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Las lesiones por arma de fuego se definen como el conjunto de alteraciones producidas en el
organismo por el efecto de los elementos que integran el disparo en las armas de fuego. Las
armas de fuego se definen como aquellos instrumentos destinados a lanzar violentamente
ciertos proyectiles aprovechando la fuerza expansiva de los gases que se producen en su
interior por deflagración de la pólvora.
Estos proyectiles poseen una gran energía cinética o fuerza remanente por lo que alcanzan
largas distancias con gran capacidad de penetración. Sólo como una aproximación
mencionaremos que los proyectiles de armas cortas como son las pistolas, revólveres, etc.
poseen velocidades de alrededor de 350 metros por segundo (m/s) y las armas largas como
los rifles, las ametralladoras, etc., tienen una velocidad alrededor de 1.000 m/s.
La herida típica que produce una bala consta de: orificio de entrada, trayecto y orificio de
salida, si bien hay que tener en cuenta una serie de variantes que se pueden producir.
ORIFICIO DE ENTRADA: Por lo general es único para cada proyectil disparado. Su forma
es variable dependiendo de la zona del cuerpo sobre la que percute y la dirección en que lo
hace, en general es redondeada u oval.
No obstante, los disparos a corta distancia las dimensiones son grandes, debido a los efectos
explosivos acompañantes, aunque sin estos también podemos encontrar un orificio superior
al calibre de la bala, debido al movimiento vibratorio que transmite el proyectil en el
momento de su producción o al tipo de proyectil que impacta.
Son los rastros coloreados que un disparo a corta distancia deja sobre los vestidos. Son
signos del orificio de entrada y su presencia nos permite orientarnos sobre la distancia a que
se ha efectuado el disparo. Entre estos signos se encuentran:
• Quemadura: Producida por la llama y los gases incandescentes que salen por la boca de
fuego del arma. Se observa como una zona desecada y negruzca o negro-amarillenta. El nivel
de quemadura en la piel no supera el segundo grado.
Estos elementos forman el denominado tatuaje verdadero, que no desaparece con el lavado.
• Ahumamiento: El negro de humo del disparo se deposita en la piel con una coloración gris
pizarra o negruzca.
El trayecto del proyectil en el interior del organismo puede ser lineal o bien, se
pueden producir desviaciones y migraciones.
Las desviaciones son cambios bruscos de dirección como consecuencia del choque
con estructuras duras o de mayor resistencia, como son las esqueléticas
Cuando el proyectil atraviesa una estructura de hueso plano, la onda de choque provoca una
característica pérdida de sustancia con forma de cono truncado en la que el diámetro menor
corresponde al punto de comienzo de la perforación. De este modo, el orificio producido a la
salida del hueso es siempre mayor que el de entrada. Esta circunstancia es de gran valor
identificativo en el estudio de la trayectoria tanto en cadáveres frescos y más aún en casos de
putrefacción avanzada o cuando se analizan restos esqueléticos.
El orificio de salida, que a los efectos descriptivos posee las características de una herida
penetrante, se caracteriza por lo siguiente:
- El orificio tiene forma de hendidura y sus bordes suelen estar evertidos con aspecto
desgarrado.
Como norma general en lo que respecta a las heridas perforantes, con orificios de entrada y
de salida, se puede decir que el proyectil penetra en el organismo “empujando” y sale del
mismo “rasgando” la piel.
No es infrecuente que, tras la salida, el proyectil que ha perdido buena parte de su energía
cinética al atravesar el cuerpo, quede retenido entre las prensas de vestir que podremos
recuperar en las primeras manipulaciones sobre el cadáver.
En estos casos, cada uno de los proyectiles, sean perdigones o postas en razón de su
diámetro, provoca una herida en el punto de contacto sobre la superficie corporal. Ahora
bien, cuando la dispersión de estos proyectiles no se ha producido todavía como
consecuencia de la escasa distancia entre la boca del arma de fuego y el cuerpo, cabe la
posibilidad de que todo el conjunto se traslade en una sola masa y produzca una sola herida
de morfología irregular con bordes en forma de sacabocados y tamaño variable.
La escopeta es un arma de caza, que posee uno, dos o tres cañones, de anima generalmente
lisa y que dispara cartuchos con postas o perdigones, por lo que difiere desde el punto de
vista de la balística de las armas de puño, carabinas y fusiles. De entre la munición que
produce lesiones múltiples la más común son los perdigones.
Este tipo de lesiones se caracterizan por ser muy diferentes según la distancia a la que se ha
producido el disparo:
De cualquier forma, hay que tener en cuenta las variantes que pueden darse dependiendo de
la escopeta, que puede estar preparada para corta distancia con los cañones recortados, o bien
con ánima rayada. Para larga distancia se produce un estrechamiento en la salida del ánima
con lo que los perdigones tardan más tiempo en abrir.
La forma más fidedigna de calcular la distancia del disparo con este tipo de armas es realizar
disparos de prueba a distintas distancias con la misma arma que realizó el disparo
Puede originarse una pequeña herida contusa, por golpeo del taco, dependiendo de cualquier
forma de su naturaleza, peso y consistencia, que puede llegar a hacerle actuar como un
auténtico proyectil. En ocasiones puede provocar quemaduras debido a la alta temperatura
que alcanza.
En disparos a cañón tocante, los gases infiltran la piel y tejido celular subcutáneo, lo
abomban y desgarran produciendo lo que se denomina lesión en “bocajarro”. Este fenómeno
no se produce cuando la distancia del disparo es superior a 5 cm.
Por efecto de los gases, hay lesiones muy destructivas en los tejidos internos, con disecación
de los mismos que se encuentran manchados de negro de humo.
En estos casos el orificio de entrada puede ser de dimensiones similares al proyectil, si bien,
como consecuencia de la gran energía cinética que contienen, en el momento del impacto
sobre la superficie corporal pueden provocar heridas irregulares y, de hecho, la cavidad
temporal es particularmente importante en los primeros tramos del recorrido.
Además, estos proyectiles tienden a una gran desestabilización al rozar o chocar con
estructuras y por ello el trayecto y finalmente el orificio de salida pueden ser enormes y
desconcertantes.
Una cuestión de particular interés en estos casos consiste en la gran cavidad temporal que
pueden provocar en algunos órganos. En casos como en el pulmón e hígado, en los que la
fuerza centrífuga se traslada a los tejidos y los expande hasta que vuelven a colapsarse, con
lo que las lesiones pueden ser muy graves.
Las lesiones por armas de fuego con proyectiles de alta velocidad, presentan algunas
características particulares de este tipo de disparos, por lo que dedicamos este apartado a
ellas.
Por todo lo anteriormente expuesto, los factores que influyen en el tipo de lesiones que se
producen son:
a) Tipo de arma.
b) Tipo de proyectil.