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Trataré de sintetizar al máximo posible un tema que por sus raíces en el remoto pasado, sus
connotaciones y vinculaciones presentes y (según creo) con importante proyección en el
futuro próximo, lo hacen en extremo difícil, sin dejar interrogantes o aspectos que el lector
tendrá que buscar o confirmar con mucha otra lectura.
Existen tantas definiciones de nacionalismo como nacionalistas existen. Todas, con distinto
grado de certeza nos dan idea del concepto, pero también todas, están cargadas de las
valoraciones y elementos incluidos por los grupos, hombres, contextos y épocas en las que
fueron dadas.
Aún cuando está es la definición más reducida que pueda darse; en estos tiempos, deja
afuera a casi todos los que se consideran a si mismos nacionalistas. Esto se relaciona con
una inversión de términos. Es decir, se utiliza la etiqueta “Nacionalista” seguido del o los
conceptos religiosos o ideológicos que se profesan; nacionalismo católico, nacionalismo de
izquierda, derecha, etc, etc. Alterando el orden, que en estos casos debe ser muy claro,
porque representan jerarquía de lealtades.
“Católico Nacionalista” sería, por ejemplo, el orden correcto para denominar esta corriente
que, desde su perspectiva, opina que la religión católica es más importante que la Nación;
condicionando su lealtad a una “Nación” en especial, que en su absoluto excluye
automáticamente al mismísimo concepto de Nación.
Definitivamente; los conceptos y sus significados son los que finalmente se manifiestan,
más allá de las etiquetas y el orden artificial que se adopte. Un autodenominado
nacionalista-católico nada puede compartir con un nacionalista-musulmán, porque ambos,
aún compartiendo la misma nacionalidad, anteponen su religión a la Nación. Sin juzgar la
creencia de cualquiera de los dos ejemplos; ambos se sirven de la palabra “nacionalista”; su
fuerza, connotación y convocatoria para fines distintos y contrarios al orden que declaran,
anulando la fuerza conciliadora de diferencias que el concepto Nación implica.
No existe, a este respecto, argumentación que pueda esgrimirse para defender lo contrario.
Un Racionalista es el que antepone la “razón” como principio fundamental. Un materialista
hará lo mismo respecto a la existencia de las cosas, y así sin ninguna excepción.
Esta perspectiva, que se revela como “verdadera” por los simples argumentos que se
exponen. Y, una vez más, para que no exista mínima duda: Un nacionalista es simplemente
lo que dice su etiqueta; “nacionalista”. Que excluye o subordina cualquier otro concepto que
se agregue. Desde el momento en que agregamos otro concepto anterior o posterior al
enunciado; se degradan ambos a favor del tercer concepto que se forma con la unión de
ambos.
Esta realidad concluye en que cada grupo reclame para sí el titulo de “Verdadero
Nacionalismo”. Unos aduciendo la tradición, otros la etnia, otros la nacionalidad, etc, etc.
Increíblemente; y desafiando a cada una de esas “verdades”.... todos tienen algo de razón. Y
simplemente, como hasta ahora, voy a probarlo. Vamos al trabajo.
Esta cualidad del nacionalismo de mostrarse indefinible para el que pretenda describirlo
obedece, justamente, a sus características. El nacionalismo reconoce como valor
fundamental a “la Nación” y siendo que todas las Naciones son diferentes respecto a su
historia, conformación, intereses, etc, etc ¿Cómo podríamos encontrar dos nacionalismos
iguales?.
Pues sí que es, también, una ideología como ya veremos. Pero nadie espere una formula; la
misma concepción nacionalista del hombre la imposibilita. Como podríamos darle al
mundo una formula de la felicidad que sólo sirve para nosotros. Los hombres son
diferentes; las naciones son diferentes. Aún así; existe el sistema de ideas que define
al “Nacionalismo” y lo identifica aún allí donde se mezcla con diversos otros
conceptos. De hecho, no existe un nacionalismo sin los tintes de la Nación de que se trate.
Antes de continuar avanzando; y siempre recurriendo a las definiciones que nos permitan el
acuerdo en el significado de la “etiqueta” de los conceptos; definamos Nación,
definamos País y definamos Estado y veamos los vínculos. Si hacemos historia,
podríamos decir que existieron siempre. Es lo mismo que pretender encontrar la fecha de
aparición de la primer tribu o el primer Clan. Obviamente con las distinciones relativas y
distintivas de la época; hubo una Nación neandertal, un país de neandertales, tribus
neandertales, clanes de neandertales y hasta casi un proto-estado neandertal. Desde luego,
estos conceptos no estaban en sus mentes.
Debemos, a medida que indagamos en el concepto “Nación”, tener presente siempre que la
idea es descubrir finalmente ¿Qué es el nacionalismo?. Entonces; definitivamente “Nación”
es inseparable de la “Voluntad” que, es a su vez, un concepto atado a la aceptación del con-
cepto “Libertad” y de “Persona”. Esta realidad, dificulta al racionalista de cualquier ideolo-
gía representarse la idea, el concepto “Nación” y sólo lo percibe mutilado de su parte irra-
cional; de la “fe” del “creer”. Reconoce al individuo como determinador de sociedades (indi-
vidualismo capitalista) o a las sociedad como determinadora de individuos (colectivismo
comunista). Siempre desde la perspectiva del individuo igual a “unidad indivisa”, que es lo
mismo que decir hombre en sus “igualdades”.
Tal cual; los individuos se definen por sus igualdades y las personas por sus
diferencias. Los individuos sólo necesitan un territorio y un estado para vivir; sólo se aso-
cian. Es decir la “sociedad” es una determinación necesaria que les permite y facilita la vida.
Las personas necesitan mucho más; necesitan organizarse manteniendo las diferencias; la
unión en este caso es más que asociación por intereses es “comunidad libre y voluntaria”;
una Nación.
En apariencia no parece haber distinción entre los dos modelos, de hecho ambos funciona-
rían en la idealidad de la utopía, pero la realidad es que los sistemas concretos tienen algo
de ambos. Pero, como la libertad es la diferencia; el porcentaje de personalismo en cada sis-
tema real decide el resultado. En otras palabras: La sociedad satisface una necesidad y la
comunidad satisface, además, el deseo. Algo así como: “cualquier cosa comestible podría
satisfacer el hambre, pero elijo ravioles”.
A esta altura y aún teniendo mas claro de que hablamos cuando nos referimos a Nación;
todavía no podemos enunciar una definición de “nacionalismo”. Asumiendo que
involucrará necesariamente esa perspectiva ideológica del hombre como “persona”, sus
vinculaciones con la voluntad y una idea definida del concepto de “libertad”; debemos, otra
vez como hasta ahora, definir que es “persona” y cual es la “libertad” que esta reclama.
Del mismo modo que el nacionalismo coloca a la Nación como entidad fundamental en la
organización social y política humana y recordando que la Nación se muestra como
atendiendo al desarrollo de los hombres como “personas” (no como individuos); el
concepto de nacionalismo es indisoluble del “personalismo”.
Y para seguir con las definiciones; el personalismo es: “Es la corriente filosófica que
afirma como existente y coloca como fundamentales las potencialidades de
“Voluntad y Libertad” del “Yo” auto-consciente y los describe conformando
una “entidad” totalizadora llamada “persona”, que es indefinible e inasible
por la interrelación de sus contenidos racionales e irracionales".
Esta definición es nueva; en realidad parece nueva. Es la actualización de las palabras que
definen un concepto que el hombre conoce desde que comenzó a pensar. Desde que el
primer homo se descubrió existente y paso a ser sapiens. El momento en que vaya a saber
con que sonidos dijo “YO”, y ese “yo” se manifestaba en una “personalidad” única e
irrepetible.
Ahora comencemos un viaje al pasado para saber como y porque predomina en nuestro
particular nacionalismo el personalismo, por sobre los conceptos de individualismo y
colectivismo. Como dije; el personalismo siempre existió, pero se desarrolló, se hizo patente
y tomo forma en las civilizaciones nacidas en torno al Mediterráneo. No como suma-resta o
proceso dialéctico, sino como resultado de la mezcla de genética y cultura de gentes
provenientes de oriente y occidente. Separaciones ancestrales de las primeras migraciones
africanas.
Cada grupo humano, de los señalados (ario-mediterraneo), configuraba una forma distinta
de ser y de ver el mundo que resultaba en una formula para vivir, devenida de su pasado
ancestral. Obviamente ninguna de ambas fórmulas funcionaba con el mestizaje liderado por
los conquistadores del norte. Luego de mucha “crisis”; allí nació lo que luego se conocerá
como “Civilización Occidental”.
Con la divina Grecia y los griegos como creadores de todo, absolutamente todo, lo que hoy
conocemos y desconocemos. Allí los griegos, descubrieron lo que ya existía, pero no podía
ser percibido por un individualista o un colectivista (aún hoy): LA PERSONA Y mal que
les pese a los ideologizados defensores doctrinas individualistas o colectivistas; luego de
descubrir “la persona”, descubrieron “LA LIBERTAD” como potencia de ésta.
Como dije; con el descubrimiento griego del “concepto” debió nombrárselo… y se lo llamó:
“persona”. Que para darle un toque didáctico pero muy esclarecedor; es derivado de
“personare”, que significó resonar, hacer eco. Remitiendo, en el teatro antiguo, a la mascara
que utilizaban los actores que amplificaba su vos y a la vez representaba a un personaje,
distinguiéndolo en algunos de sus rasgos particulares y escondiendo los del actor. De
ello, se relaciona al concepto persona con “lo que un individuo quiere ser”,
distinguiéndolo de “lo que del individuo se ve”, o “lo que el individuo es”.
Finalmente; persona es potencia, proyección hacia el futuro, voluntad de ser de
una forma especial. De allí, también se desprende quelibertad y voluntad sean
conceptos inseparables.
Desde ese momento todo cambió. Aún cuando se mantienen las mismas palabras o
derivadas ya no representan los mismos conceptos: La democracia; creada para hacer
posibles las diferencias se trocó en el sistema que premia las igualdades (casualmente las
personas existen por sus diferencias). El progreso que se entendía como integral se
transformó en sólo tecnología. La razón como la facultad que acercaría al hombre a la
verdad; en la herramienta del éxito. Que decir sobre su idea de lo Justo, lo bueno y lo bello
(lo justo en ley conveniente; lo bueno en útil y lo bello en artículo de consumo). Noble
llamaron los griegos a su modelo de hombre virtuoso en dirección a la perfección posible
(perfectizo).
Crearon todo lo que hoy conocemos, porque estaban más cerca de la persona que del
individuo o la colectividad. El individuo no puede crear; es una abstracción. La colectividad
tampoco puede crear; también es una abstracción. La persona concreta es la única que
puede crear. Es la vanguardia de la evolución, nada puede evolucionar sin ella. Adivinen
¿Por qué?; porque es la única que posee “libertad”. Es decir; la potencia para
actuar en contra de la genética, la cultura y el ambiente. Es la única que puede
solucionar los problemas nuevos que impone la evolución dinámica de la especie y el
universo entero.
Sólo la persona puede convertirse en modelo que los individuos copian, trasladando la
“creación” o solución nueva a la cultura. Siempre en una crisis, que sin dudas es una
situación nueva donde las fórmulas de la genética o la cultura no resultan, aparece la
solución personalista. Esa persona no es todas, tiene nombre, Cesar, Cesar, Cesar. Incluso
para los racionalistas se llamó Napoleón, Napoleón, Napoleón.
Y es así. Eso somos, y es de ese modo porque somos herederos de Perícles, Cesar y Cesar
Borgia y no del Rey Arturo. Y si no acertamos es porque no terminó nuestro mestizaje
americano. No tenemos la respuesta automática que prevé la genética; inclinándonos
naturalmente a favor de una entre varias alternativas. No tenemos la formula que aporta la
cultura, venida de situaciones similares donde dió resultado y tenemos un “ambiente”
permanentemente sucio de disputas ideológicas que el modernismo nos trae de otras
tierras.
La creencia nace, mas allá del andamiaje racional que la explique; en el lado
irracional de nuestra personalidad. Es el origen de lo que religiosamente se conoce
como “fe”; creer sin prueba alguna, como intuición de que algo “Es”. Reconozco que tal vez
no quede claro a que me refiero, pero es una imposibilidad para cualquiera explicar lo
inexplicable para que se pueda entender lo inentendible. Sólo es “lo irracional” que
conforma la contradicción de “racional” (para un oriental es una obviedad; no existe el yin
sin el yang).
Aún cuando no pueda explicarse; de allí nació el universo autocreado, la vida autocreada, el
“YO” autocreado y “la libertad” autocreada. Todas manifestaciones de un extremo de la
contradicción razón / irrazón en que la realidad se manifiesta y que las religiones
occidentales conocen como “Dios”, las orientales como “Nada” y nuestros ancestros
primitivos como “Magia”. De cualquier forma allí están los efectos y es lícito a cualquier
hombre llamarle como lo sienta y perciba y de hecho le sea imposible ignorarlo cuando es
llamado por su mismo “ser” a contestar las preguntas ¿por qué y para que?. El hombre no
es un “ser racional”; es razonador, tiene la potencia de la razón; tampoco es
“libre”, tiene la potencia de la libertad. Obviamente a juzgar por los resultados...no
hacemos mucho con esos poderes
Quien sabe si ante la crisis sin solución del mundo; que no es otra cosa que la crisis de
occidente, que no es otra cosa que la crisis del individualismo y su paradigma liberal-
capitalista del “hombre racional”, que luego de conseguir avances impresionantes en un
cortisimo tiempo histórico pero ya en su decadencia, ha envilecido y cosificado al hombre,
envenenado el agua y el aire; nazca, en estas tierras la solución personalista que inaugure
una nueva época. Que, siendo “creación” promete ser mejor y sin precedentes.
Finalmente; Una definición coherente de Nacionalismo debe ser tal que incluya el concepto
de “persona” que todos heredamos y por esta razón tolerante a las diferencias personales en
todos los ordenes. Como se explicó; el concepto “individuo” toma al hombre por sus
igualdades y el concepto “persona” ve al hombre en sus diferencias; como podría nuestro
nacionalismo excluir la diversidad étnica, religiosa, cultural, personal, etc, etc. También
hablamos de “Valores” que identifican a cualquier personalismo. En un país que se define
por la diversidad en todos los aspectos los valores deben ser universales. Los tesoros
descubiertos por los hombres de todas las religiones y culturas; las Nueve Nobles Virtudes
de Denes Martos, en cualquier orden, son perfectas para nuestros propósitos de “hombre
perfectizo”.
Un patriota es alguien que ama a su patria; y Argentina está repleta de estos. Los
nacionalistas son los patriotas que saben porque aman a su patria. Y en ellos recae la
responsabilidad de juntar a los patriotas y explicarles; que es la Nación. Mostrarle que ya no
existe, que retrocedió a “Nación en potencia”. Llamarlos a refundarla… y para ello debemos
recuperar la fe perdida, “creer” nuevamente y la voluntad aparecerá “mágicamente”; como
se manifiesta todo lo irracional que tenemos las personas. Esa irracionalidad llamada “fe”,
que motoriza toda voluntad creadora y permite engranar las diferencias en una fuerza
invencible, que se apoya en las tradiciones y glorias del pasado para diseñar en el hoy; un
futuro único y compartido.