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ESCUELA Y SOBERANÍA ALIMENTARIA EN TIEMPO DE CRISIS

En estos momentos de crisis y confinamiento preventivo por causa del Covid 19, vale la pena
recordar el papel de la escuela como protagonista en su rol de transmitir saberes y posibilidades
de subsistencia en situaciones como estas, que para todos es nueva generadora de traumas en
nuestra cotidianidad,

Nosotros como institución educativa tenemos el deber de generar en la comunidad educativa no


solo el saber tradicional, los valores y la educación ambiental tan necesaria en el contexto donde
nos encontramos, estos saberes que son recurrentes en todo el sistema educativo, son reforzados
desde nuestra perspectivas de una educación que no solo se enfatiza en la academia tradicional
sino que hemos incorporado a la formación de nuestros estudiantes conceptos como seguridad y
soberanía alimentaria. Sin duda nuestra escuela se ha visto sometida a la crítica constante por
nuestra metodología, hoy , nos reafirmamos en nuestra manera de ver la educación y entendemos
en medio de esta coyuntura social por la que estamos atravesando, que sin duda, estamos en el
camino correcto, es claro que existe la imperiosa necesidad de transitar ese camino que nosotros
como escuela hemos empezado a recorrer, hoy más que nunca nuestra comunidad educativa y la
sociedad en conjunto debe entender que la auto sostenibilidad, el cuidado medioambiental y la
soberanía alimentaria deben ser un imperativo categórico en la formación de los ciudadanos
futuros.

Cada pequeño acto que con tesón y el compromiso de nuestros estudiantes, directivos y maestros,
propende a la construcción de estos tres aspectos, nos reafirman en este propósito irrenunciable
que nos hemos trazado.

La historia , que tenemos tendencia a olvidar , nos muestra que este tipo de pandemias se repiten
aleatoriamente, los dos brotes de peste negra en Europa y Asia , causó la muerte de millones de
personas, hasta una tercera parte de la población en estos dos continentes, en 1918, la llamada
gripe española , extermino a 50 millones de personas, y aunque ahora contemos con todos los
avances y los recursos técnicos y científicos , no estamos exentos de des ser víctimas de virus y sus
mutaciones cada vez más agresivos, es posible además , que en el futuro nos sigamos viendo
expuestos a este tipo de epidemias que sin duda nos obligaran a confinarnos nuevamente en
nuestros hogares para proteger nuestra vida y la de nuestros seres queridos.

Sin duda estamos ad portas de una serie de acontecimientos que van a afectar el orden mundial,
en todos sus aspectos, económicos y políticos, es el momento para reevaluar nuestra dialéctica
con la naturaleza y entender que debemos convivir de la manera más armoniosa posible con ella,
es el momento para que desde nuestras casas y nuestras posibilidades, acojamos los saberes que
nuestra escuela nos transmite y empecemos a generar nuestra autonomía y soberanía económica
y alimentaria, es el escenario propicio para validar esos aprendizajes, no dejemos al azar o al
destino nuestra subsistencia, es el momento de sembrar, de tener nuestros animales, de intentar
construir en nuestros espacios de vida caminos de autosuficiencia integrando procesos armónicos
y respetuosos de nuestro ecosistema.

Paradójicamente la gran beneficiada con esta crisis es la madre naturaleza, mares ,ríos bosques se
están beneficiando con esta pandemia, no debemos esperar a que un virus nos extermine
masivamente para que ella pueda reclamar su derecho a ser y estar, el amor por la naturaleza
debe ser nuestra religión, cualquier acto para reconciliarnos con ella es necesario e inaplazable.

Hernan Muñoz

Docente Ciencias Sociales , IEO Los Andes.

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