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EQUIDAD
EQUIDAD
Según el marco de PISA 2000 un alumno chileno promedio sólo logra realizar las tareas
más básicas de matemáticas y ciencias. En matemáticas los jóvenes generalmente pueden
completar procedimientos de un solo paso, como reproducir procesos matemáticos básicos o
hacer cálculos simples. Asimismo ellos pueden reconocer información de un texto familiar y
directo en el cual la formulación matemática es explícita. En Ciencias un alumno promedio
puede recordar conocimientos científicos simples como nombres, hechos, terminología o
leyes simples. También puede usar conocimiento científico común para elaborar o evaluar
conclusiones.
Finalmente, en matemáticas y ciencias, así como en lectura, el 25% de los estudiantes con
más bajos rendimientos en Chile alcanzan puntajes más altos que esos mismos estudiantes en
los otros países latinoamericanos que participaron en PISA 2000, salvo México.
2.6. Equidad
Los resultados de las políticas implementadas en los años 90 para mejorar la equidad el
Ministerio de Educación los evalúa de acuerdo a tres criterios: oportunidades para acceder y
permanecer en la escuela y en la educación superior; procesos socio-educacionales; y resulta-
dos de aprendizaje. Con relación al primer criterio, el balance es muy positivo ya que se ha
reducido significativamente la diferencia entre el promedio del número de años de escolaridad
en grupos socioeconómicos altos y bajos. En contraste, el balance es negativo para el segundo
criterio: la segmentación social se ha profundizado, de manera que, en forma creciente, los
estudiantes de sectores socioeconómicos similares asisten a las mismas escuelas. En términos
del tercer criterio, se puede realizar una evaluación positiva ya que el promedio de los resulta-
dos de aprendizaje obtenidos por el 15% más pobre de la matrícula ha mejorado más que el
resto del sistema, y la distancia entre sus resultados en lenguaje y matemática se ha acercado
más a los promedios nacionales.
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Parvularia Básica Media Superior
En la educación básica –niños de 6 a 13 años– el acceso es amplio en todos los grupos so-
cioeconómicos, llegando a ser prácticamente universal para todos los quintiles de ingresos
(sobre 97%)21.
Los avances en la equidad de acceso y permanencia en la escuela son más claramente visibles
en la enseñanza media (para jóvenes de aproximadamente 14 a 17 años de edad). En primer
lugar, la cobertura de este grupo en 1990 fue de 77%, mientras que en 2002 fue de 87%.
Este drástico incremento en cobertura benefició principalmente a los dos quintiles más pobres
de la población escolar. La diferencia de matrícula en la enseñanza media entre los quintiles
más pobres y ricos se redujo del 20% en 1990, a 16% en 2000.
21 Chile alcanzó cobertura universal en el nivel básico en la primera mitad de la década de 1970.
22 El acceso a la educación media entre los dos quintiles más pobres en 1990 fue de uno de cada 14 y uno de cada 25 estudiantes.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 94
El principio de que las políticas educacionales debían tener el carácter de políticas de estado, más
allá por tanto de los plazos de un gobierno y de las divisiones partidarias, se plasma, a lo largo
del período 1990-2004, en una política de acuerdos gobierno-oposición sobre educación, que
otorga respaldo nacional a las iniciativas mayores en el sector. Esta tiene como hitos mayores :
a) el diagnóstico y propuestas de cambio de una políticamente plural Comisión Nacional de
Modernización de la Educación, convocada por el Presidente de la República en 1994, que
contribuye a sistematizar y concordar entre las dirigencias política, empresarial y educacional
del país, las tareas nacionales en educación (Comisión Nacional de Modernización, 1995); b)
los acuerdos Gobierno-Oposición, para el financiamiento e implementación de la extensión de
la jornada escolar (1997), que incluyeron acuerdos sobre mantención del IVA y reglamentación
de inversiones públicas en establecimientos de propiedad privada (Ley 19.532 sobre Jornada
Escolar Completa, de 1997); acuerdo gobierno-oposición para modificar la Constitución y
establecer 12 años como la duración de la educación obligatoria (2003).
Los hitos reseñados deben ser además puestos en un contexto de consenso sobre el alza soste-
nida del gasto en educación –aprobada en el parlamento año a año–: los sucesivos gobiernos
otorgan máxima prioridad al sector educativo y asignan recursos en forma acorde con esta
definición, incluso cuando el crecimiento del PIB disminuye y se ajusta el gasto público,
como ocurre en 1998 y 1999.
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23 Para un análisis de las alianzas y conflictos entre actores durante los 90’ , no solo gobierno/oposición, sino también entre “técnicos y políticos”; o entre los docentes
y el Ministerio, ver, J.Eduardo García-Huidobro (2001).
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En los cinco Diálogos Ciudadanos por la Calidad de la Educación realizados en las ciudades
de Puerto Montt, Concepción, Valparaíso, Antofagasta y Santiago, se reunieron en total 1.165
personas, distribuidos en los siguientes estamentos: 185 Estudiantes (16%); 187 Padres y
Apoderados (16.3%), 276 Representantes de Centros de Padres y Apoderados (23.7%), 96
Directores de escuelas, (8.2%), 296 Profesores (25%), 37 Expertos en Educación (3.2%), 10
Representantes del colegio de profesores (0.85%), 54 Representantes del Gobierno Regional
(4.6%); 16 Representantes Municipales (1.4%), 3 sostenedores (0.25%), y 5 empresarios
relacionados con la educación (0.43%). Entre estas personas cabe destacar la participación
muy similar de hombres y mujeres.
La metodología de los Cinco Diálogos contempló una “feria de ideas” que se realizó al inicio
de cada evento, con el propósito de identificar el listado de temas de mayor relevancia e im-
pacto en la calidad de la educación escolar del país. Estos temas fueron luego priorizados por
los participantes, y en torno a cada uno se organizaron mesas de trabajo, donde se analizó
un solo tema por mesa, siendo éste elegido según el nivel de aceptación de los diversos temas
en el total de participantes. Se organizaron en total 95 mesas de discusión, cuya distribución
temática fue la siguiente:
Sobre los cuatro temas más comúnmente seleccionados por los Dialogos –familia-escuela ,
recursos y necesidades en los colegios, profesores, y administración y gestión–, se resumen a
continuación las propuestas de los participantes.
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• Que la escuela implemente espacios que articulen la relación familia escuela, como por
ejemplo fortaleciendo los consejos escolares, abriendo las puertas de la escuela, generando
espacios de comunicación entre los distintos estamentos de la comunidad educativa.
• Realizar una campaña pública, a través de los medios de comunicación, que fomente
la preocupación de la familia por la educación de sus hijos,
• Creación de un sistema que permita que los padres suscriban con el colegio un com-
promiso por la calidad de la educación de sus hijos.
• Sumar a los padres en las definiciones de los planes educativos de los colegios, y espe-
cialmente en actividades que convoquen a padres, hijos y profesores.
• Contar con recursos humanos distribuidos en forma equitativa para cada comuna y
cada establecimiento, los que deben estar en correcta sintonía con la cantidad y calidad
de los estudiantes.
• El equipo de gestión debe dar cuenta pública de los recursos que son intangibles.
• Acreditación y control que asegure por parte del Estado una buena preparación de
profesores.
• Apoyo profesional a los profesores para poder abordar la gran cantidad de alumnos.
• Entregar información por parte del ministerio acerca de los deberes y derechos de los
Centros de Padres y Alumnos.
• Crear una ley que exija la conformación de Centro de Padres y Apoderados elegidos
democráticamente.
En lo que sigue se describirá concisamente las conclusiones de las dos primeras Comisiones,
así como la fundamentación y términos de referencia de las Comisiones actualmente en
ejercicio.
Una Comisión convocada por el Ministro de Educación para analizar el Sistema de Medición
de la Calidad de la Educación (SIMCE) trabajó durante quince sesiones entre los meses de
junio y octubre del año 2003. Durante estas sesiones se recogieron antecedentes y testimonios
para llegar a un diagnóstico acabado sobre el SIMCE, se consultaron experiencias de sistemas
de medición a nivel internacional para lo cual se desarrolló un seminario sobre experiencias
internacionales en sistemas de medición y finalmente, se acordaron recomendaciones para
incrementar el impacto de la medición en los resultados de aprendizaje24.
• Establecer recomendaciones sobre el rol estratégico que debe cumplir el Sistema de Medi-
ción para contribuir de manera efectiva al mejoramiento de la calidad de la educación.
24 En el Anexo de este Informe se encuentra el documento completo emanado de la Comisión Simce titulado: “Evaluación de Aprendizajes para una Educación de
Calidad, Diciembre 2003.
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• Es utilizado por los docentes para el análisis de los resultados de sus establecimientos,
sin embargo, ellos demandan que la información reportada tenga mayor significado
para orientar sus prácticas pedagógicas. Específicamente, que describa de qué son o
no capaces sus alumnos y que señale si los resultados alcanzados son o no suficientes.
Además de lo anterior, existe una brecha de formación que dificulta que los docentes
comprendan y utilicen los resultados de las mediciones, dado que estas materias son
insuficientemente abordadas en su formación inicial y permanente.
• Se hace necesario buscar canales más expeditos de información hacia los apoderados de
modo que su uso no se vea obstaculizado por una restricción de acceso a la información.
Es necesario evitar las consecuencias no deseadas e incentivos distorsionadores que son
facilitados por el uso de resultados del SIMCE. La Comisión recogió la preocupación
por el impacto de prácticas de exclusión y selección de alumnos con bajo rendimiento y
por una cierta tendencia a concentrar los mejores recursos y esfuerzos en las generaciones
evaluadas por el SIMCE, en desmedro de las demás.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 102
La Comisión recomendó mantener los rasgos centrales del SIMCE y realizar los siguientes
cambios (ordenados según prioridad):
• Mejorar y hacer más efectivos los canales de información para promover rendición de
cuentas y responsabilización por ellos y favorecer además el mejoramiento pedagógico.
Concretamente, se propone entregar información sobre los resultados de establecimien-
tos según sostenedores e información directa a los apoderados sobre los resultados del
establecimiento de sus hijos.
• Por otra parte, se sugirió avanzar hacia la liberación de las pruebas administradas de
modo que los docentes puedan conocer las preguntas y contar con instrumentos que
ellos mismos puedan administrar a sus alumnos. En este sentido, se recomendó elaborar
y dar a conocer instrumentos estandarizados para niveles intermedios no evaluados por
el SIMCE.
La Comisión convocada por el Ministro de Educación, trabajó durante 20 sesiones entre los
meses de marzo y junio de 2004; a dicha Comisión le fue encomendada la misión de elaborar
un marco conceptual y recomendaciones que orienten e iluminen el diseño de las futuras
políticas educacionales del sector.
• Las escuelas especiales representan la opción con mayor trayectoria, y la que concentra,
hasta la fecha, el porcentaje más alto de matrícula de alumnos con necesidades educativas
especiales, habiendo además duplicado su matrícula en los últimos cinco años.
• No obstante estos importantes avances, existen algunos aspectos centrales que actual-
mente afectan el acceso y la equidad en educación. Aún cuando no se cuenta con cifras
confiables, se constata que existe un porcentaje significativo de niños y jóvenes con
discapacidad que no tiene acceso a escolarización en ninguna de las opciones actualmente
disponible. A su vez, son restringidas las alternativas educativas para la población de
niños entre los 0 y 4 años, y sobre los 26 años, las alternativas de formación permanente
son extremadamente limitadas.
• Las limitaciones de recursos de apoyo profesional son otro aspecto de alta preocupa-
ción. En este sentido, son notorias las dificultades que aún enfrentan los docentes y
otros profesionales de la educación regular y especial, para constituirse en equipos de
trabajo multidisciplinario en una interacción de colaboración y apoyo. A ello se suma
la escasez, especialmente en algunas regiones del país, de los equipos multiprofesiona-
les del Ministerio de Educación, una de cuyas funciones es promover y apoyar dicha
colaboración.
• “Transformar el enfoque, rol y funciones de las actuales escuelas especiales para transitar
hacia un sistema educativo único y diversificado”. Se recomienda que las escuelas espe-
ciales se organicen como cualquier establecimiento educativo, superando su condición
de modalidad paralela a la educación común.
• “Adopción del currículum común, para la educación de todas las personas que presentan
necesidades educativas especiales, y cambiar el enfoque y los mecanismos de diagnóstico
y evaluación a fin de que sirvan para determinar los recursos y ayudas necesarias para
optimizar los procesos de desarrollo y aprendizaje de los alumnos”. Se recomienda más
específicamente la eliminación de los actuales decretos que establecen planes y programas
de estudios por discapacidades, generando, desde la unidad de currículum y evaluación
del Ministerio de Educación orientaciones sobre cómo adaptar o diversificar los planes y
programas de estudio en sus diferentes niveles educativos. Asimismo, se sugiere flexibilizar
los mecanismos de promoción y certificación de los alumnos que presentan necesidades
educativas especiales a fin de facilitar su egreso del sistema escolar y posterior acceso al
mundo laboral.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 106
La familia y el sistema escolar, como subsidiario de ésta, están llamados a acompañar y orien-
tar –de común acuerdo– el proceso formativo en afectividad y sexualidad. A partir de este
convencimiento, el Ministerio de Educación tiene el deber de fijar las políticas educativas que
favorezcan el desarrollo y aprendizaje armónico e integral de la sexualidad, con la participación
de la familia. Lo anterior abarca el ámbito curricular, la gestión escolar, la vinculación con la
comunidad local (municipio, iglesias, organizaciones comunitarias) y también la articulación
con las políticas intersectoriales del Estado
Producto de los cambios sociales y culturales que se han producido en Chile el Ministro de
Educación consideró oportuno convocar en el mes de junio del presente año a una Comi-
sión de personalidades cuyo propósito será revisar la Política de Educación en Sexualidad
del Ministerio de Educación, ponderar lo realizado durante los últimos diez años, evaluar su
pertinencia hoy, sugerir y proponer modificaciones a esta política pública para mejorarla y
ponerla a disposición de todas las comunidades educativas del país. Asimismo recomendar
medidas aplicables en plazo inmediato y mediato.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 107
• Elaborar recomendaciones respecto de los objetivos y líneas de acción que debiera con-
templar la Política de educación sexual del Mineduc, a la luz de la experiencia acumulada
en la última década.
• Elaborar sugerencias respecto del rol estratégico que le compete al Ministerio de Edu-
cación en la implementación de la educación sexual a nivel escolar, considerando el rol
subsidiario que éste cumple respecto de la familia.
La Comisión tiene programado sesionar hasta mediados del mes de octubre, y tiene como
referente fundamental un Informe denominado “Documento de Trabajo de la Comisión
Consultiva para la revisión y actualización de la Política de Educación en Sexualidad” que se
adjunta en el Anexo de este Informe.
Los inicios del nuevo siglo están marcados por un clima cultural de cambios acelerados en
la relación de los jóvenes con lo público y su compromiso con la sociedad. Junto a nuevas
formas de expresión del compromiso ciudadano, que parecen tener los ámbitos de la expresión
cultural y solidaria como focos, hay signos de distanciamiento con el orden político y sus
instituciones, y tendencias culturales privatizadoras profundas.
Las bases culturales de la ciudadanía moderna, que tienen en la educación un soporte fun-
damental, deben ser examinadas a la luz de lo que la sociedad está hoy día viviendo como
profundos cambios: en el ámbito de la familia, el trabajo, la cultura y la política.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 108
En función de esto es que el Ministerio de Educación convocó a fines del mes de julio de
2004, a una Comisión externa de alto nivel, para que a través del conocimiento de sus
miembros, consultas a otros, y su propia deliberación, llegue a formular propuestas sobre
los hábitos ciudadanos que es necesario formar en el sistema escolar, y los mejores caminos
o medios para lograrlos.
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Introducción
A continuación se abordarán brevemente cada uno de los tres desafíos señalados, refiriendo
las características fundamentales del desafío y las respuestas de política en curso.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 113
El tema fundamental de políticas referidas a los docentes consiste en el alza de sus capacidades
para trabajar en forma efectiva un currículum con mayores exigencias, instrumental para
obtener resultados de aprendizaje sustantivamente más altos que los vigentes. Resultados
que, al mismo tiempo, alcancen a todo el alumnado, con independencia de sus puntos de
origen. Desde ambas perspectivas, calidad y equidad, las capacidades docentes constituyen
un tema focal. Al respecto, tanto la evidencia nacional e internacional, proporcionadas por
las pruebas SIMCE, TIMSS y PISA, revela un relativo estancamiento de los promedios
nacionales de logro; así como mantención de las diferencias entre alumnado de diferentes
estratos socio-económicos.
Los resultados SIMCE, como los obtenidos en las pruebas internacionales de referencia,
dependen de la experiencia escolar como del origen socio-familiar de los alumnos. Sobre el
primer factor, las características de la docencia determinan la mayor proporción del “efecto
escuela”. Sobre esto el Informe OCDE referido es particularmente explícito: “O las políticas
futuras abordan con fuerza y en forma sistemática el problema de la preparación de los docentes,
con especial foco en su conocimiento de las disciplinas, o los límites que hoy experimenta la
educación Chilena respecto a sus resultados de aprendizaje promedio no serán trascendidos”.
(OCDE, 2004).
Los siguientes índices del estudio TIMSS se basan en las respuestas de los propios profesores
sobre cuán preparados se sienten para enseñar las diferentes materias incluidas en matemáticas
y ciencias (TIMSS 8° básico del año 1998).
En matemática, el 45% de los estudiantes es formado por profesores que declaran tener poca
confianza en su preparación para enseñar la materia. Este porcentaje es casi tres veces más
alto que el promedio internacional (14%). En ciencias, el gráfico indica que el 66% de los
estudiantes tienen profesores que declaran poca confianza para enseñar la materia, contra un
promedio internacional de 39%.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 114
Un análisis más detallado de la evidencia proveniente del sistema evaluativo AEP revela baja
estructuración de las planificaciones de clases, secuencias no explícitas de aprendizaje y baja
consideración al uso más eficiente del tiempo, rasgos todos comprobadamente constitutivos
de la pedagogía típica en las escuelas efectivas. (UNICEF, 2004).
“Enseñanza: En esta área, lo más importante del rol docente –enseñanza de contenidos,
habilidades, valores, logro de aprendizajes– la evidencia sugiere procesos de “transición” y
“mezcla”. Así, la evaluación del MECE-Media concluyó que había presencia de prácticas
innovadoras y tradicionales y que entre estos dos polos, no predominantes en su forma pura,
se encontraba una situación más típica, que caracterizó como prácticas de transición. Estas
combinarían una mejor relación con los alumnos y sus contextos de vida, mejorando la rela-
ción pedagógica y haciéndolos más activos, pero con una intencionalidad educativa difusa.
La evidencia disponible sobre las prácticas docentes en el nivel básico sugiere conclusiones
similares. El Audit Report del Banco Mundial sobre el MECE-Básica (World Bank, 2000)
concluye que en las salas de clase típicas de este nivel (tanto municipales como privadas sub-
vencionadas) se puede observar la predominancia de un nuevo patrón, cuyos rasgos incluyen
mayor actividad de los alumnos que en el pasado, cercanía en las relaciones de éstos con sus
maestros, y variedad y riqueza en el uso de recursos de aprendizaje, pero el conjunto adolece
de foco en el logro de los objetivos de aprendizaje. Esto revela cierto dinamismo enmarcado en
nuevas relaciones sociales y sensibilidad al contexto vital de los alumnos, pero que permane-
ce débilmente conectado con las metas de aprendizaje. (Ministerio de Educación, Country
Background Report a la OCDE, 2003).
Lo señalado parece ser confirmado por los alumnos, que al responder a unos de los Cuestionarios
de la Prueba PISA en 2001, sobre características de su trabajo en clases, prácticamente el 50%
de ellos manifestó que en ellas había “ruido y desorden”, como revela el Cuadro siguiente.
1 El programa AEP del Ministerio de Educación evaluó en 2002 y 2003 a un total de 2.841 profesores del primer y segundo ciclo de la enseñanza básica, quienes
participaron voluntariamente en un proceso de evaluación requerido para acreditar a “profesores de excelencia”, que con ello se ganan un bono salarial significativo.
El proceso evaluativo incluye: una prueba con preguntas abiertas y de selección múltiple, tanto de contenidos disciplinarios como de pedagogía; la preparación de
un portafolio de evidencia sobre capacidades de Planificación y Evaluación de Clases, y Práctica Docente en Aula (que incluye entre otros elementos, la filmación
de una clase completa) . La evaluación AEP ha sido llevada a cabo por un equipo experto conjunto de la Escuela de Psicología de la U.Católica de Chile, y de la
Facultad de Economía de la Universidad de Chile.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 116
Cuadro 1: Prueba Internacional PISA. La disciplina en clases vista por los alumnos.
¿Con qué frecuencia ocurren las siguientes situaciones en tus clases de En casi todas las clases o en
Lenguaje? todas las clases
Chile OCDE
a. El profesor tiene que esperar mucho tiempo para que los alumnos se callen 40,6% 31,7%
l. Los alumnos no pueden trabajar bien 22,8% 20,1%
m. Los alumnos no prestan atención a lo que dice el profesor 26,9% 24,2%
n. Los alumnos empiezan a trabajar mucho después de haber comenzado la clase 33,6% 26,0%
p. Hay ruido y desorden 49,0% 29,9%
q. Al comienzo de la clase, pasan más de 5 minutos sin que hagamos nada 44,1% 39,1%
Fuente: OCDE/UNESCO-UIS, (2003) Literacy Skills for the World of Tomorrow. Further results from PISA 2000.
RESPUESTAS DE POLÍTICA
A partir del año 2000, al comprobarse la estabilidad de los promedios nacionales de resultados
de aprendizaje, medidos por el SIMCE en el nivel básico, lo señalado experimenta un giro
importante, respecto de la formación inicial como de las políticas referidas a la docencia en
ejercicio.
Como se refirió en el Capítulo 2, durante la década de los años Noventa ha habido un me-
joramiento consistente, aunque leve, de los resultados de aprendizaje a nivel nacional, tanto
en la enseñanza básica como secundaria. Este avance ha sido más significativo para alumnos
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 118
Como se informó en el Capítulo 2, el SIMCE agrupa a los establecimientos que rinden las
pruebas de acuerdo a las características socioeconómicas predominantes de los alumnos,
considerando los años de estudio promedio del padre y de la madre, el ingreso familiar y un
Índice de Vulnerabilidad escolar del establecimiento. En el Cuadro 2 se consideran sólo la
educación de la madre, el ingreso familiar y el gasto promedio mensual en educación, así como
la presencia de las diferentes categorías socioeconómicas en los tres tipos de establecimientos
escolares del país, para el SIMCE 2002 (4° año básico).
Gasto Número
Matrícula
Ingreso Familiar Matrícula Matrícula y y peso
Grupo Años y % en
familiar en y % en % en colegios porcentual
Socio estudio colegios
(pesos por Educación colegios particulares del grupo en
económico madre particulares
mes) (pesos por municipales subvencionados el total de la
pagados
mes) matrícula
Los datos del Cuadro 2 revelan las dimensiones socioeconómicas tras la estructura tripartita
(municipal, privado subvencionada, privada pagada) de la organización por dependencias
administrativas del sistema escolar: aproximadamente un 80% de la matrícula correspondiente
a los grupos Bajo y Medio Bajo (a la vez correspondiente a un 42% del total), tiene madres
sin su escolaridad completa, ingresos familiares entre 100.000 y 130.000 pesos mensuales
y asiste a la educación municipal; el grupo medio (37% del total de la matrícula), se divide
casi por mitades entre la educación municipal y la privada subvencionada (47.6 y 52.3%,
respectivamente), con madres con 11 años de educación e ingresos familiares mensuales
cercanos a los 200.000 pesos. Los grupos medio alto y alto, se educan mayoritariamente en
establecimientos particulares, subvencionados o pagados, y exhiben diferencias educativas y
de ingreso sustanciales respecto al resto.
El Cuadro 3 a su vez, presenta los resultados promedio en las pruebas nacionales de Lenguaje,
Matemática y Comprensión del Medio de cada uno de los grupos descritos, para 4° básico
2002, por categoría de escuela a la que asisten2.
Cuadro 3: Promedios SIMCE, por Grupo Socioeconómico y Tipo de Establecimiento SIMCE 4° Básico -2002.
En el conjunto de los grupos bajo, medio bajo y medio (79% de alumnos del país), se cons-
tata que:
• La diferencia entre los grupos bajo y medio, para el mismo tipo administrativo de
escuelas, varía entre 19 y 43 puntos. En cambio, la diferencia entre establecimientos
municipales y particulares subvencionados, para un mismo grupo, varía entre 1 y 13
puntos.
2 Este análisis de los promedios de 4° básico por grupo socioeconómico y tipo de establecimiento es complementario al análisis de los resultados de 8° básico
realizado en el Capítulo 1 de este documento. La redundancia en este caso se justifica en pro de especificar empíricamente las dimensiones de la inequidad que la
educación escolar busca contrarrestar.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 120
En el marco de una reforma tributaria de fines de 1993, se permitió a las escuelas básicas
particulares subvencionadas (no así a las municipales) y a los liceos municipales y particulares
subvencionados, exigir un pago a las familias, que se agrega a la subvención fiscal, como for-
mula de financiamiento compartido. Pasado cierto límite en el cobro a la familia, disminuye la
subvención proporcionalmente. En el año 2000, el total recaudado gracias a este mecanismo,
alcanzó a USD 152,5 millones, cobrados por 1.530 establecimientos participantes de esta
modalidad de financiamiento (con una matrícula total de 975.000 alumnos, equivalentes a
un 30% del total de alumnos del sistema escolar subvencionado). En ese mismo año, el cobro
mensual promedio en el sistema municipal fue de 1.840 pesos , y en el sistema particular
subvencionado de 8.125 pesos3.
(*) Unidad de Subvención Educacional es una unidad de medida del aporte estatal por alumno asistente a clases mensual. El aporte estatal es un producto
entre la USE y un factor que varía según modalidad y nivel de enseñanza (USE*factor). En 2003, en la educación básica la USE llegó a $ 12.246 men-
suales, la que multiplicada por el factor del caso resultaba en un pago de aproximadamente $ 22.000 por alumno –en el caso de los establecimientos sin
Jornada Escolar Completa–. La segunda columna del cuadro (Descuento) muestra el porcentaje de la subvención que es descontado por el estado, el que
es creciente con el cobro medio a las familias (identificado en la primera columna). La columna de aporte fiscal indica el porcentaje de este descuento que
es colocado por el estado a disposición del establecimiento para financiar las becas. La última columna indica el porcentaje de los ingresos de las familias
que el sostenedor debe aplicar al fondo de becas, y representa un subsidio cruzado de las familias que pagan más hacia las que se les cobrará menos que
el promedio. El fondo de becas mínimo de cada establecimiento es la suma de las últimas dos columnas.
Dos tipos de evidencia macro señalan en la dirección de una probable mayor segmentación
social del sistema escolar, a pesar del mecanismo de becas descrito, orientado a la neutralización
de la misma . En primer término, el aumento del número de establecimientos particulares
subvencionados se mantuvo estable entre 1985 y 1994. A partir de ese año (en que comienza a
operar la fórmula de financiamiento compartido), se reinició el proceso de creación de escuelas
particulares subvencionadas: entre 1994 y 2001 se fundaron poco más de 800 escuelas de este
tipo, con un aumento del total de la matrícula particular subvencionada que pasa de 32.5%
en 1995 a 37.3% del total en 2002 (mientras que la proporción municipal de la misma baja
de 56.8% a 52.8% en el mismo periodo –ver Capítulo 1, Cuadro 5)4. Por otro lado, según
datos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional, CASEN, mientras en 1987
(año más antiguo del que se posee información comparable) un 29% de los niños de familias
del quintil más rico asistía a escuelas municipales, en 2000 sólo un 11% de ellos asistía a estas
escuelas. Esta “fuga” de las escuelas municipales se da incluso en los sectores de ingresos inter-
medios (quintiles IV y III): en 1987 un 54% de sus hijos asistió a establecimientos municipales,
mientras que en 2000 sólo un 38% lo hizo. (García-Huidobro, Bellei, 2003).
Los distintos tipos de escuelas del sistema tripartito de Chile han ido concentrando alumnos
de diferentes niveles socioeconómicos: junto a las dinámicas de la demanda de las familias
para seleccionar escuelas (principio de elección instaurado en 1981), las escuelas mismas se-
leccionan a las familias y alumnos. Existe fundada evidencia de que las escuelas privadas, por
sus procedimientos de selección (pruebas de conocimientos y test sicológicos) y expulsión de
alumnos (exigencia de rendimiento mínimo, sanciones disciplinarias drásticas) seleccionan a
los estudiantes más capaces y evitan a los alumnos con problemas de aprendizaje o conducta5.
El efecto de “descreme” de la educación municipal afectaría a los alumnos de este sector: al
emigrar los mejores alumnos al sector particular, se produciría un deterioro en las condiciones de
aprendizaje de los que quedan (“efecto pares”), impidiendo el alza del rendimiento del sistema
en su conjunto (Carnoy y McEwan, 1997; Hsieh y Urquiola, 2001; González, 2002).
4 El año 2000 el 93% de esos establecimientos correspondientes al 90% de su matrícula tenía financiamiento compartido (incluyendo básica y media). No hay aumento
en el número de establecimientos municipales en el período 1980-2000; y leve en el de la categoría de privados pagados.
5 Ver por ejemplo Los efectos del sistema de subvenciones escolares en el logro estudiantil: un estudio empírico, Martin Carnoy y P.McEwan, Stanford University, 1998;
y Gauri, Varun School choice in Chile. Two decades of educational reform. Pittsburg University Press, 1998.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 122
El desafío vigente de la equidad educativa como prioridad política es doble: aumentar el impacto
de políticas dirigidas a expandir las oportunidades de acceso y permanencia en la educación
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 123
media y superior para los grupos más pobres, y enfrentar efectivamente la segmentación
social de los contextos escolares y resultados de aprendizaje. Como se refirió, los programas
de apoyo específico para las escuelas, aunque son efectivos, no son suficientes para reducir las
desigualdades cuya naturaleza es más estructural y demandan un nuevo enfoque sistémico.
Para mejorar el impacto de las medidas que intentan compensar las desigualdades socio-
educacionales, una ley estableció en el año 2002 nuevas normas que afectan la estructura del
financiamiento permanente de los establecimientos que atienden a la población más pobre.
Para garantizar los 12 años de educación para toda la población, en 2002 se promulgó una
ley que establece un subsidio diferenciado para la población escolar de las familias de escasos
recursos. Este es un subsidio adicional focalizado que se agrega a los regulares y al conjunto
de apoyos estatales que involucran refuerzo financiero y técnico para las escuelas gratuitas
o de bajo costo a las que asiste la vasta mayoría de la población. Este subsidio conecta dos
políticas prioritarias:
• reforzar la retención exitosa de los estudiantes, y
• reforzar la asistencialidad proporcionada a quienes viven en extrema pobreza.
Este subsidio introduce nuevas formas para aplicar la política educacional y social, y fortalece
otras que han gozado de amplio apoyo: i) se focaliza en el logro de un objetivo específico
y una población claramente identificable que requiere asistencialidad prioritaria; ii) el pago
está directamente vinculado a los resultados, en este caso, asegurar la presencia continua de
los estudiantes en el establecimiento; iii) combina el rol proactivo del estado con la iniciativa
de sostenedores públicos y privados; iv) los montos se elevan a medida que los estudiantes
progresan en el establecimiento, estimulando así la completación de los estudios; v) refuerza
la responsabilidad por atraer y retener estudiantes de los sectores más necesitados; vi) reconoce
y estimula un compromiso para velar por grupos indigentes.
Desde un punto de vista presupuestario, este subsidio comenzó a pagarse en 2004 y llegará
a su completa aplicación en 2007. Esto beneficia a jóvenes procedentes de familias pobres,
quienes continuarán estudiando desde 7° básico hasta 4° medio, lo que se estima beneficiará
a unos 126.000 jóvenes para el 2006. Los sostenedores que reciben estos estudiantes recibi-
rán un subsidio pro-retención anual adicional de acuerdo a la siguiente escala: US $70 por
alumnos para 7° y 8° básico; US $ 112 para 1° y 2° medio; US$ 140 para 3° y 4° medio; y
US $ 169 por año por alumno que se gradúe de 4° medio6.
6 Para el 2003 (se paga en 2004) esta asignación representó recursos cercanos a los 2,5 millones de dólares. El número de estudiantes beneficiados alcanzó a
aproximadamente 19.000.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 124
Una ley, que luego de dos años de discusión en el parlamento está en su fase última de apro-
bación, busca complementariamente a la medida anterior, corregir la creciente segmentación
social presente en el sistema escolar chileno.
La ley establece, como ya se refirió, que todo centro escolar que recibe aporte estatal (sub-
vención), deberá progresivamente incorporar, si así lo demandan las familias que postulan
al mismo, al menos un 15% de alumnos en situación vulnerable dentro de su matricula.
La nueva norma busca neutralizar prácticas de selección de alumnos (y familias) por los
establecimientos, así como mejorar la integración social de los contextos de aprendizaje en
la educación subvencionada, con consecuencias positivas sobre la formación ciudadana y los
aprendizajes, al mejorarse el efecto “grupo de pares” –por mayor heterogenidad e integración
del grupo-curso–.
Al respecto, los resultados del estudio PISA para Chile señalan que, “el promedio del nivel
socioeconómico y cultural de la escuela es el factor que más explica las diferencias entre el
puntaje de los estudiantes, y tiene un mayor valor predictivo que el nivel socioeconómico
y cultural en el nivel individual. Los establecimientos chilenos se caracterizan por reunir a
estudiantes de similares características socioeconómicas y culturales. Las características de estos
aspectos de las familias de los estudiantes son prácticamente imposibles de modificar por las
escuelas o el sistema educacional, pero sí es posible tender hacia una mayor integración de
estudiantes de distintos niveles socioeconómicos en la escuela”7.
La medida legal referida –ya aprobada por la Cámara de Diputados y el Senado–, apunta
directamente a neutralizar los efectos de las dinámicas segmentadoras actualmente operantes
en el sistema educacional del país.
Una de las mayores dificultades detectadas para el mejoramiento de la gestión escolar se encuen-
tra asociada a las conexiones entre sostenedores (administradores municipales o propietarios
privados), la escuela y el Ministerio de Educación y sus políticas y programas de fomento
(OCDE 2004). Se observa que existe desconocimiento por parte del sostenedor municipal de
proyectos de la escuela en términos de actividades y recursos humanos asignados, que no hay
espacios efectivos de encuentro para plantear necesidades y requerimientos, ni unas “reglas
de juego” que favorezcan la conectividad entre los componentes del sistema.
7 Competencias para la vida: resultados de los estudiantes chilenos en el estudio PISA 2000, Unidad de Currículo y Evaluación, MINEDUC, Junio 2004.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 125
sea en general escaso. La escasa relación del Ministerio de Educación y sus programas con
el sostenedor de la escuela incide en un bajo nivel de co-responsabilidad en los compromi-
sos asumidos. El bajo nivel de compromiso del sostenedor limita de manera importante la
permanencia en el tiempo de los efectos de los programas e iniciativas, ya que al terminar
la intervención del programa ministerial en la escuela, el sostenedor debe convertirse en la
instancia que debe motivar a continuar con las iniciativas, instrumentos y estrategias instau-
radas. Por lo tanto, si esta instancia no se ha hecho parte durante el proceso de desarrollo
del programa, difícilmente podrá promover la continuidad una vez terminado el programa
o extender efectos de las iniciativas en la gestión educativa, a nivel comunal, más allá de las
escuelas directamente involucradas.
Los 342 municipios del país tienen diferentes problemas respecto al financiamiento de la
educación. En general, los gastos corrientes en la educación municipal se financian con la
subvención más recursos propios del municipio. Entre los que aportan recursos propios,
se encuentran aquellos que han priorizado el sector educación y han mejorado el servicio,
situación que alcanza aproximadamente a un total de 84 municipios. En otros, los recursos
propios han servido exclusivamente para sumarse a la subvención y financiar la educación
municipal, situación que es común en más del 50% de los municipios.
Entre los casos más críticos se encuentran los establecimientos con niveles más altos de po-
breza, con desplazamiento permanente de su población y por ende, con una disminución de
matrícula, lo que genera disminución de la fuente principal de financiamiento y un endeu-
damiento que se proyecta en el tiempo.
Esta situación crítica afecta especialmente a cerca de 70 municipios en zonas aisladas, con
poca población o en sectores de mayor vulnerabilidad.
Por último, otro factor que afecta a los municipios es el tipo de gestión del servicio educacional
y de los recursos municipales, lo que debe analizarse en forma independiente a la disponibi-
lidad de recursos para educación. Las situaciones anteriormente descritas, se diversifican con
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 126
las formas de gestión en desarrollo, lo que implica que un mejoramiento de los resultados en
el servicio educacional pasa por introducir modificaciones en esta materia.
COHERENCIA
ESCALA
Por otro lado, el hecho de que la administración de las escuelas esté en manos de sostenedores,
con un nivel de heterogeneidad enorme, desde los particular subvencionados hasta los diferentes
tipos de municipalidades genera serios problemas de ineficacia e inequidad, pues mientras
más pobre y aislada la población escolar, es decir, mientras más necesitada del mejor servicio
educativo, es más probable que su educación esté administrada con recursos humanos, ma-
teriales y financieros insuficientes. Estas desigualdades se refieren tanto a capacidades técnicas
como a disponibilidad de recursos financieros. En especial, las administraciones municipales
de educación varían sensiblemente en cuanto a sus capacidades técnicas según características
estructurales de las municipalidades a las que pertenecen. Muchos municipios no tienen un
tamaño mínimo aconsejable que les permita dotarse de los recursos humanos suficientes para
cumplir en forma óptima lo que se le pide a un sistema de administración escolar, enfrentado a
problemas de enorme complejidad. La realidad es que las tres cuartas partes de los municipios
del país tienen menos de 50.000 habitantes y que dos tercios de los mismos posee menos de
25.000. Hasta el momento, no existen asociaciones de municipalidades que agreguen sus recursos
para alcanzar una escala operativa viable que les permita gestionar eficiente y efectivamente
escuelas pequeñas en zonas de relativo aislamiento geográfico. Estas desiguales capacidades
de gestión determinan niveles muy heterogéneos de aprovechamiento de las oportunidades y
de las herramientas puestas a disposición de los sostenedores por la Reforma Educacional o
por otras agencias de inversión pública. Así, por ejemplo, el rol del Plan Anual de Desarrollo
Educativo Municipal (PADEM)9 va desde verdaderos planes comunales de educación hasta
simples instrumentos de distribución de la dotación docente10.
GESTIÓN ESCOLAR
SUPERVISIÓN MINISTERIAL
Lo apuntado sobre la Supervisión implica alcanzar un mejor balance entre las estrategias
desde el centro o “desde arriba” con aquellas que vienen “desde abajo” o de las escuelas, de
manera que estas últimas permitan nutrir a las políticas y estrategias definidas centralmente
con las demandas y expectativas de las escuelas y liceos. Esto favorece además, la coherencia
entre los esfuerzos de descentralización y la promoción de la autonomía y la responsabilidad
por resultados de los establecimientos: esta última tiene sentido si las escuelas y liceos tienen
posibilidades reales de definir sus necesidades y expectativas y, consecuentemente, plantear
sus demandas y compromisos ya no como un conjunto homogéneo, sino como unidades
diferentes entre sí. A su vez, tanto el Ministerio como los sostenedores pueden desempeñar
un rol de distinto grado de evaluación y apoyo, de acuerdo a los estándares de calidad de la
educación que entrega cada establecimiento educativo, sin ahogar a las escuelas impidiéndoles
su iniciativa en aquellos ámbitos donde poseen fortalezas.
11 Navarro, L (2002) Asesoría técnica a las escuelas y liceos: análisis y elementos de propuesta para una política. Revista Digital UMBRAL 2000 - No. 10 - septiembre
2002.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 128
Como ha señalado Fullan (1999)12, las presiones y apoyos de la política educativa desde arriba
y las energías de abajo se necesitan mutuamente. Un factor crítico del éxito es la adecuada
combinación de exigencias externas con dispositivos que desarrollan la capacidad interna. De
ahí que es preciso crear visiones de las metas a alcanzar, y estándares que definan el progreso
en su consecución, poniéndose la política educativa al servicio de asegurar la capacidad de
las escuelas y los docentes.
En este contexto, es posible identificar cuatro grandes desafíos o nudos críticos para la política
de gestión educativa en lo que queda de la década, si se busca fortalecer los vínculos entre los
diferentes niveles del sistema.
En segundo lugar esto requiere reorientar las capacidades y prácticas de supervisión, de modo
de poner en el centro de las mismas, las necesidades, requerimientos y desarrollo de las escuelas
y liceos, más que las actividades administrativas o la ejecución de los programas centrales. La
supervisión debe convertirse en una real “autoridad técnica” frente a la escuela.
Por último, la necesidad urgente de involucrar y fortalecer las capacidades de los sostenedores,
particularmente de los municipios, en orden a relevar su rol en materias técnico-pedagógicas,
y generar los cambios estructurales que permitan terminar con la separación existente entre
lo administrativo y lo técnico-pedagógico.
que debieran estar presentes en cualquier institución escolar; tampoco define un tipo ideal
de establecimiento o un tipo de buena escuela, si no más bien, identifica los ámbitos en los
cuales cualquier institución escolar que busque obtener resultados educativos de calidad y
profesionalizar su gestión debiera generar sistemas, los cuales puedan ser mejorados conti-
nuamente hasta alcanzar los niveles de calidad deseados.
3. Convivencia escolar
y apoyo a los estudiantes
4. Recursos
El modelo ha sido puesto en marcha por un proyecto piloto iniciado en 2003 en el que participan
400 escuelas y liceos municipales, particularmente los de mayor tamaño –aproximadamente
265 mil alumnos, que representa el 15,5% del total de la matrícula de educación básica y media
municipales–. Las unidades educativas participantes han comenzado a desarrollar un “Sistema
de Aseguramiento de la Calidad de la Gestión Escolar” que contempla varias fases.
13 Las atribuciones directivas descrita a continuación sólo se refieren al sistema municipalizado. En el plano financiero las “ facultades delegadas” que les permiten
administrar recursos de la escuela (salvo la subvención regular) y que eran potestad exclusiva del Alcalde concederla, pasa a ser atribución del director solicitarla,
no pudiendo negársele salvo casos muy calificados (acuerdo amplio del Consejo Municipal basado en razones fundadas). En el plano administrativo, los directores
definen los nombramientos de docentes a contrata (plazo fijo) y su opinión debe ser tomada en cuenta por el sostenedor en el llenado de cargos docentes titulares
(permanentes).
14 Marco para la Buena Dirección: Segunda Consulta Nacional, MINEDUC, 2004.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 131
Resulta igualmente clave que el sistema de supervisión ministerial gane reconocimiento como
autoridad técnica frente a las escuelas y liceos que asesora (OCDE 2004). Para el logro de
ese propósito se encuentra en curso un programa de desarrollo de la supervisión que incluye:
i) la especialización de este personal en las áreas de gestión curricular e institucional; ii) la
introducción de mecanismos de seguimiento y monitoreo de su acción en las escuelas, ello
utilizando nuevas herramientas tecnológicas (TICs); iii) la instalación de criterios y marcos
de actuación (ciclo de asesoría, manuales de procedimiento, estándares de actuación, este
último actualmente en diseño) y, finalmente; iv) se prevé desarrollar dispositivos de difusión
de buenas prácticas de Supervisión. La finalidad del esfuerzo es que el acompañamiento a los
establecimientos que desarrollan estos profesionales, impacte en la generación de capacidades
institucionales para la implementación y desarrollo del currículum. Es decir, convertir a la
supervisión en parte relevante de una estrategia integrada de aseguramiento de la calidad.
Finalmente, se busca que facilitar la coordinación y articulación entre los sistemas de soporte
técnico local –supervisión ministerial– administradores educacionales a nivel local-estableci-
mientos y sus directivos-, estructurando un lenguaje y distinciones compartidas respecto los
procesos necesarios para producir una educación de calidad y la manera de realizar la mejora
continua, a través del Modelo de gestión Escolar en desarrollo.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 132
REFERENCIAS
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PARTE II
TENDENCIAS Y PRIORIDADES
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 135
Al inicio de la década de los años Noventa, la constatación más importante respecto a la educa-
ción media, era que esta se había masificado durante los veinte años precedentes, literalmente
“a espaldas” de las políticas estatales para el sistema escolar. En efecto, de una cobertura de
50% en 1970 había pasado a 65% en 1982 y 77% en 1990, a pesar de la crisis política de los
setenta y la ausencia de políticas educacionales específicamente referidas al nivel, y a pesar de
la definición gubernamental (de 1979) de que alcanzar el nivel medio constituía una situa-
ción de excepción, y que no sería objeto de esfuerzos de las políticas del estado1. El sistema
de subvenciones instaurado en 1981 permitió que la presión de la demanda por educación
media expandiera el acceso a la misma, lo que autonomizó la evolución de su matrícula de las
disponibilidades presupuestarias y prioridades de las políticas. El aumento de la cobertura en
este nivel implicó no sólo un cambio cuantitativo, sino también un cambio en el grado de su
complejidad educativa, al aumentar de manera notoria la heterogeneidad del grupo atendido
y por tanto los requerimientos curriculares, pedagógicos y evaluativos del mismo. Estos, sin
embargo, al iniciarse la década de 1990 no habían sido atendidos, y las consecuencias de la
transformación de un nivel que era selectivo, a uno masivo, no habían sido abordadas por
las políticas educacionales del periodo autoritario. Así, uno de los principales elementos del
diagnóstico de la “crisis” de la educación media a comienzos de los noventa era el de su falta
de identidad: de un nivel originalmente destinado a quienes querían proseguir estudios en la
universidad, había pasado a ser de hecho un factor fundamental para el desarrollo personal,
social y laboral de ocho de cada diez jóvenes. Sin ajustarse en sus mensajes ni prácticas a la
nueva realidad, el liceo había perdido parte importante de su significado y había empezado
a adquirir una connotación de “guardería” para adolescentes.
Las políticas educacionales de los noventa referidas a la educación media, tienen cuatro fases,
con sus respectivos focos y estrategias. Una primera etapa, que abarca el periodo 1991-1994,
es de elaboración de un diagnóstico, y acuerdos sobre la educación media que el país tenía y
la que requería; la fase incluye también algunas medidas iniciales de política. Le sigue a ésta
la implementación de un programa integral de mejoramiento de la calidad y equidad de la
educación secundaria subvencionada (MECE-Media, 1995-2000), y un programa focalizado
en un conjunto reducido de liceos con proyectos innovativos (Programa Montegrande). En el
tercio final de la década, las políticas abordan una profunda reforma curricular del nivel, que
tiene tres componentes interconectados: cambio de la estructura y contenidos del currículum
secundario, cambio del marco temporal de la jornada escolar, y cambio de las pruebas de
admisión a las universidades. Post-2000 se abre una nueva etapa: una reforma de la Consti-
tución extiende la educación obligatoria a doce años y objetivos de retención de la matrícula
en riesgo de desertar, así como de completación de estudios secundarios por el conjunto del
grupo de edad, tienen su correlato en medidas y programas especiales para su logro.
Las políticas de la década de 1990 para la educación media se inician con un esfuerzo de pro-
ducción de conocimiento y reflexión social sobre la misma, que en parte coincide y es seguido
por un período prolongado de discusión política y elaboración de una visión compartida,
dentro y fuera del gobierno, sobre los cambios requeridos y la estrategia a seguir.
2 Los temas y las instituciones que los investigaron fueron: Demandas Sociales a la Educación Media , Universidad Católica de Chile; Descripción y Evaluación del
proceso desarrollo curricular, Universidad Católica de la Santísima Concepción de Talcahuano; Análisis y Evaluación de modelos para la producción y actualización
curricular, Universidad de Santiago de Chile; La experiencia internacional. en el diseño curricular de la estructura del nivel medio del sistema educativo, Centro de
Investigación y Desarrollo de la Educación (CIDE); Propuesta de diseño curricular para liceos de EM en sectores rurales, Universidad. de la Frontera, Universidad
de Concepción, Universidad Austral de Chile; Prácticas de trabajo y socialización, Universidad de Chile; Prácticas de trabajo y socialización (enfoque cualitativo),
Programa Interdisciplinario de Investigación en Educación (PIIE), Universidad Católica de Temuco, Universidad de La Serena; Indicadores de cobertura y calidad de
la E. Media Chilena, Universidad Católica de Chile; Determinación de la calidad de la Educación Media Chilena, Universidad Católica de Chile; Diseño del modelo
de gestión y supervisión de los procesos en Educación Media, Universidad Católica de Chile y CIDE; Requerimientos para formación de profesores de Educación
Media, Universidad Católica de Chile, Universidad de Magallanes, Universidad Católica del Norte, Universidad Católica de Temuco, Universidad de Atacama,
CIDE, Colegio de Profesores; Destino educativo laboral de los egresados de la Educación Media, Universidad Católica de Chile; Evaluación de la eficiencia interna
y externa de la Educación Media y sus modalidades, Universidad de Santiago de Chile.
3 Cinco de las investigaciones fueron publicadas por el Mineduc (Cariola, Labarca, et.al. 1994); (Edwards, Calvo, et.al. 1995); (Errázuriz, Martinic, et.al, 1994); (Salas
y Gaymer, 1995); (Oteiza, Montero, et.al, 1994).
4 Participaron más de treinta mil personas organizadas en 2.043 grupos de discusión (había aproximadamente 1.600 establecimientos escolares de nivel medio en
Chile el año 1992). Sus opiniones fueron plasmadas en 2.905 informes recibidos y procesados por el Ministerio de Educación, que publicó un documento con los
resultados que fue distribuido a todos los establecimientos del nivel medio del país. Ver, Informe Conversación Nacional sobre Educación Media, Programa MECE,
Ministerio de Educación, Santiago, 1993.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 137
y una vocacional (o técnica), y de establecerse una diferenciación, a qué edad o grado hacer-
lo”5. Cinco años más tarde, como se verá al dar cuenta de la reforma curricular, la propuesta
ministerial que da una respuesta a este dilema en términos de una nueva definición de las
relaciones entre formación común y formación diferenciada (técnica o humanístico-científi-
ca), será nuevamente objeto de una consulta a todo el profesorado del nivel, cuyos resultados
obligaron al Ministerio a modificar su propuesta original.
Como resultado de los esfuerzos de investigación y consulta referidos, se obtuvo una base
analítica adecuada y compartida, más allá de los cuadros gubernamentales, sobre la reforma
requerida en la educación media.
El diagrama que sigue ofrece una sinopsis de los distintos componentes de política mencio-
nados y su ubicación temporal.
5 Nuestra futura educación Media. Temas para los grupos de discusión. Ministerio de Educación, MECE Santiago, septiembre de 1992, p.15.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 138
Acciones Años
91 92 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 03
y sus interrelaciones, como las acciones que se realizaron, apuntaron esencialmente a mejorar
las condiciones en que trabajaban alumnos y profesores, a reforzar las capacidades de gestión
de los establecimientos, y a introducir innovaciones en las prácticas pedagógicas. La estrategia
definida asumía que solo una vez que esas condiciones y capacidades estuvieran instaladas en
el sistema, sería posible avanzar hacia el componente de reforma de la estrategia: cambios en
la estructura, tiempos y currículum de la educación media.
Para lograr sus propósitos el MECE-Media combinó tres tipos de mecanismos de intervención
a nivel de las unidades educativas: mejoramiento de los sistemas de soporte material de los
procesos pedagógicos; acciones directas del programa sobre los procesos referidos; y acciones
indirectas, que buscan generar oportunidades e incentivos para desarrollo de respuestas autónomas
por liceos y colegios. El MECE-Media combina entonces líneas de acción “centralizadas”, en
el sentido de diseñadas y ejecutadas desde el centro, y “descentralizadas”, o que dependen de
decisiones de los establecimientos, al interior de marcos de acción definidos por el Ministerio
de Educación. Cada uno de estos mecanismos fue puesto en juego por diversos componentes
del Programa, en un esquema de intervención que se concibió en forma más sinérgica que el
simple agregado de acciones -como intenta describir el Diagrama siguiente.
De acuerdo al esquema en la Figura 1, el programa tuvo cinco líneas de inversión para pro-
ducir un alza sustancial en la calidad de la base de soporte material para la enseñanza y el
aprendizaje en la EM: bibliotecas (Centro de Recursos de Aprendizaje), computadores (base
del proyecto Enlaces en la EM), textos de estudio, material didáctico e infraestructura. En la
categoría Acciones Directas, hay tres líneas de acción: Grupos Profesionales de Trabajo, base de
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 140
Adicionalmente, el Programa tuvo un papel clave respecto a la reforma curricular: entre los
años 1995 y 1998 constituyó el marco organizativo y de recursos técnicos con que el Minis-
terio de Educación abordó la tarea de diseño, discusión y propuesta al Consejo Superior de
Educación, de la reforma curricular de ambas modalidades de la enseñanza media.
El programa fue costeado en US.$ 207 millones y planificado para ejecutarse en 6 años; el
Gobierno financiaría el 83.1% y el Banco Mundial el restante 16.9%6. Al momento de su
cierre en julio de 2001, se habían ejecutado US.$ 153.08 millones, o 74% del presupuesto
original. Pese a este 26% menos de ejecución que lo definido inicialmente, ningún objetivo
del proyecto fue sacrificado o disminuido: la menor ejecución se debió a ahorros en los costos
estimados inicialmente. Principalmente en los componentes de Informática (donde excedien-
do las metas de cobertura se gastó en equipos un 35% menos de lo estimado en 1994, por
eficiencias logradas en los procesos de adquisición), y Proyectos de mejoramiento educativo,
donde se gastó 63% menos que lo estimado originalmente. (World Bank, 2001).
6 El Banco Mundial financió tres componentes del programa: las inversiones en computadores, los Proyectos de Mejoramiento Educativo, y la Unidad de Coordinación
del programa. (World Bank, 1995).
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 141
la educación media. Se recogía así la experiencia de los antiguos “liceos experimentales” que
aportaron a través de sus innovaciones un conjunto de prácticas que hoy día forman parte de
la institución liceana y de la cultura escolar7. (Núñez, 1997)
Los liceos que concursaron para ser parte del programa Montegrande, debieron formular
proyectos de innovación educativa que cumplieran con un conjunto de requisitos, tales como:
las innovaciones propuestas debían ser estratégicas para mejorar la calidad de los aprendizajes;
pertinentes a la realidad social y cultural de sus alumnos(as); factibles de realizar y con alto
potencial de diseminación. También con ciertas exigencias que condicionaban la postula-
ción: tener una matrícula con al menos un 15% de jóvenes en situación de vulnerabilidad
socio-económica de acuerdo a las mediciones de JUNAEB; ciertos indicadores académicos8;
condiciones institucionales que aseguraran viabilidad; y ser postulados por sus respectivos
sostenedores.
Para el conjunto de los liceos se realizaron anualmente actividades de formación para aquellos
actores con roles claves en la conducción del proceso de cambio involucrado (directores, jefes
técnicos, orientadores) y durante los años iniciales de la implementación del nuevo currículum,
jornadas realizadas en conjunto con Unidad de Currículum y Evaluación de MINEDUC para
un docente de aula por colegio, por cada sector y subsector de aprendizaje.
7 Entre ellas la jefatura de curso, la coeducación en liceos mixtos, las actividades de orientación.
8 Como forma de cautelar la existencia de ciertas fortalezas académicas básicas, los establecimiento, para ser admitidos en el proceso de selección, debían exhibir
tasas de retención y repitencia iguales o mejores que los promedios de los liceos subvencionados de la provincia respectiva.
9 Cada propuesta fue evaluada en el aspecto educativo por 2 expertos independientes entre si y una comisión conformada por profesionales de las Secretarías
Ministeriales de Educación. La evaluación económico-financiera fue realizada por el Depto. de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas
de la Universidad de Chile.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 142
EJECUCIÓN Y RESULTADOS
Se estima que de los 51 liceos que iniciaron Montegrande, 30 podrán ser reconocidos como
“Liceos de Anticipación” y 13, tendrán logros parciales en el proceso de transformación ins-
titucional que ello significa. 8 proyectos fueron interrumpidos al no verificarse condiciones
para transformarse en “Liceo de Anticipación”.
Se visualiza que quedarán a disposición del sistema 18 “modelos educativos innovadores” que
se hacen cargo de realidades y necesidades específicas, en condiciones de ser replicados, con
focos temáticos como educación intercultural, formación de la capacidad emprendedora, uso
de las TIC, formación para el mundo del trabajo; oferta curricular diferenciada, formación
ciudadana y responsabilidad social10 .
El año 2000 se crea el Programa Liceo Para Todos, con el propósito de reducir la deserción
escolar en los liceos más vulnerables del país, a través de la creación de mejores oportunidades
de aprendizaje para todos sus alumnos y de la atención especial a los estudiantes que presentan
mayor riesgo de abandono de sus estudios en la enseñanza media.
Los liceos incorporados en el Programa son 424, lo que representa el 32% de los establecimientos
de enseñanza media con financiamiento público. En ellos estudian 241.576 mil jóvenes, es
decir el 28.4% de los estudiantes de enseñanza media en 2001. Dos son las principales carac-
10 Por la definición misma de “iniciativa innovadora”, muchos liceos han experimentado y validado más de una. Cabe señalar que, cuando la innovación no se ha
constituido en “modelo educativo”, las innovaciones en ámbitos específicos se han denominado “iniciativas innovadoras” y por ello, un establecimiento puede haber
generado más de una.
11 El Segundo Año Medio de los 43 establecimientos Montegrande medidos por el SIMCE en 2003, tenía una matrícula de 8,466 alumnos. Los diferentes grupos socio-
económicos referidos tenían en 2003 los siguientes números de alumnos: grupo bajo: 1,453, correspondientes a 10 colegios; medio bajo: 3,791, de 17 establecimientos;
grupo medio: 3,117 de 15 colegios; medio alto: 105, de 1 colegio. Todos los resultados en Ministerio de Educación, SIMCE: resultados Montegrande, 2004.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 143
terísticas de esta población escolar12. La menor escolaridad de los padres, con un promedio de
7,2 años de estudio, cuando en los otros liceos del país ésta alcanza los 9,2 años. En segundo
lugar, la ocupación del jefe de hogar, donde el 73,9% se ubica en una categoría baja. Ambas
características los clasifican en una situación de pobreza y vulnerabilidad. Su objetivo final es
aumentar la retención escolar asegurando que todos los estudiantes cursen completamente
la enseñanza secundaria, pero sus acciones combinan programas asistenciales de retención,
con acciones de mejoramiento de la calidad del trabajo pedagógico (capacitación y asesoría
a profesores) y de la calidad del desarrollo sicosocial de los estudiantes.
1992 2.500 —
1994 1.160 —
1996 1.500 —
1998 3.463 —
2000 6.103 3.125
2002 7.868 10.000
2004 8.942 16.000
12 Estudio de Focalización de Becas del Programa Liceo Para Todos: un estudio ecológico. Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago, marzo, 2001.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 144
El diseño del nuevo currículum fue coordinado por un equipo del Ministerio de Educación
ligado a la conducción de la Reforma y descansó decisivamente en insumos externos al Mi-
nisterio de Educación, así como en un prolongado proceso de elaboración y consulta, cuyo
algoritmo se destacó en el Capítulo 1 de este Informe (véase, Cap.1, Diagrama 1).
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 145
13 Definiciones sobre “Formación General de Calidad para Todos” de la Comisión Nacional para la Modernización de la Educación, así como sobre “Competencias
Esenciales”, del Comité Técnico de la misma. Cfr. Los Desafíos de la Educación Chilena frente al Siglo XXI, Informe de la Comisión Nacional para la Modernización
de la Educación, Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1994.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 147
Los dos cuadros siguientes especifican la definición temporal de las grandes categorías orga-
nizadoras del currículum, para las dos modalidades de enseñanza media, en los cuatro grados
del nivel15.
14 Las reglas definen que debe haber un mínimo de dos planes diferenciados que se ofrecen a los alumnos, sin definir ni su naturaleza, ni un número máximo de planes;
establecen además que dentro de cada plan diferenciado, debe haber un mínimo de dos y un máximo de cuatro disciplinas. Dentro de estos límites, el establecimiento
decide su número de planes y que disciplinas conforman cada uno; los objetivos y contenidos de cada una de éstas están a su vez definidos en el marco curricular
nacional obligatorio. (Ministerio de Educación, 1998).
15 Los cuadros corresponden a la definición legal del Decreto N° 220 de 1998 (Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos Obligatorios de la Educación Media),
y sus modificaciones posteriores (en 2000 y 2001). Los tiempos consideran la jornada escolar completa.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 148
Los Cuadros 3 y 4 muestran idéntico plan temporal, que enmarca un mismo currículum de
formación general en términos de objetivos y contenidos, y que define como comunes los dos
primeros años de la experiencia secundaria de todos los alumnos, con independencia de la
modalidad de la institución secundaria (HC o TP) en que ella tenga lugar. Lo que es seguido,
en los dos grados finales de la EM, por una diferenciación, que tiene distinto peso y orientación
según sea la modalidad: 11% del tiempo total de los cuatro años en el caso de la modalidad
humanístico-científica, contra 31% del tiempo total en la educación técnico-profesional16.
La reforma curricular en la educación media tiene, además del referido cambio en su estructura,
otras importantes dimensiones de innovación, como la adopción de nuevas áreas curriculares
(objetivos transversales, informática, educación tecnológica) y, crucialmente, los cambios de
paradigma o énfasis en los contenidos de las disciplinas tradicionales, los que son abordados
en el Capítulo 5 (sesión 5.3) de este informe.
16 De hecho, respecto de este último punto, la propuesta inicial del Ministerio de Educación innovaba en forma más marcada que lo que finalmente se aprobó. La
proposición de nuevo marco curricular sometida a Consulta Nacional en el invierno de 1997 (Versión 2 del marco curricular ver cap. 1 Diagrama 1), proponía una
formación diferenciada, en ambas modalidades de educación media, de 45 a 55% del tiempo total en 3° y 4° Año Medio. Esto fue rechazado por una sustancial
mayoría de los liceos técnico-profesionales y el ámbito de instituciones ligadas a la formación técnica, lo que llevó al Ministerio a convocar una Comisión ad-hoc y
re-plantear la envergadura de la Formación Diferenciada en ambas modalidades, tal cual se aprecia en los Cuadros 8 y 9. (Ministerio de Educación, 1997).
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 149
media con las pruebas del sistema de admisión a las universidades, proponiendo al respecto
un cambio de la vigente Prueba de Aptitud Académica17.
El cambio de las pruebas del sistema de admisión a las universidades, –que los alumnos
rinden por primera vez en diciembre de 2003–, consistió en pasar de pruebas basadas en
“aptitudes”, o un concepto de inteligencia general, a pruebas referidas al currículum de los
cuatro años de la educación media18. El cambio significó un decisivo impulso a la ejecución
de la reforma curricular en la educación media: las nuevas pruebas, de altas consecuencias para
los alumnos y explícitamente alineadas con los objetivos y contenidos del nuevo currículum
para los cuatro años de la educación media, hicieron girar el foco de atención de alumnos y
docentes, en particular en tercero y cuarto año medio, de preparación de una prueba ajena a
la experiencia escolar (la PAA), al estudio del currículum. Habrá que observar en los próximos
años la evolución del impacto de este hecho sobre el quehacer de alumnos y profesores de la
educación media.
17 Comisión Nuevo Currículum de la Enseñanza Media y Pruebas del Sistema de Admisión a la Educación Superior, Informe final sometido a consideración de la Ministra
de Educación y el Consejo de Rectores, 22 de Noviembre, 2000. Santiago.
18 El cambio significó alinear al país con el tipo de pruebas de selección universitaria predominantes en Europa y otros países de la OCDE, como Inglaterra (A Level
Examinations), Francia (Baccalaureat), Alemania (Abitur), Israel (Bagrut), etcétera; y también con la reforma del SAT-II (Scholastic Aptitude Test) norteamericano, que
en 2002 giró hacia una mayor referencia curricular. (Bravo y Manzi, 2003). Para una visión sobre los argumentos y antecedentes esgrimidos en contra de este
importante cambio, que por primera vez en todo el período 1990-2002 dividió fuertemente a gobierno y oposición en educación, ver Estudios Públicos N°s 87 y
N° 88 , Santiago, 2002.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 150
Cuadro 5: Aumento de tiempo semanal y anual, y recursos de subvención, por Jornada Completa
en Educación Media.
4.4. Educación media completa como mínimo para todos los jóvenes:
redefinición legal de la escolaridad obligatoria
Doce años de educación es lo que CEPAL define como el mínimo para que las personas
en América Latina tengan una baja probabilidad de caer en la pobreza (CEPAL, 1996). La
consecución de una escolaridad promedio de doce años para la ciudadanía entera conlleva
una serie de beneficios. Basta pensar que existe una relación directa entre el nivel educacional
de la madre y el desempeño que la hija o hijo obtienen en su educación escolar. El que en
un futuro próximo la gran mayoría de las chilenas tengan educación media completa, prác-
ticamente asegura que sus hijas e hijos tendrán mejores posibilidades para desempeñarse de
forma exitosa en el sistema educacional, como muestra el cuadro siguiente, con los resultados
SIMCE de 2° Año medio de 2001 por nivel educacional de la madre: cuando la madre ha
alcanzado una educación media completa, sus hijas y/o hijos obtienen resultados 10 puntos
por sobre el promedio del país ese año (250 puntos).
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 151
Más allá de la dimensión normativa y su impacto sobre los jóvenes de menos de 21 años, la
ampliación en cuatro años de la obligatoriedad escolar tiene un significado social y político
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 152
muy directo sobre los aproximadamente 4 millones de adultos del país sin escolaridad com-
pleta: la nueva definición de la Constitución, al establecer el nuevo límite sobre el “mínimo
educativo nacional”, afectará positivamente a las personas y las políticas en los ámbitos de la
nivelación de estudios y procesos de educación permanente.
Al intentar un balance de resultados de las políticas de los noventa para la educación media,
se proveerá la evidencia fundamental sobre tres dimensiones de impacto de las políticas: las
oportunidades para estudiar, las condiciones para hacerlo, y los resultados de aprendizaje19.
19 Sobre la enseñanza, clave dimension de impacto de las políticas, el análisis evaluativo de este Informe figura en la sección 2.3 del Capítulo 2.
20 De acuerdo a estimaciones de CELADE, ver www.eclac.cl/celade/proyecciones/2002.htm
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 153
Año Matrícula Ed. Porcentaje de Matrícula Porcentaje del Matrícula Porcentaje del
Media Total grupo 14-17 Humanista- total Técnico- total
años Científica Profesional
1981 554 749 65 (*) 392 940 70,8 161 809 29,2
1990 719 819 77 464 423 64,5 255 396 35,5
1991 699 455 77 436 892 62,5 262 563 37,5
1992 675 073 77 410 896 60,0 264 177 40,0
1993 652 815 76 391 457 60,0 261 358 40,0
1994 664 498 76 387 272 58,3 277 226 41,7
1995 688 440 78 388 177 56,4 291 048 43,6
1996 739 316 80 415 919 56,3 323 397 43,7
1997 753 250 83 421 132 55,9 332 118 44,1
1998 774 034 83 424 892 54,9 349 142 45,1
1999 803 832 83 441 281 55,3 359 551 44,7
2000 822 946 84 456.246 55,4 366.700 44,6
2001 850 713 85 474 641 55,8 376 072 44,2
2002 896.470 87 513.813 57,3 382.657 42,7
Fuente: Bellei IIPE-UNESCO 2003, en base a Encuesta CASEN “90, “92, “94, “96, “98, “00.
DESERCIÓN
14
13
12
11
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
Fuente: Ministerio de Educación, Departamento de Estudios (2002), Estimaciones de deserción en Educación Media.
Si el criterio evaluativo se aplica a las condiciones para estudiar, se constata que la educación
media de Chile en los noventa experimentó un cambio cualitativo. Las inversiones mayores y
de más importante impacto formativo son las relativas a la extensión de la jornada: los cambios
de la infraestructura y organizacionales para permitir que en 2002 prácticamente un 60% de
la matrícula esté en condiciones de aprender por 42 horas a la semana y utilizar instalaciones
escolares de alta calidad por todo el día, tiene posibilidades formativas que están recién co-
menzándose a explotar, en especial entre el alumnado más carente de apoyo en su medio.
21 En 1998 la empresa Telefónica, mediante un convenio con el Ministerio de Educación, donó a la educación subvencionada del país la posibilidad de utilizar líneas
telefónicas dedicadas a los laboratorios de computación instalados por el programa Enlaces en escuelas y liceos, sin costo, por diez años.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 156
4.5.3. Aprendizajes
No se repetirá en este acápite el detallado análisis realizado en el Capítulo 2 sobre los resultados
de aprendizaje medidos por el SIMCE en el Segundo Año Medio (grado 10). Solo recordar
que el período 1998-2003 muestra avances consistentes en lenguaje, en especial para los
grupos bajos; y que lo inverso se produce en matemáticas: caídas en los grupos bajos y alzas
significativas en los grupos medios altos y altos. (Ver Capítulo 2, Cuadro 4).
4.6. Conclusión
El país tiene al inicio del siglo XXI una educación media considerablemente más adaptada a
sus requerimientos externos que en 1990. Sus contenidos curriculares, las condiciones y los
medios de aprendizaje que sostienen el trabajo de alumnos y profesores, y las alternativas de
trayectorias formativas que ofrece a los jóvenes en sus dos años finales, están armonizados con
estándares internacionales contemporáneos y exigentes, y la estructura curricular adoptada
ofrece las variaciones y flexibilidad de que carecía el esquema precedente. Puede sostenerse
que el anacronismo diagnosticado hace poco más de una década ha sido superado y que hay
dimensiones importantes de la experiencia escolar secundaria de las mayorías que están en la
punta, no en la retaguardia, de los procesos de cambio socio-cultural que definen la moder-
nidad que el país experimenta. Un ejemplo palpable de esto lo constituyen las tecnologías de
información y comunicaciones: la brecha digital existente en la sociedad entre los distintos
grupos socio-económicos, no existe, o es radicalmente menor, en el sistema escolar secun-
dario; y el nivel de acceso a las mismas y su uso por los alumnos está por sobre el promedio
internacional de un conjunto de países de mayor desarrollo que Chile22.
ALZA EN COBERTURA
Sin duda que un resultado adicional clave del periodo es el avance en la cobertura de la
educación media y el cierre progresivo y consistente de la brecha en años de escolaridad de
los quintiles extremos de ingreso. Se trata de un resultado donde se combinan la demanda
de las familias por trayectorias educativas más largas, con las de las políticas educacionales
que lograron impulsar cambios que modificaron la experiencia escolar y su significado para
familias y jóvenes, de modo de retener a los que ayer desertaban.
La expansión de la cobertura en diez puntos porcentuales, por sobre la alta cota alcanzada en
1990, no afectó negativamente los resultados de aprendizaje promedio, lo que es un logro
importante, oculto a la mirada de los medios y la discusión pública por lo tenue del alza en
los resultados medidos por el SIMCE.
Si se tiene presente que la educación superior en Chile pasó de una matrícula de 250 mil
alumnos en 1990 a una de 480 mil alumnos en 2001, con un salto equivalente en la cobertura
de 15 a 30% (para el grupo 18-24 años), y que con toda probabilidad volverá a duplicar estas
cifras durante la presente década, entonces surge con claridad que está en pleno desarrollo
una “segunda transformación” de la educación media del país . La primera ocurrió a espaldas
de las políticas, como se refirió al inicio de este Capítulo; la segunda transformación ha sido
fuertemente impulsada por éstas. Las implicancias de esta segunda transformación son múltiples
y demandantes, tanto para la educación superior, –en 2003 en la fase inicial de discusiones
y proyectos pilotos de un cambio curricular que desde fuera se ve como insoslayable-, como
para la educación media.
Con la “segunda transformación” aumentan las presiones por alcanzar nuevos niveles de
aprendizaje por la mayoría, íntimamente vinculadas al logro del nuevo y más exigente cu-
rrículum. Como se vio al examinar los resultados de los esfuerzos de cambio de los noventa
en la enseñanza y los aprendizajes, y como revelan con elocuencia las mediciones educativas
internacionales en que ha participado el país (Capitulo 2), en ambas dimensiones se está
al inicio de una transición y lejos aún de la meta. Ambas dimensiones, a su vez, dependen
decisivamente del más lento y difícil de modificar de los factores en educación, como es el de
la preparación y desempeño docentes.
al conocimiento disciplinario y otra respecto a las altas exigencias pedagógicas que plantea la
enseñanza de contenidos relativamente sofisticados a todo el grupo de edad.
Al alcanzar la educación media coberturas cercanas al 90%, aumentan los riesgos de margi-
nación educativa, ya no por exclusión sino dentro de la institución escolar, del grupo que
no logra los estándares de logro de aprendizajes buscados. Los problemas de educabilidad
de una proporción de la matrícula en la fase final de la educación secundaria y los riesgos de
desafección de los jóvenes en esta situación, constituyen un problema educativo de primer
orden. Aquí reside uno de los focos de la agenda vinculada a la “segunda transformación”, así
como un desafío especial a la preparación de los docentes, que para transmitir e inculcar un
saber y valores como los que prescribe el nuevo currículum a todo el grupo de edad, deben
conocer en profundidad la disciplina respectiva y ser capaces de comunicarla y traducirla de
maneras muy diversas para que sean auténticas oportunidades de aprendizaje, no solo para
los más preparados y dotados de capital cultural, sino también para los más carentes. Cómo
se organizan los contextos educativos secundarios para trabajar formativamente de manera
efectiva con alumnado con expectativas que divergen respecto a la orientación “preparatoria”
para la educación superior (sea técnica o profesional) del conjunto de la EM, y que sin embargo
debe experimentar un currículum de buen nivel y obtener una adecuada educación general
de doce años, es un tema focal en términos de una agenda de calidad y equidad educativas
en la presente década.
Un desafío especial para una educación secundaria que a inicios del nuevo siglo es prácti-
camente universal, es el que se refiere a su aceptación y valoración del mundo juvenil. Algo
que no fluye automáticamente de las tradiciones de la educación secundaria: la sociabilidad
tradicional que la misma facilita descansa en gran medida en patrones culturales de un pasado
de aceptación por los alumnos de un saber y autoridad de la institución y sus profesores, que
hoy es puesta crecientemente en cuestión.
Para liceos y colegios ha resultado complejo y difícil generar una dinámica de trabajo que
efectivamente considere que los alumnos tienen un horizonte de vida propio que va más allá
del estudio. Para muchos docentes, la irrupción de la cultura juvenil es vivida como una crisis
valorativa o de pérdida de poder, que llama a reflexionar sobre las formas de convivencia social
que se dan al interior de la institución de educación de los jóvenes. El tema del orden, o de
la aceptación básica de la relación entre aprendices y maestros, se ha hecho problemático en
muchos contextos educativos secundarios. A parte creciente de la educación media le urge
descubrir formas que sean efectivas en cerrar la brecha que no es sólo generacional, como en
el pasado, sino cultural, entre sus docentes y sus alumnos, y que en muchos contextos está
impidiendo el diálogo y el trabajo formativo. Una convivencia respetuosa que articule el rol
de alumno con el de joven, donde la autoridad del profesor descanse en su dimensión de
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 159
educador y no en su capacidad de ejercer poder, son piedras sillares en una construcción que
es tal vez más problemática que nunca. Y que en forma evidente trasciende a la educación y
sus profesionales, involucrando de modo crítico a la institución familiar y la cultura de los
medios de comunicación masiva.
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 160
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LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 163
Introducción
En este capítulo final del Informe se dará cuenta de las políticas educacionales de Chile en
relación a los cinco tópicos de debate propuestos para la reunión de la CIE de 2004, es decir,
las relaciones de la educación con la igualdad de géneros, la exclusión social, la formación en
competencias para la vida, el papel de los docentes, y el desarrollo sostenible.
Estado. Por otro lado a través de los distintos programas de desarrollo profesional docente
se han generado mecanismos para sensibilizar y capacitar a los profesionales del sistema
escolar para avanzar en la efectiva incorporación de la temática de género en el aula. En este
ámbito, se han elaborado manuales de educación a distancia, dirigidos a maestros y maestras
que entregan orientaciones claras respecto a como desarrollar en el aula una pedagogía que
promueva la igualdad entre mujeres y hombres.
A lo señalado, se suma el aporte al fortalecimiento del liderazgo de las mujeres jóvenes para
facilitar su reconocimiento como sujetos sociales y fortalecerlas en el ejercicio de sus derechos.
Para la promoción del liderazgo se ha promovida la constitución de centros de alumnos en
educación básica y secundaria considerando la perspectiva de género. Se elaboró un material
didáctico denominado “Fomento del liderazgo en las jóvenes de la enseñanza media”1 (manual
docente y manual de jóvenes), que fue distribuido en distintos establecimientos educacionales.
Dicho material ha ido acompañado del desarrollo de talleres que fomentan el liderazgo de las
jóvenes en diferentes establecimientos educacionales.
1 Estos materiales fueron distribuidos en varias regiones del país y son producto de un esfuerzo conjunto del Ministerio de Educación y el Servicio Nacional de la Mujer
(2001).
2 Estos set de materiales educativos contienen una lectura del currículum vigente y de los Programas de Estudios del Ministerio de Educación, donde se visualizan las
oportunidades existentes en los distintos subsectores de aprendizaje para trabajar el tema de la sexualidad desde 1° básico hasta 4° Medio. (MINEDUC 2002).
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 165
Por otra parte, desde el año 1997 el Mineduc participa en el “Comité Nacional de Prevención
de Maltrato Infantil”, siendo el tema del abuso sexual un tipo de maltrato infantil y frente
al cual ya se ha realizado propuestas de intervención y se desarrollan programas específicos.
Dicho Comité funciona actualmente en dos áreas: prevención y atención.
Una línea de acción adicional del Ministerio de Educación en este ámbito es el apoyo a la
retención de madres adolescentes en el sistema escolar. Por esta razón se diseñó a finales del
año 2003 un programa piloto en algunos establecimientos adscritos al Programa Liceos Para
Todos cuyo fin es mejorar la retención de las alumnas embarazadas y madres adolescentes, ello
en atención a que las razones que motivan la deserción difieren en uno y otro sexo; siendo,
entre las mujeres el embarazo y la maternidad, las principales causas de deserción escolar.
Ofrecer un sistema de consejería, a través de las Universidades que trabajan con el Programa, que
permita un apoyo temprano y oportuno por parte de los liceos a las jóvenes embarazadas.
Esta iniciativa requiere de la coordinación de diferentes entidades del sector público como el
Ministerio de Salud y su red de atención primaria para comprometer una atención preferencial
a las madres adolescentes que asistan a los liceos del programa piloto, las Municipalidades
o el Fondo de Solidaridad e Inversión Social dependiente del Ministerio de Planificación
y Cooperación para asegurar una forma de transporte entre domicilio, liceo y centros de
LA EDUCACIÓN CHILENA EN EL CAMBIO DE SIGLO: POLÍTICAS, RESULTADOS Y DESAFÍOS 166
INICIATIVAS LEGALES
3 Ley que regula un estatuto de excepción en el caso de embarazo y maternidad de alumnas que concurran a un establecimiento educacional, Ley N° 19.688, pro-
mulgada el 10 de julio de 2000.
4 Ley que establece normas relativas al virus de inmuno deficiencia humana y crea bonificación fiscal para enfermedades catastróficas. Ley N° 19.779, promulgada el
4 de diciembre de 2001.
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Como se detalló en el Capítulo 2 del Informe, Chile cuenta con cobertura prácticamente
universal en educación básica (97%) y cercana a ello en secundaria (87%). El restante porcen-
taje de población no atendida constituye un desafío complejo, tanto social como educativo.
Al respecto, el gobierno ha contemplado acciones de intervención en diferentes ámbitos:
mantención del programa Liceos Para Todos, fortalecimiento de la asistencialidad escolar, la
referida reforma constitucional que establece la obligatoriedad y gratuidad de la educación
secundaria (ver Capítulo 4) y un programa de educación y capacitación permanente –Chile
Califica–, que impulsa en forma especial los programas de nivelación de estudios para adultos,
que de hecho en su mayoría son jóvenes adultos que han abandonado sus estudios regulares.
Se agrega a esta batería de acciones la elaboración de un nuevo marco curricular para la edu-
cación de adultos y jóvenes adultos (18-24 años) por parte del Ministerio de Educación en
2003, recientemente aprobado por el Consejo Superior de Educación.
A lo apuntado respecto a la creación de condiciones para que la población pobre que hoy deserta
de la educación media se mantenga estudiando, el año 2003 fue creada la ya referida (Cap. 4)
subvención estatal que beneficia a los liceos y escuelas que incorporan, retienen y promueven
a los hijos de las familias que viven en condiciones de extrema pobreza del país (familias que
están siendo apoyadas por una política social comprensiva denominada Chile Solidario). Esta
subvención especial se aplica desde 7° grado básico hasta 4° grado de educación media, que es
la fase en que se produce el abandono escolar. La misma sólo se paga si el alumno completa
su año escolar y se matricula luego para el grado siguiente, es de monto creciente según los
grados (el valor más alto se paga al establecimiento que logra que los alumnos beneficiarios
egresen exitosamente del último grado obligatorio).
Más allá de la dimensión normativa y su impacto sobre los jóvenes de menos de 21 años, la
ampliación en cuatro años de la obligatoriedad escolar tiene un significado social y político
muy directo sobre los aproximadamente 4 millones de adultos del país sin escolaridad com-
pleta: la nueva definición de la Constitución, al establecer el nuevo límite sobre el “mínimo
educativo nacional”, afectará positivamente a las personas y las políticas en los ámbitos de la
nivelación de estudios y procesos de educación permanente.
Desafío cultural: conocimientos y competencias de base. El país requiere una población que
posea conocimientos y competencias de base en lenguaje, matemáticas y ciencias (sociales
y naturales), sustancialmente más altos que los del presente. Sin esta base, todo el resto está
en riesgo.
Es urgente además, intensificar los esfuerzos por levantar la calidad de la formación técnica
media y superior e incrementar su pertinencia, con las demandas del desarrollo productivo
en los actuales escenarios del trabajo y del empleo.
El currículum actual interroga por los saberes relevantes para desenvolverse en el mundo actual,
buscando los puntos de encuentro entre las necesidades formativas requeridas para el desarrollo
de la persona, para el ejercicio ciudadano, para la inserción laboral y para la consecución de
estudios superiores. Dadas las características de la sociedad actual, estos distintos ámbitos
demandan comprensión de conceptos de base, capacidades de desempeño práctico y de juicio
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crítico5. Las distinciones entre lo académico y lo laboral, entre lo intelectual y lo manual, que
alguna vez organizaron el currículo, en el contexto actual tienen menor validez. El desafío
del currículum y de sus diversas alternativas de salida, es formar a todos los estudiantes como
sujetos autónomos, ciudadanos interesados por su sociedad, con capacidades para emprender
y enfrentar situaciones complejas de diverso tipo, capacitados para insertarse y desenvolverse
en el mundo laboral, y como sujetos que podrán seguir aprendiendo, a través de estudios
superiores y de estrategias de aprendizaje realizadas en los lugares de trabajo.
Un “currículum para la vida”, que busca ofrecer una experiencia formativa general válida para
desempeñarse en diferentes ámbitos de experiencia: académico, laboral, social y ciudadano.
Esta reorientación se expresa en la organización general del currículum, que define Objetivos
Fundamentales Transversales, que incluyen valores y habilidades cognitivas, y Objetivos Fun-
damentales Transversales de Informática; e instala al igual que en básica, el sector de Educación
Tecnológica. Asimismo, cambia la orientación de cada uno de los sectores curriculares: en
todos ellos la selección curricular gira desde ser una introducción disciplinaria para seguir
estudios superiores en el área, hacia la combinación de conocimientos, habilidades y disposi-
ciones que se consideran herramientas claves para responder a necesidades de entendimiento,
desempeños prácticos y juicio de las personas en su vida real, considerando las características
actuales de la sociedad y la cultura.
Como en los demás sectores curriculares, en el caso de Historia y Ciencias Sociales se produce
una transformación sustantiva. De ser un área con fuertes distinciones entre Historia, Geo-
grafía, Educación Cívica y Economía, donde el foco era la mirada especializada de cada una
de ellas sobre la realidad social, se pasa a un ordenamiento del sector que articula la mirada
de las distintas disciplinas con el propósito de que los estudiantes desarrollen “conocimientos,
habilidades y disposiciones que les permitan estructurar una comprensión del entorno social
y les orienten a actuar crítica y responsablemente en la sociedad sobre la base de principios
de solidaridad, cuidado del medio ambiente, pluralismo y valoración de la democracia y de la
identidad nacional”8. La realidad que vive el estudiante y su formación ciudadana se ponen al
centro del sector, ordenando el conjunto de la selección curricular. Algunas de las innovaciones
expresivas de este enfoque curricular son:
Se altera el orden clásico de estudio del área que iba del pasado al presente y de la historia
universal y la geografía general a la historia y geografía nacional. El currículum se inicia con
el estudio del presente de la propia región y del país, para luego estudiar la historia nacional
y sus consecuencias en la configuración del presente. Con posterioridad se estudian realidades
más amplias, analizando los grandes períodos de la historia occidental, y dedicando un año
al estudio del siglo XX y a las características de la sociedad contemporánea.
Desde esta misma perspectiva, se incluye en el currículum el estudio de la historia reciente del
país, conduciendo a los estudiantes a analizar las distintas visiones en disputa en los sucesos de
1973. En este análisis se busca que los estudiantes acepten la pluralidad de visiones, a la vez
que comprendan la importancia del diálogo y de los mecanismos democráticos para enfrentar
disputas. Asimismo se busca que comprendan y valoren la necesidad de respetar de manera
irrestricta los derechos humanos.
Al sistema escolar, las tendencias seculares propias de la sociedad del conocimiento y el apren-
dizaje permanente, le exigen mayor capacidad para formar sea en unas nuevas habilidades
o con mayor nivel e intensidad en unas habilidades que han sido objetivos de aprendizaje
tradicionales. Entre estas destacan: capacidad de abstracción, pensamiento sistémico, ex-
perimentación y aprender a aprender, comunicación y trabajo colaborativo, resolución de
problemas, manejo de la incertidumbre y adaptación al cambio9. Se le exige asimismo, desde
la historia reciente del país, el desarrollo de habilidades y actitudes ciudadanas basadas en la
valoración de la democracia y de los derechos humanos.
con la complejidad y exigencia de los desempeños requeridos en los nuevos contextos perso-
nales, productivos y ciudadanos. El sistema escolar debe asegurar hoy la adquisición de unas
capacidades simbólicas mayores que en el pasado: de manejo y capacidad de interpretación
y discriminación de volúmenes sin precedentes de información y, por tanto, de conceptuali-
zación y de categorización; de descubrimiento de patrones y significados; de modalidades de
representación (metafórica, analógica, matemática); de lectura e interpretación de textos10.
Pensar en sistemas: Para comprender, analizar y actuar sobre la realidad actual no bastan los
esquemas de causas y consecuencias que tradicionalmente comunicaba la experiencia escolar.
Ahora se le pide a ésta mostrar perspectivas más amplias, más integradas, más multicausales
y multi-relacionales; más acordes con las formas en que las ciencias y la tecnología actual
piensan y actúan sobre el mundo. Enseñar a pensar en sistemas supone enseñar a descubrir
las totalidades que son relevantes; supone enseñar a identificar los nodos críticos y a pensar en
relaciones, donde la temporalidad y nociones de retroalimentación son centrales; supone enseñar
y aprender a redefinir problemas de acuerdo al “sistema y nivel de relaciones” que se elija.
Resolución de problemas: Esta habilidad (saber cómo), que adquiere una gran importancia
en el currículum actual, está relacionada con la noción de que la experiencia escolar que éste
10 Sobre el nivel de capacidad lectora exigida por los contextos de vida de la “sociedad del conocimiento” , la prueba Programme for International Student Assessment
(PISA) del año 2000, en la que Chile participó un año después, es especialmente elocuente. (OCDE 2001).
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organiza, no solo tiene que ver con la apropiación de unos conceptos y de una representación del
mundo. Tal criterio es fundante en el currículum tradicional. Se requiere actualmente formar a
los niños y jóvenes para que comprendan el mundo, pero además para actuar en el mundo. En
este plano se requiere que los estudiantes sean capaces de utilizar los conceptos y ser competentes
en desempeños prácticos reales. Esto agrega una nueva tarea a la educación y a los educadores:
además de comunicar mapas, modelos y representaciones, deben enseñar y formar, mucho
más que antes, en unos procedimientos, habilidades y disposiciones para actuar en él. Y esto
demanda un esfuerzo especial a la cultura escolar por organizar oportunidades de aprendizaje
en que tanto la formulación como resolución de problemas tengan un lugar destacado, y en que
los mismos tengan la más auténtica vinculación posible con la vida externa a las aulas11.
Valores y tensiones entre valores: Un requerimiento secular, reforzado por la propia historia
nacional, es la necesidad de formar en una base moral que integre la sociedad en una confi-
guración de valores en que todos se puedan reconocer suficientemente. No completamente,
porque eso no es posible, pero suficientemente, de manera que ningún sector o grupo social
pueda considerarse marginado o ignorado por lo que el currículum selecciona y organiza para
que sea comunicado en la experiencia escolar acerca de lo que somos y buscamos ser como
sociedad14. En la base del nuevo currículum está el criterio de que la experiencia escolar debe
educar en un conjunto de actitudes y habilidades que reconozcan como principio fundante
el valor irreductible de la persona humana y de la convivencia social pacífica, pluralista y de-
mocrática. El currículum es explícito en su intención de formar sujetos autónomos, creativos,
seguros de sí mismos y con sentido de trascendencia, a la vez que sujetos respetuosos de los
demás, solidarios y comprometidos con los destinos de su sociedad.
Formar en esta base moral exige dar una respuesta a la tensión que se produce al integrar
polaridades valorativas como ocurre en la relación entre individuo y sociedad, entre el yo y
los otros, entre estabilidad e innovación. El principio que se ha aplicado al respecto en el
currículum es el de equilibrio entre derechos y responsabilidades, solidaridad y competencia,
lealtad y escepticismo, orden y crítica, apertura a la globalidad y valoración de la identidad
y cultura propias.
Una educación que ignore o subordine uno de los polos en cada una de las dimensiones
evocadas no es relevante, porque es parcial: construye en el ámbito escolar algo que puede
ser ideológicamente consistente y robusto, pero que no forma en una sensibilidad y criterios
morales relevantes para actuar en la vida fuera del ámbito escolar. Abordar las dimensiones
valorativas mencionadas en una forma inclusiva de la tensión entre sus polos implica grandes
desafíos a la formación en valores, ya que implica adicionalmente formar en capacidades de
juicio sobre los límites entre valores así como sobre resolución de conflictos entre valores. Es
en este punto que cobra relevancia especial la formación de las habilidades de pensamiento
que permiten a los sujetos juzgar por sí mismos los cursos de acción a seguir.
Los equilibrios aludidos no equivalen a una armonización ingenua de distintas visiones ideo-
lógicas, portadora de unas generalidades sin valor formativo práctico para los educadores.
Tampoco son neutrales en términos morales: están apuntando a una sociedad más capaz de
actuar sobre sí misma, tanto en términos ciudadanos como de desarrollo económico, y más
solidaria, democrática e integrada en términos socio-políticos.
Lo señalado respecto a giros en las asignaturas, como con respecto a las habilidades para la
vida que pasa a comunicar el currículum, muestra el esfuerzo sistemático de la reforma por
recuperar el sentido de la educación como una experiencia formativa que dota a los estudian-
tes de unas comprensiones y capacidades que en sí mismas inciden sobre su calidad de vida.
No se trata de una educación de los jóvenes como mera antesala o preparatoria de estudios
14 “Dicho metafóricamente, una escuela sostiene un espejo en que se refleja una imagen. Puede haber varias imágenes, pero existe ciertamente una imagen dominante.
(...) La pregunta que hay que hacerse es: ¿quién se reconoce a sí mismo como provisto de valor en esa imagen? (Bernstein, 1988, p.126)
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superiores, se trata de una experiencia educativa relevante, que en forma sistemática intenta
ser significativa y pertinente para los estudiantes en el presente, independientemente de los
cursos que seguirán sus vidas.
Una política integrada relativa a la profesión docente se anticipó en Chile, en algunos meses
a lo recomendado por la CIE. Esto se debió a que el diseño general de la Reforma y en parti-
cular la política docente chilena se fundamentaron, por una parte, en dinámicas del desarrollo
educativo nacional y en una temprana lectura y apropiación de los consensos internacionales
previos que la Declaración y recomendaciones de 1996 consolidaron y legitimaron.
Las medidas más importantes que coinciden con la Declaración y las recomendaciones de la
CIE, son las siguientes:
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Dictación de la ley Estatuto de los Profesionales de la Educación, que sustrajo a los docentes
del libre mercado de trabajo que les había impuesto el gobierno militar y les creó condiciones
de empleo propias de propias de profesionales de servicio público. Se les reconocieron los
derechos a la autonomía profesional, a la participación consultiva colegiada en las decisiones
educacionales y a oportunidades de “perfeccionamiento” o desarrollo profesional continuo.
Desde el año 2000, el fortalecimiento de la profesión docente ha pasado a otra etapa centrada
en la articulación de los siguientes procesos o estrategias:
• adopción de estándares referidos a las competencias profesionales de los docentes de aula
(“Marco de la Buena Enseñanza”), basados en resultados de investigación y en consensos
entre la organización representativa de los docentes y el Ministerio de Educación;
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Debe considerarse que como una de las consecuencias de las políticas mencionadas, en los
años 2003 y 2004, las carreras de formación inicial de docentes en las Universidades chilenas
son las que han recibido la mayor cantidad de postulaciones en el sistema de selección para
el ingreso a las carreras de pre-grado en las Universidades chilenas. En el mismo sentido, en
los últimos cinco años se han incrementado consistentemente los niveles académicos de los
postulantes a dichas carreras en el proceso de selección para el ingreso.
Son variadas las instancias y las formas en las que el desarrollo sostenible está presente en el
Marco curricular, referente obligatorio para todo el sistema escolar y los Programas de Estudio
elaborados por el Ministerio de Educación.
recursos como contexto de desarrollo humano”. En esta línea se enfatiza la relación del hombre
con su entorno, especificando que esta relación tiene como marco general la búsqueda del
desarrollo humano, vale decir, se potencia armonizar el cuidado del medio con el crecimiento
económico y el aumento de la calidad de vida de las personas en una relación dinámica que
asegure a las generaciones futuras el acceso a los recursos que les permitan incrementar en
forma sostenida su calidad de vida.
Por otra parte, el tema del desarrollo sostenible se encuentra presente en varios sectores de
aprendizaje a través de los distintos niveles escolares. Su presencia se concentra en los sectores
de Tecnología y Ciencias en el nivel básico y en Tecnología e Historia y Ciencias Sociales en
el nivel secundario.
En el primer ciclo básico, (grados 1 al 4) los alumnos y alumnas deben apreciar la relación
de interdependencia con su hábitat y en el segundo ciclo (grados 5 al 8) tienen las primeras
aproximaciones a la organización del trabajo por parte de la sociedad en función de la ex-
tracción de recursos.
En el sector de Tecnología se asume también el análisis del impacto social y ambiental del
desarrollo de tecnologías de punta.
De esta forma, en el nivel de enseñanza básica, desde distintos sectores y sub sectores de
aprendizaje se trabajan elementos que en su conjunto, permiten desarrollar un concepto y
un aprendizaje en torno al desarrollo sostenible.
En resumen, hoy en el currículum escolar chileno están presentes una serie de posibilidades
para desarrollar el tema del desarrollo sostenible a través de los objetivos fundamentales y
contenidos mínimos obligatorios de distintos sectores de aprendizaje, con una complejidad
creciente a medida que se avanza en los niveles escolares. Asimismo, el desarrollo de los Ob-
jetivos Fundamentales Transversales permite y estimula a los docentes de otras asignaturas a
trabajar estos temas en forma transversal.
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