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SCHOLASTIC Y HARRY POTTER

En 1920 se fundó Scholastic y en la actualidad es el editor y distribuidor de libros para


niños y materiales educativos más grande del mundo. Durante el año fiscal de 2011 tuvo
ingresos de 1900 millones y cuenta con oficinas en 16 países que incluyen Estados
Unidos, Europa, Sureste Asiático, América Latina, Medio Oriente, Australia, Nueva
Zelanda y África. A principios del 2007 escolástica inició con gran entusiasmo la
planeación del esperado lanzamiento mundial del séptimo libro Harry Potter y las
reliquias de la muerte de la aclamada serie de J-K Rowling sobre el niño mago.

Cuando la autora terminó el libro, en la primavera de 2007, los impresores de


escolástica, R. R. Donnelly & Sons y Quebecor World trabajaron sin descanso para
asegurar que el libro estuviera listo en la fecha esperada. Para ahorrar tiempo de carga
y descarga, la editorial eliminó el paso por sus propios almacenes y pidió a sus
transportistas, Yellow Transportation y JB Hunt Transport Services, que usaran el mismo
tamaño de tráileres y tarimas para enviar los libros directamente de seis imprentas a los
grandes distribuidores como Barnes & Noble y Amazon.com. Esta flotilla de camiones,
formados defensa con defensa, se extendería a lo largo de 15 millas.

Se usaron transmisores GPS para alertar a escolástico por correo electrónico si un


conductor o el camión se salía de la ruta asignada. Llegar a tiempo era importante, en
particular para los distribuidores por internet, que tenían que adelantar el envío de los
libros para que las órdenes individuales llegaran al mismo tiempo en todo el país, con el
fin de minimizar el riesgo de que alguien corriera la voz acerca del final del libro.

Puesto que 90% de las ventas de estos libros especiales ocurre la primera semana,
reciben un tratamiento especial para ahorrar tiempo, dinero, espacio y trabajo.
Scholastic debía personalizar, coordinar y sincronizar sus operaciones y los procesos de
la cadena de suministro, a través de múltiples socios en los lugares de imprentas,
almacenes, distribuidores y ventas para asegurar que el último libro de la serie de Harry
Potter llegara al cliente final no más que unas cuantas horas antes de la fecha límite de
entrega el 21 de julio a las 12:01 A.M.

¡No estuvo mal para un montón de muggles que transportaron 12 millones de libros en
un tiempo corto sin polvos de floo, trasladores ni escobas voladoras!

Fuente: Dean Foust, “Harry Potter and the Logistical Nghtmare”, Business Week (6 de
Agosto, 2007), p.9; Michelle Regenold, Shipping Harry Potter: How Do They Do That?
www.go-explore-trans.org/2007/mar-apr/shipping_HP.cfm; www.scholastic.com,2011.

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