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Taller Componente Artístico.

1. Tema:
El tema en el que se escogió para este monologo es “Mi familia durante la cuarentena”,
tomando así como tipo de monologo el interior.
2. Libreto:
Es bien sabido que con la creciente pandemia presentada a nivel mundial, y por las medidas
tomadas por el gobierno de nuestro país, tendríamos que pasar tiempo con aquellas
peculiares personas que llamamos familia, y también que esto tendría demasiadas
dificultades al asecho.
Como cualquier familia pasamos nuestros primeros 5 días jugando, mi mamá trabajaba en
la mañana y mi papá igual, lo que nos daba un resultado de tardes llenas de risas y
diversión.
Pero no, la convivencia es complicada. ¿Han visto alguna vez uno de esos programas en
donde llevan a mucha gente y la dejan en una casa? Me divierto viendo como pelean por
cualquier bobada y como se separan por ello, lo que no sabía es que mi casa se iba a volver
lo mismo.
Pero conforme sumaban días la cuarentena, esto se volvió un campo de guerra. Cada cierto
tiempo alguno de nosotros tenía un “sano desacuerdo” que arreglamos con malas caras y
malas actitudes.
No solamente los sanos desacuerdos hacían de esta convivencia algo cada vez más difícil,
sino también los horarios que llevamos.
Mi hermano y yo después de una semana de no ir a clases, habíamos cambiado nuestros
horarios, dejando así la hora de despertar como las 9 de la mañana y la hora de dormir
media noche, mi madre poco a poco se nos fue uniendo a nuestros horarios, debido a que
casi no debía ir al trabajo. Pero con mi padre la cosa fue distinta.
Cuando estaba en la casa, nos despertaba a todos cerca de las 7 de la mañana ¡Yupi!, para
“aprovechar el día”, pero en cuarentena ¿Cómo se aprovecha el día?
No solo su falta de sueño nos empezaba a molestar, sino también su genio, lo que nos hacía
a todos bastante sensibles. Pero no era mi padre el único que molestaba este tiempo que
debería de ser de entretenimiento.
Todos en su forma ponían su granito de arena o su gota a una copa que se llenaba
demasiado rápido.
Mi mamá, pues peleando como cualquier mamá, eso no es raro. Mi hermano activando su
don natural para perturbar mi paz, lo que me hacía más de una vez querer golpear su cabeza
repetidas veces contra la pared, hasta que… (1…2…3…Paz mental), bueno hasta que me
cansará. Y yo, pues con mi habilidad de no hacer nada hacía que mis papás perdieran la
paciencia.
Aun así con todos nosotros a veces queriéndonos matar, encontrábamos espacios donde
podíamos ser una familia normal en lo que cabe, jugando cartas, jenga, uno, just dance,
cualquier juego era excusa para calmar las aguas en esta casa. A mí no me ponía de muy
buen humor el que me sacarán de mi cuarto, pero después de un rato se me olvidaba aquel
disgusto.
Ahora bien, esto parece bueno, pero no lo era, la verdad, el verdadero problema de mi
familia es que no saben respetar “el espacio personal” detesto demasiado que esté tranquila,
en mi cuarto, viendo una película, y llegue un pequeño terremoto de aproximadamente 1,50
de altura, a molestarme la existencia con cualquier ridícula escusa que su cerebro considere
oportuna.
A mi hermano lo que lo molestaba era que no lo dejarán jugar en el Xbox cuando él quería,
siendo el hijo menor, acostumbrado a ser consentido en todo; era como un golpe bajo eso.
Mientras que yo me deleitaba con su sufrimiento.
Mis padres se molestaban por todo y por nada, aun no entiendo la mitad de sus enojos, pero
no pienso pensar en eso.
Ahora que lo pienso, mi familia no es tan mala, y a veces olvidamos pensar en estas
personas, que se esfuerzan por nosotros, pero ese esfuerzo y sacrificio solamente los
notamos cuando los perdemos.
Esto me da tiempo para pensar, en todos aquellos que perdieron a uno o a sus ambos
padres, en este tiempo ¿No los extrañarán?, ¿No se arrepentirán de algo que le hicieron a
ellos?, ¿Estarían con ellos ahora? Ahora bien, no solamente a los padres, sino a los
hermanos ¿Tendrán uno?, ¿Les gustaría tener uno ahora?, ¿No querrán de quien quejarse?
Y lo único que concluyo con eso, es que debería de apreciar y valorar a este peculiar grupo
de personas que me rodean, porque en el momento en donde me encuentre sola, sin ninguna
persona a mi alrededor, o cuando los haya perdido a todos, ¿Estaría satisfecha de por fin
tener la paz que ellos me quitaban?, ¿Estaría por fin satisfecha?
La respuesta a eso es no, imaginarme la mínima posibilidad de perder a mi malgeniado y
sobreprotector padre, a mi muy divertida y rancia madre o inclusivo a mi fastidioso
hermano me produce un dolor profundo, porque muy a mi extraña manera los amo, por
como son y por lo que son. Tal vez a veces quiera enviarlos en un cohete rumbo a Marte,
pero no podría imaginarme lejos de ellos, o que nunca más pueda verles, son mi familia.
Son mi muy extraña, fastidiosa, divertida y disfuncional familia y a ninguno lo cambiaría
por nada de este mundo.

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