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Voces Solistas
Si le damos a un tecladista (como yo) una partitura con acordes, seguro que lo
primero que hace es fijarse en los bloques de acordes. La razón es que el teclado es un
instrumento polifónico, y esta característica condiciona de gran manera la manera de
concebir los arreglos. Pero la mayoría de los demás instrumentos de la orquesta son
monofónicos. Por eso cuando estas escribiendo para una orquesta, resulta útil pensar en
horizontal, es decir en función de las diversas líneas que tocan cada instrumento en lugar de
en bloques verticales de acordes. Esto me recuerda que en alguna ocasión en entrevista
McCartney dijo que para hacer su música orquestal el pensaba en varias melodías
superpuestas, ya que para el la música clásica son solo melodías superpuestas, esta es una
manera muy atinada de pensar a la hora de trabajar en arreglos orquestales. Los acordes se
forman como resultado de la unión o separación de las diversas líneas en momentos
concretos.
Vamos a intentar reorganizar este pasaje para que resulte algo mas fluido, la
expresión movimiento contrario se utiliza para describir un elemento compositivo en el cual
una voz se mueve hacia arriba mientras que la otra lo hace en sentido descendente. Aquí
tienes la misma progresión pero con un poco de moviendo contrario, Fíjate como las voces
superior e inferior se separan para, a continuación encontrarse de nuevo.
Podemos extrapolar esta idea mucho mas allá, utilizando inversiones de acordes
(voces en las que la nota de abajo no es la de la tónica) y notas de paso. Debajo tienes tres
maneras de orquestar la misma progresión. De nuevo la partitura es muy simple. Ni tan
siquiera nos estamos acercando a la complejidad de una composición orquestal. Pero si
asimilas la idea de las voces solitas y escribes unas cuantas maneras más de llevar tu
conjunto instrumental a través de esta progresión, habrás iniciado el camino para
convertirte en un arreglista orquestal.
Uno de los objetivos al escribir partes horquétales es dar a cada parte su propio flujo
melódico, esto se consigue a través de las voces solistas. Si consigues una buena relación
entra las diversas voces, tendrás un conjunto de partes con progresiones suaves, excepto en
los puntos en los que quieras crear saltos para favorecer algún efecto emocional. Fíjate
como las cuatro líneas del ejemplo (d) de arriba se mueven paso a paso. En el ejemplo (e),
tres de las cuatro líneas saltan hacia abajo en el ultimo tiempo para añadir emoción. (la
tercera voz se mueve en sentido contrario).
Melodías Abiertas
Mientras estudias el color armónico, fíjate en las melodías abiertas de los ejemplos
anteriores. Casi cualquier acorde puede ser armonizado de varias maneras, cada una de
ellas con un sabor sutilmente distinto. Los tecladistas por el mero hecho de tener pegados
los dedos el uno al otro, solemos crear melodías relativamente cercanas (es decir, voces en
que las notas del acorde están cerca la una de la otra). Pero la orquestación a menudo ofrece
sonidos más interesantes si se utilizan voces abiertas. Aquí tienes ejemplos de acordes
(armonías mas modernas, dicho sea de paso) con melodías, en primer lugar, del estilo en
que un tecladista podría tocar, y después la forma en que se podría escribir en un arreglo
orquestal.
Ej. 2
a) b) c)
D13 Gm9 Amaj9
Movimientos de Paso
Ej. 3 (a)
Aquí, los violines (línea superior), tocan una figura melódica. Es bastante burda,
seguro que tu lo puedes hacer mejor. Los cellos están tocando una parte típica pero
aburrida, apoyando las tónicas de los acordes, los segundos violines y violas trabajan codo
con codo, cosa por otro lado bastante habitual, para crear un colchón armónico y rítmico.
En una orquestación real, estas líneas internas podrían escribirse con cuatro notas ligadas en
el mismo golpe de arco, algo parecido a lo siguiente:
a) b)
Este tipo de parte con su ritmo regular, apunta otra diferencia básica entre la
composición orquestal y los arreglos para un grupo pop, como una orquesta no suele tener
una sección rítmica, el ritmo es responsabilidad de los instrumentos melódicos. Como
resultado de esto el ritmo parece tener un aspecto más melódico que el que suele salir de tu
caja de ritmos. Los compositores horquétales han desarrollado muchas maneras de
mantener el ritmo. A veces el ritmo recae en la melodía como en el siguiente ejemplo.
EJ. 3 b)
Al igual que los otros ejemplos de este artículo el pasaje es muy sencillo como para
ser utilizado tal cual (a no ser que nacieras antes de 1800). Solo estoy esquematizando
algunos conceptos básico para que los puedas desarrollar
Desarrollo de Motivos
A diferencia del músico pop medio los compositores del siglo XVIII y XIX,
conocían muchas maneras curiosas de desarrollar música complicada a partir de motivos
muy sencillos. No se trata de menospreciar al pop, que a veces también puede ser muy
complicado. Pero los arreglos de pop suelen centrarse en la manera en como interactúan los
instrumentos de la sección rítmica para crear un ritmo. La relación del bajo eléctrico con el
piano puede ser maravillosa y excitante. Pero es diferente de la que se puede establecer
entre secciones en la mayoría de la música sinfónica.
Los compositores clásicos usan el desarrollo de motivos para mantener el interés del
publico. El cambio de un motivo melódico de forma que suene fresco, siendo aun
reconocible, es una forma de dar variedad manteniendo la unidad de la composición. Pero
los motivos no solo se usan en la melodía. Es muy normal el escuchar como un motivo salta
de un instrumento a otro de la orquesta, apareciendo ya en las cuerdas, ya en el bajo, en el
acompañamiento, en los vientos, etc.
y veamos unas cuantas maneras de jugar con el. Primero podemos añadir muchos adornos y
notas de paso. En el ejemplo 4 se muestras estas tres ideas de adornos. El ritmo del motivo
se puede cambiar de muchas maneras, tal y como lo ilustra el ejemplo 5. Incluso podemos
tocar el motivo al revés o de abajo a arriba, o acortar los intervalos. El ejemplo 6 muestra
estos conceptos.
Si todo esto te parece muy académico, prénsalo de nuevo. Escucha de nuevo el
primer movimiento del Piano Concierto No.5 de Beethoven, el segundo compás del tema
principal es algo como esto:
Como los compositores horquétales trabajan con una paleta instrumental mas o
menos fija, son mas propicios a variar las composiciones cambiando las partes individuales
de una frase a otra, incluso repitiendo la misma frase. Esta mutación podría ser tan simple
como una transposición de octava o una nota añadida, pero también puedes encontrarte con
una figura de acompañamiento de corcheas como la que sigue:
Sustituida unos compases después por una figura expandida que tiene la misma
función armónica:
a) b) c)
Ej. 6 De nuevo el mismo motivo pero esta vez tocado hacia atrás (a) con alguna
variación rítmica y una nota de paso de adorno, (b) de abajo a arriba y (c) con intervalo
modificado.
a) b) c)
Ej. 7 La frase de cuatro compases inicial se alarga empezando una nueva frase con la figura
del cuarto compás.
a)