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ENSAYO DE LIDERAZGO

SÍ O NO
GUÍA PRÁCTICA PARA TOMAR MEJORES DECISIONES

POR: Jéssica Catherine Elizalde Ríos

INTRODUCCIÓN

Este libro escrito por Spencer Johnson trata sobre un joven que estaba preocupado por
las decisiones no muy acertadas que había tomado en su trabajo. Él buscaba como ser
mejor, para ello optó por ir un fin de semana con un grupo de excursionistas a las
montañas, donde había escuchado que las personas que regresaban de ahí tomaban
mejores decisiones.

Él había olvidado su itinerario en casa, pero de todos modos continuó hasta que se
encontró con el guía del grupo, el cual lo condujo por el camino correcto.

De la excursión aprendió mucho, fue capaz de reconocer sus errores y que otros le
ayudaran a ver sus puntos débiles y las cosas que estarían siendo un obstáculo en su
vida. Grandes tomadores de decisiones fueron sus guías en la búsqueda de encontrarse a
él mismo, supo escuchar y actuar con decisión para lograr su objetivo, tomar mejores
decisiones.

DESARROLLO

En la vida hay decisiones cruciales, las mismas que dependen de un “SÍ” o “NO”, no de
un “tal vez” o “puede ser”, es necesario que para que las cosas mejoren en cualquier
ámbito se tomen las mejores decisiones. Una mejor decisión es la que nos hace sentir más
a gusto con lo que hemos tomado y con la que se consiguen los mejores resultados.

Las equivocaciones, los errores y las lamentaciones llegan porque muchas veces somos
personas indecisas, con decisiones a medias o que no son lo suficientemente buenas, con
falta de carácter y seguridad para enfrentar una realidad, porque el temor de tomar otra
alternativa es más fuerte que el pensar de manera positiva en que lo puedo lograr. Para
tomar una decisión mejor, hay que dejar de ejecutar una decisión desafortunada, es
decir, llenar ese vacío equívoco con algo mejor.

El sistema fiable de toma de decisiones del que nos habla Spencer Johnson es “SÍ” o
“NO”. Lo primero que debemos hacer es tomar una decisión inicial utilizando la cabeza
para formularse una pregunta práctica y consultar al corazón, formulándose una
pregunta de índole privado, lo que mejor nos convenga, además estar prestos a escuchar
a los demás, así se tomará una mejor decisión y actuar de acuerdo con ella. Luego, tomar
otra decisión y analizar las diversas ideas que incluyen cada una de las decisiones, de
esta manera podremos prestar más atención en determinada situación.

Algo importante que hay que atender es la necesidad real, saberla identificar y
diferenciarla de los anhelos, del deseo momentáneo por algo. Las personas nos ponemos
en marcha para conseguir lo que queremos, pero desconocemos lo que realmente
necesitamos, por lo que muchas veces nos ponemos en marcha en la decisión
equivocada. El centrarse en la necesidad real, en la exigencia y la utilidad para nuestra
vida y trabajo ayudará a decidir entre “SÍ” o “NO”.

La necesidad real involucra reflexionar sobre lo que realmente es importante y necesario,


informarse de diferentes fuentes y propiciar el cambio correcto del individuo o de un
grupo. Estar dispuesto a oír aquello que no deseamos, formular preguntas y reunir la
información necesaria. Debemos ser conscientes de las opciones reales, de lo que los
demás buscan y así evitar la ilusión.

A medida que se reúne más y más información se es consciente de las opciones que se
disponen y hay que decir “SÍ” a una decisión mejor y “NO” a otra desafortunada y
abandonar lo que no funciona.

Para saber la decisión correcta hay que pensar a fondo y examinar las decisiones pasadas
y los resultados a las que condujeron. Si se ha llegado a resultados mediocres, de ellos se
aprende lo que no hay que hacer y de los resultados buenos se sacan las enseñanzas de lo
que conviene hacer.

Tomarse tiempo para pensar, planteándose preguntas valiosas como ¿y luego qué
hacer?, puede ser una preguntas simple, pero formulaciones así son éstas realmente
importantes; por lo que pensarlo a fondo no es una pérdida de tiempo, las preguntas
estimulan a reflexionar más sobre la decisión, indagar cada vez más en el propósito a
conseguir, nos impulsan a encontrar respuestas y ayudan a tomar una decisión mejor.

La manera más rápida de conseguir los mejores resultados es rodeando los obstáculos
que nos cortan el camino, esto debemos hacerlo con nuestro carácter que no es otra cosa
que nuestras creencias personales, por lo que hay que utilizar las creencias que tienen
verdadero valor para la persona.

Las decisiones prácticas son el espejo en el que se reflejan los pensamientos, sentimientos
y creencias y revelan con claridad el modo en que uno ve el mundo y a sí mismo. Por
esta razón es importante actuar con integridad, intuición e introspección.

La razón por la que la mayoría de los seres humanos tenemos problemas es porque nos
engañamos a nosotros mismos, no queremos escuchar la verdad ni ver la realidad, por
eso muchas veces nos sentimos asustados, encerrados en un mundo oscuro; lo que nos
puede ayudar en este caso, es pedirle a las personas que realmente les importamos que
nos hagan ver nuestros errores y de una u otra manera nos den la luz para ver la verdad
cuanto antes, porque solo así se tomará una decisión mejor.
La mejor decisión debe basarse en lo que uno siente que le conviene y esto también
supone que no debemos obviar las respuestas por más simples que sean, porque muchas
veces esas son las respuestas evidentes, las que pronostican la mejor decisión.

También ocurre, que sentimos que no merecemos el resultado al que hemos llegado y
eso lo determina nuestro carácter, por esto es necesario ser conscientes de cada paso que
se da para tomar una decisión, actuar con confianza propia y respecto a la decisión por la
que se ha optado.

CONCLUSIÓN

El día a día se lo vive de un “SÍ” y un “NO”, ¿pero a qué debemos decir sí y a qué no?, la
respuesta a esta pregunta la tiene cada ser humano, cada persona somos nuestro propio
guía para tomar decisiones mejores, definiendo claramente nuestros objetivos, algo que
nos llene de alegría, por lo que seamos capaces de luchar y enfrentar nuestros miedos;
diciendo “SÍ” a la Realidad y “NO” a las Ilusiones.

No hay nada más gratificante en el mundo que hacer algo que nos apasione, nos haga
sentir útil y con una misión cumplida y nuevos caminos por recorrer, por lo que no
debemos olvidar utilizar una cabeza fría y un corazón caliente para tomar decisiones.

Como seres humanos, debemos ayudar a otros a buscar su verdadero propósito, ser un
mentor servicial y así construir un mundo más seguro, con la mejores decisiones,
preocupados por las necesidades que nos rodean.

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