Curso: Lenguaje 1° a 3° Básico

Titulo: Lección 3: Fluidez y Comprensión Lectora

Unidad: Nº 2
Módulo: Desarrollo Objetivos de Aprendizaje

Fluidez y Comprensión Lectora

La comprensión lectora se logra cuando se integran, de manera armónica, los cinco

subprocesos lectores; es decir, aspectos más bien mecánicos, como pueden ser los
fonológicos, la fluidez y la decodificación, con una adecuada comprensión mediante la
ayuda de un manejo léxico extenso. Los buenos lectores activan todos estos procesos
cuando leen, teniendo claramente definidos objetivos de comprensión. Dentro de estos
procesos, la fluidez cobra un lugar muy importante, ya que es el reflejo del dominio de los
aspectos mecánicos de la lectura. En concreto, un lector que ha adquirido manejo del
procesamiento fonológico y de la asociación fonema-grafema, es capaz de leer con
precisión, entonación, y velocidad adecuados. Este logro le permite poner toda su energía
cognitiva en función del proceso de comprensión, que requiere de mayor concentración,
análisis y atención.

Los profesores podemos ayudar a los alumnos a trabajar la fluidez en clases mediante
estrategias sencillas que fomenten la lectura expresiva en voz alta. No es recomendable,
sin embargo, hacer leer a los alumnos en voz alta en forma individual frente al curso, ya
que para quienes aún no han adquirido los adecuados niveles de fluidez, esta actividad
suele ser frustrante y bloquearlos. Si el profesor quiere evaluar a cada alumno en forma
individual y en relación al desarrollo de su fluidez, lo mejor es que lo haga en forma
individual, mientras el resto del curso realiza otra actividad. Para ello, seleccione textos de
una extensión y complejidad adecuada a la edad (se pueden usar, por ejemplo, las Fichas
de Felipe Alliende y Mabel Condemarín que están graduadas según nivel y explicitan el
número de palabras por lectura, probablemente está en el CRA de su establecimiento).
Se hace una copia de cada lectura para el niño y otra para el profesor. Se pide al niño que
lea frente al profesor en voz alta, el profesor, usando un cronómetro, calcula cuántas

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palabras alcanza a leer el niño en un minuto. En paralelo, en la copia del texto que tiene,
va marcando los errores, repeticiones, sustituciones u omisiones que el niño realiza
durante la lectura. Después puede sugerir al niño volver a leer esas palabras en forma
aislada y luego otra vez releer el texto. Algunos profesores proponen a los alumnos
elaborar un gráfico en el cual van marcando las palabras que leen en cada sesión
(número de palabras por minuto) para así ver sus avances.

Si el profesor desea hacer actividades de fluidez en grupos o con el curso completo, las
más recomendadas son:

1. Teatro lector: se entrega a los alumnos copias de un texto dramatizado, con

personajes, narrador, etc., y los alumnos lo leen en voz alta, agregando efectos
sonoros especiales y con una lectura que denote emociones según la trama
del texto (misterio, suspenso, humor, etc.) Es similar al radioteatro antiguo. Si
el profesor puede, es ideal grabarlo, y luego disfrutar la audición con el curso
entero. Puede utilizar las fábulas de Esopo, El joven y la grulla, La viejecita y el
cerdo, rosas, piedritas y mariposas, La noche de las estrellas o las Historias de
Babar recomendadas en la Unidad 4 del programa de Lenguaje de Primer año
básico, textos que se prestan muy bien para hacer teatro lector con los
alumnos. Link al pdf del programa de lenguaje de 1º básico 2012 .

2. Lecturas repetidas. Los alumnos se sientan en parejas, idealmente uno cuya

fluidez lectora sea muy buena con otro alumno que tenga mayor dificultad. Un
alumno lee el texto en voz alta a su pareja, y luego el otro la lee a su
compañero. Practican así varias veces hasta lograr no cometer errores.

3. Lectura coral de poesías: sugerimos “Chumba la Cachumba”, “El Semáforo”,

“Este señor detective”, “Pin uno pin dos”

4. Lectura de antífonas: dividir el curso en dos grupos y asignar distintas partes

de un texto o poesía a los distintos grupos e ir alternando la lectura. Se pueden
utilizar poesías tales como El secreto de los duendes o El marciano polillo.

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 5. Tarjetas con palabras de uso frecuente. El profesor puede elaborar sets de
palabras de uso frecuente (o palabras con combinaciones de letras y/o sílabas
que estén trabajando según la unidad), y hacer que los alumnos en grupos
vayan ejercitando la lectura de estas palabras hasta adquirir un nivel de fluidez
adecuado. Por ejemplo, las palabras de cada unidad, o de cada cuento leído
con el curso completo, debieran formar un conjunto de palabras frecuentes que
los alumnos deben ir incorporando progresivamente a su repertorio de
palabras de reconocimiento automático, es decir, palabras que los alumnos
pueden leer sin necesidad de decodificar letra por letra o sonido por sonido.

RECUERDE:
Los elementos fundamentales de la fluidez son la precisión (leer sin cometer
errores de omisión, repetición, o sustitución), la velocidad (leer a una velocidad
similar a la del habla cotidiana) y con prosodia (leer de manera melódica, con una
entonación natural y respetando signos de puntuación y pausas).

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