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Introduccion Al Proyecto Eléctrico - Jorge Valenzuela PDF
Introduccion Al Proyecto Eléctrico - Jorge Valenzuela PDF
Introduccion Al Proyecto Eléctrico - Jorge Valenzuela PDF
No estaba dentro de los planes del autor el lanzar una tercera edicion;
"Introduccion" parecía una etapa superada y si de escribir se trataba parecía más
conveniente buscar nuevos tópicos. A pesar de esto, por una parte debido a la constante
solicitud de los interesados que en todo este tiempo no han dejado de inquirir por el
texto y por otro lado el ver desaparecer del campo profesional los importantes hitos
referenciales citados más arriba, los que estima insustituibles, lo han llevado a preparar
esta tercera edición a la cual se ha agregado nuevo material informativo, como es el
caso de la Instalación de Grupos Electrogenos y Análisis Tarifários , por ejemplo y se
ha profundizado en el análisis de temas específicos como protecciones, iluminación,
mallas de tierra.
Le ha parecido también conveniente al autor hacer una breve reseña histórica del
desarrollo del área eléctrica en el país, en la cual se podrá apreciar que no es ésta la
primera vez que se ha presentado en nuestro medio una situación como la descrita y,
algo que puede despertar un tanto el optimismo, errores como los
Meses más tarde, el 20 de Febrero de 1883, se instalaban los dos primeros faroles
de alumbrado público eléctrico que conoció el país, en los costados de la Plaza de
Armas, llamada por este entonces Plaza de la Independencia. El diario El Ferrocarril
comentaba el hecho en los siguientes términos:
"Uno de los faroles está ubicado frente al Portal McCIure, en medio de los faroles
a gas y el otro frente al Portal Fernández Concha. Hoy día se inició la colocación de
los alambres de cobre envueltos en tubos de plomo y dentro de ocho a diez días la luz
de Edison alumbrará nuestra Plaza principal. En el caso que a la Municipalidad le
agrade la luz se colocarán otros dos faroles, al lado de la Catedral uno, frente al
Correo el otro; entonces se firmará un contrato en que se estipulará que el pago de
dicho alumbrado será de cuenta de la Municipalidad".
El mismo diario, días más tarde en su edición del 1' de Marzo, comentaba que esa
noche se alumbrarían según el sistema de Edison algunas de las tiendas del Portal
Fernández Concha, destacando en uno de sus párrafos que:
De paso una disgresión, estando a más de cien años de los hechos comentados y
ya en las puertas del siglo XXI, pareciera no haberse presentado aún un
acontecimiento-manteniendo las adecuadas proporciones - que afecte tanto la vida del
hombre común de nuestro país como aquel humilde encendido de unas cuantas
lámparas incandescentes; pudiera ser que el uso computador personal, el cual cada día
es más poderoso, llegue a ser el equivalente de aquel suceso; sin embargo, no parece
aún tan claro que aquel pueda participar en forma tan cotidiana como lo ha hecho la
energía eléctrica en la vida cada uno de nosotros.
La presión pública que demandaba contar con estos adelantos obligó a la Municipalidad
de Santiago a llamar, el año 1896, a propuesta pública para la instalación de un sistema
de alumbrado público y particular y la implementación de un sistema de transportes
urbanos servido por energía eléctrica.
Esta central térmica sufrió sucesivas ampliaciones entre esa fecha y 1924, a fin de
satisfacer la demanda siempre creciente y prestó sus servicios hasta fines de la década
del 50, siendo desmantelada en 1963.
Pese a lo dicho, por diversas razones, la firma Parrish 'no llegó a usufructuar de sus
inversiones y transfirió su contrato, por escritura pública del 5 de Enero de 1899, a la
Chilean Electric Tranway and Lighting Limited S.A., también con domicilio en Londres
y formada por inversionistas ingleses y alemanes.
En forma paralela otras ciudades y localidades del país habían mostrado interés en
participar de las bondades de este avance técnico y es así que en 1899 se forma la
Compañía Eléctrica de San Felipe y casi simultáneamente con la inauguración de la
Central Mapocho se inaugura en Valparaíso la Central Aldunate con dos unidades de
Corriente Continua; de esta manera se ve al país entrando ' en las postrimerías del siglo
pasado, de lleno en la era de la electrificación.
Con los inicios del nuevo siglo, aunque el entusiasmo y el empuje desarrollado
siguen siendo crecientes, empiezan a manifestarse con claridad los problemas que trae
consigo la explotación de un sistema eléctrico: una serie de accidentes en los cuales, si
bien es cierto sólo habían muerto caballos, atemorizaban a la ciudadanía por lo
fulminante que puede ser el efecto de la electricidad sobre un ser vivo. Por otra parte,
las autoridades edilicias y gubernamentales empezaron a ser asediadas constantemente
por quienes reclamaban por invasión o destrozos de propiedad privada, provocados por
el personal de las Empresas Eléctricas que tendían sus cables de distribución
apoyándose sobre fachadas, chimeneas o techos de las mansiones.
No paraban ahí los problemas; la prensa informaba sobre una serie de pleitos que
las empresas de distribución interponían en contra de los municipios los cuales,
tradicionalmente pobres, no cancelaban oportunamente los consumos de alumbrado
público. Además estos mismos municipios tampoco tenían un criterio común en cuanto
a la forma de otorgar concesiones y las autorizaciones de tendidos de líneas para la
explotación de un servicio eléctrico, de modo que a menudo se producían litigios por el
establecimiento de servidumbres en los que se veían involucrados los municipios, las
empresas y particulares; eran aquellos los dolores del parto de un gigante que estaba
naciendo.
Las dificultades alcanzaron un grado tal que amenazaban con detener el desarrollo
del proceso, además de provocar un malestar permanente en os habitantes de las
ciudades afectadas; esto mueve al Presidente de la República, don Germán Riesco, a
presentar, el año 1901, en un mensaje dirigido al Congreso, un proyecto de ley
LEI Num 1665. - Por cuanto el Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente:
Proyecto de LEI:
Articulo 2do.~ Los permisos para instalaciones eléctricas podrán otorgarse por un
plazo de veinte años 1 para instalaciones eléctricas aéreas no podrán exceder de diez
años.
Artículo 4to.- Dentro del plazo de seis meses contados desde la fecha de
promulgación de esta le¡, las empresas de tranvías eléctricas colocarán en todos los
carros que empleen para el tráfico, trompas o rejas salvavidas, conforme a las
indicaciones que al respecto se prescriban en los reglamentos a que se refiere el
Articulo siguiente.
Uno de los puntos más notables de la vida de este servicio se produce el año 1931
en que se dicta la que se conoce como primera ley de Servicio Eléctricos, mediante el
DFL Nro 244, pese a que para llegar a ella la ley original, la 1.665, ha sufrido dos
modificaciones en 1924, ha sido derogada en 1925 y reemplazada por el DL 252,
dictado por una junta militar de la época, el cual a su vez es modificado en 1927
mediante el DFL 700, significando cada una de estas modificaciones la
reestructuración del organismo, cambio de nombre, variaciones jerárquicas o cambio
de dependencia, puesto que desde el Ministerio de Interior que la cobijó en su
nacimiento, se paseo por diversas reparticiones del Ministerio de Obras Públicas,
siendo en su momento más bajo dependiente de la Oficina de Ferrocarriles
Particulares, hoy desaparecida, para volver en 1931 al Ministerio del Interior en donde
se mantiene, primero con el nombre de Dirección de Servicios Eléctricos y de Gas,
hasta 1969 y luego con el de Superintendencia de Servicios Eléctricos de Gas y de
Telecomunicaciones hasta 1982, no sin antes perder la tuición sobre el área de
Telecomunicaciones la cual es ascendida a la categoría de Subsecretaría del Ministerio
de Transportes y Telecomunicaciones, el año 1977, mediante el DL 1762 de ese año.
El año 1982 pasa la Superintendencia a un extraño estado de hibernación jurídica,
puesto que el DFL 1 de ese año traspasa todas sus atribuciones al Ministerio de
Economía sin que este texto legal se mencione su existencia; en el hecho el organismo
mantiene su existencia física, existen sus funcionarios, existen sus edificios pero no
existen atribuciones ni destino para ellos. Esta extraña situación jurídica se mantiene
hasta 1985 en que la ley 18.410 viene a terminar con esta indefinición; los porfiados
hechos se imponen, pese a los muchos argumentos que se han dado en contrario,
resucita esta vez como la Superintendencia de Energía y Combustibles, flamante
dependencia del ministerio de Economía Fomento y Reconstrucción. Pese a esto ha
perdido en el camino parte importante de sus atribuciones, no tiene ya ingerencia
alguna en la fijación de tarifas y ha perdido la facultad de dictar normas, por ejemplo,
significando esto último que el impulso a la normalización en el área eléctrica que
partió en 1969 y tuvo su máximo desarrollo entre los años 1971 y 1979 esté a la fecha
virtualmente paralizado.
Todos estos ajuste, aún significando avances de importancia tenían al país aún lejos
de alcanzar la plena satisfacción de sus necesidades energéticas; es así que a fines de
1930 se tenía una potencia instalada en todo el territorio nacional de 302 MW, de los
cuales el 53% correspondía a servicios privados, básicamente constituido por la gran
minería del cobre y del salitre, cuya explotación estaba por esos entonces en manos de
empresas extranjeras. El Servicio público estaba preponderantemente en manos de la
Compañía Chilena de Electricidad.
A fines de 1940 el panorama en lugar de mejorar se podía considerar peor porque ,
a pesar de haber aumentado la potencia instalada a 487 MW, más del 60% correspondía
a servicio privado, lo cual se traducía en continuos racionamientos en el servicio
público. Sin embargo, la situación empezó a cambiar sustancialmente con la creación de
CORFO, en 1939. La formulación del plan nacional de Electrificación, desarrollado
sobre la base de un estudio presentado al gobierno por el Instituto de Ingenieros de
Chile y la creación en 1942 del Departamento de Energía y Combustibles de CORFO, el
cual dio origen en 1944 a ENDESA operaron este cambio. Es así que a fines de 1950 la
potencia instalada había alcanzado a 774 MW de los cuales 390 pertenecían ahora al
servicio público, vale decir se había logrado superar la barrera del 50% para este sector.
Otro antecedente importante de destacar es que hasta la formulación del Plan de
Electrificación la potencia generada era básicamente térmica y a fines de 1950 era
fundamentalmente hidráulica, tendencia que se ha mantenido hasta la fecha.
No obstante lo anotado, hasta los años considerados las tasas de crecimiento eran
aún insuficientes para satisfacer las necesidades del país, por cuanto asentar una
infraestructura eléctrica requiere de muy fuertes inversiones y los desequilibraos
económicos producidos por la crisis mundial de 1930, seguidas por las fuertes presiones
inflacionarias provocadas por la segunda guerra mundial no permitieron efectuarías.
Por otra parte si bien el Estado había asumido un papel protagónico en esta actividad,
no podía quedar huérfano del apoyo financiero privado y éste se encontraba desalentado
por la baja rentabilidad que la ley vigente a la fecha fijaba al capital, la cual resultaba
insuficiente para compensar la pérdida de valor del dinero provocada por la inflación.
En las circunstancias anotadas las tasas crecimiento, que en los decenios anteriores
se habían empinado hasta el 6% y eran aún insuficientes, estaban alcanzando en le
decenio de los 50 apenas al 3,9%. Fueron estas condiciones las que llevaron en esa
oportunidad a la modificación de la ley de Servicios Eléctricos, en 1959 y a la
modificación del convenio Ross-Calder el mismo año. A través de estas modificaciones
se buscó incentivar la inversión privada en el sector para permitir el autofinanciamiento
de las Empresas y de sus planes de expansión; además la firma del nuevo convenio
entre el Estado y la South American puso término al trato discriminatorio del capital
foráneo en perjuicio de los inversionistas nacionales y dio origen a CHILECTRA, la
cual quedaba sometida a la aplicación de ley de Servicios Eléctricos.
Vale la pena también dar un rápido vistazo al segundo rubro que en los primeros
párrafos de esta reseña se destacó como parte importante del problema eléctrico, la
existencia de especialista que diseñan, construyan y operan los sistemas eléctricos.
En este aspecto debe hacerse una neta diferenciación en las áreas que podrían
denominarse como macrosistemas y microsistemas, pretendiendo englobar en los
primeros a los sistemas de generación, transmisión y distribución de grandes potencias y
en los segundos a las instalaciones de consumo de energía, las llamadas por la
legislación vigente "instalaciones interiores".
El año 1976, sin pena ni gloria, la vieja Escuela fue asesinada por un burócrata
cualquiera al cual, con toda seguridad, ni siquiera le tembló la mano al firmar al
Decreto de extinción, poniendo fin a una institución tradicional más que centenaria.
Hasta donde llega la información del autor, este es el único país del mundo que ha sido
capaz de cometer un crimen de lesa educación semejante; el hacer desaparecer como si
fuese un material desechable una Escuela cuyos egresados se han paseado por el
mundo y son aun reconocidos a nivel latinoamericano, es algo que difícilmente puede
caber aún en la mente más afiebrada; si sólo con un poco de imaginación y empeño
esa escuela pudo haber llegado a ser el Instituto Tecnológico Nacional (¿Será aún
tiempo de recuperarla?).
La incorporación de nuevos profesionales a este registro siguió siendo lenta hasta el año
1975, fecha en que se empezó a producir un interés desbordante por la actividad,
motivado esta vez por la crisis económica de esos años, la que obligó a los profesionales
a buscar en esta actividad una fuente alternativa para entonar sus restringidos
presupuestos personales. Este fenómeno se acentuó durante la crisis de 1981 y
siguientes, de modo que el actual registro es preponderantemente integrado por
profesionales, sumado a esto el hecho de que la actual legislación faculta a los
profesionales del área para ejercer esta profesión sólo estando en posesión del título
universitario.
Pese a que esta situación debiera haber producido resultados beneficiosos, no puede
apreciarse con claridad que haya sido as¡ dado que, en una forma simplista de analizar
el problema de formación profesional, se ha pensado hasta la fecha que basta la
formación académica general para obtener como resultado un buen instalador,
negándose a reconocer el hecho de que la tecnología involucrada que este accionar ha
alcanzando ya una complejidad tal que la profesión de instalador implica
necesariamente una formación altamente especializada, que por el momento no la
entregan las Universidades o Institutos Profesionales.
Si se ha de tomar como modelo a países desarrollados tal vez sea una de la mejores
posibilidades de imitar. Se ha de buscar, como en aquellos países la fórmula para
perfeccionar a los profesionales del área tecnológica, como lo son en el caso planteado
los instaladores, las Universidades deberían despojarse un tanto de su actual aire de
aparente superioridad y aceptar una verdad tan simple como que el trabajar en el
proyecto y ejecución de instalaciones de consumo es también hacer Ingeniería. La
finalidad de un instituto superior no debe ser exclusivamente la de formar
investigadores, magisters o doctores ~ si bien a nadie se le ocurriría oponerse a ello -
debe existir también un espacio vital en puedan desarrollar y perfeccionar sus aptitudes
quienes han seguido el camino de la aplicación tecnológica de sus conocimientos.
Una Línea de acción posible sería tal vez la de organizar, al amparo de las
Universidades, Seminarios, Convenciones, Foros, Panales de Trabajo que le permitan a
los profesionales estar al día en cuanto a los adelantos en tecnología de materiales y de
métodos. Este quehacer se estima que además se traduciría necesariamente en un
proceso de normalización masivo y macizo, proceso que deberá responder a la realidad
tecnológica nacional tan nuestra, que hace
en mucho casos imposible la sim le traducción de normas
p
internacionales, como lo han propuesto en más de alguna oportunidad algunos
Académicos tan profundamente desvinculados del quehacer profesional diario.
A modo de concluir esta reseña seria importante empezar a pensar, con bastante
retraso tal vez, pero de una vez por todas, como va a afectar a nuestro subdesarrollado
país el cambio de sistema de Unidades en EE.UU.. Este cambio, programado en 1970
para producirse en 1980, fue en aquel año postergado con grandes explicaciones a la
comunidad tecnológica internacional hasta 1985 oportunidades que sin mayores
explicaciones se lo postergó por plazo indefinido. Según la última información
disponible 1990 es la fecha definitiva para el cambio.
La pregunta es hasta donde este cambio va a afectarnos. Por de pronto una parte
importante de la maquinaria industrial instalada en los últimos años es de segunda mano
y de procedencia norteamericana. La razón de esto es que maquinaria de niveles y
calidad de producción no conocidas en el país, está en su país de origen totalmente
depreciada y está fabricada según el sistema de unidades inglés, en tanto la maquinaria
que la está reemplazando está ya construida en el Sistema Internacional de Unidades,
nuestro viejo y conocido Sistema Métrico totalmente remozado corregido y aumentado.
Se está adquiriendo entonces chatarra de lujo, para la cual en un futuro no existirán
repuestos, nuestro país que adoptó el sistema métrico como oficial para la República por
ley al año 1849, se verá obligado a seguir defendiendo la aplicación del sistema inglés
porque una parte muy importante de un parque industrial está formado por maquinarias
construida según ese sistema.
- Acometida, son los conductores y sus accesorios de canalización que van entre la
red de distribución y el punto de soporte de la caja de empalme, el cual puede ser
un poste adosado a un muro de la edificación de la propiedad considerada.
Atendiendo a las condiciones impuestas por la red pública o por el terreno mismo,
esta acometida puede ser aérea o subterránea.
- Bajada, son los conductores y sus accesorios de canalización que van entre el
punto de anclaje de la acometida y la caja de empalme; sirven para unir a aquella
con los equipos de protección y medida.Se entiende aplicado este concepto solo a
los empalmes con acometida aérea, por cuanto en tales casos hay un cambio de tipo
de conductores y canalización entre la acometida y la bajada; no sucede lo mismo
en los empalmes de acometida subterránea en los cuales la canalización entre la red
pública y la caja de empalme es única y continua.
Los Empalmes se agruparán según los siguientes criterios de clasificación como sigue:
- Monofásicos simples
- Aéreos
- Subterráneos
- En alta tensión
- En baja tensión
En los dos últimos casos se mide también la energía reactiva como parte de aplicación
de la tarifa respectiva y en el antepenúltimo caso, esta medición se hace de acuerdo a la
capacidad del Empalme, ver Tabla N' 1.3.
1.2. CAPACIDAD Y DESIGNACION DE LOS E14PALMES
Entre los años 1970 y 1987 estuvo trabajando una Comisión de la Asociación de
Empresas de Servicio Público con la participación de la entonces Superintendencia de
Servicios Eléctricos y Gas, actual de Energía y Combustibles, SEC. El objetivo de esta
Comisión era elaborar una normalización a nivel nacional, completa en cuanto a la
ejecución, capacidades materiales, etc, de empalmes; este trabajo condujo a la dictación
de las normas NSEG 12 En. 79 y NSEG 14 En. 76.
En la tabla N' 1.1 se dan las capacidades y designaciones de los Empalmes entregados
por CHILECTRA, en Baja Tensión; en la nomenclatura indicada los distintos índices
tienen los siguientes significados:
A - Empalme aéreo
S - Empalme Subterráneo
R - Empalme con medición de energía activa y reactiva. La ausencia de este índice
señala que sólo se mide energía activa.
Cifra n@rica - Es sólo una cifra de identificación cuyo monto corresponde al valor de
la capacidad máxima del empalme expresada en KVA, redondeada a un múltiplo de tres
o a la decena más próxima.
Esta disposición, que corresponde a la situación planteada por una forma constructiva
típica, puede ser obviada cuando por razones de diseño arquitectónico se produce una
gran concentración de oficinas o locales comerciales por piso; en tal caso la Norma
acepta que el número de empalmes que puedan concentrarse sobrepasen a la cantidad
fijada anteriormente sin fijar un límite. Esta condición se presenta por ejemplo en
galerías comerciales, en las que existe una gran cantidad de locales de superficie
generalmente pequeña.
Por otra parte la Norma CHILECTRA EN-1101 establece respecto de los empalmes
para edificios colectivos de altura que, en este tipo de edificios, cuando exista red o
arranque de distribución en ambos extremos de ellos, se aceptará que los empalmes
queden concentrados en estos puntos, pudiendo existir un único nicho de empalmes en
cada extremo, con una disposición similar a la mostrada en la Fi.g. 1.2.1.
1.3.3 Empalmes en AT
Estos nichos no deben tampoco compartir su espacio con empalmes de agua potable o
gas y en caso de estar en recintos cerrados los empalmes de otros servicios deben estar
en recintos separados. Es permisible, sin embargo, que en un nicho o recinto eléctrico
existan empalmes telefónicos, siempre que el sistema eléctrico no produzca
interferencias en las comunicaciones y siempre que ambos servicios dispongan de los
adecuados espacios de operación, de modo que los trabajos que sean necesario
efectuar en un sistema no comprometan la seguridad e integridad del otro.
Pese a que por tratarse de una reimpresi6n y no de una nueva edición, no se han
incluido nuevas materias respecto del texto publicado en 1990, los fuertes cambios de
criterio producidos en cuanto a la normalización sobre concentración de empalmes han
obligado a intercalar este comentario, a propósito de las actuales condiciones
establecidas por las Empresas Eléctricas, en particular por CHILECTRA, sobre esta
materia
En esto ha contado con el acuerdo tácito de las empresas constructoras, para quienes
parece lesivo a sus intereses el proveer de espacio para la construcción de empalmes
piso a piso o por zonas de un edificio, pareciéndoles mas funcional a sus necesidades
el entregar un único espacio de concentración, de las dimensiones lo mas reducidas y
en la ubicación menos notoria posibles.
Todo esto trae como consecuencia la aparición de un microsistema de distribución
entre los empalmes y las instalaciones individuales, el que sería parte de la instalación
interior de acuerdo a la legislación vigente, pero que por ocupar espacios comunes del
edifico se transforma de hecho en tierra de nadie; a esto se suma la aceptación más o
menos formal por parte de SEC del uso de escalerillas portaconductores para la
canalización de los alimentadores integrantes de este microsistema.
En esta última situación, aceptada de hecho por la sola potestad funcionaria, puesto
que no puede considerarse que sea una norma establecida atendiendo a que no se
cumplió con las correspondientes tapas de estudio, la más importante de las cuales es
la consulta pública, el autor ve los siguientes inconvenientes:
Por razones de defender a ultranza sus intereses económicos propios, las empresas
constructoras asignan a los espacios de canalización de estos alimentadores
dimension,- insuficientes en la proporción mayoritaria de las construcciones; esto trae
consigo ue, en general, las normas sobre canalización de conductores en escalerillas no
se respeten, instalándose un mayor número de conductores que los aceptados por la
norma. Esto, que podría subsanarse aplicando factores de corrección a la capacidad de
transporte de los conductores, no puede solucionarse dado que estos actores de
corrección deberían aumentar las secciones de conductor necesitándose por ello un
mayor espacio de instalación; como puede preciarse se está entonces ante un círculo
vicioso creado por una disposición adoptada sin mayor análisis.
- Por lo mismo cada usuario está expuesto a que algún vecino, por ignorancia o bien en
forma dolosa, "cuelgue" de su alimentador consumos que no le pertenecen y que podría
estar pagando sin tener la más mínima idea que ello esté sucediendo.
El primero de los aspectos que soluciona calculando la caída de voltaje que se produce
en los conductores de una línea al circular por ellos la corriente de carga; el segundo,
verificando en las tablas de capacidades de transporte que no se excedan los valores allí
fijados para la sección correspondiente al caso estudiado, el tercero, verificando que el
conductor soporte las máximas corrientes transitorias que pueden circular en caso de
cortocircuito, y el cuarto verificando que las cantidades de conductores en el ducto que
los lleva es la adecuada o efectuando el cálculo del comportamiento mecánico cuando
se trata de líneas aéreas.
En el caso de los conductores desnudos la capacidad de transporte estará limitada por la
máxima temperatura que elconductor es capaz de soportar sin variar sensiblemente sus
propiedades mecánicas. Esto explica la marcada diferencia de capacidad de transporte
que se puede apreciar entre un conductor desnudo y un conductor aislado, a igualdad de
secciones.
Oficialmente las normas nacionales, específicamente la Norma NCh Elec 4.84, sólo
han homologado el comportamiento de los conductores son aislaciones de PVC para
temperaturas de servicio de 55 C y 60 C y 75 C, pero no se puede negar el hecho de que
aislantes para temperaturas de servicio de 90 C se están utilizando en el país desde hace
ya algunos años y no es lógico desperdiciar su mayor capacidad porque no se ha
cumplido con un trámite formal; como se dirá en repetidas oportunidades a lo
largo de este texto, esta es una de las tantas ocasiones en que
la tecnología utilizada en nuestro medio ha superado a las normas
nacionales. Por esta razón, a pesar de no ser oficialmente
aceptadas se incluyen además de las tablas de capacidades de
transporte para conductores con aislaciones de 90 C, como son el PVC tipo THH (W o
N dependiendo de la cubierta), el Etil-VinilAcetato (EVA), el Etil propileno (EP), y el
Polietileno reticulado (XLPE) ; estas capacidades corresponden a las dadas por los
fabricantes.
De igual manera, sin estar incluidas en las normas oficiales se entrega como un dato
muchas veces necesario, la capacidad de transporte de los conductores desnudos. Todos
los valores mencionados se muestran en las tablas 2.2 y 2.3.
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los conductores, se ve limitada por la cantidad de conductores que se coloque en la
misma tubería o ducto, y por la temperatura ambiente; las tablas 2.2 y 2.3 están dadas
para temperaturas ambientes de 30 C, que es la temperatura dable de esperar en
ambientes normales. Si se encuentran mayores valores el conductor verá limitada su
capacidad de transporte puesto que la cantidad de calor que pueda irradiar en este caso
será menor; a la inversa, si la temperatura ambiente es menor de 30 C, la capacidad de
transporte aumentará. Esta última situación se da en la zona austral de nuestro país.
por los cuales deben afectarse los valores de las tablas 2.2 y
Las tablas 2.4 y 2.5 son las establecidas por SEC para aplicarse a los conductores
de PVC, la Comisión Electrotécnica Internacional CEI recomienda los valores
mostrados en la tabla 2.6 como factores de corrección por temperatura para conductores
de PVC de temperatura de servicio de 70 C.
Junto a estos factores se deberán aplicar los factores de corrección por cantidad de
conductores, si procede; en cuanto a factores de corrección por temperatura ambiente,
en este caso, se puede prescindir de ellos, salvo situaciones extremas, por cuanto a la
profundidad a que están enterrados los ductos prácticamente la temperatura ambiente no
es afectada por los cambios en la superficie.
En la figura 2.12 se indican las corrientes máximas de corto circuítos que puede
soportar un conductor, en función del tiempo de duración de la falla.
Estas curvas se han construido sobre la base que la máxima temperatura transitoria
que puede alcanzar un cable con aislación de PVC es de 160 C. para tiempo de falla no
superiores a 5 segundos
La norma Nch Elec 4.84 establece trece sistemas de canalización para líneas
eléctricas, entendiéndose por canalización, de acuerdo a la definición dada por esta
norma, al conjunto de conductores eléctricos y accesorios que aseguran su fijación y
protección mecánica.
Analizar in extenso cada uno de estos sistemas escapa al alcance que se quiere dar a este
texto, sin embargo por tratarse de uno de los métodos más utilizados se comentarán
algunos aspectos del método de conductores en tuberías; en todos los demás casos el
lector deberá remitirse a la norma.
Aparte de los distintos tipos de tuberías que es posible utilizar como sistema de
canalización, con las limitaciones y posibilidades que brinda en cada caso la norma, un
aspecto importante es la determinación de la cantidad máxima de conductores que es
posible instalarse en una tubería de un diámetro dado.
Por otra parte, un caso interesante de analizar es el del alambrado de una tubería
con conductores de distinta sección; dado que las tablas mostradas dan cantidades para
conductores de igual sección. Cuando esta situación se enfrenta en un proyecto de una
instalación nueva el criterio usual es tratar a todos los conductores como siendo de la
sección mayor, sin embargo, cuando se trata de reutilizar una tubería existente es
frecuente encontrarse con situaciones límite según las cuales el criterio indicado-
parecería mostrar que la tubería existente no satisface una situación ideal, bien cuando
se quiere aprovechar lo dispuesto en 8.0.1.2. la norma Nch Elec 4.84 y se pretende
utilizar la misma tubería para canalizar el circuito de potencia y el de control de un
motor, la diferencia de secciones presente hace inoperante el criterio de igualdad. Para
tales casos la misma norma citada establece los siguiente criterios mediante los cuales
se puede determinar en cada situación la cantidad máxima de conductores posibles de
instalar en una tubería dada:
1.- El conductor o haz de conductores dentro de la tubería no debe ocupar más del
50% de la sección transversal de la tubería si se trata de un conductor, no más del 31%
si se trata de dos conductores y no más de 35% si se trata de tres o más conductores.
estimadas de la instalación, las dimensiones y calidad de los conductores que se
emplearán en el tendido de una línea. Sin embargo, durante la ejecución de la línea
misma aparecerán diversos problemas de terreno que comprometerán, en una u otra
forma, la calidad de ella.
La necesidad de conectar una línea a los equipos, prolongarla más allá de un límite
dado o derivar un arranque desde una línea troncal hacia consumos secundarios, fija
toda una técnica de ejecución de uniones.
Desde un punto de vista general, las uniones pueden clasificarse en dos grandes
grupos: las uniones soldadas y las uniones por presión.
Las uniones soldadas a su vez pueden agruparse en uniones soldadas por fusión de
los conductores que intervienen y, las uniones soldadas por adición de un elemento de
bajo punto de fusión, siendo el representante de este último grupo de soldadura plomo-
estaño.
Por su parte, las uniones de presión pueden agruparse en uniones efectuadas a una
presión mecánica mediana y las uniones efectuadas a una presión mecánica alta. Se
hará un análisis crítico de las características de cada uno de estos métodos de unión,
partiendo de una rápida revisión de los fenómenos que se producen en un contacto
eléctrico, puesto que en varios de los sistemas de unión, la conducción de energía
eléctrica se hará por el contacto entre los conductores que se unen entre sí o a través de
piezas de contacto intermedias.
2.3.5.2. Teoría de Contactos
La soldadura plomo estaño tiene un bajo punto de fusión, alrededor de 300 C, muy
por debajo del punto de fusión del cobre, con el cual se emplea preferentemente, que es
del orden de 1100 C. Sin embargo, estando el cobre limpio, libre de su película
superficial de óxido y en presencia de fundentes adecuados, a la temperatura de fusión
de la soldadura, ambos materiales reacciona adhiriéndose la soldadura a la superficie del
cobre (proceso de estañado) . Este comportamiento de ambos materiales, se aprovecha
para rellenar los interticios entre conductores de cobre en contacto, con soldadura.
Esta técnica de unión se ha usado por muchos años, tiene una serie de
inconvenientes, pese a que desde un punto de vista eléctrico, sus resultados son
aceptables. Algunos de sus inconvenientes más notorios son los siguientes:
Esta técnica de unión era muy poco usada hasta hace un corto tiempo atrás, por
requerir, en general, de un equipo de manejo complicado y de gran cuidado en su
ejecucion.
Corno se dijo anteriormente, existen dos tipos de uniones por compresión. En las
primeras, las uniones de compresión media, se trabaja en la zona de deformaciones
elásticas de los materiales que participan en la unión. El área necesaria para obtener la
adecuada resistencia al deslizamiento de la unión, se obtienen por la extensión del área
geométrico, resultando piezas de unión y conductores en contacto, proporcionalmente
extensos y voluminosos.
Los representantes típicos de este método, son las prensas apernadas, en sus
diversas modalidades. Sus principales inconvenientes son el gran volumen y ejecución
complicada de las prensas a fin de evitar que se suelten con el uso; todo esto se traduce
en un costo elevado. Su montaje es lento y debe efectuarse en forma cuidadosa.
Para A.T., si bien es cierto, los resultados son más seguros, los métodos empleados
son en general, engorrosos y los puntos aislados resultan de un volumen
considerablemente mayor que el de¡ cable original.
Este tipo de aislación, es ofrecida como "Aislacion Termocompresible Ver fig 2.18
(Heat shrinkable insulation) y se presenta en forma de mangas de diversos diámetros y
longitudes. El secreto del comportamiento de este material reside en que la manga se
construye inicialmente de un diámetro dado y posteriormente mediante un proceso
térmico-químico se la expande de 1,5 a 2 veces al diámetro inicial, a costa de un
adelgazamiento proporcional de las paredes.
En el momento de emplearlo, al aplicarle calor, la manga trata de recuperar su diámetro
y espesor original, hasta donde las dimensiones de los conductores y la unión
sobrelacualva
3. C A L C U L 0 DEC0RT0CIRCUIT0
Determinar el valor de la corriente que circula por los distintos puntos de una
instalación bajo condiciones de falla adquiere una importancia fundamental. El
conocimiento exacto de su magnitud, es imprescindible para el adecuado
dimensionamiento del tablero, protecciones, conductores, etc., de modo que se traduce
en un factor preponderante para obtener una instalación libre de daños imprevistos y
esencialmente segura.
Para calcular las corrientes de cortocircuito bastará entonces determinar que otras
impedancias intervienen en la falla y en que forma están interconectadas y a este
circuito resultante aplicarle la tensión nominal del sistema. 3.1 APORTE
DE LOS MOTORES AL CORTOCIRCUITO
- Seccionar
- Conectar o desconectar en vacío
- Conectar o desconectar bajo carga
- Conectar o desconectar circuitos altamente inductivos
Las funciones indicadas a los distintos aparatos específicos que las cumplen, de
acuerdo a esto tendremos:
Tensión <¡e aial~ento (vi) : es el valor de tensión para el cual la aislaci6n del aparato y
sus elementos constituyentes ha sido dimensionado; este dimensionamiento tiene que
ver con la rigidez dieléctrica de los aislantes usados y con las distancias de fuga
utilizadas en el diseño.
Es usual que los equipos utilizados en nuestro sistema de baja tensión (380/220 V)
tengan tensiones de aislamiento de 660 V o 1.000 V según se fabriquen de acuerdo a
normas norteamericanas respectivamente.
Tensión nominal (Vn) : es el valor de tensión de referencia usado para definir las
restantes características del aparato, así por ejemplo un mismo disyuntor de 100 A
nominales puede tener una capacidad de ruptura de 85 kA a 240 V, 45 Ka a 380 V o 35
Ka a 660 V.
que podrán existir varios valores del Ithe para un mismo aparato, dependiendo del tipo
de caja en que se lo monte.
en donde:
I = Corriente en Amperes
d = Diámetro del conductor en mm.
a = Constante experimental para cada material
La sección que debe tener un hilo fusible para fundirse a determinada corriente, pude
establecer recordando la Ley de Joule, de la cual puede derivar la siguiente expresión:
en donde
Las características de operación de los fusibles, están dadas por las curvas tiempo -
corriente y existe una para cada tipo y capacidad de fusible; estas curvas muestran el
tiempo que el fusible demora en despegar una falla en función del valor de la corriente.
generales de fusibles, lentos rápido - lento y rápido que difieren entre sí por la velocidad
de operación. En las Fig. 4.1 y 4. 1 A se muestran curvas características de distintos
fusibles.
- Instantáneo
- Tiempo definido
- Tiempo inverso
- Tiempo muy inverso
- Tiempo extremadamente inverso
t = 0 para I> Io
t = a para I> lo
t = a/I
t = a/I
t = a/I
Los términos de "Tap y Lever" son también usuales en el trabajo con relés y significan
lo siguiente:
4.5.3.0 Se sabe que una protección no debe operar cuando en la instalación se presentan
sus condiciones normales de funcionamiento considerándose como tales aun aumentos
bruscos de corriente por sobre el valor de la corriente nominal como lo son las
corrientes provocadas por la partida de motores de gran potencia, el encendido
simultáneo de gran cantidad de luminarias o la corriente de conexión de un
transformador designada usualmente como corriente de Inrush.
I inrush = 8 x In
t inrush = 0,1 segundos
Aplicando el criterio IEEE de acuerdo a la normalización nacional, la corriente
nominal máxima de la protección será, de acuerdo a norma NSEC 20 En 78, párrafo
5.2.2.
Ip = 3 In si se usan protecciones automáticas (disyuntores o relés)
I ANSI = 25 x In
t ANSI = 2 segundos
I ANSI = 14,3 x In
t ANSI = 5 segundos
Iansi = In
(Z0(0/1))
corriente de falla monofásica a tierra en el lado secundario vista desde el primario.
I nominal, In = 2890 A
La corriente Inrush
Ip = 3 x 2890 = 8670 A
considerando fusibles
- tiempo de cierre: son los tiempos que le reconectador permanece abierto después de
haber interrumpido una corriente de falla; designándolos por TR1, y TR3
generalmente los valores para ellos varían entre 0,6 y 2,5 segundos para TR1 y
entre 2,5 y 20 segundos para TR2 y TR3. Cada uno de estos intervalos se ajusta en
forma independiente.
4.6.3 ELECCION
Para seleccionar un reconectador se deben considerar tres aspectos básicos, que por
lo demás son inherentes a la selección de toda protección:
- La tensión de servicio del sistema ser menos que la tensión máxima admisible del
reconectador.
- La corriente de plena carga estimada debe ser menor que la corriente nominal del
reconectador.
- La potencia de cortocircuito en el punto de instalación del reconectador debe ser
menor que la capacidad de ruptura de éste.
4.7.1 CLASIFICACION
AC1 aparatos que operan sobre cargas resistivas o de baja inductancia; Ej: Hornos de
resistencia, calefactores infrarrojos, lámparas incandescentes o de descarga.
AC2 aparatos que operan sobre cargas medianamente inductivas, Ej: motores de
inducción de rotor bobinados de rotor bobinado en condiciones de arranque frenado por
corriente inversa y cambio de sentido de giro.
AC3 aparatos que operan sobre cargas inductivas, Ej: partida y desconexión durante
la marcha de motores jaula de ardilla.
AC4 aparatos que operan sobre cargas inductivas en condiciones de servicio pesado;
Ej: Motores jaula de ardilla en marcha breve, con frenado por corriente inversa y
cambio de sentido de giro.
Para aparatos de corriente continua las categorías son:
DCI aparatos que operan sobre cargas constituidas por resistencias puras.
DC2 aparatos que operan sobre cargas mixtas (R y L) ; Ej: partida y desconexión de
un motor en plena carga.
DC3 aparatos que operan sobre cargas mixtas en condiciones de servicio pesado; Ej:
marcha breve de motores con frenado por corriente inversa y cambio de sentido
de giro.
DC4 aparatos que controlan cargas altamente inductivas; Ej: partida y desconexión en
plena carga de motores serie.
DC5 aparatos que controlan cargas altamente inductivas en condiciones de servicio
pesado; Ej: marcha breve frenado por corriente inversa y cambio de sentido de motores
serie.
Los interruptores y contactores para funciones auxiliares la IEC los denomina por
las designaciones AC11 o DC11, según operen en corriente alterna o corriente continua
respectivamente.
Solución: Es la línea auxiliar de In, en el valor 60A se levanta una vertical que
intercepta a una curva útil en un valor del orden de lo maniobras (este valor se obtiene
leyéndola ordenada correspondiente del punto de intersección). Si el valor lo no se
obtiene exactamente se leen las ordenadas del punto de corte con la curva que da el
valor inmediatamente inferior y la que da el inmediatamente superior y siguiendo ambas
curvas hasta el punto en que cortan al eje de abcisas se determina cual es la corriente de
partida que el contactor correspondiente es capaz de conectar. En el ejemplo propuesto
el contactor 7 está ligeramente por debajo de la vida útil solicitada y es capaz de
conectar una corriente de partida de Ip = 260A; a su vez el contactor 8 entrega una vida
útil de 1,5 x 10 tolerando corrientes de partida de Ip = 380 A, considerando que la
corriente de partida del motor en cuestión es de 284A para este caso, aunque ajustado en
su capacidad, el contactor 8 sería la solución. A este mismo resultado se puede llegar
entregando a través de la línea auxiliar de potencia, en este caso levantando la vertical
sobre el valor 30 kW.
- Los catálogos también entregan información para seleccionar contactores
dependiendo de su categoría de servicio. Se dan algunos casos en que un
contactor que opera preponderantemente en una categoría de servicio, por
ejemplo AC3, deba operar esporádicamente en otra categoría, por ejemplo AC4,
en este segundo caso con un múltiplo de In; se habla en este caso de servicio
combinado y la vida útil se puede determinar en este caso mediante la expresión:
Vu= Vu1
Tableros de Paso: Son tableros que contienen fusibles cuya finalidad es proteger
derivaciones que por su capacidad de transporte no pueden ser conectadas directamente
al alimentador subalimentador o línea de distribución del cual están tomadas.
- La referida norma fija también los espesores mínimos de la plancha de acero que
cubre el tablero, cuando es este el material seleccionado para la construcción de
él; estos espesores se fIjan en función del área libre que esta plancha deba cubrir,
área que queda comprendida entre dos elementos estructurales contiguos o la
comprendida entre aristas en el caso de cajas o gabinetes de dimensiones
pequeñas. En la tabla 5.1 se muestran estos valores
5.3.1 Prescripciones CEI
1~ 6. Sumergible (submersible)
Corresponde a una caja o carcaza diseñada para cumplir las exigencias del NEC
(National Electrical Code, EE.UU.)para ubicaciones peligrosas de la Clase I, Grupo D y
construida de acuerdo a las últimas exigencias de UL (Underwriter's Laboratories Inc.).
Ver Capítulo 7.
No hay grado IP comparable.
MM S. Lugares peligrosos
Corresponde a equipos sumergidos en aceite, diseñados en forma similar a la
prescrita para NEMA 7.
No hay grado IP comparable.
Corresponde a carcazas o cajas que cumplen las exigencias de aplicación del NEC
para lugares peligroso Clase II, grupo F y G y diseñadas de acuerdo a las últimas
exigencias de UL.
- No hay grado IP comparable.
NEKA ga. Lugares peligrosos
6.1. GENERALIIDADES
Una idea que con dificultad se ha abierto paso en nuestro medio, es aquella
aceptada como una verdad absoluta en países industrializados y que se refiere a la
aplicación de las más modernas técnicas de seguridad a todas y cada una de las
actividades laborales.
Esta práctica es resistida aún por quienes consideran que el "elevado gasto inicial"
que ella implicaría es un derroche de recursos, sin detenerse a analizar el hecho de que
este "gasto" no es una inversión de las más rentables, puesto que eficientes programas
de seguridad pondrán fin a accidentes, evitando pérdidas por paros de producción, pagos
de seguros, posibles multas por retrasos y muchos otros que cuantificados sobre
períodos no muy largos, pondrán evidencia que el verdadero derroche de recursos es el
no aplicar medidas de seguridad.
En el caso de las instalaciones eléctricas, la fuente más común de accidentes para las
personas, es la presencia de voltaje con respecto a tierra de partes o piezas metálicas que
en condiciones normales están desenergizadas (carcazas de motores, gabinete de
tablero, cubiertas de máquinas, etc.).
La variante de neutralización con conductor de protección requiere de un conductor
extra que va entre la puesta a tierra de servicio y los equipos, ver Fig. 6.3.
En la práctica significará llevar un conductor entre la puesta a tierra de servicio y la
barra de protección de los tableros de la instalación y desde esta barra se derivan los
conductores de protección a cada circuito o equipo individual. El conductor de
conexión con la puesta a tierra se canalizará generalmente separado del conductor del
neutro en forma muy cuidadosa y con una sección considerable de modo que su corte
sea improbable. En el caso remoto que se produzca un corte de este conductor, no se
presentará la elevación de tensión de las carcazas que se presentaban en la variante de
neutralización pura, si bien es cierto, este corte significaría dejar al sistema sin
protección contra tensiones de contacto peligroso.
La condición ideal para emplear este sistema de protección, es llegar con el
conductor de protección hasta la puesta a tierra de servicio de la subestaci6n; esta
solución será siempre posible en el caso de instalaciones con subestaci6n propia, pero
no será practicable en las instalaciones con empalme en BT, salvo en el caso en que las
subestaciones de distribución empleen como puesta a tierra de servicio las matrices
metálicas de agua potable y en la instalación interior el conductor de protección se
conecte a las cañerías interiores de agua; en este caso toda la red de agua pasa a ser
parte del conductor de protección.
Otra posibilidad, es derivar el conductor de protección desde la puesta a tierra de
servicio de cada empalme en las instalaciones interiores, mirando la fig. 6.3. se puede
apreciar que un corte de neutro de la acometida presenta el mismo problema que en el
caso de la neutralización pura, por esta razón, las normas alemanas aceptan esta
solución sólo para empalmes con acometidas de secciones superiores a 10 mm2, es
decir, cuando la posibilidad de corte de la acometida es remota; de modo que la
aplicación de esta alternativa también quedaría excluida en las instalaciones con
empalmes A-6 y A-18 y equivalentes.
A su vez, el NEC (Código Eléctrico Nacional EE.UU) impone otra limitante a la
aplicación de este sistema de protección; para equipos o instalaciones con protecciones
de capacidad superior a 1000 A., debe combinarse este sistema de protección con
protectores diferenciales que limiten la corriente de falla.
La razón de esta exigencia es que al existir protecciones de la magnitud indicada, la
energía liberada en cualquier falla es considerable, puesto que los niveles de
cortocircuitos de la instalación son elevados, y los daños resultantes de una falla a tierra
pueden provocar destrucción de equipos o daños mayores.
El corazón del dispositivo consiste en un transformador d corriente de núcleo toroidal;
esta forma se escogió para lograr e, mejor rendimiento del protector.
Su funcionamiento se comprenderá fácilmente analizando e comportamiento de un
transformador como el mostrado en la Fiq 6.4c., el que tiene su primario dividido en dos
seccione idénticas; si se aplica a cada sección primaria tensiones iguale pero se
interconectan de modo que su polaridad sea sustractiva, e el secundario no se inducirá
ninguna tensión puesto que los flujo primarios se anulan; si una de las tensiones
primarias varía respecto de otra, aparecerá en el secundario una tensión que ser
proporcional a la diferencia de tensiones primarias.
Esta diferencia de tensiones la proporciona la diferencia d corrientes al ocurrir una
falla a tierra, si se conecta e transformador tal como se muestra en la Fig. 6.4d, la
sensibilidad obtenida con un dispositivo como el descrito, es prácticamente ilimitada
por cuanto si resulta poco sensible de por sí, par alguna aplicación específica, basta con
conectar su secundario a u circuito amplificador con la cual se obtendrá la respuesta que
se desee.
En el caso particular de los protectores diferenciales par instalaciones eléctricas se
los construye de sensibilidad de nominales de 30 mA; 300 mA; 400 mA y 500 mA;
todas ellas si necesidad de tener un amplificador incorporado.
De acuerdo a la norma NCh, para la protección de instalaciones domiciliarias, se
deben emplear protectores de 30 mA d sensibilidad nominal; la operación de estos
protectores se producen realidad, con corrientes del orden de 22 mA, en tiempos de
orden de 0,01 seg., con lo cual se brinda una protección absoluta a los usuarios de la
instalación contra el peligro de tensiones d contacto elevadas.