Está en la página 1de 1

Explicación[editar]

Según los relatos de los conquistadores, la práctica del canibalismo era habitual entre los
pueblos nativos aliados y adversarios de Hernán Cortés en actos religiosos y tras las
escaramuzas, para lo cual incluso se solía llevar sal a las batallas para salar a los
enemigos muertos, de forma que les durase más tiempo su carne y pudieran volver con
ella a sus poblados y repartirla entre sus familiares. Entre la aristocracia azteca se
practicaba habitualmente el canibalismo en actos religiosos. 7 El canibalismo como forma
habitual de sostén alimenticio no ha sido probado, y los casos de los que se suele hablar
se basan en fuentes que podríamos calificar de parciales (conquistadores, enemigos,
exploradores, etc.). En la psicología, el canibalismo se describe como el resultado de
impulsos agresivos orales no controlados, un acto antisocial originado por el deseo de
dominación.
Parece probada la existencia del canibalismo ritual como ofrenda a los dioses o como
manera de obtener la fuerza y el valor del guerrero enemigo. El principio sencillo que
sustentaba la antropofagia guaraní era que la persona acumula energía a lo largo de su
existencia, y que esa energía puede ser utilizada por otra persona para expandir la
conciencia. El objetivo vital de los guaraníes era trascender los límites de la
existencia diaria accediendo a lo que llamaban «la tierra sin mal», un estado vital en
donde una persona escapaba al daño e incluso a la muerte (como supresión del nivel
físico de la existencia). En este contexto, consumir la personalidad de una persona primero
y su cuerpo físicamente después, daba al practicante un incremento de energía imposible
de conseguir por otros medios. De allí que los guaraníes no comieran a cualquiera, sino
solo a los mejores. El canibalismo era parte del camino de la perfección o aguyé.
Es atribuido a muchas tribus y etnias: los nativos amazónicos, los caribes, los aztecas,
los pigmeos y otros nativos de la cuenca del río Congo, las tribus Korowai y Fore de Nueva
Guinea.
El 14 de febrero de 1779, el comandante de la expedición marina inglesa James Cook y
algunos de sus hombres fueron asesinados y consumidos en Kealakekua Bay,
en Hawái (aunque todavía existe controversia sobre la certeza de este hecho) por la
población local, tras un intento fallido de secuestrar a su rey, en represalia por los robos de
los nativos. Los restos remanentes fueron recuperados luego y se les hizo un funeral
marino.
En 1809, los 66 pasajeros y la tripulación del barco The Boyd fueron asesinados y comidos
por maoríes en la península de Whangaroa, en la isla Norte, como parte de un utu
(‘venganza’) por el azotamiento con látigo de un maorí que había rehusado trabajar en el
barco durante el viaje desde Australia. El hecho permanece como la mayor matanza en la
historia de Nueva Zelanda.
En casos aislados, se ha acusado de caníbales a las poblaciones enemigas como medio
de propaganda con que desproveerlas de toda civilización o humanidad. De esta forma, la
conquista, represión o cualquier tipo de trato inhumano y vejatorio podían ser fácilmente
justificados moral y legalmente. Otro ejemplo clásico de esta tendencia sería la acusación
de canibalismo hacia los cristianos en época romana, que facilitó su criminalización y
posterior represión.

También podría gustarte