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CLA°DE°MA EL RACISMO:

UNA 1NTRoDUoo1oN
MARIO BUNGE Filosofia politica
Hecho, ficcién y vision

Rosl BRAIDOTTI Transposiciones


Sobre la ética némada

ROSI BRAIDOTTI Feminismo, dQ°erencia sexual


y subjetividad mimada

MICHEL ONFRAY La inocencia del devenir


Michel Wieviorka
Sobre la vida de Friedrich Nietzs-
che

MICHEL ONFRAY La comunidadfiloséfica Traduccién de Antonia Garcia Castro


Manifiesto por una Universidad
popular

GIACOMO MARRAMAo Minima temporalia


Tiempo, espacio, experiencia

GIACOMO MARRAMAO Kairés


Apologia del tiempo oportuno

ALESSANDRO FERRARA La fuerza del ejemplo


Exploraciones del paradigma del
juicio

ERNST TUGENDHAT Un judio en Alemania


Conferencias y tomas de posicion
(1978-1991)

ERNST TUGENDHAT Antropologliz en vez de


metafsica
MARC AUGE El oficio del antropélogo

gedisa editorial
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Eire; ,r<_>T&1C. A if N §~m;_
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Esta obra se beneficio del P.A.P. GARCiA LORCA. Programa
de Publicacién del Servicio Cultural de la Embajada de Francia
en Espana y del Ministerio francés de Asuntos Exteriores.

Titulo del original francés: Le mcisme, une introduction

© Editions La Découverte 86 Syros, Paris, 1998

Traduccionz Antonia Garcia Castro

Ilustracion de cubierta: Departamento de diseno Editorial Gedisa


Doy las gracias a Bernard Francq, que, de alguna manera,
Primera ediciénz abril de 2009, Barcelona esta en el origen de este libro; ajacqueline Longérinas, sin
la cual no hubiera podido ser culminado; a _locelyne Oha-
Derechos reservados para todas las ediciones en castellano na, que me ayudo a clesarrollar algunos aspectos y a com-
pletar la documentacién, y a Christine Blanchard, por su
© Editorial Gedisa, SA ,

Avenida del Tibidabo, 12, 3.° atenta lectura.


08022 Barcelona (Espana)
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ISBN: 978-84-9784-277-s QQ
Depésito legal: B. 13190-2009 ~ -~ ___H_mW_ ,

Impreso por Romanya/Valls


Verdaguer 1 - 08786 Capellades (Barcelona)

Impreso en Espana
Printed in Spain

Quecla prohihida la reproduccién parcial o total por cualquier


medio de impresion, en forma idéntica, extractada o modificada
de esta version castellana de la obra.
I
Indice

INTRODUCCIGN. . .

PRIMERA PARTE: HERRAMIENTAS PARA EL ANALISIS

1. Del racismo cientifico al nuevo racismo ....


El racismo cientifico ...................
El nacimiento del racismo cientifico. _ .

La convergencia de los saberes ...........


Las implicaciones del racisrno cientifico. . .

La decadencia del racismo cientifico ......


El nazismo....................
;f”=1 ,,,,,,_,,(,,,m__,,,*_ _
Raza y racismo .........
'.xf<»f
,»`T?,"_.;\“>n".‘~ Las relaciones de razas ....
/- ,I _4 ..

El racismo institucional .....


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41,21 4'

5Un racismo sin actores? ........


Fuerza y debilidad del concepto
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de racismo institucional ........
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El racismo cultural ..... 42
_
SEGUNDA PARTEZ LA ACTUALIDAD DEL RACISMO
El <<nuevo racismo» _ _ _ _ 42
Debates renovados ......... _ 45 Introduccién ..---
gDos racismos o dos l6gicas?. _ _ _ 47

2. El espacio del racismo ..... .... 5. La produccién contemporanea del racismo


51
en las sociedades europeas ......_....___
_ _ _

El racismo universalista .__.__._......_.._.


_ _

53
El fin de la sociedad industrial ._.....__.....
El racismo de la caida y de la exclusion social 55
_

Los trabaj adores inmigrantes ante el racismo


La identidad contra la modernidad ......._.. 57
El racismo de las identidades en conflicto .._. La nueva figura del inmigrante ._.._......
59
Exclusion y segregacion ...._.
El espacio teérico del racismo _..........
. -

Racismo y antisemitismo .._.._........_


_ 62
65
El individualismo ........ - -

La crisis de las instituciones ..___....._.. _ .

3. La diversidad de las expresiones concretas La escuela ......._.__.___...._...._..._


del racismo ......._.._........_.._.._.... 69
La solidaridad, el orden y los servicios
El prejuicio ........__._..... publicos ....._......_.__..__....._....
_ 72
Las fuentes del prejuicio ._.. Condiciones favorables al racismo _ _ _ _ _

_ 72
El rumor de Orleans ...... 76
El brote de las identidades culturales ..._ _ _

El nacionalisrno _..._...__......
_

Paso al acto ........ _ 77


_ _

La segregacién ...__ Las identidades culturales ..._ - -

79
Las redes diasporicas .._.._....__.......
_

La discriminacién .... 83
Retorno al antisemitismo .____..........
_

4. La violencia racista _.._.... 87 _


La desestructuracién de las sociedades nacionales
Violencia racista y politica .... 89 _
De un pais al otro ..___.._..___._....__.._.
La violencia infrapolitica ..... 90 _

La violencia politica ._.__._....._..._.__ 92 6. La influencia de los medios de comunicacién


Los origenes sociales de la violencia racista. 94 _ _
El pluralismo de los medios de comunicacion
Los origenes identitarios de la violencia racista 99 Una influencia heterogénea _.....___._..
La totalizacién por la violencia ......_......
103 Antes y después ..._...__._..._._..__._
Los medios de comunicaciénz évectores
Conclusion de la primera parte: cuatro niveles . _ 105 delracismo?___._... .... ._._ __.. _
Las representaciones racistas de la alteridad
El tratamiento de la diferencia por los medios
decomun1cac16n...__. .....
Contra el racismo. _ _ _

7. Las dificultades del antirracismo _ _ _

Debates y controversias _.....__._


Los debates estadounidenses ......_ _

La critica francesa del antirracismo _ _ _ _

Los niveles de la accién antirracista


La accion militante de base .....
. _
Introduccién
Las politicas antirracistas . _ _

gPoliticas especificas? _.....__.....


La dinamica propia del racismo _ . _
En tanto introduccién al analisis del racismo, este libro
Racismo e inmigracién ........_ _
constituye en si mismo una definicion de dicho fené-
meno_ Pero puede ser util, aunque sea provisionalmen-
Conclusion _.._ _
te, arriesgarse a dar una primera definicion: el racismo
consiste en caracterizar un conjunto humano mediante
Bibliografia .... _
atributos naturales, asociados a su vez a caracteristicas
intelectuales y morales aplicables a cada individuo rela-
cionado con este conjunto y, a partir de ahi, adoptar al-
gunas précticas de inferiorizacién y exclusion.
Las ciencias sociales nunca estan en posicién de exte-
rioridad o neutralidad en relacién con los objetos que
estudian, y los investigadores, los profesores y los estu-
diantes que pretenden producir, difundir y apropiarse
de conocimientos relativos al racismo tampoco se pre-
sentan como indiferentes. A menudo consideran que al
interesarse por el fenémeno contribuyen a combatirlo.
De manera simétrica, los actores cuyo compromiso se

13
vincula con la lucha contra el racismo son cada vez mas La primera parte del libro formula estas preguntas y
conscientes de que los nobles sentimientos no bastan, y los debates que generan, a partir de la presentacion de
que siempre pueden resultar contraproducentes: es pro- herramientas de analisis que se han desarrollado desta-
bable que vayan aceptando mejor la idea de que el co- cadamente a un lado y al otro del Atlantico desde el fi-
nocimiento aumenta la capacidad de accion. nal de los anos sesenta: conceptos nuevos de racismo
Asi como hay que distinguir el analisis y la accion, institucional, de racismo cultural, de <<diferencialismo>>,
también es necesario rechazar dos tentaciones opuestas, de racismo simbolico, etcétera; distinciones entre for-
la que consiste en disociar totalmente los registros y la mas elementares (violencia, discriminacion, segrega-
que los confunde y fusiona. El problema es mas bien ar- cion, etcetera) y niveles (politicos o no); debates relativos
ricularlos y pensar su coherencia, reconociendo a cada a las légicas contradictorias del racismo, tensionadas
uno cierta autonomia. Por lo mismo, este libro no co- por un principio de inferiorizacién que otorga un lugar
mienza con un discurso comprometido, aunque si con- al grupo <<racizado» en la sociedad considerada, y un
cluye con un capftulo que se esfuerza por establecer una principio de diferenciacion que pretende marginarlo, o
correspondencia entre el anélisis del racismo y la accion incluso destruirlo.
antirracista, considerando a la vez esta ultima como un La segunda preocupacion que motiva este libro se
compromiso que también exige reflexién. vincula con la sorprendente constatacion de un retorno
Dos grandes preocupaciones han inspirado este li- del racismo, incluso en sociedades de las que se podia
bro. La primera plantea la cuestion de la unidad del esperar que se estuvieran deshaciendo de él de una vez
fenémeno. El racismo se ha transformado considerable- por todas. Hasta los anos sesenta, en efecto, un claro
mente en el tiempo, y la distancia entre sus expresiones optimismo se apoyaba en la idea de que la modernidad,
clasicas, que apelan a la ciencia, y sus formas contem- identificada con el progreso economico y politico (la
poraneas, que recurren cada vez mas a la idea de <<dife- modernizacion y la democracia) y la marcha triunfal de
rencia» y de incompatibilidad de las culturas, es muy la razon, debia hacer retroceder progresivamente al mal.
grande. gEXiste una unidad histérica del fenomeno, o El individualismo moderno significaba también que las
estamos mas bien en presencia de una historia domina- personas serian cada vez mas juzgadas o percibidas a
da por las rupturas, la mas decisiva sin duda la que se partir de lo que hacen, segun su accion y su voluntad, y
produjo a partir de la experiencia nazi? Y a pesar de la cada vez menos segun su ser, segun cualquier tipo de
diversidad de las expresiones del racismo, aes posible esencia mas o menos naturalizada. Esto avanzaba en el
apoyarse en un tipo de enfoque integral, unico, para dar sentido de la hipétesis de una desaparicion, con plazo
cuenta del fenémeno? determinado, del racismo. Ademas, los horrores del na-

14 15

4
zismo habian deslegitimado cualquier idea de politica
sis de los cambios mas actuales y provoca intensos de-
de la raza y definitivamente se podfa pensar que la des-
bates, que cuestionan no solo los analisis del racismo en
colonizacion debia provocar la decadencia del racis- si mismo, sino también, mas profundamente, las con-
mo colonial.
cepciones politicas y filosoficas de la vida colectiva.
Hubo que romper con las ingenuidades de un evolu- Las ciencias sociales comenzaron a interesarse de
cionismo demasiado optimista, aunque el retorno del
manera sistematica por el racismo a partir de los aios
racismo no va en un solo sentido, y aunque hayamos
veinte, con la cuestion negra en Estados Unidos y la
asistido, por ejemplo en 1993, a la derrota del apartheid,
progresion del antisemitismo en la Alemania nazi. La
creado en Sudafrica a finales de los anos cuarenta. El ra-
investigacién tuvo luego altos y bajos, pero, como in-
cismo pertenece al presente de la humanidad, y no so-
dican dos sociologos britanicos, ]ohn Solomos y Les
lamente al pasado.
Back, hasta los anos setenta, constituyo un espacio alta-
La segunda parte se dedica, precisamente, a la actua-
mente especializado en disciplinas como la historia, la
lidad del racismo en las sociedades occidentales, espe-
sociologia y las ciencias politicas. Luego tuvo lugar una
cial, pero no solamente, en Europa. Esta presencia esta
<<explosi6n sin precedentes» del interés universitario
ligada a una mutacion en la que se deshacen antiguos
por este objeto y, desde entonces, <<ya no hay practica-
vinculos sociales y se esbozan otros nuevos. Fin de la
mente ninguna rama de las ciencias sociales y de las
era industrial y declive del movimiento obrero, crisis de
humanidades que no haya conocido un resurgimiento
las instituciones y de los sistemas politicos, fragmentacion
del interés por el estudio de los diversos aspectos del ra-
cultural: son cambios que aportan condiciones favora-
cismo>> (Solomos y Back, 1996, p. xii). En Francia, lain-
bles, cuyo analisis informa de la actualidad del fenome-
vestigacion ha sido a menudo vigorosa, y del mas alto
no. En este renovado paisaje, gtienen responsabilidad
nivel en los anos cincuenta y sesenta, con autores tan im-
los medios de comunicacién? Y de ser asf, gcual? La
portantes como el historiador Léon Poliakov (1955; 1961;
cuestién merece ser examinada y discutida, porque, si
1968; 1977) y los sociologos Albert Memmi (1966), Ro-
bien hoy queda excluida la posibilidad de tratar la cues-
ger Bastide (1970) o, un poco mas tarde, Colette Gui-
tion del racismo sin una interrogacién sobre el rol de
llaumin (1972). Después de un periodo de latencia, co-
los medios de comunicacion, no es seguro que éstos
nocio un resurgimiento a mediados de los anos ochenta
merezcan un juicio sistematicamente critico, insistiendo
y ante todo bajo el impulso de las ciencias o de la filoso-
sobre su rol en la produccion o difusién del odio o de
fia politicas.
los prejuicios racistas. Por ultimo, la cuestion de la ac-
Este libro se apoya en una experiencia de investiga-
cion antirracista también encuentra su lugar en el anali-
cién que constituye nuestra propia contribucion a este

16'
17
resurgimiento. Surgidos de un estudio sobre el antise-
mitismo en Polonia (Wieviorka, 1984), nuestros traba-
jos se han esforzado constantemente por combinar teoria
e investigacién de campo, con una gran preocupacién
por la comparacién y la apertura internacional. Si bien
hemos evitado citarnos demasiado frecuentemente, he-
mos retomado trabajos anteriores y sin dudar, llegado el
caso, hemos usado algunos fragmentos cle los mismos,
razén por la cual nuestras principales publicaciones al
respecto son evocadas en la bibliografia final.
PRIMERA PARTE
Herramientas
para el anélisis

18
1. Del racismo cientifico
al nuevo racismo

El término <<racismo» surgio en el periodo de entregue-


rras, imponiéndose en el lenguaje corriente de las so-
ciedades occidentales, y luego de todo el planeta, a lo
largo de los anos de posguerra. Pero si bien la palabra es
reciente (la incorporaron en el diccionario Larousse en
1932), las ideas y las practicas a las cuales remite son anti-
guas y no se vinculan exclusivamente con la experiencia
occidental. Resulta tentador hablar de racismo sin te-
mer el anacronismo respecto a los antiguos griegos, pa-
ra quienes los barbaros, mas alla de la Ciudad-Estado,
eran sin duda seres humanos, pero singularmente infe-
riores; o, también, evocar el espesor del racismo en al-
gunas sociedades asiaticas. El fenomeno es, sin duda,
anterior a su concepto, o al menos a su denorninacion.
Nuestro enfoque sera sin embargo mas prudente, y
nos limitaremos ala era moderna y a las sociedades oc-
cidentales. Esta eleccion esta relacionada con la volun-

21
tad de no constituir el racismo en constante antropolo- una relacion de causalidad entre la filosofia de la Ilus-
gica, en virtualidad que hace de cualquier grupo huma- tracion y el racismo.
no el vector eventual de categorias que <<naturalizan» El racismo, en la medida en que esta asociado a la
a otros grupos humanos para poder agredirlos mejor, modernidad, puede ser abordado desde dos entradas
mantenerlos a distancia o minimizarlos. Permite, en principales. La primera, por orden de aparicién histori-
cambio, considerar el racismo como atributo de las so- ca, lo considera primero como un fenomeno ideologico,
ciedades modernas, individualistas, tal como se empeza- un conjunto de doctrinas e ideas mas o menos elabora-
ron a desarrollar en Europa occidental al final cle la Edad das; la Segunda, que se impondra progresivamente a lo
Media. <<El racismo -escribe Louis Dumont (1966)-, largo de este libro, da prioridad al examen de sus moda-
responde baj o una forma nueva a una funcion antigua. lidades concretas, interesandose entonces por la conti-
Todo ocurre como si representara, en la sociedad iguali- nuidad de la que precede, por los discursos y los es-
taria, un resurgimiento de lo que se expresaba de mane- critos, pero también y sobre todo por las formas en las
ra diferente, mas directamente, en la sociedad jerarquica cuales se expresa en la prafctica, como las masacres, la
[...]. Supriman los modelos antiguos de distincion y explotacién, la discriminacion y la segregacion, por
tendran la ideologia racista.» El fenomeno, desde este ejemplo.
punto de Vista, no caracteriza alas sociedades tradicio-
nales, <<holistas», en el vocabulario de Dumont (es decir,
donde el conjunto predomina sobre los individuos); El racismo cientifico
emerge en Europa a partir del momento en que se ope-
ra su expansion planetaria, con los grandes descubri- Las doctrinas e ideologias racistas han evolucionado
mientos y la colonizacion que es ya, desde el siglo XV, considerablemente a lo largo de la era moderna. En un
un proceso de mundializacion econémica. En esta pers- primer momento, durante los siglos XVII y XVIII, domi-
pectiva, en la que el racismo es indisociable de la mo- nan, no sin gran diversidad, representaciones del Otro
dernidad, la nocion de raza se difunde a partir del siglo que se podrian definir como protorracistas. Algunas,
XVIII. Por eso los debates actuales sobre el rol de la particularmente, explican las diferencias fisicas entre
Ilustracion y la renovacion religiosa en aquella época africanos o indios de Norteamérica (diferencias que se
son particularmente interesantes: un historiador como perciben como causa o senal de inferioridad) por el en-
George Mosse (1985), por ejemplo, ve en esto los fun- torno en que viven: el clima, la naturaleza, pero también
damentos del racismo, mientras que Tzvetan Todorov la cultura y la civilizacién en la cual han sido socializa-
(1986) encuentra inadaptada y simplificadora la idea de dos. Desde este punto cle vista, el negro africano es un

22 23
salvaje, pero puede ser <<civilizado» e incluso ver que su identifica <<la caida de su casta con la caida de Francia y
apariencia fisica se transforma con la colonizacion. luego con la de la humanidad entera» (1982, p. 89). En
Alemania, los romanticos por un lado, exaltando la no-
bleza natural, y los nacionalistas del otro, en busca de
El nacimiento del racismo cient$co un origen tribal comun, conforman dos corrientes cuya
amalgama se opera al final del siglo XIX para constituir
El racismo propiamente dicho, es decir, la idea de una el racismo <<en tanto plena ideologia» (ibiaf). En Ingla-
diferencia esencial, inscrita en la naturaleza misma de terra, por ultimo, el racismo es indisociable de la expan-
los grupos humanos, o sea, en sus caracteristicas fisicas, sion colonial, pero también de las expectativas de las
no comienza realmente a difundirse sino al final del si- clases medias, que quieren <<cientificos capaces de pro-
glo XVIII y en el siguiente. bar que los grandes hombres, y no los aristocratas, eran
Se abre entonces la época del racismo clasico, para el los verdaderos representantes de la nacion, los que ma-
cual la <<raza», al asociar atributos biologicos y naturales nifestaban el “genio de la raza”» (il9id.).
y atributos culturales, puede ser objeto de teorizacion De un lado, la colonizacién y el imperialismo; del
cientifica. Esta inflexion también esta vinculada con la otro, la nacion y los nacionalismos europeos: las clasifi-
creciente importancia que adquiere por entonces la idea caciones raciales se elaboran en un doble rnovimiento
de nacion. Muchos pensadores, conternporaneos o cer- de expansion europea y de desarrollo de las identidades
canos a nosotros, subrayan que la relacion con la nacion nacionales. Iflstas remiten tanto a las <<razas» mas o me-
es el sustento del racismo moderno. Asi, Hannah nos lejanas, definidas ante todo por el color, como a las
Arendt, en su estudio sobre los origenes del totalitaris- <<razas» presentes en el suelo nacional: <<razas» franca y
mo (1951), dedica un capitulo al nacimiento de la ideo- gala de Boulainvilliers, judios, irlandeses (en Inglate-
logia racista, de la cual exarnina el marco nacional a par- rra), etcétera.
tir de tres centros principales constituidos por Francia,
Alemania e Inglaterra al final del siglo XVIII y al princi-
pio del siguiente. La confvergencia de los saberes
En Francia el fenomeno, segun Arendt, se vincula en
un principio con las inquietudes de la nobleza en su Las concepciones cientificas de la raza se asientan en la
oposicién, como lo muestra entre otros el conde de convergencia de todos los campos del saber. Contribu-
Boulainvilliers, al pueblo y a la burguesia, de un lado, y a yen a este hecho viajantes, escritores y poetas, pero
la monarquia, del otro: la nobleza francesa, dice Arendt, también filosofos y cientificos, anatomistas, fisicos, his-

24 25
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toriadores, filologos y teologos. Se trata, sea cual sea el y Elazar Barkan (1992), sobre quienes nos apoyamos
saber descubierto o convocado, de demostrar la supe- aqui, dichas ideas ocupan un amplio espacio en el mun-
rioridad de la <<raza» blanca sobre las otras <<razas», de do anglosajén y en los paises latinos. El positivismo
clasificar las razas humanas siguiendo la clasificacién ejerce una influencia bastante fuerte sobre los autores
de las especies propuesta por Linneo; y de mostrar, que, como Benjamin Kidd en Inglaterra o el sociologo
también, que la <<mezcla» es fuente de decadencia para aleman Ludwig Gumplowicz, buscan en las ciencias na-
la raza superior: aqui nos encontramos con la obsesién turales la explicacién de los procesos histéricos o politi-
del mestizaje, siempre central en el racismo, incluso en cos, lo que, sin presentar a estos autores como racistas
nuestros dias. antes de tiempo, abre la via a posturas explicitamente
Asi, en Francia Ernest Renan y otros se esfuerzan racistas. ]ohann Friedrich Blumenbach, el anatomista
por construir una oposicion racial entre semitas y arios austriaco Johann Franz Gall y muchos otros conside-
que favorece, desde luego, a los segundos. Arthur de ran que existe una correlacion entre las capacidades men-
Gobineau, en su famoso Ensayo sobre la desigualdad de
tales de la gente y la forma de su cabeza; el anatomista
las razas humanas (1853-1855), desarrolla un pensamien-
escocés Robert Knox recurre a la ciencia para proponer
to de la decadencia, como si la humanidad avanzara ha-
una teoria de las razas que no esta muy alejada de la de
cia su exterminio por el hecho de la mezcla de las razas,
Gobineau; y el antropélogo ]ohn Hunt sostiene el poli-
segun él ineludible (Alexis de Tocqueville dira de este
genismo de la especia humana, es decir, la idea de que
ensayo que le recuerda la Revue des /aams).’ Gustave Le
las razas humanas tienen diversos origenes.
Bon (1894) clasifica las razas distinguiendo las que son
Un poco mas tarde, hacia el final del siglo XIX, en un
superiores, todas indoeuropeas, de aquellas que tienen
clima intelectual en el que las ideas de Herbert Spencer
un estatuto intermediario, semitica o china particular-
se entremezclan con la teoria de Charles Darwin sobre
mente, y de las que son primitivas. Georges Vacher de
el origen de las especies, el <<darwinismo social» pro-
Lapouge (1899) propone una antropologia positivista y
mueve ideas racistas, en realidad muy alejadas del pen-
cientifica que habla de su inquietud ante el mestizaje,
samiento de Darwin: alli donde él se interesa por el
etcétera.
Francia no tiene, de ninguna manera, el monopolio cambio y la evolucion mediante la seleccién natural,
de la produccién y la difusion de estas ideas. Asi, como Spencer pone de relieve las caracteristicas fijas de la raza
lo muestran Robert Miles (1989), Michael Banton (198321) que autorizan, segun él, que un grupo racial se manten-
ga mediante luchas eliminando los especimenes impu-
ros. Francis Galton (1904-1905), primo de Darwin, se
1. Publicacién dedicada a los criaderos de caballos. [N. de la T] convirtio en el promotor del eugenismo que anima dis-

26 27
tintos debates, entre ellos los de la Sociological Society dades, es también un fenomeno transnacional en el que
of London, en los que participan, sin adherirse necesa- las ideas sobre las razas circulan intensamente, desde el
riamente a sus opiniones, figuras tan prestigiosas como Antiguo Mundo hacia el Nuevo y a partir del final del si-
Max Nordau, Bertrand Russell, Ferdinand Tonnies, glo XVIII, como ha mostrado George M. Fredrickson
George Bernard Shaw o H. G. Wells. Galton jerarquiza (1988). Asi, la frenologia -que pretende abordar las ca-
las poblaciones negra y blanca en 24 grados, desde A racteristicas fisicas de una persona a partir de la confor-
(abajo) hasta X (arriba), y considera que los grupos E y macion de su craneo- nace en Alemania, con Franz _Io-
F de los negros apenas corresponden a los grupos C y D zeph Gall y ]ohan Gaspar Spurzheim. Fue desarrollada
de los blancos. Ctto Amon, en Alemania, o Houston en Escocia por George Combe y retomada por un ami-
Stewart Chamberlain, cunado de Richard Wagner e hi- go estadounidense del mismo, Samuel George Morton.
jo de un almirante britanico instalado en Dresde, se
preocupan por el <<caos de las razas» o la influencia de
los judios en la politica, el derecho, las letras y la Vida Las implicaciones del racismo cientzfco
econémica.
En Estados Unidos, los dos primeros tratados de so- El racismo cientifico propone, con diversas variantes,
ciologia, publicados a mediados del siglo XIX, el de una pretendida demostracion de la existencia de las <<ra-
Henry Hughes tanto como el de George Fitzhugh, pre- zas», cuyas caracteristicas biolégicas o fisicas corres-
tenden justificar la esclavitud; y las ciencias sociales, ponderian a capacidades psicologicas e intelectuales, a
con Ellwood, Grove S. Dow y muchos autores, espe- la vez colectivas y validas para cada individuo. Este ra-
cialmente en las primeras entregas del American journal cismo contiene un fuerte determinismo que, en algunos
of Sociology, desarrollan un racismo que se centra en casos, pretende explicar no solamente los atributos de
dos temas principales: por un lado la cuestion negra, y cada miembro de una supuesta raza, sino también el
por otro el de la inmigracion, que preocupa cada vez funcionamiento de las sociedades o comunidades com-
mas a la poblacion estadounidense a partir de principios puestas por tal o cual raza. Como ha subrayado Robert
del siglo XX. Miles (1989), esto implica varias dimensiones.
Sepodria completar el cuadro considerando las so- En primer lugar, entra en conflicto con las concep-
ciedades latinas, Espana, Italia, Portugal, Latinoamérica, ciones cristianas de la naturaleza y del desarrollo del
o incluso el mundo eslavo. Digamos, ante todo, que, en mundo, asi como de la concepcion de la especie hu-
tanto conjunto de doctrinas e ideologias, el racismo cla- mana, respecto a la cual la Biblia nos dice que desciende
sico, ademas de tener sus promotores en diversas socie- de Adan y Eva; de ahi algunos de sus esfuerzos para ex-

28 29
plicar, por ejemplo, que el color de su piel fue una ma- gumento para afirmarse, tal como se observa por ejem-
nera que tuvo Dios de castigar y condenar a los prime- plo en los escritos del padre fundador del nacionalismo
ros negros y a su descendencia. Luego compromete la Vasco, Sabino Arana, que hablan en términos historicos,
idea protagérica segun la cual el entorno natural o cul- pero también biologicos, de la raza vasca: los domina-
tural fabrica las diferencias que distinguen a las <<razas»: dos también se pueden apropiar del tema de la raza.
si los negros reducidos a la esclavitud en Estados Uni-
dos siguen siendo negros, si los blancos que se instalan
en las colonias siguen siendo blancos, gnc significa eso La decadencia del racismo cientifico
acaso que la <<raza» es inalterable, natural e irreductible?
Por otra parte, el racismo cientifico es claramente una El nazismo
ideologia en la que se afirma la superioridad cultural in-
discutible de la raza blanca, ya que la civilizacion esta El. nazismo marca el apogeo de este poderoso movi-
asociada a los blancos y a sus atributos fisicos, mientras miento de ideas. Recurren ampliamente a ellas, en todos
que la barbarie o lo salvaje lo esta a las otras razas. los ambitos del saber, la medicina, la biologia, la qui-
El contenido del racismo cientifico evoluciona, sin mica y la genética, pero también la antropologia, la psi-
embargo, a lo largo del tiempo: a comienzos del siglo quiatria, la historia, la arqueologia, las ciencias juridicas
XIX, las clasificaciones de las razas se fundan sobre todo o la demografia, todas movilizadas para definir, catego-
en los atributos fenotipicos (color de piel, tipo de cabe- rizar, identificar y clasificar las poblaciones en términos
llera, forma de la nariz y otras caracteristicas del orga- de raza -comenzando por los judios, pero no solo con
nismo que se manifiestan a la observacion). Luego el es- ellos-, asegurando su tratamiento <<cientifico». De ma-
queleto es objeto de un interés creciente, y sobre todo el nera idéntica, el nazismo se apoya en los mismos cono-
craneo (la capacidad craneana o el angulo facial): la cra- cimrentos para afirmar la superioridad de la raza aria y
neometria se convierte en una actividad cientifica im- dotarse de una legitimidad historica, cultural y natural.
portante. Por ultimo, en el contexto de un desarrollo de Fil fin de la Segunda Guerra Mundial y la toma de con-
los nacionalismos, el esfuerzo de clasificacion también ciencia de lo que fue la barbarie nazi significaron, si no
sirve para distinguir <<razas» dentro del mismo Antiguo la desaparicion del racismo cientifico, al menos su des-
Mundo (por ejemplo alpina, mediterranea y nordica), legitimacionz antes, _lean-Paul Sartre dijo, en relacién
para justificar discursos y conductas que pretenden mi- con la modalidad especifica que constituye el antisemi-
nimizar a los judios o, en Inglaterra, a los irlandeses, tismo, que, segun su opinion, de ahora en adelante éste
cuando no sirve a ciertas minorias culturales como ar- remitia al crimen (1954).

30 31
En esta perspectiva, el postulado de un vinculo entre
Raza y racismo
el comportamiento y las capacidades de un individuo,
su superioridad o su inferioridad, y sus atributos natu-
Previamente, incluso, al descubrimiento de los horrores
rales, es decir, raciales, constituye una denegacion de la
nazis y de la descolonizacion de los aiios cincuenta, se
ciencia, y entonces se puede hablar de razas sin avalar el
podia pensar que el racismo cientifico estaba condena-
racismo e incluso combatiéndolo. Asi es como el socio-
do cientificamente. Su <<retirada», segfln el titulo de un
logo britanico Michael Banton, en los anos sesenta y se-
libro de Elazar Barkan (1992), corresponde al periodo
tenta, pudo abogar para que el racismo desapareciera
de entreguerras y, si nos remitimos a ese libro, a la inter-
del utillaje conceptual de la sociologia, mientras desa-
vencion de militantes de izquierda, judios, mujeres que
rrollaba el concepto de <<racializaci6n>> para designar el
cuestionaron sus fundamentos. Muy pronto algunos
uso de la raza como representacion o percepcion, es de-
autores trataron de defender un principio de disocia-
cir, como categorizacion de algunas poblaciones por
cion, separando la idea de raza del racismo, y trataron
otras.
de salvar la primera mientras luchaban contra la segun-
Deslegitimada también por el trabajo de organiza-
da. Asi, la antropologa estadounidense Ruth Benedict,
ciones internacionales, empezando por la UNESCO,
en Race and Racism, publicado por primera vez en
que supo movilizar gran cantidad de cientificos, la idea
1942, sostiene que la raza es una clasificacion fundada
de razas humanas cientificamente probadas es un tema
en rasgos hereditarios que constituyen un terreno de in-
que sigue siendo, sin embargo, recurrente. Ha resistido
vestigacion cientifica, mientras que el racismo es un
a la transformacion de la viej a antropologia fisica, obse-
dogma contrario a cualquier demostracién cientifica,
sionada por la pigmentacion de la piel y la forma de los
<<el dogma segun el cual un grupo étnico esta condena-
craneos, en una antropologia cultural que se interesa
do por naturaleza a la inferioridad congénita y otro
por las instituciones y los comportamientos especificos
grupo destinado a la superioridad congénita». Asimis-
de los hombres, los modelos sociales y las practicas cul-
mo, auténticos militantes antirracistas de los anos trein-
turales, transicion cuya figura pionera fue ciertamente
ta, como ]ulian Huxley y A. C. Haddon, en We Euro-
Franz Boas a principios del siglo XX, en Estados Uni-
peans (publicado en Londres en 1935), rechazan el uso
dos. Dicha idea reaparece regularmente, incluso al mas
politico que hacen los nazis de la clasificacion de las ra-
alto nivel, por ejemplo en las declaraciones de William
zas humanas, pero distinguiendo a la vez grupos biolo-
Schockley, Premio Nobel de Fisica en 1956, proponien-
gicos en el seno de la humanidad (prefieren, sin embar-
do que se esterilice a los negros para evitar que transmi-
go, hablar de grupos étnicos y no de razas, precisamente
tan sus genes inferiores, o en los muchos estudios que se
porque la politica se ha apropiado del término).

33
32
esmeran por aportar la prueba de una inteligencia supe- nazismo haya desacreditado los proyectos de una poli-
rior de los blancos sobre los negros, tesis aun presente tica de la raza adosada a una concepcién que otorga un
en el libro, que tuvo un inmenso éxito de libreria en Es- lugar importante a la biologia, no implica que el racis-
tados Unidos, T/:ve Bell Carve, de Richard Herrnstein y mo haya desaparecido.
Charles Murray, publicado en 1994. Sin embargo, otro
Premio Nobel (de Medicina, 1965), Francois jacob, pu-
do afirmar claramente que para la biologia <<el concepto Las relaciones de razas
de raza ha perdido cualquier valor operativo, y no puede
sino fijar nuestra vision de una realidad incesantemente En la tradicion intelectual y politica anglosajona es po-
movediza; el mecanismo de transmisién de la vida afir- sible y legitimo hablar de race relations (relaciones de
ma que cada individuo es unico, que los individuos no razas) sin por lo mismo exponerse a una acusacién o
pueden ser jerarquizados y que la (mica riqueza es colec- sospecha de racismo. La raza, desde esta perspectiva, es
tiva: esta hecha de diversidad. Todo lo demas es ideolo- una construccion social y politica, fundada en atributos
gia» (1981). fenotipicos, en la que se despliegan las relaciones entre
Los trabajos de los genetistas, en particular, deberian grupos raciales. Desde los anos veinte, las ciencias so-
acabar definitivamente con el racismo cientifico, mos- ciales estadounidenses, junto a la Escuela de Chicago,
trando que el concepto de raza no tiene ningun sentido han desarrollado trabajos que adoptan una perspectiva
desde el punto de vista de su disciplina, ya que, en el se- de race relations. Y en Gran Bretana, a partir de los anos
no de una supuesta raza, la distancia genética media en- cincuenta, investigadores tan influyentes como Michael
tre individuos es practicamente la misma, o incluso su- Banton (1967) y ]ohn Rex (1970) también han adoptado
perior a la que separa a dos supuestas razas. Y tal como este tipo de enfoque. Banton, por ejemplo, propuso dis-
senala el cientifico Alberto Piazza, <<el estudio de la di- tinguir seis modelos fundamentales de interaccién en la
versidad genética nos ensena sobre todo la historia de la historia de las race relations: el contacto institucional,
geografia de las poblaciones» (1997, p. 64), lo que hace la aculturacién, la dominacién, el paternalismo, la inte-
de la raza <<un concepto sin fundamento biol6gico». Pe- gracién y el pluralismo. Rex, en textos teéricos que se
ro, por un lado, el marco conceptual de la ciencia de las apoyan en una experiencia de campo, mostré de qué
razas no esta totalmente liquidado, como aseveran los manera, en diversas condiciones, la <<relaci6n de razas>>
avatares contemporaneos de la controversia sobre la he- es una relacién social y como, por ejemplo, permite a la
rencia de la inteligencia; y, por otro lado, el hecho de clase obrera britanica blanca minimizar a su favor a los
que su soporte cientifico se haya derrumbado y que el trabajadores inmigrantes y constituirlos en underclass

34 35
(término muy controvertido, que remite a la idea de un el racismo en actos de las intenciones o de la conciencia
grupo social indefenso, de subcultura singular, y parti- de algunos actores.
cularmente desfavorecido en el mercado laboral). En Estados Unidos el racismo institucional, tal como
Pero ghasta donde podemos aceptar la nocién de es descrito, mantiene a los negros en una situacion de in-
<<relaci6n de razas», que implica un reconocimiento y ferioridad gracias a mecanismos no percibidos social-
una legitimidad de la nocién de raza en si misma? gDe- mente. Esta concepcién del fenémeno renueva el analisis,
be el debate permanecer abierto porque los grupos se al mismo tiempo que inspira a muchos investigadores: el
consideran involucrados en relaciones de este tipo, es problema ya no es la existencia de doctrinas 0 de ideolo-
decir, porque los individuos son designados y eventual- gias que apelan mas o menos explicitamente a la ciencia,
mente se designan en términos de categorias raciales? ni siquiera lo que piensa la gente o los contenidos de los
En muchos paises, y especialmente en el mundo anglo- argumentos que utiliza eventualmente para justificar sus
sajén, la respuesta es claramente positiva, incluso a ve- actos racistas. El problema radica en el funcionamiento
ces en las estadisticas oficiales. En Francia, donde la pa- mismo de la sociedad, de la cual el racismo constituye
labra <<raza» va ganando terreno dia a dia en el discurso una propiedad estructural, inscrita en los mecanismos
popular, pero también en los medios de comunicacion e rutinarios que aseguran la dominacion y minimizacién
incluso en los discursos politicos, hay una resistencia de los negros, sin que nadie necesite teorizarlos o trate de
sin embargo a legitimarla, a aceptar la idea de que la rea- justificarlos mediante la ciencia. El racismo se presenta,
lidad social haya construido e impuesto tal categoria. por tanto, como un sistema generalizado de discrimina-
ciones que se alimentan o se informan unas a otras: existe
un circulo vicioso, ya identificado en los aiios cuarenta
El racismo institucional por el economista Gunnar Myrdal en su libro clasico An
American Dilemma (1944), que asegura la reproduccién
En 1967, Stokely Carmichael y Charles V. Hamilton, casi automatica de la discriminacién de los negros en la
dos militantes del movimiento negro estadounidense, Vivienda, en la escuela o en el mercado del trabajo.
publican un libro, Black Power: the Politics of Libera-
tion in America, en el que explican como funciona el ra-
cismo en Estados Unidos; de dos maneras, segun ellos: 5 Un racismo sin actores?
una, abierta y asociada a los individuos; la otra, no de-
clarada e institucional. La primera es explicita, la segun- El concepto de racismo institucional, como fue origi-
da deja de serlo y permite, en ultima instancia, disociar nalmente formulado por Carmichael y Hamilton, no

36' 37
cuestiona la idea biolégica de raza, sino que promueve cuando los inscriben en la ensefianza privada, a menudo
una representacion social que transcribe los vinculos es porque constatan que se recibe a muchos alumnos ori-
sociales en términos de raza, ya que, en el caso estadou- ginarios de la inmigracion, pero no es necesariamente por
nidense, los blancos pueden ser presentados como do- racismo: quieren asegurar a su progenitura la mejor edu-
minantes en la estructura social, y los negros en posi- cacion posible. Pero el resultado es que contribuyen a
ci6n desfavorable. Ese concepto se aleja de los analisis producir una escuela que tiende a la segregacién, una es-
corrientes del racismo cientifico, que se interesan sobre cuela publica dual, la de las poblaciones originarias de la
todo por doctrinas e ideologias, para insistir en las prac- lnrmgracién que se distingue cada vez mas, en estas con-
ticas que aseguran la reproduccién de la dominacién. d1c1ones, de la de los <<franceses de origen>>. Segundo ejem-
También conlleva la idea de una disociacion del actor y plo, que remite a un problema sociologicamente cercano
del sistema, y sugiere que el racismo también puede al racismo, es decir, el sexismo: nadie milita en Francia por
funcionar sin que intervengan prejuicios u opiniones la discriminacion de las mujeres en la vida politica, pero
racistas. Asi, en su libro que reune entrevistas con <<ra- todos los indicadores muestran que su acceso a responsa-
cistas» blancos (Portraits of White Racism, 1977), David bilidades o a la representacion politica es singularmente
T. Wellman muestra que la hostilidad o el prejuicio ha- deslgufib 001110 algo que forma parte del funcionamiento
cia los negros tal vez estén ausentes de un discurso que, de las instituciones, a pesar de las declaraciones igualita-
sin embargo, conduce igualmente a su segregacién o r1as de todos los actores politicos o institucionales.
discriminacion. Cuando los blancos quieren mantener
un statu quo que los favorece en detrimento de los ne-
gros, negandose a cambios institucionales que podrian Fuerza y debilidad del concepto de racismo
modificar esa situacién, no utilizan argumentos racistas; institucional
cuando rechazan el busing obligatorio, es decir, el bus
escolar que impone una mezcla racial en las escuelas, Segun el enfoque que postula un racismo institucional,
no es necesariamente porque estén a favor de la segrega- las capas sociales dominantes no son conscientes de los
cién racial: quiza sea porque no quieren que sus hijos mecanismos de su dominacién y, en ultima instancia, se
pasen demasiado tiempo en los transportes. pueden .permitir una buena conciencia compatible con
Se podria ilustrar esta manera de razonar con dos COI‘1Vl'CC1OI]€S antirracistas. Este tipo de analisis implica

ejemplos franceses: cuando algunos padres piden anula- que ciertas logicas, que estas capas tal vez no consideren
ciones para que sus hijos no vayan a la escuela publica del como propias, aseguren un funcionamiento enmascara-
barrio, en las que, segun ellos, el nivel escolar es malo, o do o invisible de la discriminacion aun cuando las bene-

38 39
fician. Las causas del racismo estan camufladas y apa- cion y piden cambios politicos e institucionales para rec-
rentemente no son identificables, mientras que sus efec- tificar las desigualdades e injusticias que sufren. Es una
tos son, sin embargo, tangibles. invitacion a debatir, investigar y rechazar una ceguera
La fuerza del concepto de racismo institucional resi- que, gracias al espesor y a la opacidad de los mecanismos
de en indicar que la decadencia de las doctrinas cientf- propios del funcionamiento de las instituciones, permite
ficas de la raza no implica, de ninguna manera, el del ra- que amplios sectores de la poblacion se beneficien de las
cismo en si: es facil constatar que ahi donde el racismo ventajas economicas o estatutarias que puede aportar el
esta descualificado politicamente, prohibido por ley o racismo activo, mientras evitan asumir los inconvenien-
echado a perder ante los ojos cle los cientificos, ahi don- tes morales anadidos. Dicho en otros términos, resguar-
de los prejuicios no tienen cabida para expresarse, si nada da la buena conciencia de quienes se benefician con él.
es llevado a cabo de manera voluntariosa para contra- La tesis del racismo institucional sugiere que las for-
rrestar las tendencias espontaneas de las instituciones, mas contemporaneas del fenémeno se pueden, al menos
los miembros de los grupos victimas del racismo siguen parcialmente, desplegar desde abajo, atravesando las es-
confinados en puestos subalternos en la vida economica tructuras sociales sin necesidad de que exista una fuerte
y politica o sufren la discriminacién en el empleo, la vi- estructuracion ideologica o doctrinaria; pero da a enten-
vienda y la educacién. der que el racismo remite a mecanismos que funcionan
Pero la debilidad de este concepto, nacido en Esta- sin actores sociales. Ademas, en sus aplicaciones concre-
dos Unidos y aplicado con grandes dificultades por va- tas la nocion de racismo institucional deifica a las <<ra-
rios investigadores a la experiencia de Gran Bretafia, es zas» en el marco de una representacion superficial de la
que conduce, llevado al extremo, a una paradoja impo- sociedad reducida a la dominacién de los negros por los
sible de sostener. Implica, en efecto, que el conjunto de blancos (en Estados Unidos). Por eso fue combatida por
los que dominan es ajeno a su practica, y al mismo tiem- investigadores de inspiracion marxista como Robert Mi-
po se benefician con ella; libera a cada cual de toda sos- les (1993), que le reprochaba soslayar las relaciones de
pecha de racismo, ya que, segun esta teoria, solo las clase y el rol del capitalismo. En el fondo, la utilidad de la
instituciones, en ultima instancia, funcionan con racis- nocién de racismo institucional consiste en subrayar las
mo y, al mismo tiempo, otorgan a todos la responsabili- formas no flagrantes o brutales del racismo, es decir, sus
dad del fenomeno. expresiones veladas, al transitar por las instituciones; pe-
La utilidad del concepto de racismo institucional tal ro se vuelve insuficiente cuando hace del racismo un fe-
vez consista, ante todo, en abogar por que se escuche nomeno abstracto, que parece que se sustenta en meca-
la voz de los que padecen la discriminacion y la segrega- nismos abstractos, sin actores.

40 41

LL
El racismo cultural naza que la diferencia de ciertos grupos impondria a la
identidad del grupo dominante. Expresa por ende un
En 1968, en Birmingham, en un discurso que hizo his- sentimiento de amenaza sobre la homogeneidad nacio~
toria en el Reino Unido, Enoch Powell, miembro del nal de Gran Bretaiia, que desde los aiios cincuenta vio
<<gabinete fantasma» conservador, predijo a su pais <<rios
entrar considerables olas de inmigracion provenientes
de sangre» si la politica que él proponia a dicho partido de antiguas colonias de la Commonwealth. Segun este
no se adoptaba: control estricto de la inmigracion, me-
punto de vista, que parece renovar el discurso y la prac-
didas para la repatriacién de los inmigrantes y el reagru- tica racista, cada comunidad, étnica o nacional, consti-
pamiento familiar en el pais de origen y oposicion a la tuye una expresion particular de la naturaleza humana,
ni superior ni inferior, sino diferente.
legislacion sobre discriminacién racial, que segun él da-
Este tipo de enfoque obtiene en Gran Bretana una
ria a los britafnicos de color mas derechos que a los blan-
importante aceptacién y lo prolongan en particular in-
cos. El contexto britanico de esa época correspondia a
vestigadores que, como Paul Gilroy (1987), se vinculan
la aparicién del National Front (1967), y tanto el dis-
con una tradicién mas 0 menos marxista o se refieren al
curso de Powell como la emergencia de este partido de
pensamiento de Franz Fanon (1952, 1961), en el que ya
extrema derecha marcan la entrada en un racismo reno-
encontramos la denuncia del racismo cultural, en un sen-
vado, cuyo primer y mr-fs importante analista sera, en su
tido bastante cercano, efectivamente, al que contempla
pais, el politologo Martin Barker.
la nocién de <<nuevo racismo». Este no es, sin embargo,
un fenomeno exclusivamente britanico. Asi, en Francia
el libro de Pierre-André Taguieff, La Force du préjugé,
El “nuevo mcismo» publicado en 1988, insiste también, en términos elabo-
rados, en la constitucién en el ambito de la extrema de-
En un libro publicado en 1981 (The New Racism), Bar- recha de un racismo dzferenciado perceptible en el cam-
ker trata del nuevo racismo, es decir, del paso de la infe- po doctrinario, especialmente con las publicaciones y
rioridad biologica a la diferencia cultural en la legitima- las reflexiones del GRECE2 o del Club de l’Horloge
ci6n del discurso racista. A partir de ese momento, la (Club del Reloj), y en el campo politico con el discurso
argumentacion racista ya no se funda en la jerarquia si- identitario del Frente Nacional; su conceptualizacién,
no en la <<diferencia», ya no en los atributos naturales
atribuidos al grupo <<racizado>> sino en la cultura, su 2. Groupement de Recherche et d’Etudes pour la Civilisation
lengua, su religion, sus tradiciones y sus costumbres. El Européenne (Grupo de Investigacién y de Estudios para la Civiliza-
nuevo racismo, desde esta perspectiva, insiste en la ame- cién Europea). [N. de la T]

42 43
mas abstracta y desarrollada, se parece a la de Barker, nales, religiosas, étnicas u otras. El Otro, segun esta
aunque da mas nitidez a la oposicion entre jerarquia fi- perspectiva, es percibido como el que no tiene ningun
sica y diferencia cultural. lugar en la sociedad de los racistas, es decir, que se le
En Estados Unidos otro concepto, bastante cercano, niegan sus Valores y su ser cultural. Pero ghay que se-
se forjé en los anos setenta para dar cuenta también de guir hablando todavia de racismo cuando el rechazo y
la decadencia del racismo clasico, es decir, el de racismo el odio se fundan en la diferencia cultural?
simbélico. Esta expresion designa las formas menos os-
tensibles o flagrantes del fenomeno, y en particular las
variantes contemporaneas del prejuicio hacia los ne- Debates renofvados
gros. Desde esta perspectiva lo que se evoca, por parte
de los racistas, no es ya su inferioridad biologica, fisica e Conviene ser muy prudente cuando se trata de calificar
intelectual, sino el hecho de que, al satisfacerse con las como racistas a discursos y conductas que remiten al lla-
facilidades que brinda la ayuda social o dejando que mamiento hacia la integridad de las culturas. gQuién, por
sus familias se descompongan, estarian avasallando los ejernplo, podria sospechar como racista al antropologo
valores culturales y morales de la nacion, empezando Claude Lévi-Strauss (1952, 1971), cuando aboga porque
por el trabajo y el sentido de la responsabilidad indivi- las diferencias culturales solo se cornuniquen entre si en la
dual y del esfuerzo. medida en que no corran el riesgo de contaminarse unas
Asi, los importantes libros de Barker y de Taguieff, a a otras? Para que haya racismo tiene que haber, cierta-
los cuales se puede agregar el de Etienne Balibar e Im- mente, algo mas que la defensa y la promocion de la de-
manuel Wallerstein (1989) o los trabajos de ciencias po- fensa cultural como tal. Hace falra, entre otras cosas, la
liticas y de psicologia social de los investigadores esta- idea de que nacemos en una cultura, y no de que ésta se
dounidenses, subrayan bruscamente el paso del racismo puede adquirir; hace falta que la cultura sea concebida
clasico, cientffico, a un racismo <<nuevo», <<cultural», como un atributo que remite al pasado en comun al cual
<<diferencialista» y <<simb6lico». Un <<neorracismo», co- algunos pertenecen, y otros no, sin que se pueda produ-
mo a veces se califica, que parece descartar el principio cir realmente un transito, sin que haya inclusion: <<Un
de la jerarquia biologica en beneficio del de la diversi- antillano o un asiatico -dijo Enoch Powell en Eastbour-
dad cultural. Este nuevo discurso racista se legitimaria ne, en noviembre de 1968- no se convirtio en inglés por
menos por la invocacién de una desigualdad de las <<ra- el hecho de nacer en Inglaterra. Es ciudadano britanico
zas>> que por la idea de la irreductibilidad y la incom- ante la ley, por su nacimiento, pero en realidad Sigue
patibilidad de ciertas especificidades culturales, nacio- siendo un antillano o un asiatico» (véase Miles, 1989).

44 45
Esto abre un amplio conjunto de debates. Las pri- ramente marcadas. ,cual es entonces el alcance del con-
meras preguntas son de orden teérico. Si una cultura es cepto de racismo cultural y de las concepciones cerca-
totalmente irreductible a otra, si el que nacié, por ejem- nas, si se aplican a grupos poco diferenciados cultural-
plo, en una minoria originaria de la inmigracién no tie- mente y dejan de lado a grupos que lo son mas?
ne, supuestamente, ninguna capacidad para asimilarse a
la cultura del pais que lo recibe, lo que constituye el dis-
curso del <<nuevo racismo», gno equivale esto a naturali- gDos racismos o dos légicas?
zar la cultura y a otorgarle los atributos de la naturaleza
o de la raza, en el sentido biolégico de la palabra? En su Estas ultimas interrogantes nos llevan al principal debate
referencia ala cultura, gel racismo diferencialista no con- introducido, o mas bien renovado, por el diferencialis-
tiene la idea de caracteristicas inscritas en los genes o mo cultural, y que se aboca mucho mas en profundidad
ligadas a un fenotipo? Asi, aquel que admite que no a la naturaleza misma del racismo. Al respecto, hay dos
profesa tal o cual religion, por ejemplo, podria ser cali- tesis que merecen ser opuestas a partir, precisamente, de
ficado de racista, lo que seria excesivo, salvo si detras la imagen de dos légicas distintas.
del juicio sobre dicha religion se halla la idea de una La primera tesis, ilustrada especialmente por Pierre-
esencia casi natural. André Taguieff (1988), consiste en endurecer la distin-
El concepto de racismo cultural plantea, por lo tan- ci6n entre racismo clasico, cientifico, y racismo contem-
to, un problema teorico. Ademas, quienes lo reivindi- poraneo, cultural, para examinar la idea de un cambio
can no siempre lo hacen con conocimiento de causa, y radical. En esta perspectiva habria dos racismos que se
la experiencia muestra que a veces se usa para referirse a suceden uno a otro, a grandes rasgos alrededor de los
poblaciones acusadas por su supuesto modo de funcio- afios cincuenta o sesenta, al salir de la experiencia deci-
namiento comunitario, lo que no se verifica en los he- siva del nazismo y luego de la descolonizacion. El racis-
chos, mientras deja de lado a otras que si funcionan de mo clasico, cientifico, es mas bien universalista y esta
una manera mas comunitaria. Asi, en Francia, el racis- dominado por una tematica de la erarquia de las razas;
mo antiinmigrantes se dirige ante todo a poblaciones atribuye a los grupos caracterizados en términos de ra-
que llegaron del norte de Africa, cuya integracion cul- za un lugar en la sociedad considerada, dentro de rela-
tural es fuerte y rapida, como subrayé Michele Tribalat ciones de produccion, ya se trate de la explotacion colo-
(1995), mientras que deja de lado a minorias, asiéticas o nial o de la que se desarrolla, a menudo en el corazén de
también portuguesa, cuyas formas de organizacién co- las metropolis, en la industria o en los servicios urbanos
munitarias, a la vez economicas y culturales, estén cla- o rambién en el campo. El nuevo racismo es diferencia-

46 47
lista y tiende a rechazar, a excluir y no a incluir, a des- (lo que hace por ejemplo que los partidos racistas de
truir o a apartar. Desde esta perspectiva, la distincion Europa occidental, como el Frente Nacional en Francia,
analitica sirve igualmente para leer el cambio historico, puedan mantener excelentes relaciones con paises ex-
ya que el racismo cientifico remite al pasado, y que el tranjeros sin embargo poblados de arabes o musulma-
racismo cultural domina el presente. nes y encontrar su cultura respetable mientras se man-
A esta primera tesis se le puede oponer otra, que tenga alejada), o pasa a ser parte de procesos de pura
considera que existen no dos racismos, sino dos logicas exterminacion, que si se realizaran destruirian su obje-
distintas de jerarquizacion y diferenciacion, contradicto- tivo.
rias y sin embargo necesariamente copresentes en cual- En realidad, las grandes experiencias historicas del
quier experiencia significativa del racismo. Una légica racismo combinan, cada una a su manera, y con even-
de pura jerarquizacion, universalista si se prefiere, di- tuales variaciones en el tiempo, dos logicas principales
suelve la raza en las relaciones sociales y hace del grupo del racismo. El apart/oeid en Sudafrica pretendio, al mis-
caracterizado por la raza una clase social, una modali- mo tiempo, minimizar y explotar a los negros y mante-
dad extrema del grupo explotado, y de la cuestion de nerlos a distancia: la destruccion de los judios de Europa
la raza, en realidad, una cuestion social. Asi, cuando la por los nazis fue el resultado de una logica diferencialis-
cuestion negra en Estados Unidos se convirtio en la de ta, pero a lo largo de la historia del nazismo los judios
la exclusion social y de la pobreza de la underclass negra también fueron explotados, incluso en la fase ultima de
en el hipergueto de las grandes ciudades de este pais, se su destruccion, ya que una parte de ellos fue obligada a
hizo legitimo, tal como hizo el sociologo William _]. trabajar para participar en los objetivos del estado de
Wilson, hablar de <<significaci6n decadente de la raza>> guerra del Tercer Reich. Su exterminacion paso por
(segun el titulo de uno de sus libros, The Declining Sig- procesos en los que también fueron expoliados de sus
nwcance of Race, publicado en 1978). bienes y utilizados, y en los que partes fisicas de su
Y simétricamente, una logica de pura diferenciacion, cuerpo fueron manipuladas y recuperadas con fines de
que tiende a rechazar los contactos y las relaciones so- produccion industrial, cientifica u otros.
ciales, nos remite a la imagen de exterioridad radical de Tampoco es legitimo hablar de nuevo mcismo para
los grupos humanos considerados, que en ultima ins- dar cuenta de una logica de pura diferenciacion que de-
tancia no tienen ningun espacio en comun en el que semboca en el rechazo y la destruccion de los hombres,
desplegar la menor relacion, sea ésta racista o no. En es- de los pueblos y de las culturas, ya que esta logica esta
te caso el racismo, o no puede ser transcrito en actos, y presente en toda la historia de la era moderna, aunque
por ende no tiene ningun alcance para sus promotores solo fuera con las masacres ligadas ala colonizacién.

48 49
Por lo tanto, hay que interrogarse a la vez sobre la
pertinencia de la idea de un cambio radical en las logicas
profundas del racismo y admitir que, histéricamente, en
las sociedades occidentales contemporaneas esta en mar-
cha una tendencia al reforzamiento de la logica de la di-
ferenciacion, con un fondo de fragmentacién cultural y
de brote de los nacionalismos, mientras que el racismo
universalista, ligado a la idea de jerarquia de las razas y
debilitado por la decadencia de la idea cientifica de raza,
puede parecer menos determinante.
2. El espacio del racismo

No se puede pensar y analizar el racismo sin observar


sus manifestaciones concretas y el contexto en el que
se expresan. El racismo debe ser considerado como el
fruto de situaciones y de cambios en los que acompana
y funda vinculos sociales. A escala de la historia es pro-
ducto de la entrada y la instalacién en la era moderna,
procede de los grandes descubrimientos que relacionan
a Europa occidental con nuevos continentes, va de la
mano de la colonizacién, es indisociable de los movi-
mientos migratorios y también consustancial a la exten-
sion del capitalismo, la industrializacién y la urbani-
zacién.
Este punto de vista se apoya en la idea de que el racis-
mo no solo es un fenémeno meramente ideolégico, poli-
tico 0 doctrinario, es decir, un conjunto de modos de
pensamiento que remitiria a la historia de las ideas y de la
filosofia politica, sino que debe ser comprendido como

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un componente de conducras entre grupos humanos La idea de relacionar el racismo y la modernidad nos
que toman la forma del prejuicio, de la discriminacion y puede ayudar a construir un marco conceptual senalan-
de la segregacién, que seran estudiados en el capitulo 3, do el espacio en cuyo interior se pueden desarrollar las
pero también de la violencia, objeto del capitulo 4. ideas y las practicas racistas. Este espacio se organiza a
Esta perspectiva permite incluir el analisis de las partir de cuatro polos principales, que corresponden
condiciones sociohistéricas de la emergencia y del desa- cada uno a una fuente virtual de racismo. Dos logicas
rrollo del racismo cientifico, es decir, de las ideas que principales actuan en este proceso: la primera opone la
animan al nuevo racismo. Combina, de hecho, el anali- participacién individual a la vida econémica y politica
sis de los grandes procesos historicos de la era moder- moderna, y la pertenencia a una identidad colectiva en
na, empezando por la expansion de Europa, y el estudio la cual la persona no es concebida como subordinada a
de las sociedades que, en su seno, vieron que la cuestién una comunidad, a su cultura, sus leyesly sus tradiciones;
del racismo tomaba un giro acentuado o particularmen- la segunda, si se quiere retomar las categorias presenta-
te significativo. das en el capitulo anterior, opone una vision del mundo
El racismo es, en efecto, una cuestion verdadera- cuyo elemento dominante es mas bien universalista (pe-
mente moderna a partir del momento en que incide no ro no exclusivamente) a otra, mas bien diferencialista.
en grupos humanos en posicion de gran exterioridad Los cuatro puntos cardinales del espacio del racismo
mutua, de radical extraneza (étmngeté), de distancia no corresponden a las cuatro combinaciones posibles entre
abolida, ni siquiera grupos humanos que se oponen o estas dos légicas.
crean su encuentro, como sucedié a comienzos de la co-
lonizacion, sino en grupos humanos llamados a vivir en
una misma unidad economica, politica o social, en par- El racismo universalista
ticular en un mismo conjunto juridico-politico -el que
constituye, en particular, un Estado-_ Por eso el enfo- Un primer polo corresponde al racismo que acompaia
que concreto del racismo implica examinar la apor- a la modernidad triunfante cuando pretende ser refe-
tacién de las investigaciones que estudian el funciona- rencia del progreso, de la nacién universal o, también,
miento de ciertas sociedades, por ejemplo de Estados de un proyecto de evangelizacién religiosa: la marcha
Unidos de Norteamérica, donde la cuestion negra es es- hacia delante de quienes se identifican con la moderni-
tructural, o paises europeos donde el antisemitismo y el dad es vivida o presentada como una suerte histérica
rechazo hacia los gitanos han desempenado un rol im- ofrecida a todos aquellos con quienes se cruza en su
portante. progresion, y de los que no se entiende que puedan re-

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chazarla. Cualquier obstaculo que se alce en el camino pueblos a los que se dirige y disolverlos mediante una
de la inclusion en la modernidad por parte cle quienes asimilacion, asegurando a cada persona un tratamiento
supuestamente se beneficiarian con ella puede llegar a individual igualitario, el de los derechos del hombre y
ser combatido en términos de categorias raciales que del ciudadano. Las dos logicas que lo animan, de infe-
permiten, a la vez, denunciar el oscurantismo, destruir riorizacion y de diferenciacion, pueden perfectamente,
las resistencias mas sistematicas por parte de unos y jus- en el marco de una misma experiencia historica, suce-
tificar la explotacion de los otros; precio que estos ulti- derse una a otra: en Australia, por ejemplo, la coloniza-
mos tienen que pagar para entrar desde abajo en el mun- cion se caracterizo por la intencion de incorporar a los
do moderno. aborigenes a la <<civilizacion». Su resistencia hizo en-
Asi, el colonialismo remite ampliamente a un racis- tonces que se impusiera una logica diferencialista de
mo que pudo ser calificado de universalisra, sostenido distanciacion y destruccion que perduro hasta los anos
por élites politicas o actores economicos, culturales o cincuenta del pasado siglo. Asi, a los ninos aborigenes
religiosos que desarrollan hacia los pueblos colonizados que fueron arrancados a sus padres y a su cultura, ingre-
(o que resisten a la colonizacion), ya sea mas bien una sados en pensionados, no se les dijo nada sobre sus ori-
logica de diferenciacion, que se salda a veces con espan- genes familiares para asimilarlos mejor: en este caso el
tosas violencias, ya sea mas bien una logica de inferiori- racismo desemboca no en genocidio, sino en etnocidio
zacion. Esta podia perseguir exclusivamente la explota- (destruccion de un pueblo), ya que destruye una cultu-
cion economica de los grupos involucrados; y podia ra pretendiendo, en su fase ultima, no destruir indivi-
también pretender hacerlos entrar en el progreso, es de- duos, a los que en realidad destroza la personalidad y
cir, autorizarlos a identificarse con la nacion conquista- las posibilidades de poder construirse en tanto sujetos.
dora o dominante. De ahi que a veces, en Francia, la
nostalgia por la época colonial se tina de un discurso re-
motamente progresista en el que se sugiere que no se ha- El racismo de la caida y de la exclusion social
cia sino ayudar a los nifios de las escuelas a acceder a lo
universal ensenandoles, en todas las colonias, que hace Un segundo polo corresponde a las situaciones en que
dos mil anos la historia comenzaba para ellos, tal como grupos o individuos experimentan una fuerte caida so-
en la metropolis, con <<nuestros antepasados, los galos». cial y estan marcados por la exclusion o la amenaza de
El racismo universalista es a veces brutal y a veces esta.
condescendiente; solo es verdaderamente universalista Estos fenomenos desembocan en un racismo parti-
si en efecto pretende integrar en la modernidad a los cularmente fuerte en los periodos de mutacion social o

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de crisis economica. Aqui el racista es aquel que pierde educacion, y esta unido a la modernidad, lo que no im-
su estatuto o su posicion social, o teme perderlos, o quie- pide que pueda prolongarse y volcarse en actitudes an-
re protegerse de los riesgos de la caida. Esta mais o me- timodernas.
nos expulsado del mundo del trabajo si pertenece al
mundo industrial, ya no puede agotar su produccién si
es explotador agricola o bien vive en los barrios des- La identidad contra la modernidad
compuestos de la inner city estadounidense o en los su-
burbios periféricos degradados de Francia, y supone Un tercer polo corresponde a la referencia a una identi-
que caera en la escala social al compartir las condiciones dad nacional, étnica, religiosa o cualquier otra cuando
de existencia de los negros y los inmigrantes. es presentada como oposicién ala modernidad. Esta re-
Su racismo, en este caso, podria remitir al que refle- sistencia puede emanar, en apariencia, de una identi-
jan los <<blancos pobres», centrado prioritariamente en dad establecida desde hace mucho, de una tradicion o,
aquellos grupos mas cercanos, es decir, los negros de hablando como Edgard Shils (1957) o Clifford Geertz
los Estados del Sur agricola estadounidense de finales (1963), proceder de lazos presentados como <<primor-
del siglo XIX, que se introdujeron en la industria de las diales».
grandes metropolis del Norte a partir del primer dece- En las sociedades modernas, las identidades aparen-
nio del siglo XX, equivalentes a los inmigrantes de los su- temente tradicionales son construcciones sociales que
burbios periféricos franceses de hoy. Este racismo suele toman sus referencias del pasado, sin estar necesaria-
integrar un discurso y una accion populista que denun- mente arraigadas en una larga tradicion. La modernidad
cian a la clase politica, al Estado, a los intelectuales y a contemporanea permite la invencion de tradiciones,
los <<grandes». El racista se nutre, en este caso, de una aunque sea bajo las formas de un bricolage, segun la ex-
representacion opuesta a la del grupo aludido: para él, el presion de Claude Lévi-Strauss, en el que diversos ma-
Otro es el que esta sumando puntos, mientras que él se teriales tomados del pasado son integrados de manera
ve a si mismo en plena caida o se siente particularmente sincrética a elementos mas nuevos para presentarse bajo
amenazado. la forma de la tradicion. Por ejemplo, la identidad bre-
Este racismo no es un rechazo a la rnodernidad, sino tona reivindica frecuentemente una larga historia y tra-
un rechazo a ser expulsado de la misma, que se vuelve diciones, aunque la danza, la musica y la arquitectura
contra aquellos grupos acusados de haber ingresado en bretonas deben mucho a innovaciones de los siglos XVII,
ella. Es un llamamiento para formar parte de la vida XVIII y XIX combinadas o mestizadas con elementos mas

moderna, del dinero, del empleo, del consumo y de la antiguos. No es raro que tales invenciones se vinculen

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I; H
con el caso precedente, es decir, con una situacion, real o de acapararla de manera injusta, maligna y en detri-
o temida, de caida o de exclusion: entonces los dramas y mento de la identidad del grupo racista.
las aprensiones, ligadas a la desocupacion, ala miseria, a Asi, desde hace tiempo, en muchos paises los judios
los problemas de la vivienda, del sobreendeudamiento, han sido acusados de personalizar el intercambio, el di-
de la escolaridad de los niios o de la salud desembocan, nero, la industrializacion, el capitalismo y los medios de
mas alla de un populismo favorable a proyectos de mo- comunicacién corruptores de la tradicion, pero tam-
dernizacion, en un nacionalismo, en un llamamiento a bién, lo que no es sino otra cara de la modernidad, las
la etnicidad o ala religion que se convierten en antimo- ideas comunistas o la accién revolucionaria. El antise-
dernos, se desprenden de cualquier intencién universa- mitismo, sin reducirse jamas a esa unica dimension,
lista y tienden al integrismo o al radicalismo de la reclu- constituye por tanto, a menudo, una expresién del odio
si6n en la cultura. o del miedo hacia la modernidad, o de la incapacidad
A partir de ahi, tal como muestra Etienne Balibar para dominarla, o aun del resentimiento de los grupos
(1989) respecto al nacionalismo, el racismo encuentra que, al no poder ser incluidos, se enfrentan a quienes la
su lugar con bastante facilidad y constituye un gusano encarnan segun su criterio.
frecuentemente presente en el fruto de la idea de comu- En las sociedades occidentales, las diasporas de ori-
nidad nacional (u otra): <<El racismo -escribe Balibar- gen asiatico, sobre todo cuando demuestran dinamismo
no es una “expresion” del nacionalismo, sino un suple- economico al mismo tiempo que una capacidad para
mento del nacionalismo, mas concretamente un su- mantener una vida comunitaria, suscitan también un ra-
plemento interior del nacionalismo, siempre excesivo cismo cimentado sobre todo en prejuicios y rumores
en relacién con él, pero siempre indispensable para su y que _remite, parcialmente al menos, a este tercer caso.
constitucién y, sin embargo, aun insuficiente para llevar
a cabo su proyecto» (p. 78).
Hay otros casos posibles en los que la identidad, in- El racismo de las identidades en conflicto
cluso si en un principio es una parte integra de la mo-
dernidad, conduce a oponerse mas que a incluirse. Son Por ultimo, un cuarto polo corresponde a actitudes y
casos que remiten especialmente a situaciones en las que conductas desplegadas en nombre de una identidad cul-
un grupo reivindica una identidad comunitaria, religio- tural, contra grupos que se definen a si mismos como
sa, nacional o étnica, para denunciar en términos de ra- culturalmente distintos, mas alla de cualquier referencia
za a otro grupo acusado de encarnar la modernidad, de a la participacion en la modernidad o en su control.
contribuir a su extension solamente en beneficio propio Aqui el racismo surge en el marco de tensiones intercul-

58 59

E;
turales o interétnicas, en las que puede tener lugar una Theodor Adorno, a partir de una estructura de la perso-
dialéctica de las identidades: cualquier afirmacién identi- nalidad o de una economia psiquica que se arraigan en la
taria o comunitaria de un grupo, incluso muy minorita- educacion y la primera infancia y en el funcionamiento
rio, puede provocar, en efecto, la exacerbacién identita- del grupo racista, tanto como en el de los grupos que
ria de otros grupos, empezando por el dominante o son victimas, al margen de sus contactos reales. Asi es,
mayoritario. por ejemplo, como el desarrollo contemporaneo, en
Esos procesos se Ven favorecidos por la fuerte visibi- Europa occidental, de los nacionalismos xenofobos y
lidad de los grupos y las comunidades que participan en racistas, animados por el odio hacia la inmigracion, se
ellos. En ultima instancia pueden remitir a un enfoque nutre en gran parte de afectos que tienen poco que ver
en términos de mee relations, prolongando perspectivas con la realidad de esta inmigracion o con una experien-
abiertas por la Escuela de Chicago a partir de los anos cia compartida, y mucho mas con un sentimiento de
veinte. Pero el racismo, en sus dimensiones intercultu- amenaza general que pesa sobre la identidad nacional,
rales, no implica necesariamente la experiencia compar- sentimiento vinculado con dificultades sociales o con
tida o la copresencia. El miedo y el odio se pueden procesos bastante mas amplios -globalizacién de la
construir o desplegar con una amplia dosis de imagina- economfa, internacionalizacion de la cultura hegemo-
cién a partir de simples representaciones de las comuni- nica estadounidense o construccién europea, por ejem-
dades juzgadas amenazantes o superfluas, y cuya afir- plo-. Asimismo, se pudo hablar de un antisemitismo
macién identitaria es subrayada o sugerida a través de lo sin judios en relacion con el nacionalismo y el comu-
que dicen los medios de comunicacion, especialmente la nismo en algunos paises de Europa central después de
television, o los rumores y conversaciones de la vida co- la guerra.
tidiana. Hoy, determinadas sociedades occidentales, Francia
La produccion del racismo no necesita que existan en particular, son el teatro de procesos de fragmenta-
concretamente <<relaciones de razas>>, sino, en primer cién social y cultural en los que la idea de nacién ofrece
lugar, condiciones que involucran solamente al actor ra- cada vez con mas dificultad un marco simbélico y cul-
cista, a su educacion, a su entorno familiar y a las trans- tural o el horizonte general de la vida colectiva. La idea
formaciones politicas, economicas y culturales que de nacion, en efecto, se concreta en un nacionalismo
afectan al grupo al que pertenece. La dialéctica de las mas o menos racista, xenofobo y antisemita mientras
identidades se desarrolla también, tal como indicaron que se afirman todo tipo de identidades particulares
muchos autores mas 0 menos inspirados en el psicoana- -étnicas, religiosas, de género, ligadas a una deficiencia
lisis, desde ]ohn Dollard a _Iulia Kristeva pasando por fisica, etcétera- que se presentan de una manera mas 0

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menos reivindicativa en el espacio publico. Estos proce- Estos polos son construcciones analiticas y en la
sos se pueden prolongar muy rapidamente reduciendo a practica concreta, es decir, en la histérica, los actores o
los actores a una esencia, una naturaleza, una raza, y no los ideologos del racismo no se reducen jamas a tipos
solamente a una cultura; entonces, éstos se convierten sociolégicamente <<puros». Remiten mas bien a combi-
en factores de <<racializaci6n» de la vida colectiva. La naciones o posiciones complejas, cuya localizacién en
historia reciente muestra que si dichos procesos no son nuestro esquema, para un mismo actor o un mismo
asumidos politicamente, de manera democratica, pue- ideologo, puede variar en el tiempo. El carzicter sincréti-
den desembocar en terribles violenclas. co del racismo es mucho mas la norma que el pensa-
miento racista, no se plantea mayores problemas por
sus contradicciones internas y no se preocupa por arti-
El espacio teérico del racismo cular de manera racional o coherente los diferentes ele-
mentos de los que emana. El racismo fusiona o amalga-
El espacio sociologico del racismo en la era moderna se ma las significaciones, incluso las mas opuestas; puede
podria concretar, por tanto, a partir de cuatro polos apuntar a un grupo paraexcluirlo aun mas (por ejem~
principales. Cada uno define una modalidad particular plo, en nombre de una diferencia cultural juzgada irre-
de tension y de oposicion entre la participacion indivi- ductible y, por ende, racizada), y simultaneamente es-
dualista en la modernidad y el repliegue o la afirmacion forzarse por incluirla (por ejemplo, para explotarla y
identitaria: sacar provecho).
Este marco general de analisis corresponde a una de-
Racismo universalista finicion de la modernidad que ve en esto, fundamental-
M/ I
mente, una tension, y por ello también una articulacion,
entre dos registros distintos: por un lado la razén, el
Racismo de I/ I I/M Racismo de la idenridad
identidades en conflicto progreso, el intercambio, la referencia a los Valores uni-
COHUH la m0demidad
versales tales como los que han sido formulados, es-
M/M pecialmente, por la Ilustracién y, por otro lado, los
Racismo de la caida sentimientos, los afectos, las identidades culturales, de-
o de la exclusion social
finidas en términos histéricos, religiosos, étnicos, na-
M: participacién en la modernidad.
cionales u otros. Estos dos registros remiten a los dos
I: afirmacién de una identidad. ejes que estructuran el esquema presentado mais arriba,
uniendo los puntos cardinales de dos en dos, lo que ha-

62 63
ce del racismo el conjunto de las modalidades de su re- cismo, a reforzar su eje horizontal, mientras que duran-
lacion. te la era clasica del fenémeno el eje vertical podia pare-
Ahora bien, desde el final de la Segunda Guerra cer esencial. En efecto, en los procesos mas contempo-
Mundial, y con una aceleracién durante los anos seten- raneos, en muchos aspectos el racismo se parece, en
ta, las sociedades occidentales (pero no solamente ellas) efecto, a una guerra de las culturas y de las identidades y
conocen cambios tan importantes que en su caso es po- sobre todo es rechazo o distanciamiento de la diferencia
sible hablar de crisis de la modernidad e incluso, segun cultural, percibida como amenazante. El Otro, desde
algunos analisis y reflexiones, de superacién posmoder- este punto de vista, se define por costumbres, tradicio-
na. La idea de una tension, de una articulacion aun posi- nes y una alteridad irreductible, y debe ser eliminado,
ble entre los dos registros que definen la modernidad, expulsado o, al menos, mantenido a distancia, dejado
da lugar a otras representaciones del mundo contem- aparte. La logica de la diferencia, sin ser la unica, parece
poraneo, en las cuales dominan las imagenes de la diso- hoy mucho mas fuerte que la de la minimizacion, que
ciacion y del estallido. La razén instrumental, el fun- consiste ante todo en poner en primer plano atributos
cionamiento planetario de la economia o el progreso naturales para proceder mejor a la explotacion del Otro
cientifico y tecnologico parecen amenazar cada vez mas en el seno de relaciones sociales o coloniales en donde
a las culturas en su ser y su existencia, es decir, oponerse aquélla tiene su lugar.
a ellas. La <<desmodernizaci6n», como dice Alain Tou-
raine, es <<la disociacion de lo extenso y del alma, para
retomar las palabras antiguas, de la economia y de las Racismo y antisemitismo
culturas, de los intercambios y de las identidades» (1997,
p. 40). Desde esta perspectiva, el racismo ya no puede Hasta ahora hemos tratado del racismo incluyendo el
ser analizado solamente como vinculado con la era mo- antisemitismo, sin una distincién particular. Pero ges po-
derna, con su nacimiento y su funcionamiento; también sible presentar el segundo como simple caso particular
deber ser abordado en funcion de esta gran transforma- del primero?
cién, de esta desmodernizacion, de la cual constituye La respuesta depende de la perspectiva y de las
entonces una modalidad. El racismo es un fenémeno a orientaciones teoricas que uno adopte. Un punto de
la vez moderno y también asociado a la superacién o a la vista historico, en particular, puede con bastante facili-
crisis de la modernidad. dad ser contrastado con un punto de vista sociolégico.
Esto no invalida el esquema anterior, pero invita, al El antisemitismo, en efecto, prolonga un antijudaismo
tratar de considerar las formas contemporaneas del ra- tan antiguo como la religion judia; y el odio hacia los

64 65
judios tiene tal espesor histérico que no se puede, de tismo es de fines del siglo XIX; su invencién es atribuida
ninguna manera, reducir solamente a los tiempos mo- generalmente a Wilhelm Marr, periodista de Hamburgo,
dernos, como hemos hecho, fundamentalmente, en lo que la utiliza en 1873 en un libelo titulado La Victoria
que se refiere al racismo. del judaikmo sobre el germanismo.
Este argumento, que disocia claramente los dos feno- Desde un punto de Vista mais analitico que histérico,
menos, se debilita un poco si consideramos, precisamen- es mucho mas facil hacer del antisemitismo un caso par-
te, ya no el odio propiamente social y cultural hacia los ticular de racismo, sobre todo si nos situamos en una
judios, sino su transformacion en un fenémeno racista, perspectiva que intenta muy especialmente identificar
lo que refuerza la idea de un vinculo entre racismo y puntos comunes en las significaciones de las conductas
modernidad. Se puede, en efecto, fechar las primeras ex- contra los judios, los negros u otros. El esquema pre-
presiones del antisemitismo en Espana en tiempos de la sentado mas arriba, por ejemplo, puede servir facilmen-
Reconquista 0 de los grandes descubrimientos, cuando te para leer la experiencia del antisemitismo desde fina-
los judios fueron expulsados de ese pais (y de Portugal), les del siglo XIX. Los judios, en efecto, a menudo han
y cuando los estatutos de <<pureza de la sangre» fueron encarnado el dinero, la modernizacion y el intercambio,
quiza la primera expresién clara de un racismo biolégico un universalismo asociado a la imagen del cosmopoli-
para el cual la Sangre judia, como explicaba un contro- tismo 0 a ideologias comunistas y revolucionarias. Y el
versista del siglo XVI, citado por Charles Amiel (1983), antisemitismo ha podido entonces reprocharselo tanto
corrompe al hombre y se asemeja a un veneno -un quasi en nombre de la defensa de una tradicion, de una nacion
'uenenum-. En efecto, en Espana, después de 1492, los o de una religion definida en términos mas bien hostiles
judios ya no encuentran su lugar, y si quedan algunos es- a la modernidad, como en virtud, al contrario, de un de-
tan escondidos, mas o menos falsamente convertidos, seo mas o menos frustrado de participar en ella.
marranos* y, de hecho, considerados por el poder como De manera muy diferente, los judios también pudie-
biolégicamente diferentes. Cualquier puesto mas o me- ron a menudo encarnar una tradicion y una religion,
nos importante en el ejército, en la Administracion o en practicas juzgadas a veces como oscurantistas y que el
la Iglesia estuvo durante largo tiempo prohibido a los
antisemitismo ha podido atacar o bien en nombre de
espanoles si no podian presentar una genealogia virgen otra tradicion, cristiana por ejemplo, o bien de una mo-
de cualquier ascendencia judia (véase Poliakov, 1959, dernizacion que pretendia hacer desaparecer su particu-
1971). Agreguemos que el término incluso de antisemi-
larismo, como fue el caso de la mayoria de poderes co-
Desde el siglo XV hasta el XVII, asf se designaba a los judios

munistas en Europa del Este hasta la caida del muro
conversos que podian practicar su fe en secreto. [N. del Ed.] de Berlin.

66 67
Los cuatro puntos cardinales de nuestro esquema
permiten leer la experiencia, por ejemplo, del antisemi-
tismo vivido por los judios de Polonia o de Rusia hasta
estos ultimos anos (Wieviorka, 1992a) pero, ademas, lo
que hemos dicho sobre la capacidad del racismo para
amalgamar significaciones muy contradictorias se apli-
ca perfectamente a esta experiencia.
Otro argumento apoya con fuerza la idea que hace
del antisemitismo una forma particular de racismo. Tie-
ne que ver con el hecho de que en el nazismo, apogeo
del racismo cientifico como hemos visto, se ataco ante
3. La
diversidad de las
todo y precisamente a los judios, lo que impone, segun expresiones concretas del racismo
Zygmunt Bauman (1989), entre otros, pensar la Shoah
no como una aberracion de la modernidad, sino como
Las ciencias sociales contribuyeron en un primer mo-
una de sus modalidades paroxisticas. Es cierto que algu-
mento a la elaboracion del racismo, mas quizé de lo que
nos enfoques sociolégicos, en particular de inspiracion
ayudaron a constituirlo como objeto de analisis y de re-
hegeliana o marxista, como el de Oliver C. Cox (1948), flexion. A esas ciencias les ha costado desprenderse del es-
consideran que las funciones sociales del racismo y del tudio de las razas humanas y todavia no han roto del todo
antisemitismo son tan diferentes que conviene distin- con la idea misma de raza, proponiendo mas bien, desde
guir correctamente los dos fenémenosz para estos enfo- Gabriel Tarde a Claude Lévi-Strauss, pasando por Franz
ques, en el antisemitismo a menudo se ataca al judio en Boas o Ludwig Gumplowicz, revertir los modos de pen-
tanto sfmbolo del poder, del capital o del dinero, en el samiento que explican la vida social y la cultura por la ra-
mismo punto en donde el racismo considera inferiores a za como beneficio de razonamientos en los que esta ulti-
los negros, ya socialmente indefensos. El debate queda ma se convierte en un producto de la cultura: <<Lejos de
abierto, pero la tesis de la pertenencia del antisemitismo tener que preguntar si la cultura es o no una funcién de la
a la familia mas amplia del racismo parece, una vez so- raza -explica Lévi-Strauss en una famosa conferencia
metida al analisis, mas fuerte que la tesis contraria. (1971)-, descubrimos que la raza ~o lo que habitualmente
se entiende por ese término- es una funcién entre otras de
la cultura>>. La raza, desde esta perspectiva, no es una rea-
lidad biolégica o genética, sino una construccién social.

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69
Sin embargo, algunos grandes pensadores sociales y lucionan en el espacio urbano. Remite en muchos as-
politicos, desde la plena época de la ciencia racial, toma- pectos, junto a Robert Park, Ernest Burgess y muchos
ron sin ambigiiedades distancias con el racismo (antes mas, a lo que Everett Hugues llamo una <<ecologia del
de tiempo, ya que el término fue forj ado durante el pe- Contacto étnico o racial».
riodo de entreguerras), pero no asi con la idea de raza. El estudio de las race relations se complica, y se pre-
Por ejemplo, Alexis de Tocqueville (1835), para quien cisa, con la aportacion de W Lloyd Warner mediante la
los negros pueden, tanto como los blancos, lograr un al- idea de una doble distincion, de clase y de casta, que per-
to grado de civilizacion si las condiciones lo permiten y mite pensar las relaciones de razas en la época del desa-
que, sobre todo, propone un razonamiento sociologico rrollo de la industria y de la formacion de un proletaria-
para dar cuenta del racismo de los <<pequenos blancos» do industrial negro: antes, blancos y negros estaban
estadounidenses; también Max Weber (1921), que se separados por lo que Warner llama una linea de casta,
preocupa por la progresién del antisemitismo en Ale- que se desplaza a partir del momento en que blancos y
mania a principios de siglo y propone dar prioridad a negros se encuentran en un mismo lado en relacién con
las explicaciones sociologicas de la vida social sobre las las relaciones de clases.
que se apoyan en la biologia. Asi se empieza a disponer de un conjunto, que ira di-
En Estados Unidos, las primeras investigaciones que versificandose, de modos de enfoque que permiten
abren la via ala comprensién del racismo estafn, como se abordar el racismo como un hecho social. Cada uno de
ha visto, ligadas a la Escuela de Chicago, que promueve, estos enfoques corresponde a orientaciones intelectua-
bajo la influencia de Robert E. Park, el estudio de las ra- les generales: unas, por ejemplo, son de inspiracién psi-
ce relations. <<Protosociologia» del racismo, segun la ex- cologica, a menudo psicoanalitica; otras estan Vincula-
presién de Michael Banton (1987), es un estudio que ya das con un marxismo aim bastante rustico, corno sucede
se habia preparado especialmente por el trabajo militan- con Oliver C. Cox, luego mas elaborado, etcétera. Y to-
te de W E. B. Du bois, asf como por diversas investiga- dos contribuyen a dar del racismo la imagen de un fe-
ciones, entre ellas su famosa monografia sobre los negros nomeno que puede adoptar formas diversificadas y que,
de Filadelfia (1899). Esta se apoya en la observacién por lo mismo, no permite reducirlo a las doctrinas y a
empirica sobre el terreno y analiza los contactos y con- las ideologias que, demasiado frecuentemente o duran-
flictos fisicos, geograficos, territoriales, econémicos y te demasiado tiempo, han constituido el aspecto esen-
culturales sin cuestionar la idea de raza, de hecho inte- cial de las preocupaciones de sus analistas.
resandose, fundamentalmente, por la manera en que los
diversos grupos étnicos gestionan sus relaciones y evo-

70 71
El prejuicio car que el racismo se funda en falsos supuestos y fala-
cias segun la ciencia para que éste retroceda.
gDe donde viene el prejuicio racial? gComo se fabri-
Una primera forma elemental de racismo nos la da el
ca? Una primera tradicion de analisis, fuertemente in-
prejuicio, al que aqui asociaremos la categoria relativa-
fluida por el psicoanalisis, propone asociar cultura y
mente cercana del rumor. El racismo, en efecto, remite
a
ingroup personalidad, es decir, reproduccion del prejuicio y for-
representaciones del Otro que valorizan el
macion de la personalidad del que lo sostiene. Esta tradi-
(grupo de pertenencia, también llamado endogrupo), en
cion surge al final de los anos treinta en Estados Unidos,
vez del outgroup (grupo distinto, también llamado exo-
en la conclusion del libro de ]ohn Dollard que se con-
grupo), que amplian las diferencias y desembocan en es-
vertira en un clasico, Caste and Class in a Southern
tereotipos susceptibles de alimentar o justificar actitu-
Town (1937). Para Dollard, que realizo una larga y exi-
des discriminatorias. Los prejuicios pueden preexistir
a
gente observacion participante en una ciudad del Sur
cualquier eventual experiencia concreta de la relacion
bautizada <<SoutherntoWn», el prejuicio de los blancos
con el Otro, a cualquier conocimiento en la practica, y
en relacion con los negros se inscribe, ciertamente, en
no se manifiestan necesariamente en actos, lo que plan-
torno una relacion de dominacion en la que se contribuye a
tea dos preguntas principales. La primera gira en
mantener una situacion de casta y de inferiorizacion; pe-
a la formacion del prejuicio, ya que no se puede redL1Cir
3
que explicar ro, en definitiva, las actitudes de los blancos a Dollard le
la practica efectiva del Otro, y del cual hay
parecen principalmente determinadas no por el contacto
bien las fuentes; la segunda remite al paso acto y, por
al
ele- con los negros, sino por el contacto <<con la actitud que
ende, a la continuidad del racismo entre esta forma
prevalece hacia ellos». El prejuicio, entonces, procede de
mental y otras, mas activas.
la formacion de la personalidad del racista, de las frus-
traciones vividas durante su infancia y de las dificultades
de su vida adulta, y remite a una hostilidad que se Vuelve
Las fuentes del prejuicio
agresion. Pero esta hostilidad no se expresa en el interior
del grupo que constituyen los blancos, sino que se vuel-
El que tiene un prejuicio no solo juzga al Otro de ma-
ca hacia los negros, grupo odiado y sin defensa al cual es
nera predeterminada, sino que ademas no se ve afectado,
posible aplicar una identificacion uniforme (los blancos
o no necesariamente, por lo que aporta la experiencia
reconocen sin problema a quiénes es normal no querer).
vivida o el encuentro con él; por otra parte, opone una
Esta concepcion del prejuicio también aparece, jun-
singular resistencia a la critica, por fundada que sea.
to a otros elementos, en la obra fundamental y monu-
Contrariamente a una idea ingenua, no basta con expli-
73
72
,..;_i_
mental ya citada de Gunnar Myrdal, An American Di- can de qué manera aporta las condiciones favorables a
lemma. The Negro Problem and Modern Democracy conductas racistas, y de qué manera también constituye
(1944). El racismo, en este caso, enfrenta a los estadou- una predisposicion. El prejuicio, desde esta perspectiva,
nidenses con un dilema que se desarrolla entre su Credo, esta preparado por un modo de socializacién; como es-
hecho de Valores altamente morales asociados a la na- tablece Gordon W Allport (1954), asi resiste a los cono-
cion y a la democracia, y la opresion de los negros, que cimientos que lo cuestionan, incluso a los hechos que lo
se apoya en su desconocimiento, en la ignorancia. El desmienten. Es posible ir aim mas lejos en la idea de una
negro, como muestra Myrdal, es presentado de manera ausencia de relacién entre la formacién del prejuicio ra-
estereotipada y constantemente distorsionada, siempre cial y el conocimiento przictico de quienes lo padecen
<<en el sentido de un rebajamiento»; el racismo antine- con una antropologia psicoanalitica que explica, por
gros conlleva concepciones y representaciones que no ejemplo, que el miedo o el odio hacia el Otro se origina
se explican de ninguna manera por las particularidades en el miedo a morir, en el retorno de lo reprimido o en
de quienes se ven afectados por él. el trabajo del inconsciente: <<Cuando huimos o lucha-
Si vamos aun mucho mas lejos en la idea de una diso- mos contra lo extrano, luchamos contra nuestro incons-
ciacion entre la formacion de los prejuicios y la expe- ciente», escribe _lulia Kristeva (1988, p. 283).
riencia vivida de las relaciones de raza, muchos trabajos, Pero ghasta donde se puede ir en la descontextuali-
a partir del estudio pionero de Theodor Adorno sobre zacién del prejuicio? La cuestion fue planteada, ya en
la personalidad autoritaria (1950), se han esforzado por los anos treinta, por W Lloyd Warner (1936), insistien-
mostrar que el prejuicio racista encuentra su fuente en do en la idea de que el racismo es un valor de la sociedad
una personalidad forjada mas alla de situaciones en las blanca no mas irracional que otros, y que por ende en-
que luego se expresara. La investigacion de Adorno se cuentra un lugar en su cultura. O, también en los afios
funda en la hipotesis segun la cual las convicciones de cincuenta, por Thomas Pettigrew, que muestra, por
una persona en materia politica, social o econémica for- ejemplo, que los prejuicios de los blancos no judios de
man un todo, un pattern, que expresa las tendencias cla- Estados Unidos, medidos con la ayuda de los mismos
ve de una personalidad. La misma se forma en la familia métodos que los de Adorno, son muy parecidos en el
y la educacion; el racismo, y mas concretamente el anti- Norte y el Sur del pais en lo que se refiere a los judios, y
semitismo, que es el objeto de esa investigacion, se vin- muy diferentes en lo que se refiere a los negros, lo que
culan, desde esta perspectiva, con un tipo de personali- quiere decir que Varian también segun el contexto.
dad muy particular, autoritaria, de la cual Adorno y sus Asi sélo queda, como hizo Gordon W Allport, reco-
colaboradores muestran los rasgos distintivos y expli- nocer la diversidad de los modos de enfoque del prejui-

74 75
drogar a sus jovenes clientes para incorporarlas luego a
cio. Algunos autores han insistido sobre las predisposi-
ciones culturales del fenomeno en términos de tipo o de redes de prostitucion, es absurdo y esta a la vez cargado
estructura de personalidad; otros, al contrario, han su- de significados. Este rumor, desprovisto de fundamen-
gerido un lazo entre la dominacion o la estratificacién tos objetivos, traduce por parte de quienes lo hacen cir-
cular un vacio o una carencia existencial, que es lo que
social, es decir, la expresion de prejuicios dotando a los
se trata de neutralizar, y un miedo a la modernidad tal
miembros del grupo dominante de los medios con que
fundar una racionalizacion de su dominacion, asegu- como se expreso en Mayo del 68 o a los cambios cultu-
rando asf su reproduccion. Esta ultima idea ha sido for- rales de la época, de los cuales Orleans se mantuvo rela-
tivamente a distancia.
mulada de manera original por un sociologo holandés,
Teun A. Van Dijk (1987, 1991), para mostrar de qué
manera, en las interacciones mas comunes de la vida co-
Paso al acto
tidiana, los individuos del grupo dominante despliegan
estrategias de persuasion y de presentacion de si mis-
mos que recurren al prejuicio racial para poder estable- El prejuicio no se prolonga automaticamente en la prac-
cer mejor la comunicacion con los miembros de un gru- tica. El estudio clasico de Richard T. LaPiere (1934)
puede ilustrar esta observacion. LaPiere, durante un pe-
po y dar una imagen positiva de si mismos.
riplo por muchos Estados de Estados Unidos en com-
pafiia de una pareja de chinos, se detuvo con ellos en
184 restaurantes y 66 hoteles, sin enfrentarse jamas a un
El rumor de Orleans
rechazo, con una excepcion bastante ambigua. Luego
Si es posible analizar el prejuicio sin tener en cuenta el
mando por correo un cuestionario a los restauradores y
hoteleros en cuestion, preguntandoles, entre otras co-
contexto social en el que se expresa, al menos hasta cier-
sas, por el recibimiento que estaban dispuestos a brin-
to punto, pero también encontrar en él una racionali-
dad, también limitada, que la inscribe en relaciones de dar a posibles clientes asisiticos. El 90 % de las respuestas
dominacién, gno sera acaso porque se trata de un feno- indicaba que, llegado el caso, no se le brindaria ningun
meno que traduce, a la vez, sentido y pérdida de senti- Servicio a esa clientela.
Esta experiencia, que otros estudios han confirmado
do? Un claro estudio de Edgar Morin (1969) puede
ampliamente, indica que no hay ninguna automatici-
ilustrar esta observacion. Morin muestra que el rumor
antisemita que se propagé en Orleans en 1968, acusan- dad entre los prejuicios, en este caso antiasiaticos, y los
actos, ya que en la practica los clientes chinos fueron
do a los comerciantes judios del centro de la ciudad de

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76
_Elwxl

bien recibidos. No quiere decir por lo mismo que el La segregacién


prejuicio no se exprese bajo forma de discriminacién en
este tipo de situacion. Significa mas bien que el paso del El término <<segregaci6n» es ambiguo, ya que designa
prejuicio al acto exige condiciones favorables, en parti- tanto al proceso como a su resultado. Se aplica, ademas,
cular morales y politicas, si éstas no estan reunidas, o no a realidades diversas: étnica, racial o social, por ejemplo.
se producen o se efectuan de manera indirecta, evitan- La segregacion racial es, por lo tanto, ala vez un proceso
do, como escribe Allport en su comentario sobre el es- y su resultado, que sufre un grupo mantenido a distan-
tudio de LaPiere, las <<situaciones frontales que genera- cia, localizado en espacios propios que le son reserva-
ria una situacion inc6moda». dos, enclaves, guetos, territorios de uno u otro tipo. Es-
Pero conviene agregar dos observaciones, inspiradas ta distanciacion geografica se completa algunas veces
en trabajos estadounidenses de psicologia social y poli- con medidas de circulacion restrictivas, que pueden in-
tica. La primera es que a veces resulta tentador atribuir cluir hasta la misma prohibicién de entrar en determi-
al prejuicio racista una actitud, por ejemplo politica, nados espacios o de salir de los que tienen reservados.
que se apoya en otros factores; asi, los que en Estados La segregacion racial no se confunde necesariamente
Unidos se oponen al basing o a la afjqrmatifve action con la explotacién o la discriminacion e incluso se pue-
(véase el capitulo 7) pueden hacerlo no por racismo, si- de presentar como su contrario, <<separados e iguales»,
no porque este tipo de politica entra en conflicto con dice una formula racista utilizada, especialmente, por
Valores individualistas que estan profundamente arrai- los defensores del apart/veid en Sudafrica. Como for-
gados. La segunda observacién remite a la descalifica- mula extrema e institucionalizada de la segregacién, el
cion moral que envuelve, actualmente, al racismo en las apartheid fue la politica oficial de Sudaffrica a partir de
democracias y prolonga, aun a riesgo de debilitarla, la 1948 y de la victoria electoral (por parte de los blancos)
observacion anterior: en la medida en que la expresion del Afrikaner Nationalist Party. Esta politica se funda
explicita del prejuicio esta prohibida, quienes tienen cli- en la practica de la segregacion sistematica y encuentra
cho prejuicio, sobre todo en los sectores educados de sus raices en las relaciones coloniales entre amos blan-
la poblacién, a veces lo disimulan detrzis de otros argu- cos y esclavos negros en el siglo XVII, y luego en el desa-
mentos, por ejemplo poniendo en evidencia los Valores rrollo del nacionalismo de los afrikaners (herederos de
individualistas que acaban de ser evocados. los colonos holandeses, pero también alemanes y france-
ses) a partir de 1880. Consiste en combinar la distancia-
cion de los negros y su sobreexplotacion economica. El
término apartheid surge en 1944 y el principal arquitec-

78 79
to de esta politica fue Hendrik Verwoerd (1907-1966). con su cultura, sus reglas o sus leyes, su economia y su
Esta politica fue desmoronada desde el exterior por di- vida politica propia, sin estar por lo mismo encerrado
versas campanas de boicot hacia Sudafrica y por la pre- en un universo completamente cercado.
sion politica internacional, y desde el interior por una La segregacion urbana, siempre dentro de esta pers-
accion de resistencia que a veces se convirtio en revuel- pectiva, es mas bien una ventaja y no un mal, ya que
ta (en particular la de Soweto en 1976). En 1990, el Pri- permite a los individuos participar en la vida de la gran
mer ministro EV( De Klerk autorizo el excarcelamiento ciudad, beneficiandose de cada uno de los recursos de la
de Nelson Mandela, lider historico del African Natio- comunidad étnica inscrita en un territorio mas peque-
nal Congress, principal organizacion negra de oposi- no; en alguna medida produce una esclusa, pasos obli-
cién al apartheid, abriendo asi el proceso de abandono gatorios pero utiles hacia la modernidad, y se apoya
historico de esta politica, definitivamente liquidada en -para utilizar un vocabulario anacronico, ya que remite
1994. a los anos setenta- en un multiculturalismo bien tempe-

La segregacion puede ser directa y explicitamente ra- rado. Aqui a veces el racismo se puede inscribir en ten-
cial, pero también puede remitir a procesos mas econo- siones interculturales, pero sin duda no es imprescindi-
micos y sociales que propiamente racistas y que desem- ble en los mecanismos que hacen de la ciudad, como
bocan en una separacion racial. Puede ser obra de un dijo Robert Park, un <<mosaico de pequenos mundos
grupo racista, o dominante, que no se quiere rnezclar que se tocan sin interpenetrarse» y entre los cuales los
con el grupo al que trata de manera racista; también individuos pueden circular facilmente.
puede ser, a la inversa, un producto de este ultimo, que Esta imagen un tanto idilica de la etnicidad y de la
encuentra en los espacios comunitarios recursos cultu- segregacion urbana desaparece en Estados Unidos ape-
rales, incluso economicos, de los que no dispone en nas se considera a los negros, incluso en una gran me-
otros lados. Asi es como, en particular, uno de los libros tropolis como Chicago. Porque, contrariamente a las
mas clasicos producidos por la Escuela de Chicago, The otras minorias, para con quienes la segregacion étnica se
Ghetto, de Louis Wirth (1928), pretendia demostrar ha ido debilitando con el tiempo, los negros, que llega-
que tanto el gueto medieval, antes de que fuera impues- ron en gran numero a partir de comienzos del siglo XX,
to a los judios, como el gueto moderno de la ciudad de desde los Estados agricolas del Sur para constituir un
Chicago, corresponden, para quienes residen ahi, a pro- proletariado industrial en el Norte, siguen estando en-
tecciones y a un conjunto de recursos, y no solamente a cerrados en una logica de segregacion racial. Esta dife-
un espacio de rechazo. Vivir aparte, desde este punto rencia ya era perceptible en los anos cincuenta y sesen-
de vista, es poder constituir una comunidad viviente ta. Luego se acentuo hasta el punto que, en los afios

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ochenta y noventa, a pesar de las luchas por los dere- gacion puede incluso convertirse directamente en un
chos civicos surgidas en los anos sesenta y tras las poli- elemento de politica racial, como sucedié espectacular-
ticas de af]5rmati've action de las cuales algunos se bene- mente en Sudafrica.
ficiaron, muchos negros viven en una situacién de gran
pobreza, en guetos que han perdido todos los atribu-
tos positivos del modelo desarrollado medio siglo antes La discriminacién
por la Escuela de Chicago, privados de lo esencial de
sus recursos culturales, economicos o politicos. Para La segregacién racial corresponde a una légica de dife-
ellos, la esclusa se convirtié en ratonera. Aquila segre- renciacion y la discriminacién corresponde mas bien a
gacién se puede calificar de total, en la medida en que es una légica de jerarquizacion. Consiste, en efecto, sin ex-
ala vez racial y social, y que el racismo se combina con cluir al grupo tratado de manera racista, en poner de re-
la exclusion social. lieve la raza para otorgarle un tratamiento diferenciado.
La segregacion puede ser fruto del funcionamiento Esta distincién analitica no siempre es facil de aplicar en
del mercado, de légicas institucionales 0 politicas, o de concreto; hasta ese punto el racismo puede amalgamar
una combinacién de ambos conceptos. El mercado pue- estas dos formas elementares. El hecho de separar a los
de fabricar segregacién racial sin que se expresen expli- blancos de los negros en los transportes publicos, por
citamente afectos racistas, tal como vimos un poco an- ejemplo, gno equivale a discriminar y a segregar?
tes en relacién con el racismo institucional (ver paginas La discriminacién es una nocion tan ambigua como
37-39). En rnateria habitacional, por ejemplo, el simple la de segregacién, ya que designa también, a la vez, un
juego de compras, ventas y alquileres individuales es su- proceso y su resultado y se puede ejercer en todos los
ficiente, asi como el comportamiento de los padres arnbitos de la vida social, en el acceso a la educacién, a la
cuando deciden a qué colegio iran sus hijos. Pero some- salud, al empleo, ala vivienda, en el seno de una empre-
tido al analisis, incluso en relacién con la experiencia es- sa y en los lugares de trabajo, a veces también en las aso-
tadounidense, esta claro que a menudo, tras el funcio- ciaciones, incluso en los sindicatos, en el funcionamien-
namiento aparentemente automatico del mercado, se to de la justicia y en el de la policia. Aparece también en
encuentran politicas (sociales, habitacionales, educati- la manera en que los grupos victirnas del racismo son
vas), es decir, intervenciones de los poderes publicos, tratados por los medios de comunicacion en la televi-
que orientan mas o menos fuertemente este funciona- sion, en el cine 0 en la publicidad, cuando son olvidados
miento en un sentido que puede corresponder al racismo u ignorados, como el <<I-Iombre invisible>> del bello li-
o, al contrario, esforzarse por contrarrestarlo. La segre- bro de Ralph Ellison (1952), presentados de una mane-

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82
no Unido desde los anos setenta, consisten en examinar
ra particularmente negativa o, a la inversa, estetizados
el comportamiento de los empleadores o de quienes in-
de una manera que puede poner el acento en caracteris-
tervienen en el mercado inmobiliario cuando responden
ticas fisicas particulares.
a un mismo anuncio (de empleo o para una vivienda)
La discriminacion no es necesariamente un trata-
miento ilegal, merecedor de una accion -ante los tribu- candidatos de perfil social similar, aunque, mientras
nales en una democracia preocupada por los derechos unos son ingleses <<de origen», otros son de color. Como
observan los sociologos ]ohn Wrench y john Solomos
humanos. Asi, en Francia, el comportamiento de los po-
(1993), ante la discriminacion racial lo mas eficaz es
licias y los militares que controlan a los jovenes segun
su apariencia fisica en el marco, por ejemplo, de las ope- combinar las medidas legislativas y una presion politica,
adoptada por instituciones publicas o actores milirantes
raciones destinadas a contrarrestar el terrorismo se ex-
que se puedan apoyar en ese tipo de investigaciones.
plica por la mayor probabilidad de transportar un apa-
rato explosivo que brindan estos jovenes, mas que las
ori-
personas mayores y aparentemente <<francesas de
gen»; ademas los policias pueden, en este contexto, es-
perar que, incluso si no hay ninguna bomba que descu-
brir, siempre habra algunos gramos de hachis, o la
ausencia de un documento de residencia. Aqui la discri-
minacién esta en el hecho de que hay determinadas ca-
tegorias de personas que son controladas y no en el
control mismo, al menos si se efectua respetando la ley.
En las democracias en que el racismo es combatido,
alli donde esta prohibido por la ley, la discriminacion
transita por formas mas o menos veladas, hasta el punto
que se ha podido, como hemos visto, forjar el concep-
to de racismo institucional para dar cuenta de ciertos
mecanismos ciegos, aparentemente sin actores. Sus ex-
presiones menos visibles pueden ser, en realidad, si no
masivas, al menos muy fuertes. Por eso exige, para ser
combatida, un voluntarismo politico que pasa por in-
vestigaciones y demostraciones como las que, en el Rei-
85
<94
4. La violencia racista

El racismo siempre es una violencia en la medida en que


constituye una negacion de quien resulte victima, es de-
cir, una alteracién de la parte de humanidad de la que
cada cual es portador. Esta violencia es, sobre todo, sim-
bélica cuando afecta a la integridad moral de una perso-
na sin alterar, sin embargo, directamente su participa-
cién en la vida social, politica o econémica, cuando dicha
violencia es del orden del desprecio, del prejuicio o de
la simple expresién del odio, sin consecuencias sobre su
integridad fisica; dejaremos de lado este aspecto y nos
interesaremos mas especificamente por la violencia fisi-
ca, sangrienta, concentrando el analisis sobre sus expre-
siones mas evidentes, en detrimento, por consecuencia,
de sus expresiones difusas como pequeias brutalidades,
acoso o amenazas, que no se trata desde luego de mini-
mizar o de banalizar.

87
que el racismo institucional, insidioso pero a menudo to-
Una violencia calificada de racista no siempre mere-
la lerado por los poderes publicos en el mercado del traba-
ce efectivamente este calificativo. Asi, el hecho de que
jo o en el de la vivienda, y sobre todo esta muy condicio-
victima de un crimen sea de tal o cual grupo que es, por
nada por el estado del sistema politico. Por lo mismo, esa
otra parte, objeto de racismo no significa necesariamen-
odio racista represion es una funcién del Estado que dispone, segun
te que el crimen en cuestién sea racista. El
que toma un la famosa formula de Max Weber, de su monopolio legi-
no siempre mueve al pequeno comerciante
inmigran- timo. Asi, el Estado esta necesariamente involucrado
arma a medianoche y mata al joven de origen
cuando surge la violencia y es responsable, por las res-
te que esta robando en su negocio. Aunque parezca dis-
in- puestas que le aporta, de su extension o regresion.
persa, hasta el punto de que parece la suma de actos
racista
dividuales, eventualmente aislados, la violencia
en
remite al analisis sociologico y politico en la medida
que se expresa no en el vacio social, politico o institu- Violencia racista y politica
in-
cional, sino en un contexto que la vuelve posible e
cluso, a los ojos de su protagonista, legitima. Asi, no
deja Rob Witte, en su estudio sobre la violencia racista y el
de ser significativo que durante algunas semanas
delve- Estado (1966), propone distinguir cuatro fases de la vio-
rano de 1983, en Argenteuil, La Courneuve, Tourcoing, lencia racista, segun que constituya un problema indivi-
Nancy, Aulnay y Saint-Denis (en dos oportunidades), dual, un problema social, un problema inscrito en los
jovenes que en ese momento fueron calificados
como debates politicos o un problema que incluye una accion
bala vigorosa del Estado. Su razonamiento se aplica a las
beurs’ hayan muerto o caido heridos por bala; cada
surgio de un tirador aislado, pero la serie indica clara- democracias y no considera el paso a lo que seria una
que no se quinta fase, en la que el Estado mismo desarrollaria
mente que se trat6 de una especie de epidemia
puede reducir a la simple suma de actos individuales. una politica de la raza.
De manera mas general, la violencia racista se desplie- Nos apoyaremos sobre una distincion a la vez mas
favorables elemental y robusta, que considera el nivel en que surge
ga, o no, en funcién de condiciones generales,
o desfavorables, que no necesariamente
intervienen de la la violencia racista. Esta, en efecto, puede ser infrapoliti-
elementa-
misma manera cuando se trata de otras formas ca, es decir, puede provenir de actores definidos en tér-
les del racismo, prejuicios o discriminacion,
por ejemplo. minos sociales, economicos y culturales pero fuera del
mas claramente
Se puede reprimir y combatir mucho espacio politico, desorganizados politicamente y, a lo
sumo, vagamente manipulados o movilizados por gru-
de la T] pos politicos. Puede, al contrario, ser politica, adopta-
3. Apelativo coloquial que remite a los arabes. [N.

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da, preparada, organizada u orquestada por actores po- tores dispuestos a recurrir a la mas extrema violencia,
liticos o, en todo caso, estar destinada explicitamente a como sucedio el primero de mayo de 1995, en Paris,
ejercer un impacto en la escena publica o una influencia cuando unos skin/oeads que venian de Reims participa-
en la vida politica de la sociedad respectiva. ron en un desfile de este partido y provocaron la muer-
Al instalar claramente la reflexién sobre la violencia te por ahogo de un hombre de origen magrebi con el
racista en el marco del sistema politico y del Estado, o que se cruzaron a orillas del Sena. Ademas, el simple
en referencia a él, la constituimos como fenomeno que hecho de desarrollar publicamente ideas racistas puede
debe ser analizado prioritariamente a esta escala (lo ser considerado como una aportacion de legitimidad a
que no significa que no deba ser, también, confrontado actores que sienten el mismo odio racista y son exterio-
a nivel local). res, sin embargo, al Frente Nacional: si es posible ex-
presar en la television ideas claramente antisemitas, 5 por
qué seria ilegitimo pasar al acto, en conformidad con
La 'violencia infmpolitica esas ideas?
Al ser infrapolitica, la violencia racista es indisocia-
En este primer caso, la extension y gravedad de la vio- ble de tensiones sociales y culturales y puede ser, si no
lencia dependen de la actitud y la capacidad de accion de causada, al menos exacerbada por fuerzas politicas o
los poderes publicos, pero también de una eventual le- militares que la dejan operar. Asi, en la Rusia zarista los
gitimidad que aporta la libre difusion de doctrinas ra- pogromos (sublevamientos violentos contra las comu-
cistas o la existencia de partidos politicos que muestran nidades judias), al final del siglo XIX y principios del XX,
mas o menos explicitamente una ideologfa racista. Asi, fueron a menudo llevados a cabo por el populacho,
el vinculo que es posible trazar entre el Frente Nacio- mas o menos incentivado o tolerado por el poder. Esta
nal, en Francia, y la violencia racista infrapolitica no violencia, retomando una distincién clasica de las cien-
es tan facil de establecer. Este partido, que desarrolla cias sociales, muchas veces es mas expresiva que instru-
ideas racistas, ha adoptado una estrategia politica de le- mental, al menos a primera vista, y procede de bocana-
gitimidad que implica respetabilidad y que le prohibe das, explosiones imprevisibles e iniciativas de pequenos
avalar violencias ejercidas en su nombre. Pero puede grupos espontaneos, no parece estar instalada y organi-
suceder que sus militantes no se controlen, como suce- zada en el tiempo; es mas bien <<candente» que <<fria».
dio en el asesinato en Marsella de un oven comoriano,
muerto por un instalador de posteres del Frente Na-
cional en 1994; o que sus manifestaciones atraigan a ac-

.90 91
La violencia politica Nacional, de Flandes con el Vlaams Blok o de la RPA
con los Republikaners, nada permite excluir, en efecto,
La violencia racista, cuando es politica, esta mas direc- que un declive de estas fuerzas politicas se salde con
tamente controlada y comandada por objetivos y una violencias incontroladas.
estrategia, calculos generados por las fuerzas que la es- Estas observaciones sugieren que la progresion del
tructuran y la orientan, ideologica y practicamente. En racismo, incluso en sus expresiones mas violentas, no es
los periodos de progresion de dichas fuerzas, éstas no necesariamente un proceso lineal. Puede implicar perio-
muestran necesariamente interés en que se despliegue dos en los que la violencia retrocede, en sus formas es-
una violencia espontanea o expresiva, que no controlan pontaneas, para luego desplegarse, cambiando de esta-
bien, o que puede generar una estrategia mas o menos tuto e incluso de sentido, volviéndose polirica después
legalista de toma de poder. Asi, el proyecto politico ca- de haber sido social, o fria e instrumental después de
naliza el odio y prohibe cualquier violencia incontrola- haber sido <<candente» y expresiva, aunque luego, llega-
da hasta la fase siguiente, que puede ser la de la toma de do el caso, en un tercer momento se pueda volver ilimi-
poder o, al contrario, la de la decadencia. tada y, de nuevo, incontrolada. La violencia antisemita
En el primer caso, la violencia, se ha constatado con en la Alemania nazi pudo asi, en un momento, ser <<can-
la experiencia del nazismo y puede ser mas fria que or- dente» y estar mas bien abierta a la expresividad popu-
ganizada: es decir, burocratizada, al menos parcialmen- lar, hasta el momento bisagra que constituyo la <<Noche
te. En el segundo, un brote de violencia puede ser la de los cristales rotos» (noviembre de 1938): a partir de
consecuencia del fracaso polirico, del agotamiento de su este episodio, el régimen se oriento hacia medidas mu-
proyecto o la marca de una radicalizacién de actores de- cho mas controladas y mantuvo a la poblacion alemana
cepcionados que pasan a la accién por falta de perspec- a distancia de la practica <<fria» y organizada de la des-
tiva politica operante; este tipo de escenario se podria truccion de los judios.
presentar en algunos paises europeos en la hipétesis de La frontera entre los niveles politicos e infrapoliticos
que, después de una fase de fuerte progresién de la ex- de la violencia racista no es siempre facil de determinar;
trema derecha, asistiéramos a un vuelco de la tendencia: existe corrientemente una zona de incertidumbre que
la ausencia o el debilitamiento de una perspectiva politi- tiene que ver, por ejemplo, con el hecho de que el rol de
ca siempre puede incentivar a algunos actores, huérfanos actores y de instituciones propiamente politicos no esta
de una organizacién capaz de dibujar un porvenir, en establecido en la practica de la violencia, ya que es am-
actos tanto o mas radicalizados que provocan que la biguo o muy limitado. Cuando el ejército y el gobierno
caida sea brutal. Que se trate de Francia con el Frente zaristas lanzaron llamamientos a los pogromos y, en

.92 93
ciertos casos, contribuyeron a organizarlos, estamos una caracteristica importante del apartheid en Sudafrica;
manifiestamente en la zona intermediaria en la que lo en cualquier caso, no es fruto de la crisis economica, de
<<candente» y lo <<frio» se encuentran, en la que la vio- la desocupacion o de la pobreza de los que la adoptan.
lencia antisemita es popular y al mismo tiempo esta es- Esta asociada a un racismo desigualitario, de inferioriza-
tructurada politicamente, lo que la vuelve menos espon- cién, que sirve para recordar al grupo victima que existe
tanea que lo que cabria pensar. un orden, a la vez social y racial, que no debe ser trans-
gredido; y puede, en ultima instancia, contribuir a crear
un clima de terror que facilite la sobreexplotacion de las
Los origenes sociales de la violencia racista victimas. Todo ello desde esta perspectiva, mas bien fria
y calculada que espontanea y expresiva.
Los origenes principales de la violencia racista se vincu- La violencia racista, por otra parte, puede corres-
lan con dos registros eventualmente combinados. El ponder, de manera muy diferente, a una situacién de
primero puede ser calificado de social. Implica que se crisis o de dificultades economicas, en las que un grupo
relacionen los episodios de violencia racista con el fun- indefenso, en situacion de caida social o en posicion so-
cionamiento de la sociedad considerada, siempre con el cial de inferiorizacion, se vuelve contra otro para ex-
esfuerzo de algunos grupos, bien para mantener o asen- cluirlo de un mercado del trabajo en crisis, mantener su
tar una posicion dominante o bien para evitar o frenar propio empleo o sus condiciones de existencia y crear,
la caida, la pauperizacion o la exclusion social. Lo que, mediante la raza, una diferenciacion social que corre el
en una perspectiva que remite a las propuestas del capi- riesgo de ser abolida. Esta violencia combina facilmente
tulo 2, hace que se distingan, en el seno de este primer con una légica de chivo expiatorio, que atribuye al gru-
registro, cuatro subconjuntos -si no conductas, al me- po tratado de manera racista la causa de la desgracia del
nos significaciones de conductas- cuyas formas en si grupo racista, aun a riesgo de funcionar bajo el modo de
mismas pueden ser proximas o similares. la profecia autocumplida, clasicamente descrita por Ro-
Por un lado, la violencia puede funcionar de manera bert Merton (1965) en relacion, entre otros, con el sin-
relativamente instrumental para mantener un orden so- dicalismo estadounidense: los obreros blancos, hasta la
cial que implica una dominacion vivida en términos época del New Deal, excluyen habitualmente a los tra-
raciales. Aqui la violencia no apunta a destruir o excluir bajadores negros de sus sindicatos y se esfuerzan por
completamente al grupo afectado, sino a inferiorizarlo. expulsarlos del empleo afirmando que son rompedores
Dicha violencia acompana al desarrollo economico, la de huelga; y al hacer esto los constituyen, efectivamen-
modernizacion y la expansion, lo que fue por ejemplo te, como tales.

94 95
En este caso la v1olenc1a soc1al corresponde a los En el prlmero, la v1olenc1a prov1ene de mlembros del
<<blancos pobres», ya sea que se trate de los que, en los grupo rac1sta que se encuentran en el lado malo de la so
Estados del Sur de Estados Un1dos al f1nal del s1glo XIX, cxedad, los cuales son rechazados }unto con otros ex
estaban part1cularmente somet1dos a las var1ac1ones del clu1dos que pertenecen a grupos raclzados | En este caso
' / an
preclo del algodon o de los que, en las grandes metropo I
an
se or1g1na un sent1m1ento muy v1vo de 1n]ust1c1a
u ¢ Q
o u

' ' que re


'
l1s estadoun1denses de com1enzos del s1glo XX, ven con ' .
.,
m1te ala exasperaclon, o 1ncluso a la rabla de qu1enes se
. . .

espanto un proletarlado negro que qu1ere compet1r con encuentran excluldos de la v1da moderna en c1rcunstan
ellos en el mercado del traba)o 1ndustr1al Esta v1olenc1a ,
;
- ..
c1as en las que antes part1c1paban mucho mas ,
o me}or
.

cuando esta' d1rectarnente


' '
es relat1vamente mstrumental ' V
an
. .. , .
En el segundo caso, al contrano, la v1olenc1a se or1g1na Q u n

asoclada a d1f1cultades economlcas coyunturales Es en . ,


I _

en grupos soc1ales que se sltuan del lado bueno de la so _


_

. , . . . .
__
con}unto, mas expres1va cuando rev1ste la apar1enc1a de _

C1€d3d,se benef1c1an de un traba}o, de recursos econo/


_

revueltas o cle conductas urbanas poco orgamzadas Ins m1cos, y v1ven en barr1os o en suburb1os agradables y
trumental1dad y expres1v1dad que pueden muy b1en estar pretenden mantener una d1stanc1a soc1al y rac1al que es
'
asoc1adas en una nusma ' '
exper1enc1a Tanto en Estados °» /
la de la segregacmn Aqu1 la v1olenc1a es mas fr1a, f / ~
° 1
. .

/ / mas»

Un1dos como en Inglaterra o 1ncluso en Franc1a se 1ns1s . . .


, _

<<cortes», mas mstrumental y al flnal, mas orgamzada


_ _

te, a veces de manera abus1va, sobre el caracter ‘ f / 9

etn1co o
°

que en el caso antenor Agreguemos que, a partlr del


.
.
.

rac1al de revueltas contemporaneas,


°
' como las de Los An momento en que la v1olenc1a raclsta esta, llgada a la ex » . . .

geles de mayo de 1992 o las de Buxton '


en 1981 No hay 'f », , .,
, .
cluslon y a la segregaclon mas que a la d1scr1m1nac1on y
. » .

' '
que olv1dar, s1n embargo, que hasta un pasado reclente '
las .,
. _ .
a la 1nfer1or1zac1on, el rac1smo que pone en ]uego es
. .

grandes revueltas urbanas en Estados Un1dos, desde ' , .


mucho mas d1ferenc1al1sta que des1gual1tar1o Apunta,
. . . . »

.
las de Ch1C2gO en 1919 o las de East Sa1nt _ Louls en 1917 , . . .
9 en efecto, no tanto a 1nfer1or1zar al Otro, lo que solo
fueron producto de los blancos, 1ncluso con la v1olenc1a
'
generando v1olenc1a, ° "
los negros part1c1paron en el desen
t1ene sent1do porque se trata de mantenerlo en el 1nte
1 1
|
r1or de c1ertas relaclones soc1ales, s1no
1

a tenerlo a d1s
Q
a

cadenamlento de los saqueos y las gestas sangnentas ‘ tanc1a o a rechazarlo o, 1ncluso, a destrulrlo
/ ' »

Por ult1mo la v1olenc1a rac1sta, en sus fuentes mas f


d1
_ , .
A partlr de aqu1 es pos1ble proponer una I1P0lOg13 , .
.

rectamente soc1ales, puede rem1t1r ya no a relaclones so elemental que se entrecruza con las pr1nc1pales s1gn1f1
. . .,
c1ales de dom1nac1on y explotac1on, o a una log1ca de
., , .
_ _ _ _ _

, cacxones soc1ales de la v1olenc1a raclsta y con sus moda


. . . .
Calda soc1al, s1no a sltuaclones de no relaclones soc1ales
. .
_ _'
., , , . . .
l1dades de expreslon .
.

y, por ende, de exclus1on Aqu1 cabrla d1st1ngu1r al me _


_

nos dos casos


petencia en el mercado del trabajo y a las inquietudes y
tensiones que esto suscita por parte de los blancos; por
Racismo _ .
Diferencrahsta
. D€S1g\13.l1I3I'l0
Violencla
otra parte, la violencia southern style pretende sobre to-
Instrumental, do aterrorizar a los negros remitiéndolos al orden social
relativamente . ., .,
Segregacion rradicional. Asimismo, el linchamiento de los negros en
Domlnacion
controlada los Estados del Sur no es el mismo segun se trate de una
y organizada. conducta popular, animada por <<blancos pobres>>, de-
sordenada, mas bien feroz e imprecisa en la eleccion de
Expresiva,
relativamente Caida, pauperizacion Exclusion sus victimas o de un linchamiento llamado <<borb6ni-
espontanea. co», organizado por ciudadanos ricos e influyentes para
castigar a un <<culpable», generalmente un negro acusa-
do de la violacion de una mujer blanca.
Por ultimo, una tipologia como la que aqui se esboza
Esta tipologia es mas analitica que empirica en la me-
puede aportar un enfoque historico en la medida en que
dida en que, concretamente, la violencia racista suele ser
la tendencia dominante de muchas sociedades occiden-
una combinacién de dos o varios de los cuatro tipos que
tales conduce al desarrollo de fenémenos de exclusion,
acaban de ser descritos, e integra también significacio-
nes culrurales (que seran aborcladas mas adelante) y no de dualizacién social y de segregacién, social y racial, y
tiene como trasfondo la decadencia de relaciones socia-
solamente sociales. Ademas, una misma experiencia his-
les que se originan en la industria y el debilitamiento
torica puede muy bien conocer una evolucion o una di-
correlativo del racismo desigualitario o cle inferioriza-
namica que modifique sensiblemente su sentido. Pero
esta tipologia nos ayuda a introducir un principio de di- cion.
ferenciacion y a no reducir la violencia racista s6lo a sus
origenes sociales, es decir, a representaciones demasiado
groseras. Los origenes identitarios de la violencia racista
Asi, es pertinente distinguir en Estados Unidos, a
principios del siglo XX, dos tipos de revuelras raciales: La violencia racista también se puede constituir a partir
por un lado, segun la terminologia de Allen D. Grim- de significaciones predominantemente culturales, de
shaw (1969), las revueltas northern style corresponden, una manera ya sea defensiva u ofensiva. Cuando es de-
por ejemplo a Chicago en 1919, a la llegada de los ne- fensiva, expresa la reaccion ante un sentimiento de ame-
gros a las metropolis industriales del Norte, a la com- naza que pesa sobre la identidad colectiva, sea ésta defi-

99
.98
n1da en term1nos de naclon, de rel1g1on o de comun1 se convlerten en chlvos exp1ator1os, una de las caracte
r1st1cas del ant1sem1t1smo nazx es que ataco a los ]ud1os
dad Cuando es ofenswa o contraofenswa, se aflrma re
duc1endola a la 1dea de una naturaleza, una conc1enc1a que, en Alemanra, mas aun que en otras soc1edades oc
1dent1tar1a que acompana o sostlene un proceso de ex cldentales, estaban muy as1m1lados
Y S1 los ongenes 1dent1tar1os pueden llevar la vlolen
panslon, como as1 sucedxo con d1versas expres1ones del
c1a rac1sta mas alla de cualqu1er l1m1te es porque se 1ns
raclsmo colonral
taura, preclsamente, en ausenc1a de cualqu1er relaclon so
El llamamlento a una 1dent1dad nac1onal, rel1g1osa,
c1al El Otro no t1ene lugar en una pura log1ca de racxsmo
etn1ca u otra no es en S1 m1smo necesar1amente rac1sta,
d1ferenc1al1sta, no se trata, con ella, de 1nfer1or1zarlo,
n1 v1olento en sus transcr1pc1ones concretas Cuando lo
dom1narlo o explorarlo, s1no de ponerlo m1n1mamente
es, presenta la caracter1st1ca de ser sobre todo d1feren
a d1stanc1a y, mas alla, de expulsarlo o destru1rlo, de en
c1al1sta y de poder conduc1r a una v1olenc1a 1l1m1tada El
cerrarlo o an1qu1larlo No sucede lo m1smo cuando se
d1ferenc1al1smo rem1te al hecho de que, en este caso, el
trata de origenes sociales; la violencia racista, en este ca-
rac1smo prolonga o expresa una espec1f1c1dad v1v1da de
°
' ' ' ' '

so, no puede lf mas le]os, porque S1 destruye al grupo


manera mas o menos b1olog1ca como la marca de una
1nfer1or1zado destruye, al m1smo tlempo, la pos1b1l1dad
d1ferenc1a 1rreduct1ble y traduce necesauamente la con
de explotarlo Eso es lo que supo dec1r el gob1erno arge
v1cc1on, desde el punto de v1sta rac1sta, de que no hay
l1no en el momento en que, en 1973, una ola de vxolen
relacxon o vmculo poslble con el grupo racxzado, s1no la c1a alcanzo a los traba]adores mnngrantes orxgmarxos
necesldad de crear una dlstancla, una d1syunc1on En lo de Argeha (11 argelmos fueron aseslnados entre el 29 de
mas remoto de cualqu1er proyecto s1ncret1co, la log1ca agosto y el 19 de sepuembre, segun la Am1cale des Al
1dent1tar1a de promoc1on o de defensa de una cultura gerxens en Europe) <<Proh1b1remos a esa mano de obra
2

mas o menos naturahzada desarrolla el mxedo ObSCS1VO em1grar para aportar a los 1ndustr1ales franceses la fuer
al mest1za]e y promueve el llamamlento a la pureza y a za de traba]o que neces1tan S1 el gob1erno frances no to
la homogeneldad del grupo Para progresar, extenderse ma las medxdas de protecc1on que se 1mponen>>, d1}eron
o, al contrar1o, evxtar d1solverse o reduclrse, la naclon, entonces, en sustancxa, las autorldades argelmas (vease
la comun1dad rel1g1osa o etnlca pueden recurrxr a una
l Well, 1991 p 77 _ 79)
’ I I
|
v1olenc1a que aplasta o mega todo lo que se res1ste a la
l Q

En la medxda en que la def1n1c1on de la amenaza o


1dent1dad conqulstadora o que amenaza la 1dent1dad del obstaculo por destru1r, en los casos extremos del ra
que esta a la defenswa Aqul la v1olenc1a se puede v1ncu
lar con la sxmple 1mag1nac1on y no con la real1dad de la
res1stenc1a o de la amenaza, es dec1r, atacar a grupos que 2 Asocxacxon de los argellnos en Europa [N de la T]

101
100
cismo diferencialista, es casi siempre imaginaria, el ca- La totalizacion por la violencia
racter ilimitado de su violencia se revela también en la
busqueda sin fronteras de todo lo que puede satisfacer Hay que distinguir por tanto las diversas significaciones
la sed inextinguible de homogeneidad y pureza: en la de la violencia racista en sus origenes sociales, por un la-
Alemania nazi, los judios constituian un blanco que no do, e identitarias, por otro. Pero también hay que indi-
era unico, la raza aria debia ser totalmente depurada y, car claramente que, en la practica, a menudo la violencia
por ende, habia que destruir también a los gitanos, evi- fusiona significaciones heterogéneas, incluso contradic-
tar la reproduccién de las discapacidades esterilizando a torias. Y que puede dotarse de una dinamica propia en
la que desplaza equilibrios y pesa sobre los elementos
discapacitados y erradicar la homosexualidad atacando
a los homosexuales.
de un sentido que vehicula hasta el punto de transfor-
El esquema de la pagina 62 puede ayudar a distinguir marlos, a veces, considerablemente.
al menos dos figuras elementales del racismo identitario En algunos casos, el paso de un actor a la violencia
en sus expresiones violentas. La primera corresponde a puede ser la ocasion para él, al menos momentaneamen-
la resistencia de una identidad cultural que se siente
te, de abandonar el racismo que vehiculaba anterior-
amenazada por la modernidad o no logra acceder a ella mente. Asi, aunque, como hemos visto, la idea de una
o mantenerse en ella, y ataca violentamente a un grupo nacion vasca, tal como se afirmé en el siglo XIX con Sa-
que la encarna en lo que tiene de mas negativo, que es bino Arana, conlleva desde hace mucho cierta carga de
percibido como corruptor de tradiciones religiosas o racismo, el paso a la lucha armada operado por ETA a
nacionales; asi, los pogromos en la Rusia zarista, pero partir de los aios cincuenta se ha llevado a cabo en un
también los de Polonia, incluso después de la Segunda contexto de nacionalismo Vasco que incluye el abando-
Guerra Mundial (el pogromo de Kielce, en julio de no explicito de cualquier racismo. En otros casos, al
1946, provoco 42 muertos), deben mucho a un odio que contrario, el racismo aparece a lo largo del proceso de
hizo de los judios la marca de una alteridad asociada a violencia y de radicalizacién de los actores; asi, los gru-
imagenes de cosmopolitismo, de control del dinero o pos mas terroristas que reivindican la causa palestina en
de la influencia politica. La Segunda figura corresponde los anos setenta y ochenta han sostenido un antisionis-
a las situaciones interculturales, en la que el conflicto no
mo que ha derivado hacia un antisemitismo a veces des-
tratado democraticamente, o al menos politicamente, se bocado. Asimismo, el terrorismo de extrema izquierda
convierte en tension, choque, guerra y violencias que en Alemania, que surge al final de los anos sesenta, en
pueden conducir a la <<purificaci6n étnica». parte al menos de una critica de la generacion anterior,
nazi o silenciosa ante el nazismo, pudo saldarse, por

102 103
ejemplo con las células revolucionarias, gracias a un an-
tisemitismo desenfrenado.
En ciertas circunstancias, el racismo y la violencia se
conjugan para llamar y producir aun mas racismo y mas
Violencia. Este fenomeno se presenta especialmente alli
donde una sociedad se compone de grupos definidos ét-
nicamente o como comunidades religiosas, sin que el
Estado o el sistema polftico pueda continuar gestionan-
do este pluriculturalismo. Entonces se puede desplegar
una espiral en la que las atrocidades de la guerra y de las
masacres pueden lindar con el genocidio y el crimen
Conclusion de la primera parte:
contra la humanidad; aqui nos vienen a la mente tanto la cuatro niveles
destruccion de Libano a partir de mediados de los anos
setenta como la de la ex Yugoslavia después de la muer- Los analisis anteriores se pueden integrar en un razona-
te de Tito (1980) o, aun en los anos noventa, los dramas
miento mas general que se apoya en una distincion en-
de Africa en la region de los Grandes Lagos. tre cuatro niveles politicamente diferentes.
El primer nivel es el de infmrmcismo. E1 racismo es
débil en este caso y sus diversas expresiones no tienen
unidad aparente. Los prejuicios y los rumores no tie-
nen alcance practico, la violencia es difusa, muy locali-
zada, y el racismo del que da cuenta no es facil de esta-
blecer. Si existen lugares en los que circulan propuestas
doctrinarias, es decir, una literatura racista, son margi-
nales, desconocidos por el gran publico fuera de algu-
nos circulos de iniciados. La discriminacion esta conte-
nida o limitada, los procesos de segregacion rara vez se
desencadenan. Y; sobre todo, la relacién de las diversas
formas elementales del racismo no se efectua; no es po-
sible, por ejemplo, establecer un lazo sélido entre dis-
cursos politico-ideologicos racistas casi confidenciales,

104 105
actos de violencia racial que surgen en contextos de El tercer nivel es el del racismo institucionalizado y/0
fuerte tension social o intercultural y una discrimina- politico. Por un lado, el fenomeno penetra en la vida de
cion que relega a determinados grupos racizados con las instituciones, que contribuyen mas o menos activa-
empleos subalternos y particularmente duros. mente a la discriminacion y a la segregacion, explicita o
Un segundo nivel es el del racismo disperse. El feno- implicitamente, bajo formas veladas que alimentan lo
meno esta, en este caso, claramente constituido y es que a veces se llama racismo institucional. Por otro lado
mucho mas tangible y afirmado. Los sondeos dan tes- se convierte en un elemento de debates politicos, soste-
timonio de la vivacidad de las opiniones y de los pre- nido por uno o varios partidos que capiralizan los afec-
juicios racistas; las ideologias y las doctrinas circulan tos, los orientan o contribuyen a exacerbarlos, inscri-
mas alla de los circulos de iniciados y de los grupuscu- biéndolos en el corazén de sus proyectos y de sus
los de extrema derecha. Los actos de violencia pueden propuestas. Las ideas racistas ya no son las propias de
ser mas frecuentes y sangrientos, conducidos por gru- los movimientos o los grupos marginales o suficiente-
pos mas activos como, por ejemplo, los s/einheads, que mente radicalizados para arriesgar la marginalizacién;
surgen en Inglaterra a finales de los anos sesenta y se impregnan la vida politica y obligan a los actores politi-
caracterizan por su violencia callejera, su apariencia cos que las rechazan a discutir activamente y a ejercer
(craneo rapado, tatuajes, ropa), su tribalismo, su ideo- una influencia sobre las categorias generales del debate
logia de extrema derecha y su racismo desenfrenado. politico.
La discriminacién y la segregacién son realidades facil- Un cuarto nivel, por ultimo, es el del racismo total,
mente perceptibles, visibles en el espacio urbano y cer- que penetra en toda la sociedad y, sobre todo, accede a
tificadas por innumerables testimonios, eventualmente la cima del Estado. Este se organiza entonces en funcién
subrayadas por investigaciones sociolégicas o perio- de una doctrina racista, activa programas que se inspi-
disticas -como la de Gunter Wallraff, que se hizo pasar ran en la misma y moviliza eventualmente las fuerzas
por turco en Alemania y que desemboco en un libro, vivas del pais sirviendo asf a sus orientaciones. En un
Cabeza de turco (1986), que tuvo un impacto conside- caso extremo, toda la vida colectiva se subordina a él, es
rable. Aqui el racismo ya no es un fenomeno marginal decir, el desarrollo economico, la diplomacia, las politi-
0 secundario; su realidad es considerable, pero sus di- cas cientificas, de educacion, etcétera. Es excepcional
versas expresiones siguen siendo dispares, sin unidad que un racismo total se aplique a escala de un pais ente-
visible; y la comunicacion entre sus formas elementales ro y de su Estado, como sucedio en las experiencias na-
no esta establecida, aun no esta inscrita en el Campo zis y del apartheid sudafricano. Pero algunas variantes
politico. del fenomeno se encuentran a menudo, a escala reduci-

106 107
da, en movimientos sectarios y terroristas, cuya ideolo-
gia y tipo de funcionarniento corresponden bastante
bien a su concepto.
La distincion que acaba de ser propuesta se puede sim-
plificar y reducir a lo esencial trazando una linea de
demarcacion entre el racismo disperso y el racismo po-
litico e institucional. Mas alla de esta linea politica, el fe-
nomeno no podria encontrar una clara coherencia o una
gran unidad; cuando se ha cruzado esa linea, pueden ser
unificadas sus formas elementales y sus diversas signifi- SEGUNDA PARTE
caciones en una practica relativamente integrada.
El paso al nivel politico e institucional es tanto mas
decisivo que aportar al fenomeno su integracion y abre
La actualidad del racismo
también perspectivas renovadas de movilizacién. Legi-
tima conductas que lo reivindican, le aporta los recursos
de los partidos politicos instalados o de las instituciones
y suscita nuevas vocaciones en la vida intelectual.
Asi,
este paso es mas que un simple cambio de escala, ya que
constituye un salto y crea o renueva, cuando esta plena-
mente efectuado, o bien un proceso de estructuracion
racial de la vida colectiva, como fue el caso de Sudafrica
con el apartheid, o bien un proceso de diferenciacion
destructivo de las minorias, como sucedio con el nazis-
mo. Por eso las democracias deben estar particular-
mente atentas a las evoluciones del racismo cuando és-
tas traducen un principio de instalacion institucional y
politica.

108
Introduccién

gCual es el peso del racismo en las sociedades contem-


poraneas? En algunos casos el fenomeno parece ser se-
cundario, incluso menor o inexistente, mas imaginario
que real. En otros, al contrario, esta tan omnipresente
en la vida social y politica. que hay que ver en él un ele-
mento central y estructural.
Es cierto que no siempre es facil poner cada cosa en
su sitio y apreciar sin excesos ni defectos la importancia
del racismo en tal o cual sociedad en un momento da-
do de su existencia historica. Asi, la idea cornun, en mu-
chos paises de Europa especialmente, segun la cual el
racismo actualmente se encontraria en expansion no es
facil de establecer. La capacidad de movilizacién de los
grupos victimas del racismo es, en efecto, extremada-
mente variable: los mas activos pueden contribuir a la
imagen de una fuerte realidad del fenomeno cuando és-
te los afecta, mientras que los mas indefensos, menos

111
capaces de acceder al espacio publico y a los medios de que duda menos que ayer en hacer publicos sus prejui-
comunicacion, no contribuiran a dar una imagen infor- cios? O bien, el hecho de que las estadisticas muestren
mada y clemostrativa del odio o de los prejuicios que una progresién de los actos de violencia racista gexplica
padecen. la expansion de esas violencias o de un fenémeno total-
Desde este punto de vista, la experiencia de los ju- mente diferente, incluso contrario (la voluntad delibe-
dios de Francia es particularmente significativa. Esta rada de los poderes publicos, de la policia o de las mis-
poblacion vive una formidable mutacion desde los anos mas victimas de hacer visible y publico aquello de lo
sesenta, ya que se ha vuelto muy activa y visible en el que antes no se hablaba tanto, porque en ello se vefa
espacio publico, bien porque se trate de sus posiciones conductas banales y tolerables, porque el poder no ejer-
respecto al Estado de Israel o de sus expresiones religio- cia ninguna presion para que se tratara, porque la po-
sas o comunitarias. Dicha poblacién suele recordar la licia no estaba incentivada de ninguna manera a conta-
progresién del antisemitismo y se ha movilizado al res- bilizar estos actos o porque las victimas tenian mieclo de
pecto incluso en la calle, especialmente en Paris, cuando aparecer como tales)?
se produjo el atentado de la calle Corpernic en 1980. Las cifras no nos informan necesaria o directamente
Pero, contrariamente a lo que pensaron y sostuvieron sobre la realidad de los fenomenos de los que Supuesta-
con fuerza, en un primer momento, los judios de Fran- mente dan cuenta. Por eso conviene también ser pru-
cia en su gran mayoria, este atentado no se vinculaba dente en materia de comparacion internacional. Asi, no
con la extrema derecha antisemita francesa, sino con el porque en el Reino Unido los datos cifrados sobre la
terrorismo internacional y, por consiguiente, no per- violencia racista en los anos ochenta y noventa sean
mitia confirmar la tesis de una progresion del antisemi- mucho mas impresionantes que en Francia ésta seria, en
tismo. realidad, mas masiva; estos datos también nos informan
Los instrumentos de los que se dispone para apreciar de la voluntad politica de luchar contra el racismo, lo
la importancia del racismo en un pais determinado en que supone en primer lugar que existen practicas de pro-
un momento dado y su evolucion en el tiempo requie- duccién y de registro mas o menos sistematicas de las
ren una clara critica. Por ejemplo, los sondeos de opi- informaciones. Asi en Francia, en 1993, hubo dos con-
nion en que las personas interrogadas se declaran mas ra- denas por discriminacion racial en el ambito laboral,
cistas que en el pasado gnos estan informando sobre mientras que en el Reino Unido, el ano siguiente, esta
una progresién del racismo o sobre la mayor o menor practica generé 2.324 juicios ante los tribunales respec-
facilidad para expresarse al respecto por parte de estas tivos. Esas cifras no indican, de ninguna manera, que
personas? gNos dicen que hoy la gente es mas racista o haya menos discriminaciones en el empleo en Francia:

112 113
sugieren -aunque sin demosrrarlo- que este pais tiene Los cambios que afectan a cada uno de los elementos
una menor preocupacién por combatir directamente el que componen el racismo en el seno de una Sociedad
fenomeno; e indican sobre todo que la cultura juridica determinada no son necesariamente convergentes, y
varia considerablemente de un pais a otro. En el Reino ninguna progresién esta libre de que implique que, a
Unido, las especificidades linguisticas o religiosas de las partir de las formas mas livianas del fenémeno, la barca
minorias estan inscritas en las instituciones, y el dispo- del racismo se vuelva cada vez mas pesada, pasando pri-
sitivo legal contra el racismo es importante, especial- mero por los prejuicios, yendo luego hacia la discrimina-
mente si se trata de luchar contra la discriminacion en ci6n y la segregacion y mas tarde hacia violencias cada
el ambito laboral, en el de la educacién o en el de la vi- vez mas radicales y sangrientas.
vienda. En Francia, las nociones de minoria étnica o de
comunidad no estan legitimadas y el derecho es menos
capaz de combatir las discriminaciones que hemos des-
crito.
Incluso si existieran instrumentos de medida que de-
jaran cada vez menos lugar a la duda y a las incertidum-
bres, la cuestion de la estimacion de las variaciones de
intensidad del racismo no estaria, sin embargo, resuelta,
por una razon relacionada muy directamente con los
analisis de los capitulos anteriores. El racismo, en efec-
to, reviste diversas formas elementales -prejuicios, se-
gregacién o discriminacién (véase él capitulo 3) o vio-
lencia (véase el capitulo 4)-_ Ahora bien, la evolucion,
en el caso de una misma experiencia nacional, puede
muy bien surgir sin gran coherencia aparente. Cada una
tiene su temporalidad, sus determinaciones, y puede to-
mar direcciones diametralmente opuestas. 5C6mo ha-
blar de progresién del racismo, por ejemplo, o de regre-
si6n, si los prejuicios, medidos con las estadisticas de la
violencia racista, muestran, en un mismo periodo, una
clara disminucion?

115
114
5. La produccion contemporanea
del racismo en las sociedades
europeas
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial el racismo, del
que se empezaban a percibir con espanto las consecuen-
cias extremas en el Corazon mismo de Europa y en el se-
no de sociedades que cuentan entre las mais avanzadas,
gno parecia acaso destinado a una desaparicion mais o
menos rapida? Algunos afios mas tarde, esta esperanza
incluso fue reforzada por el hecho de que el tiempo de
los imperios y de los regimenes coloniales también pa-
recia haber terminado definitivamente.
En realidad hubo mas bien que constatar un retorno
del racismo y de esto dan cuenta varias iniciativas im-
portantes de la ONU, y en particular la adopcién, en
1965, de una convencién concebida como instrumento
de lucha contra el odio religioso y racista. En un primer
momento, el racismo que seguia manifestaindose parecia
perpetuarse, reproducir o prolongar el de antes de la

117
Francia, donde las violencias racistas fueron cometidas
guerra y del colonialismo, incluso en la Europa occi-
por nostalgicos de la Argelia francesa hasta en los anos
dental, a la que dedicaremos sobre todo los préximos
setenta, y donde el poder politico, hasta finales de la
analisis. Simplemente se volvia una realidad mas algida,
guerra de Argelia, tuvo claras responsabilidades en el
que acompané también, en los paises industrializados,
crecimiento, al racismo antiarabe. Una ola particularmente sangrienta
al desarrollo de treinta aiios de fuerte
de tuvo lugar en 1973, en parte reivindicada por los <<co-
que la inmigracién (en Europa) 0 los descendientes
mandos Charles Martel»; en agosto de 1976 hubo 13
los esclavos (al otro lado del Atlantico) aportaban una
de muertes, reivindicadas por la <<Organizaci6n Delta»; se-
mano de obra corrientemente destinada a ser objeto
gun la Amicale des Algériens de France, unos 100 arge-
dicho racismo.
la in- linos habrian sido asesinados entre 1971 y 1978 en terri-
En Europa, los inmigrantes requeridos para
torio francés. En el libro de Fausto Giudice, Aralvicides
dustria, pero también para los servicios urbanos mas
origina- (1992), se ofrece un estudio impresionante sobre los
duros (recogida de basura, por ejemplo), eran
o bel- asesinatos de arabes en Francia durante este periodo.
rios de las antiguas colonias britanicas, francesas
lo que se refie- En un segundo momento, el racismo renové sus sig-
gas de Turquia, Portugal o Yugoslavia. En
nificados; de esto dan cuenta los esfuerzos para consi-
re a Francia, los responsables econémicos de esa época
de la gente derarlo en términos de diferencialismo o de racismo
también recurrieron a la inmigracion interna
de cultural expuestos en la primera parte de este libro. QA
de provincias, a menudo victimas en ese momento
Asimismo, en qué remite este fenomeno, que ofrece la imagen de una
actitudes que coincidian con el racismo.
Italia los meridionales que iban a trabajar a las fabricas
progresién comenzada en Gran Bretana a partir de los
afios cincuenta y extendida luego hacia el este y el sur,
del norte del pais eran calificadosicomo terroni (campe-
llegando a Francia y a Bélgica a principios de los aflos
sino, en términos peyorativos) y tratados de manera
ochenta, a los paises escandinavos y a Alemania un po-
despectiva.
co mas tarde y a paises como Italia o Espana a finales de
El racismo, en este caso, acompaiaba esencialmente
extranjeros co- los anos ochenta? Mas alla de las diferencias no despre-
a la inferiorizacién y la explotacién de
fi- ciables de las modalidades de expresién concreta de di-
rrientemente llamados <<trabajadores inmigrantes»,
de la cho fenémeno, su expansion reciente remite a transfor-
gura culturalmente muy diferente de los modelos
maciones profundas que en mas de un aspecto son las
sociedad que los recibia, pero integrada socialmente por
racismo conlle- mismas que surgen de una Sociedad a otra.
el trabajo. En algunas situaciones dicho
El razonamiento que nos guiara en este analisis con-
vaba actitudes propias de los ultimos combates ligados
ejemplo, en siste en mostrar de qué manera, examinando tres regis-
a la descolonizacion o a su rechazo; por

119
118
tros principales, algunos paises de la Europa occidental tuvo una gran influencia en Gran Bretana, sea dificil de
vivieron, desde los anos sesenta o setenta, una mutacion aplicar a los inmigrantes que llegaron para trabajar en
que el racismo acompané, a la vez, como enfermedad Europa. Para Cox el racismo, tal como él lo observa
senil de formas de vida colectiva que se descomponen y en su propia sociedad, es producto del capitalismo y se
como enfermedad infantil de las que se inventan. inscribe en relaciones de dominacién donde una clase su-
perior, blanca, explota al proletariado negro; esto lo
opone a los analisis que se alejan de esta confrontacion
El fin de la sociedad industrial elemental entre dos clases y optan por interesarse por
los <<blancos pobres>>, por ejemplo los analisis de ]ohn
El primer registro, y el mas importante, remite a la de- Dollard y Gunnar Myrdal, ya citados, o por la forma-
sestructuracién de las relaciones sociales caracteristicas cién, subrayada mas tarde por Franklin E. Frazier, de
de la era industrial. Hasta los anos setenta estas relacio- una burguesia negra (1957).
nes, arraigadas en la fabrica y en el taller, enfrentaban a En Europa, entre los anos cincuenta y setenta, con
los patronos y al movimiento obrero en un conflicto excepcién parcial del Reino Unido, donde desde el co-
que estructuraba el conjunto de la vida colectiva. Habia mienzo se plantea la cuestién de la diferencia cultural de
otros grupos sociales distintos a los que estaban com- los inmigrantes, estos ultimos son definidos mas bien
prometidos en las relaciones de clase, y no todos los socialmente que racialmente y, de hecho, muchos de
obreros se reconocian en la imagen de esas relaciones, ellos, incluso si sufren xenofobia, son percibidos como
pero éstas, sin embargo, no dejaban de alimentar los de- <<proletariado blanco>>. En este caso el racismo no es-
bates politicos mayores, los movimientos de ideas y la tructura las relaciones capitalistas de produccion, sino
produccion intelectual o también las luchas sociales en que mas bien las acompana y eventualmente las refuer-
otros lugares mas alla de la fabrica. za, facilitando la sobreexplotacion de los trabajadores
inmigrantes. Las organizaciones del movimiento obre-
ro suelen ser un lugar de integracién para estos trabaja-
Los trabajadores inmigrantes ante el racismo dores, que alli encuentran recursos y participan en sus
combates, pero menos que otros en conjunto.
El racismo encontraba su lugar en las relaciones de pro-
duccion, aunque el analisis marxista ya citado del socio-
logo norteamericano Oliver C. Cox, cuyo libro, Caste,
Class and Race, publicado en Estados Unidos en 1948,

120 121
La nuefvajqgum del inmigmnte suelo; especialmente en Francia se acelera este cambio.
La imagen clasica del hombre soltero, joven, que vive
Todo esto cambio en pocos anos, pero el periodo deci- en un piso compartido o que es albergado por un <<ven-
sivo fue el de la década de los setenta. El taylorismo era dedor de sue1`ios» que lo sobreexplota mientras espera
cuestionado en todas partes, al mismo tiempo que los el regreso a su pafs, da lugar a otras, mas complejas,
en
beneficios en la productividad y las deslocalizaciones de las que se mezclan, no sin extrapolaciones, los temas
fabricas hacia los paises emergentes conducian a supre- de la religion (empezando por el islam), de la violencia
siones masivas de empleo en las industrias europeas. y de la delincuencia de los varones o de la familia des-
Europa descubre entonces la disminucién del creci- compuesta. Tal como dijo Stéphane Hessel en un infor-
miento, pero sobre todo los fenomenos de dualizacion me importante preparado a peticién del Commissariat
de la economia, que trazan la desocupacién, la exclu- au Plan’ (1988), la inmigracién ya no se vincula con el
sion y la precarizacion de sectores cada vez mas amplios trabajo, sino con el asentamiento poblacional.
del mundo del trabajo. El movimiento obrero pierde su
caracter central, cada vez es menos el actor contestata-
rio cuyas luchas tienen un alcance universal, que van Exclusién y segregacién
mucho mas alla de los intereses particulares de los obre-
ros. Lo que resta de dicho movimiento da cada vez mas En este paisaje social renovado también se modifica el
la imagen del corporatismo, del neocorporatismo y de la racismo, tal como se construye contra los inmigrantes y
defensa categorial. Los partidos politicos de izquierdas su descendencia. Hasta entonces éste formaba parte de
tienen cada vez mas dificultades para asegurarse un rol la explotacién de trabajadores inmersos en relaciones
de representacién de las demandas sociales, los Sistemas de produccién; progresivamente se tratara sobre todo de
politicos entran en discordia, al mismo tiempo que el excluir a sus hijos del empleo, a discriminarlos o a man-
movimiento de las ideas se aleja de los debates sobre la tenerlos a distancia en el espacio urbano. El racismo, en
clase obrera y (provisionalmente) de la critica al capita- sus dimensiones sociales, se desarrolla concretamente
lismo (se habla de vacio social y, en la literatura posmo- en funcién de dos légicas principales.
derna, de <<fin de los grandes relatos» y de las grandes La primera es la de los miembros del grupo domi-
nante que sufren por el cambio y son victimas de la de-
movilizaciones).
sindustrializacion. Indefensas, experimentando un fuer-
En esta transformacion social, la figura del trabaja-
dor inmigrante también se modifica, tanto o mas rapi- 1. Institucién francesa (1946-2006), encargada de la planifica-
damente que el reagrupamiento familiar y el derecho de cién econémica del pais. [N. de la T]

122 123
te sentimiento de abandono y de desamparo, a menudo EI indifvidualismo
obligadas a compartir las condiciones de existencia de
las poblaciones de origen inmigrante, estas personas se La modernidad es indisociable del individualismo, que
vuelven contra dichos inmigrantes. En este caso el racis- no constituye de ninguna manera un nuevo tema. Pero
mo puede tomar la forma de palabras exasperadas, pero el paso a la Sociedad postindustrial se opera en la acen-
también endurecerse en el seno de grupos de s/einbeads tuacién del individualismo moderno, y ésta tiene inci-
o de neonazis; y puede ser a la vez informado y capitali- dencia sobre el racismo.
zado por el discurso populista de las derechas radicales. El individualismo presenta dos dimensiones comple-
Y una segunda légica, cuyas expresiones son a me- mentarias. Por un lado, es una peticién de participacién
nudo mas controladas, corresponde a categorias socia- en la vida moderna, al acceso al consumo, al empleo, a la
les acomodadas, capas medias o superiores que tratan educacién, a la salud y al dinero, sobre todo como condi-
sobre todo de mantener la alteridad a distancia, constru- ci6n de este acceso. Por otro lado, es una exigencia del su-
yendo las barreras simbolicas y concretas de la segrega- jeto, una tension personal para construirse a si mismo,
cionz vivienda separada, escuela privada o mecanismos efectuar una eleccién, actuar de manera auténoma e inter-
que eviten para sus hijos los recintos frecuentados por cambiar y comunicar. Esta exigencia es muy destacada en
alumnos originarios de la inmigracion. Esta poblacién las sociedades postindustriales y uno de los rasgos cultu-
vota a favor de las formaciones politicas mas duras con- rales y antropolégicos mas marcados. Contrariada, o
tra los inmigrantes. prohibida, la subjetividad da lugar a un fuerte sentimien-
En algunos casos los sindicatos y los partidos politi- to de verse despreciado y descalificado, y este sentimiento
cos de izquierda no resisten ese clima racista que se de- puede prolongarse en comportamientos extremos, de ra-
sarrolla y se vuelven mas o menos permeables a temas bia destructora o autodestructora, entre otros. El sujeto
que se vinculan con él, aunque s6lo sea para no perder incapaz de constituirse o infeliz es capaz de realizar
su clientela en las empresas, o su electorado, del que las conductas mas violentas, pero también puede tratar de
constatan un deslizamiento hacia la extrema derecha. A construirse en tanto actor ejemplar, es decir, haciéndose
veces, incluso, ésta quiere institucionalizarse apoyando- totalmente cargo de si mismo en el marco, por ejemplo,
se en el sindicalismo o en el entramado social asociativo, de un compromiso religioso que prohibe la delincuencia
como se observa en Francia con los esbozos de creacién y orienta la mayoria de las actividades de la vida cotidiana.
de varios sindicatos por parte del Frente Nacional, o Desde este punto de vista, el racismo contemporaneo
con su principio de penetracién en los consejos de ad- se presenta para sus victimas como limitante o prohi-
ministracion de la vivienda social. biéndoles doblemente el acceso al individualismo. Re-

124
1 25
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forzando la exclusion social de los inmigrantes, mucho duacion de las personas. En este caso la escuela publica
mas que minimizandolos en relaciones sociales en las esta en el centro de desafios extremadamente cruciales.
que tenian un lugar, como sucedia en la era industrial, La escuela debe, en principio, ofrecer a los ninos una
bloquea su acceso a la vida economica. Y sobre todo, al educacion que les aportara los recursos necesarios para
negarles la posibilidad de construirse y afirmarse en tan- una participacion cuanto mas plena posible en la vida
de
to sujetos, es decir, al negarles esa dignidad y sustituirla la ciudad y de manera igualitaria. Ahora bien,
en los
con el desprecio, los descalifica y estigmatiza, insertan- mas variados lugares de Europa la escuela publica pare-
doles un tratamiento radicalmente opuesto a los Valores ce tener dificultades para llevar a cabo su mision y,
a
culturales que mantienen en la vida colectiva. El racis- menudo, sus dificultades son atribuidas, aqui también,
mo, en estas dirnensiones de violencia simbolica, es do- a la inmigracion. El racismo en este caso consiste
en acu-
blemente insoporrable y frustrante. Excluye, mientras sar a las principales victimas de esta crisis de ser rambién
en la television o en los escaparates de las tiendas res- responsables de la misma, es decir, en hacer de los inmi-
plandecen los encantos de la modernidad y las promesas grantes la causa de los disfuncionamientos escolares.
Se
no cumplidas de la inclusion, y es una modalidad parti- reprocha a sus hijos introducir en la escuela los proble-
cularmente potente de negacion del sujeto personal en el mas de la crisis urbana y de ser fuente de paraflisis para
corazon de una cultura que lo valoriza en gran manera. los docentes, de tensiones, de violencia o de una etnici-
zacion que se prolongaria mediante provocaciones cul-
turales, como se vivio en Francia con el asunto del <<velo
La crisis de las instituciones islamico»: en 1989, el director de una escuela secundaria
(college) de la ciudad de Creil, una region parisina, pro-
Un segundo registro en el que conviene adentrarse para voco intensas polémicas politicas y mediaticas al negar a
analizar el racismo contemporaneo es el de la crisis de tres jovenes estudiantes el acceso a las aulas. El racismo
las instituciones de las que se habian dotado, cada una a puede consistir también, de manera mas velada y segun
su manera, las sociedades industriales. los comportamientos que ya han sido presentados en
este libro, en organizar estrategias de eleccion de los re-
cintos escolares vinculadas con una logica de segregacion
La escuela social que rapidamente se vuelve racial. Menos directa-
mente, pero también mas masivamente, a menudo la
se-
La crisis afecta primero a instituciones que son las que gregacion de la vivienda basta para asegurar la segrega-
se supone que deben asegurar la socializacién e 1nd1v1- cion escolar.

126
127
La solidaridad, el orden y los Servicios pziblicos Condicionesfavombles al racismo

La crisis afecta también a las instituciones que se encar- De manera mas general, la crisis de las instituciones no se
gan de las prestaciones sociales y de la solidaridad, se- puede explicar por la presencia, en los paises involucra-
gun formulas que Varian de un pais a otro, pero que dos, de una mayor o menor inmigracion de asentamien-
han tenido todas importantes dificultades financieras a to. Remite mucho mas a dificultades sociales del personal
partir de los aiios setenta, incluso alli donde parecian que trabaja en esas instituciones; a la inadaptacion de su
ser especialmente sélidas, como en las socialdemocra- organizacion, a menudo arcaica, o a la incapacidad de
los
cias escandinavas. El envejecimiento de la poblacién, el responsables para asegurar la modernizacién de su Ad-
aumento de las exigencias en el ambito de la salud y la I
ministracion. sobre todo, a una pérdida de sentido que
progresion de la desocupacién ejercen, en todas partes, hace que los Valores universales con que se identifican las
los mismos efectos sobre sistemas de Estados benefac- instituciones no encuentren una aplicacién concreta en
la
tores y de redistribucion concebidos y desarrollados en practica. Esto se expresa particularmente en la dificultad
una coyuntura de fuerte crecimiento y de pleno empleo. actual para refundar la nocion de servicio publico o, tam-
Y la tentacion es grande, en este caso mayor, de atribuir bién, en los grandes debates contemporaneos sobre la di-
las dificultades a los inmigrantes, acusados de abusar y ferencia entre igualdad y equidad. Este contexto crea
pervertir estos sistemas incluso si la poblacion autocto- condiciones favorables para la extension del racismo sus-
na recibe suficientes beneficios de esos sistemas. citando fenomenos como el del chivo expiatorio, atribu-
La crisis incide asimismo en las instituciones encarga- yendo la crisis a los inmigrantes y permitiendo o toleran-
das del orden y de la seguridad publica, la policia, la jus- do comportamientos racistas por parte de los agentes que
ticia o las que aseguran un servicio pflblico, sector al que aseguran el funcionamiento de estas instituciones.
un pais como Francia otorga una singular importancla. A la crisis de las instituciones se agregan
dos fené-
A menudo saturadas o impotentes, estas 1nst1tuc1ones menos, uno propiamente politico y otro ideologico. En
desarrollan un racismo que no siempre es tan imperso- todas partes se constata cierto agotamiento de los siste-
nal como quisiera el concepto ya evocado de racismo mas politicos instalados o renovados al finalizar la Se-
institucional. Las revueltas urbanas britanicas o france- gunda Guerra Mundial o mas tardiamente, y su gran di-
sas de los anos ochenta, por ejemplo, fueron la maxoria ficultad para transformarse con objeto de adaptarse
a
de las veces provocadas por comportamientos rac1stas las expectativas de las sociedades que se vuelven postin-
por parte de la policia, excesos o <<accidentes» cuyas vic- dustriales. Y en estas dificultades los temas del naciona-
timas eran jovenes originarios de la inmigracién. lismo y de la inmigracién, cercanos al racismo, se con-

128 129
vierten en tema crucial de debates y ejercen influencia El brote de las identidades culturales
sobre la eventual recomposicion politica. Partidos po-
pulistas o de extrema derecha se convierten en verdade- Un tercer registro remite al brote de las identidades cul-
ras fuerzas electorales en Francia, pero también en Aus- turales, tal como se produce en todo el mundo desde el
tria, Bélgica o Italia la inmigracion es un caballo de final de los aios sesenta. Este brote puede ser leido co-
batalla a menudo montado con mas o menos explicitas mo una modalidad de los procesos que se llevan a cabo
connotaciones racistas y antisemitas. a escala planetarra y que combinan, paradéjicamente,
Y, por otra parte, las ideas neoliberales ganaron un globalizacion economrca e rnternacionalizacién de la
terreno considerable a lo largo de los anos ochenta y cultura ba}o la liegemonia estadounidense, por un lado,
principios de] los noventa, y no cedieron terreno sino y la fragmentacion cultural, de otro. Este fenémeno se
hasta a mediados de los anos noventa. Estas ideas pros- puede examinar a partir de tres dimensiones comple-
peran acompafiando la crisis de las instituciones con un mentarias.
discurso que preconiza la liberalizacion del Estado o las
privatizaciones masivas, algo que incentiva la progre-
sion del racismo, aunque solo sea inspirando discursos El mzcionalismo
cercanos a lo que los estadounidenses llaman el racismo
simbolico: gno es acaso necesario, dice el discurso neo- La. idea de nacién es a menudo presentada, con razon,
liberal en sus extensiones xenéfobas y racistas, terminar bajo la forma de una pareja de oposiciones. Muchas va-
con intervenciones estatales o politicas sociales que in- riantes de esta imagen circulan por las ciencias politicas
centivan a las poblaciones originarias de la inmigracion y sociales. Asi, se ha podido distinguir la concepcion lla-
a esperarlo todo del Estado y de la 'solidaridad nacional, mada francesa que, segun la famosa férmula de Ernest
y a no ofrecer, en cambio, ningun esfuerzo? @No es ne- Renan, hizo de la nacién un aplebigcito de todos los
cesario dejar de ofrecer garantias y ayudas que seguiran dias», y la concepcion llamada alemana, que insiste so-
atrayendo desde paises extranjeros a quienes solo pen- bre su identidad histérica y cultural y sobre la pertenen-
sarian en beneficiarse indebidamente de los frutos de la cia organica de cada uno de sus miembros a un mismo
actividad y del trabajo de los nacionales? Aqui surge pueblo. O bien, asimismo se ha podido hablar de una
una paradoja: que el discurso neoliberal es, por otra idea moderna de nacion, civica y territorial, adosada a
parte, favorable a la apertura de las fronteras, incluso proyectos de desarrollo econémico y de apertura politi-
porque autoriza el libre juego de la oferta y la demanda ca, concepcion opuesta a una idea étnica, eventualmente
en el mercado internacional del trabajo. hostil al mundo moderno, ala Ciudad y a la industria.

130 131
El periodo que se abrié a partir de los anos setenta Las zdentzdades culturales
vio, en toda Europa, como se retraia la idea abierta de
nacion en beneficio de concepciones cerradas, naciona- Un Segundo fenomeno, I
cuyas fuentes son proximas I '
., y
listas. Esta evolucién se explica por cambios internacio- que entra en tension con el anterior, remite .
. .

., a la multi
nales: por la globalizacion de la economia percibida, no .
plicacion de las identidades culturales que . .

., no solamente
sin exceso, como haciendo de la nacion ya no un mar-
_

se desarrollan, smo que tambien


.
.
piden frecuentemen
co simbélico y territorial de la vida econémica, s1no un te ser reconocldas en el espacio publico , .
.
. . .

, Esas identidades
espacio que no siempre es capaz de resistir o de adap- .
son de diversa indole religiosas, etnicas , , .
. .
.

o de <<genero»,
tarse a flujos financieros, a los mercados comerclales o a y traducen eventualmente un
esfuerzo de los actores
sistemas de decisién exteriores; por la extension del con- por transformar una discapacidad, una def1c1enc1a f1S1C3 ,. . .
. . .

sumo de masas y de la comunicacién internacional, que ,


o una enfermedad cronica en diferencia . . .
.
y en capacldad
aseguran la primacia a las industrias culturales estadou- .
para afirmarse de manera autonoma, , ,
etcetera Varios .

nidenses y a la lengua inglesa; o por la construcclon procesos contribuyen a su emergencia y a sus mcesantes
europea, por ultimo, a menudo percibida como sistema transformaciones Las identidades culturales,
que afecta a la identidad y la soberania naclonales. Tam- pueden rem1t1r .. a la ., en efecto,
.,
.

reproduccion o la perpetuacion, al
bién debe mucho a los cambios evocados anteriormen- menos en apar1enc1a, cuando por e]emplo
un movi
te, es decir, el declive de las relaciones sociales e indus- miento regionalista aboga por la supervlvencia
de una
triales o las crisis de las instituciones. _ cultura amenazada o por una mayor autonomia I
POl1I1
I'
El principal resultado, desde el punto de vista que ca Pueden tambien ., , .
ser importadas y entonces ser mas o
nos interesa, es una retraccién de la idea de nacién alre- menos bien recibidas, y proceder del extranjero,
., espe
dedor de su linico polo nacionalista (0 asimilable: regio- .
cialmente con la inmrgracion . .

nalista, por ejemplo, si nos referimos a la Liga del Nor- Pero conviene desconfiar de las ideas preconcebi
te, en Italia, que se esfuerza por constituir el norte del
`

das La tradlcion ., re1v1nd1cada . . . .

constantemente por estas


pais en una nacién, la <<Padania»). Ahora bien, 12 flleffe . .
identidades es una mvencion ., .
.
a veces reciente y, sobre to
progresién de los nacionalismos es indisociable de co- do, la cultura de las minorias originarias de la
'I inmigra
rrientes xenéfobas, racistas y antisemitas. I ‘
c1on tiene mas que ver con la produccion 'I que
producclon ., .,con la re .
Por ejemplo, el islam de los yovenes
.
en
.

'
Francia, como senaloI Farhad Khrosrokhavar (1997) ad
nr

. .
mite modalidades diversas y es diferente al de
' .
.
9

sus pa
. .
dres, se origma en gran parte en una elaboracxon
.
., nueva

132
3
ligada a los problemas sociales contemporaneos de laiso- pasado, la forma de redes transfronterizas, asimilables
ciedad francesa (integracién, exclusion, raclsmo, etcete- en mas de un aspecto a diasporas, cuya experiencia fun-
ra). Mas ampliamente, las sociedades europeas contem- dadora constituida por la diaspora judia se ha transfor-
poraneas, como otras, se caracterizan por el desarrollo mado considerablemente desde el final de la Segunda
de diferencias culturales de todo tipo, que no de)an de Guerra Mundial.
fragmentarse y recomponerse. Asi, entre sus debates Las diasporas, en Europa, corresponden basicamen-
mas activos y mais pasionales, los que se vmculan con el te a tres tipos de situaciones. El primero es aquel en que
tratamiento politico de estas diferencias y, por e}emP10, un evento fundador, bajo la forma de un trauma mayor,
con el multiculturalismo ocupan un lugar importante. como un genocidio, una guerra civil, una expulsion o
Todo ello contribuye al fortalecimiento y la renova- una represion continua, particularmente severa, empuja
cién del racismo. A la renovacién, en la medida en que a una poblacion al exilio parcial o total. La diaspora, en
las' identidades culturales pueden, en potencla, engen- este caso, mantiene una fuerte relacién, mas o menos
drar tensiones interculturales o intercomunitarlasque se onirica, con el territorio de origen, y suena o acaricia el
prolongan facilmente en un racismo a menudo diferen- proyecto de un regreso al pais. Ademas de los judios,
cialista. Al fortalecimiento, en la medida en que cada una este caso remite en primer lugar a los armenios, los pa-
de esas identidades puede sentir la tentacion de naturah- lestinos y los kurdos.
zarse y de naturalizar a otros actores, contribuyendo 351 Un segundo caso corresponde a procesos menos
a una etnicizacién de la vida colectiva que as1m1smo brutales, a un punto de partida que se vincula con una
puede abrir la via a una racializacion de las relaciones so- eleccién y a actitudes en las que los inmigrantes mantie-
ciales y politicas. Estas tendencias son a la vez mas_v1s1- nen, incluso después de varias generaciones, lazos es-
bles y estan mejor aceptadas en los paises anglosa]ones trechos, economicos, culturales, personales y familiares
que en Francia, donde la idea republicana resiste a la pe- con el pais de origen y con otras comunidades del mis-
netracion del tema de la diferencia cultural en el debate mo, pero instaladas en otro pais, distinto al de ellos. La
politico. experiencia china nos brinda un claro ejemplo de ello.
Un tercer caso es aquel en el que la diaspora es llana
y simplemente una invencion, una produccion sin refe-
Las redes diaspéricas rencia clara a un momento fundador ni a un arraigo his-
térico y territorial en particular. Asi sucede especial-
Una tercer caracteristica de los fenémenos culturales mente con las redes descritas por Paul Gilroy, cuando
contemporaneos es que revisten, mucho mas que en el habla de un Black Atlantic (1993) para evocar la innova-

134 135
cion cultural, la creatividad musical y las practicas cen- Retomo del antisemitismo
tradas sobre el cuerpo, pero también las actividades eco-
nomicas de los negros cuyo espacio de circulacion atra- En este paisaje, la cuestion del antisemitismo también se
viesa el Atlantico, desde Estados Unidos hasta el Reino renueva a partir de algunas vias que no remiten exclusi-
Unido, pasando por las Antillas. vamente a los esfuerzos de las derechas radicales y nacio-
Estos fenomenos, a los cuales se podria anadir el de nalistas. El odio hacia los judios, en efecto, se desarrolla
las norias, que aseguran un flujo continuo de personas corrientemente en el seno de poblaciones originarias del
entre un pais de origen, africano entre otros, y un pais mundo arabomusulman, o que descubrieron o redescu-
que recibe, también desempenan un papel importante brieron el islam. Se apoya en la idea que considera a los
en las transformaciones del racismo, Cuestionan el mar- judios como sionistas y, a partir de ahi, enemigos irre-
co de los Estados-nacion, ya que funcionan a otra esca- ductibles de los musulmanes y de los arabes, al mismo
la, lo que a su vez suscita miedos por parte de los nacio- tiempo que les reprocha sus supuestos vinculos con el
nales, quienes pueden preocuparse al ver que esas redes dinero, los medios de comunicacion o el poder.
funcionan y abogar, aun mas enérgicamente, por un cie- La paradoja del antisemitismo contemporaneo es
rre de la nacion sobre si misma, con los efectos racistas que involucra a personas que, por otra parte, se oponen
que esto genera la mayoria de las veces. tan pronto se habla de racismo, ya que, por ejemplo en
Brote de los nacionalismos, afirmacion de las identi- Francia, algunas tienen que ver con la inmigracion re-
dades particulares y multiplicacién creciente de las re- ciente, especialmente magrebi, y que las otras, cuando
des transnacionales: la fragmentacion cultural no vuelve son <<francesas de origen», estan convencidas de que es-
el racismo predominantemente diferencialista inelucta- ta inmigracion es fuente de dificultades sociales y de
ble, pero si mas amenazante que en el pasado. Esto se amenaza para su identidad nacional. Anadiremos que lo
confirma, en primer lugar, en el caso del grupo domi- que vale para Europa también sirve para Estados Uni-
nante, de los nacionales de origen, que tienden a endu- dos, donde las relaciones entre negros y judios son sin-
recerse y a querer contrarrestar las tendencias a la ex- gularmente densas, y donde un lider como Louis Fa-
plosion y a la diversificacién cultural. Pero también rrakhan puede reunir hasta varios centenares de miles
remite a los grupos minoritarios, cuyos conflictos, ten- de negros (durante la <<One Million March» de Wa-
siones y violencias eventuales pueden cargarse de refe- shington en octubre de 1995) dentro de una tematica
rencias a atributos raciales, tanto para otros grupos co- que incluye un claro antisemitismo.
mo para ellos mismos.

136 137
La desestructuracién de las sociedades nacionales marco cultural, slmbolico ,. y territorial .
. »
~ .

-, de la vida social
lo aportaba la nacion .,
La expresion <<soc1edad nac1onal» ~
. .

Los tres registros que acaban de ser expuestos, el so- .


explica la coherencia de estas categorias , .

cial, el institucional y el cultural, son en realidad los ,


Pero paises como Francia y Gran Bretana, ~
a quienes
.
.

que, segfln Daniel Bell (1976) y muchos otros analistas, »


., .,
me]or correspondio esta nocion de sociedad . .
naclonal,
permiten definir a las sociedades modernas. La moder- se apartaron de ella desde los anos
sesenta y setenta La
nidad, desde entonces, esta en relativa correspondencia »
,
vida social y economica
»
.

corresponde cada vez menos a


con estos tres registros, que se articulan y se integran
V
.
la vida cultural, y las categorias , .»
que utilizamos para dar
sin confundirse ni, a la inversa, separarse por completo. cuenta de la primera se han <<desnac1onal1zado»,
. es de
A partir de los anos sesenta las sociedades occidenta- cir, se han ale]ado de las que servlan
.
, . .

,
para descr1b1r a la
les, especialmente en Europa, viVi€1'OI1,en Cada uno de segunda, remiten a fenomenos
.
.
planetarios y ya no 1ns .

estos registros, importantes transformaciones. El con- criben la experlencia soc1alv1v1da necesarlamente


i

¢. en el
junto de estos cambios dibuja una mutac16n que no _se , seno de una sociedad 1dC1'1[lf1C3l)l€ .

con una nacion ~, .

Nos »

reduce a su simple adicion. En efecto, la era industrial descrlbimos menos que antes por nuestro lugar
no solo remite al pasado, ni las instituciones que se su- ». .,
trat1f1cac1on social, y aun , .
en la es
menos como parte de un con
pone que deben asegurar la igualdad y la S0l1d2lI‘1d8d flicto estructural cuyo marco es el del cuerpo
., social, y
son las flnicas que estan en crisis y piden una renova- i
por ende el de la naclon Es mas,
,
la
.,
poblaclon se define »
.

cién, ni el horizonte cultural de los paises concermdos, , . .


en terminos de incluidos y excluidos, siendo . . .

hasta entonces unificados por la idea moderna de na- ..


capaces de participar en una economia ,
los unos
»

globahzada y los
cién, es el flnico que se empana y se fragment?-, SIITO C1U¢» ,
otros relegados a los margenes - .
o a la periferia de las re
ademas, la integracién de lo social; de lo 1nst1tuc1onal y .
laciones sociales que tambien ., .

de lo cultural se vuelve cada vez mas pr0bl€mit1C2\,al .. , ,


actividades tecnicas o economicas y esto
se deshacen Y nuestras
.
.
~

hace que per


menos para algunos paises. tenezcamos al mundo de la razon , .
instrumental , en vez
Esta integracién ha sido especialmente fuerte, en el de ser dlrigidas o 1nscr1tas en el marco de una
sociedad
caso de Europa, para los grandes Estados-naclones, una .
nacional, parecen disociarse cada vez mas , . .

de nuestras
expresion que ya marca, en si misma, la fuerte corres- . .
identldades y nuestra cultura La nacion, ., .
la memoria, la
pondencia de las instituciones (el Estado) y de la identi- ».,
lengua, la rel1g1on, el patrimonio h1stor1co,las ..
trad1c1o
.
1

. . ,.
dad cultural (la nacion). Y a lo largo de la era industrial, ,_
nes y los valores morales o eticos se separan .
del umver
naci6n y sociedad han sido constantemente identifica- so globalizado de los mercados, de los flu]osfmanc1eros
das una con otra, simplemente p0I‘q11¢> H110 CSCTICHL el y de las redes de mformacion ., mundiallzadas, .
. .

y la cultu

138
3
ra y los simbolos definen universos distintos al del pflblica una e indivisible, con sus grandes principios de
mundo econémico y social. igualdad, de solidaridad o de laicidad, es invocada como
Y en medio de las brechas que separan estos dos uni- un deslumbramiento, incapaz de proponer un tratamien-
versos, el socioeconomico y el cultural, las instituciones to democratico para las diferencias culturales que piden
que aseguraban la socializacion, la puesta en marcha de ser reconocidas en el espacio publico.
los individuos, de la cultura y de la sociedad, tienen ca- Y por otra parte el racismo puede acompanar la acep-
da vez mayores dificultades para funcionar. A las trans- tacién de tendencias contemporaneas a la disociacion
formaciones que hemos descrito en primer lugar, re- posmoderna, la combinacién de actitudes favorables a
gistro por registro, se agrega otra, fundamental, que se las ideas neoliberales en nombre de la eficacia y del prag-
vincula con su alejamiento creciente, como si al princi- matismo, y de un tribalismo que se acomoda perfecta-
pio hubiéramos elegido caminos cercanos unos a otros mente con el debilitamiento del Estado, el crecimiento

l
y, por ende, siempre susceptibles de cruzarse e interpe- de las desigualdades y, mas ampliamente, con los estra-
netrarse, que se separan cada vez mas a medida que pa- gos del neoliberalismo.
san los anos. El esquema que se presenta a continuacién puede
En esta evolucion, el racismo ya no es solamente el aportar una sintesis de estas observaciones:
fruto de cambios que se producen, cada uno, en los re-
gistros que hemos examinado. Es también una reaccion
a su disociacion. Esta reaccion puede tener significacio-
nes de dos tipos opuestos. Por un lado puede expresar Sociedad industrial
un rechazo a la evolucion, una especie de llamamiento
al mantenimiento cada vez mas artificial de lo que se Exclusion
Precarizacion
viene abajo para entonces organizar una retirada en la
cual, bajo diversas modalidades, el racismo contribuye a
Nacion moderna
estructurar un discurso destinado a mantener, tal cual, U
los Valores de la nacion o las reglas de funcionamiento Nacionalismo
de las instituciones. El odio hacia los inmigrantes, y a Brote de particularismos
Redes transnacionales
veces también hacia los judios, alimenta entonces un
<<pasotismo» cuya dominante puede ser nacionalista,
pero también, sobre todo en un pais como Francia, car-
garse de una tematica <<republicanista» en la que la Re-

140 141
De un pais al otro contemporaneas hacia la desestructuracion de las socie-
dades nacionales, aim debe ser analizado en su marco.
El anaflisis general que acabamos de presentar, y que se Este sigue siendo lo suficientemente fuerte como para
puede aplicar como poco a varios paises de Europa, pesar sobre las formas especificas del fenomeno. La cul-
gse ve confirmado por la observacién empirica de las tura politica, por ejemplo, jacobina y centralizadora o, a
manifestaciones concretas del racismo y por la compa- la inversa, favorable a la vida local, y el pasado, en parti-
racion de algunas experiencias, como las que nosotros cular el pasado colonial, el tipo de nacién, su formacion,
mismos hemos estudiado junto con Philippe Bataille, su historia, la manera también en que se organizaron o
Kristin Couper, Danilo Martuccelli y Angelina Peralva no las relaciones sociales en la era industrial, la existen-
respecto a Francia, Gran Bretana, Alemania, Bélgica e cia, o no, de fuertes tensiones interregionales, las con-
Italia, en nuestros libros sobre La France mciste (1992) cepciones tradicionales de la diplomacia y del lugar que
y luego sobre Racisme et xénopbobie en Europe (1994)? el pais ocupa en el mundo o en Europa, contribuyen a
En realidad, las diferencias son importantes si se con- modelar el racismo en su marco nacional. Pero si bien el
sidera aunque solo sea la intensidad de la violencia racis- racismo reviste formas variables de un pais a otro, si
ta o las modalidades del paso del racismo al nivel politi- bien se instala a nivel politico solo en ciertos casos, esto
co. Asi, la violencia racista en un nivel cotidiano y el no invalida de ninguna manera el analisis de conjunto
acoso racial son importantes en Gran Bretana, donde en propuesto aqui, y que atribuye la actualidad del racismo
cambio no hay formacion politica de extrema derecha a la mutacion general en la que se desestructuran las vie-
cuyo impacto o influencia sean decisivos. La violencia jas sociedades nacionales, al mismo tiempo que se esbo-
racista, guardando las proporciones, es débil en Francia, zan nuevas relaciones sociales, politicas y culturales.
donde un fuerte partido de extréma derecha, racista y
antisemita, como el Frente Nacional, sin embargo se ha
beneficiado del 15% de los votos en la primera vuelta de
las elecciones legislativas de 1997. Y en Alemania, a prin-
cipios de los anos ochenta, se asistio a una ola que signi-
fico, simultaneamente, una violencia racista sangrienta y
el crecimiento de varias formaciones politicas de inspira-
cion neonazi o afines, pero luego esa ola decayo.
Estas diferencias, y muchas otras, nos indican que el
racismo es un fenémeno que, a pesar de las tendencias

142 143
0

La mfluencxa de los med1os


o ¢

6 0

0, s
de comumcaclon

No puede anallzar serlamente el rac1smo contempo


se
, . . . .
raneo S1I'11I'1tCI'I'OgaI' sobre la mfluencla de los med1os de .

., . .,
comunlcaclon en la progres1on, la d1fus1on ., ., .

y tamblen la
'I I
regreslon del fenomeno .

En algunos casos los med1os rem1ten a una log1ca d1


. . ,. .

., .,
recta de producc1on o coproducc1on del raclsmo, en par
.

. . .
tlcular cuando las ex1genc1as del scoop, es dec1r, de la 1n . .

., . . . .
formac1on espectacular, pueden const1tu1r un 1ncent1vo
al raclsmo y, por e]emplo, dar a los actores rac1stas un
peso, una V1Slb1l1dad y una ef1cac1a multlplxcadas ASI,
.,
en el marco de una 1nvest1gac1on que desemboco, en La
. .

France mczste (1992), pud1mos darnos cuenta de que los


skzn/oeads par1s1nos apreclaban la manera en que se com
. ,
. .
portaban los per1od1stas con ellos, f1lmandolos en la tr1
.

.
buna <<Boulogne» del Parc des Prmces en sus desenfre
.
nos con mot1vo de los partldos de futbol, , ., . .
o p1d1endoles
. , . . .
que cometleran actos de v1olenc1a rac1ales ante las ca

14
'
'I
s1mple reproducc1on, y al hecho de que e}erzan efectos
.
1

maras al dar cuenta de sus acclones, al mostrarlos, estos " "


_

' 1
. €SP€C1f1COS en la forrnac1on del rac1smo, S1 consxdera, en
°

per1od1stas les aportaban una capacldad mayor de re


. .

., ’
su aspecto esenclal, que esta opera en otros enclaves d1s ‘

clutamrento y de d1fus1on de sus tes1s Por otra parte,


.

.
. .
.
. - "
tlntos a los per1od1cos o la telev1s1on que son, para el,
° "' 1

d1versos estudlos han mostrado que los med1os susc1tan


»

., , . . . .
sobre todo vectores o vehlculos
»

conductas por 1m1tac1on, en el amblto del rac1smo tan


'I Un segundo punto de v1sta, en un sentldo contrar1o, .

.,
I '
to como en otros, as1, cuando la mformaclon sobre una
,
,

. . . . consldera
' "
que la formaclon de pre]u1c1os y del od1o ra ‘ " °

profanaclon de cementer1o }ud1o es d1fund1da, suele -f


. . %‘

c1sta procede, entre otros factores, de una '1ntervenc1on


acarrear una ser1e de actos de m1sma naturaleza '° de los med1os, ' -f -
. . . .
espec1f1ca que contr1bu1r1an de manera
Como en muchas otras cuest1ones, las c1enc1as soc1a _ `
' °/ ,
autonoma a la eXtens1on del fenomeno s1n relaclon al
., »

les proponen dos perspectlvas extremas que marcan la


., , . . .
guna con otros actores u organ1zac1ones Desde esta
1nvest1gac1on y dellmltan el espac1o teor1co en cuyo 1n
. . . .

perspect1va, su un1verso profes1onal se descr1be funclo


ter1or se desarrolla
.
.
. » .
nando aparte, s1n gran conexlon con las realldades so
° " ’

La pr1mera consxdera que los med1os ., de comun1ca , |


., .
., .
' ' n

c1ales, mot1vado por log1cas prop1as que conducen a la


c1on no hacen s1no asegurar la reproducc1on y d1fus1on
. . . . . . 5
fabrlcaclon
' .' de relatos, de lmagenes
' ’
y de representac1o
°

del raclsmo, lo que equlvale a m1n1m1zar, xncluso a ne "


nes cuya producclon no esta’ dlrectamente lnformada ° '

gar la 1dea de que pudleran tener un rol en su produc


. »

I I

'I por lo real A part1r de ah1, lo que dxcen los med1os de


° °

I I '
cron, ya que este tendrra efecto en otros arnb1tos Los
I
U
_

comun1cac1on° '/ no estaI sometldo '


a la prueba de la ob]et1
| |

med1os, desde este punto de v1sta, expresan o traducen


v1dad ,<< Al leer el per1od1co ._ expl1ca Patrlck Champag_
f
fenomenos que provxenen de la soc1edad en general,
, , ., . .
. »

ne, C1t3d0 por Alam Battegay y Ahmed Boubeker en un


mas alla de su capacldad de 1ntervenc1on, y aseguran, ln ' ' 'f por los
, . l1bro ded1cado al tratamxento de la 1nm1grac1on
consc1entemente mas que del1beradamente, la repro
.

., de las relaclones soclales en las cuales el rac1s . . .


med1os (1993) la gente cree que se entera de lo que pa
__
,

ducclon ’
e n n
sa en el mundo, en realldad [ ], solo
I .
se entera de lo que
mo encuentra su lugar El raclsmo, expllca por e}emplo ., .

.. . .
.,
pasa en el d1ar1o »
Teun Van D1]k (1987 1991), es ob]eto de comun1cac1on, `
° °

Llevada al extremo, esta t€S1Ss1gn1f1ca que los d1af1OS


9

, . .

es una 1dCOlOg18 que los med1os reproducen y transml


.

, . . .. y todos los que trabajan en organos ' de prensa nos 1n


ten, perpetuando as1 los estereot1pos y pre]u1c1os que , . . . .

segun
, . . forman en ult1ma 1nstanc1a sobre S1’ mlsmos, sobre la
cruzan por la soc1edad consxderada la prensa, ,. 5
.

. , .
manera en que se orgamzan los med1os, sobre su estruc
sostlene este autor, apoyandose en traba}os emp1r1cos, " y de jerarqul
' '
. .
. .
tura profes1onal, sus cr1ter1os
‘ '
de seleccxon
°

no es 1mparc1al cuando trata de las mee relatzons Y S1 'I un


zaclon de las not1c1as y no sobre lo que pretenden tra
Van D1]k 1nd1ca que el rol de los med1os no se l1m1ta a la

47
146
tar, es dec1r, de la soc1edad, la pol1t1ca, la cultura, etcete clsmo sucede lo mlsmo que con muchos otros fenome
ra Esta or1entac1on del anal1s1s, centrada en la xdea de nos soc1ales los med1os no actuan de manera homoge
una produccron autonoma del raclsmo por los med1os, nea n1 un1d1mens1onal, part1c1pan en s1stemas de acc1on
1mpl1ca que estos e)ercen una 1nfluenc1a, efectos sobre el en los que estan lnterrelaclonados con todo t1po de ac
fenomeno que luego opera mas alla de ellos, su or1g1na tores
lldad es hacer del raclsmo no solo el producto del traba]o
general de la socledad sobre S1 mlsma s1no, en parte, el
resultado de una act1v1dad espec1f1ca de comun1cac1on El plurahsmo de los med1os de comumcaclon
que se desplrega de manera1ndepend1ente
Un e]emplo puede 1lustrar este enfoque del rol de En un estud1o publrcado en 1974 Paul Hartmann y
l u a 0 c -, ,
los med1os el de la Italla de pr1nc1p1os de los anos no
`

Charles Husband p1d1eron a n1nos y adultos 1nd1car sus


venta Se observa entonces, en efecto, que el raclsmo es fuentes de lnformaclon en lo que se ref1ere a sus op1n1o
ta omnlpresente en la prensa, con un recurso frecuente nes sobre grupos etn1cos Y las respuestas que obtuvle
a categor1as 1mportadas de los debates anglosa]ones y ron var1an, a grandes rasgos, en func1on del conoc1m1en
ff211C@S€S» Y en tefmmos ¢XC¢S1V0S en fel?-C1011 C0f1 las »
to practico que tienen o no las personas interrogadas de
realldades del momento Se puede cons1derar que los los grupos etn1cos en cuest1on Cuando v1ven en zonas
desarrollos ulter1ores del rac1smo en Ital1a han sxdo pre en los que estos grupos estan ausentes, o practlcamente
parados, al menos parc1almente, por esta 1ntensa 2Ct1V1 ausentes, d1cen que for}an sus Op1I'11OI1€Sante todo a tra
dad med1at1ca, desproporc1onada ’ que pudo e]ercer l
, .
ves de lo que transm1ten los med1os, cuando estos gru _
. _

efectos que rem1ten a la <<profec1a autorreal1zada» con pos estan presentes, el conoc1m1ento del Otro procede
tanto anunc1ar y descr1b1r el fenomeno, este se const1tu de una experlencla concreta cornpart1da(esto es, al me
ye en reahdad nos, lo que responden las personas 1nvest1gadas)
Al hacer del s1stema de los med1os de comumcaclon Un estud1o de este t1po puede susc1tar mas de una
o b1en un espac1o que t1ende a autonom1zarse del traba cr1t1ca metodolog1ca, y sus resultados podr1an ser d1s
}o de la socledad sobre S1 m1sma o b1en una camara de cut1dos o 1ncluso claramente cuesuonados Pero su 1n
resonancla, eventualmente deformante, se de}a de lado teres rad1ca en el hecho de que 1nv1ta a tomar en cuenta,
lo que es PFOPIO de los med1os en una democracla, es en el anal1s1s, la plural1dad de las fuentes de 1nformac1on
dec1r, su rol en la comun1cac1on moderna, que s1n duda que pueden ahmentar, acomodar o hacer evoluc1onar
no se reduce a una func1on de espeyo (la reproducclon), los pre]u1c1os rac1stas As1 se podrla formular la h1pote
nl a una act1v1dad autonoma (la producc1on) Con el ra s1s segun la cual la mfluencla de los med1os sobre la
for

148 5
149
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.....1.... .........., . ...,..1..... ...,. .,,.......1..., ,.... ..............., ... ,.........4.. ... ............ q... .......... .

151 151
que presenten un crrmen ' /°
como un acto de leg1t1rna de
la 1dea de raza, halagar al rac1smo o, al contrarlo, ale]ar
_

. ., . , . ¢

fensa en una coyuntura de carencla POl1C13l, y cuando el


_ _ _

se de cualquler connotaclon raclal o etn1ca, como la 1n .,


°/ / . , _

ases1nato conlleva una d1mens1on raclsta que no quleren


»
' f °

terpelac1on por la pol1c1a de un dellncuente que asalto a I _ _

.
.

una mu}er mayor. Y agreguemos que el apellldo del de tratar O lncluso bromas cas1 rac1stas o xenofobasI pue _
¢

l1ncuente senala con toda ev1denc1a su orlgen extran


. ,_ . . .
den ser toleradas en los medros, hasta en los parses en
; »

)ero, concretamente norteafrlcano El hecho de 1nd1car o


.
.
¢
. . `

que podr1an ser sancronadas por la ley, sobre todo en la


I
,
no su patrommlco en una nota del d1ar1o local que da
.
. . 1

med1da en que el grupo al que apuntan no esta en con


.. ., .. . ' '
d1c1ones de reacc1onar vlgorosamente Por e]emplo
~
- _

cuenta de su arresto y la ut1l1zac1on de cal1f1cat1vos como


. .
pesan consrderablemente so
, .
nad1e ' "f
se perm1t1r1a reahzar bromas antrsemltas en Fran
~
-

.
a

<<1r1m1grante» o <<magreb1»
., es ' . . .
'
c1a, m1entras que la xenofobra espesa de las <<h1stor1as
- . .

bre las percepcrones populares del 1nc1dente S1 estas,


1
.
belgas» tuvo, durante largo tlempo, l1bre curso en los
-
, . . . `

tan presentes, confxrman la 1dea de que €X1SfCun vlnculo


.,
entre rnmrgracron y del1ncuenc1a y contrrbuyen a refor
. . . . - 1
'
medlos aud1ov1suales, ' f
y que aun es pos1ble pretender
-

D1remos, s1qu1era provocar la r1sa de los espectadores en un programa de


zar la hostrhdad hac1a los 1nm1grantes "
.. gran aud1enc1a '
r1endose de los musulmanes o de los ne
°

con ob]eto de subrayar la complepdad de las cosas, que


.
_
» -

gros (as1, el d1ar1o Le M onde, de 17 18 de septrembre de


»

para contrarrestar esta hostllldad no es sufrclente con ' 'f


, . .
1995 habla de un Pl€1tO]ud1c1al que s1gu1o a un progra -
" Bouvard en el que un presentador reah
. .
_
que los d1ar1os se doten de normas deontolog1cas dest1 3

, .. f . . ma de Ph1l1ppe
.

nadas a cerrar la v1a a los pre)u1c1os rac1stas Estos son / .

. ., . . zo una broma deslgnando a los musulmanes como la


suscept1bles de alrmentarse tambren con la ausenc1a de " el canal TF1 fue condenado por
~/ / / drones, as1’ tarnblen, .

menc1on (patron1m1co, orrgen, etcetera), ya que la prensa .,


~
~

. . _

. una 1m1tac1on, el 23 de septrembre de 1995, en una hora


puede ser acusada de querer proteger a los mmrgrantes S1 _ _
,
de gran aud1enc1a, en que Patrlck Sebastren remedaba a
° ~
- .

evrta evocar su nombre o su or1gen, ¢no es precrsamente _lean Marle Le Pen] cantando <<Casser du 1'1O1I'>>2 y luego
porque son factores prop1os de la del1ncuenc1a7 ‘ .
1nterven1a ’
Le Pen en persona, que consrderaba muy d1
- .

Los medlos pueden halagar el rac1smo eventual de su . . f


~ .,
vert1da la canc1on1m1tada)
. .
_
. . . . .

aud1enc1a 1ns1st1endo en todo aquello que asoc1a c1ertos


comportam1entos o c1ertos atr1butos .,negatxvos con un
, . . . .

orlgen etn1co o extran]ero, pero tamb1en al1mentando la 1 D1r1gente del Frente Naclonal [N de la T]
., _,
La parodla de este presentador cons1st1o en usar una canclon
-

sospecha de querer contrarrestar el rxesgo de este t1po 2


., . . . . . . j
de moda en ese momento, <<Casser la VO1X» (quebrar o romper la
.. .
-

de asoc1ac1on Al mxsmo trempo e}ercen una 1nfluenc1a f


Voz), reemplazando el refran
.
por <<casser du no1r», que SlgI11flC3 l1te
-

al banahzar o m1n1m1zar las conductas y pre)u1c1os ra ralmente <<romper lo negro» pegar, golpear, maltratar a los negros '
/ »

CISIQS por parte del grupo domlnante As1, es comun [N de la T]


~
°

152
Es cierto que, a menudo, la calificacion operada por
man es un integrista en potencia, incapaz de integrarse, y
el periodista halaga mas bien los prejuicios racistas ein-
cuya lealtad al pais que lo alberga solo puede ser, por lo
cluso los alimenta de manera grosera o sutil, por ej em-
mismo, problematica, algo que inscribe su discurso en la
plo recurriendo a procedimientos indirectos como el
tematica del racismo predominantemente diferencialista.
que consiste en yuxtaponer dos informaciones, una so-
Asimismo, un estudio de Catherine Lavergne y Paul Si-
bre las estadisticas de la inmigracion, otra sobre la ce-
blot (1993) que analizaba el contenido de los articulos
santia o las dificultades de la Seguridad Social o, simple-
publicados en 1992 en Le Midi Libre, diario en posicion
mente, utilizando un vocabulario descalificante, lleno
de casi monopolio en la region de Languedoc-Rossellé,
de juicios de valor que son, a su vez, incitaciones impli-
muestra que este periédico, al construir de manera <<prac-
citas al racismo ordinario. Hartmann y Husband (1974),
ticamente fija» un triafngulo desocupaci6n/inmigraci6n/
a principio de los anos setenta, muestran asf, analizando
inseguridad, transcribe y refuerza para sus lectores, en
el contenido de la prensa britanica, de qué manera ésta
un marco familiar, concreto y cotidiano, las categorias
presenta problemas sociales, de pobreza y de delincuen-
del odio y de la obsesion por la inmigracién, tal como
cia, como problemas raciales y étnicos; de hecho tam-
son formuladas, por otra parte, en el discurso politico
bién fue constantemente una tendencia de la prensa, a lo
del Frente Nacional.
largo del flltimo siglo y de buena parte de éste, describir
Pero esta tendencia no es de ninguna manera auto-
a los obreros como miembros de clases peligrosas y,
matica o fatal. Los periodistas y, mas ampliamente, to-
mas alla, naturalizarlos hasta presentarlos en términos
dos los que participan en la produccion mediética son
raciales. En la actualidad esta tendencia sigue en pie,
actores y no solamente agentes de un poder abstrac-
con el matiz de que las nuevas clases peligrosas ya no
to, o vectores de una ideologia también sometida a la
son los proletarios, sino las poblaciones originarias de la
audiencia o a las expectativas populares; siempre pue-
inmigracion. Felice Dassetto y Albert Bastenier (1987),
den interrogarse sobre su practica, desviarla y hacer
al analizar la manera en que la prensa belga habia dado
obra pedagégica ante sus lectores o sus auditores o te-
cuenta de una manifestacion organizada en Bruselas en
lespecradores, dotarse de codigos de deontologia y es-
abril de 1986 para protestar contra el bombardeo norte-
cuchar a los que les hacen ver de qué manera lo que
americano sobre Tripoli, mostraron claramente de qué
dicen, escriben o muestran puede ir en un sentido u
manera los medios contribuyen a la invencion de nuevas
otro. Han sido educados y formados y no tienen nin-
<<clases peligrosas»: insistiendo en ese momento sobre la
guna razén, ni ningun interés especificamente ligado al
presencia musulmana en Bélgica y dando testimonio de
ejercicio de sus profesiones, para dar cuenta de un ra-
un determinado miedo, sugirieron que cualquier musul-
cismo superior a la media y alinearse, mas que otros,

154
155
del lado de las ideologias y de las corrientes politicas te barrio de la periferia de la region lionesa con destaca-
que les son favorables. da poblacion de origen inmigrante, es porque hubo una
conjugacion de voluntad politica y de intervencion po-
licial: <<Desde mi punto de Vista, estos acontecimientos
Antes y después no son inocentes. Sin llegar a decir que fueron provoca-
dos, pienso que si los faros de la actualidad estuvieron
Si la influencia de los medios sobre la opinion no puede centrados en ese punto en la aglomeracion lionesa es
ser reducida a la imagen de un proceso unidimensional porque detras habia una intencion politica, especial-
o de un mecanismo unico, es también porque la califica- mente por parte de los sindicatos de la policia de dere-
cion o la valorizacion de un acontecimiento, de un gru- chas, que querian desviar la politica del gobierno en ma-
po o de una persona, en la medida en que puede expre- teria de seguridad» (citado por Alain Battegay y Ahmed
sario reforzar prejuicios racistas, se opera por un lado Boubeker (1993).
-pero solo por uno- antes. Muchos actores intervienen, Como hay tan poca homogeneidad y unilateralidad
en efecto, en la produccion de las noticias y de las repre- sobre el impacto directo que pueden producir los me-
sentaciones: policias, rnagistrados, responsables politi- dios en materia de racismo, las influencias que se ejercen
cos, victimas de tal o cual acto, etcétera. Asi es como en tampoco son uniformes y existe una amplia diversidad
Francia, a principios de los anos ochenta, el padre Chris- de intereses y puntos de vista, individuales y colecti-
tian Delorme, importante personalidad de Lyon cerca- vos, politicos y privados, que pesan en la produccion
no al movimiento de los beurs’ en esa época, pudo decir mediatica.
que si la mediatizacion de los famosos <<rodeos» (carre- Y a la vez, por parte de los receptores también hay
ra desenfrenada conduciendo un auto robado, la mayo- que huir de la idea de una gran homogeneidad. La re-
ria de las veces un BMW que termina con su incendio) cepcion de lo que ofrecen los medios no es idéntica en
en el barrio de las Minguettes fue tan importante, es de- todos, ni necesariamente pasiva; debe mucho a inter-
cir, si los medios de comunicacion hablaron tanto de es-
mediarios, de los cuales la sociologia empirica estadou-
nidense de la comunicacion ha establecido su importan-
3. En este caso se hace referencia a una movilizacion por parte
cia desde los anos cincuenta: hablamos de los gatekeepers
de diversos grupos vinculados con la inmigracion magrehi que co- (porteros), cuyo juicio y orientaciones personales mol-
bro notoriedad por una marcha efectuada en el afic 1983. La palabra dean la percepcion de las informaciones que recibe el
bears, como se ha dicho, designa (de manera. coloquial) a los arabes
y, mas concretamente, a las poblaciones de origen magrebi residen-
entorno social. Estos intermediarios desempeian un rol
tes en Francia. [N. de la T] de lider de opinion, haciendo de la comunicacion un fe-

156 157
némeno en dos niveles, un two step flow of communica- coln rrabaja hasta tarde por la noche? Eso prueba que
tion que no impide, evidentemente, que se ejerza la l6- era lndustrioso, resuelto, perseverante y que deseaba
gica de la influencia. desarrollar sus facultades al maximo. gLos que estén
Por otra parte, la manera en que los lectores, audito- fuera del grupo de los Lincoln, sean judios 0 japoneses,
res o telespectadores se atribuyen el contenido de un tlenen el mismo horario? Esa es simplemente una prue-
programa o de un articulo puede variar considerable- ba de su mentalidad de tenderos abusivos, de su volun-
mente de una persona, de un grupo o de una situacién a tad de sacar ventaja de los estandares norteamericanos y
otra. Asi, por ejemplo, un estudio de Tamar Liebes y de su competencia desleal»_
Eliahu Katz (1993) llevado a cabo en varios paises, del
que habla la revista Hermés, muestra que una misma se-
rie-estadounidense, Dallas, es interpretada por los teles- Los medios de comunicaciénz
pectadores en términos radicalmente diferentes segun gvectores del racismo?
se esté en un contexto cultural o en otro. O también
que
nadie habla de antisemitismo cuando, como sucede en Las observaciones anteriores no significan que los me-
Francia con Popeck, un cémico judio, ante un publico dios no e]erzan ninguna influencia en la produccién y
que puede o no ser judio pero que de cualquier manera reproduccion del racismo, sino que abogan sobre todo
esta abierto y bien dispuesto, incluso en los mas grandes para que este anal1s1s evite las ideas demasiado sumarias
canales de television, caricaturiza al personaje del judio que reducen dicha influencia a la imagen de relagiones
un poco tacano y avido de ganancias; ahora bien, el mis- en sentido unico.
mo tipo de caricatura, en un mitin de extrema derecha o
en su prensa, no podria sino aparecer como violenta-
mente antisemita. Las representaciones mcistas de la alteridad
Desde hace mucho tiempo las ciencias sociales han
observado que un mismo fenémeno puede ser interpre- Incluso en las democracias sucede que érganos de pren-
tado de manera totalmente opuesta segun vaya en el sa o radios, y menos frecuentemente canales de televi-
sentido de un prejuicio favorable o de un prejuicio des- sion, se presenten explicitamente bajo una apariencia
favorable. Robert Merton, el sociélogo estadounidense, rac1sta, o casi, difundiendo articulos y programas cuya
citado por Gary Marx en un texto dedicado precisa- ldeologla CSI5 H158 0 menos ligada a fuerzas politicas pa-
mente al problema del racismo y de los medios masivos ra las cuales el racismo, la xenofobia y el antisemitigmo
de comunicacién (1993), lo describio claramente: <<gLin- son elementos decisivos de un programa. Las democra-

158 15.9
cias no disponen de las mismas herramientas para lu- ta o de célera y de rabia exigen una gran vigilancia. Por
char contra esas practicas, ni tampoco se preocupan de otro lado, trataban de recordar la superioridad del grupo
la misma manera. En concreto, corren el riesgo de tener dominante, haciendo de los miembros del grupo afaci-
que enfrentarse a sus propias reglas de funcionamiento, zado» figuras retrasadas de la humanidad a las cuales po-
sobre todo cuando sus textos fundamentales prohiben dfan corresponder diversas variantes de la alienacién;
cualquier traba a la libertad de expresién, como sucede entre ellas una de las mas conocidas era la del Tio Tom
en Estados Unidos con la primera enmienda a la Cons- norteamericano, ese personaje que tiene un lugar en la
titucién. Las diferencias de las leyes y de las tradiciones sociedad en la medida en que ha interiorizado su inferio-
juridicas son, en este ambito, un obstaculo a la cons- ridad, y en que se comporta como se espera de él: amable
truccién de espacios internacionales de lucha contra el y valientemente y sin demasiada inteligencia.
racismo, ya que lo que se puede hacer publico en ciertos Desde los anos sesenta, las representaciones de la al-
paises no esta permitido en otros. teridad racial en los medios de comunicacién occidenta-
Las representaciones de la alteridad, tal como son les son, en conjunto, mucho menos groseras; su racismo
propuestas por lo medios, han estado durante mucho es cada vez menos flagrante y mas velado. Asi se evita
tiempo dominadas por imagenes totalmente desprovis- incurrir en actos penalizados por la legislacion antirra-
tas de sutileza. Descalificando a sus victimas, insistian cista, que ha sido singularmente reforzada en la mayoria
sobre lo que el grupo tratado de manera racista y sus de las democracias occidentales, y se aparta también de
miembros podrian presentar de inferior, de sucio, de ab- imagenes que remiten a la idea de alienacion, incluso si
yecto o de despreciable; el Otro solo podia ser un la- de vez en cuando siguen jugando con ellas, como en
dron, un violador, un criminal nato o un ser ignorante, ciertas publicidades: el buen negro de <<Y’a bon Bana-
inculto o retrasado mental. Hasta la’ Segunda Guerra nia»“ ha desaparecido, pero el personaje tranquilizador
Mundial, y aun en la época de la descolonizacién, estas del Tio Tom, convertido en Tio Ben,5 aparentemente
representaciones groseras de la alteridad, habituales de mas préspero, sigue estando muy presente para alabar
un lado al otro del Atlantico, podian estar asociadas a tal o cual producto alimenticio.
Pero no reduzcamos el racismo en los medios, inclu-
dos funciones, una y otra esencialmente ligadas a una 16-
so el mas flagrante, a sus representaciones mas burdas.
gica de inferiorizacion. Por un lado, marcaban una preo-
cupacion por controlar al grupo victima del racismo con
objeto de reducirlo al unico rol social que le habia sido 4. Publicidad francesa muy antigua para una marca de chocola-
te en polvo. [N. de la T]
atribuido, el de una fuerza social practicamente animal, 5. <<Oncle Ben»: publicidad francesa para una marca de arroz.
en todo caso muy inferiorizada, cuyos riesgos de revuel- [N. de la T]

160 161
El racismo, en efecto, puede pasar también al otro ex n1r a cuento pre]u1c1os ampliamente xenofobos»,
sino
tremo por la desaparicion o ausencia en los medios del que tambien senala que los mmigrantes tienen rara
vez
grupo <<racizado». Giinnar Myrdal, en su obra clasica la palabra en los per1od1cos locales y desempenan,
en la
An American Dilemma (1944), o Ralph Ellison, en su mayoria de las ocasiones, el papel del malo ahmentando
libro Invisible Man (1952), muestran perfectamente de la seccion policial
qué manera el negro estadounidense, en los anos cua Mas recientemente, un tercer modo de reconoci
renta, sigue siendo el hombre invisible que no existe, en m1ento de la <<raza» por los medios, relativo sobre todo
lo fundamental, sino cuando puede ser presentado co a los negros y a las poblaciones origmarias
de Asia, ha
mo asesino o violador. Aqui el racismo reside en la no pasado por la estetizacion del Otro Este existe, es reco
representacion, en la negacion, que es una denegacion nocido y su diferencia flS1C8 es valorizada Pero lo es
en
de existencia social y de humanidad. Gary Marx ( 1993) termmos ambiguos, 1ns1st1endo en lo que tiene en
el de
subrayé de qué manera habia funcionado esta denega mas natural, lncluso de animal Aqui la publicidad tam
cion hasta el movimiento por los derechos civicos de los bien desempena un rol que merece ser exammado,
por
anos sesenta, combinandose eventualmente con el re _ jj e)emplo cuando alaba la imagen del negro agil y depor-
cuerdo de la supuesta inferioridad de los negros y con la t1vo, deslizandose entre los vehiculos de la
gran ciudad
acusacion de una peligrosidad innata: <<Cuando hablan atestada y ofreciendo, en def1n1t1va, la comparaclon
con
de los negros, los diarios del Sur los nombran sin hacer un modelo de automovil igualmente de raza Del anti 8

preceder la mencion “sefior” o “sef1orita”. Y su foto es guo esclavo, vahente y alienado y del mozo astuto y
l1
pocas veces publicada. Articulos y reportajes sostenian mitado, presentes hasta en los anos sesenta, al deportis
la tesis de su inferioridad biol6gica». Sin ir hasta ese ex ta d1S[1I'1gl11dO o al modelo exotico, el negro, mas aun
tremo, se puede subrayar que unafinvestigacién sobre que el as1at1co, es una obsesion, tal como observo _lean
los inmigrantes en la prensa regional, hecha en Francia ; ' '
Barthelemy Debost (1993) de los medios, y especial _
’ - .

en 1995 (por el Observatoire des pratiques et des métiers mente de la publicidad, que traduce no ya tanto un
ra
de la presse" y el Centre de formation et de perfectionne crsmo flagrante sino mas bien una rac1al1zac1on de
las
ment des journalistes),7 no solo denuncia las amalgamas relaciones sociales que puede conducir rapldamente
al
y las exageraciones de esa prensa, <<que manifiesta sin ve racismo

6. Observatorio de las practicas y de los oficios de la prensa


[N. de la T]
7. Centro de formacién y de perfeccionamiento de los periodis 8 En frances, race (en el original) a veces
se usa como smommo no
tas. [N. de la T] solo de <<ag1l» o <<potente», sino tambien de <<elegante» [N
de la T]

162 5 163
El tmtamiento de la diferencia por los medios de estas diferencias es muy conflictivo, siendo reivindica-
comunicacién das por algunos como constitutivas de su ser y denun-
ciadas por otros como estigma o caracteristica mas o
Pero a partir del momento en que nos alejamos de un menos impuesta desde fuera.
racismo predominantemente de inferiorizacién, la en- Cuando el racismo estaba grosera y visiblemente li-
trada de grupos <<racizados» en los medios bajo formas gado a la inferiorizacién de algunos grupos que no ge
que insisten en sus diferencias nos devuelve a pregun- podian defender, el rol de los medios se podia establecer
tas ya expuestas en la primera parte de este libro. gEs ra- facilmente, asf como también era facil reconocer el cam-
cista, por parte de los medios, mostrar a un individuo o po de los Valores universales, politicos o morales. Cuan-
a un grupo bajo el angulo de una diferencia, si ésta no do el_racismo es mas diferencialista, las categorias que
esta presentada de manera despreciativa o peyorativa? permiten analizar el comportamiento de los medios tam-
La respuesta es compleja, ya que se puede vincular con bién estan sobredeterminadas por las del complejo de-
dos puntos de vistas opuestos, ambos dotados sin em- bate en el que se opone el universalismo de unos y el
bargo de una legitimidad real. Poner en evidencia una relativismo de otros, y en el cual siempre es dificil con-
diferencia que remita a atributos culturales, pero tam- ciliar ambas perspectivas.
bién mas o menos explicitamente naturales, es en efecto Incluso cuando se preocupan por evitar y combatir
otorgarle un reconocimiento que algunos pretenden el racismo, aqui los medios se enfrentan a realizar elec-
hacer visible y legitimo en el espacio publico; pero es Clones deliC2dHS, imposibles. gEs necesario, por
8 VCCes
también, por otra parte, correr el riesgo de incentivar ejemplo, hacer publico un documento que asevera el
tendencias al comunitarismo, a la racializacién o la etni- gran éxito en los negocios que suelen tener los judios?
cizacion de la vida colectiva, en perjuicio de Valores uni- ,ills necesario, de forma mas general, publicar informa-
versales de los derechos humanos. ciones que pueden ser exactas pero que fortalecen evi-
Los medios estan, por tanto, directamente influidos dentemente los estereotipos racistas mas difundidos?
por los debates contemporaneos relativos al multicultu- gC6mo abordar la violacion de una mujer blanca por un
ralismo y al lugar que ocupa la diferencia en las Socieda- negro en un pais como Estados Unidos, en donde cues-
des occidentales. Y cuanto mas el racismo sea en con- ta conjugar la lucha contra el racismo y la lucha contra
junto diferencialista, como hemos visto en el capitulo el sexismo?
anterior, mas los medios se encuentran en el centro de
estos debates, ya que muestran a gran escala las diferen-
cias culturales, reales o imaginarias, y que el estatuto de

164 165
difundieron con profusion el relato, ya que permitfl
Contra el racismo
mantener un clima general en el que el brote del racis-
mo se habia convertido en un tema importante de los
Los medios de comunicacién no siempre son los vecto-
debates nacionales; pero fueron mucho mas discretos
res del racismo. Incluso es frecuente que traten de cons-
para informar respecto a la mentira de la joven, lo que
tituirse en actores explicitos del antirracismo. A veces
lleva a pensar que los medios de comunicacion, en su
esta orientacién peca de asumir una tendencia a drama-
conjunto, no hacen hincapié en sus errores, pero tam-
tizar en exceso episodios que podrian ser interpretados
bién que, cuando optan por participar en el rechazo al
como racistas; y cuando el exceso, o incluso el error,
racismo y en su denuncia, no pueden dar gran impor-
son confirmados, se observa son reticencias para retrac-
tancia a una informacion que desmiente la propia ima-
tarse y dar importancia a las informaciones que permiti-
gen de una progresion en potencia de este fenomeno.
rian elaborar un desmentido a las afirmaciones anterio-
E1 rol de un organo de prensa o de una cadena de te-
res. Asi, a principios de los anos noventa, en la region
levision en la accion antirracista se puede vincular con
de Avignon, una oven de origen africano provoco, pri-
mero, la maxima atencién de la prensa, beneficiafndose un proyecto explicito de su gabinete directivo o incluso
con una intencion militante, y existen muchas publica-
de un intenso tratamiento mediatico a escala nacional,
ciones dirigidas por actores que tienen como objetivo
cuando conté de qué manera, tras llegar a casa de sus
principal el combate contra el racismo en general o
padres con el craneo rapado, habia sido victima de vio-
cuando afecta a tal o cual grupo en particular. En los
lencia racista de palabra y obra, que termino con el cor-
paises anglosajones, mas explicitamente que en Francia,
te del cabello por parte cle sus agresores. Al mismo
el rechazo del racismo a menudo motiva articulos espe-
tiempo, confesé a los gendarmes que se habia inventado
cificos en el cédigo de deontologia de una empresa de la
ese episodio racista denunciado: quiso cortarse el cabe-
prensa; ademas, motiva debates que a veces pueden ser
llo, lo hizo mal y no encontré nada mejor que raparse
algidos. Asi, en Estados Unidos hay quien se pregunta a
totalmente la cabeza e inventar ese relato para esconder
menudo si conviene, y hasta qué punto, incluir Sistema-
su torpeza.
ticamente a miembros de las minorias mas o menos sus-
Este caso, del que existen variantes comparables al
mismo tiempo en Alemania (jovenes que pretenden ha- ceptibles de ser victimas del racismo en el seno de las
redacciones, lo que puede remitir a una politica de afjqr-
ber sido agredidas y tatuadas por grupos neonazis), in-
matifve action (discriminacién positiva, véase el capitu-
dica en primer lugar que la prensa puede mostrar espe-
lo 7), pero también a la preocupacién instrumental por
cial preocupacién por dar una amplia repercusién a lo
parte de la direccion de disponer, para la informacién
que se presenta como un acto de racismo. Los diarios

167
166
relativa a las minorias en cuestion, de contactos que se cha intervencion. Cuando el racismo progresa en una
suponen mas faciles o mas directos, y también mejor in- sociedad, los medios siguen mas bien esa evolucion, tal
formados. como sugieren los anaflisis de Simone Bonnafous (1991),
Las dificultades a las que se enfrentan los medios que muestran como el conjunto de la prensa francesa ha
para oponerse, llegado el caso, al racismo no solo se sido ocupada, a lo largo de los anos ochenta, por las ca-
vinculan con las torpezas, los errores o la insuficiente tegorias racizantes y Xenéfobas del Frente Nacional, en
clarividencia de los que trabajan en esos medios; las di- considerable expansion durante este periodo. Y cuando
ficultades mas decisivas estan relacionadas con la resis- el racismo retrocede, los medios contribuyen a su retro-
tencia de su audiencia. Una acci6n voluntariosa por ceso (a menos que le sigan simplemente el paso), lo que
parte suya, sise aleja demasiado de las ideas preconcebi- sin duda sucedié en Estados Unidos en el clima surgido
das de su publico, corre el riesgo, en efecto, de ser ino- por el movimiento por los derechos civicos en los anos
perante y, ademas, de enfrentarse a su gran capacidad sesenta y en la prolongacion de un importante informe
para desmontar las buenas intenciones y de invertirlas oficial (Report of the National Advisory Commission on
en funcién de sus propios estereotipos. La percepcién Civil Disorders de 1968) que trata del racismo en las
suele ser selectiva y orientada,'y el publico selecciona a instituciones estadounidenses: desde entonces los prin-
favor de lo que es susceptible de reforzar sus prejuicios. cipales grupos de prensa han modificado muy sensible-
Si, por ejemplo, en una serie para la television el racis- mente su practica, esforzandose por integrar a negros
mo es encarnado por un personaje vulgar y gordo, este en su personal, y se han informado mejor y de otra ma-
personaje se podria beneficiar de una identificacion po- nera, solicitando esa informacion a las mismas minorias.
sitiva por parte de una audiencia racista, y no del recha- No es, por tanto, fundado eximir a los medios de co-
zo que se esperaba. _ municacion de toda responsabilidad en la evolucién del
Todo ello nos conduce a ampliar el analisis situando- racismo, como si no hicieran mas que hablar de él o
nos aunmas desde el punto de vista no solo de los me- vehicularlo; tampoco lo es atribuirles una responsabili-
dios y de su influencia, sino también de su relacion y de dad demasiado grande, como si funcionaran con total
sus interacciones con el pflblico. En mas de un aspecto, independencia, mas alla de las relaciones sociales esta-
lo que vale para el rol de los medios en la produccion y blecidas.
reproduccion del racismo vale también para su rol en
cuanto al antirracismo: sus grados de libertad estan de-
finidos por el estado de la sociedad en la que intervie-
nen y por el rol de otros actores, antes y después de di-

168 169
7. Las dificultades del antirracismo

Hubo un tiempo en que era fécil distinguir dos Campos


opuestos en materia de racismo, incluso si, en el interior
de cada Campo, pudieran existir posiciones diversas.
Asi, en Estados Unidos, a principios del siglo XX, las di-
ferencias eran considerables entre las orientaciones de
William E. Du Bois, mas bien tentado por orientaciones
de autosegregacién por parte de los negros, y las de Boo-
ker T. Washington, mas preocupado por la participa-
ci6n y la presion reformadora, ambas figuras incontes-
tables dentro de la lucha por la causa de los negros. Asi
en Francia, durante el caso Dreyfus, el campo de los
dreJ' usards clefensores de Dre Y fus nunca fue homo-
géneo. Pero existia una linea que separaba claramente a
los racistas o a los antisemitas de los q ue P retendian
combatirlos.

171
Debates y controversias ci6n antirracista es acusada de alimentar el mal que pre-
tende combatir.
Ya no sucede lo mismo desde los anos sesenta en Esta-
dos Unidos y en los paises anglosajones, y desde un po-
co mas tarde en toda Europa occidental. Y si bien no es Los debates estadounidenses
dificil caracterizar el racismo patente, flagrante, hay que
reconocer también que el epiteto de racista solo vale sin En Estados Unidos, hay importantes controversias en
ambigiiedad para una parte de las conductas, discursos torno a la afjqrmatifve action (discriminacion positiva),
o personas a los que se aplica. Para los otros cabe el exa- cuyo principio consiste en adoptar politicas de correc-
men, el debate y la duda. cion de las desigualdades, asegurando un tratamiento
,Por un lado ese epiteto sirve, de manera muy amplia desigual, y particularmente favorable, a los miembros
en el uso popular, para denunciar prejuicios o discrimi- de minorias histérica y socialmente desfavorecidas con
naciones de las que son mas o menos victimas diversos motivo de su <<raza», de su sexo o de su origen nacional,
grupos sociales o generacionales, y a menudo se oye ha- empezando por los negros, para quienes estas politicas
blar de racismo antiobreros, antijovenes o antiviejos. fueron creadas al final de los aflos sesenta: equidad, di-
Ha contribuido a forjar un neologismo bastante cerca- cen unos; racismo al revés, dicen los otros. Asimismo,
no, el del <<sexismo». Y quienes podrian ser habitual- los criticos de lo politically correct (lo que es <<correcto
mente acusados o sospechosos de cometer racismo han politicamente», es decir, el punto de vista de los negros,
empezado a dar la vuelta a esa sospecha o acusacion, co- de las mujeres, de los homosexuales, etcétera, en tanto
mo muestra la experiencia francesa en la que ciertos minoria oprimida) les reprochan valorizar demasiado las
policias, a menudo racistas, hablanide <<racismo antipo- culturas minoritarias, su historia, su idioma, sus cos-
licia», y en la que la extrema derecha nacionalista y ra- tumbres y su literatura, emitir exigencias abusivas res-
cista denuncia el <<racismo antifrancés» de la izquierda o pecto a estas culturas y, de esta forma, poner en cuestion
de los movimientos antirracistas, e incluso utiliza la le- la nacién norteamericana y los Valores universales de la
gislacion antirracista para reclamar justicia ante este razén o del derecho.
<<racismo». El calificativo de <<racista» parece ser utiliza- Estos debates no estan presentados sistematicamen-
do como una descalificacion cuyo espectro es tan am- te como vinculados a cuestiones de racismo y antirra-
plio que surge en controversias en las que el que cree cismo, pero el hecho es que constantemente remiten a
actuar por una buena causa termina siendo objeto de él. Si el racismo encierra a ciertos negros en los guetos
sospechas y de los peores prejuicios y en donde la ac- miserables, los reduce a la exclusion social, peor quiza

172 173
que la explotacién en el trabajo, o les prohibe la movili-
La critica francesa del antirmcismo
dad ascendente, central en el Credo norteamericano, gno
hacen falta politicas especificas, inspiradas en los princi- En Francia, las primeras criticas del antirracismo (Ta-
pios de la afjqrmatifve action? Si durante tanto tiempo se guieff, 1998) insistieron sobre el desajuste que existe en-
les desprecié, se les negé en su subjetividad, gno hay tre la naturaleza del racismo de los aios ochenta, predo-
que invertir esa descalificacién e imponer el respeto a minantemente diferencialista, y el discurso y la practica
los origenes culturales de quienes, por otra parte, son de las principales organizaciones antirracistas, arcaicas,
cada vez mas a menudo llamados africanos-americanos, ya que estaban inspiradas en concepciones universalis-
y no negros? Pero el tratamiento preferencial que se les tas de la época colonial. Al mismo tiempo, la moviliza-
ha otorgado mediante la afjgrmatifve action, por ejem- ci6n antirracista se ha renovado con la emergencia de
plo para acceder a la universidad o a lugares practica- un actor decisivo, SOS Racisme,‘ movimiento que en
mente reservados para los estudiantes segun criterios esa época pudo tener la tentacién de desarrollar una te-
raciales, y donde la contratacion de los docentes se pue- matica de la diferencia cultural, incluso racial. Mas alla,
de vincular también con esos criterios, geso no constitu- el antirracismo estuvo fuertemente presente en los me-
ye un desafio para los Valores universales, no crea una dios, incluso por la intervencién de este movimiento
aritmética racial que baja el nivel o las exigencias profe- que supo, muy especialmente, movilizar a la juventud
sionales en beneficio de candidatos mas mediocres que organizando grandes conciertos o proponiendo el eslo-
otros, pero que pertenecen a tal o cual minoria? gLa va- gan, que tuvo un éxito rotundo, <<Touche pas mon po- 51

lorizacién de las culturas minoritarias no desemboca en te»2 (presentado en un pin que tenia la forma de una
la desvalorizacién de la cultura estadounidense y, mas mano de color amarillo).
alla, para retomar una expresion de Alain Finkielkraut, Pierre-André Taguieff (1993) subrayo las contradic-
que se planteo la pregunta en el caso de Francia, en una ciones de este movimiento (entre el llamamiento al de-
<<derrota del pensamiento»? La densidad de los argu- recho a la diferencia y el elogio del mestizaje, entre la
mentos y de los debates nos indica hasta qué punto, en gran tolerancia ante el pluriculturalismo y la concep-
Estados Unidos como en otras sociedades occidentales, cion republicana, favorable a la asimilacion, etcétera).
el racismo y la lucha antirracista dibujan de ahora en También constato que la movilizacién antirracista no
adelante un paisaje complejo.
1. Asociacién francesa creada en 1984, que tiene como
obj etivo
la identificacién y denuncia de actos de discriminacién racial. [N.
de la T]
2. La traduccién es <<No te metas con mi amigo». [N. de la T]

174
I 75
y particularismo o sobre Valores republicanos y comu-
habia frenado la progresién del Frente Nacional y criti-
nitarismo, el racismo parece que debe ser combatido en
co a los profesionales de la buena conciencia y a algunos
un universo en el que las referencias se han confundido
intelectuales de izquierdas que no habrian entendido
y en el que las certidumbres dan lugar a la duda o a la
que, al estigmatizar a los <<racistas», en realidad mostra-
polémica, al mismo tiempo que el fenémeno -como he-
ban arrogancia e incomprensién hacia quienes, al ser so-
mos podido ver especialmente en el capitulo 5- gana te-
metidos a condiciones de existencia dificiles, al miedo y
rreno. gEs acaso tan dificil llevar a cabo una accién an-
al sentimiento de abandono, podian ser empujados ha-
tirracista, y esta necesariamente condenada al fracaso o,
cia la extrema derecha.
peor aun, a efectos contraproducentes de una mayor
A partir de esta critica, lo anos noventa vieron des-
produccién de lo que justamente combate?
plegarse puntos de vista radicalizados, como el de Paul
Yonnet explicando en un libro patrocinado por la revis-
ta Le Débat (Voyage au Coeur du malaise francais) que
Los niveles de la accién antirracista
el antirracismo de finales de los ochenta constituye una
ideologia que recurre a ideologias desfallecientes, la so-
Como el racismo, la lucha antirracista puede funcionar
cialista, la comunista o la marxista. Se trataria de unins-
en dos niveles principales, ya sea que se desarrolle mas
trumento manipulado por un poder de izquierdas sin
alla del sistema politico y del Estado, o en su seno. En
proyecto que favoreceria el camino del racismo, crean-
este punto, la linea de demarcacion tampoco esta siem-
do o reforzando procesos de racializacién de la socie-
pre claramente establecida; existe una zona intermedia
dad, estigmatizando bajo la acusacion de racismo a
en que las conductas, aunque provengan claramente de
personas que no lo merecen e imponiendo a otras una
actores sociales o culturales, tienden a instalarse a nivel
definicién racial de su identidad que dificulta su partici-
politico, donde reciben la influencia del juego del Esta-
pacion en la vida de la ciudad. Las posiciones de Yonnet
do o de las fuerzas politicas.
provocaron reacciones muy vivas, por ejemplo en la
prensa diaria (Liberation) o semanal (Le N owvel Obser-
vateur), hasta el punto que se le reprocho un <<lepenis-
La acci6n militante de base
mo» velado.
Tanto si se trata de controversias sobre el multicultu-
La militancia antirracista de base no tiene el mismo al-
ralismo, la affirmative action o lo politically correct, de
cance segun la asuman aquellos a quienes se dirige o que
la critica mas especificamente francesa al antirracismo o
se ven directamente afectados por el racismo o por ac-
de los debates de filosofia politica sobre universalismo

176 177
tores que se alzan contra él sin estar personalmente im- enunciado por Clermont-Tonnerre en el Congreso en
plicados, en nombre de los derechos humanos, de la 1789: <<Il faut refuser tout aux Juifs comme nation, et
democracia, de Valores humanistas o también segun se accorder tout aux _Iuifs comme individus».’
asocien estas dos figuras de la accion. Las grandes orga- Cuando la accion antirracista esta sostenida por ac-
nizaciones antirracistas de Francia, Ligue des droits de tores directamente involucrados, su fuerza consiste en
l’homme (LDH), Ligue internationale contre le racisme ser capaz de arrastrar una fuerte movilizacion para ob-
et l’antisémitisme (LICRA), Mouvement contre le ra- tener resultados sustanciales. En su prefacio a un libro
cisme et pour l’amitié entre les peuples (MRAP) y SOS dedicado a las estrategias que apuntan a la mejoria de las
Racisme, remiten en sus aspectos esenciales a estas dos <<relaciones de raza», Bhikku Parekh (1987, p. 5), uni-
categorias. versitario britanico que tuvo importantes responsabili-
En las sociedades contemporaneas, la gran novedad dades institucionales en el :imbito de la accion antirra-
estriba en la movilizacion creciente de grupos que, en cista, constata, junto a muchos otros especialistas, que
nombre de su propia identidad, rechazan activamente el tanto en Gran Bretana como en Estados Unidos <<nin-
racismo que los afecta, encontrando los recursos mora- guna reforma se ha podido llevar a cabo sin una presion
les y culturales para no ser reducidos a la pasividad o a
negra potente y constante», y que <<ninguna reforma se
la heteronomia, es decir, a la subordinacion a otros fac-
puede llevar a cabo si las organizaciones negras y sus li-
tores que a si mismos. En Francia, por ejemplo, la po- deres no son capaces de consolidarla, defenderla y apo-
blacion judia, que durante mucho tiempo se avino al yarse en el1a».
Cuando es sostenida por otros actores, la fuerza de
ideal republicano que emana de la Ilustracion y de la
la accion antirracista tiene lugar en el espacio publico
Revolucién, empezo a afirmarse visiblemente en el es-
abogando de manera universal, en nombre de princi-
pacio publico a partir de los anos sesenta, dejando asi de
pios y de Valores generales, lo que le permite buscar y
Vivir su especificidad solamente en privado. Las mani-
apoyarse en partidos politicos, sindicatos y asociacio-
festaciones posteriores al atentado contra una sinagoga
nes que pueden tal vez no tener nada que ver con el gru-
en la calle Copernic en Paris, en octubre de 1980, o la
po victima que se trata de proteger.
profanacion del cementerio judio de Carpentras en ma-
Esta dualidad, esta doble accion identitaria / de ac-
yo de 1990 asociaron los judios de Francia a muchos
cion sin especificidad la encontramos tanto cuando la
democratas, preocupados por marcar su rechazo al an-
tisemitismo: no habrian tenido el caracter espectacular,
masivo, que tuvieron si los judios no hubieran optado 3. <<Hay que negar todo a los judios en tanto nacién, y otorgar
por un modo de accion que se apartaba del precepto todo a los judios en tanto individuos.» [N. de la T]

178 179
accion es defensiva, en el caso de la respuesta a un even- oponen a esta tendencia y se apartan de cualquier defi-
to particularmente intolerable, por ejemplo, como cuan- nicién identitaria o comunitaria.
do es contraofensiva, en el caso de requerimientos de No es facil conjugar la igualdad y la diferencia, la
derechos civicos, por ejemplo, y crea constantemente apelacion a un tratamiento igualitario conforme a los
tensiones en el seno de las comunidades o grupos sus- principios mas universales y la referencia a una identi-
ceptibles de ser victimas del racismo. Por un lado, en dad colectiva en particular; pero cuando este esfuerzo
efecto, para construir una accion esos grupos tienen que ya no se realiza o fracasa, la accion antirracista se debili-
asumir, al menos hasta cierto punto, las categorias que las ta y estalla en fracciones no solo distintas, sino también
designan proclives al odio o al prejuicio racista; mani- a menudo contrarias. Este esfuerzo es tanto mas com-
festarse, por ejemplo, en tanto judios o negros, y no so- plejo ya que la accién antirracista no puede funcionar
lamente en tanto ciudadanos o seres humanos. Y por como el racismo, del que ya hemos senalado que no se
otrolado, para tener un lugar en el espacio pliblico y re- preocupa especialmente por sus eventuales contradic-
clamar la igualdad o el respeto de los derechos huma- ciones. El racismo obtiene su fuerza de los procesos de
nos, hay que presentarse en categorias que trasciendan amalgama propios del sentido que engendra; en cuanto
las filiaciones especificas, es decir, apelar a los Valores ala accion antirracista, se vuelve ineficaz e incluso con-
universales. at .» traproducente si es incoherente, incapaz de hacer frente a
Algunos movimientos son capaces de articular esta sus contradicciones reflexionando al respecto, es decir,
doble exigencia, tal como sucedio en Estados Unidos si no logra debatir sobre las rnismas en su seno, para
con la participacion de muchos negros en el movimien- gestionar las tensiones que suscitan apelando a inter-
to a favor de los derechos civicos en los anos sesenta o, cambios argumentados.
en una escala reducida, en Francia, en 1983, con la de los Estas dificultades provienen tanto de los actores vic-
beurs en la marcha por la igualdad y contra el racismo timas del racismo cuando se constituyen de una manera
que partié de Marsella en octubre y llegé a Paris el 3 de mas o menos étnica para afirmarse en su identidad, co-
diciembre para protestar contra la ola xenofoba y racis- mo de aquellos cuya definicion inicial no es especifica-
ta que acababa de invadir el pais (véase Jazouli, 1992). mente identitaria. Asi, SOS Racisme, en la época de la
Otros, o los mismos en otras coyunturas histéricas, no guerra del Golfo, en 1991, vivio tensiones que desem-
lo logran y tienden a la dispersion. Algunos se orientan bocaron en la baja de militantes, la mayoria judios, que
entonces hacia el repliegue comunitario, con la autorra- pedian que la organizacion no manifestara ninguna hos-
cializacion que esto implica, se radicalizan y son even- tilidad hacia el gobierno y su compromiso al lado de
tualmente tentados por conductas de ruptura; otros se Estados Unidos, en circunstancias en que otros militan-

180 181
tes, de origen generalmente magrebi, abogaban por una Estas politicas toman en cuenta el estado de la opi-
postura discreta, incluso por una critica explicita hacia nion y la presion de los medios, la intervencion de las
la politica francesa. minorias involucradas y de las organizaciones antirra-
E1 punto débil de las movilizaciones que reivindican cistas y, desde luego, los desarrollos y transformaciones
una identidad especifica mas o menos racizada es que del mismo racismo. Varian considerablemente de un pais
siempre corren el riesgo de encerrar al actor en esa iden- a otro, por diversas razones, entre ellas algunas ligadas a
tidad y de empujarlo al integrismo, al fundamentalismo la cultura politica nacional. Asi se puede constatar que
o a un determinado sectarismo, y por ende a un replie- Francia, mas que cualquier otro pais, encarna una con-
gue sobre si mismo, lejos de realizar un esfuerzo por cepcion republicana del espacio publico, en oposicion
participar en la vida democratica de la ciudad; el punto por ejemplo a Estados Unidos, claramente mas abierto
débil de las movilizaciones que remiten a movimientos a una concepcion diferencialista. El modelo francés de
generalistas, sin especificidad identitaria, es que se apo- integracion es reacio al reconocimiento en el espacio
yan en principios y Valores mucho mas que sobre algu- publico de diferencias culturales, étnicas o raciales, y
na base, sea cual sea. prefiere considerar ciudadanos 0 individuos y no gru-
pos o comunidades, y establecer condiciones de igual-
dad de derechos y de deberes individuales. Por eso en
Las politicas antirmcistas Francis. los politicos mas activos en el ambito antirracis-
ta no hablan nunca de <<relacion de razas» y se esfuer-
Todos los paises democraticos disponen de un arsenal Zan, por un lado, por descalificar el racismo y prohibir
de medios que les permite gestionar un tratamiento le- su expresion, especialmente en la escuela, a través de
gislativo, reglamentario y judicial del racismo; y todos una sensibilizacion de los alumnos y de los profesores
disponen de recursos represivos que permiten combatir y, por otro lado, por debilitar sus origenes sociales. Res-
el fenomeno, al menos en sus expresiones mas flagran- pecto a este ultimo aspecto, la accion publica toma la
tes. Mas alla, la accion de los poderes publicos pasa por forma de esfuerzos para paliar las desigualdades y la ex-
eventuales politicas, en el sentido de la palabra inglesa clusion, sin que intervengan, al menos explicitamente,
policies, es decir, por esfuerzos no solo para prohibir o otros criterios que no sean los economicos y sociales.
sancionar conductas precisas, sino también para asumir Asi, las politicas urbanas, aplicadas esencialmente a
plenamente el problerna y reducir su impacto y su pro- barrios y periferias suburbanas donde la inmigracion,
gresion, o bien utilizando sus fuentes o bien corrigien- fuertemente representada, sufre de prejuicios, de discri-
do los efectos de manera voluntarista. minacion y segregacion, se interesan sobre todo, desde

182 183

___,_ ____ ________7_ _ ___.¢».__i,


principios de los anos ochenra, por la inseguridad, la cuales son debaridas e implementadas. Los principios
pobreza, el desarrollo social y el fracaso escolar, lo que que animan la ajfrmatifve action, pero también las equal
no impide que puedan estar animadas por la preocupa- opportunity policies (politicas de la igualdad de oportu-
ci6n de que el racismo retroceda. nidades), proximas en su espiritu, se traducen en pro-
Resistiendo a la idea de tomar en cuenta las diferen- gramas y dispositivos concretos. Obligan, por ejemplo,
cias étnicas y religiosas, y con mayor razon raciales, es- a los empleadores a planificar medidas de empleo, de
tas politicas no son quiza perfectamente adaptadas a formacién y de promocién a favor de las minorias ra-
una Sociedad en la que las diferencias culturales piden cizadas, y a respetar sus planes; exigen medios y publi-
cada vez mas ser reconocidas en el espacio publico, una cidad que otorguen visibilidad a un porcentaje deter-
sociedad sometida a la progresién del racismo predomi- minado de negros, asiaticos, etcétera; autorizan hasta
nantemente diferencialista, donde el término mismo de cierto punto a las universidades a que tengan en cuenta
<<r9_Zg» ha ganado un terreno considerable en el discurso la raza en su politica de admisién de los alumnos, o de
comun, en la prensa y, mucho mas alla del Frente Na- contratacion de los profesores; o también otorgan mer-
cional, en la vida politica. Pueden incluso revelarse con- cados publicos en prioridad a empresas controladas por
traproducentes, como hemos podido constatar varias personas que pertenecen a minorias étnicas. El proble-
veces en nuestros trabajos que condujeron al libro La ma, que no puede sino enfrentarse a la conciencia moral
France raciste: el antirracismo, tal como es presentado a o polftica de un francés, es que tales medidas exigen mé-
los alumnos en la ensenanza secundaria francesa, por todos de categorizacion y contabilidad que permiten
ejemplo, consiste entre otras cosas en explicar que no decidir a quiénes se aplican. Denis Lacorne senala, en su
hay diferencias raciales, que hablar de <<razas» es algo libro sobre La Crise de Fidentité américaine (1997), que
que esta totalmente desmentido por, la ciencia, en cir- el Congressional Research Service inventario, en 1995,
cunstancias en que para muchos alumnos la realidad que ciento sesenta categorias federales de tratamiento prefe-
se vive y el espectaculo que les aportan los medios de rencial, negros-americanos, hispanoamericanos, autoc-
comunicacién son los de una sociedad que se etniciza, tonos (amerindios, esquimales, aleutianos o hawaianos
se racializa, y donde el vocabulario de la raza se impone de origen), etcétera, lo que quiere decir que para bene-
cada dia mas. ficiarse de las medidas antirracistas hay que estar defini-
En otros paises, y no solo en Estados Unidos, las po- dos en términos étnicos o de raza.
liticas antirracistas estan influidas por una Cultura poli- Esas politicas pueden tener sus versiones de izquier-
tica mucho mas abierta a las diferencias culturales, étni- da y sus versiones de derecha y, como hemos visto, tie-
cas o raciales, constituidas en categorias a partir de las nen sus detractores, también de izquierda y de derecha.

184 185
Para los defensores se trata de la unica respuesta que se tas y diferencialistas, asf como también deben hacerse
ha intentado dar para corregir las desigualdades y las in- cargo constantemente de las significaciones a la vez so-
justicias ligadas al racismo: al asegurar la promocion de ciales y culturales que el racismo suele combinar. Lo
algunos miembros de los grupos en cuestion, aseguran que esta en juego fundamentalmente, como en el caso
la promocion del grupo entero e incluso, en conjunto, de la accion militante de base, es su capacidad de conci-
de todos los grupos étnicos; también contribuyeron es- liar lo inconciliable, es decir, de gestionar la dualidad de
pecialmente a reforzar el estatus de los negros de clase orientaciones contradictorias. Su intervencion se vuelve
media. Para sus adversarios, amplian el abismo entre las perversa cuando es exclusivamente universalista, cuan-
élites y los otros miembros de las minorias, que se hun- do niega particularismos culturales y étnicos y cuando
den mas y mas 'en los dramas de la exclusion, tales como se efectua en un contexto en el que las promesas genera-
los negros miserables de los grandes guetos de las me- les de la Republica se incumplen cada vez mas; cuando
tropolis estadounidenses analizadas por William ]. Wil- la escuela publica genera cada vez mas fracaso escolar,
son (1987): para esos negros, abandonados por las élites cuando las desigualdades sociales ante el empleo, pero
que, llegado el caso, pueden ser originarias de los mis- también ante la vivienda, se acrecientan y cuando las
mos sectores, la situacion se ha vuelto social y economi- victimas de esas evoluciones provienen ante todo de la
camente dramatica. Ademas, estas politicas aiiaden una inmigracion, el discurso de la igualdad y de la fraterni-
duda sobre el alcance del éxito universitario, profesio- dad republicana es, en el mejor de los casos, una farsa y
nal y cualquier otro de los beneficiarios: gen qué medi- mas posiblemente un componente ideologico, al servi-
da se debe a logros propios y a cualidades personales?, cio entonces de las élites y de los grupos dominantes.
gen qué medida se debe a estas politicas? Agreguemos Pero el antirracismo que ratifica un multiculturalismo
que éstas contradirian el credo norteamericano al otor- radical se puede revelar tan perverso incentivando las
gar derechos particulares a determinadas categorias de tendencias al comunitarismo y al cabildeo politico de
ciudadanos; a partir de ahi, alimentan en esos blancos personalidades mas o menos disociadas en realidad del
el resentimiento y el racismo de las personas socialmen- grupo minoritario que supuestamente deben represen-
te indefensas o en situacion de caida social, que se con- tar, alimentando rencores por parte de grupos que se es-
vencen de que han sido abandonadas por el Estado a timan peor tratados y, mas ampliamente, avanzando en
beneficio de minorias a las que desprecian y odian cada el sentido de una fragmentacién creciente, social, cultu-
vez mais. ral y racial, de la sociedad considerada.
Los politicos del antirracismo siempre pueden, en Un antirracismo consecuente y democratico, ya sea
potencia, fragmentarse entre orientaciones universalis- que se vincule con las altas o no tan altas esferas, con la

186' 187
sociedad civil o con los poderes publicos, no se puede maticamente mediante politicas de reconocimiento cul-
desplegar como no sea con la tension, necesaria y dificil, tural son insuficientes para luchar contra él en sus di-
que surge entre las referencias identitarias de los grupos mensiones ideologicas, alli donde se entrecruzan co-
racizados y los valores universales del derecho y la ra- rrientes de ideas, representaciones y discursos politicos
zon. El problema no es tanto buscar el justo punto me- que tal vez deban mucho al funcionamiento general de
dio, sino esforzarse por conciliar lo que a menudo es vi- la Sociedad considerada, pero que también tienen su
vido como opuesto e irreconciliable. autonomia relativa. Ademas el racismo, como muchos
otros fenémenos sociales, tiene su propia dinamica: in-
cluso si las condiciones que favorecen su desarrollo de-
~5Politicas especificas? saparecieran -la crisis econémica o la amenaza sobre la
identidad nacional, por ejemplo-, esto no es ébice para
La dinaimica propia del racismo que pueda seguir su camino una vez que esta presente.
No basta' con que Francia alcance una situacion de ple-
El racismo predominantemente universal, en la medida no empleo y deje de temer por su identidad cultural,
en que inferioriza y margina socialmente a determina- por ejemplo, para que el racismo que se desarrollo des-_
dos grupos, exige politicas de correccién social de las de los anos ochenta se reduzca automaticamente. °

desigualdades y de lucha contra la exclusion, la desocu- Por eso las politica-s antirracistas no pueden ser limi-
pacién y la pobreza. El racismo predominantemente di- tadas a medidas sociales, institucionales y culturales;
ferencialista, en la medida en que ataca a grupos a los debe también atacarse al fenomeno en si mismo, apor-
que no se obliga a abandonar sus especificidades cultu- tando una definicién clara y combatiéndolo como tal, en
rales, étnicas, religiosas o raciales, exige politicas de re- particular con medidas represivas. El derecho tiene,
conocimiento, segun la expresion del filosofo canadien- en este punto, un rol decisivo. Asi, en Francia, un im-
se Charles Taylor (1994), es decir, politicas que otorgan portante dispositivo legislativo permite luchar directa-
una presuncién de legitimidad a las demandas que pro- mente contra el racismo. Este remite a la Convencion de
vienen de poblaciones que reivindican un particularis- las Naciones Unidas de 7 de marzo de 1966 y tiene por
mo cultural. Pero si bien el racismo se extiende o se re- base, entre otros textos, una ley de 1 de julio de 1972. El
tracta en funcion de condiciones sociales y culturales, y derecho francés fija una lista de actuaciones discrimina-
si encuentra en ellas parte de su inspiracion, no se redu- torias que pueden ser objeto de acciones judiciales. Una
ce a dichas condiciones. Tanto el proyecto de hacer que ley de 13 de julio de 1990 completa las medidas de 1972
retroceda por medidas sociales como el de tratarlo siste- y 1992, creando en particular un <<delito de revisionis-

188 189
mo» (que consiste en negar el genocidio de los judios laciones en su seno entre diversos grupos humanos; las
por los nazis). Por otra parte, la difamacion y la injuria politicas que lo combaten tienen lugar en un espacio en
son reprirnidas, aunque solo sea por la Ley de prensa de el que se frecuentan otras politicas: sociales, de empleo,
1881, y la jurisdiccion administrativa puede constituir de la ciudad, de la educacion, etcétera. La inmigracion
también un instrumento de represion contra el racis es un fenomeno que remite a las relaciones internacio-
mo (sobre estas cuestiones, véase Costa-Lascoux, 1991 a “i nales y a los flujos migratorios que provienen desde el
1997; extranjero; es el resultado de relaciones que se efectuan
entre el interior y exterior de la sociedad; las politicas
que tratan de este tema tienen que ver esencialmente
Racismo e inmigmcién con la diplomacia y la conformidad de intereses nacio-
nales, economicos, culturales u otros, con la oferta de
En Varios paises, entre ellos Francia en los anos ochenta migracion que existe en el extranjero.
y noventa, el tema del racismo esta fuertemente entrela Los problemas no solo son de naturaleza distinta,
zado con el de la inmigracion, y los inmigrantes son los 1ncluso si en muchos aspectos se entrecruzan, sino que
primeros <<blancos» de los racistas. Sin embargo, la idea ademas remiten a grupos que no justifican sino muy
de un Vinculo entre su importancia numérica y la inten parcialmente la amalgama que autoriza la palabra inmi-
sidad del racismo es discutible, y muchos trabajos de gmntes -<<conjunto de personas que no nacieron en
ciencia politica y de sociologia electoral han establecido Francia», dice Michele Tribalat (1995, p. 11), que ella
que no hay correlacion automatica entre ambos. Asi, se dlstingue de los extranjeros, <<personas que no son de
puede observar una tasa elevada de votos para un parti nacionalidad francesa»-. Esto es particularmente cierto
do racista y xenofobo como el Freute Nacional en los en Francia, donde las categorias oficiales y administrati-
lugares donde la presencia de la inmigracién es débil , x

vas no reconocen y por ende no distinguen, en teoria,


incluso practicamente nula, por ejemplo en algunas zo sino ciudadanos, libres e iguales en derecho, y extranje-
nas rurales alsacianas y, simétricamente, una tasa relati ros. El inmigrante remite, en tanto categoria, ala socio-
vamente modesta alli donde la inmigracion es significa logia espontanea y al discurso del sentido comfln; es a
tiva, por ejemplo en ciertos barrios parisinos. menudo, en realidad, francés y, cuando no lo es, es pro-
En un sentido intelectual, es abusivo confundir o bable que sus hijos lo sean o lo seran. Asi, hablar de in-
aproximar demasiado el racismo con la inmigracién. El migrantes es mantener en una especie de tierra de nadie
racismo es actualmente un fenomeno interno, relacio a personas entre las cuales muchas estan en realidad to-
nado con el funcionamiento de la sociedad y con las re talmente integradas en la Sociedad que las recibe. A par-

190 191
tir de ahi, el discurso del Frente Nacional, que aboga existe desde los anos sesenta,1o que explica, al menos en
por la <<preferencia nacional» y que solo deberia remitir parte, que el racismo no haya aumentado mucho a nivel
a los extranjeros, se Vuelve tanto mas racista cuando politico y que el National Front no haya alcanzado ja-
apunta a los <<inmigrantes», es decir, implicitamente a mas los resultados electorales de su homologo francés.
los nacionales, lo que puede hacer pensar que sugiere En Francia, incluso si esa realidad no es tan contrastada,
expulsar o discriminar a ciudadanos franceses en razén la izquierda, a lo largo de los dos mandatos de Francois
de sus origenes. Mitterrand, fue considerada como favorable a la inmi-
A1 estar asociado al tema de la inmigracién, como gracién, al contrario que la derecha, y esta percepcion
también en muchos paises del Nuevo Mundo, por es, ciertamente, uno de los elementos que explican el
ejemplo en Estados Unidos, a comienzos del siglo XX, éxito del Frente Nacional.
el racismo plantea un desafio politico a quienes temen A menudo el racismo es mas virulento en el Reino
su progresién. Dos respuestas habituales pecan de la Unido que en Francia, pero esta menos presente en la
misma torpeza: consisten en adaptar esta tematica, ya escena politica y su institucionalizacion no avanza del
sea revirtiéndola y negando cualquier limite a la inmi- znismo modo. La ausencia de una fuerte oposicion poli-
gracion, lo que puede revelarse demagogico y practica- t1ca en el terreno de la inmigracién stricto sensu consti-
mente irrealista, ya sea alineandose, cuando no a las tuye un factor favorable a un antirracismo que puede se
posiciones de la extrema derecha, si al menos a sus cate- concentrar en su objetivo, en vez de intervenir en los
gorias, aceptando también la amalgama del racismo y de debates y las tomas de posicion que desdibujan la pers-
la inmigracion, lo que es sociologicamente falso, moral- pectlva y complican la accion.
mente cuestionable y politicamente ineficaz, como han
constatado en Francia tanto la derecha como la izquier-
da clasicas cada vez que creyeron posible, en los anos La accién antirracista se enfrenta a dificultades estruc-
noventa, atraer a los electores del Frente Nacional apro- turales y a problemas teoricos de fondo. No se puede
ximandose a su discurso. satisfacer ni con la buena conciencia que aportan los
En realidad, aqui el antirracismo mas eficaz es el que discursos moralizadores o los buenos sentimientos, ni
aboga porque a nivel politico los dos temas se aborden con la idea que propugna que el racismo, absurdo en sus
por separado, incluso si se entrecruzan en muchos as- fundamentos doctrinarios, deberfa retroceder con la
pectos. Asi, en el Reino Unido un consenso politico de- educacion y la puesta en marcha de la razon. Dicha ac-
terminado sobre el control de los flujos migratorios entre c16n se ve acosada por desvios y excesos, por la manipu-
los dos grandes partidos, el conservador y el laborista, lacion politica, la ineficacia y la impotencia_ Pe;-0 Con

192 193
ella sucede lo mismo que con cualquier accién, y los
que se complacen en subrayar solamente los efectos
perversos o los fracasos son puristas cuyas criticas, por
fundadas que sean, generalmente cubren un rechazo o
incapacidad para comprometerse. La critica del antirra-
cismo es util si ademas comporta la preocupacién por
aumentar la capacidad de accién de los que forman par-
te de los combares, intelectuales y practicos, contra el Conclusion
racismo, y no es util si se encierra en el escepticismo ra-
dical o en el nihilismo.
El racismo ya no puede apelar a la ciencia, incluso si sus
versiones <<cientificas» y con pretensiones biolégicas
han conservado cierto vigor, especialmente en Estados
Unidos. Ante todo busca su legitimidad por el lado de
la cultura. Y por eso mismo es tanto o mas inquietante,
ya que se ubica en medio de fuertes tendencias, como
son las de la fragmentacién cultural y social de nuestras
sociedades.
El desarrollo de las identidades culturales particula-
res, étnicas, religiosas, de <<género», etcétera, conlleva la
retraccion de la idea de nacion, ya sea para incorporarse
a un populismo reactivo o reducirse a un nacionalismo
del que se alimenta la extrema derecha; también provo-
ca la renovacién del espacio del racismo y su extension,
a favor de sus versiones predominantemente diferencia-
listas. Convendria saber que, sea cual sea la evolucién
futura, es muy probable que nuestras sociedades se de-
jen tentar cada vez mas por el racismo. Este se consti-
tuira, si no como realidad perceptible, al menos como
desafio, como amenaza siempre susceptible de surgir y

194 195
expandirse: en el choque de las identidades y en sus in- aportarles la posibilidad de una autodefinicion, en los
cesantes procesos de descomposicién y de recomposi- mismos términos en que pueden encontrar la estima de
cion, en la incapacidad de nuestros actores sociales de si mismos y la fuerza para movilizarse en su existencia.
reconstruir conflictos -y por ende relaciones sociales- La experiencia estadounidense resulta enriquecedo-
tan estructurantes como pudieron ser los que oponian ra al respecto. Los negros norteamericanos siguen, cier-
el movimiento obrero a los duenos del trabajo en la tamente, siendo victimas del racismo. Pero han conse-
época clave de la industria, o en las carencias, las debili- guido ser considerados en su especificidad historica,
dades y la crisis de nuestras instituciones, de nuestros algo que los convierte en africanos-americanos, un as-
Estados y de nuestros Sistemas politicos. pecto que ahora es importante en los debates que se re-
Pero estas perspectivas preocupantes presentan tam- fieren a ellos, especialmente sobre la afjgrmatifve action.
bién una cara positiva, porque los mismos factores que Estados Unidos es una sociedad racializada en la que la
actuan a favor de un racismo creciente conducen a un categoria de raza esta omnipresente en términos que ha-
fortalecimiento de los grupos amenazados o senalados. cen de ella una construccion social y politica que no
En efecto, cuanto mas diferencialista sea el racismo, mas siempre es sinonimo de racista. Resulta superficial ha-
apunta a grupos caracterizados por un recurso cultural, blar sin matices de norteamericanizacion de las socieda-
y por ende a grupos de los que se puede suponer que no des europeas, ya que éstas conservan muchos rasgos
estan totalmente indefensos. Asi, definir a los inmigran- distintivos. Pero no se puede excluir que tanto en Euro-
tes, o a sus hijos, ya no como trabajadores sobreexplota- pa como en Norteamérica las relaciones sociales sigan
dos en relaciones de produccion en las que son simples etnicizandose y racializandose con tendencias al racis-
proletarios, sino por caracteristicas culturales mas o me- mo, y con los riesgos consecuentes de verlo prosperar,
nos naturalizadas, equivale a reconocerles cierta capaci- pero que también existan posibilidades de que se desa-
dad para afrontar esa situacion, es decir, para dar sentido rrolle una vida social y cultural activa, muy conflictiva,
a su existencia. Explicarles que, de ahora en adelante, en la que los nuevos actores seran siempre mas numero-
son mas <<musulmanes» o incluso mas <<islamistas» (algo sos para poder presentar sus exigencias, de una manera
que los constituye mas como actores, aunque por su- contestataria, con una presuncion de legitimidad que el
puesto actores inquietantes), tratarles en términos de debate pol1tico deberia confirmar o anular.
arabes, de beurs, etcétera, es reconocerles, con una dosis Esto nos conduce a nuestra conclusion. El racismo es
mas o menos importante de imaginacion, atributos que un desafio que no hay que tratar ni en exceso, convir-
no autorizan tan facilmente como en el caso del racismo tiendolo en una plaga masiva o dramatizando aconteci-
clasico a utilizar el desprecio o la inferiorizacion. Es mientos que lo traducen, ni banalizandolo o minimizin-

196 197
dolo. Inscrito en los mecanismos del funcionamiento y
del cambio social, es susceptible de extenderse cada vez
que las instituciones y el sistema politico son incapaces
de aportar un tratamiento democratico a dificultades
sociales o culturales, y mas aun a su combinacion. Cuan-
do las tradiciones, la memoria o las reivindicaciones
identitarias son tratadas con desprecio, con ignorancia
o apelando a Valores de igualdad y de solidaridad repu-
blicanas de hecho inoperantes, o resaltando el principio
de la <<preferencia nacional», cuando no son ni escucha- Bibliografia
das ni reconocidas ni debatidas, los individuos y los
grupos ignorados pueden, con razon, sentirse victimas
de un rechazo universalista que adquiere facilmente un
giro racista; cuando, a la inversa, las identidades y las La bibliografia sobre el racismo es inmensa; la lista que se presenta a
continuacién, sin pretender ser exhaustiva, aporta un primer con-
comunidades prosperan, imponiendo cada una a sus
junto de referencias, establecido a partir de obras citadas en el cuer-
miembros la ley del grupo y desinteresandose por las
po del libro, la mayoria directamente dedicadas al tema y algunas
modalidades generales de la vida en la ciudad, incluso aportando un enfoque menos directo y sin embargo util.
corriendo el riesgo, en casos extremos, de destruirla, el
peligro del racismo no es menos evidente. Entonces las Adorno, Theodor et al. (1950), The Authoritarian Persona-
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