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EL NACIONAL DOMINGO 24 DE MARZO DE 2019

Atanasio Alegre: Lawrence Ferlinghetti


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PUBLICAN EN ESPAÑA ANTOLOGÍA POÉTICA

Juan Sánchez Peláez:


ALBERTO MÁRQUEZ

L
a obra poética de Juan
Sánchez Peláez es una
de las más valoradas
en la segunda mitad
del siglo veinte venezolano y,
sin embargo, es poco lo que se
ha escrito sobre ella. O es mu-
cho, aunque la mayoría de las
veces reiterando ciertas líneas
de lectura. En realidad, esta si-
tuación se encuentra vincula-
da a la sustancia misma de su
poesía: el hacer poético muy
poco asible, nos sorprende y
al mismo tiempo nos distan-
cia. Muy poco dada para per-
mitir la construcción de un
discurso sobre ella, siempre
en los límites y marcando un
límite. ¿Desde dónde, enton-
ces, abordarla? ¿Cómo pode-
mos acompañarla, o mejor,
cómo dejarnos acompañar
por ella? En nuestro caso, no
es una decisión de óptica, vi-
sión o lectura, queremos más
bien tratar de escuchar, con la
intuición de que la poesía de
Juan Sánchez Peláez ejerce
sus poderes desde la orilla del
oído más que de la vista, es de-
cir, desde la música y el tiem-
po; las seductoras arenas de la
melancolía y la muerte. Se ha
escrito con insistencia acerca
del poder de la imagen en su
obra; no, en cambio, del tras-
fondo de sus imágenes. Así, se
ha subrayado cierto esplendor
JUAN SÁNCHEZ PELÁEZ /VASCO SZINETAR ©
imaginístico que, a mi manera

Revelación y transparencia
de ver, es la parte más exterior
y menos significativa. La se-
ducción ejercida por la belleza
es dilemática en la medida en
que construye una especie de
estatua; algo pétreo, demasia-
do seguro, demasiado engaño-
so. “Santa perra”, la llama en Libros como frente al esplendor verbal y el
erotismo de sus poemas. Por-
que no en pocas ocasiones sus
poemas parecen más bien críp-
nales se resuelve en una poe-
sía que subyuga y descoloca.
dispares, etc., cuanto en una
ética frente a la poesía y la
uno de sus poemas. La poesía,
el poder de la poesía, trascien- Elena y los que el erotismo en esta poesía
es bastante singular: siempre
ticos, esta dificultad proviene
de la complejidad misma de la
Allí radica también parte de
su dificultad. El poema no es
vida.
Pero es innegable que en
de el orden de lo estético, aun-
que se mueva en sus aguas;
elementos presente, la mujer no es solo vida, de lo real. La aspiración una unidad sintáctica, sino un ella están presentes elemen-
un motivo de exaltación. Es, de su Poesía es la de la clari- conjunto heterogéneo que da tos profundamente vincula-
siempre aspira a un más allá (1951), Animal sobre todo, la manifestación dad: “Súbeme a la claridad. cabida a diversas voces, ha- dos al surrealismo: el erotis-
o más acá de la belleza. “La be-
lleza es la muerte segura”, tal de costumbre más plena de lo otro, de la di-
ferencia, y es en esta diferen-
Soy un / simio abyecto que ne-
cesita perdón”, dice en uno de
blas, discursos que no solo se
contraponen, sino que inclu-
mo, la noche, el inconsciente,
la memoria y el olvido, la pala-
vez sea esta una de las verda-
des que se desprenden de su
(1959), Rasgos cia donde se busca de mane-
ra sostenida un religamiento,
sus primeros poemas, o “Yo te
buscaré, claridad simple”. La
so se interrumpen, como si al-
guien recordara de pronto en
bra poética como revelación y
transparencia, como instante
obra. comunes (1975) la posibilidad de acceder a un poesía es encarnación del mis- medio del acto poético el lugar del encuentro con cierta zona
Lo que particularmente me mundo integrado, a un mundo terio y espacio de la revela- olvidado, lo que permaneció de plenitud, tal vez una de las
seduce en la obra de Juan Sán- y Por cuál causa o que, de alguna manera, cobre ción. En este sentido, el poeta marginado en la “retórica” pocas que nos es dado conocer
chez Peláez es el acorde oscu-
ro, aquello que siempre apare-
nostalgia (1981), sentido. Habría que decir, sin
embargo, que esta empresa se
ocupa el lugar de la inocencia,
apartado de las convenciones,
del poema. De nuevo, enton-
ces, surge el enigma. La rea-
a los hombres. Así como el en-
cuentro erótico permite acce-
ce como entredicho, lo que no
termina de decirse; si no fuera
entre otros, son sabe de antemano fracasada.
El hombre es un ser de natura-
de los estereotipos, de los cli-
sés que nos cubren y pueblan
lidad es un conjunto siempre
móvil, nuestra conciencia ape-
der a una experiencia de go-
zosa realidad, de instantánea
una palabra demasiado trilla- hitos de la poesía leza vallejianamente débil, un el entorno: nas por instantes, por ejemplo, revelación, la escritura, el ac-
da en los últimos tiempos, di- pequeño animal acosado que en el encuentro erótico, atisba to poético, hace posible la apa-
ría que se trata de la sombra venezolana del mira con asombro los “dones Escucho el privilegio de una zona de conocimiento ver- rición de una experiencia que
que generan sus poemas. Es-
pacio de indeterminación que
siglo XX. Juan de la tierra”, entre estos dones,
de los más caros, las apeten-
continuar en niño.
No me señalan crecer, como
dadero. De resto, la mayor par-
te de las veces, somos ignoran-
nos sobrepasa, que se encuen-
tra más allá de la conciencia
es al mismo tiempo una voca-
ción y una apuesta, también
Sánchez Peláez cias del deseo, la vitalidad que
emana de los cuerpos.
antes decían:
“Una pulgada más grande”.
tes de lo que acaece, de lo que
acontece en nosotros. Así, el
creadora.
Resulta paradójico conce-
una debilidad convertida en (1922-2003) fue Aunque en sus primeros li- poema que da título a uno de bir el extraño lugar que ocu-
fuerza. bros hay una fascinación por Ahora me reconocen, sus libros, “Filiación oscura”, pa el poeta; al mismo tiempo
Ha sido una constante, por reconocido con la sonoridad del lenguaje, por De una a varias pulgadas más finaliza: alguien separado que fusiona
ejemplo, reiterar la profunda
expresividad de su lenguaje,
el Premio el poder expresivo de la pala-
bra, su poesía ha tendido ca-
pequeño.
Hay vivos que deletrean, hay
y concilia; una conciencia vi-
gilante y una posibilidad de
la fuerza de su imaginación, Nacional da vez más a eso que con gran No se trata, claro, de una ino- [vivos que hablan tuteándose sueño. No un ser de principios
en varias ocasiones califica- acierto ha llamado Guillermo cencia virginal, el movimiento y hay muertos que nos tutean, sino alguien que vive entre
da incluso de alucinatoria. de Literatura Sucre la “metáfora del silen- es alternativo entre la humil- pero uno no sabe nada. “Condicionales” (así se llama
cio”. Una lucha con todo aque- En la mayoría de los casosuno uno de los poemas de Rasgos
No es falsa esta percepción,
ciertamente sus poemas con- en 1976 llo que pueda sonar engreído
dad y la ironía. A esta inocen-
cia no se accede sino luego [no sabe nada. comunes, 1975), no la inteli-
vocan una libertad verbal que o fatuo, una búsqueda de la de una larga transfiguración gencia del juicio, sino la inte-
sería torpe soslayar; pero co- verdad fuera de los lindes del que no pasa tanto por el co- Filiación oscura (1966) es un ligencia de la sensibilidad, de
mo nota preponderante pare- sujeto o, más bien, del ego. Si nocimiento como por su des- título que precisamente sugie- allí que se encuentre siempre
ciera circunscribir su poesía la belleza es una “santa pe- posesión. En cierto sentido, re algunos de los motivos y ca- en otra parte, al margen de la
a un terreno demasiado cer- rra”, lo es por envanecimiento el poeta es alguien que viaja racterísticas presentes en la sensatez, al margen de la pru-
cado, que su propia obra se ra, otra arista que permita el y manipulación, también por al contrario, que en lugar de poesía de Sánchez Peláez. Su dencia, al margen de la prácti-
encarga de desmentir. Existe acercamiento a ella desde un comercio. Se puede comerciar buscar su identidad intenta señalada cercanía con la poe- ca diaria de la vida.
una pluralidad de registros y ángulo distinto. con las palabras como con perderla, conquistar un habla sía surrealista —recuérdese
de sentidos que escapa a este Desde la aparición de Elena y cualquier otro objeto de con- al margen del regodeo; plural, su participación en el grupo Y yo he conquistado el ridículo
orden interpretativo, como los elementos (1951), uno de los sumo; pero la misión del poeta siempre distante, ubicada allí chileno La Mandrágora— se Con mi ternura
sucede por lo demás con toda libros más celebrados como es precisamente la antípoda, donde no se la espera. Desde el asienta no tanto en la creen- Escuchando al corazón.
gran obra. De manera que lo inaugurales de la poesía mo- no hacer de las palabras un punto de vista formal, esta plu- cia de una determinada praxis
que aquí se propone no es más derna venezolana, es posible objeto, no permitir la impos- ralidad de sentidos que golpea poética, escritura automática, *Este texto continúa en la página 2
que aportar otro punto de mi- percibir esta nota disonante tación, la mentira. A pesar de nuestros acomodos convencio- confrontación de elementos de este PDF.
2 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 24 DE MARZO DE 2019

Juan Sánchez Peláez: Revelación y transparencia EL CIELO DE ESMALTE

(viene de la página 1)
Juan Sánchez
Esta distancia que es tam-
bién ruptura aparece en los
poemas en forma de fragmen-
es por la pérdida de su capa-
cidad verbal e imaginativa si-
no, muy al contrario, por una
*
Juan Sánchez Peláez nació en
Altagracia de Orituco, esta-
Peláez
tariedad, de dislocación del intensidad verbal que hace de do Guárico, el 22 de septiem-
sentido, de interrupciones sus últimos libros, Por cuál bre de 1922. Luego de haber-
súbitas. Frente a sus poemas causa o nostalgia (1981) y Ai- se graduado de bachillerato, POÉTICA
muchas veces debemos pre- re sobre el aire (1989), peque- en 1940 se trasladó a Chile
guntarnos ¿quién es el que ñas e inmensas joyas de nues- con su familia, donde su pa- en el fondo su No íbamos a incursionar en el sitio que ocupa el rayo
habla? Y, más aún, ¿quién in-
terrumpe? No existe un cur-
tra poesía contemporánea.
Aunque sus motivos siguen
pá quería que estudiara De-
recho. No lo hizo y tampoco
casa es la casa con brazos de roble: su furia despejaría nuestra pobre
cabeza, llena de vino y vanas ilusiones. Usted es quien
so normal o lo que podríamos siendo los mismos —porque estudió otra carrera, se dedi- de la palabra, me dirige la palabra, señor que dispone en fila las luces
llamar un cauce; justamente, la poesía de Juan Sánchez có a leer e hizo contacto con de bengala (repito su eco, trago su anhelo y su espina);
lo que de manera implícita Peláez es, en cierta medida, los miembros del grupo su- la magia de su usted es quien mancha el papel sobre la mesa, mientras
se cuestiona es la validez de
cualquier cauce, de cualquier
fruto de una obsesión que va
cobrando forma en cada uno
rrealista La Mandrágora, uno
de los más importantes de misterio” la cacería verdadera ocurre donde no hay límites, quizás
en esta grieta visceral al filo de la hermosa fabla y el
forma preestablecida de los di- de sus libros—, en los últimos América Latina: Enrique Gó- lustre lejano.
versos órdenes que gobiernan aparece una serenidad que no mez-Correa, Braulio Arenas,
nuestra existencia cotidiana. conocíamos en los anteriores. Jorge Cáceres y Teófilo Cid.
Este distanciamiento pasa en En ellos pareciera que la plu- Por esa misma razón, su pa-
OH EL TRASPIÉS
cierta forma por el olvido de ralidad se dice a sí misma, no dre lo devuelve a Venezuela.
los atavíos particulares, de hay alteraciones ni ruidos, la En Maturín y en Cumaná fue Hesse. El editor seleccionó un
Oh el traspiés, el hueco de nuestra sombra, y ninguna
las señas que caracterizan el vacilación deja espacio a una profesor, así como en el Vene- epígrafe de uno de ellos. Cuan-
“yo”. La escritura es entonces voluntad de persistencia y a zuelan College de Trinidad.
lágrima redonda. Oh muy tunante que olvidas, muy
do terminé de leerlo me pare-
una lucha en varios frentes, y una mirada que ya no se colo- Entre 1952 y 1955 se desempe- parlanchín, callas ante los verdaderos misterios. Apuras
ció posible que Juan lo hubie-
esta lucha queda reflejada en ca en el lugar del exilio, sino ñó como agregado cultural de se escrito. En todo caso, con su
el sabor de lejanos mediodías. Pero el tiempo se pegó a
los poemas, forma parte de que encarna el exilio, que se la Embajada de Venezuela en vida corroboraba ciertas afir- tus botas, la nieve que quieres arrojar por las ventanillas
ellos, y además funciona co- sitúa directamente en el espa- Colombia, donde hizo sólidas maciones del escritor alemán del tren. El tiempo que es un tambor en el vestíbulo de los
mo vínculo (de conciliación cio de los contrarios, siempre amistades que cultivó duran- que, por lo demás, tanto le desconsolados. Oh aquel susurro en el viento mudo de la
o de ruptura) entre el sujeto en el espejo del otro. te toda su vida. En dos ocasio- gustaba (al lado estaban esos hora febril.
que escribe y el sujeto que lee. nes vivió en París (1956-1957, extraños signos característi-
Habría que decir también, pa- Quien habla 1959-1963). En esa ciudad co- cos de él sobre los libros para
ra no escamotear la realidad sueña noció a Ellen Lapidus, su pri- señalar algún pasaje que con- POEMA
de su escritura, que en el fon- Quien dice mera esposa y madre de sus siderara importante; signos,
do su casa es la casa de la pa- no dos únicas hijas: Celia y Ra- garabatos o dibujos, pequeñas De esta suavísima, tierna, relampagueante palabra
labra, la magia de su misterio, es un muchacho con cuchillos quel. Entre 1969 y 1970 fue es- señas de un diálogo interior). hay un oscuro susurro,
el encanto de los sueños que critor invitado en el Interna- El epígrafe dice: ella vuela sin cascos como la perdiz
evoca y convoca, el movimien- Quien da en el blanco tional Writing Program de la Una virtud hay que quie- o se recoge en el hueco de
to de afirmación que presagia. es por angustia Universidad de Iowa. En esa ro mucho, una sola. Se lla- tu mano;
Cada uno de sus libros ha ido ocasión, en un viaje que hizo ma obstinación. Todas las de- hasta que no la halles
componiendo una semblanza Quien se rectifica a Nueva York, conoció a Male- más, sobre las que leemos en continuarás en el reflejo, en la mitad
que entraña sabiduría, goce, es porque va na Coelho, su segunda esposa, los libros y oímos hablar a los en lo entrevisto;
afirmación de la vida sin cor- a nacer argentina con alma venezola- maestros, no me interesan. o revolverás tus legajos,
tapisas, donde hay espacio pa- na, con quien vendría a vivir En el fondo se podría englo- lleno de atribulado silencio,
ra el dolor y la duda, para la Quien dice a Caracas. A ella le dedicó bar todo ese sinfín de virtu-
mientras no sabes si
ternura y el placer. Una poe- si uno de sus grandes poemas, des que ha inventado el hom-
apagas o no tu endecha fuera de
sía cuyos rasgos comunes no es una muchacha de las Antillas “Yo no soy hombre ni mujer”. bre en un solo nombre. Virtud
son en absoluto posesión del
tono
Recibió el Premio Nacional de es: obediencia. La cuestión es
común, sino más bien trazos el que despierta Literatura, mención Poesía, o calientas con el borde
a quién se obedece. La obsti-
particularísimos que dibujan tiene claras orejas en 1976, y el Doctorado hono- nación también es obediencia.
luminoso de tu mejilla una campana.
las modulaciones de su voz. y otro burro nativo ris causa de la Universidad de Todas las demás virtudes, tan
Si, como apuntamos al co- Los Andes en 2001. Falleció en apreciadas y ensalzadas, son
mienzo, el poeta recorre un soy yo Caracas el 20 de noviembre de obediencia a leyes dictadas YO NO SERÉ
camino de desposesión, lo ha- el que vapor la carretera de Sintra 2003. por los hombres. Tan solo la
ce no en razón de una mística cada vez más cerca obstinación no pregunta por Yo no seré explícito o enigmático o tú no serás la rosa
del ascetismo por la vía de la Improbable o real * esas leyes. El que es obstina- en fuga o la piedra dura qué locura
negación, sino por la afirma- desde aquí Pocos días antes de morir, do obedece a otra ley, a una del hoy de mi ayer que en mi mañana a menudo hora tras
ción de lo múltiple, de la plu- mientras hablábamos, tomé sola, absolutamente sagrada, hora o sea esta noche
ralidad, de la contradicción. hasta ahí un libro de su mesa de noche a la ley que lleva en sí mismo, se apagan los miembros del diamante en los ojos de mi
Del mismo modo, si sus poe- buscándome y leí la primera página. Era al “propio sentido”. amante
mas con el correr de los años entre el ir y venir. una antología de escritos au- Pues bien, Juan respetó topo una gruta impenetrable
se han ido concentrando, no tobiográficos de Hermann de una manera sagrada esa abro mi abecedario ovillo para que en mi ademán
ley de mantenerse obstina- se filtre la luz
JUAN SÁNCHEZ PELÁEZ /VASCO SZINETAR © damente en su camino. Era y cual nos viéramos mi dama y yo yendo de paseo
muy característico escuchar- buzos reclusos qué ebriedad qué risa
lo decir que lo que no tuvie- y la arena frágil del corazón
ra que ver con su espíritu (y la redonda manzana en el agua de nuestros labios.
entonces dibujaba con su ma-
no un cero en el aire, y abría
sus inmensos ojos): “nada”.
PROFUNDAMENTE
Creo que Juan tuvo la cuali-
dad de mantenerse siempre
Profundamente los muertos tienen sueño, pero ¿qué
joven siendo, paradójicamen-
te, un viejo prematuro. Po-
hacer? Luego se halla con ellos el ídolo del vaho y el
cas personas conozco con su humus, el lento y fortuito reptar en medio del follaje
libertad de lenguaje, con su trémulo o el miedo que los consume como mariposas
capacidad de diálogo. No era blancas o rojas detrás de una lámpara. Si quieren
raro, por ello, que cultivara la pronunciar nuestros nombres, la noche cerrada les
amistad de gente joven, fren- impone muros altísimos de ardorosa ley. A veces agitan
te a los que conversaba como sin embargo una máscara que ruega y aúlla en la
con iguales, nunca con postu- penumbra sobre nuestro perfil y tallan por el pozo de la
ras grandilocuentes. roca, brechas en línea recta con ases de oros, rumbo a
atribulados, fríos arcanos.
No te vayas a atribular
tú,
que no tienes OFRENDA
planes hechos para el futuro
y que empujas el musgo Esto debía ser ejecutado de manera rápida. Pero, ¿este
de los días corazón de quién es, quién mueve atrozmente sus
con tu trauma once susurros y sílabas,
y tu hierro marcado al rojo vivo en
quién lo quiere?
la nuca.

¿Por qué van a degollar dicho buey,


La imagen de Juan fue, estoy
por qué liman mientras tanto el lenguaje
seguro, la primera donde vi
inocente y peligroso
los rasgos de un poeta, la fra-
gilidad de aquel que se dedica
a esta labor, en el acto secular y viene por esa delgada raya y no otra a aullar
de frotar palabras para que de el corazón entre el día y la noche como estrella
ellas brote la vida. Su poesía de piel lo mismo que nosotros?
está aquí para acompañarnos
en nuestros desvelos, para des-
lastrarnos de culpas, para ayu- *Los poemas de Juan Sánchez Peláez aquí seleccionados,
darnos a vivir. pertenecientes al libro Rasgos comunes, forman parte de la
Antología Poética publicada por Visor Libros y Fundación para
*Antología Poética. Juan Sánchez la Cultura Urbana. En la misma se incluyen poemas de Elena
Peláez. Edición: Marina Gasparini y los elementos (1951), Animal de costumbre (1959), Filiación
Lagrange. Visor Libros y Fundación oscura (1966), Lo huidizo y permanente (1969), Por cuál causa
Para la Cultura Urbana. España, o nostalgia (1981), Aire sobre el aire (1989) y Últimos poemas
2018. (2002).
DOMINGO 24 DE MARZO DE 2019 EL NACIONAL Papel Literario 3
INCONFORMES CON EL ESPACIO

Juvenal Ravelo:
Y entonces retornaron a su tierra, y el regreso más intenso
y renovador fue el de quienes habían permanecido en su hogar,
¿ Es el hombre bueno o malo
por naturaleza? 1) Si el hombre
y que deje suficiente para el
resto. En este estado natural
el cinetismo y la investigación
de la vida misma
en sus labores, y sentían que volvían sin jamás haberse ido.  es “bueno” por naturaleza, ¿para qué un Gobierno, un
¿qué lo ha hecho malo? La Estado? Como su necesidad (Segunda parte)
Federico Vegas envidia, la ambición de poder, es solo instrumental, Locke
las guerras ¿dieron acaso un sostiene que el Estado debe ser
vuelco a nuestro estado inicial un ente regulador, un mero
de bondad? 2) Si en cambio vigilante que supervisa pero
Retratos de Barcelona el hombre es “malo” por
naturaleza, ¿cómo se explica
no se entromete.
Para Thomas Hobbes,
Me acerco a la biblioteca de la laberinto de arcos de catorce que hayamos disfrutado de al contrario, el hombre es
Pompeu Fabra en la Ciutadella. metros de altura. Veo letreros largos períodos de paz, de “malo” por naturaleza;
El campus ocupa tres edificios que me guían a Aguas. Escojo normal intercambio material y no exactamente malvado
históricos del siglo XIX. Dos un puesto, me siento a escribir de ideas, el deseo de construir sino egoísta. El “estado de
de ellos fueron cuarteles y el y pienso que este espacio ahora instituciones y de preservar naturaleza” hobbesiano es
tercero, el llamado Dipòsit de está repleto de estudiantes, el patrimonio? ¿Cuáles han por tanto una situación de
les Aigües, como su nombre investigadores, libros, sillas, sido los incentivos que han permanente conflicto, real o
lo dice, era un depósito de escritorios, enchufes y canalizado nuestro egoísmo potencial, pues “el hombre es
aguas con el fin de regular lámparas. Cierro los ojos y innato? el lobo del hombre”. Frente
el caudal de la cascada del me imagino sumergido en un Diversos pensadores políticos a tal escenario, el Estado no
parque de la Ciutadella. Entro caudal de agua, contengo la han ensayado respuestas. Hoy es un mero “remedio” que
sin mostrar el carné y pienso respiración, las burbujas suben quiero focalizar un aspecto vigila, sino una necesidad. Su
cuán diferente es el ingreso como pensamientos rebeldes. específico, es decir, las visiones rol es crear los mecanismos
comparado con una biblioteca Abro los ojos, la luz solar cae del Estado que se derivan en de contención a nuestra
universitaria en Estados desde diversos ángulos y el función de que exploremos la naturaleza: las leyes, la
Unidos, en la que hubiera lugar toma un aire religioso, opción 1 o la opción 2. propiedad, la policía, la justicia
sido impensable colarse sin casi que puedo oír cantos Tomemos dos ejemplos: y hasta la religión son todos
pasar una identificación por gregorianos. Escribo y siento Para John Locke, el hombre diques políticos al conflicto
alguna máquina. Camino por una libertad inusual, como si es por naturaleza bueno. En humano.
un largo pasillo subterráneo. mi cabeza pesara menos. un “estado de naturaleza” Considero que, si bien Hobbes
Observo esta construcción (que no equivale a un estado tiene una visión más realista
estilo romana que parece un Pedro Plaza Salvati
de barbarie, sino a la mera de la naturaleza humana,
ausencia de un poder superior) prefiero el Estado silencioso y
el hombre vivía en armonía vigilante de Locke. A ese Estado
con sus iguales. Según Locke, “mínimo” me dedicare en la

Comunicación la justicia en este estado


consistía en que cada quien
próxima entrada.

poshumana se arrope hasta donde puede, Paola Romero


JUVENAL RAVELO EN SU TALLER/ http://juvenalravelo.com/

HUMBERTO VALDIVIESO
Con la crisis del humanismo ontología ciborg que conlleva
moderno en general y de la también la profusión de Dos cosas fueron determinantes en la carrera de Juvenal
definición del ser humano en
particular, el homo sapiens
redes sociotécnicas, más que
sociales a secas. El teléfono
La vaca Ravelo hacia la consolidación de su propuesta: la amistad con
Carlos Cruz-Diez y Jesús Soto, y sus estudios de sociología del
pasa a ser homo sapiens demen móvil celular y los asistentes arte con Pierre Francastel y Jean Cassou en la Escuela Prác-
Un hombre atacó a una vaca huesos. La turba se hizo cuento
y la neurocomunicación le digitales son las nuevas tica de Altos Estudios en París. Con los dos grandes maes-
con una piedra, otro hombre de Kafka, ese de una ciudad
propina una segunda herida extensiones del ser humano. tros del cinetismo venezolano compartió el afán por la inves-
hizo lo mismo y luego otro y asolada por la desesperación y
mortal a la razón iluminista La internet de las cosas indica tigación óptica y los problemas del arte. De los dos profesores
otro. La piedra fue el vestigio un gobernante escondido tras
y a la distopía habermasiana. el creciente papel del umwelt. franceses adquirió el sentido del compromiso del artista con
de la premodernidad, hombres las cortinas.
No somos tan racionales como El Alter de la comunicación la sociedad, el conocimiento que relaciona al arte con la his-
voraces llevados al extremo Pienso en la vaca y en su
creíamos. será comúnmente un toria y la idea de que una obra no es simplemente un objeto.
salvaje de la rapiña. El ojo de desgraciado destino, pienso
El sujeto de la comunicación dispositivo de inteligencia Sus años en París estuvieron dedicados a un intenso esfuer-
la vaca quedó abierto, pero en el hombre que tiró la
ya no es el hombre sino el artificial (IA). zo por conseguir un discurso propio y formarse en teoría del
no muerto, pudo ver lo que primera piedra, ese a quien le
centauro tecnológico de Ortega Las protesis biónicas arte. Ahí comenzó a explorar las relaciones entre la geome-
hacían con el resto del cuerpo: dieron hambre por utopía. Los
y Gasset sin esencialismo interactuarán con el resto del tría, el color y los elementos reflectantes de la luz. Como todos
los versos sangrientos de un bramidos de la vaca moribunda
técnico, ni de ningún tipo. cuerpo biológico por lo que los representantes del art optique, estaba buscando la muta-
matadero. La historia del me empujaron a escribir su
Desde el transhumanismo la comunicación poshumana ción del tiempo y del espacio en la interacción del observador
hombre es también la historia tragedia, el suelo rapiñado me
y el feminismo se nos habla no sólo ha de reconocer la con la geografía de accidentes visuales dispuestos sobre una
del sacrificio. Caín y Abraham hizo comprender la desolación
de ciborgs que han roto interacción con formas de IA superficie intervenida.
supieron enseñarnos la piel. de todo un mapa.
con todos los dualismos. sino también, paradójicamente, Durante su formación se preocupó por dilucidar cómo un
El hombre, los hombres, La cortina permanece
Las prótesis biónicas, la biosemiosis. volumen aparente es producto de la relación óptica del ser
los harapos de sus manos cerrada.
moleculares y simbólicas humano con la luz y el color, estudiar las correspondencias
desgarraron la carne, la res
nos permiten enunciar una Carlos Colina entre la velocidad de desplazamiento del espectador y las con-
ajena, desmembraron los Carolina Lozada
diciones de la atmósfera circundante, y la relación entre la
superposición de elementos verticales sobre un relieve cro-

B
mático y un espacio virtual. En fin, por lograr el efecto de la
luz fragmentada en una síntesis entre geometría, volúmenes,

Tiempo de súplica
uscar en Albert Camus abiertamente, a plena luz. Y materiales reflectantes y color.
unas cuantas líneas que entonces pretender con Camus, Hallado el camino, este maestro incorporó los resultados de
ayuden a soportarlo todo o con un autor, que podemos su investigación a distintos formatos: volúmenes planos con
casi todo, lo que se pueda. Esa hallar un palmo de equilibrio, elementos en relieve, volúmenes tridimensionales, torres de
magnífica correspondencia algo de lucidez en el desastre, Tiempo de inmovilidad, Esto ya es retórica, ripio. petróleo, vías públicas como el mural de la Avenida Liber-
titulada Cartas a un amigo para digerirlo, asimilarlo, la oscuridad. Los olores Ahora tu mundo sólo alcanza tador en Caracas —hoy deteriorado por la indiferencia de la
alemán resultaría de mucho empequeñecerlo, tal vez resaltan como señales. La lo que deja ver esa llama de la burocracia política— y la arquitectura de los pueblos en Ve-
apoyo ahora cuando el terror, domeñarlo. ¿Podrá hacerse? crueldad se purifica, se vela. Ya no es del tamaño de lo nezuela y Francia.
la masacre, se ciernen sobre Hay demasiada furia, muestra pulida. Más allá que puedes nombrar. Ya con un discurso propio, Ravelo decidió ahondar en una
el país y se siente que es poco cólera, como dice Camus en de la luz está lo espeso, lo Similitudes: Casa tomada, idea: el arte es una tarea incompleta si no está vinculada a la
lo que puede hacerse, sobre esas cartas. Y no intuimos si urdido por las pesadillas. La el despojo, la invasión. Nido transformación del ser humano, la lucha social y los valores
todo si no se está dispuesto sabremos conciliar la cólera palabra muerte está vacía, la de víboras, la locura, la universales de solidaridad y compromiso. Expandió su pro-
a empuñar un arma. Uno se con la inteligencia, a ver si palabra miedo también, odio curación, la lucidez. puesta cinética en el Arte de participación en la calle. En 1975,
niega porque no sabría cómo. la combinación nos salva o es otra palabra vacía. ¿Cómo en el barrio Los cerritos, inició este proyecto. Luego lo levó
Lanzarse directamente al nos da alguna posibilidad de nombrar lo que está vacío? María Antonieta Flores a otras comunidades populares y académicas dentro y fuera
terror, ir desquiciado tras salvación. del país.
los cuellos y las cabezas de Estamos en medio de la Julio Cortázar llamó a esta idea: “un arte que reivindica a
los opresores: abrirse a la desgracia más abyecta, otra vez los vecinos olvidados en los rincones alejados de los grandes

Seda
guerra que han propugnado el corazón de la oscuridad. Nos centros de cultura del mundo”. Con esta iniciativa, Ravelo
y fomentado siempre, desde mata la bala y nos aniquila la movilizó el espíritu de miles de personas cuyas vidas estaban
que están allí. Desde que están imposibilidad de conjurarla. derrotadas por el silencio y la conformidad. Los organizó en
blandiendo sus “hierros” Tal vez por esa manera de huevos de gusanos de cuadrillas con los nombres de creadores venezolanos, como
frente a nosotros, matándonos Samuel González-Seijas tan simple y económica de seda. Hervé pudiera ser, Armando Reverón. Aferrados a la ilusión de transformar la
plantear la historia, tal vez salvando las dimensiones, vida en algo mejor, los habitantes de esos pueblos salieron a
por eso, atrae tanto esta un Ulises del siglo XIX. La pintar sus casas y espacios públicos con el maestro y su equi-
pequeña obra. Y no solo la diferencia es que a este po. Esos barrios olvidados por el mundo devinieron en prodi-

Tortugas gigantes historia y sus maneras de


desenredar largos lapsos de
personaje lo esperan dos
«Penélopes», la que lo espera
giosas obras cinéticas:
“Para llegar al arte de participación se conjugaron dos cosas.

en Las Azores tiempo y sobre todo el modo


de encarar las distancias
en el pueblo francés y la
otra dama oriental de rasgos
La primera, haber nacido en Caripito y surgir de la pobreza.
Ahí se formó mi idea de justicia social. La segunda, mis estu-
geográficas: los sucesivos occidentales y enigmáticos, dios en París y el contexto general del arte que ahí había. En
Un sueño bello. Había y luego nieve. Entonces el viajes desde el pueblo francés aquella mujer que solo se nos las exposiciones, en Francia y Venezuela, noté que nunca ha-
cachalotes y las calles manto blanco que cubría de Lavilledieu hacia algún revela en la constante mirada bía obreros, campesinos, gente humilde en general. Eso me
(incluidas las vías para los el piso se volvía dorado... remoto pueblo del Japón. que ambos se cruzan y en una preocupó. La pintura figurativa hizo el intento de incluirlos,
coches) eran de azulejos. eran hojas. Soplaba la brisa Eso es lo que hace Hervé cortísima interacción sexual sobre todo los artistas del realismo social: Héctor Poleo, Cé-
Dicen que allí se sienten y las hojas daban vueltas Joncour, personaje de y especialmente erótica, que sar Rengifo, Pedro León Castro y Gabriel Bracho. Pero, si bien
las cuatro estaciones en un sobre sí mismas y se Seda, novela fragmentaria el autor resuelve en un solo estos pintores atestiguaron las inclemencias y miserias del
mismo día. Mi sueño fue así. convertían en rosas. Fue un y breve de Alessandro párrafo, minificcionalmente, pueblo, al final los cuadros eran adquiridos por los coleccio-
En el sueño, el cielo sueño mágico. Baricco. La simpleza y cómo en la penumbra de una nistas y los pobres seguían quedando afuera. Esta situación
estaba despejado y azul y se nos muestra el amor habitación japonesa. hizo que me preguntara: ¿cómo puede ser incluida realmente
de pronto llovía, la lluvia 18 de octubre de 2010 y el deseo, todo, a través una persona humilde en el arte? La respuesta fue el arte de
se transformaba en granizo Lena Yau de la comercialización Néstor Mendoza participación”.
4 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 24 DE MARZO DE 2019

...ni cuándo las noches son,


sino por una avecica
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero.
Dele Dios mal galardón.

Del romance
El prisionero.
(Anónimo)

1.

E
n 1983 se cumplió el
primer centenario
del nacimiento de Jo-
sé Ortega y Gasset. El
embajador de España a la sa-
zón en Caracas, que respondía
por el nombre de Amaro Gon-
zález de Mesa y San Miguel, se
puso en contacto con la Coor-
dinación General de la UCV
–entonces a mi cargo– para
ver si era posible celebrar un
simposio sobre tan importante
efeméride.
El simposio, que se celebró
con la solemnidad del caso en
la que entonces se llamaba la
Sala E de la Biblioteca de la
UCV, sede de tantos foros po-
líticos y culturales, fue presi-
dido por el Dr. Arturo Uslar
Pietri.
Quede dicho, con admiración
y no sin sorpresa, que la con-
ferencia del señor Embajador
fue de tal calibre que un acuer-
do generalizado la calificó co-
mo lo mejor del simposio (y
eso que junto a la de él se unie-
ron las voces más autorizadas
sobre la materia de la Escue-
la de Filosofía de la UCV). El
único apoyo del que se sirvió
fue alguna que otra caricia al
micrófono, que imitaba los pri-
ATANASIO ALEGRE /MANUEL SARDÁ, ARCHIVO EL NACIONAL
meros que se usaron en forma
de cebolla en los estudios de

Periodismo decoroso
radio. encontradizo con él, me pre-
–Son gente de carrera, muy sentó como “columnista de El
preparada, estos embajado- Nacional”.
res –me susurró el Dr. Uslar –Un gran periódico –dijo– un

e intelectualmente bien armado


Pietri– muchos de ellos bien poco tardón, para pagar... pero
podrían desempeñarse como solvente.
presidentes de cualquier na- Él fue colaborador por
ción latinoamericana. temporadas. Hablamos de
–Lo que pasa es que yo he es- Victoriano Crémer, el gran
cuchado hablar de Ortega a (Primera parte) poeta leonés en cuya casa nos
mucha gente, ya que me for- habíamos conocido cuando
mé un poco bajo la influencia
del pensamiento de Ortega y Atanasio Alegre (1930) es un pensador con una puertas de la oficina de Prensa
junto al Aula Magna, forma-
publicó su novela El Giocon-
do, descatalogada hace tiempo.
realmente es admirable cómo
el señor domina el tema.
extensa trayectoria en distintos campos. Es autor de ban un corrillo comentando
sobre la situación universita-
Pero ya para esa época, Um-
bral era uno de esos hombres
En mi ponencia yo había glo- diez novelas, ensayista de temas literarios y filosóficos, ria, que era siempre tema de que van quemando etapas y
sado el sentido de la existencia actualidad, Héctor Mujica y más que de un tacómetro nece-
ritual que creía rastrear en El editor, traductor, profesor universitario y consecuente otros dos personajes. sitan un espejo para registrar
hombre y la gente, de Ortega.
Concluido el acto y un poco colaborador del Papel Literario, a lo largo de décadas. Suelo –solía– caminar de pri-
sa. Me llamaron.
cada uno de los movimientos
en que andan invertidos.
también después de la sobre-
charla, me dirigía a mi ofici-
La segunda parte del ensayo que sigue, será publicada –Profesor, aquí hay alguien
que quiere conocerlo.
Umbral ha pasado como uno
de los grandes memorialistas
na cuando me alcanzó quien el domingo 31 de marzo Hablamos, y de repente el de la posguerra y de la políti-
entonces era el jefe de la pá- profesor Mújica me preguntó: ca españolas. Como él, en El
gina de Opinión del diario El “¿Y usted a qué escuela litera- Nacional ha habido figuras
Nacional. peto, ni siquiera me atrevía a 2. viernes. Consalvi me llamó a ria española pertenece?” internacionales de gran relie-
Me pidió si podría resumir- abordar. En referencia al periódico, me la casa y me dijo si podía pre- –Bueno, se habla de una es- ve. Las sigue habiendo.
le lo que había dicho en dos Desde entonces han pasado he considerado siempre un pararle algo sobre el persona- cuela literaria leonesa, pero
cuartillas para publicarlo en 36 años en número, pero, sobre colaborador externo que no je que mereciera la pena para yo salí de León a los catorce 3.
la cuarta página del periódico. todo, en letras. Mis colabora- ha participado ni conocido las que saliera el domingo en el años y ya no volví a vivir allí. Un día al hacer entrega de la
El día previsto le entregué ciones se extendieron más tar- intrigas –que ha debido haber- Papel Literario. Otras escuelas y otras ten- nota correspondiente de la se-
las dos cuartillas. de al Papel Literario. las– ni he participado en las Ese sábado, de regreso de dencias españolas tampoco mana –ya me había ganado el
Yo había publicado ensayos, Un día, después de leer una grandes reuniones donde se Puerto Escondido, pasé como me dicen gran cosa. Voy por título de columnista–, el jefe
artículos y sueltos, tanto en la de las notas que le entregué, ha definido la trayectoria del tenía por costumbre por la Li- libre. Creo que tanto aquí, de la página de Opinión me di-
revista Imagen como en otras Julio Barroeta Lara me dijo periódico y se han tomado las brería Lectura para palpar al- en Venezuela, si se organiza- jo que si portaba la cédula de
revistas nacionales, pero se- que esa nota cuadraba mejor decisiones claves. guna de las novedades. Me di ran bien las cosas, es decir, identidad conmigo.
guía siendo en palabras del en el Papel Literario. –Funcionas más bien como cuenta de que también se en- el sistema de divulgación, en –Acompáñame.
mismo Ortega “un honorable Levantó el teléfono y me pu- un huésped –me dijo un día al- contraban en la librería el di- México, Argentina, Colombia Nos fuimos a la oficina de la
ninguno”. Era de El Nacional so en contacto con Luis Alber- guien tan connotado como fue rector de la revista Imagen, y la misma España, la litera- Dirección en Puerto Escon-
de donde salían quienes figu- to Crespo. el Dr. Simón Alberto Consalvi. Juan Calzadilla, y su esposa. tura venezolana tendría mu- dido, donde se encontraba
raban como escritores y te- Tuve la impresión de que –Es lo que toca. En un momento, oí que el cho que decir. Miguel Otero Silva.
nían presencia en el país: los el examen al que me sometió Yo dirigía por entonces Vi- hombre le decía a su mujer: Por aquella época oficia- –Como usted sabe –dijo– he
intelectuales. Luis Alberto respondía a una deo Fórum, de Radio Cara- “Ese es el profesor Alegre”. ban en la ceremonia litera- dado la orden de que en la
Esa fue mi primera andadu- pregunta: ¿Y este pardillo de cas, que fue, de la mano del La mujer ni corta ni perezo- ria en Venezuela escritores cuarta página (la de Opinión)
ra con El Nacional. En térmi- que nido se habrá caído? profesor Moraña, una de las sa, se acercó a saludarme. como Salvador Garmendia, no pueden aparecer trabajos
nos marinos, fue como correr Pero meses después la empa- revistas más importantes de Luego vino él. Eugenio Montejo, Juan Nuño, bajo seudónimo, pero me di-
un mascarón de proa. tía fue total. comunicación en Latinoamé- –Creo –dije– que en estos Rafael Cadenas –que parecie- cen que usted se llama como
Días después, Julio Barroeta –¿Y tú has jugado mucho al rica, cuando todo solía pasar días va a salir en Monte Ávi- ra que nació ya aprendido–, firma, y no me lo creo... De-
Lara, jefe de la página de Opi- fútbol? –me preguntó un día. por el tamiz de la semiología la una recopilación de algunos Elisa Lerner y sobre todo el masiada coincidencia.
nión, me ofreció una colabora- –¿Por qué? y se había llegado a la conclu- de mis ensayos y artículos no que fungía como mascarón de Le enseñé mi cédula, soltó
ción cada quince días sobre un –Porque parece que metes sión de que el producto más desechables –o sea de aque- proa, Adriano González León, una de aquellas risas suyas y
tema cultural accesible al pú- los goles por la escuadra... apetecible sería, en los próxi- llos que creo van a disfrutar que ya había puesto el pie en el dijo:
blico del periódico. –Cuando podía los paraba, mos años, el de la informa- de cierto aire de permanen- boom latinoamericano. –No me queda más remedio
Así lo hice. porque, salvo excepciones, mi ción. Llegaban un poco retra- cia– bajo el título Sombras de Para ese momento, tanto el que rendirme a la evidencia.
Colaborar, si no tenías re- puesto fue el de portero. sados, ya que el mismo Lutero tejado. Si me da la dirección, Papel Literario como el mis- Si con esos dos nombres, Ale-
cadero –y yo dejé de tener- Ha sido una amistad y, de al expandir sus tesis sobre la tan pronto como tenga ejem- mo periódico, debido en par- gre y Atanasio, no llegas a ser
lo un año después del sim- mi parte una admiración por Reforma lo hizo sobre esa ba- plares, le envió uno. te a las colaboraciones inter- un escritor en toda regla, estás
posio de marras–, suponía su poesía, pero sobre todo por se al editar 600.000 copias por Y así fue. nacionales, gozaba de gran perdiendo el tiempo.
trasladarse en persona hasta su léxico llanero, uno de los vez primera de sus obras. Este Otro día, viniendo de la libre- prestigio. Se levantó, me dio una pal-
Puerto Escondido, sede del puntos de esta vinculación es y fue el camino. Sea como ría de la UCV donde se estaba Un día Francisco Umbral, mada afectuosa y hasta ahí
periódico. con él. Creo que el respeto ha sea, mis ocupaciones antes de vendiendo bien –el librero di- que por aquel entonces vivía llegaron las cosas, siendo así
Por allí coincidí de vez en sido mutuo, pero eso pertene- jubilarme como profesor en la ría saliendo bien– mi novela El en la calle Félix Bois, en la zo- que yo creía haber metido la
cuando con escritores como ce más bien al terreno espe- UCV, no me daban para más. mercado de los gansos y había na Costa Fleming de Madrid, pata, la razón por la que el jefe
Armas Alfonzo, tan injusta- culativo. Él va por su cami- Cuando en 1989 Camilo José un par de lectores interesados en el mismo edificio que un de página me hubiera llevado
mente hoy olvidado, e incluso no y yo he seguido el que me Cela ganó el Nobel de Litera- en que les firmara un ejem- amigo mío de Venezuela, des- hasta la oficina del jefe de los
con otros a quienes, por res- corresponde. tura, en Caracas se supo un plar, me di cuenta de que, a las pués de habernos hecho el jefes.

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