¿Cuáles fueron los resultados del Plan de Convertibilidad?
¿Funcionó bien para Argentina en
el periodo de referencia en el caso?
Los resultados del Plan de Convertibilidad comenzaron a generarse inmediatamente. Este
resultado ha sido una rara combinación de estabilidad y de crecimiento. La inflación del Índice de Precios al consumidor cayo en 1990 a solo 7,3% en 1993. En la investigación se pudo apreciar que el PIB real había caído para el año 1989 en un 7%, el mismo no había registrado movimiento ningún movimiento de crecimiento en 1990, ya para el año 1991 creció con un 8,9%, en el 1992 un 8,7% y bajando para el 1993 a un 6,0% y aumentado para el año 1994 a un 7,4% y una inflación del índice de Precios al Consumidor de solo un 4% esperado para el 1994.
La reforma comercial resulto en un crecimiento de las importaciones en 1990 a 1994. El boom
de las importaciones se financio por la fluida entrada de capitales que respondió rápidamente a las señales de ajustarse estructuralmente. La abundancia de la moneda extranjera debida a la entrada de capitales llevo a una drástica apreciación real de la moneda. Las exportaciones, aunque un poco más lento y más tarde también resultaron tener un aumento en parte como los incentivos fiscales y también debido a el aumento de la productividad se experimentó en toda economía.
Los préstamos bancarios al sector privado no financiero también experimentaron un
impresionante crecimiento. Se produjo un auge de consumo al momento de dispararse las hipotecas residenciales y las compras de bienes duraderos de consumo en un país que no estaba acostumbrado a vivir basado en el crédito. Como reflejo de la mejor situación de Argentina, la prima de riesgo de país bajó significativamente durante el período, de 66% en 1991 a solo 3% en 1993.
No obstante, a lo mencionado anteriormente, también podemos mencionar una significativa
desventaja de este Plan de Convertibilidad y es que el desempleo aumentó en forma creciente de 6% y 7% en 1991 y 1992, a 9% para finales de 1993 y finalmente a 12% en 1994, lo que probablemente reflejó la reestructuración de la industria implicada por la apertura de la economía a la competencia internacional. Estos inconvenientes o problemas empezaron a empeorar cuando las tasas de interés de Estados Unidos aumentaron en febrero de 1994 y las entradas de capital a Argentina se desaceleraron, poniendo en duda la sostenibilidad del déficit de cuenta corriente.