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En el marxismo, son las relaciones que entablan los seres humanos, en cuanto agentes del proceso de producción;

estas relaciones son necesarias para poder llevar a cabo la producción de los bienes deseados, y son independientes de
la voluntad de los agentes productivos. Pueden tener un carácter técnico o social. 

Las relaciones sociales de producción se establecen en función de la posición que ocupan los agentes en cuanto a la
propiedad o no de los medios de producción. Se pueden establecer relaciones sociales de colaboración (si todos son
propietarios de los medios de producción, en cuyo caso ningún sector de la sociedad vive de la explotación de otro) o
relaciones de explotación, de exclusión, de dominación (si unos son propietarios de los medios de producción y otros
no). En este último caso la relación de dominación es una relación explotador-explotado, en la medida en que los
propietarios de los medios de producción viven del trabajo de los no propietarios. Para Marx, esta relación de
explotación es la típica de las sociedades clasistas: la sociedad esclavista, la feudal y la capitalista.
Por relaciones de producción se entienden, dentro del marxismo, las relaciones que los distintos seres humanos
mantienen entre sí en tanto que son agentes del proceso de producción. Estas relaciones se establecen en función del
lugar que ocupan los agentes respecto a si son poseedores o no de los medios de producción.

RELACIONES DE PRODUCCIÓN

CONJUNTO DE RELACIONES QUE SE ESTABLECEN ENTRE LOS HOMBRES COMO CONSECUENCIA DE LA PRODUCCIÓN O
TRABAJO.
 
      En las relaciones de producción el marxismo distingue entre:

 relaciones técnicas: relaciones que se establecen entre el agente y el medio de


producción y el proceso de trabajo en general  (por ejemplo el artesanado o producción individual, o el modo de
producción cooperativo simple que existía en la caza primitiva). Da lugar a la división técnica del trabajo;

 relaciones sociales: se establecen entre los agentes mismos; son los vínculos que se
establecen entre los hombres que participan en el proceso de producción. Dan lugar a las clases sociales, que
son básicamente dos: los propietarios de los medios de producción y los no propietarios de los medios de
producción. Las dos formas de las relaciones sociales son la relación de explotador a explotado y la relación de
colaboración recíproca en donde no se da la explotación (comunismo primitivo y futuro comunismo). 
      Las relaciones de producción no son consecuencia de la voluntad de las personas sino de las condiciones
materiales de producción correspondientes a cada momento histórico.
Tipos de relaciones de producción

La Historia conoce cinco tipos fundamentales de relaciones de producción: comunismo primitivo, esclavitud,
feudalismo, capitalismo y socialismo. Bajo el régimen del comunismo primitivo, el hombre era impotente en su
lucha contra la Naturaleza. Las herramientas de piedra sin pulimentar, el arco y la flecha, le obligaban a trabajar en
común, colectivamente; de aquí también la propiedad común sobre los medios de producción y sobre los productos,
no existiendo clases, ni explotación. Con la transición al empleo de herramientas metálicas, con la aparición del
hacha de hierro y del arado, las tribus nómadas pasaron a una vida sedentaria y comenzaron a dedicarse a la
agricultura, a la cría del ganado y a los oficios. El aumento de la productividad del trabajo llevó a la aparición de la
propiedad privada, del intercambio y de la acumulación de riquezas en manos de unos cuantos. Aparecieron las
clases: esclavos y esclavistas. Bajo el régimen esclavista, el dueño de esclavos era el propietario de los medios de
producción y del propio esclavo. El trabajo, libre de explotación, de los hombres del comunismo primitivo, fue
reemplazado por el de los esclavos explotados. La base de las relaciones de producción de la sociedad feudal era la
propiedad del señor feudal sobre los medios de producción y su propiedad parcial sobre los productores, los
campesinos siervos. Paralelamente a la gran propiedad feudal de la tierra, existía, sobre la base de su trabajo
personal, la propiedad individual de los campesinos y de los artesanos sobre los instrumentos de producción. El
señor feudal prefería el siervo al esclavo, por mostrar el primero mayor interés en el trabajo. El siervo saldaba sus
cuentas con el señor feudal en especie (una parte de la cosecha, diversas prestaciones, &c.), o en dinero, cuando la
economía monetaria adquirió mayor auge (censo monetario). El desarrollo de las fuerzas productivas, el crecimiento
del comercio en el seno de la sociedad feudal, dieron nacimiento a la manufactura capitalista del gran taller en el
que trabajaron para el capitalista decenas y centenares de obreros-artesanos. La introducción de las máquinas
convirtió la producción manufacturera-artesana en la gran industria, modificando radicalmente las relaciones de
producción. El imperio de la gran propiedad agraria feudal y de la pequeña propiedad es sustituido por la gran
propiedad industrial y comercial capitalista. La clase de los capitalistas dueños de los medios de producción, y los
obreros asalariados, carentes de tales medios y explotados por los capitalistas, son las clases fundamentales de la
sociedad burguesa. Con el desarrollo del capitalismo se acentúan cada vez más sus contradicciones. El carácter
social de la producción de la gran industria entra en contradicción con la forma privada de apropiación de los frutos
de la producción social. La concurrencia en el imperio de la propiedad privada capitalista, así como la anarquía de la
producción, la falta de principios planificadores en el desenvolvimiento de la economía, conducen a las crisis de
superproducción que aniquilan las fuerzas productivas y condenan a la clase obrera al paro forzoso, a la miseria y al
hambre. Las contradicciones del capitalismo adquieren una especial agudeza en su última etapa de desarrollo, en la
época del imperialismo. La revolución proletaria es la que destruye las relaciones capitalistas de producción y
afianza las socialistas, las únicas que corresponden a las fuerzas productivas últimamente desarrolladas y al carácter
social de la producción. Bajo el régimen socialista, que hasta hoy sólo es una realidad en la U.R.S.S., la base de las
relaciones de producción es la propiedad social sobre los medios de producción, la propiedad del Estado y de las
Cooperativas y Koljoses. Fueron suprimidas las clases explotadoras así como la explotación. Los productos son
distribuidos según el trabajo, de acuerdo con el principio: “el que no trabaja no come”. (Ver: Socialismo y
Comunismo).
Diccionario filosófico marxista · 1946:301-302

Tipos de relaciones de producción

La historia enumera cinco tipos de relaciones de producción.

En el régimen comunista primitivo, el hombre era impotente en la lucha con la naturaleza. Toscos instrumentos de piedra,
el arco y las flechas, obligaban a los hombres a trabajar en común, colectivamente. De ahí, la propiedad común sobre los
medios de producción y los productos. No existían las clases, ni la explotación.
Con la transición a los instrumentos metálicos, con la aparición de las hachas de hierro y arados con rejas de hierro, las
tribus nómadas pasaron a la sedentariedad, y empezaron a ocuparse de la agricultura, la ganadería y los oficios. El aumento
de la productividad del trabajo condujo a la aparición de la propiedad privada, el trueque y la acumulación de riquezas en
manos de unos pocos. Aparecieran las clases: esclavos y amos. En el régimen esclavista, el amo era dueño de los medios de
producción y del propio esclavo. El trabajo libre de explotación de los hombres de la comunidad primitiva fue suplantado por
el trabajo de los esclavos explotados.
La base de las relaciones de producción de la sociedad feudal, era la propiedad del señor feudal sobre los medios de
producción y una propiedad incompleta sobre los realizadores de la producción: los siervos de la gleba. Paralelamente con la
gran propiedad feudal sobre la tierra, existía la propiedad de los campesinos y artesanos sobre los instrumentos de
producción. Esa era una propiedad fundada en el trabajo personal del artesano y del siervo. El señor feudal prefería el siervo
al esclavo, más interesado aquél en el trabajo. El siervo pagaba al señor feudal en especie (parte de la cosecha, diversas
prestaciones, &c.), o en dinero, cuando la economía monetaria se desarrolló sensiblemente (Censo monetario).
El desarrollo de las fuerzas productivas y el aumento del comercio, en el seno del feudalismo, llevaron a la aparición de la
manufactura capitalista: el gran taller, donde trabajaban para el capitalista decenas y cientos de obreros-artesanos. La
introducción de las máquinas convirtió la producción manufacturero-artesana en gran industria y determinó cambios radicales
en las relaciones de producción. En sustitución al dominio de la gran propiedad feudal sobre la tierra y de la pequeña
propiedad, vino el dominio de la gran industria y de la propiedad comercial capitalista. La clase de los capitalistas, poseedora
de los medios de producción, y los obreros asalariados, privados de esos medios y explotados por los capitalistas, tales son
las clases fundamentales de la sociedad burguesa.

Con el desarrollo del capitalismo se agudizaban, cada vez más, sus contradicciones. El carácter social de la producción en
la gran industria entra en contradicción con la forma de apropiación de los productos de la producción social. La concurrencia,
la anarquía de producción, la falta de un principio planificador en el desarrollo de la economía, vinculados al dominio de la
propiedad privada capitalista conducen a las crisis de superproducción, que aniquilan las fuerzas productivas y condenan a la
clase obrera a la desocupación, el hambre y la pobreza. Especial agudización alcanzan las contradicciones del capitalismo en
el último estadio de su desarrollo: en la época del imperialismo.

La revolución proletaria destruye las relaciones burguesas de producción y consolida las relaciones de producción
socialistas, únicas que corresponden a las poderosas fuerzas productivas desarrolladas en el seno del capitalismo. En
el régimen socialista, que por ahora sólo existe en la U.R.S.S., la base de las relaciones de producción es la propiedad social
sobre los medios de producción, propiedad del Estado y cooperativo-koljosiana. Las clases explotadoras y la explotación
están suprimidas. Los productos se distribuyen según el trabajo, conforme al principio: “el que no trabaja, no come”.

LAS RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCION Y LAS FUERZAS PRODUCTIVAS


En cualquier fase de desarrollo que se hallara, la producción siempre ha tenido dos aspectos: las fuerzas productivas y
las relaciones de producción.
Las fuerzas productivas son los medios de producción y, ante todo, los instrumentos de trabajo creador por la
sociedad, así como los hombres que producen bienes materiales. Precisamente los hombres, gracias a su experiencia y
hábitos de trabajo, son los que accionan los instrumentos de producción, los perfeccionan, inventan máquinas y
amplían sus propios conocimientos científicos. Con ello se asegura el desarrollo continuo de las fuerzas productivas y
se despliega la producción de bienes materiales en medida creciente.
Sin embargo, los hombres no producen los bienes materiales trabajando aisladamente, sino en común, en grupos o en
sociedades. Tomemos, a título de ejemplo, una fábrica de calzado de nuestros días. ¿Cuántos hombres trabajan en ella
para producir una clase de mercancía: el calzado? Centenares e incluso millares, todavía trabajan más personas para
esta empresa en la fabricación de máquinas, el curtido de pieles, la producción de hilos, agujas, etc. Por consiguiente,
en el proceso de la producción de bienes materiales, los hombres se hallan vinculados entre sí, dependen los unos de
los otros y contraen determinadas relaciones.
Marx dio el nombre de relaciones de producción o económicas a las que surgen entre los hombres en el proceso de la
producción, el cambio y la distribución de los bienes materiales. Las relaciones de producción pueden ser relaciones
de cooperación y ayuda mutua de hombres libres de la explotación o bien relaciones de explotación del hombre por el
hombre. Esto depende de quien es el propietario de los medios de producción: la tierra y el subsuelo, los bosques, las
fábricas, los instrumentos de trabajo,
etc. Cuando los medios de producción son propiedad privada y no pertenecen a toda la sociedad, sino a determinadas
personas, grupos o clases sociales, se establecen relaciones de explotación del hombre por el hombre, relaciones de
dominación y subordinación. Bajo el capitalismo, los obreros carecen de medios de producción y por eso,
precisamente, se ven forzados a trabajar para los capitalistas. En el socialismo, los medios de producción pertenecen a
toda la sociedad. De ahí que en él no haya explotación del hombre por el hombre y las relaciones entre las personas
sean de cooperación amistosa y ayuda mutua socialista.
Las relaciones entre los hombres y los medios de producción determinan la situación y el lugar que ocupan los
hombres en la producción y los medios de distribución de los productos del trabajo. Por ejemplo, en el capitalismo, la
burguesía, que es la propietaria de los medios de producción, dispone de todos los productos del trabajo de los
obreros, mientras la mayoría de estos últimos vive sumida en la miseria.
En el socialismo, en el que los medios de producción pertenecen al pueblo (son propiedad social), la distribución de
los artículos de consumo se efectúa según el trabajo y se asegura la elevación constante del nivel de vida material y
cultural de todos los trabajadores. Este es el contenido de las relaciones de producción (económicas) entre los
hombres.
La historia del desarrollo de la sociedad humana conoce cinco tipos fundamentales de relaciones de producción: el de
la comunidad primitiva, el esclavista, el feudal, el capitalista y el socialista, correspondiente a la primera fase del
comunismo.
Cada uno de ellos tiene por base una forma determinada de propiedad de los instrumentos y medios de producción.
Así, la base de las relaciones de producción de los regímenes esclavista, feudal y capitalista es la propiedad privada
de los medios de producción que siempre ha originado y origina inevitablemente la división de la sociedad en clases
hostiles, en explotadores y explotados. Por eso, el rasgo fundamental de la esclavitud, el feudalismo y el capitalismo
es la encarnizada lucha de clases.
Únicamente no hay lucha de clases en el socialismo, en el que la base de las relaciones de producción es la propiedad
social, socialista, sobre los medios de producción; la sociedad consta de clases amigas: obreros, campesinos y la capa
social formada por los intelectuales.
Las fuerzas productivas sumadas a las relaciones de producción forman conjuntamente el modo de producción.
Las fuerzas productivas constituyen el elemento más dinámico del modo de producción, se modifica continuamente
debido a que los hombres perfeccionan sin cesar los instrumentos de trabajo y acumulan experiencia productiva. Por
lo que respecta a las relaciones de producción, cambian según va cambiando el nivel de desarrollo de las fuerzas
productivas y ejercen, a su vez, su influjo sobre el desarrollo de éstas.
Cuando las relaciones de producción corresponden al nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, éstas progresan
con todo éxito. Los países socialistas, donde la producción se desarrolla intensamente, sin crisis ni paro forzoso,
porque se basa en la propiedad social sobre los medios de producción, ofrecen un ejemplo de correspondencia de las
relaciones de producción con el nivel de las fuerzas productivas.
Cuando las relaciones de producción no corresponden al nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, constituyen un
freno para el desarrollo de la producción. Los países capitalistas ofrecen un ejemplo de falta de correspondencia de
las relaciones de producción con el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas. En ellos la producción progresa
lentamente, durante las crisis económicas llega incluso a retroceder, y muchos millones de trabajadores pierden el
empleo y van a engrosar las filas de los parados.
Esto se debe a que en la sociedad burguesa domina la propiedad privada capitalista sobre los medios de producción,
lo que constituye un impedimento para el progreso de las fuerzas productivas.
Cada nivel determinado de desarrollo de las fuerzas productivas requiere las correspondientes relaciones de
producción. En ello consiste la ley económica de la correspondencia de las relaciones de producción con las fuerzas
productivas, descubierta por Marx. Dicha ley pone al desnudo la base económica de las revoluciones sociales.
Cuando las relaciones de producción se retrasan respecto al desarrollo de las fuerzas productivas y frenan su
progreso, forzosamente tienen que ceder su lugar a otras nuevas. En la sociedad dividida en clases hostiles el cambio
de las relaciones de producción se opera siempre mediante la revolución social.
Sólo en la sociedad socialista, donde no existen clases hostiles, el desarrollo de las relaciones de producción no se
realiza a base de revoluciones sociales, sino mediante su modificación armónica según van progresando las fuerzas
productivas.
Del modo de producción en conjunto debe distinguirse la base de la sociedad. Se entiende por base el conjunto de las
relaciones de producción dominantes en la sociedad de que se trate, vinculadas a un determinado nivel de las fuerzas
productivas. La base de la sociedad puede ser antagónica y no antagónica. Las bases de las sociedades esclavista,
feudal y capitalista son antagónicas, ya que sus cimientos son la propiedad privada sobre los medios de producción y
las relaciones de dominación y subordinación, de explotación del hombre por el hombre. La base de la sociedad
socialista no es antagónica, ya que su cimiento es la propiedad social sobre los medios de producción y queda
excluida toda clase de explotación.
La base engendra la correspondiente superestructura y determina su desarrollo.
Se entienden por superestructura los conceptos políticos, filosóficos, jurídicos, artísticos, religiosos, etc., de la
sociedad y los institutos que les corresponden. En la sociedad dividida en clases, la superestructura tiene un carácter
clasista. La clase dominante crea a tenor con sus conceptos, los institutos llamados a defender sus intereses clasistas.
Tanto la base como la superestructura sólo existen durante un período determinado. Al cambiar la base cambia
también la superestructura. Así, el cambio de la base feudal y su sustitución por la capitalista tuvo como consecuencia
la sustitución de la de la superestructura feudal por la capitalista; la aparición de la base socialista hizo aparecer la
superestructura socialista y destruyó la capitalista. Si bien la superestructura es, en conjunto, engendrada por la base,
algunos elementos de la nueva superestructura pueden surgir en las entrañas de la vieja sociedad, ya que en ella
aparecen ideas y conceptos inherentes a la clase de vanguardia. Por ejemplo, en la sociedad capitalista surge la
ideología proletaria, correspondiente a la nueva clase revolucionaria, el proletariado.
El modo de producción de los bienes materiales, como unidad de las fuerzas productivas y las relaciones de
producción, conjuntamente con la superestructura correspondiente, constituyen la formación económico-social.
La historia conoce cinco formaciones económico-sociales: la de la comunidad primitiva, la esclavista, la feudal, la
capitalista y la comunista, cuya primera fase es el socialismo. A cada una de ellas corresponde su propia economía,
sus conceptos, ideas e institutos. El desarrollo de las formaciones económico-sociales comienza por la inferior y
progresa hacia la superior. Así, el feudalismo cedió su lugar al capitalismo, y éste, el socialismo, fase inferior del
comunismo. La raíz del surgimiento, desarrollo y destrucción de las formaciones económico-sociales se halla en las
leyes del desarrollo de la sociedad.

LOS MODOS DE PRODUCCION


Un modo de producción es la forma en que se organiza la actividad económica en una sociedad, es decir, la
producción de bienes y servicios, su distribución.
En los escritos de Karl Marx y la teoría Marxista del materialismo histórico, un modo de producción (en alemán:
Produktionsweise) es una combinación particular de:
• Fuerzas productivas: Incluyen la fuerza de trabajo humano y el conocimiento disponible a un nivel
tecnológico dado de los medios de producción (v. g. herramientas, equipamiento, edificios, tecnologías, materiales y
tierras fértiles).
• Relaciones de producción: Se refieren a las relaciones sociales y técnicas, las cuales incluyen la propiedad, el
poder y el control de las relaciones que gobiernan los recursos productivos de la sociedad, a veces codificados como
leyes, formas de cooperación y de asociación, relaciones entre las personas y los objetos de su trabajo, y las
relaciones entre las clases sociales.1
Marx entendía la capacidad de producir y la participación en relaciones sociales como dos características esenciales
del ser humano, y que la forma particular de esas relaciones en la producción capitalista están en conflicto con el
creciente desarrollo de las capacidades productivas humanas (en los Grundrisse).2
El término fue utilizado por primera vez en el libro, inédito en vida de los autores, La ideología alemana de Karl
Marx y Friedrich Engels.

De acuerdo con Marx la combinación de fuerzas y relaciones de producción significa que el modo en que las
personas se relacionan con el mundo físico y en que se relacionan socialmente entre ellas están relacionados de
manera necesaria y específica. La gente debe consumir para sobrevivir y para consumir deben producir, y eso les
lleva a relacionarse de algún modo que existe independientemente de su voluntad. Marx lo explica así en el Prólogo
de la Contribución a la crítica de la Economía Política.3
En la producción social de su existencia, los hombres entran en relaciones determinadas, necesarias e independientes
de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus fuerzas
productivas materiales. El conjunto de estas relaciones constituye la estructura económica de la sociedad, es decir, la
base real sobre la cual se alza una superestructura jurídica y política y a la cual corresponden formas determinadas de
la conciencia social. En general, el modo de producción de la vida material condiciona el proceso social, político y
espiritual de la vida. No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino al contrario, su ser social es el
que determina su conciencia.
Para Marx el misterio de cómo y por que existe un determinado orden social y sus cambios debe buscarse en el modo
específico de producción que domina esa sociedad. Sostiene también que el modo de producción da forma al modo en
que se produce la distribución, la circulación y el consumo, todo lo que constituye la esfera económica. Para entender
el modo en que la riqueza es distribuida y consumida es necesario saber cómo se produce.
Un modo de producción es para Marx históricamente distinguible porque constituye una totalidad orgánica, un todo
que se autorreproduce durante siglos o milenios más o menos en las mismas condiciones iniciales. Realizando una
determinada forma de plustrabajo social en un determinado sistema de relaciones de propiedad las clases trabajadoras
reproducen constantemente los fundamentos del orden social.
El modo capitalista de producción, basado en la propiedad privada sobre los medios de producción, determina la
división de la sociedad esencialmente en dos clases antagónicas, el proletariado y la burguesía, en la que esta detenta
la propiedad sobre los medios de producción y el control de las relaciones sociales. Todas éstas, incluyendo las
concepciones políticas, jurídicas, religiosas o artísticas, así como las instituciones sociales, políticas, jurídicas y de
otro tipo, se hallan condicionadas, para el marxismo, por el modo de producción capitalista.
ELEMENTOS DEL PROCESO PRODUCTIVO
Podemos decir que un proceso productivo, es aquel conjunto de elementos, personas, y acciones, que transforman
materiales y/o brindan servicios de cualquier índole. Es decir, que se agrega algún tipo de valor.
Es por ello, que resulta muy importante dominar el proceso a partir de sus componentes. El no hacerlo, puede
significar que el resultado final no es el deseado, con el consiguiente derroche de materiales, energía, tiempo, y por
sobre todo con la insatisfacción del cliente de dicho proceso.
Materia Prima:
Las materias primas necesarias para el proceso, generalmente son aquellos que se encuentran en la naturaleza. No
tienen ninguna elaboración al ser utilizadas o muy poca. Ejemplo: vegetales (frutos, semillas. etc.), minerales
(petróleo, metales, etc.) o animales (cuero, piel, grasa. Lana)
Insumos:
Son materiales que si poseen cambios y elaboración al momento de ser utilizados, ej: plásticos, latas, software, etc.

Mano de Obra.
Se refiere al trabajo humano, que desarrollan distintas personas durante el PP, ya sean operarios, técnicos,
profesionales, etc.
Método de trabajo:
Es la secuencia lógica y ordena de acciones o actividades que producen los cambios en las materias de entrada y que
permite la obtención de un producto final.
Máquinas.
Son el equipamiento, herramientas y maquinarias que colaboran en el proceso de transformación.
Medio Ambiente:
Muchas veces descuidado, el medio ambiente se refiere al orden y a la limpieza del sector productivo. Siempre que se
fabrica algo o se produce, esta acción tiene un efecto negativo sobre el medio ambiente, contaminándolo,
descargando el ella basuras y desechos industriales que son nocivos para el agua, aire o suelo.
Medición.
Se refiere a todo tipo de medición que se hace en el sector, la mas importe es comparar lo que se planificó versus con
lo que se realizó, Por ejemplo: cantidad de piezas fabricadas, tiempos standard de operación, cantidad de piezas
conformes y no conformes, mediciones hechas sobre piezas, productividad, cantidad de retrabajos, etc.

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