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que desde 1997 la Corte Constitucional había declarado que “podrá derivarse
responsabilidad penal para el médico que ayude a un enfermo terminal a morir
dignamente”.
Los enfermos mayores de edad en fase terminal definidos así con los criterios
clínicos y pronósticos de este protocolo que soliciten la aplicación del
procedimiento.
Enfermos en fase terminal con patologías oncológicas y no oncológicas.
Enfermos con capacidad de decisión que lo expresen de manera verbal o escrita.
Serán excluidos del tratamiento los adultos con trastornos psiquiátricos confirmados por
especialista y tampoco se aplicará para voluntades anticipadas.
Artículo 8. De la solicitud para hacer efectivo el derecho fundamental a morir con dignidad
a través de la eutanasia de adolescentes. Todo adolescente que tenga una enfermedad o
condición en fase terminal y que presente sufrimiento constante e insoportable que no
pueda ser aliviado, podrá solicitar a su médico tratante la aplicación del procedimiento
eutanásico como parte de su derecho a morir con dignidad.
Artículo 16. Gratuidad. Sin perjuicio del cobro de las atenciones derivadas o vinculadas a la
evaluación de la solicitud, del cuidado o atención debida y de la conformación del Comité
o el procedimiento eutanásico propiamente dicho tiene carácter gratuito y, en
consecuencia, no será objeto de cobro de copagos o cuotas moderadoras.
El Ministerio de Salud publicó la resolución 825 de 2018 con la que se reglamenta “el
procedimiento para hacer efectivo el derecho a morir con dignidad de niños, niñas y
adolescentes”, es decir, que dicta cuáles son las normas para la eutanasia en menores de
edad. En el documento se informa que esta es una decisión que podrán tener los niños
mayores de 12 años y, si tienen un “desarrollo neurocognitivo y psicológico excepcional”,
los que tienen entre 6 y 12 años
El otro cambio tiene qué ver con la conformación de los comités científicos-
interdisciplinarios que analizarán que, en cada caso, se cumplan con los requisitos
dispuestos por el Ministerio de Salud. Estos serán conformados por un pediatra, un
psiquiatra y un abogado. Lo que cambió fue que se eliminó el requisito que el pediatra
esté especializado en la enfermedad que tenga el menor y que los dos últimos sean
expertos en menores de edad.
En el caso de los menores entre 6 y 12 años que deseen ejercer el derecho a una muerte
digna, el médico que reciba la solicitud deberá, adicionalmente, revisar que el menor no la
haya hecho bajo sugerencia, inducción o coacción. Y “solicitar una valoración de
psiquiatría infantil para realizar una evaluación exhaustiva que permita la identificación de
un desarrollo neurocognitivo y psicológico excepcional y la constatación de un concepto
de muerte propia como irreversible e inexorable”. En cualquier momento del trámite,
todos los menores que pidan el procedimiento podrán desistir del mismo.