La interpretación del miedo.

“El miedo mina la fe en el orden establecido. Debilita al enemigo desde dentro,

provoca inquietud en las masas”1

El miedo ha sido un factor importante dentro de esta pandemia y no por las muertes
o los contagios que ocurren a diario, sino por un problema que, desde mi punto de
vista, se ha extendido mucho más rápido. Todas esas conspiraciones, teorías o
noticias falsas que han venido saliendo desde el comienzo del contagio, ese miedo
que se ha ido creando a través de posibles predicciones antiguas o coincidencias con
eventos parecidos, colocándole a la gente titulares como “la limpieza de los cien
años”, “las predicciones de Nostradamus”, “un virus creado como arma biológica”,
supuestas “evidencias” que se han traído como tema importante de conversación y
sin que uno se de cuenta buscan que el miedo se convierta en terror y es bastante
obvio que, desde que esto inicio, se ha logrado muy bien.

Es demasiado el impacto que este tipo de comunicados crea, la gente reacciona de

acuerdo a su propio criterio, a su propia forma de ver el panorama, quieren tener una
respuesta a lo que le ocurre a la humanidad, la interpretación que cada persona da,
siempre tratara de responder al miedo que cada uno tenga, y lo malo de todo esto, es
que no podemos señalar a un culpable, la desinformación se ha extendió como la
pólvora y el miedo es quien la enciende, siendo múltiples las interpretaciones -o
respuestas- que se dan a este acontecimiento, sea cual sea el ámbito: religioso,
político, social, etc., este será el principal problema, pues al no encontrar nuestra
propia perspectiva del asunto, buscamos en otro lugar que si la tenga, siempre nos
vemos predeterminados a buscar nuestra interpretación en lo que pareciera más
creíble, más acorde con lo que queremos saber, pero ¿no será nuestro miedo el que
interpreta y el que nos quiere dar una respuesta a todo?

1
Brown, Dan. Ángeles y demonios. España: books4pocket, 2009. Pág. 239