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PROYECTO CURRICULAR
ARTES PLÁSTICAS Y VISUALES
2019
AQUÍ NO SE HABLA DE POLÍTICA
A Zareth, la persona que la política trajo y que el amor asentó, gracias por
todo tu apoyo, tu crítica, por tus pensamientos, has hecho esto posible. A mi
madre y a mi padre, Nelly y Abel, por su formación y apoyo. A mi amigo Fabian
por los recuerdos y las reflexiones, a mi amiga Angélica Riaño por acercarme
más a la lucha de ideas políticas. A Jenny Alfonso por su ayuda incondicional.
A aquellas que tendieron su mano de apoyo en los diferentes momentos del
proceso de creación de este proyecto.
Política, político, arte político son conceptos para los que posiblemente
la lectora de este texto, ya tenga una definición o por lo menos una
noción, que pueden coincidir o no con las nociones propias, y no diré
que la intención de este proyecto no es definir esos conceptos, al
contrario, busca dar claridad de éstos o por lo menos no dejarlos en la
*El origen de la palabra mamerto se remonta a los años 60 en Colombia para nombrar de manera
despectiva a los militantes del PCC - Partido Comunista Colombiano, aunque actualmente su uso se ha
extendido para referirse a los simpatizantes de la izquierda.
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indefinición. Una reflexión de la política a través de la práctica visual
(¿sería lo mismo a la acción política a través de la práctica visual?).
Esta reflexión solo es posible por medio del análisis de cómo la política
se manifiesta en el acontecer diario ¿Dónde está la política? ¿acaso
todo es política? ¿Se es un sujeto político y al serlo ya no se puede
devenir en un sujeto no-político? Luego «aquí no se habla de política»
si bien se muestra como una afirmación, el interés es que sea un
llamado de atención, un cuestionamiento desde mi experiencia sobre
la política y su lugar, si es un espacio; o accionar, si es un hecho a
realizar. Pero también sobre el camino que esta como concepto ha
recorrido en nuestro país y sobre sus posibilidades futuras.
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YO CREÍ
QUE HACÍA
POLÍTICA
¡Amigo mirón
únase al montón
su hijo es estudiante
y usted es trabajador!
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expandiéndola y volviéndola más compleja (de nuevo ¿a qué joven
no le pasa?) y aunque aquella, seguramente, chocaría fuertemente
con la que he construido y poseo actualmente (alguna vez en el
colegio quise representar al candidato a la presidencia Álvaro
Uribe, por el que sentía una genuina admiración, al final y para
mi tristeza, terminé siendo el candidato a la Vicepresidencia
de Noemí Sanín), fue allí donde se sembró las inquietudes que
actualmente mueven este proyecto. Empecé a participar en el
Consejo Estudiantil, me manifesté con carteles a favor del voto
en blanco para unas elecciones de personeros, al siguiente año
fui candidato a la Personería del colegio, y conformé o, mejor,
traté de conformar con mi mejor amigo un grupo de estudio en
los descansos, entre otras acciones que tenían como objetivo
proyectar mi escasa visión del mundo o por lo menos de nación,
pero también intentar ampliar esa visión, clarificarla.
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¡Aleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeerta!
¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta que camina
La lucha estudiantil por América Latina!
¡Y venga! ¡y venga! ¡y venga compañero!
¡Que aquí se esta luchando la educación del pueblo!
* La Mesa Amplia Nacional Estudiantil fue una organización gremial de carácter nacional, que
nació a inicios del 2011 y que convocó a estudiantes en general sin importar si eran universitarios
o no, o si estaban vinculados a algún tipo de organización. Su origen se dio a partir de un
encuentro realizado por 9 organizaciones estudiantiles: Organización Colombiana de Estudiantes
– OCE, Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios - ACEU, Federación de Estudiantes
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paros universitarios más grandes en la historia del movimiento
estudiantil nacional, hasta ese momento. Las manifestaciones
de este movimiento, su puesta en escena y el apoyo recibido le
daría un nuevo aire a la lucha y la organización estudiantil.
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Fue la radicación formal del proyecto por parte del gobierno
nacional al Congreso de la Republica en la primera semana de
octubre de 2011 lo que airó los ánimos y extendió la indignación
por nuestra facultad de arte.
correspondida por el resto de la comunidad universitaria que sentía a los integrantes de la facultad
de artes como gente ajena que daban la espalda a las vicisitudes de su alma mater, de una
universidad pública como la Distrital.
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técnicas y tecnológicas, y de universidades privadas, que si bien
por sus dinámicas no podían entrar a un cese de actividades,
formaron mesas amplias estudiantiles respectivamente para
organizarse, proponer y alimentar al movimiento y la protesta,
exponiendo sus propias luchas y reivindicaciones, pertinentes a
la situación del momento, tales como aumentos de matriculas,
bienestar estudiantil, prácticas universitarias entre otras.
Este hecho, la integración de estudiantes y profesores de las
universidades privadas al movimiento estudiantil fue uno de los
indicadores que, con el tiempo, me ayudaron a comprender que
este movimiento era diferente a los demás que hasta ese momento
yo había observado, y que se manifestaban intermitentemente
por no-sé-que-causa a reivindicar* .
*Comprensión que se daba desde una profunda ignorancia del tema. Más allá de lo que presenciaba
en noticias desconocía por completo la historia y el presente del movimiento estudiantil, de sus
organizaciones, luchas y logros, muchos de los cuales provenían precisamente desde los campus
de algunas universidades privadas.
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de profesores, padres de familia y transeúntes afines a la causa.
Pocas veces hubo algún enfrentamiento violento con la policía
o el ESMAD, en cambio abundaron las manifestaciones tipo
carnaval, los besatones, los abrazatones, los disfraces, la música,
la batucada, las marchas de antorchas y la alegría. Acciones que
explican el éxito y la acogida del movimiento. Sin embargo, el
gobierno estaba poco persuadido de retirar la propuesta ante
lo cual la MANE respondió con la organización de una de sus
mayores manifestaciones: La Toma a Bogotá.
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estudiantil había introducido nuevas formas de manifestarse
caracterizadas por la creatividad y la presencia del arte, sin duda
la participación de la ASAB en la Toma a Bogotá marcó una pauta
que la visibilizó y acercó al grueso de la comunidad universitaria,
en particular de la Distrital.
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¡Llueva o truene el paro se mantiene!
* Entre las maniobras realizadas por el gobierno para convencer a los estudiantes de levantar el
paro, estuvo también la modificación parcial de la propuesta en donde se eliminó la propuesta, de
las más polémicas del articulado, de permitir las instituciones de educación con ánimo de lucro
(23 de agosto de 2011), maniobras que como todos sabemos no dieron fruto.
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trabajadores y transeúntes, confeti de papel caía sobre la cabeza
de los caminantes, aunque no fue lo único que cayó, una fuerte,
temprana y continua lluvia también los acompañaba en su
camino hacia los puntos de concentración, en el caso de la ASAB
a la plaza de Bolívar, por la ruta que debería rebautizarse como el
marchódromo: la carrera 10ª y 7ª.
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Honduras, entre otros. Paradójicamente y a pesar del éxito de
la jornada, se iniciaba, sin que lo supiéramos en ese momento,
el lento pero progresivo declive y suspensión del movimiento
estudiantil nacional.*
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La MANE y el movimiento estudiantil del 2011 junto con el
de Chile, estuvieron enmarcados en una serie de agitaciones,
manifestaciones y protestas que se dieron a nivel mundial como
la Primavera Árabe en Túnez, Argelia, Egipto y varios países más
del medio oriente y el África mediterránea, el movimiento We
are 99% y Occupy Wall Street en Estado Unidos, el Movimiento
15-O de Europa y América, el 15-M Español, entre muchas otras.
Manifestaciones que aún hoy siguen resonando, desatando
eventos que aún se siguen desarrollando. A finales de ese mismo
año el manifestante (the protester) fue el personaje del año de
la revista TIMES. Sobre el carácter político de los movimientos
estudiantiles aún hoy queda el cuestionamiento, estando
la política tan fuertemente señalada y estigmatizado por la
opinión pública algunos deciden desmarcarse de ese concepto
por lo menos nominalmente para caracterizar el movimiento
como una respuesta de defensa netamente gremial. Al respecto
reflexionaremos más adelante.
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Quién es Usted? – Soy estudiante.
¡No lo escuche! – Soy estudiante.
¡Una vez más! – Soy estudiante, soy,
soy estudiante, soy.
Yo quiero estudiar para cambiar la sociedad
¡Vamo’ a la lucha!
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un ente indefinido que agrupaba a todos los estudiantes, no sabía
como se había conformado o como funcionaba, y aún así sentía
que era parte de ella. Ignoraba la existencia de las organizaciones
estudiantiles, sus diferencias y mucho menos conocía sus
conexiones con la política extra – universitaria.
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nuevas expresiones de movilización del movimiento y por
eso sentía que la ASAB le estaba “enseñando” e innovando
en la protesta, después caí en cuenta que la facultad iba en
dirección al nuevo espíritu de manifestación que configuraba
un nuevo discurso para dar visibilidad y respuesta a las viejas
problemáticas reflejadas en la reforma. Asistía a las marchas
con cierto prejuicio y cantaba las arengas con cierto recelo, tenía
una desconfianza del estudiante que entraba a una universidad
pública y se “radicalizaba”, se “mamerteaba”.
* Viviría intensamente por lo menos 2 paros más dentro de la Universidad Distrital. En uno que
transcurrió en el 2014 contra los acuerdos 008 y 009 que tenían como objetivo reestructurar
el Alma Mater, llegué a dirigir asambleas y a ser “vocero” de la facultad frente al resto de la
universidad. Las vanidades.
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¡Eeeeo! ¡Paro Nacional!
¡Eeeeeo! ¡Todos a marchar!
¡Eeeeo! ¡Paro Nacional!
¡Eeeeeo! ¡Todos a marchar!
...
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el marco del paro agrario el maestro Guillermo Vanegas
nos lleva a una charla con miembros del movimiento
político País Común, del que era parte Feliciano Valencia
en su momento precandidato presidencial de origen
indígena y actual senador de la República, al final de
ésta me acerco a los expositores para preguntar sobre
las maneras de participar dentro de su movimiento
y la forma de obtener más información, hecho que
produjo algunas burlas de mis amigos por “mi afán por
regalarme a los comunistas” sin embargo mi interés no
fue satisfecho.
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EL TAL
PARO
NACIONAL
AGRARIO
NO EXISTE
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Para finales del 2013 había sido invitado a ser parte de una
organización estudiantil y consecuentemente a un partido
político, como parte de mis nuevas tareas participé en el Octavo
Plenario de la MANE realizado en Bogotá, mi primer plenario y el
último realizado por la MANE y fui, por corto tiempo, candidato
al Consejo de Facultad de la ASAB para unas elecciones que nunca
se realizaron (un nuevo paro en la Universidad Distrital estaba
a punto de iniciar). Al parecer había encontrado a la política, o
un lugar para hacerla. Vi y sentí la posibilidad de poder incidir
directamente en mi realidad y cambiarla.
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positivamente a los participantes. Durante este tiempo entré
en contacto con los conceptos de “comunidad” o “territorio”,
grupos de personas y lugares a los cuales llegaba y en donde no
fui parte. Esperaba, genuinamente, poder transformar con el
arte el contexto y las vidas de las “comunidades” a las que iba,
y de cierta manera lo logré, pero, aunque no quiero ni puedo
desmeritar el trabajo realizado y el cual es proceso y fruto de una
gran cantidad de personas, descubrí que ese tipo de trabajo poco
me satisfacía. Encontré que este tipo de iniciativas no podían estar
mediadas solamente por relaciones bajo una figura contractual y
debe partir, ante todo, por inquietudes y conocimiento propias
y profundas con el lugar y su gente. Como diría Max Weber, la
acción política debe tener un gran componente de pasión que
debe estar al servicio de una causa y que debe estar orientada por
un sentido de responsabilidad con esa causa (Weber, 1919), ser
parte.
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actividad política como un suceso lleno de espectacularización,
tensiones y agitaciones que permea cada rincón de las relaciones
cotidianas mientras dura y que además ocupa, se quiera o no, la
agenda del ciudadano, es decir, de aquel que tiene la capacidad
de votar, movilizando sentimientos profundos, viscerales así
como aspiraciones del querer ser parte de un algo que proyecte
las visiones individuales pero sobre todo grupales de nación.
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AQUÍ NO SE
HABLA DE
POLÍTICA
“En nuestro tiempo, si se quiere hablar sobre política,
debe empezarse por los prejuicios que todos nosotros,
si no somos políticos de profesión, albergamos contra
ella. Estos prejuicios, que nos son comunes a todos,
representan por sí mismos algo político en el sentido
más amplio de la palabra: no tienen su origen en la
arrogancia de los intelectuales ni son debidos al cinismo
de aquellos que han vivido demasiado y han comprendido
demasiado poco”
Hannah Arendt, ¿Qué es la política?
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En la primera noción, la política permea cada aspecto de la vida
diaria, cada acción del ser y además esta presente en todo lugar.
En la segunda, la política es una actividad ajena realizada por
ciertos personajes también ajenos y cuya relación e influencia en
la vida propia no es clara o es difícil de dilucidar más allá de ser la
acción de quienes gobiernan.
* Estas dos nociones afectan también la concepción del sujeto político, así pues, en la primera
tenemos a una persona que se constituye como sujeto político y ya constituido no puede dejar
de serlo y por tanto sus acciones siempre serán políticas es, por lo tanto, un estado permanente,
y en el segundo caso el sujeto es político dependiendo de sus acciones y el escenario en el que
éstas se ejecutan, siendo un estado transitorio
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ese objeto indefinido-la política y el arte- nos ayudará para
diferenciarlo de su entorno, para separarlo de aquello que no es
pero que ha pretendido ser.
«CUANDO LA POLÍTICA»
ANECDOTARIO [a]POLÍTICO.
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En Colombia el ejercicio electoral nació con la declaración de
independencia y después de ésta se ha ejercido con sus diferentes
variantes: Sufragio restringido, sufragio universal masculino,
voto indirecto, sufragio universal sin calificación, entre otras.
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para las tropas y para la población, fechas duras y difíciles, en las
que siempre se piensan con alguna preocupación” y más adelante
agrega después de narrar el día electoral: “de forma sombría se
advierte siempre la perspectiva de la cercana explosión de una
guerra civil.” (Carbó, 1995) Y aun con este ánimo electoral,
impulsado sobre todo por las clases dominantes o gobernantes
del país, Colombia es un país sumamente abstencionista, ya sea
porque, como se dijo anteriormente, en sus inicios el derecho al
voto estaba sumamente restringido o por la irregularidad que
trajo el conflicto que privó durante años a mucha gente a ejercer
su derecho al voto, o como sucede actualmente, en donde los
anteriores obstáculos se han ido superando, porque hay una
aparente desilusión del sistema democrático aplicado en el país
que ha conllevado a un desinterés general por la participación
electoral. No hay que mirar muy lejos para encontrar muestras
de este desinterés, en la elección a la presidencia pasada (2018)
el umbral de participación general si acaso superó con enorme
dificultad el 50% de votantes y en otros tipos de consulta los
resultados tampoco son muy alentadores, tales como en la
Consulta Anticorrupción realizada también en 2018 donde solo
participaron 32,05%* del total del censo sin llegar a superar el
umbral necesario para hacer efectiva sus propuestas o en el triste
y emblemático caso del Plebiscito Por La Paz para refrendar los
acuerdos del Estado y la guerrilla más antigua del país y del
mundo, las FARC – EP, que sumo en total una participación de
37,43% . **
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para desempolvar este concepto y ponerlo de nuevo en frente sin
brumas que los cubran.
Está más que claro que hay una mayoría de colombianos que no
se han apropiado, o que incluso han desechado, aquel derecho
a elegir y ser elegidos, y sobre todo a ser consultados sobre los
destinos del territorio que habitan, pero sería injusto señalarlos
y juzgar esta actitud sin mirar en el pasado, quizá esta apatía
es solo un síntoma de una enfermedad desarrollada a través de
la historia republicana la cual es, precisamente, que no se ha
necesitado de la consulta de los ciudadanos o mejor aún de los
habitantes para tomar las decisiones que han guiado al país en
sus 200 años de existencia o incluso antes en la colonia cuando
las ordenes provenían de ultramar, o antes desde la conquista del
territorio a manos de los españoles desconociendo la posesión
que sobre este tenían los pueblos originarios, o mucho más antes.
Por tanto, sigamos explorando en la historia para rastrear la raíz
de esa relación de apatía entre ciudadanos y la política, relación
que ha llevado a acuñar frases como que “la política no es para
gente decente” o la conocida de “todos los políticos son iguales”
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se disputaban, por supuesto, el control del Estado por medio de
varias formas de lucha incluyendo la armada: por un lado, estaba
el partido Conservador de la mano del ejercito oficial, las policías
regionales y las bandas de carácter paramilitar, y por el otro el
partido Liberal al principio también, de la mano de guerrilleros
y combatientes irregulares*. El año anterior al 9 de abril de 1948
la “Violencia política” había causado catorce mil asesinatos,
número que aumentó drásticamente con la muerte de Gaitán
llegando a cuarenta y tres mil (Caballero, 2018), sumado al éxodo
de cientos de miles de personas de los campos a las grandes
ciudades, los desplazados por la violencia.
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la nación Mariano Ospina Pérez clausura el Congreso y suspende
todas las asambleas departamentales, instaura la censura a la
prensa e impone el estado de sitio. El Congreso no volvería a
funcionar con normalidad hasta 1958 al término de la dictadura
del general Rojas Pinilla y con la instauración del periodo
conocido como El Frente Nacional. Como adición, las elecciones
finalmente sí se adelantaron sin embargo los liberales no se
presentaron*.
_______
* Luego, ambos partidos usarán la fuerza represiva del Estado, indistintamente, para proteger su hegemonía.
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Laureano no duraría mucho tiempo frente a la presidencia y
por cuestiones de salud dejaría a cargo a su ministro de Guerra
Roberto Urdaneta. Para esta época la Violencia llegaría a su peor
degradación, arrasando literalmente los campos y sus habitantes
mediante crudas y sangrientas manifestaciones de tortura y
asesinato. Frente a esta situación, en el año 1953 entra en escena
un militar cuya carrera iba en rápido ascenso y que sería recibido
tanto por sectores conservadores y liberales como el salvador de
la patria y el “segundo libertador”, el Teniente General Gustavo
Rojas Pinilla. Los liberales calificaron la acción de Rojas no como
un golpe de Estado sino como un “golpe de opinión”, declaración
secundada por toda la prensa, exceptuando por supuesto al
periódico de Laureano, El Siglo.
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No obstante, fueron otro tipo de medidas del Presidente militar
lo que deterioraría las relaciones con sus antiguos aliados de
los partidos tradicionales; la Asamblea Nacional Constituyente
creada por Laureano fue usada por Rojas para aumentar su
poder, así por ejemplo ésta aprobó la reelección del presidente
militar para el siguiente periodo. Las medidas represivas pronto
iban a reaparecer e ir en aumento y se impuso la censura a la
prensa, los periódicos El Tiempo y El Espectador cambiaron
de nombre durante esta época y sus ediciones estaban
supervisadas por censores militares. Durante una marcha
estudiantil de conmemoración realizada el 8 y 9 de junio de
1954 se disparó contra los manifestantes y en consecuencia
murieron unos cuantos, el presidente militar inmediatamente
culpó al comunismo y el resultado fue la ilegalización del Partido
Comunista. Como dije anteriormente, estos hechos conllevaron
a la ruptura de Rojas con sus aliados conservadores – liberales
y hasta con la iglesia, quienes convocaron un paro nacional en
donde llamaron a los trabajadores de la industria, la banca y el
comercio, así como a los estudiantes a manifestarse en contra del
régimen; y aquellos que celebraron en algún momento el ascenso
de Rojas como “segundo libertador” eran ahora las cabezas de la
oposición civil, “Se trataba de lo que Antonio García denominó la
insurrección de las clases altas” (José Fernando Ocampo, 2010).
Alberto Lleras Camargo líder liberal fue a España a encontrarse
con el depuesto y exiliado Laureano Gómez y firmaron el 24 de
julio de 1956 en Benidorm un acuerdo para regir conjuntamente
el gobierno de los próximos 16 años, acuerdo que sería reforzado
el 20 de julio de 1957 en Sitges y se sometería a plebiscito el 10 de
diciembre de ese año , jornada electoral que será recordada por
poseer el porcentaje de participación más alto en la historia del
país y por ser la primera vez en donde la mujer iba a ejercer su
derecho al voto.
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movimiento civil sería excluido, “Se era partidario del Frente
Nacional o se era enemigo de Colombia” (José Fernando Ocampo,
2010). El Frente Nacional solucionaría parcialmente la violencia
del país, por lo menos los partidos Liberal y Conservador no
volverían a alzarse en armas el uno contra el otro, sin embargo,
debido a la reducción en la participación en el Estado y la
exclusión de corrientes de pensamiento que no se amoldaban al
bipartidismo dominante, nacerían otras violencias más longevas
que la anterior.
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sumar que a finales de los años 70’s y en los años 80’s un nuevo
fenómeno aparecería en el país. Impulsado por los movimientos
contraculturales estadounidenses, el consumo de Marihuana
se disparó estimulando su comercialización desde los campos
colombianos y creando con esto una nueva empresa para el
país, el narcotráfico. Cuando los hippies se esfumaron y fueron
remplazados por los exitosos yuppies (si es que no eran los
mismos) la Marihuana fue igualmente reemplazada por un
narcótico más fuerte, la cocaína, y los antiguos comerciantes
de yerba aprovechando su experiencia se adueñarían del nuevo
negocio. Negocio que no tendría mayor inconveniente sino
fuera porque la comercialización de cocaína fue ilegalizada
y perseguida por los Estados Unidos de América y, por tanto,
también lo era por Colombia. La ilegalidad del negocio, favoreció
su rentabilidad y su rentabilidad justificó toda clase de excesos y
estrategias para comercializarla, siendo una de las más dañinas
la corrupción generalizada del aparato estatal y en general de la
sociedad colombiana.
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escenas y prácticas vividas durante la Violencia de los años
50 fueron reinterpretadas y multiplicadas con sevicia, y
si en aquella época a algunos los mataban por ser godos
o por ser liberales, en ésta se hacía por “auspiciar” a la
guerrilla o a los paramilitares.
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daban poderes extraordinarios al presidente, se atacaban a los
opositores y demás estrategias ya conocidas de tipo totalitario.
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“En la calurosa sala de visita, junto al espectro de la
pianola amortajada con una sabana blanca, el coronel
Aureliano Buendía no se sentó esta vez dentro del
círculo de tiza que trazaron sus edecanes. Ocupó una
silla entre sus asesores políticos, y envuelto en la manta
de lana escuchó en silencio las breves propuestas de
los emisarios. Pedían, en primer termino, renunciar
a la revisión de los títulos de propiedad de la tierra
para recuperar el apoyo de los terratenientes liberales.
Pedían, en segundo termino, renunciar a la lucha
contra la influencia clerical para obtener el respaldo
del pueblo católico. Pedían, por último, renunciar a las
aspiraciones de igualdad de derechos entre los hijos
naturales y los legítimos para preservar la integridad
de los hogares.
- Quiere decir - sonrió el coronel Aureliano Buendía
cuando terminó la lectura - que sólo estamos luchando
por el poder.”
Cien años de soledad.
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“No existe, realmente, la política. Tan solo hay políticos.
Estos han sido a través del tiempo hombres que han
impuesto su voluntad de todas las formas posibles”.
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ya sea para hablar de regímenes democráticos, monárquicos o
dictatoriales, acá “los prejuicios se anticipan, van demasiado
lejos, confunden con política aquello que acabaría con la política”
(Arendt, 1995) Sin duda este uso del termino tiene raíces en su
concepción aristotélica, quien como vimos paradójicamente no
lo usaba en todos los casos de gobierno. Para Aristóteles solo
entre los hombres libres que se agrupan de manera autónoma y
armónicamente, surge la politeia y en ella cada hombre cumple
una función específica en la búsqueda de un proyecto común,
como la felicidad. En los casos donde esta agrupación no se da de
manera armónica, en donde exista una relación desigual se cae
necesariamente en una desviación de la organización de la polis,
tales desviaciones eran para Aristóteles la tiranía, la oligarquía y
la democracia. No obstante, al centrar la reflexión de la política en
la organización de los estados, dio paso a que la lucha por el poder
y la dirección del gobierno fueran las características principales
que definen la política. La ciencia del poder y la administración
del Estado.
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“La política es en primer lugar el conflicto acerca de la existencia
de un escenario común, la existencia y la calidad de quienes están
presentes en el” (Rancière, 1996) No existe política simplemente
porque haya una estructura que permita la gobernabilidad de
una asociación de personas y no existe tampoco por la simple
búsqueda del poder, es decir de la posibilidad de dirigir dicha
estructura, hay política en el momento en el que un grupo de
personas que no se sienten con voz dentro de dicha estructura
y por lo tanto no hacen parte, luchan para darse dicha voz,
para ser parte. “La política existe cuando el orden natural de la
dominación es interrumpido por la institución de una parte de
los que no tienen parte. Esta institución es el todo de la política…”
(Rancière, 1996)
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la opinión pública en estos últimos años, rechaza y niega la acción
política, pues parte de la negación de los distintos conflictos
que nacen de las visiones y las reivindicaciones de los distintos
grupos que conforman una sociedad y necesitan ver sus luchas
reflejadas en la estructura social. En colombia, la política que ha
sido reemplazada por la policía a nivel institucional ahora se ve
en el riesgo de la total anulación desde la (in)acción.
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ARTE Y POLÍTICA EN COLOMBIA
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el arte político (no todo puedo decir, pero si la generalidad) se
ha movido en dos frentes, uno centrado en darle visibilidad y
denunciar aquellas situaciones que consideran injustas, es un
arte que de cierta manera se queda como testigo y registro, y
considera que de esta manera adopta las características de la
política y otro que ha buscado romper la estructura del medio -
el medio artístico me refiero- para hacer válidos sus lenguajes
y otorgar la característica de arte a aquello que antes no lo
poseía, estos dos frente no son excluyentes el uno del otro y son
frecuentemente mezclados por los artistas políticos. En el primer
frente podríamos ver esa característica ineludible de la política
de darle voz a quienes no la tienen, sin embargo, como vimos
anteriormente no es suficiente con dar voz, no es suficiente con
dar visibilidad, a través de la representació, a aquellos que han
sido invisibilizados, debe necesariamente mover los cimientos
de la estructura que no los hace parte, para darles cabida, no solo
de manera nominal o visual, sino de manera efectiva. “Si el arte
busca incidir, debe entender los mecanismos de participación
política” (Esfera Pública, 2018) diría el maestro Guillermo
Vanegas.
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propiciado para que los causantes de los actos denunciados
y representados queden en la sombra, o se enmarquen en la
narrativa oficial, la de la policía.
Esto iba a ser un manifiesto, pero no lo es, para que lo sea debe ser
suscrito por más sujetos, por el momento solo me circunscribe a
mí, sin embargo no deja de ser una declaración, una declaración
de amor a la política y al arte que me han traido todo lo que hasta
el momento tengo y han conformado lo que en este momento
soy. Por lo tanto:
Por tanto, no todo puede ser arte, como no todo es política. Nuestra
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capacidad para poder distinguirlos es una de las herramientas
más poderosas para darle paso a la acción. Si durante años la clase
gobernante nos ha ido despojando de lo material, no permitamos
que nos despojen de los conceptos. Colombia es un país donde
la acción política está prohibida, y quienes la prohíben toman
medidas como el asesinato para mantenerla lejos, ellos durante
años han escamoteado hasta las palabras para condenarnos a la
inacción. ¡No se lo permitamos!
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LA OBRA
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ÍNDICE DE IMÁGENES
Pág. 25. Imagen extraida del video donde el entonces Presidente Juan
Manuel Santos dice su famosa y desafortunada frase «El tal paro agrario
no existe».
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FUENTES
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