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La

Depresión
ANTECEDENTES HISTORICOS
SOBRE LA DEPRESIÓN
En la sociedad actual el término “depresión” se ha
popularizado y banalizado. En cierto modo ha
perdido su carácter de enfermedad, y hoy hablamos
muy a la ligera de “tener depresión”, estar “depre” y
otras expresiones similares, ante situaciones que
tienen que ver más con la tristeza que con la
depresión.
Parece que no estar bien visto estar triste. Con
frecuencia asociamos la tristeza a un sentimiento de
debilidad, sobre todo por el sexo masculino. Así
sustituimos tristeza por depresión, dando a entender
que nuestro estado de ánimo no es fruto de nuestra
debilidad sino de una enfermedad.
SIGNIFICADO DE LA PALABRA
DEPRESIÓN

Depresión es el trastorno emocional y mental a través del cual las personas


expresan un sentimiento de profundo dolor, culpa y tristeza.
La depresión se puede manifestar a través de diversos síntomas psíquicos
y corporales, por lo cual debe ser diagnosticado y tener un control médico o
de especialistas en el área de la salud mental.
La depresión se caracteriza en que la tristeza y el desánimo es mucho
mayor y duradero que cuando una persona simplemente se siente
afligida o cabizbaja en una ocasión en particular. En esos casos, la tristeza o
melancolía suele ser pasajera.
Pero en una situación de depresión ocurre lo contrario, los sentimientos de
dolor y desinterés permanecen por mayor tiempo, tanto así que suele afectar
tanto la vida personal y social, como la vida profesional del individuo.

Las personas deprimidas se caracterizan por presentar de manera prolongada


un estado de desánimo, baja autoestima, cansancio, escasa sensación de
felicidad o placer e, incluso, apatía para enfrentar los retos de la vida diaria.

Por ello, es importante evaluar el entorno donde viven y llevan a cabo sus
actividades.

Sin embargo, para diversos investigadores, la depresión, más allá de ser un


trastorno mental, es más bien una enfermedad del alma y, en algunos casos,
las personas ni siquiera saben explicar el porqué de su tristeza.
CAUSAS

Existen diversas causas que generan la depresión, algunas se pueden explicar


a través de estudios bioquímicos en importantes alteraciones en los agentes
químicos como, por ejemplo, el cortisol, serotonina, dopamina, entre otros,
que afectan negativamente el estado de ánimo del individuo.

No obstante, también se puede explicar que la depresión se puede originar


por distintos motivos familiares o sociales que afectan el estado de salud de
una persona.

Por ejemplo, criar a los niños desde una perspectiva triste del mundo o la
pérdida de un familiar o empleo, entre otros.

Lamentablemente, la depresión se puede presentar en diferentes grados de


complicación. En el grado más complejo o crónico, las personas deprimidas
pueden necesitar de medicamentos para estabilizar el estado de ánimo o para
evitar, en el peor de los casos, posibles riesgos de suicidio.
SINTOMAS
Los especialistas en el área de la medicina y psicología han determinado una
serie de síntomas a través de los cuales se puede reconocer y tratar a las
personas depresivas. Entre las más comunes están:

 Constante agotamiento físico y mental


 Dificultades para concentrarse tanto en el desarrollo de tareas diarias
como laborales, así como para tomar decisiones personales
 Incurrir en pensamientos negativos
 Pérdida de apetito y peso
 Insomnio
 Ansiedad
TIPOS DE DEPRESIÓN
La depresión se puede tipificar según sus causas e intensidad. No todas las
personas depresivas presentan los mismos síntomas ni están tristes por las
mismas razones.

Depresión grave: es un tipo de depresión que incapacita a las personas a


realizar sus actividades diarias y a relacionarse con otras personas con
normalidad.
Depresión posparto: algunas mujeres, luego del parto, pueden tener
episodios breves de depresión, debido al conjunto de cambios químicos,
físicos y de vida que esto conlleva.
Trastorno afectivo emocional: es un tipo de depresión que suele surgir
durante las estaciones del año más frías y en las cuales hay menos días
soleados y calurosos.
Trastorno bipolar: algunos especialistas creen que el trastorno bipolar puede
deberse a un estado de depresión por el cual estas personas presentan
cambios de humor inesperados, que pueden ir de la alegría al mal humor o
rabia e, incluso, tristeza.
Trastorno distímico: es un tipo de depresión que puede durar
aproximadamente más de dos años y que, aunque no es grave, sí afecta al
desarrollo de la vida diaria de las personas.
DEPRESIÓN EN
ADOLESCENTES
odos los seres humanos podemos pasar por un momento de depresión por
diversidad de situaciones de estados de salud. Tanto los niños como los
adolescentes, adultos o personas mayores, pueden experimentar una etapa
de tristeza profunda.

Sin embargo, la depresión en los adolescentes es un grave problema de salud.


Durante la adolescencia el cuerpo humano sufre gran cantidad de cambios
hormonales, físicos y mentales que no todos los jóvenes saben comprender o
sobrellevar a fin de definir su personalidad.

La depresión en adolescencia se puede percibir según sus rendimientos


escolares, grupos de amigos, baja estima, cambios de humor sin motivo, entre
otros.

Por ello, es importante que estos jóvenes cuenten con el apoyo de personas
adultas que les ayuden a comprender dicha situación. Uno de los grandes
problemas de la depresión en los adolescentes es el número de suicidios,
trastornos alimenticios y de comportamientos.
CONSEJOS PARA EVITAR LA
DEPRESIÓN
Por eso, la educación puede ayudar a muchas personas a interpretar de manera
positiva las distintas situaciones negativas que pueden surgir a lo largo de la
vida, actuando como un factor protector. Y a pesar de que en algunos casos
graves es necesario acudir a un especialista para que éste pueda ayudar a superar
el trastorno lo antes posible, es posible adquirir una serie de hábitos para prevenir
la aparición de esta patología:

1. Mejora la inteligencia emocional (IE)


Manejar las emociones de forma inteligente se considera fundamental para la
propia adaptación física y psicológica. La inteligencia emocional se entiende
como un conjunto de habilidades que permiten percibir, valorar y expresar
emociones, acceder a ellas, comprenderlas y, por último, regularlas. La
experiencia emocional puede ser vivida de dos formas distintas: la experiencia
directa y la reflexión acerca de la experiencia.

Son muchas las investigaciones que concluyen que la inteligencia emocional es


un indicador útil para valorar el bienestar emocional y el ajuste psicológico
de las personas. De hecho, puntuaciones altas en inteligencia emocional se
asocian con una interpretación más optimista de los sucesos que ocurren, una
mayor satisfacción con la vida y una mayor de salud psíquica.

En un principio se pensó que la relación entre inteligencia emocional y depresión


era indirecta. Sin embargo, investigaciones posteriores han mostrado que un bajo
nivel de IE influye directamente en las puntuaciones que se obtienen en
depresión. Asistir a cursos o seminarios de inteligencia emocional puede ayudar
a mejorar esta habilidad y, por tanto, a prevenir la depresión.

2. Practica ejercicio
Seguramente ya habrás escuchado esto antes, pero te lo vamos a repetir: el
ejercicio físico te aporta muchos beneficios tanto físicos como psicológicos.
Para prevenir la depresión el ejercicio físico es positivo, pues favorece la
liberación de endorfinas, unas sustancias químicas que producen sensación de
felicidad y euforia.

Además, tanto el ejercicio cardiovascular como el trabajo de resistencia


anaeróbica (por ejemplo, el trabajo con pesas) van a aportarte beneficios para tu
salud física y mental. Por último, practicar ejercicio también puede mejorar la
imagen que tienes de ti mismo, y esto puede ayudar a mejorar tu autoestima.
Ejercitarte tres veces por semana, en sesiones de 45 minutos, puede ser suficiente
para prevenir trastornos del estado de ánimo.

3. Come sano y equilibrado


La dieta no va a curar la depresión, pero puede ayudar a que nos sintamos
mejor. Comer sano y equilibrado mejora la salud y el bienestar mental, pues
repercute en la salud general y, por tanto, en la salud mental. Algunos estudios
afirman que la dieta mediterránea es ideal para prevenir la depresión. Esto ocurre
porque es una dieta rica en folato y vitaminas del grupo B que son esenciales en
las rutas metabólicas de la metionina, homocisteina y para la s-adenosil-
metionina (SAM), implicadas en la biosíntesis de neurotransmisores que afectan
al estado de ánimo, como la dopamina y la serotonina.
Otras investigaciones afirman que comer alimentos ricos en ácidos grasos
omega-3 (como sardinas, trucha o frutos secos) reduce los síntomas de la
depresión. Además, comer alimentos ricos en triptófano ayuda a prevenir la
depresión. Por último, es necesario evitar los alimentos grasas “trans” (como
la bollería industrial), pues favorecen los síntomas depresivos. Estos participan
en el aumento peso corporal y hacen a los individuos más ser infelices.

4. Ten una vida social activa y practica tus hobbies


Tener una vida social activa se ha demostrado que es eficaz para prevenir la
depresión. Rodearse de buenos amigos, acudir a eventos y practicar los
hobbies que nos gustan, son positivos para tener una vida más plena.

Por tanto, es necesario no aislarse y salir a la calle a pasar buenos momentos.


Apoyarte en tus amigos íntimos y en tus familiares, es decir, en personas que se
preocupan por ti, es un factor protector de la depresión. Además, si éstos son
divertidos, te harán pasar un buen rato y te transportarán a un estado de ánimo
positivo y agradable.

Además, practicar nuestros hobbies da sentido a nuestras vidas. Encontrar esas


actividades que nos motivan y nos hacen estar en estado de flow nos van a
proporcionar momentos increíbles. De hecho, un estudio realizado en Japón
demostró que aquellas personas que practicaban ejercicio físico
regularmente, se alimentaban con una dieta saludable y disfrutaban de sus
hobbies, eran más felices y eran menos propensos a sufrir depresión.

5. Deja de compararte con los demás y deja de pensar en


lo que los demás piensan de ti
Compararse continuamente con los demás puede tener consecuencias negativas
para tu autoestima. El mundo en el que vivimos nos exige ser perfectos en todo
y en todo momento, incluso de manera irracional. Pero no sólo compararse con
los demás es negativo, sino que es habitual estar pendientes de gustar los
demás todo el tiempo.

A todos nos gusta caer bien y ser aceptados por los demás, pero muchos gastan
demasiado tiempo y energía intentando gustar a otros. El desgaste psicológico de
compararse con los demás y de estar pensando en agradar a todo el mundo no es
sano y produce estrés innecesario.

6. Vive el presente
Vivir el presente cuida tu salud emocional y tu estado anímico. Esto parece fácil
de hacer, pero habitualmente estamos con el cuerpo en el presente pero la
mente en el pasado o el futuro. Aprender a vivir en el presente te ayuda a
mejorar el bienestar y te protege contra la depresión. Éste es uno de los principios
de la terapia Mindfulness.

Para saber más sobre los beneficios del Mindfulness, te invitamos a que leas
nuestro artículo: 
“Mindfulness: 8 beneficios de la atención plena”

7. Ponte metas realistas


Incluso si comes sano, haces deporte y vives el presente, nada te motivará más
que tener un propósito en la vida o unos objetivos que conseguir. Una
investigación de Blue Zones, concluyó que aquellos que tenían un propósito en
la vida vivían hasta siete años más.
Ahora bien, marcarse objetivos irracionales tiene un efecto negativo en tu
bienestar. Por tanto, es necesario que las metas que te marques sean realistas. Por
último, no hay que olvidar que no solamente los objetivos a largo plazo van a
tener un efecto positivo, sino que, además, es necesario tener objetivos a corto
plazo para seguir motivado durante el proceso, algo que frecuentemente
olvidamos.

8. Acéptate y perdónate
Aprender a perdonarse y a aceptarse a uno mismo es un aspecto importante para
poder prevenir la depresión. Es decir, que es necesario perdonarnos por los
errores cometidos o por las cosas que no hicimos como debíamos. El pasado
no puede cambiarse, pero la percepción que tenemos sobre el pasado sí.

Aceptarse y perdonarse es una elección propia, que supone afrontar también


nuestro pasado y nuestro presente, aprendiendo a convivir con aquello que no
podamos cambiar y asumiendo una actitud positiva ante la vida. Esto no es una
tarea fácil, pero es posible.

9. Aprende a vivir con la incertidumbre


Desde jóvenes nos han educado para tener una vida tranquila y perfecta, pero la
realidad no siempre es así, especialmente en los tiempos que corren. Por ejemplo,
hace poco más de una década era habitual tener un puesto de trabajo para toda la
vida. Hoy en día, tener un empleo estable se ha convertido en algo extraño en
muchas profesiones.

Por tanto, hoy estamos aquí, pero mañana... quién sabe. Tener una mentalidad
flexible es mucho más adaptativo que tener una mentalidad rígida, y aprender a
vivir con la incertidumbre y con una actitud positiva frente al cambio, te
convierte en una persona mucho más preparada para la realidad actual.

10. Cuida tu nivel de estrés


El estrés es muy común en el ritmo de vida que llevamos, pero cuando el estrés
es continuado, las cosas pueden empeorar y desembocar en una depresión.
De hecho, muchas investigaciones afirman que uno de los síntomas que pueden
presentarse en el Síndrome del quemado (o Burnout) es la depresión.

Tratar el estrés lo antes posible puede ser beneficioso para evitar un


empeoramiento y futura aparición de depresión. Además, se ha demostrado que
una mala organización del tiempo puede provocar distintos trastornos, como
depresión o ansiedad.

11. Evita el alcohol y las drogas


El alcohol es una droga de legal y socialmente aceptada que puede parecer
inofensiva. La realidad es que, consumida de manera frecuente, puede causar
problemas serios para la salud. Otras drogas como la marihuana, que también
son catalogadas como drogas blandas, pueden provocar trastornos depresivos.

Pero no sólo el consumo prolongado de estas sustancias es perjudicial, sino


que ir drogado o bebido puede llevarte a cometer acciones de las que después
puedes arrepentirte. Por tanto, no deberías consumir drogas ilegales, pero si vas
a beber alcohol, que sea con moderación.

12. Duerme lo necesario
Una buena higiene del sueño afecta positivamente a tu bienestar emocional.
Perturbar los ritmos circadianos se asocia a la depresión, y resicronizarlos
utilizando suplementos de melatonina se ha demostrado que tiene un efecto
antidepresivo. Si tu horario laboral te lo permite, intenta tener hábitos que te
ayuden a dormir mejor. 

Por ejemplo, sigue un horario que posibilite que te duermas más o menos misma
hora y evita sustancias excitantes a partir de media tarde.

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