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García Márquez, G. (1961). El coronel no tiene quien le escriba. Colombia. Aguirre.

Reseñado por: Sara Gabriela Puyo Díaz

Gabriel García Márquez nació el 6 de marzo de 1927, en Aracataca, Magdalena y falleció el


7 de abril del 2014 en Ciudad de México. (Universidad Central, 2014). Fue un escritor y
periodista colombiano, ganador del premio Nobel en 1982 por su obra Cien años de
soledad (Universidad Central, 2014).

Durante su estancia en París, escribió la novela El coronel no tiene quien le escriba y


posteriormente fue publicada por la editorial Aguirre en 1961 (Santana, 2012). Es una de las
más reconocidas del autor y él lo consideró su mejor libro, diciendo que tenía que escribir
Cien años de soledad para que la gente leyera El Coronel no tiene quien le escriba (Ávila,
2021). El objetivo de la obra es mostrar la realidad por la que pasan varias personas de
Colombia y también de Latinoamérica al tener un gobierno aislado, al que no le preocupan
sus habitantes, mostrar cómo se vive en la pobreza extrema y cómo eso no impide que los
protagonistas sigan teniendo ganas de vivir y guarden la esperanza de que algún día las
cosas sean mejores y el Estado les provea lo que les corresponde.

La obra trata de un coronel, que vivía con su esposa en condiciones muy difíciles, no tenían
qué comer, qué vestir y una de sus pocas esperanzas para que su situación fuera diferente
era la espera de la asignación de su pensión por los servicios prestados a la patria como
soldado en la guerra de los Mil Días. Lo único que poseían era un gallo de pelea que era de
su hijo fallecido, en el cual se gastaba el coronel su poco dinero vendiendo objetos para la
alimentación del animal. ¿Será que la situación del coronel y la de su mujer mejorará? O,
por el contrario, ¿tendrán que vivir así hasta sus últimos días?

Durante la obra el narrador no le brinda información al lector acerca del apellido y nombre
del coronel, sin embargo, se conoce que es un veterano de guerra que recibía órdenes de
Aurelio Buendía. Vive con su mujer en la pobreza absoluta, en una casa humilde muy
húmeda y bastante fría.

La historia empieza cuando el coronel va camino a un entierro, el primero en muchos años


por muerte natural. Su mujer no lo acompaña debido al asma tan fuerte que sufre y por esto
muy pocas veces sale de la casa. El coronel se dirige a la plaza del pueblo, acompañado de
su amigo Sabas, el único que pudo escapar de la persecución militar cuando la guerra
finalizó.
El coronel ha esperado durante quince años la pensión que le corresponde por haber
servido en la Guerra de los Mil Días en el año 1899. Por lo anterior, cada viernes va a la
oficina de correos del puerto esperando que se le notifique dicha pensión, ya que su
situación a nivel económico y en general es bastante mala y apenas tienen qué comer.
Además, es dueño de un gallo de pelea, el cual pertenecía a su hijo Agustín, quien fue
baleado en la gallera por dar información clandestina. Por eso, y por el amor que le tiene a
su difunto hijo, el coronel aún conserva el gallo para peleas futuras, dejando en él toda su
confianza, aunque su mujer se encuentra en desacuerdo debido al trato que le brinda al
animal, pues lo poco que tienen es usado para alimentarlo.

La situación económica en la casa del coronel es terrible y lo peor de todo es que sigue sin
recibir la notificación acerca de su pensión. Desanimado, tiene una conversación con los
amigos de su hijo fallecido, los cuales le informan sobre la posible victoria del gallo, y por
esto, se alegra y se siente con fuerzas para afrontar el momento por el que están pasando.
En casa su mujer lo presiona para que cambie de abogado por el tema de la pensión, a lo
cual el coronel accede. Así pues, se dispone a redactar una carta en la que comunica el
cambio de abogado, mientras la escribe, se sumerge en un ambiente lúgubre, ya que
durante toda la historia ha estado lloviendo y no han tenido con qué saciarse, pues no hay
comida que se puedan llevar a la boca.

Sabas, el compadre del coronel, le planeta la idea de vender el gallo de pelea, ya que le
podrían ofrecer hasta 900 pesos por él, y esto le quitaría muchos problemas, como el
encargarse de la alimentación del animal, mientras el coronel lo piensa, se dirige de nuevo a
preguntar en correos por su notificación, que aún no llega. Al encuentro con su mujer se
desata una gran discusión debido a su situación económica, por lo que el coronel toma la
decisión de venderle el gallo a su amigo.

La obra de El coronel no tiene quien le escriba está inspirada en el abuelo materno de


Gabo, el coronel Nicolás Márquez, el cual también esperó durante bastante tiempo el
cheque de su pensión de excombatiente de la guerra de los Mil Días (El Tiempo, 2004).
Podemos darnos cuenta entonces como la novela está sujeta estrechamente al autor y
como narra hechos verídicos que han sucedido durante años, estar a la incertidumbre sin
saber si lo prometido le llegará a su abuelo, sabiendo que esto podría mejorar
drásticamente la vida en este caso, de él y del personaje de la novela. También la obra
refleja una situación personal por la que tuvo que pasar Gabriel García, debido al igual que
el coronel, al escribir esta novela estaba a la espera de los cheques del periódico El
Espectador y tenía problemas económicos (Terao, 2003).
La novela es muy fácil de leer, pues su estructura es sencilla y breve, consta de siete
capítulos y su narrador es omnisciente puesto que hace uso de la tercera persona. También
podemos observar varios recursos literarios y el predominio de la personificación en el
relato.

Al leer la obra uno se acerca muy profundamente a los protagonistas, ya que, al igual que
ellos, se siente esa espera eterna por la que deben pasar, en especial el coronel y su
esposa, además el autor sin nombrar ningún crimen es capaz de plasmar la violencia que
viven los personajes de la región, el abandono total del Estado, la miseria y la desigualdad
generando en el lector un sentimiento de frustración al ver todo lo que debe pasar el coronel
y su mujer, también la injusticia plasmada en el asesinato de su único hijo. Se puede
examinar cómo la sociedad en la que vive el coronel está corrompida y él es una de las
pocas personas que tiene principios y no los sobrepasa.

Es triste darse cuenta que nadie les garantiza a los protagonistas una vejez digna, ya que a
pesar de sus años de servicio deben seguir luchando por conseguir un alimento. Parece ser
que nunca podrán tener un descanso adecuado que cualquiera a su edad debería merecer.

La novela El coronel no tiene quien le escriba debería ser leída por todos los colombianos,
para así hacerse una idea de lo que ha pasado en el país, lo vivido en la guerra, la historia y
varios acontecimientos que suceden durante el relato que hacen pensarse si la Colombia
actual de verdad ha avanzado o sigue siendo esa que vulnera los derechos de sus
habitantes.

Por último, es importante preguntarse el ¿por qué el amigo del coronel tiene una vida tan
acomodada? ¿No se supone que debería pasar por la misma situación que el protagonista?
¿Le resultó bueno vender el gallo? ¿Ya no serán pobres él y su mujer? ¿Finalmente el
coronel recibirá la carta tan esperada? O ¿perderá la esperanza de que esta algún día
llegue?

Referencias

Ávila, S. (2021). 60 años esperando quien le escriba al coronel. El sol de México.

https://www.elsoldemexico.com.mx/cultura/literatura/el-coronel-no-tiene-quien-le-escriba-

libro-gabriel-garcia-marquez-60-anos-6412430.html

El Tiempo. (2004). El coronel busca quien le escriba. El Tiempo.


https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1580976

Santana, P. (2012). Alberto Aguirre, un hombre de letras tomar. El Espectador.

https://www.elespectador.com/el-magazin-cultural/alberto-aguirre-un-hombre-de-letras-

tomar-article-372357/

Terao, R. (n.d.). El coronel no tiene quien le escriba: la simbolización y el vivir de una

realidad violenta.

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4808344.pdf

Universidad Central. (2014). Gabriel García Márquez. NOTICENTRAL.

https://www.ucentral.edu.co/sites/default/files/inline-files/2014-05-noticentral-48.pdf

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