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Índice
1Etimología
2Domingo como día de descanso
3El domingo en la Biblia
4El domingo en la tradición apostólica
5Liturgia católica
6Otros datos
7En otros idiomas
o 7.1«Día del Sol»
o 7.2«Día de no trabajo»
o 7.3Otros significados
8Referencias
9Enlaces externos
Etimología[editar]
El nombre «domingo» proviene del latín dies Dominica ('día del Señor'), debido a la
celebración cristiana de la Resurrección de Jesús. En la antigua Roma se llamaba a este
día dies solis ('día del sol').
Antes de la Revolución francesa, en casi todos los países de tradición cristiana estaban
prohibidos en domingo los trabajos manuales, el comercio y el baile. Había excepciones en
casos de trabajos urgentes o para algún tipo de corporación gremial. Tras la Revolución, el
descanso del domingo fue apareciendo paulatinamente en el derecho laboral, y en la
actualidad está admitido en casi todas las legislaciones.
La mayoría de las confesiones cristianas actualmente consideran al domingo como el día
del descanso, un día sagrado y que habitualmente conlleva la asistencia a misa o al servicio
dominical correspondiente. El rechazo al descanso dominical o a su valor religioso como
«día del Señor» se da en Iglesias como los Adventistas del Séptimo Día y otros
grupos sabatistas, que reivindican el reposo sabático del Antiguo Testamento como algo
obligatorio para los cristianos.
El domingo en la Biblia[editar]
En el Nuevo Testamento aparece equivocadamente ocho veces la expresión «primer día de
la semana» pues el texto griego del Nuevo testamento no dice literalmente "primer día de la
semana" sino "μια σαββατον" que literalmente significa "el primero de los sábados" (S.
Mateo 28:1; S. Marcos 16:2-9; S. Lucas 24:1; S. Juan 20:1-19; Hechos 20:7; 1 Corintios
16:2). Sin embargo, este no podía ser el día de reposo bíblico, pues la Biblia menciona que
la resurrección de Jesús sucedió después del día de reposo sábado (Marcos 16:1-19), que es
el séptimo día de la semana bíblica.
Los católicos guardan el domingo argumentando que en este día ocurrieron los hechos más
importantes relacionados con la salvación, basados en la traducción antes mencionada. De
esta forma, así como los judíos guardaron el sábado para recordar la obra de la creación, así
los cristianos celebran el domingo para recordar la obra de la redención.
La idea de la preeminencia del día domingo sobre el sábado no proviene de la Biblia sino
de la tradición de la naciente Iglesia católica con sus concilios y los escritos de los Padres
de la Iglesia.
Este es el día que ha hecho el Señor, exultemos y gocémonos en él
El primer día de la semana, estando nosotros reunidos para la fracción del pan, Pablo, que debía marchar al día
siguiente, conversaba con ellos y alargó la charla hasta la media noche
Cada domingo, guarden ustedes todo lo que hayan podido ahorrar, de modo que no esperen mi llegada para
recoger las limosnas
De hecho Pablo de Tarso dice:
Que nadie los venga a criticar por lo que comen o beben o por no respetar fiestas o el día sábado, pues eso no es
sino sombras de la realidad que es Cristo Jesús
Otro dato bíblico que nos confirma la importancia del domingo está en el libro del
Apocalipsis. La costumbre de llamar a este primer día de la semana el "día del Señor", se
basa en la creencia que "el día del Señor" significa domingo (Ap 1,10), porque Juan dice
haber estado en el Espíritu en el día del Señor, día en que Juan tuvo la visión por la cual
escribiría este libro. Sin embargo, muchos creen que el término "el día del Señor" no se
refiere a un día de la semana en específico sino a un evento, el del juicio de Dios, pues en
todo el Antiguo Testamento el día del Señor se refiere al juicio de Dios sobre las naciones.
Esto va de acuerdo con la temática del libro de Apocalipsis.
"Esforzad los aullidos, porque cercano está el día del Señor; la desolación será como de la
terrible mano del Señor" (Isaías 13:6). Versión Torres Amat.
En el Concilio de Jerusalén, celebrado hacia el año 50, el objetivo principal era determinar
si el gentil piadoso creyente en Jesús debía convertirse formalmente al judaísmo, lo que
implicaba ser circuncidado y seguir todos los preceptos del Antiguo testamento, o sea, la
Torá judía. La postura que expuso Santiago está registrada en Hechos (15:20); la asamblea
lo aprobó y posteriormente envió a otros creyentes para que comunicasen la decisión
tomada:
Que hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas que estas necesarias:
Hechos (15:28-29)
Esto podría dar entender, junto con otras exhortaciones de Pablo de Tarso en sus cartas, que
en realidad la observancia del sábado es para los judíos y no para los cristianos. Sin
embargo, no necesariamente esto tiene que ser así, ya que el tema en discusión en el
llamado Concilio de Jerusalén tenía como fin otros puntos relacionados con la ley Mosaica
y no precisamente de este hecho.
Didaché
Ignacio de Antioquía, quien fue ordenado obispo por el mismo Juan el apóstol, en el año
110 escribió:
Si los que se habían criado en el antiguo orden de cosas vinieron a una nueva esperanza, no guardando ya el
sábado, sino viviendo según el día del Señor(Domingo), día en el que surgió nuestra vida por medio de él y de su
muerte
Justino Mártir, vivió entre los años 100 y 164, en su primera apología escrita, en el capítulo
67 dice:
El día que se llama día del sol tiene lugar la reunión en un mismo sitio de todos los que habitan en la ciudad o en el
campo. Celebramos esta reunión general el día del sol, por ser el día primero, en que Dios, transformando las
tinieblas y la materia, hizo el mundo, y el día también en que Jesucristo, nuestro Salvador, resucitó de entre los
muertos; pues es de saber que le crucificaron el día antes del día de Saturno, y al siguiente al día de Saturno, que
es el día del sol, se apareció a sus apóstoles (cf. Mt28,9) y discípulos, enseñándoles estas mismas doctrinas que
nosotros les exponemos para su examen