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Resumen e introducción
Definir la estrategia
El plan de marketing suele incluir algunas referencias a la estrategia
básica que sigue la empresa. Según la clasificación de Porter, existen
tres estrategias básicas para el éxito de la empresa:
Diferenciación. Ser diferentes en algún aspecto que valoran los
clientes. Por ejemplo, el diseño, la tecnología, la mayor rapidez de
entrega y las opciones disponibles. En realidad existen infinidad de
posibles posibilidades de diferenciar nuestra marca, lo importante es
que el cliente utilice esa diferencia para elegir nuestro producto.
Líder en costes. Tener menores costes. Ser los más baratos porque
tenemos la empresa diseñada para tener los costes más bajos del
sector. En cada sector, una o pocas empresas pueden ser líderes de
costes.
Por ejemplo las compañías aéreas de bajos costes como Ryanair,
tienen la empresa diseñada para tener costes mucho menores que las
compañías tradicionales.
Esta compañía en vez de utilizar diferentes modelos de avión, utiliza
un solo tipo, lo que disminuye mucho los costes de mantenimiento y
facilita la formación y la gestión de las tripulaciones. Por otro lado,
compran los aviones en grupos de cien o más para obtener
importantes rebajas en el precio de compra. Operan con el mínimo de
tripulación, con empleados más jóvenes y pagando sueldos más
bajos. Además operan desde aeropuertos secundarios más baratos.
Estas compañías además están obsesionadas con la reducción de
costes en todos los ámbitos. Eliminan todo lo accesorio y facilitan un
producto o servicio básico a muy bajo precio.
Enfoque. La estrategia de enfoque consiste en centrarse en un
segmento o trozo muy concreto del mercado. Por ejemplo, si somos
una empresa pequeña para competir contra las grandes empresas de
ropa, podemos enfocarnos en los trajes de novia por ejemplo. En
cualquier caso, el enfocarse requiere también elegir una estrategia de
diferenciación o liderazgo en costes.
Por tanto, básicamente según Porter las opciones son, ser
seleccionado por los clientes por diferentes o por baratos.
Si escribimos un plan de negocios para una empresa, en el plan de
marketing debemos especificar que estrategia seguiremos y cómo
vamos a potenciar esa estrategia. Si la empresa lleva años
funcionando, lo más probable es que tenga definida su estrategia,
pero el plan de marketing es un buen momento para replantear la
estrategia o establecer la forma de fortalecerla.
Mercados y segmentos de
mercado
Las empresas tienen que seleccionar los mercados y los segmentos
de mercado en los que actuar. Incluso las empresas más grandes
tienen que seleccionar ciertos mercados para concentrar sus
esfuerzos.
Lo normal es centrarse en ciertos mercados y no intentar vender a
todo el mundo, a todos los segmentos. Tenemos que seleccionar
ciertos segmentos o partes del mercado en los que concentrar
nuestros esfuerzos de marketing.
Por ejemplo, la empresa Kelme de material deportivo seleccionó
Brasil como un mercado a potenciar, por su gran crecimiento. Y
también seleccionó un segmento de mercado concreto, el de zapatos
de fútbol de alto precio.
En el plan de marketing se suele especificar de qué mercados la
empresa va a salir, qué mercados vamos a potenciar y qué mercados
mantener o rentabilizar.
Por ejemplo, la empresa telepizza después de varios años de un gran
crecimiento, se encontraba estancada y los nuevos dueños querían
mejorar la rentabilidad. Analizaron la expansión internacional y
descubrieron que el negocio en algunos países como Inglaterra perdía
dinero y parecía que no era posible cambiar la situación en los
próximos años. Decidieron eliminar el mercado inglés y concentrarse
en otros mercados con más futuro. En Inglaterra existen muchas
marcas consolidadas, telepizza llegó tarde y sin una ventaja
competitiva para poder competir con éxito.
En el plan de marketing también decidimos de que segmentos de
mercado salir y qué segmentos potenciar. Analizamos la situación de
la marca en los diferentes segmentos y tomamos decisiones que
reflejamos en el plan.
Por ejemplo, hace años las investigaciones de mercado de la marca
de automóviles Mercedes descubrieron que la imagen asociada era de
un vehículo para personas mayores. Decidieron realizar un plan de
marketing para rejuvenecer la imagen de la marca. En los anuncios
aparecían personas jóvenes vestidas de modo informal conduciendo
un Mercedes.
Políticas Comerciales
En algunos planes de marketing añadimos un apartado dedicado a las
políticas comerciales.
Las políticas comerciales son las guías generales, las normas para la
gestión de los diferentes aspectos del marketing.
Así tendremos una política de precios, una política de publicidad, una
política de ventas y una política de distribución.
Por ejemplo, nuestra norma general para los precios puede ser estar
un poco por debajo de ciertos competidores principales.
En algunos planes de marketing, estas normas generales o políticas
comerciales las incluimos en otros apartados.
Gestión de Producto
En esta etapa definiremos la gestión de la cartera de productos, es
decir, qué productos vamos a eliminar, los que vamos a potenciar y
los nuevos que lanzaremos.
En muchas empresas se gestionan una gran cantidad de productos.
Normalmente en la cartera de productos de una empresa se mezclan
productos muy rentables con otros que son poco rentables o incluso
suponen pérdidas.
Es importante decidir que productos eliminar y cuales potenciar. Otro
aspecto importante es decidir sobre el lanzamiento de nuevos
productos.
También es preciso decidir sobre las marcas de los productos.
Eliminar marcas, potenciar marcas, lanzar nuevas marcas. La gestión
de marcas y de su imagen es un aspecto fundamental de la gestión
de marketing.
Y la gestión de envases y etiquetas, así como los distintos sistemas
de embalaje de los productos
Gestión de precios
Una parte importante de la gestión de marketing se relaciona con las
decisiones sobre precios.
El precio influye directamente en las ventas y por tanto en los
ingresos vitales de la empresa.
Por otro lado, los consumidores utilizan los precios como información,
como indicadores de calidad. Por eso, una adecuada gestión de
precios también es fundamental para la imagen del producto y para
las ventas.
Tendremos también que decidir si pondremos diferentes precios al
producto en función de los diferentes tipos de consumidores,
momento de consumo, lugar de compra u otros aspectos.
Y dentro de esta gestión de precios, también estableceremos las
posibles rebajas y descuentos.
Gestión de la distribución
Es preciso determinar como llevaremos el producto de la empresa al
consumidor final. Algunas empresas venden directamente al
consumidor final como la pequeña panadería que vende directamente
al público.
Actualmente algunas empresas fabrican y venden directamente al
consumidor final por Internet. Pero la mayoría de las empresas
venden sus productos a través de los intermediarios.
Por ejemplo, los agricultores de Almería venden sus tomates a las
cooperativas mayoristas de Almería, estas los venden por ejemplo a
los mayoristas de Mercamadrid. En Mercamadrid compran los fruteros
los tomates que venden a los clientes finales en sus tiendas.
Debemos por tanto gestionar el sistema de distribución y decidir por
qué canales van a pasar nuestros productos. Por ejemplo, si somos
una editorial de libros de papel, podemos vender por el canal
librerías, los supermercados, las tiendas de los aeropuertos y junto
con los periódicos.
Además de tomar decisiones sobre los canales debemos decidir a
través de cuántos escalones vender. Cada nivel en el sistema de
distribución es un escalón. Por ejemplo, podemos vender a los
mayoristas para que vendan a las tiendas y estas a los consumidores.
En este caso serían tres escalones de distribución.
También debemos decidir las zonas de ventas, la localización de los
puntos de venta y el número de puntos de venta. Y definir en qué
tipo de tiendas vendemos.
Por ejemplo, la empresa de figuras de cerámica de lujo Lladró, trató
de crecer rápido e incorporó muchas tiendas a su red de ventas. Pero
descubrieron que algunas tiendas estaban dando mala imagen por lo
que decidieron eliminar muchos puntos de venta. Al centrarse en las
mejores tiendas pueden mejorar su imagen y mantener su
posicionamiento de lujo y exclusividad.
Otro aspecto de la distribución es la distribución física, es decir la
gestión de almacenes y transportes. Es decir las decisiones
relacionadas con la gestión de stocks, de almacenes y del sistema
para trasportar el producto al consumidor. Los inventarios son un
coste muy elevado en muchos sectores.
La disminución de los stocks y la velocidad en llevar el producto al
consumidor son factores fundamentales en la competitividad de las
empresas.
La gestión de la distribución también incluye las negociaciones entre
los fabricantes y los distribuidores; así como la gestión de las
relaciones con los distribuidores y los incentivos para que traten bien
nuestro producto.
Y el merchandising, el marketing en el punto de venta, la gestión de
la colocación del producto y otros aspectos de la gestión del
inventario y las tiendas.
Gestión de la Comunicación
Una parte fundamental de la gestión de marketing es la publicidad.
Mediante la publicidad a través de los medios de comunicación
enviamos información a ciertos públicos.
En esta etapa del plan de marketing, definimos las campañas de
publicidad que vamos a realizar. En las campañas de publicidad se
organiza la publicidad en los diferentes medios de una forma
coordinada y en un tiempo concreto.
Es importante coordinar las campañas de publicidad, con el resto de
la empresa y en los diferentes medios. Al gestionar de forma
conjunta los diferentes medios, éstos se refuerzan. Por ejemplo, el
anuncio en una valla, nos recuerda el de la televisión y el anuncio en
prensa completa con más información el anuncio de televisión.
Tendremos que definir las diferentes campañas de publicidad, los
objetivos de las mismas, los públicos objetivos que deseamos
alcanzar y otros detalles de la gestión de la comunicación.
Promociones de ventas
Las promociones de ventas tratan de incentivar las ventas,
incrementar las ventas. Los principales tipos de promociones de
ventas son los descuentos, concursos o sorteos y los regalos.
Son unas herramientas poderosas que bien utilizadas pueden suponer
un gran incremento de ventas.
Esta herramienta debe utilizarse con cuidado puesto que mal utilizada
puede perjudicar la imagen de la marca. Por ejemplo, si lo que
regalamos nuestros clientes no lo consideran de buen gusto.
En el mercado español y en muchos mercados latinoamericanos, a los
consumidores les encantan los regalos. No les importa pagar un poco
más cuando compran un automóvil pero se van encantados si les
regalan el sistema de sonido.
Nos encanta que en los restaurante nos inviten a una copa o un
postre. Y por supuesto nos encantan los descuentos y la posibilidad
de conseguir un buen regalo en un sorteo.
Por ejemplo, el director de marketing de un periódico me contaba que
cuando "regalaban" tomos de una enciclopedia que compraban por un
dolar, las ventas se disparaban. En realidad, no era exactamente un
regalo puesto que el periódico con la enciclopedia costaba 3 dólares
más. Por lo tanto, en realidad esta promoción era directamente muy
rentable.
Relaciones Públicas
El área de relaciones públicas se ocupa de gestionar la imagen de la
organización. Este área trabaja para aparecer de forma positiva en
los medios de comunicación.
Típicamente gestiona los eventos, las relaciones con los medios de
comunicación y las relaciones con inversores, grupos de presión y
otros grupos sociales.
En cierto modo, mucho del trabajo que actualmente se realiza en
Internet para conseguir mejorar la imagen y generar ventas, aunque
con diferentes nombres, se parece mucho a lo que tradicionalmente
se denomina relaciones públicas.
Por ejemplo, cuando una empresa de automóviles lanza un nuevo
modelo, el departamento de relaciones públicas realiza un evento en
el caribe e invita a periodistas de todo el mundo para que prueben el
vehículo. Y les proporciona información para sus reportajes en
periódicos, revistas o la televisión.
Cuando una empresa paga para que su anuncio aparezca en una
página concreta de un periódico, estamos hablando de publicidad. Se
trata de relaciones públicas cuando se organiza una rueda de prensa
y salimos gratis en el periódico.
Por ejemplo, Nestlé lleva años enviando información a los periódicos,
revistas y televisión sobre las ventajas de consumir chocolate.
En realidad buena parte de un periódico o revista procede de
información facilitada por el departamento de relaciones públicas del
alcalde, de la asociación de empresas de algún sector y de un
fabricante de automóviles.
Por ejemplo cuando Red Bull u otro vendedor de agua con cafeína
bajo la forma de bebida energética, reparte muestras gratuitas en el
campus de la universidad, relaciones públicas está realizando una
promoción de ventas.
Muchos planes de marketing se olvidan de las relaciones públicas,
pero son una importante herramienta de marketing, especialmente
para las empresas con bajo presupuesto.
Gestión de Ventas
En este apartado del plan de marketing se precisan las acciones que
desarrollaremos en el área de ventas. Precisamos la gestión
relacionada con la dirección de ventas, como la selección, formación y
gestión de vendedores.
Por tanto, especificamos las acciones que se realizarán relacionadas
con la gestión del área de ventas. Por ejemplo, si vamos a contratar
nuevos vendedores, las zonas en las que trabajarán, el sistema de
gestión y supervisión de los vendedores y el sistema de incentivos.
El plan de marketing por ejemplo establecerá las acciones para
seleccionar los vendedores, el sistema para supervisarlos, los
objetivos a cumplir, los ratios de gestión y el plan de incentivos.
Gestión de Clientes
Un aspecto fundamental es la gestión de clientes es cómo captar,
atender y retener a los clientes.
En la gestión de marketing actual, la fidelización de clientes es vital
para ser una empresa competitiva.
Debemos establecer cómo vamos a retener a nuestros clientes,
especialmente los más rentables.
Control y auditoría de
marketing
Establecemos los sistemas de control. No solo es importante fijar
objetivos, sino comprobar que se van cumpliendo.
Una buena idea es establecer un sistema que frecuentemente
compruebe que se están consiguiendo los objetivos establecidos.
En el plan también se puede establecer el sistema para medir los
resultados.
Por ejemplo, para medir el impacto de los anuncios se utilizan varios
sistemas.
Mediante el sistema de control, comparamos los objetivos con los
resultados, las diferencias son unas ciertas divergencias que debemos
explicar.