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5.

- LESIONES CAUSADAS POR ARMA DE FUEGO

Las lesiones por arma de fuego se definen como el conjunto de alteraciones producidas en el
organismo por el efecto de los elementos que integran el disparo en las armas de fuego. Las
armas de fuego se definen como aquellos instrumentos destinados a lanzar violentamente
ciertos proyectiles aprovechando la fuerza expansiva de los gases que se producen en su
interior por deflagración de la pólvora.

Estos proyectiles poseen una gran energía cinética o fuerza remanente por lo que alcanzan
largas distancias con gran capacidad de penetración. Sólo como una aproximación
mencionaremos que los proyectiles de armas cortas como son las pistolas, revólveres, etc.
poseen velocidades de alrededor de 350 metros por segundo (m/s) y las armas largas como
los rifles, las ametralladoras, etc., tienen una velocidad alrededor de 1.000 m/s.

A) LESIONES CAUSADAS POR UN PROYECTIL UNICO

La herida típica que produce una bala consta de: orificio de entrada, trayecto y orificio de
salida, si bien hay que tener en cuenta una serie de variantes que se pueden producir.

Cuando un proyectil impacta contra una superficie, su velocidad y masa se transforman en


energía cinética y ésta, a su vez, en trabajo al tratar de insertarse en el medio, o deformarse o
en ambas cosas a la vez. Según el desarrollo de estos fenómenos, así se manifestarán los
efectos del proyectil en penetración o perforación también denominado éste último poder de
parada.

ORIFICIO DE ENTRADA: Por lo general es único para cada proyectil disparado. Su forma
es variable dependiendo de la zona del cuerpo sobre la que percute y la dirección en que lo
hace, en general es redondeada u oval.

También depende de la distancia a la que se ha hecho el disparo y de la fuerza viva que


tuviera el proyectil al llegar a la piel. Generalmente son de menor tamaño que el calibre, pues
al chocar la bala con la piel, la hunde y distiende en forma de dedo de guante, que termina
por perforarse

Según el tamaño de la pistola o cañón y el espaciado, el orificio de entrada mide usualmente


entre 3/8" y 1/2" de diámetros.

No obstante, los disparos a corta distancia las dimensiones son grandes, debido a los efectos
explosivos acompañantes, aunque sin estos también podemos encontrar un orificio superior
al calibre de la bala, debido al movimiento vibratorio que transmite el proyectil en el
momento de su producción o al tipo de proyectil que impacta.

Como elementos característicos que acompañan al orifico de entrada encontramos:


a) El anillo de contusión: También denominado zona apergaminada, orla equimótica, halo
contusivo, cintilla de contusión, bandeleta de contusión, collar o círculo apergaminado
equimótico, gola erosiva o cintilla erosiva.

La forma depende de la incidencia del proyectil, y puede ser:

• Completo o concéntrico: el halo rodea completa y totalmente el orificio de entrada. La


incidencia del proyectil es perpendicular. (derecho)

• Excéntrico completo: el halo no tiene en todo el perímetro el mismo ancho. El ángulo de


entrada es agudo.

• Excéntrico incompleto: el halo tiene forma semilunar y se corresponde a una incidencia


muy aguda.

b) Collarete de limpieza: Alrededor del anillo de contusión, aparecen lo que se ha


denominado collarete de limpieza o anillo de enjugamiento, que es el resultado del depósito
de impurezas que arrastra el proyectil. Puede estar ausente en caso de que se interpongan
elementos como ropas o cabellos.

La suma de anillo de contusión y de enjugamiento, es lo que algunos autores denominan


anillo de Fisch.

c) Tatuaje o taraceo: se define por la existencia y constatación de pólvora quemada y sin


quemar y otros residuos del disparo que se incrustan y se adhieren alrededor del orificio de
entrada y que puede incluir los efectos de la propia quemadura.

Son los rastros coloreados que un disparo a corta distancia deja sobre los vestidos. Son
signos del orificio de entrada y su presencia nos permite orientarnos sobre la distancia a que
se ha efectuado el disparo. Entre estos signos se encuentran:

• Quemadura: Producida por la llama y los gases incandescentes que salen por la boca de
fuego del arma. Se observa como una zona desecada y negruzca o negro-amarillenta. El nivel
de quemadura en la piel no supera el segundo grado.

• Incrustación de granos de pólvora: Al producirse un disparo salen de la boca de fuego del


arma, granos de pólvora que pueden estar total o parcialmente quemados. Estos restos
pueden quedar incrustados en la epidermis e incluso en la dermis, que, junto con los efectos
de la llama, denominamos como tatuaje indeleble, es decir que no desaparecerá y será
perdurable. Su aspecto es el de heridas de escasa profundidad de color rojo vivo y muy
sangrantes.

Estos elementos forman el denominado tatuaje verdadero, que no desaparece con el lavado.
• Ahumamiento: El negro de humo del disparo se deposita en la piel con una coloración gris
pizarra o negruzca.

EL TRAYECTO: La acción lesiva queda condicionada por la onda de choque, la onda de


descompresión y el efecto de vibración. Al chocar el proyectil con el blanco e iniciar su
trayecto en el organismo, libera gran cantidad de energía cinética en sentido centrífugo a su
eje de progresión, dando lugar a una aceleración radial de los ejes atravesados en los tejidos
blandos. Se forma así una cavidad o hueco, llamada cavidad temporal, cuyo diámetro es
mayor que el diámetro del trayecto definitivo. De forma inmediata, la cavidad temporal cede
su espacio y queda configurada como cavidad definitiva o trayecto.

El trayecto del proyectil en el interior del organismo puede ser lineal o bien, se
pueden producir desviaciones y migraciones.

Las desviaciones son cambios bruscos de dirección como consecuencia del choque
con estructuras duras o de mayor resistencia, como son las esqueléticas

En algunas ocasiones, las desviaciones se producen porque el proyectil progresa entre


los planos del organismo que le ofrecen menor resistencia, así el subcutáneo, con lo que su
desplazamiento puede resultar paradójico.

Cuando el proyectil atraviesa una estructura de hueso plano, la onda de choque provoca una
característica pérdida de sustancia con forma de cono truncado en la que el diámetro menor
corresponde al punto de comienzo de la perforación. De este modo, el orificio producido a la
salida del hueso es siempre mayor que el de entrada. Esta circunstancia es de gran valor
identificativo en el estudio de la trayectoria tanto en cadáveres frescos y más aún en casos de
putrefacción avanzada o cuando se analizan restos esqueléticos.

EL ORIFICIO DE SALIDA: Se produce en aquellos casos en los que la velocidad remanente


del proyectil tiene aún suficiente impulso o inercia para salir del organismo atravesando
nuevamente la piel. De este modo nos encontraremos con heridas perforantes.

El orificio de salida, que a los efectos descriptivos posee las características de una herida
penetrante, se caracteriza por lo siguiente:

- Generalmente, su diámetro es superior al de entrada. Particularmente es grande cuando el


proyectil experimenta alguna deformación por choque con estructuras óseas y arrastra
esquirlas de hueso. (fragmentos)

- El orificio tiene forma de hendidura y sus bordes suelen estar evertidos con aspecto
desgarrado.

- Presenta grasa procedente del tejido celular subcutáneo.


- Y carece de los collaretes erosivo y de limpieza.

Como norma general en lo que respecta a las heridas perforantes, con orificios de entrada y
de salida, se puede decir que el proyectil penetra en el organismo “empujando” y sale del
mismo “rasgando” la piel.

No es infrecuente que, tras la salida, el proyectil que ha perdido buena parte de su energía
cinética al atravesar el cuerpo, quede retenido entre las prensas de vestir que podremos
recuperar en las primeras manipulaciones sobre el cadáver.

B) LESIONES ORIGNADAS POR PROYECTILES MULTIPLES.

En estos casos, cada uno de los proyectiles, sean perdigones o postas en razón de su
diámetro, provoca una herida en el punto de contacto sobre la superficie corporal. Ahora
bien, cuando la dispersión de estos proyectiles no se ha producido todavía como
consecuencia de la escasa distancia entre la boca del arma de fuego y el cuerpo, cabe la
posibilidad de que todo el conjunto se traslade en una sola masa y produzca una sola herida
de morfología irregular con bordes en forma de sacabocados y tamaño variable.

De este modo, a mayor distancia, la dispersión de los proyectiles (perdigones) y de las


heridas que produzcan será mayor y su capacidad de penetración menor. No es infrecuente
que, en estos últimos casos, no existan orificios o heridas de salida ya que estos proyectiles,
de poca masa, pierden su energía cinética de forma rápida en el interior del organismo.

La escopeta es un arma de caza, que posee uno, dos o tres cañones, de anima generalmente
lisa y que dispara cartuchos con postas o perdigones, por lo que difiere desde el punto de
vista de la balística de las armas de puño, carabinas y fusiles. De entre la munición que
produce lesiones múltiples la más común son los perdigones.

Este tipo de lesiones se caracterizan por ser muy diferentes según la distancia a la que se ha
producido el disparo:

- Hasta 0,5 -1 m hace efecto bala.

- A 5 metros el área que afecta es de 25 cm de diámetro

- A 10 metros afecta a un área de 40 cm de diámetro

- A 15 metros afecta a un área de 50 cm de diámetro

- A 25 metros afecta a un área de 70 cm de diámetro

De cualquier forma, hay que tener en cuenta las variantes que pueden darse dependiendo de
la escopeta, que puede estar preparada para corta distancia con los cañones recortados, o bien
con ánima rayada. Para larga distancia se produce un estrechamiento en la salida del ánima
con lo que los perdigones tardan más tiempo en abrir.

La forma más fidedigna de calcular la distancia del disparo con este tipo de armas es realizar
disparos de prueba a distintas distancias con la misma arma que realizó el disparo

C) LESIONES ORIGINADAS POR EL TACO

Puede originarse una pequeña herida contusa, por golpeo del taco, dependiendo de cualquier
forma de su naturaleza, peso y consistencia, que puede llegar a hacerle actuar como un
auténtico proyectil. En ocasiones puede provocar quemaduras debido a la alta temperatura
que alcanza.

D) LESIONES ORIGINADAS POR LOS GASES

En disparos a cañón tocante, los gases infiltran la piel y tejido celular subcutáneo, lo
abomban y desgarran produciendo lo que se denomina lesión en “bocajarro”. Este fenómeno
no se produce cuando la distancia del disparo es superior a 5 cm.

Por efecto de los gases, hay lesiones muy destructivas en los tejidos internos, con disecación
de los mismos que se encuentran manchados de negro de humo.

E) HERIDAS POR PROYECTILES DE ALTA VELOCIDAD

En estos casos el orificio de entrada puede ser de dimensiones similares al proyectil, si bien,
como consecuencia de la gran energía cinética que contienen, en el momento del impacto
sobre la superficie corporal pueden provocar heridas irregulares y, de hecho, la cavidad
temporal es particularmente importante en los primeros tramos del recorrido.

Además, estos proyectiles tienden a una gran desestabilización al rozar o chocar con
estructuras y por ello el trayecto y finalmente el orificio de salida pueden ser enormes y
desconcertantes.

Una cuestión de particular interés en estos casos consiste en la gran cavidad temporal que
pueden provocar en algunos órganos. En casos como en el pulmón e hígado, en los que la
fuerza centrífuga se traslada a los tejidos y los expande hasta que vuelven a colapsarse, con
lo que las lesiones pueden ser muy graves.

Las lesiones por armas de fuego con proyectiles de alta velocidad, presentan algunas
características particulares de este tipo de disparos, por lo que dedicamos este apartado a
ellas.

La principal particularidad de este tipo de proyectiles es la extraordinaria destrucción que


originan en órganos y tejidos a consecuencia de las ondas expansivas de tipo ultrasónico.
1.- ORIFICIO DE ENTRADA: Sus dimensiones, en general, guardan relación con el calibre
del proyectil, pero si el disparo se produce en contacto puede aparecer una amplia perdida de
sustancia de morfología irregular y estrellada semejante a la forma de los disparos a cañón
tocante o “boca de jarro”, con munición normal. También pueden existir grandes
mutilaciones por estallido, cuando existen planos óseos subyacentes.

2.- TRAYECTO: Su característica principal es la gran destrucción que existe en las


estructuras que atraviesa y las adyacentes. Encontramos una zona de necrosis de los tejidos
circundantes y por fuera de ellos una zona de infiltrado hemorrágico. El trayecto puede
terminar en fondo de saco o dividirse en varios trayectos secundarios, dado que estos
proyectiles tienden a fragmentarse.

3.- ORIFICIO DE SALIDA: Cuando existe es de dimensiones mucho mayores que el de


entrada, debido al arrastre de esquirlas óseas que arrastra cuando choca con un hueso.
También a veces si solo atraviesa tejidos blandos el orificio de salida puede ser más pequeño
que el de entrada, sobre todo cuando el de entrada es estrellado, lo que puede llevarnos a
errores de interpretación.

Por todo lo anteriormente expuesto, los factores que influyen en el tipo de lesiones que se
producen son:

a) Tipo de arma.

b) Tipo de proyectil.

c) Calibre del mismo.

d) Número de disparos efectuados.

e) Distancia de los mismos.

f) Región anatómica vulnerada.

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