Está en la página 1de 4

Universidad de San Buenaventura

Facultad de Ciencias Humanas y Sociales


Licenciatura en Filosofía
Problemas Actuales de Filosofía
Profesor: Tulia Almanza Loaiza
Estudiante: Nicolás David Medina Escobar
Propuesta de Trabajo Final (Segunda entrega)
Fecha de entrega: 25 de agosto de 2017

La garantía de los Derechos Humanos según Jurgen Habermas

A partir de los capítulos 7 y 8 del texto La inclusión del otro. Estudios de teoría política
escrito por Jurgen Habermas, la propuesta de este trabajo es responder el siguiente
cuestionamiento que reza: ¿de qué manera son garantizados los Derechos Humanos en un
Estado de Derecho Democrático? Este escrito consiste en analizar y resaltar lo fundamental
de dichos capítulos del libro de Habermas, en una primera parte y, en segunda instancia, de
la lectura de ambos surgen estas preguntas, a saber: ¿cómo son proyectados los Derechos
Humanos en el Estado de Derecho Democrático? y ¿cómo opera el aparato político de la
participación democrática en la exigencia del derecho de sufragio?

Teniendo como punto de anclaje la cuestión mentada en el párrafo anterior, el presente


escrito estará dividido en tres partes que son: 1. Introducción. En esta se desarrollará la
problemática de la pregunta-guía del trabajo, resumiendo la postura de Jurgen Habermas
respecto al tema de la garantía de los Derechos Humanos (DD.HH) en un Estado de
Derecho Democrático.2. Evidenciar, claramente, los argumentos de Habermas que
ayudarán a responder las preguntas arriba formuladas y 3. Mostrar las conclusiones a las
cuales se llegó en dicho análisis de los capítulos mentados.

1. Introducción

En el capítulo 8 denominado El vínculo interno entre Estado de Derecho y Democracia


Habermas afirma que los derechos humanos “(…) por sí mismos deben constituir sus
límites legítimos (…)” (Habermas, 1999, p. 253) y que estos “(…) posibilitan la praxis de
la autodeterminación de los ciudadanos” (Habermas, 1999, p. 254). A partir de esto, para
postular una respuesta a la pregunta-guía ¿de qué manera son garantizados los Derechos
Humanos en un Estado de Derecho Democrático?, se asiente que los DD.HH. garantizan la
participación democrática del ciudadano en un Estado de Derecho. No obstante, no
siempre, en un Estado de Derecho Democrático se garantiza la participación del ciudadano
porque un Estado de Derecho está sujeto a un código de leyes promulgado por escrito y no
es justificado por un sistema democrático. En este sentido, el derecho positivo adquiere
valor de peso porque la función de este derecho, en el Estado de Derecho Democrático, es
determinar leyes conformes a la convivencia de los ciudadanos. Aquella convivencia está
reglada por un código que está registrado y garantiza a las personas jurídicas sus derechos

1
como partícipes de la ciudadanía en el Estado. Ahora bien, la postura de Jurgen Habermas
respecto al tema de la garantía de los Derechos Humanos (DD.HH) en un Estado de
Derecho Democrático pretende enfatizar que la autodeterminación del ciudadano posibilita
que los derechos humanos sean garantía de ser legitimados por el Estado de Derecho y
formalizados en la constitución.

De esta manera, el ciudadano sabe su posición en el Estado porque reconoce “(…) aquellos
derechos humanos de comunicación y participación que aseguran el ejercicio de la
autonomía política” (Habermas, 1999, p. 254).

2. Afirmaciones a las preguntas formuladas

Sin embargo, el ciudadano, en general, exige al Estado que le garanticen sus derechos
fundamentales, como el derecho a la vida, el derecho a la libertad o el derecho al voto,
porque son derechos que sustentan la praxis de la comunicación y la participación. Uno de
los argumentos de Habermas es que al estar los derechos registrados en una constitución, la
participación de los ciudadanos está sujeta a un código jurídico civil establecido por el
Estado. Hay que tener en cuenta que para Habermas, “(…) el derecho que ellos establecen
es derecho legítimo deben ser, por su parte, institucionalizados en la forma de derechos
civiles políticos, entonces el código jurídico como tal debe estar disponible” (Habermas,
1999, p. 255).

De acuerdo al argumento anterior, debe entenderse que “(…) los derechos cívicos,
principalmente los derechos de participación y comunicación, son libertades positivas”
(Habermas, 1999, p. 233). Estos garantizan a los ciudadanos la participación de llegar a ser
“sujetos políticamente responsables de una comunidad de personas libres e iguales”
(Habermas, 1999, p. 234). En este sentido, contestar a la pregunta ¿cómo opera el aparato
político de la participación democrática en la exigencia del derecho de sufragio? permite
afirmar que los DD.HH. sólo se cumplen “(…) en el ejercicio de la autodeterminación de
los ciudadanos y se legitima en la medida en que mediante la institucionalización de la
libertad pública proteja ese ejercicio” (Habermas, 1999, p. 234).

De esta manera, los derechos humanos solamente pueden llegar a ser proyectados porque
surgen de las condiciones reales que suceden en el Estado. Condiciones que nacen en la
esfera privada como exigencia de derechos y que, en la colectividad, en la esfera pública de
la participación democrática, les permitirán a los ciudadanos entender que

“(…) sin derechos fundamentales que aseguren la autonomía privada de


los ciudadanos, no habría tampoco medio alguno para la
institucionalización jurídica de aquellas condiciones bajo las cuales los
individuos en su papel de ciudadanos podrían hacer uso de la autonomía
pública” (Habermas, 1999, p. 255).

2
3. Conclusiones

Para responder la pregunta ¿cómo son proyectados los Derechos Humanos en el Estado de
Derecho Democrático? ha de entenderse que los DD.HH. son reclamados por los
ciudadanos mediante un aparato democrático que le posibilite a la persona jurídica actuar
moralmente. De modo que, el medio le garantice al ciudadano realizar su autonomía, es
decir, la participación y el derecho positivo le permiten al ciudadano comprenderse. Por
ende, “(…) la autonomía jurídica de los ciudadanos exige que los destinatarios del derecho
puedan comprenderse al mismo tiempo como los autores del mismo” (Habermas, 1999, p.
254).

El aparato democrático consiste en situar al ciudadano en la autodeterminación de asumir


sus deberes y obligaciones en la calidad de sujetos de derecho. Habermas, en este sentido,
afirma que

“(…) los ciudadanos sólo pueden hacer uso apropiado de su autonomía


pública si son suficientemente independientes en virtud de una autonomía
privada asegurada de manera homogénea; pero que a la vez sólo pueden
lograr una regulación susceptible de consenso de su autonomía privada si
en cuanto ciudadanos pueden hacer uso apropiado de su autonomía
política” (Habermas, 1999, p. 255).

A partir de la afirmación de Habermas, entender la función del aparato democrático en la


esfera pública regulada mediante la participación justifica que los DD.HH. son tomados en
cuenta como la autolegislación de los ciudadanos como personas jurídicas que reclaman la
validez de estos derechos en su libre ejercicio conforme a la constitución del Estado.
La validez de estos derechos está sujetos una regulación jurídica, es decir, que los derechos
humanos son ajustados por la organización de la dominación política.

Esta organización es fundamentada en el derecho porque los DD.HH. son garantes del
ejercicio de la participación ciudadana. La persona jurídica, en la exigencia del derecho de
sufragio, asume los derechos humanos como lugar de enunciación sobre el cual el
ciudadano es capaz de exigir al Estado, es decir, posicionarse como sujetos que
autodeterminen sus deberes y obligaciones cívicas, en el ámbito político, en el cual deben
los ciudadanos, en la colectividad, lograr la participación democrática como sujetos de
derecho.

4. Bibliografía

Habermas, J. (1999). “Tres modelos normativos de Democracia”, “El vínculo interno entre
Estado de Derecho y Democracia”. En: La inclusión del otro. Estudios de teoría política.
Barcelona: Ed. Paidós. Traducción de Juan Carlos Velasco Arroyo y Gerard Vilar Roca.

3
4

También podría gustarte