Está en la página 1de 4

ALCOHOL

El alcohol es un líquido incoloro, de olor característico, soluble tanto en agua como


en grasas; se caracteriza por ser una sustancia psicoactiva, depresora del sistema
nervioso central, y con capacidad de causar dependencia.
El alcohol etílico (etanol) es el único que se utiliza en las bebidas. Se produce por
la fermentación de cereales y frutas.
Existen dos tipos de bebidas alcohólicas: las fermentadas y las destiladas.
Las bebidas fermentadas son las procedentes de frutas o de cereales que, por
acción de ciertas sustancias microscópicas (levaduras), el azúcar que contienen
se convierte en alcohol.La fermentación es un proceso químico mediante el cual la
levadura actúa sobre ciertos ingredientes que se encuentran en los alimentos,
creando alcohol.
Las bebidas fermentadas más comunes son el vino, la cerveza y la sidra.
Las bebidas fermentadas, como la cerveza y el vino, contienen desde un 2% hasta
un 20% de alcohol.
Las bebidas destiladas se consiguen eliminando mediante calor, a través de la
destilación, una parte del agua contenida en las bebidas fermentadas.
El principio básico de esta acción reside en que el alcohol se evapora a 78 grados
y el agua a 100 grados, por consiguiente tienen más alcohol que las bebidas
fermentadas, alcanzando los 30-50 grados.
Las bebidas destiladas, como los licores, contienen entre un 40% y un 50% de
alcohol o a veces más.
 El coñac o brandy
 La ginebra
 El whisky
 El ron
 El vodka
Impacto del consumo del alcohol
 La edad: los jóvenes son más sensibles al impacto que tiene el alcohol en
actividades relacionadas con las funciones de planificación, memoria y
aprendizaje, y son más «resistentes» que los adultos a los efectos sedantes
y a la descoordinación motora
 El peso: el alcohol afecta de modo más grave a las personas con menor
masa corporal.
 El sexo: las mujeres son más vulnerables a las consecuencias negativas de
los abusos con el alcohol
 La cantidad y rapidez de la ingesta: una mayor ingesta de alcohol en menor
tiempo provocará una mayor posibilidad de intoxicación
 La combinación con bebidas carbónicas (tónica, colas, etc.) acelera la
intoxicación
 La combinación con otras sustancias, como los tranquilizantes, relajantes
musculares y analgésicos, potencia los efectos sedantes del alcohol
Tratamiento
El tratamiento puede incluir una intervención breve, asesoramiento individual o
grupal, un programa ambulatorio o una estancia con residencia como paciente
hospitalizado. La meta principal del tratamiento es trabajar para detener el
consumo de alcohol y así mejorar la calidad de vida.
Desintoxicación y abstinencia.El tratamiento puede comenzar con un programa
de desintoxicación, abstinencia controlada por un médico, que suele durar de dos
a siete días. Es posible que deba tomar sedantes para prevenir los síntomas de la
abstinencia. Por lo general, la desintoxicación se realiza en un hospital.
Aprendizaje de habilidades y establecimiento de un plan de tratamiento. Esto
suele incluir la participación de especialistas en el tratamiento contra el consumo
de alcohol. Puede comprender el establecimiento de metas, técnicas para el
cambio de comportamiento, el uso de manuales de autoayuda, asesoramiento y
atención de seguimiento en un centro de tratamiento.
Asesoramiento psicológico. El asesoramiento y la terapia grupal e individual
ayudan a comprender mejor el problema con el alcohol y apoyan la recuperación
desde los aspectos psicológicos del consumo de alcohol. Puede beneficiar la
terapia familiar o de pareja, ya que el apoyo familiar puede ser una parte
importante del proceso de recuperación.
Medicamentos orales. Un medicamento llamado disulfiram (Antabuse) puede
ayudar a evitar que beba, aunque no curará el trastorno por consumo de alcohol ni
eliminará la compulsión por beber. Si bebes alcohol, el medicamento produce una
reacción física que puede incluir enrojecimiento de la cara y el cuello, náuseas,
vómitos y dolor de cabeza. La naltrexona, medicamento que bloquea las buenas
sensaciones que provoca el alcohol, puede prevenir el consumo excesivo y reducir
el impulso de beber. El acamprosato puede ayudar a combatir el deseo intenso
por el alcohol una vez que suspenda su consumo. A diferencia del disulfiram, la
naltrexona y el acamprosato no provocan malestar después de beber.
Medicamentos inyectables. El Vivitrol, una versión del medicamento naltrexona,
es inyectado una vez al mes por un profesional de la salud. Aunque se puede
tomar una medicación similar en forma de pastilla, la versión inyectable del
medicamento puede facilitar el uso constante por parte de personas que se están
recuperando del trastorno por consumo de alcohol.
Apoyo continuo. Los programas posteriores al tratamiento y los grupos de apoyo
ayudan a las personas que se están recuperando del trastorno por consumo de
alcohol a dejar de beber, controlar las recaídas y enfrentar los cambios necesarios
en el estilo de vida. Esto puede comprender atención médica o psicológica, o la
asistencia a un grupo de apoyo.
Tratamiento de problemas psicológicos. Con frecuencia, el trastorno por
consumo de alcohol se produce junto con otros trastornos de salud mental. Si
existe depresión, ansiedad u otra enfermedad mental, es posible que necesite
terapia del habla (psicoterapia), medicamentos u otro tratamiento.
Tratamiento médico para trastornos de salud. Muchos problemas de salud
relacionados con el alcohol mejoran de forma significativa una vez que suspendes
el consumo. No obstante, algunas enfermedades pueden necesitar tratamiento y
seguimiento continuos.
Práctica espiritual. Para las personas que participan en algún tipo de práctica
espiritual regular puede ser más sencillo continuar con la recuperación del
trastorno por consumo de alcohol u otras adicciones. Tener una mayor
comprensión de su lado espiritual es un elemento clave en la recuperación de
muchas personas.
ABSORCIÓN
Cuando se consume una bebida alcohólica, ésta pasa a lo largo del esófago,
atraviesa el estómago y entra al intestino delgado. Aunque una pequeña cantidad
de alcohol pasa al torrente sanguíneo a través de la mucosa del estómago, la
mayor parte del alcohol pasa a la circulación sanguínea a través de las paredes
del intestino delgado. El alcohol, debido a su bajo peso molecular (46), no requiere
de un proceso de digestión y es absorbido directamente en su estado original a
través de la pared del intestino delgado y de la mucosa estomacal.
La absorción a la sangre es rápida, entrando en el riego sanguíneo en tan solo 5
minutos y alcanzando las máximas concentraciones en sangre en un tiempo
estimado de 30 a 90 minutos.

DISTRIBUCIÓN
El alcohol, una vez absorbido (la mayor parte por las paredes del intestino
delgado) viaja a través de la sangre por todo el organismo, difundiéndose
fácilmente hacia las células de los distintos órganos y tejidos, donde el alcohol es
absorbido en proporción a su contenido de agua.
También la cantidad de alcohol que pasa a las células y, por ende, su efecto en el
organismo depende de su concentración en la sangre o alcoholemia (gramos de
alcohol puro por litro de sangre circulante).
El alcohol se distribuye con facilidad hacia el Sistema Nervioso Central, donde
ejerce un efecto depresor de sus funciones, lo que llamamos Intoxicación
Alcohólica (borrachera).
ELIMINACIÓN
El 10% del alcohol restante es eliminación directamente, sin transformación, a
través del aire espirado y la orina.
Cantidades pequeñas son excretadas también por la transpiración (piel), las
lágrimas y la leche materna.
El hecho de que le alcohol sea eliminado de esta manera ha permitido desarrollar
métodos que posibilitan su detección en el aire aspirado, la orina y las lágrimas, y
así poder estimar de manera bastante aproximada el nivel de alcoholemia.

También podría gustarte