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Letra T
Letra T
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Este artículo trata sobre la letra latina T. Para otros usos de este término,
véase T (desambiguación).
No debe confundirse con la Τ griega o la Т cirílica.
Letra latina y española
Tt Tt
te (singular), tes (plural)
Alfabeto español
Índice
1Historia
2Pronunciación
3Representaciones alternativas
4Referencias
5Enlaces externos
Historia[editar]
Jeroglífico egipcio Proto-Semítico Fenicio Griego Etrusco Latín
(aspa) T T Tau T T
Pronunciación[editar]
La T es consonante dental oclusiva sorda. Se articula apoyando fuertemente la
punta de la lengua contra la cara interna de los dientes superiores, y
manteniendo muy poco abiertos los maxilares, de manera que la lengua toca
también con la punta los dientes inferiores. Los lados de la lengua tocan la cara
interna de los molares superiores y cierran por allí el paso al aire.
En medio de sus características generales, la T, como las demás consonantes
plosivas, ofrece una intensidad articulatoria diferente según el lugar que ocupa
dentro de la palabra. Así, la T es producida con más fuerza en posición inicial
absoluta de palabra y al principio de sílaba precedida de otra consonante que
no lo es cuando se encuentra situada entre dos vocales. La T en: tiempo,
temible, toma, arte, partido, contra, etc., posee una intensidad de articulación
mayor que en vocablos como: pato y pito.
Este aflojamiento en la intensidad de la articulación de T entre dos vocales,
explicable por el carácter abierto de dichos sonidos, es el que explica también
el porqué la T, en la posición dicha, manifiesta una etapa de evolución histórica
más pronunciada que en otras. Así, tenemos que la T del latín, en posición
intervocálica, no se conserva como t, como ocurre en la posición inicial
(tempus da tiempo, tantum da tan, timere da temer, etc.), sino que a través de
modalidades fonéticas sucesivas se convierte en d en castellano (pratum da
prado, acutum da agudo, amatum da amado, etc.), y, en algunos idiomas, por
ejemplo en el francés, llega incluso a desaparecer completamente (rotam da en
español rueda, en francés roue; setam da en español seda, en francés soie,
etc.).
Se ha dicho que la T es un fonema de articulación post-dental. Ello, como cosa
general, y en particular para el español. Porque es innegable que en algunos
idiomas dicha consonante asume un carácter de articulación pronunciada más
hacia dentro de la cavidad bucal, de modalidad alveolar y a veces prepaladial,
lo que explica que la emisión de la consonante vaya seguida de una especie de
desgaje espiratorio representable por una h aspirada. Nótese que esto no es lo
normal en las lenguas neolatinas. Como fenómeno peculiar de éstas, sobre
todo en sus representantes el francés y el español, consígnese la pérdida de
la t cuando originariamente forma grupo con r. La observación de ejemplos
típicos, como patrem, matren, fratrem, petram, etc., en sus reflejos padre
(de páere), madre (de mare), y en francés père, mère, frère, pierre, ilustran
suficientemente el caso.
Indiquemos, finalmente, el resultado actual de la ch española, procedente del
grupo ct evolucionado (factum da hecho, lactem da leche, lectum da
lecho, noctem da noche, etc.),