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ATAGUIAS

Las ataguías de tierra son diques que se usan en obras que tengan suficiente espacio y
que dispongan de materiales adecuados (Figura 1). Son idóneas para pequeñas alturas
de agua (sobre 3 m) que no estén en movimiento. El material no debe contener tierra
vegetal y se debe compactar para lograr la mayor impermeabilidad y estabilidad.

Se suelen usar taludes de 3/2 en el paramento de aguas arriba y de 2/1 en el de aguas


abajo, con un ancho de coronación de al menos 1,50 m (Figura 2). Se preverá también
una altura mínima de 1 m sobre las crecidas normales. Si el talud de la ataguía se somete
a un flujo hidráulico, se debe proteger mediante un pedraplén o cualquier otro
procedimiento que impida la socavación; pero en este caso hay que sopesar el coste
económico de este recubrimiento frente a otros procedimientos constructivos.

Figura 2.
Ataguía de tierra para contención de agua
Un mismo material puede ser idóneo o no en función de cómo se construya la ataguía.
Por ejemplo, si se utiliza una arcilla que ha de descargarse bajo el agua, el ablandamiento
que va a experimentar impedirá conseguir pendientes estables. En cambio, este mismo
material dispuesto en seco y correctamente compactado es muy adecuado por su baja
permeabilidad. Se pueden disponer también núcleos de material impermeable y dejar los
lados con otro material, incluso escollera si se quiere proteger de las corrientes de agua.

En el caso de no ser suficiente la impermeabilidad del material empleado, también es


posible una ataguía mixta colocando una tablestaca en el centro de la ataguía de tierra
(Figura 3). Las tablestacas se atornillan en cabeza a un perfil metálico que las enlaza.
Figura 3.
Ataguía mixta de tierra y tablestacas
Puede reducirse el espacio ocupado por la ataguía si se respalda la ataguía con un
macizo de tierras aguas abajo, siempre y cuando las tablestacas presenten resistencia
suficiente a los empujes (Figura 4). En este caso, es conveniente evitar las socavaciones
de las tablestacas disponiendo escollera a su pie, aguas arriba.

Figura 4.
Cortina de tablestacas y macizo de tierras aguas abajo
Aún se podría minimizar el espacio ocupado si utilizamos dos cortinas de tablestacas y
entre ellas construimos un macizo de tierras que de estabilidad al conjunto, y que mejore
la estanqueidad de las cortinas si el material es arcilloso (Figura 5). En este caso, también
se dispone escollera aguas arriba y una berma de tierras aguas abajo.
Figura 5.
Ataguía con doble cortina de tablestacas
Siempre que se utilicen tablestacas, se debe garantizar su estabilización mediante
apuntalamiento, arriostradas por tirantes, anclajes o cualquier otro procedimiento.
Además, el empotramiento deberá ser suficiente para soportar los empujes, contener el
flujo hidráulico y evitar el fenómeno del sifonamiento, entre otros. Hay que tener presente
que el nivel freático desciende más rápido en el interior de la tablestaca que en el exterior,
lo cual implican gradientes hidráulicos que pueden desestabilizar el fondo. Se recomienda
cubrir el fondo de la excavación con una capa de arena y de grava. El agua que queda
contenida en el recinto debe ser evacuada, normalmente por bombeo.

Cuando no se tenga la necesidad de crear recintos estancos, sino zonas de aguas


tranquilas, no hay necesidad de crear ataguías impermeables, pues su función es
únicamente romper la corriente o el oleaje. En estos casos se pueden utilizar las ataguías
de escollera y de gaviones. En este último caso, se pueden usar también como protección
del espaldón las ataguías (Figura 6).
Figura 6.
Gaviones usados como protección de una ataguía.
https://www.gabion-cage.com/technology/galvanized-steel-gabion-
cofferdam.html
En la Figura 7 se puede observar una ataguía formada por sacos de arena.
Figura 7.
Ataguía formada por sacos de arena.
http://www.shdarun.com/WebPage_set/Page-ShowText.asp?
id=2540&Language=cn
Las ataguías de escollera (rock-fill cofferdam) se construyen de forma similar a las
ataguías de tierra, pero con la posibilidad de pendientes más pronunciadas. La escollera
se dispone de forma que los huecos se pueden rellenar parcialmente con tierra y material
granular. Si se quiere conseguir impermeabilidad, tanto la coronación como la pendiente
aguas arriba requieren de una membrana impemeabilizante protegida con un pedraplén
para proteger la ataguía contra el oleaje. La altura puede ser de hasta 3 m, con una
pendiente entre 1:1,5 y 1:1,25. En caso de rebase por oleaje, el daño no es tan importante
como en el caso de ataguías de tierra. Esta tipología se utiliza si la escollera está
disponible en las cercanías.

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