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La ética y la política

La ética y la política deben ir de la mano, de lo contrario nuestras sociedades


estuviera quebrantada, es de hecho que la unión de las dos permite minimizar la
desigualdad social, aunque esta no se ha erradicado completamente en nuestra
realidad; cada día existe un distanciamiento abismal dentro de las clases sociales,
en lo que existe dos universos paralelos dentro de uno solo; está uno en el que se
padece, hay vulnerabilidad de derechos, hay mas problemáticas de todo tipo y
otro en los que los privilegios son muchos mejor y hay más garantías.

Deben existir políticas que permitan un verdadero equilibrio dentro de la sociedad,


recordemos que esto afecta otros ámbitos como el ambiental, el económico,
cultural, entre otros. Ya que es importante intensificar las propuestas que
abarquen la mayor parte de las problemáticas sociales empezar a bases sobre
ellos.

La ética juega un papel importante entre estas propuestas ya que debe hacerse un
análisis en cual puedan beneficiar a todos y evitar afectar en lo posible alguna
minoría y se debe hacer un trabajo exhaustivo en pro de la sociedad donde se
utilizan unos recursos en los que hay que hacerles seguimiento y monitoreo para
que sean cumplidos los objetivos de las propuestas.

Las políticas permiten accesibilidad a todos los beneficios que otorgan gobiernos,
pero también permite que sus ciudadanos tengan un respaldo ante sus
instituciones, donde cada uno de los miembros puede manifestar sus opiniones e
ideas en las cuales permitirán que este tenga participación y pueda contribuir a
desarrollar a su sociedad.

La ética permite que la sociedad tenga un valor, a través de las políticas que en
consecuencia trae justicia social, de la cual aviva la equidad y la prosperidad
dentro de las naciones.

Hay una enfermedad que está haciendo metástasis entre la ética y la política, y es
la Corrupción, los altos grados de esta, son tan peligroso como el consumo
excesivo de azúcar, ya que así también va deteriorando el patrimonio de la
sociedad, el templo que es el país, la sangre fluyente que es la sociedad y caja
órgano y tejido que son sus instituciones y peor aún sus células van dañándose
en cada uno de los miembros de la sociedad. Por eso no podemos jugar con los
recursos de una nación, y sus instituciones, no debemos comprar con dinero que
con buenas políticas podemos trabajar y ganar. La corrupción ha hecho estrago,
ha dañado muchas vidas y es enemiga de la unión entre la ética y la política.

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