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¡SI LO LEEMOS LO VIVIMOS!

INTRODUCCION
José María Arguedas tuvo una mirada profunda a la literatura ya que en sus obras,
plasma todos sus sentimientos y todo lo que vivió en sus tiempos. Para él nuestro país
el Perú engloba una infinidad de culturas y lenguas. Inspirándose en ello con el
propósito de cambiar al país a través de la literatura. Proponiendo un nuevo enfoque
hacia las oportunidades en una nación donde la corrupción, hostilidades y
discriminaciones son la punta del iceberg.
TESIS
La novela nos presenta un realismo narrado ampliamente, con tentativa hacia el futuro,
de cambiar y evidenciar un pasado.
FUNDAMENTOS
En esta novela se relata la historia de Gabriel, sus días en la cárcel, la organización
interna y los grupos que se forman. Con una clara intención de denuncia, esta obra
nos muestra el destino de los presos políticos, delincuentes comunes, condenados al
encierro y a la constante tortura. Pero además es un relato de la sobrevivencia del
hombre.1 A través de la lucha por encontrar justicia, en el sentido de pertenencia hacia
su país y repulsión hacia aquellos que profanaron las tierras del sol, del inca
¡NUESTRO PERÚ!
Un ejemplo claro es el del niño de 14 años que luego de ser acusado injustamente por
su patrona de robarle una joya costosa, fue sometido a violaciones y maltratos
psicológicos por parte de Puñalada y otros negros quienes se consideraban amos de
la prisión.2
Nos da a conocer una cruda realidad peruana de la década de 1930:
comparativamente, los apristas son mayoría y los comunistas solo una minoría 3, es
una obra q nos refleja el dolor, la angustia, el sufrimiento y la muerte. En el sexto
entraban niños, adolescentes y adultos sin importar la edad, todos al mismo agujero
“EL SEXTO”; lo que ocasionaba las constantes violaciones y maltratos que a
comparación de hoy, los prisioneros son separados por edad y sexo, es más podemos
afirmar, gracias a la novela se conoce esa realidad de aquellos tiempos en el que
entrar a la prisión era perder todos los derechos no solo el de la libertad como es hoy.
La referencia a la situación política y las prácticas de los dirigentes, la mención a la
explotación de los empresarios norteamericanos, la complicidad del gobierno, las dos
ideologías opositoras, los aprista o comunistas, se resume todo un mundo que
configura al país en ese penal. Este infierno carcelario es también una metáfora de la
violencia que domina a toda la sociedad peruana4 lo que evidencia nuestro pasado y
de este modo buscar una tentativa de un futuro mejor en el que el estado ya no
cometa estas injusticias y la corrupción sea solo un recuerdo escrito en papel.
CONCLUCIONES
Arguedas nos relata injusticias ocurridas en años pasados que incluso nos influyen en
el presente, lo que nos muestra la crítica situación en la que se encontraba nuestro
país en esos tiempos, ayudándonos a analizar y reflexionar, acerca de nuestros
derechos ya que ahora todos los gozamos incluso los presos.
Esta novela no relata ficción, nos habla ampliamente de los sucesos veraces ocurridos
en nuestro país. Y es que en ese lugar el escritor encontró lo peor que la sociedad ha
parido pero a la vez la esperanza de quienes luchaban por cambiarla, sufriendo no
solo la privación de la libertad sino torturas y sufrimientos. Al margen de las menudas
disputas doctrinarias que se dan entre los presos políticos, existe ideales comunes que
en determinados momentos hermana a todos ellos: la lucha contra una dictadura
totalitaria y el deseo por implantar en el país la justicia social.
Con lenguaje crudo la novela nos traslada a la locura humana, a la desesperación,
pero también muestra la capacidad del hombre para sobreponerse a las adversidades,
por su razón, por sus ideales, por sus principios. Una novela de preguntas y
constantes confrontaciones que nos enfrentan, escenas que dejan ver la miseria
humana.
José María Arguedas con esta novela nos demuestra su gran talento, podemos leerlo
y acercarnos a una joya de la narrativa hispanoamericana.

REFERENCIAS
1. Jordi Cáceres “Ensayo” 2012, p. 1.
2. José María Arguedas “El sexto” p. 9.
3. Vargas Llosa 1996, p. 219.

4. José María Arguedas “El sexto” p. 6.

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