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Estrategia organizacional

Fred David (2003) define la estrategia como el arte de formular, implementar y evaluar las decisiones de
la organización concernientes a la interfuncionalidad que le permite alcanzar los objetivos.

De este modo, se puede decir que la formulación de la estrategia tiene fundamento en la determinación
de la misión de la empresa, es decir, que su filosofía marcará la dirección del negocio, tomando en
cuenta además las oportunidad y amenazas provenientes del entorno de la organización y el
comportamiento derivado de los cambios económicos, sociales, demográficos, tecnológicos y
ambientales.

Etapas en la formulación de estrategias

Análisis: se evalúa, de manera realista, la situación actual de la empresa.

Planteamiento: se seleccionan las acciones que la empresa debe seguir para alcanzar sus propósitos,
objetivos y metas.

Implementación: se lleva a cabo las acciones previstas en la planeación.

Control: se realiza un seguimiento que permite hacer ajustes y correcciones.

Estas etapas representan cambios asociados al tiempo y permean en el entorno y en el interior de la

organización, por ello, las estrategias deben evaluarse con tres aspectos: revisión constante de los
factores externos e internos, desempeño en el proceso de implementación y la aplicación de las
acciones correctivas.

David, F. (2003). Conceptos de administración estratégica. México D.F.: Pearson

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Retos que enfrentan las organizaciones en el mundo actual

Globalización: el auge de las exportaciones, reconvertir las industrias, la presencia de numerosas

competencias, la creación de alianzas estrategias y una mentalidad más amplia, son parte de los retos
que supone la globalización para la organización, además, de la capacidad de integrarse a diversas
culturas.

Orientación al cliente: la oferta de las organizaciones se construye y administra pensando en las

necesidades y expectativas de los clientes, quienes imponen las condiciones.

Competitividad: los competidores son de talla mundial, las empresas compiten por generar experiencias
gratas, inolvidables y que generen deseo de repetición. Los clientes exigen productos o servicios que
ofrezcan garantías, confianza y duración.

Información y conocimiento: es esencial la recolección, análisis y distribución de la información, con

personal que desarrolle nuevos saberes y habilidades para aprovechar al máximo sus posibilidades y
pueda combinarlas con las herramientas tecnológicas.
Concepción del ser humano: se reemplaza el aislamiento individual del puesto de trabajo por grupos
que se integren con tareas según especialización y subdivisión, enfatizando en la mayor participación,
respeto y libertad.

Dirección de empresas y personal: deja de atenderse a la tradición empresarial de modelos clásicos y se

direcciona empresas con mayor creatividad con innovación en los bienes y servicios y con personal que
pueda desarrollar sus capacidades y talentos.

Polivalencia: aprovechar las competencias individuales de los miembros, de modo que la valía de un
empleado no se ciña a un cargo sino a múltiples funciones y actividades.

Tecnología: la tecnología incide en las condiciones y métodos de trabajo. Gracias a ella tienen lugar el
teletrabajo y las corporaciones virtuales. Los empleados deben dominar el uso del computador y los
diversos softwares y las empresas deben adaptar sus negocios a las vías tecnológicas.

Flexibilización: capacidad de los individuos en la economía y en el mercado de trabajo, de renunciar a

sus costumbres y adaptarse a nuevas circunstancias.