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Técnica para restauraciones resistencia.

Las
paredes de la cavidad pueden ser paralelas al eje longitudinal del diente. A
lo más, deben tener más que una divergencia interna ligera, es decir,
presentar una divergencia ligera conforme pasan de la superficie oclusal
hacia la parte profunda de la cavidad. En este caso no se requiere de otra
forma de canaladura de retención.
Con frecuencia hay una zona pequeña, por debajo del punto de acceso
inicial, donde el piso consta de dentina cariosa. Si este es el caso, la dentina
reblandecida se elimina con un excavador filoso de mano, o con una fresa
redonda No. 4 de baja velocidad, por medio de un toque ligerO, hasta que se
llega a identificar dentina normal. Por lo tanto, existe una depresión en el
piso de la cavidad; su tamaño corresponde a la extensión de la caries y, a
pesar que puede existir todavía una pequeña área de dentina ligeramente
pigmentada en el centro de la depresión, el piso y las paredes de la cavidad
deben presentar una sensación uniforme de resistencia Y dureza ante el
examen que se realiza con un explorador afilado.
Cuando se usa un explorador filoso y bien templado con presión manual
considerable, de alrededor de 4.5 kg, la dentina sana sólo permite una
penetración superficial apenas perceptible y, este es el punto crucial, no existe
ninguna sensación de adherencia, o de resistencia al retiro del explorador. La
existencia de la más mínima sensación de adherencia implica que la dentina
es más suave de lo normal; por tanto, está descalcificada y, se debe suponer
que también está infectada. En el caso que se considera la dentina se debe
eliminar, esto no implica el riesgo de exposición de la pulpa subyacente.
En este punto se revisan los márgenes de esmalte de la cavidad, al
seguir los pasos sistemáticos que se mencionaron en el capítulo anterior en
relación aela* preparacióff de cavidades; esto se hace, en primer lugar
para confirmar su ubicación correcta y en segundo término, para darles
una forma tal que tengan un ángulo cavosuperficial correcto. Los
principios generales descritos en la página 79 son los que detérrninan la
forma del mejor margen de esmalte y el ángulo cavosuperficial correcto.
En este momento es evidente que la aplicación práctica de estos principios
representa ciertas dificultades, que se van a mencionar.
Con fines prácticos, y en ciertas zonas limitadas del contorno de la
cavidad Clase I descrita, la superficie adyacente de esmalte es plana y la
pared de la cavidad que se extiende hacia arriba a partir del ángulo que se
forma entre el piso y la pared, se encuentra con la superficie en un ángulo de
900 (fig. 5—1 1 a). En este caso no hay ninguna dificultad para la aplicación
del principio, ya que los márgenes de esmalte y amalgama tienen, con fines
prácticos, una resistencia máxima. Sin embargo, la dificultad surge cuando
la forma del contorno pasa a través de la vertiente inclinada de una cúspide,
similar a la que se muestra, de manera algo exagerada, en la figura 6—5a,
donde la pared axil de la cavidad, tal y como queda recortada por una fresa
de fisura, produce un ángulo cavosuperficial A de 1350 . Este es

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