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NUDOS GORDIANOS

La protesta social corta el nudo gordiano de una estructura injusta


Por Mónica Peralta Ramos JUN 14, 2020

Trump, by Luc Descheemaeker

Desde el inicio de la vida en el planeta, la humanidad ha enfrentado


problemas aparentemente insolubles y con posibles consecuencias
caóticas. A pesar de ello, la capacidad de razonar, de definir los
problemas, de conocer sus causas y encontrar sus soluciones le ha
permitido sobrevivir. Varias leyendas griegas han inmortalizado esta
capacidad de la mente humana. Una de ellas relata la historia de Gordio,
un campesino muy pobre elegido rey de Frigia gracias a la intervención
de un oráculo. En agradecimiento a los dioses por esta deferencia, Gordio
ató su única posesión: un carro tirado por bueyes, al templo de Zeus. Lo
hizo con un nudo muy intrincado en el que los lazos desaparecían
misteriosamente al interior de sus pliegos. El que pudiese desatar el
nudo conquistaría el mundo. Muchos lo intentaron, pero fracasaron.
Luego de varios intentos fallidos, Alejandro Magno sacó su espada y de
un solo golpe partió al nudo, iniciando así su conquista del Imperio Persa.
La capacidad de encontrar soluciones inesperadas a problemas
aparentemente insolubles ha sido la senda que condujo a la humanidad
desde la barbarie hacia la civilización.

A lo largo del tiempo, múltiples problemas han amenazado la integridad


de la vida en sociedad. Entre estos se destaca la perdida de legitimidad
del orden social imperante, es decir de las normas que regulan las
relaciones sociales. Cuando esto ha ocurrido, el caos ha asomado su
horrible cabeza. Esto ocurre porque todo conjunto social implica una
distribución asimétrica de los bienes y servicios de una sociedad y de la
capacidad de decisión sobre los mismos. Una estructura de poder es un
verdadero nudo gordiano, que subyace a todo orden social. Las
sociedades, aun primitivas, han elaborado siempre algún tipo de
contrato social con el objetivo de hacer prevalecer al interés común por
encima del tumulto estrepitoso de los intereses individuales. Así, la
legitimación del orden que reproduce a la estructura de poder amortigua
el conflicto social y pone un límite a la ley de la selva. Cuando esa
legitimación entra en crisis, los lazos del nudo gordiano se vuelven
visibles: los intereses y los medios que los reproducen quedan expuestos
a la luz del día, pierden su carácter natural que les atribuye una
existencia eterna.

La codicia es tal vez uno de los sentimientos más primitivos de la especie


humana y un poderoso elemento desintegrador del bien común. Su
prevalencia abre las puertas al canibalismo social. En estas
circunstancias la coerción desmadrada se impone sobre la búsqueda de
consenso. El ejercicio de la violencia abierta para mantener la vigencia
de un orden social abre una ventana por la que se divisa la estructura de
poder y los conflictos sociales que esta engendra. El nudo gordiano
puede entonces ser cortado. Esto no ocurre de un día para el otro. Se
produce en el contexto de una intensa ebullición de los conflictos y de la
existencia de una capacidad de acción colectiva capaz de expresarlos.

Hoy el mundo vive inmerso en relaciones de poder global que, mas allá
de las diferencias culturales e institucionales, tienen un rasgo esencial:
la maximización de ganancias en todos los aspectos de la vida social. La
otra cara de esta estructura es una enorme dispersión y fragmentación
de los muchos que, teniendo poco y nada, enfrentan el bloqueo de su
capacidad de decidir sobre cuestiones esenciales a sus vidas. En este
mundo así polarizado, la pandemia ha tenido un impacto brutal. El
apagón económico global ha acelerado el desencadenamiento de una
crisis económica y financiera mundial de envergadura inédita. Esta crisis
se ha expandido por el mundo y repercute sobre la trama de los
conflictos específicos a cada lugar.

En los Estados Unidos, centro del capitalismo global monopólico, esta


crisis desnuda progresivamente el nudo gordiano que ahoga a la gran
mayoría de sus ciudadanos. Rompiendo con la cuarentena, muchos de
ellos han salido a las calles para repudiar una situación económica,
política, social y cultural que los ahoga y los condena a una esclavitud de
nuevo tipo. El rugido de su protesta desnuda poco a poco el racismo
inherente a esa estructura de poder y  los intereses, las complicidades y
los mecanismos de cooptación que la vuelven posible. La explosión social
recién empieza y el nudo gordiano se aprieta buscando neutralizar al
enemigo a través de distintas vías: desde la represión brutal, a los
intentos de división, cooptación, y aislamiento en los confines de la
identidad de raza.

En nuestro país la pandemia también ha puesto en el centro de la escena


política a un nudo gordiano que viene de lejos. Esta estructura de poder
hoy utiliza a la pandemia para deslegitimar a un gobierno que triunfó en
las ultimas elecciones promoviendo el fin del hambre y de la exclusión
social. Ahora, los sectores que controlan el poder tratan de embriagar a
los sentidos y confundir a la inteligencia de la población banalizando la
falta de ética, convirtiendo a la codicia en algo legitimo y deseable,
sustituyendo la verdad por noticias falsas, atribuyendo al oficialismo las
fechorías propias, privilegiando el derecho a la propiedad por encima
del derecho a la vida y naturalizando la existencia de mafias enquistadas
en las instituciones. En este contexto de violencia y discriminación social,
poco a poco se abren ventanas por las que se filtra la pestilencia de la
impunidad. Aparece entonces la esperanza de un posible cambio social.

Las bases del poder y de la protesta social


Desde principios de la década de los ’60 del siglo pasado la economía
norteamericana ha sufrido una gran transformación. Al mismo tiempo
que sus corporaciones se expandían por el mundo en cadenas de valor
global dominadas por el control monopólico u oligopólico ejercido sobre
la tecnología, la economía domestica sufría una creciente
desindustrialización. Así, la integración del proceso productivo mundial
dio lugar a una creciente dependencia de los Estados Unidos de la
importación de bienes de consumo de distinta índole (ropa, artefactos
eléctricos, etc.) muchas veces producidos por sus propias corporaciones
en otras partes del mundo, y especialmente en China. Esta situación
convivió con el acelerado desarrollo doméstico de tres sectores: la
producción de alta tecnología, de armamentos cada vez mas sofisticados
y de las finanzas.

Estos fenómenos dieron lugar a un mercado de trabajo fragmentado, con


amplios sectores dominados por los servicios y caracterizados por
trabajo precario, con salarios estancados o a la baja. Esto sumado al
progresivo cierre de los cordones industriales alrededor de las
ciudades, configuró una situación de creciente desigualdad económica y
social. El fácil y rápido acceso al endeudamiento permitió estimular la
demanda interna.  Paralelamente, el contexto internacional de alta
tensión geopolítica y expansión de las guerras localizadas en distintas
partes del mundo, estimuló la inversión en la producción de tecnología y
de armamentos y el consiguiente crecimiento del endeudamiento.

Se configuró así una estructura de poder altamente concentrada y


vinculada a la guerra que tuvo como contracara crecientes segmentos de
la población con niveles de vida cada vez mas precarios y con un
endeudamiento que ha llegado al limite de lo socialmente tolerable. La
pandemia y su impacto sobre la economía han encerrado a la Reserva
Federal en una trampa: necesita inyectar liquidez para salvar a los
bancos y a las grandes corporaciones del default. Estas cambian deuda
vieja por deuda nueva que derivan al pago de dividendos y a la compra
de sus propias acciones replicando la especulación financiera desatada
desde la crisis financiera de 2008. La estampida de los precios de las
acciones contrasta con una recesión de la economía y con nueva
expulsión de mano de obra producida este mes por las mismas empresas
que se beneficiaron con la intervención de la Reserva Federal
(bloomberg.com 5 6 2020). Existe así una enorme transferencia de
recursos hacia un sector minoritario que concentra la mayor proporción
de la tenencia de acciones. Esta situación, acelerada por la pandemia, ha
desencadenado la explosión de una protesta social, que en pleno
desarrollo, ya asume rasgos únicos.

Hacia la cooptación del disenso


Una de las primeras consecuencias de la explosión social de estos días
reside en la revelación de disidencias políticas dentro de las Fuerzas
Armadas y de las agencias de inteligencia en torno al apoyo a dar a la
represión de la protesta social ordenada por Trump. Esto ha derivado
finalmente en un distanciamiento de las autoridades militares de la
política de Trump, fenómeno que se suma a un creciente distanciamiento
de sectores poderosos del partido republicano.

En los últimos días han ocurrido nuevas manifestaciones de repudio a la


política represiva de Trump, esta vez expresadas por más de 280 ex
funcionarios de las agencias de inteligencia y de la Seguridad Nacional.
Con una carta titulada “La Fuerza de los Militares Norteamericanos
Apolíticos” han expresado su preocupación por el uso político hecho por
Trump de los militares al convocarlos a reprimir la protesta social.
Recuerdan además que “todo ciudadano tiene el derecho constitucional a
expresarse libremente, aunque algunos se puedan sentir incomodos con
sus ideas” (cnn.com 5.6 2020). Menos de una semana después de estos
dichos el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas,
general Frank Milley, hizo un contundente mea culpa por haber 
acompañado a Trump hace unos días, para sacarse una foto con la biblia
frente a una iglesia, luego de haber desalojado por la fuerza a los
manifestantes que la rodeaban, Milley condenó el brutal asesinato del
George Floyd, elogió a los pacíficos manifestantes que ejercían sus
derechos, lo cual demostraría que la libertad está vigente, y dijo que
haber estado allí fue un error porque «creó la percepción del
involucramiento de los militares en la política interna”. (zerohedge.com
11 6 2020). «Quienes vestimos el uniforme de la patria y somos parte del
pueblo debemos atenernos al principio del apoliticismo militar», dijo.

Otro indicio del progresivo aislamiento de Trump lo dio el comité del


Senado a cargo de las cuestiones militares, liderado por los republicanos,
votando a favor de una propuesta del Pentágono de eliminar de las bases
militares a los nombres de  Comandantes del  Ejército Confederado
durante la guerra civil. Esta propuesta había sido rechazada
categóricamente por Trump (nytimes.com 12 6 2020).

Joining Trump church photo-op 'a mistake', says Gen Mark Milley

Las manifestaciones populares continuaron esta semana en diversas


ciudades exigiendo ahora grados de desinversión en los departamentos
de Policía. Esta decisión fue adoptada por el Consejo Deliberante de
Minneapolis mientras otras ciudades, incluyendo Nueva York, la licuaron
anunciando recortes presupuestarios y otras medidas tendientes a
controlar la violencia policial.  Esto motivó la reacción contraria de los
sindicatos de la policía, apoyados abiertamente por Trump.
Paralelamente, Joe Biden, candidato del partido demócrata a la
presidencia, rechazó la posibilidad de desmantelar a la policía y tanto el
partido demócrata como el republicano han preparado sendos proyectos
de ley con el objeto de reestructurar a las policías y volverlas
susceptibles de mayor control (zerohedge.com 8 6 2020, npr.org 11 6
2020).

Trump ha quedado progresivamente aislado y encerrado en una retórica


guerrera contra los manifestantes que contrasta con el intento de
diversos sectores del establishment económico, político y militar y de la
prensa liberal de encuadrar a la protesta social dentro de los limites del
racismo. Pero las marchas son multirraciales y los destinatarios del
enojo social no son solo los policías blancos, sino también las autoridades
municipales, en su gran mayoría demócratas, que han avalado la
discriminación racial en el ejercicio de la violencia policial. Luego de
ocho años de gobierno de Obama, la situación económica y social y la
represión racial no han desaparecido de las zonas urbanas y populares
mayoritariamente controladas por el partido demócrata.

Así, las manifestaciones han trascendido la polarización entre


republicanos y demócratas, y enfrentan a un sistema represivo
encarnado en una policía militarizada y en la autoridad civil,
mayoritariamente demócrata y afroamericana que impone políticas
económicas y sociales que condenan a la juventud a una vida sin futuro.
El objetivo de la protesta es según uno de sus dirigentes “minar tanto la
autoridad de la dirigencia afroamericana como la de Trump… antes de
que esto termine vamos a ver una alianza entre Trump y su gente y … el
partido demócrata. Todos se van a alinear para aplastar esta protesta
que amenaza la estructura de poder de estos dos partidos políticos”. La
violencia y el saqueo de las grandes tiendas constituyen “la única forma
de llamar la atención de una sociedad que nos ignora” (theintercept.com
4 6 2020).

 
 

Nudo gordiano y pestilencia del poder


Esta semana se potenciaron los contagios con Covid-19 y se hizo más
patente la contradicción entre una estrategia que privilegia la vida y
enfatiza la cuarentena, y otra que prefiere maximizar los negocios
flexibilizando la cuarentena justo cuando el país entra en la fase mas
peligrosa de la evolución de la pandemia. Más allá de la actitud
conciliadora del gobierno de la ciudad frente al gobierno nacional, en la
práctica sus acciones son coherentes con una oposición macrista que
busca provocar el caos a cualquier precio.

El macrismo deja trascender la pestilencia de la impunidad de un poder


acumulado durante varios años de control del gobierno de la Ciudad. Una
impunidad que, entre otras cosas, ha permitido que este gobierno haya
dejado sin agua a las villas más pobres ante el avance del coronavirus y
continúe haciendo negocios privados a la luz del día con el precio y la
cantidad de los alimentos que se distribuyen en los comedores escolares
de la ciudad. Esta pestilencia también brota del refugio que ofrece en los
estamentos municipales a ex funcionarios macristas muy comprometidos
en las causas de espionaje ahora investigadas por la Justicia. No son sin
embargo, los únicos que exudan las emanaciones tóxicas del poder y su
total desprecio por la vida humana.

Este tufo también brota del rechazo generalizado de los grandes


empresarios y de algunos dirigentes políticos a la intervención estatal de
Vicentín y su posible expropiación anunciada esta semana por el
Presidente. Lo que más les preocupa es que “la solución no es estatizar
sino que los privados compitan entre sí. Mucho mas cuando se alude a
controlar el mercado de granos y el mercado de cambios” (ámbito.com 12
6 2020). Esta critica apunta al corazón de la importancia estratégica de la
expropiación de esta empresa. Ocurre que, más allá del defalco a las
arcas del Estado a través de una deuda sideral con los bancos públicos,
de la fuga de capitales, de la subfacturación de exportaciones y de la
evasión de impuestos; y más allá de la corrupción política, del
vaciamiento de la empresa y otras maniobras delictivas que la justicia
investiga, el caso Vicentín abre una ventana a la estructura de poder que
prevalece en la Argentina desde hace décadas y a su  modo de
funcionamiento.

Este nudo gordiano se caracteriza por el control monopólico y oligopólico


de áreas claves de la industria, del campo y del comercio de exportación
e importación. Estos sectores formadores de precios dependen
tecnológica y financieramente de un puñado de grandes corporaciones
multinacionales. Su control sobre la economía local les ha permitido
controlar las políticas económicas de los distintos gobiernos, impulsando
corridas cambiarias e inflación descontrolada para transferir recursos a
su favor y repeler políticas que limitan sus intereses. Esos son los lazos
de un nudo gordiano que aprieta al país, a través de una restricción
permanente de divisas, a la que se suma ahora el mecanismo del
endeudamiento ilimitado. La sobrefacturación de importaciones,
subfacturación de exportaciones y fuga de capitales no fueron
inauguradas por el gobierno de Macri. Han sido una constante a lo largo
de décadas, llegando a vaciar la capacidad productiva del país y a
arrojar a cerca de la mitad de la población en la pobreza y la
desnutrición.

La expropiación de Vicentin no solo es acertada porque permitirá


garantizar el empleo de miles de personas y el pago de lo adeudado a
cientos de productores agropecuarios. Es además de importancia
estratégica para incidir en la formación de precios de los alimentos y en
su abastecimiento a la población. Permitirá introducir un cuño en las
maniobras delictivas con las exportaciones y la liquidación real de
divisas y será un paso de enorme importancia para lograr una
integración de las cadenas de valor del campo y de la industria
empezando así a poner limites a la dependencia tecnológica que por
décadas y décadas ha chupado la sangre del país con total y absoluta
impunidad a lo largo de todos los gobiernos sucedidos en democracia.

Esta decisión del gobierno nacional y el avance de las investigaciones


judiciales sobre el espionaje macrista son cruciales para el futuro del
país y ponen el foco político sobre el eje de la desestabilización política,
que no está precisamente en una deuda externa insostenible y cada vez
más cuestionable sino en las maniobras de la estructura de poder local
con el objeto de reafirmar su control de la economía, vaciar de contenido
a las promesas electorales, cooptar a los dirigentes y envenenar a
sectores de la población con una campaña sistemática de odio y
discriminación social y política hacia los sectores mas vulnerables.

Ricardo Dice  3 horas hace

Mónica sos una genia en toda tu argumentación hoy y siempre. sólo quiero decirte una cosa que se la quiere decir al
presidente y a todo el mundo. Creo que damos demasiadas excusas y estamos discutiendo siempre en sus términos. Lo
que nosotros ponemos como argumento es rebatible desde su lógica. nosotros queremos supuestamente controlar los
excesos del mercado. Y eso en el fondo nos da lo mismo. porque la realidad es que lo que queremos es que todo el
mundo coma bien se eduque se vista se sane. Y a la vista que esta empresa estafó al estado a través de su crédito del
banco nación con la complicidad de quienes dirigían este última y además la empresa iba a quebrar y dejar a los
empleados en la calle y a los proveedores quebrados debe sostenerse que los proveedores y el estado ya son dueños de
esta empresa. Irene empresa de estafadores y en estas circunstancias el estado tiene que garantizar la supervivencia
de todos los argentinos y está demostrado que en este momento Sólo eso se garantiza con un estado que sea de
resortes fundamentales de la economía. No hay que avergonzarse frente a una banda de sinvergüenzas.

JAVIER Dice  14 horas hace

Gracias por su claridad para exponer con aguda sncillez la tragedia argentina. Felicitaciones

Eduardo Dice  3 horas hace

Como siempre, excelente y esclarecedor análisis.

Daniel Dice  20 horas hace


Muy claro. Mónica, me permito la insolencia de recomendar a un periodista y escritor norteamericano: Chris Hedges.
Tiene libros extraordinarios sobre lo que ocurre en USA. Hay muchos reportajes a el en You Tube. Es muy interesante
decubrir lo que hace la elite norteamericana, Republicanos y Demócratas, con su pueblo. Viendo lo que hacen con su
pueblo, no deberia sorprender lo que le piden a nuestros gobiernos que hagan con nosotros. Se entiende?

HERNÁN DE ROSARIO Dice  1 día hace

“Desde el inicio de la vida en el planeta, la humanidad ha enfrentado problemas aparentemente insolubles y con
posibles consecuencias caóticas. A pesar de ello, la capacidad de razonar, de de nir los problemas, de conocer sus
causas y encontrar sus soluciones le ha permitido sobrevivir. Varias leyendas griegas han inmortalizado esta
capacidad de la mente humana. Una de ellas relata la historia de Gordio, un campesino muy pobre elegido rey de Frigia
gracias a la intervención de un oráculo. En agradecimiento a los dioses por esta deferencia, Gordio ató su única
posesión: un carro tirado por bueyes, al templo de Zeus. Lo hizo con un nudo muy intrincado en el que los lazos
desaparecían misteriosamente al interior de sus pliegos. El que pudiese desatar el nudo conquistaría el mundo. Muchos
lo intentaron, pero fracasaron. Luego de varios intentos fallidos, Alejandro Magno sacó su espada y de un solo golpe
partió al nudo, iniciando así su conquista del Imperio Persa. La capacidad de encontrar soluciones inesperadas a
problemas aparentemente insolubles ha sido la senda que condujo a la humanidad desde la barbarie hacia la
civilización”.
Así comienza la profesora Peralta Ramos su excelente artículo. Aplicada la leyenda de Gordio y Alejandro Magno a
nuestro país, emerge en toda su magnitud la incapacidad que hemos tenido los argentinos de desatar nuestro nudo
gordiano: lograr que todos los argentinos conformemos una única nación en torno a ideas fundamentales comunes.
Hemos carecido, como expresa la autora, de la capacidad de razonar, de de nir el problema, de conocer sus causas y
encontrar su solución. ¿O en realidad sucede todo lo contrario? Es decir, conocemos muy bien el problema y sus
causas pero no queremos encontrar sus soluciones.
La reciente decisión del presidente de la nación de intervenir la empresa santafesina Vicentin para su posterior
expropiación no ha hecho más que poner en evidencia la existencia de dos naciones que no se toleran. En este rincón,
la nación que celebra la decisión de Alberto Fernández. En el otro, la otra nación que la aborrece. De repente emergió el
clima que se vivió en 2008 a raíz de la resolución 125. Ver al pueblo de la localidad de Avellaneda en total apoyo a la
empresa hizo rememorar aquellas manifestaciones multitudinarias en defensa del “campo”. La misma escenografía, el
mismo odio, la misma celeste y blanca ameando por las calles. Enfrente los partidarios del gobierno criticaron con
dureza a los manifestantes. El odio a la “oligarquía” brotó con virulencia. Una vez más las dos naciones enfrentadas.
Se trata, qué duda cabe, de un nudo gordiano gigantesco. Desde la misma instalación del primer gobierno criollo el 25
de mayo de 1810 el antagonismo y la intransigencia impusieron sus códigos. Hubo, a lo largo del tiempo, varios
émulos de Alejandro Magno que intentaron cortar de manera salvaje el nudo gordiano. El resultado fue el previsible: el
aumento exponencial del odio entre las dos naciones enfrentadas. Juan Manuel de Rosas fue el primer Alejandro
Magno de nuestra historia. Creyó que eliminando a los salvajes unitarios solucionaría el nudo gordiano. El resultado
fue la batalla de Caseros y el comienzo de un proceso histórico que se a anzó en 1880 con la federalización de Buenos
Aires. A partir de la presidencia de Mitre y hasta la asunción de Roca, el fundador del diario La Nación, Sarmiento y
Avellaneda creyeron que aplastando a los caudillos del interior se lograría desatar el nudo gordiano. Fracasaron.
La nación “populista” supo esperar y cantó victoria en 1946 con el ascenso al poder de Perón. Al igual que Rosas,
Perón no tuvo piedad con la nación liberal. Quiso emular a Alejandro Magno y fracasó. Fue derrocado en 1955. A partir
de entonces la nación liberal trató por todos los medios de aplastar a la nación “populista”. El fracaso fue
estruendoso. En 1973 Perón retornó al poder. El nudo gordiano seguía vivito y coleando. Perón fracasó otra vez. Su
viuda fue derrocada en marzo de 1976. Los militares pretendieron “puri car” el sistema político argentino y
fracasaron. El resultado: 30 mil desaparecidos.
Ni Raúl Alfonsín ni Carlos Menem lograron desatar el nudo gordiano. La Argentina seguía tan dividida como en 1810.
Con el matrimonio Kirchner en el poder la grieta se profundizó aún más. El nudo gordiano se hizo más fuerte. Con el
recordado con icto por la 125 la feroz antinomia peronismo-antiperonismo (el nudo gordiano en su máxima
expresión) se instaló con virulencia. No desapreció con Macri y creo que no desaparecerá con Alberto Fernández.
Evidentemente para los argentinos el nudo gordiano que implica el antagonismo permanente es de imposible solución.
¿Será que somos poco inteligentes o que realmente no nos interesa resolverlo? Me inclino por la segunda opción.

Horacio Dice  1 día hace

Impresionante. Gracias.

Susana Elsa Mullion Dice  1 día hace

Excelente tu columna como siempre! Resalta lo q los q no queremos más, aceptar el destino al q nos condena el Poder
Hipócrita x más de 200 AÑOS a continuar viviendo desintegrados como Pais y a la pobreza estructural, SOSTENIDA X
UNA JUSTICIA Q NUNCA LLEGA A LAS MAYORIAS!

Nestor Marcelo Dice  1 día hace

Es la historia de la humanidad, parece que los humildes o los desprotegidos siempre terminan perdiendo en la mesa
del reparto, en las guerras, en las enfermedades, en la credibilidad de la sociedad. Los sucios, los crotos, los negros, los
mestizos, siempre quedamos afuera mirando y esperando. El peronismo y ahora el Kirchnerismo, nos deja entrar. Esto
de volver y ser mejores, lo de Vicentin tenemos que seguir y saber cuál es precio de los alimentos básicos. Porque van a
Paraguay a exportar.
Porque no te da la cuenta que el nivel exportaciones de Paraguay no condice con la cantidad de tierras cultivadas,
quien lleva a ese país soja para evadir impuestos.
Abrazos Monica muy buena nota de la realidad de EEUU y Argentina

Nicolas Martinasso Dice  1 día hace

buebiiiismo. gracias

Rolo Dice  1 día hace

Muy buena la nota Mónica. Estoy seguro que este sistema capitalista , ahora nanciero internacional, existe a través
de los siglos es porque la codicia humana es más natural en el homo sapiens que la solidaridad humana. Gracias
Pablo Resnik Dice  1 día hace

Pregunta: «La expropiación de Vicentin no solo es acertada porque permitirá garantizar (…) el pago de lo adeudado a
cientos de productores agropecuarios», implica que estamos estatizando la deuda de Vicentín? O se recupera de algún
modo?

César Dice  1 día hace

Como siempre lucido y lúcido análisis Mónica. Clap clap clap muchas gracias por siempre tener una de las columnas
más esclarecedoras de periodismo.

Cecilia Dice  1 día hace

Excelente informe. Nanoinformacion de primera

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