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El suelo provee importantes funciones ambientales, dentro de los cuales se destaca ser el sustento
de alimento para las plantas, almacenar nutrientes, poseer y albergar materia orgánica
proveniente de restos animales y vegetales, ser el hábitat de diversos organismos que transforman
la materia orgánica presente en él, entre otros factores que lo hacen ser esencial en el desarrollo
de los ecosistemas de los cuales forma parte. Las actividades económicas, especialmente la
agricultura, están haciendo un uso cada vez más intensivo del suelo, empleando insumos como
plaguicidas y fertilizantes, con el fin de obtener alimentos y materias primas para la elaboración de
sustancias químicas, como biocombustibles. Igualmente, otras actividades productivas también
usan de manera intensiva este recurso, situación que está conduciendo a una degradación
creciente del suelo, así como a una pérdida irrecuperable del mismo. El uso inadecuado de este
recurso trae como consecuencia la imposibilidad de hacer un uso óptimo del suelo en la
agricultura, la ganadería, la recreación, etc. Por tal razón, es necesario crear políticas públicas y
estrategias de regulación, que permitan disminuir el impacto ambiental negativo que se produce
sobre el suelo (consecuencia de diversas actividades que se llevan a cabo en los procesos
productivos de la industria y demás factores económicos), y generar una conciencia sobre la
importancia de conservar los recursos naturales presentes en el medio. Específicamente, el uso de
sustancias tóxicas, como los plaguicidas, puede llegar a generar efectos negativos en el recurso
suelo, debido a que sus características fundamentales como persistencia, vida media y toxicidad,
entre otras, pueden destruir los componentes de este recurso y llevarlo a su destrucción. 3
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Silva Arroyave, Sandra Milena; Correa Restrepo, Francisco Javier; ANÁLISIS DE LA
CONTAMINACIÓN DEL SUELO: REVISIÓN DE LA NORMATIVA Y POSIBILIDADES DE REGULACIÓN
ECONÓMICA. [En línea]: Mayo 15 de 2009. Disponible en:
http://www.scielo.org.co/pdf/seec/v12n23/v12n23a2.pdf
El uso de los plaguicidas es múltiple y variado. La agricultura es la actividad que más emplea este
tipo de compuestos, consumiendo hasta el 85 % de la producción mundial, con el fin de mantener
un control sobre las plagas que afectan los cultivos. Un 10 % de la producción total de los
plaguicidas se emplea en salud pública para el control de las enfermedades transmitidas por
vectores, como la malaria, dengue, enfermedad de Chagas, entre otras; control de roedores, etc.
La intensificación de la producción de alimentos conduce a menudo a un abuso de plaguicidas. Da
lugar a nuevos brotes de plagas (reapariciones), selecciona poblaciones de plagas resistentes
(insectos, bacterias y malas hierbas), aumenta los riesgos para la salud humana y el medio
ambiente y plantea obstáculos al comercio (residuos). Los países reforman sus políticas para
reducir estos problemas y garantizar paralelamente una producción de alimentos intensificada
mediante la aplicación de alternativas a los plaguicidas. También se emplean en la ganadería y en
el cuidado de animales de cría y domésticos; en el control de plagas de grandes estructuras como
barcos, aviones, trenes, edificios y centros comerciales. Se aplican en áreas verdes ornamentales y
de recreo como parques y jardines, para controlar la proliferación de insectos, hongos y el
crecimiento de hierba y maleza. Con el mismo fin, se esparcen a lo largo de autopistas, vías férreas
y torres con líneas de corriente de alta tensión El grado de lixiviación (el movimiento de las
sustancias a través de las fases del suelo) depende de la solubilidad del compuesto en agua, de su
naturaleza química y del valor del pH del suelo, que se favorece por la capacidad de adsorción de
este, esto varia principalmente por el porcentaje de arcillas, arenas y limos presentes en el, por las
altas temperaturas y por la precipitación pluvial. Lo anterior también es decisivo para determinar
la distribución del material en la biosfera, pues las plantas y los microorganismos no pueden
recibir directamente los compuestos adsorbidos sobre las partículas del suelo. Este proceso está
en equilibrio con la eliminación (desorción) del compuesto en la solución del suelo. La distribución
de un plaguicida en la biofase (plantas y microorganismos) depende de la capacidad de absorción
de esta y de la naturaleza del suelo. Un suelo con gran capacidad de absorción puede conducir a la
inactividad total del plaguicida, ya que nunca penetrara en la plaga. 4
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Revista Cubana Higiene y Epidemiología; Efectos de los plaguicidas sobre el ambiente y la salud.
Vol.52 no.3 Ciudad de la Habana set.-dic. 2014. Versión On-line ISSN 1561-3003. Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1561-30032014000300010
La actividad agrícola es una fuente de contaminación importante, desde la introducción del DDT
en 1950 y el uso posterior de otros productos como toxafeno, endrín y organoclorados (aldrín,
dieldrín y heptacloro) (Albert, 1996). A inicios de los 70´se sumaron a la lista el paratión etílico,
paratión metílico y malatión. La aplicación de la mayoría de los organoclorados fue prohibido en
1988, aunque en 1992 aún se permitía el uso de clordano, metoxicloro, endosulfan,
pentaclorofenol, dicofol y clorotalonil; algunos de ellos aún registrados para uso restringido. Lo
anterior, ha generado que se empleen otros productos con menor persistencia pero con mayor
toxicidad denominados plaguicidas organofosforados, entre los cuales se puede mencionar el
paratión metílico, malatión, banzate y clorpirifos. Datos de 1992 a 2002 muestran un incremento
en el consumo de plaguicidas por hectárea, cuyo registro máximo es de 1.8 ton/mil hectáreas
entre 1999 y 2002, mientras que el mínimo fue 1.3 ton/ mil hectáreas durante 1992 y 1995. A
pesar de la gran cantidad de agroquímicos que se emplean constantemente, es poco lo que se
conoce sobre su toxicidad en los organismos, incluyendo al ser humano, así como el impacto
ambiental global. A este respecto, los suelos que son la fuente generadora de los alimentos a nivel
mundial, son vulnerables a los procesos de degradación, desertificación y su efecto en los
ecosistemas que sustentan. Entre los riesgos que se generan está la pérdida de la fertilidad del
suelo, a partir, del daño en el humus y de los nutrientes que los hacen productivo, como es el
fósforo, nitrógeno, potasio y otras. Por otro lado, las partículas inorgánicas que integran el suelo
permiten la acumulación y dispersión de los plaguicidas, no solo en los campos agrícolas sino
también en los medios acuáticos y los organismos, los cuales dependerán de la persistencia y
degradación de los compuestos.5
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García Gutiérrez, Cipriano; Rodríguez Meza, Durga Guadalupe; PROBLEMÁTICA Y RIESGO
AMBIENTAL POR EL USO DE PLAGUICIDAS EN SINALOA. Ra Ximhai, septiembre - diciembre,
2012/Vol. 8, Número 3. Universidad Autónoma Indígena de México. Mochicahui, El Fuerte,
Sinaloa. pp. 1-10. Disponible en: http://www.uaim.edu.mx/webraximhai/Ej-
25barticulosPDF/1%20GARCIA-GUTIERREZ.pdf
El suelo puede ser degradado y la comunidad de organismos que viven en el pueden ser dañadas
por el mal uso o por el sobre empleo de pesticidas. Algunos pesticidas son más tóxicos para
algunos organismos del suelo que para otros. Algunos pesticidas pueden descomponerse
rápidamente cuando son aplicados a suelos, mientras los otros pueden persistir durante períodos
más largos. El tipo de suelo y el tipo de pesticida también puede afectar la persistencia de
pesticida. Los agricultores son invertidos en suelos sanos porque quieren cultivar cosechas
vigorosas para producir la mayor parte de alimento que pueda. Los pesticidas han ayudado a la
producción, dando un empujón a los agricultores manteniendo los suelos sanos. Los pesticidas son
usados en la agricultura para controlar hierbas, insectos y enfermedades. Muchas granjas usan las
técnicas de dirección de parásito integradas que reducen al mínimo el empleo de pesticida. 8
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State University and U.S. Environmental Protection Agency (EPA); Pesticides and Agricultural
Soils
April 15, 2016. On line: http://npic.orst.edu/envir/agsoil.html
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Yang Farina, Md Pauzi Abdullah, Nusrat Bibi, Wan Mohd Afiq Wan Mohd Khalik; PESTICIDES
RESIDUES IN AGRICULTURAL SOILS AND ITS HEALTH ASSESSMENT FOR HUMANS IN CAMERON
HIGHLANDS, MALAYSIA. Malaysian Journal of Analytical Sciences, Vol 20 No 6 (2016): 1346 - 1358
DOI: http://dx.doi.org/10.17576/mjas-2016-2006-13. On line:
http://www.ukm.my/mjas/v20_n6/pdf/YangFarina_20_6_13.pdf
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Morillo E, Villaverde J; Advanced technologies for the remediation of pesticide-contaminated
soils. 2017 Feb 15. On line: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28214125