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Primeras palabras
Una de las tareas del buen docente es replantearse sus prácticas. Parar la pelota o tirarla a un
costado, sentarse como si el tiempo no pasara y simplemente ver. Verse uno mismo reflejado
en sus actos, en sus decisiones, en sus acciones y omisiones. Alejarse para ver la coherencia
entre lo que dice que enseña y lo que realmente enseña. Alejarse para encontrarse. Reconocer
a modo de inventario el camino recorrido. Para juzgarse, para valorarse, para tomar decisiones
y para seguir. Para seguir luchando desde la trinchera que cada uno supo construir por un
mundo más justo y fraterno.
Los que sigue es un intento, solo un intento, de esa reflexión tan necesaria.
El currículum
Lo que se enseña y lo que se aprende importa, tiene consecuencias. No se reduce ni a las
clases, ni a los exámenes o trabajos prácticos, ni siquiera a los esfuerzos denodados que
realizan los estudiantes por memorizar y, en algunos casos comprender, los contenidos cuya
constatación, por parte de quien enseña, iniciará seguramente un nuevo ciclo de enseñanza-
aprendizaje-constatación-acreditación.
Obviamente no puede enseñarse todo el conocimiento disponible de una ciencia en un
momento dado, por lo tanto es necesario realizar un recorte, una selección.
Los pedagogos suelen abordar el tema mediante el concepto de currículum.
Por currículum se entiende a la síntesis de elementos culturales (conocimientos valores,
costumbres, creencias, hábitos) que conforman una propuesta político-educativa pensada e
impulsada por diversos grupos y sectores sociales cuyos intereses son diversos y
contradictorios, aunque algunos tiendan a ser dominantes o hegemónicos, y otros tiendan a
oponerse y resistirse a tal dominación o hegemonía 1.
En este sentido queda claro que cuando se decide qué enseñar al mismo tiempo, en el mismo
acto, se está eligiendo qué no ensenar. En términos técnicos al definirse un currículum
prescripto, generalmente materializado en diseños, planes de estudio y programas, se
construye un currículum nulo, que incluye todo aquello que no será enseñado.
La intencionalidad del currículum no se reduce a la selección de saberes sino que también se
lleva a cabo subrepticiamente, implícitamente, mediante el sostenimiento de rutinas,
prácticas, hábitos, costumbres que determinan lo que suele denominarse el currículum
oculto2.
El currículum oculto incluye todo aquello que enseñamos mientras enseñamos 3.
1
De Alba, A.: Currículum: crisis, mito y perspectivas. México, UNAM-CESU, 1994
2
Que un plan de estudios esté organizado en materias, que los estudiantes van a acumulando a lo largo de su
cursada y a través de las cuales “analizan” la realidad tiene consecuencias en la construcción de su subjetividad.
Están aprehendiendo, a través de la reiteración y naturalización de dichas prácticas, una realidad fragmentada, qué
sólo tiene interlocutores legítimos en los especialistas y una concepción individualista y mercantilista de la
educación (lo que importa es “comprar” y “consumir” materias para “comprar” un título que tendrá valor en tanto y
en cuanto pocos lo consigan)
3
El inicio de los sistemas educativos hacia finales del siglo XIX da clara muestra en tal sentido. La disposición de los
bancos en el aula (individuales y mirando al frente), la tarima donde se paraba el docente, la canciones patrias, las
efemérides, la artificial partición del conocimiento en materias, los timbres de los recreos, los horarios, el
guardapolvo blanco, la obligatoriedad, la laicidad dan cuenta, de la intencionalidad, sea cual fuere el contenido de
Es evidente que como menciona Bernstein 4, las formas en que una sociedad selecciona,
clasifica, distribuye, transmite y valora los saberes destinados a la enseñanza refleja la
distribución del poder y los principios de control social.
Es nuestra intención pensar la enseñanza de la economía en el nivel universitario desde este
lugar, intentando develar los lazos que la unen con las relaciones de poder vigentes en la
sociedad.
Es momento de comprometerse y, como menciona Apple, tomar muy en serio las siguientes
preguntas sobre la tradición selectiva. ¿De quién es el conocimiento? ¿Quién lo seleccionó?
¿Por qué se organizó y se enseño de este modo? ¿Y por qué a este grupo en particular? No
basta, continúa el autor, sin embargo, con el simple hecho de formular esos interrogantes. Hay
que tratar de vincular estas investigaciones con las concepciones en competencia de las
ideologías y el poder social y económico. De este modo se puede empezar a obtener una
valoración más concreta de las vinculaciones existentes el poder económico y político y el
conocimiento puesto a disposición (y el no puesto a disposición) de los estudiantes.5
Precisamente esto intentaremos en las líneas que siguen.
El rito
Un ritual es una serie de acciones que poseen un alto valor simbólico, basadas en alguna
creencia legitimada y aceptada por una comunidad que no cuestiona los fundamentos del
mismo.
Quien más, quien menos, todos los que hemos pasado por la materia economía, ya sea en los
últimos años de la educación secundaria o en los primeros de la educación universitaria,
hemos transitado por un ritual.
Pasar el ritual implica la posibilidad de acceder a nuevos conocimientos, más profundos y
complejos, pero que se estructurarán sobre la base de conceptos y categorías que ya nunca
serán discutidas o cuestionadas como tampoco lo fue, en su momento, el ritual. A ninguno de
nosotros se nos ocurriría decirle al cura del barrio cuando está bautizando a nuestro hijo “por
favor no utilice agua que hace frío”, “no manche la frente del bebé con el oleo de los
que se enseñe, de disciplinar a la sociedad. Por un lado, formar ciudadanos y patriotas, para esos Estados Nación
nacientes y, por el otro, obreros para cubrir las fábricas de un incipiente capitalismo industrial. Al mismo tiempo se
continuaba con un proceso creciente de secularización y se consolidaba como hegemónica una concepción
positivista de la sociedad y el conocimiento.
4
Bernstein, B. Principios de clasificación, enmarcamiento, secuencia y ritmo. 1980, p. 47.
5
Apple, M. Ideología y currículo. España. Akal. 1986. Capítulo 1.
catecúmenos porque después si se mancha no sale de la ropa”. Los ritos no se discuten, no se
problematizan, los ritos se pasan o no se pasan.
Una vez que se han pasado, que hemos incorporado “el mensaje” condicionan nuestra forma
de ver el mundo y, por lo tanto, nuestras prácticas sociales, “Si no bautizas a tu hijo se irá al
infierno” “¿cómo una madre puede querer el mal para su hijo?” Ya no habrá posibilidad de
cuestionarse. ¿Qué es el mal y qué es el bien? ¿Por qué es necesario este ritual? ¿Qué relación
existe entre los ritos y el sostenimiento de las religiones? ¿Por qué un Dios que es amor
condena a priori a los que no realizan el rito? ¿Qué función han cumplido las religiones y sus
estructuras de poder en relación a otros actores sociales a lo largo de la historia?
No habrá respuestas para estas y otras preguntas, simplemente porque ya no habrá
preguntas…
6
John Weeks nombra así a los economistas que predican su propia versión del creacionismo, donde los mercados
libres y desregulados son la única forma posible de organizar la sociedad. Un poco de economía y mucho de
alquimia. Artículo publicado en página 12 del día 23 de abril de 2012 “Los astrólogos de la economía”. Disponible en
versión digital http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-192468-2012-04-23.html
Los alconomistas refuerzan esta creencia popular de que la economía es demasiado difícil de
entender. Los ayuda a predicar sus doctrinas reaccionarias como la ley de la oferta y la
demanda, la ineficiencia del Estado, la responsabilidad de los sindicatos en el desempleo y la
inflación y el hecho de que los aumentos de precios deben ser más temidos que la
desocupación. Desde su teoría banal, los alconomistas imponen una supremacía ideológica.
Con explicaciones superficiales y simplistas construyeron una ideología que emite juicios de
valor cual oráculo griego sobre los distintos temas de la humanidad. (…)De esta ideología surge
la creencia de que las acciones del gobierno restringen, limitan y distorsionan la habilidad de
las personas para tomar decisiones. Por eso, su rol debe ser limitado, para minimizar las
restricciones. La explicación es simple: la asignación debe estar a cargo del mercado. Para las
grandes empresas y sus sacerdotes alconómicos, los mercados no sólo son más eficientes que
los métodos alternativos de asignación y distribución, sino que son el único mecanismo viable.
Aun más, los mercados sólo son eficientes si no están regulados de ninguna forma y se les
permite operar libremente sin la intervención del Estado. 7
La selección de contenidos presentada y su secuenciación contribuyen de manera esencial a la
construcción y sostenimiento de tal visión.
7
Los astrólogos de la economía. Página 12. Opc.cit
8
Williams en Apple, M. op. cit.
c) Orden y equilibrio : Una sociedad equilibrada y armónica, que brinda igualdad de
oportunidades, regida por mercados también equilibrados, en la que la movilidad
social no sólo es posible sino que depende exclusivamente de la voluntad individual y
que, por lo tanto, considera que el desempleo y la pobreza son consecuencias
inevitables de la desidia humana 9, naturalizando así las injusticias sociales y
culpabilizando a las víctimas.
Estas concepciones nunca se presentan como tales sino que se cierran entre sí conformando
una estructura sólida, rígida, impenetrable, indiscutible, descalificadora de estructuras e ideas
alternativas. Actúan en la práctica no sólo descalificado cualquier abordaje alternativo sino
también impidiendo, y esto es lo más grave, la generación de un pensamiento heterodoxo
dado que limitan, dominando el discurso legítimo, el universo de lo pensable.
Ningún proceso de construcción de hegemonía puede prescindir de una transformación
radical de los significados, las categorías, los conceptos y discursos a través de los cuales la
“realidad” adquiere sentido y puede ser nombrada (…) Las categorías lingüísticas, los
conceptos, al limitar la esfera de lo posible, al impedir o permitir que ciertas cuestiones sean
pensadas, son parte central de cualquier proyecto político de transformación social. 10
Conceptos y categorías que, como dice Da Silva, nos habilitan o no a pensar la realidad, a
acercarnos a ella de un modo u otro y, en definitiva a trasformar o reproducir las estructuras
sociales vigentes. Qué difícil será encontrar una solución a la pobreza y al desempleo cuando
no los puedo ver como problema simplemente porque los considero parte de orden natural de
las cosas o consecuencias lógicas, justas e inevitables de las libres decisiones de los individuos.
9
También podría asignarse tales males a la intervención burocrática e ineficiente del Estado en la economía como lo
fue en la vigencia del modelo neoliberal.
10
Da Silva, Tomaz. El proyecto educativo de la nueva derecha y la retórica de la calidad total. En Gentili P. Cultura,
Política y Currículo. (1997)
11
Todavía hoy, los manuales universitarios hablan de economía normativa y positiva, como si tal división fue en
efecto posible.
12
Aunque el marginalismo se planteó como una alternativa al enfoque clásico en el plano de la teoría económica,
conservó, sin embargo, su filosofía de fondo al menos en una cuestión central: Jevons, Menger, Walras y los
marginalistas posteriores fueron acérrimos defensores de las razones del laissez faire.
reglas del mercado permitirían alcanzar una situación óptima y en la que se lograría, al mismo
tiempo, la armonía de los intereses y la maximización de los objetivos individuales.
De este modo, el sistema teórico neoclásico se irá estructurando en torno a esta reinvención
discursiva y conceptual de la economía clásica.
En primer lugar el sistema teórico neoclásico va a correr el foco de atención, hasta hacerlo
desaparecer del fenómeno del desarrollo económico, el gran tema de todos los clásicos, para
dar lugar al problema de la eficiente asignación de los recursos dados. El problema económico
puede formularse como sigue: dada una población con diversas necesidades y ciertas
posibilidades de producción, en poder de ciertas tierras y de otras fuentes de recursos, debe
determinarse el modo de distribuir el trabajo de la mejor manera posible para dar una máxima
utilidad al producto.13
De este modo, se empieza a definir a la economía como lo hacen los manuales actuales y los
docentes enseñan a sus alumnos. La economía pasa a ser la ciencia de la escasez y la elección.
Lejos y en el olvido, y cada vez más al paso de los años y de los economistas, el objeto de la
ciencia económica iba a ser el que le preocupó a Marx: las relaciones sociales de producción.
De ahora en más las relaciones serán entre los hombres y la naturaleza. El único problema es la
escasez y su eficiente administración: Que mejor que la “población” y las impersonales
“necesidades” para mandar al fondo del mar a las clases sociales. Asimismo, la propia
eternidad del problema planteado por los neoclásicos, el problema de la escasez, fundamenta
la ahistoricidad de las leyes económicas y, como hemos dicho su validez universal.
Su marginalismo acreditó una especial versión de la economía política, según la cual el
comportamiento humano resulta exclusivamente reducible al cálculo racional orientado a la
maximización de la utilidad.
Por lo tanto, si han de ser sujetos capaces de realizar elecciones racionales con miras a la
maximización de un objetivo individual, como la utilidad o el beneficio, forzosamente deben
ser individuos; o a lo sumo, grupos sociales mínimos, caracterizados por la unidad en la que
recaiga la toma de decisiones, como las familias y empresas. Así desaparecen de la escena los
sujetos colectivos, las clases sociales, y con ellas cualquier noción de conflicto. Todos nos
sentimos tranquilos, neutrales y objetivos explicando el flujo circular de la renta.
El estado natural de la economía de mercado, para los neoclásicos, es la armonía social y no el
conflicto de clases. El supuesto conflicto entre trabajo y capital es una ilusión. (…) No debemos
referirnos a estas cuestiones desde un punto de vista de clase, en economía, en todo caso,
debemos considerar a todos los hombres como hermanos. 14
La economía está formada, desde la concepción de Walras, por sujetos que están presentes en
el mercado, ya sea como consumidores o como productores o empresas. El proceso
económico nace del encuentro, en el mercado, de estos distintos sujetos. Los servicios
productivos son adquiridos por los empresarios y transformados en bienes, los cuales a su vez,
son adquiridos, o bien por otros empresarios o por consumidores. Estos últimos compran los
bienes producidos por ellos gastando el ingreso que han obtenido de la venta de los servicios
productivos. Ni las clases sociales, ni los sindicatos, ni los grupos de presión, ni los carteles de
empresas, ni otros tipos de grupos sociales son admitidos, ya que violarían el principio
fundamental del modelo de equilibrio general: el de la competencia perfecta.
13
Jevons, W. La teoría de la Economía Política. Screpanti E. y Zamagni S. Panorama de Historia del pensamiento
económico. (1997)
14
¡Alabado ser el Señor…. Mercado! Jevons, W. El Estado en relación con el trabajo.
Mientras que el reduccionismo ahistoricista había llevado a la eliminación de las relaciones
sociales y su transformación, el reduccionismo individualista llevó a la eliminación de las clases
sociales. Muerto el perro se terminaría la rabia…
Un mundo ideal
Los neoclásicos crearon un mundo a su imagen y semejanza y nosotros decidimos habitarlo.
Un mundo armonioso y en orden, equilibrado, no sólo en la oferta y la demanda, sino en las
relaciones sociales. Un mundo en donde cualquier intervención estatal que no sea en
resguardo de la propiedad privada y el derecho a la libre empresa y comercio, causa más males
que beneficios. Un mundo en donde la oferta crea su propia demanda y, por lo tanto no puede
existir en el mediano plazo crisis de sobreproducción. Es más, no pueden existir crisis y, si las
hay, son momentáneas y se resuelven con más mercado.
Un mundo en donde el dinero era considerado como neutro y facilitador del intercambio.
Un mundo en donde el desempleo no existe porque los salarios, como cualquier precio de
cualquier mercado, se reducen ante el exceso de oferta hasta encontrar su equilibrio. Un
mundo en el que en caso de existir algunos desempleados, son porque esas personas no
quieren vender su fuerza de trabajo al precio de mercado o, porque la presión de los
sindicatos, que a principios del siglo XX empezaban a acumular poder, suben con sus
exigencias, los salarios por encima del equilibrio, provocando consecuentemente desempleo
de la mano de obra. Un mundo, por último, en donde los mercados son de competencia
perfecta o similares y el monopolio, un caso particular, una falla de mercado a ser resuelta.
De neoclásicos y neoliberales
Las ideas neoliberales vigentes, que constituyeron el pensamiento único de los noventa y
sostienen el mundo ideal neoclásico, son hoy faro en las políticas públicas de la Comunidad
Económica Europea y en el currículum oficial.
Su origen hay que situarlo en las décadas del 60 y 70, con el prestigio académico de haber
frenado a la inflación, sin la competencia del keynesianismo que se había mostrado estéril y
con el apoyo del sector financiero y los grandes grupos económicos, el neoliberalismo impuso
al individuo y a la competencia como valores universales y a la intervención estatal como su
peor enemigo.
La hegemonía del mercado se construyó mediante la reinstauración del viejo modelo de
Estado gendarme liberal pero en nuevo contexto, la globalización 15, signada por las nuevas
tecnologías de la comunicación y de la información. Asimismo las recomendaciones
(imposiciones) del Consenso de Washington para los países de América Latina y el “fin” de la
alternativa comunista con la caída del muro de Berlín, constituyeron un escenario inmejorable
para la imposición de la ideología neoliberal y las necesarias reformas: apertura comercial,
libertad de empresa y comercio, desregulación financiera y libre flujo de capitales,
privatizaciones y flexibilización laboral.
15
Si bien excede al presente trabajo, cabe la pena mencionar que la globalización no es un proceso lineal, universal,
igual para todos, como se empeñaron en mostrar los teóricos neoliberales. Los avances en la comunicación y el
manejo de la información, la mundialización de los mercados, las nuevas tecnologías y el resto de los cambios que
caracterizan a la globalización, se dan en una estructura signada por el binomio centro-periferia, se inscriben en ella
y, por lo tanto, la correcta denominación sería la de países globalizados y países globalizadores, de modo de marcar,
tal asimetría.
Aquí y no en otro lado es dónde tenemos que buscar a qué grupos, sectores, instituciones,
intereses en general, beneficia el actual currículum oficial de la enseñanza de la economía y las
concepciones de sociedad y humanidad que de él se derivan.
16
Si bien los recursos son limitados no podemos decir que este deba ser el centro de atención de la ciencia
económica, teniendo en cuenta que su definición, como se dijo oportunamente, condiciona y posibilita el universo
de lo pensable y lo realizable.
17
World Institute for Development Economics Research (WIDER) de la Universidad de las Naciones Unidas. Año
2000, citado en http://marin62.wordpress.com/ versión digital.
18
Foucault M. El discurso del Poder (1983) citado por Tamarit J. Poder y educación popular. (1992)
19
Torres, R. Educación Popular. Un encuentro con Paulo Freire. Centro editor de América Latina. 1994.
Es necesario responder estas y tantas otras preguntas, porque sino otros las responden por
nosotros, porque a decir verdad, no queda otra opción que comprometerse.
Abril de 2012