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DELITOS CONTRA LA VIDA HUMANA DEPENDIENTE

EL DELITO DE ABORTO

CONSIDERACIONES GENERALES: En doctrina la expresión aborto deriva del latín


abortus, la misma que se entiende como: AB, MAL y ORTUS, NACIMIENTO; es decir,
mal nacimiento o nacimiento malogrado. Biológica y jurídicamente hablando el delito de
aborto pone en peligro o lesiona la vida humana en formación más no la vida de la persona
natural. Se conceptúa el aborto como el aniquilamiento del producto de la gestación en el
periodo comprendido entre la anidación hasta antes que comience el parto, ya sea
provocando su expulsión violenta o por su destrucción en el mismo vientre de la gestante.

POSICIONES: No obstante que la corriente social peruana se manifiesta contraria al


aborto y a favor de una planificación familiar edificada sobre las bases del respeto a la
decisión personal y el acceso general a la información, adquisición y uso de medios
anticonceptivos (Prado Saldarriaga, 1985, p. 59), en doctrina existen posiciones
encontradas entre los que consideran: 1) que el aborto debe ser reprimido penalmente
en todas sus formas (el aborto como asesinato); 2) que el aborto debe ser impune en
todas sus modalidades (legalización del aborto); 3) sostienen la impunidad en ciertas
circunstancias indicadas (conflicto de intereses)
La primera posición la defienden los tratadistas católicos, quienes orientados por la
doctrina católica concluyen que debe reprimirse todo atentado contra la vida, sus
planteamientos al respecto siguen los lineamientos desarrollados en la Encíclica Humana
Vitae, la misma que puede resumirse en la siguiente frase: el hombre y la sociedad están
sometidos al mandamientos de Dios, NO MATAR.
La segunda postura la sustentan los movimientos liberales, como los grupos feministas
quienes con argumentos coincidentes señalan que existe el derecho a decidir sobre el
propio cuerpo y que de acuerdo a él, sólo se puede ser madre las veces que deseen. Otro
argumento lo constituye la superioridad de los derechos de la gestante respecto al
producto de la concepción, afirman: no se puede estar de acuerdo en el hecho que el feto
tenga más derechos que la mujer que la lleva; finalmente, también sostienen que las
necesidades económicas deben tenerse en cuenta para despenalizar el aborto, pues la
calidad de vida que se puede ofrecer a los hijos es tan importante que la vida misma. No
debemos soslayar que en aquel sentido o por fundamentos parecidos, existen países en
que la práctica del aborto es lícito.
La tercera posición de modo realista concluye que el respeto a la persona y a su dignidad
está por encima de una vida en formación, por tanto, en circunstancias especiales
debidamente prevista por la normatividad penal y practicada con las debidas garantías y
por persona especializada, debe ser impune el aborto.

1. AUTO ABORTO:
Artículo 114° C.P.- La mujer que causa su aborto, o consiente que otro le practique,
será reprimida con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con prestación
de servicio comunitario de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas.

De la lectura del tipo penal se evidencia que encierra o describe dos conductas
delictivas, fácilmente diferenciables, pasibles de realización por la gestante:
a.- Cuando la propia gestante se ocasiona el aborto.- En doctrina se conoce con
el nombre de aborto activo. Aparece cuando la propia mujer en estado de preñez se
practica la interrupción de su embarazo por diversas razones y valiéndose de
cualquier medio. La conducta puede ser por acción u omisión. Se verifica una
conducta omisiva cuando la mujer que ha decidido interrumpir su embarazo no toma
los medicamentos prescritos por el profesional médico para impedir el aborto.
b.- Cuando la gestante presta su consentimiento para que otro le practique el
aborto.- En doctrina se le conoce como aborto pasivo. Se verifica cuando la mujer
embarazada consiente que un tercero le interrumpa su gestación, o cuando la propia
gestante instiga a un tercero a que le provoque el aniquilamiento del producto de su
embarazo. “La mujer no interviene directamente en la práctica abortiva; ella se limita
únicamente, a dar su consentimiento o a cooperar para que un tercero le haga abortar”
Los móviles o causas que guían la conducta de la embarazada para someterse a
prácticas abortivas, no afectan la tipicidad de su conducta, sin embargo, resulta sobre
entendido que aquellas serán observadas por el juzgador en cada caso concreto al
momento de individualizar la pena al emitir sentencia. Tal situación también ocurre
con el tipo de medios empleados para interrumpir el embarazo. El legislador al no
referirse a la clase de medios a utilizarse para ocasionarse el auto-aborto, ha dejado
establecido implícitamente que estos pueden ser tanto físicos (introducción de sondas
en el útero, masajes en el abdomen, etc.); químicos así como psíquicos (sustos,
cólera, etc.).
1.1. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO: El bien jurídico tutelado que se pretende
proteger con el autoaborto, lo constituye la vida del producto del embarazo. La
vida humana en formación y, por tanto, dependiente.
1.2. TIPICIDAD OBJETIVA
1.2.1. Sujeto Activo: El sujeto activo de ambos supuestos delictivos previstos
en el artículo 114° del Código Penal, puede ser cualquier mujer en
estado de gestación mayor de 18 años. a) La mujer en estado de
preñez al ocasionarse su propio aborto o consentir que un tercero le
practique el aborto, se convierte en autora directa del delito. b) El
tercero que coopera o interviene en el aborto propio, también se
constituye en sujeto activo, pero su conducta se subsume al tipo
penal 115 del Código sustantivo. No hay duda que tanto la abortante
como el tercero tienen el dominio del hecho, por lo que se trata de una
figura de coautoría, con la diferencia que mientras la conducta de
aquella se subsume al tipo penal 114°, la acción del tercero se
encuadra en la figura sancionada en el tipo penal 115°, siendo la
penalidad más grave; salvo que dicha conducta se subsuma en el art.
117° de la misma norma legal.
1.2.2. Sujeto Pasivo: La víctima sólo puede ser el producto del
engendramiento con vida. Aquí coinciden tanto sujeto pasivo como el
objeto material del injusto penal. El feto debe estar con vida en el
momento que se producen las maniobras abortivas, sin que importe
sus condiciones de viabilidad.
1.3. TIPICIDAD SUBJETIVA: Necesariamente se requiere la presencia del dolo
en la comisión de las conductas explicadas, conocidas con el nomen iuris de
auto-aborto o aborto propio. La gestante debe tener conciencia y voluntad que
su conducta está dirigida a conseguir la muerte del feto (Roy Freyre, 1989, p.
250). Si llega a determinarse que el aborto se produjo por un actuar culposo
de la gestante o del tercero, la conducta será atípica e impune al no haberse
previsto en nuestro sistema penal alguna figura de aborto culposo.
1.4. GRADO DE DESARROLLO DEL DELITO:

1.4.1. Tentativa.- Al ser un delito doloso y de resultado, es posible la


tentativa. Ocurre cuando la gestante que previamente se ha agenciado
de los elementos abortivos, se dispone a practicarse el aborto, sin
embargo, circunstancialmente es sorprendida por el responsable de
su gestación quien después de una acalorada discusión y forcejeo,
logró evitar la consumación del hecho delictivo.
1.4.2. Consumación.- Si aceptamos la premisa que la mujer en estado
gestacional al someterse a prácticas abortivas tiene como objetivo
primordial poner fin a su embarazo aniquilando su producto, debemos
concluir que el delito se perfecciona en el momento que se verifica tal
objetivo. Es irrelevante penalmente que la muerte del embrión se haya
producido en el vientre de la madre o con su violenta expulsión al
mundo exterior. Basta que se verifique la muerte del feto como
consecuencia de las maniobras abortivas para estar frente al delito
consumado, ya sea que la muerte del feto se produzca en el seno
materno o como consecuencia de su expulsión.
1.4.3. Participación.- La participación es posible. No obstante, el tercero que
practica las maniobras abortivas con el consentimiento de la autora del
delito, de modo alguno es sólo partícipe, sino aparece como autor del
delito de aborto pero sancionado con la figura delictiva que regula el
aborto consentido. Partícipe, por ejemplo, sería el causante del
embarazo de la mujer que decidió someterse a prácticas abortivas,
cuando se verifique que aquel determinó a aquella a que proceda de
tal manera con la finalidad de deshacerse del nuevo ser en formación.
O también cuando se verifique que contribuyó con el dinero para que
el tercero practique el aborto a la gestante, quien accedió
voluntariamente.
1.5. PENALIDAD: Después del debido proceso, de hallarse responsable a la
acusada del delito de autoaborto o por haber prestado su consentimiento que
un tercero le practique el aborto, se hará merecedora a pena privativa de la
libertad que oscila entre dos días y dos años, o con prestación de servicio
comunitario de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas.

2. ABORTO CONSENTIDO:
Artículo 115° C.P.- El que causa el aborto con el consentimiento de la gestante, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años.
Si sobreviene la muerte de la mujer y el agente pudo prever este resultado, la pena
será no menor de dos ni mayor de cinco años.
Agravante: Aborto seguido de Muerte: En doctrina, aun con polémica, se le conoce
como muerte preterintencional. Ello ocurre cuando el agente que dolosamente somete
a prácticas abortivas a la gestante, provoca por culpa previsible su muerte. La muerte
tiene que ser a consecuencia del aborto o del procedimiento abortivo al que fue
sometida la embarazada para lograr aniquilar el producto de la concepción,
exigiéndose como requisito esencial la concurrencia de la previsibilidad para
reprochar penalmente la conducta del autor.
2.1. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO: La vida dependiente. El interés que se
pretende tutelar con la tipificación del delito denominado “aborto consentido”
lo constituye la vida del producto de la concepción, el mismo que produce el
estado de gestación o embarazo en la mujer. Con la tipificación del supuesto
previsto en el segundo párrafo del tipo penal en comentario, sin duda que se
pretende proteger y defender un solo bien jurídico como lo es la vida, pero en
grado de desarrollo evolutivo diferente: La vida dependiente del embrión y
la vida independiente de la abortante.
2.2. TIPICIDAD OBJETIVA
2.2.1. Sujeto Activo: En el primer supuesto delictivo, puede ser cualquier
persona y la mujer gestante y el consentimiento prestado por la
gestante debe ser legal, voluntario y espontáneo y sin ningún vicio que
lo invalide. Esto es, debe ser emitido por mujer mayor de 18 años, sin
violencia ni coacciones de algún tipo; caso contrario, estaremos frente
a la figura delictiva del aborto no consentido; respecto al segundo
supuesto delictivo, el autor puede ser cualquier persona, desde un
profesional de la ciencia médica hasta una comadrona; siendo
suficiente la verificación del desarrollo de su conducta dolosa, después
de haber obtenido el consentimiento de la mujer que se dispone a
abortar. En este supuesto sólo se excluye a la gestante que presta su
consentimiento, pues su conducta se encuadra en el tipo penal 114 ya
tratado en su calidad de autora.
2.2.2. Sujeto Pasivo: El producto de la gestación, sobre el cual recae la
acción dolosa del agente;
De producirse el supuesto agravado, víctima será la mujer fallecida a
consecuencia del aborto o del procedimiento abortivo empleado por el
sujeto activo.
2.3. TIPICIDAD SUBJETIVA: El agente necesariamente debe actuar con
conocimiento y voluntad de practicar el aborto con pleno consentimiento de la
abortante; por lo que es un acto doloso. El tercero, debe tener la intención de
aniquilar el producto de la concepción, caso contrario, si se determina que el
tercero sólo participó para acelerar el parto y a consecuencia de deficiente
maniobras ocasionó el aborto, su conducta será irrelevante para el derecho
punitivo. En el supuesto del segundo párrafo del tipo penal 115, interviene el
elemento culpa como circunstancia para ocasionar un resultado más grave,
motivando el aumento de la penalidad.
2.4. GRADOS DE DESARROLLO:

2.4.1. Tentativa.- Al constituirse en una figura delictiva de resultado, la


tentativa es perfectamente posible. Ocurrirá por ejemplo cuando por
circunstancias extrañas a la voluntad del agente se frustra el aborto; o
cuando la mujer supuestamente embarazada no lo está en la realidad;
cuando los medios empleados en las maniobras abortivas no son
idóneos para tal fin; o, cuando después de la expulsión violenta, el
producto del embarazo no muere y logra sobrevivir.
2.4.2. Consumación.- El aborto consentido se perfecciona cuando el agente
o sujeto activo que actúa con el consentimiento de la mujer que se
encuentra gestando, logra su objetivo de provocar la muerte del
producto de la concepción mediante maniobras abortivas. Al tratarse
de la conducta indicada en el segundo párrafo del tipo penal en
comentario, se consuma o perfecciona al constatarse la muerte
efectiva de la gestante. Si el aborto quedara en grado de tentativa y se
produjera la muerte de la gestante, estaremos ante un concurso de
homicidio culposo y tentativa de aborto.
2.4.3. Participación: La participación es posible y en cada caso concreto el
juzgador determinará el grado de complicidad de los partícipes.
2.5. PENALIDAD: El agente acusado por la comisión del delito de aborto
consentido, será merecedor de una pena privativa de libertad que oscila entre
uno a cuatro años. Si se produce la muerte de la abortante, siendo previsible
o sospechada, el agente será merecedor de pena privativa de libertad que
oscila entre dos y cinco años.

3. ABORTO NO CONSENTIDO Ó SIN CONSENTIMIENTO:


Artículo 116° C.P.- El que hace abortar a una mujer sin su consentimiento, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de cinco años.
Si sobreviene la muerte de la mujer y el agente pudo prever este resultado, la pena
será no menor de cinco ni mayor de diez años.
Agravante: Aborto No Consentido seguido de Muerte: El supuesto agravado se
presenta cuando el agente, ocasiona por culpa, la muerte de la gestante que en
principio le sometió a prácticas abortivas sin su consentimiento. Si el resultado muerte
se produce sin que el agente haya tenido la posibilidad de preverlo o por la
concurrencia de circunstancias extrañas a la voluntad negligente del sujeto activo, el
hecho será atípico.
3.1. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO: Indudablemente, en principio y de manera
principal, se pretende defender, amparar o tutelar la vida dependiente del
producto de la gestación y de realizarse el segundo supuesto, la vida
independiente de la frustrada madre. No obstante, aparece obvio que de
manera secundaria y accesoria, también se atenta contra intereses jurídicos
fundamentales como son la salud y la libertad de la mujer sometida al aborto.
3.2. TIPICIDAD OBJETIVA:
3.2.1. Sujeto Activo: Puede ser autor de este tipo de aborto toda persona
natural, desde un profesional de la medicina hasta un profano
(degenerado), un pariente o un extraño, no se requiere tener alguna
condición especial.
3.2.2. Sujeto Pasivo: En la hipótesis recogida en el primer párrafo del tipo
penal en comentario aparecen hasta dos víctimas; por un lado, el
indefenso producto de la concepción, y por otro, la gestante que no
prestó su consentimiento válidamente e incluso se opuso a ser
sometida al proceso abortivo.
Sin embargo, de presentarse el supuesto agravado recogido en el
segundo párrafo del tipo penal 116, aparece como sujeto pasivo la
mujer que momentos o días antes, había sido sometida a prácticas
abortivas sin su consentimiento.
3.3. TIPICIDAD SUBJETIVA: La forma de redacción del tipo penal exige la
presencia del dolo en la conducta del agente. En el segundo supuesto que
encierra el tipo penal, resulta necesario la aparición del elemento culpa en el
actuar del sujeto activo después que dolosamente ha realizado el proceso
abortivo.
3.4. GRADO DE DESARROLLO DEL DELITO:
3.4.1. Tentativa.- No obstante, que en la praxis judicial es rarísimo encontrar
procesos por tentativa, en teoría y teniendo en cuenta que la figura delictiva
es de lesión y resultado, es perfectamente posible la tentativa o lo que
modernamente se conoce como tipo de realización imperfecta.
3.4.2. Consumación.- Como ocurre con las demás figuras de aborto, el hecho
punible se perfecciona cuando se verifica realmente la muerte del producto
de la concepción. En el segundo supuesto, el delito se perfecciona con la
muerte previsible o presumida de la gestante a consecuencia de la práctica
abortiva.
3.4.3. Participación: La participación es posible en la consumación del hecho
punible de aborto no consentido, la misma que puede aparecer por
instigación o por complicidad.
3.5. PENALIDAD: El autor o autores del aborto sufrido serán merecedores de las
penas más severas que ha previsto el legislador para el aborto, las mismas
que por la propia naturaleza del ilícito penal deben mantenerse en caso de
declararse impune la figura del aborto, como son: no menor de tres ni mayor
de cinco años en el primer supuesto y en el agravado, no menor de cinco ni
mayor de diez años. Ello se explica por la misma conducta del agente, quien
no tiene miramientos para poner fin al estado de embarazo, utilizando incluso
la fuerza para vencer la resistencia y voluntad de la gestante que se opone a
tal hecho, siendo la mayor de las veces por lucro.

4. AGRAVACION DE LA PENA POR LA CALIDAD DEL SUJETO


Artículo 117° C.P.- El médico, obstetra, farmacéutico, o cualquier profesional
sanitario, que abusa de su ciencia o arte para causar el aborto, será reprimido con la
pena de los artículos 115° y 116° e inhabilitación conforme al artículo 36°, incisos 4 y
8.

De la lectura del contenido del artículo 117° se advierte que el legislador solo pretende
poner énfasis en el sentido que además de la pena privativa de libertad prevista en
los artículos 115° y 116° del Código Penal, se impondrá la pena limitativa de derechos
denominada inhabilitación a aquellos autores del aborto que tengan el título de
médico, obstetra, farmacéutico o cualquier profesional de la salud. En otros términos,
el artículo 117° regula una agravante por la condición del autor. En doctrina, con esta
forma de legislar se ha dado cabida para hablar de un aborto abusivo, el mismo que
se configura cuando el agente que tiene condición especial de ser profesional de la
medicina, abusando de sus conocimientos de la ciencia médica o de su arte, somete
a prácticas o proceso abortivo a una gestante, ya sea contando con su consentimiento
o sin él.
4.1. El sujeto activo, evidenciando abuso utiliza sus conocimientos científicos para
realizar abortos mayormente a cambio de ventajas patrimoniales. Sin duda, el
profesional de la medicina practica el aborto con alevosía.
4.2. Tipicidad Subjetiva: Es una conducta punible sólo a título de dolo; como en
todas las figuras delictivas de aborto no cabe la comisión por culpa.

5. ABORTO PRETERINTENCIONAL
Artículo 118° C.P.- El que, con violencia, ocasiona un aborto, sin haber tenido el
propósito de causarlo, siendo notorio o constándole el embarazo, será reprimido con
pena privativa de libertad no mayor de dos años, o con prestación de servicio
comunitario de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas
5.1. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO: Como en todas las modalidades de aborto,
esta figura delictiva busca proteger la vida dependiente del producto de la
concepción, cuando no la integridad física y psíquica de la mujer grávida.
5.2. TIPICIDAD OBJETIVA

5.2.1. Sujeto Activo: Al no exigir el tipo penal alguna cualidad o condición


especial en el sujeto activo, este puede ser cualquier persona, sea
profesional o sin profesión, sólo se excluye a la propia gestante.
5.2.2. Sujeto Pasivo: El producto de la gestación y la mujer en estado de
embarazo, pues le privan de su gestación sin su consentimiento,
ocasionándole sin duda un perjuicio material y moral al frustrarle su
expectativa de llegar a ser madre en tiempo cercano.
5.3. TIPICIDAD SUBJETIVA: Tratándose de una conducta delictiva
preterintencional, se exige que el agente actúe con dolo al momento de dirigir
la violencia sobre el cuerpo de una mujer grávida, cuyo estado es notorio o le
consta.
5.4. GRADOS DE DESARROLLO:
5.4.1. Tentativa.- Al sancionarse la conducta delictiva a título de
preterintencionalidad, donde concurre el elemento culpa, es imposible
que se quede en el grado de tentativa.
5.4.2. Consumación.- El delito se perfecciona al producirse la muerte real del
producto de la concepción.
5.4.3. Participación: Es imposible la participación.
5.5. PENALIDAD: El sujeto activo de la presente conducta ilícita y dependiendo
de la forma y circunstancias en que actuó, así como a su personalidad podrá
ser merecedor de una pena privativa de libertad que oscila entre no menor de
dos días ni mayor de dos años, o con prestación de servicio comunitario de
cincuenta y dos a cincuenta y cuatro jornadas.
6. ABORTO TERAPEÚTICO:
Artículo 119° C.P.- No es punible el aborto practicado por un médico con el
consentimiento de la mujer embarazada o de su representante legal, si lo tuviere,
cuando es el único medio para salvar la vida de la gestante o para evitar en su salud
un mal grave y permanente.
6.1. TIPICIDAD SUBJETIVA: Estamos ante el denominado aborto terapéutico
cuando el aniquilamiento del producto de la gestación efectuado por un
profesional de la medicina con el consentimiento de la gestante o su
representante legal de ser ésta menor de edad o sufrir de capacidad
disminuida, se realiza como única alternativa para salvar la vida de la gestante
o en todo caso, evitarle un mal grave y permanente en su salud. Interpretando
el contenido del tipo penal 119° del C.P. y el contenido del art. 21° del Código
Sanitario de 1981, el mismo que establece taxativamente los requisitos para
practicar en forma eficaz el aborto necesario, podemos conceptualizar el
aborto terapéutico como la interrupción artificial del embarazo que realiza un
médico, con el consentimiento de la gestante o su representante y con previa
opinión favorable de dos médicos que trataron el caso en consulta, con la
finalidad de salvaguardar la vida de la gestante o evitarle en su salud un mal
grave y permanente.
6.2. En consecuencia, para calificar un caso concreto como aborto terapéutico
resulta necesario constatar la concurrencia de cuatro circunstancias
insalvables, como son:
6.2.1. Consentimiento de la gestante o de su representante legal si lo
tuviere: El consentimiento debe ser expreso tratándose de mujer
lúcida y mayor de edad. En caso de tratarse de una menor de edad o
tuviere capacidad disminuida, el consentimiento también expreso, lo
prestará su representante legal.
6.2.2. El aborto debe presentarse como la única alternativa para salvar
la vida de la embarazada o en todo caso, evitarle un mal grave y
permanente en su salud: Aquí aparecen dos supuestos claramente
diferenciables: primero, cuando el continuar con el embarazo ponga
en peligro concreto la vida de la gestante, dándose preferencia el
salvar la vida de ésta a la del embrión. Por ejemplo, puede ocurrir que
una gestante cardíaca, puede correr el firme riesgo de perder la vida
si continúa con su embarazo. Y segundo, cuando de continuar con el
embarazo, represente para la futura madre un riesgo concreto de
ocasionar un mal grave y permanente en su salud. El mal puede ser
tanto físico o psíquico, el mismo que será determinado expresamente
por los especialista. El daño a la salud aparte de ser grave tiene que
ser permanente. Si se llega a determinar que el mal a sufrir por la mujer
grávida de continuar con su estado gestacional es de suma gravedad
pero temporal, no se admitirá la práctica del aborto necesario.
6.2.3. También en el caso concreto debe acreditarse un previo
diagnóstico médico efectuado por dos o más especialista que
aconsejan realizar el aborto. Bien señalan en este punto Bramont-
Arias y García Cantizano (1997, p. 93) cuando sostienen que esta es
un forma de evitar, por parte del legislador, cualquier posible error
médico.
6.2.4. Finalmente, el aborto debe ser practicado por un médico,
excluyéndose a cualquier otra persona. Estas circunstancias
devienen en condición sine qua nom para configurarse el aborto
necesario, pues de faltar alguno de ellos estaremos ante un aborto
punible. Sin embargo, de presentarse urgencias en las cuales el aborto
se practica sin contar con todos aquellos requisitos (incapacidad de la
gestante de prestar su consentimiento, falta de representante legal o
imposibilidad material de contar con diagnóstico de dos médicos), el
médico al convencerse de la necesidad del aborto para preservar la
vida o la salud de la embarazada puede positivamente practicarlo,
pues su conducta estaría amparada por la justificante del cumplimiento
de un deber de profesión, debidamente establecido en nuestro Código
sustantivo en el art. 30 inc. 8.
6.3. El objetivo primordial para declarar la impunidad de este tipo de aborto, lo
constituye el salvar la vida de la gestante o evitarle un mal grave y permanente
en su salud cuando exista el peligro inminente que ello puede suceder sino se
sacrifica el producto del embarazo.
7. ABORTO SENTIMENTAL Y EUGENESICO:
Artículo 120° C.P.- El aborto será reprimido con pena privativa de libertad no mayor
de tres meses:
1. Cuando el embarazo sea consecuencia de violación sexual fuera de matrimonio o
inseminación artificial no consentida y ocurrida fuera de matrimonio, siempre que
los hechos hubieren sido denunciados o investigados, cuando menos
policialmente; o
2. Cuando es probable que el ser en formación conlleve al nacimiento graves taras
físicas o psíquicas, siempre que exista diagnóstico médico.

7.1. ABORTO SENTIMENTAL O ETICO (Inciso 1 del Art. 120 C.P.)


7.1.1. TIPICIDAD OBJETIVA: Tradicionalmente se ha conceptuado al aborto
sentimental o ético como aquel practicado a una mujer por haber
resultado embarazada como consecuencia de haber sufrido el delito de
violación sexual. En otros términos, por haber resultado gestando a
consecuencia de haber sido sometida al acto sexual lesionando su
libertad sexual. No obstante, el legislador de nuestro código penal,
acorde con el avance de la ciencia y tomando en cuenta el flamante
derecho genético, también ha considerado como una modalidad del
aborto ético al practicado a una mujer que haya sido embarazada como
consecuencia de una inseminación artificial no consentida y producida
fuera del matrimonio.
En tal sentido, del tipo penal anotado se desprende que la conducta
punible se configura cuando se practica el aborto a una mujer que
resultó en estado de gestación a consecuencia de una violación sexual
o en su caso, de una inseminación artificial no consentida, siempre que
en ambas situaciones, haya ocurrido fuera del matrimonio y hayan sido
cuando menos denunciados ante la autoridad competente los hechos
causantes de la concepción no deseada. De ese modo, el agente
cometerá aborto sentimental o ético cuando practique maniobras
abortivas sobre una mujer que resultó embarazada por un acto sexual
realizado mediante violencia o bajo amenaza por persona diferente a su
cónyuge de ser casada. Aquí debe haber existido un atentado a la
libertad sexual, el mismo que debe haber sido cuando menos
denunciado.
7.1.2. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO: La vida dependiente del producto del
embarazo.
7.1.3. SUJETO ACTIVO: De la lectura del contenido del inciso primero del
artículo 120, se concluye que cualquier persona puede practicar el
aborto privilegiado siempre y cuando cuente con el consentimiento o
autorización de la gestante. No se exige la concurrencia de alguna
condición especial en el agente. Por su parte, la embarazada que prestó
su consentimiento también se constituye en sujeto activo del delito de
aborto privilegiado y será sancionada en su calidad de coautora. No se
descarta que la propia embarazada, por sí sola, sea la que se provoque
el aborto.
7.1.4. SUJETO PASIVO: El producto de la gestación.
7.1.5. TIPICIDAD SUBJETIVA: El agente debe obrar con conocimiento y
voluntad de poner fin a la vida del feto que es producto de una violación
sexual o en todo caso, consecuencia de una inseminación artificial sin
el consentimiento de la gestante. El agente debe conocer estas
circunstancias, caso contrario su conducta se subsume a otro tipo penal.
7.2. ABORTO EUGÉNESICO (Inciso 2 del Art. 120° C.P.)
7.2.1. TIPICIDAD OBJETIVA: Se configura el delito denominado aborto
eugenésico, cuando el sujeto activo somete a práctica abortiva a una
gestante al tener diagnóstico médico que el producto del embarazo
nacerá con graves taras físicas o psíquicas.
Doctrinariamente, es evidente que la impunidad de la figura del aborto
eugenésico tiene por objeto evitar el nacimiento de seres humanos que
sufrirán toda su vida por las graves taras de las que pueden ser
portadores. Su objetivo es como advierte Roy Freyre (1989, p. 286) el
prevenir la procreación de hijos defectuosos o enfermos en su aspecto
físico o mental.
7.2.2. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO: Indudablemente la vida del producto
de la gestación, aun cuando sea probable que tiene graves taras
físicas o mentales.
7.2.3. SUJETO ACTIVO: Puede ser cualquier persona, desde la gestante
que presta se consentimiento hasta aquellas personas inescrupulosas
que lucran con la práctica del aborto.
7.2.4. SUJETO PASIVO: El producto de la gestación
7.2.5. TIPICIDAD SUBJETIVA: El sujeto activo debe tener conocimiento y
voluntad de poner fin a la vida del feto, siendo consciente de la
existencia de un diagnóstico especializado regularmente emitido, el
mismo que indica la probabilidad que aquel sufre graves taras
incurables. Si el agente actúa dolosamente sin conocer la existencia
del diagnóstico médico que exige el tipo penal o sin efectuarlo, o en su
caso, en el diagnóstico se indica que la tara del feto es curable después
de producido el nacimiento, su conducta se adecuará a otro tipo de
aborto mas no al eugenésico.
7.2.6. GRADOS DE DESARROLLO:
7.2.6.1. Tentativa.- Es posible en todas sus formas.
7.2.6.2. Consumación.- Igual que en todas las figuras delictivas de
aborto, el injusto penal se perfecciona en el instante que se
produce la muerte del producto de la concepción.
7.2.6.3. Participación.- La participación en todas sus formas es
posible.
7.2.7. PENALIDAD:
Inciso 1).- El agente será pasible de pena privativa de libertad que
oscile entre dos días a tres meses; situación que conociendo nuestra
administración de justicia, parece imposible que a alguna persona se
le pueda condenar por este delito, debido que antes que se agote la
investigación judicial cuando no la policial, ya habrá operado la figura
de la prescripción de la acción penal.
Inciso 2).- El agente de esta figura delictiva, de encontrársele
responsable, será merecedor de pena privativa de libertad no menor
de dos días ni mayor de tres meses.

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