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A medida que crece la población mundial aumenta también la necesidad de mantener la

capacidad de producción del suelo. La obtención de la cantidad adecuada de alimentos requiere el


uso de plaguicidas para alcanzar y mantener un equilibrio entre las especies vegetales deseadas y
sus competidores. Sin embargo, estos compuestos químicos utilizados en agricultura llegan en
general al suelo, ya sea directa o indirectamente, y originan problemas de polución y
contaminación. Como consecuencia, algunos investigadores del medio ambiente opinan que el uso
de plaguicidas en agricultura debe ser reducido o prohibido, a causa del riesgo de la retención de
estos compuestos por las cosechas y suelos y de su posterior incorporación a la cadena de
alimentos. Por otro lado, investigadores en agricultura argumentan que el uso continuado de
grandes cantidades de plaguicidas es esencial para alcanzar rendimientos máximos. Una
alternativa razonable a estas dos opiniones extremas debe ser el conseguir un mejor conocimiento
de la evolución de los plaguicidas en el suelo, es decir, de los procesos que afectan a estos
compuestos y de la implicación de los mismos en su persistencia y bioactividad. Con este
conocimiento el impacto ambiental del uso de un plaguicida en agricultura podría ser evaluado
más exactamente. La gran variedad en las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos y
la diversidad de ambientes en que ellos se encuentran y en los que los plaguicidas son utilizados,
hace que sean necesarios grandes esfuerzos en investigación. Por otra parte, la complejidad de las
interacciones entre el suelo y los distintos plaguicidas añadidos al mismo es un tema de gran
importancia práctica aun cuando complicado desde un punto de vista científico.

M. J. SÁNCHEZ MARTÍN, M. SÁNCHEZ CAMAZANO; LOS PLAGUICIDAS ADSORCIÓN Y EVOLUCIÓN


EN EL SUELO, 1ª edición en 1984. Disponible en:
http://digital.csic.es/bitstream/10261/12919/1/plaguicidas.pdf

El suelo provee importantes funciones ambientales, dentro de los cuales se destaca ser el sustento
de alimento para las plantas, almacenar nutrientes, poseer y albergar materia orgánica
proveniente de restos animales y vegetales, ser el hábitat de diversos organismos que transforman
la materia orgánica presente en él, entre otros factores que lo hacen ser esencial en el desarrollo
de los ecosistemas de los cuales forma parte. Las actividades económicas, especialmente la
agricultura, están haciendo un uso cada vez más intensivo del suelo, empleando insumos como
plaguicidas y fertilizantes, con el fin de obtener alimentos y materias primas para la elaboración de
sustancias químicas, como biocombustibles. Igualmente, otras actividades productivas también
usan de manera intensiva este recurso, situación que está conduciendo a una degradación
creciente del suelo, así como a una pérdida irrecuperable del mismo. El uso inadecuado de este
recurso trae como consecuencia la imposibilidad de hacer un uso óptimo del suelo en la
agricultura, la ganadería, la recreación, etc. Por tal razón, es necesario crear políticas públicas y
estrategias de regulación, que permitan disminuir el impacto ambiental negativo que se produce
sobre el suelo (consecuencia de diversas actividades que se llevan a cabo en los procesos
productivos de la industria y demás factores económicos), y generar una conciencia sobre la
importancia de conservar los recursos naturales presentes en el medio. Específicamente, el uso de
sustancias tóxicas, como los plaguicidas, puede llegar a generar efectos negativos en el recurso
suelo, debido a que sus características fundamentales como persistencia, vida media y toxicidad,
entre otras, pueden destruir los componentes de este recurso y llevarlo a su destrucción. 3

3
Silva Arroyave, Sandra Milena; Correa Restrepo, Francisco Javier; ANÁLISIS DE LA
CONTAMINACIÓN DEL SUELO: REVISIÓN DE LA NORMATIVA Y POSIBILIDADES DE REGULACIÓN
ECONÓMICA. [En línea]: Mayo 15 de 2009. Disponible en:
http://www.scielo.org.co/pdf/seec/v12n23/v12n23a2.pdf

El uso de los plaguicidas es múltiple y variado. La agricultura es la actividad que más emplea este
tipo de compuestos, consumiendo hasta el 85 % de la producción mundial, con el fin de mantener
un control sobre las plagas que afectan los cultivos. Un 10 % de la producción total de los
plaguicidas se emplea en salud pública para el control de las enfermedades transmitidas por
vectores, como la malaria, dengue, enfermedad de Chagas, entre otras; control de roedores, etc.
La intensificación de la producción de alimentos conduce a menudo a un abuso de plaguicidas. Da
lugar a nuevos brotes de plagas (reapariciones), selecciona poblaciones de plagas resistentes
(insectos, bacterias y malas hierbas), aumenta los riesgos para la salud humana y el medio
ambiente y plantea obstáculos al comercio (residuos). Los países reforman sus políticas para
reducir estos problemas y garantizar paralelamente una producción de alimentos intensificada
mediante la aplicación de alternativas a los plaguicidas. También se emplean en la ganadería y en
el cuidado de animales de cría y domésticos; en el control de plagas de grandes estructuras como
barcos, aviones, trenes, edificios y centros comerciales. Se aplican en áreas verdes ornamentales y
de recreo como parques y jardines, para controlar la proliferación de insectos, hongos y el
crecimiento de hierba y maleza. Con el mismo fin, se esparcen a lo largo de autopistas, vías férreas
y torres con líneas de corriente de alta tensión El grado de lixiviación (el movimiento de las
sustancias a través de las fases del suelo) depende de la solubilidad del compuesto en agua, de su
naturaleza química y del valor del pH del suelo, que se favorece por la capacidad de adsorción de
este, esto varia principalmente por el porcentaje de arcillas, arenas y limos presentes en el, por las
altas temperaturas y por la precipitación pluvial. Lo anterior también es decisivo para determinar
la distribución del material en la biosfera, pues las plantas y los microorganismos no pueden
recibir directamente los compuestos adsorbidos sobre las partículas del suelo. Este proceso está
en equilibrio con la eliminación (desorción) del compuesto en la solución del suelo. La distribución
de un plaguicida en la biofase (plantas y microorganismos) depende de la capacidad de absorción
de esta y de la naturaleza del suelo. Un suelo con gran capacidad de absorción puede conducir a la
inactividad total del plaguicida, ya que nunca penetrara en la plaga. 4

4
Revista Cubana Higiene y Epidemiología; Efectos de los plaguicidas sobre el ambiente y la salud.
Vol.52 no.3 Ciudad de la Habana set.-dic. 2014. Versión On-line ISSN 1561-3003. Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1561-30032014000300010

La actividad agrícola es una fuente de contaminación importante, desde la introducción del DDT
en 1950 y el uso posterior de otros productos como toxafeno, endrín y organoclorados (aldrín,
dieldrín y heptacloro) (Albert, 1996). A inicios de los 70´se sumaron a la lista el paratión etílico,
paratión metílico y malatión. La aplicación de la mayoría de los organoclorados fue prohibido en
1988, aunque en 1992 aún se permitía el uso de clordano, metoxicloro, endosulfan,
pentaclorofenol, dicofol y clorotalonil; algunos de ellos aún registrados para uso restringido. Lo
anterior, ha generado que se empleen otros productos con menor persistencia pero con mayor
toxicidad denominados plaguicidas organofosforados, entre los cuales se puede mencionar el
paratión metílico, malatión, banzate y clorpirifos. Datos de 1992 a 2002 muestran un incremento
en el consumo de plaguicidas por hectárea, cuyo registro máximo es de 1.8 ton/mil hectáreas
entre 1999 y 2002, mientras que el mínimo fue 1.3 ton/ mil hectáreas durante 1992 y 1995. A
pesar de la gran cantidad de agroquímicos que se emplean constantemente, es poco lo que se
conoce sobre su toxicidad en los organismos, incluyendo al ser humano, así como el impacto
ambiental global. A este respecto, los suelos que son la fuente generadora de los alimentos a nivel
mundial, son vulnerables a los procesos de degradación, desertificación y su efecto en los
ecosistemas que sustentan. Entre los riesgos que se generan está la pérdida de la fertilidad del
suelo, a partir, del daño en el humus y de los nutrientes que los hacen productivo, como es el
fósforo, nitrógeno, potasio y otras. Por otro lado, las partículas inorgánicas que integran el suelo
permiten la acumulación y dispersión de los plaguicidas, no solo en los campos agrícolas sino
también en los medios acuáticos y los organismos, los cuales dependerán de la persistencia y
degradación de los compuestos.5

5
García Gutiérrez, Cipriano; Rodríguez Meza, Durga Guadalupe; PROBLEMÁTICA Y RIESGO
AMBIENTAL POR EL USO DE PLAGUICIDAS EN SINALOA. Ra Ximhai, septiembre - diciembre,
2012/Vol. 8, Número 3. Universidad Autónoma Indígena de México. Mochicahui, El Fuerte,
Sinaloa. pp. 1-10. Disponible en: http://www.uaim.edu.mx/webraximhai/Ej-
25barticulosPDF/1%20GARCIA-GUTIERREZ.pdf

El continuado aumento del uso de plaguicidas y, sobre todo, de insecticidas y herbicidas


incorporados al suelo, plantea el problema de la posible acumulación de residuos que pueden
resultar tóxicos para las plantas cultivadas o para los organismos beneficiosos que viven en el
suelo. Un plaguicida puede incorporarse al suelo deliberadamente o a causa de tratamientos a la
vegetación. En el suelo, el plaguicida queda sometido a unos procesos de inactivación, más o
menos intensos. A veces la inactivación es rápida; otras depende: a) De la naturaleza del pesticida.
b) De la naturaleza del suelo. c) Del clima. d) De las labores. A veces de manera muy lenta el
plaguicida incorporado al suelo deja un residuo que, generalmente, está localizado en la capa
superior del terreno. Por tanto, el posible efecto filotóxico tendrá la mayor probabilidad de
manifestarse con ocasión de la próxima siembra. 6
6
BESNIER ROMERO, FERNANDO; ACUMULACIÓN DE PLAGUICIDAS EN EL SUELO. Madrid.
Disponible en: http://www.mapama.gob.es/ministerio/pags/biblioteca/hojas/hd_1970_02.pdf

Un número grande de productos de transformación (TPs) de una amplia gama de pesticidas ha


sido documentado. No muchos de todos los pesticidas posibles TPs han sido supervisados en el
suelo, mostrando que hay una necesidad apremiante de más estudios en este campo. La
persistencia y el movimiento de estos pesticidas y su TPS son determinados por algunos
parámetros, como la solubilidad de agua, la sorción de suelo constante (Koc), el coeficiente de
partición de octanol/water (Kow), y la vida en el suelo (DT50). Los pesticidas y TPS podrían ser
agrupados en: (a) los pesticidas Hidrófobos, persistentes, y bioacumulable que fuerte son atados al
suelo. Los pesticidas que exponen tal comportamiento incluyen el organochlorine DDT,
endosulfan, endrin, heptachlor, lindane y su TPS. La mayor parte de ellos ahora son prohibidos en
la agricultura pero sus residuos están todavía presentes. (b) pesticidas Polares son representados
principalmente por herbicidas pero ellos incluyen también carbamates, fungicidas y algún
insecticida organofosforado TPs. Ellos pueden ser movidos del suelo y la lixiviación, así
constituyendo un problema para el suministro de agua potable a la población. El pesticida más
investigado TPs en el suelo es indudablemente aquellos de herbicidas. Varios senderos
metabólicos han sido sugeridos, implicando la transformación por la hidrólisis, la metilación, y la
hendidura de toque que produce varios compuestos tóxicos fenólicos. Los pesticidas y su TPS son
conservados por suelos a grados diferentes, dependiendo las interacciones entre propiedades de
pesticida y el suelo. La característica de suelo más influyente es el contenido de materia orgánica.
Es mayor el contenido de materia orgánica, mayor la adsorción de pesticidas y TPS. La capacidad
del suelo para sostener iones positivamente cargados en una forma cambiable es importante con
paraquat y otros pesticidas que positivamente son acusados. Requieren el ácido fuerte mineral
para extraer estos productos químicos, sin cualquier mejora analítica o estudio relatado en los
últimos años. El pH de suelo es también de alguna importancia.
Aumentos de la adsorción con pH de suelo que se disminuye para pesticidas ionizable. 7
7
Md. Wasim Aktar, Dwaipayan Sengupta, Ashim Chowdhury. Impact of pesticides use in
agriculture: their benefits and hazards. Interdiscip Toxicol. 2009 Mar; 2(1): 1–12. Published online
2009 Mar. doi: 10.2478/v10102-009-0001-7. PMCID: PMC2984095. On line:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2984095/

El suelo puede ser degradado y la comunidad de organismos que viven en el pueden ser dañadas
por el mal uso o por el sobre empleo de pesticidas. Algunos pesticidas son más tóxicos para
algunos organismos del suelo que para otros. Algunos pesticidas pueden descomponerse
rápidamente cuando son aplicados a suelos, mientras los otros pueden persistir durante períodos
más largos. El tipo de suelo y el tipo de pesticida también puede afectar la persistencia de
pesticida. Los agricultores son invertidos en suelos sanos porque quieren cultivar cosechas
vigorosas para producir la mayor parte de alimento que pueda. Los pesticidas han ayudado a la
producción, dando un empujón a los agricultores manteniendo los suelos sanos. Los pesticidas son
usados en la agricultura para controlar hierbas, insectos y enfermedades. Muchas granjas usan las
técnicas de dirección de parásito integradas que reducen al mínimo el empleo de pesticida. 8

8
State University and U.S. Environmental Protection Agency (EPA); Pesticides and Agricultural
Soils
April 15, 2016. On line: http://npic.orst.edu/envir/agsoil.html

La contaminación de pesticidas extensivamente contamina el entorno debido a su uso


incontrolado que degrada funciones de suelo, degradando su actividad biológica y capacidad de
quitar los agentes contaminadores que causan la reducción de producción de cosecha. El suelo es
considerado como un depósito de xenobioticos que puede ser adsorbidos de la materia orgánica
en el suelo y conservarlo durante décadas o podría ser transportado o degradado. Uno de los
contaminantes de suelo principales es pesticidas organofosforados (OPPs), organoclorados
pesticidas (OCPs) y piretroides (PYRs). Esto puede moverse en el entorno por volatilización,
infiltración, final y transportar a lo largo de la cadena alimentaria. Los pesticidas organofosforados
son sumamente tóxicos; esto tiene la capacidad de penetrar las células del organismo vivo. Ellos
son moderadamente polares y son móviles al filtrarse y pueden ser conservados sobre la
vegetación que puede afectar el entorno y la cadena alimentaria. Esto no sólo afecta a los
parásitos, sino que también a otros microorganismos como hongos y bacteria que traen sustancias
nutritivas a las raíces de plantas que les afectan la interacción sana al substituirse por productos
químicos. En contraste con OCPS, OPPs es menos persistente pero este comportamiento varía de
pocos días al mes y a veces años dependiendo la textura y el contenido orgánico de suelo. La
sorción, volatilización, la solubilidad en el agua, la hidrólisis o la oxidación, la foto degradación y la
biodegradación es algunos factores importantes que tratan con el destino de OPPS en el entorno.
Los PYRs básicamente son usados para paralizar insectos y son menos tóxico y persistente que
OCPS Y OPPS. A menudo es usado en la combinación con OPPS para realzar su actividad
insecticida. Como se considera, es el insecticida el más extensamente usado para verduras que
cultivan la tierra en Malasia y aproximadamente el 60 % de agricultores emplean el permethrin
para controlar a parásitos en las tierras altas. 9

9
Yang Farina, Md Pauzi Abdullah, Nusrat Bibi, Wan Mohd Afiq Wan Mohd Khalik; PESTICIDES
RESIDUES IN AGRICULTURAL SOILS AND ITS HEALTH ASSESSMENT FOR HUMANS IN CAMERON
HIGHLANDS, MALAYSIA. Malaysian Journal of Analytical Sciences, Vol 20 No 6 (2016): 1346 - 1358
DOI: http://dx.doi.org/10.17576/mjas-2016-2006-13. On line:
http://www.ukm.my/mjas/v20_n6/pdf/YangFarina_20_6_13.pdf

La presencia de pesticidas en el suelo se ha hecho un problema ambiental sumamente


significativo, que ha ido aumentando por el empleo enorme de pesticidas por todo el mundo y la
ausencia de las tecnologías de remediación que han sido probadas a escala natural. Dependiendo
la naturaleza del proceso de descontaminación, estas técnicas han sido incluidas en tres
categorías: inmovilización de contención, separación o destrucción. Hay algunas consideraciones
sobre el estado de tecnologías así como sus ventajas, limitaciones, y lo que trata a los pesticidas.
En la mayoría de los casos, tecnologías emergentes, como aquellos basados en la reducción de
oxidación o bioremediación, pueden ser incorporadas en tecnologías existentes para mejorar su
funcionamiento o limitaciones vencidas. Acciones de investigación y desarrollo son todavía
necesarias para tecnologías y sobre todo para traerlas para la puesta en práctica a escala natural. 10

10
Morillo E, Villaverde J; Advanced technologies for the remediation of pesticide-contaminated
soils. 2017 Feb 15. On line: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28214125

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