Unidad 4 Rogelio Samuel Barrios Silba Samuel Díaz Aguilar Gilberto Moisés Villanueva Flores Brandon Adolfo Zamarripa de Lira N2A IIND 15/06/2020 AGROINDUSTRIA
La noción de agroindustria alude al grupo formado por las distintas
industrias que están vinculadas a la agricultura. Para comprender qué es la agroindustria, por lo tanto, primero debemos tener en claro a qué aluden los conceptos de industria y agricultura. La industria se compone de la infraestructura y de los diferentes recursos materiales y humanos que permiten transformar y procesar las materias primas naturales. La agricultura, por su parte, consiste en las actividades que se llevan a cabo para labrar y cultivar la tierra con el objetivo de obtener esas materias primas. La agroindustria, por lo tanto, es un sector económico que incluye las actividades relacionadas a elaborar, transformar y comercializar productos de tipo agropecuario. En el sentido más amplio, la agroindustria puede dividirse en alimentaria (transforma las materias primas en alimentos con distintos formatos y propiedades) y no alimentaria (las materias primas se destinan a diferentes procesos industriales que no están vinculados a la alimentación). La agroindustria en los países en desarrollo
Las agroindustrias constituyen un medio para transformar materias primas
agrícolas en productos con valor añadido generando al mismo tiempo ingresos y oportunidades de empleo y contribuyendo al desarrollo económico global tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. La elaboración de alimentos convierte materias primas relativamente voluminosas, perecederas y normalmente no comestibles en alimentos apetitosos o bebidas potables más útiles y más estables en el almacenamiento. Contribuye a la seguridad alimentaria porque reduce al mínimo el desperdicio y las pérdidas a lo largo de la cadena alimentaria e incrementa la disponibilidad y comerciabilidad de los alimentos. Los alimentos también se someten a elaboración para mejorar su calidad e inocuidad. Las biotecnologías
La biotecnología aplicada a la elaboración de alimentos utiliza inóculos
microbianos para potenciar propiedades, como el gusto, el aroma, la duración en el almacenamiento, la textura o el valor nutricional. El proceso mediante el cual los microorganismos y sus enzimas producen estos cambios deseables en los materiales alimentarios se denomina fermentación. La elaboración por fermentación también se aplica ampliamente en la producción de cultivos microbianos, enzimas, aromas, fragancias, aditivos alimentarios y una variedad de otros productos de elevado valor añadido. Biotecnologías agrícolas en los países en desarrollo
En los países en desarrollo es necesario concentrar la atención en mejorar
al máximo la producción agrícola, al mismo tiempo que conservar la base de recursos naturales, mediante cultivos y sistemas de cultivo mejorados. Las consecuencias del cambio climático hacen necesario integrar en las estrategias y programas de investigación agrícola consideraciones relativas a la adaptación, la incertidumbre, la vulnerabilidad y la capacidad de resistencia. Las diversas biotecnologías disponibles tienen la posibilidad de jugar un papel importante en este proceso. Las biotecnologías agrícolas se han ido desarrollando progresivamente en el siglo pasado, pero en los dos últimos decenios los progresos se han ido acelerando hasta alcanzar numerosos logros científicos importantes y avances tecnológicos impresionantes. Hay muchas biotecnologías agrícolas disponibles. Algunas se están usando cada vez más en los países en desarrollo, especialmente las técnicas basadas en el cultivo de tejidos (tales como la micropropagación), la mutagénesis, la hibridación interespecífica o intergenérica, la modificación genética, la selección asistida por marcador (SAM), el diagnóstico de las enfermedades, la bioprotección, y la biofertilización. Las biotecnologías en la pesca y la acuicultura en los países en desarrollo
La pesca de captura y la acuicultura suministraron más de 113 millones de
toneladas de peces comestibles a escala mundial, lo que supone un suministro per cápita estimado en 17 kg. La acuicultura contribuyó con cerca de la mitad (44 por ciento) de este total, y es el sector productor de alimentos que crece más rápidamente en el mundo. Se prevé que en un futuro cercano la acuicultura producirá más peces destinados al consumo humano directo que la pesca de captura. Habiendo comenzado principalmente como un sistema asiático de producción de alimentos de agua dulce, la acuicultura (el cultivo de organismos acuáticos, como pescados, moluscos, crustáceos y plantas acuáticas) ahora se ha difundido a todos los continentes, abarca todos los entornos acuáticos y utiliza una gama de especies acuáticas. A partir de una actividad que era principalmente en pequeña escala, no comercial y basada en las familias, ahora incluye la producción comercial o industrial en gran escala de especies de gran valor que se comercializan a nivel nacional, regional e internacional. Aunque la producción sigue siendo predominantemente asiática y basada todavía en gran medida en operaciones de pequeña escala, hay un amplio consenso en que la acuicultura cuenta con posibilidades para para satisfacer la creciente demanda mundial de peces comestibles nutritivos y contribuir al crecimiento de las economías nacionales, apoyando al mismo tiempo medios de vida sostenibles en muchas comunidades. Las biotecnologías forestales en los países en desarrollo
Los bosques y otras zonas boscosas desempeñan funciones económicas y
ecológicas fundamentales. No sólo proporcionan bienes y medios de subsistencia sino que también protegen los suelos, regulan el aprovechamiento de las aguas y absorben el carbono. Los bosques albergan también una gran parte de la biodiversidad del planeta. En todo el mundo hay poco menos de 4 mil millones de hectáreas de bosques, que ocupan alrededor del 30 por ciento de la superficie terrestre. La producción de productos madereros y no madereros es la función primordial del 34 por ciento de todos los bosques. Más de la mitad se utiliza para la producción de productos madereros y no madereros, en combinación con otras funciones, como la protección de suelos y aguas, la conservación de la biodiversidad, y el esparcimiento. Sólo el 7 por ciento de los bosques se encuentra en plantaciones, y el resto en rodales naturales o seminaturales, en gran parte no ordenados ni domesticados. Los bosques artificiales están aumentando, y su aportación a la producción mundial de maderas para fines industriales se acerca al 50 por ciento del total. Alrededor de 1 600 millones de personas dependen sobremanera de los recursos forestales para su subsistencia. El sector forestal difiere de los sectores agrícola y ganadero en algunos aspectos importantes, a saber: los árboles forestales son heterocigóticos perennes de vida larga, con una maduración sexual tardía y un ciclo de regeneración prolongado, lo cual asigna un alto grado de prioridad a la retención de la diversidad genética como póliza de seguro contra los cambios rápidos; la mayor parte de las especies de árboles forestales tienen una adaptación regional restringida, por eso el número de las especies utilizadas para las plantaciones es mucho mayor que el de los cultivos alimentarios; los árboles forestales son especies fundamentales en los ecosistemas dinámicos, de manera que los esfuerzos encaminados a evitar las pérdidas se traducen en algo más que lograr la supervivencia de los árboles; por lo general, los árboles forestales no son domesticados aunque la población de algunas especies ha experimentado alguna mejora durante una a cuatro generaciones. Las biotecnologías ganaderas en los países en desarrollo
El ganado contribuye directamente a los medios de vida de las personas
de todo el mundo, al proporcionar no sólo alimentos sino también otros productos, fuerza de tiro y seguridad financiera. La producción ganadera representa ya más de un tercio del producto interno bruto (PIB) agrícola en los países en desarrollo y se prevé que esta proporción seguirá aumentando. El rápido crecimiento de la demanda de productos pecuarios, conocido como la "revolución ganadera", ha creado oportunidades para aumentar el bienestar de al menos parte de los casi 1 000 millones de personas pobres cuyos medios de vida dependen de la ganadería. Sin embargo, la degradación de las tierras, la contaminación ambiental, el recalentamiento mundial, la erosión de los recursos zoogenéticos, la escasez de agua y las nuevas enfermedades presentarán previsiblemente obstáculos al crecimiento del sector pecuario mundial. La tecnologías convencionales y las biotecnologías ganaderas han contribuido enormemente al aumento de la productividad, particularmente en los países desarrollados, y pueden ayudar a mitigar la pobreza y aliviar el hambre, reducir las amenazas que presentan las enfermedades y conseguir la sostenibilidad ambiental en los países en desarrollo. Existe un amplio abanico de biotecnologías que ya se han usado en países en desarrollo en cada uno de los tres sectores principales de la zootecnia, que pueden categorizarse como la reproducción animal, la genética y el mejoramiento; la nutrición y la producción animal; y, en fin, la sanidad animal. Con respecto a la reproducción animal, la genética y el mejoramiento, la inseminación artificial (IA) ha sido quizás la biotecnología ganadera utilizada en mayor medida, particularmente en combinación con la criopreservación, y ha permitido un mejoramiento genético significativo centrado en la productividad así como la difusión mundial de germoplasma masculino escogido. Tecnologías complementarias como el seguimiento de las hormonas reproductivas, la sincronización del estro y el sexaje de semen pueden mejorar la eficacia de la IA. El trasplante de embriones ofrece las mismas oportunidades en relación con las hembras, aunque en escala mucho menor y a un precio mucho más alto. También pueden utilizarse marcadores moleculares del ADN para el mejoramiento genético, por medio de la selección con ayuda de marcadores situado junto a los genes de interés, así como para caracterizar y conservar los recursos zoogenéticos. El uso de la mayoría de los sistemas de marcadores moleculares depende de la reacción en cadena de la polimerasa (RCP), que es una técnica importante para amplificar secuencias específicas de ADN.