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populares y geopolítica
Gilberto Conde*
* Doctor en Estudios de Asia y África, especialidad en Medio Oriente, El Colegio de México. Docente-investi-
gador, El Colegio de México. [gilberto.conde@colmex.mx].
Recibido: 15 de junio de 2017 / Modificado: 31 de octubre de 2017 / Aceptado: 8 de noviembre de 2017
Para citar este artículo:
Conde, G. (2018). El Medio Oriente: entre rebeliones populares y geopolítica. OASIS, 27, 7-25.
DOI: https://doi.org/10.18601/16577558.n27.02
that do not fall into the logic of poles, intrinsic Qatar y Turquía, y por otro lado los aliados
to any cold war. The current divisions display de Rusia, liderados por Irán.
two conservative spheres, one under the hege- Periodistas y especialistas, seducidos por
mony of the Saudi monarchy – which faces an una narrativa propagada por algunos gobier-
internal rivalry with Qatar – and the other led nos de la región, suelen simplificar el pano-
by the Iranian rulers, without being, however, rama y afirmar que se trata de un conflicto
a simple binary contradiction between Sunnis sunní-shií. A menudo agregan que los líderes
and Shiites. This text explores the genesis and iraníes han establecido un “Creciente Shií” que
character of what we have called the “New va desde la República Islámica de Irán hasta
Middle East Cold War,” and the ways in which Líbano con Hezbollah, pasando por Iraq,
these Cold Warriors—conservative in both gobernado por shiíes, y Siria, bajo el control
sides—have dealt with the Arab uprisings. de alawíes (véase inter alia Marcinkowski,
Key words: Iran, Saudi Arabia, Arab Cold 2013). La realidad es mucho más compleja;
War, American hegemony, Qatar. por supuesto, lo religioso y sectario tiene su
papel en los conflictos actuales, pero los inte-
reses materiales y de poder de las oligarquías
INTRODUCCIÓN regionales y mundiales tienen un peso indis-
cutiblemente grande.
Tras los ríos de sangre y las nubes de pólvora Más que el choque de dos sectas religio-
y polvo que se han alzado sobre Siria, Iraq, sas, la rivalidad saudí-iraní genera reminiscen-
Libia, Yemen y otros territorios del Medio cias de lo que Malcolm Kerr (1971) llamó “la
Oriente desde 2011, año en que se levantaron guerra fría interárabe”, que marcó las décadas
numerosos pueblos árabes contra sus regí- de 1950 y 1960. Lo mismo vale para las fric-
menes autoritarios, se distinguen las siluetas ciones saudí-qataríes. Con agudeza singular, el
de las potencias mundiales y los Estados po- profesor libanés-estadounidense explicó que
derosos de la región. Una vez sometidas las el eje central en torno del que giraban las rela-
rebeliones, los gobernantes locales, regionales ciones políticas en el Medio Oriente durante
y mundiales, reacios a aceptar cualquier tipo la guerra fría era la división de los países entre
de cambios en el área, han tomado partido a conservadores y revolucionarios, entre aque-
favor de unos gobiernos y en contra de otros. llos –cuyos líderes ofrecían su lealtad al bloque
Esto ha generado, en torno del conflicto entre capitalista, estadounidense, y se apoyaban en él
pueblos y gobernantes, el choque de alinea- para su supervivencia– y los que se declaraban
ciones de Estados que intentan promover sus no alineados –pero que encontraban cobijo en
intereses regionales y hacer retroceder los de el bloque llamado comunista, liderado por la
sus adversarios. Encontramos por un lado los Unión Soviética–. El todo se enmarcaba en el
aliados de Estados Unidos, divididos en dos contexto de la Guerra Fría mundial.
bandos, uno liderado por Arabia Saudí –en el En lo que va del siglo XXI, como atinada-
que entre sombras se ubica Israel– y otro por mente ha observado F. Gregory Gause (2014),
se está viviendo en la región algo bastante Así, algunos de los protagonistas estatales
parecido a aquella Guerra Fría en muchas de no son los mismos que hace cincuenta años.
sus características, como las que se enumeran Con la muerte de Naser, el régimen egipcio se
aquí. Los actores principales miden su poder transmutó y abandonó sus intenciones o pre-
mediante su capacidad para afectar las luchas tensiones revolucionarias. El golpe de Estado
políticas internas de Estados vecinos, en los de Hafez al-Asad le quitó el filo de izquierda
que los regímenes débiles enfrentaban dificul- al Ba‘th sirio. El desenlace de la Guerra Fría
tades para controlar a sus propias sociedades. planetaria en 1989-1991 también ha tenido
Los actores locales, por su parte, buscaban repercusiones: desapareció la Unión de Re-
aliados regionales que los apoyaran en contra públicas Socialistas Soviéticas, y la Rusia de
de sus oposiciones internas. Los actores no es- ahora es abiertamente capitalista.
tatales desempeñaban papeles fundamentales. Para resumir, se puede decir que los
Los campos no siempre estaban unidos, y, en conflictos actuales entre Estados en el Medio
ocasiones, las alianzas rebasaban sus límites. Oriente enfrentan a dos campos conserva-
Aunque las superpotencias eran participantes dores, aunque cada uno tenga sus propios
de peso, no eran los maestros que conducían subconflictos. Es decir, tanto los aliados de
los acontecimientos. Estados Unidos –Arabia Saudí, Israel, Emi-
Estas semejanzas entre aquel periodo y ratos Árabes Unidos, pero también Qatar y
el actual son sin duda sorprendentes, pero las Turquía–, como los de Rusia –Irán, Siria y sus
diferencias son igualmente importantes, tanto socios– se oponen claramente a tolerar cam-
en la escala regional como en la mundial. Lo bios que permitan a las poblaciones tomar el
ocurrido durante el medio siglo transcurrido control de sus destinos.
desde que culminara la guerra fría interárabe Fuera del ámbito estatal –geopolítico,
entre 1967 y 1971, en parte debido a su propio podríamos decir–, han entrado en escena
desenlace, ha transformado las sociedades, el nuevos protagonistas que quisieran escapar
carácter de muchos gobiernos, sus prácticas a la lógica de los conflictos entre potencias
y discursos, las confianzas y desconfianzas de grandes y medianas, aunque intentan a veces
las poblaciones respecto de sus gobernantes usarlas. El más notorio, sin duda, es el de las
y sus partidos, el contenido y la influencia de organizaciones armadas llamadas yihadíes o
los ideales “progresistas” y “reaccionarios”. takfiríes1, como al-Qaeda o Estado Islámico
1
Se les llama yihadíes porque los integrantes de estas organizaciones armadas presentan su movimiento armado
como un yihad o esfuerzo en el sendero de Dios. Nótese que el adjetivo yihadí es distinto al que en árabe normal-
mente corresponde al sustantivo yihad, que sería muyahid. Al darles aquel adjetivo se busca cuestionar que sus
acciones tengan algo que ver con el legítimo esfuerzo en el sendero de Dios. Por otro lado, el nombre de takfiríes
hace referencia a la práctica que tienen estos grupos de declarar apóstatas a otros musulmanes, particularmente a
los musulmanes shi‘íes, pero también a los sunníes que consideren malos gobernantes o malos practicantes. His-
tóricamente, el takfir (más o menos equivalente a la excomunión en el cristianismo) ha sido mal visto en el islam.
Su uso lo han extendido ciertos movimientos islamistas desde la segunda mitad del siglo XX.
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Con el inicio de la hegemonía mundial árabes, Israel, Turquía e Irán, buscaron formas
de Estados Unidos tras la Segunda Guerra, se de debilitar los liderazgos radicales. Las cos-
otorgó la independencia a los países coloniza- tosas guerras israelí-árabes se sumaron a las
dos, pero se pretendió sujetarlos mediante un intrigas y a la promoción desde Arabia Saudí
nuevo tipo de dominación. Aparte de apoyar de movimientos islamistas que socavaran las
la creación del Estado de Israel, la administra- bases de los nacionalistas. Esto se sumó a las
ción estadounidense y la corona británica se contradicciones propias de los panarabistas
esforzaron por atar a los pueblos de la región que promovían, cada uno, a su propio partido
mediante tratados militares en nombre de la en detrimento de los otros. El Cairo se de
lucha contra la Unión Soviética. sangró con la guerra egipcio-saudí en Yemen.
Los deseos de independencia y unidad Debilitados por sus propias contradic-
agitaron a las poblaciones árabes y cristalizaron ciones, los nacionalistas árabes republicanos
en el ascenso al poder de dirigentes naciona- sufrieron una fuerte derrota en 1967 cuando
listas en Egipto, Siria e Iraq. Durante más Israel lanzó un ataque sorpresa con apoyo del
de una década afirmaron su independencia Pentágono. La maquinaria de guerra de Tel
al rechazar la colonización israelí de Palesti- Aviv ocupó Cisjordania, Gaza, la península
na, criticar de forma feroz a las monarquías del Sinaí y los Altos del Golán. Pocos meses
conservadoras árabes y establecer relaciones después, en una cumbre de la Liga Árabe, el
con la Unión Soviética. Resonaron nombres Gobierno saudí ofreció soporte económico,
de líderes republicanos como Gamal Abdel aprovechando sus recursos petroleros, para la
Naser, presidente de Egipto; Abd al-Karim recuperación de los países derrotados2. El blo-
Qasim, primer presidente de Iraq, o Salah que conservador venció así al revolucionario
Jadid, dirigente del ala izquierda del Ba‘th sirio tras años de confrontación.
y hombre tras el poder en Damasco durante La guerra fría interárabe, sin embargo,
algunos años. Les seguirían otros como Yaser no culminaría por completo sino entre 1969
Arafat, líder de la Organización para la Libe- a 1971, con una serie de cambios de régimen
ración de Palestina (OLP), y Kamal Jumblat, que llevaron al poder a élites originadas en las
del Movimiento Nacional Libanés. corrientes nacionalistas pero más dispuestas a
La guerra fría interárabe fue demasiado transigir, lo que representaría el inicio del fin
desafío para esa generación soñadora de inde- de una generación revolucionaria. En Egipto,
pendencia y revolución social. Los monarcas murió Naser en 1970 y entraron Anwar al-
de Arabia Saudí y Jordania, con todo el apoyo Sadat y, a su muerte 11 años después, Hosni
de sus aliados –léase patrones– estadouniden- Mubarak. En Iraq, Saddam Husayn, del ala
ses y europeos, además del de sus vecinos no derecha del Ba‘th, dio un golpe de Estado
2
Acerca de la cumbre de Khartum y sus consecuencias sobre los nacionalistas árabes, véase, entre otros, la inte-
resante discusión de George Corm (2012).
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3
En realidad, al-Qaeda ya había realizado un par de atentados exitosos contra objetivos estadounidense, como
el ataque contra la embajada en Nairobi (Kenia), en 1998, o el que averió el navío de la armada estadounidense, el
USS Cole, en 2001.
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Gause (2014) explica con convincente único alivio que encontraron las élites euro-
elocuencia que las contradicciones saudí- estadounidenses y las de ciertas monarquías
iraníes no son esencialmente sectarias. No de la región fue ver que también el hombre
obstante, desde 2004, propagandistas jorda- fuerte de Libia y el presidente de Siria estaban
nos, egipcios y saudíes empezaron a propalar siendo cuestionados. Esto, por otro lado, era
la idea de que la contradicción fundamental en lo que preocupaba a los gobernantes iraníes,
el Medio Oriente era la que oponía a sunníes que en un inicio habían dado la bienvenida a
y shiíes, y que Irán estaba estableciendo lo que los levantamientos. En otras palabras, las élites
llamaron una “Media Luna Shií” (Barzegar, regionales y mundiales, conservadoras todas,
2008). Afirmaban que estaba extendiendo reaccionaron virulentamente para intentar
una hegemonía en la región por medio de contener o encausar las rebeliones populares
gobiernos y organizaciones shiíes que forma- según sus intereses.
ban un arco que incluía a Iraq, Siria y Líbano Aunque con grandes diferencias de un
con Hezbollah. país a otro (Mesa Delmonte, 2012b), los
movimientos insurreccionales fueron ani-
LA NUEVA GUERRA FRÍA Y LAS REBELIONES mados inicialmente sobre todo por jóvenes a
POPULARES los que solía preocupar bastante poco el tema
religioso. Lo que en muchos casos sí les preo-
Literalmente, una chispa encendió la pradera cupaba era la penuria económica y la falta de
árabe durante los últimos días de 2010. Se expectativas, la corrupción, el autoritarismo
sucedieron revueltas populares en un gran y la imposibilidad de tener cualquier peso en
número de países (Mesa Delmonte, 2012a; la definición de su futuro (Conde, 2012; Isla
Galindo et al., 2014), lo que terminaría por Lope, 2012). Aunque todo esto resultaba en
crear desasosiego en ambos lados de la guerra parte de fenómenos visibles, también tenía que
fría del Medio Oriente, así como entre las ver con la transición demográfica que venía
grandes potencias. En cuestión de semanas, transformando a la región desde hacía décadas
cientos de miles salieron a las calles y lograron (Courbage y Todd, 2007; Todd, 2011).
derrocar por vía pacífica a los presidentes de Así como en la guerra fría árabe de hace
Túnez y de Egipto. Aparecieron manifesta- cincuenta años se conformaron dos campos
ciones hasta en los sitios más inverosímiles, con conflictos internos, en la nueva guerra
como el reino saudí. Las autoridades esta- fría de la región han aparecido dos ámbitos.
dounidense y europeas –ni hablar de las del En uno participan los países árabes del Golfo,
Golfo– mostraron desconcierto. No pocos además de Turquía, y en el otro participa Irán,
dictadores que les habían servido para man- así como Siria. Hemos optado por llamarlos
tener en calma la región durante décadas y ámbitos para evitar la expresión de bloques,
que aún no caían se enfilaban hacia el despe- que daría la idea equivocada de que se trata
ñadero. El futuro del presidente de Yemen y de sendos grupos de aliados sin diferencias
del monarca de Bahréin pendía de un hilo. El evidentes entre sí.
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Por el contrario, la familia real qatarí y el una forma u otra, a cualquier grupo dispuesto
Gobierno de Turquía dieron la bienvenida a a combatir al Gobierno de Bashar al-Asad.
los movimientos populares, aunque buscan- Esto ha incluido a Daesh, pero también a la
do promover a los Hermanos Musulmanes. sección de al-Qaeda en Siria, Yibhat al-Nosra,
Esta afinidad generó fricciones entre Qatar y y muchos otros grupos grandes y pequeños que
Turquía, por un lado, y Arabia Saudí y otras se encuentran en el país en apoyo a la rebelión,
monarquías del Golfo, por no hablar del Go- pero en función sobre todo de aprovechar las
bierno militar egipcio, por el otro. condiciones con miras a apuntalar una agenda
A pesar de los choques, incluso armados, ligada a su concepción escatológica del mun-
de los partidarios de ambas tendencias (en do, de la religión y de la política. Es probable
Libia, Siria y Egipto, por ejemplo), han coin- que estos Estados y actores individuales hubie-
cidido en al menos dos escenarios. El deterioro ran albergado esperanzas, en 2011 y 2012, de
de la situación en Yemen –tras la remoción derrocar rápidamente a al-Asad y su régimen.
negociada por Arabia Saudí del expresidente Tras ver que el poder sirio se mantenía, fueron
Ali Abdallah Salih– dio un viraje súbito cuan- orientando sus apoyos a las organizaciones
do el movimiento Huthi se levantó en armas que mostraban mayor eficacia en el terreno,
y, con el apoyo de Salih –y aparentemente de pero también a aquellas que tenían una ma-
Irán–, derrocó al nuevo Gobierno, encabezado yor afinidad ideológica con los financiadores.
por Abd Rabbuh Mansur Hadi. Salih, no hay La administración estadounidense se ha
que olvidar, fue presidente de Yemen del Norte encontrado en una situación compleja tras
desde 1978 y luego de Yemen a partir de la otra. La primera postura parece haber propues-
unificación con el sur en 1990. Hadi fue su to el mantenimiento de los nuevos regímenes
vicepresidente de 1994 a 2012. El Gobierno en Egipto y Túnez y evitar más cambios salvo en
yemení fue cercano al de Arabia Saudí desde Libia y, quizás –ya que no queda del todo
poco después del fin de la Guerra del Golfo claro–, en Siria (véase el discurso de Obama,
de 1991. Las fuerzas armadas saudíes intervi- 2011). En nombre de la legitimidad del levan-
nieron con apoyo estadounidense, británico tamiento contra al-Asad, Washington permitió
y emiratí, entre otros, en contra de los huthis actuar a sus aliados y toleró el desarrollo de
y de Salih para intentar restituir a Hadi en la numerosas organizaciones yihadistas, aunque
presidencia, aunque infructuosamente. En limitando el abastecimiento de cohetería anti-
esto, han contado con el apoyo de las autori- aérea, incluso de parte de sus aliados (Achcar,
dades qataríes y turcas, así como del Partido 2016). Cuando, tras el uso de armas químicas
Islah (los Hermanos Musulmanes en Yemen). en al-Ghuta en el verano de 2013, se rehusó
En Siria, los gobiernos del ámbito proes- a confrontar directamente a al-Asad, decidió
tadounidense han tenido muchas coinci- concentrar sus ataques en el Estado Islámico,
dencias aunque no pocas desavenencias. No que ya tomaba impulso.
obstante, todos esos Estados y un número im- La administración Obama optó por reali-
portante de sus magnates han apuntalado, de zar una retirada relativa de la región (Simon y
Stevenson, 2015). Estados Unidos, bajo Oba- parece haber planteado una reorientación en
ma, permitió a sus aliados tomar numerosas su política en general y su política económica
decisiones estratégicas en Siria y otros países, a en particular, alejándose del aislacionismo para
pesar del caos resultante y de las ondas de cho- optar por el crecimiento basado en la expan-
que que ha tenido en todo el Medio Oriente sión del presupuesto militar y, por tanto, de
y fuera de él. Enfrentó contradicciones entre la industria militar. Los conflictos del Medio
su interés por contrarrestar la influencia rusa, Oriente, en Siria particularmente, parecen
garantizar el apoyo de sus aliados y asegurar darle el argumento perfecto para continuar la
la estabilidad necesaria para mantener los expansión de la industria bélica. A esto hay que
negocios capitalistas en la región. agregar los logros de su visita a Arabia Saudí
Aunque Israel ha tenido sus propios e Israel en mayo de 2017, en que consiguió
problemas con el recurrente surgimiento de enormes contratos militares, por no hablar de
la resistencia palestina a la ocupación y a la los beneficios personales para sus negocios y
supresión de derechos, no deja de actuar en para las iniciativas de su familia inmediata.
el tablero regional. Mesa Delmonte (2017) La tendencia que ha mostrado desde la gira
mostró la relativa cautela con la que actuaron, ha sido la de abdicar al liderazgo de su país
al menos en público, las fuerzas israelíes entre hacia la región para ponerse a la cola de las
2011 y 2016. A pesar de los deseos de debilitar decisiones tomadas por los líderes saudíes e
a Irán, el escenario ideal para los gobernantes israelíes. Su aparente apoyo al aislamiento
israelíes hasta entonces había sido el debilita- de Qatar por parte del ámbito saudí es una
miento y el desgarramiento entre los árabes, muestra patente de esta tendencia.
por lo que no necesariamente le interesaba la
caída del régimen del Ba‘th en Siria, ya que El ámbito iraní y el liderazgo ruso
este le ha garantizado un grado importante
de estabilidad desde finales de 1970 (con la El ámbito en el que destaca Irán incluye a
excepción que confirma la regla de la guerra Iraq y Siria, así como a grupos no estatales
de octubre de 1973), y la emergencia de una como el Hezbollah libanés, milicias shiíes
alternativa desconocida en el territorio vecino iraquíes, ligadas o no al Gobierno de su país,
podía ser más peligrosa. Todavía queda claro y diversas milicias sirias, entre otros grupos.
que una solución justa y duradera a la cuestión La relación de los protagonistas de este ám-
palestina ayudaría enormemente a reducir bito con Rusia ha conocido grandes altibajos
el sentimiento de agravio de los árabes y los desde la desaparición de la URSS. Durante la
musulmanes del mundo. década de 1990 menguaron claramente y se
La presidencia de Trump ha cambiado fueron fortaleciendo durante la de 2000. A
la distribución de las cartas. Ya durante la escala mundial, China ha estrechado lazos con
campaña electoral sus promesas respecto de la Rusia, que han aumentado desde el inicio del
región habían sido contradictorias. Durante conflicto en Ukrania en 2014.
sus primeros meses de gobierno, sin embargo,
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Al-Qaeda y Daesh –que, como se sabe, línea de demarcación entre ambas vertientes
se desgajó de aquella en 2014– intentaron la constituye su origen, que a veces, aunque
capitalizar las movilizaciones populares en no siempre, coincide con sus posiciones.
los países árabes para renovarse, fortalecerse Por un lado están los partidos políticos
e intentar poner en marcha su visión de un de viejo cuño, nacionalistas o de izquierda,
Estado islámico “puro” más allá de las fron- que han subsistido a lo largo de las décadas,
teras heredadas de la colonización europea en algunas ocasiones en la clandestinidad y, en
del Medio Oriente y del mundo islámico. Su otras, de manera tolerada. En el escenario si-
propuesta, sin embargo, es contraria a lo que rio, entre los partidos, muchos optaron desde
se veía en las manifestaciones de 2011. Tan que empezaba la insurrección popular por
es así que, cuando Daesh tomó la ciudad de una vía negociada hacia la democratización
Raqqa en Siria y los habitantes de la ciudad (CEIP, 2016), lo que, de manera injustificada,
empezaron a manifestarse contra su mando, ha llevado a que se les considere a priori parte
como lo reportó el diario Asharq Al-Awsat en del polo proiraní, prorruso, al que pertenece
2013, la nueva administración local reaccionó el Gobierno de al-Asad.
con una represión furiosa que terminó por si- Aquí merece destacar otra corriente muy
lenciar o expulsar a los rebeldes locales (Syria importante del ámbito de los partidos de viejo
Untold, 2013). cuño; se trata de la que en Siria representa el
Aunque ambas organizaciones comparten PYD kurdo, que ha dirigido un proceso de
una base ideológica común con Arabia Sau- autonomía y autodeterminación en varios
dí, consideran hipócritas e incluso apóstatas cantones que se encuentran bajo su control
a los reyes que gobiernan en Riyad. Si bien en el norte del país. Se ha dado a conocer su
en ocasiones, como en 2012, han recibido movimiento como la revolución del Rojava,
financiamiento de magnates wahhabíes de las en referencia al oeste del Kurdistán (o Kur-
monarquías del Golfo, tienen su propia agenda distán sirio). Algo sumamente interesante
y estrategia. Daesh, más que otros, concibe en su propuesta y práctica de lo que llaman
su lucha en términos sectarios en oposición confederalismo democrático es que –aparte
a los shiíes, así como a los seguidores de otras de oponerse a la fragmentación de Siria en
religiones. varios Estados, entre los que hubiera o no
La constelación progresista tiene dos uno kurdo– dentro de los propios cantones
tipos de vertientes que tomaron posiciones del norte de Siria promueven estructuras de
diferentes frente a los acontecimientos de los autogobierno de las mujeres y de los grupos
últimos años, particularmente en Siria. A pe- étnicos minoritarios, así sean árabes, turk-
sar de lo nebuloso de estos entornos y de sus menos, siríacos o armenios. El argumento
posturas diversas, cuando no encontradas, es que los nacionalistas y los conservadores han
erróneo agrupar al grueso de sus integrantes empleado entre los árabes para dificultar el
dentro de uno u otro bando de la nueva gue- atractivo de su propuesta es que se trata de
rra fría del Medio Oriente. Una importante un movimiento kurdo.
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Por otro lado, están las redes de activis- torno de las monarquías saudí y qatarí, y otro
tas –jóvenes en gran medida– que salieron en torno de los gobernantes iraníes.
a manifestarse entre diciembre de 2010 y Frente a los levantamientos populares, el
de 2011. Muchos autores los ubican en un grueso de las oligarquías del Medio Oriente y
ámbito u otro de la nueva guerra fría del sus Estados optaron por evitar cambios reales.
Medio Oriente. Es verdad que en ocasiones La parte medular del ámbito saudí decidió
establecieron alianzas y recibieron apoyo limitar los cambios a dos países, Libia, con-
económico o logístico de países extranjeros u trolada hasta entonces por un autócrata que
organizaciones militantes. No obstante, estos consideraban impredecible, y Siria, gobernada
activistas suelen entender con claridad que los por una élite muy ligada al ámbito liderado
Estados y los grupos islamistas buscan hacer por Irán. Aunque Teherán hubiera deseado
avanzar sus planteamientos y defender propios cambios en países ubicados afuera de su ám-
intereses, y no los del movimiento de 2011. bito, se vio obligado a actuar a la defensiva
Son, sin duda, los grandes perdedores de la para salvar al Gobierno de Damasco y hostigar
polarización de los conflictos en la región y del al polo contrario en donde pudiera, incluso
auge de todos los conservadurismos. Estados en Yemen. Al igual que durante la guerra fría
Unidos ha intentado pesar sobre estos dos interárabe de hace cincuenta años, los conjun-
últimos grupos al ofrecerles entrenamiento, tos no actúan como bloques incondicionales a
armamento, equipo y protección aérea para Arabia Saudí o a Irán, sino como ámbitos con
que realicen ataques contra ciertos objetivos. fricciones internas e intereses diferenciados.
Así, la parte del primer ámbito ligada a Qatar
REFLEXIONES FINALES intentó apoyar, además de cambios en Libia
y Siria, a los nuevos gobiernos islamistas en
Los juegos de poder entre Estados regionales Egipto y Túnez, así como a otros movimientos
y mundiales, y la actuación de actores no es- rebeldes de corte islámico.
tatales, así como su utilización por los guber- No obstante, hay numerosos elementos
namentales, nos llevan a concluir que está en nuevos en la nueva guerra fría del Medio
curso una nueva guerra fría del Medio Oriente Oriente que la tornan muy distinta de la de
reminiscente de la que se desarrolló durante hace cincuenta años. Estados Unidos busca
las décadas de 1950 y 1960. Esta evolución se desentenderse del Medio Oriente y dejar las
ha hecho manifiesta particularmente desde la responsabilidades principales a sus aliados en
ocupación estadounidense a Iraq en 2003, que la región. Esto ya era así en cierta medida con
rompió los frágiles equilibrios existentes hasta Obama y se está exacerbando con Trump, aun-
entonces. Las rebeliones populares de 2011, y que por causas distintas y de formas diferentes.
la amplia crisis de legitimidad que generaron, Lo que se está viendo es que la capacidad de
llevaron a que se exacerbara el conflicto entre influencia y control estadounidense sobre los
dos ámbitos no homogéneos, uno reunido en Estados aliados es cada vez menor.
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