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Producción en Proceso
Costos de Entregas
Almacén de P. Terminados
2. –Costo de Producción:
Definición: Es el valor del conjunto de bienes y esfuerzos en que se ha
incurrido o se va a incurrir, que deben consumir los centros fabriles
para obtener un producto terminado, en condiciones de ser entregado
al sector comercial. Es la expresión cuantitativa monetaria de factores
de producción necesarios, que son consumidos en un proceso y que,
por razones técnico – económicas, deben ser insumidos en el producto
elaborado. Este sector termina normalmente en la puerta de entrada al
almacén de productos terminados, donde comienza el área comercial.
Límites del área comercial: los gastos ocasionados por las diferentes
formas de despacho que se producen en el departamento Expedición
se incluyen dentro de la cuenta Gastos de Comercialización. El límite
final del área comercial depende de la política que se siga con los
gastos de despacho. Si corren por cuenta del cliente, se halla en el
departamento Expedición. Si están a cargo del vendedor, se encuentra
en el domicilio del cliente.
Costo de venta: Es el importe resultante de sumar al costo de
producción los gastos de comercialización.
Elementos del costo de producción: los elementos integrantes del
costo de producción son: materia prima o materiales, mano de obra y
cargas fabriles.
El rubro “materia prima” o “material directo” agrupa todos aquellos
elementos físicos que es imprescindible consumir durante el proceso
de elaboración de un artículo, de sus accesorios y de su envase. Ello
con la condición de que tal consumo quede reflejado en el volumen de
elementos empleados mediante una relación cierta y normalmente
constante (directamente proporcional) con el de la producción
obtenida cualquiera que sea la transformación física o química que
sufran y formen parte integrante del artículo final o no. Todos aquellos
materiales que no cumplen el requisito de la relación proporcional del
consumo anteriormente señalado se engloban dentro del elemento
“cargas fabriles”.
Así, por ejemplo, en una fábrica de muebles la madera, los tornillos,
los herrajes, la cola, etcétera, utilizados para construir armarios,
constituyen la materia prima de éstos, ya que los volúmenes utilizados
de dichos materiales guardarán normalmente una relación constante
con la cantidad de armarios que se obtengan. En cambio, el tornillo
que se use en una reparación de instalaciones, la escoba que se gaste
para barrer el piso, etcétera no pueden ser catalogados como materia
prima, ya que de su mayor o menor consumo no podrá pretenderse
que resulte una mayor o menor producción de armarios.
La “mano de obra“ representa el valor del trabajo realizado por los
operarios que contribuyen, directa o indirectamente, al proceso de
transformación de la materia prima.
“Cargas fabriles” (también se las designa con el nombre de “costos
indirectos de fabricación”) son todos los costos en que necesita incurrir
un centro para el logro de sus fines, costos que no pueden ser
adjudicados exactamente a una orden de trabajo o a una unidad de
producto, por lo que deben ser absorbidos por la totalidad de la
producción del centro operativo con miras a una imputación final a
aquellas.
Rubros integrantes del precio de venta neto: Como se observa la
reunión de los costos de materia prima y de mano de obra directa
constituye el costo primo, y que la unión de este último factor y las
cargas fabriles forma el costo de conversión.
Materia Mano de Cargas Gastos de Costos
Ganancias
Prima Obra dir. Fabriles Comerc. Financ.
Costo Primo
Costo de Conversión
Costo de Producción
Costo de Venta
Costo Total
Precio de Venta Neto
Costo y Gasto: Cuando una empresa incurre en un compromiso
monetario lo hace para obtener de él un ingreso futuro. Por ello,
mientras ese compromiso monetario se halla registrado en su activo,
constituye un “costo”. Sólo cuando ese costo se consume o expira se
convierte en gasto. Los gastos de comercialización fueron en un primer
momento costos que se convierten en gastos al cancelarse por esa
cuenta de resultados. De allí la justificación de su denominación, en
lugar de costos de comercialización.
Costo exacto: El costo exacto es una utopía. No existe ni aun en
industrias que elaboren un solo producto o procesen una sola orden de
trabajo. Resulta imposible calcular con exactitud cuántos centavos del
costo de una máquina, de un edificio, de un mueble, etcétera, le
corresponden a cada unidad u orden procesada, dado que no se
conoce cuántos años de vida útil podrá llegar a tener cada uno de
esos bienes.
Tampoco es factible establecer la porción equitativa de pagos por
enfermedad, vacaciones, seguros, sueldos, etcétera, que debe
absorber cada artículo o cada orden de trabajo. Por todo esto no puede
pretenderse que el costo represente una verdad irrefutable, sino sólo
una imputación justificable.
Forma de
Periodos de Función que Naturaleza imputación a Tipos de
Contabilidad desempeñan las u de prod. Variab.
3. Sector fin.
Clasificación según los períodos de contabilidad:
Tiene en cuenta el “principio de lo devengado”. Es sabido que ese
principio se aplica en la contabilidad general con dos propósitos;
– Que cada ejercicio soporte los costos o se beneficie con los ingresos
que le corresponden.
– Que los estados contables de cierre, contemplen compromisos
ciertos o eventuales que reducen el patrimonio neto (provisiones o
previsiones, por ejemplo) o que reflejen, incorporando al activo
(aumentando por consiguiente el patrimonio neto), aquellos costos
que favorecen los ejercicios futuros (bienes intangibles).
El propósito de la clasificación según los períodos de contabilidad es el
de adjudicar a la producción de un mes los costos que exige, sin
cometer omisiones o exageraciones y sin prestar consideración alguna
al momento en que se cancelen los compromisos con terceros. De
acuerdo con los períodos de relevamiento los costos se clasifican en:
• Corrientes: son aquellos en que se incurre durante el ciclo de
producción al cual se asignan. Dado que su absorción es inmediata no
crean ningún problema de imputación. Ejemplo: jornales, sueldos,
fuerza motriz, etcétera.
• Previstos: se caracterizan por incorporarse a los costos con
anticipación al momento que efectivamente se realiza el pago. Se
insertan en este grupo las provisiones o previsiones con cargo a la
cuenta “Producción en Proceso”, “Departamento de Servicios” y
“Gastos de Comercialización”. Son ejemplos: sueldo anual
complementario, vacaciones obreras, feriados pagos, despido – y sus
correspondientes cargas derivadas -, inactividad por accidentes y
previsión ley 11.729. Dado que las cargas sociales incluidas en esta
subcuentas antes mencionadas, consideradas como tales, se las
denomina “cargas sociales periódicas”.
• Diferidos: Bajo este título se engloban los rubros de aplicación
diferida a los costos. Las erogaciones se efectúan, por tanto, antes de
esa aplicación. Esta división ampara los costos abonados por
adelantado; los costos de iniciación; los de desarrollo, estudio e
investigación y en un sentido amplio los desembolsos de capital.
Mientras que los costos corrientes exigen erogaciones que suelen ser
inmediatas, los restantes no implican una salida de dinero instantánea.
Puede ocurrir que ya haya sido realizada o se efectúe en un futuro
próximo o lejano. Por eso las empresas donde predominan los costos
corrientes disponen de más facilidad para tomar decisiones rápidas
que las que soportan una pesada carga de rubros diferidos.
Clasificación según la función que desempeñen:
Una manufactura consta de tres grandes segmentos: industrial,
comercial y financiero. La función financiera reúne “todas aquellas
actividades encaminadas a proveer a un negocio del capital necesario
para el desenvolvimiento de sus funciones”. Otras opiniones agregan a
los tres citados un cuarto grupo: Administración.
En un segundo grado de clasificación cada uno de esos grupos
continúa desglosándose.
El ámbito industrial se subdivide en centros productores y de servicios.
Los productores elaboran los artículos destinados a la venta. A los
centros de servicios y su división en directos e indirectos se habló en
puntos anteriores. Los primeros se asignan con precisión a los sectores
servidos. Los segundos hay que volcarlos a las áreas favorecidas en
virtud de las bases que se estudian más adelante.
Origen imputación inexacta
Unidad Planta no
del costo de
producto “centrolizada”
Origen imp inexacta imp. imprec
Unidad Planta
del costo ctro. fabril de
producto “centrolizada”
Orig. imp exacta imp. imprec. Imp. imprec
Unidad Planta
Secc.
1 3 12 16
de
serv.
5
2 10 9
Sector
Comerc. 7 4 6 11
No siguen circuitos uniformes, sino que entrecruzan máquinas (éstas,
por lo general, tienen costos horarios de operación muy diferentes
entre sí). Todas esas características fuerzan a considerar a cada
máquina o a un grupo de máquinas iguales como un centro de costos.
La diagramación de la cuenta “Producción en Proceso” es similar a la
analizada en el caso anterior.
El costo de conversión se agrega al valor de cada trabajo a medida
que se va desarrollando. El gráfico anterior distingue las distintas
máquinas que integran la fábrica. El costo de operar el sistema suele
ser alto por la cantidad de centros que es necesario crear en pos de
una mayor precisión en la asignación de las cargas fabriles a las
órdenes de trabajo.
• Centrolización teórica: en apariencia el gráfico es similar al anterior.
Es aplicable tanto en fábricas con procesos de secuencia
ininterrumpida como alternada. Su ámbito es la pequeña industria que
elabora varias líneas de productos.
En una planta de reducidas dimensiones con esa característica no se
justifica el costo administrativo que demanda conocer lo gastado por
cada centro. Se acude entonces a desglosar la cuenta “Producción en
Proceso” sólo por la naturaleza de las erogaciones – materia prima,
mano de obra directa, fuerza motriz, depreciación, etc.- en el mismo
mayor general.
• Empresas monoproductoras: es propio de los establecimientos que
elaboran un solo artículo o varios si todos siguen idéntico proceso
industrial.
Secc.
de serv.
Producción en
Sector
Proceso
Comercial
Al igual que la anterior, esta alternativa requiere desglosar la cuenta
“Producción en Procesa” por naturaleza en el mismo mayor general.
Sin esta división sería imposible detectar en qué rubros se originan las
variaciones y resulta difícil analizar el comportamiento que tiene cada
factor de costos ante oscilaciones en el nivel de actividad.
La clasificación funcional en los centros de servicios indirectos: el
costo mensual del área fabril, más la porción de las cuentas de
servicios que afecta a la operación, integran el valor global de la
producción. Este importe, dividido por las unidades manufacturadas
en el período, permite conocer el costo unitario de la fabricación. Pero
es difícil que este caso se dé en la práctica. Por lo general ls plantas
producen una variedad de bienes sujetos a distintos procesos y que
tienen pocas características comunes entre sí.
La necesidad de lograr costos más exactos y de instituir mejores
controles que ayuden a detectar más fácilmente las anormalidades
obligan a crear los centros fabriles. Esta división de la planta exige el
prorrateo de esa serie de costos comunes que engloban los servicios
indirectos.
La imputación del sueldo de un empleado de la sección Costos, por
ejemplo, tendría que desmenuzarse entre los sectors a los cuales
dedica su esfuerzo. Sería imperioso realizar igual tarea con los costos
de edificios, con los sueldos de los gerentes, con el consumo de luz
eléctrica, con los artículos de papelería, etcétera.
Toda esta impractible labor se evita debitando esos conceptos a las
respectivas cuentas que agrupan tales costos con sentido de función, y
volcando sus importes mensuales entre los restantes centros una vez
por mes.
Clasificación según la naturaleza de los costos:
Es complementaria de la agrupación funcional y permite conocer la
clase de asignación imputada a cada centro. Este conocimiento brinda
una eficaz ayuda para:
– Presupuestar las cargas de cada área productora (indispensable en
costos predeterminados).
– Seleccionar la base de distribución de las secciones de servicios
indirectas más adecuada.
– Elegir racionalmente, en cada centro productor, el módulo de
aplicación de las cargas fabriles a los productos más precisos.
– Facilitar la medición de la eficiencia operativa: la división funcional
de la empresa, se señalo, ayuda a localizar más rápida y fácilmente las
filtraciones y anormalidades.
– Separar los costos según su tipo de variabilidad y su forma de
imputación a las unidades de producto.
Materia prima desglosada por naturaleza: En algunos centros una
subcuenta se considera suficiente para agrupar los distintos tipos de
materiales (Productos Químicos). En otros, en cambio, se juzgó
prudente habilitar varias, cada una de las cuales ampara uno o más
materiales. Las subcuentas 1 y 2 de Hilandería (ejemplo de J. C.
Vázquez) mostrarán mensualmente el cargo por un solo tipo de
material en cada una (algodón calidades X y Z). La subcuenta 5
(Materiales de Empaque) de Tejeduría, al contrario reúne una serie de
elementos que se usan para tal fin (papel, envases de cartón, hilos,
etiquetas, etcétera), dado que el reducido monto de consumo mensual
no justifica la tarea administrativa de registrarlos por separado.
Cargas fabriles desglosadas por naturaleza: las subcuentas Impuesto
sobre Consumo de Fibra, Regalías, Almacenamiento, Retratamiento,
Transporte y Vapor, son rubros asignables con precisión a las unidades
de producto.
Las cargas fabriles se dividen en tres subcuentas; Cargas Fabriles
Variables, Cargas Fabriles Fijas y Cargas Fabriles Semifijas. Una sola
no sería ilustrativa como para poder analizar en profundidad la
influencia que ejercen sobre los resultados las oscilaciones en el
volumen de producción.
Mano de obra desglosada por naturaleza: el concepto “mano de obra”
es de por sí una erogación catalogada por naturaleza. Su división en
directa e indirecta, en cambio, responde a la clasificación según su
forma de imputación a los productos.
Clasificación según la forma de imputación a las unidades de producto:
Es la menos significativa de las clasificaciones y consiste en
individualizar los costos directos e indirectos. El adjetivo “directo”
indica su relación con una unidad de producto. En virtud de ello se
denomina “costo directo” al rubro cuya incidencia monetaria en un
artículo o en una orden de trabajo puede establecerse con precisión.
“Costo indirecto”, en cambio, es aquel de naturaleza general que, por
tanto, hay que adjudicar a cada unidad fabricada en forma
aproximada.
Convertir estos elementos en directos no es, pues, una tarea
imposible. Ellos también pueden ser mensurados, pero resultaría
antieconómico hacerlo porque el esfuerzo que demandaría esa
medición podría ser mayor que la influencia que tiene el material
tasado en el costo unitario del bien afectado.
La cola empleada en una fábrica de muebles es un ejemplo típico de
material indirecto. Conocer la cantidad exacta que se utiliza en cada
orden requeriría un costo tal vez mayor que el material bajo control,
dado que habría que pesar el recipiente que la contiene al comenzar y
finalizar cada trabajo obteniendo, por diferencia los gramos
consumidos.
Suele considerarse directa la labor que transforma la materia prima en
producto terminado e indirecta la retribución de los operarios que
contribuyen con su esfuerzo a que el trabajador directo realice una
tarea más eficaz y productiva.
Empero, es más correcto basar la clasificación en la facilidad o
imposibilidad de imputar con exactitud ese elemento al artículo.
En materia de cargas fabriles la aplicación al costo unitario del
producto en forma directa es algo que sólo puede lograrse en muy
contados casos. Por ejemplo hay enorme diferencia entre la cuestión
de imputar al costo de una unidad producida las cargas sociales
derivadas de la mano de obra directa empleada en su elaboración, o
los cargos de reparaciones del equipo utilizado. En el primer caso es
posible medir con exactitud y facilidad la porción afectada a cada
unidad puesto que se trata de una unidad conocida. En el segundo
caso, en cambio, determinar con rigurosidad la parte del cargo que
debe integrar el costo unitario ya no es tan sencillo ni accesible. Es que
se trata de un rubro cuyo monto total, al cabo de un mes, es aleatorio,
aparte de que su incidencia en cada unidad dependerá de la cantidad
producida en dicho mes.