UNIVERSIDAD NACIONAL DE LANUS

SEMINARIO PENSAMIENTO NACIONAL Y LATINOAMERICANO

ALUMNO: GONZALO CEMBORAIN

PARCIAL 2: ACTIVIDAD 3: Antártida.

FECHA DE ENTREGA: 24/06/2020

Cemborain Gonzalo DNI: 35.962.011 AULA N° 8

Actividad 3

a. A partir del estudio en profundidad de los temas desarrollados en las clases sobre la
cuestión antártica -su relevancia en el pasado, en el presente y su proyección en el
futuro- pensar y diseñar una propuesta profesional que, desde una visión
latinoamericanista, tome como punto de partida la carrera que cursa cada
estudiante. A modo de ejemplo: un estudiante de la Carrera de Enfermería puede
presentar una propuesta desde su perfil profesional.
b. Elaborar una producción escrita, que no supere las 5 carillas, cuidando la claridad
expositiva, la presentación y organización de la información. Mencionar las fuentes
consultadas.

B – CARRERA: TURISMO

“Son necesarias y urgentes una revolución mental en los hombres, especialmente en los
dirigentes de los países más altamente industrializados; una modificación de las
estructuras sociales y productivas en todo el mundo, en particular en los países de alta
tecnología donde rige la economía de mercado; y el surgimiento de una convivencia
biológica dentro de la humanidad, y entre la humanidad y el resto de la naturaleza. Esa
revolución mental implica comprender que el hombre no puede reemplazar a la
naturaleza en el mantenimiento de un adecuado ciclo biológico general; que la
tecnología es un arma de doble filo; que el llamado progreso debe tener un límite y
que, incluso, habrá que renunciar a algunas de las comodidades que nos ha brindado la
civilización; que la naturaleza debe ser restaurada en todo lo posible; que los recursos
naturales resultan agotables y, por lo tanto, deben ser cuidados y racionalmente
utilizados por el hombre”.
Juan Domingo Perón (1972). Mensaje a los Pueblos y Gobiernos del Mundo

La superficie de la Antártida es de 14.000.000 km2 de los cuales la superficie estimada de

la Antártida Argentina es de 1 461 597 km² (967.000 km2 pertenece a superficie
continental) Las reclamaciones antárticas argentinas están basadas en consideraciones
históricas, geológicas de proximidad a la Argentina continental americana y además, de
presencia humana argentina continuada desde 1904 (Con la base más antigua en
operación continua en la estación Orcadas (1904)).Tal importancia adquiere mayor
relevancia si se toma con la seriedad e interés correspondiente por el grueso del pueblo
argentino y esto solo puede lograrse a través del conocimiento y la educación sobre la
cuestión antártica y su integración en nuestra idea de territorio.

Durante años perduro una visión en la que toda extensión de territorio más allá de la
considerada útil o necesaria fuese vista como un “problema”, esto tiene su raíz en viejas
concepciones de pensamiento liberal ejemplificadas en frases “sarmientinas” tales como

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“El mal que aqueja a la Argentina es la extensión” o “Buenos Aires debe replegarse sobre
sí misma”. Estas frases no son más que emblemas de unas ideas sobre el país que luego
Jauretche ejemplificaría como “zonceras” y que provienen de ciertos sectores de
privilegios que llevaron las riendas del país estableciendo una idea determinada en la
superestructura cultural que daría paso a la colonización pedagógica.

La colonización pedagógica fue llevado a cabo por años en la educación de corriente

liberal y mitrista, son ideas, reflexiones y conceptos que atacaran en dos categorías clave:
Por un lado la autoafirmación y autoconciencia. La que Jauretche, nombra como la
intelligentzia, se encargó de construir una “mirada autodenigrante” sobre nuestro territorio
que debilita el concepto de integración territorial.” que imposibilitan aún hoy pensar en
una Argentina estratégicamente orientada y que nos aleja de la convicción de saber lo
que efectivamente somos y el complejo socio-histórico que constituye a nuestro país
como tal. Por otro lado dominaran culturalmente a través de una superestructura cultural
que servirá de apoyo a la colonización pedagógica y alimentaran esta variedad de
“zonceras” cuando por ejemplo en materias como la geografía se refuerza más el
conocimiento en relación a lo ajeno que al propio espacio territorial. Esto dificulta aun
pensar en una Argentina estratégicamente orientada hacia una bicontinentalidad y como
bien se sabe no se puede valorar lo que no se conoce y no se puede defender lo que no
se valora, una mayor preocupación sobre las cuestiones de soberanía y protección
antártica son generadas a través de una autoreflexión y conocimiento de lo propio.

En cuanto a la cuestión antártica y mi carrera hay una conexión enorme ya que el turismo
es una de las dos actividades comerciales que se desarrollan en la Antártida, junto a la
pesca. El Protocolo de Madrid, firmado en 1991, como parte complementaria del Tratado
Antártico, reconoce y legitima a las actividades recreativas y turísticas, el artículo 3 se
establece la protección del medio ambiente antártico y los ecosistemas dependientes y
asociados incluyendo sus valores de vida silvestre y estéticos y su valor como área para
la realización de investigaciones científicas, en especial las esenciales para la
comprensión del medio ambiente global y deberán ser consideraciones fundamentales a
la hora de planificar y realizar todas las actividades que se desarrollen en el área del
Tratado Antártico. Mientras que el artículo 8 especifica que todas las actividades
requieren evaluación, incluido el turismo.

El inicio formal de la actividad turística comercial en la Antártida comenzó en 1958 cuando

el Transporte Naval argentino “Les Eclaireurs” trasportó por primera vez a turistas hacia el
continente antártico. Hasta principios de la década de 1980, solo unos pocos cientos de
turistas visitaban la Antártida. Desde principios de los años noventa, las actividades
turísticas tuvieron un incremento sostenido no solo en el número de turistas, sino también
en el de sitios visitados y en la frecuencia de los desembarcos llegando al pico máximo de
turistas en la temporada de verano 2018-2019 con un aproximado de 56.168.

Se observa en el grafico que la tendencia está en aumento. Hoy, más del 90% de las
actividades turísticas en la Antártida se realiza a través de cruceros, y sólo unas pocas
empresas realizan turismo aerotransportado. Los barcos turísticos navegan
principalmente en la región de la Península Antártica y las islas Shetland del Sur, y
algunas incluyen también entre sus itinerarios antárticos a las islas Georgias del Sur y
Malvinas. Más del 80% del turismo en cruceros parte de -o recala en algún momento en-
el puerto de Ushuaia.

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 Fuente 1 Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.

Los desembarcos en la Antártida se concentran principalmente en sitios libres de hielo de

fácil accesibilidad, con rasgos únicos en su fauna y flora. Aunque existen alrededor de
200 sitios que suelen ser visitados por el turismo, la mayor carga de turistas se concentra
en unos 30, ubicados en el archipiélago de las islas Shetland del Sur y en el estrecho de
Gerlache, al noroeste de la Península Antártica.

Si consideramos que el turismo se concentra en el verano austral (noviembre a febrero),

coincidiendo con el período de cría de multitud de especies autóctonas vemos que
probablemente es una de las actividades con mayor capacidad de generar impactos
negativos acumulativos en la Antártida. Esta problemática es todavía mayor en las islas
subantárticas, donde el grado de especialización de la flora y la fauna es muy elevado,
haciéndolas extremadamente susceptibles a las alteraciones, sobre todo las de origen
antrópico (Hall 1993; Cessford & Dingwall 1994). Por otro lado, la baja resiliencia de los
ecosistemas antárticos complica mucho la mitigación de los impactos ambientales. Por lo
que es de gran preocupación el potencial que tiene el turismo para producir impactos de
variada magnitud sobre el ambiente. Entre ellos pueden destacarse aquellos provocados
por las reiteradas visitas a los mismos sitios durante los meses de verano. Además, la
actividad turística aumenta el riesgo de ingreso de especies no nativas al continente
antártico, producto del constante traslado desde y hacia Sudamérica, desde otros puertos
de entrada, y entre islas antárticas y subantárticas (se estima que 200 especies invasoras
fueron introducidas accidentalmente por la actividad turística)

Finalmente, sus impactos también pueden estar vinculados al uso de embarcaciones,

incluyendo la contaminación marina producto de derrames de hidrocarburos.
Impactos adversos en el medio ambiente antártico ni en sus valores científicos y estéticos.
Sin olvidar que algunos grandes barcos de crucero con más de 3.500 personas, sin las
medidas para navegar por aguas con hielo, y que en caso de accidente podrían causar un
desastre ecológico sin precedentes. Recordemos que si bien el 74 por ciento de los
turistas desembarca en las zonas pactadas llegando en buques de 50 a 500 pasajeros, el
14 por ciento lo hacen en grande cruceros sin desembarco, y un 9 por ciento sobrevuelan

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la Antártida pero sin aterrizar. Los cruceros producen una gran cantidad de contaminantes
(Un estudio demostró que solo la flota de Carnival emitió mas dióxido de carbono que
todos los autos de Europa en 20171).

La mayor parte de las empresas que organizan cruceros antárticos están asociadas a la
International Association of Antarctica Tour Operators (IAATO) creada en 1991. Esto,
aunque no es un garantía contra malas prácticas permite consensuar políticas comunes
que ayudan a proteger los recursos antárticos. Para ello han elaborado guías de buenas
prácticas para minimizar el impacto. En particular, se han desarrollado más de 40 códigos
de conducta específicos para sitios que habitualmente visita el turismo. Las “Directrices
para sitios que reciben visitantes” constituyen un valioso punto de partida para regular la
actividad del turismo en sitios específicos e incluyen una orientación práctica sobre las
formas en las que el turismo debe conducirse en estos sitios. Además todo operador
turístico u Organización no gubernamental que desee o planee realizar actividades en la
Antártida debe contactarse previamente con el Programa Nacional Antártico de su país de
origen y completar todos los trámites legales que se le requieran en el marco de la
normativa vigente del Tratado Antártico, entre los cuales el principal requisito es la
presentación de una Evaluación de Impacto Ambiental de las actividades previstas.

Si bien IAATO requiere a sus miembros el cumplimiento de las normas surgidas del
Tratado Antártico como condición para ser parte de esta Asociación y esto genera un
mecanismo de control adicional a la obligación de cumplimentar los requisitos vigentes
ante la Autoridad Nacional Antártica, el problema es que no todos los operadores
turísticos están en IAATO y no hay legislación internacional que prohíba a éstos últimos
hacer actividades en la zona. Así como tampoco hay estudios ni legislación que
establezca un número máximo de llegada de visitantes a la región que se base en
conceptos como la capacidad de carga del lugar.

Por eso creo en la importancia de realizar un proyecto turístico mucho más restrictivo que
ponga énfasis en un exigente control para reducir al máximo posible los potenciales
peligros del turismo en la región, siempre considerando que la prohibición total no es la
mejor solución debido a que la mejor manera de proteger los espacios naturales es
ponerlos en valor, permitir su uso ordenado y regulado para que su divulgación ayude a
su comprensión y fomente entre la población la necesidad de conservarlo inculcando la
sensibilización ambiental. Hay que permitir las visitas a los santuarios naturales, pero, con
todas las regulaciones, controles, cupos, tasas de entrada y limitaciones de visitas que los
expertos y los estudios determinen.

Considero imprescindible que se cree una legislación internacional que lo regule y

controle ante el previsible aumento de visitantes, que impida por ejemplo que los mega
cruceros puedan siquiera aproximarse a sus costas y que, al menos, obligue al
cumplimiento de las normas de la asociación IAATO.

La Argentina como reclamador legítimo de la soberanía de territorio antártico, que la

efectiviza en varios aspectos permitidos por la firma del Tratado Antártico en 1959, y
considerando además que la Secretaría del Tratado Antártico tiene su sede en Buenos
Aires tiene no solo el derecho sino la obligación de presentar un proyecto de turismo a
aplicar en toda la región que tenga en cuenta todas las cuestiones mencionadas y
1
El estudio pertenece a la organización transport & environment y puede ser visto aquí:
https://www.transportenvironment.org/press/luxury-cruise-giant-emits-10-times-more-air-pollution-sox-all-
europe%E2%80%99s-cars-%E2%80%93-study

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formulado y elaborado en base a todas las investigaciones científicas necesarias para
desarrollar un turismo sostenible, que respete la capacidad de carga del destino y no
comprometa su futuro. Hay sobrados ejemplos de lo que ocurre cuando se excede la
capacidad de carga física de un destino natural (el ejemplo de Maya Bai en Tailandia que
tuvo que cerrar su playa por tiempo indeterminado es el más conocido) sin embargo llegar
a la saturación turística y lidiar con sus consecuencias sería mucho más catastrófico en el
sensible territorio antártico que en otro lugar por lo tanto es necesario la exigencia de
nuevas demandas y regulaciones a todas las empresas turísticas que visiten y se
acerquen al lugar. Establecer fuertes multas por contaminación, limitar la llegada de
visitantes y realizar todos los estudios pertinentes sobre impacto en flora y fauna. Además
de velar por que todas las agencias turísticas pertenezcan a la IAATO y cumplan sus
regulaciones considero necesario que lo cruceros comiencen un cambio hacia vías de
consumo energético más limpio, sostenible y que no presente una amenaza para la
región. No solo como beneficio para la Antártida sino también para la ciudad de Ushuaia
que ve sus costas degradadas por la masiva llegada de cruceros durante la temporada
estival.

Todas estas cuestiones deben ser tratadas internacionalmente pero es necesario

comprender al territorio antártico como propio y no como tierra helada alejada sin utilidad.
Aquellas ideas de la extensión es un mal ya no tienen ningún sustento y el primer paso
para valorar algo es conocerlo y sentirlo propio. La Ley 26.651 de obligatoriedad del mapa
bicontinental, sancionada en 2010, fue un gran paso, pero son necesarias mayores
medidas, realizar trabajos educativos, científicos y documentales que refuercen la
importancia del territorio a la comunidad para lograr su apoyo y su reclamo a favor de
mayores regulaciones y que los políticos actuales recuerden las palabras que Perón
menciono en 1972 en su “Mensaje a los Pueblos y Gobiernos del Mundo”, lograr una
revolución mental en los hombres para llegar a un convivencia biológica dentro de la
humanidad.

FUENTES

Cirigliano, Gustavo F. J. (2002). Metodología del Proyecto de País. Buenos Aires.

Recuperado de: https://es.scribd.com/document/373681657/Metodologia-Del-Proyecto-de-Pais

Chávez, Fermín (1982). Historicismo e iluminismo en la Cultura Argentina. Buenos Aires:

Centro Editor de América Latina.

Biblioteca del Congreso de la Nación (Argentina). Subdirección Estudios y Archivos

Especiales. Perón: Modelo argentino para el proyecto nacional (1974). 2a. ed.
Recuperado de: http://www.bcnbib.gob.ar/uploads/Peron.-Modelo-argentino-para-el-proyecto-
nacional.pdf

Observatorio del Turismo Irresponsable. (2015, Mayo 5). Consecuencias del turismo
Antártico. Recuperado de: http://oti.turismo-sostenible.net/wp-
content/uploads/2015/05/5568af90e360e.pdf

Ministerio de relaciones exteriores, Comercio internacional y Culto. (s,f) Turismo Antartico.

Recuperado de: https://www.cancilleria.gob.ar/es/iniciativas/dna/proteccion-del-medio-
ambiente/turismo-antartico

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Terra Ecología Practica (2010, julio 14). El impacto ambiental del turismo en la Antártida.
Recuperado de: https://www.terra.org/categorias/articulos/el-impacto-ambiental-del-turismo-en-la-
antartida#:~:text=El%20principal%20problema%20que%20se,un%20desastre%20ecol
%C3%B3gico%20sin%20precedentes.
 

Pablo Tejedo, Ana Justel, Javier Benayas, Eugenio Rico, Peter Convey and Antonio
Quesada (2010) Soil trampling in an Antarctic Specially Protected Area: tools to assess
levels of human impact, by recuperado de:
https://www.fundacioabertis.org/rcs_est/resumen_antartida.pdf

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