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María Elena Mamarían ROMPAMOS EL

SILENCIO Prevención y. tratamiento de la


violencia en la familia.
Entre Los mayores problemas que hoy enfrenta la familia en América Latina y

alrededor del mundo se destaca uno que atenta directamente contra la conviven

cia: la violencia en la familia. Se trata de un problema del cual, como demuestran

los estudios que se han hecho sobre el tema, no se exime ninguna clase social.

El principal cómplice de la violencia en la familia es el silencio — el silencio no

sólo de los victimarios sino también de las víctimas— . Se esperaría que las

iglesias cristianas se pusieran a la vanguardia de la lucha contra la violencia en

la familia, ya que ellas han sido convocadas a velar por el respeto a la dignidad

de todo ser humano y a proveer un contexto apropiado para la formación de

personas capaces de establecer relaciones sanas, basadas en el amor, dentro y

fuera de la familia. Lamentablemente, no siempre es asi. Por el contrario, a

menudo lo que más fomentan las iglesias cristianas frente a la violencia en la

familia es el silencio.

En este contexto, no se puede exagerar la importancia de este libro escrito por

una autora que conoce a fondo el tema y sabe por experiencia que las Escrituras

ofrecen los recursos necesarios para que las iglesias formen personas dispuestas

a romper el silencio frente a ese mal endémico y a permitir que el Espíritu de Dios

las habilite para experimentar la realidad de shalom en sus relaciones interperso

nales en general y familiares en particular. Las pautas que aquí se dan apuntan

a lograr que las iglesias se atrevan a romper el silencio y se constituyan en

agentes de cambio en relación con la violencia en la familia.

ISBN 978-987-1355-09-9
K A IR (»
789871 355099

Copyright © 2007 Ediciones Kairós José Mármol la violencia en la familia / María Elena Mamarían;
1734 - B1602EAF Florida Buenos Aires, Argentina dirigido por C. René Padilla. I o edición - Florida:
admin@kairos. org.ar www.kairos.org.ar Kairós, 2007. 272 pp. ; 20x14 cm.
ISBN 978-987-1355-09-9 1. Teología Social. 2.
Diseño de la portada: Verónica Marques Violencia Familiar I. Padilla, C. René, dir. II. Título.
CDD 261.832
Ninguna parte de esta publicación puede ser
A mi padre, quien, con su trato
reproducida, almacenada o transmitida de
amoroso, hizo fácil que yo confiara en
manera alguna ni por ningún medio, sea
electrónico, químico, mecánico, óptico, de
grabación o de fotografía, sin permiso previo de
el amor de Dios.
los editores.

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723


A mis nietas Sol y Alelí y a los que
Todos los derechos reservados A1I rights
reserved vengan en la voluntad de Dios, porque

Impreso en Argentina Printed in Argentina representan a una nueva generación.


Mamarían, María Elena Sueño que ellos y ellas vivan
Rompamos el silencio: prevención y tratamiento de
relaciones más equitativas y justas.

A gradecimientos

Un libro no es un proyecto individual. Es un es fuerzo de muchos, algunos visibles y otros no tanto.


Quiero agradecer
• A Ediciones Kairos, que me confió la escritura de este libro, en la persona del pastor René Padilla,
inspirador de fe y misión.
• A Oscar Craviotto, por su paciencia en leer el ma nuscrito, corregirlo, sugerir y orientar para que la
lectura sea más fácil y útil.
• A cada uno de mis compañeros de EIRENE- Armonía Plena, Asociación Civil dedicada a la fa milia,
por su apoyo en oración y estímulo constan tes. En particular a Silvia Chaves, amiga experta en dar ánimo
y consejos oportunos. Al pastor José Núñez, quien ayudó a que no bajara los brazos. Al pastor y
licenciado Jorge Galli, quien permitió la inclusión de su valioso trabajo « Familia, iglesia y violencia...».
• A Malena Manzato de Riverón, gran amiga y com pañera de aventuras para Dios, por su humildad y
espíritu de lucha. A través de su propia persona y
R ompamos el silencio A g r a d e c im ie n t o s

de la Asociación Pablo Besson, que ella preside, P rólogo d e los editores


ayuda permanentemente a muchas mujeres a ser
libres de la violencia familiar. A mis pacientes y P refacio d e la autora
a personas que, en talleres y charlas en diversos
lugares del país, a lo largo de mucho tiempo, se
Introducción
acercaron para confiarme sus historias de
¿Qué entendemos por violencia familiar? Mitos y
tragedia y de triunfo. A través de ellos y ellas verdades sobre violencia familiar Causas de la
aprendí sobre este tema tan penoso. A los violencia familiar
hermanos y hermanas que me acompañan con
fidelidad a través de un ministerio precioso al 1. L a violencia en la pareja
interceder en oración por mi persona y mi tarea.
Tipos de maltrato Ciclo de la violencia conyugal
Los valoro mucho. Amigo y pastor Daniel ¿Qué consecuencias tiene la violencia conyugal?
Yelan- guezian, ¡gracias! A los hombres y
mujeres que no conozco, pero que se acercarán
2. C ausas d e la violencia conyugal
a este libro en busca de respues tas para sí
Un modelo para comprender el maltrato en la
mismos o para ayudar a otros. Que Dios supla familia Por qué se queda una mujer en una
todo lo que falta en este imperfecto escrito para relación violenta
que alcancen sanidad y libertad. A Rubén en
especial, esposo y compañero de ruta, por ser 3. C amino hacia la libertad
generoso e incondicional. Sin su ayuda, nada
hubiera sido posible. A Dios, fuente de salud 59131745
integral a partir de la obra redentora de
59131745
Jesucristo, quien no marca diferencia entre ricos
y pobres, poderosos y débiles, adultos y niños, 59131745
sabios y sencillos, hombres y mujeres. Al que
restaura nuestro perdido sentido de dignidad y 59131745
valor al llegar a nuestras vidas: ¡A El sea toda la
gloria! 59131745

Contenido 59131745

59131745
Qué puede hacer una víctima de violencia conyugal Qué puede hacer el maltratador
Qué pueden hacer los hijos adolescentes y procrea ción y la convivencia, por lo menos esta
jóvenes Qué pueden hacer otros Qué puede última sigue siendo absolutamente esencial si se
hacer el pastor o el líder de una iglesia ¿Cómo
quiere que las personas lleguen a la madurez
trabajan los grupos especializados en la psicológica y encuen tren su lugar en el ámbito
social.
problemática de la violencia conyugal?
Lamentablemente, entre los mayores problemas
que hoy enfrenta la familia en América Latina y
4. P revención d e la violencia en e l noviazgo
alre dedor del mundo se destaca uno que atenta
¿ Por qué es necesario hacer prevención de la
violencia durante el noviazgo? ¿ Qué entendemos directa mente contra la convivencia: la violencia
por noviazgo? ¿Qué características tienen los en la fami lia. Se trata de un problema del cual,
jóvenes más predispuestos a tener noviazgos como demues tran los estudios que se han hecho
violentos? ¿Cuáles son las características de un sobre el tema, no se exime ninguna clase social.
novio violento? Recomendaciones prácticas ¿Es
El principal cómplice de la violencia en la
posible la recuperación de un noviazgo violento?
¿Cómo reconocer un noviazgo saludable? familia es el silencio —el silencio no sólo de los
Algunas palabras para los muchachos Para seguir victimarios sino también de las víctimas—. Por
leyendo temor o vergüen
R ompamos el silencio
10
5. La familia de dios y la violencia en la familia
Formas en que la iglesia puede ayudar en el za, se prefiere callar respecto a ese mal que
problema de la violencia doméstica Un párrafo
paulati namente destruye la convivencia. A
final para pastores y líderes
cuenta de «no sacar los trapitos al aire», se trata
de mantener en secreto un problema que a la
6. C arta abierta a los profesionales DE LA SALUD
corta o a la larga aca rrea tristes consecuencias.
No a la violencia familiar
En la sociedad en general en los últimos años ha
habido un avance significativo en lo que atañe a
A nexo : Fa m il ia , ig l e s ia , violencia ... por J orge G
alli
un cambio de actitud en cuanto a este tema. Uno
de los logros de los movimientos feministas ha
P rólogo de los editores sido el re conocimiento de la violencia en la
familia como un problema que no pertenece
sólo al ámbito privado sino también al público
—un problema que exige mecanismos legales
para enfrentarlo institucional mente—. Como
resultado, en casi todos los países hoy existen
medidas legislativas para sancionar a los
A pesar de los múltiples cambios a que la victimarios. Poco o nada, sin embargo, se ha
familia se ha visto sujeta en las últimas décadas, hecho todavía en el ámbito secular en relación
la sociedad en general todavía espera que esta con la pre vención de la violencia en la familia.
institución siga desempeñando un papel ¿Qué sucede en las iglesias cristianas respecto a
preponderante en la inte gración social de las este problema?
personas. Se da por sentado que, de las
Sería de esperarse que ellas se pusieran a la van
dimensiones esenciales de la definición clásica
guardia de la lucha contra la violencia en la
de la familia, que incluyen la sexualidad, la
familia. Después de todo, a ellas les
corresponde velar por el respeto a la dignidad libro escrito por una autora que conoce a fondo
que todos —hombres y mujeres, niños y niñas el tema y sabe por experiencia que las Escrituras
— tienen como portadores de la imagen de ofre cen los recursos necesarios para que las
Dios, y proveer un contexto apropiado para la iglesias for men personas dispuestas a romper el
formación de personas capaces de establecer silencio frente a ese mal endémico y a permitir
relacio nes sanas, basadas en el amor, dentro y que el Espíritu de Dios las habilite para
fuera de la familia. experimentar la realidad de shalom en sus
Es triste decirlo, pero no es siempre así. Por el relaciones interpersonales en general y
contrario, a menudo lo que más fomentan las familiares en particular.
iglesias cristianas frente a la violencia en la Agradecemos a Feed the Minds del Reino
familia es el si- Unido por su generoso aporte para la
11 publicación de este libro. Y confiamos que Dios
P rólogo de los editores
lo usará para que mu chas iglesias se atrevan a
romper el silencio y se constituyan en agentes
> lencio. Y lo que es aún peor, muchas veces
de cambio en relación con la violencia en la
difunden conceptos de la relación entre el
familia.
hombre y la mujer que sirven para encubrir la
desigualdad de géneros y el abuso de poder que
prevalecen en la sociedad pero son ajenos al
propósito de Dios para esa relación.
Para Ediciones Kairós es un honor publicar este C. René Padilla

P refacio de la autora

Siempre experimenté, además de compasión y pena, una natural reacción de indignación ante las historias
que adolescentes, jóvenes o adultos me relataban con mucho dolor sobre los abusos sufridos en el
contexto de sus familias, siendo pequeños o aun en el presente. Sin embargo, no fui plenamente
consciente de que mi indignación produjera algún efecto significativo sobre las personas que me relata
ban sus experiencias hasta que, leyendo un material bibliográfico de un curso de posgrado en violencia
familiar dictado por la Universidad de Buenos Aires, me encontré con la siguiente propuesta: «Recuperar
la dignidad a través de la indignación».
Esta frase me impactó, y de esto hace ya un buen tiempo. Fui comprendiendo muchas de las dimensiones
de este concepto gracias a mi práctica ministerial y clínica en la temática de la violencia familiar.
Comencé a notar que mi expresión de indignación producía ciertos efectos en la persona que había venido
en busca de ayuda, tales como confianza, alivio, seguridad y, a veces, hasta sorpresa. Entendí entonces
que es saludable
14 R ompamos el silencio indignarse frente a la violencia en cualquiera de
sus formas, pero especialmente frente a la que felices y saludables. ¡Hay otro modo de ser
se esconde y se silencia dentro del ámbito más hombres y mujeres! ¡Hay otra forma de vivir en
íntimo, el hogar. El maltrato familiar rebaja al familia!
ser humano, sea en su rol de agresor o de En este mismo sentido, Rompamos el silencio
víctima, a un nivel de indignidad tal que aspira, humildemente, a desafiar a la iglesia de
contrasta con la situación que Dios imaginó Jesucristo, como familia de Dios, a conocer un
para él. «¡Levanta la voz por los que no poco más sobre la problemática de la violencia
tienen voz! ¡Defiende los derechos de los familiar y a comprometerse a vivir y enseñar a
desposeídos! /Levanta la voz, y hazles vivir las verdades divinas en cuanto a las
justicia! ¡Defiende a los pobres y a los relaciones familiares. La familia de Dios, sin ser
necesitados!» (Pr 31.8-9)’. perfecta ni estar exenta de conflictos, es el
modelo de vida que Dios propone a sus hijos.
El primer propósito del libro, por lo tanto,
Una comunidad espiritual saludable, libre de
apunta a romper el silencio, a levantar la voz, a
violencia, es uno de los espacios privilegiados
poner una luz en la oscuridad de las relaciones
en los que el Padre quiere que la familia
violentas en la familia, promoviendo la
humana encuentre alivio, consuelo, ánimo, tanto
esperanza de libertad y salud. En definitiva, a
como la sana enseñanza que nos capacite para
recuperar la dignidad perdida; esa dignidad con
una mejor vida matrimonial y familiar en
que Dios quiso dotarnos en su perfecta creación.
general. «Hermanos, también les rogamos
Un segundo propósito tiene que ver con mostrar que amonesten a los holgazanes, estimulen
un camino alternativo y más saludable para las
a los desanimados, ayuden a los débiles y
relaciones familiares, sobre todo en lo que hace
sean pacientes con todos» (1 Ts 5.14).
a la relación conyugal, objetivo central del libro.
La persona o familia que ha vivido dentro de Es difícil mirar al futuro con nueva esperanza si
interacciones abusivas por mucho tiempo suele no hemos cerrado debidamente las heridas del
«naturalizar» la violencia. Lo conocido y pasado. Este libro también se propone ayudar a
repetido tiende a resultar natural, normal entender cómo han sido las relaciones familiares
(«siempre fue así», «todas las mujeres de mi en la propia infancia y adolescencia,
familia pasaron por esto», etc.). Pero cuando reconociendo los efectos que aún siguen
llega la luz y se proponen otras opciones, puede vigentes y curando finalmente los dolores y
comenzar a cuestionarse lo que hasta ese heridas pendientes. Sólo así es posible
momento era esperable y hasta seguro. Este disponerse a transitar con libertad un camino
diferente en lo que hace a las relaciones con
16 R ompamos el silencio
1 A menos que se indique lo contrario, todas las citas

del texto bíblico pertenecen a la Santa Biblia, Nueva la familia de origen y la propia, especialmente
Versión Internacional, Sociedad Bíblica en el ámbito del matrimonio.
Internacional, Miami, 1999. Finalmente, esta publicación también quiere
P refacio 15
brindar herramientas de comprensión y acción
concreta a las personas que están interesadas en
libro intenta anunciar que podemos y debemos ayudar a otras a liberarse de la violencia
pretender relaciones familiares más equitativas familiar pasada, presente y aun futura. A
y dignas, que puede abrirse el camino a un propósito de esto, cada vez me parece más
nuevo modelo de relación que nos haga más urgente trabajar en la prevención de la
problemática. Los niños junto con los La violencia familiar ha sido una especie de
adolescentes y los jóvenes son una población de «oveja negra», algo secreto y soslayado, para
riesgo, pero también están llenos de las investigaciones y teorías psicológicas y
posibilidades. Trabajar con ellos desde el punto sociológicas. Esto podría atribuirse a que, aun
de vista de la prevención es altamente fructífero hoy, resulta difícil vencer la resistencia al tema
y, por ello, gratificante y esperanzador. que oponen las creencias sociales o culturales.
Seguramente el lector buscará, al recorrer este Estas sostienen que la familia es como un
material, cumplir con sus propios propósitos. santuario pleno de amor y cuida do para sus
Esperamos que este libro le resulte útil en tal integrantes. Se ha preferido ro
sentido y vea satisfechas sus expectativas. No 18 R ompamos el silencio

pretendemos dar todas las respuestas. Tampoco


las tenemos. Pero aspiramos a que sea un punto dear de silencio y de prejuicios al sufri miento y al
de partida para nuevas investigaciones y abuso que pueden darse en el seno de una de nuestras
acciones sobre el tema. « Así que mi Dios les más queridas insti tuciones. Esto ha impedido la
proveerá de todo lo que necesiten, toma de con ciencia de que con tal actitud se ha
fomen tado y encubierto la comisión de delitos con
conforme a las gloriosas riquezas que tiene
total impunidad; todo ha quedado «en familia», ya
en Cristo Jesús» (Flp 4.19). que no está bien visto «secar los trapitos sucios al
sol», como convenien temente indican algunos
dichos vulgares. Hace todavía menos de 20 años que
se tipi ficó a la Violencia Doméstica como un fe
María Elena Mamarían de Partamian nómeno de estudio especializado, para que diversas
disciplinas pudieran llegar a su in vestigación,
Introducción explicación y tratamiento.1

Más allá de ser una realidad muchas veces


negada en la sociedad, por lo intolerable y
siniestra que re sulta, al fenómeno de violencia
familiar se le hace la vista gorda especialmente
en nuestros ámbitos cris tianos. A los prejuicios
sociales en general, que nos llevan a creer que
La violencia familiar no es un fenómeno nuevo.
ésta no es una problemática fre cuente o que
Ya en los primeros relatos bíblicos del libro de
sólo pasa en las poblaciones humildes, los
Géne sis encontramos referencias al tema del
cristianos solemos agregarle el prejuicio de pen
maltrato en el ámbito del hogar, abarcándolo en
sar que esto no sucede entre el pueblo
sus distintas formas, incluyendo la del asesinato.
evangélico en particular. Sin embargo, estudios
Sin embargo, sólo en las últimas décadas del
fidedignos revelan que el maltrato en la familia
siglo 20 comienza a ser objeto de estudio por
es una práctica muy ex tendida, y que no respeta
parte de las diversas ramas de las ciencias
clases sociales, nivel aca démico, geografía, ni
humanísticas; se comienza a visuali zar que,
tampoco religión.
dentro de un ámbito supuestamente amoro so,
protegido, seguro, hasta idílico o sagrado, como Haciendo referencia al maltrato sobre la mujer
se pretende concebir a la familia, pueden darse en la pareja, un informe especial de la revista
las formas de maltrato más terribles entre sus del Banco Interamericano de Desarrollo, bajo el
miembros, o hacia algunos de ellos. título «Una rea
1 Graciela Ferreira, La mujer maltratada, haber sido golpeadas por su pareja.
Sudamericana, Buenos Aires, 1989, p. 25. • En Suiza, en un estudio a nivel nacional sobre
Introducción 19 1500 mujeres cuyas edades oscilaban entre 20 y
60 años de edad, encuestadas en tre 1994 y
lidad que golpea», menciona lo siguiente sobre 1996, reveló que el 21% de ellas había sido
dis tintos tipos de abuso: maltratada por su pareja.2

• En Chile, un estudio reciente revela que casi el Citamos estos datos a título ilustrativo. Sólo
60 por ciento de las mujeres que vi ven en hacen referencia al maltrato conyugal; no
pareja sufren algún tipo de violencia doméstica incluyen el mal trato a los niños y a los ancianos
y más del 10 por ciento agresión física grave. y discapacitados en la familia. Si lo hiciéramos,
• En Colombia, más del 20 por ciento de las el porcentaje de violen cia en la familia
mujeres han sido víctimas de abuso físi co, un aparecería significativamente más alto. Algunos
10 por ciento víctimas de abusos sexuales y un datos sugieren que más del 50% de las familias
34 por ciento de abusos psi cológicos. están afectadas por algún tipo de maltrato entre
sus miembros.
• En Ecuador, el 60 por ciento de las resi dentes
en barrios pobres de Quito han sido golpeadas Sin embargo, el impacto de los números no
por sus parejas. debe ser una barrera para acercarnos a un tema
• En Argentina, el 37 por ciento de las mu jeres difícil pero real y cotidiano. A veces
golpeadas por sus esposos lleva 20 años o más preferiríamos cerrar los ojos y los oídos para no
soportando abusos de este tipo. ver ni escuchar tanto dolor; en definitiva, no
hacernos cargo, aunque esté sucedien do en
Las estadísticas en los países así llamados del nuestra propia familia o en la de nuestro veci
«primer mundo» no son muy diferentes. Del no. Pero tampoco queremos ser simplemente
informe mundial de la OMS sobre la violencia y sensa- cionalistas, o que el desánimo nos invada
la salud, en 2002, se obtienen los siguientes y nos para lice, cayendo en la desesperanza de
datos referidos sólo a la violencia física: «no se puede hacer nada», «siempre fue así»,
«las cosas no van a cambiar». Detrás de cada
• En un estudio realizado en Canadá, a ni vel número hay seres humanos
nacional, en el año 1993, sobre una po blación
de 12.300 mujeres encuestadas, mayores de 18 2 Informe mundial sobre la violencia y la salud,
años, 29% refirió haber sido agredida alguna Washington, D.C., Organización Panamericana de la
vez por su pareja.
Salud, Oficina Regional para las Américas de la
• En un estudio de similares características
realizado en Estados Unidos, entre 1995 y 1996, Organización Mundial de la Salud, 2003, pp. 98-99.
sobre una población de 8.000 mujeres a nivel Introducción 21
nacional, el 22% contestó afirmati vamente al
respecto.
que sufren padeciendo una realidad que puede
20 R ompamos el silencio
dete nerse, cambiarse o, mejor aún, ser evitada
en las ge neraciones más jóvenes. Esta no es una
• En el Reino Unido, un estudio efectuado en propuesta utópica, sino un compromiso que
1993 sobre una población de 430 muje res, podemos asumir, cada uno desde su espacio, sea
mayores de 16 años, del norte de Lon dres, grande o pequeño, importante o aparentemente
también el 30% de las mujeres admi tieron insignificante. Todos podemos hacer algo para
decir: ¡Basta de violencia en la familia! mucha frecuencia que, por difi cultades
El tema del maltrato familiar es muy vasto y económicas, los hijos ya casados vuelvan a vivir
com plejo. No pretendemos, por ende, agotarlo al hogar de origen con sus cónyuges e hijos; o
en esta obra. Quizás un buen punto de partida que los jóvenes divorciados vuelvan con sus
sea definir algunos términos y el campo que hijos, si los tienen, también al hogar de origen.
abordaremos en los próximos capítulos. Para el tema que nos ocupa —la violencia
intrafa- miliar nos referiremos a las personas
que conviven dentro de un mismo espacio físico
¿Qué entendemos por violencia como familia, in dependientemente de cómo
esté conformada. Los miembros de una familia,
familiar? no importa qué configura ción tenga ésta,
sostienen entre sí diferentes tipos de vínculos:
«Familia» puede definirse de muchas maneras,
más o menos abarcadoras y complejas. Una • Vínculos biológicos, que funcionan
defini ción sencilla y práctica podría ser: perpetuando la especie, dando sustento y abrigo.
«Ámbito afectivo y de convivencia diseñado por • Vínculos psicológicos, que cubren las
Dios, donde los indi viduos nacen, crecen y se necesida des afectivas de sus miembros
desarrollan de manera in tegral, unidos por los (pertenencia, seguri dad, autoestima, etc.),
vínculos más íntimos como los de esposo y promueven el aprendizaje de los valores, mitos
esposa, padres e hijos, hermano- hermana, etc.». y creencias familiares, y de los ro les sexuales.
Todos nacimos en una familia y for mamos
• Vínculos sociales, que imparten y perpetúan
parte de una familia, la de origen o la propia.
normas, valores y mitos de la cultura.
Cuando pensamos en «familia» lo hacemos de Introducción 23
un modo amplio y no sólo pensando en la
llamada «fa milia tipo» (papá, mamá, hijos).
• Vínculos económicos, que producen en cada
Muchas veces en una familia falta alguno de los
fa milia la manera de intercambio de los valores
progenitores, o la fa milia puede estar
y de los bienes.
constituida por abuelos y nietos. Hay familias
ensambladas o reconstituidas (uno de Por otra parte, para definir mejor cuál es el
22 R ompamos e l silencio campo de la violencia en la familia, resulta
útil distinguir violencia familiar de conflicto
los cónyuges o los dos tienen hijos de uniones familiar. Es normal que en la familia haya
ante riores que viven con el nuevo matrimonio, conflictos, dado que el conflicto es inherente a
o varios hermanos solteros o viudos viven la naturaleza humana. Se produce un conflicto
juntos, etc.). Las configuraciones familiares cuando existen partes en pugna, facciones que
pueden variar también de acuerdo a la cultura, a no se ponen de acuerdo. Muchas veces experi
factores socioeconómicos y al lugar donde mentamos conflictos personales, individuales,
vivan. Por ejemplo, es más común en contrar al en contrar dentro nuestro ideas o tendencias
familias nucleares (mamá, papá e hijos) y que se oponen entre sí. Puede ocurrir que a
monoparentales (hijos que viven con un solo veces no nos pongamos de acuerdo con nosotros
proge nitor) en las grandes ciudades, y familias mismos, que haya contradicciones internas y
ampliadas en las que conviven dos o más nos cueste tomar una decisión o arribar a la
generaciones, en el interior del país o zonas solución de un problema que se nos presente.
rurales. También ocurre en nuestro medio con También hay conflictos interper sonales
debidos a diferencias de opinión, de persona el crecimiento personal y familiar. Es frecuente
lidad, de historia personal, de valores, de forma que no se cuente con tales recursos, pero es
de encarar los problemas, de actitudes hacia la esperanzador que puedan aprenderse y
vida, de cultura, etc. Los conflictos desarrollarse. Por eso las crisis, tanto en el plano
interpersonales pueden generarse en cualquier individual como en el familiar y el social, en
interacción humana en distin tos ámbitos: general, representan un peligro, pero también
familiar, eclesial, vecinal, laboral, de amistad, una oportunidad para crecer y madurar. El
etc. instrumento más valioso que tenemos para
Además, conflictos
hay familiares resolver los conflictos humanos es la palabra, la
propiamente di chos, que son parte de la posibilidad de comunicar nos y expresar lo que
evolución normal de una familia. Cada etapa necesitamos y entender tam bién lo que desea y
que atraviesa una familia en su devenir normal necesita el otro.
Introducción 25
puede generar conflictos entre sus miembros o
en el funcionamiento del grupo en gene ral. Tal
Las crisis de ninguna manera representan
es el caso, por ejemplo, de la adaptación a la
enfermedad o patología. Son parte de la ex
vida matrimonial recientemente iniciada, la
periencia universal humana. Son más bien la
redefini ción de la relación con la familia de
forma normal en que las personas y las familias
origen en distin
R ompamos el silencio reaccionan ante las amenazas in ternas o
24
externas que no pueden controlar. Las crisis
representan, como dijimos, tanto una
tos momentos evolutivos, la llegada del primer oportunidad como un peligro. Como
hijo, el crecimiento de los hijos en sus distintas oportunidad, pueden ayudar a personas, familias
etapas, la manera de encarar la educación de los y comunidades a crecer incluso en medio del
mismos, los conflictos propios de la sufrimiento. Representan un pe ligro cuando no
adolescencia, el trato con un hijo ya adulto, la se procesa el dolor, cuando las personas pierden
vejez y el retiro de la vida activa, etc. También la confianza en sí mismas, cuando se aíslan y
la familia debe resolver otros proble mas que quedan parali zadas frente a la vida.3
aparecen en su horizonte: las llamadas crisis
accidentales. No son esperadas ni se relacionan El problema, entonces, no es que haya
ne cesariamente con el crecimiento familiar, conflictos en la familia, sino que los mismos se
pero suce den y deben afrontarse. Algunas de hagan crónicos o no se encuentren maneras
estas crisis son el desempleo, las dificultades apropiadas de solucio narlos. Muchas veces la
habitacionales, las pérdi das de todo tipo violencia o el maltrato apa recen como una
(humanas o materiales), las catástro fes sociales forma equivocada de resolver los conflictos
o naturales, las rupturas, los accidentes, las personales o familiares. Bien lejos de re solver
enfermedades, los sueños y proyectos incumpli los problemas, la violencia en sí misma es un
dos, etc. Éstas y otras dificultades, evolutivas o problema que necesita de soluciones
acci dentales, pueden generar inestabilidades y específicas.
conflictos de distintos tipos que la familia debe Si bien no idealizamos la familia, es decir,
afrontar. El te ma es cómo se resuelven los toma mos en cuenta que está formada por seres
problemas que van sur giendo en la familia. humanos imperfectos y sujeta a todo tipo de
La resolución de conflictos requiere de presiones que no siempre resuelve de la mejor
estrategias y recursos que permiten finalmente manera, resulta alar mante que el espacio físico
y afectivo que configura la familia —el lugar 4Informe mundial sobre la violencia y la salud, op.
donde se experimentan los más grandes cit., p. 5.
Introducción 27
sentimientos positivos— también sea el es pacio
donde se generen los sufrimientos más inten-
un delito, lo mismo que otras formas de
3 Jorge E. Maldonado, Crisis, pérdidas y maltrato en la familia. Recordemos que en la
consolación en la fami lia, Grand Rapids, Estados Argentina, por citar un caso, la ley de violencia
Unidos, Libros Desafío, 2002, p. 17. familiar fue dictada re cién en 1994 y puesta en
R ompamos el silencio marcha en 1995.
26

En una definición sencilla, víctima es la


sos y los dolores más amargos, resultado de la persona que ha sido dañada injustamente. Si hay
vio lencia ejercida entre sus miembros. una vícti ma, ha ocurrido una victimización.
Pero ¿a qué llamamos violencia? La La pertinencia de los estudios de victimiza ción
Organización Mundial de la Salud ha definido se reveló originalmente en conexión con delitos
la violencia, en un sentido amplio, como sigue: sobre los cuales no suele infor marse, tales
El uso intencional de la fuerza o el poder fí sico, como las violaciones de niños o el maltrato de
de hecho o como amenaza, contra uno mismo, los cónyuges, cuyas vícti mas constituyen una
otra persona o un grupo o comuni dad, que gran proporción de la «cifra oscura» de la
cause o tenga muchas probabili dades de causar delincuencia. Resultó obvio en esos estudios
lesiones, muerte, daños psicológicos, trastorno que hay razones que militan contra la
del desarrollo o pri vaciones.4 comunicación de esos ac tos, y guardan relación
con la expectativa de desaprobación social y los
La palabra «violencia», en el contexto de la problemas de definición por la sociedad y por
fami lia, refiere a las pautas abusivas de relación las propias víctimas. Esa escasa comunicación
entre los miembros de esa familia. Describe el ha teni do por efecto minimizar la conciencia de
uso de la fuerza (física o emocional) usada con ciertas formas de victimización como pro blema
el fin de someter al otro. Los términos social.5
«violencia», «maltrato» y «abuso» serán
utilizados como sinónimos en esta obra. Dentro de lo que llamamos violencia familiar
en contramos distintas formas, dependiendo de
Puede llamar la atención que utilicemos los con
quiénes sean los protagonistas y según cuál sea
ceptos de victimización y víctima, tal vez más
su papel en la familia. Hablamos de maltrato
identi ficados con otro tipo de situaciones, como
podrían ser la violencia callejera o la agresión
conyugal cuando la
sufrida por par te de un desconocido. Aunque
algunos sectores, por diversos motivos, no están 5 «Víctimas de delitos», Documento de Trabajo
de acuerdo en utilizar esta terminología, nos
preparado por la Secretaría de las Naciones Unidas
parece útil, por un lado, para facili tar la toma
de conciencia de la responsabilidad de los para el Séptimo Congreso de las Naciones Unidas
hechos de violencia en la familia, y por otro,
sobre Prevención del Delito y Tratamiento del
para la correspondiente sanción del delito que
representa el maltrato familiar. Sólo Delincuente, Milán, 26 de agosto a 6 de septiembre de
recientemente, por ejemplo, la violación dentro
1985 (A/CONF.121/6), traducción española del
del matrimonio es considerada
no necesitan usar la fuerza física para
original en inglés, parágrafo 18, p. 10.
28 R ompamos e l silencio
cometerlo, ya que pueden lograrlo a través de la
seducción y la confianza que el niño tiene en
ellos. Si no son des cubiertos o no se toman
interacción violenta se da entre los miembros de
medidas eficaces para que se interrumpa la
la pareja, sea que esté conformada por esposos
relación abusiva, este tipo de suele prolongarse
unidos legalmente en matrimonio o que se trate
durante varios años. Sól0^STl5%, restante es
de una unión de concubinato o de hecho.
cometido en otros ámbitos (la escuelaTla calle,
También inclui mos la violencia en el noviazgo.
el club, etc.). En estos casos suele ser más vio
Algunos prefieren hablar de «maltrato en la
lento y darse como episodio único. No sólo las
pareja», en vez de «maltrato conyugal»,
niñas son abusadas sexualmente (una de cada
justamente para abarcar cualquier rela ción
tres), sino también los niños (uno de cada
íntima de hombre y mujer que resulte abusiva.
cuatro), dato que es menos conocido porque
De acuerdo con el tipo de fuerza que se emplee, culturalmente es más estig matizante y por lo
el maltrato puede ser físico, emocional, tanto menos confesado por los varones adultos.
sexual o finan ciero (o patrimonial). El abuso sexual sobre niños y niñas lo cometen
Generalmente estos tipos no se dan aislados, los hombres de la familia en una proporción
sino que se combinan, lo que da por resultado abrumadora (95%), pero el maltrato físico y
distintas formas de abuso en la misma re lación. emocional es prota gonizado tanto por los
La forma más común es el maltrato hacia la padres como por las madres.- Tjimb-ién' se
mujer (70%). Luego le sigue la violencia coitsMeía^ne el maltrato puede darse "por
cruzada (27% de los casos), donde ambos acción o por omisióp/ks decir, no sólo se
miembros de la pa reja se agreden. Y en una cuenta jom o maltrato las acciones abusivas
ínfima proporción (2-3%), hay maltrato hacia (golpg&pf'ínsul- tar o abusar sexualmente de un
el hombre. Estos porcentajes co rresponden a niño)r‘Smo las omi siones que se cometen al no
las formas físicas de maltrato. Es posi ble que tomar en cuenta las ne cesidades de los chicos
varíen en algún grado si hablamos de maltra to relativas a su salud, su edu cación, sus
emocional, que es muy difícil de establecer esta necesidades emocionales (de aceptación, de
dísticamente por las variables que intervienen. seguridad, de amor, etc.), o sus posibilidades
En los siguientes capítulos se darán más evo lutivas (por ejemplo, la excesiva exigencia
precisiones sobre el maltrato conyugal. de los pa dres en distintos aspectos).................-
Otra forma de violencia familiar muy frecuente TM——
es el maltrato infantil. Se trata del abuso que También los arwiúnos y los discapacitadoj
experi mentan los niños y adolescentes por parte sufren violencia dentro oeiJmbito.lamilia-r. Nos
de sus mayores o de quienes están para indignamos cuando sabemos de geriátricos u
cuidarlos en el hogar, fundamentalmente los otras instituciones donde se maltrata a los
padres. El abuso puede ser físico, emogjeaatsQ ancianos. No obstante, la ma yor parte de las
sexual, y también suele darse combinado ./El veces, por acción o por omisión, se
30 R ompamos e l silencio
85%jfé los niños abusados sexual- mente lo
son'Ttanfffodel ámbito íntimo del hogar, por
parte de familiares o conocidos muy cercanos. abusa de ancianos y discapacitados en el seno
Estos fami liar. Además del maltrato físico, emocional
Introducción 29 y sexual, el abuso financiero suele ser muy
frecuente, al apro piarse o disponer
discrecionalmente de los bienes de los sujetos amplía la naturaleza de un acto de violencia así
ancianos o enfermos. como la comprensión conven cional de la
Como resulta evidente, la población vulnerable violencia para dar cabida a los actos que son el
dentro de la familia está formada por mujeres, resultado de una relación de poder, incluidas las
niños, ancianos y discapacitados. Las mujeres amenazas y la inti midación. Decir «uso del
por su géne ro, los niños por su edad, y los poder» también sirve para incluir el descuido o
ancianos y discapaci tados por su situación; los actos por omisión, además de los actos de
todos ellos están en posición de desventaja, es violen cia por acción, más evidentes. Por lo
decir, tienen menos poder. Y para que haya tanto, debe entenderse que «el uso intencional
maltrato, deben darse como condiciones el de la fuerza o el poder físico» incluye el des
desequilibrio de poder y el abuso de poder. cuido y todos los tipos de maltrato físico, sexual
Llena de tensiones y conflictos, organizada y psíquico [...] Esta definición cubre una gama
jerárquicamente, en la familia interactúan amplia de consecuencias, entre ellas los daños
personas de diferente géne ro, de distintas psíquicos, las privaciones y las deficiencias del
edades y de diferente condición, de pendientes desarrollo... Numerosas formas de violencia
unas de otras. Justamente por el distinto grado contra las mujeres, los niños y los ancianos, por
de poder que detentan sus miembros, la vida en ejemplo, pueden dar lugar a problemas físicos,
familia resulta propicia para la aparición del psíquicos y sociales que no necesariamente
abu so de poder, el cual supone una jerarquía en desembo can en lesión, invalidez o muerte.
la cual alguien es más fuerte y alguien es más Estas
débil, alguien está por encima y alguien está por
debajor^Tpod^ no es un problema en sí mismo,
6 Jorge Corsi, «Una mirada abarcativa sobre el
ya que pu^rte^Tdebe usarse para ayudar a
problema de la violencia familiar», en Jorge Corsi
crecer al otro, protegerlo, cui darlo, brindar
condiciones dg^dssairaSorets, El pro¡ blema es (Compilador), Violencia fam i liar, Una mirada
cuando alguieivSmisa de su pod£Prampara do
interdisciplinaria sobre un grave problema social,
en condiciones de física, emo cional o
Paidós, Buenos Aires, 1994, p. 23.
financiera: 32 R ompamos el silencio

En el ámbito de las relaciones interpersona les,


la conducta violenta es sinónimo de abuso de consecuencias pueden ser inmediatas, o bien
poder, en tanto y en cuanto el po der es utilizado latentes, y durar muchos años después del
para ocasionar daño a otra maltrato inicial. Por lo tanto, definir los
Introducción 31 resultados atendiendo en forma exclusiva a la
lesión o la muerte limita la comprensión del
persona. Es por eso que un vínculo caracte efecto global de la violencia en las per sonas, las
rizado por el ejercicio de la violencia de una comunidades y la sociedad en general.7
persona hacia otra se denomina rela ción de
abuso. 6
Mitos y verdades sobre violencia
En el Informe de la Organización Mundial de la
Salud citado más arriba se afirma que
familiar

[l]a inclusión de la palabra «poder», además de Sabemos que nuestras actitudes y acciones están
la frase «uso intencional de la fuerza fí sica», determinadas, en gran parte, por lo que creemos,
y que la verdad nos hace libres para actuar causalidad que se men cionará más adelante, es
como de bemos. Una forma de conocer la verdad que las condiciones socioeconómicas.
verdad sobre el te ma de la violencia en la desfavorables aumentan el riesgo del
familia es despejar las men tiras, los prejuicios, surgimiento de la violencia en la familia porque
las distorsiones y la ignorancia que pueden estar operan como factores estresantes adicionales.
cegando nuestro entendimiento y, Sin embargo, los estudios serios sobre el tema
consecuentemente, nuestro accionar responsable muestran que este fenómeno se da en todas las
al respecto. clases sociales y en todos los niveles educativos.
Siguiendo al Lic. Jorge Corsi en la obra citada Lo que a veces va ría son los métodos más
más arriba8, enumeraremos algunos de los refinados del ejercicio de la violencia en las
mitos y prejui cios más frecuentes sobre el tema clases sociales altas, además de la presencia de
que nos ocupa. mayores recursos para mantener oculto el
problema. Las clases sociales más populares son
1. Los casos de violencia familiar son escasos: las que concurren comúnmente a los servicios
no representan un problema tan grave. La públi cos, razón por la cual los casos quedan
verdad es que, como ya mencionamos al asentados en las estadísticas y registros, y el
comienzo de esta introduc ción, se estima que problema resulta en tonces más visible.
alrededor del 50% de las familias sufre alguna 34
R ompamos el silencio

forma de violencia entre sus miembros.


La fantasía y los mecanismos de defensa llevan
a muchas personas a asociar el cri men y la
7 Informe mundial sobre la violencia y la salud, op. violencia con las clases más bajas, sin
cit., p. 5. 8 Jorge Corsi, op. cit., pp. 36-39. educación, y con los segmentos antiso ciales de
Introducción 33 la población. Los estereotipos do minan las
creencias que muchos tienen so bre la violencia
y sobre aquellos que la practican. El hecho de
2. La violencia familiar es producto de algún
que muchos actos de violencia se llevan a cabo
tipo de enfermedad mental. Esta es una forma
en los hogares de ciudadanos profesionales
de justifi cación bastante frecuente, tendiente a
respetables es al go que es negado firmemente
minimizar la responsabilidad del agresor. Por el
por la mayo ría de las personas.9
contrario, son a menudo las víctimas las que
terminan padeciendo algún trastorno 4. El consumo de alcohol es la causa de las
psiquiátrico —por ejemplo depre sión, angustia, con: dudas violentas. Es verdad que el consumo
etc.— como efecto del maltrato reci bido en de alco hol y otras drogas puede favorecer la
forma persistente y continua. Sólo una pro emergencia de la violencia, pero no son su
porción menor de patologías psiquiátricas causa. Muchos alcohóli cos no son violentos en
cursan con agresión. En estos casos, la violencia el hogar; una gran parte de los violentos no
es indiscrimi nada. No está dirigida consumen alcohol ni drogas; los al cohólicos
intencionalmente a una sola persona ni se oculta violentos en el hogar no lo son en el ámbi to
a la mirada externa, como ocurre en la violencia social; por lo tanto, es clara la «elección»
familiar. delibera da de sus víctimas.
3. La violencia familiar es un fenómeno que 5. Si hay violencia. no puede haber amor en
sólo ocurre en las clases sociales carecientes. una fam ilia. Es cierto que resulta muy difícil
De acuerdo con el modelo ecológico de compatibili- zar el amor con la violencia. Y de
hecho, el verdade ro amor no provoca daño al Incluso se atribuye intención de «provocación»
otro. Sin embargo, por un lado, hay que a las víctimas de abuso sexual infantil o
comprender el carácter cíclico que suele adoptar violación. De esta manera se echa la culpa a la
la violencia en la familia, por lo cual deja víctima de la violencia y se ex ime de culpa al
espacios libres para el intercambio afectuoso; agresor. No sólo la población general se hace
por el otro, muchas veces el amor que se eco de este mito, sino también las personas
profesan los cónyuges no es tan saludable como encargadas de trabajar en el tema: psicólogos,
debiera ser y, por policí
36 R ompamos el silencio

9 Emilio Viano, Violencia, victimización y cambio as, médicos, abogados, jueces, y hasta
social, Editora Córdoba, Córdoba, 1987, p. 18. religiosos. Al transformar a las víctimas en
35
Introducción «sospechosas» sólo lo gran aumentar su dolor y
disminuir su esperanza de recibir ayuda.
efecto de la inseguridad de las personas, se 8. El abuso sexual y las violaciones ocurren en
torna adictivo, dependiente, posesivo, y lugares peligrosos y oscuros, y el atacante es
consecuentemente proclive a la agresión. un des conocido. Este prejuicio seguramente
6. A las mujeres que son maltratadas por sus intenta alejar el fantasma de que dentro de las
compañeros les debe sustar; de lo contrario no familias ocurran estos hechos aberrantes e
per manecerían en la relación. Esta es una de intolerables, y está al servicio de evitar que se
las creen- cias que más lastiman a las mujeres rompa el mito de la familia como paraí so
que padecen vio lencia, y muestra un alto grado seguro. El Profesor Dr. Emilio Viano,
de incomprensión de la problemática. Las especialista en Victimología citado más arriba,
relaciones sadomasoquistas (placer sexual que menciona que la familia, lejos de ser un
se obtiene al agredir a un miem bro de la pareja santuario, un asilo o un refu gio que brinde
y/o ser agredido por el otro) no en tran dentro de seguridad y ayuda, muchas veces puede llegar a
la definición de violencia doméstica ya que, en ser una experiencia aterradora para mujeres y
todo caso, serían un tipo de relación sexual niños.10 Sin embargo, preferimos negar esta
consentida mutuamente. La mujer que man realidad porque no queremos que nada empañe
tiene de manera crónica una relación abusiva lo la ilusión de la familia como espacio idílico de
hace por múltiples motivos de índole amor y armonía. De este modo, como sociedad,
emocional, social, económica, etc. Si se no hace mos más que cerrar los ojos y los oídos
conociera su situación, experi mentaría culpa y al sufrimiento de las víctimas de violencia en la
vergüenza, al mismo tiempo que miedo, familia.
impotencia y debilidad. En mujeres cristianas se Con respecto al abuso sexual infantil en general
suma, además, la convicción de que deben per (de varones y mujeres), las estadísticas serias
manecer en el matrimonio a cualquier costo. mues tran que estas aberraciones, en el 85% de
7. Las víctimas de maltrato a veces se lo los casos, ocurren en los hogares o en ámbitos
buscanj «aleo hacen para provocarlo». Las conocidos, y que el abusador es, por lo general,
conductas de otros pueden causarnos enojo, alguien de la familia o muy cercano a ella.
pero de ninguna manera justifican la respuesta Veamos algunos datos con respecto al abuso
violenta. Esta creencia es sos tenida por sobre las mujeres, a modo de ilustración:
muchísimas personas por ignorancia y es la
justificación predilecta de los victimarios.
10 Ibid., pp. 34-35. consecuencias nefastas sobre la salud física y
Introducción 37 emocional de la víctima tanto o más graves que

las provocadas por el maltrato físi co.10. La


Contradiciendo la visión de la familia como un
refugio de amor y soporte, los datos de todo el conducta violenta es algo innato, que perte nece a
mundo sugieren que las niñas y las mujeres la «esencia» del ser humano. Este mito permi te
están más expuestas al riesgo de la violencia en legitimar la violencia, concibiéndola como algo
sus hogares que en cualquier otro lugar. Un ineludible o inevitable. Pero, más allá de que
estudio de 1987 sobre más de 2.000 casos de ciertas características de la personalidad hagan
malos tratos registrados du rante cinco meses en más difícil el control de los impulsos en algunas
la Comisaría de Poli cía de la Mujer en San personas, hay consenso en aceptar que la
Pablo, por ejemplo, halló que más del 70% del violencia es una conducta aprendida a partir de
total de inciden tes de violencia contra la mujer modelos familiares y sociales que la admiten
denuncia dos ocurrieron dentro del hogar. En como un recurso válido para resolver conflictos
casi to dos los casos, el abusador fue el esposo o interpersonales o, peor aún, como el dere cho
el amante de la mujer. Más de 40% de los ca sos que algunos miembros de la familia (hombres o
involucraron lesiones físicas graves (American adultos) ejercen sobre otros (mujeres o niños).
Watch 1991) [...] Una revisión reciente de la Pensar correctamente en este aspecto es
violencia contra la mujer en los Estados Unidos, promover la espe ranza cierta de un cambio. Si
publicada en el Journal of the American la violencia es una conducta aprendida,
Medical Association, obser va que «actualmente entonces puede ser reemplaza da a través del
los estudios documen tan una mayor aprendizaje de un nuevo modelo de respuestas
probabilidad de que las mu jeres en los Estados no violentas.
Unidos sean agredidas y heridas, violadas o
asesinadas por una pa reja masculina actual o A estos mitos que circulan entre la población en
anterior, que por todos los demás tipos de general, podemos agregar algunos mitos propios
agresores combi nados».11 de los círculos religiosos, como por ejemplo:

9. El maltrato emocional no es tan grave como 11. La violencia familiar ocurre solamente en
la violencia física. Muchas mujeres preferirían hogares donde las personas no conocen a
ser gol peadas físicamente para dar a conocer en Crista. ¡Cuánto desearíamos que los hogares
forma visi ble su situación de maltrato cristianos fue ran una excepción! Sin embargo,
intrafamiliar. La violen cia emocional es más debemos decir con tristeza que no es así. Este
difícil de detectar y probar, mito en nuestros ámbitos cristianos produce la
invisibilidad del tema, es decir,
Introducción 39
11 Lori Heise, Violencia contra la mujer: la carga
oculta sobre la salud. Organización Panamericana de
induce a creer erróneamente que el problema no
la Salud, Programa «Mu jer, salud y desarrollo», existe. Los servicios especializados en violencia
Washington, D.C., 1994, p. 19. fa miliar, los hospitales y otros medios donde se
38 R ompamos el silencio presta atención a la salud, física y psíquica,
encuentran esta problemática en todo tipo de
tanto para la víctima como para el entorno. El personas, incluyendo en personas religiosas de
abuso emocional continuado tiene distintas confesiones. El abuso en la familia no
reconoce fronteras económi cas, sociales,
étnicas, ni tampoco religiosas. puede alegar diferentes causas o dar más peso a
12. Es de cristianos soportar toda clase de unas que a otras (biológicas, psiquiátricas,
malos tratoSj. Este mito nace de una equivocada sociales, familiares, etc.). Esta no es una obra
interpreta ción teológica que hace del académica para que hagamos referencia a las
sufrimiento una virtud. Además suele diferentes teorías, así que nos limitamos a
combinarse con la creencia de que la mujer debe sugerir maneras de resolver el problema de la
ser sumisa a su marido bajo cualquier violencia en la familia, especialmente en la
circunstancia y condición. En las mujeres relación entre hombres y mujeres. Baste decir
religiosas, estas creencias favorecen la que cada vez existe mayor con senso en utilizar
perpetuación del maltra to en el hogar; en los un «modelo ecológico», que nos ayuda a
hombres, justifica su compor tamiento violento. comprender un poco mejor las múltiples
variables que intervienen en este fenómeno y
13. Si hay arrepentimiento del agresor, la
tam bién a integrarlas.
víctima de maltrato debe perdonar y olvidar[.
Justamente de bido al carácter cíclico de la El modelo ecológico fue propuesto por un
violencia familiar, mu chas veces ocurrirá que la psicólo go estadounidense, Urie
persona violenta se arre pienta, quizás hasta Bronfenbrenner.12 Se utilizó originalmente para
sinceramente. Sin embargo, esto no equivale a explicar las diversas causas que confluyen en el
la posibilidad de un cambio real de la conducta maltrato infantil, luego se aplicó a la
violenta. Las buenas intenciones no bastan: es comprensión de la violencia juvenil, y más
necesario, además del reconocimiento y del reciente mente a la violencia en la pareja y otras
arre pentimiento, el trabajo deliberado, formas de maltrato.
prolongado y a fondo sobre cada uno de los
miembros de la pareja, a cargo de alguien que Urie Bronfenbrenner, La ecología del desarrollo
sepa del tema. Justamente no se trata de un
problema de perdón, sino de no olvidar y, más humano, Pai- dos, Barcelona, 1979.
Introducción 41
aún, de recordar lo repetitivo de las pautas de la
conducta violenta. Sólo así será posible encarar
un Aunque en capítulos más adelante se retomará
40 R ompamos el silencio
el modelo ecológico, especialmente en relación
con el maltrato conyugal, adelantamos ahora
sintéticamente que se trata de una mirada
verdadero trabajo de restauración profundo y
integradora a los distintos contextos de los que
dura dero. La concepción correcta de todos los participa un ser humano en su desarrollo.
aspectos que hacen a la violencia familiar se irá Comprende, entonces, una dimensión in
desarrollando con más amplitud a lo largo de los dividual, donde se examinan los factores
capítulos siguientes. biológicos y la historia personal, una dimensión
relacional, que incluye las relaciones cercanas
de un individuo (fa milia, amigos), una
dimensión comunitaria (la escue la, el lugar de
Causas de la violencia familiar
trabajo, el barrio, la iglesia) y una di mensión
social, que toma en cuenta factores sociales más
Dado que es un fenómeno complejo, la generales (normas, actitudes, legislación, políti
violencia familiar no es algo que se explique cas, etc.). Cada uno de estos ámbitos puede
fácilmente. Desde distintas líneas teóricas se propiciar o desalentar, potenciar o neutralizar,
según el caso, la aparición y perpetuación de las caso de darlo (victimario) como de recibirlo
conductas violen tas en general y en la familia (víctima).
en particular. El nivel comunitario también aporta a la
Al pensar en la violencia, tenemos que ponderar naturali zación de la violencia al tolerar pautas
el «efecto cascada» de la misma. Esto significa abusivas en sus múltiples expresiones (violencia
que nunca la violencia se detiene en quien la en el colegio, violencia en los medios masivos
recibe. De alguna forma, se descarga o se de comunicación, violencia en la iglesia,
reproduce sobre otros. Se va armando así una violencia en el deporte y en el arte, etc.).
larga cadena que empieza en los más fuertes y En el nivel más amplio, el social, la tolerancia a
se perpetúa en los más débiles. Esto se puede la violencia se expresa en cosas tales como las
verificar en cada uno de los niveles si los concep ciones distorsionadas sobre qué es un
tomamos por separado, como también hombre y qué es una mujer, que terminan
«bajando» de un nivel a otro en la cascada. Así, avalando la violencia masculina, la impunidad
por ejemplo, si tomamos las relaciones en la de los agresores, la precaria legislación para
familia, veremos que la violencia baja desde un proteger a las víctimas, las profundas
adulto hacia un menor, y éste puede descargar la desigualdades sociales debido a políticas
agresión recibida maltratan do a las mascotas o perversas, que son una violencia en sí mismas,
a hermanos o compañeros más débiles. Si etc. Todo esto da por resultado que todos, aun
tomamos las relaciones laborales en su los cristianos, sea
dimensión comunitaria, también es claro Introducción 43
quiénes detentan mayor poder y cómo pueden
abusar de él. A mos cada vez más tolerantes y más pasivos
42 R ompamos el silencio frente al maltrato, en nuestros hogares, en
nuestras iglesias, en nuestra sociedad en
su vez, los que sufren algún tipo de abuso general.
pueden reproducirlo, en algún momento, sobre
¿Cómo despertar de este letargo de conciencia y
otros. Incluso desde el nivel macrosocial se
desear hacer algo al respecto, no admitiendo
violenta a los indivi duos y a las familias a
ninguna forma de violencia, sutil o abierta, en
través de políticas socioeco nómicas injustas y
nuestras Ínter- relaciones? Al respecto, en esta
abusivas, que obviamente produ cen su mayor
obra quisiéramos proponer pautas de
impacto nocivo sobre los más vulnera bles de
prevención aplicables en los dis tintos ámbitos,
una sociedad.
en particular en el nivel individual, relacional y
En este sentido, también hay que tomar en comunitario. Al hacerlo, en especial qui
cuenta el fenómeno de la «naturalización de la siéramos referirnos a la iglesia de Jesucristo, y
violencia», es decir, la aceptación, como natural no sólo porque consideramos que Dios tiene
o normal, de algo que no lo es. Desde el nivel mucho que decir sobre este ser humano —
individual y relacional, la persona que ha vivido creado a su imagen y semejanza, hombre y
desde su familia de origen hasta su familia mujer—, acerca de su interrela- ción en la
actual dentro de interacciones vio lentas puede pareja y su vida en familia, sea la familia
llegar a no registrar las conductas abu sivas humana o la familia de la fe; sino también
como algo disfuncional o éticamente incorrec porque la familia de la fe tiene mucho para
to. La persona incorpora el maltrato a su aportar a una fami lia que experimenta violencia
repertorio de respuestas habituales, tanto para el entre sus miembros, sobre todo puesto que es
mucho lo que puede hacer desde un enfoque jóvenes y matrimonios.
preventivo dirigido a los niños, adolescentes,

Capítulo 1

L a violencia en la pareja

No es mi cumpleaños o ningún otro día es pecial; tuvimos nuestro primer disgusto anoche y él me dijo
muchas cosas crueles que en verdad me ofendieron. Pero sé que está arrepentido y no las dijo en serio,
por que él me mandó flores hoy. No es nuestro aniversario o ningún otro día especial; anoche me lanzó
contra la pared y comenzó a ahorcarme. Parecía una pesadi lla, pero de las pesadillas despiertas y sabes
que no es real; me levanté esta mañana adolorida y con golpes en todos lados, pero yo sé que está
arrepentido; porque él me mandó flores hoy. Y no es el Día de San Valentín o ningún otro día especial;
anoche me golpeó y amenazó con matarme; ni el maquillaje o las mangas largas podían esconder las
cortadas y golpes que me ocasionó esta vez. No pude ir al trabajo hoy, porque no quería que se dieran
cuenta. Pero sé que está arre pentido, porque él me mandó flores hoy. Y
46 R ompamos el silencio comunicación. Pero sólo en los últimos tiempos
comenzó a asociarse el así llamado «crimen
no era el Día de la Madre o ningún otro día. pasional» con casos graves de la violencia
Anoche, él me volvió a golpear, pero esta vez familiar, que llegan al homicidio de la pareja y
fue mucho peor. Si logro dejarlo, ¿qué voy a en algunos casos al posterior suicidio del
hacer? ¿Cómo podría yo sola sacar adelante a agresor. En esta misma semana fuimos
los niños? ¿Qué pasará si nos falta el dinero? sacudidos, en nuestro país, con la noticia de un
¡Le tengo tanto miedo! Pero dependo tanto de hombre que mató a sus cuatro pequeños hijos
él que temo dejarlo. Pero sé que está para luego suicidarse. ¿El motivo de tamaño
arrepentido, porque él me mandó flores hoy. horror? Castigar a la esposa que había
Hoy es un día muy especial. Es el día de mi abandonado recientemente la relación debido a
funeral. Anoche por fin logró matarme. Me los constantes malos tratos recibidos de su
golpeó hasta morir. Si por lo menos hubiera esposo. La mayoría de las veces se trata del
tenido el valor y la fortaleza de dejarlo... Si hombre que, llevado por celos enfermizos a una
hubiera aceptado la ayuda profesional... hoy no ira incontrolable, mata a su compañera (en
muchas ocasiones cuando ésta se ha separado de
habría recibido flores.Relato anónimo él, haya formado o no otra pareja).
47
L a V iolencia en la Pareja
«¡Crimen pasional!». Cada día, y desde hace
mu chos años, recibimos noticias tituladas de
este modo a través de los medios masivos de También suceden casos aislados donde es la
mujer la que mata a su pareja, en defensa propia casos límite y los supone extraordinarios. Sin
o empujada por el miedo y la desesperación al embargo, por cada «crimen pasional» conocido,
verse acorralada en una relación de maltrato de hay millones de «crímenes ocultos» que no
la que no puede ni sabe salir de otra manera. Y llegan a la muerte, al me nos de esta forma, y
es cierto, el maltrato en la familia o en una que están silenciados e invisibi- lizados dentro
de las cuatro paredes del hogar. Es que la
pareja puede llevar a estos extre mos.Algunos
violencia conyugal, como los otros tipos de
datos estadísticos para ilustrar: violencia en la familia, suele ser escondida, por
dis tintos motivos, tanto por parte del agresor
En el mundo como de la víctima. Y no sólo por ellos;
• En Brasil, cada 4 minutos una mujer es también la sociedad ayuda a negar la existencia
agredida en su hogar o por una persona de su de esta problemática. Hasta en las iglesias
entorno afecti vo. hemos intentado ignorarla, sobre todo a través
de prejuicios tales como: «esto no suce de en las
• En México, el 70 por ciento sufrió algún tipo
familias cristianas», «los cristianos soportan
de violencia por parte de su pareja.
toda clase de malos tratos», etc., que hemos
• En Estados Unidos, cada 15 segundos una
comen tado en nuestra introducción.
mujer es golpeada, por lo general, por su
Para tomar conciencia de la magnitud del
compañero ínti mo.
proble ma, veamos algunos párrafos del Informe
• En Francia, cada mes mueren entre 10 y 15
mundial sobre la violencia y la salud, publicado
muje res por agresiones de su pareja.
en inglés en octubre del año 2002 por la
• En Inglaterra, una de cada 10 sufre algún tipo Organización Mundial de la Salud:
de violencia física en una relación de pareja y
una de cada ocho fue violada por su compañero. En 48 encuestas basadas en la población
• En España las estadísticas arrojan cifras de efectuadas en todo el mundo, entre 10% y 69%
altísi mo riesgo en las mujeres que se separan o de las mujeres mencionaron haber si-
en las eta pas posteriores a la ruptura. En 2003,
68 mujeres perdieron la vida. Siete de cada 10 2 Ibid, p. 33.
asesinadas esta ban en trámite de divorcio.1 L a V iolencia en la P areja

do agredidas físicamente por su pareja en algún


momento de sus vidas [...] Para mu chas de
1 «Violencia familiar», La Nación Revista, 21 de estas mujeres, la agresión física no era un
mayo de 2006, p. 40. suceso aislado sino parte de una pauta continua
48 R ompamos el silencio de comportamiento abusi vo. La investigación
indica que la violencia fí sica en las relaciones
En Argentina de pareja se acompa ña a menudo de maltrato
• En la Argentina, entre 1997 y 2003 fueron psíquico, y en una tercera parte a más de la
asesi nadas 1284 mujeres en la provincia de mitad de los casos también hay abuso sexual.
Buenos Aires. En los casos en que se conoce al En el Japón, por ejemplo, entre 613 mujeres que
victimario, el 70% corresponde a quien fue su en un mo mento dado habían sido maltratadas,
pareja, ex pareja, concu bino, novio o amante.2 57% habían sufrido los tres tipos de abuso: físi
co, psíquico y sexual. Menos de 10% de es tas
La opinión pública se conmociona ante estos mujeres habían experimentado sólo maltrato
físico. [...] La mayoría de las mujeres que son sino tú, hombre, al parecer ínti mo mío, mi guía,
víctimas de agresión física por lo general se ven y mi familiar; que juntos comunicábamos
so metidas a muchos actos de violencia con el dulcemente los secretos, y andábamos en
transcurso del tiempo. En el estudio de León amistad en la casa de Dios.
(Nicaragua), por ejemplo, 60% de las mujeres Salmo 55.12-14 (RV60)
maltratadas durante el año prece dente habían
sido agredidas más de una vez, y 20% habían Estos textos son una alusión profética a la
experimentado violencia grave más de seis traición que Jesús experimentaría de parte de
veces. Entre las mujeres que notificaron una Judas, que nos
agresión física, 70% denunciaron maltrato
grave. El número promedio de agresiones
3 Informe mundial sobre la violencia y la salud, op.
físicas durante el año precedente entre las cit., pp. 97, 99.
mujeres que ac tualmente sufrían maltrato, L a V iolencia en la P areja 51
según una en cuesta efectuada en Londres,
Inglaterra, fue de siete, mientras que en los muestra que el efecto del dolor es mayor cuando
Estados Uni- es causado por alguien en quien se ha confiado,
50 R ompamos el silencio
del ámbito íntimo, o en quien se han puesto
expectativas de cuidado, seguridad y bienestar.
dos, según un estudio nacional realizado en
Asimismo, porque sabemos que en nuestra
1996, fue de tres.3
socie dad la violencia conyugal se subsume, en
El maltrato familiar puede ser protagonizado, su mayor parte, bajo la violencia hacia la mujer
co mo víctima, victimario o testigo, por en general, en este capítulo usaremos
cualquier miem bro de la familia, sea en su rol deliberadamente el masculi no para el agresor y
de hijo, padre, esposo, abuelo, tío, etc. Como el femenino para la víctima. El género, en este
también hemos visto en la in troducción, los caso, constituye el primer factor de riesgo para
miembros más vulnerables dentro de una ser víctima de violencia en la familia, en una
familia por su género, edad o condición, son las sociedad en la que todavía el machismo está vi
mujeres, los niños, los discapacitados y los gente en sus formas más crueles.
ancianos.
Ésta es una violencia con un componente
En este capítulo nos referiremos al maltrato que específico que nunca se debe perder de vis ta. El
sucede dentro de la relación de pareja. En el factor riesgo es ser mujer y el mensaje que
concep to «pareja» incluimos noviazgos, envía es de dominación o sumisión: es una
matrimonios, unio nes de hecho, concubinatos, estrategia necesaria para el sosteni miento de las
y toda forma de convi vencia en pareja más o relaciones patriarcales, tanto en el espacio
menos estable. público como en el privado.4
Nuevamente nos conmueve que una relación tan
íntima, tan comprometida, destinada a ser una No desconocemos, sin embargo, que en una
fuente de placer y de crecimiento para ambos ínfima proporción son los hombres las víctimas
miembros, se convierta en un espacio de la vio lencia femenina (se considera en un
destructivo y de tanto sufri miento. 2% a 3% para la violencia física). Por razones
de fuerza física, es más probable que, sobre sus
Porque no me afrentó un enemigo, lo cual parejas, ellas ejerzan maltra to emocional y
habría soportado; ni se alzó contra mí el que me verbal antes que maltrato físico. Re cordemos
aborrecía, porque me hubiera ocul tado de él; que la violencia es propiciada por el abuso de
poder de los más fuertes sobre los más débiles. L a V iolencia en la P areja 53

En ocasiones, el «débil» es el hombre, en


especial en sus parejas masculinas, y la violencia tam bién
se da a veces en las parejas del mismo sexo, la
4 Ángeles Alvarez, «La violencia contra nosotros», violencia en la pareja es soportada en
versión elec trónica en proporción abrumadora por las mujeres e
http://www.mujeresenred.net/iberoamericanas/ infligida por los hombres. Por este moti vo, en
article.php3?id_article=13 el presente capítulo se abordará el tema de la
52 R ompamos el silencio
violencia infligida por los hom bres a sus
parejas. Desde hace mucho tiempo, las
estos tiempos de tanta desocupación que causa organizacio nes de mujeres en todo el mundo
des- valorización y depresión en el varón. A han veni do denunciando la violencia contra la
esto se suma el avance de la mujer en el mu jer, en particular la infligida por su pareja.
mercado laboral, lo que la pone a veces en Gracias a sus esfuerzos, la violencia contra la
situación de mayor poder que su marido. mujer en la relación de pareja se ha con vertido
En los casos de «violencia cruzada», ambos en un motivo de preocupación in ternacional.
miem bros de la pareja tienen conductas Considerada inicialmente co mo un tema sobre
violentas, prota gonizando episodios de todo de derechos huma nos, la violencia
violencia recurrentes y cícli cos para volver más masculina en la pareja se ve cada vez más como
tarde a etapas de mayor tranqui lidad y calma. un problema impor tante de salud pública.5
Cabe destacar que en la así llamada «violencia
cruzada», ocasionalmente uno de ellos —
generalmente la mujer— aprende a defenderse Tipos de maltrato
usan do las mismas armas con las que fue
atacada reitera das veces. En lugar de salir del
De acuerdo al tipo de fuerza que se emplee, el
círculo de violencia, ahora ella también se
maltrato puede ser:
vuelve violenta como respuesta al maltrato
recibido por parte de su compañero y como • físico;
modo de defensa frente al mismo. • emocional o psicológico;
• sexual;
Una de las formas más comunes de violen cia
contra la mujer es la infligida por su marido o • patrimonial o financiero.
pareja masculina. Esto contrasta sobremanera Independientemente de la intencionalidad cons
con la situación de los hom bres, mucho más ciente del agresor, siempre que hay maltrato se
expuestos a sufrir agre siones de extraños o de pro
conocidos que de personas de su círculo íntimo.
El hecho de que las mujeres a menudo tengan 5 Informe mundial sobre la violencia y la salud,
vínculos afectivos con el hombre que las op. cit., p. 97.
maltrata y dependan económicamente de él, 54 R ompamos el silencio
ejerce gran influencia sobre la dinámica del
mal trato y las estrategias para hacerle frente. La duce un daño a la persona agredida. Por lo
violencia en la pareja se produce en to dos los general; la relación abusiva incluye distintos
países, independientemente del grupo social, tipos de maltra to, los que se superponen,
económico, religioso o cultu ral. Aunque las refuerzan o complemen tan. El maltrato puede
mujeres pueden agredir a
ser físico, psicológico o patri monial, pero es el burlarse de ella y hacerle bromas que la hieren;
daño emocional el que es común a todas las culparla por todo lo que sucede en el hogar; no
formas de maltrato, dejando en la víctima tomar en cuenta sus gustos, sus opiniones y sen
huellas a largo plazo, muchas veces invisibles timientos; mostrarse cínico, prepotente o
pero no por eso menos reales. insolente con ella; acusarla de traidora o desleal
Por lo común, la violencia comienza ya desde el si ella cuenta lo que sucede a otros; manifestarle
noviazgo6, y se perpetúa y agrava en el desprecio por ser mujer; humillarla y denigrarla
matrimonio o en la convivencia. 'y de múltiples maneras; compararla con otras
Incluimos a continuación un enlista mujeres; confundirla con ar gumentos
descriptjya-'ae variadas expresiones de maltrato, contradictorios y doble mensajes; hacerle creer
a fin de identificar con claridad los que es ella la que está loca o trastornada; igno
comportamientos violentos. De to dos modos, la rar su presencia; no hablarle; mirarla con
lista no agota todas las posibilidades de maltrato desprecio; reírse de ella; agraviarla al sospechar
que frecuentemente encontramos al tra bajar con de ella conti nuamente; acusarla de infidelidad;
personas que padecen violencia conyugal: querer tener la última palabra en todo; no
admitir ser contrariado en nada; no permitir
arle golpes, pellizcos, cachetadas, explicaciones ni reproches; ser ne gligente con
etnpujOTiEs'fproducirle quemaduras con respecto a las necesidades de ella; ame nazarla
combustible o con objetos calientes; intentar con suicidarse o con matarla; mentirle; no
estrangularla; tiro near o arrastrar del pelo; cumplir las promesas o acuerdos matrimoniales;
escupir o ensuciar el cuerpo de la mujer; hacerle no responsabilizarse de sus errores; tomar a los
comer o tragar por la fuerza la comida u otros hijos como aliados frente a la madre;
elementos; provocarle cortes y heri das con desautorizarla frente a ellos; elogiarla y
objetos útiles a tal fin; arrojarle objetos o pe humillarla alternativamente, con fundiéndola;
garle con ellos; aprisionarla contra la pared o los exigirle sometimiento y obediencia; hacer que
muebles; encerrarla en el baño o en el tema el futuro si no está con él; intimidarla de
dormitorio; mantenerla a oscuras; perseguirla múltiples maneras (con amenazas, rompiendo
por toda la casa; arrojarla del auto; abandonarla objetos de valor para ella, etc.); criticar a su
en lugares desconoci dos o peligrosos; patearle familia y demás relaciones todo el tiempo;
el vientre durante el emba razo; despertarla a expresar una mora
R ompamos el silencio
cada rato para no permitirle des 56

lidad religiosa rígida, perfeccionista, haciéndole


6 Ver capítulo 4: «Prevención de la violencia en el
noviazgo». sen- tirj^pa^f^ii^^eíKlalta; etc.
L a V iolencia en la P areja 55 Maltrato sexjj&l (incluye todo tipo de contactos
sexüaíéTeñ^ontra de la voluntad del cónyuge,
cansar; atormentarla físicamente con todo tipo con o sin penetración): exponerla
de torturas ^matarte.- - ----------—----- involuntariamente a por nografía; nunca aceptar
^"Maltrato emocional, psicológico y un «no» como respuesta, tra tarla de manera
verbal?)insultar y -usar~adjelivu¡j degradantes; grosera e insultante durante el coito; burlarse de
proferir~5menazas (de muerte, de llevarse los ella y descalificarla por su rendimiento sexual;
chicos, de echarla); criticarla por todo cuanto obligarla a tener relaciones sexuales delante de
ella dice o hace; gritarle y darle ór denes (frente los hijos o de otras personas; violarla cuando
a los hijos, y a veces frente a otros); humillarla, está dormida; pedirle que realice gestos o
actitudes que la humillan o incomodan; acusarla correspondencia postal o electrónica; controlar
de frígida; obligarla a hacer el amor cuando está sus llamados; revisar sus pertenencias; no
deprimida, cansada o enferma, o incluso luego hacerse res ponsable de los hijos; controlar
de golpearla; no mostrarse cariñoso con ella ni todas sus salidas; impedirle tener contacto con
respetar su tiempo diferente; obligarla a tener otras personas (familia, iglesia, etc.); impedirle
relaciones sexuales amenazándola con armas; practicar su religión; decidir sin consultarla
compararla con otras mujeres o hablarle de ntras cuándo irse, o no, de los encuentros sociales de
m n j eres, jcnrilas-que seacues ta; etc. los que participan; prohibirle hablar de ciertos
ABusofinanciero o econónüccf^iio proveer para temas; hablar mal de ella a otros y buscar
las npWsidades de la^famife-ttcrflarle dinero o aliados en su contra; secuestrar a los hijos;
hacerlo bajo mucho control; acusarla de gastar llamarla por teléfono continuamente; vigilarla;
mucho; tomar decisiones unilaterales con hostigarla; hacerse pasar como la víctima en
respecto al dinero; poner en riesgo el patrimonio público; criticarla frente a otros o, por el
de la familia; apropiarse frau dulentamente de contrario, mostrarse solícito y amoroso con ella,
los bienes del otro; destruir objetos valiosos dando una imagen pública que no corresponde
para ella (diplomas, agendas, etc.); quitarle las con la privada; etc.
alhajas; revisarle la billetera y cartera con fre Enájaiii±QS=?tógÍDS0S también podríamos
cuencia; jugar el dinero de la familia; ocultar el hablar áe^Buso espiníiialfio que refuerza las
pa trimonio familiar; dejar que ella se haga otras formas ae~-atettsir~Setrata de la
cargo de los gastos mientras él guarda lo que manipulación operada a tra vés de argumentos
gana; tener cuentas en los bancos a su nombre; supuestamente «espirituales» o «religiosos»,
obligarla a vender bienes de ella y a entregarle con los cuales se induce a la víctima a
el dinero; no gastar en recrea ción ni regalos 58
R ompamos el silencio

para la familia; apropiarse de la


L a V iolencia en la P areja 57
sentirse culpable y merecedora del castigo
divino, porque no ha actuado con «sujeción» o
herencia que a ella le corresponde; no cumplir con la obe diencia debida al marido, etc.
con la cuota alimentaria en caso de divorcio; Utilizando discursos cargados de condena que
etc. distorsionan la verdad bí blica, la víctima es
A causa del abuso financiero muchas mujeres, sumida en mayor temor y angus tia, dado que el
al separarse o divorciarse, quedan desprotegidas agresor suele hablar «en nombre de Dios» o de
junto con sus niños, y esto porque se vacían la iglesia, que es su representación aquí en la
empresas, se traspasan los bienes a nombre de tierra. Justamente, la iglesia muchas veces re
otras personas, y se realizan otras tantas fuerza esta pauta abusiva a través de mensajes o
maniobras fraudulentas tendien tes a dejar con sejos en tal dirección. En vez de ayudar a
desprovista de recursos materiales a la víctima. las perso nas a ser libres y disfrutar de la gracia,
Este tipo de abuso complementa las otras las atan y condenan como una forma más de
castigo arbitrario e injusto. En el capítulo 5, «La
f Maltrato sociaLpnjpedir que la mujer lo familia de Dios y la violencia en la familia»,
acompañe a aetMéaées^ociales; prohibirle ampliaremos estos concep tos.
salidas laborales o amistosas; sabotear los
cumpleaños y los encuentros familiares;
impedirle trabajar o estudiar; abrirle su Ciclo de la violencia conyugal
Una de las claves para comprender algunas menosprecio, in sultos) y también por un control
especi ficidades de la violencia en la pareia. es excesivo sobre la mujer (sobre el tiempo, las
saber que la- misma cumple un ciclo; no se da actividades, las amista des, el dinero, etc.). El
todo el tiempo de la misma forma. Esta manera hombre suele reforzar esta conducta con otras
de entender la problemá tica tiene muchas expresiones de abuso emocional: no hablar, irse
implicancias prácticas que iremos mencionando. intempestivamente de la casa, etc. En
60 R ompamos el silencio
Fue muy útil que en 1979 Leonore Walker, en
The battered women7, describiera el ciclo en
que la vio lencia conyugal se desarrolla. esta etapa la mujer tiene una actitud sumisa y
teme rosa; se siente culpable y trata de
Ella habla de tres fases, que se suceden unas a
complacer lo máxi mo posible al hombre, quien
otras con distintos intervalos y frecuencias:
se enoja fácilmente, se aísla y no pide ayuda.
Experimenta —la mujer— una especie de
7 Leonore Walker, The battered women, Harper and parálisis compatible con el terrible miedo que
Row, New York, 1979.
L a V iolencia en la P areja 59
siente, y que a veces la hace torpe, insegura, va
cilante, ansiosa o deprimida. Teme que
cualquiera de sus movimientos, actitudes,
• Fase de acumulación de la tensión. palabras o miradas pue da desencadenar la
• Fase de agresión o descarga. violencia tan temida. Suele transmitir esto
también a los hijos, que viven en el mismo
• Fase de arrepentimiento y luna de miel.
clima de tensión y expectativa ansiosa. A ve
ces, el carácter impredecible del próximo suceso
vio lento se vuelve tan intolerable que madre o
hijos pueden llegar a hacer algo que provoque,
al fin, la violencia del hombre, para sentirse
aliviados una vez pasada la tormenta. Esto
refuerza, por otra parte, la hipótesis de la
provocación y la culpa consecuente. Algo se
hizo para que el hombre actúe abusivamente.
Fase de agresión o descarga violenta: La
tensión que se vino acumulando en la fase
previa se descarga ahora en forma de insultos
groseros, humillaciones, destrucción de objetos
valiosos para la víctima (agen das, regalos
recibidos, pertenencias, fotos, documen tos),
golpes, empujones, violación sexual, o cualquier
otra forma de violencia. El desencadenante es
intras cendente y no tiene una razón justificada,
aunque el agresor aludirá a una «causa justa»
(una demora en llegar a casa por parte de ella, el
que la comida no estuviera a tiempo, la manera
Fase de acumulación de la tensión: Es una en la que ella lo miró, algo que ella haya pedido,
etapa caracterizada por irritabilidad fácil del etc.). Generalmente la verdadera causa está en
varón, agre siones verbales (desvalorizaciones, que el agresor no puede ma nejar la frustración
que experimenta en otros terre nos —por sucedido al pasar a la próxima etapa.
ejemplo, una dificultad laboral o el sentir Fase de arrepentimiento v luna de miel: Una
L a V iolencia en la P areja 61
vez conseguida la descarga necesaria y la
humillación de la víctima, el agresor suele
se mal consigo mismo—, por lo que intenta «arrepentirse» de lo que hizo. A veces, en vista
obtener su «equilibrio» a través de la de los daños ocasionados, pi de perdón por lo
humillación y el some timiento de la pareja. que sucedió alegando que no pudo controlarse,
Desplaza de una manera in apropiada, pero deslizando que no hubiera actuado así si la
descontrolada y violenta sus tensiones. Muchas víctima se hubiera comportado de tal o cual
veces la frustración del hombre proviene de sus manera. Nuevamente, vuelve a justificar su
celos enfermizos, a partir de «armar una conduc ta. Asimismo, el agresor promete que no
película en su cabeza» donde ella lo hará nun ca más, que pedirá ayuda, que
supuestamente no lo ama lo suficiente o no lo accederá a lo que ella pide, etc. El
considera de la manera que él su pone ella debe «arrepentimiento» del agresor en esta fase tiene
hacerlo. Son sus propios celos, basa dos en su más que ver con evitar las consecuencias no
inseguridad y desconfianza, el motor de lo que deseadas por él —por ejemplo: que la víctima
siente como si proviniera de ella. Además, ima de cida contar lo sucedido, se vaya de la casa,
gina que tiene toda la razón del mundo para amenace con romper el vínculo, etc.— que con
castigar la porque ella lo ha provocado. El una real toma de conciencia y un real
justificativo «pro vocación» termina siendo arrepentimiento del daño producido por su
aceptado también por la víctima, que tratará de conducta. El agresor suele usar to do tipo de
amoldar sus palabras, actitu des y conducta para armas (regalos, buenos tratos, mostrarse
evitar la próxima agresión. De hecho, personas protector, arrepentido o seductor, etc.) como
ajenas al problema, que incluso no conozcan la manio bras manipuladoras. El objetivo final es
problemática de la violencia familiar, retener a la compañera, lo cual no deja de llamar
probablemente le pregunten: «¿Y vos qué la atención.
hiciste para que él se ponga así?». Con ello ¿Por qué quiere quedarse con ella si es tan mala,
refuerzan el someti miento que lleva a un mayor ineficiente, desconsiderada, de tan poco valor,
maltrato. Con el tiempo, resulta claro que nada etc.? Hay hombres que pueden decir a otros
de lo que haga —o no— evita rá el maltrato, cosas maravi llosas de su mujer, pero por otro
con lo cual la hipótesis de la provoca ción queda lado la denigran y no soportan que ella no actúe
descartada. En esta etapa muchas muje res exactamente como ellos quieren. Estos hombres
golpeadas deciden pedir ayuda, si es que la ver viven las diferencias normales entre las
güenza a admitir lo que les sucede, la culpa personas como amenazas a su propia autoestima
falsa que sienten por haber provocado la e identidad masculina. No es amor lo que los
situación, o la depre sión y la falta de fuerzas une a su pareja sino la necesidad de tener a
que sobrevienen a conse cuencia del maltrato, alguien sobre quien «depositar» los aspectos no
no les impide concretarlo. Si finalmente deciden L a V iolencia en la P areja 6 3
pedir ayuda (hacer la denuncia policial, contarle
al pastor lo sucedido, consultar en un centro deseados de sí mismo y a quien someter a su
especializado, a un psicólogo o a un abo poder. El vínculo se constituye sobre una
R ompamos el silencio
62 dependencia en fermiza, y no motivado por el
amor y el respeto. Por su parte, la víctima
gado, etc.), muchas veces desmienten lo también tiene una profunda ne cesidad de ser
amada y de disfrutar de un tiempo de Pero después cada vez se hizo más frecuente.
tranquilidad. Por eso, suele aferrarse a las En el último tiempo, esto sucedía cada mes.
promesas de cambio a pesar de que, con (José¿_47 años).
anterioridad, muchas veces haya experimentado
alivio en esta etapa para pasar, con una Por eso es tan important^romper gy círculojqa-
frecuencia variable, nuevamente a la fase de lento., haciendo saber lo que struédéTsn la
acumulación de tensión y posterior descarga intimidad del hogar a personas que puedan
violenta. Es como si olvidara lo que sucedió ayudar efectiva mente en este sentido.
otras veces, pensando que esta vez sí, el Queremos resaltar, además, lo que ha sido men
arrepentimiento es sincero. Entonces, se cionado en la introducción, en el párrafo sobre
atribuye nuevamente la cul pa por haber mitos y verdades acerca de la violencia familiar.
provocado malestar en su pareja, so liendo Nada jus tifica la conducta violenta. Caso
arrepentirse de los cambios que había decidi do contrario, todos po dríamos dirimir nuestros
hacer (denuncia policial, recurrir a centros espe conflictos y nuestras dife rencias con otros de la
cializados o al psicólogo, etc.). Es posible que el misma manera.
in tento de salir del circuito de la violencia se Desde que dejé de ir a verte, nada ha mejo rado
produzca varias veces hasta que la ruptura sea ni nada ha empeorado... o sí... Estoy mucho
definitiva. Cuando la violencia es grave y estas más controlado en mis reacciones, pienso
etapas se reco rren cada vez en menos tiempo mucho antes de contestar. Y también es cierto
—o incluso la tercera ya no se produce— es que en estos últimos 6 meses, reac cioné mal
posible que la mujer pida ayu da y se mantenga por lo menos 3 veces: una en ma yo, a nuestro
finalmente en esa posición. Esto último también regreso de Brasil, la anterior, en Brasil
puede suceder cuando la violencia llega a los precisamente, y la otra ya ni re cuerdo, habrá
hijos. sido en enero. Antes nuestros «desencuentros»
Es muy importante señalar que, de no mediar se producían dos veces por semana. Ahora,
in tervenciones específicas y adecuadas para bimestralmente. El último
interrum pir su curso, la violencia en la familia L a V iolencia en la P areja

continuará en progresivo aumento. Es así como,


por ejemplo, si en una relación se producen fue así... Yo volví del trabajo. Llegué a casa
agresiones verbales en el noviazgo y no se para estar un rato con Betty. Ella estaba ti rada
limitan, es previsible que las agre siones se en la cama leyendo, con cara de traste (pero de
vayan incrementando, pasando por el mal traste feo, feo, feo). Traté de enta blar
R ompamos el silencio conversación con ella. Me cuenta que estaba
64
mal por lo que le había sucedido en su trabajo
trato emocional, agresiones físicas leves, luego con su jefa. Pero yo también ne cesitaba que
mas graves, hasta llegar incluso al homicidio: ella me recibiera bien, me con tuviera, quisiera
estar conmigo. Pero claro, yo no le importo lo
Desde novios me ponía nervioso y la lasti maba suficiente. Ni sé cómo, empezamos a discutir.
verbalmente diciéndole barbaridades. Sólo Ella se quiso ir, bajó las escaleras en este
después de un tiempo de casados vol caba mi estado de calentura de los dos, y lo que
frustración físicamente. Empecé a golpear y simplemente hice fue to marla con una mano de
romper objetos hasta que empecé a golpearla a su mandíbula infe rior y taparle la boca. Ella se
ella. La violencia física al principio era muy exasperó, re accionó para defenderse de mi
espaciada; rara vez la agredía físicamente. agresión, me empujó y se puso a gritar e
insultarme. En tonces se me «escaparon» dos o descubierta. Temores, vergüenza, desconfian za,
tres cache tadas, que según ella habían sido etc., son la causa más frecuente de esta actitud.
«trompa das». No recuerdo haberle pegado Los efectos emocionales están siempre
trompa das, y si lo hice fue en raras presentes, en cualquier forma de maltrato: baja
circunstancias. No tengo derecho a trompear a autoestima, mie do, depresión y ansiedad suelen
mi mujer ni tampoco de cachetearla. ser los más comu nes. Las mujeres que viven
Totalmente claro. Tampoco ella tiene el maltrato conyugal se per
derecho de transferir sus problemas laborales a L a V iolencia en la Pareja 67
nuestra casa. Me di cuenta que ahora ella
reacciona de la misma manera en que ciben a sí mismas como muy débiles frente a un
reaccionaba yo. Me la agarraba con ella, la po der del marido que sobreestiman; hasta
trataba mal, la igno raba, la insultaba, y de pueden lle gar a sentirse tontas o locas,
última, la golpeaba. (Joaquín, 45 años). confirmando lo que ellos mismos les dicen. Es
66 R ompamos el silencio
muy frecuente que en la con sulta expresen que
no tienen claridad sobre lo que viven. Dudan de
¿Qué consecuencias tiene la sí mismas y de sus percepciones, lo que las
violencia conyugal? puede llevar a la idea de que están perdiendo la
razón. También presentan irritabilidad,
Sobre la salud de la persona maltratada se inestabili dad emocional, pérdida de la
produ cen efectos indeseados de todo tipo. confianza en sí mis mas, impotencia,
Recordemos que, en general, podemos decir que desesperación, inquietud, profunda tristeza,
maltrato conyu-1 gal es cualquier forma de culpa, vergüenza, desesperanza, sentimien tos
menoscabo a la integridad física, emocional, de desamparo, y hasta deseos intensos de morir,
sexual, moral o patrimonial, que^ una persona por suicidio o por algo externo a ellas. Este
sufre por parte de su pareja, y que le causa un deseo de muerte aparece aun en las mujeres
deterioro más o menos grave, a corto, me diano cristianas. Y no es porque les falte fe en Dios ni
y largo plazo. por fallas en su vida espiritual, sino por la
pérdida de la esperanza de hallar una solución al
A medida que el abuso se repite y se prolonga
sufrimiento, aumentado tam bién por el
en el tiempo, se va produciendo un gradual
aislamiento y la soledad en que viven la
descenso de las defensas psíquicas y físicas. A
nivel físico, se ex perimenta toda clase de situación.Para muchas mujeres, sin embargo, los
disfuncionalidades: dolores de cabeza, efectos psicológicos del abuso son más de
cansancio, trastornos gástricos, estrés, trastornos bilitantes que los efectos físicos. Miedo, an
del sueño y de la alimentación, enferme dades siedad, fatiga, desórdenes de estrés pos-
recurrentes y variadas de mayor o menor gra traumático y desórdenes del sueño y la ali
vedad. Muchas veces la persona consulta en mentación constituyen reacciones comunes a
diferen tes servicios médicos por sus dolencias, largo plazo ante la violencia. Las mujeres
pero no cuenta que sufre violencia en el hogar. abusadas pueden tornarse dependientes y
Incluso, al ser interrogada específicamente al sugestionables y encontrar dificultades para
respecto por algún profesional de la salud que tomar decisiones por sí mismas. La relación con
presume la verdadera causa, la víctima suele el abusador agrava las consecuencias
negar lo que sucede en la in timidad. También psicológicas que las mujeres sufren por el
es posible que cambie de profe sional si siente abuso. Los vínculos legales, financieros y
que la violencia familiar está a punto de ser afectivos que las víctimas de la violencia
ROMPAMOS EL SILENCIO cuencia, las mujeres consideran que el abu so
68
psicológico y la humillación son más de
conyugal tienen a menudo con el abusador, vastadores que la agresión física. Un minu cioso
acentúan sus sentimientos de vulnerabili dad, estudio realizado en Irlanda con 127 mujeres
pérdida, engaño y desesperanza. Las mujeres golpeadas que preguntaba: «¿Cuál fue el peor
abusadas frecuentemente se aíslan y se recluyen aspecto de la golpiza?», recibió las cinco
tratando de esconder la evi dencia del abuso. No respuestas principales siguientes: la tortura
es sorprendente que dichos efectos hacen del mental (30), vivir con miedo y te rror (27), la
abuso de la esposa un contexto elemental para violencia física (27), la depre sión o la pérdida
muchos otros problemas de salud. En los de toda confianza (18), los efectos sobre los
Estados Unidos, las mujeres golpeadas tienen hijos (17); (Casey, 1988).9
una posibili dad de cuatro a cinco veces mayor
Como es lógico suponer, todo esto repercute en
de nece sitar tratamiento psiquiátrico que las
la vida total de la persona. Respecto de lo
muje res no golpeadas, y una posibilidad cinco
social, el ais lamiento, el temor y la
veces mayor de intentar suicidarse (Stark y
desconfianza son característi cos. La vida social,
Flitcraft, 1991) [...] La relación entre el mal
aun en la comunidad religiosa, se empobrece o
trato y la disfunción psicológica tiene im
se anula directamente.
portantes implicaciones con respecto a la
mortalidad femenina debido al riesgo au En cuanto a lo laboral, son bien conocidos los
mentado de suicidio. Luego de revisar la per juicios económicos, tal que hoy en día se
evidencia de los Estados Unidos, Stark y reconoce la violencia familiar como un
Flitcraft llegaron a la conclusión de que el abuso problema de salud públi ca, ya que sus efectos
puede ser el precipitante único más importante trascienden con creces el ámbi to puramente
identificado hasta ahora rela cionado con los privado. Si una persona tiene un traba jo, el
intentos de suicidio feme ninos (1991, p.141). ausentismo y la falta de productividad son los
Una cuarta parte de los intentos de suicidio de síntomas. Si una persona no trabaja, su miedo a
parte de mujeres es tadounidenses y la mitad de en frentar la realidad y la baja autoestima,
los intentos de parte de mujeres además del aislamiento a la que puede estar
afronorteamericanas están precedidos por abuso sometida, impiden que pueda acceder a la
(Stark, 1984).8 autonomía y al sentido de valor personal que le
daría un empleo. Incluso mu-
El daño moral tampoco es menor. La
decepción, el sentimiento de haber sido 9 Ibid., p. 21.
traicionado, la pérdida del sentido de dignidad y 70 ROMPAMOS EL SILENCIO
valor inherentes a todo ser
chas mujeres profesionales que padecen
violencia en el hogar nunca ejercen sus
8 Lori Heise, op. cit. pp. 25-26. profesiones. Todo esto, además, tiende a
La V iolencia en la P areja 69

incrementar la dependencia del agresor.Dejemos


humano, entre otras cosas, caracterizan la
hablar a las cifras. Los devastado res efectos de la
vivencia de la víctima.
violencia doméstica en las economías impactan
Aquellos que trabajan con víctimas de la cuando se empiezan a conocer los millones de
violencia doméstica informan que, con fre dólares consumi dos por los gastos que
demanda en salud, policía, justicia y merma de visibles que producen. Si una mujer aparece con
la productivi dad. Según un estudio del Banco claros indicios de haber sido golpeada
Mundial, uno de cada cinco días activos que físicamente, entonces nos inclinamos a eva luar
pierden las mujeres por problemas de salud se que el tema es grave y probablemente le preste
debe a manifestaciones de la violencia domésti mos más atención. Hasta podríamos considerar,
ca. En Canadá, un informe revela que este tipo des de los ámbitos religiosos, la posibilidad del
de violencia causa un gasto de unos $1600 divorcio o la separación. Lo mismo sucede al
millones de dólares anuales, inclu yendo la realizar denun cias. Pareciera que alguien tiene
atención médica de las víctimas y las pérdidas que «exhibir» mar cas suficientemente claras
de productividad. En Estados Unidos, diversos para el observador, para que se le crea que es
estudios determinaron pérdidas anuales de entre víctima de maltrato y se tenga compasión de
$10 000 millones y $67 000 millones de dólares ella, o se avale que se tomen medidas
por las mis mas razones. Para América Latina y
el Cari be casi no hay cifras disponibles, ya que 10 Christina MacCulloch, «El costo de la violencia,
re cién comienzan a realizarse estudios sobre el Una sangría para las economías de la región», en
impacto económico de la violencia do méstica
BIDAmérica, Revista del Banco Interamericano de
en la región. Los efectos en la pro pia mujer
víctima de la violencia son los más Desarrollo, Washington, D.C. (enero de 2001): versión
inmediatamente visibles, gastos en sa lud,
electrónica en http ://www.iadb.
ausentismo laboral, disminución de ingresos
para el grupo familiar. Pero ellos constituyen org/idbamerica/index.cfmT&thisid=198 2&articl
apenas la punta del «iceberg» frente a los costos epreview=0&
R ompamos el silencio
que el problema tiene pa ra la sociedad, como su 72
impacto global en
L a V iolencia en la Pareja 71
para terminar con la violencia. Sin embargo,
está ca balmente demostrado que las
los sistemas de salud, aparatos policiales y consecuencias de or den emocional son
régimen judicial. «Los costos indirectos pueden gravísimas y a largo plazo en todo tipo de
superar ampliamente a los costos directos», maltrato, y en especial en el de abuso sexual y
estima Mayra Buvinic, jefa de la División de psicológico, que no es fácilmente verificable a
Desarrollo Social del BID.10 me nos que el observador sea un experto en el
Entre los cristianos también se producen efectos tema o esté debidamente entrenado para «ver»
a nivel espiritual. Algunas de las consecuencias más allá de lo evidente.Centrarse exclusivamente
en el área espiritual de la mujer maltratada son:
Dudas sobre el carácter amoroso y en los actos tam bién puede ocultar la atmósfera
misericordioso de Dios, desconfianza de El, de terror que a veces impregna las relaciones
resentimiento, temor, distorsión de la imagen de violen tas. En una encuesta nacional de la
Dios, sentimiento de encontrarse abandonada violen cia contra la mujer realizada en el
por El, culpable, indigna de su amor y de la Canadá, por ejemplo, una tercera parte de las
comunión con los hermanos, etc. muje res que habían sido agredidas físicamente
Me parece útil subrayar, en este apartado sobre por su pareja declararon que habían temido por
los efectos de la violencia, qué se considera su vida en algún momento de la rela ción.
«grave» en violencia. Tendemos a pensar la Aunque los estudios internacionales se han
gravedad de los hechos según las marcas concentrado en la violencia física porque se
conceptualiza y se mide más fá cilmente, los cidente de cocina». Los funcionarios indios de
estudios cualitativos indican que para algunas salud pública sospechan que muchos asesinatos
mujeres el maltrato y la degradación de mujeres quedan ocultos por las estadísticas
psicológicos resultan aún más intolerables que oficiales como «quemaduras accidentales».12
la violencia física.11
12 Ibid.
Sin ánimo de ser sensacionalistas, tampoco hay R ompamos e l silencio
74
que pasar por alto el hecho de que diariamente
miles de mujeres son asesinadas por la violencia
de su pa reja. Estos no son hechos aislados, sino Más adelante mencionaremos algunas medidas
cotidianos y recurrentes, a los cuales tenemos que deben tomarse para evitar llegar a estos
que prestar mucha atención. Cerca de nosotros
puede que la vida de una mujer esté corriendo extre mos.Nadie queda a salvo cuando hay
riesgo.
maltrato en el hogar. También los hijos sufren
cuando hay violencia en la pareja. Por un lado,
11 Informe mundial sobre la violencia y la salud, op. la violencia conyugal tam bién suele ir
cit., p. 101. acompañada de maltrato hacia los niños y hacia
L a V iolencia en la P areja 73
los ancianos, es decir, hacia los más vulnera
bles en la familia. A veces, una mujer
Los datos de una gama amplia de países in maltratada por su esposo descarga su frustración
dican que la violencia en la pareja es la causa de y su impotencia sobre los hijos. Otras veces, el
un número significativo de muer tes por esposo puede castigar emocionalmente a la
asesinato entre las mujeres. Estudios efectuados mujer golpeando a sus hijos o a alguno de ellos.
en Australia, Canadá, los Esta dos Unidos, Por otro lado, aunque no haya mal trato físico
Israel y Sudáfrica revelan que en 40% a 70% de hacia los hijos por parte de los padres, el ser
los asesinatos de mujeres las víctimas fueron testigo de violencia es también una forma de
muertas por su esposo o novio, a menudo en el abu so emocional que tiene consecuencias de
contexto de una re lación de maltrato constante. efectos du raderos sobre ellos.
Esto contrasta notablemente con la situación de Es así que se producen efectos destructivos a
las vícti mas masculinas de asesinato. En los largo plazo en relación al modelo de pareja que
Esta dos Unidos, por ejemplo, sólo 4% de los los niños y adolescentes van incorporando en su
hombres asesinados entre 1976 y 1996 fue ron mente. Además de sufrir ellos mismos maltrato
muertos por su esposa, ex esposa o no via. [...] emocional al ser tes tigos de la violencia entre
Los factores culturales y la disponibilidad de sus padres, o hacia la ma dre más
armas definen los perfiles de asesinatos frecuentemente, es muy probable que ellos
cometidos por la pareja en diferentes paí ses. En «copien», involuntariamente, el modelo para sus
los Estados Unidos, el número de asesinatos de fu turas relaciones de pareja, ya sea que adopten
mujeres con armas de fuego es mayor que el luego el papel de víctima o de victimario. Así es
cometido con todos los otros tipos de armas como la violencia se perpetúa de generación en
combinados. En la In dia, el uso de armas de generación a través del aprendizaje cotidiano en
fuego es raro, pero las golpizas y la muerte por el hogar de ori gen.
fuego son co munes. Una treta habitual consiste
Mi papá era un inmigrante eslavo; era muy
en ro ciar a una mujer con queroseno, prenderle
joven cuando vino a la Argentina, solo y po bre.
fuego y luego afirmar que murió en un «ac
Se casó con mi mamá que era de Mi-
L a V iolencia en la Pareja ser como mi mamá, sumisa y castigada, me
volví agresiva e intolerante. Pero esto no fue
siones. El tenía muchos miedos y segura mente bueno para mi matrimonio y tampoco para mis
se evadía de ellos tomando grandes cantidades hijos. ¿Podré cambiar? ¿Estoy a tiempo
de alcohol; pasaron muchos años antes de que todavía? (Francisca, 48 años).
pudiera dejar la bebida. Se preocupaba por
nosotros, los hijos; no quería que nos pasara También los niños padecen consecuencias en lo
nada y por eso nos sobreprotegía. Nos inmediato, a causa del estrés al que están
encerraba para que no nos relacionáramos con expuestos: enfermedades crónicas que no tienen
otros porque tenía una gran desconfianza del una causa lógi ca, trastornos del sueño,
entorno, que en realidad no conocía bien. Él cualquier detención o per turbación en el
decía que los amigos no eran confiables, que desarrollo de las pautas evolutivas normales,
los amigos verdaderos sólo estaban en la casa, dificultades de aprendizaje, trastornos de
es decir, en el ámbito de la familia. Es así que conducta, agresividad hacia los compañeros y
nadie entraba a casa y nosotros tampoco her manos, maltrato hacia las mascotas,
íbamos a ningún lado. Nadie sabía lo que irritabilidad, retracción social, soledad, tristeza,
vivíamos allí dentro. A mí me trataba bien, pero depresión, ansie dad, desconfianza del medio,
yo le tenía terror. Tengo todavía nítido el desilusión con respecto a Dios, etc. A veces la
recuer do de esconderme muchas veces detrás violencia en el hogar puede ser detectada por los
de un mueble grande y viejo que había en el médicos que atienden a los niños o los docentes,
comedor de la casa. Nunca sabía cuándo seculares y religiosos que perciben
llegaría bien o cuándo llegaría mal a casa. Así «disfuncionalidades» en el desarrollo de un
que, cuando lo oía llegar, yo corría de trás del chico. Si el médico o el docente conoce la
mueble. Casi no respiraba para que no notara problemática de la violencia familiar, es más
mi presencia. Le pegaba mucho a tres de mis factible que detecte sus síntomas y que entonces
hermanos y a mi mamá también. No la dejaba pueda iniciar acciones úti les de ayuda a esta
relacionarse con su familia, la aisló de todos. familia de la cual el niño es el emergente.
Ella nunca lo contradecía ni reclamaba nada,
Un estudio sobre Nicaragua recién realiza do
quizás por miedo a desen cadenar con más
por el BID muestra que los hijos de fami
fuerza su furia. Yo trataba de cubrir a mi L a V iolencia en la P areja 77
hermana para que no le pe gara, porque eso me
hacía sufrir mucho. Y mi mamá no la defendía
lias con violencia intrafamiliar contra la mujer
porque si no le pe gaba a ella también. Mi
son tres veces más propensos a asis tir a
mamá era muy su misa. Se aguantaba todo y no
consultas médicas y también son hos pitalizados
le decía nada, supongo que para que no fuera
con mayor frecuencia. El 63 por ciento de estos
peor el cas-
niños repite años escolares y abandona la
76 R ompamos el silencio
escuela en promedio a los nueve años de edad,
frente a una escolari dad hasta los 12 años en los
tigo. La palabra que describe todo eso era hijos de muje res que no sufren castigos graves.
«terror», no miedo simplemente, sino terror. La vio lencia se convierte también en gran
Me doy cuenta que cuando me casé yo tam bién medida en una escuela que prolonga y perpetúa
impuse ese rigor en mi casa. No les pe gué a el mal: cuando los niños son víctimas o testi gos
mis hijos, pero todos actuaban por miedo a mis de abusos tienden a repetir esas con ductas.13
arranques de ira. Me doy cuen ta que para no
Muchos niños y adolescentes huyen del maltrato ejemplo, los expertos en violen cia hacia las
en la familia, y lo hacen de diferentes maneras. mujeres sostienen que sus peo res consecuencias
Al gunos pasan muchas horas en la casa de sus son las indirectas y no las directas. «Las
vecinos y amigos y les cuesta volver a su casa; consecuencias psicológi cas de la violencia
cualquier lu gar es mejor y más seguro que el hacia las mujeres suelen ser más devastadoras y
hogar. Otros deam bulan solos por las calles más duraderas que las físicas —subraya Elsa
durante el día (niños en la calle), o se instalan Gómez, jefa de la Unidad de Género y Salud en
definitivamente en ellas (niños de la calle), la Organiza ción Panamericana de la Salud
haciendo comunidad con otros chicos en (OPS)—. Es tá demostrado que la violencia es,
situaciones similares. Muchos de ellos en parte, la causa de las tasas elevadas de
finalmente también resultan abusados por otros depresión en mujeres, y es evidente que afecta
mayores que ellos o adultos que los explotan de su sa lud reproductiva. Los niños también sufren
diversas formas. Niños y adolescentes víctimas las consecuencias en el vientre de la madre o
de violencia familiar, que además carecen de durante la niñez. El efecto principal es
sostén social, entran más fá cilmente en los L a V iolencia en la P areja 79

circuitos de prostitución, droga y de lincuencia.


Se perpetúa así un círculo de violencia del cual sobre la salud mental». [...] La investigación
es difícil salir, de no mediar ayuda adecua da. también muestra que el vivir en una comu nidad
con altos niveles de pobreza, desem pleo y
tráfico de drogas es un factor de ries go, así
13 Christina MacCulloch, «El costo de la como el vivir en una sociedad con altos niveles
violencia», op. cit. de desigualdad de género y de ingresos, o en
78 R ompamos el silencio
una sociedad con normas so ciales que apoyan o
toleran la violencia.14
Hoy se reconoce que la violencia intrafamiliar
es un problema de salud pública, por sus Veamos el testimonio de una mujer que ha
efectos devas tadores sobre la salud de la vivido en una situación abusiva por varios años:
población y por cómo revierte nuevamente en la
Me Jlamo Graciela. Cuando me casé con
sociedad lo que pasa en el interior del hogar.
Hernán, hace veinte años, no imaginé lo que
Obviamente, la violencia en la sociedad también
tenía por delante. Ya al año de casarnos
impacta en la familia de distintas formas,
empecé a darme cuenta de la soledad en la que
produciendo una realimentación circular y
vivía e inicié mis reclamos a mi esposo. A los
repetitiva. La familia también está «golpeada»
tres años de casados, tuvimos a nues tro primer
por factores económicos y ambientales, como la
hijo y ya entonces tomaba pasti llas «para los
profun da desigualdad social que no permite un
nervios», ya que esto a mi es poso le parecía la
acceso equi tativo a los recursos disponibles, lo
solución a «mi» problema. Así fueron pasando
cual genera un estrés adicional a los conflictos
los años. Mis reclamos a mi esposo de que no
que toda familia debe resolver. Todo esto puede
nos cuidaba como fa milia nunca fueron
entenderse desde un mo delo ecológico de
escuchados. Nuestras relaciones íntimas fueron
causalidad, tal como veremos más adelante. Más desgastándose hasta desaparecer. Tuve que
escuchar de él los peores insultos que se le
allá de los efectos inmediatos y direc tos de la pueden decir a una mujer. A veces accedía a
violencia están sus consecuencias secundarias tener relacio nes íntimas sin desearlo para que
que son aun más difíciles de medir. Por él no se enojara.
14 Donna Eberwine, «Pandemia de violencia», en formas su dolor. Siempre tuve miedo de en
Perspectivas de Salud, revista de la Organización frentarme con la verdad. Hemos pasado por
Panamericana de la Salud, volumen 8, Número 3 diferentes tipos de consultorios para matri
(2003): versión electrónica en monios; el último fue un tratamiento psico
http://www.paho.org/spanish/DD/PIN/Numerol8_articl lógico hace 4 años. Pero él nunca tomó la
iniciativa de encontrar una solución a nues tro
el.htm (accedida el 20 de febrero de 2007). problema. Según Hernán, el fracaso ma
R ompamos e l silencio
trimonial es por mi culpa porque dice que cada
día yo estoy más loca. He trabajado y trabajo
Nació mi segundo hijo. Mi autoestima se iba muchas horas al día para mantener a mis hijos,
deteriorando y mi agotamiento psicofisico ya que no recibo dinero de su parte para
aumentaba más y más. Sólo la intervención de alimentarlos, educarlos, vestirlos o darles
Dios en mi mente hizo que no me suici dara. No atención médica. El dinero que él obtiene de su
encontraba salida. Tuve trastornos trabajo lo emplea en parte pa ra los impuestos
neurovegetativos múltiples por más de diez de la casa y el resto como mejor le plazca, sin
años. El neurólogo que me atendía le envió una atender a las priorida des de la familia.
carta a mi esposo sobre mi estado, pero nunca Inútilmente he tratado de hablar con él
quiso leerla. Con el correr de los años pasé por repetidas veces. El maltrato verbal y emocional
distintos consultorios médicos ma nifestando comenzó a hacerse cada vez más frecuente e
problemas de estómago, cardio lógicos, intenso. Aprendí a con vivir con la indiferencia,
lipotimias frecuentes, trastornos emocionales, la mentira, la in coherencia, el desamor, la
etc. Sin mencionar el dinero que tuve y tengo incomunicación, la agresividad. Todo esto me
que gastar en medicamen tos y consultas. El produjo culpa, pérdida de identidad, sensación
diagnóstico es siempre el mismo: de fracaso, dificultades para relacionarme con
consecuencias del problema nervio so. ¿Quién los de más, etc. Mi casa se convirtió en una
prisión con barreras invisibles imposibles de
puede entender el dolor que he vivi do durante cruzar. Una vez me dijo que él nunca me iba a
todos estos años? Nadie fuera de casa libe rar: «Vos, casada, viuda o muerta;
sospecharía el abandono que estamos sufriendo separada jamás». La manipulación ha sido y es
como familia por parte de mi es poso. Lo peor algo que Hernán utiliza para manejar la situa
que le pasa a una mujer en es ta situación de ción. El año pasado, para el cumpleaños de mi
abuso emocional y psicológi co es que nadie le hijo mayor, dijo que si hacíamos alguna
cree, ni siquiera los fami liares. Hernán se reunión para festejar él iba a romper la pa
cuida mucho de no dejar traslucir delante de rrilla a martillazos. Tuvimos miedo y no
otros las conductas que adopta en casa cuando R ompamos el silencio

estamos a solas. Se muestra amable y pondera


las cualidades de su familia, cosa que nunca hicimos nada. Algunas veces me amenazó con
hace dentro del hogar. Me preocupa que que si hacía algo (como denunciar lo que
también mis hijos estén siendo afectados por pasaba), que me cuidara, que no me iba a salir
esta situación. Mi hijo mayor, adolescente de bien porque me iba a matar. Nunca me agredió
17 años, repite algu nas conductas físicamente. Dijo una vez con ironía que eso era
desconsideradas de su padre, y el menor de 11 lo que yo quería que él hiciera para tener
años expresa de distintas pruebas, pero que no lo iba a hacer. Pero las
L a V iolencia en la P areja palabras y los gestos dejan huellas internas
mucho más profun das que los golpes. Las
autoridades no lo consideran un delito. Así me Un modelo para comprender el
dijeron en la comisaría cuando fui a hacer dos
maltrato en la familia
exposicio nes civiles. El dolor emocional no se
ve, no se puede probar. Y me pregunto: ¿Debo
se guir viviendo o durando así? ¿Hay alguna Como fue mencionado en la introducción, el
mo delo ecológico es el más aceptado
salida para mí? S No quiero llorar más. Se me actualmente para dar cuenta de las múltiples
acaban las fuerzas para contener a mis hijos, variables que intervienen en el fenómeno de la
para se guir luchando, trabajando. Mis hijos violencia. El individuo no se desarrolla aislado
me han reclamado en distintas oportunidades de su entorno, sino que a lo largo de su vida
que por qué no hago algo, que por qué el padre participa simultáneamente de diferentes
hace lo que quiere. Cada vez mi deterioro fí contextos. Para comprender mejor el maltrato
sico y emocional es más evidente. En estos en la
momentos estoy bajo tratamiento psicológi- co Causas de la violencia conyugal
84
y psiquiátrico, debido a la depresión y a la
ansiedad. Tengo miedo de perder mi tra bajo si familia, el modelo ecológico de Urie
sigo enfermando. Hay muchas cir cunstancias Bonfenbrenner propone considerar factores
que no están escritas aquí, pero que han sociales, comunitarios, relaciónales e
marcado en mí una vida de dolor y alienación. individuales simultáneamente. A su vez, y
Tengo 45 años y siento que he perdido 20 años de retomando este modelo, el Lic. Jorge Corsi de
mi vida. Mi anhelo es poder vivir en paz, sin nomina estos mismos contextos: el
sobresaltos, junto a mis hijos el tiempo que me reste macrosistema, el exosistema, el microsistema y
de vida. el nivel individual.1 El análisis de cada uno de
Capítulo 2 estos contextos nos puede ayudar a comprender
un poco mejor los mecanismos que hacen
posible la emergencia de la violencia en la
familia.
C ausas d e la En eVfñacTosistemxi^en el nivel social, entre
otras enconrrai&es'ixfé^creencias que una
determinada so ciedad sostiene sobre la familia:
violencia conyugal
cómo se conforma, cómo y quién imparte
autoridad, y también una de terminada forma de
ser hombre o mujer. Los sociólo gos y
antropólogos han definido a-nste entorno más
amplio como «sociedad patriarcaLOSe define
como una organización familmr_JiifiíteitÍOT.te
La violencia familiar, de la cual la violencia vertical, con un «jefe» encarnado~casi siempre
hacia la mujer en la pareja es uno de los tipos, por el padre o por otro hombre adulto de la casa
es un fenó meno complejo y, como tal, obedece que detenta el poder, al cual se someten las
a causas combi nadas e intrincadas. De su mujeres y los niños, concebi dos como
complejidad se deriva el hecho de que no haya inferiores. La rigidez y el mal uso del po der en
soluciones fáciles ni simplis tas. Pero veamos la familia, donde se promueven las fuertes
primero las causas. asimetrías jerárquicas, propician la aparición de
for mas violentas de relación. También la
concepción que una determinada cultura tiene desarrollo pleno de su humanidad. Promueven
sobre cómo es un hombre, o cómo es una mujer, la competencia, el some timiento, el abuso.
influye en la manera en que los miembros de la Apbos pierden.
familia pensarán, sentirán y actuarán, y cómo se En e y óxosisten i a o el nivel comunitario,
relacionarán entre ellos. Por ejemplo, en vastos tenemos las instituciones o grupos a los que
sectores de nuestra sociedad, to davía el pertenecen los
estereotipo de la masculinidad está asociado 86
C ausas de la violencia conyugal

1 Jorge Corsi, op. cit., pp. 49-61. individuos. Por ejemplo, la escuela, el trabajo,
V iolencia en la familia 85
la iglesia, el club, el barrio, etc. Los medios
masivos de comunicación también forman parte
con la fuerza física. Es así que los varones, de este exosis- tema. La sociedad en su forma
desde pe queños, son estimulados a dirimir sus más general, se expre sa en forma más visible
conflictos a través de la fuerza. No está mal en estos espacios o contextos intermedios que
visto que así suceda, al revés que con las nenas, hacen a la vida cotidiana de las per sonas. Cómo
de quien se espera un comportamiento suave y se maneje el poder y cómo se resuelvan los
sumiso. Al mismo tiempo, se inhibe en los conflictos en cada una de esas instancias de al
varones el desarrollo de las emocio nes. No se gún modo impacta sobre el individuo,
alienta la expresión de las mismas; por el modelando también su comportamiento
contrario, se las reprime. «Los varones no individual. Al respecto, en la obra citada, dice
lloran», «no seas maricón», «pareces una niña», Corsi:
son frases que todavía escuchamos respecto de
los varoncitos que expresan sus emociones. Esto [T]enemos que considerar la denominada
deja a los varones, niños y hombres, sin la «legitimación institucional de la violencia».
posibilidad de identificar, expresar y canalizar Esto sucede cuando las instituciones repro
de modo adecuado sus senti mientos, ducen en su funcionamiento el modelo de poder
promoviendo entonces un lenguaje de ac ción, vertical y autoritario; de alguna u otra manera,
generalmente cargado de violencia. Aunque terminan usando métodos vio lentos para
parte de este panorama está comenzando a resolver conflictos instituciona les, lo cual se
cambiar al incluirse, tanto para los niños como transforma en un espacio simbólico propicio
para las niñas, la educación para los para el aprendizaje y/o legitimación de las
sentimientos en el currículo escolar, aún es conductas violentas en el nivel individual.2
frecuente ver a hombres con grandes En el capítulo 5 de esta obra analizaremos más
dificultades para expresar la tristeza o la pena, es pecíficamente de qué manera la iglesia de
por ejemplo. En su lugar, suelen aparecer el Jesucristo, como parte de este nivel
enojo y la ira. Por su parte, las niñas son comunitario, puede aportar positiva o
concebidas desde el imaginario popular como negativamente al tema que nos ocupa.
débiles y aun tontas. Hasta hoy se sigue
A partir de la generación de un espacio para la
cuestionando si las mujeres son tan in teligentes
re flexión sobre la violencia en la familia en un
como los hombres, y se aventuran toda clase de
colegio secundario público de una ciudad del
argumentos para probarlo. Estas concepcio nes,
interior de nuestro país, un grupo de
lejos de ayudar a la convivencia armónica y
adolescentes se mostró preocupado por las
complementaria entre hombres y mujeres, los
conductas claramente autorita
ubican en estereotipos que no facilitan el
2 Ibid., pp. 56. los recursos mínimos necesarios para dar
V iolencia en la familia 87
respuestas efectivas a los que padecen violencia
en el hogar: No se destinan recursos para
rias de algunos docentes —que iban desde el capacitar a profesionales y entrenar a otros
maltra to verbal hasta el físico— y de otras agentes de salud, no hay legislación adecuada o
autoridades co munales (la policía no se propone el modo viable de ponerla en
concretamente). En la misma ciudad, escuché el marcha, y abunda la indiferencia de quienes
relato de una mujer sobre su pa decimiento pueden y deben hacer algo al respecto, dejando
como mujer golpeada, y su dolor al com probar impunes a los agreso res y sin esperanza a las
que las autoridades religiosas encubrieron al víctimas.
agresor con argumentos carentes de De este modo y desde diferentes lugares de la
comprensión y de gracia hacia ella. Esta es una co- munidadr^g^tó^ffi^^do: SÍ A LA
forma más de «doble victimización», a la que VIOLENCIA.
nos referiremos luego. Los ejemplos citados son
En eHnícrosisteinaJ)nivel individual abarca al
sólo dos de las múltiples mane ras que hay de
in- dividuD-^w^ntSrfwmás próximo, la familia.
legitimar socialmente alguna forma de
Cada persona tiene una historia propia,
violencia. Si los docentes lo hacen... si los
entrelazada con su familia de origen. Es muy
religiosos lo avalan... si los medios de
frecuente encontrar en las personas que
comunicación lo pro mueven... si la
protagonizan violencia conyugal, como víctimas
organización comunal lo permite... si la iglesia
o victimarios, historias de maltrato en su hogar
hace silencio... entonces el maltrato queda
de origen. No es inexorable repetir la violencia
enraizado y legitimado en los comportamientos
del hogar de origen, pero la violencia es una
so ciales e individuales. Se naturaliza así,
conduc ta aprendida a través de un modelo
nuevamente, la violencia como forma aceptable
repetido a través del tiempo. Y no sólo repetido
de relación entre los seres humanos.
sino legitimado. Se termina viendo como
El contexto económico y laboral no puede dejar «normal» algo que no debe ser normal, y por
de ser tenido en cuenta a la hora de analizar la eso también es difícil que los que vi ven este
influencia de los factores exosis- témicos. Las modelo puedan reconocerlo como abusivo y
investigaciones en el área de la violencia dañino. Es el fenómeno de la «naturalización de
familiar han demostrado que exis ten factores de la violencia», como ya hemos mencionado
riesgo fuertemente asociados con el problema, anteriormen te. Se asume que la violencia es
tales como el estrés eco nómico y el desempleo una forma más, y
[...] Pero es necesa rio subrayar que ninguno de
estos factores es, por sí mismo, causa de la
violencia in- trafamiliar. Del mismo modo que 3 Ibid.
V iolencia en la familia 89
el alcoho lismo, son componentes que aumentan
el
Causas d e la violencia conyugal generalmente la más usada, para resolver
88
conflictos entre los seres humanos.

riesgo cuando se combinan con otros de El niño también internaliza un cierto modo de
terminantes macro y microsistémicos.3 ser varón —y la niña de ser mujer— viendo a
los hom bres y mujeres de su casa. Aunque la
A esto se suma, además, que en muchas mayoría de las mujeres terminan siendo sumisas
comuni dades de nuestro país no se cuenta con y pasivas frente a la violencia masculina,
algunas de ellas se identifi can con el agresor de terreno propicio para el abuso por parte de
tal modo que son ellas las que luego ejercen el otros.
papel del violento, sea con su pareja, sea con los También es importante entender por qué el
hijos en el ámbito familiar. Del mismo modo, a hom bre suele ser el agresor en la relación de
veces el varón queda inhibido frente a un padre pareja. Por un lado, lo es por la apropiación del
abusador, y no ejerce la violencia sino que modelo mascu lino violento que pudo haber
queda condicionado para recibirla, muchas adquirido en su hogar de origen. Refuerza esto
veces en el ámbito escolar o laboral. Como sea, el estereotipo de varón, típi-( co de una cultura
se desarrolla para ambos sexos una tolerancia al machista. Este hombre suele tened dificultades
maltrato en cual quiera de sus formas. para reconocer sus necesidades emocio( nales
Queremos repetir aquí lo que será ampliado en (de dependencia, de cariño, de seguridad, de
el capítulo sobre prevención de la violencia en compañía, etc.); suele mostrarse «fuerte»,
el no viazgo.4 Muchas mujeres también son «duro», apariencia que muchas veces esconde a
proclives a tolerar algunas formas de maltrato un niño asustado y necesitado de cariño. Debido
de parte de sus parejas porque han sido a su misma inseguridad, suele tener actitudes
«programadas», en su hogar de origen, para posesivas y de ce los extremos hacia su pareja;
cuidar y «salvar» a otros, sin medir por eso no tolera que ella se relacione con otros,
consecuencias o sin el debido equilibrio desarrolle con normalidad sus actividades y
respecto de sus propias necesidades. A veces tenga sus propios intereses. En rea lidad, tiene
ciertas pautas reli giosas malinterpretadas miedo de perderla o de que ella prefiera a otros.
refuerzan esta actitud («po ner la otra mejilla», Entonces imagina toda clase de «películas», y
«llevar las cargas de los otros», «el servicio», siente que es ella quien lo provoca y que él
«el renunciamiento», etc.). Si bien este modelo puede resultar finalmente traicionado y
puede ser también encamado por los hom bres, abandonado. Tam bién cree que ser varón es
culturalmente suelen ser las mujeres las que lo dominar y someter, espe cialmente en relación a
asumen con mucha mayor frecuencia, la mujer. Puede ser que hacia
propiciado además por las relaciones jerárquicas V iolencia en la familia 91
entre varones y
fuera muestre una actitud segura, seductora,
4 Ver capítulo 4 de esta obra. servi cial, y a veces hasta sumisa, pero que
90 Causas de la violencia conyugal
dentro de las paredes de su hogar sea agresivo,
intemperante y hasta cruel. Es el conocido
mujeres y el abuso de poder que se genera a fenómeno de «doble fa chada». Por eso no es
partir de las mismas. Es muy común encontrar fácil descubrirlo. El entorno social tanto como
chicas dispues tas a «rescatar» a sus amigos, los profesionales de la salud pue den resultar
novios o maridos, de sus conductas erróneas y engañados y no darse cuenta de la reali dad
aun abusivas. Les despierta compasión su vivida puertas adentro.
trasfondo penoso, los sufrimientos que han Estos hombres también sufren, pero no pueden
padecido en su pasado, y piensan que el amor y pedir ayuda. Hacerlo significaría para ellos ser
el cuidado que ellas brinden harán que él me nos hombres o débiles. En nuestra sociedad,
cambie. Es así que desconocen sus propias suele esperarse de los hombres que sean activos,
necesidades emocio nales y su propio derecho a resoluti vos, y no sentimentales o emotivos. Por
ser bien tratadas, y «se sacrifican» en pos de eso muchos de ellos no conocen su interioridad
ayudar al otro. Se constituyen, sin saberlo, en un y no saben qué hacer para aliviar sus tensiones.
Cuando finalmente las alivian lo hacen a través gusta de todo eso, lo ama, es cómoda, no quiere
de la violencia, que apa rece como método trabajar, etc. Todas estas respues tas, lejos de
rápido y efectivo para la descarga emocional. Su ayudar en algo a la víctima, la someten y la
repertorio de recursos para solucionar conflictos rebajan más aún. Estas respuestas son injustas y
es limitado. A veces son parcos para ex revelan la ignorancia que hay sobre el tema. La
presarse; otras usan muchas palabras, pero estas reali dad es mucho más compleja.
ca recen de profundidad porque se encuentran Enumeramos a continuación algunas cuestiones
desco nectadas de los sentimientos. Parecen no que pueden aclarar este punto, para muchos,
necesitar de nada ni de nadie, cuando en oscuro.
realidad son menes terosos en muchos aspectos.
También son víctimas, en otro sentido, y 1. Naturalización de la violencia. Si la víctima
necesitan ayuda. En realidad, de berían suscitar de violencia conyugal ha sido víctima de
compasión, lo cual no está reñido con la sanción violencia fami liar en su hogar de origen, es
de sus conductas violentas. probable que haya «na turalizado» la violencia,
es decir, que crea que es una pauta normal de
El hecho de aproximarnos a la comprensión de
comportamiento masculino. Este tipo de
la violencia masculina no elude de ningún modo
mujeres soporta con mucha pasividad los ma
la res ponsabilidad de la persona violenta sobre VlOLENCIA EN LA FAMILIA 93
sus accio nes. Nada justifica el maltrato entre
los seres huma nos. Es facultad de las personas
los tratos, y casi los asume como un destino de
autodeterminarse; suya es la capacidad de elegir
ser mujer.
cómo actuar. Sólo a
Causas de la violencia conyugal 2. Miedo a las amenazas. En la mayoría de los
92
ca sos la mujer también está asustada y
amenazada. Re cordemos que la violencia
partir de reconocer y responsabilizarse de su
siempre se acompaña de argumentos
conduc ta un ser humano está en condiciones de
intimidatorios, los cuales son parte del maltrato
producir un cambio verdadero. A menos que
emocional. «Si me dejás, me mato o te ma to»,
partamos de esta base, será imposible cualquier
«me voy a volver loco», «no vas a poder sola»,
intento genuino de cambio.
«te voy a sacar a los chicos», «nadie te va a
De todos modos, los cambios no son sólo creer», «no vas a conseguir trabajo», etc., son
indivi duales sino comunitarios, ya que todos los más comunes. Cuando estas amenazas se
somos res ponsables en alguna medida de complementan con la au sencia de un entorno
cuestionar el discur so social que nos atraviesa y familiar y social que contenga, que comprenda y
que permea nuestros pensamientos, actitudes y ayude efectivamente, entonces la mujer no se
conductas. anima a tomar la decisión que va poster gando
día a día.
3. Culpa. Parte de la manipulación a la que es
Por qué se queda una mujer en so metida incluye argumentos que inducen
una relación violenta culpa: «una buena mujer no abandona al
marido», «Dios no quie re que nos separemos»,
Esta es una pregunta que muchos se formulan al «la iglesia no va a apoyarte», «vos también
no comprender la compleja trama de la tenés la culpa de lo que sucede», «vos no fuiste
violencia en la familia. Las respuestas más una buena mujer», «si perseveras, él puede
comunes que se dan a sí mismos son: algo le cambiar», etc. Estos argumentos también se
refuerzan con las comparaciones con otras a trabajar para obtener su propio sostén y el de
mujeres, supuesta mente más dóciles, más los hijos. Además, estas mujeres tienen baja
afectivas o más espirituales. Ven que otras autoestima, no confían en sí mismas, no se
mujeres han sido «exitosas» en su vida familiar, sienten capaces de enfrentar solas la vida, y
y se atribuyen el fracaso a sí mismas. Para terminan prefi riendo la violencia dentro del
colmo, mucha de la ayuda bien o mal hogar antes que el des amparo fuera de él. Otras
intencionada de familiares, amigos y hasta veces, los esposos manipu
religiosos, refuerza este sentimiento. Es V iolencia en la familia 95

frecuente escuchar la sentencia «Al go habrá


hecho para que él reaccione así», incluso por ladores les hacen creer que no tienen derecho a
parte de las personas más allegadas o supuesta per cibir ningún resarcimiento económico o
mente más comprometidas con la víctima. patrimonial en caso de divorciarse. En otros
94
Causas de la violencia conyugal casos, el maltrato físico, emocional y sexual se
acompaña de abuso fi nanciero, por lo que las
4. Vergüenza y humillación. Es un sentimiento mujeres realmente quedan despojadas de sus
ca si universal en las mujeres maltratadas. No bienes, incluso de los obtenidos por herencia de
quieren exhibir ante otros lo que sienten como su familia de origen. Contribuye a todo esto el
un fracaso propio. No evalúan correctamente desconocimiento de sus derechos, el ais
que la vergüenza es para el agresor y no para la lamiento al que están sometidas, y el miedo a no
víctima de violencia. Piensan que ellas mismas ser capaces de sostenerse solas. Incluso las
tienen la culpa de lo que les sucede y no quieren mujeres pro fesionales están paralizadas por este
exponerse ante los demás. Tapan sus marcas temor. A pesar de tener una herramienta en sus
físicas y ocultan sus verdaderos sentimientos manos, se sienten tan poca cosa que no pueden
heridos. Se sienten humilladas y avasa lladas. ejercer su profesión u oficio para conseguir su
Creen que el mismo tratamiento que les da su propio sustento. Este cuadro se complementa y
pareja será el que reciban del entorno (familia, refuerza con inadecuadas leyes sociales que no
igle sia, profesionales). Si la familia o los protegen a las mujeres en estas con diciones, o
amigos advirtie ron en el noviazgo que no veían lo hacen parcialmente, y también con una
adecuada esa pareja y le aconsejaron la ruptura sociedad indiferente y egoísta.
de esa relación, con ma yor razón ellas 6. Responsabilidad con los hijos. La mayoría de
intentarán ocultar lo que les sucede, cubrirán al las mujeres que padecen violencia por parte de
agresor intentando minimizar lo que co mience sus pare jas no se separan por los hijos. No
a ser evidente para otros. Recordemos que estas quieren ser las causantes de dejar sin padre a los
mujeres sienten que han perdido la dignidad y niños —sin ver que, en realidad, es el mismo
sus derechos —o nunca sintieron que los hombre el que los deja sin padre—. Incluso los
teman , y por lo tanto también piensan que no hijos varones, adolescentes o jóvenes, tienden a
merecen moles tar a otros para pedir su ayuda. repetir la violencia que ven en el papá,
5. Razones económicas. Muchas mujeres temen maltratando a su madre física o emocional
que si se separan del violento quedarán mente. Las mujeres que padecen violencia
desampara das ellas y sus hijos, máxime si este temen que en el futuro los hijos les reprochen el
es el proveedor. La realidad es que un buen haberse sepa rado. Dudan que puedan
número de mujeres mal tratadas tienen muchos sostenerlos económicamen te. Minimizan los
hijos (lo que a veces es una forma más de efectos perniciosos de la violencia conyugal
sometimiento), por lo que les resulta difícil salir sobre los hijos. Es más, muchas mujeres
soportan toda clase de castigos sobre sí mismas vez sucede, y prefiere quedarse con la imagen
con tal de que no haya violencia física sobre los de este marido amable y cariñoso que percibe
hijos, ahora. Obvia mente, esto dura un tiempo, hasta
Causas d e la violencia conyugal que la nueva carga de tensiones produce, en un
96
lapso variable, un nuevo episodio violento, con
ignorando que, de todos modos, los hijos la consecuente desilusión y desesperanza.
testigos de violencia entre sus padres son 8. Indefensión aprendida. Este concepto,
fuertemente afectados. A veces el límite hasta el introdu cido por el psicólogo norteamericano
cual una mujer está dis puesta a tolerar la Martin Selig- man en la década de los sesenta, y
violencia es justamente el castigo sobre los retomado luego por Leonore Walker en sus
hijos. Cuando esto ocurre la víctima de vio estudios sobre la mujer golpeada, es
lencia se encuentra más dispuesta a poner un fundamental para comprender la «pasi vidad»
punto final al maltrato. A veces sucede que, de la víctima que lleva a que el observador se
después de muchos años de abuso, es alguno de pregunte: «¿Por qué lo tolera?», «¿cómo es que
los hijos (gene ralmente el hijo o la hija mayor) no hace nada por terminar con la situación de
el que asume la res ponsabilidad de la maltra to?», etc. Seligman y sus colaboradores
separación: «Harta de que maltra tara a mi estudiaron la conducta de perros que, expuestos
mamá toda la vida, fui yo la que le dije a mi repetidamente a estímulos de carácter
papá que se tenía que ir de la casa, si no quería desagradable, impredecible y azaroso,
que le hiciera una denuncia» (Fernanda, a los finalmente perdían la capacidad normal de
17 años). Aunque en apariencia puede resultar reaccionar frente a los mismos, huyendo o
efectivo, asu mir esta posición, que no le prote giéndose como hubiese sido esperable de
corresponde, tiene con secuencias negativas ellos; caían en una especie de letargo, incapaces
para el hijo que lo hace: culpa, hostilidad del de defenderse o hacer algo para alejarse del
padre, entrampamiento en la relación de pareja, sufrimiento. También sucedía que esos mismos
perros, si se les posibilitaba la libertad, no
etc. 7. Efecto de la «luna de miel». Comprender el
hacían uso de ella, sino que quedaban
ciclo de la violencia que mencionamos antes es paralizados y carentes de reacción. La
importan te en este punto. Como la violencia no comprensión de la mecánica de esta conducta
suele produ cirse todo el tiempo ni de forma adquirida por con dicionamiento —llamada
ininterrumpida, sino que se da cíclicamente, también desamparo apren dido— permitió
durante la fase de luna de miel que sigue a la luego comprender cómo un ser humano (o
descarga violenta la mujer renue va su también un grupo o pueblo entero) puede
esperanza: piensa que esta vez sí el arrepenti terminar acostumbrándose a recibir repetidas
miento es genuino, que esta vez sí se producirá expre siones de violencia, perdiendo la natural
el cambio anhelado, que esta vez sí ella capacidad de justa indignación y protesta, y
encontrará el modo de no «provocar» al marido, generando someti miento pasivo, sentimientos
y que él entonces responderá pacíficamente de impotencia y silen-
98 Causas de la violencia conyugal
como en este momento. Hasta es capaz, en este
punto, de retirar la denuncia si es que la hizo, o
cío. Aceptarque no se puede evitar la violencia
de negar lo que le pudo haber confesado al
es otra forma de «naturalizar» la misma.
profesional, a la amiga o al pastor. La mujer
parece actúa como si «olvidara» lo que vez tras Al aplicar el concepto de desamparo aprendido
V iolencia en la familia 97 al caso de la violencia conyugal también
debemos tener en cuenta que ésta se produce de violencia recibida por la víctima, etc. A veces se
manera imprevisi ble, ineludible e incontrolable. debe a la ig norancia de quien recibe el relato,
Estas características, a las que se añaden la otras a la violencia propia no resuelta en él
reiteración en el tiempo de los malos tratos, la mismo. De cualquier forma, la doble
impotencia frente a los mismos, las fuerzas victimización es muy grave y tiene conse
físicas y emocionales reducidas, la des valori cuencias nefastas: puede reforzar la indefensión
zación constante a la que ha sido sometida la de la víctima y su profunda desilusión respecto
vícti ma, la cantidad de nuevos empeños de algún tipo de ayuda a la que pueda recurrir y
intentados y su cesivamente frustrados, y la aumenta la desesperanza y la desesperación.
percepción de un entor no comunitario y social Esto se complementa con el fenómeno llamado
que no la acompaña dan por resultado el sentir «doble fachada». Se trata de una característica
que ya nada tiene sentido: nada puede hacerse, muy común en los abusadores de cualquier tipo,
nada puede cambiar, nada queda por esperar. y consis te en tener una doble imagen: una
Esta mujer maltratada acaba paralizada por que pública y otra pri vada. En público pueden
está convencida de que nada de lo que haga —o mostrarse como personas seguras de sí mismas,
no— podrá cambiar la situación; aprendió a no controladas, respetuosas, espi rituales, éticas,
de fenderse de la violencia del esposo, a sentirse amables, equilibradas, hasta seducto ras y
des amparada sin esperanza de cambio alguno. carismáticas, o incluso sumisas. Pero en priva
Es más, hasta pierde algo vital: la noción de que do muestran su verdadera cara: son violentos,
tiene el de recho humano básico a ser tratada agresi vos, sarcásticos, arbitrarios, se
con dignidad y respeto. Las únicas salidas que descontrolan, manipu lan, ignoran, aíslan a la
visualiza radican en seguir soportando, en que víctima, y la someten a toda clase de torturas
ella misma enferme o muera, o en que él se físicas y emocionales. Esto tiene diferentes
canse y la abandone. consecuencias. Por un lado, incrementa el
9. Doble victimización y efecto doble fachada. desamparo de la víctima que supone, y
Para complicar más la situación, algunas lamentable mente con razón, que no le van a
mujeres que en alguna oportunidad se atrevieron creer. Por el otro, y debido al maltrato al que es
a contarle a alguien su padecer, encontraron sometida, la víctima ge neralmente puede estar
condena en vez de com prensión, sanción en vez asustada y ansiosa, mostrarse
de liberación, carga en vez de ayuda. Cuando Causas de la violencia conyugal
100
esto sucede, la víctima recibe un nuevo
maltrato, esta vez más doloroso y difícil de incoherente e insegura, tener una mala
asimilar. Los que supuestamente están para apariencia, etc. Al respecto dice Corsi:
ayudar y
V iolencia en la familia 99 Dado que, por definición, el victimario es quien
ocasiona el daño, está en una posi ción de
por eso tienen más responsabilidad mayor fortaleza física y/o psíquica que las
(profesionales, clérigos, docentes, personas víctimas. Esa posición de mayor for taleza y
encargadas de la ley, etc.) ahora son los que equilibrio es la que perciben los observadores
maltratan. Entre otras actitu des, lo hacen al externos. [...] las víctimas de abuso
dudar del relato, al poner más carga sobre la intrafamiliar, a raíz de los efectos psicológicos
víctima, al «espiritualizar» la cuestión ale gando de la victimización, son perci bidas como
por ejemplo que Jesús también padeció por contradictorias, emocionalmen te
nosotros, al minimizar y hasta justificar la desequilibradas y, por lo tanto, se tiende a
desconfiar de la veracidad de su testimo nio. En matrimo nial ya ha sido roto por el esposo
cambio, el perpetrador se muestra como más abusador, y al no sentirse autorizadas a romper
confiable, en función de su fa chada de el vínculo conyugal, muchas de ellas terminan
seguridad, racionalidad y aplomo. Por otra por resentirse con Dios y con la iglesia, por lo
parte, las versiones de ambos siem pre son que finalmente se descubren solas y lejos de la
virtualmente opuestas, ya que el victimario está fe. Otras en cambio viven existen cias tristes,
en condiciones de utilizar argumentos que apagadas, y los que terminan culpando a Dios o
minimizan las consecuen cias de su conducta, a la iglesia son sus hijos ya que creen que sus
atribuye la responsabi lidad de los hechos a madres son obligadas —por Dios o por la
supuestas provoca ciones de la víctima, define iglesia— a permanecer junto al golpeador. Es
como exagera ciones los cargos en su contra, y realmente muy
proporcio na explicaciones racionales de los
hechos. La víctima, que ha pasado por
5 Jorge Corsi, «¿Por qué es más fácil creerle al
situaciones extremas y a veces muy prolongadas
victimario que a la víctima?», versión electrónica
de miedo, indefensión, angustia, depresión, etc.,
se encuentra en inferioridad de condi ciones y el disponible en http://www.corsi.com.ar/VICTIMARIO
resultado suele ser que, a partir de esta
_VICTIMA.pdf, pp. 2-3.
diferencia de imagen, se confíe me nos en su C ausas d e la violencia conyugal
102
testimonio. Cuando esto ocurre, están dadas las
condi ciones para que se produzca el fenómeno
V iolencia en la familia 101 penoso que el evangelio, que vino a traer luz y
libe ración, sea mal interpretado y conduzca a
de la doble victimización: cuando la perso na mayor cas tigo y dolor.
que ya viene dañada vuelve a ser victi- mizada Creemos que estos argumentos son suficientes
mediante la incomprensión o la in credulidad de pa ra clarificar por qué una mujer se queda con
las personas o instituciones a las que acude para un hombre que la golpea. Se trata de obstáculos
ser ayudada.5 que hay que ir salvando para que la liberación
10. Ideas religiosas. Nuestra enumeración re finalmente se produzca.A pesar de los obstáculos,
quiere un ítem especial para las mujeres
cristianas. Estas mujeres enfrentan una muchas mujeres maltratadas acaban por dejar al
dificultad adicional para salir del maltrato compañero violento, a veces al cabo de muchos
conyugal. Por un lado, temen que al afrontar años, una vez que han crecido los hijos. [...] La
cualquier acción (denuncia ante la justi cia, duración media de tales relaciones fue de seis
contar la verdad al pastor o a un líder de la igle años, aunque las mas jóvenes tendieron a
sia, separarse o divorciarse, aun defenderse) liberarse antes. Algunos estudios indican que
estén desobedeciendo a Dios: Interpretan que, hay un conjunto uniforme de factores que llevan
dado que él es la «cabeza» del hogar y que a las mujeres a separarse en forma permanente
soportar maltrato es agradable a Dios, deben de la pareja que las mal trata. Por lo general,
someterse al esposo cual quiera sea el trato que esto ocurre cuando la violencia llega a ser lo
reciban. Esto se ve reforzado por los mensajes a bastante grave como para que exista el
cargo de ciertos líderes y pastores que escuchan convencimiento de que el compañero no va a
en el ámbito de la iglesia. Por el otro, incluso cambiar, o cuando la si tuación comienza a
cuando sus vidas corren peligro físico o emo afectar notablemente a los hijos. Las mujeres
cional, estas mujeres no ven que el pacto también han mencio nado que el apoyo
emocional y logístico de la familia o los amigos seguridad de la mujer. La violencia a veces
desempeña una fun ción crucial en su decisión puede se guir, e incluso aumentar mucho,
después de que la mujer deja a su pareja. De
de dar por ter minada la relación. Según las
hecho, en Australia, Canadá y Estados Unidos,
investigaciones, dejar una rela ción de maltrato es una proporción significativa de los asesinatos de
un proceso, no un acto aislado. La mayoría de mujeres se cometen cuando la mujer es tá
las mujeres se sepa ran y regresan varias veces, tratando de dejar al hombre que la mal trata.6
antes de tomar la decisión de concluir Cortar con la violencia en la pareja no
definitivamente la necesaria mente se soluciona con el divorcio,
103
V iolencia en la familia pero tampoco es fácil restaurar el matrimonio ya
que requiere de la decisión de la víctima tanto
relación. El proceso incluye períodos de como de la del maltrata- dor. Ambos deben
negación, culpa y sufrimiento antes de que recibir ayuda por parte de perso nas capacitadas
terminen por reconocer la situación de mal trato en el tema, y los cambios deben ser
y se identifiquen con otras mujeres en supervisados durante bastante tiempo. Como
situaciones similares. A estas alturas, so cristia nos, apuntamos a la recuperación
breviene la ruptura y empieza la recupera ción matrimonial, y debemos poner todos nuestros
con respecto a la relación de maltrato. esfuerzos en ello. Pero también tenemos que ser
Reconocer que este proceso existe puede ayudar consecuentes con el resto del consejo bíblico en
a las personas a ser más comprensi vas y criticar lo que hace a las relaciones y
menos a las mujeres que re gresan a una
situación de maltrato. Lamentablemente, dejar 6 Informe mundial sobre la violencia y la salud, op.
una relación de maltrato no siempre garantiza la cit., p. 105.
104 Causas d e la violencia conyugal

al trato dentro de la familia, denunciando el maltrato en cualquiera de sus formas y poniendo un límite

claro al mismo. Capítulo 3

C amino hacia la libertad

Jesús [...] les dijo: Si se mantienen fieles a mis enseñanzas [...] conocerán la verdad, y la verdad los hará
libres.
Jn 8.31-32.

En un mundo posmoderno que postula que no hay una verdad absoluta, sino que cada uno tiene su pro pia
verdad, podemos decir con certeza que sí hay una verdad con respecto al tema que nos ocupa, y que se
fundamenta en las Sagradas Escrituras.
En este sentido, afirmamos que Dios creó al ser humano, varón y mujer, a su imagen y semejanza (Gn
1.26-27), y que como tal puso dignidad y valor en ellos. También reconocemos que la entrada del pecado
en el mundo tergiversó la creación perfecta de Dios: el ser humano se corrompió y con ello toda la
experiencia humana, incluidas sus relaciones fa miliares.
El modelo ecológico con el que se intenta explicar la multicausalidad de la violencia, y al que hicimos
referencia en distintos lugares en esta obra, no com-
R ompamos el silencio comprenden la posibilidad esperanzadora de
106
retornar al plan ori ginal de Dios a partir de
prende la naturaleza pecaminosa del ser humano Jesucristo —quien tuvo una
Camino hacia la libertad 107
ya que no considera la espiritualidad como un
aspecto a ser tenido en cuenta, al menos entre
los factores cau sales del fenómeno que aquí actitud revolucionaria hacia las mujeres de su
analizamos. Sin embar go, como cristianos época, valorándolas y restaurando su dignidad
sostenemos la existencia de una dimensión al punto de resultar confiables como para ser
espiritual en la persona, y por lo tanto es nuestro discípulas y testi gos de su resurrección—, entre
deber incluirla a la hora de comprender la otras cosas comien zan a sentir que hay un
violencia en la pareja, y mucho más al momento nuevo lugar para ellas en vez del lugar del
de pensar en sus soluciones. agravio y el maltrato. «Ya no importa el ser
Si bien mencionamos que muchas mujeres cris judío o griego, esclavo o libre, hombre o
tianas, a partir de erróneas interpretaciones mujer; porque unidos a Cristo Jesús, todos
bíblicas y atravesadas por una cultura patriarcal ustedes son uno solo... y herederos de las
y machista, se someten aun más al maltrato por promesas» (G1 3.28-29; DHH).
parte de sus es posos, también es cierto que De qué manera Dios quiere recomponer una
muchas mujeres y mu chos hombres, al conocer nueva humanidad a partir de Jesucristo será
y aceptar las enseñanzas de Jesucristo, tratado más ampliamente en el capítulo 5. Pero
comienzan a tener una nueva luz sobre el tema. vayamos por par tes.
El mandato a los hombres: «Esposos, amen a
sus esposas, así como Cristo amó a la
iglesia y se en tregó por ella» (Ef 5.25) Qué puede hacer una víctima de
resulta impactante para mu chos de ellos, que
violencia conyugal
comienzan a intuir un nuevo mo delo de
relación con sus esposas.
El camino de regreso de la violencia conyugal
Nunca entendí tan claramente mi compor es largo y difícil, pero no imposible. Requiere
tamiento equivocado hacia mi esposa como de deter minación y paciencia. Los altibajos y
cuando me confronté con este texto. ¡Me di los sentimien tos de impotencia y desorientación
cuenta qué lejos estaba de tratarla como Cristo son comunes. Pero muchas personas lo han
me trató a mí! Aunque todavía no sé cómo intentado y lo intentan en la actualidad. ¡Vale la
controlar mis desbordes de ira, sé hacia dónde pena!
tengo que caminar. (Héctor, 46 años). Los principales escalones a recorrer podrían ser
Del mismo modo, cuando las mujeres los siguientes:
1. Reconocer su situación. No siempre es
Susan Forward citado por el Dr. Wright es: Men Who
fácil para la víctima reconocer la situación de
violencia a la que está sometida. Recordemos la Hate Women and the Women Who Love Them,
tendencia a «natu ralizar» la violencia, Bantam Books, New York, 1986.
particularmente cuando es una pauta no C amino hacia la libertad 109
cuestionada e incorporada a la cultura. El
108 R ompamos e l silencio
Si la persona ha padecido violencia en
cualquiera de sus formas en su hogar de origen,
Dr. Norman Wright, en el capítulo «El hombre debe saber que es especialmente vulnerable y
abu sador» de su libro Preguntas que las que se encuentra pre dispuesta a repetir pautas
mujeres hacen en privado, refiere lo abusivas en su propia rela ción de pareja, sea en
siguiente: el papel de agresora, víctima o ambas cosas a la
vez. Durante la etapa de noviazgo es necesario
Muchas mujeres comprometidas creen que se
atender a las primeras señales de maltrato.2 No
están casando con un hombre cuidadoso y
se debería pasar por alto los síntomas de abuso
cariñoso porque actuó de esa forma du rante el
de cualquier tipo, pensando que el paso del
noviazgo, pero pronto descubren que se han
tiempo o el amor que se profesan los novios
casado verdaderamente con un misógino. La
alcanzará para solu cionar el problema en el
autora Dra. Susan Forward, sugiere que la
futuro. Es más fácil poner límites adecuados,
siguiente lista sea chequeada en relación con el
corregir y encauzar las conductas inaceptables
hombre de su vida.
cuando recién comienzan a presentarse. Si el
• ¿Reclama el derecho a controlarla en cómo maltrato se ha instalado como forma de rela
usted vive y se comporta? ción, ya sea en el noviazgo o en el matrimonio,
• ¿Ha renunciado usted a actividades y personas la víctima debe dejar de lado las excusas, la
importantes en su vida con el fin de tenerlo justifica ción y la minimización de la situación,
contento? y disponerse a ver su realidad tal cual es,
• ¿Menosprecia sus opiniones, sus senti mientos aunque resulte doloroso o vergonzoso para ella.
y sus logros? Resulta muy útil llevar un registro con
anotaciones, donde consten las agresio nes
• ¿Le grita, amenaza o se ensimisma eno jado en
recibidas, sean físicas o emocionales, y cuáles
silencio cuando está disgustado?
hayan sido los argumentos que ella misma se
• ¿Ensaya usted previamente lo que va a decir
dio an teriormente para no hacer nada al
para que él no estalle?
respecto. Muchas mujeres se sorprenden cuando
• ¿La desconcierta cambiando de «agrada ble» a leen sus propias notas de otro tiempo. A veces,
«furioso» sin motivo aparente? porque ven que nada ha cambiado con el paso
• Cuando está con él, ¿se siente a menudo del tiempo sino el aumento del maltrato. Otras
confusa, sin equilibrio o incapaz? veces, cuando ya están fuera de la situación,
• ¿Es extremadamente celoso y posesivo? porque no pueden creer que hayan sopor tado
• ¿La culpa a usted por todo lo que va mal en su tantas cosas. El registro también es una forma
relación? 1 de percibir claramente el ciclo de violencia,
repetiti

1 Norman Wright, Preguntas que las mujeres hacen


2 Este tema se ampliará en el capítulo 4, «Prevención
en privado, Unilit, Miami, 1994, p. 269. El texto de
de la vio lencia en el noviazgo».
com prender y ayudar en estos temas. Es
R ompamos el silencio
importante recu rrir a ayuda especializada. En
110
un anexo al final de este libro proporcionamos
los datos de algunos orga nismos que, en forma
vo y sostenido en el tiempo, tal como se gratuita, pueden orientar en estos casos.
describió en otros capítulos. Sea como fuere, También la víctima puede pedir o permi tir que
escribir ayuda a mantener la memoria de familiares o amigos ayuden en la búsqueda de
sucesos que no deben ser olvidados ni negados. los recursos apropiados para cada situación.
Nos ayuda a no caer repetida mente en cosas Recor demos que la problemática de la
que hicimos mal o que nos han hecho daño. violencia familiar es compleja y debe ser
Reiteradas veces Dios nos insta a «re cordar» abordada en forma integral. No es prudente que
las bendiciones recibidas; otras veces, el pe alguien que no esté debidamente protegido y
cado en que hemos caído en otro tiempo; otras respaldado formule una denuncia poli cial. Esta
veces, la forma maravillosa en que Dios ha acción, muy útil en determinados momen tos,
obrado en nues tro favor. El nos ha diseñado puede ser peligrosa si no se han tomado los re
con la capacidad de re cordar porque la caudos necesarios. Los centros especializados
memoria bien utilizada es un meca nismo en vio lencia familiar brindan orientación
protector con que el Creador nos ha provisto. gratuita sobre aspectos psicológicos, legales y
2. Disponerse a salir del aislamiento. Es bueno prácticos, que son de mucha utilidad. Asimismo
re cordar, una vez más, que el silencio y el es importante que, si lo consiente, el agresor
aislamiento favorecen el maltrato intrafamiliar también sea tratado y ayudado en su
en cualquiera de sus formas. Por lo tanto, recuperación.
disponerse a romper el per verso pacto de 3. Buscar protección. En los casos de violencia
silencio es de vital importancia para comenzar fí sica grave, tanto la mujer que está expuesta a
el camino de salida. Es útil también volver a ella como sus hijos deben buscar un lugar
subrayar que la responsabilidad del maltrato no seguro adonde irse en caso de ser necesario
es de la víctima sino del agresor. Tener en claro hacerlo. Tener una co pia de la documentación
esto ayudará a tratar con la vergüenza, la culpa más importante (escritura de la vivienda,
y el sen timiento de deslealtad que suelen sentir documentos de identidad, direcciones y
las víctimas al descubrir ante otros la tragedia teléfonos importantes, etc.), llaves y algo de
familiar. Empezar a contar a otros lo que está dinero en efectivo, son necesarios a la hora de
sucediendo dentro de las cuatro paredes del escapar de una situación peligrosa. En estos
hogar es de enorme beneficio, en principio para casos no se debe temer ser acusada de abandono
las víctimas, pero también para el agresor que de hogar, argumento con el que muchos
así tendrá la oportunidad de recibir ayu da. Por hombres «atan» a sus mujeres. El abandono de
otra parte, al lograr que el agresor se sienta hogar no es una figura aplicable a per
vigilado por otros, la exposición del problema 112
R ompamos el silencio
re dundará en una mayor protección para la
víctima, controlando o incluso frenando la
sonas que huyen para poner a salvo sus vidas y
violencia. De to dos modos es necesario ser
las de sus hijos.
prudente, acudiendo a
4. Redefinir la identidad y tratar con las conse
Camino hacia la libertad 111
cuencias del abuso sufrido. Hemos mencionado
la cantidad de efectos nocivos que la violencia
personas que resulten confiables y capaces de familiar provoca en sus protagonistas. Ahora es
tiempo de curar heridas, aprender nuevos modos instauración de modos más sanos de relación
de relación y una nueva forma de verse a sí para evitar que repitan en el futuro el mode lo
mismo. Sobre todo, hay que trabajar sobre la violento aprendido. Otra vez, a través del
dignidad perdida y la auto estima dañada. Esto trabajo con niños y adolescentes la iglesia puede
no es algo automático, sino un proceso largo y cumplir una hermosa tarea preventiva. Además,
trabajoso, pero no imposible. En este sentido, la es posible que haya que tratar con otras
iglesia local, como instancia restauradora, puede consecuencias: dificul tades escolares, síntomas
cumplir una función vital. Ampliaremos este psicológicos y físicos, etc.
aspecto en el capítulo 5. 8. ¿Perdonar? Este será un paso ineludible
5. Mantenerse bajo ayuda especializada, tanto hacia la sanidad. Sin embargo, hay que poner
en caso de ruptura matrimonial definitiva como una nota de advertencia. En este caso, perdonar
si se decide sostener el vínculo conyugal. no implica olvi dar. Las personas que son
Decidir cortar con el ciclo de violencia no es el víctimas de violencia, me diante fuertes
final; es sólo el principio de la salida del mecanismos psicológicos de defensa, tienden a
problema. Será necesario recorrer un camino de «olvidar» y minimizar la situación vivida, entre
reconstrucción de la persona lidad que puede otras cosas para no asumir el verdadero dolor
que implica ver las cosas tal cual son. Hay que
requerir acompañamiento profesio nal.6. Salir
per donar recordando. Recordar para no permitir
del lugar de víctima. Si bien diferenciamos a la que el maltrato se instale nuevamente, quizás de
víctima del victimario para tener claridad sobre otras for mas y aun de parte de otras personas.
la responsabilidad de la violencia, en algún Quienes tratan con liviandad este aspecto suelen
momento del proceso de salida hacia la libertad usar el perdón co mo un mecanismo encubridor
es necesario ubicarse en otro rol. Quedarse en el y aparentemente «es piritual», que facilita la
lugar de víctima indefinidamente lleva a la repetición en el tiempo de
R ompamos el silencio
paralización de la volun tad, a no asumir 114

responsabilidades en la relación, a no hacerse


cargo que también puede permitirse o avalarse relaciones con personas violentas. El Lic. Hugo
el maltrato. En este sentido es que se necesi ta San tos, en un párrafo de su trabajo sobre el
asumir un rol más protagónico y de autodefensa. perdón, dice.
Camino hacia la libertad 113
Lo que el perdón no es. El proceso del per dón
La ayuda externa efectiva hará posible que se confunde a menudo con otros esta dos o
pueda, en forma gradual, volver a apropiarse — conductas. Veamos algunas de ellas:
o también a ad quirir como algo nuevo en la • Perdonar no es olvidar. Algunos, contra
vida— de la capacidad de defensa y riamente a este principio, afirman que per donar
protagonismo perdida con el aprendiza je del es olvidar, como si olvidar fuera in herente al
desamparo. No se logra ni fácil ni rápidamente, perdón como las cuerdas al vio lín [...] En
pero sí se puede con la ayuda y el adecuado realidad, olvidar podría ser un peligroso camino
sostén del entorno. para escapar de la pena interior [...] Ningún
agente pastoral debería recomendar el olvido
7. Atender a los hijos. Los chicos que han sido
para aliviar la situa ción. Nada se recuerda tanto
víc timas pasivas de la violencia entre sus
como aquello que nos proponemos olvidar. El
padres tam bién quedan afectados y necesitan
restauración. Constituyen una población olvido no puede ser decretado. • Perdonar no es
vulnerable y es necesario trabajar en la
a quien podríamos desear el bien, pe ro no
excusar. En realidad, per donar es lo contrario de
necesariamente es alguien que entra ría luego en
excusar. Cuando alguien excusa a otro es
la intimidad de nuestras rela ciones más
cuando cree que no tiene culpa [...] • Perdonar próximas [...] Algunas personas creen que
perdonar y reencontrarse son la misma cosa. La
no es suavizar los conflictos. Algunas personas reunión a veces es algo im posible. Puede haber
obstaculizan el proceso del perdón intentando circunstancias que pueden prevenirnos de tal
suavizar o relativizar los conflictos que se situación. Una
plantean. Una manera de hacerlo es diciendo
que lo ocurrido que provocó la herida no es de
3 Hugo N. Santos, «El perdón: un camino hacia la
la mayor impor tancia, sin haber hecho el
salud inte gral», en Visiones y herramientas.
recorrido que se supone que se debe hacer para
Itinerario por la teología prac tica, vol. 3 (2005):
llegar a esa conclusión [...] • Perdonar no es lo 66-68.
116 R ompamos el silencio

mismo que tolerar. Per donarme y perdonar a


otro es sano para mí mismo. Tolerar cualquier pareja que se separa puede casarse otra vez, o
cosa que yo o el otro haga puede conducirme mudarse o morirse. Es más, a veces el en
hacia diversas complicaciones y a la cuentro es posible, pero no aconsejable pa ra el
enfermedad. Uno po bien de la persona que fue herida. Po dríamos
C amino hacia la libertad
115 pensar, extremando los ejemplos de esta
cuestión, en el caso de un cónyuge violento [...]
dría perdonar a alguien casi todo, pero uno no Lo mismo podemos decir que no es lo mismo
puede (no debe) tolerar todo. Cada vez que las perdonar que restaurar a la persona al lugar que
personas interactúan entre sí, deben decidir, ella tenía antes de hacer lo que requirió nuestro
consciente o inconscientemente, qué clases de perdón. El perdón no nos exime del ejercicio de
cosas habrán de tolerar.3 la jus ticia, la prudencia o el buen sentido.4

En otra parte de su trabajo y haciendo alusión a


la posibilidad de reencuentro después del Qué puede hacer el maltratador
perdón, dice:

¿Nos volvemos a reunir? Una de las ideas falsas En esta sección nos referiremos generalmente a
sobre el proceso de perdonar es la idea los hombres, pero también incluiremos a las
romántica de que el proceso del per dón no está mujeres que reconozcan en sí mismas conductas
terminado hasta que las perso nas se reúnen, se violentas contra sus esposos y, sobre todo,
declaran la herida, se aclara el sentido de las contra sus hijos.
palabras o conduc tas pasadas, se pide perdón,
1. Reconocer su comportamiento abusivo. A
se restablece la relación y todo termina en un
menos que una persona violenta deje de
abrazo que simboliza el deseo de un vínculo
justificar el maltra to en cualquiera de sus
futuro in quebrantable [...] Sin embargo, hay
formas y lo asuma como tal, no habrá chances
sitúa/ ciones donde no se puede o no es
de sanidad. Con frecuencia, que una mujer se
aconsejan ble tal encuentro. El perdón es un
oponga a ser maltratada o ponga un límite en
proceso que sucede, ante todo, en el interior de
ese sentido, lejos de ser una deslealtad por hacer
la persona, digámoslo así: en su mente y en su
conocer en el afuera lo que sucede dentro del
corazón. La persona que perdonamos es al guien
hogar, abre la oportunidad a que el esposo pedí a Dios que me ayudara porque
también revea su situación y busque sanidad. R ompamos el silencio
118
«¿Quieres ser sano?», fue la pregunta que
Jesús dirigió al paralítico que hacía 38 años quería cambiar, pero después no sabía có mo.
estaba sufriendo su enfermedad Me siento muy frustrado. Sé que no ac túo como
Dios quiere, pero no sé cómo hacerlo diferente;
4 Ibid., pp. 73-74. intenté de muchas formas. Varias veces estuve a
Camino hacia la libertad 117 punto de quitarme la vida porque no quería
vivir más así. Me sen tía atrapado sin saber
(Jn 5.6; RV60). La respuesta buscaba, cómo salir, y pensan do que ya no había más
seguramente, que el hombre reconociera tanto oportunidad de cambio. Hasta que los dos
su estado de enfer medad, como también la reconocimos que no podíamos solos y que
imposibilidad de arribar a la salud por sí mismo teníamos que pedir ayuda.
y por tanto la necesidad de que otro lo llevara a Las pautas distorsionadas de relación se han
la sanidad de aquello que lo mante nía aprendido, ejercido y fijado a través del tiempo.
inmovilizado y esclavo. No es lógico suponer que las mismas puedan
2. Admitir que necesita ayuda. El compren derse, cambiarse y practicarse en poco
maltratador, sea hombre o mujer, no es un tiempo. Las nuevas maneras de relacionarse, sin
monstruo ni necesaria mente malo e el uso de la vio lencia en cualquiera de sus
irrecuperable. Es también una persona que sufre formas, también requie ren de práctica,
y que necesita ayuda. Es importante que reciba especialmente en tiempos de presión y de
atención por parte de personas especializadas en dificultad, normales en la vida personal y fami
violencia familiar, ya que no es fácil entender
por qué una persona reacciona con violencia liar. 1 4. Pedir perdón. Es interesante notar que
con sus se res queridos y tampoco es fácil
aun ios terapeutas que no son cristianos
incorporar maneras sanas de relacionarse.
mencionan este principio como de vital
3. Perseverar en el tratamiento. Buenas importancia en el proceso de sanar. Con mucha
intencio nes no bastan. Esta frase nunca es más más razón los cristianos necesita mos incluir el
cierta que en esta problemática. No dudamos del pedido de perdón sincero por el daño
arrepentimiento ni de las buenas intenciones que ocasionado como la manera de comenzar el
expresan muchas personas violentas, pero no Pr°P10 proceso de restauración. La profundidad
alcanzan para producir un cambio real y a largo del pedido de perdón no está marcada por la
plazo. Ellos mismos pueden sentirse frustrados cantidad de emo ción demostrada. Muchos
al ver que, a pesar de desearlo sinceramente, no hombres son capaces de llorar y decir palabras
pueden cambiar como quisieran. Por eso, es conmovedoras sobre su con ducta delante de su
necesario que reciban ayuda por un tiem po mujer o de las autoridades de la iglesia. Sin
prolongado. José, de 47 años, llega a la consulta embargo, no necesariamente esto condu ce a un
después de 23 años de matrimonio. Con cambio real, observable y sostenido en e
amargura dice: 119
Camino hacia la libertad

Me di cuenta de que la falla estaba en mí. Me


puse muy mal cuando lo descubrí. Dejé de tiempo. Puede ser sólo una fase más del
golpearla hace ya cuatro años pero no puedo repetitivo ciclo de violencia. El pedido de
manejar la agresión verbal. Muchas veces le perdón debe incluir en forma explícita y
taxativa la mención de las con ductas agresivas, cuota de paciencia y de misericordia, ade más
acompañado de un profundo y ver dadero pesar del entrenamiento adecuado, se ponga al lado
por el daño causado, sin ningún lugar a la del hombre o la mujer que desee tratar las
excusa, la inculpación del cónyuge o de las cir heridas del pasado a través de un proceso
cunstancias, o a la minimización de su conducta
gradual de sani dad.6. Aprender a expresar los
in apropiada. La necesidad de ser perdonado
puede ser progresiva o en etapas, a medida que sentimientos. José, cuyo relato incluimos antes,
una persona va comprendiendo gradualmente su también nos confió:
responsabilidad y la dimensión del daño
causado a otros. Esto no signi fica que las Me cuesta expresar mis sentimientos. Es ra ro
disculpas anteriores no hayan sido váli das, sino lo que me pasa. En lugar de decir pala bras
que la mayor conciencia de los propios ac tos amorosas o amables, hago bromas a mi esposa
violentos ocasiona mayor carga de culpa, y ésta y a mis hijos que al final resultan pe sadas y
debe ser tratada. El pedido de perdón no sólo agresivas. Ellos terminan cansados de mí y yo
debe dirigirse a la persona o personas agredidas me siento cada vez más frustrado y solo. No sé,
directa mente, sino a todas aquellas que han es como si me diera vergüenza o pudor
sido dañadas de algún modo por las conductas demostrar lo que siento. Es raro, ¿no? Pero
violentas. Por ejemplo, los hijos. También, y esto es lo que me pasa.
como expresión de un verdade ro
Muchas veces los hombres, y también las
arrepentimiento, deben surgir nuevas conductas
mujeres, golpean física o verbalmente porque
compatibles con un cambio real y profundo
no conocen otras formas más adecuadas de
{«frutos dignos de arrepentimiento», Mt
expresar su enojo, su tristeza o su malestar por
3.8).
diversos motivos. Del mis mo modo, les cuesta
5. Tratar con sus propias heridas expresar sentimientos tiernos, aunque lo deseen
emocionales. Como hemos mencionado, intensamente. Esta incapacidad a la hora de
muchos hombres violen tos, y mujeres también, expresarse demuestra que no han apren dido a
tienen tras de sí una historia familiar resolver sus conflictos a través de recursos
«golpeada» en muchos sentidos. Quizás han maduros. Cuando eventualmente lo logran, se
sido niños y niñas maltratados en su infancia, sien ten aliviados y aumenta la esperanza de que
han sido víctimas del maltrato entre sus padres, dejen de
o han sufrido abusos en las instituciones en las Camino hacia la libertad 121

que les ha tocado crecer (hogares de niños,


escuelas, etc.). Estas experiencias dejan, dentro «hablar» o expresar sus emociones golpeando o
de cuerpos adultos, cora zones y mentes mal tratando.
infantiles heridos, tristes, y enojados.
R ompamos el silencio
7. Redefinir su identidad de hombre. Hemos
120
visto que gran parte de la violencia masculina
en la pareja se debe a estereotipos culturales
Es imprescindible que la sanidad llegue a lo más errados sobre lo que significa ser un hombre.
pro fundo del alma, cicatrizando las heridas aún Darse cuenta de que se pue de ser mejor y más
abiertas; consolando, acariciando, liberando el hombre protegiendo a sus muje res, tratándolas
miedo, la rabia y el rencor, si es que hemos de como compañeras, valorizándose ellos y
pretender vivir el pre sente y el futuro libres de valorando a la mujer que han elegido, es una
cualquier forma de violen cia. Para esto es empresa desafiante y maravillosa. ¡Vale la pena
necesario que alguien amoroso, con una gran
En primer lugar deben tener claro que no son en
in tentarlo!Las características de un hombre
absoluto responsables de la conducta errónea de
sus padres. Los niños, debido a su natural
sano:
egocentrismo o porque algunos padres o madres
• Sabe expresar sus emociones y afectos en así se lo señalan, suelen creer que ellos son
formas apropiadas. culpables de lo malo que sucede en el hogar,
• Es capaz de entablar relaciones amorosas e que ellos han sido los responsa bles de desatar
íntimas con otras personas. la ira de los padres/madres al portarse mal o al
• Sabe cuidar de otros. no ser suficientemente «buenos» u obedien tes.
• Reconoce la importancia de rendir cuen tas a Los niños que crecen en hogares donde existe
otros hombres y de pedir ayuda en tiempos de violencia u otras dificultades serias
crisis. (alcoholismo, adicciones, peleas frecuentes,
• Experimenta y expresa el dolor en for mas enfermedad crónica mental o física de alguno de
apropiadas, aun llorando cuando la si tuación sus miembros, ausencia de padres u otros
provoca esta respuesta. traumas) suelen cargar sobre sí ver güenza,
culpa, equivocadas responsabilidades y con
• No tiene miedo de compartir con otros su
fusiones respecto de su rol. En todos los casos,
historia personal.
los
• Maneja correctamente los ritmos de tra bajo y
descanso.
5 René Zanetti, «¡Se buscan hombres de verdad!», en
• Participa activamente en la crianza de sus Apuntes pastorales, vol. XXII, No. 2, (enero-marzo
hijos. de 2004): 22.
• Comparte tareas del hogar junto a la es posa. C amino hacia la libertad 123

[...]
• Participa activamente en la vida de la iglesia, adultos bajo cuya responsabilidad se encuentran
compartiendo sus dones, recursos y los niños son los que deben hacerse cargo de sus
122
R ompamos el silencio propias conductas erróneas. Sin embargo, esto
no resulta tan claro en hogares muy perturbados.
tiempo para la expansión del Reino de Dios.5 Al llegar a la adolescencia y juventud estos
hijos comienzan a tener posibilidades de ir
adquiriendo una gradual conciencia sobre lo que
sucede en el hogar, y entonces poco a poco
Qué pueden hacer los hijos
pueden ir eligiendo para sí mismos, entre
adolescentes y jóvenes aquellos modelos disponibles en el entorno,
otros más saludables que los de la propia
Los hijos que han crecido siendo testigos de la familia. En este sentido, pueden necesitar ayuda
vio lencia entre sus padres también sufren por parte de líderes de iglesia, de docentes
consecuen cias, según hemos visto en el confiables, de otros familiares, o también de
Capítulo 1. Se conside ra que constituyen una profe sionales idóneos. Un adolescente o un
«población vulnerable», dado que tienen más joven no debe, sentirse culpable por desear ser
probabilidades de repetir, en sus pro pias diferente a sus pa dres en sus aspectos
relaciones interpersonales, las pautas abusivas disfuncionales, ni sentirse des leal a su familia
aprendidas, además de otras consecuencias que por «descubrir» ante otros la reali dad familiar,
ya fueron mencionadas en el citado capítulo. ya que guardar el «secreto» en estos ca sos no es
saludable ni para él ni para su propia fami lia. situaciones delicadas, a veces peligrosas y
Por el contrario, decirse a sí mismo la verdad de suma mente penosas para los que las padecen.
su realidad familiar y reubicar las La actitud de simple curiosidad o la intromisión
responsabilidades puede ser el comienzo de la descuidada deben ser descartadas totalmente.
sanidad, porque abre la posibilidad de curar las 2. Creer el relato de la víctima. En el caso de
heridas producidas y de aprender pautas nuevas que alguien nos confíe el relato de su historia,
de relación en su vida. Sobre todo, este en princi pio hay que creer. Generalmente, por
adolescente o joven debe aprender que los desconoci miento del tema o por la angustia que
sentimientos de frustración y enojo son puede causar nos, tendemos a minimizar,
normales en la vida humana, pero que los desconfiar, y hasta des creer totalmente lo que
problemas deben y pueden resolverse de otras estamos escuchando. Tam
maneras, sin acudir a la violencia, ni para C amino hacia la libertad 125
ejercerla sobre otros ni para reci birla sobre sí.
Debe ocuparse, asimismo, de su propia
bién debemos recordar que el agresor suele
identidad como hombre o mujer, reformulando
presentar una «imagen pública» muy distinta de
las
R ompamos el silencio la que presen ta en su vida familiar, y esto hace
124
aún más difícil la credibilidad del relato de la
víctima. No es muy fre cuente, pero es posible,
pautas de trato entre ambos sexos, que un hombre confiese que se siente
especialmente en sus relaciones de pareja. angustiado porque ha golpeado a su mujer, o
En el capítulo 4, «Prevención en el noviazgo», que una mujer admita que golpea a sus hijos. En
pue den encontrarse otras consideraciones al estos casos hay que tomar seriamente la
respecto. confesión, no minimizarla y tampoco
censurarla. Es un tema a resolver y debemos
brindar esperanza al asegurar que, si se dan los
Qué pueden hacer otros pasos adecuados, hay soluciones.
3. Tener una actitud amorosa y
Este párrafo no está orientado hacia contenedora. So mos muy propensos a las
profesionales (se les ha dedicado un capítulo, el soluciones fáciles o a los consejos rápidos,
6 de esta obra), sino hacia personas que de sobre todo —y justamente— cuan do no
alguna manera estamos cerca de aquellos que sabemos mucho sobre una problemática o
padecen violencia familiar. ¿Qué puede hacer cuando nos sentimos angustiados frente a ella.
una persona que intuye o sabe con certeza de la Hay que evitar cualquier tipo de condena o
violencia en el hogar de un amigo, de un preguntas que supongan la culpabilidad de la
familiar, de una hermana de la iglesia, de un ve víctima (por ejemplo, algo muy común es
cino, de una compañera de trabajo? ¿Qué hacer preguntar: «¿Y vos que hiciste para que se
en caso de que alguien se acerque a contarnos ponga así, estás segura de que no lo pro
acerca de la violencia que padece? vocaste?»). Estas actitudes muestran
desconsidera ción e ignorancia y dan lugar al
1. Tender puentes de acercamiento y fenómeno de la «do ble victimización» —tema
comprensión. Cualquier intervención que al cual nos refiriéramos en el capítulo 2—, y
apunte a la ayuda debe hacerse en un marco de aun cuando no fuera nuestra inten ción producir
verdadero interés por la per sona, con mucho tal efecto, pueden dañar aún más el alma herida
respeto y prudencia, ya que se trata de
de la persona que padece violencia. Los Qué puede hacer el pastor o el
consejos pueden venir en otra instancia, pero en
líder de una iglesia
principio hay que ser un receptor amoroso del
tema difícil que la persona está compartiendo:
mostrar amor, cariño y comprensión es algo que Transcribimos a continuación una serie de reco
nunca puede hacer daño. mendaciones que Kay Marshall Strom hace a
R ompamos e l silencio los lí deres de iglesia. Las mismas prestan
126
especial aten ción a la violencia física, pero lo
que se dice es apli cable a cualquier tipo de
4. Brindar esperanza. Por lo general se estima
violencia.
que, en promedio, pasan cinco años hasta que
una mujer que padece violencia conyugal lo Sí...
admite ante otro; a veces han transcurrido • Trate el asunto cuidadosamente. El mal trato
muchos más que cinco. Así, es lógico que la físico es un asunto de vida o muerte.
persona sienta que no hay solución para su • Enfatice a la mujer maltratada que ella no es
sufrimiento y que se encuentra atrapada irre culpable del daño. No importa cuál sea el hecho
mediablemente. Es muy probable que haya que haya precipitado la agre sión, ella no
perdido la esperanza de resolver su problema, merece ser golpeada.
seguramente después de haberlo intentado
• Permítale hablar. Aun cuando puede que no
según su saber y en tender hasta el momento. Es
sea placentero escuchar lo que quiere decir,
vital, entonces, trasmitir la esperanza de un
necesita tener a alguien que la escu che.
cambio que ha de ser gradual pe ro seguro
• Crea en lo que le dice, aun cuando la historia
porque Dios, que no desea que las personas
pueda parecerle increíble.
sufran violencia, se compromete él mismo a
brindar una solución, aun cuando puede que • Ayude a la mujer a ver que el matrimo nio no
difiera de la que nosotros concebimos (por es un contrato de propiedad. Ningún esposo
ejemplo que algo o alguien cambie tiene derecho de propiedad sobre su esposa, ni
mágicamente). Esta certeza es, en sí misma, la la facultad de usar la fuerza para controlarla.
base de la esperanza a la cual podemos • Sea sensible. Piense que la mujer necesi ta
aferramos. apoyo, no condenas.
5. Asegurar la reserva. La persona que confía • Asegure a la mujer maltratada que no es la
su problemática a otra merece ser tratada con voluntad de Dios que sufra el maltrato. No es un
mucho respeto, y esto incluye la reserva, lo que medio divino de castigo sobre ella.
128 R ompamos el silencio
no significa que el tema «muera allí». Se debe
pedir el consenti miento de la persona para
poder hacer conocer el tema a otros que puedan • Hágale saber que es posible hacer cam bios en
brindar ayuda efectiva para estas situaciones. su vida. Asegúrele que hay perso nas que
6. Acudir a personas que puedan ayudar pueden y que quieren ayudarla.
específi camente. Dado que es una temática • Determine la frecuencia y severidad del
particularmente complicada, a veces la mejor maltrato. Si su vida se ha visto amenazada por
ayuda que un familiar, amigo o hermano puede la violencia o ha sido muy golpeada
brindar consiste en buscar los contactos y inmediatamente antes de ir a pedir su ayu da,
acompañar a la persona a los lugares de ayuda puede estar corriendo graves riesgos. En ese
específicos que existen al respecto. caso necesita protección antes de volver a su
C amino hacia la libertad 127 casa.
• Ayúdela a encontrar un lugar seguro adonde ir. • Respete y crea en la capacidad de las personas
• Anímela a ver a un médico si tiene gol pes o para cambiar. ¡Con Dios todo es posible!
heridas. Muchos abusadores, a pesar de decir
No...
que actuaron fuera de control, in fringen sus
golpes en zonas difícilmente vi sibles. Es • No trate el problema con liviandad. La
posible que la mujer esté más maltratada de lo violencia doméstica puede ser mortal.
que usted se da cuenta. • No sea condescendiente. Una palmada en el
• Ore con ella. Esto va a calmarla y confor tarla. hombro y el asegurar: «Todo va a salir bien», no
Pero no sólo eso. Creemos que la ora ción de son la ayuda que necesita una mujer que acaba
intercesión es realmente eficaz. de ser golpeada por su ma rido.
• No sea un impedimento para que ella pueda
• Asegúrele que dejar momentáneamente su
desahogarse actuando como si no se
casa no la conduce necesariamente al divorcio. R ompamos el silencio
130
Dígale que el hecho de que la mu jer se vaya, es
muchas veces la única forma de que el hombre
se dé cuenta de sus mal tratos, admita el sintiera cómodo por tener que escuchar su
problema y busque ayuda. Pero en ningún caso historia.
deberá hacerlo antes de recibir la orientación • No la acuse de fallar en el sometimiento a su
profesional corres pondiente, para evitar esposo.
posibles demandas sobre abandono del hogar. • No comience enfatizando que debe pre servar
• Asegúrese de que la mujer maltratada la familia a cualquier costo, usando textos
comprende sus opciones. Si ella decide re gresar bíblicos en contra del divorcio. El hecho de que
a su hogar, debe entender y aceptar las posibles ella se aleje temporalmente de una situación
consecuencias. peligrosa para su vida no significa que el
C amino hacia la libertad 129 matrimonio haya acabado.
• No la envíe a su casa, especialmente si acaba
• Enfatice que sólo ella puede tomar la de cisión de ser golpeada o si su vida ha sido amenazada.
de cuál será el curso de las acciones. Usted • No trate de aconsejar más allá de lo que usted
puede aconsejarla y darle opciones, pero es ella sabe hacerlo. Su tarea consiste en identificar las
quien debe decidir y actuar. necesidades inmediatas de la mujer y luego
• Sugiérale que si decide volver a su hogar le referirla a personas o institu ciones entrenadas
diga al marido: «Nunca más. Si esto llega a para tratar con el pro blema.
suceder otra vez, me voy». Sin embargo, es vital • No aconseje devolver el golpe. Es una
que sepa que no deberá dar un ul timátum o invitación para lesiones serias para ambas
hacer amenazas de este tipo si no está partes.
completamente preparada para cumplirla. • No le diga que amenace con irse de la casa, a
• Acentúe la necesidad de que su esposo reciba menos que ella realmente tenga in tenciones de
ayuda. Si él no admite el problema y no busca hacerlo.
ayuda, lo más fácil es que vuelva a suceder. Y • No la deje de lado si no escucha su con sejo y
aun si su esposa lo abandona ra, probablemente no quiere buscar ayuda. Demuéstrele que usted
haría lo mismo en una nueva relación. está verdaderamente interesado en ella. Tenga
• Asegúrele que usted estará siempre dis puesta siempre a mano y ofrézcale los nombres de
a proveer apoyo a su familia y que va a guiarles profesionales o de servicios especializados de
a hacer uso de los recursos disponibles. manera que la estimule a usarlos cuando sienta
que lo quiere hacer.6 R ompamos el silencio
132

0 Kay Marshall Strom, Ayudando a mujeres en no sea tratado y recuperado adecuadamente


crisis, ABAP, Buenos Aires, 1991, pp. 94-95. repetirá el comportamiento abusivo con otras
C amino hacia la libertad 131 personas.
Cada centro tiene su forma particular de trabajo
¿Cómo trabajan los grupos en esta temática. Algunas organizaciones
especializados en la trabajan sólo con mujeres. Otras proveen
atención también a los hombres. Algunos
problemática de la violencia
centros trabajan también en la problemática del
conyugal? niño maltratado, y no solamente en la violencia
conyugal. El tratamiento se inicia con una
En distintos párrafos a lo largo de este trabajo entrevista de admisión donde un profesional
nos hemos referido a la conveniencia de recibir idóneo toma contacto con el tipo de
ayuda especializada. Dado que la problemática problemática, los alcances del problema, los
de la vio lencia doméstica es sumamente riesgos, etc. Luego de esa primera consulta la
compleja, requiere de tratamientos acordes, si es persona, hombre o mujer, es derivada a grupos
específicos.
que han de ser efecti vos.No es necesario que
Con frecuencia los cristianos se resisten a pedir
ambos cónyuges estén de acuerdo en esta ayuda en estas instituciones especializadas
decisión. Por el contrario, habitual mente es la porque creen que fomentan el divorcio o que no
mujer la que llega a los centros especiali zados tomarán en consideración sus creencias
en busca de asesoramiento y ayuda. A veces lo religiosas o su fe. Es cierto que a veces las
hace en forma personal; otras veces accede a gravísimas condiciones de la violencia harán
través de algún servicio telefónico; en otros recomendable la ruptura del vínculo, en forma
casos llega al ser derivada por la Justicia, por transitoria o definitiva; pero ese no es el
profesionales de la salud o líderes dé la iglesia o objetivo principal de estos centros de ayuda.
de la comunidad. Gene ralmente es un paso Básicamente la asistencia se centra, en el caso
difícil de dar, por lo que se re comienda que de las mujeres, en ayudarles a esclarecer
algún familiar, amigo, vecino o perso na que la aspectos de la relación violenta en la que viven
esté apoyando en el esclarecimiento de la y a considerar la posibilidad de adquirir nuevos
problemática pueda acompañarla en tal modelos y modos de relación más saludables
consulta. para sí mismas y para sus hijos. Las mujeres
Muy rara vez los hombres consultan en forma reciben información y ayuda para que tomen
es pontánea. Generalmente lo hacen al ser conciencia de su situación; en caso de que su
derivados por un juez o por un profesional que integridad física y psíquica esté corriendo
esté atendiendo a la esposa y lo requiera como riesgos, son protegidas; y reciben asesoramiento
condición de trata miento de la pareja. res pecto a temas legales (tenencia de los hijos,
Un enfoque terapéutico que sólo apunte a la víc protec ción de los mismos, patrimonio, derecho
tima es importante pero incompleto. Es de vital sobre la
C amino hacia la libertad 133
im portancia la recuperación del maltratador, a
fin de cortar con el círculo de la violencia. Un
hombre que vivienda, etc.). Los grupos de ayuda mutua de
muje res víctimas de violencia proveen un pasible de ser modificada a través de un nuevo
espacio que les permite reconocer sus propias aprendizaje progresivo y continuo en el tiem po.
vivencias, ser creídas, animadas por otras En términos generales, el objetivo del grupo
mujeres que pasan por lo mismo, ser alentadas a para hombres es que éstos tomen conciencia de
buscar soluciones prácticas, etc. Tales grupos su con ducta violenta y acepten su
ayudan a fortalecer la autoestima y a crecer en responsabilidad por ella sin excusarse,
el conocimiento de los derechos personales, a la ayudándolos así a modificar la misma en
par que identifican y eliminan los mitos y las cualquiera de sus formas (verbal o física). El
creen cias que operan en el —y que hacen tes timonio de los integrantes del grupo ayuda a
posible al— abuso del que las víctimas son identi ficar los patrones de la respuesta abusiva,
objeto. En esos en cuentros también se adquiere y también sirve de refuerzo al intentar cambiar
nuevas estrategias para enfrentar la violencia y tal situación. Los hombres tienen la oportunidad
el maltrato. La experiencia de las demás de aprender a reconocer sus tensiones, las
mujeres obra a modo de «espejos» donde se presiones a las cuales están expuestos, los
reflejan sus angustias, sus miedos y también sus sentimientos que muchas veces son incapaces
esperanzas de cambio. Los grupos tienen la de nombrar o identificar, y a dar res puestas
función de brindar un «soporte emocional», y eficaces sin recurrir a la violencia. La frus
facilitan la sa lida del aislamiento en que suelen tración y el enojo son sentimientos normales
alienarse las víc timas del maltrato familiar. que no tienen por qué descargarse en forma
inapropiada. Por tal motivo, uno de los puntos
Tanto las personas como las familias y los
centrales es aprender a reconocer y controlar la
grupos pueden enfrentar mejor las situa ciones
ira para que no desemboque en una respuesta
de conflicto cuando sienten que no están solos.
violenta. Para ello, los hombres aprenden a
Las compañeras y compañeros en el proceso
controlar la impulsividad y adquieren un
educativo estimulan, facili tan, ayudan a
repertorio más amplio de respuestas adecuadas a
interpretar, y celebran los lo gros y
sus
resoluciones, a la par que se benefi cian con
ellas. El contexto de confianza y solidaridad
genera confianza y contribuye a potenciar a las 7 Daniel Schipani, Paulo Freire, educador cristiano,
personas. Cuando uno está en confianza, se Libros Desa fío, Grand Rapids, Estados Unidos,
siente más resuelto a arriesgarse a explorar, 2002, pp. 83-84.
probar y cambiar. Puede afirmarse que en la C amino hacia la libertad
135

formación y nu trición de comunidades de


apoyo tenemos
134 R ompamos e l silencio
temores y presiones. También es un espacio
donde derribar prejuicios y mitos respecto a los
roles feme ninos y masculinos y a las relaciones
una de las claves para la lucha por la libe ración,
hombre-mujer en nuestra sociedad. La mayoría
la justicia y la paz.7
de los hombres vio lentos están atrapados dentro
Aunque hay diferentes modelos de trabajo del estereotipo mascu lino tradicional, que les
grupal, en general los grupos de ayuda para impone severas restricciones emocionales y
hombres gol peadores también tienen una conductuales, a la vez que los autoriza a ejercer
función psicoeducativa muy importante, ya que abuso de poder sobre los más débiles, en este
parten de la base de que la conducta violenta es caso sus mujeres. Ellos también son violentados
una pauta aprendida y que por lo tanto es por una sociedad que les exige determinado tipo
de actitudes y comportamientos para ser otro tipo de tratamiento.
considerados «hombres de verdad». Descubrir y Otro dato que es necesario tener en cuenta es
liberarse de estos mandatos mentirosos es parte que la participación en grupos no excluye la
fundamental de los objetivos de un programa de posibilidad de recibir tratamientos
ayuda para hombres violentos. La mayoría de psicoterapéuticos o psiquiá tricos individuales, o
los hombres maltratadores tienen baja de recibir apoyo espiritual en las comunidades
autoestima, son inseguros e intentan, de modos religiosas. En todo caso, son abor dajes
equivocados, restablecer el equilibrio interno. complementarios que deben ir en el mismo
También los tratamientos apuntan a trabajar sentido: ayudar a los agresores a aceptar la
estos temas cruciales. Dentro del proceso es responsa bilidad de sus acciones y el cambio
común que los hombres deban cumplir, entre concreto de su conducta abusiva y asegurar la
sesión y sesión, cier tas «tareas» que les defensa de las vícti mas.
permitan ponerse en contacto con sus
sentimientos y practicar nuevos modos de
reacción. El grupo aquí también provee de un
8 Clarín, 29 de diciembre de 2005, Sección
refuer zo positivo en el empeño por cambiar
actitudes equi vocadas que se han sostenido por Sociedad, versión electrónica disponible en
años. No siempre la motivación es la correcta al
comenzar los grupos. Como se mencionó antes, http://www.clarin.com/diario/
la mayoría de los hombres llegan al tratamiento
2005/12/29/sociedad/s-03905.htm.
forzados por una situación lími te, sea por el
pedido de divorcio de la mujer, sea por Capítulo 4
derivación de un juez. Sin embargo, la
participación en el grupo es una oportunidad
para cambiar la mo-
136 R ompamos el silencio P revención d e la violencia
tivación externa por una motivación interna
EN EL NOVIAZGO
legítima y más eficaz.

Como si fuera un niño, Carlos aprendió en el


grupo a poder expresar lo que sentía: «Fue
como nacer de nuevo. Ahora me doy cuenta qué
cosas me molestan y lo digo, y eso cambió En capítulos anteriores se señalaron diversas
mucho la relación con mi fami lia. Me di cuenta ins tancias preventivas y de acción con respecto
que no quería que mis hijos tengan la misma a la vio lencia en la familia. Sin embargo,
infancia que tuve yo y hago todo para cambiar. consideramos que la ayuda que adolescentes y
Los muchachos del grupo me ayudan. Cuando jóvenes —varones y mu jeres— puedan recibir
estoy mal hablo por teléfono con alguno y me antes y durante el noviazgo es de suma
tranqui liza porque nos entendemos. Estamos importancia, y que merece por tanto un ca pítulo
pe leándola entre todos». 8 aparte, ya que los primeros síntomas de la
conducta violenta aparecen en esa etapa vital.
Cabe aclarar que algunos hombres, debido a sus
Por ello, es importante identificar los signos de
características de personalidad u otras variables,
maltrato en la pareja y saber qué hacer ante
no son admitidos en los grupos y deben recibir
ellos. Casi todas las mujeres que padecen encontrar a nadie como él que me quisiera
violencia en su matrimonio, al ser interrogadas incondicionalmente. Yo siempre
específicamente, refieren la apari ción de los 139
P revención en el noviazgo
primeros síntomas de maltrato al período del
noviazgo. Ninguna de las que siguieron adelante dudaba de comenzar una relación, pero él no.
con la relación identificó esas conductas como De tanto dar vueltas, y por una discu sión con
abu so, y si lo hacían, o las minimizaban, o mi familia, me vi «obligada» a to mar una
pensaban que se corregirían en el matrimonio, o decisión, por sí o por no, y así fue como, a
incluso proseguían con ella por el miedo que pesar de sentirme insegura, comen zamos a
cortar la relación les oca estar de novios. Él era lo único pa ra mí, y
R ompamos el silencio
138 consideraba a mi familia como enemigos.
Facundo tenía en ese entonces 22 años; era
sionaba. Por otro lado, muchos hombres apuesto, bastante requerido por las chicas, y
violentos en su matrimonio registran en su muy seductor. A menudo me provocaba a celos,
historia relaciones de noviazgo previas que se pero él siempre lo desmentía... decía que todas
cortaron sin que ellos mis mos hubieran eran mentiras inventadas por mí. Al principio,
alcanzado a entender cabalmente que fue por su como cualquier primer noviaz go, todo era
conducta abusiva, y por ende, sin que tu vieran color de rosas... Yo debía empe zar la
la oportunidad de tratar y solucionar su con universidad, pero lo hacía por obliga ción ya
ducta agresiva. que lo único que tenía en mente era casarme
Para introducirnos en las pautas de prevención, con él y nada más, sólo tenía el sueño de
presentamos el testimonio de Yanina, una joven casarme y formar una familia con él, lejos de la
que quiso compartir su experiencia para ayudar mía, con la cual cada vez es taba más
a otros jóvenes a identificar la violencia en el distanciada porque no me enten dían, porque
noviazgo y a disfrutar de relaciones saludables. tenía mucha amargura contra ellos dentro de
mí, no sólo por el noviazgo, sino por pequeñas
«Dios, ayer vi tan triste a Facundo en año situaciones que ocurrían a diario y en el
nuevo... Me gustaría que me dieras a él para pasado también. No tenía una buena relación
poder ayudarlo y cambiar la historia de su con ellos; con mi papá siempre que hablaba
familia». Encontré esta frase en un cuader no terminaba llorando, no podía llegar a él. Con
de enero de 1998, y me horroricé al leer la... mi mamá había una distancia marcada; yo
Una vez leí una frase que decía «ten cuidado nunca quería contarle mis cosas porque sabía
con lo que le pides a Dios, es muy posible que que no me iba a entender y, efectivamente,
te lo dé». Y es cierto... Yo soy Yanina, tengo 23 aunque se lo contara ella no me podía ayudar.
años y me puse de novia a los 17 años. Estuve Yo ter minaba llorando, creo que de la
de novia 2 años y 3 meses, si bien la relación frustración de no encontrar el camino de
había comen zado mucho antes. Yo sentía que regreso. Mis hermanas (o la mayoría de ellas)
él era el único que me comprendía, que me estaban en
quería de verdad; no podía entender porqué mi 140 R ompamos el silencio

fami lia no lo aceptaba; yo pensaba que era por


discriminación por su posición social o por que oposición a mi noviazgo con él, pero esto só lo
no provenía de una buena familia. Lo «elegí» a lograba ponerme más terca con todo lo que
él por mi terrible temor de que darme sola, o ocurría. Todos mis proyectos comenzaban y
soltera mejor dicho, y pensaba que no iba a termi naban en él. Dejé la universidad después
de dos meses. Mi vida era él. Después de varios no le con taba a nadie lo que me pasaba con
meses lentamente co mencé a ver la realidad. Facun do, porque yo ya sabía lo que debía
Comencé a conocer al verdadero Facundo. hacer; no sabía cómo hacerlo, pero sabía que
Siempre pasaba lo mismo; en mi cuaderno no debía estar con él. No era sano, y traía más
puedo leer siempre los mismos conceptos: angustia que alegría a mi vida; cada vez me
«Facundo se enojó conmigo. No quiere que encerraba más en mí misma. Las diferencias
hable con otros chi cos». Él era tan celoso que con Facundo eran cada vez más evidentes. El
yo optaba direc tamente por no saludar a no hacía más que mani pularme con la culpa,
muchos chicos. Los celos eran su obsesión, recordándome situa ciones pasadas o haciendo
hasta en situa ciones ilógicas como cuando chistes de mal gusto; generalmente hacía esto
hablaba con mi hermano o mi cuñado. Cuando basándose en mi inseguridad y en sus celos.
se enoja ba (muy seguido) se sentía mal, pero Esta era mi penitencia: el castigo, su enojo.
no sa bía decir por qué. No me gustaba cómo se Pese a todo esto yo no me atrevía a dejarlo;
relacionaba con la gente, siempre menos tenía muchos temores de hacerlo. Pensaba que
preciando a los demás a través de burlas por su él podía hacer cualquier cosa si lo deja ba,
aspecto físico. Comenzó a trabajar y dejó sus como abandonar la iglesia o hacerse daño, ya
actividades en la Iglesia con los jó venes. que muchas veces había amena zado con
Cuando hablábamos por teléfono siempre me hacerlo. Él estaba muy solo, sin
decía que estaba cansado y nunca quería 142 R ompamos el silencio

hablar o compartir temas conmigo (y mucho


menos personalmente). Nos veíamos sólo un día amigos, y yo pensaba que al ya haberme
a la semana y ese día estaba muy cansado equivocado se habían terminado las chan ces
como para hablar, etc. Cuando había para mí. Siempre había muchas peleas y
problemas, le echaba la cul pa a mi amagábamos a terminar, pero no se con
inseguridad con respecto a la rela ción, porque cretaba. En vez de disfrutar el noviazgo, sólo
él siempre decía estar seguro de que esto era lo vivíamos torturados Era como jugar a ver quién
correcto, lo que Dios que ría, cosa que jamás aguantaba más, pero seguíamos sien do
pude entender, cómo esclavos de nosotros mismos. Yo seguía sin
P revención en el noviazgo 141 tratar el tema con nadie, por mi temor a
escuchar lo que yo ya sabía pero que no estaba
viendo tantas desigualdades nunca cambió su dispuesta a llevar a cabo. Además no quería
opinión. Yo no me sentía cómoda con su que nadie influyera en mi decisión, quería que
familia. El quería que fuéramos a vivir en la esta vez fuera una de cisión mía (muy seguido
misma cuadra con toda su familia. Tiene varios me dejo influenciar por lo que los demás
familiares con problemas psiquiátricos, un esperan de mí o me di cen que haga). Facundo
hermano que suele golpear a su esposa y un nunca aceptó pedir ayuda, ni en la iglesia ni
padre que varias veces lo hizo también. Yo le fuera de ella. Yo, por mi parte, emprendí una
decía que no quería vivir allí, pero él nun ca le terapia psicológica. Fue un gran paso para mí
importó eso, nunca me ofreció cambiar de hacerlo porque era em pezar a buscar el
lugar, era ahí o ahí. No se atrevía a en frentar camino de salida. Pero allí, como en todos
a sus padres en eso. Yo muy dentro mío sabía lados, siempre lo defen día a Facundo. No me
que no debía estar con él, pero siempre importaba quedar mal yo, lo defendía a muerte;
buscaba nuevas excu sas o planes para cambiar siempre asu mía que la culpa la tenía yo. Para
las cosas que nunca resultaban. Por este temor mi sor presa no hablamos al principio de este
te ma, pero comencé a resolver otros proble que en el fondo tampoco a sí mismo, por eso no
mas. Por ejemplo yo me sentía poco valiosa, mi se preocupaba en lastimarme. Yo me sentía
autoestima era un desastre, me vivía mucho mejor así; me costó to mar la decisión,
comparando con los demás y siempre resul pero una vez tomada fue un gran alivio para
taba disminuida. Al tratar con mis pensa mí, un gran (pero gran de de verdad) peso
mientos erróneos, mi valoración como per sona menos, porque todo esto traía a mi vida mucha
fue creciendo, empecé a buscar ami gos, y se frustración, angustia, confusión, culpa y
abrieron caminos con mi familia... yo comencé remordimiento. Él no podía entender cómo fue
a expresarme con ellos (cosa tan fácil para mí. Pienso que debe ser porque
P revención en el noviazgo 143 una vez que uno experimenta la libertad ya no
quiere volver a ser esclavo. Hoy ya no hablo
que costaba mucho) y esto dio sus frutos. Yo más con él, le pedí que no me llamara más y
pensaba que no me querían, pero no era eso... que si me llamaba no lo iba a atender. Y así
sino que no me lo demostraban de la forma que resulta mucho mejor, despegándome
yo esperaba. Y a partir de enten der esto y otras completamente de él duele mucho menos.
cosas comenzamos a com prendernos con ellos, Después de todo yo no puedq (y me costó
yo a expresarme y ellos a escucharme. Después entenderlo) ni salvarlo de su esV tado ni
de todo, ¡es importante lo que digo! Mi vida fue ayudarlo, ni cambiar su historia/ porque eso es
cambiando mucho en estos años: derribando algo que sólo él mismo puede hacer con la
muchos pensamientos equivocados que tenía, única ayuda de Dios. De vez en cuando tiendo a
pude mejorar mucho mi relación con mi involucrarme con este tipo de personas
familia, ya no eran ene migos. Un día tuvimos pensando que puedo y debo ayudarlos, pero
una discusión con Facundo y se nos fue de las gracias a Dios estoy apren diendo a reconocer
manos. Los dos acorda mos terminar la esos tópicos. Otras veces son los amigos de
relación, muy concientes de que nos queríamos verdad, incluyendo a mi familia, que ayudan a
pero eso no era suficien te. Él me pidió que no que me dé cuenta de que no soy su «salvadora».
volviera atrás (sin duda con doble sentido); lo Espero que este testimonio sirva de ayuda, ya
cierto es que yo no volví atrás y aproveché esta que veo a diario a muchas «Yaninas» y muchos
oportunidad para concretar la decisión que «Facundos» y sé lo difícil que es re conocer que
había pensa do hacía mucho tiempo. A partir se está en una relación de abu so. Pero hoy, a
de allí co menzaron sus llamados para que le dos años de haber terminado el noviazgo, sé
prestara atención nuevamente, me escribía vía que vale la pena, aunque duele, terminar con
Inter net diciéndome que tenía cosas nuevas esta dependencia mu-
para contarme, si nos podíamos encontrar, que P revención en e l noviazgo 145

no me iba a esperar, etc. Lo cierto es que yo ya


había tratado todos estos temas con mi tua. Le digo a todas las Yaninas y Facundos:
terapeuta, y sabía cómo esquivar sus bom anímense a ver la realidad de su relación de
bardeos culpabilizadores que siguieron un noviazgo y pidan ayuda, porque muchas co sas
tiempo largo a través de llamadas, mensa jes, necesitan ser cambiadas y es difícil hacerlo
etc. Usó todo tipo de maniobras para poder solos. Hoy no huyo de nada, y agradezco
recuperar mi atención, y muchas co sas me muchí simo a Dios por su ayuda y por haber
lastimaron, demostrando claramente que él no pedi do ayuda terapéutica, ya que de otra forma
me amaba a mí como decía, y creo hubiese sido muy difícil terminar esta rela ción
R ompamos el silencio y mi vida sería terrible de haber con cretado un
144
matrimonio donde tanto Facun do como yo 4. Una gran cantidad de jóvenes, varones y
hubiéramos sido infelices. Hoy, aunque me muje res, podrían modificar su conducta
gustaría encontrar la persona correcta, espero violenta o su so metimiento a ella, si se les
ese momento, pero ya sin temores de quedar ayudara a reconocer y a tratar con el problema
soltera. Disfruto de mis amigos y mi familia que antes de llegar al matrimonio.
me acompañan. Puedo crecer en mis proyectos 5. Es muy frustrante llegar al matrimonio con
y me siento cómoda conmigo misma, y no sueños e ideales que se estrellan, las más de las
necesito a otra persona o estar en pareja para ve ces, ya en la luna de miel. Muchos dolores y
sentirme valorada. Quiero mejor a los demás a heridas difíciles de sanar se podrían evitar si se
partir de quererme mejor a mí misma. Puedo trabajara con la población más joven, antes de
estar tranquila porque sé que Dios cumplirá encarar süs noviaz gos y al transcurrir los
sus bondadosos propósitos en mí. mismos.
Yanina, 27 de marzo de 2004.

El de Yanina es uno entre los miles de


testimonios de chicas que atraviesan situaciones
similares. Es representativo de tantas jóvenes
que comienzan una relación de noviazgo con 1 Informe mundial sobre la violencia y la salud, op.
muchas ilusiones y sueños por cumplir. Sin cit.
P revención en el noviazgo 147
embargo, no todas las historias de noviazgo
terminan como la de Yanina dado que mu chas
de ellas concluyen en matrimonios donde reina ¿Qué entendemos por noviazgo?
la violencia.
R ompamos e l silencio
146 Si bien las formas y los nombres han cambiado
a través de los tiempos y de las culturas, por
¿Por qué es necesario hacer noviazgo seguimos entendiendo una de las fases
del ciclo vital de una persona; se trata de aquella
prevención de la violencia
que constituye una etapa de transición entre la
durante el noviazgo? familia de origen y la propia. Por lo tanto,
debería ser una relación consen tida por ambos
Algunas razones son: 1. La violencia durante el novios, que promueva una creciente intimidad
noviazgo tiene una alta prevalencia. Según un en tanto que una etapa preparatoria para la vida
estudio que realizó la OMS en 1998, el 30% de matrimonial (aunque no siempre concluya en un
las estudiantes universitarias infor maron haber matrimonio).

padecido violencia durante el noviaz go.12. La Al mismo tiempo, por violencia en el noviazgo
en tendemos cualquier forma de maltrato o
violencia en el noviazgo tiene altas probabi abuso (físi co, verbal, emocional, sexual), hacia
lidades de dar lugar, en el matrimonio, a un o entre las per sonas que protagonizan la
estilo violento de interacción de pareja. relación.
3. La violencia que se inicia en una relación con La descripción del maltrato en el noviazgo
agresiones verbales, por lo general continúa con coinci de con las características que se
agre siones físicas severas. La violencia verbal mencionaron en el capítulo 1 respecto de la
en el no viazgo es un importante predictor de violencia conyugal. Del mismo modo que en el
violencia con- yugal. matrimonio, por lo general el maltrato es hacia
la mujer, aunque existe en muchos casos bien puede reaccionar del modo en que ella
violencia cruzada y en muchísima menor pro piensa que la madre debería reaccionar, siendo
porción, maltrato de la mujer hacia el hombre. ella misma agresiva como lo fue el varón de la
familia. El modo en que se ha tratado la pareja
de padres también es tablece un modelo a copiar
¿Qué características tienen los o imitar cuando se encara la propia pareja. Esta
identificación no es consciente de modo que
jóvenes más predispuestos a
quien la vive, aunque haya sufrido mu cho el
tener noviazgos violentos? maltrato experimentado en el hogar e incluso se
haya propuesto a sí misma no repetirlo, muchas
En primer lugar queremos aclarar que, si bien P revención en el noviazgo 149

no hay un perfil típico de aquellas personas que


prota gonizarán una relación de violencia, ya veces se sorprende al descubrir que actúa como
sea como su papá o su mamá en su propia pareja.
148 R ompamos el silencio
• Mujeres con baja autoestima («ningún
otro me va a elegir», «me voy a quedar
víctimas o como victimarios, no obstante
sola», «nadie me va a querer», etc.). Es
encontra mos factores predisponentes que increíble la cantidad de chicas boni tas e
facilitan la emer gencia de la violencia y la inteligentes que piensan de una manera muy
tolerancia a la misma. negativa sobre sí mismas y esto, como relató
En segundo lugar, vale señalar que, aunque no Yanina en su testimonio, no ayuda a formar una
desconocemos los factores comunitarios y pareja salu dable. Puede que busquen en la
sociales que desde una mirada integradora o pareja el cariño y la atención que no han tenido
ecológica —tal como ha sido descripta en en casa, o que su pareja sea quien les otorgue
capítulos precedentes— intervienen obviamente identidad y valoración. Tal vez provengan de
en el fenómeno de la violen cia interpersonal, familias disfuncionales que no las con tienen
aquí nos referiremos especialmente a factores adecuadamente, y por tanto se precipitan a una
individuales y familiares. relación de noviazgo inconveniente para ellas
Hechas estas salvedades, podemos resaltar los buscando lo que sus familias no les han
si guientes factores que predisponen en los brindado.
casos de las chicas y de los muchachos: • Mujeres «programadas» para cuidar y
atender a otros, en desmedro de sus propias
Los casos de las chicas:
necesidades emo cionales. De algún modo se
• Las jóvenes que han sido víctimas de
podría pensar que han sufrido un tipo de abuso
maltrato en la familia de origen, ya sea emocional en su hogar de origen, al no haber
porque ellas mismas fue ron niñas sido atendidas debidamente sus propias
abusadas (emocional, física o sexualmente) necesidades de cuidado y atención. Puede ser
o porque han sido testigos de la violencia que hayan ocupado roles que no les
entre sus padres u otros miembros de la correspondí an asumiendo responsabilidades
familia. En estos casos, o bien la nena puede desmedidas en el hogar, o que se hayan
identificarse con las mujeres golpeadas y identificado con una mamá de estas
sumisas de su familia, estableciendo un terreno características. No asumen que tienen derecho a
fértil para sufrir maltrato en su vida adulta, o ser cuidadas, amadas, respetadas, protegidas.
No pueden establecer una relación
interdependiente y de mutuo compromiso. «salvador», dado que han visto en sus familias
Necesitan ser «más» que el otro para sentir que el valor exagerado que se le otorga a renunciar a
valen algo y que pueden dar algo valioso de sí las propias necesidades en fun ción de las de
mismas. En la población cristiana es muy aquellos a quienes sirven. A veces, estos nobles
común argumentar a favor de esta actitud dis sentimientos no van acompañados del necesario
torsionando mandatos bíblicos que apuntan al equilibrio con la estima y la dignidad pro pias.
servi- Este es el caso de Yanina, la protagonista del
R ompamos el silencio testimonio reproducido más arriba.
150

Los casos de los muchachos: Chicos que,


al cuidado del otro, al sacrificio. Carmen R.
cío,
habiendo sido testigos de la violencia de
Be- rry llama a este tipo de comportamiento: «la
sus padres hacia sus madres, se identifican
trampa del salvador»:
con el agresor.
Los salvadores tratan de ser útiles donde quiera • Reproducen el modelo violento en su propia
que van. Muchos eligen profesiones que giran rela ción de noviazgo. Recordemos que la
en torno al bienestar de los de más, tales como violencia es una conducta aprendida. Por otro
el sacerdocio, la asistencia social, la educación, lado, los padres u otros adultos significativos
la medicina, la psico logía o el cuidado de los del entorno familiar sue len ser la figura con la
niños. Otros, como amas de casa, estudiantes y cual se identifican predomi nantemente los
adultos de edad avanzada se ofrecen para hijos. Mediante este mecanismo de
diversos proyec tos de asistencia. Dondequiera identificación, el hijo se apropia de rasgos
que puedan encontrarse salvadores, puede usted parentales y aprende a recurrir a la violencia
estar seguro de que estaremos ocupados cuidan como modo de expresar la tensión o los
do de otras personas. Sin embargo, para los conflictos normales de cual quier relación
salvadores es fácil llegar a estar tan atarea dos humana. Los varones pueden concebir su
cuidando de otras personas, que no se cuidan a masculinidad asociada al dominio y al someti
ellos mismos [...] De hecho para ellos es fácil miento de su pareja.
simular que no tienen necesi dades ni pesares
• Estos jóvenes, a pesar de que aparezcan como
interiores [...] Estos salva dores se desatienden
muy seguros o dominantes, tienen baja
porque sienten que se espera de ellos que
autoestima.
sacrifiquen su propio bienestar en aras de los
demás. Esta es la definición del amor para el
salvador [...]. A los salvadores se les ha 2 Carmen R. Berry, Cuando ayudarte significa
enseñado (y por lo tanto, creen) que la finalidad hacerme daño, Javier Vergara, Buenos Aires, 1990,
p. 19.
primordial de la vida es ayudar a otras personas. 152 R ompamos el silencio
Si el sal vador no los ayuda, nadie más lo hará
[...] El salvador se siente responsable por asegu
Les es difícil tolerar las frustraciones y los
rarse de que todo salga bien y de que todos
P revención en el noviazgo 151 inconve nientes normales de la vida cotidiana.
Tienen un re pertorio limitado de respuestas
sean felices. Es tarea del salvador y sola mente adecuadas a las ten siones que cualquier ser
de él.2 humano experimenta, y re curren a la violencia
como forma de solucionar pro blemas,
• Es frecuente que hijas de pastores o de descargar presiones o simplemente obtener
misioneros caigan en esta trampa del reconocimiento y respeto.
• Son muy inseguros, especialmente en su rol de responsabilidad en cada caso.
hombres en la relación de pareja. Compensan
esa inseguridad intentando someter a su novia y,
del mismo modo, en el futuro lo harán con su ¿Cuáles son las características
esposa.
de un novio violento?
Si bien tanto cualquier mujer como cualquier
hombre puede verse envuelto en una relación • Tiene un bajo concepto de la mujer en general,
abusi va, la violencia suele producirse más que se expresa en críticas, burlas, chistes,
frecuentemente en noviazgos que reúnen a estos expresio nes y conductas discriminatorias.
jóvenes, chicos y chicas, que ofrecen terrenos Todas las demás mujeres, a excepción de la
predispuestos en varios sentidos. Asimismo, novia, son brujas, locas, prostitutas, etc.
tienen dificultad para reconocer lo anormal de Obviamente, con el tiempo ella tam bién
las conductas abusivas y por lo tanto avanzan recibirá estos adjetivos.
hacia el matrimonio sin siquiera detectar el • Por momentos idealiza a la novia, hablando
problema, y mucho menos para detenerse a cosas maravillosas de ella, pero con la misma
solucio narlo. En cambio, si la combinación es facilidad la denigra y critica. Como suele tener
diferente, por lo general el miembro más sano baja autoestima y se siente amenazado como
de la pareja —o tam bién el que recibe mayor hombre, no tolera que ella se destaque en
contención familiar y social (que es igual a decir ningún aspecto. Por un lado la admi ra, pero por
que tiene más recursos)— no tolerará el otro lado la rebaja, la subestima. La des
maltrato, y es posible por tanto que ex ponga el calificación puede ser abierta, explícita, hasta
problema ante otros para que los ayuden o que ridicu lizarla y burlarse de ella en público, pero
termine cortando la relación si no le resulta sa también
tisfactoria. Aspiramos a que este capítulo R ompamos el silencio
154
también sirva como recurso interior para
identificar, denun ciar, corregir o eventualmente
salir de relaciones abusivas, en la pareja o en puede ser sutil, a través de tonos y miradas
cualquier otro contexto. despecti vos. En muchos casos, se da la «doble
P revención en el noviazgo 153 fachada»: es amoroso con ella en público pero
la maltrata en la intimidad.
A veces no es fácil darse cuenta del maltrato ya • Tiene altas exigencias hacia ella. Pretende que
que éste comienza en forma leve, generalmente ella se vista, se maquille y actúe como él quiere.
ver bal, y es difícil que adopte formas extremas También la compara con otras mujeres para
durante el noviazgo, como los golpes o palizas, humi llarla o rebajarla. La critica por todo lo
dado que de ocurrir se vería amenazada que ella hace, dice y piensa, con lo cual la novia
claramente la continui dad de la relación. pierde la seguri dad en sí misma.
Al igual que lo mencionado en el capítulo sobre • El control marca casi todos los aspectos de la
violencia conyugal, explicar las variables que re lación, y no la mutua interdependencia. Suele
pre disponen a protagonizar una pareja violenta ser posesivo hasta el extremo. No tiene una
no ex ime al miembro violento o agresor de la cuota nor mal de celos, sino que éstos adquieren
responsabi lidad que le cabe, ni implica que la proporciones increíbles. Intenta controlar a la
persona que reci be maltrato no sea una víctima. novia, llamándola todo el tiempo, queriendo
Se trata de grados muy distintos de saber qué hace y qué pien sa de un modo
obsesivo y desesperado. No la deja nunca sola o
con otras personas. Muchas veces las chicas la violencia física que se dará más adelante.
interpretan esto como una expresión de amor Ante un arrebato de ira puede perder el control
enorme, pero termina ahogándolas. Ambos y empujar a la novia, o zamarrearla o tirarle el
sufren; él por su inseguridad que no se sacia con pelo. Se «arrepiente» rápida mente por el miedo
nada que ella pueda hacer o dejar de hacer, y a perderla, especialmente si ella amenaza con
ella porque no puede ser libre. cortar la relación. Sin embargo, al poco tiempo
• Por sus celos casi delirantes, la acusa de repite la conducta.
prestar más atención a otros, salir con otros • Cuando ella reacciona con enojo o reproches
hombres, hasta de tener relaciones sexuales con al maltrato, la acusa de loca, exagerada,
otros. Él mismo su fre y la hace sufrir a ella con histérica, etc., con lo cual la culpa recae
acusaciones sin ningún tipo de fundamento. nuevamente sobre ella.
R ompamos e l silencio
• Logra un gradual aislamiento del entorno, de 156
la familia y de los amigos. Al principio del
noviazgo suele ser normal un cierto • A pesar de ser cumplidores en el trabajo u
replegamiento del entorno para consolidar la otras obligaciones, por lo general muestran una
relación, pero en el noviazgo dis gran des consideración, falta de respeto por los
155
P revención en el noviazgo horarios y los acuerdos con ella. Es la forma de
marcar su dominio mostrando quién manda y
funcional habrá una progresiva retracción del controla la relación.
medio, justamente para evitar la intromisión de • Nunca admite equivocarse. No pide disculpas
otros que pueda amenazar la ruptura de la porque no reconoce sus errores. Hacerlo lo haría
pareja. Así se perpe túan las interacciones sen tir disminuido frente a ella. La mayoría de
íntimas de maltrato. Es el mismo patrón que las veces ella asume que es la culpable de las
suele darse en las familias donde existe situaciones que se generan, por cansancio, para
violencia. Como resultado del aislamiento, tener un poco de paz, o porque realmente lo cree
muchas veces se abandonan amistades, estudios, así.
de sarrollo de hobbies e intereses. No es fácil • Al maltrato verbal suele agregarse la
acceder a estas parejas para saber cómo es la manipula ción a través de la indiferencia, el
relación y ayudar las. enojo o el silencio. Se muestra ofendido y rara
• Una forma de aislar a la novia de su entorno es vez expresa por qué. Es una forma más de
criticar a su familia, a sus amigos, a sus maltrato emocional, haciendo abuso de poder.
compañeros de trabajo. De esta manera también La mayoría de las veces lo hace co mo
neutraliza la sos pecha que alguien pueda maniobra de manipulación, pero otras veces es
formular contra él. Como resultado, ella verdad que ni siquiera él mismo sabe en
también empieza a ver a todos como enemigos realidad a qué se debe su malestar emocional.
de su relación y «se pega» más a él. Si la novia • Amenazas: a su integridad física, a revelar
llega a darse cuenta de cómo son en realidad las secre tos de su intimidad, a cortar la relación si
cosas, siente vergüenza de admitirlo frente a los ella no se somete. La relación se basa entonces
que le advirtieron de las señales negativas de la en un pacto de silencio, que impide la ayuda
rela ción. Esto la perpetúa en la relación. externa.
• Se enoja fácilmente, dado que no cuenta con • La manipulación adquiere forma de amenaza
re cursos para tolerar la frustración. Tiene un con temas de locura o de muerte de sí mismo o
alto nivel de agresión verbal, que suele predecir de ella. «Si me dejás me mato, o me voy a
volver loco.» «Sos mía o de nadie más; si te veo pesar de todo, «se aman».
con otro te mato y des pués me mato yo.»
Produce miedo y culpa en ella, con lo cual la
inmoviliza y no puede decidir en liber tad sobre
la relación.
• La intensa dependencia se evidencia en que se
angustia o enoja si se habla de dejar la relación.
Por
P revención en el noviazgo 157

otro lado, no puede mantener una intimidad


saluda ble y suele ser superficial, distante en su
trato y en sus conversaciones, ya que él mismo
no puede con tactarse profundamente con sus
propios estados afec tivos.
• Muchas parejas terminan teniendo relaciones
sexuales no consentidas por ella, lo cual
constituye una violación, tal como puede ocurrir
también en el matrimonio. Justamente se usa la
expresión «viola ción por confianza», cuando el
encuentro sexual se produce por presión
psicológica o es forzada física mente, dentro de
una relación de pareja consensua da. Es
frecuente que la inicie sexualmente y luego la
abandone, incluso estando embarazada. Demás
está decir la humillación, la culpa, los
sentimientos de indignidad e impotencia que
acompañan a la joven en estos casos.

No es necesario que se presenten todas estas ca


racterísticas para afirmar que estamos en
presencia de violencia en el noviazgo; bastan
una o algunas de ellas, y que se den en forma
recurrente.
Aunque la violencia en la pareja es predominan
temente masculina, no desconocemos que
algunas de estas características pueden
encontrarse también en la mujer, sobre todo la
manipulación, el control y los celos desmedidos.
Si la violencia es cruzada se producirán
frecuentes peleas y discusiones, hasta
agresiones físicas. Pero por lo general estas
parejas no se separan. Lo justifi can diciendo
que no pueden vivir uno sin el otro y que a

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