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Reconciliación como categoría política[editar]

En Berlín, entre los días 31 de enero y 2 de febrero de 2005, más de 60 expertos de cinco
regiones distintas del mundo debatieron sobre los procesos de reconciliación, y compararon
sus experiencias regionales muy específicas. El consenso fue claro: no existe una definición
unívoca del término reconciliación. En la mayoría de los idiomas participantes en el debate
ni siquiera existe traducción literal del término como tal. Ante esta situación se plantearon
una clara advertencia a la comunidad internacional: utilizar el término reconciliación podría
despertar rechazo en un país determinado por esta causa. Si no existe una palabra propia
para el término reconciliación, las personas podrían percibir la cuestión como un intento de
imponer una ideología, o una perspectiva, de factura occidental que no tiene sentido en su
realidad cotidiana.6
Proceso socio-político
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La gradación de la reconciliación está íntimamente ligada con la disculpa, la justificación y el perdón:

Disculpa (y admisión de responsabilidad). Se enmarca en un proceso más amplio de «credibilidad-aceptación-perdón-restauración». Es conditio


1.
sine qua non pero no tiene por qué desencadenar ni el perdón de los demás ni la reconciliación.7

Justificación –rendir cuentas— que no implica la aceptación de responsabilidades.


2.
Perdón. El perdón, la conciliación o la reconciliación parecen depender de múltiples y complejas variables que, en cualquier caso, escapan a la
3.
linealidad de los modelos.8

Los procesos de perdón y de reconciliación entre los individuos, además de depender de una multitud de variables internas, psicológicas, de
comportamiento, y externas, históricas, políticas, son largos y extremadamente complejos. Los mecanismos subyacentes siguen siendo
prácticamente desconocidos. El perdón es un acto individual; la recociliación implica a dos o más actores.

El perdón se define como: «Disposición de abandonar el derecho de uno mismo al resentimiento, al juicio negativo o al comportamiento
indiferente hacia el que nos ha herido de forma injusta, al mismo tiempo que se promueven cualidades inmerecidas como la compasión, la
generosidad e incluso el amor hacia aquella persona».9

Entendiendo la reconciliación como un proceso complejo y multidimensional, desde una perspectiva social y política, se puede concebir como
una alternativa viable de transformación pa

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