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Este es el protocolo de

manejo de cadáveres por


COVID-19 en México
Separación abrupta, procesos de duelo, procesos de comunicación, así
como de recepción y entrega de cuerpos son algunos de los puntos que
toca el reglamento
6 de abril de 2020
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Por parte del personal de la funeraria y de sus directivos no
pueden realizar embalsamamiento en caso de no contar con
equipo de protección personal y capacitación sobre su uso
adecuado.(Foto: AP Photo/Marco Ugarte)
Oliva López Arellano, secretaria de Salud de la Ciudad de México,
confirmó a finales de marzo que el protocolo de manejo de
cadáveres para las personas afectadas por el coronavirus se comenzó
a impartir a manera de capacitación a funerarias por parte de
la Agencia de Protección Sanitaria de la CDMX. Dentro de este
personal se consideró tanto al sector público como al privado.

Sin embargo, fue a partir de la actualización de la Guía de Manejo de


Cadáveres por COVID-19 el pasado 5 de abril que el Gobierno de
México a través de la Secretaría de Salud, estipula una serie de
procesos a llevar, que toman en cuentan diferentes entornos que
rodean a las víctimas mortales por coronavirus, entre los que se
contemplan: la separación abrupta de ser querido, procesos de
duelo, procesos de comunicación, así como de recepción y entrega de
cuerpos en seguimiento a las instrucciones y protocolos funerarios y
de sana distancia correspondientes.

A pesar de que no existe evidencia actual que dicte que exista riesgo de


infección a partir de cadáveres de personas fallecidas, las medidas
preventivas en materia sanitaria se han tomado, a fin de no exponer tanto
a familiares de las víctimas por la COVID-19, como a las autoridades
sanitarias y servicios funerarios encargados de gestionarlos.
Forma parte de los derechos del personal de traslado del cadáver
con COVID-19 el estar informados previamente sobre ello,
además de contar con un procedimiento a seguir en caso de que
ocurriera algún incidente (Foto: Cuartoscuro)
El respeto a la decisión de los familiares de ver el cuerpo

Un cadáver afectado por coronavirus, además de la sensibilidad al


identificar las condiciones por las que están pasando sus familiares,
implica varios procesos, entre los que se encuentran compromisos
económicos, laborales y de organización familiar. En tanto que por parte
del Estado y de lo servicios públicos y/o privados de salud,
requieren respetar la decisión de los familiares de ver el cuerpo si así
lo solicitan después de su extracción de la sala de aislamiento o del área
de urgencias.

Sin embargo, puede considerarse que estos cuerpos podrían suponer


un riesgo de infección para las personas que entren en contacto directo
con ellos, razón suficiente para que sean manejados conforme a lo
establecido en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia
de Control Sanitario de la Disposición de Órganos, Tejidos, Cadáveres
de Seres Humanos y las Normas Oficiales Mexicanas relacionadas, sin
dejar de lado la dignidad humana en el tratamiento de los cuerpos y la
relación con los familiares del fallecido.
Fotografía de archivo de un médico revisando a un paciente
debido a la alerta mundial sanitaria del virus Covid19 (Foto:
EFE/Francisco Guasco/Archivo)
De las obligaciones de los familiares del fallecido

Es importante que a las familias afectadas se les explique en lo términos


más sencillos y respetuosos la importancia de reservarse la necesidad
de tocar o besar al cuerpo, ello bajo los mecanismos de transmisión de
la enfermedad (por contacto y gotas).

La familia también ha de contar con un plan de disposición del


cuerpo y con los servicios funerarios contratados al momento en que,
personal capacitado de la institución de salud les haga entrega del
cadáver.
La dignidad humana en el tratamiento de los cuerpos y la relación
con los familiares del fallecido por coronavirus (Foto: Graciela
López Cuartoscuro)
Sobre el tratamiento del cadáver en la unidad de salud

En cuanto a las unidades de salud, éstas han de verificar la capacidad


y funcionamiento de su morgue, reporte que habrán de entregar a las
autoridades correspondientes.

Los cuidados y medidas que el personal en contacto con el cadáver


debe mantener a lo largo de todo el proceso, es decir, desde el momento
de su muerte, hasta la disposición final del cadáver se basan en:
 Los principios de precaución y dignidad humana que se deben
cumplir siempre en todo momento de la manipulación del cadáver
 Cumplir las normas de bioseguridad y el uso del equipo de
protección personal por parte de los que interviene en el manejo,
traslado y disposición final de los cadáveres confirmados o
sospechosos de COVID-19
 Realizar lavado de manos con agua y jabón después de
la manipulación de los cuerpos. No se recomienda higiene de
manos con alcohol-gel
 Uso de equipo de protección personal:

Se deberá realizar el control de la entrega de cuerpos en función


de lo establecido por los lineamientos de cada Institución (Foto:
Reuters/Benoit Tessier)
En relación al traslado del cuerpo

 El cadáver debe ser transferido lo antes posible a la morgue de la


unidad después del fallecimiento siguiendo las recomendaciones de
bioseguridad de acuerdo con el procedimiento que realicen (tabla 1).
 El personal de salud deberá utilizar precauciones de contacto y
gotas (lavado de manos con agua y jabón, uso de guantes, mascarilla
quirúrgica, bata impermeable con manga larga y protección ocular)
para retirar todos los dispositivos que tenga el paciente con el fin
de disminuir riesgos de contaminación por derrame de secreciones
 Antes de realizar el traslado del cadáver a la morgue de la
unidad, puede permitirse el acceso de los familiares y amigos,
restringiéndolo a los más próximos y cercanos, quienes deberán de
utilizar precauciones de contacto y gotas; se les dará la
recomendación de no establecer contacto físico con el cadáver, ni
con las superficies de su entorno que pudieran estar contaminados
 El cadáver debe introducirse en una bolsa de traslado
biodegradable, que reúna las características técnicas sanitarias de
resistencia a la presión de los gases en su interior e impermeabilidad.
La introducción en la bolsa se debe realizar dentro de la propia
habitación. Una vez que el cadáver esté adecuadamente empacado en
la bolsa, se recomienda la desinfección externa de la bolsa
 Se debe realizar la clara identificación del cuerpo de acuerdo con
los lineamientos de las Instituciones, notificando al camillero para su
transporte al mortuorio
 La camilla de traslado se deberá desinfectar con soluciones con
hipoclorito 0.1% (1000 ppm) posterior a dejar el cuerpo en la morgue,
de acuerdo con los lineamientos de manejo de RPBI (NOM-087-
ECOL-SSA1-2002), limpieza y desinfección
 En el área hospitalaria donde ocurrió el deceso, el personal del
aseo debe realizar la limpieza y desinfección de toda la zona y
elementos (cama, equipos de la cabecera, colchonetas, puertas,
cerraduras, etc.) siguiendo la técnica del triple balde conforme a los
lineamientos de prevención y control de infecciones

En caso de que los familiares no acudan a reclamar el cuerpo se


deberá dar aviso inmediato a trabajo social para tratar de
localizarlos (Foto: Thomas Khazki)
Sobre el estudio post mortem

Se podrá llevar a cabo solo si se puede garantizar que se realiza en un


ambiente seguro, cumpliendo con las recomendaciones de bioseguridad
y uso adecuado del equipo de protección personal (Tabla 1).
Tabla del protocolo de manejo de cadáveres por COVID-19 (Foto:
Cortesía Secretaría de Salud y Gobierno Federal)
Se deberá de tener una habitación adecuadamente ventilada para el
procedimiento y dirección controlada del flujo de aire. El Equipo de
Protección Personal (EPP) se deberá colocar en la antesala (antes de
entrar en la sala de autopsias) y retirar en la habitación de vestir
designado. También queda fuera del marco de protección las
salpicaduras al extirpar, manipular o lavar órganos, especialmente
el tejido pulmonar y los intestinos. Si se abren los intestinos, deberá
hacerse bajo el agua y el cadáver deberá de colocarse en una nueva
bolsa al finalizar el procedimiento, siguiendo todas
las precauciones referidas con anterioridad.
Las áreas de acopio de cadáveres deberán estar bien iluminadas
y con climatización (Foto: Reuters/Diego Vara)
Al finalizar la autopsia

Se deben limpiar y desinfectar las superficies que se han contaminado


con tejidos o líquidos y secreciones corporales.

La atención en la morgue

 Las áreas de acopio de cadáveres deberán estar bien


iluminadas y con climatización
 Todas las superficies en contacto con los cuerpos deberán
ser descontaminadas una vez se han retirado los cuerpos
 El acceso a esta área debe ser limitado a sólo personal
autorizado para la recepción y entrega de los cuerpos
 El equipo de protección personal de las personas responsables
de traslado y entrega del cuerpo deberá ser eliminado bajo etiqueta
de RPBI (NOM-087-ECOL-SSA1-2002)
 Se deberá realizar el control de la entrega de cuerpos en función
de lo establecido por los lineamientos de cada Institución
 En caso de que los familiares no acudan a reclamar el
cuerpo se deberá dar aviso inmediato a trabajo social para tratar de
localizarlos y en caso de no encontrarlos, se dará aviso al la autoridad
correspondiente a fin de que se proceda conforme a derecho
El cadáver debe ser transferido lo antes posible a la morgue de la
unidad después del fallecimiento siguiendo las recomendaciones
de bioseguridad (Foto: Reuters/Brendan Mcdermid)
Sobre el ataúd y el destino final

Se usa una bolsa para el traslado del cadáver y ésta puede introducirse
en el ataúd siempre y cuando éste se desinfecte de manera externa, todo
ello a fin de facilitar su manipulación y evitar cualquier tipo de riesgo.

Forma parte de los derechos del personal de traslado del cadáver el


estar informados previamente sobre ello, además de contar con un
procedimiento a seguir en caso de que ocurriera algún incidente.

La guía de manejo de cadáveres por COVID-19 señala que la disposición


del cadáver debe darse lo más pronto posible, de manera preferente por
cremación, sin embargo, no es una obligación el hacerlo y se puede
optar por el entierro en las condiciones habituales. En tanto que en el
caso de las cenizas, éstas pueden manipularse sin que supongan ningún
riesgo.
Es importante que a las familias afectadas se les explique en lo
términos más sencillos y respetuosos la importancia de
reservarse la necesidad de tocar o besar al cuerpo, ello bajo los
mecanismos de transmisión de la enfermedad (Foto:
Reuters/Diego Vara)
Atención funeraria y atención en casa

Por parte del personal de la funeraria y de sus directivos han de seguir


las recomendaciones de la Jornada de Sana Distancia. Tampoco
pueden realizar embalsamamiento en caso de no contar con
equipo de protección personal y capacitación sobre su uso adecuado.

En relación a la familia, cada uno de los integrantes podrá recibir el


pésame por parte de los familiares y conocidos en su casa, siempre
y cuando no estén contagiados de coronavirus o tengan sospechas
de estarlo. Ello no debe de implicar la gran concentración de personas en
áreas pequeñas, además de asegurar la adecuada ventilación del área
de recepción y se tomen en cuenta los lineamientos de la Jornada de
Sana Distancia.

En caso de que se vele al cuerpo, no se aconseja que éste permanezca


en el sitio más de 4 horas y, que mientras lo esté, el ataúd permanezca
cerrado y con menos de 20 personas, siempre y cuando se pueda
asegurar la sana distancia.

Tras la extracción del cadáver de la sala de aislamiento o del área


de urgencias, se requiere el respetar la decisión de los familiares
de ver el cuerpo si así lo solicitan y conforme a protocoloes
sanitarios (Foto: Reuters/Nacho Doce)
Para los casos de muerte en casa o durante traslado al centro de salud

A quienes se le haya muerto un familiar en casa a razón de la COVD-19


o que tengan sospecha de tenerla; para quienes no hayan
recibido atención médica e incluso se tenga conocimiento sobre la
existencia de enfermedad precedente compatible con infección
respiratoria no determinada, se deberán coordinar con las autoridades
forenses para que les asignen el equipo correspondiente para
desplazarse al domicilio, garantizando a través de autopsia verbal la
documentación de las circunstancias que rodearon el deceso, establecer
las posibles causas de muerte, así como la respectiva toma de muestras
que sean procedentes y la remisión inmediata al Laboratorio de
Vigilancia Epidemiológica correspondiente.

El alistamiento del cadáver será realizado en el mismo sitio del


deceso, y para ello, el personal de salud de equipo forense para la
manipulación del cadáver deberá contar con los elementos de protección
personal definidos y seguir los procedimientos de bioseguridad
establecidos en este documento.
Los consulados de México en el extranjero tienen la encomienda
de apoyar a todos los mexicanos con problemas
independientemente si están con documentos o sin ellos (Foto:
Reuters/Benoit Tessier)
Para casos de repatriación de cadáveres por COVID-19

Se aplicarán las disposiciones nacionales e internacionales para el


manejo y transporte de cadáveres, y en caso de decidir la repatriación se
deberán realizar los tramites a través de las embajadas o consulados
mexicanos pertinentes por los familiares.
En este sentido, los consulados de México en el extranjero tienen la
encomienda de apoyar a todos los mexicanos con problemas
independientemente si están con documentos o sin ellos.

Una vez que los familiares de un fallecido en el exterior deseen que


sus restos mortuorios sean trasladados a México para su disposición
final, se deberán realizar los pasos y trámites que las autoridades
mexicanas y locales determinen.

Se sugiere tener disponible la información relacionada con datos


personales de la persona fallecida, así como el sitio donde se encuentra
el cuerpo y a dónde se desea trasladar, debiendo contactar al
Departamento de Protección del Consulado de México más cercano.

Puede recibir orientación y ayuda es la Dirección de Protección a


Mexicanos en el Exterior, específicamente en la Dirección de
Protección para Estados Unidos, Teléfono: +52 (55) 3686 5100,
extensión
5880 http://www.sre.gob.mx/acerca/directorio/oficinas/dgpac.htm

Guía para el último adiós a


familiares fallecidos por
coronavirus
El Ministerio de Salud estableció que si el pariente fallece en la
Unidad de Cuidados Intensivos se permitirá un duelo a dos
metros del ser querido en la sala de aislamiento. Además, solo
dos familiares directos participarán en la cremación y se les
entregará las cenizas solo si son pedidas en las 24 horas
posteriores. El entierro, a falta de crematorios, se realizará en el
cementerio local. Solo cinco familiares podrán estar presentes
y se prohíbe el velorio.
Por O j o P ú b l i c o

DUELO. Solo dos familiares directos pueden participar en la cremación, según la


directiva sanitaria para el manejo de cuerpos.

Ilustración: Claudia Calderón.

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Actualización: 13-04-2020
E l ministro de Salud Víctor Zamora dijo que el Perú se prepara para

inminentes casos de muertes en hospitales, casas, calles y albergues . Frente a


este panorama, OjoPúblico elaboró una guía para las familias que tengan
fallecidos por Covid-19 en sus hogares, en unidades de cuidados intensivos de
hospitales o en otros ámbitos. 

También los pasos que los parientes directos deberán seguir para despedirse de
sus seres queridos en el hospital o en el proceso de cremación o inhumación. Los
lineamientos generales se encuentran en la Directiva Sanitaria 087 para el
manejo de cadáveres del Ministerio de Salud (Minsa) del 22 de marzo, la misma
que fue modificada el 4 y el 12 de abril último.

 
¿Qué debo hacer si mi pariente fallece en casa por Covid-19 o siendo sospechoso
de haber portado la enfermedad?
 

El personal de salud deberá recoger a la persona fallecida por Covid-19 en una


casa en un plazo máximo de 24 horas. Ellos se encargarán de que el cuerpo sea
colocado en una bolsa impermeable resistente y de cierre hermético, que
finalmente será rociada con hipoclorito de sodio con cloro. El cadáver será
cremado, como primera opción, o inhumado.

En caso la persona haya fallecido con síntomas de la enfermedad y sin haberse


realizado una prueba molecular o rápida para detectar a la enfermedad, será
considerado como un caso confirmado de Covid-19. En ese sentido, si el fallecido
es hallado en la vía pública, en un domicilio o en un lugar distinto a un
establecimiento de salud, la Policía del distrito se encargará de asegurar “el
perímetro del lugar en donde este ubicado” e informará del hecho al
representante del Ministerio Público y a la autoridad sanitaria para el posterior
levantamiento del cuerpo.

En ambos casos del ministro de Salud, Víctor Zamora, pidió dar parte al número
105 para informar sobre este tipo de casos. En la modificación de la directiva el
pasado 12 de abril, el Minsa estableció la creación del llamado Equipo
Humanitario de Recojo de Cadáveres (EHRC) que estará encargado de estas
tareas y será integrado por un médico cirujano, un trabajador de salud ambiental,
un chofer y personal de apoyo. Este grupo contará con movilidad, equipos de
protección personal (EPP), además del material necesario para la preparación del
cadáver (bolsa hermética, solución desinfectante, pulverizador, entre otros).

 
¿Qué debo hacer si mi familiar muere por Covid-19 en la vía pública o en otro
ámbito?
 

Según la directiva sanitaria del Minsa, el personal policial, fiscal y de salud será


el responsable del levantamiento del cadáver en la vía pública o en dichos
recintos en un plazo de 24 horas. Igualmente, el cuerpo será colocado en una
bolsa impermeable que será rociada con hipoclorito de sodio con cloro.
Posteriormente, se dispondrá la cremación o inhumación. En esta caso también se
hará presente el Equipo Humanitario de Recojo de Cadáveres (EHRC).

 
¿Puedo despedirme de mi pariente si fallece en la Unidad de Cuidados Intensivos?
 
Sí, pero bajo ciertas restricciones y prohibiciones. Si la persona fallece en una UCI
y es trasladada a una sala de aislamiento, las autoridades de salud podrán
“permitir el acceso a una distancia no menor de 2 metros a dos familiares directos
para visualizar el cadáver como apoyo del duelo”. Esta será la última vez que los
deudos podrán ver a su familiar.

Para ello el personal médico debe vestir y “gestionar para los familiares” el Equipo
de Protección Personal necesario: guantes de látex, ropa quirúrgica (camiseta y
pantalón) y vestido largo de manga larga (mandilón descartable). También gafas
oculares antiniebla, protectores o escudos faciales, respiradores N95 o FPP2,
botas o cobertores de zapatos impermeables y descartables.

Sin embargo, esta última visita se cancelará si la participación de los deudos los
pone en riesgo a ellos o al personal de salud. Además, “bajo ningún supuesto los
familiares podrán tener contacto físico con el cadáver, ni con las superficies u
otros enseres del entorno o cualquier otro material que pudiera estar
contaminado [por el fallecido]”.

 
¿Puedo estar presente en la cremación de mi pariente y recibir sus cenizas?
 

Será posible en ciertos casos. El cadáver de una persona fallecida por Covid-19
debe ser cremado en un establecimiento autorizado dentro del plazo máximo de
24 horas desde el momento en que se certifica su fallecimiento para evitar
cualquier diseminación de la enfermedad que ponga en riesgo la salud pública.

Para la cremación el pariente, debidamente acreditado, deberá contar con el acta


de defunción emitida por la autoridad de salud y la copia del DNI o carnet de
extranjería del fallecido. Los demás documentos requeridos serán subsanados al
término del Estado de Emergencia. Solo se entregarán las cenizas a los deudos si
ellos así lo piden en un plazo máximo de 24 horas posteriores a la cremación. De
lo contrario, no se entregarán sus cenizas.

En el protocolo inicial del Minsa del 22 de marzo no se había contemplado la


presencia de deudos en el proceso de cremación. Sin embargo, el 4 de abril
último, se modificó la norma y especificó que solo dos familiares
directos participarán en la cremación, aunque también con las debidas medidas
de seguridad sanitarias para evitar cualquier tipo de contagio.

En el Perú, solo once regiones, fuera de Lima y Callao, cuentan con crematorios .


En la modificación de la directiva del manejo de cadáveres del pasado 12 de abril,
el Minsa estableció que los fallecidos que tengan "dispositivos médicos
invasivos", un marcapasos por ejemplo, deberán ser enterrados. De igual forma
si existe un crematorio local, pero su capacidad esta sobrepasada entonces
también se procederá a la inhumación del cuerpo.

 
¿Si mi familiar es enterrado en un cementerio, por la falta de crematorios, puedo
participar en el acto?
 

En el protocolo inicial del 22 de marzo no se contempló la presencia de


familiares en la inhumación o entierro. Sin embargo, en la modificación de la
norma del 4 de abril, se permitió que máximo cinco parientes directos estén
presentes. Ellos deberán contar con el acta de defunción y la copia del DNI o
carnet de extranjería del fallecido.

Sin embargo, está prohibido cualquier tipo de velorio o ceremonia de


características similares. Las autoridades de salud colocaran el cadáver, ya dentro
de su respectiva bolsa hermética, en un ataúd, el mismo que no será abierto por
ningún motivo. La inhumación será realizada en el cementerio local, ya sea
distrital o provincial.

O j o P ú b l i c o @ojo_publico ojopublicoperu@gmail.com

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EDICIÓN REGIONAL 8 ABRIL, 2020

Dolor y violencia: el trance


para enterrar a los fallecidos
por coronavirus
Los fallecidos en regiones por Covid-19 son enterrados en
medio del rechazo, a veces violento, de los vecinos que viven
alrededor de los cementerios. La norma recomienda como
primera opción la incineración, pero más de la mitad de las
regiones del país no cuentan con estos establecimientos, y de
ellos solo uno es público. Solo 11 regiones, fuera de Lima y
Callao, cuentan con crematorios.
Por R e d I n v e s t i g a t i v a R e g i o n a l
MIEDOS. Los vecinos que viven alrededor de los cementerios de Tumbes se
oponen al entierro de fallecidos por Covid-19 en estos lugares.

Foto: Defensoría del Pueblo de Tumbes

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Por: Ralph Zapata (Piura), Magali Estrada (Áncash), Alicia Tovar (Lambayeque),
Claudia Chávez (La Libertad), Jorge Carrillo (Loreto), Gustavo Callapiña (Arequipa),
Clarys Cárdenas (Cusco), Karin Chacón (Puno), Geraldine Santos (Huánuco) y Alba
Rivas (Apurímac). 

 
A los trabajadores y familiares que iban al sepelio “los vecinos los

han corrido a pedradas y les han tirado bala. La gente que vive cerca de los
cementerios no quiere que entierren a los muertos por Covid-19. Ya hemos
tenido problemas en Zarumilla y ahora en la ciudad de Tumbes”, dice preocupado
a OjoPúblico, Abel Chiroque, Defensor del Pueblo en esta región ubicada en la
frontera con Ecuador. Eso ocurrió el último sábado 4 de abril.
Los vecinos del barrio El Pacífico llegaron hasta el cementerio El Carmen, y
ayudados con lampas cubrieron la fosa que en la madrugada el municipio
hizo para enterrar al tercer fallecido por esta enfermedad. Solo después,
resguardados por la Policía y el Ejército y aprovechando el toque de queda, las
autoridades lograron reabrir el hoyo y enterraron el cadáver. Al otro lado, los
vecinos lanzaron piedras contra los trabajadores encargados del entierro y
tuvieron que huir del lugar. 

EN TUMBES HAN  CONTRATADO A NUEVOS


TRABAJADORES  PARA REALIZAR LOS ENTIERROS,
PORQUE LOS DE LA FUNERARIA  NO QUIEREN
HACERLO, TIENEN MIEDO.

La región ubicada en la frontera con Ecuador es una de las 13 en todo el Perú que
no cuenta con un crematorio para incinerar a los muertos. El protocolo
recomendado por el Ministerio de Salud (Minsa) es el entierro  sin velorio,
pero durante las últimas semanas, impulsados por el miedo y la falta de
información, los vecinos que viven en los alrededores, se han opuesto, en muchos
casos con violencia, a que los familiares sepulten a sus muertos. Los mismos
trabajadores de los cementerios se han negado a cumplir con su labor y han
abandonado a los deudos. 

Según la Defensoría del Pueblo, en el Perú solo hay 11 regiones fuera de Lima y
Callao que cuentan con crematorios autorizados por el Minsa : Piura,
Lambayeque, La Libertad y Áncash en el norte; Huánuco y Junín en la parte
central; Loreto y San Martín en la Amazonía; y Cusco, Tacna y Arequipa en el
sur. En casi todas las regiones estos establecimientos son privados, salvo en Junín
donde es público. 

El primer fallecido por Covid-19 en Tumbes fue enterrado el 31 de marzo en el


cementerio San Carlos de Zarumilla, después de 30 horas, pese a que el protocolo
sanitario señala que debe hacerse dentro de las 24 horas después de la muerte.
La demora se originó porque las personas que vivían alrededor se oponían al
entierro en ese cementerio. Esa vez también fue necesaria la presencia de un
fiscal, de la policía y del Ejército para que los familiares puedan a enterrar a su
muerto. 

SEGÚN LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO, EN EL PERÚ HAY


11 REGIONES FUERA DE LIMA Y CALLAO QUE CUENTAN
CON CREMATORIOS AUTORIZADOS POR EL MINSA.

El personal del cementerio que participó de este entierro también fue agredido


por la población, que les lanzó piedras. “Lo mismo pasó en el cementerio de la
ciudad de Tumbes, con el tercer muerto. Como había muchísima gente, entramos
por una puerta adyacente, no por la principal. Los vecinos habían tapado la fosa,
igual que en el cementerio de Zarumilla. Y luego lanzaron piedras y hasta
disparos, por eso los trabajadores salieron corriendo”, contó el defensor del
pueblo Abel Chiroque. 
MIEDO. En Tumbes los vecinos que viven en los alrededores del
cementerio se oponen al entierro de los muertos por Covid-19 y cubren las
fosas destinadas como sepultura. 
Debido a la violencia e inseguridad a la que están expuestos quienes participan
de la inhumación de los fallecidos por coronavirus, muchos sepultureros han
renunciado a su trabajo. No solo ellos. “Los de las funerarias y el personal de
salud ya no quieren participar en los entierros. Tienen miedo a contagiarse y a la
violencia de la gente. Ahora nadie quiere tocar los cadáveres”, dijo Chiroque. 

El director regional de Salud de Tumbes, Harold Burgos, le dijo a OjoPúblico que


han empezado a contratar gente para realizar los entierros. “No es personal de
salud ni de la funeraria, porque ellos no quieren, tienen miedo. Se contrata gente,
se les capacita y se les da la indumentaria”, dijo.
Un solo crematorio público en regiones
En Lima existen seis crematorios: dos de ellos son públicos y se ubican en los
distritos de El Agustino y Chorrillos, y el costo de sus servicios es de S/ 1.650 cada
uno. Otros cuatro crematorios son privados y cobran entre S/ 1.800 y S/ 3.900.
Mientras tanto, en el Callao funciona un crematorio público cuya tarifa es de S/
760. Estos precios no incluyen los servicios funerarios como retiro y traslado del
cadáver. 

En regiones, de los 11 crematorios, solo uno es público y funciona en Junín. El


precio de sus servicios es de S/ 4.000, pero cuando se incluye el servicio funerario
el costo se incrementa hasta S/ 5.000. En el resto de regiones los crematorios son
privados y las tarifas oscilan entre S/ 1.500 y S/ 5.000. 

LA FALTA DE CREMATORIOS ES UN FACTOR DE RIESGO


PORQUE EL PROTOCOLO RECOMIENDA QUE LAS
PERSONAS QUE MUEREN POR COVID-19 SEAN
CREMADAS.

Para el decano del Colegio Médico de Lima, Juan Astuvilca, la falta de crematorios
es un factor de riesgo porque el protocolo recomienda que las personas que
mueren por Covid-19 sean incineradas. “Lamentablemente, al no tener
suficientes crematorios en todas las regiones del país, los cadáveres son
enterrados y manipulados por las personas sin las condiciones básicas de
protección. Es un riesgo para la salud pública”, dijo a OjoPúblico.  

Añadió que en nuestro país no contamos con suficientes crematorios debido a


que no es una práctica habitual. “Cremar a nuestra persona es más caro que
enterrarla, entonces hay un factor económico; y en segundo lugar tenemos el
factor de las costumbres, hay muchas tradiciones andinas de velar al cuerpo,
enterrarlo en un ritual con los amigos y familiares, con música. Entonces, el
entierro es la forma más popular de despedirnos de nuestros cadáveres”, dijo. 
PROCEDIMIENTO. Representantes del crematorio de Áncash explicaron a
OjoPúblico que su labor consiste en recibir el cadáver, cremarlo y entregar
las cenizas a la entidad contratante. No tienen ningún contacto con la
familia del difunto.
Foto: Magali Estrada
Manejo de los cuerpos 
De acuerdo con la directiva sanitaria 087-2020-Digesa/Minsa, los procedimientos
para el tratamiento de los cuerpos de personas fallecidas por Covid-19 son la
cremación y el entierro o inhumación en lugares donde no haya crematorios. En
este último caso se debe realizar dentro de las 24 horas de certificada la muerte,
sin velorio, y las personas autorizadas para dicho procedimiento deben contar
con todos los equipos de protección personal (ropa quirúrgica, lentes, mandil,
gorro, mascarilla, guantes y botas). 

El cuerpo debe ser introducido primero en una bolsa, cerrada herméticamente, y


luego desinfectada con hipoclorito de sodio (lejía), y solo después, colocado en
un ataúd que, por ningún motivo, debe ser abierto. La norma solo permite que
durante la sepultura solo estén presentes hasta 5 familiares del fallecido, siempre
y cuando usen los equipos de protección personal.  

En la cremación pueden participar hasta dos familiares, también con implementos


de seguridad, y se realiza dentro de las 24 horas de certificada la muerte. Las
cenizas son entregadas en una urna sellada a los familiares que lo soliciten. Estos
centros de incineración deben contar con autorización de la Dirección General de
Salud Ambiental (Digesa). 

EN LA CREMACIÓN PUEDEN PARTICIPAR HASTA DOS


FAMILIARES, TAMBIÉN CON IMPLEMENTOS DE
SEGURIDAD.
El Minsa informó que el Sistema Integral de Salud (SIS) cubrirá los gastos de
sepelio de sus asegurados, que incluye el ataúd, el traslado del fallecido del
hospital y el proceso de cremación. “En los casos donde no exista crematorio se
cubrirán los gastos del féretro, traslado al cementerio y la sepultura”, señalaron.
HEROICO. El personal de salud de los diferentes hospitales del país
viene luchando para salvar vidas y evitar que más pacientes de Covid-19
mueran. 
Foto: Minsa
La cobertura del SIS también incluye a personas indigentes. Además, se conoció
que toda muerte sospechosa por Covid-19 debe ser manejada como un caso
confirmado y seguir las mismas recomendaciones de bioseguridad. En el caso de
los afiliados a Essalud, esta entidad cubrirá los gastos de cremación o entierro. 

La norma sanitaria 087-2020 de Digesa precisa que a los fallecidos por Covid-19
no se les realizará la necropsia. La intervención del Ministerio Público solo se
autoriza cuando hay evidencias de algún acto criminal, y si eso ocurriera, participa
la fiscalía “con el número mínimo de representantes” y con los cuidados exigidos
para esta emergencia, usando equipos de protección personal.  

LA NORMA SOLO PERMITE QUE DURANTE LA


SEPULTURA SOLO ESTÉN PRESENTES HASTA 5
FAMILIARES DEL FALLECIDO

En otros países como Ecuador, el sistema de salud colapsó  y también el de


servicios funerarios, por ese motivo es que se han visto cadáveres en las calles y
recientemente se ha optado por el uso de cajas de cartón que serán usadas como
féretros. En Colombia también hay preocupación por la escasez de
crematorios y ante una demanda alta de fallecidos el gobierno ha autorizado
también el entierro.

Los crematorios de la costa norte


Piura cuenta con un crematorio privado del camposanto Jardines Celestiales, cuyo
costo de incineración es de S/ 2.900. En dicho centro fueron incineradas los dos
fallecidos por coronavirus. Sin embargo, el presidente de la Federación Médica de
Piura, Arnaldo Vite, dijo que si se presentaran más muertes algunas de las
víctimas tendrán que ser enterradas en cementerios. 

En Lambayeque solo uno de los dos crematorios privados que existen cumple los
requisitos solicitados por el Minsa. El director del Hospital Regional de
Lambayeque, Óscar Tenorio Carrasco, explicó a OjoPúblico que la empresa
Jardines de la Paz es la única que cuenta con el código Renpress (Registro
Nacional de Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud). 

Jardines de la Paz tiene un solo crematorio ubicado al interior del mismo


camposanto de la empresa. Tenorio dijo que hasta ahora se ha cremado cuatro
cadáveres por Covid-19. El costo de cremación aquí es de S/ 2.710, pero debido a
la letalidad de la enfermedad, el Gobierno Regional de Lambayeque ha propuesto
que los alcaldes autoricen el uso de fosas comunes en cementerios públicos. 

EN LAMBAYEQUE SOLO UNO DE LOS DOS


CREMATORIOS PRIVADOS QUE EXISTEN CUMPLE LOS
REQUISITOS SOLICITADOS POR EL MINSA.

Mientras tanto, en La Libertad existen dos crematorios privados autorizados por


el Minsa, que se ubican en la ciudad de Trujillo. Sin embargo, solo uno de ellos se
encuentra en funcionamiento. Se trata del Crematorio Los Ángeles, ubicado en la
urbanización Parque Industrial, en el distrito de La Esperanza, provincia de Trujillo.
AL LÍMITE. En Lambayeque este es el único crematorio que existe para los
fallecidos por Covid-19.   
Foto: Alicia Tovar
Otra de las regiones del norte que cuenta con un solo crematorio es Áncash. Se
llama Lomas de la Paz, de propiedad del empresario Arturo Torres Calderón-
Zárate, y está ubicado en el distrito de Nuevo Chimbote. Aunque a la fecha, en las
cifras oficiales del Minsa solo figura una persona fallecida por Covid-19 en esta
región, ya se han cremado tres cuerpos.

El gerente de la Red Asistencial de EsSalud de esta región, Ramón de la Cruz


Castillo, explicó a OjoPúblico que las otras dos víctimas fueron cremadas para
evitar algún problema de salud pública. Por su parte, la coordinadora de la
Defensoría del Pueblo de Chimbote, Roslin Villanueva Ramírez, dijo que en esta
región faltan bolsas herméticas para cremar a los fallecidos por Covid-19.

EN ÁNCASH FALTAN BOLSAS HERMÉTICAS PARA


CREMAR A LOS FALLECIDOS POR COVID-19.
Los crematorios del sur peruano
El Centro Tanatológico de Cusco es el único crematorio privado de la región, y
fue el lugar donde se incineraron a los tres fallecidos por Covid-19. Rubén Pinto
Cárdenas, gerente de dicho crematorio, le dijo a OjoPúblico que hasta el
momento ha invertido S/50 mil en la adquisición de tres equipos de protección
respiratoria, insumos para la desinfección del vehículo de transporte y la compra
de mamelucos descartables, necesarios para evitar el contagio. 

Añadió que no ha recibido el pago por la cremación de los tres fallecidos. Se


contactó con la aseguradora del segundo fallecido, un turista procedente del
extranjero, pero aún no se concreta la transferencia de dinero; y en los otros dos
casos, la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Cusco asumirá los gastos de la
cremación de otros dos turistas. 
EL CENTRO TANATOLÓGICO DE CUSCO ES EL ÚNICO
CREMATORIO PRIVADO DE LA REGIÓN, Y FUE EL LUGAR
DONDE SE INCINERARON A LOS TRES FALLECIDOS POR
COVID-19.

A pesar de ser la región con más casos en el sur, Arequipa también cuenta con un
solo crematorio privado para fallecidos por coronavirus. Los cuatro fallecidos
fueron incinerados en el crematorio Paxis, cuya representante Roxana Benavente
dijo que han cremado siete cuerpos, entre personas confirmadas con el Covid-19
y sospechosos. “La gente está nerviosa y prefiere cremar”, dijo. El costo de dicho
servicio es de S/ 2.800. 
SEGURIDAD. Representantes del crematorio privado de Arequipa dijeron
que no están entregando las cenizas de las víctimas de Covid-19 a sus
familiares. 
Foto: Gustavo Callapiña
Benavente añadió que no han entregado las cenizas a los familiares. “Si son
(muertos) con Covid-19 no se entregan. Las mantenemos en custodia”, dijo. Sobre
el pago por el servicio, Benavente dijo que Essalud sí ha cumplido con el
desembolso, pero el Minsa no ha cancelado por la cremación de una mujer de 60
años sospechosa de haber muerto por esta infección.

En la región fronteriza de Tacna funciona el crematorio privado Santa Ana,


ubicado en el distrito de Calana, provincia de Tacna. El representante de la
empresa, Orlando Podestá Vizcarra, dijo que las autoridades les han pedido un
presupuesto y les han indicado el protocolo sanitario a seguir en caso de
fallecidos por Covid-19. En esta región aún no se han reportado fallecidos por
esta enfermedad.   

Las falencias en Loreto y San Martín


Loreto, la segunda región con más casos de Covid-19 después de Lima, tiene solo
un crematorio: el Consorcio de Servicios Funerarios “Jardines del Edén”, que
funciona en la ciudad de Iquitos, en el kilómetro 9 de la carretera Iquitos-Nauta.
“Si aumentan los fallecidos se tendrá que enterrar. Hay algunas ciudades donde
no existe crematorio y se está cumpliendo otro protocolo”, dijo Javier Nalvarte,
gerente del crematorio. 

Por su parte, Lisbeth Castro Rodríguez, defensora del Pueblo de Loreto, dijo que
“si no hay crematorio, se entierra”, y añadió que hay carencia de bolsas especiales
para los difuntos, por lo cual ha solicitado al Minsa enviar a la brevedad estos
materiales. 
En el caso de la región San Martín, si bien cuenta con un crematorio privado en la
ciudad de Moyobamba, ahora el Gobierno Regional informó que en convenio con
la universidad Nacional de San Martín adecuarán el crematorio de animales de
dicha casa de estudios superiores para incinerar a las víctimas de Covid-19. 
LORETO. Las personas fallecidas por Covid-19 son trasladadas hasta este
lugar. No se realiza velorio y al crematorio pueden ir solamente dos
familiares con equipo de protección personal. 
Foto: Jorge Carrillo
En esta región el primer fallecido fue enterrado en el cementerio general de la
ciudad de Tarapoto, pues el crematorio entonces no funcionaba. La segunda
víctima falleció el último domingo 5 de marzo en el hospital de Moyobamba, pero
el resultado positivo para Covid-19 recién se conoció dos días después, ya
cuando había sido enterrado en el cementerio de la ciudad de Moyobamba. 

Crematorios en Huánuco y Junín


En Huánuco, el crematorio privado ubicado en el cementerio Divino Descanso
dejó de funcionar hace un mes y medio, antes del inicio de la cuarentena, por
problemas técnicos. La representante, Lidia Cabrera Guerra, dijo
a OjoPúblico que por la emergencia sanitaria los técnicos que reparan la
máquina de cremar no pueden llegar a Huánuco desde la ciudad de Lima. 

El director regional de Salud de Huánuco, Fernando Ramos, confirmó que de


ocurrir muertes por Covid-19 en esta región usarán los servicios del crematorio
privado y para ello “estamos gestionando su pronta reparación”. La tarifa por este
servicio era de S/ 5 mil.

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