA OEA

La focalización de los intereses geopolíticos estadounidenses en Oriente Medio y otras regiones del
mundo a partir del 11 de septiembre de 2001 posibilitó, junto con otros cambios, una mayor
autonomía regional y la emergencia de un amplio espectro de gobiernos de corte progresista y de
izquierda en Sudamérica. El proyecto del Área de Libre Comercio de las Américas (alca),
particularmente después de la Cumbre de las Américas realizada en Mar del Plata, tiende a
desgajarse en diversos acuerdos de libre comercio bilaterales y subregionales.

En el ínterin, una nueva dinámica y un nuevo mapa político han comenzado a consolidarse en
América del Sur, en el marco de diferentes comprensiones y visiones de la multipolaridad emergente
en el orden global. Entre estas visiones, con sus respectivas narrativas, se destacan dos:

La primera es una visión geoestratégica y militar, cargada de elementos ideológicos, ilustrada por
la política exterior de Hugo Chávez.

La segunda visión y estrategia que se desarrolla en América del Sur es multidimensional y se basa
en el desarrollo productivo, industrial y comercial. Su principal promotor es Brasil, que aspira a
convertirse en un actor y un referente global a partir de la consolidación de su liderazgo en la
región, para lo cual busca articular, de manera gradual y sostenida, los objetivos de Estado con los
objetivos de gobierno.

Ambas visiones y narrativas suponen diferentes actitudes frente a EEUU. Ambas estrategias, pese a
sus marcadas diferencias, responden a una visión multipolar del mundo. Los contrastes, no
obstante, están definidos por el uso de una estrategia confrontacional, desde una visión
geoestratégica de contenido militarista y con una fuerte apelación ideológica, por parte de Chávez,
y por el desarrollo sostenido de una cauta estrategia diplomática, de cuidadoso enhebrado regional
y global, desde una visión multidimensional, por parte de Brasil.

La primera visión no prosperó y entró en crisis con el ascenso de Nicolás Madura en Venezuela,
mientras que la segunda visión se conformó en el marco de la Unión Sudamericana de Naciones,
impulsada por Brasil >> UNASUR tuvo relativo éxito, especialmente en sus intervenciones en
resolución de conflictos ya que marcó la poca predisposición de América Latina para abordar sus
crisis en el marco de la OEA (por la profunda influencia y presencia norteamericana en el organismo)
y su creciente capacidad en manejo conjunto de conflictos.

LA UNASUR Y LA OEA ¿COMPETENCIA O COMPLEMENTACION?

“… es importante señalar que la OEA, aunque se trate de un espacio en el que EEUU desempeña un
rol predominante, constituye un foro político prominente para la discusión de los asuntos
hemisféricos, un mecanismo establecido y decantado que, especialmente en los últimos años, ha
desempeñado un protagonismo fundamental en la consolidación de la democracia en la región, la
prevención de los abusos y violaciones a los derechos humanos y la resolución pacífica de
controversias entre Estados. La Unasur, en cambio, es un mecanismo novel, cuya estructura y
mandato están en proceso de definición y que aún requiere de la aprobación parlamentaria por
parte de la mayoría de los países miembros para poder asumir funciones vinculantes”.
DESAFIOS DE LA UNASUR

UNASUR carece de una estructura funcional instalada y confronta numerosas tensiones entre sus
miembros, en ejemplo fue la propuesta de elegir a Nestor Kirchner como Secretario General del
organismo, algo a lo que el gobierno uruguayo se opuso tajantemente dado el papel del presidente
argentino durante el conflicto por las papeleras, alegando que no presentaría imparcialidad a la hora
de tomar decisiones. Esto demuestra como las agendas nacionales se imponen claramente por
sobre una agenda regional conjunta.

Otro desafío es superar la tendencia presidencialista propia de las culturas políticas de la región >>
inclinación a enfrentar y resolver las crisis a través del encuentro de los presidentes en reuniones
cumbres >> No existe el desarrollo de políticas sostenidas que requieren de una amplia participación
de otros actores, incluyendo a una ciudadanía organizada y a actores políticos que, como los
partidos y los parlamentos, necesitan una mayor legitimación democrática en la mayoría de los
países.

La UNASUR hoy en día se encuentra en un período de estancamiento o decadencia. Muchos países


se retiraron del organismo (incluyendo a la Argentina en 2019). Hoy en día en el organismo sólo
quedan Venezuela, Guyana y Surinam.

NUEVOS ESQUEMAS - PROSUR:

El Prosur (Foro del Progreso para América Latina) fue creado en 2019 bajo la iniciativa de Chile y
Colombia y apoyada por otros países de la región (Argentina, Brasil, Ecuador, Guyana, Paraguay y
Perú) >> Otra vez es clara la propensión de la región de superponer y crear instancias regionales sin
desechar las anteriores, aunque el Prosur busca reemplazar o suplir el rol que cumplía Unasur,
aunque diferenciándose en diversos aspectos, ya que difiere la orientación ideológica de sus
respectivos creadores.

Objetivos: conformar «un espacio regional de coordinación y cooperación en materia de


infraestructura, energía, salud, defensa, seguridad y manejo de desastres naturales» mediante un
«marco institucional flexible y un mecanismo ágil de toma de decisiones». Como requisito
excluyente para participar, agregan, es necesaria «la plena vigencia de la democracia, la separación
de poderes del Estado y el respeto a las libertades fundamentales» (respecto a esta última visión,
se excluye la participación de Venezuela, que sí había sido aceptada en el marco de la Unasur).

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