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Tabla
1.
Figuras
mayores
Tabla
2.
Figuras
menores
2. Silencios
*
Guía para “Notación”, curso impartido en la Licenciatura en Música UC.
2
Tabla
3.
Silencios
utilizados
2
Los símbolos empleados provienen de Wikimedia Commons –https://commons.wikimedia.org— y el texto
sobre modo, tiempo y prolación disponible en https://mariaquintanilla.wordpress.com/2012/11/13/philippe-
de-vitry-y-el-ars-nova/ (consultados el 1 de agosto de 2017).
3
Pietro Cerone: El Melopeo y maestro (Nápoles: Juan Bautista Gargano y Lucrecio Nucci, 1613), p. 936.
4
Ejemplo
1.
Compases
binarios
Ejemplo
2.
Compás
ternario
mayor
4
Especialmente cuando predominaban las mínimas, semínimas y corcheas, es decir, lo que Nassarre llamaba
compasillo “de nota negra” –véase Alejandro Vera: Música vocal profana en el Madrid de Felipe IV: el
'Libro de Tonos Humanos' (1656) (Lérida: Institut d' Estudis Ilerdencs, 2002), pp. 145-146—.
5
Según algunos autores la Z era una forma abreviada de escribir la fracción 3/2 –véase Mariano Lambea [y
Lola Josa]: Libro de tonos humanos (1655-1656), vol. I (Barcelona: CSIC, Institución “Milà I Fontanals”,
2000), p. 85—.
5
Ejemplo
3.
Compás
de
proporción
menor
Además de las reglas de Vitry, había otros factores que podían modificar la
duración y subdivisión de las figuras, como veremos a continuación.
Regla 1. Una breve era perfecta (es decir, valía tres semibreves) si iba seguida por
otra breve o por 2 o 3 semibreves (ejemplo 4).
6
Véase al respecto Luis Robledo: Juan Blas de Castro (ca. 1561-1631). Vida y obra musical (Zaragoza:
Diputación provincial, Institución Fernando El Católico, 1989), pp. 95-96; cf. Vera: Música vocal profana,
pp. 145-147.
7
Considero para los ejemplos del apartado 4 el compás ternario mayor (de tres semibreves) y el compás
mayor o partido (de dos semibreves), es decir, aquellos que tienen por unidad de compás la breve; pero estas
mismas reglas pueden extrapolarse a los compases que tienen por unidad la semibreve, en cuyo caso debe
reducirse a la mitad el valor de las figuras. En general me baso para dicho apartado en Apel: The notation of
polyphonic music, pp. 108 y siguientes.
6
Ejemplo
4.
Breves
perfectas
Regla 2. Si una breve iba seguida por una o por más de 3 semibreves, la primera
semibreve la imperfeccionaba y las restantes se agrupaban de tres en tres cuando
fuese el caso.
Ejemplo
5.
Primera
breve
imperfecta
Ejemplo
6.
Breve
imperfecta
Ejemplo
7.
Breve
imperfecta
Sin embargo, y como Apel señala, dichas reglas y otras de la época no eran
“leyes estrictas”, sino principios que orientaban la práctica musical, por lo que
estaban sujetas a no pocas excepciones.
7
4-2. Alteración
En el compás ternario, cuando dos semibreves quedaban aisladas entre
dos figuras mayores (ejemplo 8), la segunda duplicaba su valor para completar los
tres tiempos del compás. Esto se conocía como alteración.
Ejemplo
8.
La
segunda
semibreve
se
“altera”
(duplica
su
valor)
4-3. Ennegrecimiento
El significado del ennegrecimiento variaba de acuerdo a la época, el teórico
e incluso la fuente musical consultada, al punto de que algunas de sus
implicancias son todavía objeto de discusión. Sin embargo, cumplía al menos dos
funciones principales.
Función 1
En el compás ternario el ennegrecimiento imperfeccionaba la unidad de
compás y sus figuras mayores. Por ejemplo, el siguiente fragmento
Ejemplo
9.
Breves
imperfectas
por
causa
del
ennegrecimiento
Ejemplo
10.
Transcripción
del
ejemplo
anterior
Función 2
En el compás binario, el ennegrecimiento indicaba el paso de una
subdivisión binaria a una ternaria, en una relación de tres contra dos. Es decir, en
el mismo espacio en el que antes cabían dos figuras, ahora cabían tres (ejemplo
11). En términos modernos esto equivaldría a un tresillo, pero en la época se
entendía como un cambio a la proporción sesquiáltera (término de origen latino
que designaba las cosas que contenían una unidad y su mitad). Cuando el
ennegrecimiento se indicaba en una sola voz daba lugar a pasajes polimétricos;
en cambio, cuando era indicado en todas las voces al mismo tiempo implicaba
virtualmente un cambio de compás. Así, la proporción sesquiáltera dio origen al
compás de proporción menor, que hemos visto en el punto 3-3.8
Ejemplo
11.
Cambio
a
la
proporción
sesquiáltera
(tresillos)
por
ennegrecimiento
Ejemplo
12.
Símbolo
con
más
de
un
significado
Como señala Apel, este símbolo se empleó hasta fines del siglo XV para
indicar una proporción sesquiáltera, es decir un tresillo (semibreve-mínima), según
el uso habitual del ennegrecimiento que ya se ha explicado (función 2). Sin
embargo, en el siglo XVI comenzó a emplearse para indicar una mínima con
punto seguida por una semínima (blanca con punto y negra, en términos actuales),
probablemente por su semejanza con tresillo anterior.9
Esto equivalía a quitar una cuarta parte a la semibreve (práctica raramente
prescrita por la teoría de la época)10 y considerar la mínima ennegrecida como una
semínima.
8
Sobre el uso de signos proporcionales para indicar los compases ternarios véase Alejandro Vera: Música
vocal profana en el Madrid de Felipe IV: el 'Libro de Tonos Humanos' (1656) (Lérida: Institut d' Estudis
Ilerdencs, 2002), pp. 145-146.
9
Apel: The notation of polyphonic music, pp. 128-129.
10
El único teórico español del XVI que señala explícitamente este uso es Diego del Puerto –véase Francisco
José León Tello: Estudios de historia de la teoría musical (Madrid: Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, Instituto Español de Musicología, 1962), pp. 501-502—.
9
Además de todo ello, se ha sugerido que, en algunas fuentes del siglo XVI,
el ennegrecimiento indicaba la realización de ligaduras (cf. el siguiente apartado)
cuando éstas no podían anotarse mediante signos convencionales y que en el
siglo XVII pudo indicar un cambio del compás de proporción menor al ternario
mayor,11 pero se trata de afirmaciones controversiales.
5. Las ligaduras12
Las ligaduras se usaban para anotar dos o más notas que debían cantarse
sobre una misma sílaba. Podían o no tener caudas en distintas posiciones y las
reglas para su transcripción variaban en función de ello.
Figura
1.
Longa
final
Regla 2. En el caso de una nota inicial con cauda ascendente a la izquierda, tanto
ésta como la siguiente nota son semibreves (esta fórmula era probablemente la
más común en los siglos XVI y XVII).
Figura
2.
Dos
semibreves
consecutivas
11
Véase respectivamente Ángel Manuel Olmos Sáez: “La ubicación del texto literario en los cancioneros de
los siglos XV y XVI. El uso de ennegrecimiento como ligadura”, en Revista de Musicología, XXV (2002),
nº2, pp. 337-346; y Robledo: Juan Blas de Castro, pp. 96-98.
12
Para este apartado me baso en el curso “Introducción a la notación musical polifónica medieval y del
Renacimiento”, que Maricarmen Gómez Muntané impartió en el Doctorado en Historia y Ciencias de la
Música de la Universidad Autónoma de Madrid en febrero de 1998.
10
Figura
3.
Breve
inicial
Regla 1. Todas las notas intermedias son breves (si no hay cauda de por medio).
Figura
4.
Breves
intermedias
Regla 2. Una nota inicial o final, en posición descendente, es siempre longa (sin
embargo, cf. más adelante la regla 4).
Figura
5.
Longa
inicial
y
final
11
Figura
6.
Breves
consecutivas
Regla 4. Una nota final con forma oblicua es breve (contradice la regla 2).
Figura
7.
Breve
final
Los teóricos del siglo XVI distinguen esencialmente dos tipos de llaves:
altas (llamadas “chiavette” en los tratados italianos) y bajas. Su distribución es la
siguiente:
Ejemplo
13.
Tipos
de
llave
empleados
en
la
época
Alejandro Vera
Agosto de 2017
13
Robledo: Juan Blas de Castro, p. 88.
14
Ibídem, pp. 87-94; Vera: Música vocal profana, pp. 160-162.
15
Andrew Johnstone: “‘High’ clefs in composition and performance”, en Early Music 34 (2006), nº. 1, pp.
29-54.