Oudh. Informe Anual 2019

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Presentación .............................................................................................................................. 4
Introducción ............................................................................................................................... 5
DERECHO A LA VIDA ............................................................................................................... 9
Uso de la fuerza letal en enfrentamientos armados ...............................................................10
Índice de letalidad .................................................................................................................15
Porcentaje de personas particulares fallecidas en enfrentamientos respecto del total de
muertes violentas ..................................................................................................................18
Relación entre personas particulares fallecidas y agentes fallecidos .....................................20
La relación entre violencia social y enfrentamientos armados ...............................................22
Muertes Violentas ..................................................................................................................24
Homicidios Múltiples ..............................................................................................................29
Feminicidios ..........................................................................................................................30
DERECHO A LA INTEGRIDAD PERSONAL ............................................................................33
Uso y abuso de la fuerza .......................................................................................................35
Detenciones de la unidad de asuntos internos de la Policía Nacional Civil ............................39
Desplazamiento forzado y limitación ilegal a la libertad de circulación...................................41
Prueba de correlación entre el delito de Limitación Ilegal a la Libertad de Circulación y
factores asociados.................................................................................................................48
Algunos datos más del fenómeno..........................................................................................49
Violencia sexual ....................................................................................................................51
DERECHO A LA LIBERTAD PERSONAL .................................................................................55
Desaparecidos ......................................................................................................................55
Detenciones ..........................................................................................................................57
Situación de los privados de libertad en el sistema de bartolinas ..........................................60
Situación de los privados de libertad en el sistema penitenciario...........................................62
Análisis global ...........................................................................................................................64
Derecho a la vida ..................................................................................................................64
Derecho a la Integridad física y moral ...................................................................................66
Derecho a la libertad personal ...............................................................................................67
Por grupos vulnerables ..........................................................................................................69
Conclusión general y recomendaciones ....................................................................................74
Anexos ......................................................................................................................................78
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Presentación
El presente Informe de Derechos Humanos 2019, elaborado por el Observatorio
Universitario de Derechos Humanos (OUDH), es el resultado de la metodología de
monitoreo sobre derechos humanos que el OUDH definió en su diseño. A través de
este informe se busca, en primer lugar, generar insumos estadísticos y analíticos
dirigidos a los diferentes actores institucionales y sociales, de tal manera que éste sea
considerado una fuente válida de información confiable sobre la situación de los
derechos humanos en El Salvador. En segundo lugar, a partir de estos insumos, se
pretende comenzar con la instauración de un análisis integral a realizarse anualmente,
con el propósito, por un lado, de identificar los patrones o tendencias en el
comportamiento institucional o social, que pudieran estar amenazando o violando los
derechos humanos; y, por el otro, señalar las áreas del quehacer estatal donde la no
efectividad de las políticas públicas estaría dejando a una buena parte de la sociedad
en condiciones de vulnerabilidad. También se busca identificar y resaltar aquellas
situaciones donde es más urgente una gestión pública con enfoque de derechos
humanos, precisamente para motivar a los tomadores de decisiones y a la sociedad en
su conjunto, a señalar en la agenda nacional las problemáticas que requieren de
atención.
En particular, en este primer informe se pretende hacer un análisis sobre el estado del
derecho a la vida, a la integridad y a la libertad. Así, se abordan diversos temas que
estarían influyendo, positiva o negativamente en el disfrute y goce de estos derechos.
El estudio de los temas se realiza a través de la medición de indicadores específicos
que permiten identificar, entre otras cosas, poblaciones vulnerables y territorios críticos,
así como evaluar el papel del Estado frente a las problemáticas que se analizan en
estos temas. Por otro lado, aunque la intención es que el lector extraiga sus propias
conclusiones con la información brindada, también se aportan algunas valoraciones
generales sobre la misma, con la intención de destacar aquellas situaciones que, al
parecer del OUDH, exigen una atención inmediata ya sea por el grado de su magnitud,
afectación o complejidad.
La elaboración de este Informe de Derechos Humanos 2019 ha sido gracias, en gran

medida, al apoyo de las instituciones estatales que se han asociado con el OUDH. Por
ello, merecen un especial agradecimiento la Corte Suprema de Justicia (CSJ), la
Fiscalía General de la República (FGR), la Procuraduría General de la República
(PGR), la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), la Policía
Nacional Civil (PNC) y el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (MJSP). En
particular, se les agradece la colaboración a las personas de enlace y los equipos
técnicos de tales instituciones públicas, pues ellas posibilitaron el intercambio de
información, insumo necesario para elaborar este documento. Una mención especial
también merecen nuestros socios estratégicos: la Unión Europea (UE) y el Proyecto
Derechos y Dignidad; quienes han brindado el necesario soporte financiero y técnico
para desarrollar al OUDH y su metodología de trabajo.
4
Introducción
La metodología utilizada en este informe consiste en el análisis de determinados
fenómenos o temáticas que influyen, positiva o negativamente, en el disfrute de los
derechos humanos. En general, el abordaje se desarrolla a través de la medición de
indicadores específicos, los que nos permiten dimensionar cómo el comportamiento de
los mismos señala la existencia de un problema o advierte el riesgo de que éste pueda
presentarse. En concreto, lo expuesto en el presente informe es el resultado de una
metodología de trabajo integrada por las siguientes fases: recopilación, sistematización,
validación y análisis.
Primero, la recopilación de los datos tuvo lugar gracias a las alianzas estratégicas que
el OUDH ha construido con determinadas instituciones públicas: Corte Suprema de
Justicia (CSJ), Fiscalía General de la República (FGR), Procuraduría General de la
República (PGR), Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH),
Policía Nacional Civil (PNC) y Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (MJSP). Éstas
facilitaron el acceso a datos relevantes de manera expedita; a su vez, esto también
permitió conocer sobre las capacidades institucionales para la generación de dichos
datos.
Segundo, la sistematización de datos consistió en la elaboración de múltiples bases de

datos sobre las temáticas e indicadores monitoreados. Esto facilitó, básicamente, un
análisis estadístico más amplio y un cruce de variables. Tercero, la validación de los
datos se generó mediante un proceso de comparación de aquellos recibidos a través
de las alianzas estratégicas antes mencionadas y de otras vías, tales como la Ley de
Acceso a la Información Pública (LAIP) y los medios de comunicación. La validación
también implicó la comparación de los datos obtenidos por diversas fuentes
institucionales, en relación con fenómenos o temáticas que registran. Esto último
evidenció, en algunos temas, una precaria calidad en la obtención y registro de los
datos por parte de algunas instituciones estatales lo que impide, a la larga, la
elaboración de políticas públicas acordes a las problemáticas que se pretenden
atender.
Cuarto, el análisis de los datos implicó múltiples pasos. Inicialmente, tuvo lugar un
análisis cuantitativo, con el propósito de identificar los fenómenos o temáticas que, por
su dimensión, pudieran sugerir la existencia de tendencias o patrones de violaciones de
derechos humanos, ya sea por acción u omisión estatal. Por ejemplo, el análisis de los
indicadores sobre el uso de la fuerza por parte de las instituciones de seguridad pública
permite advertir la existencia o no de las tendencias en el abuso de poder, que
pondrían en riesgo -o truncarían- el disfrute y goce de los derechos a la vida, la
integridad y la libertad. En otros casos, se procedió al análisis de variables específicas
con el fin de perfilar a la población vulnerable. Por ejemplo, quiénes son las víctimas
mayoritarias de las agresiones sexuales. De forma transversal, la desagregación
territorial y temporal se utilizó para identificar los focos críticos de atención y los
5
cambios en la ocurrencia de los fenómenos, en cuanto a los departamentos o
municipios y los meses del año.
Finalmente, se desarrolla un abordaje cualitativo y global en relación con los derechos

a la vida, la integridad y la libertad. Además, se hace un análisis de las poblaciones
vulnerables específicas, identificadas en el informe, para señalar la necesidad de
políticas públicas especiales para su atención. Ahora bien, en este abordaje es
imperativo mencionar el contexto en el que han evolucionado los diferentes derechos
estudiados. En ese sentido, el año 2019 tiene características propias que influyen, en
general, en la situación de la sociedad salvadoreña y, en particular, en la situación de
sus derechos humanos. Los cambios en la titularidad de los Órganos de Estado o las
instituciones públicas son, sin duda, elementos que deben ser considerados. El cambio
de Gobierno suscitado en junio de 2019 devino en la implementación de nuevas
políticas públicas, algunas de las cuales inciden directamente en el disfrute y goce de
los derechos humanos.
En los últimos años, las políticas de seguridad pública son analizadas porque, sin
importar quien se encuentre al frente del Órgano Ejecutivo, las autoridades terminan
buscando resultados mediante la implementación de acciones que, muchas veces,
rozan la frontera de la ilegalidad o en ocasiones la atraviesan. Políticas que han
generado diversas formas de interacción entre las instituciones de seguridad y los
grupos delincuenciales, especialmente las pandillas, que al final inciden -
negativamente- sobre los derechos humanos de la sociedad en su conjunto.
Por Constitución y compromisos internacionales, el Estado salvadoreño está obligado a

prevenir el delito y perseguir al delincuente, pero en esa función pública las
instituciones de seguridad, por ningún motivo, deben -o pueden- convertirse en
delincuentes o transgresores de la ley. Por tanto, el OUDH aborda el fenómeno de la
seguridad pública desde esta perspectiva, sin obviar la responsabilidad y el límite de la
actuación estatal.
La recuperación progresiva del control del territorio por la autoridad pública es una
obligación del Estado que tiene su fuente en los efectos del proceso de Amparo 411-
2017 de la Sala de lo Constitucional1. El 20 de junio de 2019, el presidente Nayib
Bukele anunció la ejecución del Plan Control Territorial. Este plan sería,
supuestamente, la política pública en materia de seguridad que la actual administración
estaría implementando en la búsqueda de respuestas a uno de los principales
problemas de la sociedad salvadoreña. No obstante, la no presentación pública del
documento que explicaría esta política pública ha impedido conocer los detalles y
alcances de la misma y, por ello, el grado de efectividad de sus acciones y de
consecución de sus resultados. Después de todo, la falta de transparencia sobre el
Plan Control Territorial impide darle un seguimiento sistemático al mismo, desde la
1
En este amparo la Sala daba seguimiento a las acciones realizadas por diversas instituciones para
enfrentar el fenómeno del desplazamiento forzado; Ordenando que “(…) las autoridades públicas
competentes deben diseñar y ejecutar medidas complejas para proteger y atender a las víctimas y para
recobrar el control territorial de las comunidades actualmente controladas por las pandillas.”
6
academia, la sociedad y la comunidad internacional. Frente a este escollo, el OUDH ha
intentado sistematizar las diversas noticias o mensajes acerca de tal plan, que han sido
generadas por distintos funcionarios del Órgano Ejecutivo.
En el lanzamiento de la Fase I del Plan Control Territorial, se anunció el despliegue de

2500 policías y 3000 militares en los parques centrales de 12 municipios. Más tarde, se
habría anunciado la ampliación del despliegue a otros 5 municipios, y después a otros
cinco 5.
El primero de agosto de 2019, la Policía Nacional Civil aseguraba que el Plan estaba
siendo implementado en 22 municipios. Las acciones contempladas en esta fase
implicarían, además del despliegue, la realización de operativos policiales, patrullajes,
registros preventivos, controles vehiculares y trabajos de inteligencia; esto, con la
finalidad de tener un mayor control de posibles hechos delictivos que puedan llevarse a
cabo, en esos territorios.
Según los últimos datos sobre la cantidad de elementos militares en tareas de

seguridad pública se registran la presencia de entre 7300 y 8626 elementos. Por su
parte, en el sector penitenciario, el Plan Control Territorial estaría consistiendo en la
aplicación de una cuestionada “declaración de emergencia”, al interior de los centros
penales. Esto, además, habría incluido las requisas para el decomiso de teléfonos
celulares y módems de internet; la eliminación de las señales de comunicación celular y
el monitoreo constante de la misma; y, el confinamiento y aislamiento de los privados
de libertad que no salen de sus celdas, ni tienen permitido recibir cualquier tipo de
visitas.
Por otro lado, esta fase ha tenido un fuerte gasto para la implementación de una
estrategia publicitaria y de comunicación institucional, con la cual se buscaría
posicionar una idea entre la opinión pública: que el objetivo del Plan es la efectiva
recuperación del territorio por parte del Estado mediante la erradicación de las
pandillas, aunque no de otros grupos delincuenciales o manifestaciones de violencia.
Esto ha llevado, de alguna manera, a la instauración del enfoque de Enemigo Único, a
través del cual se busca generar la -falsa o insuficiente- idea de que las pandillas son
las únicas responsables de la situación de inseguridad, violencia y delincuencia en
nuestro país.
En realidad, muchos de estos elementos publicitarios o comunicacionales estuvieron

presentes en las políticas de seguridad pública de los anteriores Gobiernos. Entre estos
se pueden citar: el papel de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública; el
amplio despliegue de fuerzas de tarea conjunta (policías y militares) desde la década
de los años noventa a la fecha; las medidas extraordinarias en centros penitenciarios
convertidas en medidas ordinarias a través de reformas legales; los grandes operativos
para la captura masiva de personas, incluso inocentes. Por tanto, al menos en el inicio
del Plan, se observan algunos rezagos de las políticas anteriores cuya efectividad fue
cuestionada y continúan siéndolo.
7
Asimismo, poco después, también se lanzó la Fase II del Plan Control Territorial. Al
igual que la anterior, esta fase tiene elementos que fueron parte del Plan El Salvador
Seguro, implementado en el anterior Gobierno. No obstante, posee otros elementos
que convendría resaltar. En concreto, se habla de tres sub-fases que son: a) reactivar
el tejido social y económico para dar oportunidades en las zonas vulnerables; b)
recuperar, sanear y remodelar los espacios para mejorar las condiciones de vida,
generando convivencia y sentido de pertenencia; y, c) apoyar con oportunidades y
opciones diferentes, transformando las localidades para la inserción a la vida
productiva.
Esta fase tendría como propósito incidir en el territorio y, especialmente, en los jóvenes,
pues estarían siendo considerados como los principales sujetos en riesgo frente a la
violencia; lo cual, de alguna manera, es respaldado por las estadísticas. Para ello se
estaría proyectando una articulación institucional orientada a fortalecer los servicios de
educación, agua potable, educación, obras públicas, agricultura, deportes y cultura. Por
su parte, en el sector penitenciario se proyectaría el apoyo de un grupo de reclusos, en
la reconstrucción o las mejoras de la infraestructura del Estado en el territorio (calles,
parques, escuelas, delegaciones policiales, etc).
Finalmente, en la Fase III del Plan Control Territorial, la última conocida por ahora,
consistiría en el fortalecimiento de las instituciones de seguridad, la policía y el ejército,
a través de la compra de materiales de trabajo, insumos tecnológicos y equipo logístico
o de transporte. En concreto, mediante un préstamo con el Banco Centroamericano de
Integración Económica (BCIE), se contemplaría la adquisición de lo siguiente: un buque
patrullero, varias patrullas policiales, diversas cámaras de videovigilancia, un sistema
de reconocimiento biométrico, drones, etc. El préstamo es de $109 millones y estaría
siendo analizado por la Asamblea Legislativa, antes de autorizar al Órgano Ejecutivo
para que se formalice la negociación.
En este punto, es oportuno recordar que el Instituto de Derechos Humanos de la UCA

(Idhuca) le entregó una carta a los diputados de la Comisión de Hacienda y Especial
del Presupuesto, en la que les recomendaba que se tomaran el tiempo necesario de
discusión ya que, antes de otorgar su autorización, era necesario asegurar los
controles civiles y democráticos sobre las instituciones de seguridad para evitar abusos
de su parte, como la militarización del Salón Azul de la Asamblea Legislativa realizada
el día 9 de febrero del 2020; que también debían revisar si la legislación vigente era
suficiente, o debía fortalecerse, para garantizar que los equipos tecnológicos a
comprarse, contaban con suficientes mecanismos de control; y, finalmente, que el
Gobierno debía comprometerse explícitamente a evitar conflictos de interés o actos
antiéticos en la utilización de los recursos del préstamo, que pudieran dar lugar a
hechos punitivos relacionados a la corrupción.
Por otro lado, durante el 2019, también hubo cambio de titular en la Procuraduría para
la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH). Una elección que ha sido cuestionada
ante la Sala de lo Constitucional porque, al parecer, en el procedimiento implementado,
la Asamblea Legislativa habría cometido algunas infracciones contra la Constitución.
8
En este contexto nacional, que resulta complejo, el disfrute y goce de los derechos
humanos han experimentado muchas zonas grises; después de todo, los homicidios y
su sensible reducción es solo uno de los fenómenos o temáticas que afectan los
derechos a la vida, la integridad y la libertad.
La institucionalidad pública, hasta ahora, es débil -y continuaría debilitándose- en la

medida en que los funcionarios públicos no se sujeten debidamente a la ley
(declarando emergencias penitenciarias por orden del Presidente de la República
ajenas a lo dispuesto por la Ley Penitenciaria, por ejemplo), y los sistemas de pesos y
contrapesos, internos y externos, tampoco funcionan adecuadamente; lo cual,
constituye una de las principales debilidades del sistema para prevenir, sancionar y
erradicar los abusos de poder y las violaciones de derechos humanos.
En este sentido, este Informe de Derechos Humanos 2019, del OUDH, pretende
aportar insumos, evidencias y análisis de las situaciones que El Salvador enfrenta en
materia de derechos humanos, y los retos que éstas suponen.
DERECHO A LA VIDA
Este derecho hace referencia a las garantías jurídicas que protegen y promueven el
disfrute de la vida de todos los individuos. Estas garantías, reconocidas en la normativa
nacional e internacional, conllevan la obligación de los Estados a velar por el disfrute de
este derecho y proteger a todos los seres humanos de su privación ilegal y arbitraria.
Asimismo, implica la prohibición a los demás individuos, Estados y colectivos de privar
de la vida a otros individuos o grupos. El cumplimiento del derecho a la vida es la
condición de posibilidad para el disfrute de todos los demás derechos, por lo que su
importancia es vital.
En el marco de la normativa internacional de los derechos humanos, el derecho a la

vida es reconocido inicialmente en el artículo 3 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos (1948) que textualmente dice: “Todo individuo tiene derecho a la
vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. En consonancia con ello, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966) reza en su artículo 6 que: “El
derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho estará protegido por
la ley. Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente”.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos (1969) también se refiere a este

derecho en el artículo 4 de la siguiente forma: “Toda persona tiene derecho a que se
respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del
momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”.
Además de las disposiciones relativas a la pena de muerte del Pacto Internacional, se
agrega en la Convención Americana que ningún Estado que haya abolido dicha pena
puede restablecerla y que ésta no puede aplicarse en delitos políticos y conexos.
9
En consonancia con los instrumentos internacionales, la normativa nacional reconoce
este derecho fundamental, y demanda su protección y defensa. No obstante, la
situación generalizada de conflictividad social que ha padecido El Salvador en las
últimas décadas se ha caracterizado, entre otras cosas, por una multiplicidad de
manifestaciones de la violencia. Una de las formas de conocer y medir este tipo de
violencia ha sido monitorear la incidencia delictiva a partir de las categorías formales
que nos da la legislación nacional (Código Penal y leyes especiales).
Esta información, mayoritariamente generada por las diferentes instituciones del Estado
en el campo de la seguridad pública, nos permite analizar la evolución en el tiempo de
los niveles de violencia y criminalidad, y a partir de ello, perfilar a los actores sociales
que están generando esa violencia y también aquellos que la están padeciendo.
Como lo señala Jeannette Aguilar, los planes gubernamentales de seguridad pública

con enfoque de “mano dura” crearon y fortalecieron la narrativa del enemigo único a
partir de la cual se afirma que el principal responsable de la violencia y la delincuencia
han sido las maras o pandillas. Dichos planes gubernamentales tuvieron un
componente fuerte de cobertura mediática y propagandística orientadas a fortalecer
estas ideas2.
Actualmente, la estrategia del Estado en la materia sigue reproduciendo y

respondiendo a esta narrativa. De hecho, en la sentencia del proceso de
Inconstitucionalidad 22-2007AC del año 2015, la Sala de lo Constitucional declaró que
son grupos terroristas aquellas pandillas u organizaciones criminales que busquen
“arrogarse el ejercicio de las potestades pertenecientes al ámbito de la soberanía del
Estado (…) atemorizando, poniendo en grave riesgo o afectando sistémica e
indiscriminadamente los derechos fundamentales de la población o de parte de ella”.
Uso de la fuerza letal en enfrentamientos armados
Frente a este contexto, es plausible que el aumento de los niveles de violencia en la

sociedad esté relacionado directamente al aumento de los niveles de violencia de las
fuerzas de seguridad pública. De hecho, una parte de la narrativa institucional va
orientada a justificar el uso de la fuerza letal por parte de la institución policial a partir
del argumento de que son los grupos delictivos los que “agreden ilegítimamente” a las
fuerzas de seguridad pública, y estos últimos son los que responden para defenderse.
También algunos expertos en la materia aceptan la tesis que el aumento de la
conflictividad social genera un aumento del uso de la fuerza de las instituciones de
seguridad pública. No obstante, esto no debe entenderse como permisibilidad del uso
de la fuerza letal o del empleo desproporcionado de la fuerza.
En ese sentido, es fundamental que este uso de la fuerza y, en especial, el uso de la

fuerza letal operen bajo los principios básicos de legalidad, estricta necesidad y
2
Jeannette Aguilar, Las políticas de seguridad pública en El Salvador, 2003-2018 (San Salvador,
Heinrich-Böll-Stiftung, 2019) págs. 18-20.
10
proporcionalidad3. El Marco conceptual para el uso de la fuerza y el empleo de armas
letales de la PNC (2017) establece no sólo los principios rectores en el uso de la
fuerza, sino que define los niveles de la fuerza que se deben aplicar respecto de las
potenciales situaciones amenazantes para los agentes de seguridad pública. Asimismo,
la Ley Orgánica de la Policía Nacional Civil de El Salvador, establece que las armas de
fuego serán utilizadas únicamente cuando sea inevitable, ejerciendo moderación,
proporción, y reduciendo al mínimo las lesiones y daños4.
Por lo tanto, es posible afirmar que actualmente hay un marco normativo mínimo
basado en estándares de derechos humanos para guiar el accionar policial en
contextos de agresión y/o resistencia específica. Este marco normativo contiene una
escala de todo tipo de situaciones, incluyendo aquellas excepcionales y extraordinarias
donde es permitido el uso de la fuerza letal. Este uso se entiende como el último
recurso y, en todo caso, con el fin de salvar la propia vida del personal policial y de
terceros.
En este marco, durante el 2019 el uso de la fuerza letal por parte de las fuerzas de
seguridad pública ha tenido un comportamiento ambiguo desde la perspectiva de
derechos humanos. En primer lugar, la Policía Nacional Civil registra sistemáticamente,
bajo el nombre de “Agresiones Ilegítimas”, aquellos eventos donde sus agentes de
seguridad pública se enfrentan a presuntos sospechosos de actividad criminal,
especialmente cuando incurren en intercambios de disparos de armas de fuego. De
acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos5, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley desarrollan una labor
de gran importancia social, por lo que una amenaza a la vida o la seguridad de estos
agentes se considera como una amenaza a la estabilidad social. No obstante, el uso de
la fuerza, y en especial de la fuerza letal, debe utilizarse sólo cuando es estrictamente
necesario, y bajo los principios antes mencionados, reduciendo al mínimo los daños y
lesiones, y protegiendo siempre la vida humana. Es por ello que diferentes instituciones
y organismos internacionales buscan dar seguimiento a los enfrentamientos armados y
al uso de la fuerza que se utiliza en estos eventos.
La utilización del término agresiones ilegítimas para nombrar a los enfrentamientos

armados, se corresponde a una narrativa orientada a justificar la legalidad de dichos
eventos bajo la lógica de que tales enfrentamientos son una reacción a la agresión
iniciada por los grupos irregulares al margen de la ley. No obstante, esta legalidad (y
por tanto legitimidad) sólo se puede afirmar a partir de la investigación de las diferentes
instancias de control, tanto internas como externas de la institución policial. Además,
cada evento debe ser investigado por separado y se deben tomar en cuenta las
3
Policía Nacional Civil, Marco conceptual para el uso de la fuerza y el empleo de armas letales de la
PNC (San Salvador, PNC, 2017) pág. 8-9.
4
Ley Orgánica de la Policía Nacional Civil de El Salvador, artículo 15.
5
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Principios Básicos
sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir
la Ley
11
circunstancias especiales y particulares para poder determinar si el evento en cuestión
obedece más a la lógica de una agresión iniciada por presuntos criminales o hay
indicios de malos procedimientos y abusos policiales. Y como esto solo puede
determinarse luego de una investigación, lo más conveniente es nombrar a dichos
eventos de la forma más objetiva e imparcial posible. En este caso, podría emplearse el
término de enfrentamientos armados o intercambio de disparos, mientras no se
esclarezcan definitivamente.
Además, hay una razón adicional para ser muy críticos y cuidadosos respecto a los
datos en cuestión. En el año 2018, nuestro Observatorio hizo uso de las herramientas
que habilita la Ley de Acceso a la Información Pública. En la solicitud, con referencia
PNC-UIAP-1129-2018, se nos trasladó la información sobre el número de agresiones
ilegítimas desde el año 2013 hasta el 2018. En la información proporcionada se
identificó que, del total de agresiones reportadas, en el 49.5% de ellas no había
registrado víctimas mortales. El otro 50.1% sí registraba fallecidos. En este último
grupo, llama la atención que se reportaron 2 enfrentamientos donde ocurrieron 8
víctimas mortales civiles, en cada uno de ellos.
Al actuar bajo los lineamientos de legalidad, necesidad, moderación y proporcionalidad,

se pretende evitar muertes excesivas producto de enfrentamientos. Aunque en los
datos institucionales no se divulga información que identifique a las víctimas, se logró
determinar que uno de esos eventos, catalogados como agresiones ilegítimas, sucedió
el 26 de marzo de 2015, en el municipio de San José Villanueva, departamento de La
Libertad, a las 2 de la madrugada, donde se involucra al extinto Grupo de Reacción
Policial (GRP). En realidad, se refiere al conocido “Caso San Blas”. Un caso
judicializado con resultados condenatorios donde se comprobó que el accionar de la
unidad policial no respetó ningún protocolo con enfoque de derechos humanos y, más
bien, se trató de una ejecución extrajudicial.
Más allá de todos los detalles conocidos a través del seguimiento periodístico, es muy
cuestionable que la entidad policial haya registrado y siga reportando este evento como
una agresión ilegítima. Por esto, es válido preguntarse: ¿cuántas más de las muertes
violentas ocurridas en los 2,514 enfrentamientos reportados, entre 2014 y 2019,
podrían ser consideradas como ejecuciones extrajudiciales? Esta situación pone en
evidencia, y en tela de juicio, la información que se está reportando a propósito de este
fenómeno y, sobre todo, exige un tratamiento crítico por parte de la institucionalidad
que trascienda la narrativa oficial y busque el fortalecimiento institucional.
A pesar de las anteriores consideraciones, la información pública es reveladora

respecto de esta problemática. En El Salvador, durante 2019, se registraron un total de
294 de agresiones ilegítimas o enfrentamientos armados. Ello implica una reducción del
14.5% respecto de 2018, cuando se registraron 344 eventos. Esta reducción, aunque
positiva en principio, ya que sugiere la posible reducción de los niveles de violencia del
entorno de la función policial, lleva en sí misma indicadores preocupantes respecto el
uso de la fuerza letal, como se verá más adelante.
12
A nivel territorial, todos los departamentos registraron enfrentamientos. Frente a estos
datos se utilizó la herramienta “Análisis de Pareto”. Esta técnica tiene como objetivo
visibilizar cuáles son los factores principales, en este caso departamentos o municipios,
que concentran mayores frecuencias de un evento de interés. Realizar este tipo de
análisis permite determinar, con base en los datos, qué territorios deben ser
considerados como prioritarios para comprender y enfrentar los eventos.
Departamento Enfrentamientos Porcentaje P. Acumulado

San Salvador 57 19% 19%
La Libertad 53 18% 37%
Santa Ana 28 10% 47%
Sonsonate 28 10% 56%
San Miguel 26 9% 65%
Usulután 22 7% 73%
Cuscatlán 21 7% 80%
Ahuachapán 15 5% 85%
Morazán 11 4% 89%
La Paz 9 3% 92%
San Vicente 9 3% 95%
Cabañas 5 2% 97%
Chalatenango 5 2% 98%
La Unión 5 2% 100%
Total general 294 100%
Fuente: elaboración propia con datos de la PNC.
La tabla muestra los enfrentamientos armados ocurridos por departamento,

ordenándolos de mayor a menor, según la cantidad de eventos. Al utilizar esta técnica
de análisis, se muestra como pocos factores concentran entre el 70% y 75% de los
enfrentamientos. Tomando este parámetro, los departamentos que muestran mayor
concentración de eventos son: San Salvador, La Libertad, Santa Ana, Sonsonate, San
Miguel y La Libertad, con 73% del porcentaje acumulado de enfrentamientos.
A nivel municipal, estos eventos ocurrieron en 110 municipios de los 262 del país, el
42% del territorio nacional. El municipio que reportó mayor número de eventos fue
Santa Ana, con 13 enfrentamientos; seguido por San Pedro Perulapán con 10 eventos,
y Zaragoza con nueve. Esta información se muestra de manera visual en el siguiente
mapa municipal, en donde se ha representado, mediante “puntos de calor”, aquellos
municipios que han registrado más enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad
pública y presuntos grupos delincuenciales.
13
Ciertamente, la ocurrencia de estos eventos no prejuzga la legalidad o no de los
mismos, pero sí es un indicador relevante de los niveles de violencia en el territorio y es
un posible indicio de la presencia de grupos criminales a nivel territorial.
El mapa muestra los municipios del país, asignándoles color de acuerdo al número de
enfrentamientos ocurridos durante el 2019. Los grupos de municipios que destacan en
el mapa concuerdan con el análisis de Pareto que se estableció. Los enfrentamientos
en el oriente del país se concentran en municipios de los departamentos de San Miguel
y Usulután. En la zona central destacan municipios de los departamentos de San
Salvador y la Libertad. Y en el occidente, hay mayor concentración de eventos en
municipios de los departamentos de Sonsonate y Santa Ana.
En el marco de estos enfrentamientos, 76 personas fueron heridas y 201 fallecieron

como resultado, incluyendo a las víctimas mortales de las fuerzas de seguridad pública
(PNC y FAES). Los principales departamentos que registraron mayores cantidades de
estas muertes fueron: La Libertad con 41, San Salvador con 40, y Santa Ana con 24.
Por su parte, en materia de municipios, Apopa registró 11 muertes, Santa Ana registró
10, y Quezaltepeque, 9.
Entre las personas que murieron, 188 eran presuntos pandilleros, cinco eran personas
sin pertenencia a pandillas, 7 eran agentes policiales y 1 era militar. Asimismo, todas
las personas fallecidas eran hombres, con una edad promedio de 23.52 años, una edad
mínima de 13 años, y una máxima de 48. En el siguiente cuadro se muestra la
distribución de edades en rangos de dichas personas, y se resalta que el 70.15% de las
personas tenían entre 18 y 30 años, es decir, el rango correspondiente al sector
juventud.
14
Rango de Edad Cantidad Porcentaje
13 a 17 32 15.92
18 a 30 141 70.15
31 a 40 18 8.95
41 a 50 9 4.48
Sin datos 1 0.50
Total general 201 100
Índice de letalidad
Como se dijo anteriormente, la cifra de enfrentamientos y las muertes que en ellos

ocurren, no son evidencia en sí mismo de abuso de la fuerza letal. Sin embargo, ante
los datos de muertes y lesiones en enfrentamientos armados, el Índice de Letalidad nos
ayuda a identificar tendencias en el abuso de la fuerza letal por parte de los agentes de
seguridad pública6. El uso de la fuerza es definido por la Policía Nacional Civil como
“los distintos niveles de resistencia que se pueden distinguir, entre iguales niveles de
fuerza que el personal debe emplear con criterios diferenciados e intensidad
progresiva, para vencer la resistencia o repeler la amenaza”7. En otras palabras, la
fuerza letal debe tomarse como respuesta excepcional ante las amenazas, y como
resultado es espera que los enfrentamientos armados, por lo general, registren menos
personas fallecidas que heridos. Por lo tanto, el índice de letalidad idealmente debe ser
inferior a uno, no importando los niveles de violencia o supuestas circunstancias
especiales.
Este índice se calcula como el cociente entre el número de personas particulares

fallecidas y el número de personas particulares heridas que resultaron de un
enfrentamiento armado. En ese sentido, para el 2019, con 193 personas fallecidas y 76
lesionadas, el índice de letalidad fue de 2.539, es decir, que resultaron 2.5 personas
particulares muertas por cada persona particular herida. Esta información muestra que
el Índice de Letalidad en el país excede el parámetro ideal en 1.5 puntos. Este
resultado puede ser considerado como un indicio de los excesos en el uso de la fuerza.
Aunque no se niega la existencia de una amenaza real para los agentes de seguridad
pública, la institución fue instaurada con el mandato de apegarse estrictamente a los
6
Revista Nexos. Índice de letalidad: indicadores sobre el uso de la fuerza letal y necesidades de
transparencia. Disponible en: https://seguridad.nexos.com.mx/?p=116
7
Comisión Interinstitucional del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública y del Ministerio de la Defensa
Nacional. Protocolo de Actuación Conjunta entre la Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada.
15
derechos humanos y bajo este lineamiento, sus agentes han recibido entrenamiento y
recursos para neutralizar o incapacitar en lugar de eliminar a los atacantes.
Apegarse a los principios sobre el uso de la fuerza produciría mayor cantidad heridos
que de fallecidos y, por lo tanto, el índice de letalidad se reduciría a un valor inferior a 1.
En ese sentido, este indicador permite aproximarse a establecer una tendencia en la
actuación policial que atenta contra el derecho a la vida. Ahora bien, este índice no
posee el mismo comportamiento en todo el territorio nacional. El siguiente mapa nos
ayuda a identificar aquellas zonas con más problemas en la materia.
En el mapa se muestra el índice de letalidad a nivel municipal. En la primera categoría

se ubican los municipios (186) en donde no ocurrieron enfrentamientos, o en su
defecto, en donde los resultados de enfrentamientos no provocaron muertes, sino solo
personas lesionadas (municipios color blanco). En la segunda categoría se ubican 16
municipios, en los cuales el uso de la fuerza ha tenido un comportamiento sin
anomalías, donde el número de muertes y de personas lesionadas es igual (municipios
color verde) y, por lo tanto, tiene un índice de letalidad igual o inferior a 1. Un índice
que toma estos valores denota una actuación policial conforme a los principios de
proporcionalidad y moderación. Los datos alarmantes inician en la tercera categoría,
aquí se ubican 19 municipios donde el índice de letalidad fue superior a 1, es decir, que
hubo más muertes que heridos. En esta categoría, el menor índice registrado fue de
1.5, en el municipio de Santa Tecla (6 muertes y 4 heridos), y el mayor fue de 9 en
Quezaltepeque (9 muertes y 1 herido). En la cuarta categoría se ubican los municipios
donde los enfrentamientos tuvieron únicamente resultados de muertes, sin ninguna
persona lesionada. 41 municipios se ubicaron en esta categoría, que representan el
37.27% del total de municipios (110) que registraron enfrentamientos armados.
16
En la siguiente tabla se muestran los 10 principales municipios que tuvieron un índice
de letalidad elevado, o una cantidad alta de muertes, sin personas lesionadas.
Municipio Cantidad de Índice de

Cantidad de Muertes
Lesiones Letalidad
Quezaltepeque 9 1 9
Moncagua 7 1 7
San Martín 6 1 6
Tonacatepeque 6 1 6
Santa Ana 10 2 5
Chalchuapa 5 0 -
Nahuizalco 5 0 -
San Juan Opico 4 0 -
Zaragoza 4 0 -
Panchimalco 3 0 -
En los anexos al presente informe se incluirá la lista de los municipios cuyo índice de
letalidad es superior a 1 (19 municipios), y el listado de municipios donde los
enfrentamientos produjeron solo personas fallecidas (41). De estos listados se traducen
posibles focos críticos, puntos de partida en donde se puede realizar la investigación de
las actuaciones policiales y en especial del abuso de la fuerza letal. En particular,
llaman la atención los 41 municipios donde solo se registran personas fallecidas, ya
que muestran tendencias en la actuación policial que riñe con toda la normativa
nacional e internacional de respeto a los derechos humanos. Es preocupante que este
accionar se esté dando en más del 20% del territorio nacional.
En el Informe de la Relatora Especial sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o

arbitrarias de Naciones Unidas acerca de su misión en El Salvador8, Agnes Calamard,
se destaca una serie de recomendaciones al Estado salvadoreño con el fin de tomar
medidas orientadas a la reducción de los índices de letalidad y otras prácticas que
constituyen abusos, por parte de las fuerzas de seguridad pública. En particular, hay
dos recomendaciones orientadas a focalizar los esfuerzos para prevenir la ocurrencia
del uso abusivo de la fuerza letal. La recomendación g) habla de considerar la
posibilidad de que se adscriban asesores de derechos humanos independientes a las
instituciones de seguridad y los municipios en los que el uso letal de la fuerza sea
particularmente elevado; mientras que la recomendación h) se refiere a la necesidad de
equipar las patrullas, las unidades y a los efectivos de seguridad, comenzando por los
8
A/HRC/38/44/Add.2. Informe de la Relatora Especial sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o
arbitrarias acerca de su misión a El Salvador. (7 diciembre 2018). Disponible en:
https://ap.ohchr.org/documents/dpage_s.aspx?m=96
17
que registren índices particularmente elevados de uso letal de la fuerza, con
dispositivos GPS, cámaras portátiles y dispositivos de grabación de video 9.
Por lo tanto, indicadores como el índice de letalidad permiten realizar una aproximación
a los territorios en donde podrían estar ocurriendo excesos en el uso de la fuerza letal.
Y es en estos lugares donde se puede iniciar la implementación de las
recomendaciones que instan al Estado a dotar al personal policial de equipo y
herramientas que permitan evaluar los procedimientos policiales y fortalecer la asesoría
sobre derechos humanos de forma focalizada, ya sea para confirmar, evaluar o evitar
estos excesos.
Porcentaje de personas particulares fallecidas en enfrentamientos

respecto del total de muertes violentas
Además del Índice de letalidad, existen más indicadores que evalúan el uso de la
fuerza letal de las instituciones del Estado. No todos pueden calcularse, ya que ello
depende de la disponibilidad de la información. Pero de nuevo, la información existente
es de interés. Según el Monitor del uso de la fuerza letal en América Latina 10, uno de
estos indicadores es el porcentaje que representan los fallecidos en enfrentamientos
armados respecto del total de víctimas de muertes violentas. Específicamente, el
indicador señala que, idealmente, el porcentaje de muertes de personas particulares
debe ser inferior al 5% o, en todo caso, no debe superar el 10% con respecto al total de
muertes violentas registradas en un periodo de tiempo.
Los datos oficiales nos muestran que en 2019 se experimentó un ligero incremento,
respecto a años anteriores, y esto nos acerca al límite establecido por el indicador:
específicamente, 8% de todas las muertes violentas intencionales de todo el país
fueron producidas por la intervención de las fuerzas de seguridad pública, en contextos
de enfrentamiento armado. Este resultado se muestra como otro indicio de la situación
del uso y abuso de la fuerza letal. Asimismo, también se muestra que el Estado ha
jugado un rol de importancia en el mapa de la violencia. En otras palabras, indicadores
como este permiten señalar que las fuerzas de seguridad pública deben ser
consideradas como un actor en la situación de violencia y, como tales, deben ser
considerados y evaluados como posibles perpetradores de violencia que atenta contra
los derechos humanos, a través de la privación arbitraria e ilegal de la vida.
9
Ibíd. pág. 20-21.
10
Carlos Silva, Ignacio Cano et al., Monitor del uso de la fuerza letal en América Latina: un estudio
comparativo de Brasil, Colombia, El Salvador, México y Venezuela (México, Centro de Investigación y
Docencia Económicas, 2019) pág. 12.
18
Porcentaje de muertes violentas en
contextos de enfrentamientos armados
de El Salvador
12%
10%
10%
8%
8%
6%
6%
4%
2%
0%
2017 2018 2019
De la misma manera, es interesante evaluar el comportamiento de este indicador a

nivel territorial. Si bien es cierto que a nivel nacional estamos en la frontera de lo
permitido, a nivel municipios existen municipios específicos cuya gravedad del
porcentaje pone en evidencia, una vez más, el papel de las fuerzas de seguridad
pública en el mapa de violencia.
El análisis territorial nos indica que existen 61 municipios cuyo porcentaje de muertes
violentas en contextos de enfrentamientos armados está arriba del porcentaje nacional
(8%). De estos 61 municipios, 56 se encuentran arriba del 10%, por lo que se puede
afirmar, según el estudio antes citado, que en esos territorios hay indicios de abuso de
la fuerza letal por parte del Estado. (ver anexo para el detalle de los municipios).
Además, es importante señalar que en muchos de estos municipios el porcentaje no

solo parece señalar excesos, sino que también muestra algunos territorios donde el
Estado ha sido el principal o el único actor que ha generado violencia letal.
Departamento Municipio Homicidios Muertes en % muertes en

enfrentamientos enfrentamientos
Chalatenango San Ignacio 1 1 100

La Paz San Rafael Obrajuelo 1 1 100
Morazán Sensembra 1 1 100
19
La Libertad San José Villanueva 3 2 66.67
San Vicente Apastepeque 7 4 57.14

Santa Ana San Sebastián Salitrillo 2 1 50
Sonsonate Santa Catarina Masahuat 2 1 50
La Libertad Chiltiupán 2 1 50
San Vicente San Sebastián 2 1 50
Usulután Estanzuelas 4 2 50
La Unión Yucuaiquín 2 1 50
San Miguel Chapeltique 9 4 44.44
Usulután Santa Elena 7 3 42.86
La Libertad Jayaque 5 2 40
Usulután Jucuapa 5 2 40
Fuente: elaboración propia con datos de PNC
Ciertamente, se puede argumentar que existe distorsión en los resultados al evaluarlos

según los parámetros establecidos en el indicador, puesto que, a pesar de que los
porcentajes son superiores a los recomendados, los números netos son mínimos. En
total, las muertes generadas por el Estado en los 61 municipios antes mencionados
llegan a 173 civiles fallecidos en 2019. Un número que no es comparable con la
totalidad de muertes violentas intencionales que sucedieron en el país, y que son
generadas por diversos actores sociales. Sin embargo, estas 173 muertes, ocurridas en
61 municipios, concentran el 86% de todas las muertes que ocasiona el Estado a nivel
nacional, por lo que es de interés evaluar el comportamiento y la actividad policial de
estos territorios, para determinar que no se esté incurriendo en violaciones a los
derechos humanos.
Como se ha reiterado, la legalidad y la legitimidad de un evento solo pueden

determinarse a partir de una investigación objetiva e imparcial y de un proceso judicial
en los tribunales competentes. Sin embargo, estos datos ofrecen algunos indicios para
pensar que todavía siguen existiendo comportamientos en el accionar policial que
hacen uso excesivo o indebido de la fuerza letal y que atentan contra el derecho a la
vida.
Relación entre personas particulares fallecidas y agentes fallecidos
Esta relación es un indicador que señala cómo los elementos de las fuerzas de
seguridad pública experimentan la violencia letal y lo compara con la experiencia de las
personas particulares. En ese sentido, la comparación se fundamenta en los datos de
víctimas mortales de ambas categorías en contextos de enfrentamientos armados. En
2019, y en años anteriores, esta relación se manifestó de la siguiente manera:
20
CATEGORÍA 2017 2018 2019
Particulares fallecidos en enfrentamientos 414 211 193
Policías y militares fallecidos en enfrentamientos 6 4 8

Policías fallecidos en general (licencia y E. Armados) 46 34 30
Relación en contexto de enfrentamiento 69 53 24
Relación General 6 6 7
En principio, es esperable que en contextos de enfrentamientos fallezca un mayor

número de personas particulares que de las fuerzas de seguridad pública. Esto se debe
a que las instituciones policiales, teóricamente, gozan de mejor entrenamiento en el
uso de armas, más conocimiento de técnicas de defensa, más recursos, como
chalecos y otros. No obstante, se reitera que la actuación policial se debe ejercer bajo
los principios de proporcionalidad, legalidad y necesidad. Según la literatura
especializada11 se espera que esta relación nunca exceda a 10 personas particulares
fallecidas por cada agente de seguridad fallecido en contextos de enfrentamiento.
Superar estos parámetros apuntaría hacía posibles excesos en el uso de la fuerza letal.
Como se ve en la tabla, en los últimos 3 años, a pesar de que la relación se ha

reducido de 63 a 24 personas particulares por cada agente de seguridad fallecido,
nunca se ha estado por debajo del parámetro antes mencionado. Es decir, a la luz de
esta propuesta metodológica, en el 2019 continuaron existiendo indicios de actuaciones
policiales que la Relatora de Naciones Unidas, Agnes Calamard, catalogó como un
patrón de comportamiento que podría ser calificado como ejecuciones extrajudiciales y
uso excesivo de la fuerza.
Ahora bien, los resultados de este indicador pueden cambiar dependiendo los criterios
de aceptación de datos. En este sentido, en los últimos años, los agentes de las
fuerzas de seguridad han sido amenazados y sujetos a ataques por presuntos grupos
delincuenciales. Estos ataques han sucedido en contextos ajenos a enfrentamientos
armados, por ejemplo, cuando se encuentran fuera de su horario laboral. En el 2019
este número llego a 30 agentes, que sufrieron una muerte violenta bajo diferentes
circunstancias. Por tanto, si se toma esta cifra para el establecimiento de este indicador
para el total de víctimas mortales, sin tomar en cuenta el contexto de la muerte violenta,
la relación disminuye de 24 personas particulares fallecidas por agente fallecido a 7. Si
se amplían los criterios de selección de datos, podría parecer que los resultados
señalan un proceder policial dentro de los límites admisibles por el indicador.
En otras palabras, este indicador también puede ser de utilidad para mostrar el
contexto que rodea el accionar policial. Si, por el contrario, en esta relación el número
11 Ibid. pág. 13
21
de agentes de las fuerzas de seguridad fallecidos fuera mayor, esto señalaría el grado
de poder que poseen los grupos criminales, en cuanto a su capacidad para agredir a
los agentes del Estado, y controlar un territorio. En cualquier circunstancia, estos datos
deben considerar como retos específicos para fortalecer a la institucionalidad en
seguridad pública y, en particular, para que esta institucionalidad proteja de mejor
manera a su personal.
Sin embargo, los resultados de esta relación, exclusivamente en contexto de

enfrentamiento, no pueden ignorarse. Bajo la perspectiva de derechos humanos, los
principios que rigen el accionar policial no son negociables, por lo que se reitera que,
superar por 14 unidades el parámetro de 10 muertes de personas particulares por cada
muerte de agente de las fuerzas de seguridad, es un indicio claro de la falta de
proporcionalidad y moderación en el uso de la fuerza letal, en enfrentamientos
armados.
Incluso, existe evidencia anecdótica que señala que la letalidad en enfrentamientos es

una reacción de las fuerzas de seguridad a los ataques que reciben sus agentes12. Es
incuestionable que la muerte violenta de cada policía y militar es condenable y no
deben quedar en la impunidad. No obstante, ello no justifica que el Estado y sus
agentes tomen medidas encaminadas a la venganza. Aquí radica la importancia de
fortalecer todo el sistema de justicia penal, para que los particulares que agredan y
violenten los derechos de la sociedad salvadoreña, incluidos los agentes de seguridad,
sean juzgados y condenados bajo los marcos normativos que establece la legislación
nacional. Ninguna de estas muertes de policías y militares, así como de personas
particulares, deben quedar en la impunidad.
La relación entre violencia social y enfrentamientos armados
Las consecuencias del abuso de la fuerza han sido ampliamente estudiadas. El

principal efecto es la pérdida de confianza de la población en las instituciones
encargadas de la seguridad pública13, la Policía Nacional Civil y, en menor parte, la
Fuerza Armada. No obstante, también se ha estudiado el impacto de los
enfrentamientos armados en los índices de violencia. En este sentido, los operativos de
acción policial, la presencia de militares en las tareas de seguridad pública y los
enfrentamientos armados, han sido relacionados por estudios en México14 con un
aumento en la cantidad de muertes violentas en una localidad o municipio determinado.
12
Revista FACTUM. “Los policías preparan su propia venganza contra las pandillas”. Disponible en:
https://www.revistafactum.com/los-policias-preparan-venganza-las-pandillas/
13
Monitor Fuerza Letal. Monitor del uso de la Fuerza Letal: Un Estudio Comparativo de Brasil, Colombia,
El Salvador, México y Venezuela. Disponible en:
http://www.monitorfuerzaletal.com/app/9SfbJ2os932UW8Af5wn8qspLl3S6fRN1SRItTN3x.pdf
14
Laura Atuesta y Alejandro Madrazo. Las violencias: En busca de la política pública detrás de la guerra
contra las drogas
22
La relación entre enfrentamientos armados y el aumento de la violencia fue puesta a
prueba utilizando datos institucionales. Se utilizó una prueba de correlación de
Pearson. Ella indica el grado de relación o asociación que existe entre dos variables
cuantitativas. El resultado se expresa de manera numérica, mostrando un valor que
puede ubicarse en el intervalo de -1 y 1. El signo expresa el tipo de relación (negativa o
positiva), mientras que el valor expresa la magnitud o fuerza de la relación (entre más
cercano a 1 o -1, se trata de una relación más fuerte)15.
En este caso se busca identificar los niveles de relación y asociación de los

enfrentamientos armados y los homicidios. Esta prueba permitirá comprobar o negar
dicha relación para los datos en estudio. Los resultados de relacionar el número de
homicidios con el número de eventos de enfrentamientos armados, que ocurren en un
mismo municipio, son los siguientes:
Correlación entre Cantidad de Homicidios y Cantidad de

Enfrentamientos
Correlación de Pearson 0.665**
Sig. (bilateral) 0.000
N 262
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).
Los resultados muestran suficiente significancia estadística para afirmar que existe una
correlación entre los enfrentamientos armados y el número de homicidios, la cual se ha
estimado por medio de un coeficiente de correlación muestral de Pearson, de 0.665.
Con ello se puede concluir que, durante el año 2019, en El Salvador dichas variables
presentaban una asociación positiva moderada, resultando que los enfrentamientos
tienden a incrementar el número de homicidios.
Posteriormente, se estableció un modelo de regresión lineal simple. Esta técnica de

análisis cuantitativo permite describir, sobre la base de los datos, y en forma de
ecuación, el comportamiento de la variable dependiente respecto del comportamiento
de la variable predictora o independiente. La prueba también permite establecer la
magnitud del cambio que experimenta la variable dependiente, asignándole un valor
numérico llamado coeficiente.
Los resultados obtenidos no permitieron obtener información conclusiva, puesto que se

obtuvo un valor de R2 = 0.443. Este coeficiente indica que la variable de
enfrentamientos armados explica o predice de la variabilidad de los números de
homicidios a nivel municipal en un 44.3% de todos los casos. Al no poder explicar al
menos la mitad de los casos, se considera que la eficacia del modelo es moderada o
baja, por lo que deben replantearse las variables incluidas, u obtener mayor número de
observaciones de los datos.
15
Arthur Aron, Elliot Coups y Elaine Aron. Statistics for Psychology.
23
No obstante, estos indicios sugieren que los enfrentamientos armados, lejos de
combatir la delincuencia, pueden tener potencial de influir en el aumento de la
criminalidad y la violencia, en particular de los homicidios. Resulta necesario realizar
estudios a mayor profundidad, pero los resultados son consistentes con la idea que la
violencia, venga de donde venga, genera más violencia, y que una respuesta estatal
centrada en la parte represiva, y además con características de abuso de la fuerza
letal, puede resultar contraproducente al objetivo de reducir los índices de violencia e
inseguridad.
Muertes Violentas
El Salvador registró un total de 2,398 muertes violentas durante el año 2019. Estos
datos representan un descenso del 28.33% en comparación con el año 2018, que
registró 3,346 muertes violentas. Sin embargo, esta violencia no afecta a todos los
grupos poblacionales de la misma manera.
En la tabla de frecuencias se muestra el número de personas víctimas de homicidio,

clasificadas según el sexo y el rango de edad en que se posicionan. En primer lugar,
del total de muertes violentas registradas, el rango etario de 18 a 30 años fue el que
sufrió la mayor cantidad de muertes, con 1,100 víctimas. Estas víctimas representan
45.87% del total. Dentro de este rango, los hombres son los que aportan la mayor
cantidad de víctimas, con 92.72% del total.
También es notable señalar que los menores de edad también padecen este flagelo
acumulando el 7% de las víctimas. Este porcentaje debe ser contextualizado en vista
de la protección jurídica especial que recibe el grupo. Sin embargo, en El Salvador
muere un menor de edad cada dos días.
Rango de Sexo Total

edad Hombre Mujer Sin Datos general
0 a 12 7 2 0 9
13 a 17 149 25 0 174
18 a 30 1020 80 0 1100
31 a 40 444 49 0 493
41 a 50 268 32 0 300
51 a 60 118 19 0 137
Más de 60 92 16 0 108
Sin Datos 28 7 42 77
Total 2126 230 42 2398
Fuente: elaboración propia con datos de la Mesa de Homologación de Muertes Violentas.
Por otro lado, al realizar un análisis temporal del comportamiento mensual de las
muertes violentas, se encontró que el promedio mensual fue de 199.83 homicidios, con
24
una desviación típica de 72.61. El mes que registró la mayor cantidad es abril, con 326
muertes violentas; mientras que el que registró la menor cantidad fue octubre, con 124.
Ante la diferencia entre el mínimo y máximo de las cifras mensuales, se buscó realizar
una prueba estadística para determinar el tipo de distribución que tienen los datos.
Para las ciencias estadísticas, es importante que los datos se distribuyan de manera
normal debido a que permiten determinar la existencia de datos con comportamientos
atípicos. En una distribución normal, la mayoría de datos se acerca al promedio y una
minoría se posiciona en los extremos menores y mayores, de acuerdo al valor de la
desviación estándar, formando lo que se conoce como una curva gaussiana o normal.
En este sentido, se utilizó la prueba estadística de Shapiro-Wilk para determinar si los

datos mensuales se distribuyen de manera normal, obteniendo los siguientes
resultados.
Pruebas de normalidad
Kolmogorov-Smirnova Shapiro-Wilk
Estadístico gl Sig. Estadístico gl Sig.
Homicidios 0.236 12 0.063 0.878 12 0.082
a. Corrección de significación de Lilliefors
Al obtenerse un valor de significancia de 0.082, es decir, mayor a 0.05, la prueba

permite afirmar que los datos se distribuyen de manera normal, y, por tanto, su
descenso o ascenso puede estar siendo explicado por la aleatoriedad.
No obstante, existen factores que institucionalmente han sido señalados como factores
en el descenso de los índices. Como es sabido, en junio del año pasado, Nayib Bukele
asumió la Presidencia de la República; a partir de este cambio se generó también un
cambio en las políticas de seguridad pública, pasando de la implementación del Plan El
Salvador Seguro a la implementación del Plan Control Territorial.
La administración anterior atribuía al Plan El Salvador Seguro la reducción de las

muertes violentas. Según datos institucionales recopilados por el Observatorio16, la tasa
de homicidios había venido experimentando reducción los últimos 3 años anteriores a
2019: pasando de los 103 homicidios por cada 100,000 habitantes, a 51 homicidios.
Ahora bien, entre el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2019, la cantidad de muertes

violentas reportada fue de 1575: con un promedio mensual de 262.67, y una desviación
16
Instituto de Derechos Humanos de la UCA, Informe de derechos humanos 2019 (San Salvador, UCA,
2020), pág. 5.
25
estándar de 44.53. Mientras que, entre el 1 de julio hasta el 31 de diciembre de 2019, la
cantidad de muertes violentas reportada fue de 823: con un promedio mensual fue de
137, y una desviación de 11.92.
Como esta diferencia exige un análisis en profundidad del fenómeno, se procedió a

examinar la diferencia en los promedios de los dos semestres del año 2019,
contabilizando el número de muertes violentas a nivel municipal, mediante una prueba t
de Student. Este tipo de prueba indica si existen diferencias estadísticamente
significativas en los promedios de dos grupos.
Prueba t para la igualdad de medias

t gl Sig. Diferencia de Diferencia de 95% de intervalo de
(bilateral) medias error estándar confianza de la diferencia
Inferior Superior
3.678 522 0.000 2.878 0.783 1.341 4.415
Los resultados permiten afirmar, con una confianza estadística mayor al 99%, que la
diferencia en los promedios entre los dos semestres es estadísticamente significativa.
En promedio, la diferencia semestral fue de 2.878 para cada municipio del país.
Para el año 2019, también se obtuvo la tasa municipal de homicidios por cada 100,000
habitantes. Este dato posee gran importancia debido a que ha sido establecido, por
instituciones y distintos organismos internacionales, como un indicador comparable del
estado de violencia y criminalidad en un lugar, país o región. En el 2019, El Salvador
registró una tasa nacional de 35.76 homicidios por cada 100,000 habitantes. De nuevo,
a nivel municipal, el indicador tuvo un comportamiento diferente.
26
En el mapa se muestran los municipios del país categorizados según su tasa de
homicidios. La primera categoría hace referencia a los municipios del país que
registraron una tasa entre 0 y 10 homicidios por 100,000 habitantes, es decir, que
mostraron un índice menor al considerado como epidemia: 64 municipios se ubican en
esta categoría.
La segunda categoría muestra los municipios que sobrepasan la tasa de 10 homicidios,

pero que muestran un índice menor a la tasa nacional (35.76): 104 municipios se
ubican en esta categoría. Finalmente, la tercera categoría muestra los municipios cuya
tasa de homicidios sobrepasa la tasa nacional: 94 municipios se ubican en la categoría,
los que equivalen a un poco más de la tercera parte del territorio nacional (35.88%).
Posteriormente, a partir de la información a nivel territorial, se buscó examinar el

impacto del Plan Control Territorial para determinar si la presencia de este plan explica
la variabilidad de las cifras de homicidio a nivel municipal. Este ejercicio es importante
desde la perspectiva de derechos humanos, ya que si bien es cierto la incidencia
delictiva puede obedecer más a la lógica de delincuencia común y/o organizada, y en
menor medida al Estado salvadoreño, la protección del derecho a la vida por parte de
éste hacia las personas es una obligación estatal.
Como lo señala el Idhuca: “creemos que las violaciones de DDHH se llevan a cabo
tanto por comisión como por omisión”17. Por lo tanto, el éxito o no de las políticas
públicas en materia de seguridad se traducen en omisiones ya sea por ineficacia, por
incapacidad o por negligencia para proteger los derechos de la población.
En principio, es necesario señalar que esta política solo se ha implementado en 22 de

los 262 municipios del país, al menos aquellas actividades a las que se le atribuye la
reducción de las muertes violentas intencionales. Esto imposibilita la opción de un
análisis a nivel nacional, pues solo puede realizarse uno a nivel municipal específico.
Asimismo, se ha considerado el despliegue progresivo del Plan Control Territorial que
ocurrió de manera mensual durante los tres primeros meses de la gestión del gobierno
actual.
Los municipios que han sido intervenidos son: Apopa, Ciudad Delgado, Colón,
Ilopango, Mejicanos, San Marcos, San Martín, San Miguel, San Salvador, Santa Ana,
Santa Tecla, y Soyapango, que fueron intervenidos en junio de 2019; Ahuachapán,
Cojutepeque, La Unión, Sonsonate y Usulután, que fueron intervenidos en julio; y
Chalatenango, San Francisco Gotera, San Vicente, Sensuntepeque y Zacatecoluca,
que fueron intervenidos en agosto.
En un inicio, se utilizó la prueba estadística de regresión lineal para evaluar la hipótesis

gubernamental que afirma que el descenso en las cifras de muertes violentas es
explicado por la intervención del Plan Control Territorial. A pesar que, actualmente se
17
Ibíd., pág. 1.
27
desconoce qué tipo de acciones conforman esta política, reduciéndose a la
intervención del territorio mediante la presencia de efectivos policiales y militares. Esta
ausencia de datos limitó las posibilidades de análisis estadístico, provocando que este
esfuerzo obtuviera como resultado un modelo de regresión ineficiente o de poca
utilidad para evaluar si el Plan Control Territorial explicaba la variación en las cifras de
muertes violentas (denotado por un coeficiente R2 = 0.046, es decir, menor a 0.5).
Posteriormente, se realizó una comparación de los totales de muertes violentas

ocurridas en 2018 y 2019, a nivel municipal (ver anexos). Es necesario recordar que el
Plan Control Territorial solo se ha implementado en 22 municipios de 262, es decir, en
8.39% del país. Este grupo de municipios ha experimentado una reducción promedio
de 25.79% en los índices de muertes violentas. A pesar de la intervención policial, 4 de
estos municipios (Colón, La Unión, San Francisco Gotera y Sonsonate) registraron
aumentos en sus estadísticas; 2 municipios (San Vicente y Santa Ana) tuvieron la
misma incidencia de muertes violentas; el resto de municipios registraron reducciones.
Por otro lado, 212 municipios no fueron incluidos en esta política pública, pero
registraron muertes violentas en 2018 y 2019. Estos municipios también
experimentaron una reducción, que en promedio se contabilizó como un descenso del
29.86%. En este sentido, 60 de los 212 municipios (28.30%) fuera del Plan Control
Territorial registraron aumentos en los índices de muertes violentas; 17 municipios
mantuvieron la misma cantidad de muertes en ambos años; y 135 municipios (63.68%)
tuvieron reducciones en sus índices.
En los anexos se pueden encontrar los datos de cada uno de estos municipios. Los
resultados de esta comparación apuntan a que la reducción de las muertes violentas,
en promedio, fue mayor en los municipios donde no se ha implementado el Plan
Control Territorial. En consecuencia, la intervención policial de un grupo de municipios
como factor único de cambio no resulta suficiente para explicar la reducción
experimentada a nivel nacional.
En definitiva, es necesaria la publicación del plan de seguridad pública, para así

conocer las acciones que lo conforman, sus objetivos, alcances e indicadores de éxito.
De esta manera, se podrá evaluar su impacto y efectividad a través del análisis
estadístico, y se podrá realizar afirmaciones sustentadas en evidencia.
28
Homicidios Múltiples
Se considera como homicidio múltiple aquel hecho o evento en donde mueren de forma
simultánea y violenta, 3 o más personas18. En el 2019, en el país se registraron 36 de
estos eventos, que tuvieron como resultado la muerte de 118 personas.
Ahora bien, el número de víctimas que mueren en homicidios dobles también es

considerable: 354 personas fallecieron en esas circunstancias, es decir el 14% de las
víctimas totales. En la mayoría de los casos el principal grupo afectado por los hechos
fueron los hombres, que representan el 86.32% de los casos, frente a las mujeres que
representan 13.67%. El promedio de edades de las víctimas fue de 28.13, con un
mínimo registrado de 1 año y un máximo de 72 años.
Clasificación del evento según Cantidad de Cantidad de Porcentaje

número de víctimas víctimas eventos víctimas
Víctima única 1918 1918 79.9%
Doble 354 182 14.8%
Triple 90 30 3.8%
Cuádruple 12 3 0.5%
Quíntuple 10 2 0.4%
Séxtuple 6 1 0.3%
Sin dato 8 0 0.3%
Total General 2398 2136 100%
La relevancia de esta información está relacionada a los niveles de violencia que la

sociedad salvadoreña sigue experimentando. Casi el 20% de las víctimas mortales del
año pasado, sucedieron en eventos de violencia doble o múltiple. La cotidianidad con
se asume puede hacer perder de vista que, en realidad, la pérdida de vidas humanas
por la violencia es un fenómeno que evidencia la crisis de derechos humanos que se
tiene en la actualidad.
Por ejemplo, el máximo número de muertes en un solo evento fue de 6, ocurrido el 9 de

mayo, en el Municipio de Jerusalén, departamento de La Paz. Debido a la naturaleza
del evento, las autoridades policiales y la cobertura mediática determinaron que la
masacre se trató de una supuesta purga al interior de una estructura pandilleril. La
versión oficial apunta a que dos de las víctimas habían recuperado su libertad tras
haber cumplido una pena carcelaria, y se encontraban departiendo en una casa,
cuando desconocidos ingresaron a la vivienda, amarraron a las personas, y las
ejecutaron con armas de fuego. Es decir, en este caso particular, aun cuando los
individuos pasaron por todo un proceso en el sistema de justicia penal y del sistema
18
Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad. Boletín Especial sobre Homicidios Múltiples.
Enero - Diciembre 2018. Disponible en: https://iudpas.unah.edu.hn/dmsdocument/8195-boletin-especial-
homicidios-multiples-enero-a-diciembre-2018
29
penitenciario, donde presuntamente fueron rehabilitados y se procuró la reinserción
social, lo que sucedió fue que regresaron al ciclo de la violencia, donde además de
victimarios, se convirtieron en víctimas.
Al menos 131 de las víctimas de entre el total de homicidios dobles y múltiples fueron
atribuidos al accionar de las pandillas: un 28% del total víctimas. Otro 16% se dio en un
contexto de enfrentamientos armados. No obstante, en la mayoría de los casos no se
lograron determinar las circunstancias alrededor de los hechos.
Circunstancia Cantidad de Porcentaje

eventos
Desconocida 259 55%
Pandillas 131 28%
Enfrentamientos armados 78 16%
Otros 4 1%
Total General 472 100%
Feminicidios
Según la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia

contra la Mujer, mejor conocida como Convención Belem do Para, “la violencia contra
la mujer constituye una violación de los derechos humanos y las libertades
fundamentales y limita total o parcialmente a la mujer el reconocimiento, goce y
ejercicio de tales derechos y libertades”. Este instrumento interamericano para la
protección de los derechos humanos también es muy claro con respecto a la
vinculación estatal con este tipo de violencia., establece una serie de acciones que
deben realizar los Estados para su cumplimiento.
En este sentido, este tipo de violencia y en especial la violencia feminicida, es

considerado como una violación a los derechos humanos de las mujeres,
independientemente de si la autoría de los hechos le corresponde al Estado o no. En
línea con las reflexiones desarrolladas, la falta de cumplimiento de parte del Estado
salvadoreño de las obligaciones que le impone la Convención de Belem do Para en su
artículo 7, constituyen típicas violaciones a los derechos de las mujeres.
En El Salvador, desde la aprobación de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de
Violencia para las Mujeres (LEIV), en el año 2011, el marco normativo nacional tipifica
las diferentes formas de violencia contra la mujer, a través de tipos penales específicos.
Entre ellos se encuentra el feminicidio. Esto abre la posibilidad de que, frente a una
muerte violenta intencional de una mujer, el sistema de justicia penal salvadoreño
pueda proceder a categorizar la muerte como un homicidio o como un feminicidio,
situación que debería obedecer a una investigación.
30
Sin embargo, esta ambigüedad tiene el potencial riesgo de procesar como “homicidios
de mujeres” a casos que podrían juzgarse como “feminicidios”, y así reducir esta cifra.
Para evitar ello, es positiva la existencia de una Política de Persecución Penal en
Materia de Violencia contra las Mujeres en la Fiscalía General de la República; sin
embargo, es conveniente realizar un monitoreo continuo para garantizar su
cumplimiento.
Es decir, un feminicidio es el delito que se comete al provocar la muerte a una mujer

“mediando motivos de odio o menosprecio por su condición de mujer”. En este sentido,
la LEIV establece que existe odio o menosprecio cuando, previo al asesinato, el autor
ha ejercido acciones violentas contra la víctima; se ha aprovechado de sus condiciones
de riesgo, vulnerabilidad, o de relaciones desiguales de poder; o ha cometido actos que
atentan contra su libertad sexual19.
Según la Mesa de Homologación de Muertes Violentas, en el 2019 se registraron 230

muertes violentas de mujeres. De este número, 112 fueron tipificadas como
feminicidios, que representan el 48.69% del total de muertes de mujeres 20. Por otro
lado, la tasa de feminicidios fue de 3.2 por cada 100,000 mujeres, al tomar como base
la proyección de crecimiento poblacional21 que, en 2019, asciende a 3,548,584 mujeres
en el país. En el mismo sentido, la tasa de muertes violentas de mujeres ascendió a
6.48 por cada 100,000 mujeres.
En el ámbito territorial, ocurrieron feminicidios en los 14 departamentos del país. Con

base a los datos, se utilizó la técnica de análisis de Pareto para mostrar cuales fueron
los departamentos que concentraron la mayor cantidad de feminicidios.
Departamentos Feminicidios Porcentaje P. Acumulado

San Salvador 56 50% 50%
San Miguel 14 13% 63%
La Libertad 10 9% 71%
Usulután 9 8% 79%
Santa Ana 8 7% 87%
La Unión 4 4% 90%
Cuscatlán 2 2% 92%
Morazán 2 2% 94%
Sonsonate 2 2% 96%
Ahuachapán 1 1% 96%
Cabañas 1 1% 97%
Chalatenango 1 1% 98%
19
Ley Especial Integral Para Una Vida Libre de Violencia para las Mujeres. Artículo 45.
20
Mesa de Homologación de Muertes Violentas. Repositorio de Homicidios Homologados.
21
MINEC, DIGESTYC, UNFPA, CELADE. El Salvador: Estimaciones y proyecciones de población.
Municipal 2005 – 2025. San Salvador, septiembre 2014
31
La Paz 1 1% 99%
San Vicente 1 1% 100%
Los resultados muestran que 3 departamentos concentraron hasta el 71% de los

feminicidios ocurridos en el país. En orden decreciente, San Salvador fue el
departamento con mayor frecuencia de casos, con 56 feminicidios, seguido por San
Miguel, con 14, y finalmente La Libertad, con 10.
A nivel municipal, los feminicidios ocurrieron en 51 de los 262 municipios. 3 municipios

destacaron al registrar las mayores cantidades de este delito. En primera instancia,
Apopa, del departamento de San Salvador, registró 11 feminicidios, de 14 muertes
violentas de mujeres. Es decir, el 78.57% de las mujeres de este municipio fueron
asesinadas con violencia misógina.
En segunda instancia, Ciudad Delgado, también del departamento de San Salvador,

registró 9 feminicidios. En este municipio, 9 de 10 muertes violentas de mujeres fueron
tipificadas como feminicidio. Finalmente, en el departamento de San Miguel, el
municipio de San Miguel registró 7 feminicidios, de 18 muertes violentas de mujeres.
Finalmente, la edad promedio de las mujeres víctimas de ambos delitos fue de 34.38
años con una edad mínima de 0 años y una máxima de 95 años. El grupo etario que se
vio más afectado fue el comprendido entre los 18 y 30 años, con de 80 muertes
violentas, es decir, el 34.78% del total.
Rango de edad Tipificación Total

Feminicidio Homicidio general
0 a 12 0 3 3
13 a 17 13 12 25
18 a 30 39 41 80
31 a 40 26 23 49
41 a 50 17 15 32
51 a 60 8 11 19
Más de 60 8 8 16
Sin Dato 1 5 6
Total general 112 118 230
32
DERECHO A LA INTEGRIDAD PERSONAL
El derecho a la integridad personal es un derecho que consagra la protección y el
resguardo de tres dimensiones fundamentales que permiten la sana convivencia y el
respeto de la existencia misma, a saber: física, psicológica y moral. La parte física
corresponde al cuido y protección del cuerpo mismo, sin experimentar algún
menoscabo o lesión que lo perjudique. Mientras tanto, la dimensión moral y psicológica
alude al pleno desarrollo de las facultades mentales, intelectuales y emocionales del
ser humano22 .
El derecho a la integridad personal, a su vez, está vinculado a la vida y la libertad

personal. Tanto el artículo 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, de la
Organización de las Naciones Unidas, como el artículo 7 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, establecen una serie de prohibiciones que pueden atentar
contra este derecho, como la tortura y los tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes.
Varios Estados, amparando su respaldo a los instrumentos internacionales y su respeto

a los derechos humanos, han firmado y adoptado el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, el cual establece una serie obligaciones y normas que se deben
acatar. Entre estas, por ejemplo, se encuentra la prohibición expresa que “nadie será
sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. En
particular, nadie será sometido sin su libre consentimiento a experimentos médicos o
científicos”23
Por su parte, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) organizó una

clasificación para diferenciar el nivel de gravedad entre la tortura, los tratos inhumanos
y tratos degradantes. Según Canosa (2018), siguiendo el análisis del TEDH, especifica
que esto se debe entender desde la duración hasta el nivel de gravedad que produce
en la persona cualquier tipo de daño que pueda atentar, lesionar o afectar su dimensión
física, moral o psicológica, tomando incluso las variables del sexo, edad, género, su
estado de salud, entre otras cosas más24.
Así, de acuerdo al TEDH, la tortura, los tratos inhumanos y tratos degradantes pueden
ser englobados en la categoría de malos tratos, pero se requiere hacer un análisis más
particular que permita establecer el tipo de gravedad que ocasiona. Los tratos
degradantes, por ejemplo, estarían incluidos en una clasificación de menor rango que
22
Afanador C., M. I. (1). El derecho a la integridad 778personal – Elementos para su análisis. Reflexión
Política, 4(8). Recuperado a partir de https://revistas.unab.edu.co/index.php/reflexion/article/view/
23
ONU: Asamblea General, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Adoptado y abierto a la
firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre
de 1966, 16 Diciembre 1966, Naciones Unidas, Serie de Tratados, vol. 999, p. 171, disponible en esta
dirección: https://www.refworld.org.es/docid/5c92b8584.html [Accesado el 17 Abril 2020]
24
CANOSA USERA, Raúl. La prohibición de la tortura y de penas y tratos inhumanos o degradantes en
el CEDH. Teoría y Realidad Constitucional, [S.l.], n. 42, p. 247-271, ene. 2019. ISSN 2174-8950.
Disponible en: <http://revistas.uned.es/index.php/TRC/article/view/23634/18958>.
33
el resto, pues, a diferencia de los tratos crueles y la tortura, no dispone del mismo nivel
de violencia o gravedad. Sin embargo, los tratos degradantes pueden presentar, por sí
mismos, componentes de terror, angustia e inferioridad que genera humillación en la
víctima25 .
Es decir, los tratos inhumanos incluyen un componente de perjuicio físico o psíquico

que, por lo general, pueden tener una duración prolongada en su ejecución y, por lo
tanto, generan un daño importante en la víctima. Mientras tanto, la Convención contra
la Tortura o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, de 1984, entiende a la tortura
como “todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o
sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de una
tercera información o una confesión (…)”26
Asimismo, la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, firmado

y ratificado por El Salvador, brinda una serie de condiciones y garantías para no
violentar la dignidad humana a través la tortura ni a penas o tratos crueles, inhumanos
o degradantes. Estos parámetros internacionales, a través de las normas dispuestas
para que los Estados las respeten y cumplan, señaló que la tortura es “todo acto
realizado intencionalmente por el cual se inflige a una persona penas o sufrimientos
físicos o mentales, con fines de investigación criminal, como medio intimidatorio, como
castigo personal, como medida preventiva, como pena o cualquier otro fin”27.
Estas consideraciones muestran también que la tortura puede tener el propósito de

generar o “anular la personalidad del individuo”, así como crear una disminución de las
facultades físicas o mentales de la persona. Es más, el artículo 5 de dicha convención
manifiesta que no se podrá hacer uso de la tortura ni se invocará su aplicación aun en
circunstancias excepcionales, como en estado de guerra, amenazas de guerra, estado
de sitio o de emergencia, suspensión de garantías constitucionales, entre otros más. El
documento también establece que los Estados deben adoptar medidas pertinentes
orientadas a capacitar a los cuerpos de seguridad pública en términos de protocolos,
actuaciones y normativas que eviten o deriven en acciones ilegales o arbitrarias en el
cometimiento de este tipo de actos.
Por su parte, la Declaración sobre la Protección de Todas las Personas contra la

Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (1975), de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) incluye, en su artículo 1, aquel elemento
diferenciador entre la tortura y los tratos crueles, inhumanos o degradantes, y dice
básicamente que la tortura “constituye una forma agravada y deliberada de trato o pena
cruel, inhumano o degradante”.
25
Ibíd., p. 268.
26
ONU: Asamblea General, Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes, 10 diciembre 1984, United Nations, Treaty Series, vol. 1465, p. 85, disponible en esta
dirección: https://www.refworld.org.es/docid/50acc1d52.html.
27
Organización de los Estados Americanos (OEA), Convención Interamericana para Prevenir y
Sancionar la Tortura, 9 Diciembre 1985, OAS Treaty Series, No. 67, disponible en esta dirección:
https://www.refworld.org.es/docid/4f3cf8692.html
34
De igual forma, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también ha
derivado su análisis jurídico en tratar de dimensionar aquellos grados de infracción que
contempla la integridad personal. A su parecer, la infracción del derecho a la integridad
física y psíquica de las personas es una clase de violación que tiene diversas
connotaciones de grado y que abarca desde la tortura hasta otro tipo de vejámenes o
tratos crueles, inhumanos o degradantes cuyas secuelas físicas y psíquicas varían de
intensidad según los factores endógenos y exógenos que deberán ser demostrados en
cada situación concreta.
Uso y abuso de la fuerza
Como se ha indicado anteriormente, las acciones de las instituciones de seguridad

implican la posibilidad de hacer uso de la fuerza en situaciones que conlleven una
agresión, resistencia o posible cometimiento de delitos. Sin embargo, cualquier tipo de
acción emprendida siempre debe ir enmarcada al pleno respeto de los derechos de las
personas. El uso proporcional de la fuerza, el principio de estricta necesidad, la
idoneidad de la medida y la legalidad de cualquier procedimiento, son no son
negociables y su violación no es justificable arguyendo situaciones especiales o
extraordinarias. Además, a fin de que los procedimientos estén revestidos de legalidad,
deben ser proporcionales y adecuados a las acciones que ejecuta la PNC.
De hecho, los mecanismos de control, tanto internos como externos, deben ir en

sintonía con estos principios para evitar que las instituciones de seguridad caigan en
vicios que degeneren su función pública. Contrario a esto, las políticas manoduristas y
la militarización de la seguridad pública, han motivado la generación de un enfoque
predominantemente represivo y militar, al interior de la Policía Nacional Civil
principalmente28.
En efecto, la aplicación de medidas orientadas al combate a la delincuencia, desde el

Gobierno de Mauricio Funes (2009-2014), estuvo marcada al inicio de su gestión por
una “política criminal que formalmente integraba una visión estratégica del Estado en el
ámbito de la prevención social, el control y la aplicación de la ley de rehabilitación del
delincuente”29. En cambio, el enfoque que finalmente precedió este plan estuvo
fuertemente vinculado a la represión y la aplicación de medidas severas, especialmente
por la demanda social de aplicar la fuerza a las pandillas.
28
International Crisis Group. Política y violencia perpetúa en El Salvador. Report nº 64/Latin America y
Caribbean. 19 de diciembre de 2017. https://www.crisisgroup.org/es/latin-america-caribbean/central-
america/el-salvador/64-el-salvadors-politics-perpetual-violence.
29
AGUILAR, J. Las políticas de seguridad pública en El Salvador 2003-2018. Fundación Heinrich Böll,
San Salvador. Accesible en: http://sv. boell.
org/sites/default/files/las_politicas_de_seguridad_publica_en_el_salvador_2003-2018. pdf, 2019.
35
Para perfilar cómo las fuerzas de seguridad pública están actuando en el contexto, y en
particular, si están haciendo un uso adecuado de la fuerza, se analizarán los datos de
las víctimas identificadas por la misma institución policial, respecto de denuncias por
diferentes delitos presuntamente cometidos por elementos de la PNC y FAES. Así, el
número total de víctimas registradas en el territorio nacional fue de 971. Las edades de
las víctimas oscilaron entre 1 y 85 años, obteniendo una media de 33.08 y una
distribución del 44.6% hombres, 31.5% mujeres y 23.9% no determinado.
Al establecer una desagregación de los rangos de edad de las víctimas de delitos

reportados por la PNC durante el año 2019, el 18% de todas las víctimas tienen entre
20 y 29 años. En este grupo, el rango que resultó ser más afectado fue el de 25 a 29
años. El segmento de edad entre los 15 y 29 años es el que acumuló la mayor cantidad
de víctima, lo cual establece la alta vulnerabilidad que perfilan tanto los adolescentes
como los jóvenes adultos a experimentar agresiones. No obstante, la institución policial,
en una gran cantidad de los casos, no registró la edad de las víctimas como tampoco el
sexo, por lo que se vuelve necesario robustecer estos mecanismos de seguimiento y
registro desde las bases de datos que dispone la institución.
Rango de edad
Sexo Total
Masculin Femenin No determinado general
o o
0-4 2 1 - 3
5-9 2 4 - 6
10-14 13 20 - 33
15-19 52 21 - 73
20-24 56 27 - 83
25-29 47 48 - 95
30-34 35 26 - 61
35-39 21 39 - 60
40-44 45 40 - 85
45-49 30 22 - 52
50-54 20 15 - 35
55-59 12 7 - 19
60-64 1 4 - 5
65-69 7 3 - 10
70+ 1 6 - 7
No determinado 89 23 232 344
Total general 433 306 232 971
36
Por otro lado, también se tomó en cuenta el sexo y edad de los presuntos victimarios
que cometieron los delitos. Los datos señalaron que, del total de agentes denunciados,
el 93% fueron hombres, 4% mujeres y 3% no determinado. Para este caso, la media de
edad de los victimarios hombres fue mayor al de las mujeres.
Nivel territorial
En el ámbito territorial, los datos señalaron que el 75% del total de víctimas de agentes
de la PNC y miembros de la FAES se concentraron en San Salvador, Santa Ana, La
Libertad, Ahuachapán y Sonsonate. El registro indicó que San Salvador acumuló la
mayor cantidad, con 254, mientras que el menor registro fue en Chalatenango, con 5
víctimas.
A nivel municipal, el que tuvo una mayor cantidad fue Santa Ana, que registró 62
víctimas; San Salvador, también acumuló 62 víctimas; seguido de Ahuachapán, con 50
víctimas; Apopa con 44 y Soyapango acumuló 32 víctimas. Es decir, el 26% de las
víctimas se concentraron en estos municipios.
Departamento Frecuencia Porcentaje

San Salvador 254 26%
Santa Ana 121 12%
La Libertad 93 10%
Ahuachapán 92 9%
Cuscatlán 83 9%
Sonsonate 83 9%
La Paz 65 7%
Usulután 41 4%
San Miguel 39 4%
San Vicente 36 4%
Cabañas 34 4%
Morazán 13 1%
La Unión 12 1%
Chalatenango 5 1%
Tipo de delito Militar PNC Total

general
Extorsión 0 3 3
Hurto 1 73 74
Hurto agravado 0 3 3
(hurto de vehículos)
37
Lesiones 12 246 258
Otros delitos 41 556 597
(privación de
libertad, homicidio
agravado)
Robo 3 10 13
Violación 8 15 23
La categoría de “otros delitos” es la que obtuvo la mayor cantidad de víctimas, con 597,
obteniendo un porcentaje de 61%. Esta categoría incluye: acoso sexual, actos
arbitrarios, agrupaciones ilícitas, amenazas, allanamiento de morada, fraude procesal,
estafa, falsedad ideológica, peculado, privación de libertad, entre otros más. Le sigue el
delito de lesiones, al sumar 258 víctimas (27%), hurto con 74 (8%) y violación con 23
(2%). En términos porcentuales, los agentes de la PNC cometieron el 93% de los
delitos frente al 7% de los miembros de la FAES, según los registros de la misma PNC.
El promedio mensual de víctimas registradas fue de 80.91, obteniendo una desviación

estándar de 20.61. El valor mínimo reportado fue en febrero, con 52 víctimas, mientras
que el máximo es de mayo, con 126.
Medidas de control interno
Si bien se han diseñado y puesto en marcha programas orientados a combatir la

corrupción al interior de la PNC, como el emprendido por la Oficina de las Naciones
Unidas contra la Droga y el Delito30, es necesario seguir reforzando estos mecanismos
de control interno, a fin de prevenir este tipo de delitos que afectan el funcionamiento
de la institución y de la población en su conjunto. Las medidas adoptadas hasta la
fecha suponen un esfuerzo por romper con aquellos elementos que fácilmente pueden
dar cabida a la corrupción interna. Una medida similar también debería implementarse
al interior de la FAES.
Algunos de estos elementos contemplan, por ejemplo, la implementación de un modelo

de único de rendición de cuentas, garantizar la articulación entre las diferentes
dependencias de la PNC, ejercicios de triangulación de información, fortalecer los
espacios de diálogo con las demás instituciones públicas, entre otras (Oficina de las
Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, 2019).
30En diciembre de 2019, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito presentó
formalmente los avances reportados hasta la fecha en la implementación de acciones que prevengan y
combatan la corrupción al interior de la Policía Nacional Civil (PNC).
38
En conclusión, la comisión de delitos por parte de los agentes de seguridad pública,
muchos de los cuales pueden ser catalogados como graves violaciones a los derechos
humanos, abonan a la tesis de que éstos se han involucrado en la dinámica de
violencia, y no para solucionarla sino para generarla. El hecho de existan 971 víctimas
presuntamente por parte de la PNC y la FAES, por delitos que van desde las lesiones,
hurtos y amenazas y que pasan por delitos relacionados a la violencia sexual, llegando
hasta el homicidio agravado, representa un grave precedente respecto del principio de
la legalidad que debe regir el accionar de los agentes de seguridad.
Ciertamente, no todos estos delitos son cometidos mientras están de servicio, pero
independientemente de si son cometidos en servicio o licencia, son servidores públicos
que deben proteger los derechos y las libertades de las personas, en todo momento y
circunstancia.
Detenciones de la unidad de asuntos internos de la Policía Nacional Civil
La Secretaría de Responsabilidad Profesional de la PNC es una instancia de la que

dependen las unidades de contraloría interna31. De esta manera, la Unidad de Asuntos
Interno es un ente encargado de investigar y darle seguimiento a aquellos casos de
posible cometimiento o falta por parte de agentes policiales.
Por otro lado, la Unidad de Asuntos Internos32 capturó durante el año 2019, a un total
de 104 agentes de la PNC, frente a los 96 del año 2018. El incremento, aunque no es
muy palpable, representa un porcentaje pequeño si se toma en cuenta la cantidad de
víctimas que registra la institución. Además, hay un promedio mensual 8.6 detenciones
contra miembros de esta institución. El mes con el valor máximo de capturas fue agosto
con 17, y el que reportó la menor cantidad fue diciembre, al obtener la cantidad de 2.
A nivel territorial, cabe destacar que 13 departamentos reportaron capturas contra

agentes de la PNC, siendo San Salvador el que obtuvo el mayor registro, con 38
capturas. Luego le siguen Santa Ana con 17, La Libertad con 11, La Paz con 9 y San
Vicente con 6. San Salvador, Santa Ana y La Libertad acumularon el 63% de todas las
capturas efectuadas contra miembros de la PNC. Por su parte, a nivel municipal se
logró constatar que la mayor cantidad de detenciones fueron en San Salvador (20),
Santa Ana (10), Santa Tecla (7), Apopa (7) y Zacatecoluca (6).
31
Reformas al Reglamento de la Ley Orgánica de la Policía Nacional Civil de El Salvador: Art.15, inc. 1
Decreto Ejecutivo No. 6, publicado en el Diario Oficial No. 19, tomo 410 de fecha 28 de enero de 2016.
32
Datos recabados por el Observatorio Universitario de Derechos Humanos a partir de la firma de
convenio con la institución policial.
39
Tipos de captura
De las 104 capturas efectuadas, la mayor cantidad fue por orden administrativa:
obteniendo un total de 88 capturas y un porcentaje de 84.6%. Estas fueron seguidas de
las detenciones en flagrancia con 13 capturas (12.5%) y, finalmente, se encuentran las
capturas por orden judicial, obteniendo la cantidad de 3 (2.88%). En este tipo de
capturas, la categoría de agente fue el que más acumuló, con 67. La siguiente tabla de
frecuencias muestra la distribución por rango del policía y el tipo de captura:
RANGO DEL Total

ADMINISTRATIVA FLAGRANCIA JUDICIAL
POLICÍA general
AGENTE 58 7 2 67
CABO 5 1 0 6
COLABORADOR 1 0 0 1
ADMINISTRATIVO
INSPECTOR JEFE 1 0 0 1
SARGENTO 6 3 0 9
SUPERNUMERARIO 0 0 1 1
SIN DATO 17 2 0 19
Es positivo que las capturas sean el resultado de un proceso de investigación, es decir,

que sean el resultado de una detención administrativa o judicial, ya que ello
garantizaría un respeto al debido proceso, en mayor medida. Sin embargo, contrasta
que este tipo de capturas contra agentes de la PNC (88.5%), casi se invierte cuando se
habla del porcentaje de capturas contra personas particulares.
Rango de edad y sexo
En 2019, el 38% de los agentes de la PNC capturados tienen una edad entre los 31 y
40 años, mientras que el 28% se situaron entre los 18 y 30 años. Estos dos rangos
fueron los más críticos, pues obtuvieron conjuntamente el 65% del total de capturados.
Además, es importante destacar que la mayoría de los capturados fueron hombres,
pues la relación fue de 101 hombres frente a 3 mujeres; esto es, de los agentes
capturados el 97% fueron a hombres y el 3% restante, mujeres.
40
RANGO DE HOMBRE MUJER Total %
EDAD general
18-30 28 1 29 28%
31-40 38 1 39 38%
41-50 26 1 27 26%
51-60 9 0 9 9%
Total 101 3 104 100%
Desplazamiento forzado y limitación ilegal a la libertad de circulación
Los Principios Rectores de los Desplazados Internos definen este fenómeno como
“personas o grupo de personas que se han visto forzadas u obligadas a escapar o huir
de su hogar o de su lugar de residencia habitual, en particular como resultado o para
evitar los efectos de un conflicto armado, de situaciones de violencia generalizada, de
violaciones de los derechos humanos o de catástrofes naturales o provocadas por el
ser humano, y que no han cruzado una frontera reconocida”33.
Para el caso de El Salvador, el fenómeno de desplazamiento forzado adquirió mayor

realce durante las últimas décadas del siglo XX, como parte del conflicto armado,
producto de la violencia estatal y de sus múltiples manifestaciones, como las
amenazas, desapariciones forzadas, torturas y los homicidios. En las décadas
posteriores, tras la firma de los Acuerdos de Paz, el conflicto violento se modificó y
surgieron manifestaciones mucho más complejas, con actores como las pandillas que
comenzaban a operar por medio de clicas para proteger sus territorios.
La década de los noventa, por lo tanto, no rompió con una cultura predominantemente
violenta. La inseguridad y violencia fueron catalizadores importantes para la salida de
miles de salvadoreños en esta ocasión, pero no motivados por la violencia proveniente
desde el Estado, sino por la violencia criminal que comenzaba a adquirir relevancia
nacional.
En aquel momento, las expresiones más frecuentes de violencia iban orientadas al

cometimiento de pequeños delitos, y, en menor medida, a exigir el pago de la extorsión.
Aunque también se comenzaron a reportar durante el año 2000, de forma aislada y
33
Principios Rectores de los Desplazados Internos, Naciones Unidas, documento E/CN.4/1992/23).
41
preliminar, casos de personas que abandonaron sus comunidades a causa de las
amenazas fomentadas por las pandillas34.
No fue sino hasta varios años después que el desplazamiento forzado fue reconocido
por el Estado salvadoreño mediante una sentencia dictada por la Sala de lo
Constitucional, en el proceso de Amparo 411/2017, en 2017. En esta sentencia, se
reconoció que el Estado, en su conjunto, a través del Ministerio de Justicia y Seguridad
Pública, la Policía Nacional Civil y la Unidad Técnica del Sector de Justicia, entre otras
instituciones, habría dejado desamparadas a treinta y tres personas conformadas en
ocho núcleos familiares, y, a la vez, no habían brindado las garantías suficientes para
protegerlas. En enero de 2020, la Asamblea Legislativa aprobó la Ley Especial para la
Atención y Protección Integral de Personas en Condición de Desplazamiento Forzado
Interno, la cual ya entró en vigencia.
Las familias que enfrentan esta problemática sufren múltiples violaciones a sus
derechos humanos, principalmente a causa de las amenazas, desapariciones,
extorsiones e inclusive el homicidio reportado de un familiar. Las personas, a falta de
mecanismos de protección, resguardo y cuido, se vieron en la necesidad de trasladarse
internamente a diversas zonas, buscando las maneras de pasar desapercibidas ante
un entorno que les resultaba hostil. Algunas incluso buscaron la ayuda de otros
familiares que les pudieran proveer de un hogar durante el proceso de solicitud de
asilo.
De acuerdo con el Informe del Instituto de Derechos Humanos de la UCA35, “el

desplazamiento forzado ha sido con frecuencia un proceso. Comenzó para muchos
como una serie de hechos violentos acaecidos en su entorno que comenzaron a
preocuparse progresivamente a las personas. Muchos de ellos, como homicidios y
extorsiones, fueron percibidos por las víctimas como una posible alerta previa a la
transgresión a su integridad y seguridad”.
El fenómeno de desplazamiento forzado, que ha escalado durante el tiempo, incluso

llegó a señalar que El Salvador se situó en la posición 10 a nivel mundial en el año
2017, reportando un total de 296,000 personas que tuvieron que huir de forma
repentina de sus viviendas a causas de conflictos internos36.
34
Walter, Knut. 2018. La muerte violenta como realidad cotidiana: El Salvador, 1912-2016. 1° ed. Digital.
(San Salvador: AccesArte) ,145.
35
Instituto de Derechos Humanos de la UCA (Idhuca). 2018. Informe de derechos humanos 2018. (La
Libertad: UCA), 17.
36
Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC). Informe mundial sobre desplazamiento interno 2018.
https://reliefweb.int/report/world/global-el-idmc-publica-el-informe-global-2018-sobre-desplazamiento-
interno
42
Asimismo, GRID, en su informe de 201937, reportó que, entre los años 2014 y 2018, se
registraron 1,123,000 casos de personas que se desplazaron internamente en el país,
principalmente debido a los conflictos internos de violencia. Es decir, este es una
problemática que afectaría a una sexta parte de la población salvadoreña,
aproximadamente, según los datos demográficos de la Encuestas de Hogares y
Propósitos Múltiples38.
En definitiva, existe un consenso en torno a establecer que el desplazamiento forzado

tiene a la base varias dimensiones que lo producen, desde la actividad de las pandillas,
la violencia estructural, la inseguridad generalizada, las respuestas duras del Estado en
materia de seguridad, la corrupción y una cultura de impunidad39.
En efecto, las pandillas han logrado ser el principal agente que causa las movilidades
de las personas de sus lugares de origen, el crimen organizado y, a menor escala,
actores estatales40. Resulta necesario manifestar que las pandillas buscan sobre todo
obtener los territorios para ejercer control sobre los mismos, lo cual implica el
contrabando y la venta de drogas, la obtención del dinero producto de la extorsión y,
por supuesto, el poder simbólico que ejercen, para fortalecer su reputación y
reclutamiento41.
A su vez, en la legislación penal existe una figura que permite tener también una cifra
de potenciales víctimas de esta problemática, aunque no está tipificado
específicamente como desplazamiento forzado. La figura se denomina como
“Limitación Ilegal a la Libertad de Circulación (art.152-A). De igual forma, otras
instituciones captan denuncias, como la PDDH, la Dirección de Atención a Víctimas y
Migración Forzada, las cuales trabajan en conjunto con el Ministerio de Justicia y
Seguridad Pública42.
37
Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC). Informe mundial sobre desplazamiento interno 2019.
https://www.internal-displacement.org/global-report/grid2019/spanish.html
38
Dirección General de Estadísticas y Censos (DYGESTIC). Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples
2018. (actualización 20 de marzo de 2020). http://www.digestyc.gob.sv/index.php/novedades/avisos/869-
ya-se-encuentra-disponible-la-publicacion-ehpm-2018.html
39
IDMC.p-40.
40
Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH). Informe preliminar de registros de la
Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos sobre desplazamiento forzado: abril 2016-
201/Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH). --1°ed. --- San Salvador, El
Salvador. P.9. https://www.pddh.gob.sv/portal/wp-content/uploads/2018/07/anexo-1.pdf
41
Parker Asmann. Insight Crime: Pandillas de El Salvador responsable de 84% de desplazamiento
forzado: Informe. (31 de enero de 2017). https://es.insightcrime.org/noticias/analisis/pandillas-el-salvador-
responsables-84-desplazamiento-forzado-informe/
42
Redacción web. Migración: inauguran oficinas de atención a víctimas de desplazamiento y migración
forzada. (3 de octubre de 2019). http://www.migracion.gob.sv/noticias/inauguran-oficinas-de-atencion-a-
victimas-de-desplazamiento-y-migracion-forzada/
43
Por otro lado, se ha observado que las víctimas que sufren desplazamiento forzado
optan por no asistir a las instituciones a pedir ayuda, sobre todo por temor a que
puedan sufrir algún tipo de represalia por interponer una denuncia. Los desplazados, ya
sea con la ayuda de familiares, amigos o con recursos propios, buscan movilizarse a
zonas más seguras; inclusive, optan por establecerse en localidades cercanas a sus
lugares previos de residencia, siendo una medida para continuar estando cerca de sus
lugares de trabajo, educación y la familia43.
En su visita de diciembre de 2019, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

(CIDH) brindó un informe preliminar de algunas observaciones que formularon en
materia de derechos humanos tras recabar información, asistir a reuniones con
diversas organizaciones defensoras de Derechos Humanos y también con las
instituciones del Gobierno.
La CIDH expresó que, tras algunas reuniones con representantes del Estado, les
manifestaron que “los temas de movilidad y desplazamiento forzado forman parte de la
perspectiva integrada del Plan Nacional de Control Territorial”44. De modo que, las
mismas instituciones de gobierno manifestaron que mantienen algunos retos al
momento de construir albergues e implementar servicios de acogida.
Entre otras cosas, la CIDH recuerda algunos Principios Rectores de los

Desplazamientos Internos: obligación de prevenir el desplazamiento forzado, obligación
de proteger y brindar asistencia a los desplazados durante el desplazamiento,
obligación de prestar y facilitar la asistencia humanitaria y la obligación de facilitar el
retorno, reasentamiento y reintegración de los desplazados internos45.
En el presente análisis, se recolectaron datos proporcionados por la Procuraduría Para

la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), respecto a la cantidad de denuncias de
víctimas registradas por desplazamiento forzado interno. Así, se recibió un total de 202
denuncias46 durante el año 2019: 115 denuncias fueron de hombres y 87 de mujeres.
La edad mínima registrada fue de 13 años, mientras que la máxima fue de 78 años. El
promedio de edad fue de 38.91 años. El grupo de jóvenes adultos, entre los 18 a 30
43
IDMC, 2019.
44
Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). CIDH presenta observaciones preliminares de su
visita in loco a El Salvador. 27 de diciembre de 2019, San Salvador, El Salvador. Véase:
https://www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2019/335.asp
45
Organización de las Naciones Unidas. Principios Rectores de los Desplazamientos Internos. (1998).
https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2001/0022.pdf.
46
La Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos envió un registro individual de cada una
de las víctimas. Así, por ejemplo, colocan el sexo, edad, departamento y municipio del hecho en cada
fila. De esta forma, se entiende que normalmente, en este tipo de delitos sobre todo, una denuncia
puede estar asociada a un grupo familiar o familias, por lo que este registro tiende a ser una
aproximación al fenómeno a partir de la cantidad real de personas que se ven indirectamente afectadas.
44
años, fueron los que más denuncias presentaron ante la institución de Derechos
Humanos. El 54% de las denuncias comprendieron los rangos de edad de los 18 a 40
años.
Rango de Femenino Masculino Total

edad general
13-17 2 4 6
18-30 24 37 61
31-40 22 26 48
41-50 22 28 50
51-60 4 9 13
61-70 2 1 3
71-80 1 0 1
N/D 10 10 20
Fuente: elaboración propia con datos de la PDDH.
Territorio
A nivel territorial, las denuncias se registraron en 12 departamentos del país. El mayor
registro fue en San Salvador, con 129 denuncias; mientras que el menor fue en
Cabañas, con 2 denuncias. La Libertad se ubicó en segundo lugar, con 22 denuncias y
le sigue Cuscatlán, con 10. San Salvador, La Libertad y Cuscatlán acumularon el 80%
del total de denuncias.
A nivel municipal, resulta importante destacar que las denuncias fueron en 63 de los
262 municipios del país, siendo San Salvador el que obtuvo un mayor número con 36;
le sigue Soyapango con 25, Apopa con 15; Mejicanos con 14 y Tonacatepeque con 9
denuncias.
45
Denuncias de desplazamiento
forzado por departamento
140 129
120
100
80
60
40 22
20 10 6 6 6 6 5 4 3 3 2
0
Fuente: elaboración propia con datos de la PDDH.
Ahora bien, esta no es la única fuente institucional a partir de la cual es posible estimar
o perfilar la frecuencia de denuncias de estas graves violaciones de derechos
humanos. Diferentes estudios47 han determinado que las personas en situación de
desplazamiento inminente pueden llegar a acudir a muchas instituciones en busca de
apoyo. De hecho, de ahí la importancia de cuantificar este fenómeno a partir del
contraste con otro tipo de fuentes de información, como la Fiscalía General de la
República (FGR), organizaciones no gubernamentales, organizaciones defensoras de
derechos humanos y, por supuesto, organismos internacionales.
Así, la FGR lleva un registro de víctimas a partir de la figura de la Limitación Ilegal a la

Libertad de Circulación (LILIC), la cual, permite también tener una aproximación al
fenómeno. Durante 2019, esta institución registró un total de 2136 víctimas de LILIC, en
todos los departamentos del país; mientras que en el año 2018 se habrían registrado
1473 víctimas.
El incremento porcentual fue de 45.01% respecto al año 2018. El promedio mensual

fue de 178, lo cual equivale a 5.5 víctimas registradas cada día. Las víctimas
principalmente fueron hombres al contabilizar 1,154 (54%). Mientras que las mujeres
alcanzaron la cifra de 742 víctimas (35%). Finalmente, en la categoría de no
determinado, el valor ascendió a la cifra de 240 víctimas (11%).
Al mismo tiempo, es importante destacar los rangos de edad que están siendo más
vulnerables a sufrir este tipo de delito. La mayor cantidad de víctimas se concentraron
entre los 18 a 30 años, al obtener la cifra de 791 víctimas (37%); le sigue el rango de
47
IDMC (2019), Cristosal (2018).
46
los 31 a 40 años, donde se registraron 448 víctimas (21%). Estos dos rangos
concentraron el 58% de todas las víctimas. La siguiente tabla de frecuencias señala la
distribución de los rangos de edad por sexo y porcentaje:
Rangos de Femenino Masculino No Total %

edad determinado general
0 - 12 Años 22 31 0 53 2%
13 - 17 Años 47 92 0 139 7%
18 - 30 Años 308 482 1 791 37%
31 - 40 Años 170 276 2 448 21%
41 - 50 Años 101 142 0 243 11%
51 - 60 Años 42 52 0 94 4%
61 - 70 Años 11 16 0 27 1%
71 - 80 Años 4 4 0 8 0%
Sin dato 37 59 237 333 16%
Total general 742 1154 240 2136 100%
Fuente: elaboración propia con datos de la FGR.
Territorio
A nivel territorial, los 14 departamentos registraron víctimas de LILIC. San Salvador,

como en otros casos, es el que acumuló la mayor cantidad de víctimas: 889; seguido
de La Libertad con 314, Santa Ana con 196, Ahuachapán con 143 y La Paz con 139. A
nivel municipal, San Salvador acumuló la mayor cantidad de víctimas con 146,
Soyapango con 144, Apopa con 122, Santa Ana con 95 e Ilopango con 75 víctimas.
Se procedió a ordenar los departamentos de mayor a menor, con la finalidad de

verificar en qué lugares se concentraron más los registros. Una vez se utilizó esta
técnica de análisis, los resultados muestran que el 79% de las víctimas se concentran
en 5 departamentos. Al tomar de base este parámetro, los departamentos que tienen la
mayor cantidad son: San Salvador, La Libertad, Santa Ana, Ahuachapán y La Paz.
47
Departamentos de víctimas de LILIC
1000
900 889
800
700
600
500
400
314
300
196
200 143 139 99 88
100 65 70 60
42 14 4 5 8
0
Prueba de correlación entre el delito de Limitación Ilegal a la Libertad de

Circulación y factores asociados
La prueba de correlación trató de verificar si existe un nivel de relación entre las

variables de la limitación ilegal a la libertad de circulación48, los homicidios49,
extorsiones50 y las amenazas51. Si bien no se puede establecer una causalidad directa
en materia de limitación a la libre circulación, sí es necesario manifestar que existen
factores que condicionan la salida repentina del hogar de grupos familiares.
Por tal motivo, este ejercicio correlacional simplemente busca constatar el nivel de
relación que puede existir entre estas variables de acuerdo a los datos proporcionados
por la FGR y la mesa tripartita relativa a homicidios, por lo que es una primera
aproximación.
48
Artículo 152-A del Código Penal.
49
El número de homicidios se obtuvo de la mesa tripartita constituida por la FGR, PNC e IML.
50
Para identificar las extorsiones, se utilizó el artículo 214 del Código Penal y el artículo 2 de la Ley
Especial contra el Delito de Extorsión. El centro del análisis fue a partir del territorio y las víctimas
registradas.
51
Las amenazas se identificaron con base en el artículo 154 del Código Penal.
48
Tabla de correlaciones entre variables de incidencia de la Limitación Ilegal a la
Libertad de Circulación
(1) (2) (3) (4)
(1) Limitación Ilegal a la Libertad de Circulación -
(2) Homicidios 0.80** -
(3) Extorsión 0.80** 0.81** -
(4) Amenazas 0.79** 0.86** 0.91** -
Nota: *P <.05, **P <.01.
Fuente: elaboración propia con datos de la PNC y FGR.
Los resultados muestran que existe significancia entre las variables, lo cual permite
afirmar una correlación entre los homicidios en el territorio nacional frente a las víctimas
de Limitación Ilegal a la Libertad de Circulación, al igual que las extorsiones y las
amenazas, pues se ha estimado a través de un coeficiente de correlación muestral de
Pearson, de 0.806 entre los homicidios y la LILIC. Con esto, se puede concluir que,
durante el año 2019, estas variables presentan una asociación positiva fuerte.
Algunos datos más del fenómeno
Por otra parte, los registros de denuncias de la PDDH y de la FGR son mínimos,
comparados con los datos de otras instituciones, incluyendo las organizaciones
defensoras de derechos humanos y diversos organismos internacionales. Eso puede
llevar a considerar la posibilidad de que, en primer lugar, las víctimas desconfían de las
instituciones públicas, al momento de interponer una denuncia que, posteriormente,
pueda poner en riesgo su vida e integridad personal. Un segundo elemento es la falta
de capacidad instalada a nivel institucional, para hacerle frente a la demanda de
atenciones que requieren las víctimas de desplazamiento forzado.
Esta poca capacidad de atención se evidencia, por ejemplo, en el presupuesto que le

es asignado a la PDDH, la institución encargada de asistir a las presuntas víctimas de
violaciones a los derechos humanos, pues los fondos destinados para ella ni siquiera
llegan al 1% del Presupuesto General de la Nación52.
Entre otras cosas, la misma PDDH menciona que los datos recabados no pueden ser
considerados como una muestra del fenómeno a nivel nacional53. Es importante
destacar que también especifica que las víctimas optan por pasar inadvertidas ante la
52
Para 2020, el Presupuesto General de la Nación (PGN) fue de 6,426,100,000. De esto, lo destinado a
la PDDH fue de 10,867,404, lo cual implica un porcentaje de 0.17%.
53
Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, Informe preliminar de registros de la
Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos sobre desplazamiento forzado (abril 2016-
mayo2017). (El Salvador, PDDH, 2017) pág. 15.
49
posibilidad de ser detectados, una vez más, por sus persecutores. Además, según la
PDDH, las víctimas prefieren agotar otros recursos o medidas con sus familiares,
amigos o redes de apoyo antes de acercarse directamente a la institución.
En cambio, los datos del Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC), adscrito al

Consejo Noruego de Refugiados, señaló que durante 2018 la cifra de desplazados
internos fue de 246,000 y en 2017, de 296,000, mientras que en el año 2019 la cifra
ascendió a un total de 450,00054. Es importante hacer mención que la metodología del
IDMC se basa en la recolección de distintas fuentes de información, incluyendo las
encuestas que realiza el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP). A partir de
los datos obtenidos, este Observatorio suele hacer proyecciones estadísticas que
permitan tener un número más aproximado a la realidad del fenómeno.
Gráfica de valores de desplazamiento

forzado en
El Salvador
500,000
450,000 450,000
400,000
350,000 296,000
300,000
250,000 220,000
200,000 191,000 246,000
150,000 170,000
100,000
50,000
0
2014 2015 2016 2017 2018 2019
Fuente: elaboración propia con datos de la IDMC.
En conclusión, los datos señalan la necesidad de aumentar la atención y las acciones

orientadas a salvaguardar las víctimas que experimentan desplazamiento forzado por
violencia. Además, después de la nueva ley emitida por la Asamblea Legislativa, es
necesario darle más realce a la normativa y los protocolos que puedan ayudar realizar
estrategias integrales e inclusivas para reducir este fenómeno, haciendo incluso
hincapié en elaborar acciones diferenciadas a partir de los grupos vulnerables, según
los datos de edad y sexo. Asimismo, es necesario diseñar una política que logre poner
énfasis en el territorio, sobre todo en aquellos lugares que concentran el mayor número
de víctimas y denuncias.
54Según el IDMC, el aumento para el año 2019 se debe a un ajuste en la metodología respecto de años
anteriores. Para mayor información consultar: https://www.internal-displacement.org/countries/el-
salvador
50
Violencia sexual
La violencia sexual en El Salvador es un delito grave que se encuentra tipificado en el

Código Penal, en el Título IV referido a los delitos contra la libertad sexual. Dentro de
las clasificaciones penales, actualmente existen alrededor de 15 a 20 acciones que
atentan contra la libertad sexual, cada una de ellas con un agravante, según las
circunstancias y las atenuantes que se manifiestan.
Aunque existen avances notables en la legislación salvadoreña, en la realidad,

encontramos una amplia cantidad de delitos sexuales que se registraron contra las
mujeres, de todas las edades, principalmente. Durante el año 2019, la Policía Nacional
Civil (PNC) señaló la cantidad de 5,469 víctimas por diversos delitos sexuales. El 91%
de los delitos fueron contra las mujeres y el 7% en hombres.
Porcentaje de delitos
sexuales por sexo
2%
7%
Hombre
Mujer
No determinado
91%
De hecho, los datos mostraron que el 73.7% del total de víctimas se concentraron entre
los rangos de edad de los 0 a 19 años. Es decir, los grupos vulnerables, en su mayoría,
terminan siendo tanto la niñez, la adolescencia y la juventud. Para el caso, el grupo
etario más afectado fue el de los 15 a 19 años, pues acumuló el 36.7%55.
55
Ver anexos, donde se ha colocado el apartado de las víctimas por edad, rango y sexo.
51
Rangos de edad Hombre Mujer No Total %
disponible general
0-4 43 171 0 214 3.9%
5-9 114 342 0 456 8.3%
10-14 79 1272 0 1351 24.7%
15-19 45 1964 0 2009 36.7%
20-24 19 287 0 306 5.6%
25-29 12 259 0 271 5.0%
30-34 12 148 0 160 2.9%
35-39 4 127 0 131 2.4%
40-44 6 107 0 113 2.1%
45-49 7 65 0 72 1.3%
50-54 5 29 0 34 0.6%
55-59 2 22 0 24 0.4%
60-64 2 12 0 14 0.3%
65-69 2 8 0 10 0.2%
70+ 1 10 0 11 0.2%
No disponible 17 168 108 293 5.4%
Total general 370 4991 108 5469 100%
Asimismo, es importante destacar que, de todos los datos que se conocen, la mayor
parte de los hechos tuvieron lugar en el hogar de las víctimas: 3,209 víctimas56. Esto
pone un énfasis especial en la prevención que debe existir dentro del hogar y la
vulnerabilidad que las mujeres experimentan al interior del mismo, especialmente
cuando son menores de edad. Otro lugar que posee una alta incidencia es la calle o el
callejón, el cual obtuvo 369 denuncias; mientras que la escuela obtuvo 96 denuncias.
De igual forma, se quiso verificar los delitos sexuales que tuvieron un mayor registro de
denuncias, siendo el estupro el que se posicionó en el primer lugar, con 1089
denuncias; seguido de la violación en menor o incapaz que obtuvo 1057, el acoso
sexual con 796, la violación con 657 y la agresión sexual en menor e incapaz, 455
denuncias. Estos cinco delitos acumularon un total de 4,054 denuncias, es decir, el
74% de todas de las denuncias.
A pesar de la amplia cantidad de denuncias que se registran, muchas de ellas pasan

inadvertidas por las dificultades, o riesgos de revictimización, que supone para las
56
En anexo se ha colocado, además del rango de edad, la edad específica y sexo, también el lugar
concreto en que ocurrieron los delitos sexuales, según los datos proporcionados por la PNC.
52
víctimas someterse a todo un proceso penal, máxime cuando son menores de edad.
De acuerdo a una publicación periodística, al hacer una revisión de 119 resoluciones
absolutorias, se habría identificado la tendencia a establecer una serie de “prejuicios de
género y de edad que terminan culpando y desacreditando a las víctimas, e incluso
terminan justificando las violaciones como un rasgo de costumbre de la sociedad
salvadoreña”57.
De hecho, el Informe del Instituto de Derechos Humanos de la UCA (Idhuca), citando a

la Organización Mundial de la Salud, establece que “en el mundo solo se denuncia
entre el 15% y el 20% de la violencia sexual a niños y niñas”58. Este dato permite
advertir que la cantidad reportada, por lo tanto, es solo una muestra mínima del número
real de abusos sexuales que acontecen en el país. La mayor cantidad de éstos,
entonces, pasan desapercibidos.
El promedio mensual de denuncias por todos los delitos contra la libertad sexual fue de
455, lo que equivale a 14 denuncias diarias aproximadamente. El mes que presentó la
mayor cantidad de denuncias fue octubre con 538; mientras que enero es el de menor
registro con 376. Al establecer una comparativa entre los dos primeros semestres,
resulta importante hacer mención de que, entre enero a junio, se registraron 2570
denuncias, y de julio a diciembre la cifra ascendió a 2899 denuncias. Esto, por sí solo,
no puede llevar a establecer conclusiones categóricas acerca de un aumento o
disminución significativa.
Por su parte, la Fiscalía General de la República reportó 5740 víctimas de delitos

sexuales en 2019.59 De hecho, el 92% de las víctimas fueron mujeres, 7% hombres y el
1% estaba en la categoría de no registrado. Las edades, de nuevo, muestran que las
niñas tienden a ser el grupo etario que presenta mayores niveles de violencia sexual y
vulnerabilidad, pues el 49% de todas las víctimas se localizaron entre los 13 a 17 años,
mientras el 17% entre 0 a 12 años de edad. Estos dos grupos alcanzan el 66% del total
de denuncias.
Al tomar en cuenta el número total de víctimas (5740), a partir de las denuncias, la tasa
proyectada asciende a 85 por cada 100,000 habitantes. Si tomamos en consideración
57
María Luz Nóchez y Laura Aguirre. Un paraíso para los violadores de menores: Por qué queda impune
el 90% de las violaciones a menores. El Faro: El Salvador. Consultado el 20 de febrero de 2020 a través
de: https://especiales.elfaro.net/es/el_paraiso_de_violadores/impunidad/19894/?mini=0.
58
Instituto de Derechos Humanos de la UCA (Idhuca). Informe de Derechos Humanos 2019. UCA: El
Salvador. Consultado el 24 de febrero de 2020 a través de http://www.uca.edu.sv/idhuca/informes-de-
ddhh/
59
En anexo se han colocado todos los datos referentes a víctimas por delitos sexuales que recoge la
FGR. Ahí se observa que cada registro corresponde a una víctima, donde aparece el rango de edad, el
sexo y el delito. Se ha trabajado sobre la base de esos rangos de edad, pues la FGR los da previamente
de esta manera.
53
solo la cantidad de víctimas mujeres, en relación con la población proyectada del sexo
femenino, la tasa es de 148.42 por cada 100,000 mujeres.
Mientras tanto, la FGR registró un total de 5654 imputados por delitos contra la libertad
sexual. De esto, 4984 fueron hombres, 184 mujeres y 486 no determinados. Aunque en
la mayoría de los casos no se logra determinar la edad de los imputados, la distribución
de las edades es la siguiente: el 26% contaba entre los 18 a 30 años de edad, y el 10%
entre los 31 a 40 años. Ambos rangos obtuvieron el 36% del total.
En relación a los resultados judiciales de los imputados registrados, la FGR sumó 800
durante 2019: 590 sentencias fueron condenatorias, mientras que 210 absolutorias. El
tipo de delito que obtuvo más sentencias fue el acoso sexual, en donde se registraron
37 absolutorias y 165 condenatorias. Mientras tanto, la agresión sexual en menor e
incapaz acumuló 35 absolutorias y 155 condenatorias; seguido de la violación en
menor e incapaz, el cual obtuvo 57 absolutorias y 111 condenatorias. El delito de
violación obtuvo 36 sentencias absolutorias y 59 condenatorias.
De esta manera, se percibe la continuidad de una tendencia desfavorable en lograr

condenas en relación al número de imputados que se registra en la institución. En
muchas formas, esto tiene causas arraigadas en “obstáculos tanto de orden cultural
como procesal que deben enfrentar las víctimas en búsqueda de justicia” 60.
Año Sentencia Sentencia Total

condenatoria absolutoria
2019 590 210 800
60
Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop) La situación de la seguridad y la justicia 2009-2014:
entre expectativas de cambio, mano dura militar y treguas pandilleras / Aguilar, Jeannette (Coord.)... [et
al.]. --1ª. ed. --San Salvador, El Salv.: Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop), 2014.260, p.:
gráficos, tablas, cuadros y figuras; 28 cm. (Talleres gráficos, UCA)
54
DERECHO A LA LIBERTAD PERSONAL
Desaparecidos
Según la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas “se

considera desaparición forzada la privación de la libertad a una o más personas,
cualquiera que fuere su forma, cometida por agentes del Estado o por personas o
grupos de personas que actúen con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del
Estado”61. De forma similar, los artículos 364 y 365 del Código Penal de El Salvador
abordan la desaparición forzada al incluir como parte responsable al Estado. No
obstante, la desaparición de personas actualmente es cometida por personas
particulares sin vinculación estatal. El Comité Internacional de la Cruz Roja ha definido
esta situación como el estado de aquellas personas de las cuales sus familiares no
tienen noticias, o cuya desaparición ha sido señalada, sobre la base de información
fidedigna, a causa de un conflicto armado o de violencia interna.
Este fenómeno continúa siendo la principal y más grave vulneración al derecho a la

libertad en el país. La Fiscalía General de la República investiga esta vulneración bajo
la figura delictiva de Privación de Libertad, y para para el año 2019, registró un total de
3093 casos de privación de libertad. Esto representa un descenso del 10.96% en
comparación al año 2018, que reportó 3,474 casos.
Las principales dificultades ante esta problemática son la falta de capacidad técnica en
la investigación y el seguimiento de los casos, y la falta de coordinación entre las
diferentes instituciones a las que acuden los familiares de las personas desaparecidas.
Ante esta situación, el 10 de diciembre de 2018, la Policía Nacional Civil, la Fiscalía
General de la República, la Corte Suprema de Justicia, el Instituto de Medicina Legal y
la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, lanzaron el “Protocolo de
Acción Urgente y Estrategia de Búsqueda de Personas Desaparecidas en El Salvador”,
con el objetivo de asignar funciones y coordinar esfuerzos. A pesar de estos esfuerzos,
todavía persisten diferencias en los registros de víctimas de desaparición, e ineficacia y
lentitud en la coordinación interinstitucional.
Mientras que la FGR registró 3093 casos de privación de libertad, la PNC reportó haber
recibido 2875 denuncias de personas desaparecidas (1078 bajo la figura de
desaparición, y 1797 bajo privación de libertad). Por otro lado, aunque el IML no posee
la función o competencia para recibir denuncias, ante las necesidades de sus usuarios,
registró 526 avisos de personas desaparecidas en el año 2019. Finalmente, el
Ministerio de Relaciones Exteriores también aparece como una institución que registra
desapariciones, en este caso de personas migrantes salvadoreñas que no han sido
localizadas, contabilizadas en 82.
61 Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, 1994.
55
Registros de casos de Personas
Desaparecidas en 2019
4000
3093 2875
3000
2000
1000 526
82
0
FGR PNC IML RREE
Finalmente, frente a las dificultades inherentes a la problemática, existen también

avances en la respuesta institucional, específicamente en la depuración de cifras de
personas que han sido localizadas. En un informe destinado para la Asamblea
Legislativa, la FGR da cuenta que, de las 3093 víctimas, 1839 continúan en casos
abiertos, es decir, bajo investigación. Esta cifra representa 59.45% del total. Por otro
lado, 1109 de las víctimas de este delito fueron encontradas con vida, 54 muertas, y 91
casos fueron cerrado sin localizar a las personas. Esta desagregación permite afirmar
que, al menos, el 35.85% de las víctimas de privación de libertad son encontradas con
vida.
A pesar de estos matices es importante señalar la gravedad del problema. Si tomamos

como base el número total de casos reportados por la FGR a la Asamblea Legislativa
(3093), tenemos que, en 2019, desaparecieron 46 personas por cada 100,000
habitantes. Si bien un buen porcentaje apareció después, ello no disminuye las
afectaciones a los derechos a la libertad e integridad que sufrieron algunas las
personas desaparecidas, y de sus familiares, así como tampoco la inversión de
recursos estatales dedicados a su búsqueda. Por otro lado, si tomamos como base el
dato de casos abiertos, la tasa se reduce a 27 desaparecidos por cada 100,000
habitantes. Una cifra aún alta, ya que casi triplica el límite epidémico de 10 víctimas por
100,000 habitantes. En todo caso, en ninguna de las dos tasas estamos ante una
situación ideal y refleja la vulnerabilidad de la población salvadoreña respecto del
disfrute sus derechos humanos.
Tasa de víctimas de
desaparición por cada
100,000 habitantes
Casos abiertos 27
Víctimas totales 46
0 10 20 30 40 50
56
Detenciones
La Policía Nacional Civil define las detenciones como “toda forma de privación de la
libertad referida al libre tránsito o movimiento de una persona, dentro del marco de la
ley y sin que medie violencia alguna, pudiendo ser por orden del juez o delito flagrante”.
Durante el 2019, se efectuaron 41112 detenciones, equivalentes a 112.63 personas

detenidas cada día. Las personas capturadas se caracterizaron por ser principalmente
hombres (89.37%). Por su parte, las mujeres representaron 10.33% del total de
detenciones. Asimismo, se detuvo en su mayoría a jóvenes de entre 18 y 30 años, con
un porcentaje de 51.62%. El promedio de edad para todas las personas detenidas fue
de 31.15 años; con una edad mínima de 12 y una máxima de 95.
En la siguiente tabla se muestran los datos demográficos, el sexo y el rango de edad,

de las personas detenidas.
Rango de Sexo Total

Edad Hombre Mujer Sin Dato general
0 a 12 9 3 12
13 a 17 1856 179 2 2037
18 a 30 19273 1931 20 21224
31 a 40 7907 1085 4 8996
41 a 50 4702 648 5 5355
51 a 60 1832 278 3 2113
61 o más 813 107 3 923
Sin Dato 353 19 80 452
Total general 36745 4250 117 41112
Adicionalmente, las estadísticas muestran que la principal forma en que se detuvo

personas fue mediante las capturas en flagrancia, con aproximadamente 71% de todas
las capturas ejecutándose bajo esta modalidad. La Policía utiliza este tipo de detención
“cuando el autor del hecho punible es sorprendido en el momento de intentarlo o
cometerlo, inmediatamente después de haberlo consumado o cuando se le persiga por
las autoridades o particulares dentro de las veinticuatro horas siguientes al hecho, o
cuando en este plazo sea sorprendido por la policía con objetos o elementos con los
cuales sea cometido el delito, o sean producto del mismo”.
Por su parte, las capturas ejecutadas bajo órdenes emitidas por la Fiscalía General de
la República o por mandato judicial, representaron un aproximado de 29% de las
capturas.
57
Tipo de Detención
7803; 19%
4208; 10%
29101; 71%
Administrativa Judicial Flagrancia
En principio, se presume la legalidad de las capturas reportadas por la PNC. No

obstante, se resalta que la mayoría de las detenciones fueron realizadas bajo la
modalidad de flagrancia (71%), lo que significa que están fundamentadas en los
criterios de quién realiza la detención. Por el contrario, las detenciones que obedecen a
un proceso judicial o que tienen a la base una investigación fiscal pueden ser menos
cuestionables. En todo caso, sería necesario un análisis basado en la observación del
procedimiento aplicado por los agentes de seguridad pública para identificar si hubo
excesos o no, al momento de su proceder. Hablamos de un análisis tendiente a evaluar
el respeto al derecho a la integridad y al debido proceso.
El grueso de las capturas se concentra en la modalidad de flagrancia, precisamente la

modalidad más susceptible de ser cuestionada. Se cuestiona su legalidad en vista de
que obedece al accionar y juicio inmediato de los agentes de seguridad que realizan la
captura, y que no necesariamente se basarían en indicios suficientes o argumentos
racionales que justifiquen la relación el comportamiento del detenido, con un delito
específico.
En concreto, los agentes de seguridad pública detuvieron personas utilizando más de

450 tipos de delitos distintos como justificación. Frente a la cantidad y complejidad de
datos, se utilizó la técnica de análisis de Pareto para determinar los principales delitos
por los que se detuvo a personas. De esta manera se establece un parámetro preciso
para priorizar el análisis de casos. En la tabla se muestran la concentración de delitos
por los que se detuvo a las personas durante el 2019. En este caso se tomó como
punto de corte la acumulación de delitos hasta llegar a 75% de los casos, lo que se
traduce en 24 delitos distintos, de un total de 450.
58
Delito Recuento Porcentaje P. Acumulado
Agrupaciones Ilícitas 3921 10% 10%
Resistencia 3127 8% 17%
Lesiones 3112 8% 25%
Amenazas 3065 7% 32%
Conducción Peligrosa de Vehículo 2180 5% 37%
Automotor
Homicidio Agravado 1989 5% 42%
Posesión y Tenencia 1735 4% 47%
Organizaciones Terroristas 1545 4% 50%
Expresiones de Violencia contra Las 1177 3% 53%
Mujeres
Extorsión Agravada 1018 2% 56%
Tráfico Ilícito 805 2% 58%
Extorsión 750 2% 59%
Lesiones Culposas 671 2% 61%
Receptación 651 2% 63%
Hurto 628 2% 64%
Violencia Intrafamiliar 620 2% 66%
Homicidio 556 1% 67%
Privación de Libertad 500 1% 68%
Tenencia, Portación o Conducción Ilegal o 486 1% 69%
Irresponsable de Armas de Fuego
Robo Agravado 478 1% 71%
Tráfico Ilícito de Droga 436 1% 72%
Resistencia Agresiva 429 1% 73%
Robo 411 1% 74%
Estafa 401 1% 75%
Otros 10421 25% 100%
Posteriormente, se tomaron los 10 delitos que registraron mayor cantidad de personas

detenidas, para realizar un análisis de la modalidad de captura utilizada. Bajo este
enfoque, se destaca el delito de asociaciones ilícitas, en donde el 78.98% de las
detenciones por este delito fueron realizadas bajo la modalidad de flagrancia, siguiendo
la tendencia establecida a nivel general de delitos.
Delito Tipo de Detención Total

Administrativa Flagrancia Judicial
Agrupaciones Ilícitas 609 3097 215 3921
Resistencia 3 3107 17 3127
59
Lesiones 20 3011 81 3112
Amenazas 8 2987 70 3065
Conducción Peligrosa De 2 2166 12 2180
Vehículo Automotor
Homicidio Agravado 1367 36 586 1989
Posesión y Tenencia 8 1546 181 1735
Organizaciones Terroristas 897 163 485 1545
Expresiones de Violencia 7 1151 19 1177
Contra las Mujeres
Extorsión Agravada 732 46 240 1018
Por el contrario, delitos como el homicidio agravado y la extorsión agravada registran

una cantidad mayor de detenciones bajo las modalidades administrativas o judiciales.
El 98.19% de las 1989 capturas por homicidios agravado se realizaron en el marco de
detenciones administrativas y judiciales. En el caso de la extorsión agravada, el 95.48%
del total de capturas por ese delito son administrativas o judiciales. En ambos casos se
trata de un patrón contrario al comportamiento nacional donde la mayoría son
detenciones en flagrancia. Esto estaría demostrando el intento de darle una mayor
fundamentación jurídica a la persecución de estos delitos.
De hecho, de los 10 delitos con más detenciones (57%), sólo en tres casos hay más
detenciones administrativas y judiciales que en flagrancia. En los restantes 7 delitos,
podríamos estar frente a procedimientos cuestionables, si consideramos el contexto de
la seguridad pública en la actualidad, donde existen casos previos de abusos por parte
de las instituciones de seguridad.
Situación de los privados de libertad en el sistema de bartolinas
Las personas que son detenidas por la Policía Nacional Civil (PNC), en principio, son
privadas de su libertad de forma temporal al ser recluidas en bartolinas policiales.
Debido a su naturaleza temporal, el volumen de personas privadas de libertad al
interior de bartolinas cambia diariamente. Ante esta situación de cambio constante, la
institución ha proporcionado los datos de población correspondientes al último día de
cada mes. Por ejemplo, para el 31 de enero de 2019, las bartolinas policiales
albergaban a 5200 personas; el 31 de marzo tuvieron 4084 personas; el 30 de junio,
4688; el 30 de septiembre, 3432; y, el 31 de diciembre, 3454 personas.
Por el contrario, la capacidad del sistema para albergar personas ha permanecido

relativamente estable por períodos mayores de tiempo. Para el año 2019, esta
capacidad fue de 2984 personas, que representó un aumento del 1.15% con respecto
al año 2018, que reportaba una capacidad de 2,950 personas. Para visualizar estos
cambios, en el siguiente gráfico se muestra la capacidad del sistema de bartolinas
reportada por la PNC en diferentes años, frente a la población registrada para el último
día de cada año.
60
Capacidad y Población en el Sistema de
Bartolinas
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
2014 2016 2018 2019
Capacidad 2017 2168 2950 2984
Población 5036 5219 5225 3454
Sobrepoblación 250% 241% 177% 116%
Capacidad Población
Para el 31 de diciembre de 2019, la población en bartolinas se caracterizó por ser

mayoritariamente masculina (92.62%); solo el 7.35% habrían sido mujeres. Por otro
lado, la PNC también registra la presunta pertenencia a grupos delincuenciales. En
este caso, 1391 personas fueron identificadas como presuntos pandilleros: el 64.84%
perteneciente a la Mara Salvatrucha 13; el 34.86% a las facciones del Barrio 18; y, un
0.72%, a otras pandillas. Por el contrario, 2057 personas (59.55%) no fueron
identificados o no pertenecían a ninguna pandilla.
Llama la atención este porcentaje si lo contrastamos con la narrativa de las diferentes

instituciones de seguridad pública, de identificar a los grupos pandilleriles como los
principales actores delincuenciales y generadores de la violencia, por antonomasia. Por
lo anterior, una pregunta sobre el 2019 puede ser: ¿por qué si las pandillas son las que
más violencia y delincuencia generan, no son la población mayoritaria en las bartolinas
policiales?
Pertenencia a Género Total general

Pandillas Femenino Masculino Masculino
(Transgénero)
Barrio 18 6 0 242 248
Barrio 18 R 8 0 96 104
Barrio 18 S 1 0 132 133
Mara Salvatrucha 43 0 859 902
Otra 0 0 10 4
Sin pertenencia 196 1 1860 2057
61
Situación de los privados de libertad en el sistema penitenciario
El sistema penitenciario posee también una población dinámica, debido a las entradas
y salidas de las personas que purgan una pena de prisión, es decir, con una limitación
a su derecho de libertad por decisión judicial. Al igual que otras instituciones, los datos
proporcionados corresponden a una fecha específica, generalmente el último día del
año. Según la información registrada por la Dirección General de Centros Penales
(DGCP), para septiembre de 2019, la población penitenciaria llegó a 38114 personas.
Por su parte, el sistema penitenciario tenía una capacidad para albergar a 27505
reclusos. Es decir, el sistema tuvo una sobrepoblación al 138%.
Agregando a lo anterior, para profundizar en esta situación se han recopilado

mediciones en diferentes puntos en el tiempo, que permiten visualizar los cambios que
ha experimentado. En el siguiente gráfico se muestra la población de personas
privadas de libertad, frente a la capacidad del sistema penitenciario, así como el cálculo
del porcentaje de sobrepoblación en base a los datos proporcionados para el último día
de cada año.
Capacidad y Población en el Sistema

Penitenciario
50,000
40,000
30,000
20,000
10,000
0
2014 2015 2016 2017 2018 2019
Capacidad 8,490 9,992 9,732 17,394 27,907 27,505
Población 28,334 32,645 36,824 39,282 39,642 39,031
Sobrepoblación 334% 327% 378% 226% 142% 138%
Capacidad Población
Fuente: elaboración propia con datos de la DGCP.
En comparación con el 2018, en el 2019 se experimentó un descenso del 0.63% en la

capacidad del sistema penitenciario. No obstante, existe una diferencia mayor al
comparar con años anteriores. Por ejemplo, al comparar con el año 2014, se ha
experimentado un incremento en la capacidad del 37.75%. De este modo, la
sobrepoblación penitenciaria ha sido reducida de manera progresiva en los últimos 6
años.
Los datos provistos de la DGCP muestran las características demográficas y la

situación jurídica de la población, salvo algunos casos en los cuales no se obtuvieron
registros. La población penitenciaria se caracteriza por ser relativamente joven: el
62
grupo de reclusos con edades entre los 18 y 30 años representa un 47.74%. Asimismo,
esta población se encuentra integrada principalmente por hombres (92.26%), frente al
grupo de mujeres que solo representa un 7.74%. Finalmente, en cuanto a la situación
jurídica en la que se encuentra esta población, el 72.48% se encuentra cumpliendo una
condena, mientras que 27.52% se encuentra siendo juzgada.
Situación Jurídica Rango de Edad Sexo Total general

Mujer Hombre
Condenado 18 a 30 752 11154 11906
31 a 40 764 9045 9809
41 a 50 355 3847 4202
51 a 60 137 1321 1458
61 o más 44 608 652
Total 2052 25975 28027
Procesado 18 a 30 464 6265 6729
31 a 40 259 2018 2277
41 a 50 168 989 1157
51 a 60 46 378 424
61 o más 8 142 150
Total 945 9792 10737
Fuente: elaboración propia con datos de la DGCP.
63
Análisis global
Como se señaló anteriormente, con este informe el OUDH se planteó la tarea de
analizar el estado del derecho a la vida, a la integridad y a la libertad en El Salvador
durante el año 2019, a través de la medición de indicadores específicos que permiten
identificar, entre otras cosas, poblaciones vulnerables y territorios críticos, así como
evaluar el papel del Estado frente a las problemáticas relacionadas a aquellos
derechos. Los capítulos desarrollados nos dan una serie de insumos cualitativos y
cuantitativos que se ofrecen a la sociedad salvadoreña para profundizar sobre
diferentes temáticas que han estado influyendo en estos derechos humanos durante el
2019. En este sentido, este Informe 2019 pretende aportar insumos, evidencias y
análisis de las situaciones que El Salvador enfrenta en materia de derechos humanos,
y los retos que éstas suponen. En esta línea, a continuación, se procederá a un análisis
global de los insumos expuestos en los capítulos anteriores.
Derecho a la vida
2019 fue un año con luces y sombras en relación al estado del derecho a la vida en El
Salvador. De forma inicial se valora como altamente positiva la reducción en los índices
de muertes violentas intencionales: la tasa nacional de muertes violentas bajó de 51
homicidios por cada 100,000 habitantes en el año 2018 a 36 homicidios por cada
100,000 habitantes en el 2019. Las muertes violentas de mujeres y los feminicidios
también bajaron respecto del año anterior de 386 víctimas en 2018 a 230 en 2019. Los
niveles continúan excediendo los parámetros epidemiológicos que demostrarían una
garantía de derechos; sin embargo, la reducción en estos índices es a todas luces
positiva de cara al disfrute de los derechos fundamentales de la población salvadoreña.
Ahora bien, a pesar de que la narrativa oficial atribuye esta reducción a la efectividad
de sus políticas públicas, nuestro análisis concluye que no existen suficientes datos
para poner a prueba esta relación causal. En primer lugar, porque de los 22 municipios
intervenidos por el Plan Control Territorial, en 6 de ellos no hubo reducción de
homicidios, sino aumento o continuidad. En segundo lugar, porque es inexplicable el
hecho de que en estos 22 municipios se promediara un 26% de reducción, mientras
que fuera del territorio intervenido, en los restantes 212 municipios, se registrara mayor
reducción llegando a un 30% en promedio. Es decir, que la reducción de muertes ha
sido mayor en los municipios no intervenidos. Si las medidas publicitadas no han sido
las efectivas, ¿a qué se debe la reducción de violencia homicida?
De hecho, los indicios presentados apuntan hacia la posibilidad de que ciertas acciones
de las instituciones de seguridad pública han influido negativamente en el territorio. En
particular, la ocurrencia de enfrentamientos armados en los municipios podría
influenciar a la violencia homicida del entorno, lo que significaría que, lejos de
solucionar el problema, podrían jugar un papel en aumentarlo.
64
Existen otros indicadores que apuntan hacia la tesis que la PNC funge como un actor
más de la violencia en territorios específicos: en el año 2019, el 8% de las víctimas de
homicidios se dieron en contextos de enfrentamientos armados y fueron producidas por
miembros de la PNC. Para que sea aceptable, este porcentaje debe ser inferior al 5% y
nunca superior a 10%. A pesar de que a nivel nacional no se sobrepasó el límite
máximo, el porcentaje aumentó con respecto a 2018, y en 2019 se está muy cerca a
ese 10%. A nivel territorial, hubo 61 municipios donde este porcentaje está arriba del
8% nacional, e incluso algunos de estos llegan a un 100%. En estos municipios, todos
los muertos fueron provocados por el Estado.
Además, el Índice de Letalidad que se tuvo en el 2019 (2.5 muertos por cada herido, a
nivel nacional), refleja una tendencia de excesos en el uso de la fuerza letal de parte de
las instituciones de seguridad, principalmente de la Policía Nacional Civil. En
condiciones de normalidad, este índice debe ser inferior a 1 en todo caso, es decir, sin
importar los altos niveles de violencia social u otras circunstancias especiales. Por ello,
el valor obtenido en 2019, además de que subió respecto de 2018 (2.3), evidencia de
forma suficiente una transgresión contra los principios de proporcionalidad y
moderación en el uso de la fuerza letal. Vale recordar que estos principios han sido
reconocidos por la Policía Nacional Civil (PNC), en su Ley Orgánica, y en el Marco
Conceptual de Uso de la Fuerza y el Empleo de Armas Letales.
A nivel territorial, hay 60 municipios donde este valor supera el parámetro ideal de 1.
Particularmente, en 19 municipios el índice es superior a 1 e igual o menor a 9,
mientras que en 41 municipios las fuerzas policiales sólo produjeron víctimas mortales,
ningún herido. Es cuestionable que, a pesar de la reducción de la violencia homicida, la
letalidad policial no redujo conforme a la anterior. Tampoco las políticas públicas están
tomando en cuenta esta actividad del Estado que, a la luz de este análisis, reúne las
características necesarias para ser investigadas y abordadas a partir de planes
gubernamentales como un fenómeno cuyo combate es urgente y necesario. De forma
complementaria, también es problemática la relación de 24 civiles muertos por cada
agente de seguridad fallecido durante los enfrentamientos armados en el año 2019.
Para ser aceptable, esta relación nunca debe exceder de 10:1; en El Salvador,
excedemos el doble.
Para 2019, estos indicadores señalan que, por un lado, continúa la tendencia de
excesos en el uso de la fuerza letal por parte de las instituciones de seguridad y, por el
otro, la desatención de las recomendaciones internacionales proveniente de las
autoridades gubernamentales. Hasta hoy, en medio del Plan Control Territorial, no
existen anuncios que aseguren un esfuerzo efectivo para reducir estos índices de
letalidad. Por tanto, actualmente, el Estado salvadoreño no estaría realizando los
suficientes esfuerzos para garantizar efectivamente el respeto del derecho a la vida
conforme a los estándares constitucionales e internacionales de derechos humanos.
El argumento para justificar este comportamiento estatal es que la violencia de los

grupos delincuenciales solo se superará si el Estado es implacable contra éstos;
mientras se menosprecia el marco normativo y los mecanismos de control que
65
deberían sujetar a las instituciones de seguridad. En esta dinámica, además, las
personas defensoras de derechos humanos se ven como un obstáculo para la
seguridad pública o, en el peor de los casos, se les estigmatiza como defensores de
delincuentes y permisivos con la violencia delincuencial.
Derecho a la Integridad física y moral
De hecho, el uso de la fuerza letal no es la única manifestación de violencia de los

agentes de seguridad pública. En 2019, la misma Policía Nacional Civil registra una
serie de denuncias por delitos cometidos presuntamente por policías y militares. Según
la información oficial, los delitos que habrían cometido son: amenazas, lesiones,
extorsiones, homicidios y privaciones de libertad. Aunque no todas estas denuncias se
refieren a hechos cometidos en el ejercicio de la función policial (algunos se habrían
cometido durante las licencias), es evidente que algunos policías estarían incumpliendo
su juramento de “servir y proteger” a la sociedad, realizando actos que atentan contra
la misma.
Por su parte, la PDDH sigue teniendo a la PNC entre las principales instituciones
denunciadas por violaciones de derechos humanos: el 33% de las 1,638 víctimas
registradas en 2019, habrían señalado a la PNC como victimarios; mientras que solo un
1.8% acusó a la FAES. Entre los hechos violatorios se encuentran: mal trato y trato
cruel inhumano o degradante; acoso policial; abuso de autoridad; desplazamiento
forzado; allanamiento ilegal de morada; arbitrariedad en las detenciones; amenazas;
indagación (registro) ilegal; desaparición forzada; ejecución extralegal o extrajudicial,
etc.
Este volumen de denuncias permite asegurar que no se trata de hechos aislados, de

“errores involuntarios”, sino que al menos, existiría un patrón de anuencia por parte de
las autoridades gubernamentales, quienes no estarían previniendo adecuadamente la
comisión de actos punibles por parte de sus agentes; mientras que, por su parte, las
medidas correctivas tampoco estarían siendo suficientes, puesto que no estarían
desanimando la reincidencia delincuencial del cuerpo policial.
Por otro lado, hay otras afecciones que están generando una situación negativa y
crítica para el derecho a la integridad personal en el año 2019: el desplazamiento
forzado y la violencia sexual. En ambos casos, hablamos de fenómenos donde los
victimarios son actores no estatales en su mayoría, sin embargo, la gravedad de la
situación observada obliga a señalarlo como dos puntos de urgencia para ser
abordados a partir de políticas públicas.
Durante todo el año 2019, la Asamblea Legislativa no fue capaz de emitir una ley
orientada a la atención de personas en condición de desplazamiento, sino hasta
principios de 2020. Sumado a ello, la falta de articulación de las instituciones de
seguridad pública para dar respuesta a la población afectada por este fenómeno
produce una baja capacidad de protección y un sub-registro excepcionalmente alto.
Frente a las últimas estimaciones de personas desplazadas que hablan de 246,000
66
personas afectadas, los datos de las instituciones durante 2019 son ínfimos: la FGR
registra 2,136 víctimas62 y la PDDH solo 202 víctimas de desplazamiento forzado.
Existe por tanto una clara omisión del Estado para prevenir el desplazamiento por
violencia y dar respuesta a las víctimas. Además, pone en duda la integralidad del Plan
Control Territorial ya que no ha impactado reduciendo este fenómeno, de hecho, las
denuncias aumentaron un 45% en 2019.
En el caso de la violencia sexual también hay un sub-registro que dificulta conocer a

cabalidad las dimensiones del problema. Sin embargo, los datos existentes ya
advierten una situación alarmante: 85 víctimas de violencia sexual por cada 100,000
habitantes en 2019, es decir más del doble de la tasa de homicidios para este mismo
año. En este caso, la población más vulnerable son las mujeres al reunir el 92% de las
víctimas y donde los victimarios son, según datos oficiales, mayoritariamente hombres
cercanos a los núcleos familiares y miembros de la misma familia.
En conclusión, en el año 2019 la situación del derecho a la integridad personal no ha

mejorado y se mantiene en situaciones alarmantes que merecen un abordaje inmediato
a través de políticas públicas. Este derecho continúa siendo vulnerado por las
instituciones del Estado, sobre todo a través de delitos cometidos por miembros de la
PNC y las denuncias que se interponen en la PDDH por malos tratos y hechos
violatorios, así como también aquellos cometidos por grupos delictivos (desplazamiento
forzado) y también por personas particulares (violencia sexual), sin que el Estado haya
sido efectivo para reducir estas vulneraciones a los derechos humanos. Si en el caso
del derecho a la vida hay luces, es decir, cosas positivas que resaltar, en el caso del
derecho a la integridad personal el balance no es alentador, por lo que demanda una
estrategia integral de abordaje por parte del Estado a través del combate, sanción y
prevención de estos fenómenos.
Derecho a la libertad personal
La desaparición de personas es uno de los hechos más preocupantes para el año 2019
en relación con el derecho de la libertad personal: 46 desaparecidos por cada 100,000
habitantes, refleja una realidad sumamente negativa si tomamos en cuenta que
después de los homicidios, es uno de los hechos más graves. Aunque no todas las
3,093 víctimas reportadas por la FGR siguen desaparecidas (a principio de 2020 se
reportó que el 40% habrían sido localizadas) no quiere decir que no haya existido una
vulneración a ese derecho en un momento determinado. También llama la atención
que, frente a solicitudes de acceso, las principales instituciones (FGR y PNC) siguen
dando datos dispares sobre el particular; lo cual evidencia dificultades para articularse
en torno un problema de especial gravedad que exige respuestas inmediatas y
contundentes.
Por otro lado, también llama la atención el comportamiento de las detenciones

realizadas por la PNC durante el año 2019. En particular, llama la atención que el 71%
62
Víctimas de Limitación Ilegal a la Libertad de Circulación
67
de éstas fueron realizadas bajo la modalidad de flagrancia (29,101) y solo un 29% por
orden judicial o administrativa (12,011). En general, hay un aumento del total de
detenciones de un 5.4% respecto de las realizadas en 2018. Pero llama
poderosamente la atención que, mientras la detención administrativa experimenta una
reducción del -7% en 2019 respecto de 2018 y la detención judicial aumenta menos del
1%, es la detención en flagrancia la que aumenta sustancialmente con un 20% más de
personas detenidas que el año pasado.
Por lo tanto, la mayoría de estos procedimientos habrían sido decididos por los mismos
agentes de seguridad, en el momento y de forma espontánea, por la aparente comisión
de un delito atribuible al capturado; es decir, que fueron capturas en las que no habría
mediado previamente una investigación o proceso judicial. Solo en el 29% de las
detenciones se involucró, previamente, a la FGR (19%) o al órgano judicial (10%).
Aunque no se descarta, hay menos posibilidades de que estas capturas sean
arbitrarias o tengan vicios de ilegalidad. Por el contrario, en las capturas en flagrancia
estas posibilidades se potencian aún más.
Teniendo el precedente de la existencia de patrones de actuaciones cuestionables en

relación a los derechos a la vida y la integridad, es plausible considerar como indicios
de un abuso de la detención a este alto número de capturas en flagrancia y su aumento
exponencial, que pudieran estar teniendo lugar con fines diferentes a garantizar el
acceso a la justicia y la consecución del debido proceso. Además, si a lo anterior se le
agrega el hecho de que muchos de los detenidos terminarán quedando en libertad,
después de algún tiempo, sería posible afirmar que estas detenciones masivas no
pueden ser consideradas un indicador de mayor eficacia en el sistema judicial y de
seguridad. Más bien, al contrario, podríamos estar frente a una política publicitaria
perjudicial para este sistema y atentatoria contra el derecho a la libertad de algunos de
los detenidos.
En este marco, también es importante reflexionar sobre la idea de que un mayor

número de detenciones es sinónimo de mayores niveles de efectividad de las políticas
públicas de seguridad. Frente a la enorme incidencia delictiva, que se ha vivido durante
tanto tiempo, es esperable que el sistema de justicia penal actúe de forma eficaz y
efectiva, pero respetando el debido proceso para que los acusados se enfrenten a
procesos judiciales conforme a los estándares del Estado de Derecho. El cumplimiento
del principio de legalidad es una condición necesaria para ello, y una de las exigencias
que la sociedad salvadoreña puede asumir para que los servidores públicos actúen
según la ley, respetando los derechos humanos.
La mera detención, sin una investigación con base en la debida diligencia, no puede ni
debe considerarse como sinónimo de efectividad. Más bien, las detenciones masivas,
muchas de ellas injustificadas, responden a una estrategia publicitaria del sistema
judicial y de seguridad con el simple propósito de mostrar que se está haciendo algo
para enfrentar la problemática de inseguridad.
68
Finalmente, los altos índices de capturas se traducen, sin duda, en una mayor carga
laboral-administrativa, quizá innecesaria, para los operadores de seguridad y justicia
quienes, por esto, deben invertir una gran cantidad de tiempo y recursos para la
tramitación de todas estas capturas, mientras tienen menos tiempo para atender
aquellas investigaciones de hechos que sí resultan ser delitos. El abuso de la detención
en flagrancia, así como los enfrentamientos armados, en lugar de ayudar a mejorar la
situación de seguridad pública y justicia, la perjudican.
En suma, esta carga laboral produce nuevas violaciones a los derechos. Los datos de
la PDDH también revelan que la FGR es una de las instituciones más denunciadas por
violación al derecho de acceso a la justicia, con 67 de las 105 denuncias que se
recibieron en 2019. Los hechos violatorios más denunciados en su contra son:
negligencia o retardación injustificada en la investigación y, omisiones o negligencia
frente a la solicitud de ayuda de una persona para la protección de sus derechos.
Por grupos vulnerables
Para una mejor comprensión de la situación de los derechos humanos que el OUDH
está monitoreando, resulta oportuno hacer un abordaje de la información desde la
perspectiva de determinados grupos vulnerables y, desde ahí, analizar los diferentes
fenómenos o temáticas de forma concatenada, en la medida de lo posible, con el fin de
identificar sus puntos de conexión y la manera en cómo esto afectaría el disfrute y goce
de los derechos humanos, de forma global.
Mujeres
Los datos obtenidos son preocupantes. Las 230 mujeres muertas de forma intencional
se traducen en una tasa de 6.5 muertes por cada 100,000 mujeres, la más alta de
América Latina según la CEPAL.
Ahora bien, desde el punto de vista normativo, no todos estos casos reunirían las
características propias del delito de feminicidio. De hecho, las autoridades sólo
reconocen este delito en 112 de las 230 víctimas. Esto reduciría la tasa de víctimas del
delito de feminicidio, a 3.2 víctimas por cada 100,000 mujeres. Si bien las instituciones
públicas están realizando un esfuerzo para identificar ambos tipos de violencia contra
las mujeres (homicidio y feminicidio), aún es posible pensar que existan casos de
feminicidio entre las 118 muertes de forma intencional, registradas como homicidios.
Estos datos son el resultado del valioso proceso de homologación que desarrolla la
Mesa Tripartita, conformada por la Policía Nacional Civil (PNC), la Fiscalía General de
la República (FGR) y el Instituto de Medicina Legal (IML). Sin embargo, cuando estos
casos son judicializados, existe la posibilidad de que el juez cambie la tipificación
propuesta por la FGR o que esta misma lo solicite, luego de realizar la investigación.
Por tal motivo, el análisis de la violencia letal contra las mujeres no debería limitarse
solo a los casos tipificados como feminicidios, máxime si esta tipificación es inicial. El
análisis debería incluir la totalidad de mujeres que son víctimas mortales, pues su
69
muerte provocada podría representar la máxima manifestación de los niveles violencia
que sufren.
En esa línea, durante 2019, 1025 mujeres fueron víctimas del delito de privación de
libertad por desaparición, según la FGR. Ello se traduciría en una tasa de 29 víctimas
de desaparición por cada 100,000 mujeres. Como se dijo en su momento, aunque en
muchos de estos casos las personas reaparezcan posteriormente, ello no borra
automáticamente las secuelas de lo que sufrió la víctima, sus familiares y amistades.
De ahí que, los datos más alarmantes se registran en lo relativo al derecho a integridad
y libertad sexual. La FGR registró 5,740 víctimas de múltiples delitos sexuales que van
desde el acoso sexual, corrupción de menores, remuneración por actos sexuales hasta
violación y estupro. Es decir, que esta cifra está relacionada a diversos niveles de
gravedad de los hechos.
De esta problemática resulta oportuno resaltar, en primer lugar, que el 92% de estas
víctimas son del sexo femenino, niñas y mujeres, por lo que es un tipo de violencia que
les afecta especialmente a ellas. En segundo lugar, esta vulneración se manifiesta en
unas dimensiones alarmantes: una primera tasa aproximada, habla de 148 denuncias
de delitos sexuales por cada 100,000 mujeres; pero si sólo se toma en cuenta los
casos más graves de violación y estupro, para niñas y mujeres, la tasa se ubica en 85.5
víctimas por cada 100,000 mujeres. Esta tasa estaría relacionada a la totalidad de 3.5
millones de mujeres, que han sido proyectadas para el 2019. Y, aún más, si
focalizamos el análisis a los rangos etarios de niñas y adolescentes, en relación con las
denuncias, se observa que hubo 373 víctimas por cada 100,000 niñas y adolescentes.
En definitiva, la violencia contra las mujeres, incluyendo todos los rangos de edad, es
una de las problemáticas más graves y de importantes dimensiones que enfrenta la
sociedad salvadoreña. Una problemática sistémica y sistemática de violaciones de
derechos humanos que, lamentablemente, se tiende a aceptar como normales, incluso
desde los medios de comunicación y los procesos educativos formales.
Esto muestra, sin duda, la urgencia de políticas públicas orientadas a la prevención de

la violencia contra las mujeres, desde la perspectiva de la educación y la cultura, así
como de otras que busquen la superación de la impunidad, mediante el juzgamiento de
los responsables, que involucren a todo el sistema judicial y de seguridad pública. Todo
lo anterior, asumiendo que se trata de personas, en su condición plena de titulares de
derechos humanos.
También es urgente que la sociedad salvadoreña, en su conjunto, se sensibilice sobre

los cambios que se necesitan implementar para superar los patrones culturales que
facilitan o fomentan cualquier tipo de violencia contra las mujeres: no basta con
enseñarles a las niñas a defenderse, a denunciar los ataques que reciban, por ejemplo,
sino que urge que como sociedad aprendamos a respetarlas y protegerlas, en su
condición plena de titulares de derechos humanos. Y esto debe hacerse desde todas
las manifestaciones del sistema educativo nacional: formal y no formal. Un abordaje
70
integral y decidido de la problemática de la violencia contra las mujeres es urgente para
romper con el círculo vicioso que hoy siembra violencia, y mañana cosechará
impunidad.
Juventud
El Idhuca, en su informe 2019, señala que los jóvenes son con frecuencia el
denominador común, a la hora de perfilar a las poblaciones vulnerables, en una gran
cantidad de hechos de violencia.
La violencia entre las pandillas y la violencia de las pandillas contra la sociedad y el

Estado, tienen a los y las jóvenes como sus principales víctimas. En concreto, los y las
jóvenes son las principales víctimas de las desapariciones (56%), los homicidios (53%)
y las limitaciones ilegales a la libertad de circulación (43.5%). Pero también están
siendo víctimas de violencia sexual (69%), amenazas (37%) y accidentes de tránsitos
(30%).
Asimismo, el Estado también está atentando contra la juventud, en muchas ocasiones,

de forma desproporcionada e injustificada. El 57% de los detenidos son jóvenes y,
muchas veces, se les detiene in fraganti, es decir, sin un proceso previo de
investigación. Además, el 73.34% de los detenidos bajo la acusación de pertenecer a
las pandillas, son jóvenes.
Más grave aún es que el 70% de las víctimas mortales civiles, en enfrentamientos
armados con las instituciones de seguridad, oscilan entre los 18 y 30 años. Un
porcentaje que sube al 86%, al incluir a los niños y adolescentes (de 0 a 17 años).
Estos datos estarían evidenciando que existe una tendencia a desproteger y
estigmatizar a las juventudes y, con ello, a perpetuar el ciclo existente de negligencia e
impunidad. Por el contrario, lo anunciado sobre la Fase II del Plan Control Territorial por
parte de las autoridades gubernamentales, aún no se observan acciones efectivas para
contener las dinámicas de inseguridad, violencia y delincuencia que afectan,
principalmente, a las juventudes. Hasta ahora, la apuesta aparentemente decidida se
concentra, básicamente, en reducir la cantidad de homicidios, lo que no es poca cosa,
pero es insuficiente.
En concreto, es urgente que todas las instituciones del Estado, y no solo el Órgano
Ejecutivo, desde sus competencias, tomen las decisiones y realicen las acciones
necesarias para evitar la desprotección y el abuso contra las juventudes y, en caso de
ocurrir, para que existan los mecanismos correctivos adecuados.
En vista de la gravedad del asunto y de la normalización de la violencia por parte de la

sociedad, es urgente que exista una política de derechos humanos integral, al menos
en el sector de justicia y seguridad pública que contenga, especialmente, un enfoque
favorable para las juventudes y se oriente a la profesionalización y el correcto
funcionamiento de tal sector (donde los militares no deberían estar presentes).
71
Específicamente, esta política debería orientarse para evitar que las instituciones de
seguridad pública realicen su labor de prevenir el delito y perseguir al delincuente, pero
sin convertirse en protagonistas de la violencia; lo cual, desafortunadamente, estaría
ocurriendo actualmente, según lo que registran los datos expuestos en este informe.
Seguir tolerando esta desprotección y abusos contra las juventudes, implica la
permisibilidad de unas acciones y omisiones que supondrían, al menos, tensiones
ilegítimas contra los derechos humanos, pero que serían proclives a violaciones contra
los mismos y al cometimiento de hechos punibles. No está de más recordar que esta
situación ha generado una profunda desconfianza en relación con las instituciones de
justicia y seguridad pública y, particularmente, una tendencia a percibir la presencia
territorial de la policía, como un factor de riesgo e inseguridad, del que también hay que
cuidarse, al menos en aquellos territorios donde los niveles de conflictividad son más
altos.
Niñez y adolescencia
Luego de contemplar los datos registrados por el OUDH, es válida la preocupación por
las afectaciones que están sufriendo la niñez y adolescencia salvadoreña. Así, el 13%
de las víctimas por el uso de la fuerza letal empleada por las instituciones de seguridad,
oscilan entre los 13 y 17 años. Por su parte, el 8% de las víctimas de homicidios
también oscilan entre esas edades: dentro de ese porcentaje se encuentran 13
víctimas de feminicidio, al menos. También son niños y adolescentes el 9% de las
víctimas de desplazamiento forzado, identificadas por la FGR, y el 5% de los detenidos
por la PNC. La FGR también reporta en este rango etario, al 66% de las víctimas de
violencia sexual (dentro de ese porcentaje, 6 de cada 10 víctimas son del sexo
femenino).
La violencia mostrada por los datos registrados también pone en evidencia los
diferentes perpetradores que atentan contra los derechos de la niñez y la adolescencia:
las fuerzas de seguridad pública (abuso de fuerza letal y detenciones), grupos al
margen de la ley (homicidios y desplazamiento) y personas particulares, muchas veces
familiares cercanos o vecinos, en los casos de violencia sexual; estos son los actores
que estarían atentando contra esta población vulnerable.
Frente a este escenario, es oportuno preguntarse qué está haciendo el Estado y la

sociedad salvadoreña para superar esta problemática. Hasta lo observado, parece que
muy poco. A pesar de que existe una institucionalidad para atender y proteger a esta
población, los indicadores estarían mostrando que la niñez y adolescencia están siendo
golpeadas por tres tipos de violencia: estatal, delincuencial y social, sin que se
conozcan políticas públicas orientadas a prevenir, erradicar y revertir esa tendencia; y,
además, sin que se conozcan expresiones sociales que la repudien y exijan su
corrección.
Las perspectivas de futuro resultan más desalentadoras si, a lo anterior, se le suma la

desigualdad en el acceso a la educación, desde la perspectiva de la calidad educativa
(4.2 de diferencia entre el 10% de centros escolares con notas más altas y el 10% de
72
centros escolares con notas más bajas de la PAES), y los altos niveles de deserción
escolar que pueden llegar a un 20% interanual.
Si no se atiende ahora la problemática que afecta a una buena parte de la niñez y la

adolescencia, se estaría contribuyendo a la construcción de un futuro inestable y con
bajos niveles de cohesión social y formación cívica; quizá, un futuro muy similar al
presente. Mientras se continúe promoviendo una sociedad polarizada y sin
reconciliación, donde no se atiendan las causas y consecuencias de la impunidad,
sobre todo de aquello que ahora está afectando a la niñez y la adolescencia, se estaría
construyendo un futuro sombrío donde las personas adultas del mañana continúen
reproduciendo las condiciones que vivieron en su infancia.
Personas LGTBI
Como se ha afirmado en más de una ocasión, también se comete una violación contra
los derechos humanos cuando el Estado omite regular ciertas áreas de la vida social,
impidiendo así el ejercicio de la libre determinación y la autonomía por parte de
determinados grupos sociales; pues, en muchas ocasiones, esta omisión conlleva la
ausencia de políticas públicas orientadas a promover sus derechos o la negación de
marcos normativos que les sirvan para su protección.
Por ejemplo, antes de la existencia de la LEIV, se desconocían las dimensiones de la

violencia feminicida en El Salvador. Es decir, ese marco normativo habría promovido,
entre otros factores, la conciencia institucional y social de la violencia que padecen las
mujeres en El Salvador, desde lo familiar pasando por lo laboral y profesional, hasta
llegar a lo público. Algo similar podría ocurrir con la aprobación de la Ley Especial para
la Atención y Protección Integral de Personas en Condición de Desplazamiento
Forzado Interno. Aun sin la capacidad instalada para atender a los miles de
desplazados, el Estado estaría con la disponibilidad de generar un registro nacional
que contribuya a la tarea de dimensionar la problemática e identificar sus causas y
consecuencias, al menos de los casos que se atiendan.
Esa situación inicial, que en otros temas se han ido tratando paulatinamente, podría
servir para describir la situación que hoy mismo experimenta la población de
Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales (LGTBI). Dada la ausencia
de datos oficiales sobre esta población específica, el OUDH no ha podido aplicar su
metodología adecuadamente para identificar cómo les afectan los fenómenos o
temáticas abordadas.
La casi ausencia de datos es un indicativo de que el Estado salvadoreño estaría

invisibilizando a la comunidad, en relación con lo estadístico. Junto a esto, que también
pasa por el no reconocimiento de aspectos centrales de la identidad individual (la
identidad de género), va toda una cadena de otras violaciones a sus derechos
humanos: discriminación en oportunidades de acceso al trabajo, crímenes de odio
(violencia física, psicológica y homicida), discriminación en acceso a la salud,
desplazamiento forzado, acoso policial, etc. En definitiva, como el Estado no registra
73
los rasgos de las víctimas en razón de su identidad de género, o no lo hace
suficientemente, se desconocen las dimensiones de las amenazas, riesgos y
vulnerabilidades que estas personas enfrentan. Como ocurre generalmente, lo poco
que se conoce es gracias a lo registrado por organizaciones de sociedad civil que,
como en muchas ocasiones, suplen el papel del Estado en atender a las víctimas.
En ese sentido, también es preocupante que, a partir de junio de 2019, se haya

comenzado a desarticular la institucionalidad encargada de velar por los derechos de la
población LGTBI, mucha de la cual dependía de la Presidencia de la República. La
Dirección de Diversidad Sexual de la Secretaría de Inclusión Social desapareció, así
como otras secretarías y direcciones presidenciales, y sus funciones fueron trasladadas
al Ministerio de Cultura, pero sin asegurarse un funcionamiento similar o superior.
Según el sitio web de la extinta Secretaría de Inclusión Social, esta dirección tenía
entre sus funciones promover la erradicación de la discriminación por orientación
sexual e identidad de género, fomentar el conocimiento de la diversidad sexual,
impulsar la creación de políticas públicas que garanticen la diversidad sexual y
promover la creación de servicios y espacios libres de homo, lesbo o transfobia63.
Hasta hoy, se desconoce el trabajo realizado por este Ministerio a favor de la población
LGTBI; por el contrario, todo apunta a que se han roto las líneas de trabajo iniciadas en
el Gobierno anterior. De ser así, esto supondría entonces una transgresión al principio
de progresividad de los derechos humanos, puesto que la desarticulación de la
institucionalidad antes existente y la discontinuidad de su trabajo supondría un
incumplimiento al principio de no regresión, en perjuicio de la población beneficiaria.
Para corregir lo antes expuesto, es urgente que la Asamblea Legislativa emita aquellos
marcos normativos que reconozcan y regulen el derecho a la identidad de género de
las personas. Esto, junto a otras medidas administrativas complementarias, entre otras
cosas, permitiría registrar la condición de esta población en relación con la inseguridad,
la violencia y la delincuencia que sufre la sociedad salvadoreña, provocando así la
elaboración de registros que faciliten un mejor monitoreo y análisis basados en
evidencia, que potencie la visibilización de los padecimientos que afectan a la
población LGTBI, como población vulnerable.
Conclusión general y recomendaciones

A la luz de los insumos informativos expuestos, del análisis estadístico realizado, del
mapeo de problemáticas por derecho y por población vulnerable y de la valoración de
63
Secretaría de Inclusión Social. Consultado el 13 de marzo de 2020:
http://inclusionsocial.egob.sv/diversidad-
sexual/#:~:text=Principales%20Funciones%20de%20la%20Direcci%C3%B3n%20de%20Diversidad%20
Sexual&text=Promover%20la%20creaci%C3%B3n%20de%20servicios,con%20igual%20dignidad%20y%
20respeto.
74
políticas públicas, podemos concluir que el año 2019 tiene un balance negativo en
relación con la situación de los derechos humanos. De hecho, el Estado continúa
violando derechos fundamentales a través de abusos de la fuerza letal, de la comisión
de diversos delitos y violaciones, de los tratos crueles, inhumanos y degradantes, del
abuso de la detención en flagrancia, del hacinamiento carcelario, ejecuciones
extrajudiciales y de la omisión y/o ineficacia de las políticas públicas frente a
fenómenos como la violencia sexual, el desplazamiento forzado, entre otras
transgresiones que afectan especialmente derechos vinculados a la libertad, vida e
integridad personal.
Ciertamente, los datos expuestos permiten señalar que la juventud suele ser uno de los
grupos que sufren mayoritariamente vulneración a sus derechos, pues tienden a
experimentar un impacto más pronunciado ante el cometimiento de violencia homicida,
ejecuciones extrajudiciales, tratos crueles, inhumanos o degradantes, violencia de
género, detenciones arbitrarias, desapariciones de personas, entre otras cosas. Basta
tomar en cuenta, por ejemplo, que el 70% de las víctimas mortales civiles, en
enfrentamientos armados con las instituciones de seguridad, oscilan entre los 18 y 30
años. Un porcentaje que sube al 86%, al incluir a los niños y adolescentes (de 0 a 17
años).
Por otro lado, la niñez y adolescencia sufren, de forma más pronunciada, una
afectación directa a su integridad física, psicológica y emocional al ser víctimas, en
gran parte de casos, de violencia sexual. Es decir, este grupo, de acuerdo con los
datos proporcionados por la PNC y FGR, es el que tiende a concentrar el mayor
número de denuncias por abusos de carácter sexual, incluso en muchos casos
cometidos al interior del hogar de las víctimas. Además, también pueden recibir otro
tipo de manifestaciones que afectan sus derechos, como el desplazamiento forzado, en
cuyo caso las repercusiones a nivel psicológico y emocional pueden exacerbarse al
sufrir un trauma de forma tan temprana como el abandono de sus hogares junto a sus
familias.
En el caso de las mujeres, si bien se han integrado políticas y leyes como la LEIV, las
altas tasas regionales de feminicidios suelen ser alarmantes y dejan entrever que
existen prácticas sistemáticas discriminatorias, agresiones, violencia simbólica y de otra
índole que perpetúan y agravan acciones que atentan contra el derecho a la vida y su
disfrute. Es más, este tipo de expresiones de violencia también suelen ir acompañadas
de maltratos psicológicos y verbales que progresivamente escalan hasta convertirse en
actos que atentan contra la vida y la integridad. Cabe recordar que las 230 mujeres
muertas durante 2019 de forma intencional se traducen en una tasa de 6.5 muertes por
cada 100,000 mujeres, la más alta de América Latina según la CEPAL. En definitiva, la
violencia contra las mujeres, incluyendo todos los rangos de edad, es una de las
problemáticas más graves y de importantes dimensiones que enfrenta la sociedad
salvadoreña que, lamentablemente, se tiende a aceptar como normales, incluso desde
los medios de comunicación y los procesos educativos formales.
75
Por otro lado, los actores no estatales al margen de la ley siguen manifestándose a
través de altos niveles de criminalidad, afectando seriamente derechos básicos de la
ciudadanía. Las pandillas siguen generando desplazamiento forzado en el territorio y
continúan extorsionando, aun con la aplicación del Plan Control Territorial, que no ha
sido efectivo en estos casos. A pesar de los logros manifestados por parte del Órgano
Ejecutivo en materia de prevención y disminución de la cifra de homicidios, que es una
de las expresiones más evidentes de violaciones al derecho a la vida, también existen
omisiones importantes en otros ámbitos de este derecho, como el abuso de la fuerza
letal y las ejecuciones extrajudiciales. Tampoco existe transparencia en la ejecución del
Plan Control Territorial, ya que se produce poca o nula información oficial y, finalmente,
podría destacarse que la reducción de las muertes violentas ha sido mayor durante
2019 en los municipios donde no se ha implementado el Plan Control Territorial, que en
los 22 municipios donde se han desplegado las fuerzas militares y de seguridad.
Frente a este panorama, la institucionalidad salvadoreña no ha atendido

adecuadamente a las víctimas, ni tampoco ha tomado las medidas idóneas, necesarias
y suficientes para resolver la problemática de la violencia, la inseguridad y la
delincuencia, en aras de instaurar un verdadero Estado de Derecho, en beneficio de la
sociedad salvadoreña. No se han creados mecanismos adecuados para atender y
garantizar la reparación de los daños ocasionados a las víctimas.
En 2019, queda claro que la ineficacia, el retardo, los abusos y violaciones de derechos
humanos en el sistema judicial y de seguridad pública por parte de los funcionarios y
autoridades del Estado, continuaría siendo el mismo que se ha observado en los
últimos años, incumpliéndose con ello de manera persistente el deber de respeto y
garantía de los derechos humanos de parte del Estado. En última instancia, se podría
manifestar que las violaciones y los abusos de autoridad, en muchos casos, quedan
impunes por la falta de investigación e identificación de los responsables materiales e
intelectuales, así como la falta de aplicación de las sanciones o medidas correctivas y
de no repetición.
El énfasis continúa colocándose en el ejercicio abusivo e injustificado del poder estatal,

como argumento para pacificar la sociedad, en detrimento de los derechos humanos.
Tal como se dijo antes, el Estado salvadoreño está obligado a prevenir la delincuencia
y perseguir y sancionar a los delincuentes, particularmente al crimen organizado, pero
ello no debe convertirse en un factor más de violencia, inseguridad, abuso de poder y
violaciones de derechos humanos.
En conclusión, mientras no se adopte un enfoque de derechos humanos de forma

estructural en todas las instituciones del Estado para la formulación y ejecución de las
políticas públicas, y mientras no se cuente con controles internos eficaces, difícilmente
podremos combatir los abusos del poder estatal y las violaciones de derechos
humanos.
En ese sentido, el OUDH brinda las siguientes recomendaciones orientadas a poner en

agenda las acciones más urgentes que deben abordarse a la luz de este informe. Junto
76
a estas recomendaciones, también, manifestamos nuestra disposición para sumarnos y
brindar los apoyos necesarios, como una instancia académica de monitoreo de la
situación de los derechos humanos en El Salvador:
1. Crear o adecuar protocolos de investigación en los casos de presuntos

enfrentamientos armados para lograr investigaciones objetivas e imparciales
orientadas a determinar la veracidad de los hechos.
2. Incluir en las políticas públicas de seguridad acciones y medidas orientadas a
reducir los abusos de la fuerza en general y de la fuerza letal en particular por
parte de los funcionarios y autoridades encargadas de hacer cumplir la ley.
3. Reforzar los mecanismos de control interno en la Policía Nacional Civil para
combatir y prevenir la corrupción e implementar medidas similares en la Fuerzas
Armadas, en la Dirección de Centros Penales y en los centros de internamiento
de menores de edad.
4. Monitorear el cumplimiento de la Política de Persecución Penal en Materia de
Violencia contra las Mujeres en la Fiscalía General de la República, con apoyo
de las organizaciones de sociedad civil.
5. Transparentar y rendir cuentas de todas las políticas públicas sobre todo el Plan
Control Territorial.
6. Incluir en las políticas públicas se seguridad y otras pertinentes, acciones
urgentes orientadas a abordas el desplazamiento forzado, la violencia sexual, la
desaparición de personas, la extorsión, entre otras.
7. Fortalecer la coordinación interinstitucional en el marco de la ejecución del
“Protocolo de Acción Urgente y Estrategia de Búsqueda de Personas
Desaparecidas en El Salvador”, con el objetivo de delimitar funciones y fortalecer
los esfuerzos y acciones.
8. Investigar los casos de las detenciones en flagrancia para determinar si hay o no
un abuso de autoridad y deducir las responsabilidades pertinentes, con objetivos
diferentes al acceso a la justicia y el debido proceso, es decir, indagar si se han
respetado todos los procedimientos y vías legales pertinentes que mantengan la
integridad y las garantías jurídicas de las personas detenidas.
9. Evaluar y modificar los sistemas de información de todas las instituciones del
Estado con un enfoque de derechos humanos, con el fin de visibilizar
poblaciones vulnerables y cambiar conceptos y/o términos sesgados.
10. Incluir a las organizaciones de la sociedad civil en el monitoreo, evaluación y
seguimiento de los planes de seguridad pública. En materia de derechos
humanos y protección a los grupos vulnerables de la población.
11. Mayor capacitación del personal policial sobre los estándares internos e
internacionales relativos al uso de la fuerza y armas.
12. Fortalecimiento y especialización de los entes de control interna de la PNC,
como la Unidad de Derechos Humanos, la Inspectoría General de Seguridad
Pública y otros.
77
Anexos
Municipios con Índice de Letalidad Mayor a 1
No Departamento Municipio Enfrentamient Muertes en Lesionados en Índice de
os Armados Enfrentamientos Enfrentamient
os
Letalidad
1 La Libertad Quezaltepeque 7 9 1 9
2 San Miguel Moncagua 5 7 1 7
3 San Salvador San Martín 6 6 1 6
4 San Salvador Tonacatepeque 6 6 1 6
5 Santa Ana Santa Ana 13 10 2 5
6 Santa Ana Coatepeque 4 4 1 4
7 San Salvador Ciudad Delgado 5 4 1 4
8 San Vicente Apastepeque 5 4 1 4
9 San Miguel Chapeltique 5 4 1 4
10 San Salvador Apopa 9 11 3 3,67
11 Sonsonate Izalco 5 6 2 3
12 Ahuachapán Ahuachapán 7 7 3 2,33
13 Sonsonate San Julián 3 2 1 2
14 Sonsonate Sonsonate 6 4 2 2
15 La Libertad Colón 8 4 2 2
16 Cabañas Sensuntepeque 2 2 1 2
17 San Miguel San Miguel 8 6 3 2
18 Morazán Chilanga 5 4 2 2
19 La Libertad Santa Tecla 6 6 4 1,5
Municipios con Índice de Letalidad: Solo Muertes

No Departamento Municipio Enfrentamientos Muertes en Lesionados en Índice de
Enfrentamientos Enfrentamientos Letalidad
64
Armados
1 Santa Ana Chalchuapa 4 5 0 N/D
2 Sonsonate Nahuizalco 3 5 0 N/D
3 La Libertad San Juan Opico 5 4 0 N/D
4 La Libertad Zaragoza 9 4 0 N/D
San Antonio del
5 Sonsonate Monte 1 3 0 N/D
6 La Libertad San Matías 2 3 0 N/D
7 San Salvador Panchimalco 3 3 0 N/D
8 Usulután Santa Elena 3 3 0 N/D
64
El índice de letalidad es el resultado de la división entre muertes entre lesionados en enfrentamientos.
Cuando el divisor es 0, la operación matemática da error, por lo que no es posible calcular el índice. Sin
embargo, lo que realmente significa es que en estos municipios la existencia de muertes sin heridos
implica la ausencia de proporcionalidad en el uso de la fuerza ya que mientras que los “grupos
delincuenciales” no causaron bajas, la “reacción policial” fue letal al 100%
78
9 Santa Ana Texistepeque 2 2 0 N/D
10 La Libertad Jayaque 2 2 0 N/D
11 La Libertad La Libertad 2 2 0 N/D
12 La Libertad San José Villanueva 1 2 0 N/D
13 Cuscatlán San Rafael Cedros 4 2 0 N/D
San Francisco
14 La Paz Chinameca 2 2 0 N/D
San Luis la
15 La Paz Herradura 1 2 0 N/D
16 Cabañas Guacotecti 2 2 0 N/D
17 San Vicente San Vicente 1 2 0 N/D
18 Usulután Jiquilisco 2 2 0 N/D
19 Usulután Jucuapa 1 2 0 N/D
20 Morazán Guatajiagua 1 2 0 N/D
21 Ahuachapán El Refugio 1 1 0 N/D
22 Santa Ana El Congo 1 1 0 N/D
23 Santa Ana Metapán 1 1 0 N/D
24 Sonsonate Armenia 1 1 0 N/D
Santa Catarina
25 Sonsonate Masahuat 1 1 0 N/D
26 Chalatenango Agua Caliente 1 1 0 N/D
27 Chalatenango San Ignacio 1 1 0 N/D
28 La Libertad Ciudad Arce 2 1 0 N/D
29 La Libertad Chiltiupán 1 1 0 N/D
30 La Libertad Tepecoyo 1 1 0 N/D
31 San Salvador Guazapa 3 1 0 N/D
32 San Salvador Ilopango 2 1 0 N/D
33 San Salvador Santo Tomas 0 1 0 N/D
34 La Paz San Rafael Obrajuelo 1 1 0 N/D
35 Cabañas Ilobasco 1 1 0 N/D
36 San Vicente San Ildefonso 1 1 0 N/D
37 Usulután Jucuarán 1 1 0 N/D
38 Usulután Santa Maria 1 1 0 N/D
39 San Miguel Chinameca 1 1 0 N/D
40 Morazán Meanguera 0 1 0 N/D
41 Morazán Sensembra 2 1 0 N/D
Municipios con porcentaje de muertes violentas debido a

enfrentamientos armados mayor al porcentaje nacional
N° Departamento Municipio Homicidios Muertes en % de muertes
Enfrentamientos
1 Chalatenango San Ignacio 1 1 100.00
79
2 La Paz San Rafael 1 1 100.00
Obrajuelo
3 Morazán Sensembra 1 1 100.00
4 La Libertad San José 3 2 66.67
Villanueva
5 San Vicente Apastepeque 7 4 57.14
6 Santa Ana San Sebastián 2 1 50.00
Salitrillo
7 Sonsonate Santa Catarina 2 1 50.00
Masahuat
8 La Libertad Chiltiupán 2 1 50.00
9 San Vicente San Sebastián 2 1 50.00
10 Usulután Estanzuelas 4 2 50.00
11 La Unión Yucuaiquín 2 1 50.00
12 San Miguel Chapeltique 9 4 44.44
13 Usulután Santa Elena 7 3 42.86
14 La Libertad Jayaque 5 2 40.00
15 Usulután Jucuapa 5 2 40.00
16 San Salvador Tonacatepeque 16 6 37.50
17 San Miguel Moncagua 19 7 36.84
18 Santa Ana Texistepeque 6 2 33.33
19 Chalatenango Agua Caliente 3 1 33.33
20 La Libertad San Matías 9 3 33.33
21 La Libertad Talnique 3 1 33.33
22 La Libertad Tepecoyo 3 1 33.33
23 Cabañas Guacotecti 6 2 33.33
24 La Libertad Santa Tecla 19 6 31.58
25 Santa Ana El Congo 4 1 25.00
26 Sonsonate San Antonio del 12 3 25.00
Monte
27 Cuscatlán San Rafael 8 2 25.00
Cedros
28 Morazán Chilanga 16 4 25.00
29 Morazán Meanguera 4 1 25.00
30 Sonsonate San Julián 9 2 22.22
31 La Libertad Zaragoza 18 4 22.22
32 La Libertad Quezaltepeque 44 9 20.45
33 San Vicente San Ildefonso 5 1 20.00
34 Morazán Guatajiagua 10 2 20.00
35 La Libertad San Juan Opico 21 4 19.05
36 San Salvador San Martín 32 6 18.75
37 Ahuachapán Ahuachapán 38 7 18.42
38 Sonsonate Izalco 33 6 18.18
80
39 Sonsonate Sonsonate 22 4 18.18
40 La Paz San Francisco 11 2 18.18
Chinameca
41 Santa Ana Metapán 6 1 16.67
42 La Libertad La Libertad 12 2 16.67
43 San Salvador Panchimalco 18 3 16.67
44 Usulután Santa Maria 6 1 16.67
45 Santa Ana Coatepeque 25 4 16.00
46 Cabañas Sensuntepeque 13 2 15.38
47 San Vicente San Vicente 13 2 15.38
48 Santa Ana Chalchuapa 34 5 14.71
49 San Miguel Chinameca 7 1 14.29
50 San Salvador Apopa 87 11 12.64
51 San Miguel San Rafael 8 1 12.50
Oriente
52 Santa Ana Santa Ana 87 10 11.49
53 Sonsonate Nahuizalco 45 5 11.11
54 San Salvador Santo Tomas 9 1 11.11
55 San Salvador Aguilares 10 1 10.00
56 Usulután Jucuarán 10 1 10.00
57 La Paz San Luis la 21 2 9.52
Herradura
58 La Libertad Huizucar 11 1 9.09
59 San Salvador Ayutuxtepeque 22 2 9.09
60 San Salvador Nejapa 22 2 9.09
61 Cuscatlán Cojutepeque 12 1 8.33
81
Homicidios: Diferencia porcentual entre 2018 y 2019
N° Departamento Municipio Hom Hom PCT Diferencia% Resultado
2018 2019
1 Ahuachapán Ahuachapán 51 38 SI -25.49 Reducción
2 Ahuachapán San Lorenzo 3 0 NO -100.00 Reducción
3 Ahuachapán Apaneca 5 1 NO -80.00 Reducción
4 Ahuachapán San Pedro Puxtla 4 1 NO -75.00 Reducción
5 Ahuachapán Concepción De Ataco 4 2 NO -50.00 Reducción
6 Ahuachapán Tacuba 22 15 NO -31.82 Reducción
7 Ahuachapán Turin 8 6 NO -25.00 Reducción
8 Ahuachapán Atiquizaya 36 33 NO -8.33 Reducción
9 Ahuachapán El Refugio 14 16 NO 14.29 Aumento
10 San Francisco
Ahuachapán Menéndez 7 8 NO 14.29 Aumento
11 Ahuachapán Jujutla 12 16 NO 33.33 Aumento
12 Ahuachapán Guaymango 8 14 NO 75.00 Aumento
13 Cabañas Tejutepeque 0 6 NO N/D Aumento
14 Cabañas Sensuntepeque 28 13 SI -53.57 Reducción
15 Cabañas Victoria 6 0 NO -100.00 Reducción
16 Cabañas Jutiapa 4 1 NO -75.00 Reducción
17 Cabañas Dolores 2 1 NO -50.00 Reducción
18 Cabañas Ilobasco 24 18 NO -25.00 Reducción
19 Cabañas San Isidro 9 8 NO -11.11 Reducción
20 Cabañas Guacotecti 6 6 NO 0.00 Sin Cambios
21 Chalatenango Comalapa 0 1 NO N/D Aumento
22 Chalatenango Las Vueltas 0 2 NO N/D Aumento
23 Chalatenango Nombre De Jesús 0 2 NO N/D Aumento
24 Chalatenango San Isidro Labrador 0 2 NO N/D Aumento
25 Chalatenango Chalatenango 15 2 SI -86.67 Reducción
26 Chalatenango Azacualpa 1 0 NO -100.00 Reducción
27 Chalatenango Citalá 1 0 NO -100.00 Reducción
28 Chalatenango La Laguna 1 0 NO -100.00 Reducción
29 Chalatenango Santa Rita 3 0 NO -100.00 Reducción
30 Chalatenango San Ignacio 6 1 NO -83.33 Reducción
31 Chalatenango Dulce Nombre De María 5 1 NO -80.00 Reducción
32 Chalatenango La Palma 7 2 NO -71.43 Reducción
33 Chalatenango Nueva Concepción 15 5 NO -66.67 Reducción
34 Chalatenango San Francisco Morazán 3 1 NO -66.67 Reducción
35 Chalatenango Agua Caliente 4 3 NO -25.00 Reducción
36 Chalatenango El Paraíso 4 3 NO -25.00 Reducción
37 Chalatenango Tejutla 4 3 NO -25.00 Reducción
38 Chalatenango San Rafael 2 2 NO 0.00 Sin Cambios
82
39 Chalatenango La Reina 7 8 NO 14.29 Aumento
40 Concepción
Chalatenango Quezaltepeque 2 3 NO 50.00 Aumento
41 Cuscatlán Monte San Juan 0 2 NO N/D Aumento
42 Cuscatlán Oratorio De Concepción 0 1 NO N/D Aumento
43 Cuscatlán San Cristóbal 0 1 NO N/D Aumento
44 Cuscatlán Cojutepeque 18 12 SI -33.33 Reducción
45 Cuscatlán El Rosario 1 0 NO -100.00 Reducción
46 San Bartolomé
Cuscatlán Perulapía 10 2 NO -80.00 Reducción
47 Cuscatlán Tenancingo 3 1 NO -66.67 Reducción
48 Cuscatlán Candelaria 10 4 NO -60.00 Reducción
49 Cuscatlán Suchitoto 10 5 NO -50.00 Reducción
50 Cuscatlán San Pedro Perulapán 50 33 NO -34.00 Reducción
51 Cuscatlán San Rafael Cedros 10 8 NO -20.00 Reducción
52 Cuscatlán El Carmen 5 5 NO 0.00 Sin Cambios
53 Cuscatlán San Ramón 2 2 NO 0.00 Sin Cambios
54 Cuscatlán Santa Cruz Analquito 2 2 NO 0.00 Sin Cambios
55 Cuscatlán Santa Cruz Michapa 6 11 NO 83.33 Aumento
56 Cuscatlán San José Guayabal 1 3 NO 200.00 Aumento
57 La Libertad Santa Tecla 31 19 SI -38.71 Reducción
58 La Libertad Zaragoza 21 18 SI -14.29 Reducción
59 La Libertad Colon 51 53 SI 3.92 Aumento
60 La Libertad Jicalapa 9 1 NO -88.89 Reducción
61 La Libertad Talnique 14 3 NO -78.57 Reducción
62 La Libertad San Jose Villanueva 13 3 NO -76.92 Reducción
63 La Libertad Tepecoyo 13 3 NO -76.92 Reducción
64 La Libertad Teotepeque 17 4 NO -76.47 Reducción
65 La Libertad Nuevo Cuscatlán 4 1 NO -75.00 Reducción
66 La Libertad La Libertad 38 12 NO -68.42 Reducción
67 La Libertad Ciudad Arce 38 15 NO -60.53 Reducción
68 La Libertad Chiltiupán 5 2 NO -60.00 Reducción
69 La Libertad Tamanique 5 2 NO -60.00 Reducción
70 La Libertad Huizúcar 23 11 NO -52.17 Reducción
71 La Libertad San Juan Opico 39 21 NO -46.15 Reducción
72 La Libertad San Pablo Tacachico 11 7 NO -36.36 Reducción
73 La Libertad Antiguo Cuscatlán 9 6 NO -33.33 Reducción
74 La Libertad Comasagua 12 10 NO -16.67 Reducción
75 La Libertad Sacacoyo 9 10 NO 11.11 Aumento
76 La Libertad Quezaltepeque 38 44 NO 15.79 Aumento
77 La Libertad Jayaque 2 5 NO 150.00 Aumento
78 La Libertad San Matías 2 9 NO 350.00 Aumento
83
79 La Paz San Antonio Masahuat 0 1 NO N/D Aumento
80 La Paz San Emigdio 0 1 NO N/D Aumento
81 La Paz San Miguel Tepezontes 0 2 NO N/D Aumento
82 La Paz San Juan Tepezontes 1 0 NO -100.00 Reducción
83 La Paz San Pedro Nonualco 3 0 NO -100.00 Reducción
84 La Paz Santa María Ostuma 3 0 NO -100.00 Reducción
85 La Paz San Luis Talpa 34 4 NO -88.24 Reducción
86 La Paz San Rafael Obrajuelo 5 1 NO -80.00 Reducción
87 La Paz San Juan Talpa 2 1 NO -50.00 Reducción
88 La Paz Zacatecoluca 43 26 NO -39.53 Reducción
89 La Paz Paraíso De Osorio 6 4 NO -33.33 Reducción
90 La Paz Santiago Nonualco 21 15 NO -28.57 Reducción
91 La Paz San Luis La Herradura 29 21 NO -27.59 Reducción
92 La Paz Olocuilta 24 22 NO -8.33 Reducción
93 San Francisco
La Paz Chinameca 11 11 NO 0.00 Sin Cambios
94 La Paz San Pedro Masahuat 14 14 NO 0.00 Sin Cambios
95 La Paz El Rosario 15 16 NO 6.67 Aumento
96 La Paz Cuyultitán 3 4 NO 33.33 Aumento
97 La Paz San Juan Nonualco 3 4 NO 33.33 Aumento
98 La Paz Jerusalén 1 6 NO 500.00 Aumento
99 La Unión La Unión 7 17 SI 142.86 Aumento
100 La Unión San Alejo 16 2 NO -87.50 Reducción
101 La Unión Pasaquina 8 3 NO -62.50 Reducción
102 La Unión Anamorós 4 2 NO -50.00 Reducción
103 La Unión Bolívar 2 1 NO -50.00 Reducción
104 La Unión Nueva Esparta 4 2 NO -50.00 Reducción
105 La Unión Yucuaiquín 3 2 NO -33.33 Reducción
106 La Unión Concepcion De Oriente 4 3 NO -25.00 Reducción
107 La Unión El Carmen 9 7 NO -22.22 Reducción
108 La Unión Conchagua 16 15 NO -6.25 Reducción
109 La Unión Lislique 1 1 NO 0.00 Sin Cambios
110 La Unión Polorós 3 3 NO 0.00 Sin Cambios
111 La Unión Santa Rosa De Lima 6 10 NO 66.67 Aumento
112 La Unión Yayantique 3 11 NO 266.67 Aumento
113 La Unión Intipucá 1 12 NO 1100.00 Aumento
114 La Unión El Sauce 0 1 NO N/D Aumento
115 Morazán Arambala 0 2 NO N/D Aumento
116 Morazán Jocoro 0 1 NO N/D Aumento
117 Morazán San Simon 0 3 NO N/D Aumento
118 Morazán San Francisco Gotera 7 8 SI 14.29 Aumento
119 Morazán El Divisadero 2 0 NO -100.00 Reducción
84
120 Morazán Gualococti 1 0 NO -100.00 Reducción
121 Morazán Lolotiquillo 2 0 NO -100.00 Reducción
122 Morazán San Fernando 1 0 NO -100.00 Reducción
123 Morazán Yoloaiquin 2 0 NO -100.00 Reducción
124 Morazán Sensembra 4 1 NO -75.00 Reducción
125 Morazán Cacaopera 8 3 NO -62.50 Reducción
126 Morazán Guatajiagua 20 10 NO -50.00 Reducción
127 Morazán Torola 4 2 NO -50.00 Reducción
128 Morazán Yamabal 6 3 NO -50.00 Reducción
129 Morazán Osicala 5 4 NO -20.00 Reducción
130 Morazán Corinto 8 8 NO 0.00 Sin Cambios
131 Morazán Jocoaitique 2 2 NO 0.00 Sin Cambios
132 Morazán Perquín 1 1 NO 0.00 Sin Cambios
133 Morazán Chilanga 14 16 NO 14.29 Aumento
134 Morazán Meanguera 3 4 NO 33.33 Aumento
135 Morazán Delicias De Concepción 1 2 NO 100.00 Aumento
136 Morazán Sociedad 2 6 NO 200.00 Aumento
137 Morazán San Carlos 1 4 NO 300.00 Aumento
138 San Miguel San Miguel 125 117 SI -6.40 Reducción
139 Nuevo Edén De San
San Miguel Juan 1 0 NO -100.00 Reducción
140 San Miguel Quelepa 4 1 NO -75.00 Reducción
141 San Miguel San Antonio 3 1 NO -66.67 Reducción
142 San Miguel Moncagua 40 19 NO -52.50 Reducción
143 San Miguel Carolina 2 1 NO -50.00 Reducción
144 San Miguel Nueva Guadalupe 2 1 NO -50.00 Reducción
145 San Miguel San Luis De La Reina 4 2 NO -50.00 Reducción
146 San Miguel Lolotique 18 13 NO -27.78 Reducción
147 San Miguel Chapeltique 9 9 NO 0.00 Sin Cambios
148 San Miguel Ciudad Barrios 9 11 NO 22.22 Aumento
149 San Miguel El Transito 30 40 NO 33.33 Aumento
150 San Miguel Chirilagua 18 27 NO 50.00 Aumento
151 San Miguel San Jorge 5 10 NO 100.00 Aumento
152 San Miguel San Rafael Oriente 4 8 NO 100.00 Aumento
153 San Miguel Sesori 1 2 NO 100.00 Aumento
154 San Miguel Chinameca 3 7 NO 133.33 Aumento
155 San Miguel Comacarán 1 22 NO 2100.00 Aumento
156 San Salvador Soyapango 97 42 SI -56.70 Reducción
157 San Salvador San Marcos 25 13 SI -48.00 Reducción
158 San Salvador Mejicanos 108 57 SI -47.22 Reducción
159 San Salvador San Martin 54 32 SI -40.74 Reducción
160 San Salvador San Salvador 220 147 SI -33.18 Reducción
85
161 San Salvador Ilopango 68 49 SI -27.94 Reducción
162 San Salvador Ciudad Delgado 69 53 SI -23.19 Reducción
163 San Salvador Apopa 92 87 SI -5.43 Reducción
164 San Salvador Rosario De Mora 9 1 NO -88.89 Reducción
165 San Salvador El Paisnal 13 5 NO -61.54 Reducción
166 San Salvador Panchimalco 40 18 NO -55.00 Reducción
167 San Salvador Tonacatepeque 32 16 NO -50.00 Reducción
168 San Salvador Cuscatancingo 35 19 NO -45.71 Reducción
169 San Salvador Santo Tomas 16 9 NO -43.75 Reducción
170 San Salvador Guazapa 31 19 NO -38.71 Reducción
171 San Salvador Ayutuxtepeque 34 22 NO -35.29 Reducción
172 San Salvador Aguilares 12 10 NO -16.67 Reducción
173 San Salvador Nejapa 23 22 NO -4.35 Reducción
174 San Salvador Santiago Texacuangos 4 4 NO 0.00 Sin Cambios
175 San Vicente San Vicente 13 13 SI 0.00 Sin Cambios
176 San Vicente Guadalupe 4 0 NO -100.00 Reducción
177 San Vicente Santa Clara 6 1 NO -83.33 Reducción
178 San Vicente San Sebastián 8 2 NO -75.00 Reducción
179 San Vicente Tepetitán 3 1 NO -66.67 Reducción
180 San Vicente San Cayetano Istepeque 8 3 NO -62.50 Reducción
181 San Vicente Tecoluca 16 7 NO -56.25 Reducción
182 San Vicente San Ildefonso 10 5 NO -50.00 Reducción
183 San Vicente Apastepeque 12 7 NO -41.67 Reducción
184 San Vicente Santo Domingo 1 1 NO 0.00 Sin Cambios
185 San Vicente San Esteban Catarina 1 2 NO 100.00 Aumento
186 San Vicente Verapaz 1 3 NO 200.00 Aumento
187 Santa Ana Santa Ana 87 87 SI 0.00 Sin Cambios
188 Santa Ana Santa Rosa Guachipilín 3 0 NO -100.00 Reducción
189 Santa Ana San Sebastián Salitrillo 13 2 NO -84.62 Reducción
190 Santa Ana Metapán 24 6 NO -75.00 Reducción
191 Santa Ana El Congo 12 4 NO -66.67 Reducción
192 Santa Ana Chalchuapa 68 34 NO -50.00 Reducción
193 Santa Ana Santiago De La Frontera 2 1 NO -50.00 Reducción
194 Candelaria De La
Santa Ana Frontera 11 8 NO -27.27 Reducción
195 Santa Ana Coatepeque 33 25 NO -24.24 Reducción
196 Santa Ana Texistepeque 6 6 NO 0.00 Sin Cambios
197 Santa Ana El Porvenir 6 10 NO 66.67 Aumento
198 Sonsonate Cuisnahuat 0 1 NO N/D Aumento
199 Sonsonate San Antonio Del Monte 0 12 NO N/D Aumento
200 Sonsonate Sonsonate 18 22 SI 22.22 Aumento
201 Sonsonate Caluco 4 0 NO -100.00 Reducción
86
202 Santo Domingo De
Sonsonate Guzmán 16 2 NO -87.50 Reducción
203 Sonsonate Nahulingo 17 3 NO -82.35 Reducción
204 Sonsonate San Julián 32 9 NO -71.88 Reducción
205 Sonsonate Armenia 44 16 NO -63.64 Reducción
206 Sonsonate Juayua 10 5 NO -50.00 Reducción
207 Sonsonate Sonzacate 6 3 NO -50.00 Reducción
208 Sonsonate Izalco 58 33 NO -43.10 Reducción
209 Sonsonate Santa Isabel Ishuatán 8 5 NO -37.50 Reducción
210 Sonsonate Salcoatitán 3 2 NO -33.33 Reducción
211 Santa Catarina
Sonsonate Masahuat 3 2 NO -33.33 Reducción
212 Sonsonate Acajutla 12 13 NO 8.33 Aumento
213 Sonsonate Nahuizalco 32 45 NO 40.63 Aumento
214 Usulután San Agustín 0 4 NO N/D Aumento
215 Usulután Usulután 55 36 SI -34.55 Reducción
216 Usulután Mercedes Umaña 6 0 NO -100.00 Reducción
217 Usulután San Buenaventura 3 0 NO -100.00 Reducción
218 Usulután San Francisco Javier 1 0 NO -100.00 Reducción
219 Usulután Ozatlán 8 3 NO -62.50 Reducción
220 Usulután Nueva Granada 5 2 NO -60.00 Reducción
221 Usulután Santa María 15 6 NO -60.00 Reducción
222 Usulután Berlín 2 1 NO -50.00 Reducción
223 Usulután Estanzuelas 7 4 NO -42.86 Reducción
224 Usulután Santiago De María 10 6 NO -40.00 Reducción
225 Usulután Jucuapa 8 5 NO -37.50 Reducción
226 Usulután Santa Elena 11 7 NO -36.36 Reducción
227 Usulután Ereguayquín 9 6 NO -33.33 Reducción
228 Usulután Jiquilisco 36 28 NO -22.22 Reducción
229 Usulután Puerto El Triunfo 11 11 NO 0.00 Sin Cambios
230 Usulután Tecapán 4 5 NO 25.00 Aumento
231 Usulután Jucuarán 7 10 NO 42.86 Aumento
232 Usulután Concepción Batres 10 20 NO 100.00 Aumento
233 Usulután San Dionisio 1 3 NO 200.00 Aumento
234 Usulután Alegría 1 4 NO 300.00 Aumento
Feminicidios según municipios

N° Departamento Municipio Feminicidio Muertes Violentas Mujeres
1 San Miguel San Miguel 7 18
2 San Salvador San Salvador 6 18
3 San Salvador Apopa 11 14
4 San Salvador Ciudad Delgado 9 10
87
5 Santa Ana Santa Ana 6 8
6 Sonsonate Nahuizalco 2 8
7 San Salvador Mejicanos 5 7
8 San Salvador Soyapango 4 7
9 San Salvador San Martín 5 6
10 San Salvador Cuscatancingo 4 4
11 San Salvador Guazapa 4 4
12 La Libertad Colón 2 4
13 San Miguel Chirilagua 2 4
14 San Miguel Comacarán 1 4
15 La Libertad Huizúcar 3 3
16 San Salvador Ilopango 3 3
17 Usulután Usulután 1 3
18 La Libertad La Libertad 2 2
19 Usulután Santiago de María 2 2
20 San Miguel San Rafael Oriente 2 2
21 La Libertad San Juan Opico 1 2
22 Cuscatlán El Carmen 1 2
23 La Paz San Francisco Chinameca 1 2
24 Usulután Jiquilisco 1 2
25 Usulután Santa María 1 2
26 San Miguel Moncagua 1 2
27 La Unión Santa Rosa de Lima 1 2
28 Ahuachapán Concepción de Ataco 1 1
29 Santa Ana El Porvenir 1 1
30 Santa Ana Texistepeque 1 1
31 Chalatenango San Rafael 1 1
32 La Libertad San José Villanueva 1 1
33 La Libertad Zaragoza 1 1
34 San Salvador Nejapa 1 1
35 San Salvador Panchimalco 1 1
36 San Salvador San Marcos 1 1
37 San Salvador Santiago Texacuangos 1 1
38 San Salvador Santo Tomas 1 1
39 Cuscatlán San José Guayabal 1 1
40 Cabañas Ilobasco 1 1
41 San Vicente San Cayetano Istepeque 1 1
42 Usulután Concepción Batres 1 1
43 Usulután Ozatlán 1 1
44 Usulután Puerto El Triunfo 1 1
45 Usulután San Agustín 1 1
88
46 San Miguel Sesori 1 1
47 Morazán Corinto 1 1
48 Morazán Guatajiagua 1 1
49 La Unión Anamorós 1 1
50 La Unión El Carmen 1 1
51 La Unión Yayantique 1 1
Violencia sexual según edad, sexo y lugar específico del hecho

(PNC).
EDAD Rango de SEXO
No. VICTIMA edad VICTIMA LUGAR ESPECIFICO HECHO
1 15 15-19 MUJER PARQUE
1 25 25-29 MUJER CALLE/CALLEJON
1 15 15-19 MUJER CASA
1 10 10-14 MUJER
1 16 15-19 MUJER OTRO
1 14 10-14 MUJER DESCONOCIDO
1 13 10-14 MUJER PREDIO VALDIO
1 4 0-4 MUJER CASA
1 25 25-29 MUJER MERCADO
1 13 10-14 MUJER COLEGIO
1 13 10-14 HOMBRE CASA
1 15 15-19 MUJER ESCUELA
1 16 15-19 MUJER INSTITUTO NACIONAL
1 26 25-29 MUJER HOTEL
89
1 27 25-29 MUJER MOTEL
1 17 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 29 25-29 MUJER
1 44 40-44 MUJER
1 25 25-29 MUJER
1 15 15-19 MUJER
1 22 20-24 MUJER
1 22 20-24 MUJER RIO
1 14 10-14 HOMBRE PREDIO VALDIO
1 ND N/D MUJER
1 15 15-19 MUJER
1 13 10-14 MUJER
1 29 25-29 MUJER
90
1 14 10-14 MUJER QUEBRADA
1 ND N/D ND CASA
1 24 20-24 MUJER
1 7 5-9 HOMBRE CASA
1 8 5-9 HOMBRE CASA
1 12 10-14 HOMBRE MESON
1 24 20-24 MUJER PARADA DE BUSES
1 16 15-19 MUJER
1 2 0-4 MUJER CASA
1 2 0-4 MUJER
1 ND N/D ND CALLE/CALLEJON
1 19 15-19 MUJER
1 52 50-54 MUJER
1 4 0-4 MUJER CASA
1 21 20-24 MUJER CERVECERIA
91
1 27 25-29 MUJER CANCHA
1 9 5-9 MUJER CASA
1 16 15-19 HOMBRE OTRO
1 14 10-14 MUJER PARQUEO
1 10 10-14 HOMBRE CALLE/CALLEJON
1 7 5-9 HOMBRE CASA
1 15 15-19 MUJER SUPERMERCADO / TIENDA
1 ND N/D ND CASA
1 12 10-14 MUJER INTERIOR DE MICROBUS
92
1 17 15-19 MUJER
1 7 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER
1 8 5-9 MUJER
1 13 10-14 MUJER CAMPO
1 22 20-24 MUJER
1 6 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 14 10-14 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D ND CASA
93
1 8 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 9 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 48 45-49 MUJER
1 4 0-4 MUJER CASA
1 8 5-9 HOMBRE CASA
1 9 5-9 HOMBRE CAMPO
94
1 5 5-9 MUJER
1 6 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 18 15-19 MUJER
1 8 5-9 MUJER
1 5 5-9 MUJER MESON
1 ND N/D ND JUZGADO
1 7 5-9 MUJER CASA
1 17 15-19 MUJER
1 20 20-24 HOMBRE HOSPEDAJE
1 ND N/D HOMBRE CALLE/CALLEJON
1 20 20-24 MUJER CENTRO COMERCIAL
1 20 20-24 MUJER
95
1 14 10-14 MUJER
1 ND N/D MUJER ESCUELA
1 31 30-34 MUJER RESTAURANTE
1 8 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 15 15-19 MUJER
96
1 15 15-19 MUJER
1 11 10-14 MUJER IGLESIA
1 36 35-39 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 23 20-24 MUJER
1 19 15-19 MUJER INTERIOR VEHICULO
1 ND N/D ND CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 3 0-4 MUJER CASA
1 9 5-9 HOMBRE CASA
97
1 0 0-4 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 HOMBRE QUEBRADA
1 ND N/D ND CASA
1 34 30-34 MUJER
1 12 10-14 MUJER LAGUNA
1 9 5-9 HOMBRE DESCONOCIDO
1 19 15-19 MUJER PISCINAS
1 2 0-4 HOMBRE CASA
1 1 0-4 HOMBRE CASA
98
1 9 5-9 MUJER CASA
1 4 0-4 HOMBRE CASA
1 21 20-24 MUJER
1 64 60-64 MUJER
1 21 20-24 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 ND N/D ND OTRO
1 25 25-29 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 19 15-19 MUJER
1 65 65-69 HOMBRE FINCA
1 52 50-54 MUJER FINCA
1 41 40-44 MUJER HOSPITAL
1 24 20-24 MUJER
1 16 15-19 MUJER CARRETERA
1 8 5-9 HOMBRE
1 32 30-34 MUJER
1 19 15-19 MUJER INTERIOR DE AUTOBUS
1 15 15-19 MUJER CICLO VIA
1 ND N/D ND CASA
99
1 46 45-49 MUJER LIBRERIA
1 7 5-9 MUJER CASA
1 13 10-14 MUJER
1 7 5-9 MUJER CASA
1 13 10-14 HOMBRE INTERIOR DE AUTOBUS
1 24 20-24 MUJER
1 8 5-9 HOMBRE CASA
1 ND N/D ND CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 9 5-9 HOMBRE CASA
1 ND N/D MUJER CASA
100
1 4 0-4 MUJER CASA
1 30 30-34 MUJER
1 ND N/D MUJER CASA
1 12 10-14 MUJER
1 ND N/D ND CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 12 10-14 MUJER
101
1 3 0-4 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 22 20-24 MUJER CLINICA
1 14 10-14 MUJER
1 5 5-9 MUJER CASA
1 18 15-19 MUJER
1 ND N/D ND CASA
1 5 5-9 MUJER MOTEL
1 6 5-9 MUJER CASA
1 15 15-19 MUJER
1 ND N/D ND OTRO
1 0 0-4 MUJER CASA
1 46 45-49 MUJER ALCALDIA
1 ND N/D ND CASA
102
1 ND N/D ND DESCONOCIDO
1 35 35-39 MUJER
1 5 5-9 HOMBRE ESCUELA
1 ND N/D ND OTRO
1 8 5-9 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D ND
1 3 0-4 MUJER CASA
1 26 25-29 MUJER VIA PUBLICA
103
1 ND N/D ND CASA
1 2 0-4 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 11 10-14 HOMBRE COLEGIO
1 8 5-9 MUJER
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 28 25-29 MUJER
1 13 10-14 MUJER
1 9 5-9 MUJER CASA
1 11 10-14 HOMBRE
104
1 20 20-24 MUJER BIBLIOTECA
1 ND N/D ND COMEDOR
1 71 70+ MUJER CASA
1 30 30-34 MUJER MESON
1 21 20-24 MUJER
1 27 25-29 MUJER PREDIO VALDIO MUNICIPAL
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D HOMBRE CASA
1 37 35-39 MUJER TALLER AUTOMOTRIZ
1 13 10-14 MUJER
1 ND N/D ND CASA
1 9 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
105
1 5 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 18 15-19 HOMBRE HOTEL
1 7 5-9 MUJER CASA
1 2 0-4 MUJER CASA
1 26 25-29 HOMBRE INTERIOR DE MICROBUS
1 ND N/D ND CASA
106
1 19 15-19 MUJER UNIVERSIDAD
1 ND N/D ND
1 14 10-14 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 6 5-9 MUJER CASA
1 6 5-9 HOMBRE HOSPEDAJE
1 46 45-49 HOMBRE TIENDA
1 42 40-44 MUJER TIENDA
1 20 20-24 MUJER SUPERMERCADO
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 25 25-29 MUJER OTRO EDIFICIO
1 20 20-24 MUJER PLAYA
107
1 ND N/D ND HOTEL
1 24 20-24 MUJER BAR
1 8 5-9 MUJER CASA
1 13 10-14 MUJER HOSPEDAJE
1 15 15-19 MUJER APARTAMENTO
1 40 40-44 MUJER
1 5 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
108
1 7 5-9 MUJER CASA
1 81 70+ MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 25 25-29 MUJER SUPERMERCADO / TIENDA
109
1 17 15-19 MUJER
1 11 10-14 MUJER
1 18 15-19 MUJER
1 6 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D ND CASA
1 3 0-4 MUJER CASA
1 41 40-44 MUJER
110
1 11 10-14 MUJER
1 6 5-9 MUJER CASA
1 7 5-9 HOMBRE CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 7 5-9 HOMBRE OTRO
1 16 15-19 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 13 10-14 MUJER
111
1 ND N/D ND CASA
1 2 0-4 MUJER OTRO
1 7 5-9 MUJER CASA
1 75 70+ HOMBRE CALLE/CALLEJON
1 ND N/D ND CASA
1 ND N/D ND RESTAURANTE
1 41 40-44 HOMBRE RESTAURANTE
1 ND N/D MUJER PREDIO VALDIO
1 6 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
112
1 ND N/D MUJER CASA
1 34 30-34 MUJER SEGURIDAD PRIVADA
1 9 5-9 MUJER OTRO
1 0 0-4 MUJER CASA
1 3 0-4 HOMBRE OTRO
1 ND N/D MUJER OTRO
1 5 5-9 HOMBRE
113
1 4 0-4 HOMBRE CASA
1 ND N/D ND CASA
1 9 5-9 HOMBRE HOSPITAL
1 ND N/D MUJER
1 ND N/D HOMBRE OTRO
1 9 5-9 HOMBRE CANCHA
1 9 5-9 HOMBRE CASA
1 9 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 HOMBRE CASA
1 14 10-14 MUJER
1 3 0-4 HOMBRE CASA
1 ND N/D ND CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D ND CASA
114
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 17 15-19 MUJER
1 15 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 28 25-29 MUJER ESTADIO
1 16 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 20 20-24 MUJER
115
1 14 10-14 MUJER
1 6 5-9 MUJER
1 7 5-9 MUJER CASA
116
1 0 0-4 HOMBRE OTRO
1 1 0-4 MUJER CASA
117
1 17 15-19 MUJER MONTAÑA
1 16 15-19 MUJER
1 ND N/D MUJER
1 9 5-9 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER HOSPITAL
MINISTERIO DE
1 31 30-34 MUJER GOBERNACION
1 9 5-9 MUJER CASA
1 9 5-9 MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER
1 6 5-9 HOMBRE CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
118
1 12 10-14 MUJER
1 4 0-4 MUJER CASA
1 13 10-14 MUJER TALLER ELECTRONICA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 44 40-44 MUJER
1 ND N/D ND CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
119
1 4 0-4 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER OTRO
1 15 15-19 MUJER UNIDAD MILITAR
1 ND N/D ND CASA
1 7 5-9 MUJER OTRO
1 3 0-4 MUJER CASA
120
1 14 10-14 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 3 0-4 MUJER CASA
1 1 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D ND CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER
1 3 0-4 MUJER CASA
1 18 15-19 HOMBRE
1 16 15-19 HOMBRE
1 ND N/D MUJER CASA
1 24 20-24 MUJER
121
1 ND N/D ND OTRO
1 3 0-4 MUJER CASA
1 10 10-14 HOMBRE
1 43 40-44 MUJER
1 2 0-4 MUJER OTRO
1 ND N/D ND VIA PUBLICA
1 2 0-4 HOMBRE CASA
122
1 ND N/D MUJER OTRO
1 8 5-9 HOMBRE CASA
1 77 70+ MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
123
1 1 0-4 MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER OTRO
1 8 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
124
1 5 5-9 MUJER CASA
1 52 50-54 MUJER
1 7 5-9 MUJER OTRO
1 44 40-44 MUJER
125
1 21 20-24 MUJER
1 2 0-4 MUJER CASA
1 3 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D ND
1 6 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D ND OTRO
1 23 20-24 MUJER COMEDOR
126
1 ND N/D ND COLEGIO
1 9 5-9 MUJER CASA
1 39 35-39 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 6 5-9 MUJER OTRO
1 3 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D ND CASA
1 6 5-9 MUJER OTRO
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER OTRO
1 7 5-9 HOMBRE CASA
1 4 0-4 HOMBRE OTRO
1 2 0-4 MUJER OTRO
127
1 7 5-9 MUJER CASA
1 2 0-4 MUJER OTRO
1 ND N/D MUJER CALLE/CALLEJON
1 ND N/D ND CASA
1 6 5-9 HOMBRE CASA
1 7 5-9 HOMBRE CASA
128
1 ND N/D MUJER CASA
1 38 35-39 MUJER
1 9 5-9 HOMBRE CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 45 45-49 MUJER
1 6 5-9 MUJER CASA
1 15 15-19 MUJER LUDOTECA
129
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 7 5-9 MUJER CASA
1 6 5-9 HOMBRE CASA
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 28 25-29 MUJER UNIDAD POLICIAL
1 3 0-4 MUJER OTRO
1 7 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 20 20-24 MUJER
1 1 0-4 MUJER CASA
1 24 20-24 HOMBRE CARCEL
1 5 5-9 MUJER CASA
130
1 2 0-4 MUJER OTRO
1 7 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER
1 ND N/D ND CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
131
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER COLEGIO
132
1 8 5-9 MUJER OTRO
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER
1 18 15-19 MUJER
1 6 5-9 MUJER CASA
1 17 15-19 MUJER
1 ND N/D MUJER CASA
1 4 0-4 HOMBRE CASA
133
1 9 5-9 HOMBRE CASA
1 ND N/D HOMBRE CLINICA
1 ND N/D ND
1 17 15-19 MUJER
1 3 0-4 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 16 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
134
1 16 15-19 MUJER
1 ND N/D MUJER CASA
1 2 0-4 HOMBRE CASA
1 17 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 ND N/D MUJER CASA
1 16 15-19 MUJER
1 ND N/D MUJER CASA
1 13 10-14 MUJER
1 8 5-9 MUJER
1 19 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
135
1 9 5-9 MUJER CASA
1 7 5-9 HOMBRE CASA
1 10 10-14 MUJER
1 34 30-34 MUJER PENAL
1 ND N/D ND CASA
1 2 0-4 MUJER CASA
136
1 ND N/D ND JUZGADO
1 ND N/D ND CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 28 25-29 MUJER CENTRO DE ENSEÑANZA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 71 70+ MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER CASA
1 1 0-4 MUJER CASA
1 1 0-4 MUJER CASA
1 9 5-9 MUJER CASA
137
1 3 0-4 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 4 0-4 HOMBRE CASA
1 7 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 8 5-9 HOMBRE CASA
1 3 0-4 HOMBRE CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 3 0-4 HOMBRE CASA
1 ND N/D ND CASA
138
1 17 15-19 MUJER
1 ND N/D ND HOSPITAL
1 4 0-4 HOMBRE CASA
1 15 15-19 MUJER
1 ND N/D MUJER OTRO
1 ND N/D ND TEMINAL DE BUSES
1 ND N/D ND CICLO VIA
139
1 ND N/D ND CASA
1 58 55-59 MUJER FABRICA
1 0 0-4 MUJER
1 8 5-9 HOMBRE CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER
1 23 20-24 MUJER
1 1 0-4 MUJER CASA
1 9 5-9 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 9 5-9 HOMBRE CASA
140
1 ND N/D ND FABRICA
1 ND N/D ND OTRO
1 ND N/D ND CEMENTERIO
1 ND N/D ND APARTAMENTO
1 ND N/D ND PREDIO VALDIO MUNICIPAL
1 ND N/D MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D ND CASA
1 25 25-29 HOMBRE INTERIOR VEHICULO
1 ND N/D MUJER MERCADO
1 ND N/D ND CASA
1 20 20-24 MUJER
1 ND N/D MUJER DESCONOCIDO
1 ND N/D MUJER OTRO
1 ND N/D MUJER CONSULTORIO
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D ND CASA
141
1 ND N/D ND UNIDAD POLICIAL
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D ND UNIDAD POLICIAL
1 ND N/D ND
1 ND N/D MUJER OTRO
1 ND N/D ND OTRO
1 7 5-9 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER JUZGADO
1 ND N/D MUJER OTRO
1 ND N/D MUJER FARMACIA
1 25 25-29 MUJER CLUB NOCTURNO
1 26 25-29 MUJER CLUB NOCTURNO
1 ND N/D ND OTRO
1 6 5-9 HOMBRE CASA
1 9 5-9 MUJER CASA
142
1 17 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 9 5-9 MUJER CASA
143
1 15 15-19 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 13 10-14 HOMBRE
1 16 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
144
1 6 5-9 MUJER CASA
1 9 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 HOMBRE CASA
1 38 35-39 MUJER PENAL
1 5 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D ND
145
1 15 15-19 MUJER
1 15 15-19 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 15 15-19 MUJER
1 15 15-19 MUJER
1 15 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 ND N/D MUJER
1 14 10-14 MUJER
146
1 17 15-19 MUJER
1 10 10-14 MUJER
1 9 5-9 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 0 0-4 MUJER CASA
1 18 15-19 MUJER
1 3 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D ND CASA
147
1 16 15-19 MUJER
1 7 5-9 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 15 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 15 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 15 15-19 MUJER
148
1 16 15-19 MUJER
1 7 5-9 HOMBRE CARRETERA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 17 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 85 70+ MUJER OTRO
1 16 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 9 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 16 15-19 MUJER
149
1 4 0-4 HOMBRE CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 9 5-9 HOMBRE CASA
1 3 0-4 MUJER CASA
1 17 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 6 5-9 MUJER CASA
1 16 15-19 MUJER
150
1 4 0-4 MUJER CASA
1 16 15-19 MUJER
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 26 25-29 MUJER
151
1 45 45-49 MUJER
1 11 10-14 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 9 5-9 MUJER CASA
1 9 5-9 MUJER CASA
1 9 5-9 MUJER CASA
1 11 10-14 MUJER
1 ND N/D ND OTRO
152
1 ND N/D ND OTRO
1 3 0-4 HOMBRE CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 12 10-14 MUJER
1 6 5-9 HOMBRE CASA
1 18 15-19 MUJER
1 6 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D ND OTRO
153
1 3 0-4 MUJER CASA
1 53 50-54 HOMBRE
1 4 0-4 MUJER CASA
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 10 10-14 MUJER
1 5 5-9 MUJER CASA
1 18 15-19 MUJER FERRETERIA
154
1 6 5-9 HOMBRE CASA
1 7 5-9 MUJER CASA
1 3 0-4 MUJER OTRO
1 3 0-4 MUJER CASA
1 2 0-4 MUJER CASA
1 14 10-14 MUJER
1 37 35-39 MUJER
1 5 5-9 MUJER CASA
1 18 15-19 MUJER
1 46 45-49 MUJER
1 4 0-4 MUJER CASA
1 23 20-24 MUJER
1 9 5-9 MUJER CASA
155
1 90 70+ MUJER
1 ND N/D ND CASA
1 15 15-19 MUJER
1 ND N/D ND CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 14 10-14 MUJER
1 47 45-49 MUJER
156
1 29 25-29 MUJER CONSULTORIO
1 16 15-19 MUJER
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 44 40-44 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 32 30-34 MUJER
1 0 0-4 MUJER CASA
1 14 10-14 MUJER
1 15 15-19 MUJER
1 2 0-4 MUJER CASA
1 13 10-14 MUJER
157
1 30 30-34 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 2 0-4 HOMBRE
1 28 25-29 MUJER
1 ND N/D MUJER CARRETERA
1 37 35-39 MUJER PUPUSERIA
1 13 10-14 MUJER PUPUSERIA
1 14 10-14 MUJER
1 15 15-19 MUJER
1 25 25-29 MUJER
1 17 15-19 MUJER HACIENDA
1 27 25-29 MUJER
158
1 7 5-9 MUJER CASA
1 21 20-24 MUJER
1 27 25-29 MUJER
1 ND N/D ND CAMPO
1 15 15-19 MUJER
1 7 5-9 MUJER CASA
1 15 15-19 MUJER
1 18 15-19 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 ND N/D MUJER CASA
159
1 4 0-4 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER CASA
1 30 30-34 MUJER
1 6 5-9 MUJER
1 71 70+ MUJER CASA
1 3 0-4 MUJER MESON
1 0 0-4 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
160
1 3 0-4 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 17 15-19 HOMBRE
1 6 5-9 MUJER CASA
1 19 15-19 MUJER BAR
1 1 0-4 MUJER CASA
1 15 15-19 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER CASA
161
1 5 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 17 15-19 MUJER
1 37 35-39 MUJER
1 12 10-14 MUJER
1 28 25-29 MUJER
1 28 25-29 MUJER
1 29 25-29 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 32 30-34 MUJER TEMINAL DE BUSES
1 6 5-9 HOMBRE CASA
162
1 34 30-34 MUJER
1 3 0-4 MUJER CASA
1 14 10-14 MUJER
1 28 25-29 MUJER
163
1 1 0-4 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER OTRO
1 ND N/D ND
1 6 5-9 HOMBRE APARTAMENTO
1 ND N/D ND HOTEL
1 18 15-19 MUJER
1 12 10-14 MUJER
1 13 10-14 MUJER
1 8 5-9 HOMBRE CASA
164
1 16 15-19 HOMBRE INSTITUTO NACIONAL
1 27 25-29 MUJER
1 0 0-4 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 3 0-4 MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 ND N/D ND CASA
1 8 5-9 HOMBRE CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CLINICA
165
1 ND N/D ND CASA
1 3 0-4 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER
1 45 45-49 MUJER
1 3 0-4 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 2 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER OTRO
166
1 ND N/D ND CASA
1 ND N/D MUJER MERCADO
1 25 25-29 MUJER HACIENDA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 2 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
167
1 8 5-9 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER CASA
1 16 15-19 MUJER
1 7 5-9 MUJER CASA
168
1 7 5-9 MUJER CASA
1 9 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 1 0-4 HOMBRE
169
1 ND N/D MUJER
1 15 15-19 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 21 20-24 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 12 10-14 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 15 15-19 MUJER
1 76 70+ MUJER CALLE/CALLEJON
1 41 40-44 MUJER SEGURIDAD PRIVADA
1 0 0-4 MUJER OTRO
1 9 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 2 0-4 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 9 5-9 MUJER CASA
170
1 9 5-9 HOMBRE CASA
1 ND N/D MUJER PLAYA
1 ND N/D MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 7 5-9 HOMBRE CASA
1 2 0-4 MUJER CASA
171
1 4 0-4 HOMBRE CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 2 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER APARTAMENTO
1 5 5-9 MUJER CASA
1 36 35-39 MUJER PANADERIA
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 11 10-14 HOMBRE
1 4 0-4 MUJER CASA
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 3 0-4 MUJER CASA
1 14 10-14 MUJER
172
1 15 15-19 MUJER
1 ND N/D ND ESCUELA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER OTRO
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER OTRO
1 7 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
173
1 4 0-4 HOMBRE
1 ND N/D MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 31 30-34 MUJER CARCEL
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D HOMBRE CAMPO
1 ND N/D MUJER CAMPO
1 14 10-14 HOMBRE
1 19 15-19 MUJER AEROPUERTO
1 14 10-14 MUJER
1 7 5-9 HOMBRE CASA
174
1 17 15-19 MUJER
1 4 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D ND CENTRO DE ENSEÑANZA
1 1 0-4 MUJER CASA
1 2 0-4 MUJER CASA
1 17 15-19 MUJER
175
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D ND CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 1 0-4 HOMBRE CASA
176
1 ND N/D ND ESCUELA
1 14 10-14 MUJER
1 3 0-4 MUJER CASA
1 9 5-9 MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER
1 9 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D ND CASA
1 15 15-19 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER OTRO
1 5 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D ND CASA
1 5 5-9 MUJER OTRO
1 16 15-19 MUJER
177
1 ND N/D MUJER OTRO
1 5 5-9 MUJER OTRO
1 6 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 3 0-4 MUJER
1 ND N/D ND OTRO
178
1 5 5-9 MUJER CASA
1 14 10-14 MUJER
1 7 5-9 MUJER CASA
1 10 10-14 MUJER
1 5 5-9 MUJER
1 43 40-44 MUJER KIOSCOS DE CELULARES
1 41 40-44 MUJER
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
179
1 17 15-19 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 4 0-4 MUJER CASA
1 39 35-39 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 6 5-9 MUJER
1 9 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 2 0-4 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D ND CASA
1 17 15-19 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 15 15-19 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 14 10-14 MUJER
180
1 18 15-19 MUJER
1 ND N/D MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D ND CARCEL
1 ND N/D ND CARCEL
1 25 25-29 HOMBRE PENAL
1 0 0-4 MUJER
1 49 45-49 MUJER
1 0 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER ALCALDIA
1 8 5-9 MUJER OTRO
181
1 8 5-9 MUJER CASA
1 2 0-4 HOMBRE CASA
1 8 5-9 HOMBRE JUZGADO
1 1 0-4 MUJER OTRO
1 ND N/D MUJER CASA
1 3 0-4 MUJER CASA
1 9 5-9 HOMBRE CASA
1 2 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 30 30-34 MUJER
1 73 70+ MUJER CASA
182
1 0 0-4 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 3 0-4 MUJER CASA
1 2 0-4 HOMBRE CASA
1 9 5-9 HOMBRE CASA
1 39 35-39 HOMBRE CLINICA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 18 15-19 MUJER
1 ND N/D MUJER OTRO
183
1 ND N/D MUJER OTRO
1 2 0-4 MUJER OTRO
1 ND N/D MUJER OTRO
1 64 60-64 HOMBRE OTRO EDIFICIO
1 19 15-19 MUJER
1 8 5-9 HOMBRE OFICINA FISCAL
1 15 15-19 HOMBRE OFICINA FISCAL
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 4 0-4 HOMBRE
1 17 15-19 MUJER
1 ND N/D MUJER
1 14 10-14 MUJER
184
1 17 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 5 5-9 HOMBRE
1 16 15-19 HOMBRE CARRETERA
1 7 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 18 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 15 15-19 MUJER
185
1 6 5-9 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 17 15-19 MUJER
186
1 ND N/D MUJER CASA
1 16 15-19 MUJER
1 15 15-19 MUJER
1 4 0-4 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 30 30-34 MUJER
187
1 3 0-4 MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 15 15-19 MUJER
1 18 15-19 MUJER FERRETERIA
1 ND N/D MUJER TIENDA
1 3 0-4 HOMBRE CASA
1 ND N/D ND CASA
1 16 15-19 MUJER
1 9 5-9 HOMBRE CASA
188
1 12 10-14 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 21 20-24 HOMBRE CARCEL
1 6 5-9 MUJER CASA
1 28 25-29 MUJER
189
1 6 5-9 MUJER CASA
1 32 30-34 MUJER
1 9 5-9 MUJER CAMPO
1 16 15-19 MUJER
1 6 5-9 HOMBRE CASA
190
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D ND CASA
1 16 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER MESON
1 4 0-4 MUJER CASA
1 0 0-4 MUJER CASA
191
1 1 0-4 MUJER CASA
1 14 10-14 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER OTRO
1 39 35-39 MUJER CASA COMUNAL
1 ND N/D MUJER CONSULTORIO
1 7 5-9 MUJER
1 13 10-14 MUJER
1 25 25-29 MUJER
1 ND N/D ND APARTAMENTO
1 16 15-19 MUJER
1 6 5-9 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 5 5-9 HOMBRE CASA
192
1 10 10-14 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 18 15-19 MUJER
1 35 35-39 MUJER
1 ND N/D MUJER INTERIOR VEHICULO
1 9 5-9 MUJER CASA
193
1 3 0-4 HOMBRE CASA
1 13 10-14 MUJER
1 10 10-14 MUJER
1 22 20-24 MUJER
1 22 20-24 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER
1 6 5-9 MUJER CASA
1 35 35-39 MUJER RESGUARDO DE MENORES
1 4 0-4 MUJER CASA
194
1 4 0-4 HOMBRE CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 14 10-14 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 0 0-4 MUJER CASA
195
1 7 5-9 MUJER CASA
1 9 5-9 HOMBRE CASA
1 8 5-9 MUJER OFICINA FISCAL
1 ND N/D MUJER CASA
1 37 35-39 MUJER BANCO
1 4 0-4 MUJER OTRO
1 6 5-9 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER OTRO
1 5 5-9 MUJER CASA
MINISTERIO DE
1 16 15-19 MUJER
196
1 17 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 7 5-9 MUJER CASA
1 13 10-14 MUJER
1 24 20-24 MUJER
1 7 5-9 MUJER PLAYA
1 3 0-4 MUJER CASA
1 15 15-19 MUJER
197
1 29 25-29 HOMBRE SUPERMERCADO
1 24 20-24 MUJER
1 14 10-14 MUJER
1 5 5-9 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER OTRO
1 17 15-19 MUJER
198
1 33 30-34 HOMBRE PENAL
1 12 10-14 MUJER
1 16 15-19 MUJER
1 ND N/D MUJER
1 12 10-14 MUJER
1 ND N/D MUJER OTRO EDIFICIO
1 15 15-19 MUJER
1 3 0-4 HOMBRE CASA
1 14 10-14 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 49 45-49 MUJER
1 12 10-14 MUJER
1 ND N/D MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 18 15-19 MUJER
1 7 5-9 MUJER
1 ND N/D MUJER CASA
199
1 6 5-9 HOMBRE INTERIOR DE AUTOBUS
1 9 5-9 MUJER CASA
1 17 15-19 MUJER
1 5 5-9 MUJER CASA
1 52 50-54 MUJER PARQUEO
1 2 0-4 MUJER CASA
1 32 30-34 MUJER
1 27 25-29 MUJER
1 9 5-9 MUJER CASA
1 11 10-14 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 13 10-14 MUJER
200
1 ND N/D MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER OTRO
1 9 5-9 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 6 5-9 HOMBRE CASA
1 15 15-19 MUJER
1 16 15-19 MUJER
201
1 13 10-14 MUJER
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 7 5-9 HOMBRE CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 15 15-19 MUJER
202
1 74 70+ MUJER QUEBRADA
1 34 30-34 MUJER
1 7 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 14 10-14 MUJER
1 9 5-9 MUJER HOTEL
1 9 5-9 MUJER CASA
203
1 9 5-9 MUJER
1 5 5-9 MUJER CASA
1 15 15-19 MUJER
1 8 5-9 HOMBRE CASA
1 ND N/D ND CASA
1 6 5-9 HOMBRE CASA
1 3 0-4 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 27 25-29 MUJER
204
1 46 45-49 MUJER
1 8 5-9 HOMBRE CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 13 10-14 MUJER
1 11 10-14 MUJER
1 4 0-4 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER OTRO
1 8 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
1 21 20-24 MUJER
1 6 5-9 MUJER CASA
1 7 5-9 MUJER CASA
205
1 17 15-19 MUJER TEMINAL DE BUSES
1 3 0-4 MUJER CASA
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 ND N/D HOMBRE PREDIO VALDIO
1 33 30-34 HOMBRE
1 14 10-14 MUJER
1 ND N/D MUJER INSTITUTO NACIONAL
206
1 ND N/D MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 48 45-49 MUJER
1 9 5-9 MUJER CASA
1 14 10-14 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
207
1 6 5-9 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 3 0-4 MUJER CASA
1 21 20-24 MUJER
1 2 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER OTRO
1 6 5-9 MUJER CASA
1 3 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER OTRO
1 31 30-34 MUJER FABRICA
208
1 7 5-9 MUJER CASA
1 14 10-14 MUJER
1 5 5-9 MUJER CASA
1 11 10-14 HOMBRE
1 25 25-29 MUJER
1 8 5-9 HOMBRE CASA
1 6 5-9 HOMBRE CASA
1 4 0-4 HOMBRE CASA
MINISTERIO DE
209
1 41 40-44 MUJER
1 8 5-9 HOMBRE CASA
1 ND N/D MUJER JUZGADO
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 14 10-14 MUJER
210
1 9 5-9 HOMBRE CASA
1 5 5-9 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 4 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 23 20-24 MUJER
1 ND N/D MUJER IGLESIA
211
1 19 15-19 MUJER
1 12 10-14 MUJER
1 4 0-4 HOMBRE
1 18 15-19 MUJER
1 ND N/D MUJER
1 ND N/D MUJER
1 13 10-14 MUJER
1 11 10-14 HOMBRE
1 9 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER OTRO
1 ND N/D MUJER OTRO
1 ND N/D MUJER OTRO
1 5 5-9 HOMBRE CASA
1 10 10-14 MUJER
1 2 0-4 MUJER MESON
1 20 20-24 HOMBRE JUZGADO
212
1 6 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER
1 15 15-19 MUJER
1 35 35-39 MUJER
1 28 25-29 MUJER
213
1 4 0-4 MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 9 5-9 HOMBRE CASA
1 7 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 21 20-24 MUJER
1 5 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER
214
1 6 5-9 MUJER
1 36 35-39 MUJER
1 26 25-29 MUJER
1 4 0-4 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
215
1 7 5-9 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
1 2 0-4 HOMBRE CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 14 10-14 MUJER
1 5 5-9 MUJER CASA
1 4 0-4 MUJER CASA
216
1 5 5-9 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER UNIDAD POLICIAL
1 10 10-14 MUJER
1 33 30-34 MUJER
1 ND N/D ND CASA
1 6 5-9 MUJER CASA
1 5 5-9 MUJER CASA
217
1 8 5-9 HOMBRE CASA
1 9 5-9 HOMBRE CASA
1 17 15-19 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 ND N/D MUJER
1 8 5-9 MUJER OTRO
1 9 5-9 MUJER CASA
1 20 20-24 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 1 0-4 HOMBRE CASA
1 9 5-9 MUJER CASA
1 6 5-9 HOMBRE CASA
1 18 15-19 MUJER
1 3 0-4 HOMBRE CASA
218
1 8 5-9 MUJER CASA
1 8 5-9 MUJER
1 6 5-9 MUJER CASA
1 16 15-19 MUJER
1 4 0-4 HOMBRE CASA
1 9 5-9 HOMBRE CASA
1 9 5-9 HOMBRE CASA
219
1 ND N/D MUJER OTRO
1 7 5-9 MUJER
1 17 15-19 MUJER
1 4 0-4 MUJER CASA
1 ND N/D MUJER CASA
1 3 0-4 MUJER CASA
1 53 50-54 MUJER
1 2 0-4 HOMBRE CASA
220
1 12 10-14 MUJER
1 21 20-24 MUJER
1 8 5-9 MUJER CASA
1 6 5-9 HOMBRE CASA
1 6 5-9 HOMBRE CASA
1 ND N/D MUJER CARRETERA
1 36 35-39 MUJER
221
1 5 5-9 MUJER CASA
1 28 25-29 MUJER
1 42 40-44 MUJER
1 3 0-4 MUJER CASA
1 6 5-9 HOMBRE CASA
Violencia sexual según rango de edad, sexo y delito específico

(FGR).
Rango de Edad Sexo Delito
13 - 17 Años Hombre Violación (158 CP)
Edad No Hombre
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Hombre
Violación (158 CP)
Registrada
222
Edad No Hombre
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Hombre
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Hombre
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Hombre
Violación (158 CP)
Registrada
18 - 30 Años Mujer Violación (158 CP)
223
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
224
Mayores a 90 Mujer
Violación (158 CP)
Años
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
225
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
226
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
227
228
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
229
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
230
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
231
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
232
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
233
234
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
235
236
237
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
238
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
239
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Violación (158 CP)
Registrada
240
Edad No No
Violación (158 CP)
Registrada Registrado
Edad No No
Violación (158 CP)
Edad No No
Violación (158 CP)
Edad No No
Violación (158 CP)
Edad No No
Violación (158 CP)
Edad No No
Violación (158 CP)
Edad No No
Violación (158 CP)
Edad No No
Violación (158 CP)
Edad No No
Violación (158 CP)
Edad No No
Violación (158 CP)
Edad No No
Violación (158 CP)
Edad No No
Violación (158 CP)
13 - 17 Años Hombre Violación en Menor o Incapaz (159 CP)
241
242
13 - 17 Años Mujer Violación en Menor o Incapaz (159 CP)
243
244
245
246
247
248
249
250
251
252
253
Edad No
Violación en Menor o Incapaz (159 CP)
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
254
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
255
Edad No
Registrada Mujer
256
257
258
Edad No
Registrada Mujer
Edad No Mujer Violación en Menor o Incapaz (159 CP)
259
Registrada
260
261
262
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
263
264
Edad No
Registrada Mujer
265
266
267
Edad No No
Edad No No
13 - 17 Años Hombre Otras Agresiones Sexuales (160 CP)
Edad No
Otras Agresiones Sexuales (160 CP)
Registrada Hombre
Edad No
Registrada Hombre
Edad No
Registrada Hombre
268
18 - 30 Años Mujer Otras Agresiones Sexuales (160 CP)
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
269
270
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
271
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
272
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
273
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
274
Edad No
Registrada Mujer
275
Edad No
Registrada Mujer
276
Edad No No
Edad No No
Edad No No
Edad No No
Edad No No
Edad No No
Edad No No
Edad No No
Edad No No
277
Edad No No
Edad No No
13 - 17 Años Hombre Agresión Sexual en Menor e Incapaz (161 CP)
Edad No
Agresión Sexual en Menor e Incapaz (161 CP)
Registrada Hombre
278
Edad No
Registrada Hombre
279
Edad No
Registrada Hombre
Edad No
Registrada Hombre
Edad No
Registrada Hombre
Edad No
Registrada Hombre
280
281
13 - 17 Años Mujer Agresión Sexual en Menor e Incapaz (161 CP)
282
283
284
285
286
287
288
Edad No
Registrada Mujer
289
Edad No
Registrada Mujer
290
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
291
292
Edad No
Registrada Mujer
293
Edad No
Registrada Mujer
294
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
295
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
296
Edad No No
Edad No No
0 - 12 Años Hombre Violación y Agresión Sexual Agravada (162 CP)
13 - 17 Años Mujer Violación y Agresión Sexual Agravada (162 CP)
Edad No
Violación y Agresión Sexual Agravada (162 CP)
Registrada Mujer
297
13 - 17 Años Hombre Estupro (163 CP)
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Hombre
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Hombre
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Hombre
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Hombre
13 - 17 Años Mujer Estupro (163 CP)
298
299
300
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
301
302
303
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
304
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
305
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
306
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
307
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
308
309
310
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
311
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
312
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
313
314
315
316
317
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
318
319
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
320
321
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
322
323
324
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
325
Edad No
Estupro (163 CP)
Registrada Mujer
326
327
328
Edad No No
Estupro (163 CP)
Edad No No Estupro (163 CP)
329
13 - 17 Años No
Estupro (163 CP)
Registrado
13 - 17 Años Mujer Estupro por Prevalimiento (164 CP)
Edad No Mujer
Estupro por Prevalimiento (164 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Estupro por Prevalimiento (164 CP)
Registrada
31 - 40 Años Hombre Acoso Sexual (165 CP)
330
Edad No Hombre
Acoso Sexual (165 CP)
Registrada
Edad No Hombre
Registrada
Edad No Hombre
Registrada
Edad No Hombre
Registrada
Edad No Hombre
Registrada
331
13 - 17 Años Mujer Acoso Sexual (165 CP)
332
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
333
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
334
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
335
336
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
337
Edad No Mujer
Registrada
338
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
339
340
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
341
Edad No Mujer
Registrada
342
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
343
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
344
Edad No Mujer
Registrada
345
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
346
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
347
Edad No Mujer
Registrada
348
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
349
Edad No Mujer
Registrada
350
Edad No Mujer
Registrada
351
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
352
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
353
Edad No Mujer
Registrada
354
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
355
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
356
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
357
Edad No No
Edad No No
Edad No No
Edad No No
Edad No No
Edad No No
13 - 17 Años No
Registrado
Edad No No
Edad No No
Edad No No
31 - 40 Años No
Registrado
18 - 30 Años Mujer Acto Sexual Diverso (166 CP)
13 - 17 Años Hombre Corrupción de Menores e Incapaces (167 CP)
0 - 12 Años Hombre Corrupción de Menores e Incapaces (167 CP)
0 - 12 Años Mujer Corrupción de Menores e Incapaces (167 CP)
Edad No Mujer
Corrupción de Menores e Incapaces (167 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
358
Edad No Mujer
Registrada
0 - 12 Años Hombre Corrupción Agravada (168 CP)
13 - 17 Años Mujer Corrupción Agravada (168 CP)
Edad No Hombre Inducción, Promoción y Favorecimiento de Actos Sexuales
Registrada o Eróticos (169 CP)
0 - 12 Años Mujer Inducción, Promoción y Favorecimiento de Actos Sexuales
o Eróticos (169 CP)
Edad No Mujer Inducción, Promoción y Favorecimiento de Actos Sexuales
Registrada o Eróticos (169 CP)
359
13 - 17 Años Mujer Determinación a la Prostitución (170 CP)
Edad No Mujer
Determinación a la Prostitución (170 CP)
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No Mujer
Registrada
Edad No No
13 - 17 Años Hombre Exhibiciones Obscenas (171 CP)
360
Edad No
Exhibiciones Obscenas (171 CP)
Registrada Hombre
Edad No
Registrada Hombre
0 - 12 Años Mujer Exhibiciones Obscenas (171 CP)
Edad No
Registrada Mujer
361
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
362
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No
Registrada Mujer
Edad No No
Edad No No
Edad No No
Edad No No
363
Edad No No
Edad No No
Edad No No
Edad No No
13 - 17 Años Hombre Pornografía (172 CP)
0 - 12 Años Mujer Pornografía (172 CP)
Edad No No
Pornografía (172 CP)
Edad No No
Edad No No
Edad No No
Edad No No
13 - 17 Años Utilización de Personas Menores de Dieciocho Años e
Incapaces o Deficiente Mentales en Pornografía (173 CP
Mujer Modificado)
0 - 12 Años Utilización de Menores con Fines Pornográficos y
Mujer Exhibicionistas (173 CP)
0 - 12 Años Utilización de Menores con Fines Pornográficos y
Mujer Exhibicionistas (173 CP)
13 - 17 Años Hombre Remuneración por Actos Sexuales o Eróticos (169-A CP)
Edad No
Remuneración por Actos Sexuales o Eróticos (169-A CP)
Registrada Hombre
0 - 12 Años Mujer Remuneración por Actos Sexuales o Eróticos (169-A CP)
364
18 - 30 Años Mujer Oferta y Demanda de Prostitución Ajena (170-A CP)
13 - 17 Años Mujer Posesión de Pornografía (173-A CP)
Edad No No
Posesión de Pornografía (173-A CP)
365
366

Oudh. Informe Anual 2019

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2

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Fuente: elaboración propia con datos de la PNC.

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Este índice se calcula como el cociente entre el número de personas particulares

Fuente: elaboración propia con datos de la PNC.

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Municipio Cantidad de Índice de

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Porcentaje de personas particulares fallecidas en enfrentamientos

Fuente: elaboración propia con datos de la PNC.

De la misma manera, es interesante evaluar el comportamiento de este indicador a

Además, es importante señalar que en muchos de estos municipios el porcentaje no

Departamento Municipio Homicidios Muertes en % muertes en

Chalatenango San Ignacio 1 1 100

Morazán Sensembra 1 1 100

San Vicente Apastepeque 7 4 57.14

Sonsonate Santa Catarina Masahuat 2 1 50

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